Educación Disruptiva

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EDUCACIÓN DISRUPTIVA

En la nueva era, donde los avances tecnológicos han extendido sus raíces a todas las ciencias

como un modelo de innovación que permite la optimización tanto de la adquisición y el

procesamiento de información, se ha llegado a plantear el empleo de la misma en nuevas

realidades, entre ellas la educación; esta intenta replantear el empleo de las tecnologías digitales

como más que una simple herramienta de apoyo de irradiación del conocimiento.

Pero, a este nuevo planteamiento se acuña otro concepto, el cual juega un papel importante al

plantear el tipo de cambio que esta nueva concepción de educación busca ingresar en la

actividad educativa, la disrupción, que no es más que aquel concepto que trata de explicar el

fenómeno de cambio brusco, cuando una concepción de determinada realidad es separada de su

asociado existente y pasa a tener otro que supuestamente explota en mayor medida la misma

concepción. Jonathan Knowles (2017, Monterrey) afirma “La actitud mental exponencial es la

noción de la duplicación” como una concepción de la disrupción como modelo de vida.

Entonces, al haber ingresados estos dos conceptos y amasarlos con el de educación, nos

encontramos con una nueva concepción de educación, la educación disruptiva; que trata de

evidenciar la supuesta necesidad de cambio brusco en los modelos y los conceptos educativos,

estos cambios necesariamente ajustados a una realidad digital posmoderna, que nos permitirá

tratar a la tecnología ya no como una meta herramienta sino como un canal de comunicación,

interacción entre el docente y alumno, que en idea concreta facilita la recepción y retención,

respectivamente, de los conocimientos impartidos por el docente a través de medios digitales.

Este nuevo paradigma sobre los cambios de los modelos de educación en base al reemplazo de

los mismos con otros que permitan la inserción de la tecnología, nace de la reflexión de los
pedagogos sobre la retención de la información en lo alumnos, el aprendizaje a largo plazo. Uno

de los primeros en plantear esto, Juan Domingo Farnos (2013) afirma:

“Sabemos de la importancia del aprendizaje, pero nos empeñamos en no practicarlo.

Empecemos con las escuelas. Las escuelas tienden a centrarse en los puntos débiles en lugar de

fortalezas. También se centran demasiado en la difusión de contenidos. Nuestras instituciones

han dejado de promover el amor por el aprendizaje y no motivar a los estudiantes a aprender por

sí mismos – en muchos casos es todo lo contrario.” De esta concepción es que nace la idea de

un cambio radical que desplace los anteriores parámetros que regían la educación y que

supuestamente limitaban la labor docente a solo una mera acción de irradiación dejando de lado

la preocupación si el alumno recibía o no correctamente el conocimiento, asumiendo que el

mismo si había retenido la información. El papel de la tecnología en esto es de vital

importancia, ya que el cambio mismo dicta que el nuevo proceso a ingresar en el proceso de

aprendizaje se debe llevar a cabo a través de la tecnología, más centrado en la digital, que

permitirá al docente interactuar, tanto dentro como fuera de las aulas, con los alumnos en

cuestión.

Pero este cambio es más profundo que el sólo ingresar la tecnología, trata de modificar los

agentes implicados en el aprendizaje dentro de las aulas, Acaso (2014) nos dice “cambiar la

imagen de educación, los agentes implicados no son solo profesor y alumno, en cambio es

profesor, alumno e inconsciente de ambos”, docente española de la Universidad Complutense de

Madrid, reafirma lo dicho por Robinson (2013) que conceptualiza “las escuelas matan la

educación”, con esto la docente nos incluye en un concepto adverso a la que hasta ahora hemos

dado a la educación disruptiva, llevar más allá el cambio de solo uno tecnológico, “cambiar la

brecha metodológica, y no solo la tecnología Acaso (2014), que significa de buenas a primeras

reflexionar sobre los componentes que se actúan en el proceso de aprendizaje y que los alumnos
no aprenden lo que los docentes enseña sino, que a cada transmisión de información irradiada

por el docente no es necesariamente lo que retiene, en cambio cada alumno genera una

información única en su cerebro que puede discrepar con la información generada de otros

estudiantes. Este concepto se puede ejemplificar con una temática en lingüística Pierce (1839;

