Galatas - 1.1-5
Galatas - 1.1-5
Galatas - 1.1-5
Hablo a los Creyentes: Esto nos humilla, y nos enseña que en Cristo no hay grandes o
pequeños, somos uno, tanto en nuestra miseria como en la gracia que se nos otorga, somos
uno, somos iguales. Esa verdad nos libera del legalismo seductor de la autopromoción. Nos
libra del engaño que nos lleva a creer que somos dignos de demandar e imponer nuestros
deseos y preferencias sobre los demás. Esta verdad poderosa deja al desnudo la vergonzosa
locura de nuestro orgullo…
A los que han creído, a los que por la confianza que han puesto en Cristo, son declarados
justos ante el Justo Dios, digo: Vivan según la verdad del evangelio. Él tomó sobre si, Él tomó
sobre si nuestras rebeliones, no quieras tu cargar el peso de tus miserias e intentar presentarte
ante Dios para ser pesado es su balanza… Si te aflige tus pecados, recuerda, Él tomó sobre si…
Confía en Él, confía que aquel que prometió es poderoso para cumplir, que aquel que empezó la
buena obra la perfeccionará. Lo importante no es la cantidad de tu fe, sino su objetivo… Por la
fe en Cristo somos declarados justos, sin culpa ante Dios. Recuerda quien es tu salvador y
justificador. Él no es un mero hombre, es el Hijo de Dios quien te amó… Colo 1:13-22 13 el
cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado
Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.15 El es la imagen
del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas
las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de
él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es
la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los
muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19 por cuanto agradó al Padre que en
él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las
que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la
sangre de su cruz. 21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos
en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado22 en su cuerpo de
carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles
delante de él (…) Isaías 53: 4-12 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió
nuestros dolores;(A) y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas
él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.(B) 6 Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas,(C) cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él
el pecado de todos nosotros.
7Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; (D) y
como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8 Por cárcel y
por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la
tierra de los vivientes,(E) y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9 Y se dispuso con los
impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni
hubo engaño en su boca.(F) 10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a
padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje,
vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11 Verá el
fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi
siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto, yo le daré parte con
los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la
muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y
orado por los transgresores. Gálatas 3:13, Filipenses 2:5-8
Lo hizo por los que creen, todos aquellos que acuden a ÉL, quienes de ninguna manera serán
rechazados, porque son amados por Jesucristo. Él es la fuente que sacia al que tiene hambre
y sed de justicia. Confía en Él y en nada más. Él es tu vida, tu justicia, el camino y el libre
acceso al Padre.
Pero si aun no confías solamente en él, y no has creído solamente y exclusivamente en
Cristo para que seas declarado justo ante Dios… Ya puedas apoyarte en tu religión, cultura,
y buenas obras, sino es mediante Cristo, todas tus obras están contaminadas por tu orgullo, y
pobre gloria propia. El egocentrismo por más maquillado que esté, sigue siendo igualmente
condenable ante el Justo Dios.
Hablo a los que confían en cristo, pero en un cristo débil, no en el Hijo de Dios, un pseudo
cristo que necesita la ayuda de tus fuerzas, de tu “bondad”. Hablo también a los que
simplemente confían en solamente en su capacidad y meritos humanos, ambos son
condenados por la ley santa de Dios, ambos aun están bajo maldición, aun están bajo el
juicio y la ira de Dios, ahora mismo son declarados culpables ante el tribunal divino… Te
preguntarás, ¿y qué? ¿Por qué es tan importante creer únicamente en Cristo, para ser
declarado justo ante Dios? ¿Por qué necesitaría yo su justicia? ¿Por qué no me vale la mía?
He aquí la razón:
Dios es Justo y el Justo juez que te juzgará. Él es el Juez ante el cual todos tendrán que
comparecer en el día del Juicio final.
Dios es el estándar, la medida, de la justicia con la cual todos somos comparados.
Dios es el todo poderoso juez, el todo poderoso verdugo, el todo poderoso castigador, el
implacable y todo poderoso vengador.
Pero tú, tu eres solo un ser humano… Tú, eres débil, vano, pasajero, corrupto, lleno de
pecado.
Tus mejores intentos son polvo y suciedad ante el diamante inquebrantable de la justicia
cristalina de Dios, tus mejores obras son paja seca ante el consumidor fuego de la justa ira
divina.
Te crees rico, autosuficiente y capaz, pero ante el Rey del universo, que todo lo sabe, y todo
lo ve, eres un pobre ciego, desnudo a merced de la muerte que vendrá a tu encuentro en
cualquier momento.
Tú, si no te arrepientes de tu estilo de vida autoconfiante, autosuficiente, autónomo,
soberbio, y no confías solamente en los meritos y justicia de Cristo para perdonar tus
pecados, y declararte justo ante Dios… Tú serás condenado, y tu condenación está cerca. Tú
necesitas a Cristo.
Salvación por Gracia se ofrece a desgraciados perdidos. Salvación por la justificación mediante
la fe, es para perdidos miserables e injustos. Salvación por el sacrificio de Cristo, es para dar
vida a los perdidos, muertos en sus delitos y pecados. El valor de las obras humanas y la
salvación por gracia, la salvación que se ofrece gratuitamente solamente por confiar en la
suficiencia del sacrificio de Jesús en lugar del pecador, y en el poder de su resurrección para
justificación a todo el que cree, no son compatibles, ambas cosas no pueden existir juntas…
Ante el justo Dios, que juzgará a cada ser humano, o te vales por tus meritos y tu justicia
propia, o te entregas sin reservas a los cuidados de la justicia y de los meritos suficientes de
Cristo, y a la Gracia de Dios… ¿Con cuál de las dos opciones te querrás presentar ante el justo
juicio del justo Dios quien te juzgará según la verdad? La palara de Dios para ti hoy es:
Arrepiente te de tus pecados, creen en el verdadero evangelio de Jesucristo y serás declaro
Justo ante Dios, serás uno con Jesús, y por medio de Él, y de su amor sacrificial serás declarado
hijo de Dios y tendrás vida eterna, o persiste en tu terquedad y serás condenado a la
eternidad en el infierno. ¡Amén!
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