Aspectos Higiénicos Durante El Embarazo
Aspectos Higiénicos Durante El Embarazo
Aspectos Higiénicos Durante El Embarazo
4.1 Alimentación
En el embarazo hay que cuidar la alimentación y
adoptar una dieta variada y equilibrada, que
incluirá alimentos de todos los grupos de
nutrientes. Para controlar el peso en el embarazo
no es preciso eliminar ningún grupo de alimentos
de la dieta. Bastará con hacer ejercicio de forma
regular y seguir las pautas que figuran a
continuación.
• Carne, pescado y huevos: modera el consumo de alimentos que contengan grasas
animales (sobre todo embutidos). Prioriza el consumo de pescado y huevos sobre el de
carne. El pescado contiene ácidos grasos poliinsaturados que intervienen en la formación
de estructuras del sistema nervioso y de la retina fetal.
• Patatas y legumbres: tómalas 3 ó 4 veces a la semana.
• Fruta (3 ó 4 piezas al día), verduras y hortalizas (unas 4 ó 5 raciones al día). Te aportarán
vitaminas, minerales, fibra y ácido fólico.
• Pan, cereales (mejor si son integrales), arroz y pasta. Su consumo regular ayuda en el
control del peso.
• Leche y derivados (queso, yogur...). Debe consumirse aproximadamente el equivalente a
un litro diario.
• Modera o incluso restringe el consumo de sal, azúcar, bollería y bebidas excitantes (café,
refrescos de cola...).
• Evita tomar las carnes poco hechas y lava muy bien las verduras, frutas y hortalizas antes
de tomarlas. Así evitarás el contacto con algunos agentes patógenos.
• Te conviene tomar la comida repartida a lo largo del día: entre 4 y 6 tomas diarias no muy
abundantes. La ganancia de peso total en el embarazo oscila entre 9-12 kilos, dependiendo
de tu constitución y peso previo. El exceso de peso te perjudica a ti y a tu futuro hijo/a.
Debes comer de todo pero con moderación.
4.2 Vestido
Procura utilizar ropa cómoda, holgada y transpirable que no te oprima.
Utiliza calzado con poco tacón, te ayudará a mantener mejor el
equilibrio, no perjudica a tu espalda y te cansarás menos. Evita los
calcetines o medias hasta la rodilla, sobre todo si te oprimen. Usa
"pantys" que sean muy elásticos y, si es posible, que favorezcan la
circulación. La ropa interior ha de ser preferentemente de algodón.
Utiliza un sujetador que te proporcione una buena sujección, con tirantes anchos y una
banda alrededor del margen inferior. Si dejas que las mamas cuelguen sin soporte alguno
pueden aparecerte estrías por distensión de la piel.
4.3 Aseo personal
La higiene diaria es muy importante durante todo el
embarazo, ya que la sudoración y el flujo vaginal están
aumentados. Si éste te produjera picores o tuviese mal
olor, acude a tu médico. Para evitar las caídas en el
baño, pon una alfombrilla de goma o pegatinas
antideslizantes. Desde el primer mes de embarazo, usa
jabones neutros y aplica una crema hidratante o aceite
de almendras por el cuerpo mediante un suave masaje. Así reduces el riesgo de aparición
de estrías. Durante el embarazo el riesgo de aparición de caries es mayor, por lo que debes
extremar el cuidado de tus dientes y encías. Cepíllalos con frecuencia y acude al dentista
periódicamente.
Sexo
Lavados vaginales
Usar tampones
Ponerse en cuclillas muy seguido
Caminar a paso ligero u otros ejercicios de la parte inferior del cuerpo
Comprender los efectos secundarios
El reposo en cama durante el embarazo puede presentar riesgos para la salud, tales como:
Un coágulo sanguíneo en una vena profunda, como una vena de la pierna
(tromboembolia venosa)
Disminución de la masa ósea (desmineralización ósea)
Desacondicionamiento musculoesquelético y cardiovascular
Adelgazamiento o aumento de peso materno
Estrés a causa de autorreproches, problemas con la atención del bebé e inquietudes
sobre la desvinculación laboral o las finanzas
Mayor riesgo de padecer depresión y ansiedad
Conoce las reglas
Si el proveedor de atención médica te recomienda restricciones de movimiento durante el
embarazo, haz preguntas para asegurarte de comprender las reglas.
