Desarrollo Teconico Del Ecuador
Desarrollo Teconico Del Ecuador
Desarrollo Teconico Del Ecuador
El Ecuador ocupa una posición doblemente original en el contexto geológico de América del
Sur: está localizado en el punto de unión entre los Andes centrales y septentrionales y también
está ubicado al nivel del Rift de las Galápagos, zona de expansi6n oceánica orientada este-
oeste, que separa las Placas Nazca y Cocos.
La distinción entre Andes centrales y septentrionales no s610 es geográfica sino que también
corresponde a una diferencia fundamental en la estructura de la cadena andina de cada lado de
una zona comprendida entre los paralelos 3° y 4°S. AI sur de esta zona, la Cordillera de los
Andes está caracterizada por la subducción de la placa oceánica Nazca bajo la corteza
continental sudamericana. AI norte, la misma Placa Nazca se hunde bajo un campo
continental compuesto; el borde occidental de continente sudamericano (desde el Golfo de
Guayaquil al sur hasta el Istmo de Panamá al norte) está constituido por rocas de origen
oceánico.
AI nivel de Ecuador, las relaciones actuales entre el continente y el océano (Rift este-oeste de
las Galápagos que separa la Placa de Nazca al sur de la Placa de Cocos al norte, son el
resultado de una reorganización que se produjo al final del Oligoceno (E.M. Herron, 1972;
D.W. Handshumacher, 1976; lB. Minster y T.H Jordan, 1978; M.J.R. Wortel, 1984), hace
aproximadamente 26Ma. Antes, las Placas Cocos y Nazca formaban una sola: la Placa
Farallón que se dividió en dos partes por la aparición deI Rift Cocos-Nazca.
ANTECEDENTES
Existen pocos trabajos realizados sobre peligrosidad sísmica en Ecuador, entre los que
se puede citar a la Norma Ecuatoriana de la Construcción (NEC 2011) que presenta un mapa
de zonas sísmicas con aceleraciones en proporción de la gravedad (g) para un periodo de
retorno de 475 años. Este trabajo presenta el mapa obtenido, sin embargo no presenta una
metodología clara sobre el proceso de obtención del modelo de aceleración.
OBJETIVOS
Objetivo general
Investigar cada una de las diferentes subdivisiones Geodinámicas en la que se
encuentra dividido el Ecuador
Objetivos específicos
Determinar cronológicamente los diferentes procesos y formaciones que se han
desarrollado en el tiempo geológico.
Constatar la influencia de la zona de subducción sobre el desarrollo de los diferentes
ambientes geodinámicos.
Conocer los diferentes procesos y estructuras volcánicas, que se han desarrollado en
las diferentes subdivisiones geodinámicas y que han aportado en la formación de las
mismas.
DESARROLLO
Generalidades
Figura 6. Mapa y sección estructural de la Cuenca Oriente con sus tres corredores estructurales-
petrolíferos.
Fuente: Baby P., Bernal C., Christophoul F. & Valdeza., 1998
El Corredor Sacha-Shushufindi
Abarca los campos petrolíferos más importantes del Ecuador. Fue definido gracias a
la construcción de secciones estructurales regionales y a la interpretación de
numerosas secciones sísmicas. Está deformado por mega fallas de rumbo orientadas en
dirección NNE-SSW, que se verticalizan en profundidad y pueden evolucionar a
estructuras en flor hacia la superficie.
Las mega-fallas de rumbo han funcionado ya en el Precretácico. La sección
sísmica. Esas mega-fallas de rumbo han sido reactivadas e invertidas
(transpresión dextral) durante el Cretácico Superior, el Terciario y el Cuaternario.
Están asociadas durante el Cretácico Superior a la extrusión de cuerpos
volcánicos. Aunque todavía no está bien definida la parte sur del Corredor Sacha-
Shushufindi, este parece prolongarse hacia el suroeste y aflorar en el levantamiento
Cutucú.
Dominio Oriental: Sistema Invertido Capirón-Tiputini
Se trata de un dominio estructural más ancho que el Corredor Sacha-Shushufindi. Las
estructuras y campos petrolíferos más importantes se encuentran en el borde oriental
(estructuras Tiputini, Tambococha, Ishpingo, Imuya), en el borde occidental
(estructuras Cuyabeno-Sansahuari, Capirón), también en la parte central (estructuras
Pañacocha, Yuturi, Amo). El estilo de la deformación (estructuras oblicuas en
“échelon“, fallas vertical es en superficie) expresa, como en el Corredor Sacha
Shushufindi, un régimen tectónico en transpresión destral.
El sistema invertido Capirón-Tiputini corresponde a la inversión de una cuenca
extensiva estructurada por fallas lístricas, diferente de la cuenca Sacha-Santiago del
Corredor Sacha-Shushufindi, y probablemente de edad permo triásico.
Etapas de deformación
Extensión Precretácica
Globalmente, el Precretácico se desarrolla hacia el sur-suroeste de la Cuenca
Oriente. Se caracteriza por una cuña sedimentaria paleozoica que se bisela hacia el este y
por semi-grabens de edad permo-triásica o jurásica, erosionados y sellados por la
Formación Yaupi o la Formación Hollín. La mayoría están invertidos durante el
Cretácico Superior y/o el Terciario. El relleno de los semi-grabens corresponde
esencialmente a las formaciones Sacha-Santiago en el Corredor Sacha-Shushufindi
y probablemente a conglomerados permo-triásicos (Formación Mitu del Perú) en el
Sistema Invertido Capirón-Tiputini; el sustrato está constituido de sedimentos
paleozoicos.
Extensión Napo Basal o Inferior (Albiano a Cenomaniano)
Algunas secciones sísmicas permiten evidenciar pequeñas fallas normales que
afectan la parte inferior de la Formación Napo. Los datos analizados hasta ahora no
permiten definir precisamente la geometría y la cinemática de estas fallas. La mayoría de
estas pequeñas fallas fue invertida durante las etapas de deformación compresivas
posteriores. Controlaron probablemente la sedimentación de ciertos cuerpos arenosos
actualmente conocidos como excelentes reservorios.
