Ensayo de Una Obra Historiográfica
Ensayo de Una Obra Historiográfica
Ensayo de Una Obra Historiográfica
OBRA HISTORIOGRÁFICA
RELACIONADA CON EL TRABAJO DE
GRADO
Para la realización del presente ensayo, se exige como requisito para la cátedra de
Seminario I, el análisis de una obra historiográfica venezolana, haciendo un análisis
sobre el autor, cual es su discurso, tendencia política y obra. Esta obra además debe
tener relación con el trabajo de doctorado que se está realizando, y con el tiempo
histórico del mismo.
Ya los grandes poderes mundiales disponían desde la caída del imperio Español,
como serían explotadas las antiguas colonias, incorporándolas definitivamente en el
mercado mundial. Con ello, muchas de estas nuevas Repúblicas, comenzarían
transformándose en monoproductoras y monoesportadoras, según los designios de éstos
poderes, en el caso de Venezuela, gran productor de Cacao desde la época de la
colonia, el café comenzó a ser predominante hacia mediados del siglo XIX.
Este Autor nació en Caracas en 1906 donde falleció en 2001. Doctor en Ciencias
Políticas en 1929, fue ministro de Educación (1939-1941); secretario de la Presidencia
de la República (1941-1943); ministro de Hacienda (1943); ministro de Relaciones
Interiores (1945). Fue además redactor de la Ley de Educación conocida como «Ley
Uslar Pietri» (1940). Con el derrocamiento del presidente Medina fue encarcelado y
desterrado a Estados Unidos. A su regreso a Venezuela, en 1958, de nuevo fue detenido
por el dictador Pérez Jiménez. En 1963 fue candidato a presidente de la República.
Autor, entre otros, de La visita en el tiempo (novelas); Barrabás y otros relatos, Cuentos
de la realidad mágica (cuentos). La novela histórica Las lanzas coloradas (1931)
representa a la perfección sus primeras obras. Cultivó también el ensayo literario,
Fachas, fechas y fichas (1985), Godos, insurgentes y visionarios (1986), Los
venezolanos y el petróleo (1990), Golpe y estado en Venezuela (1992) y Del Cerro de
Plata a los caminos extraviados (1994), entre otros textos.
El título que en esta oportunidad viene a ser “protagonista” del presente ensayo es
el libro de 1992 “Golpe y Estado en Venezuela”. En este ensayo, el autor hace un
recuento de la naturaleza de la renta petrolera y su papel distorsionador en la sociedad
venezolana, de los principales protagonistas y por supuesto, sus consecuencias durante
cierto período histórico 1920 - 1992.
Durante el siglo XX los golpes de Estado estuvieron a la orden del día. Se puede
decir que durante el siglo XIX, se vivieron prácticamente 90 años de guerra, a partir de
1810, con algunos intervalos de relativa paz. Es a partir de la batalla de Ciudad Bolívar
en 1902, cuando terminan las Guerras civiles en Venezuela, desterradas para siempre,
primero por el General Cipriano Castro y finalmente por Juan Vicente Gómez, que
después de una larga dictadura de 27 años logra pacificar al país, modernizar sus
instituciones y cancelar la totalidad de la deuda externa que tenía Venezuela desde su
independencia.
Esto lo ve Uslar Pietri como una ruptura “Cataclismica”, ya que un pequeño país
como Venezuela, con poco mas de 2 millones de habitantes y un presupuesto que
apenas llegaba a 100 millones de Bolívares, dependientes de impuestos a pocos
productos que se producían, con una población 80% rural y analfabeta, va a llegar de
repente un gran caudal de recursos, que van a degenerar toda la sociedad.
