Bowen
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Introducción
La Teoría Familiar Sistémica de Bowen es una teoría del comportamiento humano
en la que se concibe la familia como una unidad emocional. Esta teoría utiliza el
pensamiento sistémico para describir las complejas interacciones dentro de la
unidad. La familia, por naturaleza, hace que sus miembros estén intensamente
conectados emocionalmente. A menudo las personas se sienten distanciadas o
desconectadas de su familia, pero esto es más un sentimiento que un hecho. Las
familias afectan tan profundamente los pensamientos, los sentimientos y las
acciones de sus miembros, que a menudo parece que las personas vivieran bajo
la misma “piel emocional”. Constantemente, las personas solicitan la atención,
aprobación y apoyo de los demás, y reaccionan a las necesidades, expectativas y
molestias que perciben de los otros. La vinculación y la reactividad hacen que el
funcionamiento de los miembros de la familia sea interdependiente. Un cambio en
el funcionamiento de una persona es previsiblemente seguido por cambios
recíprocos en el funcionamiento de los demás. Las familias difieren en el grado de
interdependencia, pero en cierta medida siempre está presente.
Es de suponer que la interdependencia emocional evolucionó para promover la
cohesión y cooperación que las familias requieren para proteger, refugiar, y
alimentar a sus miembros. Sin embargo, el aumento de las tensiones puede
intensificar los procesos que promueven la unidad y el trabajo en equipo, y esto a
su vez puede causar problemas. Cuando los miembros de la familia se ponen
ansiosos, la ansiedad puede propagarse y aumentar de manera infecciosa. A
medida que aumenta la ansiedad, la conexión emocional de los miembros de la
familia deja de ser reconfortante y se vuelve estresante. Eventualmente, uno o
más miembros se sienten abrumados, aislados o fuera de control. Estos miembros
representan a las personas que dentro del grupo familiar se acomodan con el
objetivo de reducir la tensión en los demás. Es una interacción recíproca.
El Dr. Murray Bowen, médico psiquiatra, dio origen a esta teoría y a sus ocho
conceptos entrelazados. Enunció su teoría, usando el pensamiento sistémico, para
integrar conocimiento de la especie humana como producto de la evolución con
los conocimientos obtenidos en su investigación familiar. Una idea central es que
el sistema emocional, que evolucionó a lo largo de varios billones de años,
gobierna el sistema de relaciones humanas. Las personas tienen un “cerebro
pensante”, lenguaje, una psicología compleja y una cultura, pero las personas
también hacen todas aquellas cosas ordinarias, propias de todas las demás
formas de vida. El sistema emocional afecta la mayoría de las actividades
humanas y es el principal motor en el desarrollo de problemas clínicos. El
conocimiento del modo en que el sistema emocional interviene en nuestra familia,
nuestro trabajo, y nuestros sistemas sociales, nos revela opciones nuevas y más
efectivas para resolver problemas en cada una de estas áreas.
Triángulos
Un triángulo es un sistema de relación entre tres personas. Se le considera la
piedra angular o la “molécula” de todo sistema emocional mayor, porque el
triángulo es el sistema de relación estable más pequeño. Un sistema emocional de
dos personas es inestable en sí mismo, pues tolera poca tensión sin incorporar a
una tercera persona. Un triángulo puede contener mucha más tensión antes de
involucrar a otra persona, ya que la tensión se puede desplazar entre tres
relaciones. Si la tensión se vuelve demasiado alta para ser contenida dentro de un
triángulo, esta se extiende a una serie de triángulos “interconectados”. Repartir la
tensión puede estabilizar un sistema, pero nada se resuelve.
Las acciones de las personas dentro de un triángulo reflejan, por un lado, sus
esfuerzos por mantener los vínculos emocionales con otras personas que le son
importantes y, por el otro, las reacciones a la intensidad en esos vínculos.
También reflejan la manera en la que las personas toman partido en los conflictos
de los demás. Paradójicamente, un triángulo es más estable que una díada, pero
un triángulo crea una posición en la que una persona queda excluida. Esta es una
posición muy difícil de tolerar. La ansiedad generada por el anticipar estar, o en
efecto estar, en la posición de quien está excluido, es una fuerza de gran potencia
en los triángulos.
