La productividad en el adulto

Licenciatura en Psicología Organizacional

Asignatura: Andragogía II

Facilitador: Zaida Díaz

Camille Nicolás 201900170

Luz Santana Calcaño 201900048

Manuel Hernández 201900021

05 de Marzo 2019

Santo Domingo, D.N.

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Índice

Índice ........................................................................................................................................... I

OBJETIVO GENERAL ............................................................................................................. 2

OBJETIVOS ESPECIFICOS ..................................................................................................... 2

METODOLOGÍA ...................................................................................................................... 2

1. LA PRODUCTIVIDAD EN EL ADULTO ..................................................................... 3

1.1 PRODUCTIVIDAD Y ADULTO........................................................................................ 3

Productividad ............................................................................................................................. 3

Adulto......................................................................................................................................... 3

1.2 COMO SER PRODUCTIVO ........................................................................................... 4

1.3 ERRORES QUE AFECTAN A LA PRODUCTIVIDAD ................................................... 9

1.4 LA EDAD Y LA PRODUCTIVIDAD .......................................................................... 12

1.5 EL FACTOR TIEMPO Y LA PRODUCTIVIDAD ...................................................... 13

Los 7 ladrones de tiempo ......................................................................................................... 14

1.6 RECURSOS PARA UNA PRODUCTIVDAD MÁS EFECTIVDA ............................ 15

1.7 PRODUCTIVIDAD: LA INFLUENCIA DE LAS EMOCIONES Y EL ENTORNO . 18

La motivación........................................................................................................................... 19

Clima Organizacional............................................................................................................... 19

Inteligencia emocional ............................................................................................................. 21

1.8 CONSECUENCIAS DE NO SER PRODUCTIVOS .................................................... 22

CONCLUSIÓN ........................................................................................................................ 24

RECOMENDACIONES .......................................................................................................... 25

Bibliografía .............................................................................................................................. 27
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INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo se presenta el tema la productividad en el adulto. Se desarrollan los

puntos más importantes, que inciden directamente.

El resultado de la investigación realizada aporta de manera sustancial al crecimiento y sobre

todo al conocimiento de aquellas técnicas y herramientas necesarias para lograr la productividad

y a la vez nos da una guía efectiva de lo que se debe evitar para no afectar a la misma; lo que

impediría al desarrollo de la productividad en el adulto y por lo tanto, nos limita a nuestro

desarrollo integral.

A través de un enfoque productivo y organizado el individuo logra un mejor desempeño en las

ejecutorias del día a día, un mayor rendimiento para el logro de metas, objetivos personales y

profesionales; haciendo de la productividad una dinámica que le permite un desarrollo integral

sostenible que impacte en todas sus áreas de desarrollo.

La productividad sistematizada, pensada y visualizada como una herramienta de crecimiento,

facilita y garantiza los resultados esperados.

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OBJETIVO GENERAL

Estudiar la importancia de la productividad en el adulto para obtener resultados deseados en el

desempeño profesional y a la vez personal.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

Establecer la relación entre productividad y la adultez.

Enumerar los factores que inciden de manera negativa o positiva en la productividad en el adulto.

Reconocer la relación entre el entorno y las emociones dentro de la productividad

Desarrollar competencias que faciliten la productividad efectiva.

METODOLOGÍA

La metodología utilizada para el desarrollo de este trabajo; partió con una planificación previa

de como queríamos que se desarrollara el tema, caracterizando el punto de partida con un texto

redactado de manera sencilla, para lograr una fácil lectura y comprensión; además de un gran valor

en su contenido para enriquecer el conocimiento.

A través de una investigación rigurosa por la vía de fuentes, como sitios del internet (web, blogs,

portales, etc…), además de la investigación de campo, al realizar una entrevista a una profesional

en el área de la psicología, lográramos la recopilación de una diversidad de ideas que aportaron de

manera sustancial a este trabajo de investigación sobre la productividad en el adulto.

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1. LA PRODUCTIVIDAD EN EL ADULTO

1.1 PRODUCTIVIDAD Y ADULTO

Antes de adentrarnos en el tema sobre la productividad en el adulto es importante definir y

comprender los términos productividad y adulto; a continuación, su explicación.

Productividad

La productividad previamente dicha, no es más que la relación entre resultados y el tiempo

utilizado para obtenerlos. Según autores, pudiese decirse que la productividad en función laboral,

es la capacidad de lograr objetivos y de generar respuestas de máxima calidad con el menor

esfuerzo humano, físico y financiero, en beneficio de todos, al permitir a las personas desarrollar

su potencial y obtener a cambio un mejor nivel en su calidad de vida. (Salazar, Guerrero, Machado,

& Cañedo, 2009)

La capacidad de organizarte, ponerte objetivos y planificar es sin duda el superpoder que te va

a hacer conseguir cualquier objetivo que te propongas.

El tiempo es el activo más valioso que tienes porque nunca vuelve. Asegúrate de que lo usas

bien. La productividad no es estar muy ocupado todo el tiempo, es una cuestión de resultados.

