Cadena Trofica
Cadena Trofica
Cadena Trofica
En una cadena trófica, cada eslabón (nivel trófico) obtiene la energía necesaria para la vida del nivel
inmediatamente anterior; y el productor la obtiene a través del proceso de fotosíntesis mediante el cual
transforma la energía lumínica en energía química, gracias al sol, agua y sales minerales. De este modo,
la energía fluye a través de la cadena de forma lineal y ascendente
En este flujo de energía se produce una gran pérdida de la misma en cada traspaso de un eslabón a otro,
por lo cual un nivel de consumidor alto (ej.: consumidor terciario) recibirá menos energía que uno bajo (ej.:
consumidor primario).
Dada esta condición de flujo de energía, la longitud de una cadena no va más allá de consumidor terciario
o cuaternario
Desaparición de un eslabón
Una cadena alimentaria en sentido estricto, tiene varias desventajas en caso de desaparecer un eslabón:
Desaparecerán con él los eslabones posteriores que dependan directamente del mismo, pues se
quedarán sin alimento y sin la energía necesaria para sustentarse.
Se superpoblará el nivel inmediatamente anterior, debido a que ya no existen sus depredadores.
Se desequilibrarán los niveles inferiores y los niveles contiguos por la falta de competencia entre esa
especie y la que compone el eslabón desaparecido.
Consumidores secundarios
los zoófagos o carnívoros, que se alimentan directamente de consumidores primarios, pero también los
parásitos de los herbívoros, como por ejemplo el ácaro Varroa, que parasita a las abejas.
Consumidores terciarios
Pirámide de biomasa
la cantidad total de tejido vivo dentro de un nivel trófico se denomina biomasa. La biomasa suele
expresarse en término de gramos de materia orgánica por área unitaria. Una pirámide de biomasa
representa la cantidad de alimento potencial disponible para cada nivel trófico en un ecosistema.
Pirámides de números
las pirámides ecológicas también pueden basarse en la cantidad de organismos individuales de cada nivel
trófico. En algunos ecosistemas, como es el caso de la pradera, la forma de la pirámide de números es
igual a las pirámides de energía y biomasa. Sin embargo, no siempre es así. Por ejemplo, en casi todos
los bosques hay menos productores que consumidores. Un árbol tiene una gran cantidad de energía y
biomasa, pero es un solo organismo. Muchos insectos viven en el árbol, pero tienen menos energía y
biomasa. Por ellos, la pirámide de números del ecosistema forestal, no se parece en nada a una pirámide
normal.4
También se suele manifestar este fenómeno indirectamente cuando se censan o recuentan los individuos
de cada nivel, pero aquí las excepciones son más frecuentes y tienen que ver con las grandes diferencias
de tamaño entre los organismos y con los distintos tiempos de generación, dando lugar a pirámides
invertidas. Así en algunos ecosistemas los miembros de un nivel trófico pueden ser mucho más
voluminosos y/o de ciclo vital más largo que los que dependen de ellos. Es el caso que observamos por
ejemplo en muchas selvas ecuatoriales donde los productores primarios son grandes árboles y los
principales fitófagos son hormigas. En un caso así el número más pequeño lo presenta el nivel trófico más
bajo. También se invierte la pirámide de efectivos cuando las biomasas de los miembros consecutivos son
semejantes, pero el tiempo de generación es mucho más breve en el nivel trófico inferior; un caso así
puede darse en ecosistemas acuáticos donde los productores primarios son cianobacterias o
nanoprotistas.
Relación entre la energía y los niveles tróficos
En esta sucesión de etapas en las que un organismo se alimenta y es devorado, la energía fluye desde
un nivel trófico a otro. Las plantas verdes u otros organismos que realizan la fotosíntesis utilizan la
energía solar para elaborar hidratos de carbono para sus propias necesidades. La mayor parte de
esta energía química se procesa en el metabolismo y se pierde en forma de calor en la respiración. Las
plantas convierten la energía restante en biomasa, sobre el suelo como tejido leñoso y herbáceo y bajo
este como raíces. Por último, este material, que es energía almacenada, se transfiere al segundo nivel
trófico que comprende los herbívoros que pastan, los descomponedores y los que se alimentan de
detritos.
Si bien, la mayor parte de la energía asimilada en el segundo nivel trófico se pierde de nuevo en forma de
calor en la respiración, una porción se convierte en biomasa. En cada nivel trófico los organismos
convierten menos energía en biomasa que la que reciben. Por lo tanto, cuantos más pasos se produzcan
entre el productor y el consumidor final, la energía que queda disponible es menor.
Rara vez existen más de cuatro eslabones, o cinco niveles, en una red trófica. Con el tiempo, toda la
energía que fluye a través de los niveles tróficos se pierde en forma de calor. El proceso por medio del
cual la energía pierde su capacidad de generar trabajo útil se denomina la entropía.
Las plantas obtienen la energía directamente del Sol por medio de la fotosíntesis. Los animales obtienen
la energía a partir del alimento que ingieren, sea vegetal o animal. Mediante la respiración, tanto las
plantas como los animales aprovechan la energía, pero disipan parte de ella en forma de calor, que pasa
al medio externo. Por tanto, el flujo de energía que atraviesa un ecosistema es unidireccional.
Algunos microorganismos transforman la materia orgánica muerta en sales minerales. Las sales son
aprovechadas por los organismos autótrofos, y los organismos autótrofos son ingeridos por los
heterótrofos. Después, tanto los organismos autótrofos como los heterótrofos mueren y sus restos son
transformados por los microorganismos, comenzando de nuevo el ciclo. Así, pues, la materia circula en el
ecosistema de manera cíclica.