Momento. ¿Por qué necesito esto? ¿Cuándo comenzará? ¿Levantarán mis restricciones
si mis síntomas mejoran?
Posición. ¿Está bien sentarse? ¿Durante cuánto tiempo? ¿Puedo subir escaleras?
Cuando me recuesto, ¿debo colocarme en una determinada posición? ¿Qué puedo
hacer para ayudar a prevenir coágulos?
Higiene personal. ¿Está bien si me levanto para ir al baño, para tomar una ducha o para
lavarme el cabello?
Actividad. ¿Está bien si ceno en la mesa? ¿Puedo doblar la ropa o hacer otras tareas
livianas? ¿Puedo conducir un automóvil? ¿Está bien si hago ejercicios suaves de
estiramiento u otro tipo de ejercicios?
Sexo. ¿Está bien mantener relaciones sexuales? ¿Y sexo oral? ¿Masturbación?
¿Orgasmos?
Afrontar las restricciones en el movimiento
Para sobrellevarlas de la mejor manera:
4.8 Inmunizaciones
Por recomendación de su médico, las mujeres
embarazadas a menudo intentan limitar la
cantidad de medicamentos que toman, dejan de
beber alcohol y dejan de fumar para proteger al
bebé que se desarrolla en su vientre. ¿Pero qué
sucede con las vacunas? Si una mujer
embarazada necesita que se le vacune, ¿es
seguro para ella?
Otras vacunas, sin embargo, son especialmente importantes de considerar por las mujeres
embarazadas. Por ejemplo, las mujeres embarazadas tienen mayor riesgo de sufrir
problemas por la gripe. Debido a que la vacuna inyectada actualmente disponible contra la
influenza (pero no el rocío nasal para influenza) se elabora a partir de un virus inactivado,
la vacuna en sí es segura para las mujeres embarazadas. Los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacuna de la influenza para las mujeres
embarazadas en cualquier trimestre del embarazo durante la temporada de gripe.
Adicionalmente, se recomienda la Tdap (vacuna contra tétano, difteria y tos ferina) durante
el embarazo para las mujeres que no la han recibido anteriormente (es decir, más de 10
años desde la Td (vacuna contra el tétano y la difteria) anterior), durante el tercer trimestre
o parte final del segundo (después de la semana 20 de gestación. Por cierto, todas las
vacunas pueden administrarse de forma segura a las madres que están dando el pecho.
4.8 Viajes
Es probable que estos días de vacaciones vayas a
realizar algún viaje aunque estés esperando un
bebé. Se puede viajar estando embarazada,
seguro que ambos agradecéis un descanso,
aunque hay ciertas recomendaciones para viajar
segura durante el embarazo que vamos a
repasar a continuación.
El primer trimestre es delicado para viajar, por lo que se recomienda escoger destinos
cercanos. Si sufres náuseas que puedan incrementarse al viajar, no olvides preguntar al
ginecólogo sobre algún comprimido inocuo para el bebé que ayude a mitigarlas.
En el segundo trimestre es cuando por norma general la mujer se encuentra más preparada
y en mejor estado para viajar, las náuseas con suerte habrá desaparecido, el embarazo está
bien establecido, disminuye el riesgo de aborto espontáneo y no habremos ganado tanto
peso como para sentirnos incómodas durante el viaje.
Es entonces cuando será más importante moverse en la medida de lo posible, estirar las
piernas, caminar... y vestir con ropa cómoda y holgada que no dificulte más la circulación,
tan resentida normalmente al final del embarazo.
