Desarrollo Teconico Del Ecuador

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TEMA:

Desarrollo tectónico del Ecuador


INTRODUCCIÓN
Ecuador se encuentra ubicado en la región noroccidente de América del Sur, tiene una
superficie aproximada de 283.500 Km2, incluyendo las Islas Galápagos y una población de
14’483.500 de habitantes.

El Ecuador ocupa una posición doblemente original en el contexto geológico de América del
Sur: está localizado en el punto de unión entre los Andes centrales y septentrionales y también
está ubicado al nivel del Rift de las Galápagos, zona de expansi6n oceánica orientada este-
oeste, que separa las Placas Nazca y Cocos.

La distinción entre Andes centrales y septentrionales no s610 es geográfica sino que también
corresponde a una diferencia fundamental en la estructura de la cadena andina de cada lado de
una zona comprendida entre los paralelos 3° y 4°S. AI sur de esta zona, la Cordillera de los
Andes está caracterizada por la subducción de la placa oceánica Nazca bajo la corteza
continental sudamericana. AI norte, la misma Placa Nazca se hunde bajo un campo
continental compuesto; el borde occidental de continente sudamericano (desde el Golfo de
Guayaquil al sur hasta el Istmo de Panamá al norte) está constituido por rocas de origen
oceánico.

AI nivel de Ecuador, las relaciones actuales entre el continente y el océano (Rift este-oeste de
las Galápagos que separa la Placa de Nazca al sur de la Placa de Cocos al norte, son el
resultado de una reorganización que se produjo al final del Oligoceno (E.M. Herron, 1972;
D.W. Handshumacher, 1976; lB. Minster y T.H Jordan, 1978; M.J.R. Wortel, 1984), hace
aproximadamente 26Ma. Antes, las Placas Cocos y Nazca formaban una sola: la Placa
Farallón que se dividió en dos partes por la aparición deI Rift Cocos-Nazca.

ANTECEDENTES

El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (Ecuador) ha sido partícipe


de diversos estudios sobre la geodinámica en Ecuador con el fin de determinar
dirección y velocidad de convergencia de placas, campos de esfuerzos, fallamiento activo,
distribución de sismicidad entre otros. Actualmente desarrolla múltiples trabajos
conjuntamente con instituciones en el exterior, con el fin de evaluar la peligrosidad sísmica,
estos trabajos han sido tomados en cuenta para el desarrollo de este trabajo. Egüez et a.,
(2003) en el marco del desarrollo del Programa Internacional de la Litósfera compiló
una base de datos y un mapa de fallas Cuaternarias y pliegues de Ecuador. Beauval et
al., (2013) obtuvo un catálogo sísmico homogeneizado para el Ecuador, cuyas guías
metodológicas fueron seguidas en el presente trabajo. Alvarado (2012) en su tesis
doctoral realiza un estudio de la neotectónica y cinemática continental en Ecuador, entre los
resultados que obtiene presenta zonificaciones sismotectónicas para el país.

Existen pocos trabajos realizados sobre peligrosidad sísmica en Ecuador, entre los que
se puede citar a la Norma Ecuatoriana de la Construcción (NEC 2011) que presenta un mapa
de zonas sísmicas con aceleraciones en proporción de la gravedad (g) para un periodo de
retorno de 475 años. Este trabajo presenta el mapa obtenido, sin embargo no presenta una
metodología clara sobre el proceso de obtención del modelo de aceleración.

OBJETIVOS

 Objetivo general
 Investigar cada una de las diferentes subdivisiones Geodinámicas en la que se
encuentra dividido el Ecuador
 Objetivos específicos
 Determinar cronológicamente los diferentes procesos y formaciones que se han
desarrollado en el tiempo geológico.
 Constatar la influencia de la zona de subducción sobre el desarrollo de los diferentes
ambientes geodinámicos.
 Conocer los diferentes procesos y estructuras volcánicas, que se han desarrollado en
las diferentes subdivisiones geodinámicas y que han aportado en la formación de las
mismas.

DESARROLLO
Generalidades

1. Subducción Placas Nazca-Sudamericana


La región noroeste de Sudamérica es un ancho límite de placas convergente caracterizado
por sismicidad activa, un arco volcánico, subducción y una colisión arco- continente en
curso (Egbue y Kellogg, 2010). La subducción de la placa de Nazca debajo de la
placa Sudamericana en la región ecuatoriana es esencialmente ortogonal, la placa
subducente se hunde con un ángulo entre 25º y 35º y es discontinua a una profundidad
cercana a los 200 Km (Guillier et al., 2001). La velocidad de subducción de la placa
de Nazca y la Cordillera Carnegie en la fosa colombo–ecuatoriana es de 58 ± 2 mm/yr
(Trenkamp et al., 2002).
A una latitud de 1º N, el eje de la fosa cambia su dirección de N-S en el sur, a NNE al
norte. Al norte de 1ºN, la convergencia entre las placas Nazca y Sudamericana es
oblicua y produce un movimiento particionado (Ego et al., 1996 en Witt et al., 2006).
Gutscher et al., (1999), plantea un modelo de subducción segmentado a lo largo de la fosa
frente a la costa ecuatoriana y propone un modelo de subducción plana en la zona
coincidente con la subducción de la Cordillera Carnegie. Trabajos recientes (Guillier
et al., 2001) han presentado evidencias n contra de éste modelo (Witt et al. 2006)

Figura 1. Configuración tectónica regional.


Fuente: Trenkamt , (2002).
2. Cordillera Carnegie
La Cordillera Carnegie (Figura 4) es un alto batimétrico en la placa de Nazca originado en el hot-
spot (Punto caliente) Galápagos, tiene una dirección aproximada E-W, y entra en la zona
de subducción entre 1ºN y 2ºS de latitud (Wittet al., 2006). El margen continental
ecuatoriano se levanta a lo largo del área de colisión de Carnegie con la fosa (Lonsdale,
1978 en Wittt et al., 2006). La edad propuesta para la colisión cordillera – fosa está en el
rango entre 1 y 15 Ma (Lonsdale, 1978; Spikings et al., 2001 en Witttet al., 2006).
De acuerdo a Pennington (1981) y Gutscher et al. (1999), el arribo de la Cordillera Carnegie
a la fosa ecuatoriana inició el escape del Bloque Norandino (Trenkamp et al., 2002). Kellogg y
Mohriak (2001) propusieron que la subducción oblicua de la placa de Nazca y la
subducción de Carnegie pudieron conducir al despegue del Bloque Norandino (Trenkamp et al.,
2002).
La colisión de Carnegie parece haber afectado el acoplamiento entre las placas de Nazca y
Sudamericana. Cuatro grandes terremotos ocurrieron en el flanco norte de la colisión (1906, 1942,
1958 y 1979), y uno ocurrió a lo largo del flanco sur (1901). Ninguno de estos eventos parece
haber roto a través de la cordillera misma (Gutscher et al., 1999)

Figura 2. Cordillera de Carnegie.


Fuente: Dumont, (2005)
3. Bloque Norandino
A lo largo del margen ecuatoriano, la subducción oblícua de la placa de Nazca a altas
tasas de movimiento induce la deformación de la placa superior, que es particionada a
través del movimiento hacia el NE del Bloque Norandino (Alvarado, 2012).
El Bloque Norandino se delinea por la falla Boconó, el sistema de fallas
Andinodel Este y la megacizalla Dolores- Guayaquil al este, por el cinturón deformado
Sur Caribe en el norte y por la fosa colombo - ecuatoriana y el bloque Panamá al oeste
(Bowin, 1976; Pennington, 1981; Kellogg et al., 1985; Adamek et al ., 1988; Ego et al
1996; Gutscher et al., 1999 en Trenkamp et al., 2002)
4. Grandes unidades geológicas de Ecuador de la placa superior
El Ecuador continental puede ser dividido en tres regiones fisiográficas principales
que reflejan fundamentalmente diferentes provincias geológicas. La Región Andina
separa la Cuenca Oriente en el este de la planicie Costera al oeste (Hughes y Pilatasig,
2000).
La Cuenca Oriente es una cuenca sedimentaria de tras-arco, de edad Mesozoica a
Cenozoica, que incluye una secuencia de plataforma carbonática, sobreyace a
un basamento cratónico antiguo (Hughes y Pilatasig, 2000).
El contacto tectónico entre los Andes orientales y la Cuenca Oriente lo constituye una
zona de pliegues y cabalgamientos con dirección NNE y vergencia al oeste,
conocida como la Zona Subandina (Litherland et al., 1994 en Guillier, et al., 2001).
5. Fallas activas
El Bloque Norandino aparece limitado por un sistema de fallas de desgarre activo
de dirección NNE, esto sugiere que el movimiento dextral a lo largo de estas fallas
regionales cambia a movimiento compresional en las secciones donde las fallas tienen una
dirección N-S, acomodando esfuerzos compresionales E-W producidos por las
convergencia de las placas de Nazca y Sudamericana (Egüez et al., 2003).
Observaciones de campo muestran que los principales sistemas de fallas son oblicuos a
los Andes ecuatorianos, comenzando en el Golfo de Guayaquil (Falla Pallatanga) y
cortando las cordilleras hacia el borde este de la Cordillera Real (Falla Chingual) en el
norte de Ecuador (Soulas et al., 1991 en Egüez et al., 2003). Estas dos
principales fallas muestran importantes características cinemáticas y morfología
de movimiento de desgarre y probablemente son responsables de los principales
terremotos históricos en Ecuador (Egüez et al., 2003).
Entre estas fallas el movimiento es acomodado por fallas oblicuas NE-SW menores
y por zonas de falla N-S a lo largo del Valle Interandino, donde han sido
identificados pliegues, flexuras y fallas inversas relacionadas.

Figura 3. Mapa de Fallas Cuaternarias del Ecuador.


Fuente: Egüez, (2003)
Desarrollo tectónico del Ecuador
1. Zona Trasarco o Cuenca Iquitos
La Cuenca Oriente es una cuenca sedimentaria de tras-arco, del Mesozoico al
Cenozoico, que sobreyace a un basamento cratónico antiguo (Hughes y Pilatasig, 2000).
Se caracteriza por ser una zona estable con una baja sismicidad y ausencia de
fallas cuaternarias.
La Cuenca Oriente se desarrolla como resultado de esfuerzos transpresivos presentes a
partir del Cretácico Terminal, los que provocan la emersión de la Cordillera Real y la
formación de la cuenca de ante-país de transarco propiamente dicha. Su deformación y la
estructuración de sus campos petrolíferos resultan de la inversión tectónica de antiguas
fallas normales ligadas a un sistema de rift de edad triásico y/o jurásico inferior. Estas
fallas, actualmente inversas y de fuerte buzamiento, están orientadas principalmente N-S o
NNE-SSO, y limitan tres corredores estructurales petrolíferos con características propias
como son: el Sistema Subandino (Play occidental), el Corredor Sacha-Shushufindi (Play
central), y el Sistema CapirónTiputini (Play oriental).
Figura 4. Mapa morfo-estructural de la Cuenca oriente
Fuente: Baby P., Bernal C., Christophoul F. & Valdeza., 1998

Figura 5. Columna tectóno-estratigráfica y eventos geodinámicos que controlaron el desarrollo de


la Cuenca Oriente y de sus sistemas petrolíferos.
Fuente: Baby P., Bernal C., Christophoul F. & Valdeza., 1998
Las formaciones sedimentarias del Pre-Aptense están analizadas por Díaz el al 1997. En
donde se describe las características estructurales, estratigráficas y sísmicas de las
unidades pre-cretácicas a partir de la elaboración de columnas litológicas de pozos, y de la
interpretación de secciones sísmicas.
La sección cretácica de la Cuenca Oriente está constituida por las formaciones Hollín,
Napo y Tena Basal. Sus miembros elásticos reflejan drásticos cambios paleogeográficos,
variaciones laterales de facies y fluctuaciones de la línea de costa de hasta 200 km dentro
de la plataforma marina somera Oriente. Barragán el al.1994 diferencian al menos cinco
secuencias depositacionales, en un marco de estratigrafía secuencial de segundo orden en
la escala de Haq el al. (1987). Y asociadas a las variaciones eustáticas globales del nivel
del mar. Además, nos muestran cómo el inicio de la compresión andina ejerció un control
fundamental en la sedimentación y en el espacio disponible para la acomodación de los
sedimentos a partir del Turoniano (90 Ma).
A partir del Turoniano, la Cuenca Oriente ya se ubica en una posición de cuenca de ante-
país de transarco. Su funcionamiento durante el Cenozoico y el Cuaternario es complejo y
controlado por el crecimiento de los Andes. A través de un análisis sedimentológico
detallado del relleno paleógeno y neógeno de la Cuenca Oriente, Christophoul el al.1998
describen en términos de relaciones tectónica-sedimentación su dinámica sedimentaria y
proponen un modelo de evolución para el Cenozoico.
Para completar el análisis de la dinámica sedimentaria cenozoica de la Cuenca Oriente,
Burgos el al.1994 cuantifican los procesos de erosión desde el Eoceno hasta el
Cuaternario en la parte sur de la cuenca, donde a partir de buenos indicadores térmicos y
marcadores de enterramiento sedimentario, tales como la reflectancia de vitrinita y trazas
de fisión de apatitas, nos muestran cómo estas tasas de erosión pueden reflejar la historia
del crecimiento de los Andes ecuatorianos.
Los valores más fuertes de tasas de erosión en la Cuenca Oriente se encuentran al final
del Neógeno y en el Cuaternario. Los procesos de erosión recientes y actuales se reflejan
también en la morfología de la zona subandina de la Cuenca Oriente, que se caracteriza
por la presencia de terrazas aluviales espectaculares y la formación de grandes
deslizamientos. Gracias a un estudio morfo-estrucrural de la zona subandina, Bes de Berc
el al. ponen en evidencia y analizan un marcador morfológico de escala regional, que
cubre los depósitos aluviales recientes desde la Depresión Pastaza hasta el valle del Upano
("Superficie Mera-Upano").
Utilizando esta superficie corno marcador de la incisión f1uviátil y del levantamiento
tectónico actual de la zona subandina, las tasas de incisión y de levantamiento tectónico
obtenidas son del orden del centímetro, lo que es excepcional e implica una importante
actividad sísmica. Esta alta actividad sísmica existe. Legrand el al. nos presentan un
experimento (1999-2000) realizado cerca de la ciudad de Macas, para estudiar el enjambre
sísmico de la Cordillera de Cutucú. Los resultados muestran que estos terremotos pueden
ser interpretados corno la consecuencia de la inversión tectónica actual del Corredor
Sacha Shushufindi, que emerge en la Cordillera de Cutucú.
Barragán & Baby presentan las características geoquímicas de los dos volcanes
holocénicos activos en la Cuenca Oriente (El Reventador y Sumaco), que constituyen
marcadores importantes de su última evolución geodinámica y proponen un modelo
volcanogénico regional para entender su evolución
Dominio Occidental: Sistema Subandino
El Sistema Subandino constituye la parte aflorante de la Cuenca Oriente y permite
observar el estilo de las últimas deformaciones. En los afloramientos, se observan fallas
inversas de alto a bajo ángulo, con marcadores cinemáticos que evidencian una tectónica
transpresiva con movimientos destrales. Este dominio tectónico se levantó y deformó
principalmente durante el Plioceno y el Cuaternario (lahares cuaternarios se encuentran
levantados). La morfología y las series sedimentarias implicadas en la deformación
conducen a diferenciar, de norte a sur, tres zonas morfo-estructurales.
 Levantamiento Napo
El levantamiento Napo corresponde a un inmenso domo, limitado al este y al oeste por
fallas de rumbo, donde afloran esencialmente las series sedimentarias cretácicas y
terciarias de la Cuenca Oriente. El sustrato del Cretácico está constituido por la Formación
volcánica Misahuallí (Jurásico medio a superior) en la parte central y por el granito de
Abitagua (de la misma edad en el borde occidental).
El borde oriental del levantamiento Napo o frente subandino está constituido por
estructuras compresivas, tipo estructuras en flor positivas, que originaron el campo
Bermejo y otras estructuras como el anticlinal del río Payamino.
El borde occidental del levantamiento Napo está deformado por fallas de rumbo
que limitan un bloque compuesto de un substrato granítico (Batolito de Abitagua) y de
una cobertura de sedimentos mesozoicos levemente metamorfizados. A lo largo de
la falla de rumbo que limita el Batolito de Abitagua de la parte este del sistema
Subandino, se encuentran los volcanes Reventador, Pan de Azúcar y Sumaco.
 Depresión Pastaza
Corresponde a la zona de transición entre el Levantamiento Napo y el
Levantamiento Cutucú, donde afloran esencialmente sedimentos neógenos y
cuaternarios
 Levantamiento Cutucú
Esa parte del Sistema Subandino se caracteriza la a parición de nuevas
formaciones pre-cretácicas. En efecto, en el Levantamiento Cutucú afloran
esencialmente las formaciones triásicas y jurásicas Santiago y Chapiza.
En la parte sur, a lo largo de la carretera Santiago-Méndez, se interpretó el
Levantamiento Cutucú como una estructura en flor. A esa latitud, estudios de
campo y foto-interpretaciones muestran que el frente subandino corresponde, en
superficie, a un sistema de corrimientos con vergencia este (Cordillera Shaime).
Hacia el norte, este sistema de retro-corrimientos cabalga el borde este de la
estructura en flor del Levantamiento Cutucú. Hacia el sur, el sistema de retro-
corrimientos se desarrolla según una orientación NNW-SSE y forma el borde
oriental de la Cuenca Santiago de Perú.

