Salles Alloza
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Salles Alloza
Sales Alloza
Todavía cuando se aborda el tema del que en relación a ella creemos que debería
psicoanálisis en relación a la institución desempeñar el psicoanálisis propongo des
asistencial se piensa generalmente en la tinar las siguientes consideraciones.
institución psiquiátrica, en el manicomio.
Esta asociación se basa probablemente en
el hecho de que el psicoanálisis ha tenido La Reforma Sanitaria y la integración de
una participación destacada en el movi la salud mental
miento de desinstitucionalización y refor
ma psiquiátrica que se ha venido Se da la circunstancia de que la reforma
desarrollando en todo el mundo occidental de la psiquiatría aludida, dado el retraso
a lo largo del último medio siglo, y que ha histórico con que se ha producido en nues
dado como resultado una sustancial trans tro país, ha venido a coincidir con otra
formación de los modelos de asistencia a la reforma, la de la asistencia sanitaria gene
salud mental. Movimientos tan fundamen ral auspiciada por la üMS tras su
tales como la Comunidad Terapéutica Conferencia de Alma-Ata de 1978. Hablar
inglesa, la Psicoterapia Institucional fran de asistencia primaria en salud mental
cesa o la Higiene Mental norteamericana, implica, pues, referirse necesariamente al
por no citar también la Antipsiquiatría de concepto de Atención Primaria de Salud
Laing y Cooper, fueron posibles gracias al (A.P.S.). Como es bien sabido, bajo el lema
empeño de analistas comprometidos con la de «Salud para todos en el año 2000», la
realidad sociopolítica de su tiempo y, sin üMS propone un modelo asistencial revo
duda también, al prestigio social de que el lucionario, descentralizado y basado en la
análisis gozaba por entonces. A.P.S., a la que -al menos en teoría- conci
Pero la verdad es que hoy en día toda be como una atención «biopsicosocial». La
esta historia se nos antoja un tanto lejana. salud mental (SM), por tanto, pasa a for
Para todo el mundo es evidente que el pro mar parte de una difinición más global de
blema del manicomio -aunque no total salud y, en consecuencia, su atención debe
mente resuelto- ha dejado de ser el tema ser asumida por los equipos de atención
central de la psiquiatría, a la vez que otros primaria (1).
focos de preocupación han tomado el rele Tal es, en síntesis, el modelo que con
vo. Nuevas «instituciones», por fortuna mayor o menor amplitud se está desarro
diferentes a la manicomial, se enfrentan llando en la mayoría de países de nuestro
actualmente a los también nuevos proble entorno y, desde que en 1986 se promulga
mas que plantea la asistencia a la salud ra la Ley General de Sanidad, también en
mental. Una de estas «nuevas institucio el nuestro. De hecho, en Cataluña, la lla
nes», de creciente relevancia en la estructu mada Red de Salud Mental de Diputación
ra de los modernos sistemas sanitarios, es de 1981 está ya siendo financiada y gestio
la Asistencia Primaria. A ella y al papel nada por el «Servei Catala de la Salut» y
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algunos Centros de Asistencia Primaria de zar? ¿Qué papel creemos que le correspon
dicha Red se están enfrentando al proble de al psicoanálisis ante un problema social
ma de la integración de la SM en el de actualidad como es el de la asistencia
Sistema Sanitario General. pública a la salud mental? Se supone que el
La situación que dicha integración concepto mismo de «salud mental», que
determina viene definida, desde mi punto habría venido a reemplazar al de «psiquia
de vista, por tres parámetros fundamenta tría», se edifica sobre un conjunto multi
les: 1. 2 ) Todos los estudios epidemiológi disciplinario en el que el psicoanálisis
cos coinciden en señalar elevados niveles tendría su lugar, junto a la propia psiquia
de morbilidad mental en la población tría, la psicología, la sociología, la epide
general, sobre todo en las grandes concen miología y otras materias. Tal es el punto
traciones urbanas. 2. 2 ) Esta morbilidad de vista de autores como Emiliano
general se traduce en tasas muy altas de Galende, quien describe el movimiento
demanda de asistencia dirigida fundamen internacional de reforma psiquiátrica en
talmente al médico de atención primaria, términos de «descomposición de lo psi
es decir, el médico se erige en principal quiátrico» para dar paso a la creación de
receptor y filtrador de la demanda de SM, las nuevas «políticas de salud mental» (2).
que luego será derivada o no al servicio de En este sentido, y siempre en opinión de
SM correspondiente. 3. 2 ) Esta demanda de Galende, el psicoanálisis, junto con las
SM ha experimentado un cambio, no sólo demás disciplinas que conforman el campo
cuantitativo sino también cualitativo, que de la salud mental habría provocado el
se refleja en un predominio considerable «estallido» de la psiquiatría, que habría
de las patologías llamadas neuróticas sobre quedado relegada a «un papel secundario
las psicóticas. Trastornos de ansiedad, en la escena de la Salud Mental» (3).
