Trefilado PDF
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INTRODUCCIÓN
La trefilación es uno de los procesos de conformación de metales más comunes. Éste consiste
en cambiar y/o reducir la sección de una barra, traccionándola a través de un dado cónico (Vial &
Negroni, 1999). La trefilación puede ser usada en diversos materiales para generar variadas formas
finales no necesariamente circulares (Bayoumi, 2001). Este proceso se realiza en frío y es posible
trefilar tanto barras huecas como barras rellenas. La trefilación de barras huecas o tubos se puede
realizar de cuatro maneras: sin herramientas, con pepa fija, con pepa flotante o bien con mandril
(Bruni, Forcellese, Gabrielli, Simoncini, & Montelatici, 2007). En este último caso, no es posible
asegurar un espesor preciso en el tubo trefilado, aunque éste tiende a mantener un espesor similar
al original. En la Figura 1.1 es posible observar los diferentes tipos de trefilación más comunes.
Éstos son: a) trefilado sin herramienta, b) trefilado con pepa fija, c) trefilado con pepa flotante y
finalmente d) trefilado con mandril.
Una de las ventajas de este proceso es el excelente acabado superficial del producto obte-
nido (Kwan, 2002), además de que generalmente implica un bajo costo en comparación con los
demás procesos de conformación de tubos. También es importante el hecho de que, como es un
proceso realizado en frío, las propiedades mecánicas del metal se ven afectadas, lo cual puede ser
beneficioso según el uso que se le vaya a dar al producto final (Moon, Lee, & Tyne, 2005).
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Capítulo 2. MARCO TEÓRICO
Sin importar la forma en que se esté analizando un problema de trefilado, ni las características
geométricas de éste, siempre la carga necesaria para llevar a cabo la operación estará asociada a
tres grandes componentes energéticos (Avitzur, 1983): la energía interna de deformación, la energía
redundante de deformación y la energía necesaria para superar el roce que existe entre el material
trefilado y el dado. En la figura 2.1, es posible observar cómo se distribuyen las distintas energías
según el semi-ángulo del dado y la carga relativa. De este modo, a medida que el semi-ángulo del
dado disminuye, aumenta la energía perdida producto de la fricción. Sin embargo, otros factores
tales como la resistencia al corte aumentan. Es por esta razón que existe un ángulo en el cual
se minimiza la combinación de estas distintas energías con tendencias contrarias en el proceso de
conformado en estudio. Cada una de estas componentes debe ser calculada por separada en el caso
de usar un método analítico para determinar la carga total de trefilado, la cual será la resultante de
todos los esfuerzos anteriormente calculados.
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2.1.2. Principales parámetros del proceso de trefilado
Son variados los parámetros que influyen en la definición de un proceso de trefilado, la carga
necesaria para realizarlo y las condiciones bajo las cuales se desarrollará. Sin embargo, éstos se
pueden reunir en dos grandes grupos. Por un lado están todos los factores geométricos propios del
elemento a trefilar y del dado con el cual se está realizando el trefilado, y, por otro lado, se encuentra
el roce entre ellos el cual estará definido por factores como la calidad superficial de los materiales
involucrados y la posible presencia de lubricación durante el proceso.
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2.1.3. Fricción en el proceso de trefilado
Es posible observar en la Figura 2.2, que a la fricción normalmente se la caracteriza por medio
de la variable µ que representa al coeficiente de roce entre el material y el dado usado en la trefila-
ción. Existen variadas definiciones para este parámetro, las cuales dependerán de distintos factores
tales como la rugosidad superficial (Avitzur, 1983; Rubio, González, Marcos, & Sebastián, 2006)
τ = µp (2.1)
σ0
τ = m√ (2.2)
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donde m será el coeficiente de roce constante dado para las condiciones de la experiencia, tal que σ0
representa el esfuerzo de fluencia del material. Este coeficiente está definido por un valor mínimo
de 0, para el cual no existe roce alguno y un valor máximo de 1 (Martínez et al., 2007; Palacios,
2006).
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3. Roce hidrostático: Cuando una fina capa de lubricante separa el dado de la pieza, prevalece
este tipo de roce. El factor principal que determinará este tipo de fricción serán la características
propias del lubricante usado (Martínez et al., 2007).