Figura 6. Mapa y sección estructural de la Cuenca Oriente con sus tres corredores estructurales-
petrolíferos.
Fuente: Baby P., Bernal C., Christophoul F. & Valdeza., 1998
El Corredor Sacha-Shushufindi
Abarca los campos petrolíferos más importantes del Ecuador. Fue definido gracias a
la construcción de secciones estructurales regionales y a la interpretación de
numerosas secciones sísmicas. Está deformado por mega fallas de rumbo orientadas en
dirección NNE-SSW, que se verticalizan en profundidad y pueden evolucionar a
estructuras en flor hacia la superficie.
Las mega-fallas de rumbo han funcionado ya en el Precretácico. La sección
sísmica. Esas mega-fallas de rumbo han sido reactivadas e invertidas
(transpresión dextral) durante el Cretácico Superior, el Terciario y el Cuaternario.
Están asociadas durante el Cretácico Superior a la extrusión de cuerpos
volcánicos. Aunque todavía no está bien definida la parte sur del Corredor Sacha-
Shushufindi, este parece prolongarse hacia el suroeste y aflorar en el levantamiento
Cutucú.
Dominio Oriental: Sistema Invertido Capirón-Tiputini
Se trata de un dominio estructural más ancho que el Corredor Sacha-Shushufindi. Las
estructuras y campos petrolíferos más importantes se encuentran en el borde oriental
(estructuras Tiputini, Tambococha, Ishpingo, Imuya), en el borde occidental
(estructuras Cuyabeno-Sansahuari, Capirón), también en la parte central (estructuras
Pañacocha, Yuturi, Amo). El estilo de la deformación (estructuras oblicuas en
“échelon“, fallas vertical es en superficie) expresa, como en el Corredor Sacha
Shushufindi, un régimen tectónico en transpresión destral.
El sistema invertido Capirón-Tiputini corresponde a la inversión de una cuenca
extensiva estructurada por fallas lístricas, diferente de la cuenca Sacha-Santiago del
Corredor Sacha-Shushufindi, y probablemente de edad permo triásico.
Etapas de deformación
 Extensión Precretácica
Globalmente, el Precretácico se desarrolla hacia el sur-suroeste de la Cuenca
Oriente. Se caracteriza por una cuña sedimentaria paleozoica que se bisela hacia el este y
por semi-grabens de edad permo-triásica o jurásica, erosionados y sellados por la
Formación Yaupi o la Formación Hollín. La mayoría están invertidos durante el
Cretácico Superior y/o el Terciario. El relleno de los semi-grabens corresponde
esencialmente a las formaciones Sacha-Santiago en el Corredor Sacha-Shushufindi
y probablemente a conglomerados permo-triásicos (Formación Mitu del Perú) en el
Sistema Invertido Capirón-Tiputini; el sustrato está constituido de sedimentos
paleozoicos.
 Extensión Napo Basal o Inferior (Albiano a Cenomaniano)
Algunas secciones sísmicas permiten evidenciar pequeñas fallas normales que
afectan la parte inferior de la Formación Napo. Los datos analizados hasta ahora no
permiten definir precisamente la geometría y la cinemática de estas fallas. La mayoría de
estas pequeñas fallas fue invertida durante las etapas de deformación compresivas
posteriores. Controlaron probablemente la sedimentación de ciertos cuerpos arenosos
actualmente conocidos como excelentes reservorios.
 Inversión Napo Medio – Tena Inferior (Turoniano a Maastrichtiano)
La primera etapa de deformación compresiva, que calificamos de inversión tectónica
en régimen transpresivo dextral, se produjo durante la sedimentación de los miembros
Napo Medio y Superior y de la Formación Tena Inferior.
Muchas estructuras de la parte oriental de la cuenca presentan variaciones de
espesor en la Formación Tena debidas a una fuerte erosión de la Tiyuyacu Basal. En la
parte oeste de la cuenca, donde la Formación Tena es más completa menos
erosionada las estructuras como Bermejo presentan una deformación sin-sedimentaria
en la Tena Inferior que registró este evento de deformación transpresiva.
 Inversión Tiyuyacu Inf. (Eoceno Inferior)
El análisis de la sísmica a nivel regional ha permitido definir una superficie de
erosión intra-Tituyacu y así una nueva formación llamada Tituyacu Superior. Esa
superficie de erosión provoca variaciones de espesor de la Tituyacu Inferior en los
flancos de muchas estructuras como Cuyabeno-Sansahuari o VHR y delimita así una
deformación pre-Tiyuyacu Superior.
Se trata de una deformación sin-sedimentaria en la Tiyuyacu Inferior que confirma la
importancia de esta segunda etapa de deformación transpresiva probablemente
de edad eoceno inferior que marca el inicio de una importante subsidencia en la
Cuenca Oriente.
 Inversión Plioceno – Cuaternario
Es la última y una de las principales etapas de inversión tectónica de la Cuenca
Oriente. Es responsable del levantamiento del Sistema Subandino y levanta toda la
columna sedimentaria de la Cuenca Oriente, hasta lahares y terrazas aluviales cuaternarias
que hemos podido observar tanto en el campo como en imágenes radar.
Esta etapa de deformación es contemporánea con los volcanes Reventador, Pan de Azúcar
y Sumaco. El campo Bermejo se desarrolló a partir del Maastrichtiano, y fue levantado en
el Plio-Cuaternario en el eje de la estructura en flor del frente orogénico.
Volcanes del oriente
Pobremente conocido, es el pequeño grupo de volcanes alineados N-S, por encima del
levantamiento Napo, unos 50 kilómetros al este de la cordillera Real. De este grupo, se
destacan los volcanes Sangay, Sumaco, Pan de Azúcar, Reventador y otros, asociados con
la franja de fallas de cabalgamiento, que demarcan el pie oriental de los Andes. Se reporta
que, al noroeste de Puyo, existe una serie monogénica de pequeños centros volcánicos,
orientados NO-SE, de carácter andesítico básico (INEMIN, Carta Geológico "Puyo"),
cuya edad es desconocida.
2. Zona Subandina
La Zona Subandina consiste en una zona de pliegues y cabalgamientos con tendencia
NNE, buzando hacia el oeste (Litherland et al., 1994 en Guillier, et al., 2001), que se
constituye en el contacto tectónico entre la Cordillera Real y la Cuenca Oriente, fue
dividida en dos zonas separadas por un gran cono de deyección.
La Zona Subandina norte está afectada por fallas inversas con dirección NNE-
SSW, con vergencia al oeste. En la Zona Subandina sur se encuentran fallas
inversas de dirección N-S, buzando hacia el oeste.
La zona subandina ecuatoriana, piedemonte de la Cordillera Oriental, está caracterizada
por una actividad sísmica y volcánica muy intensa, así como por procesos de erosión muy
espectaculares que se manifiestan por deslizamientos de algunos decenas de kilómetros.
Esos procesos de erosión muy intensos están corroborados por las medidas de erosión
realizadas en la cuenca hidrológica del Napo, y por una incisión fluviátil muy fuerte en los
valles de la zona subandina.
La actividad cuaternaria muy fuerte de los volcanes Sangay y Tungurahua (Hall & Beate,
1991) ha provocado los colapsos de sus edificios e importante s depósitos de lavas y de
lahares que pueden alcanzar volúmenes de decenas de km'. Ambos depósitos fueron la
alimentación principal de los conos aluviales del piedemonte de la Cordillera, actualmente
sellados por una superficie morfológica regional que hemos bautizado "Sup erficie Mera-
Upano".
Contexto estructural de la zona Subandina
El sistema subandino constituye la parte aflorante de la Cuenca Oriente y permite
observar el estilo de las deformaciones recientes. La zona subandina está estructurada por
fallas inversas de orientación N-S a NNE-NNW. Las secciones de sísmica de reflexión
muestran que esas fallas son generalmente de alto ángulo, y probablemente de escala
cortical. Los marcadores cinemáticos que se observan en los afloramientos, como en los
mapas estructurales, evidencian una tectónica transpresiva con movimientos dextrales. La
mayoría de esas fallas corresponden a antiguas fallas normales invertidas, que controlaron
la sedimentación triásica y jurásica.
La morfología subandina conduce a diferenciar, del norte al sur, tres unidades morfo-
tectónicas: el Levantamiento Napo, la Depresión Pastaza y la Cordillera del Cutucú.
La Depresión Pastaza está deformada por fallas inversas de basamento que generan
anticlinales de propagación a vergencia este. La Cordillera del Cutucú corresponde a una
antiforma compleja desarrollada al frente de la Cordillera Oriental y deformada por la
inversión de un rift de edad triásica a jurásica. Entre la Cordillera Oriental y la Cordillera
del Cutucú, se desarrolla el valle del Upano donde se acumularon gran parte de los
depósitos volcano-elásticos del volcán Sangay.

Figura 7. Modelo numérico de relieves de la zona subandina ecuatoriana y


ubicación de la Superficie Mera-Upano,
Fuente: Savane©IRD, (1991)
Figura 8. a) Modelo numérico de relieves y ubicación del valle y del cono del
Pastaza; b) sección estructural a través del valle y del cono del Pastaza.
Fuente: Savane©IRD, (1991)

Figura 9. Bloque morfo-tectónico 3D de la Cordillera del Cutucú. Los sismos representados


son los del experimento de Legrand. FUP: Falla del Upano,
Fuente: Savane©IRD, (1991)
 Depresión de Pastaza: Superficie Mera-Upano
El estudio de las imágenes satelitales y de modelos numéricos de terreno (Savane©IRD)
nos han permitido poner en evidencia una superficie morfológica regional de más o menos
3 000 km2 ubicada en la zona subandina, y cubriendo la Depresión Pastaza y el valle del
Upano entre la Cordillera Oriental y la Cordillera del Cutucú. Esta superficie está cortada
al este por un deslizamiento de más de 70 km de extensión N-S, y de 500 m de altura, que
constituye una barrera morfológica importante entre la zona subandina y la llanura
amazónica.

Figura 10. Modelo numérico de relieves del megacono aluvial del Pastaza y de su
deslizamiento frontal.
Fuente: Savane©IRD, (1991)
El río Upano y el río Pastaza son los medios de transport e principales de los depósitos
aluviales de la zona subandina. La Superficie Mera-Upano se formó encima de los conos
aluviales alimentados por esos dos ríos, y en gran parte por los sedimentos volcano-
clásticos producidos por los volcanes Tungurahua y Sangay.
El cono aluvial del Pastaza, que ocupa toda la Depresión Pastaza. al este del granito de
Abitagua, y la depresión Santa Inés al oeste, está compuesto por la Formación Mera
considerada como de edad pleistocena (Tshopp, 1953). La Formación Mera comprende
tres unidades de "debris flow" (conglomerados gruesos con matriz flotante) de un espesor
total de 50 -SO m, cubiertas por dos niveles de lahar que provienen del volcán
Tungurahua. El tope del ultimo nivel de lahar corresponde a la Superficie Mera- Upano.
Encima de esta superficie, se encuentran localmente. cerca de la localidad de Mera,
depósitos fluviales de 5 m de espesor que contienen principalmente clástos graníticos y
que provienen del antiguo cauce del río Alpayacu, tributario del río Pastaza.
 Cordillera de Cutucú
La Cordillera del Cutucú corresponde a una antiforma compleja desarrollada al frente de
la Cordillera Oriental y deformada por la inversión de un rift de edad triásica a jurásica.
Entre la Cordillera Oriental y la Cordillera del Cutucú, se desarrolla el valle del Upano
donde se acumularon gran parte de los depósitos volcano-clásticos del volcán Sangay.
Se caracteriza por un cambio de orientación de las estructuras de N-S a NNO-SSE, y la
aparición de formaciones triásicas y jurásicas (Santiago y Chapiza).En la parte sur, a lo
largo de la carretera Santiago Méndez, se interpreta el Levantamiento Cutucú como una
estructura en flor (Baby et al., 1998).
Estudios de campo realizados por Christophoul F., 1998 y fotointerpretaciones muestran
que el frente subandino corresponden, en superficie, a un sistema de corrimientos a
convergencia oeste, relacionados con una cuña profunda a convergencia este. Hacia el
norte, este sistema de retro-corrimientos cabalga el borde este de la estructura en flor del
Levantamiento Cutucú.

Figura 11. Mapa geológico de la región de Macas


Fuente: Savane©IRD, (1991)
 Levantamiento Napo
Los Andes ecuatorianos, caracterizados por dos cadenas montañosas principales -la
Cordillera Occidental al oeste y la Cordillera Real al este, presentan una tercera cadena
incipiente de volcanes desarrollada hacia la parte más externa del arco magmático actual,
a lo largo de la zona subandina norte (levantamiento Napo). A pesar de estar desarrollados
sobre un mismo basamento, correspondiente a la sección fanerozoica de la Cuenca
Oriente, dichos volcanes subandinos presentan una fuerte variación composicional, tanto
geoquímica como petrográfica, desde magmas típicamente calcoalcalinos-andesíticos
evidenciados en el volcán Reventador, a magmas fuertemente alcalinos tipo basanitas y
fonolitas presentes en el volcán Sumaca (Colony & Sinclair, 1928; Barragán el al., (998).
Varios factores geológicos, presentes a lo largo del arco magmático andino ecuatoriano,
son considerados al comparar volcanes El Reventador y Sumaco. Primero, los magmas
generados en ambos volcanes tuvieron que atravesar la misma sección litosférica, y por lo
tanto cualquier efecto de la corteza atravesada puede medirse. Segundo, ambos volcanes
se localizan a la misma distancia con respecto a la fosa ecuatoriana, y posiblemente tienen
una misma relación con respecto a la zona de Benioff. El modelo de evolución magmática
de la zona subandina,, se enmarca dentro de un esquema coherente con la evolución
geodinámica actual del arco andino septentrional y del sistema de subducción
noroccidental de la margen Sudamericana.
Figura 12. - Mapa geológico sintetizado de la zona subandina norte: levantamiento Napo y
ubicación de los volcanes Sumaco y El Reventador.
Fuente: Savane©IRD, (1991)

Volcán El Reventador
El complejo volcánico El Reventador está localizado en la parte norte del levantamiento
Napa, a 90 km al este de la ciudad de Quito, y a SO km al norte del volcán Sumaco.
Representa uno de los volcanes más activos del Ecuador. El complejo volcánico está
constituido por una secuencia de productos efusivos (flujos de lavas extensos) y
explosivos (avalanchas de escombros y flujos piroclásticos). Se han podido distinguir tres
grandes unidades correspondientes a otros tantos edificios volcánicos que representan las
principales etapas de evolución del complejo volcánico (lNECEL, 1988).
Morfológicamente, El Reventador está constituido por un estratocono activo holocénico,
que alcanza una elevación de 3 500 msnm (Hall, 1977), y ubicado en el interior de un gran
anfiteatro producido por el colapso volcano-tectónico de al menos dos antiguos centros
volcánicos, asociados con depósitos de avalanchas de escombros que rellenan el cauce del
Río Quijos (lNECEL, 1988). El volcán El Reventador ha tenido al menos 24 eventos
eruptivos desde 1541, siendo su actividad eruptiva más reciente en 1972-1973, 1976
Y2002.
Volcán Sumaco
El volcán Sumaco está localizado en la parte sur del levantamiento Napo, a 105 km al este
de la ciudad de Quito. El Sumaco es un estrato-volcán activo caracterizado por un edificio
volcánico principal cónico y muy simétrico, que alcanza una altura máxima de 3 828
msnm (Hall, 1977). Es muy probable que el volcán Sumaco haya tenido un período de
actividad entre 1650-1895, habiendo reportes de al menos tres eventos explosivos
históricos, el más reciente en 1933 (Hall, 1977).

3. CORDILLERA REAL (ARCO CENTRAL)


La Cordillera Real se constituye por cinturones sub-lineares de rocas
metamórficas del Paleozoico al Mesozoico, intruidos por granitoides de tipo S e I, y
cubiertos por depósitos volcánicos Cenozoicos a modernos (Litherland et al., 1994
en Hughes y Pilatasig, 2000). Se encuentra afectada por fallas inversas de dirección N-S
apreciables en el sur, con vergencia hacia el este y oeste y tasas de movimiento inferiores
a 1 mm/yr. Ubicada dentro de los Andes Ecuatorianos la Cordillera Real está limitada al
este por la (Sutura) de Peltetec al oeste por la falla Cosanga Mendez. Con una longitud de
650 a 700 Km y un ancho aproximado de 50 a 60 Km.

Figura 13. Mapa de Cordillera Reaal.


Fuente: Geo1 (2006)
El segmento norte de la Cordillera de los Andes entre las latitudes 1°N – 4°S conocido
como Cordillera Real involucra grupos litológicos que van desde el Paleozoico hasta el
Cretácico. Litherland et al. (1994) proponen dos períodos de acreción durante su
evolución: uno durante el Triásico conocido como evento “Moromoro– Tres Lagunas” y
otro período de acreción durante el Cretácico Inferior conocido como evento “Peltetec”.
Hughes & Pilatasig (2002) plantean posteriormente durante el Cretácico Superior la
acreción del terreno alóctono Piñón–Pallatanga como el evento tectono–metamórfico más
importante y responsable de la formación de la Cordillera Occidental. Un segundo evento
estaría relacionado con la acreción del terreno Macuchi durante el Eoceno (Hughes &
Pilatasig, 2002). La relación entre la evolución de las Cordilleras Occidental y Real
permanece desconocida.
Marco geológico regional
La Cordillera Real está formada por un cinturón de rocas metamórficas orientadas en
dirección NNE–SSW que corresponden a terrenos de naturaleza alóctona y autóctona
desarrollados en diferentes ambientes y separados por grandes sistemas de fallas
regionales (Litherland et al., 1994).
El terreno Guamote, la parte occidental de la Cordillera Real, se desarrolla entre el
Jurásico Inferior – Cretácico Inferior y constituye una secuencia marina clástica de
margen pasivo con aportes de cuarzo azul proveniente del granitoide Tres Lagunas, líticos
sedimentarios relacionados con la unidad Chigüinda, líticos volcánicos relacionados con
la unidad Misahuallí, además de chert y turmalina (Litherland et al., 1994).
El terreno Alao de edad Jurásica es interpretado como un relicto de un arco de islas, el
cual está formado por una compleja asociación de rocas desarrolladas en un ambiente de
subducción con un melange ofiolítico conocido como unidad Peltetec, una cuenca de
antearco llamada unidad turbidítica Maguazo, un arco de islas formado por rocas verdes
basálticas y andesíticas de la unidad Alao–Paute y una cuenca de tras-arco conocida como
unidad metasedimentaria El Pan (Litherland et al., 1994).

Figura 14. Principales subdivisiones litotectónicas de la Cordillera Real y sus respectivos límites
a través de sistemas de falla regionales.
Fuente: Litherland , (1994).
El terreno Loja aparece en forma de una gran faja metamórfica alargada que se extiende
por toda la Cordillera Real y se caracteriza por la cerrada asociación entre los
metasedimentos semipelíticos de la unidad Chigüinda–Agoyán de edad Paleozoico y los
granitoides del Triásico de la unidad Tres Lagunas (Litherland et al., 1994). La Unidad
Chigüinda aflora principalmente en el segmento sur de la Cordillera Real como un
cinturón de rocas semipelíticas metamorfoseadas que incluyen cuarcitas intercaladas con
filitas negras (Litherland et al., 1994).
El terreno Salado de edad jurásica constituye el relicto de una cuenca marginal
desarrollada sobre corteza continental (Litherland et al., 1994). Está formada por
metasedimentos de origen volcánico y metandesitas de afinidad calcoalcalina agrupados
dentro de la unidad jurásica Upano posiblemente equivalentes laterales con los volcánicos
jurásicos de la unidad Misahuallí (Litherland et al., 1994). Representa parte del
magmatismo Jurásico Medio a Cretácico Inferior del segmento norte la Cordillera Real
(Litherland et al., 1994).

Figura 15. Modelo geodinámico propuesto para la Cordillera Real.


Fuente: Litherland , (1994).
A lo largo del borde oriental de la Cordillera Real aflora un grupo de batolitos jurásicos
(190–160 Ma) no deformados de afinidad calcoalcalina agrupados dentro de la
subdivisión Zamora (e.g. Rosa Florida, Abitagua y Zamora). Estas rocas tendrían sus
equivalentes efusivos en la unidad Misahuallí (168 ± 8 Ma) formada por rocas verdes de
composición basáltica, tobas y brechas volcánicas (Litherland et al., 1994). El batolito de
Abitagua ubicado en el segmento central de la Cordillera Real es un monzogranito
biotítico que intruye parcialmente a los volcánicos Misahuallí cuyas edades varían entre
K–Ar 180 Ma y Rb–Sr 162 ± 1 Ma (Litherland et al., 1994). El batolito de Zamora ocupa
el segmento sureste de la Cordillera Real y está formado por dioritas-granodioritas cuyas
edades varían entre K–Ar 200 Ma y Rb–Sr 144 Ma (Litherland et al., 1994).
Un cuerpo intrusivo conocido como Ulba ha sido reportado por Pratt et al. (2005) cerca de
la falla Baños sobre el río Pastaza a la altura del puente Ulba. Este intrusivo representa
una parte del magmatismo jurásico-cretácico de la Cordillera Real.

