El Uso Del Celular en Adolescentes
El Uso Del Celular en Adolescentes
El Uso Del Celular en Adolescentes
Adicción:
Se considera adicción a una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza
por una búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio a través del uso de una sustancia u
otras conductas. Esto implica una incapacidad de controlar la conducta, dificultad para la
abstinencia permanente, deseo imperioso de consumo, disminución del reconocimiento de
los problemas significativos causados por la propia conducta y en las relaciones
interpersonales así como una respuesta emocional disfuncional.2 El resultado es una
disminución en la calidad de vida del afectado (generando problemas en su trabajo, en sus
actividades académicas, en sus relaciones sociales y/o en sus relaciones familiares o de
pareja). La neurociencia actualmente considera que la adicción a sustancias y a
comportamientos comparten las mismas bases neurobiológicas.
Además del consumo de sustancias psicoactivas existen adicciones a procesos como la adicción
al sexo, la adicción al juego (ludopatía), la adicción a la pornografía, la adicción a la televisión,
al deporte, la adicción a las nuevas tecnologías (tecnofilia), al móvil (nomofobia) y la adicción a
Internet.
Encontró que los adolescentes que usaban sus celulares constantemente presentaban
comportamientos similares a los de personas adictas, como agresión, depresión, aislamiento,
agitación y dificultad para concentrarse y mantener la atención.
* Malas calificaciones. Si en el pasado, tu hija era una buena estudiante, pero últimamente sus
calificaciones han empeorado, es probable que el uso del celular esté afectando su
concentración.
* Vida virtual. Los adolescentes adictos a su teléfono pierden interés en todo lo que está
ocurriendo a su alrededor. Su mundo “real” es el que se encuentra dentro del dispositivo
móvil.
OTROS SINTOMAS:
1.Los niños son los más afectados por los dispositivos móviles ya que les perjudican la
atención, la concentración y la memoria. Pierden el foco. No se logra un aprendizaje rotundo".
Piensa en situaciones cotidianas que te ocurren en casa o en el trabajo. Quizás tengas que
completar una tarea importante, pero te has entretenido tras ver que te llegaba un mensaje y
al final no te ha dado tiempo o has sufrido un retraso importante. Justamente eso es lo que le
ocurre a un adicto al móvil.
Es habitual ver a personas que consultan su teléfono mientras están comiendo, o también en
frente del televisor. La incapacidad para realizar otras tareas sin la presencia permanente del
smartphone también forma parte de la sintomatología básica de un adicto al teléfono.
Otra frecuente señal de alarma de que eres adicto al móvil es sentir que tu teléfono está
vibrando en el bolsillo cuando en realidad no es así con mucha frecuencia.
jovenes-movil
Agresividad, mal humor, aislamiento, abandono de los estudios y del entorno social. Estos son
algunos de los síntomas de la adicción a los teléfonos móviles.
La adicción al móvil puede desarrollarse en muy pocos meses dado que el placer es inmediato
y los cambios bioquímicos en el cerebro son la base de los psicológicos.
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Aunque la adicción a los teléfonos móviles aún no figura en el Manual diagnóstico y estadístico
de los trastornos mentales (DSM-V), la investigación la ha comparado con la adicción al juego,
que tiene criterios diagnósticos más claros y sí está incluida en el DSM-V.
Se cree que al menos 4 de los siguientes signos y síntomas comprenden los criterios para la
adicción a los móviles, y el uso problemático del teléfono debe causar un daño significativo en
la vida de la persona:
Una necesidad de utilizar el móvil cada vez más a menudo para lograr el mismo efecto
deseado.
Uso excesivo del móvil caracterizado por la pérdida del sentido del tiempo.
Ha puesto en riesgo una relación o trabajo debido al uso excesivo del móvil.
Tolerancia.
Necesidad de tener un móvil más nuevo, con más aplicaciones o más datos.
Enfado.
Tensión.
Depresión.
Irritabilidad.
Inquietud.
Dolor e incomodidad asociados con ver una pantalla digital durante más de 2 horas.
Visión borrosa.
Fatiga ocular.
Dolores de cabeza.
Problemas en el cuello
También conocido como “cuello de texto”, que se refiere al dolor de cuello que resulta al mirar
hacia abajo al móvil o la tableta durante demasiado tiempo.
La bacteria E. coli, que puede causar fiebre, vómitos y diarrea, se encuentra en muchos
teléfonos.
Se ha encontrado que los teléfonos están contaminados con MRSA (estafilococo aureus
resistente a la meticiclina), que causa abscesos dolorosos e infecciones potencialmente
mortales en huesos, articulaciones, heridas quirúrgicas, torrente sanguíneo, válvulas cardíacas
y pulmones.