Como corolario del análisis anterior, es entonces posible considerar un conjunto de caracterís-
ticas bajo las cuales la carga necesaria para la trefilación debería minimizarse. Dada la influencia de
cada una de las distintas energías que, como anteriormente se describió conforman este proceso, el
ángulo óptimo del dado quedará dada por (Avitzur, 1983):
v
u3
u 2 m ln RR00f
αopt ≈t 3
(2.3)
1 − RR0i
Este método es particularmente útil para los casos de flujo permanente y está basado en las
siguientes suposiciones: por un lado, la deformación plástica sólo ocurrirá bajo la aplicación del
esfuerzo principal, mientras que el efecto de la fricción no es importante en función a los demás
factores que influyen en el proceso. Debido a estas suposiciones, este método es simple y bastante
impreciso, sobre todo debido a que suponer que el roce no es importante es demasiado aventurado
(Blazynski, 1989).
Considerando las suposiciones hechas anteriormente para este método, para una relación tensión
deformación de la forma σ = Cε, la carga necesaria para realizar la trefilación sería:
A
σt = Cy (ln ) (2.4)
Af
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donde:
σt : tensión necesaria para realizar la trefilación del material.
Cy : límite elástico promedio del material.
A: área inicial del material.
A f : área final del material.
En caso de tener una relación tensión deformación de la forma σ = Aεn , es necesario considerar
esta variación de manera de calcular la deformación homogénea correcta.
Este método está basado en el mismo concepto usado en la resolución por medio del método
de elementos finitos. Consiste en dividir el volumen de control de la pieza en estudio, en un número
limitado de rodajas (slabs), para los cuales se realiza un análisis independiente mediante equilibrio
de fuerzas que, a la vez, dará las bases para las condiciones de contorno del elemento siguiente. Este
método posee una pequeña variación en la forma de integración que provee la ecuación resultante
(Palacios, 2006).
Considerando la Figura 2.3 y para una función de carga-deformación del tipo σ = Cε, la carga
de trefilado quedaría dada por:
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m(cot α + tan α)
σt = C¯y ( √ + 1)ε (2.5)
3
2 µ
σt = C̄y [ α + ε + ε ] (2.6)
3 α
Este método consiste en calcular fuerzas de conformado que son superiores a las reales y que,
por lo tanto, con certeza producirán el cambio de conformado deseado. Principalmente basa su fun-
cionamiento en la suposición de un campo de velocidad admisible, el cual satisface la ecuación de
continuidad y todas las condiciones de borde de las distintas velocidades, sin imponer restricciones
sobre condiciones de equilibrio ni sobre las condiciones de contorno de los esfuerzos presentados
en el caso estudiado (Erich & Kobayashi, 1965; Vial & Negroni, 1999).
En este apartado se realizará un análisis resumido de este método de cálculo, para más detalles
consultar Avitzur (1983). En el trefilado de tubos libre, es decir, sin herramientas internas, son
diversos las factores que afectarán cada parte y zona del proceso. En la Figura 2.4 es posible
observar un esquema de las características geométricas y físicas del proceso en cuestión.
Se puede apreciar en esta figura un tubo de radio exterior original R0 y radio interno original
Ri , el cual es traccionado a través de un dado, de semi-ángulo interno α, el cual tiene un orificio
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Figura 2.4. Esquema de la trefilación de tubos
(Avitzur, 1983)
de salida de radio R0 f que se extiende en una distancia L, quedando el tubo con un radio interior
dado por Ri f . El espesor inicial del tubo t0 está dado por la diferencia R0 − Ri . Normalmente se
observa en este proceso que el diámetro final del tubo es ligeramente menor que el diámetro del
orificio de salida del dado. Se definirán entonces como parámetros independientes R0 , Ri , R0 f , Ri f ,
α, L y σxb , esta última conocida como tensión de contratiro, que es usada en algunos casos para
disminuir el desgaste producido en el dado. El espesor final del tubo quedará entonces definido
como un parámetro dependiente de los parámetros anteriormente nombrados dado por R0 f − Ri f .
También se puede observar en la figura que el espacio fue dividido en tres zonas esféricas donde es
posible suponer que cada una poseerá una velocidad continua al interior de sus fronteras. Esto es
conocido como campo de velocidades esférico y es una suposición comúnmente usada en este tipo
de análisis. Se tendrá entonces en las zonas I y III una velocidad uniforme y únicamente con un
componente axial, siendo v0 y v f respectivamente. Manteniendo la continuidad entre las zonas de
velocidad es posible llegar a la relación:
R0 f 2
v0 = v f ( ) (2.7)
R0
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de este modo, la tensión de trefilado está dada por:
σxb √
σt = √ + A1 (2/ 3)σ0 (2.8)
(2/ 3)σ0
Donde:
√ 1 2
A1 = 3 ln RR00f + R2
( sinαα2 − cot α + m(cot α ln RR00f + RL0 f ) − RRi 2 ( sinααi 2 − cot αi ))
1− i 2 0 i
R0
Este método analítico fue desarrollado recientemente por González, Vivancos y Bubnovich
(2008). Éste se basa en el análisis del trefilado mediante el equilibrio de fuerzas que es posible
establecer considerando que esta operación se realiza por lo general a una velocidad constante. A
continuación se resumirá los resultados obtenidos en el desarrollo de éste método analítico, para
mayor referencia revisar (González, Vivanco, & Bubnovich, 2008). En la Figura 2.5 es posible
observar un esquema de las fuerzas involucradas.
