Histeria y Mecanismos de Defensa
Histeria y Mecanismos de Defensa
Histeria y Mecanismos de Defensa
La teoría de la represión como mecanismo defensivo central en la histeria es el primer aporte original
y fundamental de Freud. Dicho mecanismo consiste en transformar la representación fuerte de la pe-
nosa experiencia infantil (seducción) en una representación debilitada y en desviar el afecto o suma
de excitación de su fuente verdadera; la inervación en lo somático produce la conversión, que es el
mecanismo típico de la histeria. La bella indiferencia histérica da a entender que el afecto no ha per-
manecido en el dominio psíquico, siendo en este sentido una defensa más eficaz que en el caso de la
neurosis obsesiva o la fobia.
Pero hay otra dimensión del síntoma difícilmente interpretable, que es la del goce procurado por el
mismo. Freud observó que al pellizcar u oprimir la piel y la musculatura de la pierna afectada de Eli-
sabeth von R provocaba en ella reacciones más de placer que de dolor, semejantes a las que suscita
un cosquilleo voluptuoso. El goce inconsciente producido por el síntoma no permite reducirlo a un
simple registro expresivo y puede explicar la renuencia del paciente a desprenderse de su síntoma.
Este es el antagonismo existente entre la pulsionalidad y la significación.
El mecanismo de la conversión nos confronta con el complejo tema de las relaciones entre cuerpo y
psiquismo, que el psicoanálisis viene planteándose desde sus orígenes. Se trata en este caso de un
cambio de lugar del conflicto, que se pone de manifiesto en lo somático. Se postula entonces un dua-
lismo cuerpo-mente como realidades paralelas, que interactuarían entre ellas sobre la base de rela-
ciones de causalidad. La conversión así entendida plantea problemas, ya que el salto de lo puramen-
te psíquico al terreno de lo puramente somático, transformándose en otra cosa distinta, es, como el
misterio del espíritu haciéndose carne, muy difícil de explicar.
También cuando afirmamos que la zona corporal afectada en el síntoma es la que mejor se presta
para la simbolización del conflicto, surge el interrogante de por qué determinados fragmentos del
cuerpo, que son variables según los casos, son más apropiados que otros para funcionar como regis-
tro expresivo, lo que conduce a tomar en cuenta el valor erógeno de dicha zona.
Uno de los más claros ejemplos de simbolización relatados por Freud fue el caso Cecilia, que padecía
una pertinaz neuralgia facial que pudo ser esclarecida al rememorar el episodio en el que sufrió una
ofensa verbal de su marido, experimentada por ella como una bofetada. En este caso, la representa-
ción psíquica penosa, la frase "Esto que me ha dicho es como si me hubiera dado una bofetada" ha
sido sepultada en el inconsciente, mientras que el estado afectivo, su dolor y su cólera, fue transfor-
mado en sensaciones somáticas, la neuralgia, empleando un mecanismo regresivo similar al del sue-
ño.
Freud pensó que existía una "complacencia somática", según la cual una afección puramente orgáni-
ca facilitaría la conversión, entrando a posteriori en conexión simbólica con las fantasías inconscien-
tes del sujeto. Quiere decir que la frase "Es como una bofetada" sería algo segundo que se agregaría
por asociación con una sensación dolorosa previamente experimentada en el cuerpo.
También consideró la alternativa contraria, según la cual sería prioritaria la representación psíquica
sobre la sensación somática, en cuyo caso la paciente crearía por simbolismo su perturbación somá-
tica, hallando así una expresión somática de su dolor por la ofensa recibida. En ambos casos habría
que concebir la existencia de un encadenamiento causal entre el cuerpo y el psiquismo.
Esta coincidencia de las representaciones verbales y de las sensaciones somáticas impide concebir
al síntoma como la mera exteriorización de un conflicto interior, que sería su sentido. Lo psíquico no
es el sentido del síntoma como algo previo y exterior al mismo; están envueltos el uno en el otro y el
sentido no es algo que está detrás sino que es algo que surge en el síntoma, que es por sí mismo un
texto o un montaje gramatical que puede ser descifrado.
