Discipulado Basico - Iglesias en Casa
Discipulado Basico - Iglesias en Casa
Discipulado Basico - Iglesias en Casa
“Iglesias en Casa”
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DISCIPULADO CLASE 1: EL ARREPENTIMIENTO BÍBLICO
DEFINICIÓN:
El hombre está en una posición de rebeldía contra la soberanía y la autoridad de Dios. Por eso
es que nuestro Señor Jesús vino al mundo predicando:
Ordena a cada pecador que abandone sus armas de rebelión y enarbole la bandera blanca de
rendición para entrar al Reino de Dios. En otras palabras, el pecador tiene que cambiar de parecer en
lo que respecta al pecado. Y esto es exactamente lo que significa arrepentirse: cambiar de parecer
en lo que respecta al pecado y a Dios, lo cual da como resultado el apartarse del pecado y acercarse
a Dios. ¡Y qué apartarse es éste! El arrepentimiento afecta la totalidad de la vida del pecador.
En el Antiguo Testamento:
EN HEBREO
Los verbos nacham y shub son traducidos con frecuencia como arrepentimiento.
Nacham significa:
Shub , significa:
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Circuncidaos a Jehová’ (Jer. 4:4),
Lava tu corazón de maldad’ (Jer. 4:14),
Haced para vosotros barbecho’ (Os. 10:12),
Todas las expresiones de la actividad penitencial del hombre se suman y resumen en este verbo
único: shub.
Porque combina en sí, mejor que ningún otro verbo, los dos requisitos del arrepentimiento:
Concluyen diciendo: “Es cierto que no hay en el Antiguo Testamento una definición sistemática de
la doctrina del arrepentimiento. Mayormente, la Biblia lo describe (Salmo 51). No obstante, el hecho
de que las personas son llamadas a “volverse”, ya sea “a” o “de” implica que el pecado no es una
mancha que se puede quitar o borrar , sino que por volverse, lo cual es un poder dado por Dios, el
pecador puede encaminar en otra dirección su destino. Hay dos maneras de comprender la conversión,
como el acto soberano gratuito de la misericordia de Dios y el acto del hombre por medio del cual va
más allá de la contrición y el lamentarse a una decisión consciente de volverse a Dios. Esto último
incluye el repudio de todo el pecado y una confirmación de la voluntad total de Dios sobre la vida de
uno”.
En el Nuevo Testamento:
EN GRIEGO:
El verbo metamelomai
El sustantivo metanoia.
Convertirse:
También puede expresar un elemento emocional: “como sentir remordimiento y contrición, sentirse
compungido
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(Luc. 17:3, 4) Mirad por vosotros Mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se
arrepintiere, perdónale.
Y si siete Veces al día pecare contra ti, y siete Veces al día volviere a ti, Diciendo: Me
arrepiento; perdónale.
Metamelomai , significa:
METANOIA: “Cambiar la manera de vivir de uno como resultado de un cambio completo de sus
pensamientos y actitudes con respecto al pecado y la justicia–‘arrepentirse, cambiar su manera de ser,
arrepentimiento’.
Aunque en español uno de los componentes centrales del arrepentimiento es el dolor o contrición
que la persona experimenta debido al pecado, el énfasis en metanoeo y metanoia parece ser más
específicamente el cambio total:
Pensamiento
Conducta
Con respecto a cómo una debe pensar al igual que actuar”. La importancia de estas definiciones
es que, aunque el énfasis principal en el arrepentimiento es el cambio de idea que lleva al cambio
de la conducta, no se puede descartar el elemento emocional de contrición o remordimiento.
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Arrepentimiento incluye en el pecador:
Arrepentimiento incluye:
2 Corintios 7:10 dice que “la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para
salvación, de que no hay que arrepentirse”.
Mateo 5:4 dice: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”.
1 juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Arrepentimiento y juicio
Hechos 17:30-31 Pero Dios, habiendo Pasado por alto los tiempos de ignorancia, Ahora
manda a todos los hombres en TODO Lugar, Que se arrepientan;
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Por Cuanto ha establecido Un día en el cual sea juzgará al Mundo con justicia, por Aquel
Varón un quien designo, Dando fe a Todos con Haberle Levantado de los muertos.
Dios dice que todos los hombres; no sólo los gentiles, sino todos los hombres, lo cual incluye a
todo pueblo, lengua, nación y tribu.
Por qué Dios ha ordenado que todos los hombres en todas partes se arrepientan: ¡El juicio se acerca!
“Arrepentíos!” dice Dios.
¿Por qué? “Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel
varón a quien designó [Jesucristo], dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”. Sí, Dios
ordena que todos los hombres en todas partes se arrepientan y produzcan fruto digno de su
arrepentimiento lo cual es una vida santa, ¡o se enfrentará con ellos en un juicio sin Misericordia! Dios
es soberano en su salvación. Sólo él establece los términos bajo los cuales recibe a pecadores
rebeldes en su reino. Su Palabra declara que él es amante, gentil, misericordioso y generoso; pero es
también santo, recto y justo. Por lo tanto, ordena a los hombres que se arrepientan. A menos que el
pecador rebelde se arrepienta y crea el evangelio, no hay perdón. Pero ¡alabado sea su nombre
precioso; es a este tipo de pecador que él mirará! El Señor dice en :
Isaías 66:2 “Pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi
palabra”.
Salmo 51:17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios”.
Isaías 55:6, 7 6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está
cercano.
7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual
tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
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DISCIPULADO CLASE 2: LA VERDADERA CONVERSIÓN
Hechos 3:19 “Así que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, para
que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”
Un tema importantísimo para todo cristiano que ama al Señor, es la “conversión”. El 65% de la Iglesia
Cristiana en Estados Unidos se dice “nacida de nuevo”, pero si revisamos las estadísticas nos damos
cuenta que menos del 30% ora y lee la palabra. Esto es grave ya que la conversión no sólo se basa
en cambiar de mentalidad, sino que debe haber un “giro” un “dar la vuelta genuino”.
Dice la palabra que debemos arrepentirnos y convertirnos para que de la presencia del Señor vengan
“tiempos de refrigerio”, esta palabra deriva del griego anapsuxis; “se refiere a la acción de tomar aire
luego de una extenuante carrera, recuperar el aliento, revivir.”
Mateo 3:8 “Demuestren con su conducta que han dejado de pecar” T.L.A.
En base a este versículo, observamos que un cristiano convertido es aquel que en realidad
demuestra en su conducta un apartarse del pecado. La palabra “Conversión” deriva del griego
“Epístrophe” que significa “volverse hacia, dar un giro”. Por lo tanto el aceptar a Cristo en tu corazón
no te hace un convertido, este es sólo el primer paso, cuándo aceptamos a Cristo en nuestro corazón
nuestro espíritu ha sido “renacido”, pero nuestra alma debe ser “convertida” al Señor y esto requiere
un proceso que tomará su tiempo corto o largo depende de la rendición y disposición al cambio que
haya en nuestras vidas.
La verdadera conversión profunda no ocurre de la noche a la mañana. Pablo les escribió a los
corintios que eran “niños [bebés] en Cristo” (1 Cor. 3:1). Él describió como requerían “leche”, en lugar
de la “vianda”, para comer. El nuevo cristiano es muy parecido a un infante. Como analogía, primero
aprende a rodar, luego a gatear, antes de caminar (e incluso entonces, al principio, de una manera
inestable y tambaleante). Sólo más adelante aprende finalmente a correr (espiritualmente).
