Galatas - 1.1-5

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La exclusividad y la singularidad del Evangelio de Cristo 2ª Parte – La justificación por la fe sola, solamente en Cristo –

La unión con Cristo, la nueva identidad del creyente.


Lectura: Gálatas 1:11-2:21.
Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni
lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. Porque ya habéis oído
acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios,
y la asolaba; y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo
mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde
el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase
entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran
apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres
años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; pero no vi a ningún otro de
los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. En esto que os escribo, he aquí delante de Dios
que no miento. Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia, y no era conocido de vista a las iglesias
de Judea, que eran en Cristo; solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora
predica la fe que en otro tiempo asolaba. Y glorificaban a Dios en mí.
Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a
Tito. Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a
los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles. Mas ni aun Tito, que
estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse; y esto a pesar de los falsos
hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en
Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, a los cuales ni por un momento accedimos a someternos,
para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros. Pero de los que tenían reputación de
ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas, a
mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron. Antes por el contrario, como vieron que me
había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión (pues el
que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles),
y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como
columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros
fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los
pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer. Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí
cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con
los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la
circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun
Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban
rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío,
vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos
de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las
obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser
justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será
justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es
por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas
vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para
Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No
desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
Intro: Para entender el propósito de esta sección, es necesario recordar la razón, o razones
que llevaron a Pablo a escribir esta carta a las Iglesias en Galácia. 1ª) Por la voluntad
soberana de Dios: Todo está bajo el control del Soberano del universo, nada le toma por
sorpresa, tampoco la crisis de fe por la que estaban pasando las Iglesias en Galácia. En su
providencia Dios permitió cada aspecto descrito en la carta, y según la soberana providencia
el Espíritu Santo inspiró el apóstol Pablo a escribir esta carta que tanto ha iluminado a la
Iglesia del Señor en todos los tiempos.
2ª) Esta carta fue escrita para defensa del apostolado de Pablo, de la veracidad de su
mensaje: Pablo quiere defender la legitimidad de su apostolado, y por lo tanto la veracidad
del evangelio que él anunciaba a los gentiles.
3ª) Fue escrita para reprensión: Tiene por objetivo reprender a los gálatas por haber
abandonado a Dios, en la medida que cambiaron el verdadero evangelio de la Gracia de Dios
por una versión pervertida ofrecida por los judaizantes. Quiere que ellos se arrepientan de
este terrible pecado, y que se vuelvan a la verdad del evangelio de Cristo.
4ª) Es una carta correctiva: Pablo quiere corregir la conducta separatista entre las Iglesias
incitando a que vivan como iguales, como hermanos, unidos en Cristo, movidos por el
Espíritu Santo, en el amor de Dios.
Toda la carta es una defensa del ministerio apostólico de Pablo, del verdadero evangelio
predicado por él, y un ataque al falso mensaje promovido por el legalismo. Ofrece también
una exhortación a vivir a la luz del verdadero evangelio. Así que para que entendamos el
mensaje de Dios para las Iglesias en Galácia y para cada uno de nosotros hoy, necesitamos
leer esta carta, y cada detalle de la misma teniendo estos puntos cardenales, principales, en
mente. Finalmente ellos comprenden el propósito central de la carta y lo que Dios quiere
comunicarnos a través de ella.
La mayor parte de la sección que cubriremos hoy se trata de lo que se podría denominar una
“narrativa apologética”, esto es, un relato narrado con el fin de defender un punto o hacerlo
evidente. La idea central normalmente se encuentra en el contexto anterior de la narrativa, es
matizada en el desarrollo del relato, y se aclara en la conclusión.