Según sus propias palabras, el Doctor Uslar indica que para 1936, los ingresos del
presupuesto Venezolano ya dependían en 1/3 de las rentas del petróleo y que la
tendencia era hacia el aumento:
Indicaba que para la década de los 30 del siglo pasado, la incidencia del petróleo
para el presupuesto público era de un tercio, pero tendería a aumentar ya que cada vez la
producción del campo iba disminuyendo, lo mismo que otros rubros, debido al éxodo
campesino que se daba, cuando los trabajadores rurales se marchaban a las ciudades y
los campos petroleros en búsqueda de mejor vida. Ante esto se daría la tentación de
algunos políticos, “ingenuos”, los cuales veian como ideal que la totalidad del
presupuesto se pagara con la sola renta del petróleo (monoproducción). Con ello se
transformaría a Venezuela en un país improductivo, dependiente de una economía de
puerto, donde todo lo necesario se importaría empleando los ingresos petroleros. El país
Esto finalmente no se dio, y ocurrió asi en gran parte a que en 1945, se modifica
el rumbo estable y seguro que tenía el país desde la dictadura Gomecista, hasta el
Gobierno de Medina Angarita, cuyo pecado fue el de redactar la Ley de Hidrocarburos
en 1943, el cual se interponía a los intereses Norteamericanos.
3 IDEM.
Además de la mejora en cuanto a la situación petrolera, se buscó estimular la
producción agrícola y también se estimula la pequeña y mediana industria, que en buena
parte, logró suplir la demanda nacional de productos manufacturados y repuestos. Con
ello se produce un primer despertar de la industria nacional que perdura hasta 1945. En
este año, al finalizar la Guerra, comienzan las contradicciones del gobierno nacional con
las transnacionales, que querían recuperar sus mercados.
Es destacable, en esta opinión, que se hace una práctica diferenciación entre las
élites existentes desde el período de Juan Vicente Gómez (1908-1935) hasta el golpe de
estado del 18 de Octubre de 1945, con las élites surgidas después de este suceso, y que
perduran prácticamente hasta la actualidad, sin excluir el período de dictadura Militar.
Esta clase política “parásita” fue la encargada de disponer de las rentas petroleras.
Por otra parte, según el Doctor Arturo Uslar Pietri, en su Libro Golpe Y Estado en
Venezuela:
5 USLAR Pietri Arturo, Golpe y estado en Venezuela. Editorial Norma. Santa Fe de Bogotá Colombia 1992
abundancia de excelentes medidas de tipo educacional, económico, asistencial, laboral,
entre otros.
Las razones dadas por la Junta Militar de Gobierno para derrocar al presidente
Rómulo Gallegos, por medio del movimiento conocido como "Revolución de 1948",
fueron expuestas por las Fuerzas Armadas a la nación, el 25 de noviembre de 1948.
6 Zentner Christian. Las Guerras de la Posguerra “La sombra del Cubano” Tomo 10 Las Guerras de la Postguerra II.
Editorial Bruguera España 1976 p. 236
Por otra parte, la Fuerzas Armadas Nacionales argumentaban que el partido
Acción Democrática, había implantado el sectarismo político en el país, aprovechándose
del poder para su propio beneficio, y que la modificación de la Constitución Nacional
de 1947, aun cuando había introducido principios progresistas, sin embargo, adolecía de
vicios encaminados al ejercicio abusivo del poder. Llama la atención que el golpe
militar del 24 de noviembre de 1948 no haya provocado reacciones violentas por parte
del pueblo que eligió mayoritariamente a Rómulo Gallegos, fenómeno que podría tener
su explicación en el siguiente juicio: "Se ha producido una recurrencia militarista que
causo Nacional perplejidad en el país y sembró la desesperanza en el pueblo sufragante,
si bien este padecía de visible cansancio ante la intensa politización ambiental y la
pugnacidad entre bandos políticos".7
7 Mundarra Miguel Ángel. “Biografía de Andrés Eloy Blanco”. Garza Impresores Caracas 1978. Fuente
Nimeografiada
Pérez Jiménez, además del único magnicidio ocurrido en Venezuela con el asesinato del
presidente de la Junta Militar de Gobierno el Coronel (Ej.) Carlos Delgado Chalbaud en
1950, por lo que puede describirse este período como de inestabilidad política.
En la obra, el autor entonces habla de tres rupturas históricas a las que llama
“Cataclísmicas”, haciendo alusión a la palabra de origen griego que trata sobre la
destrucción o cambio radical de un lugar producto de un desastre natural. La primera
ruptura cataclísmica fue la Guerra de Independencia (1811 – 1821) aunque el autor la
prolonga hasta 1826, en donde aún habían tropas Grancolombianas (sobre todo
venezolanas) luchando en la frontera ecuatoriana. En esta etapa se dio una gran guerra
civil, donde se rompieron definitivamente los lazos con España y sus instituciones, las
costumbres y el sistema de castas coloniales, también terminó, debido a la gran
mortandad que hubo de mas de un tercio de la población y donde los blancos criollos
que constituían la cúpula de la pirámide social, prácticamente dejaron de existir como
clase social, sustituida por los militares triunfantes en la guerra.