Figura 16. Acreción de terrenos alóctonos y autóctonos a través de la zona de Sutura de Peltetec
durante el cretácico inferior.
Fuente: Litherland , (1994).
De acuerdo con Litherland et al. (1994), todos los terrenos de naturaleza alóctona y
autóctona que conforman la Cordillera Real colisionaron contra el borde noroccidental de
Sudamérica durante el Jurásico Superior – Cretácico Inferior (140 – 120 Ma) en un evento
tectono-metamórfico conocido como evento “Peltetec”.
Problemática actual
Spikings et al. (2001) proponen tres períodos de enfriamiento en Cordillera Real, durante
65 – 55 Ma, 43 – 30 Ma y entre 15 – 9 Ma, en base a resultados de 40Ar / 39Ar en
biotitas– moscovitas y trazas de fisión en zircón y apatito. El primer y segundo períodos
los atribuyen a la acreción de los terrenos Pallatanga y Macuchi respectivamente, mientras
que el tercer período lo asignan a la colisión de la cordillera submarina de Carnegie contra
el margen noroccidental de Sudamérica.
Los resultados obtenidos por Spikings et al. (2001) no contemplan ningún período de
enfriamiento y levantamiento durante el Cretácico Inferior (140–120 Ma) como lo
proponen Litherland et al. (1994) en la Cordillera Real (evento “Peltetec”).
Modelo de evolución que considera al evento “Peltetec” como el principal período de
acreción-deformación de Cordillera Real durante Cretácico Inferior.
Reyes (2006) mediante estudios realizados acerca de la evolución tectónica de la zona del
complejo ofiolítico de Peltetec determinó la existencia de dos principales eventos de
deformación. El primer evento “preYunguilla” constituye el principal período de
plegamiento y deformación general registrado en las unidades Guamote (S2) y Maguazo
(S1) las mismas que se ponen en contacto a través de una zona de sutura cuya posición y
características no coinciden con la zona de sutura “Peltetec” propuesta por Litherland et
al. (1994). El segundo evento de deformación “post-Yunguilla” se manifiesta por un
importante período de cizallamiento con cinemática dextral que ha permitido la
exhumación de la unidad Peltetec constituida por rocas ofiolíticas posiblemente
desmembradas de un basamento oceánico interno.
Los eventos tectónicos reportados por Reyes (2006) que incluyen un plegamiento
“preYunguilla” y un cizallamiento “postYunguilla”, podrían correlacionarse fácilmente
con el evento tectono-metamófico “Peltetec” propuesto por Litherland et al. (1994)
durante el Cretácico inferior (140–120 Ma) y con el evento de acreción del terreno Piñón–
Pallatanga (Hughes & Pilatasig, 2002; Vallejo et al., 2006; Luzieux et al., 2006) a fines
del Cretácico superior (75–65 Ma) respectivamente.
Modelo de evolución considerando la acreción “Piñón–Pallatanga” como el principal
evento de deformación en Cordillera Real durante el Cretácico Superior.
A partir de muestras colectadas dentro del complejo ofiolítico Peltetec por Reyes (2006)
se han realizado análisis geoquímicos (Villagomez et al., 2005) cuyos resultados
preliminares indican que algunas muestra presentan afinidades de “plateau” basaltos OIB .
Este hecho implica que el origen de la ofiolita de Peltetec es complejo y que parte de la
deformación reportada en la Cordillera Occidental podría incluir a una gran parte de la
Cordillera Real. Villagomez et al. (2005) proponen que parte del basamento oceánico
cretácico de la Cordillera Occidental se extendería bajo el Valle Interandino hasta el
flanco occidental de la Cordillera Real y afloraría en la zona del complejo ofiolítico de
Peltetec.

Figura 17. Nuevos datos geoquímicas sobre algunas rocas colectadas en la ofiolita de Peltetec.
Izquierda: Elementos traza Sr/Nd indican una afinidad “plateau” basaltos (OIB). Derecha:
Elementos traza normalizados respecto al manto primitivo muestran poca variación en rocas del
complejo ofilítico Peltetec.
Fuente: Villagomez. (2005).
Un análisis detallado sobre las evidencias que soportan la existencia del evento
tectonometamórfico “Peltetec” en Cordillera Real como ha sido propuesto por Litherland
et al. (1994) indica que se basa en edades de “reajuste” térmico K-Ar. Las figuras
siguientes muestran diagramas de frecuencia de las edades K-Ar reportadas por Litherland
et al. (1994). Estos datos se concentran dentro de dos períodos importantes: el primero
entre 145–115 Ma y el segundo entre 105–45 Ma. Si se observa con detenimiento los
datos de reajuste térmico del período 145–115 Ma es claro notar que las rocas
involucradas corresponden únicamente a edades de los batolitos jurásicos, con la
excepción de una muestra de la subdivisión Sabanilla la misma que al ser analizada su
fuente bibliográfica de origen se encontró que existían en realidad dos edades para la
misma muestra: una en hornblenda (131.5 ± 7 Ma) y otra en biotita (76 ± 3 Ma). En
cambio, para el período comprendido entre 105–45 Ma, las edades de reajuste K-Ar
provienen tanto de las rocas encajantes (unidades Tres Lagunas, Agoyán y Sabanilla)
como de los batolitos jurásicos .
Otra evidencia que soporta el evento Peltetec constituyen ciertas edades K-Ar obtenidas
en rocas del terreno Alao. Según Litherland et al. (1994) las edades radiométricas
obtenidas para la unidad Alao-Paute son 92 Ma, 99 ± 10 Ma, 108 ± 8 Ma, 115 ± 12 Ma y
142 ± 36 Ma y se las ha considerado como edades de reajuste térmico.
Edades no publicadas por Prof. Etienne Jaillard (comunicación personal, 2005) obtenidas
sobre fósiles de plantas colectadas en la Unidad Maguazo en el sector de Peltetec han sido
examinadas por el Prof. Georges Barale de la Universidad de Lyon, Francia, quien las
describe como una asociación de edad Kimmeridgiano–Aptiano superior (150– 112 Ma).
Si se considera el escenario en el cual las edades K-Ar pre-cretácicas del terreno Alao y de
los batolitos Zamora, Abitagua y Azafrán no corresponden a edades de reajuste térmico,
entonces implicaría por una parte que el evento “Peltetec” propuesto por Litherland et al.
(1994) quedaría sin sustento considerando además que existe muy poca deformación y
estructuras que evidencien este evento tectono-metamórfico en los sedimentos de la
cuenca Oriente (por ejemplo: Baby et al., 2004).

Figura 18. Esquema estructural donde se observa el período de acreción del plateau Piñón-
Pallatanga durante el Campaniano y el consecuente desarrollo de las formaciones Yunguilla y
Tena.
Fuente: Reyes, P. (2006).
De esta manera, Reyes (2006) propone un evento de plegamiento y levantamiento “pre–
Yunguilla” relacionado con la acreción del terreno Piñón–Pallatanga durante el Cretácico
Superior (Campaniano) como lo proponen Hughes & Pilatasig (2002) el cual levanta parte
de la Cordillera Real y favorece el desarrollo de la Fm. Yunguilla al Oeste y la Fm. Tena
hacia el Este de la Cordillera Real. El segundo evento de deformación “post–Yunguilla”
propuesto por Reyes (2006) se caracteriza por afectar a rocas de la Fm. Yunguilla por
medio de un gran cizallamiento.

Figura 19. Esquemas teóricos sobre la evolución Cretácica de la Cordillera Real y el Bloque
Amotape. (a) La colisión del plateau Piñón – Pallatanga causaría la interrupción del volcanismo en
el arco volcánico Alao, pero permite la continuidad del volcanismo en la parte sur por medio de un
régimen extensivo. (b) La migración del plateau Piñón – Pallatanga en dirección NNE adiciona
fragmentos en el bloque Amotape y genera una zona de melange al Norte del mismo. La rotación
final se completa en este período.
Fuente: Reyes, P. (2006).
Volcanes de la cordillera Real
Al este del valle Interandino y a lo largo de la cordillera Real, se encuentra una franja de
estratovolcanes, que aparentemente están dispersos, sin organización definida. La longitud
de esta franja alcanza unos 350 kilómetros en el Ecuador, con una anchura de hasta 30
kilómetros. Su rumbo es subparalelo a la fila volcánica de la cordillera Occidental. En
general, el basamento sobre el cual están emplazados estos grandes conos, es la formación
Pisayambo o las rocas metamórficas. Los volcanes principales que definen esta franja
volcánica, incluyen: Sangay, El Altar, Tungurahua, Quilindaña, Cotopaxi, Sincholagua,
Antisana, Pambamarca, Cayambe y Cerro de Soche. Al sur del Sangay, desaparece esta
fila volcánica, ya que estos volcanes se asientan sobre la línea de segmentación que separa
corteza continental y zona de subducción, de carácter totalmente distinto (Hall y Wood,
1985). Por otro lado, vale destacar la presencia de la caldera de Chalupas de 20 kilómetros
de diámetro, en cuyo interior, se encuentran los remanentes del estratovolcán Quilindaña.
La formación de esta caldera, está relacionada con lo emisión de unos 100 kilómetros
cúbicos de ceniza pumítica de composición riolítica (Beate, 1989), cuyos depósitos están
intercalados en la formación Cangagua del Pleistoceno Tardío.

4. GRAVEN DE QUITO
El Graben de Quito o fosa interandina o el llamado Callejón interandino o Depresión
Interandina (DIA) según Lavenu (1.994), es una estructura sobrepuesta en el flanco
occidental y en la parte del eje del anticlinorio de la Cordillera Real.
La fosa está rellena mayormente de lavas andesíticas, depósitos lagunar-continentales y
fluvioglaciales de edad Neogeno-cuaternaria, formados en condiciones de un relieve alto-
montañoso, depositados sobre las volcanitas Pisayambo, las cuales posiblemente forman
una mena, sobre la cual se originaron los enormes estratovolcanes del Norte del país.

Figura 20. Esquematización del graben de Quito


Fuente: NASA. (2009).
Los estratovolcanes al igual que el graben de Quito, con el desarrollo del cual están
genéticamente relacionados, son característicos solo para el Norte del país, ellos no
continúan hacia el Sur y antes de la zona transversal Puná-Méndez. La distribución de los
mismos permiten considerar a esta estructura como una depresión volcano-tectónica, la
cual limita en lo largo de fallas profundas con las Cordilleras que se levantan a sus
costados.
La fila occidental de volcanes incluye los siguientes (de sur a norte): Chimborazo
(6.310m.), Carihuairazo (5.020m.), Illinizas (5.263m.), Corazón (4.788m.), Atacazo
(4.410m.), Pichincha (4.794m.) Cotacachi (4.939m.), y a lo largo de la Cordillera Real, en
el límite oriental del graben de Quito, se localizan los siguientes volcanes: Altar (5.319
m.), Quilindaña, Cotopaxi (5.897m), Sincholagua (4.893m.), Puntas (4.452m.) y Cayambe
(5.790m.).
Los movimientos recientes (neotectónicos) ocurridos a lo largo de los sistemas de fallas
que limitan el Graben de Quito son del tipo transcurrente dextral y están accionados por la
placa de Nazca que en dirección noreste se subduce bajo los Andes Nórdicos.
Esta zona se caracteriza por tener depósitos exhalativos de azufre en las provincias de El
Carchi y Chimborazo, aguas minerales de diferentes tipos relacionadas con los sistemas
de fallas y el volcanismo, pero el mayor rubro minero corresponde a la explotación de
piedra pómez en la provincia de Cotopaxi.

Figura 21. Subducción


Fuente: Laenu. (1994).
Por último, es necesario señalar que a lo largo del Graben de Quito, existen depósitos
piroclásticos, lavas, aglomerados y tobas volcánicas, constituidos de polvo y arena
volcánica, lapilli, fragmentos y bloques de andesita que son explotados para abastecer de
materiales de construcción a las principales ciudades del Centro y Norte de la Sierra
ecuatoriana
Valle interandino
El Valle interandino en el Ecuador, es una depresión tectónica – geomorfológica situada
entre las Cordilleras Occidental y Real (diferencias de alturas de cerca de 2000 m), de
dirección N–S a NNE-SSW, de 25 Km de ancho, 300 Km de largo, que va entre 2°10’S
(zona de Alausí) hasta 0°30’N (zona del Chota) y que empezó a formarse desde el
Mioceno Tardío-Plioceno, presumiblemente desde el Norte (Winkler et al, 2002).
El IAV se encuentra dividido en tres segmentos por dos importantes nudos. Estos nudos
volcánicos marcan importantes cambios en la orientación de la depresión. El segmento
Central (Quito-Guayllabamba) ha sido denominado IAV Central y su límite norte es el
nudo constituido por los volcanes Mojanda y Cusín y su límite Sur el nudo constituido por
los volcanes Rumiñahui, Pasochoa, Cotopaxi e Illiniza.

Se consideró el que IAV, se había formado por procesos tectónicos extensivos E-W en el
Mio-Plioceno.
Posteriormente, y basados en los estudios de neotectónica hecha principalmente por
Soulas, concluyen que el IAV es una cuenca de ‘piggyback’ (cuenca transportada en un
complejo de fallas inversas de bajo ángulo) y que su deformación es producida por
movimientos diferenciales entre la Cordillera Occidental y la Cordillera Real, durante el
Plio-Cuaternario. Esto habría provocado movimientos de transpresión y transtensión.
Un tercer modelo considera al IAV como una banda comprimida (restraining bend) y a los
Andes septentrionales ecuatorianos como una gran zona transpresiva dextral (Ego &
Sebrier, 1996).
Por recientes trabajos que incluyen nuevas edades, proponen un cuarto modelo en el cual
el IAV, se formó como resultado de desplazamiento a lo largo de la banda comprimida
formando una cuenca de tipo “spindle shaped”, que se abrió y cerró como movimiento de
tijeras entre las dos cordilleras desde hace unos 6 Ma, presumiblemente en respuesta a un
incremento en el acoplamiento de la subducción del Ridge Carnegie.
EL valle interandino, involucra a varias cuencas (Chota, Quito-Guayllabamba, Latacunga-
Ambato, Alausí-Riobamba), con un relleno sedimentario de edad Mioceno Tardío hasta
Holoceno. Estas cuencas, son más jóvenes que las cuencas Intermontanas del Sur del
Ecuador.
Trabajos en las cuencas del IAV (Winkler at al, 2002) proponen una correlación tentativa,
la cual se muestra en la siguiente figura:
Figura 23. Correlación estratigráfica tentativa en las cuencas del IAV
Fuente: Winkler, (2002)
Sistema de fallas inversas de Quito
El Sistema de fallas activas inversas de Quito es un excelente ejemplo para estudiar el
estilo de crecimiento de fallas y variaciones de desplazamientos asociados con fallas
inversas activas debido a que los sedimentos sintectónicos han grabado la historia del
desplazamiento. Si bien en el campo las fallas de Quito y Catequilla no han sido
observadas, algunas fallas asociadas de escalas menores han sido descritas (e.g. Falla
Botadero).
A diferencia de fallas normales y de rumbo, pocas fallas inversas han sido estudiadas en
detalle en el mundo y sus geometrías, estadísticas y relaciones desplazamiento/longitud
son pobremente conocidas (Burbank & Anderson, 2001).
Existen clásicamente dos modelos para el crecimiento de una falla: crecimiento por
propagación radial y por enlace de segmentos, y solo en situaciones en la que sedimentos
sintectónicos graban como el desplazamiento de las fallas varió a través del tiempo es
posible diferenciar entre estos modelos (Burbank & Anderson, 2001).
El estilo de fallamiento inverso en el IAV Central, es por enlace de segmentos (al menos 3
segmentos) en subsuperficie. La expresión morfológica de estos segmentos son tres lomas
(ridges) no alineadas que corresponden a pliegues y flexuras que están íntimamente
relacionados con la falla subyacente. La evidencia de campo muestra como los segmentos
propagaron desde el norte en pulsos.
En el IAV Central, como la depositación ocurrió sincrónicamente con el fallamiento
inverso, los estratos asociados con la deformación (Post- Fm. San Miguel) proveen las
mejores claves para descifrar la historia del levantamiento y crecimiento de las lomas
desde el Pleistoceno Medio. El pinchamiento de toda la Fm. Chiche hacia CCR
(observable en la zona de Oyacoto), sugiere que esta loma constituyó un alto estructural al
tiempo de su depositación. Así mismo, más al Sur en la zona de Quito se observa como la
Fm. Chiche está involucrada en la deformación de la falla de Quito (BBR, zona de
Zámbiza) y se ve hacia el tope de esta formación una depositación sintectónica con el
levantamiento de esta loma, manifiesta en la discordancia angular entre la Fm. Chiche con
la suprayacente Fm. Machángara, discordancia que es mayor hacia el norte (zona de
Zámbiza) que hacia el Sur (zona del Batán).
En adición la morfología de las lomas es un factor a ser tomado en cuenta para determinar
su edad relativa, la loma más septentrional (CCR) es más degradada por deslizamientos y
disectada por erosión que BBR e IPR. La loma más meridional (IPR) tiene claramente una
morfología más suave y menos erosionada, especialmente en el extremo sur (fin de la
falla) donde su altitud va decreciendo (el desplazamiento del Sistema de fallas de Quito va
desapareciendo hacia Amaguaña).
Toda esta evidencia tectónica, sedimentológica y morfológica, indica que el Sistema
empezó a propagar desde el Norte en una serie de pulsos a lo largo de segmentos que
colectivamente forman el Sistema de fallas activas inversas de Quito.

5. CORDILLERA OCCIDENTAL (ARCO OCCIDENTAL)


La Cordillera Occidental constituida por rocas sub-metamórficas, una secuencia de arco
de isla que incluye basaltos de corteza oceánica del Cretácico temprano a tardío intruidas
por granitoides de tipo I del Eoceno tardío y más jóvenes. (Hughes y Pilatasig, 2000). Se
dividió en dos zonas separadas por la formación San Mateo que constituye un gran
abanico volcánico y lahares depositados al margen occidental de la cordillera.
La sección norte compuesta por lavas basálticas, tobas, brechas con rocas
ultrabásicas, lavas andesíticas, volcano-sedimentos, dispuestas en franjas de dirección
NE-SW e intruídas por plutones granodioríticos del Eoceno. Se encuentra afectada
por fallas dextrales paralelas a las estructuras principales (NE-SW), por ejemplo la
zona de falla Nanegalito, con movimiento Holoceno y tasa de desplazamiento entre 0.2 y
1 mm/yr.
La sección central, se forma por franjas Cretácicas de rocas acrecionadas de arco de isla
con dirección NNE-SSW, hacia el sur se observa una secuencia de lavas andesíticas y
volcanoclastos del Paleoceno cortada por fallas de dirección NE-SW. Se observa un
fallamiento Cuaternario compresivo con estructuras N-S de vergencia este y
oeste, sugiriendo estructuras de pop up.
Evolución geodinámica de la Cordillera Occidental
Este estudio propone un nuevo modelo, comprobable de la evolución geológica de las
rocas de la Cordillera Occidental del Ecuador, que se basa en los datos presentados en
este, y los estudios anteriores
El modelo que aquí se presenta, con el apoyo de un marco coherente estratigráfica para el
basamento ígneo volcánica y la cubierta sedimentaria y volcánica, teniendo en cuenta que
la derivada mantleplume rocas máficas y ultramáficas del sótano de la Cordillera
Occidental y la región costera eran originalmente parte de la misma oceánica meseta
(Vallejo et al, 2006;. Luzieux et al, 2006;. Luzieux, 2007) que es equivalente a la CCOP ~
88 Ma. De acuerdo con los resultados presentados en este estudio, la geología se puede
explicar por el evento de acreción único, y que la actividad volcánica posterior fue casi
continua desde la última Maastrichtiano.
 Coniaciano (88 Ma): El origen del basamento cristalino.
El zircón U / Pb (SHRIMP) de edad de 87,1 ± 1,66 Ma (2σ) de un E-MORB tipo de roca
ígnea de la Unidad de San Juan, es la primera edad U / Pb radiométrica que se obtengan
de las rocas del basamento de las rocas máficas meseta oceánica de la Cordillera
Occidental. La edad U / Pb es consistente con el vulcanismo asociado a la meseta del
Caribe durante 91-88 Ma (Sinton et al., 1998) y una edad 40Ar/39Ar de 88 ± 1,6 rocas
meseta Ma (2σ) de océanos de la Formación Piñón costera (Luzieux et al., 2006).
La última reconstrucción del Cretácico paleotectónico y movimientos de las placas de la
meseta del Caribe y Placa Farallón relativa a América del Sur todavía no son bien
limitados, y reconstrucciones de placas de la Placa del Caribe tienden a ser inexactos para
la región ecuatoriana, debido a la falta de datos cuantitativos. Duncan y Hargraves (1984)
propuso un modelo en el que el ~ 90 Ma el Caribe meseta formada por encima del punto
caliente de Galápagos y su extremo oriental se encuentra ~ 2200 km al este de la Placa
Sudamericana. En consecuencia, la meseta tendría que desviarse hacia el este a chocar con
la placa del noroeste de América del Sur. Sin embargo, esto no es totalmente coherente
con la deriva NE dirigido de la placa Farallón, según lo propuesto por Pilger (1983) y
Engebretson (1985). Además, Pindell et al. (2006) sugirió que el punto caliente de
Galápagos se encuentra alrededor de 1000 km al oeste del sitio fueron la Meseta del
Caribe extruido. Al considerar el movimiento de barrio al noreste de la Placa Farallón
durante el Cretácico Superior, lo más probable es que el borde de la meseta del Caribe
oblicua colisionó con el noroeste de la Placa Sudamericana.

