Título Ejecutorio y Título Ejecutivo
Título Ejecutorio y Título Ejecutivo
Título Ejecutorio y Título Ejecutivo
No obstante que ambas expresiones aluden a un título que abre las puertas de la ejecución
forzada, la distinción entre uno y otro se suele hacer en las legislaciones que, a más del título
judicial, permiten también la ejecución forzada con base en un título extrajudicial1.
En tales casos, se suele designar como título ejecutorio a la sentencia judicial que contiene una
condena2; y título ejecutivo a aquellos actos extrajudiciales, ya sean convencionales o
administrativos, a los que la ley les reconoce habilidad para abrir las puertas de la ejecución3.
De todas maneras, el término ejecutivo es más genérico, y alude a todo título que habilita la
ejecución; en cambio el término ejecutorio es específico para designar el título o sentencia
firme4.
Aunque con connotaciones propias, también se suele distinguir al embargo en "ejecutivo" y
"ejecutorio", además del "preventivo", que tiene el carácter de una medida cautelar. El
"ejecutivo" es la medida que el juez ordena en la primera providencia que se dicta a raíz de la
iniciación de un proceso de ejecución, ya sea fundado en título judicial o extrajudicial. En
cambio el embargo "ejecutorio" es el que resulta de no haberse opuesto excepciones al
progreso de la ejecución, o que las opuestas han sido desestimadas por sentencia firme. El
embargo ejecutivo, entonces, se convierte en ejecutorio cuando se verifica cualquiera de las
situaciones mencionadas5.
1
Título ejecutivo judicial es el que resulta de una sentencia dictada en juicio contradictorio, que ha pasado en
autoridad de cosa juzgada. El título extrajudicial puede ser convencional o administrativo (Alsina: "Tratado...", Bs.
As., Ediar, 1962, tomo V, pág.41/42).
2
Morello, Augusto M., Passi Lanza, Miguel A., Sosa, Gualberto L. y Berizopnce, Roberto: "Códigos Procesales en lo
Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación", Bs. As. -Abeledo-Perrot-, La Plata -Lib. Edit.
Platense-, 1975, tomo VI-1, pág. 6.
Dice Alsina que la sentencia queda ejecutoriada -y puede, por lo tanto ejecutarse- cuando es confirmada por el
tribunal de apelación si la de primera instancia era condenatoria, o cuando aquél la revoca si era absolutoria; salvo
los casos en que por disposición de la ley el recurso se concediere al solo efecto devolutivo, en que puede
ejecutarse provisionalmente (Alsina: "Tratado ...", Bs. As., Ediar, 1962, V, pág. 113).
3
Martinez, Oscar José y Viera, Luis A.: "El Proceso Monitorio (Base para su legislación uniforme en Iberoamérica)",
en Revista JUS, La Plata, 1990, año 41, pág. 51 y ss., específicamente pág. 60. Conf. Morello, Augusto M., Passi
Lanza, Miguel A., Sosa, Gualberto L. y Berizopnce, Roberto: "Códigos Procesales en lo Civil y Comercial de la
Provincia de Buenos Aires y de la Nación", Bs. As. -Abeledo-Perrot-, La Plata -Lib. Edit. Platense-, 1975, tomo VI-1,
pág. 6.
4
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, "ejecutivo, va" es un adjetivo que significa "que no da
espera ni permite que se difiera la ejecución"; y "ejecutorio, ria" es también un adjetivo que en Derecho significa
"firme, invariable"
5
Palacio: "Derecho Procesal Civil", Bs. As., Abeledo-Perrot, 1987, tomo VII, págs. 231/233.
SITUACIONES QUE NO SE PRESENTAN EN EL PROCESO MONITORIO
Los terceros en los proceso judiciales, son todos aquellos sujetos de derecho que sin estar
mencionados como parte demandante o demandada en la demanda ingresan al proceso y de
acuerdo con la índole de su intervención podrá quedar o no vinculados por la sentencia.
(López, 2012).
En el proceso monitorio se busca como resultado una sentencia que declare la existencia de la
obligación, de manera que se cree un título ejecutivo que contenga el derecho cierto y
determinado que no fue satisfecho por parte del demandado, todo esto derivado de la
relación contractual del acreedor y el deudor, es por ello que no pueden ser llamados terceros,
pues se está frente a una obligación constituida entre dos personas, en virtud de un acuerdo
celebrado entre ellos.
El artículo indica que el tercero interviniente bajo este criterio, podrá solicitar pruebas siempre
y cuando no se haya practicado la audiencia de instrucción y juzgamiento.
La legislación procesal atribuye al juez la función de citar al proceso al tercero contra quien
advierta que se puede estar fraguando un fraude o colusión, a través del llamamiento ex-
officio, contemplado en el artículo 58 del Código de Procedimiento Civil. Como bien lo precisa
el artículo, el sentido de este llamamiento es el de darle al tercero la oportunidad de hacer
valer sus derechos dentro del proceso. El Código precisa que el aludido llamamiento puede
ocurrir en cualquiera de las instancias, sin fijar término o momento procesal alguno. Así, el juez
no tiene restricciones temporales para proceder a hacer esta convocatoria”. (Corte
Constitucional de Colombia, 1998).