La fragilidad de las defensas histéricas está emparejada con la fragilidad del yo. La multiplicidad de
las identificaciones histéricas, su labilidad y su incoherencia, son generadores de conflictos internos
que determinan en el yo histérico una tendencia a la disociación, dando lugar a las personalidades
múltiples de las que hablaba Freud, quien decía que el histérico es como un actor de teatro que re-
presenta todos los papeles de la obra.
El histrionismo, el producir impacto en los demás, son rasgos constantes en la personalidad histérica.
El exhibicionismo toma el aspecto de una adicción a la mirada del otro, de tal manera que lo que vie-
ne a satisfacer su necesidad amorosa es esa mirada que actúa sobre ella como una droga de la que
no puede prescindir. La histérica tiene una verdadera adicción al otro y sus vínculos son frecuente-
mente pasionales.
J.McDougall (1996) sitúa al lado de la adicción a las sustancias la adicción al otro, que pueden tener
la misma función que los tóxicos contra el sufrimiento. La "solución" adictiva trata de reparar una falla
del universo psíquico interno. La mirada del otro gratifica a la histérica, que se siente deseada y admi-
rada, unificada bajo esa mirada, pero también puede llegar a sentirse poseída y embrujada por esa
mirada que tiene tanto poder sobre ella. En esta adicción encontramos algo muy similar a lo que
Freud descubrió en la pasión amorosa, en la que el desbordamiento de la libido del yo sobre el objeto
es tal que tiene la fuerza de suprimir las represiones y de restablecer las perversiones. (J. Lanouzière,
2001).
MECANISMO PSÍQUICO DE LOS FENÓMENOS HISTÉRICOS
Freud se pregunto por los síntomas histéricos, cual era su génesis, la causa; llego a la conclusión que
su origen esta en el ámbito de la vida psíquica y no en lo orgánico. El síntoma histérico tiene que ver
con vivencias que al paciente le resultan desagradables comentar y que en realidad no recuerda. El
paciente no sabe cual es la causa del síntoma o de su enfermedad, no ve el nexo causal entre el
fenómeno ocasionador y el fenómeno patológico.
Para que pueda recordar, es necesario la hipnosis, en este estado se despiertan los recuerdos y se
evidencia el nexo causal.
Freud hace referencia a Charcot con respecto al asunto de las parálisis histéricas traumáticas y se
pregunta por el trauma. El trauma es de orden grave, conexión con representación del peligro mortal,
amenaza para el sujeto, pero no cesa la actividad psíquica y tiene relación con una parte del cuerpo.
Con este trauma se produce el fenómeno de la parálisis.
Para esto Freud aplica la hipótesis de Charcot, utilizando la hipnosis: “ La vía de la hipnosis por su-
gestión produce parálisis de una parte del cuerpo”. Existe una sugestión verbal que produce un sín-
toma y por otro lado hay un síntoma, es decir, la parálisis es producida por la hipnosis y por el trauma
(hipótesis de Charcot). La sugestión verbal y el trauma obedecen a una representación semejante. En
el trauma ocurre también una representación semejante a lo que ocurre a propósito de la sugestión
verbal.
Freud se da cuenta que ciertos pacientes no sabían el por qué de su enfermedad, había una cierta
resistencia. Pareciera que por medio de la hipnosis los pacientes recuerdan el origen de los síntomas,
el recuerdo regresa y se hace presente en ese momento. Freud establece una hipótesis a propósito
de los recuerdos: “ Tras el síntoma había una vivencia teñida de afecto, la cual pretendía entender el
síntoma”
Se hace una analogía entre parálisis comunes y parálisis traumáticas, en las P. Comunes hay una
serie de sucesos plagados de afecto que provocan el síntoma, en las P. Traumáticas es un gran su-
ceso que provoca el trauma o el síntoma. Lo común de ambas parálisis es el terror de afecto, el cual
hace que se instale el trauma en lo psíquico (trauma psíquico).
Charcot dice que hay un gran trauma o suceso que provoca parálisis y Freud dice que ambas paráli-
sis obedecen a un trauma psíquico, en ambas esta presente el peligro y la amenaza de muerte, la
diferencia es que en las parálisis traumáticas hay un solo suceso fuerte y en las comunes hay varios
sucesos, la diferencia esta en la causa del síntoma no en el síntoma mismo.