Inversión Napo Medio – Tena Inferior (Turoniano a Maastrichtiano)
La primera etapa de deformación compresiva, que calificamos de inversión tectónica
en régimen transpresivo dextral, se produjo durante la sedimentación de los miembros
Napo Medio y Superior y de la Formación Tena Inferior.
Muchas estructuras de la parte oriental de la cuenca presentan variaciones de
espesor en la Formación Tena debidas a una fuerte erosión de la Tiyuyacu Basal. En la
parte oeste de la cuenca, donde la Formación Tena es más completa menos
erosionada las estructuras como Bermejo presentan una deformación sin-sedimentaria
en la Tena Inferior que registró este evento de deformación transpresiva.
Inversión Tiyuyacu Inf. (Eoceno Inferior)
El análisis de la sísmica a nivel regional ha permitido definir una superficie de
erosión intra-Tituyacu y así una nueva formación llamada Tituyacu Superior. Esa
superficie de erosión provoca variaciones de espesor de la Tituyacu Inferior en los
flancos de muchas estructuras como Cuyabeno-Sansahuari o VHR y delimita así una
deformación pre-Tiyuyacu Superior.
Se trata de una deformación sin-sedimentaria en la Tiyuyacu Inferior que confirma la
importancia de esta segunda etapa de deformación transpresiva probablemente
de edad eoceno inferior que marca el inicio de una importante subsidencia en la
Cuenca Oriente.
Inversión Plioceno – Cuaternario
Es la última y una de las principales etapas de inversión tectónica de la Cuenca
Oriente. Es responsable del levantamiento del Sistema Subandino y levanta toda la
columna sedimentaria de la Cuenca Oriente, hasta lahares y terrazas aluviales cuaternarias
que hemos podido observar tanto en el campo como en imágenes radar.
Esta etapa de deformación es contemporánea con los volcanes Reventador, Pan de Azúcar
y Sumaco. El campo Bermejo se desarrolló a partir del Maastrichtiano, y fue levantado en
el Plio-Cuaternario en el eje de la estructura en flor del frente orogénico.
Volcanes del oriente
Pobremente conocido, es el pequeño grupo de volcanes alineados N-S, por encima del
levantamiento Napo, unos 50 kilómetros al este de la cordillera Real. De este grupo, se
destacan los volcanes Sangay, Sumaco, Pan de Azúcar, Reventador y otros, asociados con
la franja de fallas de cabalgamiento, que demarcan el pie oriental de los Andes. Se reporta
que, al noroeste de Puyo, existe una serie monogénica de pequeños centros volcánicos,
orientados NO-SE, de carácter andesítico básico (INEMIN, Carta Geológico "Puyo"),
cuya edad es desconocida.
2. Zona Subandina
La Zona Subandina consiste en una zona de pliegues y cabalgamientos con tendencia
NNE, buzando hacia el oeste (Litherland et al., 1994 en Guillier, et al., 2001), que se
constituye en el contacto tectónico entre la Cordillera Real y la Cuenca Oriente, fue
dividida en dos zonas separadas por un gran cono de deyección.
La Zona Subandina norte está afectada por fallas inversas con dirección NNE-
SSW, con vergencia al oeste. En la Zona Subandina sur se encuentran fallas
inversas de dirección N-S, buzando hacia el oeste.
La zona subandina ecuatoriana, piedemonte de la Cordillera Oriental, está caracterizada
por una actividad sísmica y volcánica muy intensa, así como por procesos de erosión muy
espectaculares que se manifiestan por deslizamientos de algunos decenas de kilómetros.
Esos procesos de erosión muy intensos están corroborados por las medidas de erosión
realizadas en la cuenca hidrológica del Napo, y por una incisión fluviátil muy fuerte en los
valles de la zona subandina.
La actividad cuaternaria muy fuerte de los volcanes Sangay y Tungurahua (Hall & Beate,
1991) ha provocado los colapsos de sus edificios e importante s depósitos de lavas y de
lahares que pueden alcanzar volúmenes de decenas de km'. Ambos depósitos fueron la
alimentación principal de los conos aluviales del piedemonte de la Cordillera, actualmente
sellados por una superficie morfológica regional que hemos bautizado "Sup erficie Mera-
Upano".
Contexto estructural de la zona Subandina
El sistema subandino constituye la parte aflorante de la Cuenca Oriente y permite
observar el estilo de las deformaciones recientes. La zona subandina está estructurada por
fallas inversas de orientación N-S a NNE-NNW. Las secciones de sísmica de reflexión
muestran que esas fallas son generalmente de alto ángulo, y probablemente de escala
cortical. Los marcadores cinemáticos que se observan en los afloramientos, como en los
mapas estructurales, evidencian una tectónica transpresiva con movimientos dextrales. La
mayoría de esas fallas corresponden a antiguas fallas normales invertidas, que controlaron
la sedimentación triásica y jurásica.
La morfología subandina conduce a diferenciar, del norte al sur, tres unidades morfo-
tectónicas: el Levantamiento Napo, la Depresión Pastaza y la Cordillera del Cutucú.
La Depresión Pastaza está deformada por fallas inversas de basamento que generan
anticlinales de propagación a vergencia este. La Cordillera del Cutucú corresponde a una
antiforma compleja desarrollada al frente de la Cordillera Oriental y deformada por la
inversión de un rift de edad triásica a jurásica. Entre la Cordillera Oriental y la Cordillera
del Cutucú, se desarrolla el valle del Upano donde se acumularon gran parte de los
depósitos volcano-elásticos del volcán Sangay.
Figura 10. Modelo numérico de relieves del megacono aluvial del Pastaza y de su
deslizamiento frontal.
Fuente: Savane©IRD, (1991)
El río Upano y el río Pastaza son los medios de transport e principales de los depósitos
aluviales de la zona subandina. La Superficie Mera-Upano se formó encima de los conos
aluviales alimentados por esos dos ríos, y en gran parte por los sedimentos volcano-
clásticos producidos por los volcanes Tungurahua y Sangay.