La mayor parte de los miembros de la sociedad ilustrada de ese entonces,
compuesta por los blancos criollos, murieron o huyeron a otras regiones, alejándose de
la violencia desatada y el odio de castas surgido. La Guerra mas larga y sangrienta de
Latinoamérica de ese período, se dio en territorio venezolano, por lo que de lo que se
denominó la República de Venezuela, solo quedó una especie de “Tabla rasa”, donde no
quedaba nada y debía comenzarse a hacer un país. De allí que esta ruptura política tenga
un carácter cataclísmico, ya que no quedó mucho de la etapa anterior, la colonia, y se
desató una lucha por el poder entre los caudillos surgidos de la guerra que caracterizó
todo el siglo XIX.
Esta etapa de caos político y guerras civiles, finaliza con la llegada de los Andinos
al poder, y con ellos se da un período de estabilidad política relativa donde nace la
industria petrolera. Aquí se da otra ruptura cataclísmica con la aparición del petróleo, ya
que una sociedad pobre y atrasada, es sacudida hasta sus cimientos, con el arribo de una
fuente inagotable de divisas nunca antes vistas en su historia, y que no es producto del
trabajo o del ahorro, sino por un azar geológico, que nos coloca sobre una reserva de
petróleo gigantesca. Con ello, desaparece la anterior Venezuela agropecuaria, dándose
un gran éxodo rural hacia las ciudades, las costumbres cambian, asi como también la
economía. Es aquí donde surge la preocupación del Doctor Uslar Pietri cuando escribe
su editorial “Sembrar el Petróleo”, el 14 de Julio de 1936.
Según el autor en el título antes mencionado: “Desde hace una veintena de años
en Venezuela se ha venido extendiendo una verdadera cultura de la corrupción. Se llama
corrupción el proceso de descomposición, destrucción, putrefacción y aniquilamiento
que se produce en los organismos vivientes cuando ha cesado la fuerza vital que les
daba ser y propósito.”
“Como decía Lord Acton: «Todo poder corrompe», y mucho más cuando la
tentación demoníaca de poderlo todo no encuentra freno ni cortapisa. Para
principios de este siglo Venezuela era un pequeño país atrasado y pobre en
el que súbitamente brotó una inmensa riqueza, para cuya comprensión y
manejo las gentes no estaban preparadas. Para colmo de males, esa riqueza
cayó totalmente en manos del Estado y, por consiguiente, de las personas
que lo representaban, con todas sus limitaciones. No se hubiera podido
esperar que los hombres que han ejercido el poder en este país a lo largo del
último cuarto de siglo hubieran podido entender y decidirse a actuar para
evitar las consecuencias negativas de esa riqueza súbita y para haberla
canalizado sensatamente hacia el desarrollo sano de la sociedad y de la
economía del país. Eso lo llamé yo, hace ya muchos años, la política de
«sembrar el petróleo».”8
No solo no se hizo eso así sino que, por una especie de proceso fatal de debilidad,
de tentación de poder y lucro, de limitación intelectual, la clase dirigente y, con ella, la
mayoría de la sociedad se lanzaron al frenesí de aprovechar aquella fortuna en todas las
formas posibles. En la “Planificación” que se haría en el país, no se tomaba en cuenta el
dinero del petróleo para la inversión o como lo había dicho el autor objeto de estudio de
“Sembrar el Petróleo”, sino que se empleó en su mayor parte para el clientelismo y la
malversación.
Este nuevo concepto en materia de planificación surgía a partir del aumento de los
precios del petróleo de finales de 1973 y principios de 1974 al mismo tiempo que estaba
influido por la nacionalización de la industria petrolera. El gran caudal petrolero que
surge a partir del aumento del petróleo, producto de la Guerra del Yom Kippur en
Octubre de 1973, es el que da la base al gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez en
este período (1974-1979) para emprender este plan, que se conoció después como “el
Gran Viraje”. Este es sin duda la génesis de la actual crisis iniciada en el siguiente
gobierno.