Un ejemplo: Ana no quiere ir a la playa. Ana nació en una familia abastada económicamente,
su padre siempre fue buen estudiante, y muy esforzado, por eso llegó a ser un gran abogado,
teniendo mucho éxito en su carrera y triunfando financieramente. Se caso con una joven y
bien sucedida medico que, gracias a ser bien remunerada podía contribuir grandemente a la
economía de su hogar. Cuando la madre de Ana quedó embarazada, tuvo que dejar su trabajo
para guardar el debido reposo, pero aun después del nacimiento de Ana sus padres
concluyeron que lo mejor para la familia era que su madre estuviera los primeros 3 años de la
recién nacida al cuidado de la pequeña. Cuando Ana cumplió tres años, sus padres
prontamente contrataron a una niñera a tiempo integral, la cual cuidaba a la bebe durante las
largas jornadas laborales de sus padres. Cuando Ana cumplió 5 años ya era una niña muy
activa, realmente muy activa. La pobre niñera se veía abrumada por la hiperactividad de la
pequeña Ana, nunca hubo ni una queja e cuanto a su servicio, sin embargo, cierto día, al caer
de la noche, después de estar todo un día tratando de mantener la casa en orden y al mismo
tiempo cuidar de mantener a la pequeña entretenida, la dedicada niñera se sentó por un
instante en el cómodo sillón del lujoso salón de la casa de los Padres de Ana, mientras
observaba a la niña entretenida con los dibujos animados de determinada cadena infantil
televisiva, de repente, sin apercibirse la cansada niñera sucumbió al sueño, se quedó dormida
profundamente. Cuando la programación que tenía a la pequeña entretenida se acabó, esta se
levantó y en silencio salió a la parte trasera de la casa, donde se encontraba una gran piscina,
en la cual algunos de los juguetes favoritos de Ana flotaban. La pequeña Ana en el intento de
alcanzar a uno de ellos, se cayó dentro de la piscina, con el susto y el desespero gritó con
todas sus fuerzas mientras luchaba por no hundirse. La niñera se despertó gracias al grito
desesperado de la niña y corrió a su auxilio. En pocos segundos Ana ya había tragado mucha
agua, y su desespero aumentaba mientras sus esfuerzos de mantenerse a flote se veían
frustrados, fue entonces cuando la niñera se lanzó al agua y rescató a la pequeña. Cuando los
padres de Ana llegaron a casa y se enteraron de lo ocurrido, enfurecidos despidieron a la
niñera. Ana sobrevivió al incidente, aun que a causa del susto y trauma recurrente, nunca más
Ana se atrevió a acercarse a una piscina, nunca aprendió a nadar y por eso Ana siempre evita
participar en cualquier actividad que envuelva piscinas o el mar. ¿Cuál es el propósito
principal de esta narrativa? ¿Presentar una biografía de Ana? ¿Animar a que los jóvenes sean
esforzados en sus estudios y trabajos para que logren tener un nivel de vida abastado?
¿Cuestionar el esfuerzo materialista de los padres de Ana, que les llevó descuidar a su
pequeña hija, por mantener un nivel de vida elevado? ¿Enseñar que debemos hacer un test de
resistencia al sueño a potenciales niñeras se presenten al cargo de cuidar a nuestros hijos? ¿O
simplemente esta narrativa, a pesar de los varios detalles, importantes detalles, solo pretende
explicar la razón por la cual Ana no quiere ir a la Playa?
Este es el propósito de esta sección narrativa, ilustrar con ejemplos de la vida de Pablo la
veracidad y la exclusividad del evangelio que él predicaba - 1:20 En esto que os escribo, he
aquí delante de Dios que no miento. El relato aquí registrado por Pablo, funciona como un
puente que busca acentuar la exclusividad del evangelio vindicado en la sección anterior 1:1-
10, a la suficiencia de la obra redentora de Cristo enfatizada a partir del 2:15-21. Pablo usa su
propio testimonio personal para afirmar la exclusividad del evangelio y para explicar porque el
mensaje alternativo infiltrada entre las Iglesia en Galácia era una perversión, y porque los que
los que proclaman este mensaje adulterado son malditos ante Dios. Pablo conecta la
exclusividad del poderoso evangelio que transforma, a la fuente de este poder
transformador, la justificación y la unión con Cristo mediante la fe sola, en contraste a la
ineficacia de las obras humanas.