Adulto

El término adulto hace referencia a la edad de una persona o animal. En el caso de los humanos,

los adultos son aquellos que han superado la juventud pero que todavía no son ancianos. La idea

de adulto ha evolucionado a lo largo de la historia. Hace cien años se consideraba adulto a una

persona con 18 años, ya que podía incorporarse a un trabajo y asumir una serie de

responsabilidades. Sin embargo, en nuestros días un individuo de 18 años no es visto como un

adulto sino como un joven. Este cambio de valoración obedece a diversos factores sociales y
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culturales (por ejemplo, tiempo atrás era habitual que las mujeres se casaran muy jóvenes y esto

no sucede actualmente en la misma medida).

La consideración de adulto tiene un componente biológico, ya que se considera que un hombre

o una mujer alcanzan la edad adulta cuando ha desarrollado su organismo con plenitud. Con

respecto a las mujeres, son adultas biológicamente cuando ya pueden procrear, pero esta valoración

no encaja con la visión social de lo que es una mujer adulta.

La idea de adulto está asociada a la madurez vital e intelectual de una persona. A pesar de ello,

alguien puede ser un adulto cronológicamente hablando, pero ser un individuo inmaduro.

Como pueden darse cuenta, desde un punto de vista práctico, la edad adulta comienza

generalmente a los 18 años, la edad en la que legalmente se puede trabajar en la mayoría de los

países y la edad en la que las personas abandonan legalmente su condición de jóvenes, sin embargo

esto no determinan el nivel de madurez de una persona.

Ya teniendo claro los conceptos de los dos términos que conforman de manera protagónica el

tema a desarrollar “LA PRODUCTIVIDAD EN EL ADULTO” iniciamos con el resultado de la

investigación.

1.2 COMO SER PRODUCTIVO

Cómo ser más productivo es algo que seguro te has planteado si valoras tu tiempo y quieres

aprovecharlo al 100%. Puede que muchas veces te veas saturado por la cantidad de tareas que se

te acumulan en el día a día y no sepas por dónde empezar. A veces incluso sientes que no avanzas

y cada vez te agobias más. Por eso estás decidido a aprender de productividad y mejorar esa faceta

de tu vida profesional.

A continuación, te damos unas pautas básicas de productividad para que vuelvas a tomar el

control de tu actividad.
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Organízate
Haz una lista de cosas por hacer. Las listas son la herramienta de productividad más simple y a

la vez más potente, si se saben utilizar. David Allen en su libro - Organízate con Eficacia - ya

lo decía, “tus tareas mejor en listas”. Algunos consejos para el uso de listas:

 Anota tareas concretas. Debe estar claro lo que hay que hacer, cada tarea tiene un

objetivo. Piensa ¿qué es lo que ocurrirá cuando esta tarea esté acabada?


 Divide las tareas grandes. Si la tarea es demasiado grande o compleja acabaremos

procrastinando. Hay que dividir la tarea en pasos fáciles y claros. Intenta actualizar la

lista una vez al día y revísala para decidir qué hacer en cada momento. Clasifica y asigna

prioridades, siempre hay tareas más importantes o urgentes que otras. Revisa tu lista y

haz el ejercicio de clasificarlas. Decide cuáles son las más urgentes o importantes y

termínalas cuanto antes.

Stephen Covey en su libro Los - 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva - habla de los

cuadrantes (Covey, 2009):

Importante/Urgente, importante/ No Urgente, no Importante/Urgente, no Importante/No

Urgente.

 Otro de los consejos según Allen para lograr ser productivo es: planificar el día. Es

importante elegir qué tareas vas a hacer cada día. Así te obligas a ponerte objetivos y

cumplirlos. Puedes revisar la lista al final del día para decidir qué tareas importantes

hacer al día siguiente, o hacerlo esa misma mañana como una rutina. Si puedes, haz esas

tareas, antes que nada, así sentirás que el día ya ha sido productivo y todo lo que venga

después será un extra. Intenta no sobre planificar y ser realista. Deja tiempo para

imprevistos.
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Al igual que es importante no sobre planificar, tampoco te subestimes. Ponte metas que te

mantengan motivado. Si te concentras puedes cumplirlas, no te rindas hasta que las completes.

También funciona bien ponerte recompensas si cumples tus objetivos diarios o semanales, como

una motivación extra. Una cenita el viernes, o un capricho el martes, ¿por qué no? ¡Te lo has

ganado!

Aprende y mejora diariamente, todos tenemos días malos en los que sentimos que no hemos

conseguido avanzar nada en las tareas que nos hemos propuesto. Esto no debe desmotivarte.

Intenta analizar qué ha pasado. Puede que hayas estado más desconcentrado, o hayas tenido

muchos imprevistos. Anota lo que funcionó y lo que no para mejorar la próxima vez, también es

importante analizar tus horas más productivas, algunos trabajan mejor por la mañana y otros por

la tarde. Identifica cual es el momento en el que más concentrado estás y sácale el mayor

rendimiento haciendo las tareas más importantes.

 Concéntrate. Elimina las distracciones mientras trabajas, cada vez estamos más

rodeados de distracciones que hacen más difícil estar concentrado y con las que

perdemos mucho tiempo. Los continuos emails, notificaciones del teléfono móvil,

Facebook,… Si nos dejamos llevar, es increíble el tiempo diario que perdemos con esto.

Intenta ser consciente de esto y ser tú el que lo controlas, en lugar de estar a merced de

esas distracciones.