8 USLAR PIETRI, Arturo. “Golpe y Estado en Venezuela” 1992. “Una Cultura de Corrupción”. P. 98
La economía venezolana durante la presidencia de Luis Herrera Campins (1979–
1984) evolucionó desfavorablemente, al haber disminuido la producción al mismo
tiempo que se acelero la inflación y el endeudamiento externo, conjuntamente con la
fuga de capitales. En ese comportamiento influyeron un conjunto de factores de origen
externo e interno , poniéndose en evidencia una serie de contradicciones en materia
política económica , lo que contribuyo a crear un clima de incertidumbre y desconfianza
poco propicio para la recuperación del ritmo de crecimiento de las actividades
económicas.
En cuanto a la crisis que se desató en Venezuela en 1983, se puede decir que esta
fue causada por el desarrollo que se había dado del modelo rentista, es decir una
economía dependiente exclusivamente de las rentas petroleras, que sostienen toda la
economía. Esta se intensificó a partir de 1974, debido a la denominada crisis energética
iniciada por la Guerra del Yom Kippur, aumentando en menos de 10 años los precios
del petróleo en 15 veces, hecho que fue aprovechado políticamente por el gobierno de
Carlos Andrés Pérez para tomas una serie de medidas populistas que no hicieron sino
intensificar el modelo rentista, desarrollaron el parasitismo en los empresarios y
despilfarraron más de 250 mil millones de dólares. Esta situación se revierte en 1983,
simplemente porque los precios del petróleo disminuyen a la mitad, y un gigantesco
Estado con los mismos compromisos, y deuda tanto externa como interna, no tuvo otro
remedio que aplicar las medidas que tomo, debido a la falta de recursos. Ya esta
situación había sido vaticinada desde hacía casi 50 años en el editorial “Sembrar el
Petróleo”.
Aun cuando no se puede negar que el Gobierno del Presidente Lusinchi tuvo que
enfrentar serias dificultades económicas, al haberse reducido los precios petroleros a la
mitad en 1986, sin embargo, en los dos años siguientes han debido tomarse una serie de
medidas de ajuste, según el criterio del Banco Central de Venezuela y de algunos
organismos internacionales, que de haberse aplicado, hubieran impedido que el año
1988 concluyera con graves desequilibrios internos y externos en la economía
venezolana.
Las medidas tomadas en su momento por Jaime Lusinchi no hicieron sino agravar
más la situación, debido a que con el refinanciamiento de la deuda solo se “corre la
arruga” del pago de la misma, y con los ingresos petroleros se continuaron las mismas
medidas rentistas y populistas que habían caracterizado el pasado de la política
económica en el país y que habían provocado la crisis, además de que aumentó en un
grado mucho mayor el enriquecimiento ilícito y la fuga de Capitales.
Este gobierno además se caracterizó por una corrupción administrativa sin límites,
donde inclusive comenzaron a verse hechos nunca vistos en Venezuela como el
asesinato de jueces que investigaban hechos de corrupción como el caso del Coronel
Ibarra Riberol, y remató al final cuando se asume la deuda privada como deuda pública,
aumentando el endeudamiento del país con los bancos internacionales en mas de 30 mil
millones de dólares.
Uslar quiere advertir que hay que terminar con el Estado Tahur, o sea que
promueve el juego y el azar, ya que estimula a la población a obtener la riqueza sin
esfuerzo, mas por un golpe de suerte que por el trabajo esforzado, la preparación, el
estudio y el ahorro. Hay que enseñar contrariamente a lo que el Estado estimula para ese
tiempo, que es con el estudio, el esfuerzo y el ahorro, que logra obtenerse el triunfo y
no por la suerte o el azar, algo que ha deformado la mente del venezolano común y lo ha
llevado a la cultura de corrupción actual, ya que lo que no puede obtenerse rápidamente,
es forzado, ya sea por la corrupción o la delincuencia. Cosa que se aplica, desde el
Venezolano mas pobre, desde el mas humilde servidor público, hasta las esferas mas
altas del poder político o militar.