El cono aluvial del Pastaza, que ocupa toda la Depresión Pastaza. al este del granito de
Abitagua, y la depresión Santa Inés al oeste, está compuesto por la Formación Mera
considerada como de edad pleistocena (Tshopp, 1953). La Formación Mera comprende
tres unidades de "debris flow" (conglomerados gruesos con matriz flotante) de un espesor
total de 50 -SO m, cubiertas por dos niveles de lahar que provienen del volcán
Tungurahua. El tope del ultimo nivel de lahar corresponde a la Superficie Mera- Upano.
Encima de esta superficie, se encuentran localmente. cerca de la localidad de Mera,
depósitos fluviales de 5 m de espesor que contienen principalmente clástos graníticos y
que provienen del antiguo cauce del río Alpayacu, tributario del río Pastaza.
Cordillera de Cutucú
La Cordillera del Cutucú corresponde a una antiforma compleja desarrollada al frente de
la Cordillera Oriental y deformada por la inversión de un rift de edad triásica a jurásica.
Entre la Cordillera Oriental y la Cordillera del Cutucú, se desarrolla el valle del Upano
donde se acumularon gran parte de los depósitos volcano-clásticos del volcán Sangay.
Se caracteriza por un cambio de orientación de las estructuras de N-S a NNO-SSE, y la
aparición de formaciones triásicas y jurásicas (Santiago y Chapiza).En la parte sur, a lo
largo de la carretera Santiago Méndez, se interpreta el Levantamiento Cutucú como una
estructura en flor (Baby et al., 1998).
Estudios de campo realizados por Christophoul F., 1998 y fotointerpretaciones muestran
que el frente subandino corresponden, en superficie, a un sistema de corrimientos a
convergencia oeste, relacionados con una cuña profunda a convergencia este. Hacia el
norte, este sistema de retro-corrimientos cabalga el borde este de la estructura en flor del
Levantamiento Cutucú.
Volcán El Reventador
El complejo volcánico El Reventador está localizado en la parte norte del levantamiento
Napa, a 90 km al este de la ciudad de Quito, y a SO km al norte del volcán Sumaco.
Representa uno de los volcanes más activos del Ecuador. El complejo volcánico está
constituido por una secuencia de productos efusivos (flujos de lavas extensos) y
explosivos (avalanchas de escombros y flujos piroclásticos). Se han podido distinguir tres
grandes unidades correspondientes a otros tantos edificios volcánicos que representan las
principales etapas de evolución del complejo volcánico (lNECEL, 1988).
Morfológicamente, El Reventador está constituido por un estratocono activo holocénico,
que alcanza una elevación de 3 500 msnm (Hall, 1977), y ubicado en el interior de un gran
anfiteatro producido por el colapso volcano-tectónico de al menos dos antiguos centros
volcánicos, asociados con depósitos de avalanchas de escombros que rellenan el cauce del
Río Quijos (lNECEL, 1988). El volcán El Reventador ha tenido al menos 24 eventos
eruptivos desde 1541, siendo su actividad eruptiva más reciente en 1972-1973, 1976
Y2002.
Volcán Sumaco
El volcán Sumaco está localizado en la parte sur del levantamiento Napo, a 105 km al este
de la ciudad de Quito. El Sumaco es un estrato-volcán activo caracterizado por un edificio
volcánico principal cónico y muy simétrico, que alcanza una altura máxima de 3 828
msnm (Hall, 1977). Es muy probable que el volcán Sumaco haya tenido un período de
actividad entre 1650-1895, habiendo reportes de al menos tres eventos explosivos
históricos, el más reciente en 1933 (Hall, 1977).
Figura 14. Principales subdivisiones litotectónicas de la Cordillera Real y sus respectivos límites
a través de sistemas de falla regionales.
Fuente: Litherland , (1994).
El terreno Loja aparece en forma de una gran faja metamórfica alargada que se extiende
por toda la Cordillera Real y se caracteriza por la cerrada asociación entre los
metasedimentos semipelíticos de la unidad Chigüinda–Agoyán de edad Paleozoico y los
granitoides del Triásico de la unidad Tres Lagunas (Litherland et al., 1994). La Unidad
Chigüinda aflora principalmente en el segmento sur de la Cordillera Real como un
cinturón de rocas semipelíticas metamorfoseadas que incluyen cuarcitas intercaladas con
filitas negras (Litherland et al., 1994).
El terreno Salado de edad jurásica constituye el relicto de una cuenca marginal
desarrollada sobre corteza continental (Litherland et al., 1994). Está formada por
metasedimentos de origen volcánico y metandesitas de afinidad calcoalcalina agrupados
dentro de la unidad jurásica Upano posiblemente equivalentes laterales con los volcánicos
jurásicos de la unidad Misahuallí (Litherland et al., 1994). Representa parte del
magmatismo Jurásico Medio a Cretácico Inferior del segmento norte la Cordillera Real
(Litherland et al., 1994).
Figura 16. Acreción de terrenos alóctonos y autóctonos a través de la zona de Sutura de Peltetec
durante el cretácico inferior.
Fuente: Litherland , (1994).
De acuerdo con Litherland et al. (1994), todos los terrenos de naturaleza alóctona y
autóctona que conforman la Cordillera Real colisionaron contra el borde noroccidental de
Sudamérica durante el Jurásico Superior – Cretácico Inferior (140 – 120 Ma) en un evento
tectono-metamórfico conocido como evento “Peltetec”.
Problemática actual
Spikings et al. (2001) proponen tres períodos de enfriamiento en Cordillera Real, durante
65 – 55 Ma, 43 – 30 Ma y entre 15 – 9 Ma, en base a resultados de 40Ar / 39Ar en
biotitas– moscovitas y trazas de fisión en zircón y apatito. El primer y segundo períodos
los atribuyen a la acreción de los terrenos Pallatanga y Macuchi respectivamente, mientras
que el tercer período lo asignan a la colisión de la cordillera submarina de Carnegie contra
el margen noroccidental de Sudamérica.
