Jorge Basadre Grohmann
Jorge Basadre Grohmann
Jorge Basadre Grohmann
Información personal
Nacionalidad Peruana
Familia
Padres Carlos Basadre Foreroy Olga
Grohmann Pividal.
Educación
Información profesional
BiografíaEditar
Jorge Basadre Grohmann nació en Tacna, el 12 de febrero de 1903, siendo hijo de Carlos
Basadre Forero, ingeniero tacneño, y de Olga Grohmann Pividal, dama de ascendencia
alemana.[2] El historiador mencionó que su abuelo, Carlos Basadre Izarnótegui se había
casado en Tacna en 1855 con María de la Concepción Forero y Ara, hija de Manuela Ara y
Robles, quien habría sido a su vez hija de José Toribio Ara y Cáceres, último cacique de
Tacna y prócer de la independencia.[3]
Tacna, al igual que Arica, estaba desde 1880 bajo administración chilena, a la espera de la
realización de un plebiscito que debía decir si retornaba a la jurisdicción de Perú o
permanecía en la de Chile. La mayoría de la población tacneña defendía su derecho a
seguir siendo peruana, ambiente que marcó profundamente la personalidad de Basadre,
según su propia confesión.[4]
Basadre comenzó su formación en el liceo Santa Rosa, escuela peruana que funcionaba
clandestinamente en Tacna.[5] En 1909 falleció su padre y en 1912 se trasladó junto con el
resto de su familia a Lima, donde prosiguió sus estudios escolares en el Colegio Alemán,
culminándolos en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe, en 1918.[4]
En 1919 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde se doctoró en
Letras con su tesis «Contribución al estudio de la revolución social y política del Perú
durante la República» (1928). También se doctoró en Derecho, con su tesis sobre «Las
fuentes de la historia del Derecho peruano» (1935). Se recibió de abogado.[6]
Siendo estudiante, intervino en el Conversatorio Universitario de 1919, junto con otros
jóvenes estudiantes de la llamada Generación de la Reforma. Por esa época prestó
servicios en la Biblioteca Nacional del Perú, primero como auxiliar y después como
conservador (1919-1930). Además, se desempeñó como profesor de historia en diversos
colegios de Lima.[5]
Basadre herido de una pedrada en la frente por una turba chilena contraria al retorno
de Tacna y Arica al Perú. Arica, mayo de 1926. Foto del diario El Comercio de Lima.
Entre 1925 y 1926 formó parte de la delegación peruana que fue enviada al sur para
coordinar la realización del plebiscito de Tacna y Arica.[5] Se hallaba cumpliendo dicha
labor, cuando fue herido de una pedrada en la cabeza, arrojada por un mazorquero.[7][n
2] El plebiscito no llegó a realizarse por falta de garantías. Dos años después, Tacna fue
reincorporada definitivamente al Perú, mientras que Arica permaneció en poder de Chile
(1929).[8]
En 1928 inició su carrera docente en la Universidad de San Marcos, y por ser
el catedrático más joven (26 años de edad), a invitación del rector Alejandro Deustua leyó
el discurso de apertura del año universitario, el 1 de abril de 1929. Luego fue nombrado
Director de la Biblioteca Central de la Universidad de San Marcos, cargo que desempeñó
de 1930 a 1931.[5]
Gracias a una beca otorgada por la Fundación Carnegie, en 1931 viajó a Estados
Unidos para estudiar la organización de bibliotecas. Enterado del receso de la Universidad
de San Marcos, decidió pasar a Europa.[6] Siguió cursos en la Universidad de Berlín y
realizó investigaciones en archivos de España.[5]
Retornó al Perú en 1935 y retomó la dirección de la Biblioteca de San Marcos, cargo que
ejerció hasta 1942. También fue redactor del Boletín Bibliográfico de dicha Biblioteca.[6]
Tras el incendio de la Biblioteca Nacional del Perú, ocurrido en mayo de 1943, el
presidente Manuel Prado y Ugarteche le encomendó la dirección de dicho
establecimiento, con la enorme misión de reconstruirlo y reorganizarlo. Fundó varias
publicaciones, como la revista Fénix y el Anuario Bibliográfico Peruano, creó la Escuela
Nacional de Bibliotecarios en 1944 y se dedicó a la recolección de nuevos fondos
bibliográficos.[5] Tras enfrentar largas jornadas de trabajo y vencer grandes dificultades,
en septiembre de 1948 pudo reabrir finalmente la renovada Biblioteca Nacional.[9]
Fue Ministro de Educación Pública en dos oportunidades: de 28 de julio a 11 de octubre
de 1945 (gobierno de José Luis Bustamante y Rivero), y de 1956 a 1958 (segundo
gobierno de Manuel Prado).[6]
En 1948 dejó la dirección de la Biblioteca Nacional y pasó a ser director del Departamento
de Asuntos Culturales de la Unión Panamericana, cargo que ejerció hasta 1950.[5]. A su
retorno al Perú el año siguiente, se dedicó a la ampliación de su investigación
historiográfica gracias a una beca Rockefeller y se reincorporó a la enseñanza en San
Marcos -de la que retiraría definitivamente en 1956. En 1952, se trasladó nuevamente a
Estados Unidos a ocupar una cátedra en la Universidad de Virginia, la misma a la que
regresó en 1954.
