25 Poemas Guatemaltecos
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DE POETA A POETA
22 años después, Cristina Camacho
3. Mi saludo,
4ndr3z
Ayer me cambiaste por un susto, castigando mis deseos,
ignorando mi saludo, y ese vestido que llevabas puesto...
o esa mirada que insinuaba algo.. tan dulce mi Diosss!!
aquí estoy! Amooor.
Tan cruel situación,
Ayer no me diste ese gusto, malditos quehaceres!
te fuiste cual viento...
bastardos placeres!!!
Bajo mi piel,
de Aguilainez
.
.
Divino Obrero, Sagrada Prostituta
de Alejandro Camey
Ellos vienen y me dicen que, no puedo permitir que Dios
para entrar al Cielo debo sea cobrador de impuestos.
dejar de intentar detener
la hemorragia que el pueblo tiene. Y la sagrada prostituta,
y el obrero divino,
Mientras el próspero empresario piden a gritos que grite
moja su pluma en la tinta los dolores de cada día.
de color imperialista,
y escribe una nueva oración. Y si la junta directiva
del Cielo, está hecha de ricos,
No puedo permitir que la fe, prefiero ser un maldito,
sea comprada aquí en la tierra; prefiero quemarme para siempre
7 .Volverás...
de Alejandro Camey
con la carne abierta.
Como la ola a tierra,
como el hombre al polvo,
como perro a su amo, Como agua a mayo,
como el ave al nido. o frío a noviembre,
como viento a octubre,
Como el sol al día, o calor a marzo.
o luna a la noche,
como el llanto al ojo, Como necio al vicio,
o liendre al cabello. o llave a la chapa,
como el hijo al padre,
Deja de esconderte, o sangre a la vena.
yo sé que volverás
y yo te esperaré Moriremos juntos
deja de llorar, y perdón por pedirte
que no pidas perdón
El tiempo,
de Javier Arriola el del Sombrero
11. Mi barrio,
de Marco Antonio Morales Orellana
Recuerdo mi barrio Ayer era de trompo,
sus esquinas, sus de muñecos de barro
tiendas, sus gentes, hoy todo niño
aún está allá juega en casa encerrado.
más le han cambiado
y todo parece haber sido Tenía mi barrio de todo,
tan solo un sueño alado. señoras de casa en casa,
ruedas de niños
jugando con gusanos. Pobre era mi barrio
en una manzana se parqueaba
La tradición se cumplía cabal, tan solo un automóvil
en el barranco crecían elotes, nadar costaba diez len,
en las calles se jugaba fútbol, en la tienda vendían
los juveniles de noche cientos de cosas a centavo
enamoraban con guitarra y nadie estaba solo
y dos centavos pues aunque lloraban los bolos
costaba ver televisión. abundaba en mi barrio
el amor.
Respuesta,
de Otto René Castillo
Si me preguntaras cuando sufro y me desangro;
qué es lo que más quiero hombres que me necesitan cuando sufren.
sobre la anchura de la tierra, Porque nosotros somos los más fuertes,
yo te contestaría: pero también los más débiles. Somos la lágrima.
a ti, amor mío, y a la gente La sonrisa. Lo dolorosamente humano. La unidad
sencilla de mi pueblo. de lo mejor y de lo más deplorable. Lo que canta
Dulce eres, como la tierra, sobre la tierra y lo que llora sobre ella.
como ella frutal y hermosa. De ellos recibí esta voz, este corazón inquieto
Pero a ti te quiero. que me apoya y me fortalece y me lleva consigo.
No por bella que eres. Por eso los amo como son
Ni por lo fluvial de tus ojos, y también como serán.
cuando ven que voy y vengo, Porque ellos son buenos
buscando, como un ciego, el color y serán mejores.
que se me ha perdido en la memoria. Y juntos nos jugamos
Ni por lo salvaje de tu cuerpo indomable. el destino, con nuestras
Ni por la rosa de fuego, que se entrega manos que todo lo construyen.
cuando la levanto del fondo de la sangre Así amo yo la vida
con las manos jardineras de mis besos. y amo a la humanidad,
A ti te quiero, porque eres la mía. amor mío,
La compañera que la vida me dió, cuando te amo y amo
para ir luchando por el mundo. a los hombres sencillos
Amo a la gente sencilla de mi pueblo, de mi bello y horrendo país.
porque son sangre que necesito,
Simple referencia,
de Elizabet Carranza
Miré profundo en tu mirar, de tu mirada
busqué celestes lunas y me extravié.
que me hablaran de ti. Lo perdí todo en tu mirada,
Grande fue la batalla, hasta mi propia identidad,
quise ser vencedora que es algo más
de la solemne profundidad que simple referencia.