Al surgir una tensión de una intensidad de suave a moderada entre los internos, el
más incómodo de ellos se acercará al externo. Uno de los internos originales se
convierte ahora en el nuevo externo y el externo original es ahora uno de los
internos. El nuevo externo hará movimientos automáticos y reactivos predecibles
para restaurar su cercanía con uno de los internos. A niveles moderados de
tensión, los triángulos habitualmente tienen un lado en conflicto y dos lados en
armonía. El conflicto no es propio de la relación en la que existe, sino que refleja el
funcionamiento general del triángulo.
Ejemplo
Miguel y Marta fueron muy felices durante sus primeros dos años de matrimonio. A
Miguel le gustaba tomar las decisiones importantes, y Marta se sentía cómoda con
la “fortaleza” de Miguel. Después de algunas dificultades para embarazarse, Marta
concibió durante el tercer año del matrimonio, pero fue un embarazo difícil. Sufrió
de muchas nauseas durante el primer trimestre y tuvo problemas de presión
arterial y aumento de peso conforme avanzaba el embarazo. Con frecuencia le
platicaba a Miguel sobre sus inseguridades acerca de ser madre. Miguel era
paciente y la tranquilizaba, pero también comenzó a criticarla por ser “infantil”.
Después de un largo trabajo de parto, nació una niña a quien llamaron Amy. Marta
estaba exhausta y no estaba preparada para abandonar el hospital cuando su
doctor la dio de alta. Durante los siguientes meses, comenzó a sentirse cada vez
más abrumada y extremadamente ansiosa por el bienestar de la pequeña bebé.
Buscó apoyarse en Miguel, pero él regresaba más tarde que antes de la oficina y
Marta sentía que él la criticaba mucho por sus problemas de adaptación y que no
validaba sus preocupaciones por la bebé. Había mucho menos tiempo para que
ellos estuvieran juntos, y cuando lo había, Miguel se quejaba de sus problemas de
trabajo. Marta comenzó a preocuparse más por asegurarse que Amy, al ir
creciendo, no desarrollara las mismas inseguridades que ella. Para lograr esto, le
daba la mayor atención posible y la premiaba constantemente por sus logros. Era
más fácil para Marta enfocarse en Amy que hablarle a Miguel. Reaccionaba
intensamente a sus críticas, reales o imaginarias. Miguel y Marta dedicaban cada
vez más de su tiempo juntos a hablar acerca de Amy en lugar de hablar acerca de
su relación.
A medida que Amy crecía, demandaba más del tiempo de su madre. Marta sentía
que no le podía dedicar suficiente tiempo y que Amy jamás estaría satisfecha.
Miguel estaba de acuerdo con Marta en que Amy era muy egoísta y le molestaban
sus berrinches cuando no se la complacía. Sin embargo, si Miguel se excedía al
criticar a Amy, Marta la defendía diciéndole a Miguel que estaba exagerando.
Empero, cuando aparecían tensiones entre Marta y Amy, Marta presionaba a
Miguel para que pasara más tiempo con Amy para reafirmarle que la amaban. Él
accedía a sus presiones, pero internamente pensaba que estaban siguiendo una
política de aplacamiento que estaba haciendo que Amy se volviera más exigente.
Miguel pensaba que, si Marta tuviera la madurez de él, Amy sería un problema
menor, pero a pesar de eso, generalmente seguía el ejemplo de Marta con
relación a Amy.
Análisis: Cuando aumenta la tensión entre Marta y Amy, Miguel se pone del lado
de Marta estando de acuerdo en que el problema es Amy. El lado conflictivo del
triángulo cambia entonces de estar entre Marta y Amy a estar entre Miguel y Amy.
Si el conflicto se intensifica demasiado entre Miguel y Amy, Marta se pone del lado
de Amy, el conflicto pasa a estar entre el matrimonio, y Amy obtiene la posición
más cómoda, la externa.
