El Vaso de Leche Resumen
El Vaso de Leche Resumen
El Vaso de Leche Resumen
El cuento El vaso de Leche de Manuel Rojas trata de un joven que fue abandonado en un puerto
desconocido al ser descubierto dentro de un barco. El joven era muy tímido y le daba vergüenza pedir
comida. Llevaba varios días sin comer, no conseguía trabajo y pasaba todo el tiempo caminando por el
muelle. Luego de un mes consiguió un trabajo cargando sacos de trigo hacia en un barco. El mismo día
que comenzó a trabajar en el barco le pidió al capataz dinero de sueldo por adelantado y él rechazó. El
joven estaba decidido a hacer cualquier cosa por conseguir algo que comer ese día. Paso frente a una
lechería y espero a que estuviera completamente vacía para entrar en ella. El joven se sentó y la empleada
le pregunto que deseaba y el joven tímidamente le dijo un vaso grande con leche y vainillas. Cuando la
mujer trajo la orden el joven comió lentamente pensando en como irse sin pagar. EL joven comenzó a
llorar fuertemente, cuando termino de llorar vio que la empleada le había traído otro vaso de leche con
más vainillas y este las comió y luego se despidió de la mujer. El joven camino por la playa pensando en
su familia y finalmente se quedó dormido en la playa. EL cuento tiene un final cerrado ya que finalmente
el joven consiguió trabajo y pudo aliviar su hambre. El cuento tiene como enseñanza nunca darse por
vencido. Además, el cuento toca varios temas como la angustia, desesperación y el alivio.
El delincuente
Había una vez un caballero de oficio peluquero que vivía en un conventillo con muchas más personas y
su señora. El conventillo era grande, como un conventillo dentro de otro conventillo. El conocía a todas
las personas de ese lugar, pero un día escucho unas voces y vio dos personas desconocidas y salió a ver
quiénes eran y resulta que eran un borracho y el otro con apariencia de pillo.
Junto con su vecino, el maestro Sánchez no tuvieron mejor idea que llevarlos a la comisaria, de camino
hacia allá, ríen, conversan con los desconocidos, cuando llegan a la comisaria un guardia los hizo pasar
los interrogo y les dijo que esperaran hasta que llegara un inspector. El inspector confirmo que el tipo con
cara de pillo era un ladrón muy conocido y lo mando al calabozo e igual para el borracho por escandaloso
y ebrio. El maestro Sánchez y su acompañante se devolvieron a sus hogares ya muy cansados.
Un mendigo
Lucas Ramírez fue dado de alta del hospital. Está solo en la ciudad, sin familia ni casa. Comienza a vagar
por las calles afirmado por sus muletas hasta que la noche cubre el cielo y la temperatura desciende. Tiene
que buscar un sitio donde pasar la noche. Recuerda la dirección de un viejo amigo que por casualidad se
encontraron en el hospital, decide visitarlo para pedir albergue. Lamentablemente no da con la numeración
de la casa. Se acerca a un hombre que momentos antes había salido de un restaurante, para consultar por
la dirección, el sujeto no lo deja terminar su consulta y al verlo tan pobre le da varias monedas. El
protagonista aún no quería aceptar su condición de mendigo, quedo en una profunda perplejidad. La
situación se repitió de nuevo y se siguió repitiendo las noches siguientes. Lucas Ramírez entonces decidió
su destino cada noche mendigaba a la salida del restaurante hombre se despide agradecido de la mujer y
se retira del lugar.
El trampolín
Dos estudiantes de medicina viajan en un tren, al frente de su posición se instalan dos hombres: un oficial
y un prisionero. Los jóvenes preguntan qué crimen había hecho el reo, el mismo aludido es quien les
cuenta que mato a su mejor amigo por error. La historia conmueve a los estudiantes ya que perciben la
inocencia y verdad en sus palabras. El destino del hombre da un giro cuando el oficial se ausenta unos
minutos y al salir del tren es atropellado por la otra máquina que llegaba a la estación. Los protagonistas
no dudan en que el prisionero debe huir, pues lo consideran inocente. Es así como un trampolín de la
suerte ayuda al reo a esquivar su destino.
Colo colo
El colocolo: tres amigos comparten alrededor de una fogata. Entre conversaciones y vino caliente,
comienzan a hablar sobre las apariciones de fantasmas y criaturas mágicas del campo. Uno de los
personajes cuenta la historia del colocolo, una especie de roedor cubierto de plumas y lengua de serpiente,
acusado de matar a los hombres tragándoles la saliva. Al terminar la historia uno de los tres amigos se
retira de la reunión, algo borracho sube a su caballo y emprende rumbo a su hogar. En el camino, el hombre
ve entre sueños que un ratón horrible le persigue y salta a su barba, asustado cae del caballo. Al recuperarse
observa que a unos metros un par de ojillos brillantes le observan. Está seguro que es el colocolo y no
duda en tomar una piedra y a atacar al engendro. Se acerco a recoger el cadáver pero en su lugar encontró
hecho trizas su reloj recién comprado.