Figura 24. Acreción de la placa del Caribe


Fuente: Duncan y Hargraves (1984)
 Santoniense al Campaniano temprano (85-83 Ma): Iniciación de subducción por
debajo de la oceánica meseta
El inicio de buzamiento hacia el oeste de subducción en la vanguardia de la meseta era
probablemente responsable de la generación del océano Santoniense isla de arco
relacionados, Granito Pujilí, y boninites de la Formación La Portada. El tiempo
transcurrido entre la erupción de los basaltos de meseta oceánica y la secuencia de la isla
de arco sugiere que la migración de la Meseta del Caribe y posterior inicio de la
subducción hacia el oeste, debajo de la meseta se produjo dentro de mi ~ 3 de la erupción
de la meseta. Según su modelo, el lapso de tiempo entre la erupción de la meseta
oceánica, que se estima en alrededor de 89-87 Ma y la erupción del Batolito de Aruba es
sólo ~ 2 Ma, lo que sugiere que el proceso de colisión, la inversión de polaridad de
subducción y magmatismo de arco se produjo dentro de este intervalo, que no es realista.
Un análogo es proporcionado por la meseta de Ontong Java, que chocó contra el arco de
Salomón isla en el suroeste del Océano Pacífico.
Figura 25. Geodinámica de la Cordillera Occidental
Fuente: Duncan y Hargraves (1984)
Petterson et al. (1999) indicó que la colisión se produjo en el Mioceno inferior, y que los
flip subducción puede haber ocurrido en el Mioceno Medio, lo que sugiere que los
procesos de colisión y subducción de polaridad tirón se producen durante períodos
prolongados de tiempo (~ 6 Ma), lo cual es incompatible con el los modelos de Burke
(1988) y White et al. (1999). Según estos autores, los bordes de las mesetas oceánicas
flotantes que se encuentran en la compresión desviadora (por ejemplo, canto de empuje)
puede fallar a través de fallas inversas, permitiendo que el MORB más densa de
subducción por debajo de la flotación primordial meseta oceánica, si se superan las
fuerzas de fricción. Su modelo también puede explicar la formación de Santoniano-
Campaniano boninites de la Formación La Portada, a través de la iniciación de la
subducción de la corteza oceánica por debajo de lo normal una cuña del manto caliente y
altamente empobrecido, por debajo de la meseta del Caribe, durante las primeras etapas de
magmatismo de arco, que coincide con un ambiente tectónico poco después de la erupción
de la Meseta del Caribe.
 Campaniano al Maastrichtiano (83-75 Ma): El Río Cala arco de isla
La secuencia de Río Cala Arco, que se expone en el norte de la Cordillera Occidental, se
define como una serie de turbiditas volcanoclásticas (Natividad, Pilatón y las formaciones
Mulaute), intercaladas con secuencias de lavas basálticas. Seguimiento y las firmas más
importantes de los elementos geoquímicos de las facies sedimentarias y volcánicas son
típicos de rocas que se formaron en un ambiente de arco de islas.
Turbidíticos rocas sedimentarias se depositaron en abanicos submarinos procedentes de la
isla de los volcanes de arco. Como ya se ha demostrado, las rocas de arco de isla de la
Cordillera Occidental pueden ser temporal y geoquímico correlacionado con rocas de arco
de islas de la zona costera, que incluyen el Las Orquídeas, San Lorenzo y formaciones
Cayo. Los elementos traza y los datos isotópicos (Pb) indica que las rocas de la isla de
arco de la Formación Río Cala pudieron haber estallado a lo largo de una meseta oceánica
(Allibon et al., 2005), sugiriendo fuertemente una subducción al oeste descendiendo por
debajo de la meseta oceánica.
 Última Campaniano al Maastrichtiano (~ 73-70 Ma): Colisión del magmatismo
Bloquear subducción
Pallatanga relacionados a continuación del borde de ataque de la meseta oceánica por
terminados durante el Maastrichtiano, lo que indica que buzamiento hacia el oeste de
subducción cesado, que fue probablemente causado por la obstrucción de la zona de
subducción durante la colisión la corteza oceánica meseta continental. El cese del
magmatismo de arco fue sincronizado con los cambios rápidos en la declinación
paleomagnético entre 73 y 70 Ma, tanto en el Piñón y los bloques de San Lorenzo.
Además, las rocas sedimentarias de la Formación de Yunguilla, se deforma altamente,
antes de la deposición de la Formación Paleoceno Saquisilí
El mismo período de tiempo también se caracteriza por un enfriamiento rápido y la
exhumación (> 1km/my) en la Cordillera Oriental y el Complejo de Amotape (Spikings et
al., 2000, 2001, 2005), que probablemente se asoció con el levantamiento de rock porque
era sincrónica con el depósito de alta energía rocas sedimentarias en las regiones de
antepaís y retro-antepaís. Aspden et al. (1992) reportan generalizada reposición de K / Ar
edades adquiridos del Jurásico-Cretácico inferior en la Cordillera Real en 85-65 Ma.
El primer caso de un enfriamiento significativo y la exhumación detectado a lo largo del
margen continental por 40Ar/39Ar(Mica blanca, biotita) y Huellas de Fisión (zircón,
apatito) termocronología ocurrió durante 75-65 Ma en el complejo de Amotape (Spikings
et al, 2001;. 2005). Roca levantamiento y exhumación de la Cordillera Oriental dio lugar a
la principal fuente de detritos para la formación Maastrichtiano Yunguilla. En la Cuenca
Oriente, ubicado al este de la Cordillera Oriental, la Formación Tena fue depositado en un
sobrellenado, retro-cuenca de antepaís, que recibió cada vez mayores proporciones
modales de minerales metamórficos, como resultado de la exposición progresiva de los
niveles profundos de la exhumación Cordillera Oriental.
La presencia de rocas máficas acumular dentro de los bloques fallados del bloque de
Pallatanga (San Juan Unidad), y como bloques dentro de las zonas de cizalla en la región
de Guaranda, indica que la colisión pudo haber sido el responsable de la exhumación de
los niveles profundos de la meseta. Indicadores de corte en el sentido Calacalí - Pujilí -
Falla Pallatanga sugerir un sentido de movimiento dextral, asociado con este-noreste de
colisión pabellón orientado de la Meseta del Caribe

Figura 26. Mapa Geológico de la Cordillera Occidental


Fuente: Hughes y Pilatasig, (2002)
 Última Maastrichtiano: El Arco Silante
Durante la última Maastrichtiano, los bloques de Pallatanga y Piñón (y sus asociados de
San Lorenzo y Río Cala secuencias de arcos de islas) ya se había acrecentado con el
margen continental, y formó la margen norte-occidental de la Placa de América del Sur.
Nuestra identificación de una serie de rocas volcánicas que producen calco-alcalinas
firmas geoquímicas (Tandapi facies volcánicas) en ~ 65-60 Ma, que se asocian con rocas
sedimentarias continentales de la Silante Formación, indica claramente que una nueva fase
de actividad volcánica a lo largo del margen NW de América del Sur se inició a finales del
Maastrichtiano.
El Arco Silante estalló en la parte superior del bloque de acreción alóctona en la parte
norte de la Cordillera, y en la parte superior de la corteza continental en las latitudes del
sur (Sacapalca Fm.). La masa de tierra se convirtió en emergente en la última
Maastrichtiano al Paleoceno temprano, debido a que la formación Silante suprayacente se
depositó en un ambiente terrestre. Los datos termocronológicos de la Cordillera Oriental
indican un acelerado enfriamiento de 65 a 55 Ma, impulsado por el aumento de las tasas
de exhumación (Spikings et al., 2000, 2001), que fue sincronizada con la deposición de
capas rojas de la Formación Tena en la Cuenca Oriente de Ecuador, lo que indica que un
medio terrestre fue extendida en el extremo de la Maastrichtiano.
 Paleoceno: El Arco Macuchi
Condiciones marinas se reanudó durante el Paleoceno temprano en el antearco, debido a
que las rocas volcánicas de la Unidad de Macuchi estalló debajo del nivel del mar, y
puede representar una continuación de la última Arco Silante Maastrichtiano. El
sedimentaria Pilaló y las formaciones Saguangal fueron depositados en las latitudes norte,
y proceden probablemente de la Macuchi Arco y la Formación Silante, según lo sugerido
por las firmas geoquímicas de sus detritus volcánico. Sin embargo, la cuenca del
Saguangal también recibió material detrítico de las rocas metamórficas y graníticas de
origen, lo que corrobora la soldadura completa del antearco actual Ecuador. Durante el
mismo período, la cuenca del Saquisilí formado entre el Arco Macuchi y la Cordillera
Oriental. La cuenca fue suministrada dominante de la Cordillera Oriental emergente.
 Eoceno temprano a Medio
El depósito de la Formación Pilaló, probablemente continuó hasta el Eoceno Temprano,
como se indica en la Latacunga - La Maná sección de carretera, donde se
concordantemente la Formación Pilaló cubiertas por calizas del Eoceno Medio de la
Formación Unacota, que pueden haberse formado a lo largo de los flancos de la Macuchi
Arco, como ya se sugirió por Egüez (1986). Durante el Eoceno Medio, el emplazamiento
de los granitos de tipo I a lo largo de lo que hoy es la frontera occidental de la Cordillera
Occidental, era coetáneo con la erupción de rocas volcánicas de la Unidad de Macuchi.
 Eoceno
Durante las rocas del Eoceno Tardío, los turbidíticos de la Formación Apagua fueron
depositados en las calizas de la Formación Unacota. Una sucesión litoestratigráfica similar
se registra (1) en la secuencia del sótano de la cuenca de la costa de Manabí, Ecuador,
donde turbiditas de la Formación San Mateo cubrir las calizas de la Formación San
Eduardo (por ejemplo, Kennerly, 1980), y (2) en el Piñón Bloquear los depósitos de aguas
profundas de fans de Las Masas y se superpone a la Formación Calizas Ancón San
Eduardo (Luzieux, 2007). Este cambio generalizado de ambiente de depósito refleja en
general la profundización de las cuencas.
Esto cambia Eoceno tardío se correlaciona con un período de rápida convergencia oblicua
de la placa de Nazca (Pardo Casas y Molinar, 1987) y las placas de América del Sur. La
deposición de los conglomerados gruesos ricos en clastos metamórficos en la Cuenca
Oriente, da fe de la superficie rápida elevación de la Cordillera Oriental (Spikings et al,
2000;. Ruiz, 2002;. Ruiz et al, 2004).El Arco Macuchi estuvo activo durante el Eoceno
tardío, como lo demuestran las rocas ígneas extrusivas e intrusivas en la Cordillera
Occidental, que producen las edades de ~ 35 Ma.
El detrito volcánico se distribuye regionalmente, debido a las rocas del Eoceno Tardío
sedimentarias de la región de la costa (Punta Blanca, San Mateo y las formaciones de
Zapallo) recibió grandes cantidades de minerales volcánicos derivados (Bristow y
Hoffstetter, 1977; Luzieux, 2007).El Eoceno tardío rocas sedimentarias turbidíticas de la
Apagua y las formaciones de El Laurel, fueron depositados en la parte central y norte de la
Cordillera, respectivamente. Análisis de procedencia indica que estas formaciones
registrar un aumento al alza de los minerales metamórficos y ZTR, lo que sugiere que el
núcleo más profundo del Paleozoico y mayores de la Cordillera Oriental fue siendo
progresivamente elevado y erosionado.
Finalmente, este estudio concluye que no hay evidencia de acumulación de Eoceno tardío
de una alóctona Arco Macuchi, según lo sugerido por los autores anteriores (Jaillard et al,
1995;. Hughes y Pilatasig, 2002) para dar cuenta de la inversión estructural de la cuenca
del Angamarca. Por el contrario, como se muestra en los capítulos anteriores, las rocas
volcánicas de la Unidad de Macuchi se concordantemente por turbiditas de la Formación
Apagua. Por otra parte, el vulcanismo continúa durante todo el Eoceno, y parte del
Oligoceno, se opone a un evento de colisión durante este período.
 Última Eoceno - Oligoceno
Un gran evento tectónico afectó amplias zonas de Ecuador durante el Eoceno al Oligoceno
última. Durante este período, la elevación de la superficie dentro de la cordillera central,
occidental genera una masa de tierra emergente, según lo documentado por una
discordancia angular entre la formación de Rumi Cruz y el suprayacente, la Formación
Mioceno Zumbagua. En la parte norte de la Cordillera Occidental, el Oligoceno de San
Juan de Formación Lachas se deposita discordantemente en la parte superior del Eoceno
Formación Laurel y la formación tardía del Cretácico Pilatón.
Estas relaciones, presumiblemente coincida con un gran evento del Oligoceno de la
Cordillera Occidental, lo que produjo NS ejes veces en las secuencias pre-Oligoceno de la
Cordillera Occidental. De manera similar. el período Oligoceno está representado por un
hiato extendido en la región costera (Luzieux, 2007). Esta discordancia puede estar
relacionado con el evento regional tectónica en las cordilleras adyacentes occidental y
oriental, y antearco.
Volcanes de la cordillera occidental.
A lo largo de la cordillera Occidental, tenemos el frente volcánico o fila de volcanes, que
define más típicamente el arco volcánico. El rumbo de esta fila es aproximadamente nor -
noreste, desde el Chimborazo al sur, hasta el Chiles, en el límite con Colombia. En total,
la cobertura volcánica tiene unos 360 kilómetros de longitud y 30-40 kilómetros de
anchura. Las elevaciones de los estratovolcanes principales, alcanzan los 4.500 - 5.000
metros; sin embargo, el Chimborazo llega a 6.310 metros, siendo uno de los volcanes más
altos de los Andes septentrionales. El frente volcánico contiene los siguientes volcanes:
Chimborazo, Carihauirazo, Quilotoa, Razayacu, Almas Santas, Illiniza, Corazón,
Ninahuilca, Guagua y Rucu Pichincha, Casitagua, Pululagua, Cotacachi, Cuicocha,
Yanaurcu, Píllaro, Huanquillaro, Iguin, Cifazón, Chiles, Cerro Negro de Mayasquer y
muchos otros volcanes y centros de emisión de tamaño menor. La ubicación de los
volcanes está controlada por la presencia de otras fallas y fracturas, que interceptan en
forma diagonal (NE-SW o NW-SE) a a fractura principal. Son las fallas y fracturas de
mayor profundidad, que han dado acceso a los magmas en superficie.
Figura 27. Actividad volcánica cuaternaria y reciente en la sierra ecuatoriana
Fuente: Núñez, E. (2003).

6. ZONA ANTEARCO O COSTANERA


La región costera se ubica al oeste de los Andes, comprende una serie de cuencas de edad
Cretácica a Cenozoica, soportada por rocas de corteza oceánica Cretácica (Hughes
y Pilatasig, 2000), incluye por formaciones sedimentarias que incluyen areniscas,
lutitas, secuencias turbidíticas, conglomerados, arcillas marinas de estuario, de edades
Eocénicas a Cuaternarias, fue dividida en cuatro zonas.
La costa norte, separada por un sistema de fallas de dirección NE-SW, se encuentra
afectada por fallas inversas y dextrales. Las fallas por las que se encuentra afectada
(San Lorenzo, Esmeraldas, Río Canandé) se encuentran poco estudiadas y las tasas
de movimiento son inferiores a 1 mm/yr o desconocidas.
La llanura costera, constituye una planicie conformada principalmente por arenas,
conglomerados, sedimentos fluviales, arcillas marinas de estuario. Las fallas
cuaternarias que la afectan presentan una dirección NNE-SSW, de movimiento
compresivo con vergencia hacia el oeste (Falla Quinindé). El grado de conocimiento
de las fallas de esta zona es bajo y la mayor parte de ellas son inferidas.
El sistema de falla costero, se encuentra definido por un sistema de fallas de
dirección NNE-SSW que elevan restos de corteza oceánica y cortan
formaciones sedimentarias. Los movimientos Cuaternarios están representados por
fallas dextrales con un componente inverso y vergencia hacia el oeste que siguen
la misma dirección que las estructuras principales.
La sección sur se diferencia de las anteriores por la dirección de las estructuras
que disponen a las formaciones sedimentarias en franjas NW-SE. Se encuentra
afectada por fallas inversas con dirección NW-SE con vergencia hacia el noreste. Además
costa fuera se observa una falla normal (Falla Posorja), cuyo bloque hundido se
ubica en el sur, y corresponde a una cuenca de pull-apart (Witt et al., 2006).
Geología Zona Antearco
La Costa comprende la extensa y plana cuenca del Guayas al Oeste de los Andes, así
como también la cadena de montes marginales y la zona costera.
La región representa una cuenca sedimentaria de un Ante-Arco perteneciente al Cretácico
superior o al Cenozoico, con un basamento de basaltos del Cretácico inferior (Fm. Piñón)
que está cubierta por sedimentos pelágicos con algunos volcánicos del Cretácico superior
(Fm. Cayo) depositados en una cuenca marginal ensimática Ante-Arco (en el techo arco-
fosa). La subsidencia diferencial continua permitió la acumulación de sucesiones
sedimentarias del terciario de gran espesor, en tres centros de depósitos principales: mas
de 9.000 metros en la cuenca Progreso y por lo menos 4.000 metros en las cuencas
Borbón y Manabí.
La estratigrafía de la región antearco del sistema de subducción ecuatoriano ha permitido
definir dos zonas de relleno sedimentario diferente. Estas dos zonas, están separadas por
la falla Colonche y comprenden actualmente las siguientes sub-zonas:
Al Norte: la CCC, la CCO y las cuencas Manabí y Borbón.
Al Sur: la Península Santa Elena, la Cuenca Progreso, el Graben Jambelí.
Figura 28. Mapa estuctural Zona Costera
Fuente: Witt , (2006).
Evolución geodinamica de la Costa Ecuatoriana
De acuerdo con las hipótesis corrientemente aceptadas y apoyadas por los nuevos datos
estratigráficos y tectónicos, la zona Norte aparece como un bloque exótico acrecionado al
continente, poco deformado; mientras que la zona Sur se presenta como un bloque
también exótico que sufrió un acortamiento tectónico no despreciable durante el proceso
de acreción y rotación. En consecuencia, en la historia geológica del antearco del sistema
de subducción ecuatoriano se pueden definir tres etapas geodinámicas:
 Pre-colisión: evolución oceánica e insular (Aptiense Sup. - Campaniense Inf. 108-
80 Ma)
 Colisión: del arco insular contra la placa sudamericana (Campaniense Inf. -
Eoceno Sup. 70-36 Ma)
 Post-colisión: creación de la región antearco actual (Oligoceno a actual, 36-0 Ma)

Figura 29. Límites de las cuencas de la Zona Costera


Fuente: Witt, (2006).
Durante el Cenozoico superior, la zona costanera es una plataforma marina que ve
depositarse sedimentos litorales sobre las turbiditas cretácicas-eocenas y sobre los
carbonatos del Eoceno superior. Los sedimentos del Cenozoico superior se depositan en
cuatro cuencas distintas, estructuradas por sistemas de fallas normales ONO-ESE
provenientes de las presiones, a las cuales está sometido el bloque oceánico costanero
desde su acreción al continente (Cretácico terminal-Eoceno). Estas fallas (de Esmeraldas,
de Bahía de Caráquez, de Chongón-Colonche, de La Cruz) delimitan, de norte a sur, las
cuencas de Borbón, Manabí, Progreso, Jambelí. La cuenca de Jambelí todavía se
encuentra actualmente debajo del nivel del mar.

