La Música y Cuba
La Música y Cuba
La Música y Cuba
Los ritmos cubanos se alimentan sin dudas de los aportes e influencias de ritmos anteriores. Sus rasgos africanos
y españoles fundamentalmente, conforman un ajiaco musical en donde radica su autenticidad. Como
estandarte del cubano, la música lo acompaña siempre. Conociéndola, usted descubrirá un poquito más a Cuba.
Danzón
Este ritmo surge a finales del siglo XIX en manos del compositor Miguel Faílde con su pieza "Las alturas
de Simpson". Se trata de una evolución de la contradanza española introducida en Cuba en el siglo XVIII.
Al acriollarse el ritmo, comienza a adquirir rasgos propios de la cultura afrocubana, francesa y española,
del folclor y la música popular.
Durante las primeras décadas del siglo XX, el género asimiló nuevas sonoridades como el son cubano y
el son montuno. Así, con el surgimiento de grandes orquestas, el danzón ganó muchos admiradores en
las primeras décadas del siglo.
Mambo
El sabroso mambo surge en Cuba a finales de los años 30 del siglo XX. Sus fundadores fueron los
hermanos Israel Cachao y Orestes López. Se trata de una nueva forma del danzón con influencias
africanas, ritmo sincopado y eliminación del cantante. Posteriormente, otros músicos hicieron importantes
aportes al género como Arsenio Rodríguez, Dámaso Pérez Prado o Benny Moré.
El mambo se baila con un ritmo sincopado, con cuatro pasos por compás, con un movimiento fuerte y
rápido. Fue de mucha popularidad en su época, aun hoy se enseña como baile de salón. Su
evolución dio lugar a un nuevo ritmo: el Chachachá.
Chachachá
El primer chachachá fue compuesto por Enrique Jorrín en 1953. Este músico componía
fundamentalmente danzones, a los que introdujo un coro de voces que fue gustando al público. Este
podía entonces bailar más suelto, dando pasos de un lado hacia al otro. El género toma como base
musical el danzón y el son montuno.
En su evolución se incorporan las orquestas llamadas charangas que incluían timbales, bajo, flauta, piano
y conjunto de violines. Así, agrupaciones reconocidas cantaron exitosos chachachás como la Orquesta
Aragón, Los Cariñositos y la Orquesta América, entre otras. En la actualidad, muchos de los que se
acercan a la música cubana quieren aprender chachachá, porque es un ritmo muy pegajoso y
armonioso.
Rumba
Este ritmo musical es de origen africano pero se ha enraizado tanto en Cuba que hoy se considera el
baile más clásico de los bailes latinoamericanos. Existen tres tipos de rumba: el yambú, la columbia y
el guaguancó. La rumba es una danza folclórica afrocubana que toma también compases del son
montuno.
Desde su surgimiento en los barracones y plantaciones de azúcar del siglo XVIII, su instrumentación ha
sido a partir de tres tumbadoras, que replican fuertemente aumentando la intensidad del baile. Era la vía
de escape espiritual para los cimarrones y negros liberados. Este ritmo se tocaba posteriormente en los
barrios negros de La Habana, en las zonas rurales donde mejor se conservaba la tradición africana.
Evoluciona entonces, asociado a los solares y los sitios marginales. En las primeras décadas del siglo XX
adquiere popularidad en la isla, pero con los años muchos lo excluyeron de los principales circuitos del
baile. Su influencia ha sido fundamental para la música popular cubana, sobre todo para la guaracha, la
conga, el mambo y el chachachá. Se baila en pareja pero de manera abierta, con movimientos eróticos, a
veces bruscos de cadera y pelvis, y sus canciones evocan santos africanos o la vida de los negros
discriminados en su momento. Hoy, es un género ampliamente fomentado en la isla, y reconocido en todo
el mundo.
Conga
La conga es quizá el baile popular cubano más añejo. Desde los primeros siglos de la Colonia, a los
negros esclavos les permitían un día de celebración, como el Día de los Reyes en que bailaban y
cantaban al ritmo de la conga. Así, mientras los hacendados festejaban en sus salones de baile, otros se
movían ardientemente al ritmo de tambores e instrumentos rústicos.
La conga arrastra una gran cantidad de personas bailando y cantando. Así surgen los llamados
carnavales donde la conga es la protagonista. Estas fiestas tradicionales se destacan aun hoy en la isla
con los Carnavales de La Habana, los de Santiago de Cuba y las Parrandas de Remedios en Villa Clara y
de Bejucal en Mayabeque.
Cada región ha desarrollado y personalizado el género. El baile solo consiste en seguir a los músicos con
su ritmo característico. Las fiestas populares asociadas a la conga son patrimonio musical y cultural de la
nación, y son eventos de masas donde participa todo el pueblo y los visitantes.
Son Cubano
El son es un género musical básico para la música popular cubana. Surge a finales del siglo XIX en las
provincias orientales de Cuba y a partir de la radiodifusión característica del siglo XX, el son comienza a
popularizarse. El afamado conjunto de Ignacio Piñeiro, "El Septeto Nacional", inmortalizó el tema "Échale
salsita", ya un clásico del género.
En sus comienzos el son se vio como una música de los barrios populares, pero pronto adquirió
reconocimiento en todo el país, así como en Puerto Rico, República Dominicana, México y Colombia.
Asimismo, con los años se originaron nuevas variantes del son como el son montuno, el changüí, el sucu-
sucu, el mambo, el chachachá, entre otros. A su vez, se ha incorporado a otros géneros como al jazz, el
bolero, el danzón, y a la base rítmica de la cancionística cubana.
Este género ha sido el que más brillantes compositores, músicos, orquestas y arreglistas ha aportado a la
cultura cubana. En su evolución surge la salsa, género bailable que hoy recorre el mundo con mucha
popularidad. Los que llegan a la isla siempre quieren bailar la salsa, y nutrirse de la música y la vida
nocturna del país.