Esta sección narrativa sirve al propósito de esta carta de 3 formas principales: 1º) Afirma que
el llamamiento de Pablo es de origen divino. Se refiere a su conversión, de igual manera su
llamamiento al apostolado y el evangelio que le fue revelado por Dios. Todo ello como
resultado de la pura gracia soberana de Dios y no de instrucción o meritos humanos. 2º) Tanto
su apostolado como el evangelio que predica fueron reconocidos y avalados por los
principales apóstoles, y por las Iglesias de Judea.
3º) Aun Pedro, principal de los apóstoles, está sometido a la autoridad y exclusividad del
evangelio de Cristo, siendo sujeto a reprensión si no anda conforme a la verdad del evangelio.
Por lo tanto: Por lo tanto, Pablo es un verdadero representante de Dios, y el evangelio que el
predica es el verdadero evangelio de Cristo, es poder de Dios para salvación a todo aquél que
cree Romanos 1:16.
¿Qué implicación tiene eso para nosotros hoy? Lo que se nos comunica a través de este
pasaje bíblico no es invención humana sino la verdadera, poderosa y viva palabra de Dios,
digna de ser escuchada con toda atención, devoción y temor. Quien nos habla mediante esta
carta, en última instancia no es Pablo, no es Emerson, es Dios mismo.
Exposición:
 El evangelio que Pablo predica es una revelación de Cristo y no de hombres. Defensa de su
apostolado y del mensaje que predica 1. 1, 11-12.
Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues
yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.

 1:13-17. De perseguidor a predicador. Breve testimonio que exime cualquier posibilidad


de que su ministerio y predicación sean fruto de su mente. Notable por celo religioso y
por su crueldad como perseguidor de la Iglesia. Hechos 8:1-4, 9:1-5, 22:1-5, 1 Timoteo
1:12-16, Filipenses 3:4-9.
13
Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía
sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba;(A) 14 y en el judaísmo aventajaba a muchos de
mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis
padres.(B) 15 Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me
llamó por su gracia, 16 revelar a su Hijo en mí,(C) para que yo le predicase entre los gentiles, no
consulté en seguida con carne y sangre, 17 ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes
que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Vs 1: 15-16=>> El fuerte énfasis en
la predestinación de Dios tiene como propósito no dejar en absoluto lugar a dudas sobre el
origen divino del evangelio que Pablo predicaba. En particular, no son sus esfuerzos propios
sino sólo la obra de Dios la que lo ha llevado al apostolado. Hay una doble Valía en el
testimonio de Pablo. Por una lado muestra que si la salvación y el ministerio dependiera de su
celo religioso, él no necesitaría a Cristo, y si dependiera de su bondad, y misericordia, él jamás
podría ser salvo, y menos aun ser apóstol de Dios enviado a predicar el glorioso evangelio de
Cristo, ya que Pablo era perseguidor implacable de la Iglesia, asesino de cristianos, que
devastaba la Iglesia del Señor y la intentaba destruir.
 1:18-24. Breve visita a Pedro. La brevedad se menciona para asegurar el origen singular
de su mensaje y apostolado. La iglesia oye hablar de su transformación y glorifica A
Dios.
18
Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince
días; 19 pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. 20 En esto
que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento. 21 Después fui a las regiones de Siria y
de Cilicia, 22 y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo; 23 solamente
oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo
asolaba. 24 Y glorificaban A Dios en mí. ¿Porqué a Dios? Porqué todo fue una obra soberana de
Dios.
Esta primera parte de la narrativa tiene por objetivo afirmar que: 1:1, 11-12 – Su conversión,
su llamamiento apostólico y el evangelio que el predica no proviene ni de la voluntad humana,
ni del intelecto humano y tampoco de la instrucción humana, sino de Dios.

 2:1-10. Pablo y Bernabé reciben el reconocimiento de los principales de la Iglesia en


Jerusalén. Consenso en cuanto al evangelio que Pablo anuncia los gentiles. Se sirve del
caso de Tito para afirmar la libertad en Cristo.
Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también
conmigo a Tito. 2 Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano,
expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los
gentiles. 3 Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a
circuncidarse; 4 y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban
para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, 5 a los
cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio
permaneciese con vosotros. (La presencia de Tito, un gentil incircunciso, en una reunión
realizada entre apóstoles judíos, y el hecho de a pesar de la presión de los judaizantes, a una
los apóstoles no cediesen a ello, para preservar la pureza del evangelio a los gentiles, aporta
peso a la defensa del evangelio y apostolado de Pablo. Ni aun Tito…) 6 Pero de los que tenían
reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace
acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron. 7 Antes por
el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión,
como a Pedro el de la circuncisión8 (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la
circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), 9 y reconociendo la gracia que me
había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a
mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los
gentiles, y ellos a la circuncisión. 10 Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los
pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer.
Hasta aquí: Esta sección de la narrativa quiere demostrar que había unanimidad e igualdad
entre el apostolado de Pablo, el mensaje que le fue revelado y los demás apóstoles. Se sirve
de este relato para responder a las acusaciones de los judaizantes que menospreciaban su
apostolado y cuestionaban su evangelio.
 2:11-14. Controversia – la crisis. Ahora, en Antioquía, Pedro y los demás judíos,
incluyendo a Bernabé, obran con hipocresía, apartándose de los gentiles cuando otros
judío de Jerusalén vienen a Antioquía, lo que no era conforme la verdad del evangelio,
avalado por los principales apóstoles en Jerusalén, incluyendo el mismo Pedro, y
predicado por Pablo a los gentiles. El gran problema es = La elitización legalista y el
rechazo a los cristianos gentiles. La libertad e igualdad evangélica.
11
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar12 Pues
antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que
vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. 13 Y en su
simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también
arrastrado por la hipocresía de ellos. 14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme
a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los
gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?
Hasta aquí: Quiere mostrar que el evangelio es superior a quien quiera que sea, y que Pablo
como siervo de Jesús no lo diluye con el fin de agradar a los hombres. 1:8-10
 2:15-21. Clímax – solución: Palo corrige el error, apuntando a la necesidad suya y de
Pedro de ser justificados solamente por la fe en Cristo, y no por su raza, o por la
obediencia a los preceptos de la ley. Pablo argumenta que el valor del que cree no está en
su raza, o en el cumplimiento de los ritos judíos, sino en creer en Cristo y estar unido a Él.
Pablo se pone como ejemplo una vez más, como al principio, y concluye diciendo que él
ya no vive, mas Cristo es quien vive en él, y lo que él vive en esta carne, lo vive en la fe del
hijo de Dios quien murió y se entregó por él.
15
Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, 16 sabiendo que el
hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también
hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley,
por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. 17 Y si buscando ser justificados en
Cristo, también nosotros somos hallados pecadores (Por abandonar la ley son iguales que los
gentiles paganos), ¿es por eso Cristo ministro de pecado? (Cristo ínsita al pecado) En ninguna
manera. 2:15-17 =>> El contenido de los versículos que tenemos delante lo podemos
parafrasear de la siguiente manera: “Aunque nosotros somos judíos por nacimiento (raza,
descendencia), gente altamente privilegiada, y no burdos pecadores de descendencia gentil,
con todo, cuando aprendimos que las obras que hacíamos en obediencia a la ley jamás serían
suficientes como para declararnos justos a los ojos de Dios, y que sólo se podía llegar a ese
estado judicial confiando en Jesucristo, aun nosotros, que en orgullo despreciábamos a los
gentiles, empezábamos a darnos cuenta que a los ojos de Dios no éramos mejores que ellos.