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Pablo entendía esto. Él comparó la conversión con una competencia de carreras (1 Cor. 9:24). Por
supuesto, aunque no de manera inmediata, el corredor debe, en cierto punto, desarrollar más
velocidad, porque Pablo dice: “corred de tal manera que lo obtengáis [que ganéis]”.
Así es el camino de vida cristiano. El crecimiento lento, firme, a través de práctica diaria, produce
progreso en la vida de la persona que está imitando a Cristo. El nuevo cristiano se esfuerza
sinceramente, de todo corazón, para ser diferente — para darse la vuelta y tomar el otro camino — el
camino de Dios — ¡por el resto de su vida !.
“Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas
en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos
la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre
de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” (1Juan 1: 5-7:)
En el versículo 5, cuando dice Dios es luz, en este contexto, lo que está enseñando es que Dios se ha
revelado, que Dios no es un Dios esotérico y oscuro, sino que Dios nos ha revelado su voluntad.
Versículo 6, Andar. La palabra griega aquí usada es “peripateo”; pateo significa caminar, “peripateo;
significa caminar por todas partes, por todos los lugares”. Este verbo aquí se encuentra en el tiempo
presente, lo cual denota una continuación. Si nos permitimos una paráfrasis de este texto, podríamos
expresarlo de la siguiente manera: si decimos que somos creyentes pero vivimos un estilo de vida que
contradice lo que Dios nos ha revelado acerca de sí mismo. Si vivimos un estilo de vida que contradice
lo que Dios nos ha revelado en su Palabra, mentimos cuando decimos que somos creyentes.
Para lograr un correcto entendimiento de este texto, debemos saber que Juan está hablando de un
estilo de vida. Una ilustración puede ayudarnos a comprender mejor: Si soy un creyente verdadero y
tú me sigues con una cámara de video 1 año, al reproducir ese video deberías ver una vida muy distinta
a la de un incrédulo. No estoy hablando de una vida perfecta, porque pecamos y fallamos, pero el
estilo de vida del verdadero creyente es distinto. Ahora preguntémonos a nosotros mismos: “Si alguien
nos sigue 1 año con una cámara de video, ¿verá a una persona que desea con todo su corazón vivir
conforme a la voluntad de Dios? ¿O verá una persona cuya vida contradice todo lo que Dios nos ha
revelado en su Palabra? ¿Tu estilo de vida ha cambiado o está cambiando? ¿El Señor está
transformándote cada año? ¿Cada día? Si no encuentras en tu vida este tipo de indicios, es muy
probable que aún no hayas nacido de nuevo”
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2) La verdadera conversión produce una Vida de arrepentimiento y confesión
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en
nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su
palabra no está en nosotros”. (1 JUAN 1:8-10)
¿Qué es la Confesión?
Algunos creen que confesión es solamente decirle a Dios: “Dios perdoname”. La confesión bíblica es
mucho más que eso. Confesión proviene de la palabra griega “homologueo”, (logueo: significa
hablar, homo: lo mismo). Confesión es hablar lo mismo. Confesión es decir lo mismo que Dios dice.
Reconocer que lo que Dios en dice en Su Palabra acerca de mi pecado es verdad. La vida de un
creyente no está marcada por la perfección, pero si por el arrepentimiento, no solo por una nueva
relación con Cristo, sino también por una nueva relación con el pecado.
“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo
le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 5 pero el
que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto
sabemos que estamos en él. 6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” (1 Juan
2:3-6).
Todos sabemos que hasta el creyente más maduro peca. Entonces, ¿qué nos enseña este pasaje?
Recordemos que Juan está hablando en tiempo presente. Está hablando de un estilo de vida. Significa
que un verdadero creyente tiene una nueva relación con los mandamientos de Dios.
Al no creyente no le interesan los mandamientos de Dios, al contrario, no quiere saber nada con ellos.
El creyente verdadero tiene un deseo por conocer más y más los mandamientos de Dios. Además de
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esto anhela conocer y entender Su Palabra. Para el creyente genuino los mandamientos de Dios no
son gravosos, sino que los mandamientos de Dios son su deleite.
“Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido
desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. 8 Sin
embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas
van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. 9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano,
está todavía en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va,
porque las tinieblas le han cegado los ojos.” (1 Juan 2:7-11).
En el contexto de la carta, Juan está hablando a creyentes. Por eso al decir que ama a su hermano,
quiere decir que ama a otros creyentes. El verdadero cristiano ama a sus hermanos. A tal punto de
arriesgar su vida si es necesario. ¿Amas a tus hermanos? ¿Estarías dispuesto a dar tu vida por ellos?.
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre
no está en él.16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos,
y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:15-16)
¿Qué es lo que el mundo ofrece? Básicamente satisfacción a varios deseos. El mundo ofrece
satisfacer los deseos de la carne. El mundo está lleno de cosas que apelan los apetitos de la carne, o
los bajos instintos. El mundo también ofrece satisfacer los deseos de los ojos. El mundo es una gran
vitrina llena de cosas llamativas a los ojos. Satanás usa los ojos como vía de entrada a todo lo que él
quiere vender.
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DISCIPULADO N° 3: EL NUEVO NACIMIENTO (REGENERACION)
TEXTO CLAVE:
2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
El 'Nuevo Nacimiento' ocupa un lugar muy importante en la doctrina cristiana. Siempre hablamos de
la necesidad del Nuevo Nacimiento, de hecho nos clasificamos, a diferencia de otros grupos como
'Cristianos Nacidos de Nuevo'. Esta forma de auto describirnos nos hace sentir más bíblicos y más
cercanos a Dios, por lo tanto, creo que es sumamente importante que entendamos esta gran doctrina
bíblica.
1. CONCEPTO ETIMOLOGICO
NACER NUEVO: Un término sinónimo con 'Nuevo Nacimiento' es 'Regeneración'. La palabra griega
para 'Regeneración' es παλιγγενεσία (paliggenesia), proviene de dos palabras πάλιν (palin)
yγένεσις (génesis) significa 'nuevo-crear' o 'nuevo-comenzar'. Es una referencia a la obra del
Espíritu Santo por medio del cual el hombre caído es re-creado internamente a una condición que le
permita volver a tener comunión con Dios.
Es la transformación que ocurre en el “interior” del individuo pecador. El acto de Dios por medio del
cual el principio de vida nueva es implantado en el hombre, y la disposición que gobierna el alma es
hecha santa, el nuevo nacimiento o la primera manifestación de la nueva vida es un cambio
fundamental en el principio de vida y disposición de gobierno en el alma, y por lo tanto afecta el hombre
entero. (1 Cor. 2:14; 2 Cor. 4:6; Fil. 2:13; 1 Pedro 1:8). Es completado en un momento en el tiempo, y
no es un proceso gradual como la santificación. Por medio de ello pasamos de muerte a vida, (1 Juan
3:14). Es la obra secreta e inescrutable de Dios la cual nunca está directamente percibida por el
hombre, pero puede ser conocida por sus efectos.
El Nuevo Nacimiento es parte esencial en la salvación de las personas. Sin este evento tan importante
no existe esperanza alguna para salvación. Jesús dijo a Nicodemo que el nuevo nacimiento era una
"necesidad" sin la cual no había posibilidad alguna de ser parte del reino de Dios:
Juan 3:3-8 “3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo,
no puede ver el reino de Dios.4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?
¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De
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cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de
Dios.6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, [a] espíritu es.7 No te
maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento[b] sopla de donde quiere, y oyes
su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.”