Los resultados obtenidos por Spikings et al. (2001) no contemplan ningún período de
enfriamiento y levantamiento durante el Cretácico Inferior (140–120 Ma) como lo
proponen Litherland et al. (1994) en la Cordillera Real (evento “Peltetec”).
Modelo de evolución que considera al evento “Peltetec” como el principal período de
acreción-deformación de Cordillera Real durante Cretácico Inferior.
Reyes (2006) mediante estudios realizados acerca de la evolución tectónica de la zona del
complejo ofiolítico de Peltetec determinó la existencia de dos principales eventos de
deformación. El primer evento “preYunguilla” constituye el principal período de
plegamiento y deformación general registrado en las unidades Guamote (S2) y Maguazo
(S1) las mismas que se ponen en contacto a través de una zona de sutura cuya posición y
características no coinciden con la zona de sutura “Peltetec” propuesta por Litherland et
al. (1994). El segundo evento de deformación “post-Yunguilla” se manifiesta por un
importante período de cizallamiento con cinemática dextral que ha permitido la
exhumación de la unidad Peltetec constituida por rocas ofiolíticas posiblemente
desmembradas de un basamento oceánico interno.
Los eventos tectónicos reportados por Reyes (2006) que incluyen un plegamiento
“preYunguilla” y un cizallamiento “postYunguilla”, podrían correlacionarse fácilmente
con el evento tectono-metamófico “Peltetec” propuesto por Litherland et al. (1994)
durante el Cretácico inferior (140–120 Ma) y con el evento de acreción del terreno Piñón–
Pallatanga (Hughes & Pilatasig, 2002; Vallejo et al., 2006; Luzieux et al., 2006) a fines
del Cretácico superior (75–65 Ma) respectivamente.
Modelo de evolución considerando la acreción “Piñón–Pallatanga” como el principal
evento de deformación en Cordillera Real durante el Cretácico Superior.
A partir de muestras colectadas dentro del complejo ofiolítico Peltetec por Reyes (2006)
se han realizado análisis geoquímicos (Villagomez et al., 2005) cuyos resultados
preliminares indican que algunas muestra presentan afinidades de “plateau” basaltos OIB .
Este hecho implica que el origen de la ofiolita de Peltetec es complejo y que parte de la
deformación reportada en la Cordillera Occidental podría incluir a una gran parte de la
Cordillera Real. Villagomez et al. (2005) proponen que parte del basamento oceánico
cretácico de la Cordillera Occidental se extendería bajo el Valle Interandino hasta el
flanco occidental de la Cordillera Real y afloraría en la zona del complejo ofiolítico de
Peltetec.
Figura 17. Nuevos datos geoquímicas sobre algunas rocas colectadas en la ofiolita de Peltetec.
Izquierda: Elementos traza Sr/Nd indican una afinidad “plateau” basaltos (OIB). Derecha:
Elementos traza normalizados respecto al manto primitivo muestran poca variación en rocas del
complejo ofilítico Peltetec.
Fuente: Villagomez. (2005).
Un análisis detallado sobre las evidencias que soportan la existencia del evento
tectonometamórfico “Peltetec” en Cordillera Real como ha sido propuesto por Litherland
et al. (1994) indica que se basa en edades de “reajuste” térmico K-Ar. Las figuras
siguientes muestran diagramas de frecuencia de las edades K-Ar reportadas por Litherland
et al. (1994). Estos datos se concentran dentro de dos períodos importantes: el primero
entre 145–115 Ma y el segundo entre 105–45 Ma. Si se observa con detenimiento los
datos de reajuste térmico del período 145–115 Ma es claro notar que las rocas
involucradas corresponden únicamente a edades de los batolitos jurásicos, con la
excepción de una muestra de la subdivisión Sabanilla la misma que al ser analizada su
fuente bibliográfica de origen se encontró que existían en realidad dos edades para la
misma muestra: una en hornblenda (131.5 ± 7 Ma) y otra en biotita (76 ± 3 Ma). En
cambio, para el período comprendido entre 105–45 Ma, las edades de reajuste K-Ar
provienen tanto de las rocas encajantes (unidades Tres Lagunas, Agoyán y Sabanilla)
como de los batolitos jurásicos .
Otra evidencia que soporta el evento Peltetec constituyen ciertas edades K-Ar obtenidas
en rocas del terreno Alao. Según Litherland et al. (1994) las edades radiométricas
obtenidas para la unidad Alao-Paute son 92 Ma, 99 ± 10 Ma, 108 ± 8 Ma, 115 ± 12 Ma y
142 ± 36 Ma y se las ha considerado como edades de reajuste térmico.
Edades no publicadas por Prof. Etienne Jaillard (comunicación personal, 2005) obtenidas
sobre fósiles de plantas colectadas en la Unidad Maguazo en el sector de Peltetec han sido
examinadas por el Prof. Georges Barale de la Universidad de Lyon, Francia, quien las
describe como una asociación de edad Kimmeridgiano–Aptiano superior (150– 112 Ma).
Si se considera el escenario en el cual las edades K-Ar pre-cretácicas del terreno Alao y de
los batolitos Zamora, Abitagua y Azafrán no corresponden a edades de reajuste térmico,
entonces implicaría por una parte que el evento “Peltetec” propuesto por Litherland et al.
(1994) quedaría sin sustento considerando además que existe muy poca deformación y
estructuras que evidencien este evento tectono-metamórfico en los sedimentos de la
cuenca Oriente (por ejemplo: Baby et al., 2004).
Figura 18. Esquema estructural donde se observa el período de acreción del plateau Piñón-
Pallatanga durante el Campaniano y el consecuente desarrollo de las formaciones Yunguilla y
Tena.
Fuente: Reyes, P. (2006).
De esta manera, Reyes (2006) propone un evento de plegamiento y levantamiento “pre–
Yunguilla” relacionado con la acreción del terreno Piñón–Pallatanga durante el Cretácico
Superior (Campaniano) como lo proponen Hughes & Pilatasig (2002) el cual levanta parte
de la Cordillera Real y favorece el desarrollo de la Fm. Yunguilla al Oeste y la Fm. Tena
hacia el Este de la Cordillera Real. El segundo evento de deformación “post–Yunguilla”
propuesto por Reyes (2006) se caracteriza por afectar a rocas de la Fm. Yunguilla por
medio de un gran cizallamiento.