Ejemplo
El ejemplo del triángulo Miguel-Marta-Amy refleja la manera en que se manifiesta,
en una unidad familiar, una falta de diferenciación del self; en su caso, una unidad
con diferenciación moderada. La siguiente descripción nos muestra cómo este
triángulo se comportaría si Miguel, Marta y Amy fueran personas más
diferenciadas:
Miguel y Marta estaban bastante felices durante los primeros dos años de su
matrimonio. A él le gustaba tomar las decisiones importantes, pero nunca asumía
que siempre tenía la razón. Siempre decía a Marta lo que estaba pensando y
prestaba atención a las ideas que ella manifestaba. Sus conversaciones eran
generalmente inteligentes y los llevaban a tomar decisiones que respetaban los
intereses vitales de ambos. A Marta siempre le había atraído el sentido de
responsabilidad y la disposición a tomar decisiones de Miguel, pero ella también
vivía con el principio de que ella era responsable de pensar las cosas por sí
misma, y de decirle a Miguel lo que pensaba. No asumía que Miguel generalmente
tenía la razón.
Tras algunos meses, Miguel y Marta pudieron darse el tiempo para ellos. Marta
descubrió que sus ansiedades acerca de ser madre disminuían y no se
preocupaba tanto por Amy. A medida que Amy crecía, Marta la percibía como una
niña segura que no necesitaba de atención especial. Siempre se mostraba positiva
con Amy, sin halagarla constantemente con el afán de hacerla sentir mejor acerca
de sí misma. Miguel y Marta platicaban sobre sus pensamientos y sentimientos
acerca de Amy, pero no estaban preocupados por ella. Estaban contentos de
tenerla y se complacían en verla crecer.
Amy se convirtió en una niña responsable. Percibía los límites de lo que era
posible esperar de sus padres y los respetaba. Casi nunca exigía ni hacía
berrinches. Miguel criticaba a Amy de vez en cuando y Marta no la defendía
cuando lo hacía. Marta pensaba que Miguel y Amy podían manejar su propia
relación. Amy se sentía igual de cómoda con ambos padres y disfrutaba
explorando su entorno.
Análisis: Miguel y Marta pueden ver a Amy como una persona separada y
distinta. La diferenciación que comienza entre Amy y sus padres es evidente
desde que Amy es una niña pequeña. Se han adaptado con bastante éxito a las
ansiedades que cada uno experimentaba asociadas a la llegada de un hijo y al
aumento de exigencias en la vida profesional de Miguel. Sus altos niveles de
diferenciación les permiten un contacto cercano a los tres, con poca triangulación.
Deterioro en uno o más hijos – Se produce cuando los cónyuges enfocan sus
ansiedades en uno o más de sus hijos. Se preocupan excesivamente por este hijo
y por lo general tienen una imagen idealizada o negativa de él/ella. Mientras más
se enfoquen los padres en el hijo, más se enfoca el hijo en ellos. Se comporta más
reactivamente que sus hermanos a las actitudes, necesidades y expectativas de
los padres. El proceso socava la diferenciación del niño con respecto a la familia y
lo hace vulnerable a actuar o interiorizar las tensiones familiares. La ansiedad del
hijo puede ser un impedimento para su desempeño en la escuela, para sus
relaciones sociales, e incluso para su salud.
Distancia emocional – Este patrón está comúnmente asociado con los otros. Las
personas se alejan entre sí para reducir la intensidad de la relación, pero se corre
el riesgo de aislarse demasiado.
Los patrones básicos de relación dan como resultado que las tensiones de la
familia recaigan en algunas partes de ella. Cuanta más ansiedad absorbe una
persona o una relación, menos tendrán que absorber las demás personas. Esto
significa que algunos miembros de la familia mantienen su funcionamiento a
expensas de otros. Las personas no tienen la intención de dañarse entre sí, pero
cuando la ansiedad incide sobre el comportamiento de manera crónica,
generalmente alguien sufre por ello.
Ejemplo
Retomando el ejemplo del triángulo parental de Miguel, Marta y Amy para ilustrar
el concepto del sistema emocional de la familia nuclear, las tensiones generadas
por las interacciones de Miguel y Marta conllevan a una distancia emocional entre
ellos y a un foco ansioso sobre Amy. Amy reacciona al sobre involucramiento
emocional de sus padres con ella, haciendo demandas inmaduras hacia ellos,
particularmente sobre su madre.