Este acto de regeneración proporciona al recién nacido la capacidad para 'ver' y 'entender' las cosas
de Dios. Sin el nuevo nacimiento o regeneración nadie sería salvo jamás. Pablo dice que los
"incrédulos" no creen a consecuencia de su separación de Dios:
Efesios 4:17-19 “17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles,
que andan en la vanidad de su mente, 18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida
de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 19 los cuales, después que
perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de
impureza.”
Pablo, nos declara cual es la condición del hombre que no cree a Dios, él dice que es porque “tienen
el entendimiento entenebrecido”; son ignorantes en cuanto a lo espiritual. ¿Por qué?
Porque están "ajenos de la vida de Dios", es decir, no son regenerados y como tales tienen "el corazón
duro". Cada vez que se habla de dureza de corazón, es una referencia a la carnalidad, a la condición
caída del hombre en su estado natural lo que no le permite 'entender lo espiritual para poder creerlo'.
El hombre no "recibe" las cosas espirituales de Dios a causa de la dureza de su corazón (porque no
ha nacido de nuevo y no cree en Dios).
Al principio de la creación Dios hizo al hombre recto y en un estado de libertad, pero cuando Adán
pecó, la raza humana completa se vio afectada no solo judicialmente (Rom. 5:12, 19) sino también
personalmente (Sal. 51:7). Desde entonces todos los seres humanos que nacen en este mundo,
vienen 'espiritualmente muertos'; eso significa que lo que los unía a Dios ha desaparecido. El hombre
nace en 'separación' de Dios a causa del pecado que mora en cada uno. La razón por la que la
regeneración es tan importante es porque el hombre sin Dios, está muerto en delitos y pecados. Esta
muerte separa al hombre de Dios y toda la comunión con Él.
Efesios 2:5 “Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo; por gracia
sois salvos.”
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Aquí vemos que el Apóstol Pablo habla de la regeneración como una resurrección de entre los
muertos. Eso es, si estábamos muertos en delitos y pecados, entonces lo primero que Dios tuvo que
hacer fue resucitarnos espiritualmente para que pudiéramos entender, ver, oír y recibir lo espiritual y
de esa manera poder tener comunión con Él por medio de la FE. Aunque el hombre 'No regenerado'
puede tener y de hecho casi siempre tiene tendencias religiosas, él no puede tener una verdadera
comunión con el verdadero Dios y por lo tanto no puede ser salvo, todos sus intentos por acercarse a
Dios, son inútiles, escasos y sin éxito verdadero. El hombre aunque sea religioso y moral en su
comportamiento se encuentra alejado de Dios y es ajeno a la comunión con Él. De hecho el hombre
no regenerado en su religión solo 'busca lo suyo', 'su camino' y 'su parecer'. Cuando le es presentado
con la verdad espiritual de Dios, el hombre no regenerado las considera locuras y no las puede
entender.
1 Corintios 2:14” Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le
son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente.”
Un hombre animal (no-regenerado) puede tener “cierta iluminación académica o intelectual” acerca de
Dios y hasta puede tener algún atractivo emocional, pero si no es renacido, todos estos sentimientos
pasarán y terminará buscando su propio camino ya sea dentro o fuera de la congregación de los
creyentes. Un ejemplo de esto lo encontramos en los falsos maestros. Estos son movidos solo por el
deseo personal de promover su nombre y su agenda. Es el orgullo y el reconocimiento de sus
seguidores lo que les mueve a actuar, no la gloria de Cristo. Pueden tener todo el vocabulario y todas
las apariencias de un verdadero creyente, pero en fin la realidad es que al no ser internamente
regenerados, sus frutos darán a conocer quiénes son verdaderamente.
Se utilizan diversas descripciones que apuntan a lo mismo. La Biblia describe los 'no regenerados' de
la siguiente manera:
Duros de cerviz (barra de hierro tu cerviz y frente de bronce) (Deut. 9:6,13; 10:16; Isa. 42:4; 48:4; Hch.
7:5)
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Corazón empedernido (Eze. 2:4)
La descripción del hombre no-regenerado tiene una relación directa en los efectos de vida, acción y
pensamiento de la persona.
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Lejos de la justicia [injustos] (Is. 46:4)
Entonces el hombre para que pueda recibir y entender a Dios, necesita ser regenerado, nacer de
nuevo, nacer de lo alto. Eso es lo que dijo Jesús a Nicodemo y a todos nosotros.
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DISCIPULADO N° 4: EL NUEVO NACIMIENTO (REGENERACION, parte 2)
A. ES OBRA DE DIOS
Juan 1: 11-13 “A los suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron
, les dió potestad de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en su nombre: 13 Los cuales
no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, más de Dios.”
Vemos que los que 'le reciben' son los que 'creen en su nombre' son los mismos que 'no son
engendrados de sangre', es decir por descendencia ni nacionalidad terrenal; 'Ni de voluntad de carne,
es decir no es porque alguna persona quiso o propuso tal cosa de su propio interés o libre voluntad o
albedrío, 'ni de voluntad de varón' es decir no es algo que tiene que ver con asuntos ni deseos ni
propósitos, ni decisiones de hombre de manera sexual ó natural o volitiva, sino que es engendro por
la única voluntad 'de Dios'. Es un fenómeno 'espiritual' que ocurre en el área espiritual de la persona.
Es un cambio real y verdadero que ocurre en el interior del individuo y que aunque no puede ser
explicado ni entendido de manera carnal si puede ser entendido de manera espiritual.
Romanos 9:7 “Ni por ser simiente de Abraham, son todos hijos; más: En Isaac te será llamada simiente.
8 Quiere decir: No los que son hijos de la carne, éstos son los hijos de Dios; más los que son hijos de
la promesa, son contados en la generación. … 16 Así que no es del que quiere, ni del que corre, sino
de Dios que tiene misericordia.” Así es, el hombre es nacido de nuevo por voluntad propósito de Dios
exclusivamente. Es Dios quien toma la iniciativa en regenerar, renacer o resucitar a los que están
muertos para que puedan responder al llamado del evangelio.
Un ejemplo claro de este acto de resurrección espiritual está descrito en el libro de Juan cuando Jesús
estaba frente a la tumba de Lázaro. Cuando Jesús llegó a la tumba de Lázaro ya hacía cuatro días
que este había muerto. Era humanamente imposible que pudiera vivir, no había esperanzas de vida
para él, sin embargo, Jesús obró un milagro…
La historia de la resurrección de Lázaro es una bella ilustración donde podemos ver como Dios obra
en el plano espiritual trayendo los pecadores del reino de las tinieblas a la luz de Cristo. Solo después
que recibimos vida podemos ver la luz y oír al llamado de Cristo de venir a él.
Tito 3:3-7 “Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo a
concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los
16
unos a los otros. 4 Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con
los hombres, 5 No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, más por su misericordia nos
salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; 6 El cual derramó en
nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7 Para que, justificados por su gracia,
seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.”
La razón de nuestra salvación de acuerdo a la Biblia es que cuando 'éramos rebeldes, extraviados,
sirviendo las concupiscencias, y los deleites, aborreciendo los demás, entonces "Dios nuestro
salvador" manifestó su bondad, no por obras de justicia que hubiésemos hecho, sino por su
misericordia nos salvó por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo.
Dios toma la iniciativa en la salvación del hombre, El no espera que nosotros cambiemos para luego
salvarnos, sino que nos salva para cambiarnos. Es Dios quien abre el corazón de aquellos que
escuchan el evangelio para que puedan recibir las palabras y el mensaje de salvación como en el caso
de Lidia a quien Dios le abrió su corazón.