1. Desconecta las notificaciones del teléfono y mantenlo lejos si hace falta. No mires

el email cada 5 minutos. Fija unas horas al día para hacerlo.

2. Controla el tiempo que pasas en redes sociales u otros sitios de ocio. Si no eres

consciente, instala una extensión para tu navegador como StayFocus que limita tu
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tiempo en sitios web de ocio y evita que los visites durante ciertos momentos del día.

Deja este tipo de actividades como descanso y recompensa de un buen avance en

otra tarea importante.

3. Céntrate en una cosa a la vez. Hacer varias cosas a la vez no es productivo. Cada vez

que alternas, pierdes tiempo y concentración, y al final terminas por dejarlas todas a

medias. Es mejor elegir una tarea y concentrarse en ella hasta acabarla o avanzarla

lo que hayamos planificado ese día.

4. Mantén tu casa y tu área de trabajo ordenada. Ver la casa, la habitación o la mesa de

trabajo desordenada, es un foco de distracción.

 Cuídate.

1. Duerme suficiente, 7 horas es el mínimo que una persona adulta debe dormir para

que el cuerpo recupere completamente y complete las funciones regenerativas

nocturnas. Estarás más descansado y enfocado para trabajar.

2. Levántate temprano y aprovecha el día, puede que sea lo más difícil de todo, pero

cuando lo conviertes en un hábito, es de los más transformadores. Lo que haces

durante la primera hora del día puede determinar tu actitud el resto del día. Levántate

antes, desayuna bien, haz algo de ejercicio, y sobre todo organízate con calma y no

con las típicas prisas y estrés de llegar tarde. Si te da tiempo puedes incluso hacer

alguna tarea de tu lista antes de empezar la jornada en sí. Si haces todo esto, notarás

que el resto del día estás más relajado y enfocado.

3. Come alimentos saludables, puede que no seas consciente de la importancia de la

alimentación para mantener la concentración y la energía necesaria para rendir en el

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trabajo. Come alimentos frescos y evita los procesados y el azúcar. Intenta comer

ligero ya que las comidas muy pesadas te restarán energía y te darán ganas de una

siesta.

4. Haz pequeños descansos, si no paras a descansar porque tienes muchas cosas que

hacer, acabarás consiguiendo el efecto contrario, hacer menos. Está comprobado que

la productividad aumenta si descansas entre 15 y 20 minutos cada 2 horas de trabajo.

Estira, respira, relájate, bebe o come algo. La mente se despeja y volverás a la tarea

más enfocado y productivo.

 Simplifica. Por último, recuerda que la productividad no consiste sólo en hacer más

cosas, sino también en hacer las cosas correctas. Analizar el porqué de cada tarea te

ayudará a saber si realmente lo que estás haciendo te está acercando a tus objetivos.

Probablemente haya muchas cosas o tareas que no necesites hacer, o compromisos a los

que puedas decir que no. Prueba a hacer esa tarea de simplificar y notarás el cambio.

Para una persona poder ser productiva, además de tener disciplina y constancia en lo que

decide hacer en su vida, tiene que estar conectado, de si eso que eligió hacer le gusta, le mueve,

le apasiona y siente que tiene un sentido de valor, tanto para sí mismo como para los demás.

(Castillo, 2019)
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1.3 ERRORES QUE AFECTAN A LA PRODUCTIVIDAD

No tener un objetivo y un plan es uno de los principales errores. Y es que, ¿qué pasa cuando no

tenemos claro el rumbo? Pues que nos acabamos perdiendo y llegando a un sitio diferente del que

queríamos. Esto lo tenemos claro, pero, sin embargo, nos cuesta aplicarlo a nuestra vida y al día a

día. Sin objetivos concretos y tareas definidas, acabamos dando tumbos y sintiéndonos fuera de

control. Pararte a pensar lo que quieres antes de hacer sin más, es un hábito que tienes que

incorporar a tu rutina para asegurarte que todo lo que haces tiene sentido y un objetivo real.

La multitarea y falta de foco, a todos nos ha pasado, lo de pensar que, por estar haciendo varias

cosas a la vez, somos más productivos. Esos cambios de contexto continuos merman la

productividad. Pero ¿por qué nos cuesta tanto hacer una cosa detrás de otra? Bueno, pues esto

realmente es la disciplina. La fuerza de voluntad, el saber domar nuestra “monkey mind”1 que

está acostumbrada a una cantidad de estímulos increíble, y le cuesta enfocarse en una sola cosa.

Por eso siempre decimos que la meditación ayuda mucho en este aspecto porque te hace ser

capaz de controlar esos impulsos y estar más concentrado. El multiproyecto o multiobjetivo que

es igual o más negativo, esto es proponerse muchos proyectos y objetivos a la vez. Estar trabajando

en varios proyectos a la vez, hace que tardes mucho más en ver resultados en cada uno de ellos. Si

tienes 3 proyectos que individualmente duran 1 mes, y los vas haciendo a la vez, vas a tardar 3

meses en ver algún resultado. Y eso… desmotiva.