En cualquiera de las etapas también es importante no salir de viaje con el estómago vació y
llevar provisiones que puedan aliviar las náuseas o quitarnos el hambre en un momento
dado, si no se puede parar durante el trayecto. Lo que tampoco debe faltar es la bebida, lo
más aconsejable el agua para mantenerse bien hidratada.
En cualquier caso, sea el trimestre que sea, no olvidéis que estamos hablando de vacaciones
tranquilas, que no requieran esfuerzos importantes que puedan afectar a la salud de la
madre o del feto. Nada de deportes de riesgo ni turismo de aventura a destinos exóticos
que requieran precauciones extremas.
Es por ello que a partir de esa fecha es preferible escoger destinos cercanos que nos
permitan acudir a nuestro médico habitual para cualquier consulta o contratiempo.
Avión.
Ya vimos que se puede viajar en avión durante el embarazo, no obstante es importante que
la mujer se cerciore de la normativa de cada país y cada compañía aérea, pues cada una
puede establecer sus propias normas.
Por descontado, no hay que volar si existe algún riesgo en el embarazo, especialmente si
hay indicios de que el parto puede ser prematuro. En la medida de lo posible, nos
sentaremos cerca del baño o de las salidas o en la fila con más espacio para poder mover
las piernas.
El cinturón de seguridad, como el del coche, se sitúa por debajo de la barriga, desde las
caderas. Cuando la luz de obligatoriedad de uso del cinturón se apague, puede que
necesitemos quitárnoslo para estar más cómodas. En esos momentos, cuando podamos,
conviene levantarse para estirar las piernas, aunque no podamos ir muy lejos al menos nos
acercaremos al baño, o daremos pequeños paseos por el pasillo.
Puede que también nos levantemos a pedir agua, ya que en los aviones la humedad suele
ser muy baja y conviene beber muchos líquidos. Hay que intentar dormir si el viaje es muy
largo.
Tren.
El tren es un medio de transporte muy cómodo, permite mayor libertad de movimientos,
por lo que cambiar de posición, acercarse a la cafetería, al baño... será conveniente durante
el trayecto. No obstante, no hemos de olvidar que el traqueteo puede dar alguna sorpresa,
por lo que conviene caminar apoyándose en los asientos junto al pasillo.
Coche.
El coche es la mejor opción para los trayectos cortos, muy cómodo para ir a nuestro aire y,
siempre con el cinturón de seguridad puesto, descalzarnos o realizar movimientos de pies
y piernas para favorecer la circulación.
Además, permite parar cuando se necesite, y no intentar alargar el tiempo de trayecto sin
parar. Cada dos horas como mínimo es aconsejable hacer una parada, porque como es
lógico en el interior del vehículo no se puede caminar ni ir al baño.
Autobús.
Personalmente no me gusta demasiado viajar en autobús, y dudo que lo hubiera hecho
durante el embarazo (me refiero a viajes largos). El autobús no suele tener baño, y si lo tiene
es lo suficientemente estrecho como para dificultar el acceso a una persona de cierto
volumen.
Tampoco se permite pasear por el pasillo, es peligroso pues existe el riesgo de que cualquier
curva o frenazo nos haga perder el equilibrio. Las posibilidades de movimiento son muy
reducidas y las de parada "a demanda" prácticamente imposibles.
Barco.
El viaje en barco puede ser bastante relajado si nos aseguramos que el estado de la mar va
a ser tranquila. Pero puede darnos una desagradable sorpresa en forma de oleaje y náuseas.
Existen muchos tipos de viajes en barco: desde simples ferrys que conectan dos lugares
cercanos a cruceros de distinta duración, por lo que las consideraciones serán distintas en
cada caso.
El crucero puede ser un viaje de relax (lo cual cambiará bastante cuando lleguen los niños)
y permite descansar si no nos apuramos con las excursiones en las escalas ni queremos
realizar la agenda completa del diario de a bordo.