Figura 30. Cretácico de la Zona Costera


Fuente: UCE, (2006).
Las fallas NE-SO, paralelas a la dirección general de los Andes ecuatorianos, bien visibles
entre Bahía de Caráquez y la frontera colombiana, forman une de los otros elementos de la
estructuración de la Costa. Parecen haber desempeñado un papel importante en
laevoluci6n de la cuenca terciaria de Borbón. Según M.C. Daly (1989), estas fallas se
habrían formado durante un periodo de extensión oligocénica (fallas normales),
contemporáneo de una convergencia lenta. Luego, en el Mioceno superior y
probablemente hasta el actual, durante un período de tectónica compresiva y de
convergencia rápida de las placas. estas fallas habrían vuelto a jugar en fallas inversas (u
dextrales).

Figura 31. Paleoceno a Eoceno de la Zona Costera


Fuente: UCE, (2006).
El Oligoceno inferior está ausente del conjunto de la zona costanera; sólo parece estar
representado el Oligoceno superior (miembro Zapotal de la formación Tosagua), pero
todavía no se ha encontrado ningún fósil característico. Así coma el Perú (R. Marocco y
De Muizon, 1988). el Ecuador muestra una laguna del Oligoceno inferior, que se debe
probablemente a una regresión. El Mioceno y el Plioceno tienen ambiente marino litoral
en las cuatro cuencas. a1canzando varios miles de metros de areniscas y arcillas muchas
veces fosilíferas.

Figura 32. Oligoceno de la Zona Costera


Fuente: UCE, (2006).
Las cuencas costaneras neógenas (por10 menos las cuencas de Progreso y de Jambelí,
pueden ser interpretadas como cuencas en extensión debido a la migración hacia el norte
del bloque costanero. El neto retroceso hacia el norte de las facies de la cuenca de Jambelí
(S. Benitez, 1986) apoya la hipótesis de un funcionamiento neógeno y actual, en extensión
de esta cuenca.

Figura 33. Mioceno de la Zona Costera


Fuente: UCE, (2006).
Queda el problema de la "virgación" de Jipijapa. En efecto. al nivel de esta localidad la
orientación de los afloramientos de rocas volcánicas y sedimentarias cretácicas. de origen
oceánico, pasan de NE-Sa (norte y centro del Ecuador) a NNO-SSE (Cordillera de
Chongón-Colonche. limitando al norte la cuenca de Progreso). Podemos decir que se trata
de una virgación, es decir, dela torsi6n tectónica de un afloramiento inicialmente más o
menos recto. O bien, se trata de un "artefacto geológico", una disposici6n resultante de la
erosión, pero simulando una virgación.

Figura 34. Plioceno de la Zona Costera


Fuente: UCE, (2006).
Cosa curiosa. los geólogos no parecen haberse preocupado por este problema. En el
estado actual de los conocimientos, la hipótesis de la torsión tectónica (virgación) choca
con el modelo generalmente admitido en la actualidad de un bloque costanero migrando
hacia el norte: la única manera para provocar este tipo de torsión seria admitiendo una
deformación a 10 largo de grandes fallas NE-SO descolgantes siniestrales. Estas fallas
existen (Falla Dolores Guayaquil por ejemplo), pero su juego es dextral. Un modelo no
pretende la verdad absoluta, es un escenario plausible construido a partir de cierto número
de hechos: Por el momento la "virgación" de Jipijapa no es explicable por el modelo pero
eso no quiere decir que no exista.

Figura 35. Pleistoceno de la Zona Costera


Fuente: UCE, (2006).
Otra explicación podría ser que, hacia el principio del terciario, los dos sistemas de fallas
de la Costa (ONO-ESE y NO-SE) hayan individualizado un bloque de terrenos
mesozoicos con la forma aproximada de un paralelepípedo (la "virgación" de Jipijapa
sería la cima suroeste de este bloque). Los pliegues cenozoicos y las erosiones sucesivas
habrían conducido al estado actual.
Figura 36. Perfil de la Zona Costera
Fuente: UCE, (2006).

7. ARCO VOLCÁNICO CELICA


La Cuenca de Ante-Arco Celica-Lancones del Suroeste de Ecuador y Noroeste del Perú
está ubicada entre el Macizo Paleozoico Amotape-Tahuín al Oeste y el Arco Volcánico
Continental al Este y SE.
La Cuenca Ante-Arco Celica-Lancones Del Albiano-Coniaciano está compuesta de varias
unidades paleogeográficas, actualmente separadas entre sí por contactos tectónicos. De
acuerdo a su contenido sedimentario, las unidades pueden ser divididas en un dominio
noroccidental rico en cuarzo y un dominio suroriental volcanoclástico.
La plataforma de depositacion durante el Albiano Temprano a Medio fue interrumpida en
el Albiano Tardío por la creación de un canal alargado (Fase Mochica). El relleno
sedimentario de este último fue dominado por depósitos turbidíticos en un inestable
contexto tectónico, interpretado como importantes movimientos dextrales
sinsedimentarios.
La yuxtaposición tectónica, deformación y erosión de las unidades paleogeográficas
ocurren durante el intervalo Coniaciense tardío a Campaniano temprano (Fase Peruana).
Este evento es postdatado por la creación de la Cuenca Ante-Arco Paita-Yunguilla, la cual
tiene una tendencia oblicua con respecto a la primera, y se extiende hacia el centro del
Ecuador. Los depósitos relacionados están actualmente débilmente deformados y se
exhiben sucesiones homogéneas en toda la zona de estudio.
Estos comprenden, Calizas transgresoras del Santoniano tardío al Campanio Medio,
Lutitas negras y Turbidítas del Campaniano medio a tardío y Conglomerados de Grano
Grueso del Maastrichtiano.
Evolución Tectónica de la Cuenca Celica Lancones.

Figura 37. Paleo Corrientes en la Cuenca Celica-Lancones y en la Cuenca Paita-Yunguilla. El


área sombreada: Dominio Volcanoclásticas. Área blanca: Dominio Rico en Cuarzo.
Fuente: Morris y Alemán (1975).
Este estudio indica una tendencia transversal (NW-SE) de rápidos cambios Petrográficos
y Litológicos que se producen en los depósitos del Cretácico Tardío al Albiano temprano
de la Cuenca Celica-Lancones, estos reflejan las diferencias en la naturaleza y la
proximidad de las áreas fuentes, es decir, el Macizo Metamórfico Amotape-Tahuín al NO
y el Arco Volcánico Calco Alcalino Celica hacia el SE.
 Provincia Noroccidental Rica en Cuarzo
Incluye las Series Puyango-Cazaderos y Cochurco, que se supone que representan la
cubierta sedimentaria Autóctona y Para-Autóctona del Macizo Amotape, respectivamente.
La Sucesión Puyango-Cazaderos cubre discordantemente el Macizo Metamórfico
Amotape-Tahuín a través de las Areniscas Basales.
Sin embargo, la abundancia de Clastos Volcánicos y las paleocorrientes dirigidas al NE en
la Formación de Copa Sombrero sugieren que esta última unidad se depositó en el eje de
la cañada. Las capas de Conglomerados Cuarzosos occidentales, de la Formación Copa
Sombrero, pueden sugerir en demasía que el Macizo Amotape-Tahuín pudo haber sido
afectada por un evento tectónico. La Sucesión Cochurco se interpreta como depósitos
superficiales marinas desarrolladas a lo largo del margen de la cuenca. La alta proporción
de clastos volcánicos en los sedimentos de la Serie Cochurco implica ya sea la existencia
de una fuente Volcánica en el Macizo Amotape-Tahuín, posiblemente, las areniscas
basales, o la proximidad del Arco Volcánico Celica.
 Dominio Volcanoclástico del Suroriente
Incluye la Sucesión Chaguarpamba-Sabanilla (Fm. Quillosara y Carmelo, Probablemente
Fm. Zambi) y la Sucesión Rio Playas (Fms: Celica, Alamor, Naranjo y Casanga; en
Jaillard et al., 1996). Las Grawacas masivas de la Formación Quillosara son
petrográficamente muy similares a los de la Formación Alamor, los cuales claramente se
derivan de la actividad y erosión del Arco Volcánico Celica (Jaillard et al., 1996). Desde
la Formación Quillosara son más fino granulares que en la Formación Alamor y presenta
evidencia de transporte de norte a NW, esta probablemente represente una equivalencia
lateral de esta última. La fino granular Formación Carmelo (Turoniano p.p.) son depósitos
de cuenca, los cuales pueden representar una parte distal de la Cuenca Ante-Arco Celica-
Lancones y/o un periodo de quietud tectónica.
La Oriental Serie Rio Playas comprende la cubierta sedimentaria autóctona del Arco
Volcánico Celica, que se cree que descansa en el basamento metamórfico del margen
andino. Un Ambiente comparable se asume para la serie Chaguarpamba-Sabanilla. Sin
embargo, no se han observado facies intermedias, y las dos series están separadas por la
principal Falla rio Playas de tendencia NE, que es bien marcada en la topografía actual.
Debido a su contraste litológico y petrográfico, se sospecha que un importante contacto
tectónico separa la provincia noroccidental del dominio del sudoriental. En Perú, cerca de
Jahuay Negro, el contacto entre el Grupo de Sombrero Copa, y los "Volcánicos Lancones
'' (Reyes y Caldas, 1987), equivale a la Formación Quillosara, la cual esta deformada en
una zona de falla de tendencias NE-SW. Más al noreste, este contacto se infiere, al
noroeste de Alamor, donde graywacas de grano fino y cherts (Fm. Carmelo) están
fuertemente plegadas.. Ahora bien, a pesar de las cuidadosas investigaciones de campo, ni
estructura de sutura, ni una intensa zona de falla, que separe ambos dominios se pudo
detectar por los caminos Puyango-Alamor y Alamor-Cazaderos.
Evolución Sedimentaria y Evolución Tectónica de la Zona Ante Arco del Norte de
Perú y sur de Ecuador durante el Cretácico.
La serie estratigráfica, descrita anteriormente, exhibe una historia deposicional de dos
ciclos. Las Series Puyango-Sabanilla, Rio Cuchurco, y Chaguarpamba-Sabanilla,
representan un primer ciclo de deposición del Aptiano Tardio al Conaciano (o
Santoniano), los cuales se consideran la representación del relleno de la Cuenca Ante
Arco Celica-Lancones. Las graywacas basales de losumbé de este ciclo podrían ser parte
de un más antiguo ciclo.
Los depósitos en discordancia superpuestos del Campaniano Medio al Maastichiano
Medio, exhiben más facies homogéneas deposicionales, los cuales se consideran haber
constituido el relleno de una nueva Cuenca Ante Arco, referida aquí como la “Cuenca
Paita-Yunguilla”.

Figura 38. Extensión geográfica de las Cuencas Celica-Lancones y Cuenca Paita-Yunguilla. La


extensión probable de este último a la Zona de Bagua se indica.
Fuente: Jaillard, (1996).

Figura 39. Evolución Tectónica de la Cuenca Celica - Lancones durante el Cretácico.


Fuente: Jaillard, (1996).
Cuenca Celica-Lancones (Aptiano Tardío – Coniaciano )
Durante el periodo del Aptiano Tardío al Albiano Medio, el Masivo Amotape–Tahuín fue
relativamente estable y moderadamente presento subsidencia en la zona Ante Arco
Andina, lo cual resulto en la deposición cerca de la costa de las areniscas (Fm. Bosque de
Piedra) y carbonatos de plataforma (Fm. Puyango).
La creación del Canal Turbidítico Celica-Lancones ocurrió durante el periodo fin del
Albiano medio al comienzo de Albiano tardío (base de la Formación Copa Sombrero. Este
fuerte aumento de la subsidencia se asoció con una fuerte inestabilidad tectónica
sinsedimentarias expresada por depresiones, Olistolitos, diques clásticos y flujos
turbidíticos, como ya se señaló en el noroeste de Perú (Morris y Alemán, 1975; Reyes y
Caldas, 1987; Chávez y Núñez del Prado, 1.991). Este evento se puede correlacionar con
la Fase Tectónica Mochica del Perú (Megard, 1984), marcado por la alternancia de
deformaciones contraccionales y extensionales, probablemente debido a un régimen de
cizalla dextral (Cobbing et al, 1981;.Bussel, 1983; Soler, 1991; Jaillard, 1994).
Inestabilidad tectónica continuó durante el Cenomaniano y el Turoniano, como lo
demuestran las grandes acumulaciones de depósitos turbidíticos, y la abundancia de las
depresiones y Olistolitos (Morris y Aleman, 1975; Reyes y Caldas, 1987; Chávez y Núñez
del Prado, 1991).
Hacia el oeste, la aparición de conglomerados ricos en cuarzo en la parte superior de la
sucesión sugiere que el macizo Amotape-Tahuín estaba sujeto a la erosión activa durante
el Senoniense Temprano.
Evento tectónico del Cretácico Tardío (Coniaciano Tardío – Campaniano
Temprano).
A continuación de la deposición de la Formación Copa Sombrero, la Cuenca Celica-
Lancones sufrió fuerte tectonismo compresivo y erosión. Los datos estratigráficos
disponibles indican que estos hechos ocurrieron entre el Coniaciano Temprano y el
Campaniano Medio. Son coetáneos con fases de deformación contraccionales datadas en
otros lugares como Coniaciano temprano al Campaniano (fase peruana, Steinmann, 1924;
Jaillard, 1994). En Ecuador, este importante Evento Tectónico se expresa por un "Salto de
Arco '' en los terrenos costeros oceánicos (Jaillard et al., 1995), por la discordancia pre-
Maastrichtiano de la Formación Yunguilla rica en cuarzo a principios Cretácico Tardío
(Coniaciano en parte) sedimentos oceánicos en la Cordillera Occidental (Faucher y
Savoyat, 1973; Kehrer y Van der Kaaden, 1979; Eguez, 1986; Cosma et al, 1998), por un
evento térmico significativo en la Cordillera Oriental (85-80 Ma.; Aspden et al., 1992;
Litherland et al, 1994), y por hiatos sedimentarios regionales del Santoniano tardío al
Campaniano tardío en la Cuenca Oriente (Rivadeneira, 1996;. Jaillard et al, 1997).
Varias líneas de evidencia incluyendo desplazamientos observados en el campo (Bussel,
1983), la creación de la subsidencia en Cuencas Pull-Apart (Soler, 1991), el análisis
Paleostress (Jaillard, 1994) y la Rotación Horaria (Mourier et al., 1988; Roperch, sin
publicar. de datos) de las Zonas de Arco y Ante Arco del norte de Perú indican que se
vieron afectados por importantes movimientos de desgarre dextral en el Cretácico y
Paleoceno Tardío. La evidencia del Pre-Campaniano tardío, probablemente fallamiento
dextral sinsedimentario fue notado en las Series Cochurco. Por lo tanto, sospechamos, que
la yuxtaposición de las unidades en la Cuenca Celica-Lancones (Figura 5) se debe a la
interacción de un importante conjunto de fallas dextrales coetáneas, con la sedimentación
Albiano tardía a Coniaciano, y el evento tectónico complexional del Coniaciano Tardío al
Campaniano Temprano. Estas grandes fallas fueron reactivadas posteriormente durante la
deformación contraccional terciaria, por lo que oculta el reconocimiento de la '' zona
sutura ''.
La compleja estructura de la “Cuenca Celica-Lancones" sugiere que la intensidad de la
deformación y la importancia del desplazamiento dextral en las zonas Ante Arco del
Margen Andino durante el Cretácico Superior se han subestimado probablemente aún.
La Cuenca Paita – Yunguilla (Campaniano Medio – Maastrichtiano Medio)
La deformación y erosión de la Cuenca Celica – Lancones es posdatada por una
inconformidad entre calizas y Lutitas probable Campaniano. Este último correlaciona con
los transgresivos depósitos del Campaniano Medio a Tardío, reconocidos en la Cordillera
Occidental del Ecuador (Calizas San Juan), en el Noroeste de Perú (Fms. Redondo y La
Mesa), en la Parte Oriental de la cuenca Celica del Ecuador (base de la Fm. El Naranjo)
donde esta podría ser más antigua (Santoniano Tardío – Campaniano Temprano), y tal vez
en el sinclinal de Bagua del norte de Perú (parte superior de la Fm. Celendín, Mourier et
al., 1988;. Naeser et al, 1991).
Esta transgresión regional registra el desarrollo de una amplia Cuenca de Ante Arco en el
periodo del Campaniano Medio al Maastrichtiano, la que se extendió al menos desde la
zona de Paita (5º 20 'S) al norte de Quito (0º 30' N). En el Centro y Norte de Ecuador,
sedimentos de esta cuenca actualmente afloran a lo largo de la sutura entre unidades
oceánicas alóctonas y el margen continental. La tendencia NNE Cuenca Paita-Yunguilla
cubre un área mucho más amplia que la Cuenca Celica-Lancones, y es fuertemente
oblicua con respecto a la anterior, el eje de la cual esta deformado. Lo que indica que la
fase tectónica peruana en el Coniaciano-Campaniano resulto en una fuerte deformación y
en una completa reorganización de los depocentros y tendencias estructurales en estas
Zonas Ante Arco.
En contraste con la Temprana Sucesión Cretácico Tardío, la última Sucesión Cretácica es
débilmente deformada, y es litológicamente bastante homogénea en toda la cuenca. Esta
comprende lutitas negras del Campaniano Medio al Maastrichtiano Temprano (Fm, Pazul
parte superior de la Fm. El Naranjo) localmente intercalado con turbiditas de origen mixto
Cristalina-Volcanico (Fms. Cazaderos – Yunguilla y también Fm. Zambi), y las espesas
secuencias de brechas de grano grueso o conglomerados del Maastrichtiano Medio (Fms.
La Tortuga, Monte Grande, Casanga y el Mb. Rumi). La presencia de depósitos
Paleocénicos aún no ha sido probada.
La ocurrencia de Gruesos Conglomerados del Maastrichtiano Temprano, de granularidad
gruesa sugiere que un evento tectónico importante se produjo en ese momento, y
probablemente fue seguido por la aparición de la cuenca .
8. Cordillera de Tahuín
“El bloque Amotape – Tahuín, perteneciente a un bloque microcontinental que se
encuentra ubicado en la Cordillera de los Andes, en el sureste del Ecuador,
aproximadamente desde los 3°S y forma parte del complejo metamórfico de El Oro.
Limita en la parte Norte con la Cordillera Occidental y al Sur con la cuenca Celica-
Lancones. Está compuesto principalmente por rocas metamórficas y sedimentarias del
Paleozoico intruidas por granitoides del Triásico (Aspend & Fortey, 1995). El BAT se
encuentra limitado por la Falla Jubones con dirección casi Este–Oeste, al Oeste esta falla
se enlaza con la falla Girón, que tiene una dirección NE; la falla de Arenillas-La Palma es
considerada como una derivación de la falla del Jubones, que tiene una dirección SW-NE;
la falla Girón se extiende hacia el Noreste por debajo de la Cuenca de Cuenca. El Bloque
Amotape Tahuín (BAT) geológicamente se divide en un basamento metamórfico pre-
mesozoico sobrepuesto por aportes volcánicos acompañado de algunas intrusiones y
sedimentos del Cretácico. En cuanto a su origen y evolución para Ecuador se considera
que es un brazo desmembrado de la Cordillera Real el cual roto hasta posicionarse en
dirección E-W, mientras que para Perú varios autores coinciden en que se trata de un
bloque alóctono de acreción continental derivado del modelo evolutivo establecido para el
margen occidental de Gondwana.
Geología estructural del Bloque Amotape Tahuín
El bloque Amotape -Tahuín está rodeado por un grupo de fallas regionales que lo limitan,
por lo tanto, está limitado al norte por la “Falla Jubones” de dirección EW, al este por la
falla de Girón con dirección NNE-SSW, que se prolonga hacia el sur por la falla
submeridiana de “Las Aradas”. Estas fallas se consideran como zonas de suturas. Al S del
Macizo de Tahuín, se ubica la cuenca volcano-sedimentaria Cretácica de Celica Lancones
(Kennerly, 1973), (Reyes & Caldas, 1987).

Figura . Geología estructural del BAT.