Cuando Amy tenía cuatro años, Marta quedó embarazada otra vez. Ella quería
otro hijo, pero pronto comenzó a preocuparse de su capacidad de satisfacer las
necesidades emocionales de dos hijos. ¿Se le haría daño a Amy por sentirse
excluida? A Marta le preocupaba decirle a Amy que pronto tendría un hermanito o
hermanita, queriendo postergar el mayor tiempo posible tener que enfrentarse a su
reacción anticipada. Miguel pensaba que eso era tonto, pero se mostraba de
acuerdo con Marta. En apariencia, él apoyaba el embarazo, también quería otro
hijo, pero le preocupaban las habilidades de Marta para hacerse cargo de dos
hijos.
Marta había sido algo bebedora antes de casarse con Miguel y después de que
nació Amy, pero lo había dejado por completo durante el embarazo de Marie. Sin
embargo, cuando Marie tenía algunos meses de edad, Marta comenzó a beber
nuevamente, en su mayoría vino, durante las tardes y mucho más que antes.
Intentaba disimular de alguna manera las cantidades que bebía, temiendo la
crítica de Miguel. Él lo hacía. La acusaba de no intentar, de no importarle, y de ser
egoísta. Marta encontraba que tel tenía razón. Se sentía cada vez menos capaz
de tomar decisiones y cada vez más dependiente de Miguel. Pensaba que él
merecía algo mejor, pero también se sentía ofendida por sus críticas y actitudes
paternalistas. Comenzó a beber más, incluso durante el día. Miguel comenzó a
llamarla alcohólica.
Cuando Amy y Marie estaban en edad escolar, Marta llegó a un punto muy bajo.
Se sentía inútil y fuera de control. Sentía que Miguel lo hacía todo, pero que no
podía hablar con él. A su médico le preocupaba su salud física. Finalmente, Marta
le confió la cantidad que bebía. Miguel la había estado presionando para que
buscara ayuda, pero Marta había llegado al punto de resistir casi todas las
instrucciones de Miguel. Sin embargo, el médico la asustó y decidió ir a
Alcohólicos Anónimos.
A menudo los padres sienten que no le han dado suficiente amor, atención o
apoyo a un hijo que manifiesta problemas, pero han invertido más tiempo, energía
y preocupación en este hijo que en sus hermanos. Los hermanos que están
menos involucrados en el proceso de proyección familiar tienen una relación más
madura y más basada en la realidad con sus padres, lo que fomenta que se
desarrollen como personas menos necesitadas, menos reactivas, y más
orientadas a los resultados.
Ejemplo
El caso de Miguel, Marta y Amy ilustra el proceso de proyección familiar. La
ansiedad de Marta hacia Amy comenzó antes de que Amy naciera. Marta temía
transferirle a su hija las incompetencias que ella misma había sentido desde niña.
Esta era una razón por la cual Marta tenía sentimientos contradictorios acerca de
ser madre. Como muchos padres, Marta sentía que la tarea más importante de
una madre era hacer a un hijo sentirse amado. Con el afán de demostrar amor,
era sumamente sensible a los deseos de atención de Amy. Si Amy parecía estar
aburrida e irritable, Marta estaba ahí con alguna idea o plan. Creía que la
confianza e independencia que pudiera desarrollar un hijo radicaba en que el hijo
se sintiera seguro de sí mismo. Marta no se daba cuenta de lo sensible que era
ella ante cualquier señal de enojo o preocupación de Amy, y de lo rápido que
actuaba para arreglar el problema.
Marta amaba profundamente a Amy. Ella y Amy a menudo parecían ser una sola
persona por la forma en que estaban en sintonía la una con la otra. Desde muy
pequeña, Amy era tan sensible a los estados de ánimo y las necesidades de su
madre como lo era Marta a los estados de ánimo y necesidades de Amy.
Análisis: El que Marta se involucrara excesivamente, programó en Amy un deseo
por recibir mucha atención de su madre, así como una gran sensibilidad al estado
emocional de ella. Ambas, madre e hija, actuaban para fortalecer la intensa
conexión entre ellas.
Análisis: Marta culpa a Amy por las exigencias que le hace, pero al mismo tiempo
siente que le está fallando. Marta intenta “arreglar” el problema de Amy haciendo
más de lo que ya ha estado haciendo, y le pide ayuda a Miguel para ello. Marta
está satisfaciendo muchas de sus propias necesidades de cercanía emocional y
compañerismo con Amy, y por ende se siente muy agobiada si Amy parece estar
infeliz con ella. La distancia marital acentúa la necesidad de Marta por Amy.