Figura 19. Esquemas teóricos sobre la evolución Cretácica de la Cordillera Real y el Bloque
Amotape. (a) La colisión del plateau Piñón – Pallatanga causaría la interrupción del volcanismo en
el arco volcánico Alao, pero permite la continuidad del volcanismo en la parte sur por medio de un
régimen extensivo. (b) La migración del plateau Piñón – Pallatanga en dirección NNE adiciona
fragmentos en el bloque Amotape y genera una zona de melange al Norte del mismo. La rotación
final se completa en este período.
Fuente: Reyes, P. (2006).
Volcanes de la cordillera Real
Al este del valle Interandino y a lo largo de la cordillera Real, se encuentra una franja de
estratovolcanes, que aparentemente están dispersos, sin organización definida. La longitud
de esta franja alcanza unos 350 kilómetros en el Ecuador, con una anchura de hasta 30
kilómetros. Su rumbo es subparalelo a la fila volcánica de la cordillera Occidental. En
general, el basamento sobre el cual están emplazados estos grandes conos, es la formación
Pisayambo o las rocas metamórficas. Los volcanes principales que definen esta franja
volcánica, incluyen: Sangay, El Altar, Tungurahua, Quilindaña, Cotopaxi, Sincholagua,
Antisana, Pambamarca, Cayambe y Cerro de Soche. Al sur del Sangay, desaparece esta
fila volcánica, ya que estos volcanes se asientan sobre la línea de segmentación que separa
corteza continental y zona de subducción, de carácter totalmente distinto (Hall y Wood,
1985). Por otro lado, vale destacar la presencia de la caldera de Chalupas de 20 kilómetros
de diámetro, en cuyo interior, se encuentran los remanentes del estratovolcán Quilindaña.
La formación de esta caldera, está relacionada con lo emisión de unos 100 kilómetros
cúbicos de ceniza pumítica de composición riolítica (Beate, 1989), cuyos depósitos están
intercalados en la formación Cangagua del Pleistoceno Tardío.
4. GRAVEN DE QUITO
El Graben de Quito o fosa interandina o el llamado Callejón interandino o Depresión
Interandina (DIA) según Lavenu (1.994), es una estructura sobrepuesta en el flanco
occidental y en la parte del eje del anticlinorio de la Cordillera Real.
La fosa está rellena mayormente de lavas andesíticas, depósitos lagunar-continentales y
fluvioglaciales de edad Neogeno-cuaternaria, formados en condiciones de un relieve alto-
montañoso, depositados sobre las volcanitas Pisayambo, las cuales posiblemente forman
una mena, sobre la cual se originaron los enormes estratovolcanes del Norte del país.
Se consideró el que IAV, se había formado por procesos tectónicos extensivos E-W en el
Mio-Plioceno.
Posteriormente, y basados en los estudios de neotectónica hecha principalmente por
Soulas, concluyen que el IAV es una cuenca de ‘piggyback’ (cuenca transportada en un
complejo de fallas inversas de bajo ángulo) y que su deformación es producida por
movimientos diferenciales entre la Cordillera Occidental y la Cordillera Real, durante el
Plio-Cuaternario. Esto habría provocado movimientos de transpresión y transtensión.
Un tercer modelo considera al IAV como una banda comprimida (restraining bend) y a los
Andes septentrionales ecuatorianos como una gran zona transpresiva dextral (Ego &
Sebrier, 1996).
Por recientes trabajos que incluyen nuevas edades, proponen un cuarto modelo en el cual
el IAV, se formó como resultado de desplazamiento a lo largo de la banda comprimida
formando una cuenca de tipo “spindle shaped”, que se abrió y cerró como movimiento de
tijeras entre las dos cordilleras desde hace unos 6 Ma, presumiblemente en respuesta a un
incremento en el acoplamiento de la subducción del Ridge Carnegie.
EL valle interandino, involucra a varias cuencas (Chota, Quito-Guayllabamba, Latacunga-
Ambato, Alausí-Riobamba), con un relleno sedimentario de edad Mioceno Tardío hasta
Holoceno. Estas cuencas, son más jóvenes que las cuencas Intermontanas del Sur del
Ecuador.
Trabajos en las cuencas del IAV (Winkler at al, 2002) proponen una correlación tentativa,
la cual se muestra en la siguiente figura:
Figura 23. Correlación estratigráfica tentativa en las cuencas del IAV
Fuente: Winkler, (2002)
Sistema de fallas inversas de Quito
El Sistema de fallas activas inversas de Quito es un excelente ejemplo para estudiar el
estilo de crecimiento de fallas y variaciones de desplazamientos asociados con fallas
inversas activas debido a que los sedimentos sintectónicos han grabado la historia del
desplazamiento. Si bien en el campo las fallas de Quito y Catequilla no han sido
observadas, algunas fallas asociadas de escalas menores han sido descritas (e.g. Falla
Botadero).
A diferencia de fallas normales y de rumbo, pocas fallas inversas han sido estudiadas en
detalle en el mundo y sus geometrías, estadísticas y relaciones desplazamiento/longitud
son pobremente conocidas (Burbank & Anderson, 2001).
Existen clásicamente dos modelos para el crecimiento de una falla: crecimiento por
propagación radial y por enlace de segmentos, y solo en situaciones en la que sedimentos
sintectónicos graban como el desplazamiento de las fallas varió a través del tiempo es
posible diferenciar entre estos modelos (Burbank & Anderson, 2001).
El estilo de fallamiento inverso en el IAV Central, es por enlace de segmentos (al menos 3
segmentos) en subsuperficie. La expresión morfológica de estos segmentos son tres lomas
(ridges) no alineadas que corresponden a pliegues y flexuras que están íntimamente
relacionados con la falla subyacente. La evidencia de campo muestra como los segmentos
propagaron desde el norte en pulsos.