Fuente: Kennerly, (1973)
En el BAT se encuentran granitoides, estos estarían relacionados a las zonas de suturas:
 Marcabeli
 La Bocana
 Granitoide Moromoro
Los Andes Ecuatorianos regionalmente tienden a una dirección NNE- SSE, contrastando
con la dirección de las estructuras, este-oeste presentes en el Bloque Amotape Tahuin,
toda la zona se encuentra dominada por numerosas fallas anastomosas , generalmente
inclinadas y subparalelas. Las estructuras se han agrupado por la edad, las presentes al sur
de la falla Zanjon-Naranjo, con edad Triásica tardía relacionadas al evento Moromoro y
las presentes al norte de la falla con edad Jurásico tardío-Cretácico, relacionadas al evento
de Palenque.
 Estructuras al sur de la falla Zanjón-Naranjo
Las estructuras presentes al sur están conformadas por numerosas fallas paralelas a las
capas, donde se observa asociaciones de lineaciones y fracturas, tendiendo una dirección
horizontal o con un suave hundimiento este-oeste. En áreas de alta presión se observa un
sentido de cizalla dextral horizontal a subhorizontal (transpresional), mientras que en
zonas donde el material es frágil, las estructuras son dextrales y con tendencia oblicua
este-oeste.
La alta densidad de fallas y su patrón anastomosado, conjuntamente con la evidencia de
los lineamientos minerales y los indicadores de sentido de la cizalla, indican que estas
rocas se deformaron y metamorfosearon en una zona regional de transfeccion dextral
producto del Evento Moromoro, el sentido dominante del movimiento era horizontal y
paralelo a la falla, es decir desplazamiento según el rumbo.
En el oeste, al norte de La Victoria se puede observas esquistos miloniticos muy oblicuos
a la tendencia estructural normal, este-oeste, con un dúplex de deslizamiento de rumbo
contratacional, tales como los que comúnmente se forman en las curvas de restricción /
compresión.
 Estructuras al norte de la falla Zanjón Naranjo
Los sedimentos de matriz de grano fino, generalmente incompetentes, de la división de
Palenque se han deformado plásticamente y su estructura está dominada por la presencia
de fallas con fuerte buzamientos verticales, estratificación paralela de este a oeste, que
probablemente tienen una historia compleja de movimiento. Las relaciones de
estratificación/clivaje también son paralelas y aunque variables, en ambas direcciones (es
decir, hacia el norte o hacia el sur). Los indicadores y lineamientos macroscópicos y
cinemáticos son relativamente raros, pero, cuando se observan, sugieren una sensación
cortante dextral con buzamientos bastante suaves. (Aspden, y otros, 1995)
En el oeste, los buzamientos son más variables, pero generalmente están al sur a lo largo
de la falla de la presa Tahuin (empuje inversa), en esta misma zona se puede observar una
serie de fallas de empuje imbricadas sumergidas hacia el sudoeste. Las unidades más
jóvenes de anfibolitas forman una zona de cizallamiento con una buzamiento este a oeste.
(Aspden, y otros, 1995)
 El Sistema de Fallas Piñas-Portovelo y el sistema de Falla Puente Busa-
Palestina.
El primer sistema está relacionado con fallas de cabalgamiento. Se extiende 40 Km, con
un azimut aproximado de 295°. Un gran descenso en la parte Norte separa al Grupo
Saraguro del Complejo Metamórfico de El Oro, esta falla está vinculada con límite sur del
sistema de vetas auríferas, en Zaruma. (ITECO, 2015) Entre Piñas y Zaruma se observa
un salto vertical de al menos 3km, produciendo el desplazamiento de la formación
Saraguro; Mientras que entre Salatí y el Oeste de Piñas se observa que la falla aparece con
un buzamiento alto, al Este de Portovelo cambia a un cabalgamiento con tendencia al Sur,
buzando al Norte (Pratt et al., 1997). La Falla Puente Busa-Palestina, sigue un rumbo
paralelo a la falla Piñas Portovelo, con una extensión de aproximadamente 10 Km.
(Watson, R y Yoli, J).

Figura . Fallas Piñas-Potovelo y Palestina.


Fuente: ITEICO(2015)
 Zona de fallamiento Zanjon-Naranjo
A lo largo de la zona de fallamiento Zanjon-Naranjo, en varias áreas se encuentra una
tectonica distintiva en bandas, con fuerte buzamiento vertical. En los pliegues se
encuentras bandas semidictules y estructuras Z que indican un labio hundido de falla al
norte. Estas tectonitas predominantemente de alta temperatura, y naturaleza dúctil,
sugieren probablemente movimiento a lo largo de este segmento de la falla probablemente
fue sin embargo, en el extremo oeste, cerca de la frontera con Perú, se han observado
brechas tectónicas.
A nivel regional, esta zona de falla seria el límite tectónico Sur entre la división de
melange Palenque y el complejo ofiolítico Raspas, y por lo tanto representa una estructura
importante dentro del complejo metamórfico de El Oro. Aunque el sentido general y el
momento de los principales movimientos son inciertos, los mismos son posteriores a los
del Triásico Tardío relacionados con el 'Moromoro event' se supone que se relacionan con
los del evento de Palenque '. (Aspden, y otros, 1995).
 Falla Jubones
La falla jubones es de importancia local que incluye un componente normal de
movimiento con un significativo labio hundido de falla al norte. El hecho de que la falla
Jubones es paralela a otras fallas de dirección Este a Oeste dentro del complejo melange
Palenque sugiere un origen común contemporáneo del Jurásico inferior, pero la presencia
de filitas negras muy contorsionadas, numerosas vetas de cuarzo y áreas de silicificación a
lo largo de su longitud pueden relacionarse con movimientos más jóvenes posiblemente
Cretácico Tardío. En el este, cerca de Uzhcurrumi, la falla de Jubones está cortada por
granodioritas no deformadas, de probable edad paleógena (A Eguez, Quito Politecnic,
comunicación personal). Rocas similares invaden el complejo metamórfico de El Oro a lo
largo de gran parte de su margen oriental y, a lo largo de la zona de fallas Piñas-Portovelo,
las litologías han sido deformadas cataclísmicamente y brechificados por fallas normales
con un labio hundido hacia el norte.
 Falla Guayabal
El límite sudeste del complejo metamórfico El Oro se define por una serie de fallas NNE-
SSW tendencia, 'cola de caballo', esta estructura de Norte a Sur separa el del complejo
metamórfico de El Oro de litologías metamórficas similares de la Cordillera Real al Este.
Probablemente se ha visto afectada por varios períodos de movimiento que involucraron
no solo las litologías del basamento metamórfico, sino también las de la secuencia de la
cuenca Cretácico Alamor y las formaciones e intrusiones terciarias más jóvenes
(Kennerley y Almeida, 1975), el movimiento a lo largo de la zona es dextral, pero también
incluye un componente de empuje dirigido hacia el este. (Aspden, y otros, 1995).
 Estructuras más jóvenes asociadas
Se han mapeado varios lineamientos jóvenes, Neogénicos, transversales y de
aproximación NNE-SSW. Están asociados con zonas difusas de fractura frágil. En el
distrito minero de Zaruma y el área de Cerro Pelado, las fallas de tendencias similares
representan controles importantes para la mineralización (Van Thournout et al., 1991)
Geodinámica
Estos terrenos están afectados por fallas inversas con rumbo NE-SW que buzan al este y
oeste, la falla Jubones es la única en la que se han realizado estudios de geodinámica de
forma detallada, las demás fallas que componen al BAT se encuentran poco estudias,
desconociendo el tipo de movimiento y la tasa de deslizamientos.
 Falla Jubones
La falla de jubones de dirección EW que controla el curso del río jubones sobre una gran
parte de su recorrido. Por las características litológicas y estructurales al norte y sur de su
trazado, la falla de jubones parece haber sido reactivada durante el Terciario. El trazado
muy rectilíneo del valle mediano del río jubones y el juego visible de fallas asociadas,
detectadas sobre imágenes sugiere que también está activa durante el Cuaternario. Estos
movimientos tectónicos son responsables de la formación de conos aluviales y/o de glacis-
terraza escalonados y de la migración de los paleocauces por al menos 10 metros .La
neotectónica y la evolución geomorfológica sugíeren una tendencia marcada al
levantamiento de la Cordillera por un lado y al hundimiento de la zona costera por otro
lado. Este juego, se traduce como los reajustes entre el Golfo de Guayaquil muy
subsidente (graben de Jambelí, 6-7 km de Pllo-Cuaternario, Benitez 1986) con litósfera
adelgazada y el levamiento de la Cordillera con espesa corteza continental. (Laubacher &
Soubrane, 1994),
 Cinemática Rotacional del Bloque Amotape- Tahuín en el Ecuador (Mourier
1988)
Mourier (1988) mediante estudios de paleomagnetismo concluye que existió una rotación
máxima 110° en sentido horario sobre las rocas paleozoicas del bloque Amotape –
Tahuín. Junto con un movimiento latitudinal hacia el Norte. Las formaciones volcánicas
que sobreyacen inconformemente a dicho complejo básico de basamento han sufrido una
rotación horaria de 63° según (Mourier, y otros, 1988) y son equivalentes con las rocas del
arco volcánico Albiano–Senoniano de la Fm. Celica reportadas por (Jaillard, y otros,
2000) y redefinidas como Cretácico Superior por (Eguez & Poma, 2001) Durante el
Terciario se produce una rotación horaria post–cretácica de 35° en una intrusión
(Litherland, Aspden, & Jemielita, 1994)Estos datos permiten notar que entre el Cretácico
Superior y parte del Terciario Inferior se produjo una rotación de al menos 59°.

Figura . Esquema de los Períodos de rotación del Bloque Amotapes – Tahuin. Proceso: durante el
Paleozoico al pre-Albiano se produjo una rotación horaria de aproximadamente 16°, en el período
preAlbiano hasta Cretácico Superior de produjo una rotación horaria aproximada de 31° y
finalmente en el período Cretácico Superior – Terciario una rotación total aproximada de 63°.
Fuente: Mourier, y otros, (1988)
Geología histórica del Bloque Amotape Tahuín
El macizo Amotapes-Tahuín es un bloque microcontinental del Paleozoico que limita la
parte occidental de la cuenca Lancones, y corresponde a un bloque alóctono de acreción
continental derivado del modelo evolutivo establecido para la margen occidental de
Gondwana (Mourier, y otros, 1988)
El Terreno Amotape Tahuín se define supuestamente como un fragmento desmembrado
de rocas del dominio Loja-Olmos, otra teoría sugiere que este dominio es un dominio
litotectónico alóctono. (Mourier, y otros, 1988)
El terreno alóctono Amotape fue transportado hacia el norte y adosado en el Cretácico
inferior con tendencia al noreste por fallas dextrales desarrolladas durante la rotación en
sentido horario.
La acreción del bloque Amotapes-Tahuin, transportada por una Paleoplaca Pacifica
provocaría el bloqueo de la subducción asociada al arco Jurásico y la naciente de una
nueva zona de subducción al oeste, cuya geometría se reflejaría en el arco Albiano-
Cretácico superior (Mourier, y otros, 1988)
Después de la acreción del terreno de Amotape Tahuín se produce la rotación del bloque
hacia la derecha del Complejo Olmos. La margen peruana se convierte en una zona de
subducción, mientras que el margen ecuatoriano de sistemas transversales noreste se
convierte en una transcurrente dextral. Esta modificación originaría en el noroeste del
Perú y suroeste de Ecuador una estructura de rumbo axial N-S que daría origen a la
formación de la cuenca Lancones (Aspden et al. 1995) con un continuo fallamiento
dextral del terreno de Amotape.
 Paleozoico
Las rocas asignadas como de edad paleozoica son predominantemente metamórficas. El
grado de metamorfismo varía de facies de grado bajo (filitas) hasta facies de grado medio
metamórfico (esquistos biotíticos), incluyendo facies de anfibolitas. También se incluyen
en este dominio rocas no metamorfizadas como grauwacas. Las rocas son afectadas por un
moderado clivaje de crenulación y boundinage de cuarzo, características presentes
también en las rocas metamórficas del dominio Loja-Olmos.
Hacia el S y E, las rocas de este dominio litotectónico son recubiertas en discordancia
erosional por las rocas de edad Cretácico de la cuenca Lancones – Alamor. Hacia el N, al
SE de Piñas-Ecuador las secuencias metamórficas son sobreyacidas discordantemente por
las rocas volcánicas de arco continental del evento volcánico Oligoceno-Mioceno.
En Ecuador, Literhland y otros (1994) interpreta que las secuencias metamórficas
descritas en los párrafos anteriores son del Paleozoico por correlación con litologías
similares en el sector del Perú. Xenolitos de esquistos micáceos dentro de los ortogneis y
metamorfismo de contacto en las rocas de bajo grado metamórfico sugieren que los
granitoides fueron emplazados en las secuencias paleozoicas.
Las unidades comprendidas en este periodo son: Unidad Victoria, Unidad El Tigre y
Unidad Piedras
Litherland, otros (1994) basado en estilos de deformación y características tectónicas
incluyen en las facies de bajo grado metamórfico (filitas, grauwacas, esquistos) en las
unidades El Tigre y La Victoria respectivamente; mientras las anfibolitas en la Unidad
Piedras Pérmico - Triásico Rocas del periodo
 Pérmico-Triásico
en el dominio Amotape-Tahuín, anterior a los trabajos de Litherland y otros (1994) no
eran reportadas en el Ecuador e inclusive en el Perú. Las litologías típicas incluyen
granitoides de composición granodioritica a tonalitica (Vinasco, 2004) y ortogneis. Estas
litologías ígneas están relacionadas con paragneises y migmatitas reportadas por
Litherland y otros (1994). Son intruidas por diques de pegmatitas sin foliación de
composición aplítica, ricas en moscovita.
Geoquímicamente, los granitoides incluidos en este dominio tienden a ser tipo S o de
Anatexia (Litherland y otros, 1994). Litrherland y otros (1994) en base a análisis
radiométricos asignan una edad Triásico para los granitoides. La edad Pérmico - Triásico
se las define por las relaciones de campo y por los datos obtenidos por Vinasco (2004).
En el Ecuador las rocas de este periodo son incluidas en la Complejo Moromoro dentro
del cual se incluyen los granitoides de Marcabelí, La Florida y El Prado.
 Jurásico inferior – Cretácico
El terreno Amotape-Tahuín se acreciona al continente sudamericano durante el Cretácico
inferior. La acreción del bloque Amotapes-Tahuin, transportada por la Paleoplaca Pacifica
provocaría el bloqueo de la subducción asociada al arco Jurásico y la naciente de una
nueva zona de subducción al oeste, cuya geometría se reflejaría en el arco Albiano
Cretácico superior (Mourier, 1988). Después de la acreción del terreno de AmotapeTahuín
a lo largo del segmento norte del Perú se produce la rotación del bloque hacia la derecha
del Complejo Olmos. La margen peruana se convierte en una zona de subducción,
mientras que el margen ecuatoriano de sistemas transversales noreste se convierte en una
transcurrente dextral.
Esta modificación originaría en el noroeste del Perú y suroeste de Ecuador una estructura
de rumbo axial N-S que daría origen a la formación de la cuenca Lancones con un
continuo fallamiento dextral del terreno de Amotape.
Un complejo básico pre-Albiano formado por pillow lavas, flujos de lava y brechas
descrito por Mourier et al. (1988), ha sufrido una rotación horaria total de 94° y las
formaciones volcánicas que sobreyacen inconformemente a dicho complejo básico de
basamento han sufrido una rotación horaria de 63° y son equivalentes con las rocas del
arco volcánico Albiano–Senoniano de la Fm. Celica reportadas por Jaillard et al. (1999) y
redefinidas como Cretácico Superior por Egüez & Poma (2001).
El evento Peltetec, principalmente tecto metamórfico afecto las rocas del Jurásico inferior
– Cretácico de la cordillera Real, el mismo que esta correlacionado con el evento Palenque
en El Oro. Esto se considera como la huella en común de la fase principal de colisión y
acreción, antes del Piñon.
Las rocas metamórficas del Jurásico Inferior- Cretácico reconocidos en Ecuador
comprenden los terrenos Alao y Salado y ciertos elementos del complejo metamórfica de
El Oro. Las rocas Alao y Salado se muestran en cuña al sur de la Cordillera Real. Al
norte, los equivalentes de las rocas oceánicas Alao pueden estar representadas en
Colombia por la de Terrenos Amaime (Aspden & Mccourt,1986)
 Cretácico tardío - Cenozoico
Durante el Terciario se produce una rotación horaria post–cretácica de 35° en una
intrusión. Estos datos permiten notar que entre el Cretácico Superior y parte del Terciario
Inferior se produjo una rotación de al menos 59° (Mourier et al., 1988).
Dentro de un régimen extensional donde se desarrollaría el arco Alao–Punta de Piedra se
separarían parte de los terrenos metamórficos del sur de la Cordillera Real junto con una
rotación horaria de 16° dando origen al bloque Amotape. La colisión del “plateau” Piñón–
Pallatanga durante el Campaniano sería responsable de la acreción y plegamiento del
terreno Alao en la parte norte de la Cordillera Real, mientras que en la parte sur se
produciría la máxima rotación horaria del bloque Amotape (59°) bajo un régimen
extensional aún vigente, donde se desarrollaría la Fm. Celica. El subsiguiente movimiento
y traslación post–Cretácico del terreno Piñón–Pallatanga en dirección NNE explicaría el
resto de la rotación Terciaria del bloque Amotape (35°)
Figura . La migración del plateau Piñón – Pallatanga en dirección NNE adiciona fragmentos en el
bloque Amotape. La rotación final se completa en este período.
Fuente: Reyes P., (2006)
En términos de las placas tectónicas de Ecuador el evento más significativo siguiente al de
Peltetec -Palenque fue el emplazamiento del Terreno oceánico Piñón. Este bloque cortical
Cretácico forma el basamento tanto de la Cordillera Occidental, donde este está cubierto
por el Arco Macuchi en el Paleoceno-Eoceno, y la zona costera, cubierta por las cuencas
de antearco en el Cenozoico (Daly, 1989). Este contacto de la placa Chaucha se
caracteriza por la presencia de rocas ofiolíticas a lo largo de la falla Pujilí.
El emplazamiento trasnpresional de este bloque durante el Cretácico superior podría
explicar el reseteo de las edades (50-90Ma) de la banda metamórfica de la CR, pero hay
rocas plutónicas sobre esta misma cordillera, lo que sugeriría un proceso de subducción
normal durante este período
El origen de la deflexión de Huancabamba fue el inicio en el cambio de la subducción
normal del Pacífico de Perú hacia el NNE-SSW del Pacífico tendiendo a fallas
transformantes, que fueron responsables por la acreción del terreno Piñón. Esto también
indica el giro a la derecha del bloque Amotape que se produjo en ese momento
9. Arco Volcánico Saraguro
Evolución geodinámica
El basamento metamórfico está representado por la secuencia paleozoica derivada de una
fuente continental, probablemente depositadas en una cuenca intramontañosa o de margen
pasivo correspondiente la Unidad Chiguinda. Durante el Permo – Triásico se generó una
zona de rift, en la cual se produjo el emplazamiento de granitos tipos S de la Unidad Tres
Lagunas. (Litherland y Otros. 1994)
Posteriormente en el Paleoceno-Eoceno en un volcanismo de ambiente continental, se
formaría un arco volcánico de composición andesíticas (Evento Sacapalca) definidas
como formaciones Sacapalca y Loma Blanca (Kennerly, 1992). En el Oligoceno, el
volcanismo cambia a uno más conocido como invento Saraguro.

Figura . Columna estratigráfica del arco volcánico continental Terciario.