Análisis: La dificultad de Marta para tener un self con sus hijas se refleja al
sentirse excesivamente responsable por la felicidad de ambas niñas. Esto le hace
muy difícil interactuar cómodamente con dos hijas. Amy transfiere la intensidad de
la relación que tiene con su madre hacia sus maestras. Cuando una maestra la
hace especial, el desempeño de Amy es muy bueno, pero sin ese tipo de relación,
el desempeño de Amy es menos bueno. Marie esta menos involucrada con su
madre y, consecuentemente, su desempeño es menos dependiente de las
relaciones en la escuela y en el hogar.
Marta y Amy tenían disturbios en su relación durante los años de primaria de Amy,
pero las cosas empeoraron en la secundaria. Amy comenzó a tener problemas
académicos y se quejaba de sentirse perdida en una escuela más grande. A Marta
le parecía que ella estaba infeliz. Le habló a Miguel y al pediatra acerca de
conseguirle terapia a Amy. Contrataron tutores para Amy en dos de sus materias,
a pesar de que sabían que parte del problema era que Amy no trabajaba mucho
en ellas. Cuando las calificaciones de Amy no mejoraron, Miguel la criticó por no
aprovechar la ayuda que le estaban dando y por no apreciarlos como padres.
Marta regañó a Miguel por ser tan duro con Amy, pero internamente la criticaba
aún más que Miguel. Ella había trabajado duro para prevenir precisamente estos
problemas en Amy. ¿Cómo Amy podía decepcionarla tanto? Durante los veranos,
cuando no había presiones académicas, Marta y Amy se llevaban mucho mejor.
Análisis: Comúnmente los padres critican mucho al hijo con el cual han estado
excesivamente involucrados si disminuye su rendimiento. Buscan que el niño
reciba terapia o tenga tutores en lugar de pensar en los cambios que ellos mismos
tienen que hacer. La medicina, la psiquiatría y la sociedad en general refuerzan el
enfoque sobre el niño al definir el problema como parte del niño, y con frecuencia
implicando que los padres no son lo suficientemente atentos y cuidadosos.
Miguel y Marta criticaban cada vez más a Amy, pero también se aferraban a
cualquier señal que indicara que ella estaba mejorando. Le dieron su propio
teléfono, le compraron la ropa que ella “tenía que tener”, y le regalaron un
automóvil para su decimosexto cumpleaños. Muchas de estas cosas se hicieron
con el afán de hacer a Amy sentirse especial e importante, con la esperanza de
que eso la motivara a comportarse mejor. Durante toda la confusión que envolvía
a Amy, Marie no presentaba muchos problemas.
El hecho de que el nivel de diferenciación del self de una persona es similar a los
niveles de sus padres, resulta de la combinación de padres que activamente dan
forma al desarrollo de sus hijos, hijos que responden innatamente a los estados de
ánimo, actitudes, y acciones de sus padres, y un largo período de dependencia de
los hijos. Sin embargo, los patrones de relación de los sistemas emocionales de la
familia nuclear frecuentemente resultan en que al menos un miembro del grupo de
hermanos desarrolle un poco más self y otro miembro desarrolle un poco menos
self que los padres.
Ejemplo
El proceso de transmisión multigeneracional contribuye a explicar los patrones
particulares que se han presentado en la familia nuclear de Miguel, Marta, Amy y
Marie. Marta es la menor de tres hijas de una familia intacta del Centro de los
Estados Unidos. Desde sus años de adolescencia, Marta no se sentía
especialmente cercana a ninguno de sus padres, pero particularmente a su madre.
Experimentó a su madre como alguien competente y cariñosa, pero
frecuentemente crítica e intrusiva en sus cosas. Marta sentía que no le podía dar
gusto a su madre.