A veces este nexo se da por medio de una referencia simbólica, el lenguaje puede ser un puente, es
decir, una palabra sirve como puente entre trauma y síntoma; por ejemplo la palabra brazo , el efecto
es provocar una parálisis. La representación queda aislada pero cargada de afecto que cae en el
cuerpo.
En la búsqueda del nexo y el origen del síntoma hay efectos de tipo terapéutico, lo cual tiene que ver
con el recordar y hablar. El paciente recordaba y hablaba lo recordado, ambas cosas tenían efecto
terapéutico. Freud se da cuenta que los recuerdos estaban cargados de afecto ( energía), carga afec-
tiva.
Se pregunta por qué los recuerdos siguen ahí con ese afecto y por qué no se olvidan con el tiempo o
desaparecen. Los recuerdos no se recuerdan , solo vuelven al presente por la hipnosis, no están ac-
cesibles pero siguen ahí, una vez liberado el afecto (energía) el síntoma desaparece.
Freud hace referencia a la Mecánica del Aparato Psíquico en términos de la energía. Dos principios:
Para que aparato psíquico funcione bien debe tener la mínima energía constante : principio de cons-
tancia. Un alto monto de carga energética provoca displacer: principio de placer; cuando hay una
descarga de la energía existe placer.
Freud escuchaba a los pacientes que tenían varios sucesos que le provocan el síntoma de parálisis
traumáticas. Los recuerdos están cargados de afecto (energía) y como el afecto no es liberado, estos
recuerdos no se olvidan, siguen ahí. Para liberar la energía podría ser por la acción motriz (pegar),
palabra (insulto), procesamiento asociativo; si no se produce ninguno de estos tres mecanismos hay
una permanencia del recuerdo, trauma y síntoma.
Breuer no empleo la sugestión (que empleo primero Freud) ; los síntomas de su paciente Anna O
desaparecían cuando ella misma encontraba (bajo hipnosis) su origen o explicación, Breuer dejaba
que su paciente obrara libremente, ella dirigía el tratamiento.
La hipótesis que, según Breuer, parecía explicar los hechos clínicos, caracterizaba a la histeria por la
retención de algunos recuerdos. Como esta retención era similar a la amnesia posthipnotica, Breuer
dio el nombre de Estados Hipnoides a los momentos de Consciencia en la que las ideas no se aso-
cian, permanecen aislados e impresionan como una retención histérica. Detrás de cada síntoma se
podía sospechar un recuerdo retenido; haciéndolo acceder a la Cc se eliminaba el síntoma y así se
podía tratar un síntoma a continuación de otro.
Breuer llamó a este método Catarsis asimilándolo a una purgación y su paciente Anna O a la Lim-
pieza de Chimenea.
Teoría Freudiana de la Defensa Represión : se trata de cosas que el enfermo quisiera olvidar y que
intencionalmente mantuvo alejados, reprimidos, fuera de su pensamiento consciente. Lo esencial es
que el estado separado (hipnoide o reprimido) debe volver a la Cc provocando una descarga afectiva
(abreacción) como si hubiese encontrado la solución de un problema o eliminando un cuerpo extraño.
La función del Aparato Psíquico es la de descargar las excitaciones para mantenerlas en el nivel mas
bajo posible ( principio de constancia).
Freud explica la represión como que voluntariamente el sujeto intenta desembarazarse de una idea
incompatible, la idea no se elimina, es arrojada a la inconsciencia, la aísla psíquicamente. La existen-
cia de un Icc solo puede ser presumido.
Con los estudios sobre la histeria se abandona la hipnosis y la sugestión, y se origina el descubri-
miento del método de la Asociación Libre.
La idea de la sexualidad infantil no era accesible mientras reinara la teoría del trauma. Esta teoría se
enuncia: “En su infancia, los neuróticos fueron traumatizados por tentativas reales de seducción se-
xual, a una edad en que su sexualidad aún no había despertado; en la pubertad, el despertar de la
sexualidad vuelve patógeno el recuerdo del trauma. Será necesario el descubrimiento del Edipo para
eliminar esta construcción teórica, pero se reconoce clínicamente que los recuerdos incompatibles
que forman el núcleo de la represión son los recuerdos sexuales.