1914) nos ilustra con la concepción de la lengua y su signo, y que el signo lingüístico está

estructurado no solo de un objeto y un significante, como afirmaba su contemporáneo Saussure,

sino también de un intérprete, y por lo cual la relación entre el significado, el significante y

objeto era completamente arbitraria, y lo que el emisor quería transmitir, no era lo que recibía el

receptor sino que lo transmitido se ajustaría a la realidad del interpretante.

Y sin embargo, a todo esto, se agregan muchos más aspectos, detalles, que buscan mejorar

este nuevo concepto de educación, aunque a su vez poco relevantes si primero uno se centra en

los problemas que presenta este modelo.

Si bien no sustentados a un nivel de inducción científico, nace entre el público un retracción

anónima de este nuevo concepto, que carece de autoría pero que sustenta muy bien los

principales problemas de este nuevo modelo educativo replanteado. Este básicamente hace uso

del poco abarcamiento de la educación disruptiva en relación con otras ciencias, entre ellos

podemos encontrar teorías básicas conservacionistas, como por qué se habla de un cambio

educacional basado en la modernización tecnológica, si no se cuenta con el suficiente apoyo

financiero por parte de las organizaciones estatales e internacionales a las escuelas. Y que tanto

costará, tanto económicamente como a nivel social un cambio tan radical, y la paradoja que

plantea un cambio parcial y gradual del mismo. Pero, el mayor problema que plantea es el

inserción de este nuevo modelo educativo en zonas geográficas que no cumplen con las

condiciones requeridas para desarrollar este nuevo concepto, ya que el mismo fue desarrollado y
planteado en zonas geográficas desarrolladas, España, Francia, Estados Unidos de Norteamérica,

Italia, Alemania, etcétera. Ideas que en países bajos, o considerados como subdesarrollados no

son funcionales, pues cada zona geográfica o país cuenta con un modelo educativo diferente , y

que puede está en mejor o menor medida preparados para este cambio; cuantos profesores están

dispuestos a su reeducación de la concepción de docencia, y a si el estado estará dispuesto a

correr con la enorme carga de tener a millones y millones de profesores sin un adecuado

asesoramiento sobre nuevos modelos y como implementarles ese asesoramiento.

Concluimos, con la idea de que, esta nueva teoría educativa, que parte de la ruptura que

separa el antes y después del concepto de educación, es una concepción que puede ser valorada

como un modelo ideal de educación pero inalcanzable a un corto plazo como plantea “ La

Educación Disruptiva”, y que su superficialidad no se ajusta a la realidad de países que sostienen

su educación en una obligatoria y no en la opcional.


Bibliografía
Acaso, M. (19 de Junio de 2014). FundaciónTelefónicaMX. Obtenido de Youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=-cbcYxp49Os

EDD2016. (2016). Arte y Educación . Obtenido de Fundación Telefónica:


https://www.fundaciontelefonica.com/conferencias/escuela-educacion-disruptiva-2016/

Farnos, J. D. (14 de Abril de 2019). ¿Sabemos como aprender? Obtenido de Wordpress:


https://juandomingofarnos.wordpress.com/2019/04/14/sabemos-como-aprender-
educaciondisruptiva/

Reveles, J. d. (1 de Enero de 2018). La educación Disruptiva . Obtenido de Elsoldezacatecas:


https://www.elsoldezacatecas.com.mx/analisis/la-educacion-disruptiva-transforma-
elaprendizaje-1156622.html

Velasco, J. (2012 de Octubre de 2012). Historia de la Tecnología. Obtenido de Hipertexual:


https://hipertextual.com/2012/10/30-anos-cd

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