Sus hermanas parecían sentirse más seguras y competentes que Marta. Ella se
preguntaba cómo podía crecer en una familia aparentemente “normal” y tener
tantos problemas, y se contestaba que algo debía estar mal en ella. Cuando
enfrentaba dilemas importantes en su vida y tenía decisiones que tomar, su madre
se involucraba e influía fuertemente en sus elecciones. Su madre decía que Marta
debía tomar sus propias decisiones, pero sus acciones no iban de acuerdo con
sus palabras. Uno de los mayores temores de su madre era que Marta tomara la
decisión equivocada. Con el tiempo, las hermanas de Marta la terminaron viendo
como la veía su madre y la trataban como la bebé de la familia, como alguien que
necesitaba una guía especial. El padre de Marta sentía empatía con la posición
inferior que ella ocupaba en la familia, pero se distanciaba de las tensiones
familiares.
Miguel creció como hijo único en una familia intacta del Nor-oeste de los Estados
Unidos. Conoció a Marta cuando estaba en la universidad localizada en el Centro.
La madre de Miguel comenzó a sufrir de episodios frecuentes de depresión severa
en el momento en que el entraba la universidad. Fue internada en hospitales
psiquiátricos en dos ocasiones, una vez tras una sobredosis de tranquilizantes.
Corte Emocional
El concepto de corte emocional describe cómo las personas manejan sus
problemas emocionales no resueltos con padres, hermanos y otros miembros de
la familia, reduciendo o eliminando por completo el contacto emocional con ellos.
Las personas pueden reducir el contacto emocional alejándose de sus familias y
visitándolas rara vez, o quedándose en contacto físico con ellas, pero evitando los
temas delicados. Las relaciones pueden parecer estar “mejor” si las personas se
desconectan entre sí, pero los problemas están latentes y sin resolver.
Ejemplo
Ni Miguel ni Marta querían vivir cerca de sus familias. Cuando a Miguel le
ofrecieron un buen trabajo en la Costa Este, ambos estaban ansiosos de mudarse.
Les dijeron a sus familias que se cambiaban de ciudad por la excelente oferta de
trabajo de Miguel, pero deseaban la distancia física de sus familias. Miguel se
sentía culpable por vivir lejos de sus padres, y sus padres estaban disgustados por
ello, especialmente su madre. Miguel llamaba a su casa todos los fines de semana
y lograba combinar sus viajes de negocios con estadías breves con sus padres.
Nunca tenía muchas ganas llamarlos y generalmente se sentía deprimido al
concluir la llamada. Sentía como si su madre deliberadamente lo hiciera sentir
culpable al hacer hincapié en lo mal que se sentía ella y lo mucho que lo
extrañaba. Nunca dejaba de preguntarle si su compañía podría transferirlo más
cerca de casa. Era mucho menos deprimente para Miguel hablar con su padre,
pero hablaban más bien acerca del trabajo de Miguel y de lo que hacía su padre
jubilado.
Análisis: Miguel culpaba a su madre por los problemas en la relación con ella y, a
pesar de sentirse culpable, justificaba su distanciamiento de ella. Las personas
suelen tener un apego emocional no resuelto más “pegajoso” con sus madres que
con sus padres, porque la manera en que un triángulo parental normalmente
opera es que la madre está sobreinvolucrada con el hijo y el padre está en la
posición externa.
Durante los primeros años, Marta en ocasiones participaba en las llamadas que
hacía Miguel a su casa, pero al incrementarse los problemas, comenzó a déjalo
solo. Miguel no les contaba mucho a sus padres de la afición por la bebida de
Marta o de las tensiones en su matrimonio. Les platicaba cómo les iba a las niñas.
Miguel, Marta y las niñas solían visitar una vez al año a los padres de Miguel.
Nunca era motivo de contento los cuatro días que pasarían allá, pero la madre de
Miguel disfrutaba tenerlos cerca. Marta nunca decía nada a los padres de Miguel
acerca de su bebida o de las tensiones maritales, pero le hablaba mucho de Amy
a la madre de Miguel. Amy a menudo desarrollaba infecciones en el oído durante
estos viajes o poco después de regresar.
La idea básica es que las personas que crecen con la misma posición entre
hermanos tienen, de manera predecible, características importantes en común.
Por ejemplo, los hijos mayores tienden a gravitar a posiciones de liderazgo y los
hijos menores a menudo prefieren ser los seguidores. Las características de una
posición no son “mejores” que las de otra posición, sino complementarias. Por
ejemplo, un jefe que es un hijo mayor podría trabajar excepcionalmente bien con
un primer asistente que es un hijo menor. A los hijos menores les podrá gustar
estar al mando, pero su estilo de liderazgo difiere típicamente del estilo de un hijo
mayor.
