Hora Santa
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CANTO DE ENTRADA
Ante Ti, Señor Jesús acudimos como discípulos tuyos, confiados en la escucha de
nuestras plegarias por Venezuela, por nuestras comunidades, instituciones, Iglesia y
familias. Sentimos el peso de muchas angustias e interrogantes. Nos has dado una
Palabra de Paz para hacerla llegar a todos nuestros hermanos. En la Cruz redentora
inauguraste la “Nueva Creación”, la cual dio mayor esplendor a todo el universo y
fuiste constituido “Cabeza” de toda la creación. A Ti, al Padre Dios y al Espíritu Santo
te queremos manifestar nuestra fe y nuestra alabanza. La hacemos reconociendo la
belleza de nuestra tierra donde debemos edificar tu Reino de Justicia, de Paz y de
amor.
Amén.
Monitor: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el
fuego de Tu amor. Envía Señor Tú Santo Espíritu…
Todos: … Y se renovará la faz de la Tierra.
Monitor: Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo;
concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos
siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(breve pausa)
CANTO
Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con
mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán
descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
* CANTO
Dame un nuevo corazon
Si han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde Cristo está sentado
a la derecha de Dios. Preocúpense por las cosas de arriba, no por las de la tierra.
Pues han muerto, y su vida está ahora escondida con Cristo en Dios. Cuando se
manifieste el que es nuestra vida también ustedes se verán con él en la gloria. Por
tanto, hagan morir en ustedes lo que es “terrenal”, es decir, el libertinaje, impureza,
pasión desordenada, malos deseos y el amor al dinero, que es una manera de servir a
los ídolos. Tales cosas atraen los castigos de Dios… Ahora rechacen todo eso: enojo,
arrebatos, malas intenciones, ofensas y todas las palabras malas que puedan decir.
No se mientan unos a otros, ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus vicios y
se revistieron del hombre nuevo que no cesa de renovarse a la imagen de su Creador
hasta alcanzar su perfecto conocimiento. PALABRA DE DIOS.
(contemplamos en silencio).
Monitor:
*Bendigamos A Dios que nos ha hecho sus hijos y nos ha permitido vivir en esta
hermosa tierra, con sus montañas, llanos y valles, paramos, tepuyes, mares…
BENDITO ERES…
* Bendigamos a Dios por los pastos que alimentan nuestro ganado y los frutos que
produce nuestra tierra.
Gloria al Padre…
MOMENTO DE SILENCIO…
Ant: Socorrerá el Señor a los hijos del pobre, rescatará sus vidas de la violencia.
que den fruto como el Líbano, y broten las espigas como hierba del campo.
MOMENTO DE SILENCIO…
7.- ORACION
Señor Jesús… Tú nos dices que vayamos a ti “todos”. Ayuda a Venezuela a lograr
caminos de unidad y reconciliación, a no ceder a la rabia ni al resentimiento, a
restablecer el orden constitucional y a ser constructores de la paz verdadera.
Sabemos junto al Papa Francisco que “una paz que no surja como fruto del desarrollo
integral de todos, tampoco tendrá futuro y siempre será semilla de nuevos conflictos y
de varias formas de violencia” (Ev. G., 219).
Señor Jesús… Con tu gracia, alivia Tú el dolor de las familias de tantas víctimas por la
represión, alivia Tú la angustia de tantas madres sin poder alimentar a sus hijos, alivia
Tú la frustración de tantos jóvenes que no vislumbran futuro para sus vidas. Queremos
aprender de ti. Transforma nuestros corazones hasta experimentar tus mismos
sentimientos, haznos sensibles a las necesidades de tantos hermanos nuestros,
muévenos a la concreción de acciones que construyan tu Reino.
8.- PRECES
M.- Te pedimos por los líderes políticos de Venezuela, para que tomen entera
conciencia de la terrible situación, para que no la agraven sus intereses partidistas y
para que aporten todo lo que esté a su alcance en acuerdos de mayor amplitud de
miras. Oremos.
M.- Te pedimos por la sociedad venezolana. Que no se acostumbre a vivir sin piso
jurídico ni a ver ultrajados sus derechos. Que no pierda la sensibilidad ni caiga en la
tentación de buscar salidas individualistas en detrimento del desarrollo integral de
todos. Oremos.
M.- Te pedimos por nuestros religiosos, que te ofrecen sus vidas cada día en
Venezuela, que trabajan por tu Reino junto a tu Pueblo, constituyéndose en parábola
viva –del buen samaritano, del padre misericordioso, del siervo que invierte sus
talentos–, para que no desistan en su testimonio, para que no pierdan el amor en el
pastoreo, para que no se vean solos o abandonados de nosotros. Oremos.
(Monitor): En comunión con todos los venezolanos, y deseando para cada uno las
gracias necesarias en el momento presente, recitamos la oración con que hace 118
años se consagró a perpetuidad la República de Venezuela al Santísimo Sacramento
del Altar (en Caracas, el 2 de julio de 1899):
“Soberano Señor del Universo y Redentor del mundo, clementísimo Jesús que por un
prodigio inenarrable de tu caridad te has quedado con nosotros en este sacramento
hasta el fin de los siglos; aquí venimos a tus pies a proclamarte solemnemente y a la
faz del cielo y de la tierra, nuestro único rey y dominador santísimo. A quien
consagramos todos nuestros afectos y servicios y a quien ponemos todas nuestras
esperanzas. Tú eres nuestro Dios, y no tendremos otro alguno delante de Ti, en tus
manos ponemos nuestra suerte y con ella los destinos de nuestra Patria Venezuela.
Muchos te hemos ofendido, y como el hijo pródigo hemos disipado en los desórdenes
tu herencia; perdónanos que ya volvemos con espíritu contrito a tu casa y a tus
brazos. Recíbenos, salvador nuestro, y concédenos que venga a nosotros tu reino
eucarístico. Levanta bien alto tu trono en nuestra República, a fin de que en ella te
veas glorificado por singular manera y sea honra nuestra, de distinción inapreciable, el
llamarnos la República Venezuela del Santísimo Sacramento del Altar. Te entregamos
cuanto somos y cuanto tenemos; cubre nuestra ofrenda con tu mirada paternal y hazla
aceptable y valiosa en tu divina presencia. Otra vez te pedimos nos recibas, que no
nos deseches, y que este acto de nuestro amor y de nuestra gratitud sea repetido,
cada vez con mayor fervor, de generación en generación, mientras Venezuela exista,
para que jamás la apartes de tu Sagrado Corazón. Que así sea para nuestra vida del
tiempo y después. Por los Siglos de los Siglos. Amén”.
Amen.
TODOS ARRODILLADOS.
ALABANZAS DE DESAGRAVIO
CANTO.
INICIO DE LA EUCARISTIA.