En el IAV Central, como la depositación ocurrió sincrónicamente con el fallamiento
inverso, los estratos asociados con la deformación (Post- Fm. San Miguel) proveen las
mejores claves para descifrar la historia del levantamiento y crecimiento de las lomas
desde el Pleistoceno Medio. El pinchamiento de toda la Fm. Chiche hacia CCR
(observable en la zona de Oyacoto), sugiere que esta loma constituyó un alto estructural al
tiempo de su depositación. Así mismo, más al Sur en la zona de Quito se observa como la
Fm. Chiche está involucrada en la deformación de la falla de Quito (BBR, zona de
Zámbiza) y se ve hacia el tope de esta formación una depositación sintectónica con el
levantamiento de esta loma, manifiesta en la discordancia angular entre la Fm. Chiche con
la suprayacente Fm. Machángara, discordancia que es mayor hacia el norte (zona de
Zámbiza) que hacia el Sur (zona del Batán).
En adición la morfología de las lomas es un factor a ser tomado en cuenta para determinar
su edad relativa, la loma más septentrional (CCR) es más degradada por deslizamientos y
disectada por erosión que BBR e IPR. La loma más meridional (IPR) tiene claramente una
morfología más suave y menos erosionada, especialmente en el extremo sur (fin de la
falla) donde su altitud va decreciendo (el desplazamiento del Sistema de fallas de Quito va
desapareciendo hacia Amaguaña).
Toda esta evidencia tectónica, sedimentológica y morfológica, indica que el Sistema
empezó a propagar desde el Norte en una serie de pulsos a lo largo de segmentos que
colectivamente forman el Sistema de fallas activas inversas de Quito.
Figura . Esquema de los Períodos de rotación del Bloque Amotapes – Tahuin. Proceso: durante el
Paleozoico al pre-Albiano se produjo una rotación horaria de aproximadamente 16°, en el período
preAlbiano hasta Cretácico Superior de produjo una rotación horaria aproximada de 31° y
finalmente en el período Cretácico Superior – Terciario una rotación total aproximada de 63°.
Fuente: Mourier, y otros, (1988)
Geología histórica del Bloque Amotape Tahuín
El macizo Amotapes-Tahuín es un bloque microcontinental del Paleozoico que limita la
parte occidental de la cuenca Lancones, y corresponde a un bloque alóctono de acreción
continental derivado del modelo evolutivo establecido para la margen occidental de
Gondwana (Mourier, y otros, 1988)
El Terreno Amotape Tahuín se define supuestamente como un fragmento desmembrado
de rocas del dominio Loja-Olmos, otra teoría sugiere que este dominio es un dominio
litotectónico alóctono. (Mourier, y otros, 1988)
El terreno alóctono Amotape fue transportado hacia el norte y adosado en el Cretácico
inferior con tendencia al noreste por fallas dextrales desarrolladas durante la rotación en
sentido horario.
La acreción del bloque Amotapes-Tahuin, transportada por una Paleoplaca Pacifica
provocaría el bloqueo de la subducción asociada al arco Jurásico y la naciente de una
nueva zona de subducción al oeste, cuya geometría se reflejaría en el arco Albiano-
Cretácico superior (Mourier, y otros, 1988)
Después de la acreción del terreno de Amotape Tahuín se produce la rotación del bloque
hacia la derecha del Complejo Olmos. La margen peruana se convierte en una zona de
subducción, mientras que el margen ecuatoriano de sistemas transversales noreste se
convierte en una transcurrente dextral. Esta modificación originaría en el noroeste del
Perú y suroeste de Ecuador una estructura de rumbo axial N-S que daría origen a la
formación de la cuenca Lancones (Aspden et al. 1995) con un continuo fallamiento
dextral del terreno de Amotape.
Paleozoico
Las rocas asignadas como de edad paleozoica son predominantemente metamórficas. El
grado de metamorfismo varía de facies de grado bajo (filitas) hasta facies de grado medio
metamórfico (esquistos biotíticos), incluyendo facies de anfibolitas. También se incluyen
en este dominio rocas no metamorfizadas como grauwacas. Las rocas son afectadas por un
moderado clivaje de crenulación y boundinage de cuarzo, características presentes
también en las rocas metamórficas del dominio Loja-Olmos.
Hacia el S y E, las rocas de este dominio litotectónico son recubiertas en discordancia
erosional por las rocas de edad Cretácico de la cuenca Lancones – Alamor. Hacia el N, al
SE de Piñas-Ecuador las secuencias metamórficas son sobreyacidas discordantemente por
las rocas volcánicas de arco continental del evento volcánico Oligoceno-Mioceno.
En Ecuador, Literhland y otros (1994) interpreta que las secuencias metamórficas
descritas en los párrafos anteriores son del Paleozoico por correlación con litologías
similares en el sector del Perú. Xenolitos de esquistos micáceos dentro de los ortogneis y
metamorfismo de contacto en las rocas de bajo grado metamórfico sugieren que los
granitoides fueron emplazados en las secuencias paleozoicas.
Las unidades comprendidas en este periodo son: Unidad Victoria, Unidad El Tigre y
Unidad Piedras
Litherland, otros (1994) basado en estilos de deformación y características tectónicas
incluyen en las facies de bajo grado metamórfico (filitas, grauwacas, esquistos) en las
unidades El Tigre y La Victoria respectivamente; mientras las anfibolitas en la Unidad
Piedras Pérmico - Triásico Rocas del periodo
Pérmico-Triásico
en el dominio Amotape-Tahuín, anterior a los trabajos de Litherland y otros (1994) no
eran reportadas en el Ecuador e inclusive en el Perú. Las litologías típicas incluyen
granitoides de composición granodioritica a tonalitica (Vinasco, 2004) y ortogneis. Estas
litologías ígneas están relacionadas con paragneises y migmatitas reportadas por
Litherland y otros (1994). Son intruidas por diques de pegmatitas sin foliación de
composición aplítica, ricas en moscovita.
Geoquímicamente, los granitoides incluidos en este dominio tienden a ser tipo S o de
Anatexia (Litherland y otros, 1994). Litrherland y otros (1994) en base a análisis
radiométricos asignan una edad Triásico para los granitoides. La edad Pérmico - Triásico
se las define por las relaciones de campo y por los datos obtenidos por Vinasco (2004).