Las personas que tienen la misma posición entre hermanos, claro está, muestran
marcadas diferencias en su funcionamiento. El concepto de diferenciación puede
explicar algunas de las diferencias. Por ejemplo, en lugar de sentirse cómodo con
la responsabilidad y el liderazgo, un hijo mayor en el que se enfocaron con mucha
ansiedad puede crecer hacia ser marcadamente indeciso y altamente reactivo a
las expectativas. Consecuentemente, su hermano menor puede convertirse en el
“mayor funcional”, llenando un vacío en el sistema familiar. Él es el hijo
cronológicamente menor, pero desarrolla más características de un hijo mayor que
su hermano mayor. Un hijo menor en el que se enfocaron con mucha ansiedad
puede llegar a convertirse en una persona increíblemente inútil y exigente. En
contraste, dos hijos menores maduros pueden cooperar muy eficazmente en un
matrimonio y tener un riesgo muy bajo de divorcio.
Ejemplo
El conocimiento de la posición entre hermanos de Miguel y Marta y el de sus
padres nos ayuda a entender aún más la manera en que se desarrollaron las
cosas en sus vidas. Marta es la menor de tres niñas y fue la hija en la que su
familia se enfocó más intensamente. Más aún, la madre de Marta es la mayor de
cuatro hermanos y fue criada en una familia con una madre que era una
minusválida crónica. La madre de Marta no era una hija mayor muy bien
diferenciada. Su energía de vida estaba enfocada en cuidar y en dirigir a los
demás hasta el punto en que inconscientemente socavaba el funcionamiento de
su hija menor. Marta representó el lado opuesto del problema al convertirse en
una persona indecisa, desvalida, y propensa a culparse a ella misma. El padre de
Marta era el hermano menor en una familia de cinco niños.
Análisis: Marta, debido al enfoque de su madre en ella, tiene los atributos
moderadamente exagerados de una hija menor. Más aún, el hecho de que su
padre sea un hijo menor y que su madre sea la mayor propició que el
funcionamiento de su madre pusiera el tono en la familia. En otras palabras, su
madre era más rápida que su padre para actuar frente a los problemas.
Miguel es un hijo único que, al igual que la madre de Marta, se crió en una familia
con una madre que tenía muchos problemas. El padre de Miguel es el hijo menor
de una hermana y su madre es la hermana mayor de un hermano. La madre de
Miguel fue la hija en la cual se enfocaron más cuando ella crecía, un enfoque que
tomó forma de altas expectativas de desempeño sumados a una ansiedad familiar
considerable acerca de la habilidad de ella para satisfacer esas expectativas. En
gran medida, el padre de Miguel dependía mucho de su esposa para afirmación y
dirección, incluso cuando ella estaba deprimida y abrumada. Como hijo único, el
patrón de funcionamiento del triángulo que formaba con sus padres fue la
influencia principal en el desarrollo de Miguel. Su programación emocional en ese
triángulo lo hizo encajar perfectamente con Marta.
Análisis: La posición de hijo único de Miguel lo hace ser algo reacio a tomar el
liderazgo en su familia nuclear. Quiere que Marta funcione mejor y que acepte
más responsabilidad. Es infeliz al sentir la presión en sí mismo. A pesar de estar
en la posición de superior en el matrimonio, depende tanto de Marta como su
padre dependía de su esposa.
La primera pista que tuvo Bowen acerca de las similitudes entre el funcionamiento
emocional familiar y social, provino de tratar a familias con delincuentes juveniles.
Los padres en dichas familias transmiten el mensaje de “te queremos sin importar
lo que hagas”. A pesar de los sermones apasionados acerca de la responsabilidad
y los castigos, severos en ocasiones, los padres ceden con el hijo más de lo que le
ponen límites. El hijo se rebela contra los padres y es muy apto para detectar la
incertidumbre de sus posiciones. Se siente controlado y miente para evitar a sus
padres. Sus castigos le son indiferentes. Los padres intentan controlar al hijo, pero
son, en gran medida, inefectivos.