Intervención excluyente: consagrada esta figura en el artículo 63 del CGP faculta a quien en
proceso declarativo pretenda en todo o en una parte, sea la cosa o el derecho en discusión
para que pueda intervenir formulando su demanda frente al demandante o al demandado,
antes de la audiencia inicial y así el juez podrá reconocer lo que pretenda en el mismo proceso.
Esta intervención se tramitara conjuntamente con el proceso principal, finalmente en la
sentencia se deberá en primer lugar resolver la pretensión del interviniente.
Las excepciones previas básicamente son una medida de saneamiento del proceso a cargo del
demandado, ellas evitan actuaciones innecesarias y buscan remediar las fallas del proceso,
generalmente esta clase de excepciones terminan con el proceso de manera anticipada.
En los procesos ejecutivos los hechos que se configuren como excepciones previas se
manifiestan mediante recurso de reposición contra el mandamiento ejecutivo, es así como se
podría interpretar que en el proceso monitorio ocurriría lo mismo o alguna situación similar,
pero la norma específicamente indica que en contra del requerimiento de pago no se admiten
ninguna clase de recursos. Es por esto que el juez en la calificación de la demanda debe ser
sumamente cuidadoso y riguroso en examinar la demanda para que no quepa duda de que
existe algún error netamente formal.
3. Que exista relación entre las pretensiones o hechos de la demanda inicial y entre las
pretensiones o hechos de la demanda de reconvención…”
Ahora como ya observamos, tampoco podemos hablar de la designación del Curador ad litem,
pues esto solo ocurre luego de efectuado el emplazamiento.
La institución del curador ad litem tiene como finalidad esencial proteger los derechos del
ausente, que no por estarlo puede recibir un tratamiento procesal desventajoso, pues éste
redundaría en menoscabo de algunos de los derechos sustantivos que en el proceso se
controvierten. Constituye, pues, un instrumento protector del derecho fundamental de
defensa. (Corte Constitucional de Colombia, 1994).
SENTENCIA
La sentencia en el proceso monitorio podrá ser consecuencia de dos situaciones: por un lado,
cuando (i) el deudor formula excepciones, y por otro lado, cuando (ii) el deudor no propone
excepciones.
El primer caso en que el fallo tendrá efectos de cosa juzgada, es cuando el deudor se notifique
personalmente dentro de los diez días que le confiere la ley para que ejerza el derecho de
contradicción o guarde silencio, y el segundo caso es cuando el deudor manifieste oposición
parcial y el demandante solicite que se prosiga la ejecución por la parte no objetada.
(Delcasso, 2013).
Ahora bien, ya que la parte interesada tiene un título ejecutivo materializado en la sentencia,
podrá iniciar una demanda ejecutiva en el mismo Juzgado sin necesidad de la presentación de
un nuevo petitorio para el cobro de la obligación, puesto que los procesos ejecutivos parten de
la existencia de una obligación clara, expresa y exigible, donde la parte demandante aporta un
título que presta mérito ejecutivo y que ofrece una certeza al debate judicial. (Sentencia de
constitucionalidad, 2003).
Los aspectos más sobresalientes del proceso monitorio pueden sintetizarse de la siguiente
manera:
A. En el proceso monitorio no es procedente la formulación de la demanda de reconvención
por disposición legal y es lógico porque el demandado puede alegar dentro de su oposición la
compensación, por ejemplo, entre otros modos de extinción de las obligaciones.
B. Se está frente a un proceso donde se invierte la carga del contradictorio, de manera que el
demandado es quien iniciara o no el enfrentamiento, y de oponerse a la demanda se iniciara
un verbal sumario. Tal como lo señala Pérez: no cabe la posibilidad de tramitar proceso
posterior de conocimiento, salvo que el demandado discuta o controvierta la pretensión del
demandante y como consecuencia ésta deba tramitarse en un proceso de conocimiento.
(Pérez, 2006).
C. El proceso monitorio es facultativo para la parte demandante, pues no es forzoso iniciar este
tipo de proceso, pues si así lo desea, podrá iniciar un verbal sumario para que se declare la
existencia de la obligación.
F. En cuanto a la Celeridad, porque el objetivo central del proceso monitorio es la creación ágil
del título ejecutivo que permita acceder a la apertura del proceso de ejecución, obviando
mecanismos largos y tortuosos, limitando así los trámites procesales. Pues no se presentan
figuras como la notificación por emplazamiento, excepciones previas, entre otras instituciones
de derecho procesal.
G. La sentencia que se dicte prestara merito ejecutivo y tendrá efectos de cosa juzgada, pues
como requisito para que este proceso pueda desarrollarse esta la notificación al demandado,
de manera que este ya tendrá conocimiento de la demanda que se adelanta y deberá realizar
todas las acciones que considere pertinentes para ejercer su derecho de defensa, de modo que
si no lo hizo fue por negligencia y no se le puede premiar con que se pueda nuevamente
discutir los mismos hechos y las mismas razones que fueron fundamento de la demanda en un
nuevo proceso.