Lo que realmente nos tiene que obsesionar es ACABAR cosas. Solo acabando cosas y

publicándolas, sacándolas ahí fuera, vamos a poder tener un feedback real. No te fíes de tu

percepción o tu intuición, de si piensas que está bien o mal, de si crees que aun debes mejorarlo

1
Mind monkey o Monkey mind, del chino xinyuan, es un término budista que significa “sin resolver,
inquieto, caprichoso, inconstante, confuso, indeciso, incontrolable”.
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más, de si va a tener sentido o no, ¡deja que te lo diga el mundo! Por eso en vez de estar a varias

cosas a la vez, céntrate en acabar una detrás de otra, y usa cada aprendizaje para la siguiente.

Otro de los errores es no valorar tus victorias. A la hora de emprender y de marcarse objetivos

hay dos tipos de personas, dos mentalidades diferentes:

 Negativos: Los que se enfocan en todo lo que les queda por hacer

 Positivos: Y los que se enfocan en el progreso y en las pequeñas victorias

Los Negativos, miran en resultado actual, lo comparan con el ideal y piensan en todo lo que

aún les queda para llegar ahí. Entonces se juzgan, se desmotivan y el día a día es muy frustrante.

No importa lo que consigan, nunca será suficiente.

Su diálogo interno suele ser del tipo: “Porque esos son mejores que yo…” “No me apetece

ahora “Esos tienen algo que yo no tengo” Esto no va a funcionar para mí”. Sin embargo, los

positivos, miran el resultado actual y lo comparan con el inicio, miden el progreso y valoran todo

lo que han avanzado. Esto indudablemente genera confianza en uno mismo y más motivación para

seguir trabajando y dando pequeños pasos.

El día a día es mucho más llevadero porque se centran en las pequeñas victorias y en el progreso.

Suelen pensar: “¿Cómo puedo seguir los pasos de esta persona?” “Yo también puedo conseguir lo

mismo porque yo controlo mis acciones y mi esfuerzo, puedo hacerlo mejor cada día y estoy

dispuesto a aprender y mejorar.” “¡He mejorado mucho desde que empecé!”

Fíjate que la mentalidad y, sobre todo, la sensación de éxito que produce uno y otro es muy

diferente habiendo conseguido lo mismo. Uno se alegra por los avances en vez de estar

obsesionado solo con el resultado final y con compararse con los demás.
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Todos alguna vez caemos en la trampa de juzgarnos y no valorarnos lo suficiente a pesar de los

avances que conseguimos. Esto se puede mejorar teniendo un sistema y unos hábitos que te

permitan medir ese progreso de forma continua para que tu confianza y motivación vaya en

aumento.

Entre los errores que se cometen y no nos permiten ser productivos también tenemos los

siguiente y es el perfeccionismo y a la vez paralizante, este es uno de los problemas más

recurrentes en los emprendedores. “Voy a revisar este artículo de nuevo” “No tengo el curso

preparado para lanzarlo…” “Tengo que seguir formándome antes de ofrecer ese servicio…” “Este

texto no me convence…”

¿No te pasa que con la excusa de querer hacerlo todo tan perfecto acabas perdiendo mucho

tiempo o incluso paralizado y bloqueado?

Lo que hay detrás de este perfeccionismo paralizante no es otra cosa que miedo. Miedo a

equivocarte, a no tomar la mejor decisión, miedo al qué dirán, a no estar a la altura. Aprende a

convivir con el miedo. A avanzar sin tenerlo todo claro, a tomar acción imperfecta y ajustar por el

camino y verás como empiezas a coger velocidad de crucero.

No valorar tu tiempo y no saber delegar. Hay cosas que puede hacer otra persona,

probablemente mejor y más rápido que uno mismo. No darte cuenta de esto y querer seguir

haciéndolo tu todo, solo consigue que al final te conviertas en tu propio cuello de botella. Al

principio, cuando aún no estás monetizando tu proyecto, cuesta ver esto, y no quieres invertir

dinero en cosas que puedes hacer tú, dedicando tu tiempo.

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Recuerda algo importante, y es que en cuando empieces a generar ingresos, no caigas en el error

de querer seguir haciéndolo tú todo porque así no conseguirás escalar y crecer. Y no se trata de

crecer para tener un imperio, sino de tener más libertad.

Es muy importante que el adulto identifique que tan sana esta siendo la confianza que tienen

sí mismo, porque si ese trabajo de conciencia no lo ha hecho pues muchas veces lo que ocurre

es que encentra una oportunidad de trabajo, de conseguir los ingresos que necesita, sin embargo,

el no sentirse seguro de sí mismo puede que sabotee ese resultado que hasta el momento se

consiguió. (Castillo, 2019)

1.4 LA EDAD Y LA PRODUCTIVIDAD

¡¡Afortunadamente la edad no se mide en años sino en actitud!!

A menudo se piensa que la productividad laboral va ligada a largas jornadas de trabajo, lo cual

es erróneo. Hay muchos factores que afectan al rendimiento de los empleados en el trabajo, como

son el ambiente de la oficina, los ladrones de tiempo o la procrastinación, entre otros.

Pero… ¿y la edad? ¿Afecta al rendimiento de los empleados?

Según algunos estudios se ha demostrado que la edad va ligada al rendimiento y la

productividad laboral de los empleados, por lo que aquellos mayores de 40 años y con largas

jornadas laborales podrían llegar a ser menos productivos que los empleados más jóvenes de la

empresa.