En 1956, el presidente Manuel Prado lo designó ministro nuevamente en la cartera de
Educación. Basadre permaneció en el cargo hasta que motivos de salud lo alejaron del
gabinete dos años después. A partir de esta fecha, se retiró de la vida pública
consagrándose por entero a la investigación histórica. Para realizar tal labor, contó con el
apoyo financiero de diversos auspiciadores. Regresó a Estados Unidos gracias a una beca
de la OEA y al apoyo de la Biblioteca del Congreso norteamericano en 1961 y la recibió el
honor de profesor emérito de San Marcos en 1962.
Murió en Lima el 29 de junio de 1980, a los 77 años de edad.[5]
Vida académicaEditar
Jorge Basadre Grohmann dejó una extensa producción bibliográfica. Sus obras principales
son:
Equivocaciones (1928, editado conjuntamente con el libro de Luis Alberto Sánchez, Se han
sublevado los indios), es un libro que reúne ensayos de crítica literaria.[11]
La iniciación de la República (2 vols., 1929-1930), con el subtítulo de “Contribución al
estudio de la evolución política y social del Perú”. Es un estudio sobre las clases sociales,
las doctrinas y los sucesos políticos de las primeras décadas de la República del Perú. El
plan original era abarcar desde los inicios de la República hasta el año 1872, pero la obra
solo llega hasta 1840.[12]
La multitud, la ciudad y el campo en la historia del Perú (1929), discurso leído en la
apertura del año académico en San Marcos, ante el presidente Augusto B. Leguía. En esta
pieza analiza el papel desempeñado por las masas, las ciudades y las zonas rurales en la
historia peruana desde la época prehispánica.[13]
Perú: problema y posibilidad. Subtitulada: “Ensayo de una síntesis de la evolución histórica
del Perú”. (1931; reeditado con un apéndice en 1978 con "algunas reconsideraciones 47
años después").[6] En este ensayo, el autor afirma que la misión de la historia es no solo
ver lo que el Perú ha sido, sino también lo que no ha sido: que el Perú es un problema,
pero también una posibilidad. En sucesivos capítulos abarca la formación histórica, los
hechos, las clases sociales y las ideas políticas del país. Según Basadre, existen razones
para dudar del porvenir del Perú, pero también queda en pie la esperanza, si se compara
la situación de principios de la República con la época contemporánea. Deposita su
esperanza en el socialismo.[14]
Historia del Derecho Peruano (1937), primer volumen de una obra redactada para servir
de texto de consulta a los alumnos de la Facultad de Derecho.[15] Se divide en tres
secciones: Nociones generales, Época prehispánica y Fuentes de la época colonial.[16]
Literatura inca (1938), introducción histórica y antología, como parte de la Biblioteca de
Cultura Peruana dirigida por Ventura García Calderón).[17]
Historia de la República del Perú (inicialmente editada en un volumen en 1939, fue
sucesivamente modificada y ampliada hasta alcanzar en la sexta edición, 1968-1969,
dieciséis volúmenes más un tomo de bibliografía general)[18] considerada la obra más
relevante de la historiografía peruana del siglo XX.[1]La obra ha continuado reeditándose
después de la muerte de Basadre, hasta el 2005, cuando salió la novena edición, en 18
tomos.[19]
La promesa de la vida peruana (1943 y aumentada en 1958), ensayo en donde sostiene la
tesis de que los americanos lucharon por la Independencia no por reivindicaciones
personales, sino movidos por la promesa de una vida mejor.[20]
El conde de Lemos y su tiempo (1945), biografía del virrey del Perú Conde de Lemos y a la
vez una descripción política, social y económica del Perú del siglo XVII.[16]