Hechos 16:14 “Una de ellas, que se llamaba Lidia, adoraba a Dios. Era de la ciudad de Tiatira y vendía
telas de púrpura. Mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que respondiera al mensaje
de Pablo.”
C. A TRAVÉS DE SU PALABRA
La manera o el medio por el cual Dios obra la regeneración en el pecador es la Palabra, o sea la
predicación del evangelio. Es la palabra de Dios la que 'con el poder del Espíritu Santo' puede obrar
el cambio al corazón del hombre. La palabra de Dios es poderosa (Rom. 1:16) para causar FE
salvadora. Cristo mismo dijo “mis palabras son espíritu y son VIDA”. Cuando el mensaje es predicado,
la palabra de Dios trae VIDA al corazón es por eso es poderosa, porque vivífica los muertos. Por cierto,
lo que hace la palabra es hacer ‘renacer’ al pecador:
Santiago 1:18 “En el ejercicio de su voluntad, Él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que
fuéramos las primicias de sus criaturas.”
1 Pedro 1:23 “Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es
incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.”
Así es como la Palabra de la cruz salva, dando vida para que el que oye con oídos 'naturales' pueda
escuchar con oídos 'espirituales', y eso lo hace Dios por gracia. Por eso dice Pablo: "NOS DIO VIDA
cuando estábamos muertos en delitos y pecados." Anteriormente vimos que el no-regenerado es
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"sordo" espiritualmente hablando, por eso la Palabra de Dios 'abre el oído' de manera que el hombre
pueda 'escuchar' con entendimiento.
" Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." (Romanos 10:17).
Es muy interesante que este pasaje tan utilizado por muchos dice que lo que causa la fe es POR "el
oír", pero muchos no se dan cuenta que el oír viene "POR" medio de la Palabra de Dios. Es decir, la
palabra es la que trae el oír, o abre el oído - eso es regeneración - de nuevo repetimos, las palabras
de Dios "son espíritu y VIDA".
La Biblia nos dice que Dios nos hizo renacer / resucitar POR LA PALABRA; Pero también nos damos
cuenta en la Escritura que NO TODOS son renacidos por EL PODER DE la Palabra. Pablo a los
Corintios, la Palabra de la cruz es locura a los que se pierden, sean judíos o sean griegos; PERO A
LOS LLAMADOS de entre los judíos y los griegos, la predicación del Evangelio es poder de Dios. Otra
vez, La PALABRA es suficientemente poderosa para salvar “A LOS QUE SON LLAMADOS.”
1 Corintios 1:24 “más para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder de Dios y sabiduría
de Dios.”
Pablo hace clara la diferencia, todos reciben el mensaje con sus oídos naturales, Y TODOS lo
rechazan; MÁS PARA LOS LLAMADOS (lo que indica que no todos son llamados), para estos y
solamente para estos, ¡la Palabra de Cristo es PODER! .Sobre el poder de la palabra por medio del
Espíritu Santo para 'dar vida' a los muertos podemos disfrutar de un relato similar al que mencionamos
arriba acerca de Lázaro en el que apreciamos la profecía hecha en el libro de Ezequiel. Dios lleva al
profeta en una visión sobre la salvación de la casa de Israel , lo cual es referente a nuestra era presente
de la Iglesia:
Ezequiel 37 “ La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en
medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor;
y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. 3 Y me
dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. 4 Me dijo entonces:
Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. 5 Así ha dicho Jehová el
Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6 Y pondré tendones
sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu,
y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. 7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido
mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. 8
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Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no
había en ellos espíritu. 9 Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así
ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus
pies; un ejército grande en extremo. 11 Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa
de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del
todo destruidos. 12 Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros
sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. 13 Y
sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo
mío. 14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis
que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.”
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DISCIPULADO Nº 5: LA FÉ
Como creyentes estamos llamados a crecer en la fe. Este crecimiento es parte esencial del andar
cristiano. La Biblia misma nos enseña que "sin fe es imposible agradar a Dios" (Hebreos 11:6). El
apóstol Pablo nos habla en su segunda carta a los Tesalonicenses y les dice que su crecimiento en la
'fe' es motivo para dar gracias a Dios (II Tesalonicenses 1:3). Así que como vemos, podemos entender
que la fe es un ingrediente no solo necesario sino primordial en la vida del creyente que desea agradar
a Dios en su vida.
¿Qué es la Fe?
El escritor a los Hebreos es quien más claramente nos habla acerca de lo que es la Fe. "Es pues, la
fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1). Por lo tanto si
meditamos en este verso, podemos concluir que la fe en cuanto a lo que se espera o no se ve es:
-Seguridad Firme
-Esperanza segura
-Convencimiento Total
Distintos Tipos de Fe
Fe natural o humana: Esta fe es la que proviene de las experiencias en nuestro diario vivir. Por
ejemplo, una persona que trabaja lo hace porque confía que el dia de pago recibirá su retribución
completa. Una persona que se enferma, va al médico porque ha experimentado que el médico está
capacitado para resolver su enfermedad o por lo menos mejorarla. Se toma las medicinas porque la
fe natural le ha enseñado que estas tendrán un efecto positivo sobre su enfermedad. Esta fe también
puede incluir 'milagros'. Alguien puede 'creer' que puede ser sano milagrosamente y lo es. Por lo tanto,
este tipo de fe se aplica a cualquier religión. Este tipo de fe no necesita ningún esfuerzo sobre humano
ni intervención divina pues es parte de la personalidad humana para poder desarrollarse en la vida. La
razón de ser de esta fe es producto de lo que se sabe, del conocimiento y es distinta a la fe Bíblica
verdadera.
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Fe emotiva en cuanto al evangelio: Es aquella que causa un gozo inicial por oír el evangelio pero
que no dura. Muere cuando llega la aflicción y la persecución muere. No dura, no permanece.(ver
Mateo 13:20)
Fe infructuosa (Muerta): Es la fé que no da fruto porque el afán de la vida la ahoga, no vive por el
Espíritu Santo y aunque puede permanecer viva por más tiempo, su fruto no se deja. (ver Mateo 13:21)
-La fe del verdadero creyente es especial, no puede de ninguna manera compararse a la fe natural
humana o nada parecido. Esta fe posee atributos de los cuales podemos nombrar algunos:
-Proviene de Dios- La Biblia nos enseña que tanto la salvación como la fe son don de Dios (Efesios
2:8). En Hebreos 12:2 dice: "Puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe".
-Proviene por el oír de la Palabra cuando el E.S. interviene - Romanos 10:17- "La fe viene por el oír y
el oír por la palabra de Dios"
-Es solo de algunos (los que creen)- Romanos 10:16, 2 Tesalonicenses 3:2
-Debe ser personal- Romanos 14:22 dice ¿Tienes tu Fe? Tenla para contigo delante de Dios.
-Es universal (de la Iglesia)- En el libro de Efesios 4:5, se nos dice que es una Fe, también en Judas
3 dice que la fe es de todos (en este caso se refiere a doctrina).
-Es contraria a la duda - "Pero pida con Fe, no dudando" Santiago 1:6
-Produce gozo- I Pedro 1:8. "…en quien, creyendo, os alegráis con gozo inefable y glorioso". En
Hechos 16:34, hablando del centurión romano convertido dice: "…y se regocijo…de haber creído en
Dios"
-Produce Esperanza- Romanos 5:2-"tenemos entrada por la fe a esta gracia…y nos gloriamos en la
esperanza de la gloria de Dios".