Lo idóneo para los trabajadores que superen esa edad sería reducir su jornada laboral a 25 horas,

lo que se traduce en una jornada completa de tres días a la semana. Esta medida reduciría el estrés

y la fatiga, y aumentaría la motivación de los empleados, puesto que las largas jornadas pueden

llegar a afectar a las habilidades cognitivas de los empleados.

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A pesar de ello, es cierto que la experiencia de los empleados más mayores es un punto positivo,

pues a la hora de tomar decisiones combinan los nuevos datos e informaciones con la experiencia

previa, consiguiendo resultados tan buenos como los de los empleados más jóvenes.

Además de destacar en experiencia, queda demostrado que los empleados más mayores también

lo hacen en simpatía y estabilidad emocional, lo que ayuda a crear buen ambiente de trabajo y

buenas relaciones con los clientes.

¿Y los más jóvenes?

Pues estos destacan por ser aventureros y buscar nuevas experiencias, ayudando a innovar en

el lugar de trabajo, por lo que una combinación de personal es ideal para alcanzar los objetivos de

la organización.

La clave es conocer cuáles son las necesidades de cada uno de los empleados y adaptarse a ellas,

para poder mejorar la productividad a nivel individual y la eficacia de la empresa en general.

1.5 EL FACTOR TIEMPO Y LA PRODUCTIVIDAD

Ya lo dijo Salvador Dalí hace décadas “El tiempo es una de las pocas cosas importantes que nos

quedan” y le faltaría añadir “Pero que bien se nos da perderlo “. Y es que es una realidad de la que

nadie se salva en el trabajo. Todos perdemos el tiempo de algún modo.

Porque los ladrones del tiempo son esos pequeños lapsos en los que todos nos despistamos y

que de manera continuada puede afectar gravemente a nuestra productividad. Aunque no son solo

despistes, a veces los ladrones del tiempo se encuentran en las propias tareas que realizamos en el

trabajo.
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Los 7 ladrones de tiempo

 Internet y redes sociales: Se podría decir que está a la cabeza de los ladrones de tiempo.

¿Quién no ha echado un vistazo a Facebook mientras trabajaba? No es que sea el fin

del mundo, pero hacerlo de manera recurrente descentra a la persona de la tarea que

está realizando. Según un estudio, los trabajadores interrumpen su trabajo cada 10

minutos para mirar las redes sociales y actualizar estados.

 Correo electrónico: ¿El email, en serio? Pues sí. Los correos electrónicos roban más

tiempo del que creemos a causa de las notificaciones que van llegando conforme los

recibes. El hecho es que cuando se recibe uno, se deja a un lado la tarea que estábamos

haciendo para leerlo inmediatamente. Por lo tanto, la concentración se esfuma tan rápido

como se tarda en contestar ese mail.

 Telefonía móvil: Podría copar el número uno junto con las redes sociales debido a las

notificaciones que se reciben. El mayor culpable tiene nombre. WhatsApp. Según el

periodista Francisco Canals el 32% de los trabajadores consulta su terminal un mínimo

de 4 veces a la hora. Del mismo modo que con el correo, la primera reacción es mirar

las notificaciones.

 Reuniones: Nadie dice que no sean necesarias, pero es cierto que a veces se hacen

reuniones por hacer. Si no se preparan correctamente de antemano, se definen los temas

a tratar y se establece un tiempo máximo la reunión se puede alargar afectando así el

trabajo de todas las personas que hayan acudido.

 Interrupciones: ¿Cuantas veces has estado haciendo cosas y alguien ha venido a pedirte

algo? Adiós concentración. Las llamadas telefónicas, los ¿puedes venir un momento?

o ¿has visto esto? hacen que los minutos se esfumen si no es urgente.

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 ¿Multitarea? No, gracias: Querer hacerlo todo y terminar no haciendo nada. El

problema de la multitarea reside en la falta de organización. Primero una tarea y

después lo otro, porque querer hacer varias cosas a la vez hace que no le dediques la

concentración que merece cada cosa.

 Procrastinar: “Esto lo dejo para mañana” sería la frase por excelencia. Aplazar las tareas

no es malo, pero hacerlo de manera repetido sí. ¿Por qué? Porque acabas con una pila

de trabajo acumulado que es más que probable que no te apetezca hacerlo y acabes con

el estrés por las nubes -que además afectará en tu rendimiento.

1.6 RECURSOS PARA UNA PRODUCTIVDAD MÁS EFECTIVDA

La planificación como solución. Organizarse bien y planificarse es la clave para decirles adiós

a los ladrones del tiempo. Primero saber todas las tareas que hay que hacer y luego darle prioridad

a cada una. Establece un horario para mirar las redes sociales -porque está bien desconectar de vez

en cuando-, otro para contestar correos y llamadas y haz caso a las tareas que sean urgentes.

Además todo esto lo puedes medir mediante un control horario y comprobar tu propia

productividad.