Así que, aun nosotros abrazamos a Cristo con fe viva, para que por medio del ejercicio de esta
fe pudiésemos recibir como don gratuito el estado judicial de ser ‘justos y no culpables’ ante
los ojos de Dios. Recibimos esta bendición por medio de la fe en Cristo y sus méritos, y de
ninguna manera por las obras de la ley, porque por obras realizadas en obediencia a la ley
ningún ser humano, débil, terrenal y perecedero, y cuyas obras nunca llegan a la perfección,
será capaz de alcanzar la posición de justicia delante de Dios”.
18
Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago.
(Argumenta Pablo que si él intenta edificar lo que ya fue destruido = El altar de su justicia
propia, su celo religioso, su confianza en sus esfuerzos, su gloria en el judaísmo, o si levanta el
muro de su crueldad en cuanto a perseguidor de la Iglesia – lo que se hace evidente a la luz de
la ley, entonces, si, es hallado pecador, transgresor. Al hacer esto quebranta la ley y se
transforma exactamente en lo que se esfuerza en no ser, un transgresor de la ley). 19 Porque yo
por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios - Cap. 3: 10 – 11 a Porque todos los que
dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel
que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. 11a Y que
por la ley ninguno se justifica para con Dios (Pablo entendió que era incapaz de vivir
íntegramente según la ley de Dios, mucho más elevada que las muchas exigencias de las
tradiciones judías y de la ley oral – la ley oral era el comentario que los judíos hacían de la ley
de Dios, una versión superficial y legalista. Pablo entendió que era pecador – transgresor de la
ley, y que la paga del pecado es la muerte… Por ello desistió de sí mismo, de sus vanos
esfuerzos y se entregó a la gracia de Dios. Dejó de intentar ganar la vida por sus meritos, y la
encontró en la misericordia de Dios). 20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo
yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el
cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Pablo aquí exhibe en alto lo que solo el verdadero
evangelio anuncia, la identidad y valor del que cree es Jesucristo. Cap. 3: 28 - Ya no hay judío ni
griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros (los que han
confiando en Jesús para su salvación y fueron justificados por la fe) sois uno en Cristo Jesús.
(Vs 26 - Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús).
La conclusión entonces de Pablo es: Mi antiguo yo, mi justicia religiosa, y mi celo destacable,
han sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, ya no soy autónomo, ya no es mi vida, ya no es
mi justicia, sino que Cristo vive en mí, su gobierno, su vida, su justicia, su amor en por mi y en
mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se
entregó a sí mismo por mí.
Jesús es nuestra entrada al Padre. Nadie va a Dios, sino por Jesús. Todos los que están unidos
a Cristo por la fe, independientemente de raza, género, status social, u otra característica
humana, todos los que se han entregado a los cuidados de Cristo y fueron declarados justos
ante Dios por medio de la fe en Jesús, todos estos, sin acepción de persona, todos son
igualmente hijos de Dios, pues son uno en Cristo. La identidad del creyente no fluye de quien
fue, lo que hacía o de quién es y de lo que hace, sino de Jesucristo y de quien Él es, de lo que
Él ha hecho y de lo que hace, a favor de los que confían en Él. El verdadero evangelio nos dice
que somos justificados por la fe en la obra redentora de Cristo, al cual estamos unidos por la
fe. Por Cristo y en Cristo somos declarados justos ante Dios y somos libres de la maldición de
la ley. En Jesús todos los que creen están unidos, sin acepción de persona somos todos
igualmente hijos de Dios.
Exhortación final:
21
No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió
Cristo – Cualquier intento de justificarse ante Dios por mis obras o autopromoción equivale a
considerar vano e insuficiente a Cristo y su Obra, equivale a desechar, descartar como a un
desecho, la Gracia de Dios ofrecida en Cristo… Esto es un absurdo, y es lo que asombra a Pablo
en el capitulo 1:6 - Yo estoy asombrado, estoy perplejo, de lo rápido que ustedes se alejaron
de Dios, quién les ha llamado por medio de la Gracia de Cristo. Ustedes le han abandonado
para seguir otro tipo de evangelio, se fueron detrás de un evangelio extraño… Como registra
Pablo en Gálatas 5:4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia
habéis caído.