Fuente: Kennerly, (1992).
 Eoceno a Oligoceno Temprano
Durante este periodo de tiempo se desarrolló una importante actividad volcánica en el
arco. Esta actividad se caracterizó por la presencia de dos etapas separadas por un periodo
de deformación y erosión. En la primera etapa, actividad se caracterizó por la erupción de
productos dacíticos y riolíticos deformados al final de eoceno (Fm. Ocaña, U. Chulo y U.
Filo Cajas). La segunda etapa, se caracteriza por una actividad predominantemente
andesíticas. Este amplio arco volcánico continental debió haber constituido una barrera
natural que separaba el Océano Pacífico de la cordillera real, y formo el ambiente propicio
para el desarrollo de cuencas intramontañosas.
En el área de Girón Santa Isabel, los depósitos del Grupo Saraguro se esparcen por todo el
área y son atravesados por la falla de Girón, que podría ser la prolongación hacia el sur de
la falla de Deleg. Hacia el este de la estructura, los depósitos volcánicos de Saraguro se
encuentran Deformados, mientras que hacia el Oeste los depósitos no presentan
deformación. De acuerdo a lo anterior, no sería extraño la presencia de depósitos
volcánicos del oligoceno en la parte SE del área de estudio.
 Mioceno Temprano a Medio
Después de un periodo de exhumación rápida registrada en la cordillera Real entre 23 y 15
Ma., extensión E-O dió lugar a la reactivación de estructuras viejas como fallas normales
paralelas, de dirección aproximada N-S. En el Mioceno temprano, a extensión fue
manejada principalmente a través de movimientos normales en la falla de Deleg, la cual
posiblemente se conecta a un plano de despegue de profundidad desconocida, provocando
subsidencia tectónica y permitiendo la entrada de los primeros aportes sedimentarios (Fm.
Biblián) desde el este.
Posteriormente, una fuerte y continua entrada de sedimentos desde el Suroeste,
representada por las areniscas tobáceas de la formación Azogues desplazo el lago
preexistente hacia el norte, estableciéndose un complejo patrón de intercalaciones de
arenisca, limolitas y lutitas. Durante este periodo y en adelante, una importante actividad
volcánica se desarrolló posiblemente en el Sureste, evidenciada por el aporte volcánico
presente en las areniscas de la formación Azogues. Como resultado de la depositación de
las facies de Azogues, un pequeño lago quedo aislado en el arte centro este del área,
haciendo propicio la depositación de las facies del Miembro Guapán.
 Neógeno
En el Neógeno durante el Mioceno, en este periodo, localmente se forman cuencas
sedimentarias, interpretadas como planicies costeras y zonas de transición marina. En la
zona de estudio, en la región sur del país las series sedimentariras neogenas que se
formaron descansan sobre rocas volcánicas o basamento metamórfico y fueron
depositados en dos etapas:
o Subsidencia extensional en la región interandina produciendo un ambiente
pacifico costero durante el Mioceno Medio a Tardío (15-10 Ma.)
o Inversión tectónica que inicio en una compresión orientada E-W controlada por
la colisión y acoplamiento de la cordillera de Carnegie en el margen costero
desde15-9 Ma.
Figura . Geodinámica de la sierra sur del Ecuador durante el Neógeno.
Fuente: Kennerly, (1992).
Volcanismo de la Región de Zaruma – Saraguro hasta la frontera con el Perú
Los edificios volcánicos desaparecen y consecuentemente las cordilleras orientales y
occidentales pierden su nitidez. Se presentan bajo la forma de planicies altas cada una de
40 a 50 kilómetros de ancho, con superficies onduladas bastante monótonas cuyas
altitudes varían entre 3.600 y 4.700 metros, con un descenso característico de éstas de
norte a sur.
Los relieves más altos, en forma de estrechas cordilleras alargadas divergentes, culminan
entre 3.000 y 3.500 metros por ondulaciones moderadas que pueden representar testigos
de una antigua superficie inclinada hacia el suroeste: cordilleras de Célica, Gonzanamá,
Zamora y Amaluza.
En superficie, estas mesetas llevan también numerosos pequeños conos volcánicos de
desnivel inferior a 300 metros a menudo alineados, que seguramente han constituido unas
bocas de emisión de esta potente cobertura volcánica, localmente cubierta por alteraciones
arcillosas abigarradas. Se atribuyó a este episodio volcánico una edad plio-cuaternaria,
anterior a los conos del norte.
Zona Mineralógica del Arco Volcánico Saraguro
El arco volcánico continental de edad eocénica-mieocénica (Saraguro) ubicado en la zona
austral, dentro de la cual se han descubierto yacimientos de oro de tipo epitermal
(Protovelo-Zaruma, San Bartolomé-Pilzhum).
El cinturón de Saraguro (Ecuador), de Calipuy (Perú) como el Araucano (Chile) al sur, se
extiende en forma paralela al borde moderno de la pendiente continental a una distancia
de 100-150 km de aquella. Los tres cinturones enlazados forman un cinturón
volcanogénico-plutónico único (cinturón volcánico Neogénico), que tiene una longitud de
alrededor de 4500 km cuya terminación coincide con el límite de los andes centrales y
está controlado por grandes lineamientos transversales: al norte por el lineamiento
amazónico y las fallas de Carnegie y Galápagos en Ecuador. (Lomize M.G. 1974).
El arco volcánico de Saraguro está constituido por dos grupos de rocas: Formación
Sacapalca de edad Paleocénica y el grupo Saraguro de edad Oligoceno-miocénica,
aflorante al sur. En esta zona las formaciones Saraguro, Tarqui y Salapa constituidas de
rocas volcánicas de composición ácida han sido regionalmente caolinización ha sido
producida por soluciones hidrotermanles, son de importancia además de arcillas
esmectiticas de la cuenca de Loja asociadas a la formación San Cayetano..
10. Cuencas Intramontañosas
Los primeros trabajos concernientes al estudio sedimentológico de las cuencas y el
análisis de las relaciones tectono-sedimentarias permiten precisar algunos rasgos
paleogeográficos de las épocas consideradas y ponen en evidencia las principales
pulsaciones tectónicas y volcánicas del levantamiento de los Andes, aunque numerosas
formaciones no tienen todavía una edad bien definida.
Los afloramientos están actualmente agrupados en tres zonas geográficas:
 El valle interandino de 40 a 60 km de ancho, al Norte de un accidente
transversal Bucay - Pallatanga - Riobamba, corresponde a un probable graben
pliocuaternario bordeado de numerosos volcanes todavía activos. Esos
produjeron un abundante material volcano-detrítico discordante sobre los
depósitos terciarios, ocultando la mayor parte de éstos. Dichos depósitos sólo
afloran en el Río Chota y en la zona de Riobamba.
 La cuenca de Cuenca, que se extiende desde el Sur de Alausí hasta el Sur de
Saraguro (3º30.s), no está afectada por la misma evolución pliocuaternaria.
 Las depresiones de Loja, Malacatos y Zumba en la zona de la deflexión de
Huancabamba, localizadas sobre la Cordillera Oriental, representan
probablemente la extremidad septentrional de las cuencas peruanas (Bagua-Iaén).
Figura . Repartición de los afloramientos de sedimentos terciarios (en negro) entre las cordilleras
oriental y occidental del ecuador
Fuente: Noblet C, Francois D. & Ramón V.,

La sedimentación terciaria

El análisis de las diferentes cuencas ha sido realizado a base de los principales


estudios anteriores (mayormente estratigráficos) (DGGM, 1971 hasta 1982; Bristow,
1973; Bristow y Hoffstetter 1977; Kennerley 1980; Baldock, 1982) y de los resultados
(mayormente sedimentológicos) de las primeras investigaciones realizadas en las áreas
de Loja, Chota y sobre todo de Cuenca y Riobamba.
 La cuenca de Loja
Depósitos continentales del Oligoceno superior hasta el Plioceno se distribuyen en tres
depresiones: Loja, Malacatos y Zumba. El espesor total en las dos primeras, alcanza
3.500 m aproximadamente mientras no está evaluado en Zumba donde solamente
aflora la última formación del relleno (Formación Quillollaco) (DGGM 1975, 1975,
1979). Los primeros depósitos están representados por las Formaciones Loma Blanca
y Salapa (equivalentes de la Formación Saraguro) constituidas por un grueso material
volcano-sedimentario de 1.500 m de espesor. Estas formaciones se encuentran en
forma discordante, sea sobre el Paleozoico, sea sobre las Formaciones del Paleoceno
(Formación Gonzanama) y del Eoceno (Porfíricos de la Formación Puzunuma)
localizadas al Oeste de la cuenca. Después se notan concordantemente los depósitos
finos arcillo-tobáceos de la Formación Trigal (Mioceno) de 450 m de potencia seguidos
por alternancias de areniscas y lutitas con conglomerados de la Formación San
Cayetano (700 m). (DGGM, 1975). Estas alternancias presentan niveles explotados de
yeso y carbón.
La Formación San Cayetano muestra una evolución grano y estrato creciente de 3er
orden (150m) y de 4º orden (el 1er orden es la secuencia elemental). El medio de
depositación parece principalmente lacustre para la Formación Trigal y fluvio-
lacustre para la Formación San Cayetano que muestra precisamente una grande
dispersión de los sentidos de transporte del Noroeste al Sureste (con un sentido
principal hacia el Suroeste. Este conjunto sedimentario está cubierto discordantemente
por la Formación Quillollaco del Mio-Plioceno constituida por depósitos arenoso
conglomeráticos probablemente fluvio-lacustres en la depresión de Malacatos y de
depósitos más proximales en el borde oriental de la depresión de Loja donde se
observan conos aluviales (con cantos de 60 a 70 cm de diámetro máximo).
Allí nuevamente la dispersión de los sentidos de transporte se extiende del Norte
hacia el Sureste pasando por el Oeste con un sentido principal hacia el dominio Occidental
o Noroccidental de la cuenca. La Formación Quillollaco tiene aproximadamente 800 m de
espesor (DGGM 1975).
Así después de un período de actividad volcánica intensiva, la evolución general de la
cuenca es grano y estrato creciente a los grandes órdenes, lo que traduce una fase de
formación de relieves.
Figura . Columnas sedimentológicas y correlaciones estratigráficas entre las diferentes cuencas
Fuente: Noblet C, Francois D. & Ramón V.,
 La cuenca de Cuenca (Noblet, 1986)
La cuenca se extiende desde Saraguro en el Sur hasta Cañar en el Norte.
Discordantemente sobre las Formaciones del substrato, la Formación Saraguro,
constituida de material volcano-clástico (lavas andesíticas, pyroclastos y areniscas
gruesas), es principalmente desarrollada en el Norte (Alausl; 1.500 m de potencia) y en el
Sur (Saraguro - Girón: aproximadamente 2.000 m de potencia) donde se extiende sobre la
Cordillera Occidental. En el centro (Cuenca Azogues) es casi inexistente; sin embargo,
facies equivalentes pero mucho menos potentes podrían pertenecer a esta Formación.
Datos radiométricos dan a la Formación Saraguro una edad Oligoceno superior (Bristow y
Hoffstetter 1977).
La Formación Biblián, de edad Mioceno temprano (Bristow 1973), corresponde a los
primeros depósitos detríticos continentales importantes del Terciario. Alternancias de
conglomerados, areniscas y lutitas están organizadas en secuencias grano y estrato
decrecientes de segundo orden presentando las características de un ambiente fluvial. La
Formación puede alcanzar en ciertas partes más de 1.200 m de espesor. Dentro de la
sedimentación con derrame principal orientado mayormente hacia el Norte (60 medidas)
se notan depósitos más proximales (conos aluviales) provenientes probablemente de los
bordes laterales de la cuenca.
La presencia de algunos niveles volcánicos (andesitas) y volcano-detríticos (brechas
andesíticas) interestratificados en los sedimentos sugiere una actividad volcánica
episódica.
La Formación Loyola (Mioceno medio) esencialmente compuesta de lutitas se encuentra,
sea sobre la Formación Biblián (en discordancia o a veces en aparente concordancia), sea
directamente sobre la Formación Yungilla (onlap) con un conglomerado basal y areniscas.
La ausencia total de la Formación Biblián en el centro de la cuenca y la discordancia de la
Formación Loyola suponen la existencia de una tectónica activa durante y posteriormente
a la sedimentación de la Formación Biblián.
Los efectos de esta tectónica se manifiestan todavía durante la sedimentación de las
Formaciones Loyola y Azogues (numerosos niveles con estructuras de deslizamiento:
"slumps"). La Formación Azogues está constituida por areniscas tobáceas, lutitas y a
veces algunos conglomerados particularmente localizados al Sur de la cuenca. Desde un
ambiente lacustre (Formación Loyola) el medio de depositación evoluciona hacia una
ambiente f1uvio-lacustre (Formación Azogues), luego hacia un ambiente más proximal
(fluvial y aluvial) en la Formación Mangán-Santa Rosa del Mio-Plioceno (la Formación
Santa Rosa de Bristow, en realidad no representa más que una facies lateral de la
Formación Mangán).
 Las cuencas del Centro (Dugas, Cornejo, Noblet, Vera)
Se trata únicamente de las potentes depresiones cuaternarias (Riobamba, Ambato-
Latacunga, Guayllabamba); una de ellas o tal vez las dos son probablemente pre-
existentes desde el Terciario. Los afloramientos de edad terciaria están localizados en
algunas quebradas de la cuenca de Riobamba, más específicamente las de Chalán y
Yaruquíes. Desgraciadamente no se conoce con precisión la edad de estas formaciones, lo
que complica las relaciones estratigráficas con las otras cuencas.
Dos Formaciones han sido puestas en evidencia: La Formación Chalán y la Formación
Yaruquíes. Estas descansan sobre esquistos, areniscas y cuarcitas deformadas del Grupo
Paute y andesitas de la Formación Macuchi (D.G.G.M. 1979) constituyendo el basamento
de la cuenca. Además están cubiertas por los depósitos volcano-detríticos
pliocuaternarios, lo que permite atribuirlas una edad terciaria.
La Formación Chalán descubierta únicamente en la quebrada del mismo nombre
(762.5/98040: hoja Riobamba) se encuentra en discordancia sobre las cuarcitas del Grupo
Paute. Está constituida en la base por un conglomerado brechoso de pendiente con
elementos de cuarzo y de cuarcita (diámetro máximo 80 cm), de conglomerados y
areniscas, luego de coladas andesíticas relativamente potentes.
La Formación Yaruquíes se encuentra discordantemente, sea sobre la Formación Chalán,
sea sobre las andesitas de la Formación Macuchi (D.G.G.M, 1979). La Formación
Yaruquíes está constituida de facies gruesas en la base (flujos de lodo con elementos
angulosos de 50 cm de diámetro máximo, conglomerados con cantos subredondeados de
30 cm de diámetro máximo), luego facies más finas (alternancias de conglomerados,
areniscas y lutitas) organizadas en secuencias de 20 orden grano y estrato decrecientes de
tipo fluvial. Medidas de paleocorrientes (20) realizadas únicamente con imbricaciones de
cantos muestran una dispersión desde el NNW hasta el SE con un máximo orientado hacia
el SW.
Dataciones de las andesitas de la Formación Chalán y de las andesitas consideradas de la
Formación Macuchi, están actualmente en proceso. Los resultados deberían permitir
precisar las probables equivalencias en la cuenca de Cuenca (andesitas de la Formación
Saraguro y de la Formación Biblián).
 La cuenca de Chota
En el Norte del valle interandino, se notan a lo largo del Río Chota, con orientación NW -
SE, sedimentos terciarios. El basamento está constituido por alternancias de esquistos y
cuarcitas (Formación Ambuquí) muy deformadas y de supuesta edad Paleozoico. También
en esta cuenca las dos formaciones terciarias (Formaciones Tumbatu y Chota) no tienen
una edad precisa; se les atribuye una edad neogena (Bristow y Hoffstetter, 1977).
Discordantemente sobre el basamento, la Formación Tumbatu empieza por alternancias de
areniscas, conglomerados y brechas andesíticas; luego se notan dos grandes secuencias de
3º orden grano y estrato crecientes que terminan por conglomerados muy gruesos
(secuencias de conos aluviales con cantos de 40 cm de diámetro máximo). Estas
secuencias se ubican a lo largo del contacto (de rumbo N 45º ) con el substrato paleozoico
y pasan lateralmente hacia el centro de la cuenca a alternancias areno-conglomeráticas
menos gruesas de tipo fluvial. Igualmente se observan secuencias de tipo lacustre en el
centro de la cuenca (cerca de Chota). La existencia de una falla sinsedimentaria,
aparentemente normal y de rumbo N 45º, en el borde Este de la cuenca, podría explicar la
Formación rítmica de los conos. La complejidad estructural de la cuenca no nos permite
todavía precisar la potencia total de la Formación Tumbatu como consecuencia de que
existen posibles duplicaciones tectónicas y variaciones laterales de facies. Sin embargo,
en Bristow y Hoffstetter (1977) Hall indica una potencia de 1.370 m.
La transición entre la Formación Tumbatu y la Formación Chota corresponde a un
incremento de la actividad volcánica que produce en la cuenca un ingreso progresivo de
niveles piroclásticos hasta brechas andesíticas muy gruesas (elementos de 50 cm de
diámetro máximo). El resto de la Formación Chota está constituido por areniscas tobáceas
y lutitas con recurrencias de brechas. La potencia de la formación alcanza a 1.440 m según
Hall (en Bristow y Hoffstetter, 1977).
Marco Paleogeográfico
Se nota una subsidencia fuertemente diferencial por las variaciones de espesor entre Chota
(3.000 m), Riobamba (200 m), Cuenca (4.000 m) y Loja (3.500 m); estas variaciones
también siguen en el Cuaternario especialmente en las depresiones de Latacunga (más de
5.000 m de sedimentos según Feininger y Seguin 1983) y Guayllabamba. Así se supone
en estas últimas depresiones la presencia de depósitos terciarios debajo del Cuaternario.
Estas variaciones locales de la subsidencia sugieren más bien la formación de
variascuencas que de una sola, como lo presentó Kennerley (1980).
A partir del Oligoceno superior empieza en la parte meridional del Ecuador una
sedimentación continental acompañada de una importante actividad volcánica, la que
podría ser genéticamente relacionada con la apertura de las cuencas.
En la parte septentrional, la sedimentación parece más tardía, lo que sugiere un posible
diacronismo de la apertura de las cuencas del Sur al Norte.
Durante todo el Mioceno, el ambiente principal de sedimentación es fluvio-lacustre. La
presencia de conos aluviales a diferentes niveles estratigráficos, generalmente localizados
en el borde de las cuencas, y de niveles deslizados (slumps), muestra con seguridad la
presencia de una tectónica sinsedimentaria. Esta debe haber reactivado el sistema de fallas
antiguas del substrato actuando como guía de la sedimentación en las cuencas. Las
paleocorrientes confirman esta hipótesis. En Loja y Riobamba, el rumbo de las estructuras
del substrato (esquistosidad, pliegues) es generalmente NE - SW: las principales
corrientes en estas dos cuencas tienen también una orientación según este rumbo (hacia el
SW). En Cuenca, el substrato muestra estructuras de rumbo N - S a NE - SW. El aporte en
la cuenca tiene la misma dirección (del Sur hacia el Norte). Esta tectónica sinsedimentaria
está asociada con un volcanismo intermitente responsable de un fuerte porcentaje de los
aportes volcánicos en las cuencas.
Varios eventos tectónicos y volcánicos secundarios se notan durante el Mioceno,pero fue
al principio del Plioceno cuando se produjeron los efectos de una nueva fase tectónica
(Quechua 3 del Perú) (Plegamiento de las cuencas), anunciados por la evolución
generalmente grano y estrato creciente de la sedimentación miopliocena. Esta fase
tectónica es anterior a los importantes depósitos volcano-detríticos del Plio-Cuaternario.
Marco geodinámico
Todas las cuencas terciarias estudiadas, a excepción de las situadas al extremo Sur del
país (Loja, Malacatos, Zumba), se localizan globalmente detrás de una antigua zona de
sutura: arco volcánico Macuchi (corteza oceánica) y placa Sur Americana (corteza
continental).
El análisis de algunos aspectos geodinámicos permite precisar un poco más el contexto de
la apertura de esas cuencas intramontañosas.
En lo que concierne el origen de la sutura, algunos autores (Feininger y Bristow, 1980;
Lebrat, 1985; Lebrat y al, 1986; Megard y Lebrat, este volumen) proponen un modelo de
acreción, por subducción debajo de la placa Sur Americana, de terrenos exóticos de origen
oceánico (Arco Macuchi, Formación Piñón). Esta acreción habría sido oblicua con
relación a la zona de subducción dando primero una colisión del Arco Macuchi al Sur del
Ecuador (Cretáceo Superior) y luego al Norte (Eoceno medio a superior) (Lebrat, 1975).
Las reconstituciones de tectónica de placas del Pacífico para el Cretáceo Superior
(Whitmann y al, 1983) confirman esta hipótesis.
En el Oligoceno superior (26 MA), se realiza una importante reorganización del
desplazamiento de las placas del Pacífico Este debida a la ruptura (con dirección Este-
Oeste) de la placa Farallón en dos partes (placas Cocos y Nazca) (Handshumacher, 1976;
Lonsdale y Klitgord, 1978; Lonsdale, 1978; Wortel, 1984). Esta reorganización provoca,
desde esta época, una acreció n menos oblicua de la plaza Nazca con relación a la zona de
subducción ecuatoriana.
Es justamente en esta época (Oligoceno superior - Mioceno inferior) cuando se produce la
apertura de las cuencas intramontañosas en el Ecuador. Una relación entre esos dos
fenómenos es muy probable aunque es demasiado prematuro para afirmarlo con precisión.
El relleno sedimentario
A pesar de las particularidades locales en el detalle del desarrollo de cada una, las cuencas
intramontañosas neógenas ecuatorianas muestran un cierto número de importantes
características comunes que hace pensar que todas han sido controladas, en su evoluci6n
geodinámica general, por los mismos fenómenos ocurridos simultáneamente en el
conjunto de la región andina del Ecuador. Estas características comunes son:
 una misma edad de la series constituyendo el relleno de las cuencas, que va del
Oligoceno terminal al Mioceno superior-Plioceno;
 una misma sucesión vertical de los ambientes sedimentarios que es de abajo hacia
arriba: fluvial, lacustre (fino en un principio, después grueso), fluvial proximal,
abanicos aluviales, el conjunto constituyendo una serie granocreciente;
 una organización de la sedimentación en dos grandes secuencias
 un control tectónico de la sedimentación que se traduce por la existencia, a los
diferentes niveles de la columna estratigráfica, por estructuras tectónicas
sinsedimentarias;
 una misma evolución de los esfuerzos compresivos que presentan una rotación
progresiva (de NNE-SSW a E-W). Estas mismas características se encuentran
también en las cuencas intramontañosas neógenas del Perú.