La corrupción por otra parte, fue también causante de las intentonas golpistas de
1992 según Uslar Pietri. Lo que ha ocurrido en Venezuela el 4 de febrero de 1992 se
veía venir desde hace tiempo decía el autor en la obra objeto de análisis “Golpe y
Estado en Venezuela”. “El más superficial observador no podía dejar de darse cuenta
del disgusto creciente que la mayoría de la población, particularmente la clase media y
los trabajadores, para no nombrar los marginales y los desempleados, venía
manifestando en muchas formas ostensibles con respecto a la gestión del gobierno (…)”
Estas reflexiones del Doctor Uslar, contrastan definitivamente con las tésis
esgrimidas actualmente por la oposición venezolana de “Cuando éramos felices y no lo
sabíamos”, refiriéndose a esta época. De haber sido feliz la sociedad venezolana, nunca
se habrían dado, el “Caracazo”, los golpes de Estado de 1992 y mucho menos el
Comandante Hugo Chávez Frías habría ganado las elecciones de 1998.
La insurrección militar del 4 de febrero de 1992 no debía ser vista aisladamente,
como un caso más de intentona golpista por parte de militares ambiciosos, sino que
habia que considerarla, si se quería entender su verdadera significación y comprender
mejor la situación real del país, en el contexto del cuadro general de la vida venezolana
y de la forma como en los últimos años se había venido conduciendo el gobierno.
La tentativa del 4 de febrero sirvió, por lo menos, para plantear claramente ante
los ojos del país y del mundo, la realidad venezolana y la necesidad perentoria de que el
gobierno y el Congreso reconocieran sinceramente la grave situación de emergencia y
procedieran a tomar las medidas y a realizar las reformas necesarias para enmendar el
rumbo y poner fin al desastre económico, al caos administrativo y a la falta de
orientación política.
Los aspectos más visibles de esa crisis los constituyen, en primer lugar, el
inmenso déficit fiscal, que amenaza con mayor inflación y que desajusta todas las
relaciones del mercado financiero. Hay que citar también la presencia de una corrupción
generalizada que se ha manifestado de manera sistemática a todos los niveles de la
administración pública y frente a la cual no ha habido ninguna respuesta efectiva de
prevención y de castigo, más bien hay la impresión de que se ha formado un clima
general de tolerancia hacia muchas formas de corrupción.
Entre las reformas recomendadas por el Doctor Uslar en ese entonces (1992) para
salir de la crisis estaban las siguientes:
“En ese orden de prioridad habría que anotar, también, la necesaria reforma
a fondo del sistema judicial (…) la reforma del sistema electoral (…) y las
modificaciones legales necesarias para señalar y castigar el enriquecimiento
ilícito (…) Nadie ha propuesto soluciones de violencia, ningún sector ha
asomado siquiera la posibilidad de patrocinarlas y, como las voces de un
coro unánime, lo que surge de todo el conjunto es el firme deseo de que, por
un acuerdo nacional, se evite la ruptura violenta y se llegue a la adopción de
medidas prontas y eficaces de efectiva rectificación. Si los dirigentes
políticos no se percatan de la excepcional significación (…) que esta
situación representa (…) estarían asumiendo la inmensa responsabilidad de
las soluciones de fuerza, que pudieran surgir si este estado de cosas se
prolongara peligrosamente.”
Para la primera mitad del siglo XX, la población rural dominaba económicamente
en todo el territorio venezolano, pero a partir de la segunda mitad de este mismo siglo el
dominio lo ejerce el poblamiento urbano.
Esta clase, formada en buena parte por el azar y la riqueza fácil, producto de las
rentas crecientes del petróleo, crece también carente de principios éticos y morales,
aumentando algunos sus riquezas, por los beneficios dados por el Estado, la política y la
corrupción, de éstos años (1974 – 1989).
A partir de 1960 además, tienen lugar para la agricultura venezolana una serie de
acontecimientos que la caracterizan y condicionan para su desarrollo futuro. La
creciente aceleración y expansión de la actividad de los grupos empresariales, es lo que
constituye la línea principal de su desarrollo ya iniciado antes, pero ahora afianzado y
con una capacidad de crecimiento aun mayor.