Aprender a trabajar. Seguramente conocemos alguna persona que tiene cualidades inmensas

y se encuentra muy capacitado, sin embargo, no rinde al igual que otros empleados. Probablemente

al ser sometido a alguna prueba, con total seguridad se descartará que la causa por la cual no rinde

de la misma forma no sea a causa de falta de inteligencia o pericia, sino más bien que se deba a

desorganización, por lo cual se le debe dar capacitación a los empleados sobre cómo se debe

priorizar las actividades, es decir, saber cómo organizarlas, ejecutarlas y finiquitarlas. Por ello, se
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presentan algunas herramientas que se pueden aplicar para aprender a realizar las labores del

trabajo de una forma más productiva:

Apenas al llegar a la oficina, se deben evaluar las tareas pendientes del día anterior, resolverlas

y a partir de allí planificar las nuevas actividades que se presentan en el día.

Se deben priorizar las actividades, es decir, las actividades que requieran ejecución inmediata

realizarlas de primero, y una vez resuelta continuar con la segunda actividad en importancia.

Minutos antes de finalizar el horario de trabajo, cerrar los asuntos terminados y archivar lo

necesario, para que el escritorio quede más desocupado en comparación de cuando se inició la

jornada.

Llevar notas que faciliten recordar cualquier actividad pendiente, o nueva que surja de

emergencia.

Detallar objetivos. La empresa debe establecer un conjunto de metas que sean realistas a corto,

mediano y largo plazo, las cuales sean compartidas con los empleados y de esta manera involucrar

a los trabajadores en los logros que se van realizando, también se puede motivarlos con

determinados beneficios a medida que las metas se van cumpliendo. Estos retos son estímulos para

muchos empleados obreros y profesionales, permitiéndolos trabajar con más entusiasmo.

Ambiente de trabajo. Este es uno de los puntos más importantes para el incremento de la

productividad. Tener un ambiente de trabajo óptimo donde se puedan tener relaciones abiertas,

permite que las ideas fluyan más frecuentemente, además el empleado realiza el trabajo con

comodidad y facilita la participación de los trabajadores. También favorece a la comunicación

entre empleados o bien entre jefes y empleados donde se pueda dialogar sobre estrategias para

cumplir los objetivos propuestos, obteniendo una mejor sincronización entre los grupos. Esta
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comunicación siempre ha de hacerse en pro de la empresa para que de esta manera sea más

eficiente.

Tecnología. La tecnología es una herramienta que ha llegado para facilitar las cosas a todo el

mundo y las empresas no pueden quedarse atrás. Esta nos puede ayudar a mejorar la eficiencia en

los procesos, reduciendo el tiempo que invierten los empleados en cálculos de diversas índoles o

en tareas repetitivas, por lo cual la gestión de actividades resulta óptima.

Capacitación. La capacitación de los empleados debe ser una constante en toda empresa, ya

que un empleado con buenos conocimientos, en, por ejemplo, idiomas o herramientas informáticas

pueden resolver en cualquier momento determinado problema en su área. Un personal capacitado

aumenta a capacidad competitiva de la empresa con respecto a otras ya que aumenta la habilidad

de los empleados y no conforme con esto atrae mejores profesionales a la empresa.

Flexibilidad horaria. Quizás para muchos empleadores este punto no sea negociable, ya que,

todos buscan que sus trabajadores cumplan el horario cabalmente, sin embargo, el horario puede

ser un factor que incremente la productividad sin que lo sepas. Se pueden proponer horarios que

sean fijos – variables donde el trabajador elija el que más le convenga, o también proponer horarios

libres pero que el empleado cumpla con objetivos planteados en cierto tiempo. La productividad

de la empresa va de la mano de sus trabajadores, por ende, siempre se deben estar motivados y

aplicar acciones que eleven el compromiso, pero sobre todo que se sientan cómodos al realizar el

trabajo. Hay que recordar que las personas más productivas son aquellas que laboran en un

ambiente equilibrado, tranquilo y de confianza, donde son escuchados y motivados.

 18

1.7 PRODUCTIVIDAD: LA INFLUENCIA DE LAS EMOCIONES Y EL ENTORNO

El medio imprescindible en la obtención de resultados favorables en el ámbito laboral, social y/o

familiar, es el hombre. Este como ente cambiante, es afectado positiva o negativamente por

factores propios del adulto, tanto por edad, condición física, ambiente y en lo que la inteligencia

emocional se refiere, a factores psicológicos que juegan un papel importante en la formación

adecuada del adulto en función de su desempeño en la sociedad. Una persona que llega a la edad

adulta, comprendida de los 35-60 años, puede verse aislada en su papel productivo ya sea por

condiciones biológicas, psicológicas y/o sociales.

Estos factores, que son un componente en el proceso productivo del adulto producen una

adecuación y equilibrio en el desarrollo de una tarea (Ruíz, 1987). Todos los factores influyentes

en la realización de una tarea, pueden crear en una condición de salud que puede influir

adecuadamente ya sea positivamente en la adaptación y desarrollo laboral. O puede influir

negativamente presentando obstáculos generando daños en el adulto. (Glover, 2017)

Es de importancia admitir que la base más sólida para el desenvolvimiento del adulto productivo

debe ser el mejoramiento y mantenimiento de la salud. Es aquí en donde el factor biológico de

adaptación entre el ser humano y los elementos que constituyen su actividad actual, forma un papel

importante en el adulto productivo.

Dicho esto, se puede decir que para la realización personal en cuanto al rendimiento laboral se

refiere, es importante reconocer cuáles de estos factores tienen mayor incidencia en la

productividad del adulto. Dentro de esto, se pueden referir a factores como la motivación; el clima

laboral; inteligencia emocional.

