Modelos de Relación Médico-Paciente
Modelos de Relación Médico-Paciente
Modelos de Relación Médico-Paciente
MARIO CAPONNETTO
I. Introducción:
*
Simposio Rioplatense de Bioética. SITA. Montevideo, Uruguay, 12 al 15 de mayo de 2003.
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(Szasz y Hollender)
RELACION-
NIVEL MEDICO PACIENTE
PROTOTIPO
1 Actividad Pasividad Madre-lactante
2 Dirección Cooperación Padre-niño
Participación
3 y recíproca Adulto-adulto
mutua
TABLA 1
TABLA II
(Tatossian)
RELACION
INTERPERSONAL
MEDICO PACIENTE
ORGANO-ENFERMO
TABLA 3
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MORAL MEDICO-PACIENTE
PARADIGMA MODELOS
DISCIPLINARIO PATERNALISTA CONTRACTUALISTA
Teorías: -utilitarista Utilitarista Deontológica
-deontológica
Reglas: -veracidad
-confidencialidas
- -consentimiento Deberes prima facie Obligaciones contractuales
(privilegio terapéutico)
Casos Tarasoff Tarasoff 1 Tarasoff 2
TABLA 4
como una ética del deber de cuño kantiano. Por último, en la línea inferior
de la tabla aparece mencionado el célebre “caso Tarasoff” (Corte Suprema
de California, 1978). Como se recordará se trata del caso de una joven -
Tatiana Tarasoff- asesinada por un psicópata. Los padres de la víctima
entablaron una querella contra el médico psiquiatra que asistía al asesino
y a quien éste había confiado sus intenciones respecto de la joven. El
psiquiatra, que había intentado, sin éxito, internar al asesino,
privilegiando el cumplimiento a ultranza de la regla de la confidencialidad,
fundada en el principio de autonomía, no advirtió a la joven ni a sus
padres respecto del peligro que ella corría con el resultado conocido. Es
bien claro, pues, que -al menos en este caso- la preeminencia de la
autonomía sobre la beneficencia se cobró una vida.
El autor nos informa que la decisión del jurado estuvo dividida: un
dictamen de mayoría “declaró culpable al psiquiatra de negligencia
profesional, alegando que la obligación de proteger a las personas de
agresiones violentas sobrepasa la regla deontológica de confidencialidad, y
en tales casos se debe advertir directa o indirectamente al individuo
involucrado. La opinión minoritaria, por el contrario, defendió la conducta
del psiquiatra como protector de los derechos del paciente al no violar el
secreto profesional”.
“El caso Tarasoff –concluye el trabajo citado- es fino ejemplo de un
dilema ético planteado en los términos del modelo de argumentación moral
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TABLA 5
tanto las queremos, o bien para nosotros mismos o bien para otros; pero, e
insistimos, nuestro amor no acaba en ellas. Por otro lado, amamos
también aquello para quien queremos estas cosas que amamos; y a esto sí
lo queremos por sí mismo sin ninguna referencia posterior a nada; por
tanto, ahora, el movimiento del amor alcanza su término. Pues bien, tanto
en Aristóteles como en Santo Tomás, el amor de los bienes que sólo se
aman en relación a otra cosa es el amor de concupiscencia y el amor de los
bienes que se aman por sí mismos es el amor de benevolencia. Por eso, en
el texto paralelo del Comentario de las Sentenciasviii, concluye el Santo
Doctor que el amor de benevolencia es el principio de la amistad: et hic est
amor benevolentiae, qui est principium amicitiae, ut dicit Philosophus.
El amor de benevolencia es el fundamento de toda amistad. Por lo
que concluimos que si es lícito hablar de una amistad médica ésta no
puede tener otro principio que el amor benevolente. En el marco de esta
amistad médica -filía iatriké- el médico ama su arte ya para sí mismo, por
el placer que todo conocimiento trae consigo, ya para el enfermo a quien
desea auxiliar y no tiene para ello más que el arte; pero no se alcanzaría
una amistad verdadera si el objeto final de este amor no fuese el propio
enfermo.
Ahora entendemos mejor lo que antes dijimos: una philothecnia que
se ordena a una philanthropia. Y entendemos, también la miopía de
quienes creen ver en esta benevolencia una negación del enfermo como
sujeto moral. Sólo el amor afirma al otro en su ser, en su dignidad, en su
libertad.
RELACION MEDICO-PACIENTE
Es una unión
- fundada en el amor benevolente,
- regida por la técnica,
- imperada por la prudencia,
- destinada a prestar una ayuda eficaz a la
necesidad de un enfermo,
- capaz de co-asumir decisiones
- y llamada a culminar en una amorosa y lúcida
co- asunción de un destino de enfermedad.
TABLA 6
i
Cf. KAROL WOJTYLA, I fondamenti dell’ordine etico, Città del Vaticano, 1989, p. 8 y ss.
ii
Tomado de S. CERVERA ENGUIX, M. PÉREZ-GASPAR, R. ZAPATA-GARCÍA, Modelos de relación médico-
enfermo, Pamplona. Sitio web: www.sepsiquiatria.org.
iii
BMJ 1999;319:719-720 (18 September ).
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iv
Ibidem.
v
Sitio web: www.elabe.bioetica.org
vi
Cf. PEDRO LAÍN ENTRALGO, La relación médico-enfermo, Revista de Occidente, Madrid, 1964.
vii
Summa Theologiae, I-IIae, q. 26, a. 4. corpus.
viii
In III Sent., d. 29, a. 3, corpus
ix
Summa Theologiae, II-IIae, q. 47, a. 4, ad. 2.
x
Cf. Summa Theologiae, II-IIae, q. 50, a. 4. ad 1.
xi
JOSEF PIEPER, Prudencia y templanza, Rialp, Madrid, 1969, p. 85.