Desafortunadamente, esta ley fracasó por varias causas como la tenencia de las
tierras por parte de los latifundistas, desconocimiento de nuevas técnicas modernas,
poca inversión en el sector, plagas y enfermedades que bajaron la producción, falta de
un adecuado sistema de mantenimiento y la escasez de mano de obra.
Estos atrasos y problemas de la agricultura crearon serios problemas al desarrollo
industrial y repercute de forma negativa en el nivel de vida de toda la población
consumidora del país y Venezuela se ve obligada a importar productos que podrían ser
producidos en el país como el maíz, caraotas, frutos y hortalizas.
Por otra parte la aparición de tierras que anteriormente estaban en manos de los
latifundistas, que acaparaban las mismas sin trabajarlas en los años 60, sostuvo en cierta
medida a los campesinos y su éxodo hacia las ciudades, así como también las políticas
de construcción de viviendas rurales, dispensarios médicos, y escuelas rurales, esto sin
embargo, se vio restringido durante los años 70, específicamente a partir del año 1974,
debido a que se benefició nuevamente al latifundio con la ley ya mencionada de
“Borrón y cuenta nueva”, cuando los medianos y grandes propietarios se ven
beneficiados, en detrimento de los pequeños propietarios que finalmente, al verse
presionados vendieron sus tierras a los latifundistas y emigraron a las ciudades.
Durante los años 70 y 80, específicamente desde 1974 a 1989, en los períodos
presidenciales de Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi, la
situación en el campo se hizo más precaria, con el deterioro progresivo de las vías de
acceso, carreteras, puentes y vías marginales, acueductos y canales de riego, construidos
en los años 50 y 60. La pérdida de empleo en el campo y el aumento en las
importaciones de productos que antes se producían localmente, causada por el aumento
en el presupuesto público, ocasionó un aumento geométrico del éxodo rural a las
ciudades, en donde se necesitaba además mano de obra en el sector de servicios.
Esta población desde mediados de los años 70 pudo tener empleos, aunque en su
mayoría no obtenían trabajos fijos con ingresos estables, sino ocasionales, generalmente
pagados a destajo. Cuando se da la crisis de 1983, muchos empleos se pierden, pasando
en muchos casos esta población a ser desempleada. El mantenimiento de los precios con
una baja inflación mantuvo a la sociedad en espera de un líder o mesías que volviera al
país a la bonanza de principios de los años 70, esto se vio reflejado en las elecciones de
1988, en donde resulta triunfador nuevamente Carlos Andrés Pérez, pero cuando éste
tomó medidas de choque neoliberal, al ver que el Estado venezolano estaba
prácticamente en la quiebra, aumentando la inflación y el desempleo y terminando con
los subsidios, la esperanza de la población se transformó en desesperación, dándose el
estallido social conocido como el “Caracazo” el 27 y 28 de febrero de 1989.
En esta entrevista, Chávez asegura que el Doctor Uslar Pietri era un hombre de la
clase alta, pero un gran patriota. Autor precisamente de Las lanzas coloradas sobre la
gesta de los llaneros, y de La isla de Robinson, una maravillosa novela sobre Simón
Rodríguez. “Un hombre muy recordado y respetado, el doctor Uslar Pietri, quien, en los
años 1940, cuando gobernaba el general Isaías Medina Angarita, habló de la necesidad
de «sembrar el petróleo». Yo también lo conocí porque, primero, lo leí mucho, y luego,
después de nuestra rebelión del 4 de Febrero de 1992, estando en prisión, comenzaron
las especulaciones acerca de los «autores intelectuales» de aquel alzamiento, como si
nosotros no pensáramos… Y trataron de implicar a Uslar en aquello. Lo cierto es que
hizo unas declaraciones justificando, en el fondo, nuestra acción… y le allanaron la
casa. Entonces Uslar, por supuesto, se puso mucho más firme contra el gobierno de
Carlos Andrés Pérez y declaró: «Yo lo que dije fue que aquí iba a llover… y llovió».”9
Entre sus últimas intervenciones están las registradas entre 2000 y 2001 por
Rafael Arráiz Lucca, y publicadas en Venezolanos excepcionales (2015), en las que
confesaba: “Yo no soy optimista, soy muy pesimista, es que uno no ve qué puede pasar
9 Ignacio Ramonet (2013). Hugo Chávez: Mi primera vida. Conversaciones con Ignacio Ramonet. Vadell Hermanos.
Caracas.