Aplicación:
En palabras de Tim keller: El evangelio, el mensaje de que somos más malvados de lo que nos
atrevemos a creer, pero más amados y aceptados en Cristo de lo que nos atrevemos a
esperar, crea una nueva y radical dinámica para el crecimiento personal, la obediencia y el
amor. Somos, todos y cada uno, más malos de lo que quisiéramos admitir, y en Cristo somos
más amados de lo que podemos entender… La identidad del creyente no está en quien quiera
que sea sino en Cristo, a quien por la fe esta unido.
Se necesita una verdadera revelación de Cristo, una revelación gloriosa de quien Él es, de su
justicia divinamente suficiente, para que seamos libres del temor a los hombres, de la
egolatría hipócrita que busca las migajas de la “aceptación humana”. Es necesario que le
veamos a Él gloriosamente suficiente para ser libres del seductor falso brillo de la
autopromoción ególatra, libres del enceguecedor brillo del favor humano, libres de la
miserable y pasajera gloria humana. Libres de la esclavitud del efímero, vano, resplandor de la
suficiencia humana, de la vanidad de los logros humanos. Solo al contemplar la Gloriosa
belleza y el valor infinito del Cristo que se entregó por el que cree, la hipocresía de la
apariencia humana perderá su poder sobre nosotros. Solo entendiendo la unidad inseparable
entre el miserable e injusto pecador, y el glorioso y justo salvador, que se da por medio de la
fe, la confianza en su suficiente justicia que es regalada gratuitamente al que cree, es que la
autonomía de la identidad humana desaparece y como Pablo podremos decir: ya no vivo yo
más Cristo vive en mi, y lo que ahora vivo en la carne vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó
y se entregó por mí. Si el hijo os libertare, verdaderamente seréis libres.

Hablo a los Creyentes: Esto nos humilla, y nos enseña que en Cristo no hay grandes o
pequeños, somos uno, tanto en nuestra miseria como en la gracia que se nos otorga, somos
uno, somos iguales. Esa verdad nos libera del legalismo seductor de la autopromoción. Nos
libra del engaño que nos lleva a creer que somos dignos de demandar e imponer nuestros
deseos y preferencias sobre los demás. Esta verdad poderosa deja al desnudo la vergonzosa
locura de nuestro orgullo…

A los que han creído, a los que por la confianza que han puesto en Cristo, son declarados
justos ante el Justo Dios, digo: Vivan según la verdad del evangelio. Él tomó sobre si, Él tomó
sobre si nuestras rebeliones, no quieras tu cargar el peso de tus miserias e intentar presentarte
ante Dios para ser pesado es su balanza… Si te aflige tus pecados, recuerda, Él tomó sobre si…
Confía en Él, confía que aquel que prometió es poderoso para cumplir, que aquel que empezó la
buena obra la perfeccionará. Lo importante no es la cantidad de tu fe, sino su objetivo… Por la
fe en Cristo somos declarados justos, sin culpa ante Dios. Recuerda quien es tu salvador y
justificador. Él no es un mero hombre, es el Hijo de Dios quien te amó… Colo 1:13-22 13 el
cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado
Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.15 El es la imagen
del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas
las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de
él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es
la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los
muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19 por cuanto agradó al Padre que en
él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las
que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la
sangre de su cruz. 21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos
en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado22 en su cuerpo de
carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles
delante de él (…) Isaías 53: 4-12 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió
nuestros dolores;(A) y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas
él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.(B) 6 Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas,(C) cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él
el pecado de todos nosotros.
7Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; (D) y
como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8 Por cárcel y
por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la
tierra de los vivientes,(E) y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9 Y se dispuso con los
impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni
hubo engaño en su boca.(F) 10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a
padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje,
vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11 Verá el
fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi
siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto, yo le daré parte con
los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la
muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y
orado por los transgresores. Gálatas 3:13, Filipenses 2:5-8

Lo hizo por los que creen, todos aquellos que acuden a ÉL, quienes de ninguna manera serán
rechazados, porque son amados por Jesucristo. Él es la fuente que sacia al que tiene hambre
y sed de justicia. Confía en Él y en nada más. Él es tu vida, tu justicia, el camino y el libre
acceso al Padre.