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-Produce Paz- Romanos 15:13-"Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer.."
-Produce denuedo en la predicación- 2 Corintios 4:13- "Pero teniendo el mismo espíritu de Fe,
conforme a lo que está escrito: Creí por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también
hablamos".
-Es solo para los creyentes-Juan 10:26 "No creéis porque no son mis ovejas"
-Es probada-1Pedro 1:7 "para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el
cual, aunque perecedero se prueba con oro, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo". Santiago 1:3 dice: "…la prueba de vuestra fe produce paciencia"
-Da frutos (fructífera)- Mateo 13:9; 23-"y dio fruto, cual, a ciento, cual, a sesenta, y cual a treinta por
uno".
La "verdadera fe" es una sola. El creyente no tiene muchos distintos tipos de fe, pero si una fe que
actúa en distintas áreas de su vida.
1.Fe Para salvación-Es el área de la fe que es ejercida por la persona para creer en Cristo y ser salvo.
En Hechos 16:31 dice "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo". En Efesios 2:8 dice: "Porque por
gracia sois salvos por medio de la fe". La Justificación del pecador se recibe por medio de la fe "la
justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en el" Romanos 3:22,
"Justificados, pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo"
Romanos 5:1. La fe en Cristo es seguida por conversión.
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3. Fe para andar en Cristo- En Colosenses 2:5-7 dice; "Porque, aunque estoy ausente en cuerpo, no
obstante, en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden, y la firmeza de
vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en El;
arraigados y sobreedificados en él y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando
en acciones de gracias".
A Cristo se recibe por medio de la Fe, y es así como debemos de andar, por medio de la Fe. La Biblia
nos enseña que como creyentes debemos de hacer todo lo que hacemos por Fe y que lo que no
proviene de Fe es pecado (Romanos 14:22). Esta área de desarrollo de la fe es la que el creyente en
Cristo debe de reflejar en el desempeño de su vida diaria como cristiano. Esta fe no debe ser sometida
a los deseos, sino que debe ser una fe fructífera (Santiago 2:17,20,26).
-Para la santificación-Los creyentes gentiles fueron purificados por la fe en Cristo (Hechos 15:9,
Hechos 26:18)
-En la oración- Cuando oramos a Dios tenemos que creer que el existe (Hebreos 11:6b), y que el
puede obrar (Santiago), y que el contestará (Hebreos 11:6c)
-En el trato con el prójimo- El apóstol Santiago hablando respecto a la fe nos da el más completo
detalle en cuanto su práctica. Las buenas obras no siempre son el resultado de la fe, pero la Fe siempre
tiene como resultado buenas obras. Una fe que no tiene obras buenas es una fe Muerta. En Santiago
4:14 dice:"Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿podrá
la fe salvarle? En los versos del 15-17 se presenta como ejemplo la Ilustración de un caso. En los
versos 18-26, se presenta la instrucción acerca de las obras.
-En llenura- Tal y como Esteban estuvo lleno de Fe y del Espíritu Santo, nosotros debemos de estar
llenos de Fe. Estar llenos de Fe significa estar guiados, controlados o dirigidos por la fe. Hechos 6:5.
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-Funcionando en la Fe, crecemos en la Fe- Estamos llamados a funcionar en nuestra fe, creciendo y
fortaleciéndonos en ella, obrando para que podamos crecer en ella.
-Dios nos da la 'medida de fe' que necesitamos. Muchas veces pensamos que no tenemos suficiente
fe para hacer lo que debemos de hacer. La Biblia nos dice que una poca de fe del tamaño de un grano
de mostaza es suficiente. En cierta ocasión los discípulos de Jesús le dijeron auméntanos la fe. A lo
que Jesús les contesto "Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podrías decir a este sicomoro:
Desarráigate y plántate en el mar, y él os obedecería". Lucas 17:5-6. Además, como creyentes somos
"ricos en fe" (Santiago 2:5).
Tal como en el área natural, el ser humano tiene por naturaleza cierto grado de fe la cual le permite
funcionar en distintas áreas de su vida, En el ámbito espiritual es igual. Y Dios sabe que podemos
funcionar, por lo tanto, crezcamos
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DISCIPULADO Nº 6: LA ORACIÓN
A muchos cristianos les cuesta orar. En lugar de ser un deleite, la oración se les ha tornado en una
carga pesada que no les trae la libertad que la Biblia dice que experimentamos cuando intimamos con
el Señor. Esto se debe a que aún no hemos comprendido la esencia y el propósito de la oración. Para
entenderla un poco, debemos analizar el lugar que el Señor Jesús le asignó en su vida y en su
ministerio. La oración (esa íntima relación que establecemos con Dios) se torna mucho más interesante
cuando miramos que Jesús la practicaba sin cesar. Para él era fundamental porque buscaba
restaurarle al género humano los derechos perdidos por su desobediencia en el jardín del Edén.
“Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre” (Mateo 4:2).
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar muy desierto, y allí
oraba”.
“En aquellos días él fue al monte a orar; y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día llamó a
sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles” (Lucas 6:12-13)
4. A la mitad de su ministerio, después de alimentar milagrosamente a los cinco mil, leemos en Mateo
14:23: “Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”.
“y saliendo, se fue como solía, al Monte de Los Olivos… Cuando llegó a aquel lugar, les dijo (a sus
discípulos): “Orad que no entréis en tentación” (Lucas 22:39-40).
7. Aún en la cruz vemos a Jesús orando (Lucas 23:34, 46). Mientras moría dijo:
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“Consumado es” (Juan 19:30), y sin embargo, su muerte no marcó el fin de su ministerio de oración,
pues Hebreos 7:25 nos dice que el ministerio de Jesús en el cielo hoy, es de intercesión:
“Por lo cual también puede salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios, viviendo siempre
para interceder por ellos”.
El ministerio continuo de Cristo Jesús en el cielo es de oración. Mientras estuvo aquí en la tierra nos
mostró que para él la oración era:
1. Prioritaria: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro…oraba” (Marcos 1:35).
Si usted lee los versículos anteriores, notará que Jesús estuvo ministrando hasta altas horas de la
madrugada en el pueblo de Capernaúm (Marcos 1:32-34; Lucas 4:40-41). Sin embargo, madrugó a
orar por lo prioritario que le era la oración. ¿Será que la oración y el deseo de intimar con Dios ocupan
el primer lugar en el corazón nuestro? ¿Si somos de los que madrugan a orar? Pueda que muchos
madruguen a hacer tantas cosas, pero casi nunca a orar. Isaías declaró:
“Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré
a buscarte…” (Isaías 26:9). Somos nosotros quienes determinamos cuánto nos interesa el Señor. Creo
que uno desea estar donde está su enamorado, y cuando de verdad amamos a Dios, desearemos
estar con él. El grado de prioridad determinará la intimidad.
La oración no es una opción. Es una impuesta necesidad. Jesús pudo amanecer descansando y
durmiendo hasta tarde en la mañana ya que en la noche anterior había ministrado a todo un pueblo y
de seguro que en lo físico debió haber quedado extenuado. No obstante, madrugó a orar porque nada
podía reemplazar su intimidad con el Padre. Josué fue engañado por los de Gabaón cuando tomó
decisiones sin haber consultado con Dios. (Josué 9:14-16). El profeta Elías salió huyendo de Jezabel
cuando no oró y permitió que las amenazas de esta impía mujer lo amedrentaran. (1° Reyes19-1-3)
Todo lo que nos lleva a dejar la oración de lado, nos acorralará y nos conducirá al fracaso. Nada por
lo tanto puede reemplazar nuestra intimidad con el Señor. Debemos orar cada mañana como si nada
hubiera pasado hoy. La oración no tiene sustitutos.