Figura . Relleno sedimentario de las cuencas neógenas de Chota, de Cuenca, y de


Vilcabamba. 1 =: Abanicos aluviales; 2 =Ambiente fluviátil; 3 = Ambiente lacustre.
Fuente: R. Marocco, A. Egüez, A. Lavenu , C. Noblet, R. Baudino, T. Winter

La figura presenta las columnas estratigráficas de las cuencas del Chota (Norte del
Ecuador), de Cuenca y de Vilcabamba (Sur del Ecuador). La primera gran secuencia [A]
es granodecreciente (fluvial proximal en la base y después lacustre tranquilo). La
interpretación dinámica es la de una depresión de se inicia en la cual se establece un
sistema fluvial drenando los cursos de agua bajando de los relieves que circundan la
depresión. Esta se acentúa, iniciándose una importante subsidencia que permite la
instalación de un lago por la dificultad que tiene el sistema fluvial a evacuar el agua en
forma suficiente. La segunda gran secuencia [B] es granocreciente traduciendo una
inestabilidad creciente de las zonas de aportes sedimentarios. La sedimentación es típica
de una cuenca en proceso de clausura.
Evolución tectónica y geodinámica de las cuencas
Los análisis estructurales sobre las deformaciones dúctiles (pliegues) y frágiles (fallas)
realizados en las cuencas y en sus bordes indican que el régimen compresivo fue constante
desde el Oligoceno superior hasta el Plioceno. Los sedimentos de la primera gran
secuencia A y el substrato presentan deformaciones indicando una evolución de la
dirección de acortamiento desde NNE-SSW (N23°E) hasta ENE-WSW (N64°E). En la
segunda gran secuencia B, la dirección de acortamiento varia de ENE-WSW (N71°E) a
aproximadamente E-W (N107°E).

Figura . Resumen de la evolución geodinámica de la Sierra Sur del Ecuador durante el Neógeno
Fuente: R. Marocco, A. Egüez , A. Lavenu , C. Noblet, R. Baudino, T. Winter

Esta rotación de los esfuerzos es responsable del tipo de evolución dinámica de las
cuencas intramontañosas neógenos, coma lo muestra la figura para las cuencas del Sur
del Ecuador. Las direcciones de compresión NNE-SSW del comienzo de la evolución
[Secuencia A] están asociadas a una extensión perpendicular horizontal (WSW-ENE),
estas direcciones de esfuerzos determinan un juego siniestral-normal en las fallas NE-SW
(Cuenca, Nabón) y un juego dextral-normal a lo largo de las fallas NNW-SSE
(Vilcabamba, Loja); resulta una apertura de las cuencas intramontañosas. La compresión
pasando a direcciones próximas a E-W [secuencia B] determina una componente inversa
importante a lo largo de las fallas controlando las cuencas; es la fase de cierre.
11. Cuenca Progreso
La cuenca Progreso – Santa Elena, incluye a la cuenca Progreso de la provincia del
Guayas, tiene gran interéspetrolífero, siendo de relevancia en el sector ecuatoriano.
La evolución geodinámica de la Cuenca Progreso se desarrolló en cuatro períodos
marcados por la ocurrencia de las fases tectónicas Quechua-1,2,4 y 5 de la Orogenia
Andina, sobre las mega fallas heredadas de la estructura paleógena y sobre su basamento
sedimentario que conforma el Prisma Acrecional. El relleno sedimentario de la Cuenca es
Oligoceno Superior a Neógeno y conforma 2 mega secuencias: la Primera de abertura-
profundización de la cuenca y la segunda de profundización-colmatación-somerización-
terminación de la sedimentación en la cuenca. Los ambientes sedimentarios de las
unidades de relleno de la cuenca en general corresponden a ambientes que van desde el
fluviátil al nerítico.

Figura . Cuenca Progreso-Santa Elena


Fuente: PROEXPLO, (2001)
Ciclos sedimentarios
La sedimentación dela Cuenca Progreso, se ha caracterizado siempre por la gran
inestabilidad de las zonas adyacentes y la existencia de paleo cuencas; en este dominio
geológico, se permiten distinguir en cuatro ciclos sedimentarios principales:
 El primer ciclo

De edad Cretáceo Superior – Cretáceo Tardío, está definido por la formación Cayo, con su
miembro calcárea llamada Calentura.

Figura . Primer ciclo


Fuente: ESPOL, (2015)
 El segundo ciclo

Paleoceno – Eoceno Medio, es representado por sedimentos de talud continental


profundo, de abanico submarino.

Figura . Segundo ciclo


Fuente: ESPOL, (2015)
 El tercer ciclo

Eoceno Medio – Eoceno Superior, es caracterizado por el depósito de flysch, en zonas


menos profundas (formación San Eduardo y grupo Ancón).
Figura . Tercer ciclo
Fuente: ESPOL, (2015)
 El cuarto ciclo

Correspondiente al Pleistoceno, se manifiesta por la Formación Tablazo y es cubierto en


su mayoría por depósitos detríticos continentales.

Figura . Cuarto ciclo


Fuente: ESPOL, (2015)

La cuenca Progreso de la provincia de Guayas, tiene forma triangular, con su ápice hacia
el noreste y su base abierta hacia el delta del rio Guayas.

Tectónica
Los límites de estos ciclos sedimentarios, corresponden también a los límites de las
principales fases tectónicas, en relación con la evolución de la margen activa de esta
región.

A lo largo de las costas ecuatorianas y peruanas, aparecen varios relieves marinos: Al


norte, la cordillera de Carnegie, originada, debido al desplazamiento de la cordillera sobre
un punto caliente (Lonsdale 1978.). Se acrecionó al inicio del Mioceno Inferior. Frente a
Salinas, el relieve de Grijalba, que permite un desplazamiento vertical de más de 700
metros del basamento volcánico (Rea y Mafail, 1974). En el eje del golfo de Guayaquil,
Alvarado Ridge y Sarmiento Ridge, que se pueden seguir en el continente, por accidentes
que cortan la cuenca Progreso, aislando la isla Puná y que pueden ser fallas
transformantes (Campbell, 1974, Feininger y Bristow,1980).

Para Feininger y Bristow (1980), los accidentes del golfo de Guayaquil, han actuado por
lo menos desde el Cretáceo Superior, y han permitido el desplazamiento, a lo largo de
ellos, del arco activo Macuchi, sobre la placa Bolívar, hacia el sureste sobre 1000
kilómetros, hasta una zona de subducción, donde ha desaparecido. Después de la
individualización del arco Macuchi, en el Maastrichtiano, el movimiento de la placa se
invirtió y se desplazó hacia el noreste, llevando consigo, el arco inactivo y sus depósitos
de cubierta (formación Cayo), hasta la abducción del arco con la cordillera occidental, en
el Eoceno Inferior y la detención del movimiento en el Eoceno Medio.

En el Eoceno Superior, la placa Proto Nazca, vuelve a tomar su progresión hacia el


noreste, pero con un salto de subducción, es decir, a partir de una nueva zona de
subducción situada 30 kilómetros al oeste de la precedente zona de subducción. Esta
subducción se sigue hasta su parada en el Mioceno Superior, resultante de la creación de
la cordillera Este Pacífico, que va a cortar la paleo placa de las Galápagos.

La historia tectónica de la cuenca Progreso, es el reflejo de estos eventos, desde el


Paleoceno, hasta la actualidad, que conducen a la emersión de una cuenca sedimentaria.
Las fases tectónicas son bastante similares y repetitivas. Se inician por una fase de
abombamiento, que produce inestabilidad en los depósitos y posiblemente formaciones de
olistolitos. Una tectónica de ruptura, que favorece el hundimiento o el levantamiento de
los bloques. Una tectónica de gravedad, que se traduce por otros deslizamientos sobre las
pendientes, en relación con el sistema de fallas limitantes de la cuenca.
Se individualizan cinco fases tectónicas en la cuenca Progreso: Paleoceno, Eoceno Medio,
Oligoceno Superior, Mioceno Superior y Plio Cuaternario.

El miembro Guayaquil, puede resultar, ya sea, de una tectónica de gravedad de masa, o de


una posible tectónica de compresión, que se puede observar en los cortes norte - sur, de la
cordillera de Chongón - Colonche.

Se observan varias fallas inversas, con fuertes buzamientos (70°) hacia el norte; zonas de
cizallamiento sub horizontal ( 8 ° hacia el norte), jugando en fallas inversas; pliegues en
las cercanías de las fallas inversas y generalmente una tectónica de compresión, que se
nota por el reajuste de los planos axiales de los pliegues, paralelos con los rumbos de las
fallas inversas; presencia de rizaduras (king bands) y monoclinales, que caracterizan
esfuerzos distencionales y confirman deformaciones más tempranas.

Los estudios de campo demuestran que la silificación de los cherts de la formación


Guayaquil, fue lo primero y que después, en estado no consolidado, se produjo
deformaciones (pliegues singenéticos). La edad de esta fase, que afecta sobre todo la
formación Guayaquil, sería Cretáceo - Tardío.

La existencia detrás de la cordillera, de un alineamiento de macizos rocosos andesíticos,


paralelos a la cordillera, sugiere la hipótesis de una paleosubducción, de la misma edad
que las andesitas (Cretáceo Tardío), entre dos pedazos de corteza oceánica. En este caso,
esta paleosubducción, favorecería la creación de la futura cuenca Progreso, por la
individualización de una trinchera, en el sitio de la futura cuenca. Esta paleosubducción,
debe funcionar desde el Cretáceo Tardío, hasta su bloqueo, en el Paleoceno; y el
fallamiento inverso, en relación con la subducción, va a producir complicaciones locales,
que pueden iniciar funciones limitadas por fallas normales secundarias, durante la fase de
distensión que va a seguir a la compresión.

La fase Eoceno Medio, con el bloque de la subducción de la placa Farallón, produce


últimas deformaciones, permitiendo el deslizamiento del sureste hacia el noroeste de las
formaciones Chanduy y sus equivalentes, sobre la formación Estancia y el miembro Clay
Pebble Beds, provenientes de un punto a lo largo del Perú y la emisión de olistolitos de
Cayo sobre la pendiente de la cordillera Chongón - Colonche, que van a deslizarse sobre
la formación Estancia y atravesarse sobre la futura cuenca Progreso.
Durante esta fase, se individualizan en el norte de la cuenca Progreso, los horsts de Balsas
y San Vicente. El desarrollo de una nueva zona de subducción, al final del Eoceno
Superior, creó tensiones en la costa e inició el movimiento brutal de la cuenca Progreso,
rellenada por la transgresión Zapotal (Oligoceno Superior), así como también, produjo los
pequeños grabens vecinos, de rumbo este - oeste y norte - sur. Bloques caídos de la
cordillera de ChongónColonche, se deslizaron, pero fueron atrapados en la cuenca, con el
activamiento de la subsidencia y la individualización de la cuenca.

Los olistolitos de San Antonio, derivados del levantamiento de la formación San Eduardo,
que se encuentran a 10 kilómetros de la playa, a lo largo de la falla de La Cruz, son
testigos de este evento.

Figura . Cuenca Progreso-Santa Elena


Fuente: PROEXPLO, (2001)

Una importante reorganización geodinámica se produjo a partir del Mioceno Inferior,


donde prevaleció un sistema de subducción oblicua, que dio origen a fallamientos de
cizalla. La placa Farallón se separa en placa Nasca y placa Cocos, originando, como se
verá mas adelante, la apertura del golfo de Guayaquil, controlado por un
megadesplazamiento de rumbo dextral, así como un sistema de "block faulting" en la
costa y el hundimiento del compartimiento occidental de la cuenca Progreso, que produjo
el relleno sedimentario con los miembros y formaciones Dos Bocas, Villingota, Subibaja,
Progreso y Bellavista, acumulándose progresivamente, mientras que el compartimiento
oriental en posición de horst, quedó poco afectado.
Se crean dos sub cuencas, separadas por un surco: Gómez Rendón al sur, con un armazón
de Villingota, limitada por el horst Azúcar-Playas; Julio Moreno al norte, con armazón de
Subibaja. Las dos fueron rellenadas con la molasa de Progreso. Un último esfuerzo, antes
del cese de la actividad de la placa Farallón, produjo un levantamiento de las formaciones,
delante de la fosa, y por consecuencia, un levantamiento generalizado de la costa y de los
límites de la cuenca Progreso. Traduciéndose por deslizamientos de la subcuenca Julio
Moreno sobre la subcuenca Gómez Rendón y deslizamientos en masa de la formación
Bellavista, inicialmente depositada sobre las formaciones de la cuenca Progreso y la
cordillera de Chongón-Colonche.

Olistostromos de Bellavista se destacan y van a destruir los depósitos de la formación


Progreso en la subcuenca Julio Moreno, produciendo una fracturación importante y una
inclinación de los bloques hacia el norte, habiendo sido bloqueados por el armazón de
Subibaja, constituyendo el basamento de la subcuenca Julio Moreno. La otra subcuenca
Gómez Rendón, no fue afectada.

Seguramente en esta época, es cuando la cuenca Progreso se fracturó en bloques, por la


acción de fallas transformantes, individualizándose: la cuenca Progreso (ecuatoriana), la
isla Puná y la cuenca Zorritos (peruana), que tienen la misma geología y los mismos
depósitos. El desplazamiento se realizó a través de 150 kilómetros, a lo largo de las fallas
transformantes, hacia el noreste, y en consecuencia, por lo menos la cuenca Progreso,
sería considerada como alóctona.

En el Pliocuaternario, la inestabilidad tectónica, se continúa de la misma manera que


antes, con un "block faulting", que se traduce por el régimen de sedimentación de los ríos.
Los ríos sedimentan en los grabens, dando cauces mayores, anchos e importantes y
sobreimponen sus estructuras en los horst, formando gargantas sin sedimentación. Este
sistema de hundimiento de los ríos, puede llegar a ser muy importante. Así sobre la costa,
cerca de Engabao, se observan tres meandros sobrepuestos en el tablazo, lo que representa
un hundimiento de 50 metros. Paleomeandros aparecen también, sobre todo, en los
grabens. El levantamiento reciente generalizado, se manifiesta por un nuevo
levantamiento progresivo de la cordillera de Chongón, que ha atravesado un
paleomeandro; así como también, por la actividad de los accidentes limitantes de la
cuenca Progreso, que ahora se manifiestan por fallas inversas, que permiten la aparición
del material de Cayo, sobre los márgenes de la cuenca.
CONCLUSIONES
En base al análisis bibliográfico se estableció la geodinámica que actúa sobre el
Ecuador. Se trata de un límite convergente de placas en donde la placa oceánica de
Nazca se subduce debajo de la placa Sudamericana con un ángulo entre 25º y 35º
(Guillier et al., 2001). La dirección de convergencia es ligeramente oblicua: N83°E
(Kendrick et al., 2003; Nocquet et al., 2009 en Alvarado, 2012), a una tasa de
velocidad de 58 ± 2 mm/yr (Trenkamp et al., 2002).

Un rasgo importante en el sistema geodinámico es la subducción de la Cordillera Carnegie


que es un alto batimétrico en la placa de Nazca originado en el hot- spot (Punto
caliente) Galápagos, tiene una dirección aproximada E-W, y entra en la zona de subducción
entre 1ºN y 2ºS de latitud (Witt et al., 2006).De acuerdo a diferentes autores, el arribo de
Carnegie a la fosa (Pennington, 1981; Gutscher et al. 1999 en Trenkamp et al., 2002)y
la subducción oblicua de la placa de Nazca (Kellogg y Mohriak, 2001 Trenkamp et al.,
2002) pudieron conducir al despegue del Bloque Norandino (Trenkampet al., 2002).

La subducción oblicua de la placa de Nazca (Kellogg y Mohriak, 2001 Trenkamp et al., 2002)
y el arribo de la Cordillera Carnegie a la fosa ecuatoriana (Pennington, 1981; Gutscher et al.
1999 en Trenkamp et al., 2002), indujeron la deformación de la placa superior, que es
particionada a través del movimiento hacia el NE del Bloque Norandino (Alvarado, 2012). El
Bloque Norandino migra hacia el NE a lo largo de un sistema de fallas mayores de desgarre
lateral derecho (Megacizalla Guayaquil- Dolores), a una tasa de 6 ± 2 mm/yr (Trenkamp et
al., 2002 en Witt el al., 2006).

El inicio de subducción bajo el Plateau Caribe fue responsable de la generación de rocas


volcánicas y volcanosedimentarias de afinidad de arco de isla (Grupo Río Cala), y granitoides
intraoceánicos a aproximadamente 85 Ma, por subducción bajo el Plateau Caribe. Edades
radiométricas y composición química de rocas de afinidad arco de isla en la Cordillera
Occidental se correlacionan con secuencias de arco de isla en la zona costera de Ecuador,
Colombia y la región Caribe. Por lo tanto es razonable sugerir que ellos representan la
extensión sur del Arco del Caribe.
El movimiento dextral a lo largo de las fallas regionales que limitan el Bloque
Norandino cambia a movimiento compresional en las secciones donde las fallas
presentan una dirección N-S, acomodando esfuerzos compresionales E-W, producto de la
convergencia de las placas de Nazca y Sudamericana.

El Bloque Amotape Tahuin tuvo una cinemática rotacional máxima de 110º en sentido horario
producto de la actividad tectónica regional además de la acreción de terrenos Pallatanga, esta
deformación inicio en el Cretáceo y se tiene evidencia de que se prolongó hasta el Terciario.

BIBLIOGRAFÍA
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