Pero si aun no confías solamente en él, y no has creído solamente y exclusivamente en
Cristo para que seas declarado justo ante Dios… Ya puedas apoyarte en tu religión, cultura,
y buenas obras, sino es mediante Cristo, todas tus obras están contaminadas por tu orgullo, y
pobre gloria propia. El egocentrismo por más maquillado que esté, sigue siendo igualmente
condenable ante el Justo Dios.

Hablo a los que confían en cristo, pero en un cristo débil, no en el Hijo de Dios, un pseudo
cristo que necesita la ayuda de tus fuerzas, de tu “bondad”. Hablo también a los que
simplemente confían en solamente en su capacidad y meritos humanos, ambos son
condenados por la ley santa de Dios, ambos aun están bajo maldición, aun están bajo el
juicio y la ira de Dios, ahora mismo son declarados culpables ante el tribunal divino… Te
preguntarás, ¿y qué? ¿Por qué es tan importante creer únicamente en Cristo, para ser
declarado justo ante Dios? ¿Por qué necesitaría yo su justicia? ¿Por qué no me vale la mía?
He aquí la razón:
Dios es Justo y el Justo juez que te juzgará. Él es el Juez ante el cual todos tendrán que
comparecer en el día del Juicio final.
Dios es el estándar, la medida, de la justicia con la cual todos somos comparados.
Dios es el todo poderoso juez, el todo poderoso verdugo, el todo poderoso castigador, el
implacable y todo poderoso vengador.
Pero tú, tu eres solo un ser humano… Tú, eres débil, vano, pasajero, corrupto, lleno de
pecado.
Tus mejores intentos son polvo y suciedad ante el diamante inquebrantable de la justicia
cristalina de Dios, tus mejores obras son paja seca ante el consumidor fuego de la justa ira
divina.
Te crees rico, autosuficiente y capaz, pero ante el Rey del universo, que todo lo sabe, y todo
lo ve, eres un pobre ciego, desnudo a merced de la muerte que vendrá a tu encuentro en
cualquier momento.
Tú, si no te arrepientes de tu estilo de vida autoconfiante, autosuficiente, autónomo,
soberbio, y no confías solamente en los meritos y justicia de Cristo para perdonar tus
pecados, y declararte justo ante Dios… Tú serás condenado, y tu condenación está cerca. Tú
necesitas a Cristo.
Salvación por Gracia se ofrece a desgraciados perdidos. Salvación por la justificación mediante
la fe, es para perdidos miserables e injustos. Salvación por el sacrificio de Cristo, es para dar
vida a los perdidos, muertos en sus delitos y pecados. El valor de las obras humanas y la
salvación por gracia, la salvación que se ofrece gratuitamente solamente por confiar en la
suficiencia del sacrificio de Jesús en lugar del pecador, y en el poder de su resurrección para
justificación a todo el que cree, no son compatibles, ambas cosas no pueden existir juntas…
Ante el justo Dios, que juzgará a cada ser humano, o te vales por tus meritos y tu justicia
propia, o te entregas sin reservas a los cuidados de la justicia y de los meritos suficientes de
Cristo, y a la Gracia de Dios… ¿Con cuál de las dos opciones te querrás presentar ante el justo
juicio del justo Dios quien te juzgará según la verdad? La palara de Dios para ti hoy es:
Arrepiente te de tus pecados, creen en el verdadero evangelio de Jesucristo y serás declaro
Justo ante Dios, serás uno con Jesús, y por medio de Él, y de su amor sacrificial serás declarado
hijo de Dios y tendrás vida eterna, o persiste en tu terquedad y serás condenado a la
eternidad en el infierno. ¡Amén!
.

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