Considerando este diagrama, es posible entonces establecer que la tensión de trefilado quedará
dada por:
A(1 + tanµ α ) µ
σt = µ [1 − (1 − r)B(1+ tan α )−1 (2.10)
B(1 + tan α ) − 1
donde A y B son constantes a determinar que dependerán del criterio de fluencia que está siendo
utilizado.
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Figura 2.5. Diagrama de fuerzas en el trefilado
(González et al., 2008)
Este criterio considera que la tensión de trefilado y la presión ejercida sobre el dado se relacio-
nan mediante la siguiente ecuación:
p = Cy − σx (2.11)
Cy (1 + tanµ α ) µ
σt = µ [1 − (1 − r)(1+ tan α )−1 ] (2.12)
(1 + tan α ) − 1
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Figura 2.6. División infinitesimal del proceso de trefilación
(González et al., 2008)
Cy 1 − tan α2
p= − σx (2.13)
1 − tan α2 − 2µ tan α 1 − tan α2 − 2µ tan α
Finalmente se tiene un criterio de fluencia un poco más complejo, basado en el esfuerzo de corte
producido durante el conformado de la pieza en cuestión. Este criterio se basa en una iteración en
función de la presión ejercida sobre el dado dada por:
i Cy 1 − tan(α)2
p = − σx i (2.14)
1 − tan α2 − 2µ tan α 1 − tan α2 − 2µ tan α
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Usando como condiciones iniciales el resultado obtenido del segundo criterio de fluencia, es
posible entonces iterar mediante el uso de éste para conseguir un resultado más preciso, sobre todo
para coeficientes de roce altos y ángulos de dado pronunciados.
Otra variable importante comprendida en el proceso de trefilado, además del semi-ángulo del
dado usado y el coeficiente de fricción, es la reducción de área experimentada por el material durante
el proceso de trefilación. Combinando estas variables, se definirán los factores asociados al proceso
mismo, como por ejemplo la fuerza necesaria para llevar a cabo la trefilación a una velocidad dada,
o en su defecto la máxima velocidad a la que es posible trefilar (Rowe, 1986). Existen variadas
teorías y formas de determinar valores aproximados para los parámetros anteriormente nombrados.
Todas se basan en la teoría de la plasticidad, considerando que la deformación sufrida por el tubo se
encuentra en gran medida contenida en el rango plástico del material.
∇ · σ + ρb f = 0 (2.15)
ρJ = ρ0 (2.16)
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En la ecuación (2.15), b f representa el vector específico de la fuerza ejercida por el cuerpo
(peso). El estado de tensiones en un punto queda definido por el tensor σ dado por:
σxx σxy σxz
σ = σyx σyy σyz
σzx σzy σzz
Expandiendo la ecuación (2.15) y considerando que la influencia del término que considera el
peso propio de la pieza es baja, se obtienen las ecuaciones para cada dirección cartesiana, dadas por:
Para la ecuación 2.16, ρ define la densidad y el término J es el determinante del tensor de se-
gundo orden del gradiente de deformación F:
J = det(F)
La ecuación (2.17) constituye la restricción que permite confirmar que el modelo constitutivo
no contradiga la segunda ley de la termodinámica, donde Dint corresponde a la disipación interna
del cuerpo.
La deformación sufrida por un material frente a una carga dada puede ser expresada mediante
la ley de Hooke, la cual se define como:
σ = C : (ε − ε p ) (2.18)
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donde C representa el tensor cartesiano isótropo de cuarto orden en el cual se encuentran las distintas
constantes que definirán el comportamiento del material. La deformación ε queda definida como la
suma de la deformación elástica y plástica:
ε = εe + ε p (2.19)
1 ∂ui ∂u j
εi j = ( + ) (2.20)
2 ∂x j ∂xi
El incremento de la deformación sufrida por el material en la zona plástica puede ser expresado
como:
∂F
Lv ε̇ p = λ̇ (2.21)
∂σ
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1
p = (σxx + σyy + σzz ) (2.23)
3
En este contexto, definimos F, que representa la frontera entre la zona plástica y la elástica,
como (ver Figura 2.7):
p
F= 3J2 −Cy (2.24)
Cy = Cy0 +C (2.25)
donde Cy0 es el parámetro que define el límite elástico inicial del material y C es la función
de endurecimiento. Considerando la ecuación (2.24), nos encontraremos dentro del límite elástico
cuando F < 0 y λ̇ = 0 y la frontera que representa la zona plástica cuando F = 0 y λ̇ > 0. El caso en
que las tensiones principales sean iguales, es decir σ1 = σ2 = σ3 , se conoce como eje hidroestático
y, bajo esta condición carente de esfuerzos de corte, no se produce plasticidad.