Si el ferry corto que tenemos que tomar ha coincidido en un día de oleaje, mejor posponer
el trayecto (siempre que se pueda) o cambiar si es posible de medio de transporte, ya que
el mar embravecido puede dar un disgusto a cualquier persona, no digamos durante el
embarazo.
Siguiendo todos estos consejos podemos viajar seguras durante el embarazo y disfrutar de
un tiempo de vacaciones "pre-bebé". Y, aunque se suele decir que tardará en repetirse un
viaje, no seré yo quien lo haga, pues os animo a que continuéis, una vez haya nacido el bebé,
viajando en familia.
4.9 Medicación
En principio, y si el médico no indica lo
contrario, ninguna mujer embarazada
debería medicarse. En cambio, diversos
organismos sanitarios, incluida
la Organización Mundial de la Salud - OMS,
estiman que más del 90 por ciento de las
embarazadas consume fármacos recetados
o de venta libre, consume tabaco o alcoholo drogas ilícitas. Los fármacos y drogas causan el
3 por ciento de las anomalías congénitas; la mayoría del resto se debe a causas hereditarias,
ambientales o desconocidas.
Riesgos de medicamentos en el embarazo
En la duda acerca del consumo de un fármaco durante el embarazo, hay que preguntar
siempre al médico, ginecólogo u obstetra que lleve el caso. La recomendación de evitar el
consumo de fármacos se extiende a varias semanas antes de intentar el embarazo e incluye
los suplementos nutricionales y plantas medicinales.
Los fármacos pasan de la madre al feto principalmente a través de la placenta, del mismo
modo que pasan los nutrientes para el crecimiento y el desarrollo fetal. Ya en la placenta,
fármacos y nutrientes atraviesan la delgada membrana que separa la sangre materna de la
fetal.
Los fármacos pueden afectar al feto de varias formas:
- Actuando directamente sobre el feto y causando lesiones, desarrollo anormal o muerte.
Los efectos adversos de los fármacos durante el embarazo dependen de la edad del feto y
de la naturaleza, potencia y dosis del fármaco. Tomados en los 17 días inmediatamente
posteriores a la fecundación, algunos medicamentos pueden causar la muerte del embrión
o no afectarlo en absoluto.
Durante esta fase, el feto es realmente resistente al desarrollo de anomalías congénitas. Sin
embargo, es particularmente vulnerable entre los días 17 y 57 posteriores a la fecundación,
porque es en esos días cuando los órganos del feto se están desarrollando. Los fármacos
que llegan al feto en esta fase pueden provocar un aborto, una anomalía perceptible en el
momento del nacimiento o un defecto imperceptible que puede o no resultar evidente con
el paso de los años.
Finalmente, los fármacos administrados después de que el desarrollo de los órganos se ha
completado, probablemente no causarán anomalías congénitas evidentes, pero sí podrán
alterar el crecimiento y función de órganos y tejidos del bebé.
Si por alguna enfermedad o problema crónico tomas medicación, debes consultar siempre
a tu obstetra o ginecólogo antes de planear tu embarazo o en cuanto sepas que estás
embarazada. El especialista determinará si debes o no continuar con el tratamiento y podrá
considerar otras alternativas. La regla de oro: consume sólo los medicamentos que tu
médico determine y tómalos en las pautas y del modo que indique.
4.10 Farmacodependencias
Cuando se está embarazada, no se trata simplemente de
"comer por dos". También respira y bebe por dos. Si fuma
o consume alcohol o drogas ilegales, también lo hace el
feto.
Para proteger a su bebé, usted debe evitar:
Los centros encargados de la atención a la mujer deben considerar lo anterior para incluir,
en la evaluación cotidiana de las pacientes embarazadas, un programa de tamizaje que
permita la detección de abuso o dependencia de drogas, también debe contar con personal
capacitado para el manejo de estas pacientes y, de esta manera, contribuir a disminuir este
serio problema de salud.