Muchas personas creen que pueden hacer varias cosas al mismo tiempo y usar sus teléfonos
mientras conducen, pero esto causa un deterioro significativo y pone en peligro al conductor y
a otros en la carretera.
La investigación ha revelado que los mensajes de texto y la conducción pueden ser tan
peligrosos como beber y conducir.
Infertilidad masculina
Los estudios preliminares han revelado que la radiación del teléfono móvil puede disminuir el
conteo de espermatozoides, la motilidad y la viabilidad de los mismos.
Efectos psicológicos de la adicción al teléfono celular
La adicción a los móviles se ha relacionado con un aumento en los trastornos del sueño y la
fatiga en los usuarios. Usar su teléfono antes de acostarse aumenta la probabilidad de
insomnio debido a que:
Depresión
El aislamiento que puede generar el móvil por no interactuar cara a cara de forma regular con
otras personas, genera soledad y sentimientos de desesperanza.
Las personas adictas presentan actos compulsivos de revisar el móvil continuamente por si les
han llegado mensajes o novedades de algún tipo, o por jugar de forma compulsiva. También
muestran pensamientos obsesivos sobre la necesidad de estar conectados, quien les escribe,
quien no, etc.
Problemas de relación
Las relaciones fuera de línea pueden sufrir como resultado de la negligencia a favor del uso
excesivo del móvil y redes sociales.
Ansiedad
Las investigaciones han encontrado que los jóvenes que más utilizan sus teléfonos móviles,
tienen más probabilidades de sentirse ansiosos durante el tiempo de inactividad.
En este caso no se trata de una sustancia sino que el vínculo es conductual. Es una conducta
irreprimible, incontrolable y exagerada que desplaza a otras actividades y en la adicción al
móvil subyace lo que en cualquier otra dependencia de este tipo: Un carácter inmaduro,
inseguridad en uno mismo, inestabilidad y dificultades de comunicación. El objeto, el celular en
este caso, es un sustituto de las parcelas de la personalidad que están en déficit. El principio
del placer gana al de la realidad.
estudiante-movil
Sin grandes diferencias entre los dos sexos, son más habituales en familias desestructuradas lo
que lleva a una privación de afecto, también está ligada al fracaso escolar o amoroso. En
definitiva, subyacen sentimientos negativos hacia uno mismo, frustración, desagrado sobre la
propia forma de ser; lo que lleva al adicto a tener dificultades para relacionarse y se oculta en
el móvil, el ‘chatear’ proporciona anonimato, suple inhibiciones.
1. El teléfono es tu principal medio para comunicarte con tus amigos, ¿para qué lo sigues
usando cuando los tienes al lado? Cada vez es más frecuente ver a un grupo de chavales cada
uno con el móvil en la mano y sin hablar entre sí.
2. Nunca te separas del teléfono. Lo llevas al baño, durante la comida, ante el televisor, en las
reuniones familiares…
5. Sufres el Efecto de Lejanía, estás en casa o con tus amigos, pero es como si no estuvieras, la
cantidad y calidad de la comunicación con hermanos y padres ha disminuido de forma
alarmante. Aunque este fenómeno es típico de la adolescencia y es difícil de medir a según qué
edades.
6. Pasas muchas horas mirando la pequeña pantalla. No hay un número de horas a partir del
cual se puede afirmar que se está ante un uso patológico del teléfono, pero los expertos dan
una pista. ¿Qué cosas estás dejando de hacer por estar mirando o interactuando por el móvil?
Ver la televisión, jugar, estudiar o el abandono de otras obligaciones.
“Internet per se no es adictivo, aunque sí lo pueden ser algunos de sus contenidos”, dice
Lourdes Ventura, psiquiatra y una de las impulsoras del proyecto Adictos a Internet. También
quiere aclarar que, como en el caso de las drogas, “el problema está dentro de la persona, no
fuera”.
Al hacer un perfil del adicto a Internet, diferencia entre jóvenes y adultos. En los primeros,
entre los 14 y los 25 años, la adicción se puede considerar como leve. “Aunque es donde hay
que incidir más”, advierte. Y hay que hacerlo para no llegar a los usos patológicos que ha visto
en los adultos.
En cuanto a los videojuegos, no hay estudios concluyentes que afirmen su peligrosidad. Pero
se recuerda que mientras Internet y el móvil no están diseñados para reforzar conductas
compulsivas, los videojuegos sí. Por eso, se recomienda a los adultos supervisar los juegos de
los jóvenes, en especial los más problemáticos.
Referencias
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales: DSM-V. (5ª ed.). (2013).
Washington, DC: Asociación Americana de Psiquiatría.