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La motivación. La motivación es uno de los factores más importantes que afectan el

desempeño del adulto en función a su rendimiento laboral. La motivación del adulto va a depender

de la intensidad con la que se desea lograr un objetivo y la posibilidad que existe para lograr dicha

tarea. Desde el punto psicológico puede especificarse como una colección de factores que poseen

una fuente que impulsa al individuo a la realización de una tarea dada.

Dentro de la misma, existen otros factores influyentes para el desarrollo óptimo del adulto. El

ambiente en el que se desarrolla las tareas, dígase, las condiciones del entorno, iluminación,

espacio de trabajo, las herramientas ofrecidas por el organismo de trabajo. (Cuartas, 2018)

Cabe destacar que el factor motivacional va ligado a necesidades como las expuestas en las

teorías motivacionales, verbigracia; la Teoría de Maslow. Esta teoría expresa las necesidades del

individuo que cumplen una función de razón en el desarrollo social del adulto.

La motivación enfatiza la conformación de lo que se conoce como clima organizacional. El

desarrollo pertinente del mismo, consiste en el fortalecimiento de los valores que conducen a un

mejor desempeño que favorecerá los intereses de la institución.

Clima Organizacional. Es el nombre dado por diversos autores; se basa en el ambiente

generado por las emociones de los miembros de un grupo u organización, el cual está relacionado

con la motivación de los empleados. Se refiere tanto a la parte física como emocional y mental.

(Wikipedia, 2019)

Tomando esta definición, puede decirse que el clima de trabajo no es más que el conjunto de

variables tales como amiente físico, estructura, ambiente social con énfasis en las características

de sus miembros.
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La importancia de este concepto se establece en el hecho de que un individuo adulto no es el

resultado de los factores influyentes en el clima organizacional, sino que dependen de las

percepciones que posee cada persona. (Robinson & Peláez, 2015)

Dicho esto, el clima en el que se desarrolla el adulto, será afectado de forma positiva y/o

negativa dependiendo de la medida en que la persona experimente en actividades, interacciones

entre miembros y demás. Partiendo de la perspectiva psicológica del adulto, el clima laboral es el

resultado de las características personales y organizacionales.

Para mejor entendimiento de este factor, es necesario resaltar dichos elementos responsables

del desarrollo organizacional óptimo (Departamento Administrativo de la Función Pública, 2001):

 Ambiente físico: comprende el espacio físico, las instalaciones, los equipos

instalados, el color de las paredes, la temperatura, el nivel de contaminación, etc.

 Características estructurales: se refiere al tamaño de la organización, su estructura

formal, el estilo de dirección, etc.

 Ambiente social: comprende aspectos como el compañerismo, los conflictos entre

personas o entre departamentos, la comunicación y otros.

 Características personales: aptitudes y las actitudes, las motivaciones, las

expectativas, etc.

 Comportamiento organizacional: compuesto por aspectos como la productividad,

el ausentismo, la rotación, la satisfacción laboral, el nivel de estrés, entre otros.

El clima, junto con las estructuras y características organizacionales y los individuos que la

componen, forman un sistema independiente altamente dinámico. Estas características de la

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organización son relativamente permanentes en el tiempo, se diferencian de una organización y de

una sección dentro de la misma empresa.

Debido a esto, el conocimiento de la realidad laboral en la que se desempeña el adulto es vital,

puesto que permite al individuo enfrentar y encontrar soluciones pertinentes al inconveniente

sujeto al objetivo de su interés.

Inteligencia emocional. Según (Glover, 2017), la inteligencia emocional está constituida por

un conjunto de habilidades psicológicas que permiten apreciar y expresar nuestras propias

emociones, entender las de nuestros semejantes y utilizar esta información para que nos ayude a

comportarnos de manera correcta y alineada con nuestros objetivos.

Puede decirse que el adulto poseedor de una inteligencia emocional, tiene la capacidad de

responder a situaciones presentadas de forma sana y efectiva con la utilización de componentes

que hacen dicha acción un más en su día a día.

Según (Goleman, Cherniss, & Bennis, 2001) la inteligencia emocional se compone de factores

como el autoconocimiento emocional, el autocontrol emocional, la automotivación, la empatía y

las relaciones interpersonales o habilidades sociales (inteligencia social).

La población de adultos mayores representa no solo un porcentaje en la sociedad, sino también

una colectividad realmente vulnerable. Estos catalogados como minoría, son una entidad que

genera aportes sociales, económicos y políticos al ambiente que pertenece. Partiendo de estos

factores, podemos acentuar que, la persona que ha alcanzado la edad adulta, portando esta una

experiencia extrínseca y acervo emocional, han de ser utilizados, aceptados y respetados en el

desarrollo laboral puesto al crecimiento psicológico adquirido a lo largo de su carrera vital.

Es cierto que para ser productivo se necesita más fuerza física, destreza y agilidad que pueden

disminuir con la edad. En cambio, en el sector laboral, la experiencia y la destreza de trabajar son
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fundamentales, por lo que el crecimiento de la productividad en la etapa de adultez puede ser aún

mayor.