Según Breuer este problema de sexualidad no se presentaba en su paciente y no tenia nada que ver
con la histeria.
El complejo de Edipo tiene que ver con el trauma que constituía la seducción de un niño por un adul-
to. Este trauma era el elemento esencial de la etiología de la histeria. Se ha visto como el recuerdo
reprimido del trauma se hacía patógeno en la pubertad (la neurosis tenía su origen en la infancia y
justificaba su carácter sexual, pero así se evitaba la noción desagradable de una sexualidad infantil).
Freud había extraído esta hipótesis etiológica de sus casos, es la resistencia que lo protegía del co-
nocimiento de los deseos edipicos inconscientes.
Pero Freud se dio cuenta del carácter fantasioso de las seducciones de los histéricos adultos relatan
haber sufrido en su infancia. Todo parece hundirse: su teoría de la histeria no se sostiene. Intenta
salvar algo : las fantasías se relacionan con cosas que el niño ha oído en algún momento, y cuyo sen-
tido comprende sólo más tarde. Así la inocencia vuelve a ser preservada, el recuerdo se hace pató-
geno en la pubertad.
Primera teoría Freudiana: “La neurosis histérica y cualquier neurosis es provocada por la ac-
ción patógena de una representación psíquica no consciente y cargada de afecto o monto
energético”
Freud tomo de Charcot y Janet la idea de que la histeria es una enfermedad por representación, pero
luego se apartó de ella introduciendo modificaciones como considerar la idea parásita generadora del
síntoma histérico , como una idea de contenido esencialmente sexual. La aparición de una represen-
tación sexual es Icc y culmina con la aparición de un síntoma histérico en el paciente. Después cam-
bia de opinión y se queda con la idea de que el enfermo histérico sufrió en su infancia una experien-
cia traumática. El niño fue victima impotente de una seducción sexual proveniente de un adulto. El
niño, inmaduro no ha tenido tiempo para comprender lo que le sucede ni para experimentar la angus-
tia. La violencia del trauma consiste en el surgimiento de mucho afecto sexual, no sentido en la Cc,
recibido Icc%.
Trauma: demasiado afecto Icc en ausencia de la angustia necesaria que, al producirse el incidente,
hubiese permitido al Yo del niño soporta la tensión excesiva. Si hubo trauma fue porque la angustia
que debió haber surgido falto.
El exceso de afecto permanecerá ahí generando los futuros síntomas histéricos . hay un exceso de
afecto sexual que es equivalente a un orgasmo Icc en un ser inmaduro, entonces el trauma ya no es
un acontecimiento externo, si no un violento desajuste ubicado en el Yo.
Pero el trauma psíquico no es solamente un exceso de tensión errante; es también una imagen so-
breactivada por la acumulación de la abundancia de energía sexual. La huella psíquica del trauma o
representación intolerable comprende dos elementos Icc: una sobrecarga de afecto una imagen
sobreactivada.
La imagen Icc del cuerpo es la que se desconecta del cuerpo que estuvo en juego en la escena trau-
mática y altamente investida por una carga sexual, un detalle, una postura del cuerpo del adulto se-
ductor o del niño seducido; pueden constituir el contenido imaginario de la representación inscrita en
el Icc y sobre la cual va a fijarse el exceso del afecto sexual. La imagen altamente investida de afecto,
aislado, penosa para el Yo es considerada la fuente del síntoma histérico y la de cualquier síntoma
neurótico.
“La causa de la histeria no es un accidente mecánico exterior y fechable en la historia del paciente,
sino la huella psíquica sobreinvestida de afecto; lo que opera no es el hecho de la seducción, sino la
representación psíquica que es una huella viva.”
Según Freud, la neurosis histérica es provocada por la imposibilidad del Yo para neutralizar la viven-
cia intolerable (parásito) que es la representación sexual.