Reloj y relojeros,
de Silvia Fortin
Los años son mentirosos, los minutos Buscan encerrar los momentos en números y
engañadores de tiempos agujas.
y los meses grandes embaucadores de Tratan de encuadrar las emociones en
sueños. relojitos despertadores
en pulseras fashion, o en un análogo chafa. corazón a medirse en esa
Te señalan como dictadores, lo que llaman limitada línea numeral.
pasado, presente y futuro. Quiero que el universo sea el contenedor
El espacio eterno del tiempo, lo seccionan en infinito de mis momentos
pedazos convenientes, y de mis sueños contigo.
adiestrando a la mente, muchas veces al
16 DUDAS.
de Jonathan Bell
Infames dudas que le suben la falda a son dudas que no me dejan volar ni prestar
cualquier dama, un par de alas.
horas de sal y limón bajo la sombra de una Quisiera ser como un zanate, que grazna
ceiba, impune,
que se baña en los charcos y se larga cuando
quiere
A mi madre II,
de Edwin R. Vásquez
Que inmenso dolor me da tu partida que salen cuando el ser mas querido se marcha
el día de hoy fue lleno de triunfos dejando hondas e imborrables heridas
lleno de alegrías que hasta el cielo llora al vernos en esta agonía.
y termina con una llamada anunciando
tu muerte madre mía. Te digo adiós madre mía
con mi alma destrozada y ese llanto que no se
Lloro a pausas contiene
tratando de recordar tu sonrisa mientras arrastro la maleta hasta el aeropuerto
tu jovialidad e incansable energía tratando de buscar entereza
mientras compro un boleto que me lleven de tratando en cada lágrima
regreso encontrar tu sonrisa divina
a la tierra altense que perdió una Santa. para que me alumbre el camino
para postrarme al tu lado
Llora corazón llora y darte mi bendición
desahoga este dolor que llevas dentro y un beso en la frente como tu siempre lo hacías.
saca del fondo esos sentimientos
Esperando la soledad,
de Rafael Mérida Cruz-Lascano
21 A ti...,
de Eléazar Adolfo Molina Muñoz
Reina conquistadora de este corazón,
mujer morena que haces sufrir A ti quiero cantar,
a tantos que con vana ilusión a ti prefiero decirte
piensan contigo convivir. que eres un hermoso amar
en este miserable presente.
A ti te hablo, a ti dirijo este cantar,
a tus manos, a tus labios, a tus besos, A ti, la de ojos tiernos,
esos mismos, dulce encanto singular. la de piel suave y morena,
la de rasgos coquetos,
Reparaste un corazón moribundo, la que me puso la cadena
le diste sentido a las letras, a los versos, de amor al cuello,
ahora, eres del poeta su mundo de pasión a la vida.
y la administradora de sus besos.
A ti te estoy hablando,
A ti te escribo, a ti, la que me roba alma gemela del presente,
todos mis pensamientos y mi dolor. déjame por un momento besarte
La que barre el pasado con escoba y llevarte a la eternidad, a mi lado
de rama fuerte y nuevo color.
Señor,
de Oscar Arévalo
24 Como quisiera,
de Luz María
Como quisiera poder cambiar esto que siento quisiera ser tu peluche favorito para dormir
quisiera ser mariposa y jugar contigo en las siempre a tu lado,
tardes, quisiera ser aire para pasar contigo todo el
quisiera ser sol y iluminar tu amanecer cada día, tiempo,
quisiera ser luna para iluminarte las noches,
quisiera ser estrella para llamar tu atención. de todo lo que quisiera
hoy tan sólo quisiera correr a tus brazos y decirte
Quisiera tantas cosas, que hoy no se ni lo quiero cuanto te AMO
25.Sintiéndome,
de Erik Cheves Reyes
Hastiado del fastidio diario sin poder expresarme libremente
del resonar de las palabras, de las ideas, viviendo a oscuras,
de los pensamientos, de la insurgencia que en el anonimato del miedo
recorre mi interior de la inseguridad,
tratando de cambiar mis pensamientos, del letargo,
buscando inventar un porque a mis sueños a merced de la impunidad,
ilusorios ahí mismo donde surge el secuestro de ideas, de
enmascarados aún quizá en el ayer, divagando en conceptos,
la memoria, en el recuerdo, el abuso, el ultraje, el asesinato de ideas, de
en las hojas de un calendario sin futuro, de un pensamientos
ayer sin mañana, que por ende jamás salen a la luz,
etiquetados por otros de sueños subversivos o convirtiéndose y sintiéndose como aquella madre
pensamientos fascistas, forzada a abortar
viviendo y añorando utópicamente un cambio,
. .