Pedro el pequenero
Don Vicho intenta recordar una historia nueva para divertir a su auditorio de niños que esperan un cuento.
Luego de unos momentos de buscar en su memoria de abuelo decide contar el relato de “Pedro el Chuico”,
un hombre que había vivido en los tiempos de Jesucristo. Los escuchas se acomodaron a su alrededor para
oír la historia: Pedro era un hombre que junto a su mujer, fabricaban pequenes y era famoso por estos
bocadillos calientes. Ganaba mucho dinero con sus ventas, tanto que lo volvió un hombre pretencioso.
Muchos amigos llegaron a su puerta, distrayéndolo de su trabajo y llevándose su dinero. Su mujer lo
abandono luego que se volvió un borracho agresivo. Su apodo fue cambiado por Pedro el chuico, por su
tendencia al vino. Solo se refugió en la cantina en donde sus amigos le regalaban un trago y a veces algo
de comida. Un día se encontró con Jesucristo a quien le pidió una limosna para comprar alcohol y la
consiguió. El encuentro con Jesús se repitió, pero esta vez el Maestro no le dio dinero sino que lo toco en
la cabeza y le dijo que él no tenía sed. Desde entonces Pedro no pudo beber una sola gota de alcohol. La
abstinencia no le duro mucho y volvió a sus andanzas de borracho. Un día se volvió a encontrar con
Jesucristo, quien era conducido al lugar de su muerte. El Maestro le pidió agua, pero Pedro no se la dio,
en cambio le dijo que se quitara la sed tal como se la quitó a él. Jesús le miro con tristeza y le dijo que
siempre tendría sed. Una sed terrible le invadió, busco desesperadamente alcohol para saciarse, pero nadie
le ofreció. Quiso tomar agua, pero solo obtenía una momentánea frescura, luego la sed volvía con más
fuerza. Desesperado llego ante la cruz de Jesús, allí una gota de su sangre mezclada con agua, que brotó
desde su costado herido, cayó en la boca de Pedro y calmo la sed.
Un ladrón y su mujer
La esposa de Francisco Córdoba lo visita en la cárcel, en su primera visita no puede verlo. Le dicen que
vuelva la mañana siguiente. Al terminar la tarde los presos fueron sacados de sus celdas, es allí cuando a
Francisco Córdoba le llega la noticia de una fuga. El hombre lo medita mucho tiempo y en un arrebato de
adrenalina decide escapar seguido dos nativos araucanos, quienes conocían bien los alrededores. La esposa
de Francisco Córdoba vuelve a la cárcel, la interrogan y procesan por considerarla sospechosa por la fuga
de la noche anterior. La mujer pasa cinco largos días en una celda, hasta que finalmente la liberan. Decide
volver su ciudad, al subir al tren se encuentra con su esposo
La compañera de viaje
Unos amigos le piden al gringo Rodolfo que cuente una de sus historias. El hombre, les explica que alguien
como él, no tiene historias interesantes que contar. Los amigos insisten y Rodolfo comienza un relato. En
un viaje que realizó a Milán para ver la gira de una actriz “la Duse”, conoció a una joven. Ella había
abordado el tren equivocado y se lamentaba por el retraso que tendría. Rodolfo le conversa para distraerla.
Él le cuenta el motivo de su viaje y ella acepta ser también admiradora de la actriz. Faltaba poco para
llegar al destino y a Rodolfo se le ocurrió una idea para superar el problema de la señorita: le invito a pasar
la noche en un hotel y ella en la mañana podría buscar la casa en donde la esperaban. Ella desconfía y
rechaza la invitación. Pero las cosas cambian, pues al bajar del tren la joven no encuentra a los amigos
que le esperaban y acepta finalmente la invitación de Rodolfo. Una vez en el hotel pidió dos piezas y
después de unos momentos invito a su compañera de viaje a ver la actuación de la Duse. Después de la
función Rodolfo la invito a cenar. Volvieron al hotel y ella lo invito a su habitación para conversar. Cuando
el hombre fue a visitarla, ella se mostró desconfiada y luego de ver la molestia de Rodolfo le confesó que
él la confundía. Ella le confesó que jamás había conocido a un hombre así. En un momento de silencio
Rodolfo la beso y luego se marchó a su habitación. A la mañana siguiente supo que ella se había ido
temprano. Él jamás la volvió a ver