con Venezuela. Desde el punto de vista del azar, pues puede pasar cualquier cosa, pero
desde el punto de vista de un desarrollo más o menos lógico, no se ve, no hay propuesta
para Venezuela. No hay partidos políticos, los aparentes dirigentes que hay son una
gente de muy segundo orden, estamos muy corrompidos (…) Estoy muy angustiado con
esto que está pasando con este país. Este es un momento muy malo, muy peligroso, hay
mucho dinero, muchísimo dinero y no hay orientación. La educación es un desastre, la
política espantosa, no hay debate, el país está sin rumbo, sin destino, sin clase dirigente,
hay aventureros, pícaros, gente que tira la parada (…) Este es un país muy
infortunado. Era muy difícil que aquí las cosas hubieran pasado de otra manera, porque
este fue siempre un país muy pobre y muy atrasado, aislado, lleno de inestabilidad, de
golpes de estado, de eso que llaman revoluciones y, además, apareció esa riqueza
inmensa del petróleo en manos del Estado, que provocó una distorsión total (…) Ya le
digo, yo estoy en un estado de ánimo muy malo, no tengo esperanzas, estoy como en el
infierno de Dante. Aquí no hay de dónde agarrarse, es lastimoso un país sin clase
dirigente, aluvional, improvisado, improvisante, improvisador. Hay que ver lo que
hubiera sido este país con esa montaña de recursos, si el gobierno hubiera tenido un
poquito de sentido común”.
“Hay una sola cosa que Venezuela tiene que hacer, y es esa cosa que yo he
llamado “sembrar el petróleo”. Hacer un plan nacional para que esa renta deje de ser
una renta y se transforme en una remuneración de trabajo, de creación, en un motor de
la economía venezolana que no lo es hoy en día.”
“Si algo presenciamos es el fin de las ideologías. Hoy en día no hay propuesta
mágica en el mundo.”
“El petróleo va a traer en Venezuela transformaciones, cambios y alteraciones de
toda clase, entre ellas una pérdida de sentido de las proporciones, del esfuerzo, la idea
de que todo se puede adquirir con dinero.”
“El hombre que aprende a aprender está aprendiendo toda su vida y enriqueciendo
su acervo cultural toda su vida y si la escuela no lo enseña a aprender no va a poder
valerse de más nada que de las escasas visiones que recibió allí y que olvidará.”
“Lo peor que puede tener un pueblo es no saber de dónde viene ni por qué ha
llegado a donde está, ni por qué medios, ni por qué manera.”
“La gran culpa de lo que pasa en Venezuela la tienen los partidos políticos, por la
trágica historia de que no ha habido oposición en Venezuela, por la asociación tácita en
la que han estado siempre siendo cómplices de todos los gobiernos, uno detrás de otro.”
“Si en este momento, por azar infortunado del destino, los precios del petróleo
bajaran de una manera importante en el mercado mundial, Venezuela sería un caso para
la Cruz Roja Internacional. Aquí vendrían a repartir sopas en las esquinas.”
“El verdadero tema central de Venezuela, el que debería ser tema de enseñanza en
la escuela primaria y de reflexión en todos los sectores es que este es un país vulnerable,
improductivo.”
“Ha llegado el tiempo de las dificultades para Venezuela, el tiempo en que los
hombres tienen que dar la medida de su capacidad.”
“Al final los hombres se percatan de que no hay que dejar de luchar por la
libertad, por la igualdad. Ambas cosas tienen que coexistir en un grado de equilibrio
difícil. No se puede soltar una sin sacrificar la otra.”
Una vez realizadas estas reflexiones, con la cita de estas 12 frases en muchos
casos proféticas se observan tres consideraciones finales:
A) Con la llegada de la industria petrolera al país en la década de 1920, en
Venezuela se produce un cambio rotundo. El primero que se da es un cambio en las
élites de poder y el segundo el inicio del modelo rentista, que aún esta en progreso.
1.- En la década de los años 20 del siglo XX, con la llegada de las transnacionales
petroleras.
3.- En octubre de 1973 cuando producto de la Guerra del Yom Kippur se produce
el aumento en gran escala de los precios del petróleo.