El papel de la defensa en la etiología de la histeria fue tan importante para Freud que la llamó ” Histe-
ria de defensa”
El tercer desenlace de la lucha con la represión consiste en la transformación de la carga sexual ex-
cesiva en influjo nervioso igualmente excesivo que, actuando como excitante o como inhibidor provo-
ca un sufrimiento somático o síntoma en el cuerpo.
La conversión es, del punto de vista económico, la transformación de un exceso constante de energía
que pasa del estado psíquico al estado somático. Esto se describe como la sobrecarga energética se
suelta de la representación intolerable , conserva su naturaleza de exceso y resurge transformada en
sufrimiento corporal en forma de hipersensibilidad dolorosa o en forma de inhibición sensorial o mo-
triz. El sufrimiento de un síntoma somático es una energía equivalente a la energía de excitación del
trauma inicial, exceso de afecto sexual que se compara con un orgasmo.
Vómitos atípicos, crisis de llantos, afonía (mutismo), parálisis histérica de la marcha; son una manera
irregular y neurótica que se vale el histérico para vivir su sexualidad infantil. Los síntomas de conver-
sión han de ser tenidos por equivalentes corporales de satisfacciones masturbatorias infantiles.
El exceso constante de energía se transforma y pasa del estado psíquico a somático, busca su salida
en el cuerpo e invieste un organo, el cual sufre el padecer (parálisis de un brazo por ejemplo). La re-
gión del cuerpo afectada por el síntoma de conversión es la alcanzada por el trauma y paso a consti-
tuir una imagen determinada.
Parte del cuerpo percibida en la escena traumática (brazo) imagen Icc de un brazo parálisis conversi-
va del brazo.
La zona corporal percibida en la ocasión del trauma puede pertenecer al niño o al adulto seductor o
bien a un testigo de la escena. Lo importante no es saber a quien pertenece el cuerpo, si no la parte
del cuerpo percibido por el niño mas intensamente en el momento del trauma.
La conversión es una mala solución porque no se resuelve la dificultad principal causante de la histe-
ria. Existe otra manera, empezar de nuevo y distribuir el exceso en varias representaciones; disemi-
narlo y desactivarlo mediante la escucha del psicoanalista.
La escucha y la interpretación del psicoanalista funcionan como yo simbólico, es decir, como con-
junto de representaciones. Es un yo capaz de acoger la representación inconciliable que el yo histé-
rico reprime y de neutralizar la sobrecarga, distribuyéndola entre el conjunto de sus propias represen-
taciones.
La escucha del analista integra y disipa lo que el histérico reprime y centra, así el sujeto se cura de lo
inconciliable y el síntoma de conversión desaparece. Un síntoma conversivo desaparece si cobra el
valor simbólico que la escucha y la interpretación del psicoanalista le confieren, esto significa que la
representación inconciliable pudo ser integrada en el sistema de representaciones de la escucha ana-
lítica, y que su sobrecarga pudo ser diseminada. La escucha analítica actúa tanto en el registro ener-
gético como en el simbólico.
Para que un síntoma conversivo obtenga significación simbólica y desaparezca, debe cumplir una
condición: que sea dicho por el paciente y recogido por una escucha generadora de un sentido nuevo
y no una escucha que revele un sentido oculto. Además la escucha debe ser transferencial, que el
terapeuta desee entrar en psique del paciente, si lo consigue el psicoanalista dirá la interpretación o
la hace surgir indirectamente en la palabra del analizado.
La escucha analítica funciona como reemplazo entre un yo enfermo que reprime y un yo nuevo antes
histérico que ahora acepta.
Según Freud el origen de la histeria es un fantasma Icc, no una representación ( cambio de idea con
respecto a s u 1ª teoría). Y lo que se convierte es una angustia fantasmatica , no una sobrecarga de
la representación.
Para Freud Trauma ya no se refiere esencialmente a la idea de un acontecimiento exterior, sino que
designa un acontecimiento psíquico cargado de afecto, centrado en torno a una región erógena del
cuerpo y consistente en la ficción de una escena traumática llamada FANTASMA .esto no quiere de-
cir que todos los traumas sean fantasmas, puede ser que en , los niños exista un trauma real provo-
cado por agentes exteriores. Pero todos los traumas , sean reales o psíquicos, se inscriben en la vida
de los fantasmas.