3. Una disciplina: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro…” (Marcos 1:35ª) “Y
saliendo se fue, como solía, al Monte de los Olivos…y puesto de rodillas, oró” (Lucas 22: 39-41).
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Cuando la oración deja de ser una carga y se convierte en una disciplina, entonces se torna poderosa
y efectiva. Lo que hace que algo se torne en una disciplina es la práctica diaria y constante de lo
mismo. Jesús no oraba ocasionalmente. Lo suyo era una costumbre. Y toda costumbre bien aplicada
se convierte en ley. Muchos no alcanzan más por lo inconstantes que son en la oración. Nada nos
cuesta tanto como convertir la oración en una disciplina. En ocasiones, solo oramos cuando sentimos
orar como si la vida cristiana dependiera tanto de lo que uno sienta o deje de sentir. La voz dominante
de nuestro peregrinar en Cristo la lleva la obediencia que nace por la oración. Sin obedecer no
podemos orar, y sin orar no podemos tampoco obedecer. La oración y la obediencia viajan juntas por
la misma vía y hacia el mismo propósito. Jesús nunca hubiera podido madrugar ese día después de
semejante ministración en la noche si la oración no hubiera sido una disciplina para él.
4. El eje y motor de su visión: “Y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. El les dijo: Vamos a los
lugares vecinos, para que predique también allí, porque para esto he venido” (Marcos 1:37-38).
Asombra el equilibrio y las proporciones que el Señor mantenía en su ministerio. ¿No le hubiera sido
más fácil quedarse con aquellos que ya le conocían y le habían visto hacer maravillas la noche anterior
que irse a otros lugares vecinos a predicar y ministrar a la gente? Aun cuando a él le hubiera gustado
quedarse allí, parece ser que mientras oraba recibió la orden del Padre de ir a otros lugares. La oración
hará que Dios nos encause y encamine hacia dónde y hacia lo que él nos quiere guiar. Cuando
permanecemos en su presencia, él nos dirá a donde desea que nos movamos y qué espera que
hagamos. El apóstol Pablo vivió una experiencia parecida (Hechos 16:6-10) y fue guiado por Dios a
Macedonia aun cuando él tenía planeado ir a Bitinia. Mediante la oración recibimos dirección.
5. Lo que le hacía comprender que no todo lo bueno era bueno: “Él les dijo: Vamos a los lugares
vecinos para que predique también allí…” (Marcos 1:38).
En esos otros lugares tenía mucho por hacer y percibió que irse era muchísimo mejor que quedarse
con los que le buscaban. Estar con ellos era bueno, pero irse a otros lugares a predicar, era mucho
mejor. Toda vez que nos mantengamos en línea con Dios por la oración, el Señor nos mostrará que
no todo lo bueno es bueno, y que él siempre nos guiará a hacer lo que es mejor para el reino y para el
desarrollo de lo que espera que hagamos.
Cristo Jesús nos ha dado el Espíritu Santo para capacitarnos cuando oramos (Romanos 8:26-27). El
primer interesado en que oremos es el Espíritu santo a quien el Señor Jesucristo envió para que nos
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ayudara en ello y nos condujera por el sendero de la victoria espiritual y ministerial. El Espíritu Santo
cumple a cabalidad su misión guiándonos a una profusa intimidad con el Padre por medio de una vida
disciplinada en la oración. ¿Cómo lo hace?
Segundo, mientras obedecemos, el deseo madura dentro de nosotros y se mueve a un nivel de santa
disciplina. La oración ya no será una rutina, sino una disciplina.
Después de que nos disciplinamos a nosotros mismos para aprender a orar, la oración se mueve a un
tercer nivel y es el deleite: ¡Nos deleitamos en hacer su voluntad! En el nivel del deleite no hay fastidio,
ni sueño, ni cansancio, ni pesadez, ni anomalía alguna que nos incomode. Por el contrario, entre más
oremos, mejor nos sentiremos y mejor nos irá en todo cuanto emprendamos. El Espíritu Santo es quien
produce la sensibilidad para que oremos y la tenacidad para que persistamos en ello con mucho
regocijo. Pero no todos alcanzan a llegar a este nivel por falta de disciplina. Casi no tenemos en cuenta
que, así como la disciplina es necesaria en el ámbito de los ejercicios físicos, también es necesaria en
la oración cuando se quiere incrementar nuestra comunión con el Señor. En este contexto de intimidad,
deleite y disciplina, el Espíritu Santo se manifiesta con poder sobre nuestra vida y ministerio y nos
revela su carácter y naturaleza, pues él es Espíritu de verdad (Juan 14:17).
La Biblia y la oración
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DISCIPULADO 7: SALVACIÓN
La palabra “Y’shua” la cual fue mencionada por primera vez en Génesis 49:18 que dice: “Tu salvación
(y’shua) esperé, oh Señor.” Este nombre aparece más de 200 veces en las Escrituras (Isaías 12:2,
Salmo 106:4, Lucas 2:30, etc.) el significado detrás de Y’shua es Salvación. La raíz de la palabra es
“yasha” que significa “salva.” Por lo tanto Y’shua es salvación, El no tan solo nos da la salvación, El es
salvación. Esa es su misma naturaleza, establecida desde el principio y llevada a través de las vidas
de cada uno que confía en El y le sigue. Todas las palabras Hebreas tienen una raiz verbal, la cual
establece la fundación para las demás palabras relacionadas con ellas. Las letras individuales del
alfabeto Hebreo fueron ordenados divinamente y puestos en un perfecto orden por Dios. Cada
significado detrás de cada letra de una palabra forma un completo significado de la palabra cuando
son puestas juntas. Las palabras “salva,” “liberta,” “preserva,” y “ayuda” son palabras que traducen a
esta palabra “yasha.”
La palabra “yeshua” contiene tres consonantes que forman la palabra. Estas consonantes son yod,
shin y ayin. Cada una de estas letras tienen una forma primitiva y un significado primitivo detrás de
cada una de ellas. La forma primitiva de la letra yod parece como una mano y su significado era “acto”
o “acción.” La forma primitiva de la letra shin era de diente y su significado era de “consumir” o
“destruir.” La forma primitiva de la palabra ayin era la de un ojo y su significado era de “poner tus
ojos” o “mirar hacia.” Para los primeros Hebreos observantes de la Torah, este orden de letras les
ayudaba a formar su entendimiento del significado total de la palabra. Para ser salvo, se tenía que
comenzar con un acto o una acción, un rescate seguido por una destrucción de algo de lo cual fuimos
rescatados y finalmente concluye con una devoción, poniendo los ojos sobre aquello que te libertó.
Por ejemplo, en Éxodo 3:17, vemos que el Señor le dijo a Moisés que El los libertaría de Egipto y los
llevaría a una tierra que fluye leche y miel. Podemos ver que en medio de estos dos eventos, El
destruyó a sus enemigos. Esto concluyó con Israel poniendo sus ojos en lo que el Señor había hecho.