En el Ecuador las rocas de este periodo son incluidas en la Complejo Moromoro dentro
del cual se incluyen los granitoides de Marcabelí, La Florida y El Prado.
Jurásico inferior – Cretácico
El terreno Amotape-Tahuín se acreciona al continente sudamericano durante el Cretácico
inferior. La acreción del bloque Amotapes-Tahuin, transportada por la Paleoplaca Pacifica
provocaría el bloqueo de la subducción asociada al arco Jurásico y la naciente de una
nueva zona de subducción al oeste, cuya geometría se reflejaría en el arco Albiano
Cretácico superior (Mourier, 1988). Después de la acreción del terreno de AmotapeTahuín
a lo largo del segmento norte del Perú se produce la rotación del bloque hacia la derecha
del Complejo Olmos. La margen peruana se convierte en una zona de subducción,
mientras que el margen ecuatoriano de sistemas transversales noreste se convierte en una
transcurrente dextral.
Esta modificación originaría en el noroeste del Perú y suroeste de Ecuador una estructura
de rumbo axial N-S que daría origen a la formación de la cuenca Lancones con un
continuo fallamiento dextral del terreno de Amotape.
Un complejo básico pre-Albiano formado por pillow lavas, flujos de lava y brechas
descrito por Mourier et al. (1988), ha sufrido una rotación horaria total de 94° y las
formaciones volcánicas que sobreyacen inconformemente a dicho complejo básico de
basamento han sufrido una rotación horaria de 63° y son equivalentes con las rocas del
arco volcánico Albiano–Senoniano de la Fm. Celica reportadas por Jaillard et al. (1999) y
redefinidas como Cretácico Superior por Egüez & Poma (2001).
El evento Peltetec, principalmente tecto metamórfico afecto las rocas del Jurásico inferior
– Cretácico de la cordillera Real, el mismo que esta correlacionado con el evento Palenque
en El Oro. Esto se considera como la huella en común de la fase principal de colisión y
acreción, antes del Piñon.
Las rocas metamórficas del Jurásico Inferior- Cretácico reconocidos en Ecuador
comprenden los terrenos Alao y Salado y ciertos elementos del complejo metamórfica de
El Oro. Las rocas Alao y Salado se muestran en cuña al sur de la Cordillera Real. Al
norte, los equivalentes de las rocas oceánicas Alao pueden estar representadas en
Colombia por la de Terrenos Amaime (Aspden & Mccourt,1986)
Cretácico tardío - Cenozoico
Durante el Terciario se produce una rotación horaria post–cretácica de 35° en una
intrusión. Estos datos permiten notar que entre el Cretácico Superior y parte del Terciario
Inferior se produjo una rotación de al menos 59° (Mourier et al., 1988).
Dentro de un régimen extensional donde se desarrollaría el arco Alao–Punta de Piedra se
separarían parte de los terrenos metamórficos del sur de la Cordillera Real junto con una
rotación horaria de 16° dando origen al bloque Amotape. La colisión del “plateau” Piñón–
Pallatanga durante el Campaniano sería responsable de la acreción y plegamiento del
terreno Alao en la parte norte de la Cordillera Real, mientras que en la parte sur se
produciría la máxima rotación horaria del bloque Amotape (59°) bajo un régimen
extensional aún vigente, donde se desarrollaría la Fm. Celica. El subsiguiente movimiento
y traslación post–Cretácico del terreno Piñón–Pallatanga en dirección NNE explicaría el
resto de la rotación Terciaria del bloque Amotape (35°)
Figura . La migración del plateau Piñón – Pallatanga en dirección NNE adiciona fragmentos en el
bloque Amotape. La rotación final se completa en este período.
Fuente: Reyes P., (2006)
En términos de las placas tectónicas de Ecuador el evento más significativo siguiente al de
Peltetec -Palenque fue el emplazamiento del Terreno oceánico Piñón. Este bloque cortical
Cretácico forma el basamento tanto de la Cordillera Occidental, donde este está cubierto
por el Arco Macuchi en el Paleoceno-Eoceno, y la zona costera, cubierta por las cuencas
de antearco en el Cenozoico (Daly, 1989). Este contacto de la placa Chaucha se
caracteriza por la presencia de rocas ofiolíticas a lo largo de la falla Pujilí.
El emplazamiento trasnpresional de este bloque durante el Cretácico superior podría
explicar el reseteo de las edades (50-90Ma) de la banda metamórfica de la CR, pero hay
rocas plutónicas sobre esta misma cordillera, lo que sugeriría un proceso de subducción
normal durante este período
El origen de la deflexión de Huancabamba fue el inicio en el cambio de la subducción
normal del Pacífico de Perú hacia el NNE-SSW del Pacífico tendiendo a fallas
transformantes, que fueron responsables por la acreción del terreno Piñón. Esto también
indica el giro a la derecha del bloque Amotape que se produjo en ese momento
9. Arco Volcánico Saraguro
Evolución geodinámica
El basamento metamórfico está representado por la secuencia paleozoica derivada de una
fuente continental, probablemente depositadas en una cuenca intramontañosa o de margen
pasivo correspondiente la Unidad Chiguinda. Durante el Permo – Triásico se generó una
zona de rift, en la cual se produjo el emplazamiento de granitos tipos S de la Unidad Tres
Lagunas. (Litherland y Otros. 1994)
Posteriormente en el Paleoceno-Eoceno en un volcanismo de ambiente continental, se
formaría un arco volcánico de composición andesíticas (Evento Sacapalca) definidas
como formaciones Sacapalca y Loma Blanca (Kennerly, 1992). En el Oligoceno, el
volcanismo cambia a uno más conocido como invento Saraguro.