C = H P εP (2.26)
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Figura 2.7. Superficies y curvas de fluencia según criterio de Von Mises y Tresca
P
C = AP hε̄P − ε̄CP in (2.27)
donde ε̄P es la deformación plástica efectiva (su tasa es igual a λ̇). La función de Macauley hi se
define como hxi = x, si x > 0 y hxi = 0, si x ≤ 0 y ε̄CP es la deformación plástica efectiva crítica que
caracteriza al efecto ocasionado por la formación de las bandas de Luders, considerado aquí como
un proceso perfectamente plástico, es decir, εCP es la deformación plástica máxima después de la
respuesta elástica en la cual Cy = Cy0 (si este fenómeno no está presente, ε̄CP = 0, y se recupera la
P
expresión clásica de endurecimiento C = AP (ε̄P )n ). Los parámetros de endurecimiento del mate-
rial AP , nP , y ε̄CP que aparecen en la ley de endurecimiento por deformación isótropo son los que
caracterizan al material en el rango plástico. Estos parámetros se pueden calcular efectivamente de
la correlación experimental que se obtiene en el ensayo de tracción a partir de la tensión equivalente
en función de la deformación (Cabezas & Celentano, 2004).
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Dint = σ : Lv (ε p ) +Cε˙p (2.28)
Se presenta a continuación un compendio del modelo de contacto usado, el cual obedece a las
siguientes consideraciones (Wriggers, 2002):
Por otro lado si gn > 0 entonces existirá contacto y estará dado por:
Contacto normal
pn = En gn
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2004). Esto consiste principalmente en la discretización de cada una de las ecuaciones constituyen-
tes del proceso anteriormente descrito. De este modo, el modelo de la ecuación de equilibrio global
incluyendo la conservación de la masa puede escribirse en forma matricial para un cierto tiempo t
(o niveles de carga para el caso cuasi-estático presente) como:
RU ≡ FU − Fσ − Ff = 0 (2.29)
donde:
RU Vector residual
FU Vector de fuerzas externas
Fσ Vector de fuerzas internas
Ff Vector de contacto y fricción.
Z Z ncU
(e) T T ¯ (e)
FU = N
(e) U
b F0 dΩ 0 + N
(e) U
t0 dΓ σ0 + ∑
FcU j (2.30)
Ω0 Γσ0 j=1
Z
(e) T
Fσ = (e)
B SdΩ0 (2.31)
Ω0
Z
(e)
Ff = (e)
NUT t¯f dΓ f (2.32)
Γf
donde:
NU : es la matriz de la función de desplazamientos.
bF0 : es el vector fuerza de cuerpo en la configuración inicial Ω0 .
t¯0 : es el vector tracción en el borde Γσ0 ⊂ Γ0 (Γ0 = ∂Ω0 ).
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(e)
FcU : es el vector fuerza en un punto del elemento (e) con nCU nodos que reciben carga.
B: es la matriz de desplazamiento-deformación.
S = JF −1 · σ · F −T : es el segundo tensor de esfuerzo de Piola-Kirchhoff.
Γ f : es el contorno de la superficie de contacto.
t f : es el vector de tracción en el contorno de la superficie de contacto.
Superíndice T: símbolo del operador traspuesto.
Z Z Z
∂RU ∼ ∂S ¯ f
JUU = − = KU = B̄T B̄dΩ0 + H̄SH̄dΩ0 + NUT C f NU dΓ (2.33)
∂U Ω0
(e)
∂E Ω0
(e)
Γf
(e)
donde:
U: es el vector de desplazamientos nodales.
E: es el tensor de deformaciones de Green-Lagrange.
∂S
∂E : es la tangente del tensor constitutivo elastoplástico evaluado en la configuración inicial Ω0 .
H: es la matriz deformación-desplazamiento para grandes deformaciones derivada de la linealiza-
ción de B̄.
NU : es la matriz de la función de abertura (normal y tangencial).
C f : es la matriz de esfuerzos caracterizada por la variación de las componentes tangencial y normal
∂t f ∂t f
del vector de tracción en el contorno ∂gn y ∂gt .
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