En el foco del fantasma esta el lugar erógeno, brota una sexualidad excesiva, no genital (autoerótica),
sometida automáticamente a la presión de la represión. La sexualidad infantil nace siempre mal, pues
es siempre enorme y extrema. Esto fue lo que hizo abandonar a Freud la teoría del trauma real como
origen de la histeria.
La primera teoría de Freud decía que el incidente traumático real de la histeria consistía en la acción
perversa de un adulto sobre un niño, esto dio un vuelco total: el propio cuerpo erógeno del niño pro-
duce el acontecimiento psíquico, pues es foco de una sexualidad rebosante, asiento del deseo, deseo
que algún día podría realizarse.
Introducción
Los seres humanos tienen un sistema cerebral muy desarrollado, que parte de dirigir todos los proce-
sos físicos forma parte de los procesos psicológicos, y estudios realizados afirman que los procesos
mentales están en la capacidad de intervenir en el desenvolvimiento del organismo, hasta el punto de
inhabilitarlos, borrar la información o enfermarlo, esto como un mecanismo de defensa frente a estí-
mulos que la misma psique ha reprimido
Mediante el análisis de las bases teóricas que sustentan esta afirmación se h podido llevar a cabo el
presente trabajo, en el cual aparece de una manera mas explicita las razones por la cual estos fenó-
menos ocurren, y así poder conocer el funcionamiento del ser humano como animal desarrollado y
pensante
Estos mecanismos son las formas inconscientes que tiene el ser humano para que las circunstancias
de frustración y conflicto, reduciendo la ansiedad y la agresividad que estos producen
Algunos de estos, o por lo menos los más empleados por el hombre son:
La Fijación: Adhesión a uno de los componentes del instinto sexual en la que se siente satis-
facción por no haberlo superado
La Proyección: Los errores e impulsos propios reprimidos, son adjudicados a otras personas,
es un acto inconciente, el individuo no los identifica como propios y si no los ve reflejados en
otras personas
Racionalizaciòn: Es buscar causas que justifiquen de una forma mas lógica, actitudes y cos-
tumbres basadas en otras menos razonables
Fantasía. Es la forma como el ser humano enfrenta las situaciones en las cuales se ven inte-
rrumpidas sus metas, refugiándose en aspectos que difieren de la realidad
Compensación: El ser humano equilibra sus defectos o carencias contrastándolos con sus
aptitudes y cualidades
MOTIVACION INCONSCIENTE
Estos se producen cuando las reacciones por los estímulos son reprimidas por el consciente y pasan
al inconsciente, dando como resultado la angustia y ansiedad que el organismo intenta superar, pero
cuando el individuo no puede, se enferma, quedando con una alteración funcional ante un estimulo,
denominándose la neurosis
Características de la neurosis
o Llamar la atención sobre la propia persona con crisis como ataques o perdida temporal de algu-
nas funciones psíquicas
Tipos de Neurosis
Es en la que el individuo lleva su problema psíquico a niveles físicos, para justificar sus actos reprimi-
dos o como a manera de autocastigo
Síntomas:
Neurosis Fóbica:
Es reflejar alguna frustración o represión, en el miedo a algún estimulo que el individuo no vence es-
tando aun consiente de que es un absurdo
Síntomas:
Neurosis Obsesiva
Se presentan pensamientos frecuentes sin fundamento, que el individuo no desecha aun estando
conciente de esto
Síntomas:
Ideas de perfeccionismo
Conclusión
Cuando el consciente suprime aquellas cosas indeseables, el inconsciente las almacena y al momen-
to de sacarlas a flote el YO tiene su forma de defenderse para tratar de mantener estas frustraciones
a raya tales como:
La Represión
La Fijación
La Regresión
La Proyección
La Racionalizaciòn
La Fantasía
La Compensación
La Identificación
Esto da una idea de las capacidades de la mente y lo que se puede llegar a hacer con ella. Ratifican-
do una vez más que el ser humano es uno de los organismos mas desarrollados del planeta, sino es
que se puede catalogar como el más desarrollado