Bowen descubrió que, durante los años sesenta, los tribunales se convirtieron
como en “padres” de los delincuentes. Muchas personas en el sistema de
tribunales de menores consideraban al delincuente como una víctima de malos
padres. Intentaban comprenderlo y a menudo reducían las consecuencias de sus
acciones con la esperanza de propiciar un cambio en su comportamiento. Si el
delincuente se convertía en un ofensor frecuente, el sistema legal, tal como los
padres, le hacía saber su decepción y le imponía castigos severos. Este
reconocimiento de que había sucedido un cambio en una institución social llevó a
Bowen a darse cuenta de que cambios similares ocurrían en otras instituciones,
como las escuelas y los gobiernos.
Ejemplo
Es más difícil para las familias criar a sus hijos durante un período de regresión
social que durante un período más calmado. Un relajamiento de los estándares en
la sociedad hace que sea más difícil para los padres menos diferenciados como
Miguel y Marta, sostener límites con sus hijos. La inflación de las calificaciones en
muchos sistemas escolares hace más fácil que los estudiantes obtengan
calificaciones aprobatorias con menos trabajo. En el ambiente litigioso, si las
escuelas intentan ser firmes con lo que honestamente pueden hacer por sus
estudiantes, a menudo se topan con demandas de padres iracundos. La
cotidianidad del abuso de las drogas y el alcohol les da a los padres más cosas de
qué preocuparse con sus adolescentes.
La regresión social actual se caracteriza una cultura que se enfoca mas en los
hijos. Existe una gran ansiedad por la futura generación. A los padres se les critica
de estar demasiado ocupados con sus propias actividades y que no están
adecuadamente disponibles para sus hijos, tanto para apoyarlos como para
monitorear sus actividades. Cuando los niños como Amy indican que se sienten
distantes de sus padres y aislados de sus valores, los críticos de los padres no
aprecian la intensidad emocional que genera dicho aislamiento. Los críticos incitan
a los padres a que hagan más de lo que ya han estado haciendo.
Las personas que promulgan más atención en los niños citan los muchos
problemas que están teniendo los jóvenes, como justificación de su postura. El
usar los problemas del niño como justificación para incrementar el foco en ellos, es
precisamente lo que los padres enfocados en sus hijos han estado haciendo
desde el principio. Un incremento en los problemas que los jóvenes están teniendo
es parte de un proceso emocional en la sociedad entera. Una orientación más
constructiva sería que la gente analice sus propias contribuciones a la regresión
social y trabajen sobre sí mismos en lugar de enfocarse en mejorar la generación
del futuro. !
“El pensamiento sistémico no ofrece respuestas mágicas, pero si ofrece una forma
distinta de conceptualzar los problemas humanos. Ofrece una evaluación más
realista de la dificultad que representa el cambiar los patrones básicos implicados
en los dilemas humanos. También ofrece sugerencias sobre cómo evitar algunas
de los callejones sin salida a los que lleva el pensamiento convencional. Por último
indica maneras de establecer el avance hacia objetivos de largo plazo.”
Murray Bowen nació en Waverly Tennessee, en una familia que residía en
Tennessee desde la Guerra de Independencia de Estados Unidos. En 1913,
cuando nació el Dr. Bowen, Waverly, que se localiza a unas sesenta millas de
Nashville, contaba con aproximadamente 1000 habitantes. El Dr. Bowen fue el
mayor de 5 hijos del matrimonio formado por Jess Sewell Bowen y Maggie May
Luff. Murray Bowen estudio la primaria y secundaria en Waverly, recibió su
Licenciatura en Ciencias por la Universidad de Tennessee en Knoxville en 1934, y
su titulo de Médico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tennessee, en
Memphis, en 1937. Más adelante, hizo sus prácticas médicas en el Hospital
Bellevue, de la Ciudad de Nueva York, en 1938, y en el Grasslands Hospital en
Valhalla (Nueva York) de 1939 a 1941.
A Murray Bowen se le ha reconocido como uno de esos raros seres humanos que
han aportado una idea verdaderamente innovadora. Tuvo el valor de oponerse a la
corriente psiquiátrica y social, y tomar una postura sobre la conducta del ser
humano basada en sus convicciones. Gracias a sus esfuerzos, el mundo tiene
ahora una nueva teoría sobre la conducta humana, con un potencial para sustituir
la teoría de Freud y con un método de psicoterapia, basado en la teoría,
radicalmente diferente.