En el griego, Salvación es “sôzein” se deriva de una raíz indoeuropea que significa «estar sano, con
buena salud»; la salvación es la salud. Esta palabra puede significar también «sacar, librar a uno
de un peligro» (Hch. 23,24) y finalmente «curar» (Mt 9,22). En el lenguaje de Pablo, el verbo y sobre
todo el substantivo sôtèria «salud» se sitúan de alguna manera en la confluencia de dos trayectorias:
– la una, semítica, para indicar una liberación muchas veces colectiva; y esto, a partir de diversas
raíces hebreas, entre ellas yasha‘, en el sentido primero de «romper el sitio de una ciudad asediada»,
«dar salida» o «liberar del destierro»; de ahí, el nombre de Jesús, salvador (Mt 1,21);– la otra, en el
sentido griego de «apartar un mal» o de «salvar», que toma en el contexto helenista, y especialmente
en el de las «religiones de los misterios», una connotación individualista e intemporal.
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DISCIPULADO Nº 8: INTRODUCCION A LA SANIDAD INTERIOR
Nota: Dios ha diseñado restaurar al hombre caído y a la creación que sufrió las consecuencias de ésta
caída en el Edén. Al principio el hombre era completamente espiritual (quiero decir su espíritu
gobernaba su ser), pero con la caída se volvió almático, víctima de sus pasiones y sentimientos
(perdiendo las virtudes del principio).
Es por eso que el hombre debe ser redimido en su totalidad, espíritu, alma y cuerpo (Éste cuerpo es
sanado y será transformado, nuestra alma es restaurada y transformada, y nuestro espíritu recibe
nueva vida y restauración, pues la Biblia habla del espíritu algunas aflicciones, por ej: “tribulación de
espíritu”, “quebrantamiento y aflicción de espíritu” y otros). Esto implica un trabajo desde lo profundo
del hombre, desde su corazón (por eso la expresión "sanidad o sanación interior"), hablamos de
salvación, restauración, sanidad, liberación, santificación…
C. Es un tratamiento divino (Es una obra de Dios; sólo él puede sanar y restaurar el corazón del
hombre, pues al fin y al cabo es su Creador).
Nota: Hablamos de una sanidad integral = en el cuerpo, alma y espíritu. Por Ej: la falta de perdón
produce múltiples enfermedades (por ej: en el corazón, la piel, parálisis, tumores, etc), un ejemplo
bíblico lo vemos en Ana, esposa de Elcana (1 Sam. 1:1-7).
Nota: Una vida que camina en la voluntad de Dios, una vida que irradia la presencia de Dios. La
santidad es el resultado de un corazón sano y restaurado.
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Nota: Es decir llevaremos fruto para Dios, seremos vasijas que portan la gloria de Dios, que llevan la
unción del Espíritu Santo, el apóstol Pedro lo dijo: “de lo que tengo te doy”. La sanidad interior nos
hace instrumentos idóneos para Dios.
Nota: Jesús sufrió todo esto no sólo para darnos seguridad de la salvación eterna en el cielo, sino para
darnos sanidad aquí en la tierra: “llevó nuestras enfermedades… sufrió nuestros dolores… por su llaga
fuimos nosotros curados…”. Esto lo demostró Jesús aún en su ministerio terrenal antes de la cruz:
Lucas 4:16-19, la frase:
Nos habla de una labor al interior del hombre (esto es sanidad interior) en corazones quebrantados,
que según el término griego quiere decir que han sido despedazados, estropeados, quebrados,
derrotados completamente… Así como también cuando nos habla de libertar a los cautivos y
oprimidos, no habla de cárceles físicas, sino espirituales… (Muchas cosas en nuestra vida provocaron
el quebrantamiento o heridas del corazón, y el encarcelamiento emocional).
Nota: la Palabra de Dios produce vida, es cortante (como un bisturí que corta los tumores del pecado),
genera orden en la estructura del ser humano (espíritu, alma y cuerpo) y saca a la luz las malas
intenciones de nuestro corazón…
Nota: Éste pasaje nos expresa la voluntad de Dios para su pueblo: sanidad de corazón, sanidad física,
libertad para aquellos que están en cárceles espirituales, consolación, gozo, reedificación,
restauración… Hoy día estamos en el ministerio del Espíritu Santo y esto es lo que él quiere traer a su
pueblo.
Reflexión: Dios quiere trabajar en lo profundo de tu corazón, traer libertad, sanidad, restauración y
orden a tu corazón, él requiere un acercamiento sincero, genuino, humilde, que reconoce su condición
y necesidad, el Espíritu Santo quiere ayudarte. Permitamos a Dios hacer su obra en nosotros. En
Jesucristo encontramos la sanidad interior.
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DISCIPULADO Nº 9: LA PALABRA DE DIOS
HEBREOS 4:12 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos
filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón”
1) En el primer libro de la Biblia y en su primer capítulo podemos ver que la palabra que sale de la
boca de Dios es viva.
a) En el principio todo era un caos, pues la tierra se encontraba desordenada y vacía. ¿Qué fue lo que
trajo orden y llenó la tierra? La palabra que salió de la boca de Dios, pues de continuo vemos la frase:
“y dijo Dios”. El libro de Juan dice: “todas las cosas por él fueron hechas” (Jn.1:1-4,14).
b) Nosotros éramos tierra desordenada y vacía, siendo la palabra de Dios la que obró el milagro en
nuestras vidas. Conocer la palabra viva de Dios es trascendental para nosotros, para no seguir
desordenados y vacíos.
c) Cuando entendemos que la Palabra es viva y crecemos en esta palabra no hay nada que pueda
estorbar nuestro desarrollo en los caminos y voluntad de Dios.
2) La palabra de Dios es viva porque Dios dijo y todo fue creado e hizo todo cuanto quiso (Sal.115:3).
Es importante saber, conocer, entender y discernir todo aquello que Dios tiene para nosotros,
comprendiendo que es a través del “Verbo de Dios”, la acción de Dios a nuestro favor.
1) La palabra de Dios es alimento para nuestras vidas, pues por medio de ella crecemos y nos
desarrollamos en la vida nueva que hemos recibido de Dios, en Cristo Jesús.
2) ¿Deseas la Palabra de Dios? ¿Tomas de ella y te alimentas? “Desead como niños recién nacidos
la leche espiritual no adulterada para que por medio de ella crezcáis para salvación” (1.Pedro 2:2).
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C. Su Palabra nos defiende del enemigo. (Ef.6:17)
1) La palabra de Dios es la espada del Espíritu, Jesús supo usarla muy bien (Mt.4:1-10).
2) De nada nos servirá el Espíritu, sin la espada, que es al fin y al cabo la que nos libra de nuestros
enemigos.
a) Es muy importante saber manejar bien “La espada del Espíritu”, pues para hacerle frente a nuestro
enemigo todo dependerá del manejo, o la destreza que tengamos de dicha espada, esto nos dará
seguridad en nuestro andar cotidiano con Dios.
b) Jamás debemos ignorar al enemigo, al contrario, hemos de conocer la palabra de Dios, de modo
que sepamos quien es nuestro Dios y a la vez conocer todas sus promesas que él nos ha hecho,
sabiendo que todas sus promesas son sí y Amén, en Cristo Jesús.
1) La palabra de Dios es eficaz, como bien comprobó un centurión que llamó a Jesús para que viniese
a su casa para sanar a su criado y esto fue lo que le dijo al Maestro: “di la palabra, y mi criado será
sano”.
2) ¿Crees tú, que la palabra de Dios es eficaz? ¿Tiene poder, fuerza y produce resultados? Este
hombre lo creyó y para creerlo debía conocerlo primero pues sin conocerlo es imposible creerlo.