1.8 CONSECUENCIAS DE NO SER PRODUCTIVOS

Las personas adultas en su mayoría, tienen responsabilidad, tareas y metas que cumplir. Estos

objetivos son necesidades que requieren de una motivación hacia la superación personal que

requieren de una actitud con dirección hacia el camino de la productividad con la utilización de

métodos y técnicas que sean beneficiosas para dicha realización. A esto se le puede dar referencia

a lo que se le llamaría una persona productiva. No obstante, nos podemos encontrar con personas

de característica reactivas, dígase, personas que no tiene un norte concreto, se desaniman

fácilmente al ver que sus metas u objetivos no se les ven fruto. Estas personas pueden llamarse

improductivas. Esta improductividad hará ineficiente la utilización de recursos que han de poseer

las personas para la autorrealización o el crecimiento en áreas de desarrollo en la sociedad.

Este mal nos puede afectar en el discernimiento de los objetivos provistos por el individuo per se

o la organización y ambiente al que este pertenece. La persona puede no tener perspectiva de sus

objetivos, falta de prioridad y organización. Los hábitos proactivos son inexistentes ya que la

procrastinacion está en constante presencia. No es flexible en base a su tiempo libre puesto a la

falta de organización provoca la acumulación de tareas. No existe el compromiso para el

crecimiento.

Dentro del bienestar físico y biológico, la falta de productividad puede ocasionar estrés, depresión,

obesidad, distorsión respecto a la motivación de continuar ya que el propósito está perdido en la

predisposición de actuar en base a acciones que pudiesen ayudar a la formación de un adulto como

ente social productivo.

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Al final del día, la determinación y competencia en un entorno cambiante y competitivo en el que

se enfrenta el adulto, el factor principal para la realización proactiva en el entorno en el que se

desarrolla la persona, será la productividad, vista como un mecanismo de supervivencia y

aprendizaje continuo que crear una conducta que formara al adulto hacia la orientación de llevar a

cabo aquellas tareas en su camino. (Sánchez, 2016)

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CONCLUSIÓN

A través de este trabajo de investigación se comprobó que utilizando las técnicas aquí expuestas

como las relacionadas con el entorno, el cuidado de tu salud, y la guía que orienta sobre la

organización y planificación, se lograra con éxito la productividad deseada.

Se comprende que en la edad adulta se logra una productividad igual o más efectiva que un

adulto joven y

Además, se demuestra que desarrollando la confianza en sí mismo y valorando los resultados

del esfuerzo realizado en cada tarea, se genera la motivación necesaria para continuar siendo

productivos.
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RECOMENDACIONES

Identificar y enumerar prioridades. No dejes que el resto de las cosas que quieras hacer te

distraigan. Ya las harás cuando acabes con la primera de tu lista.

Mejora los espacios y los entornos en los que ejecutas y llevas a cabo tus tareas diarias. La

armonía y el sentirse a gusto con el ambiente maximizan tu rendimiento y ánimo.

Céntrate en avanzar un poco cada día. Toma acción focalizada y acaba cosas. Ser más

productivo y acabar cosas mejora tu confianza y te hace sentir realizado, esto te dará la motivación

necesaria para seguir avanzando. Recuerda que el resultado deseado es lo que determina si la

productividad ha sido positiva o negativa.

Analizar y valorar tus resultados también te hará ganar confianza y motivación para seguir

avanzando. Empieza a valorar tus victorias y no dejes nunca de medir tu progreso y de mirar atrás

para valorar lo que ya has conseguido, esto te dará una mejor perspectiva para ver de lo que en

realidad eres capaz. La confianza en uno mismo es el resultado de un una mejora continua y

constante en el tiempo.

Te aconsejamos que hagas balance cada 3 meses, por lo menos, de la o las metas propuestas en

orden, para ver todo lo que has hecho y verás cómo te sorprendes.

Recomendamos que el adulto identifique si lo que está haciendo le apasiona, si es lo que

verdaderamente quiere hacer, ya que identificarte con lo que te estas dedicando influye en tu nivel

de productividad. De igual forma es importante descubrir cuáles son tus debilidades y fortalezas y

trabajar en las mismas.

La productividad puede ser una respuesta al estilo de vida de cada persona. Utiliza herramientas

tecnológicas que te ayudaran a la organización de tu vida, con el empleo correcto del tiempo, la

productividad incrementará considerablemente.

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Come saludable, la comida es una fuente importante para el rendimiento cerebral y salud en general,

eso puede impactar positivamente la productividad del adulto en base a la energía y bienestar biológico

del mismo.

Crea hábitos. “primero, olvida la inspiración, el hábito es más dependiente, el hábito te sostiene si

estas o no inspirado. El hábito es la persistencia en la práctica. El núcleo de la productividad yace en

el hábito. La creación de hábitos saludables es fundamental hacia el cambio para una mejora de

rendimiento.

Saber no ocupa lugar. La lectura sin duda es una fuente de información grandiosa. Esta reduce el

estrés, mejora la memoria, concentración, destrezas analíticas, vocabulario, mejora la comunicación y

la inteligencia emocional. Cada una de estas destrezas, hacen una mejoría en la productividad en

cualquier ambiente a desarrollarse.

Y recuerda: “No hay mayor motivación que la propia productividad”.

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