depresiones distímicas, trastornos somato Sin embargo, a poco que observemos el
formes y de la alimentación, fenómenos curso que están tomando los acontecimien
psicosomáticos, son básicamente los pro tos, habremos de admitir que en los últi
blemas que saturan las consultas de A.P. y mos años la situación ha dejado de
configuran el perfil de la nueva demanda responder a este diagnóstico. Lo que
de S.M. Se da así la paradoja de que, mien advertimos por el contrario es que, lejos de
tras las psicosis disponen de unos circuitos haber «estallado» y de conformarse con un
asistenciales más o menos aceptables, fruto «papel secundario», la psiquiatría está
de la reforma psiquiátrica, es la impropia viviendo un relanzamiento sin precedentes,
mente denominada «psiquiatría menor» la apoyada en las modernas neurociencias y
que se está convirtiendo ahora en un verda en las investigaciones biológicas. Una psi
dero problema de salud pública. quiatría que, cansada de su papel de «her
mana pobre» de la medicina, camina con
paso decidido en dirección a asimilarse
Psicoanálisis, Salud Mental y Psiquiatría totalmente al discurso médico-científico,
desde el cual está adquiriendo un predica
Llegados a este punto, la cuestión es la mento sociocultural que jamás tuvo. Basta
siguiente: ¿Cuál es el lugar del psicoaná observar los medios de comunicación y el
lisis en este panorama que acabo de esbo- tratamiento que desde ellos se da general
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mente a los temas de salud mental para respecto que el análisis como movimiento
constatar el fenómeno. Y la misma impre puede muy bien ser calificado de inoportu
sión nos producen el DSM-III Y la reciente no, pero no puede ser nunca inactual, y
CIE-10, en cuyas páginas es difícil no mucho menos desfasado. Al menos, los
advertir un plan nada casual de eliminación analistas que nos ocupamos de la tarea
sistemática de todos aquellos conceptos de asistencial en el marco de las instituciones
filiación analítica, hasta hace poco bien públicas no podemos aceptar un psicoaná
consolidados en la psiquiatría. El ejemplo lisis que no se comprometa con la actuali
quizá más significativo es el de la histeria, dad de la cultura.
que después de una historia de más de Freud tampoco lo habría aceptado. En
2000 años ha sido barrida de pronto de las todas las épocas de su vida, desde su famo
nuevas nosografías (y con ella, natural sa intervención en el Congreso de 1918
mente, lo más específico del descubrimien hasta El malestar en la cultura, estuvo
to freudiano: inconsciente y sexualidad). siempre muy atento a los temas de actuali
Así las cosas, «salud mental» y enfoque dad y defendió la expansión del psicoaná
«biopsicosocial», expresiones éstas que lisis a instituciones y demás sectores de la
utilizamos todos los días, corren el peligro cultura de su tiempo. Es más, siempre con
de quedar convertidas en palabras vacías, sideró el análisis como una fuerza de cam
en papel mojado, en un momento en que, a bio e influencia sobre la sociedad y animó
todas luces, la balanza sufre una inclina a sus discípulos a incrementar la autoridad
ción -y no precisamente desinteresada del análisis en el discurso social. En cohe
hacia el lado de lo «bio» y en detrimento rencia con ello, se refirió frecuentemente a
de lo «psicosocial». Y ante este avance de la necesidad de «perfeccionar nuestro
la psiquiatría biológica que, como vemos, conocimiento de las enfermedades neuróti
está impregnando no sólo el modelo asis cas y de nuestra técnica terapéutica merced
tencial sino el conjunto de la cultura de a su aplicación y su comprobación -decía
nuestros días, uno tiene la impresión de bajo nuevas condiciones» (5). Es evidente
que el psicoanálisis, lejos ya de sus años que esas «nuevas condiciones» hemos de
dorados, replegado en un discurso cada vez buscarlas hoy en el modelo asistencial
más teoricista y ocupado en cuestiones de vigente en la sociedad postmoderna de los
escuela fruto de la división interna, está años 90, es decir, las mismas que antes
perdiendo actualidad. describía al referirme a la A.P.S. y al tipo
No se me escapa que estamos tocando de clínica que ésta determina. Así pues, si
un tema polémico y que hay analistas que el psicoanálisis quiere seguir el consejo de
opinan -como Marie Moscovici en su libro su fundador, no puede dar la espalda a esta
La sombra del objeto- que el análisis y realidad.
«los fenómenos de que se ocupa no tienen
nada que ver con ninguna actualidad», e
incluso que su esencia misma es ser justa La nueva clínica de SM y el fenómeno de
mente inactual (4), en el sentido que la «medicalización»
Nietzsche daba a este calificativo
(Unzeitgemiisse, que puede traducirse por La clínica cambia con los tiempos, las
inoportuno, inactual o desfasado). Creo al culturas, las modas y los diferentes modos
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