4) ¿Para qué depositar confianza en su palabra si no fuese eficaz?, pero su palabra es tan eficaz que
lo que nosotros vemos hoy fue hecho de lo que no se veía (He.11:3).
1) No hay que ignorar la eficacia de la palabra de Dios pues hemos de conocer las escrituras ya que
estas dan testimonio de nuestro Señor.
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2) No ignoremos la eficacia de la palabra, sino que más bien al contrario seamos entendidos y no para
discutir, sino para vivir conforme a ella, pues a través de la palabra conoceremos los caminos y
pensamientos de Dios para nuestras vidas (Is.55:8).
4) Su palabra es Eficaz.
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DISCIPULADO Nº10: LIBERTAD EN CRISTO
Usualmente la asociamos con el deseo de seguir nuestros sueños y ambiciones. Sin embargo,
Jesús habló de un aspecto mucho más profundo en relación con este tema, el cual destaca la libertad
del alma. Dios desea liberarnos de cualquier atadura interna que nos impida llegar a ser la persona
que desea que seamos. Esta clase de libertad no se alcanza por medio de la guerra, sino por el
conocimiento de la verdad. Jesús nos dice: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn 8.31, 32).
1. A buscar y salvar lo que se había perdido (Lc 9.10). Jesús pagó la deuda de nuestros pecados para
que pudiéramos ser hijos de Dios.
2. Para que tengamos vida y vida en abundancia (Jn 10.10). Cuando descubrimos y vivimos de
acuerdo a la voluntad de Dios, disfrutamos de la vida que nos ha prometido.
3. Para liberar a los cautivos (Lc 4.18). Ya sea que lo admitamos o no, todos hemos vivido en cautividad
de una manera u otra. Jesús desea mostrarnos lo que aún nos ata e impide disfrutar de la libertad que
nos ofrece.
Causas de la cautividad
1. Errores. Algunas personas son esclavos de sus falsas creencias. Hay quienes piensan que las
buenas acciones pueden ganarles el favor de Dios. Otros tienen una idea distorsionada sobre quiénes
irán al cielo. Piensan que todos seremos bienvenidos ahí, pues Dios es amor. Y hay quienes creen
que solo los que pertenecen a su grupo tienen vida eterna. Todas estas ideas encierran a las personas
en cárceles espirituales, pues no son verdaderas.
2. Malos hábitos. La actitud que prevalece en nuestros días es: “Esta es mi vida, y puedo hacer con
ella lo que desee”. Sin embargo, la esclavitud es consecuencia de un estilo de vida pecaminoso.
3. Mentira y engaño. Para muchos la mentira forma parte de su estilo de vida, sobre todo si temen ser
rechazados, o se han acostumbrado a engañar a otros.
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4. Inmoralidad sexual. Algunos se engañan a sí mismos al pensar que expresar su sexualidad en el
momento y en el lugar que deseen es muestra de verdadera libertad. Pero la realidad es que son
cautivos de su lujuria.
5. Borracheras. La adicción al alcohol esclaviza a los individuos y trae como consecuencia miseria,
dificultades y sufrimientos.
6 .Drogas. Cuando las personas consumen drogas ilegales les ceden el control de sus vidas a ellas.
10. Obscenidad. Aquellos que no pueden tener una conversación sin usar palabras obscenas viven
esclavos de ese mal hábito.
11.1Emociones. Las ataduras emocionales son difíciles de identificar; sin embargo, podemos ser libres
de ellas al descubrir la emoción que las alimenta.
12. Miedo. A pesar de haber sido dotados con habilidades y talentos, algunos no avanzan en la vida
porque están esclavizados al temor que sienten de ser rechazados y fracasar.
13. Falsa culpabilidad. Una vez que aceptamos a Cristo como Salvador, todos nuestros pecados son
perdonados. Pero si constantemente nos arrepentimos y confesamos el mismo pecado es porque
somos esclavos de una falsa culpabilidad.
14. Celo. Nuestro entendimiento es cegado como consecuencia de los celos y esto nos hace vivir en
cautividad.
15. Preocupación y ansiedad. Si vivimos diariamente con temor de lo que pueda llegar a suceder, nos
hemos encerrado en una prisión de preocupaciones e incertidumbres.
16. Prejuicio. Vivir prejuiciados contra aquellos que tienen una nacionalidad, idioma, o posición social
diferente a la nuestra solo nos impide obtener lo que el Señor ha preparado para nosotros.
17. Incapaces de agradar a Dios. Si sentimos que, a pesar de nuestros esfuerzos, no podemos
agradar al Señor, hemos olvidado que su deseo es tener una relación personal con nosotros sin
obtener nada a cambio.
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18. Amargura. Aquellos que no pueden olvidar el maltrato o las ofensas que han sufrido, vivirán
llenos de una amargura que afectará su manera de pensar y sentir.
19. Resentimiento. Dios desea que perdonemos a los que nos han ofendido y que continuemos
adelante con nuestra vida.
20. Inseguridad. Si nuestra confianza está basada en lo terrenal, nos sentiremos vulnerables. Solo
Cristo puede darnos la estabilidad que nos ayude a recuperar la confianza que necesitamos.
Consecuencias de la cautividad
Sabemos que cualquier clase de cautividad puede traer graves consecuencias, como, por ejemplo:
Destruir nuestro testimonio personal. Otros pueden darse cuenta cuando nuestro comportamiento
no apoya la fe que profesamos.
Impedir nuestro crecimiento espiritual. Si permitimos las ataduras de esclavitud en nuestra vida,
entorpeceremos la obra que el Señor desea hacer en y por medio nuestro.
¿A qué se refería Jesús cuando Jesús dijo: “la verdad os hará libres”(Jn 8.32)? Se refería a:
La verdad sobre nuestra salvación. Debemos reconocer que la libertad está basada en una relación
personal con Cristo. Además, tenemos al Espíritu Santo que vive en nosotros para guiarnos,
fortalecernos y hacernos libres.
La verdad acerca de nuestra posición. Hemos venido a ser hijos de Dios y herederos con Cristo, al
perdonarnos y darnos vida eterna. Pero para que podamos cumplir con el plan que tiene para nuestra
vida, debemos identificar aquello que nos ata y lidiar con lo que nos esclaviza.
La verdad sobre nuestra heredad. Como hijos de Dios, tenemos su poder, promesas y nueva
naturaleza, lo cual nos da lo que necesitamos para vivir agradándole (2 P 1.3, 4)
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DISCIPULADO N°11: EL BAUTISMO BIBLICO
¿Qué es el Bautismo?
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Así como el hacer discípulos es un mandato del Señor, de la misma forma el bautismo es una
instrucción dada por Jesucristo; por lo tanto toda persona que decide seguir a Cristo debería tomar la
decisión “racional” de bautizarse.
“¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo Jesús en el bautismo, nos unimos a él en su
muerte? Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo
fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir
una vida nueva. Dado que fuimos unidos a él en su muerte, también seremos resucitados como él.
Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera
su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado.” Romanos 6:3-6 NTV
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3. ¿Qué requisitos se requieren para bautizarse?
Hechos 8:36-37 “Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué
impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo:
Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.”
Cuando un creyente asume el bautizarse en agua según el mandato bíblico, la persona está
asumiendo un compromiso de muerte a la vieja vida y de resurrección a una nueva vida en Cristo.
Esto lo hace delante de una nube de testigos, siendo el principal testigo; Dios mismo, luego las
autoridades Pastorales, líderes y hermanos de la congregación.
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