La sedimentación terciaria
La figura presenta las columnas estratigráficas de las cuencas del Chota (Norte del
Ecuador), de Cuenca y de Vilcabamba (Sur del Ecuador). La primera gran secuencia [A]
es granodecreciente (fluvial proximal en la base y después lacustre tranquilo). La
interpretación dinámica es la de una depresión de se inicia en la cual se establece un
sistema fluvial drenando los cursos de agua bajando de los relieves que circundan la
depresión. Esta se acentúa, iniciándose una importante subsidencia que permite la
instalación de un lago por la dificultad que tiene el sistema fluvial a evacuar el agua en
forma suficiente. La segunda gran secuencia [B] es granocreciente traduciendo una
inestabilidad creciente de las zonas de aportes sedimentarios. La sedimentación es típica
de una cuenca en proceso de clausura.
Evolución tectónica y geodinámica de las cuencas
Los análisis estructurales sobre las deformaciones dúctiles (pliegues) y frágiles (fallas)
realizados en las cuencas y en sus bordes indican que el régimen compresivo fue constante
desde el Oligoceno superior hasta el Plioceno. Los sedimentos de la primera gran
secuencia A y el substrato presentan deformaciones indicando una evolución de la
dirección de acortamiento desde NNE-SSW (N23°E) hasta ENE-WSW (N64°E). En la
segunda gran secuencia B, la dirección de acortamiento varia de ENE-WSW (N71°E) a
aproximadamente E-W (N107°E).
Figura . Resumen de la evolución geodinámica de la Sierra Sur del Ecuador durante el Neógeno
Fuente: R. Marocco, A. Egüez , A. Lavenu , C. Noblet, R. Baudino, T. Winter
Esta rotación de los esfuerzos es responsable del tipo de evolución dinámica de las
cuencas intramontañosas neógenos, coma lo muestra la figura para las cuencas del Sur
del Ecuador. Las direcciones de compresión NNE-SSW del comienzo de la evolución
[Secuencia A] están asociadas a una extensión perpendicular horizontal (WSW-ENE),
estas direcciones de esfuerzos determinan un juego siniestral-normal en las fallas NE-SW
(Cuenca, Nabón) y un juego dextral-normal a lo largo de las fallas NNW-SSE
(Vilcabamba, Loja); resulta una apertura de las cuencas intramontañosas. La compresión
pasando a direcciones próximas a E-W [secuencia B] determina una componente inversa
importante a lo largo de las fallas controlando las cuencas; es la fase de cierre.
11. Cuenca Progreso
La cuenca Progreso – Santa Elena, incluye a la cuenca Progreso de la provincia del
Guayas, tiene gran interéspetrolífero, siendo de relevancia en el sector ecuatoriano.
La evolución geodinámica de la Cuenca Progreso se desarrolló en cuatro períodos
marcados por la ocurrencia de las fases tectónicas Quechua-1,2,4 y 5 de la Orogenia
Andina, sobre las mega fallas heredadas de la estructura paleógena y sobre su basamento
sedimentario que conforma el Prisma Acrecional. El relleno sedimentario de la Cuenca es
Oligoceno Superior a Neógeno y conforma 2 mega secuencias: la Primera de abertura-
profundización de la cuenca y la segunda de profundización-colmatación-somerización-
terminación de la sedimentación en la cuenca. Los ambientes sedimentarios de las
unidades de relleno de la cuenca en general corresponden a ambientes que van desde el
fluviátil al nerítico.
De edad Cretáceo Superior – Cretáceo Tardío, está definido por la formación Cayo, con su
miembro calcárea llamada Calentura.
La cuenca Progreso de la provincia de Guayas, tiene forma triangular, con su ápice hacia
el noreste y su base abierta hacia el delta del rio Guayas.
Tectónica
Los límites de estos ciclos sedimentarios, corresponden también a los límites de las
principales fases tectónicas, en relación con la evolución de la margen activa de esta
región.
Para Feininger y Bristow (1980), los accidentes del golfo de Guayaquil, han actuado por
lo menos desde el Cretáceo Superior, y han permitido el desplazamiento, a lo largo de
ellos, del arco activo Macuchi, sobre la placa Bolívar, hacia el sureste sobre 1000
kilómetros, hasta una zona de subducción, donde ha desaparecido. Después de la
individualización del arco Macuchi, en el Maastrichtiano, el movimiento de la placa se
invirtió y se desplazó hacia el noreste, llevando consigo, el arco inactivo y sus depósitos
de cubierta (formación Cayo), hasta la abducción del arco con la cordillera occidental, en
el Eoceno Inferior y la detención del movimiento en el Eoceno Medio.
Se observan varias fallas inversas, con fuertes buzamientos (70°) hacia el norte; zonas de
cizallamiento sub horizontal ( 8 ° hacia el norte), jugando en fallas inversas; pliegues en
las cercanías de las fallas inversas y generalmente una tectónica de compresión, que se
nota por el reajuste de los planos axiales de los pliegues, paralelos con los rumbos de las
fallas inversas; presencia de rizaduras (king bands) y monoclinales, que caracterizan
esfuerzos distencionales y confirman deformaciones más tempranas.
Los olistolitos de San Antonio, derivados del levantamiento de la formación San Eduardo,
que se encuentran a 10 kilómetros de la playa, a lo largo de la falla de La Cruz, son
testigos de este evento.
La subducción oblicua de la placa de Nazca (Kellogg y Mohriak, 2001 Trenkamp et al., 2002)
y el arribo de la Cordillera Carnegie a la fosa ecuatoriana (Pennington, 1981; Gutscher et al.
1999 en Trenkamp et al., 2002), indujeron la deformación de la placa superior, que es
particionada a través del movimiento hacia el NE del Bloque Norandino (Alvarado, 2012). El
Bloque Norandino migra hacia el NE a lo largo de un sistema de fallas mayores de desgarre
lateral derecho (Megacizalla Guayaquil- Dolores), a una tasa de 6 ± 2 mm/yr (Trenkamp et
al., 2002 en Witt el al., 2006).
El Bloque Amotape Tahuin tuvo una cinemática rotacional máxima de 110º en sentido horario
producto de la actividad tectónica regional además de la acreción de terrenos Pallatanga, esta
deformación inicio en el Cretáceo y se tiene evidencia de que se prolongó hasta el Terciario.
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