Ulises y sus hombres se encuentran atrapados en la cueva del cíclope Polifemo. Ulises embriaga a Polifemo con vino y cuando está dormido, él y sus hombres ciegan al cíclope clavándole un palo ardiente en el ojo. Polifemo grita de dolor y pide ayuda a sus hermanos cíclopes, pero les dice que "Nadie" lo ha herido, por lo que sus hermanos no lo ayudan.
Ulises y sus hombres se encuentran atrapados en la cueva del cíclope Polifemo. Ulises embriaga a Polifemo con vino y cuando está dormido, él y sus hombres ciegan al cíclope clavándole un palo ardiente en el ojo. Polifemo grita de dolor y pide ayuda a sus hermanos cíclopes, pero les dice que "Nadie" lo ha herido, por lo que sus hermanos no lo ayudan.
Ulises y sus hombres se encuentran atrapados en la cueva del cíclope Polifemo. Ulises embriaga a Polifemo con vino y cuando está dormido, él y sus hombres ciegan al cíclope clavándole un palo ardiente en el ojo. Polifemo grita de dolor y pide ayuda a sus hermanos cíclopes, pero les dice que "Nadie" lo ha herido, por lo que sus hermanos no lo ayudan.
Ulises y sus hombres se encuentran atrapados en la cueva del cíclope Polifemo. Ulises embriaga a Polifemo con vino y cuando está dormido, él y sus hombres ciegan al cíclope clavándole un palo ardiente en el ojo. Polifemo grita de dolor y pide ayuda a sus hermanos cíclopes, pero les dice que "Nadie" lo ha herido, por lo que sus hermanos no lo ayudan.
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Ulises y los cíclopes hundir la punta del palo candente en el único ojo de
Polifemo cuando al fin lo rindiera el sueño.
Ulises, en compañía de doce navegantes, se adentró en Al atardecer, el gigante regresó a la cueva seguido de su la tierra de los cíclopes. No tardaron en ver una gran rebaño, cogió a dos hombres más y los asó para la cena. cueva oculta. Ulises entró en la cueva, llevando un pellejo Cuando terminó, Ulises se acercó al gigante con una de cabra lleno de vino riquísimo y una bolsa repleta con copa de rico vino: la caza conseguida el día anterior. –Algo te falta después de tu festín de carne –dijo el héroe La cueva era la habitación de un horrible gigante; su a Polifemo–. Prueba este licor. estatura era colosal, era tan corpulento como una mole Polifemo probó el rico vino de los griegos, chasqueó la de piedra y, en medio de la frente, tenía un solo ojo, cuya lengua con delicia y comprobó que jamás había bebido mirada producía espanto. Se llamaba Polifemo y se algo tan delicioso. Dijo a Ulises: ocupaba en cuidar sus rebaños y hacer quesos. –Me gusta tu vino, extranjero. Dame más y dime cómo te Cuando Ulises y sus hombres entraron en la cueva de llamas. Quiero re- compensarte, pues jamás había Polifemo, el gigante no estaba allí. Él regresó al probado néctar como el tuyo. atardecer, conduciendo su rebaño. Ulises y sus hombres Ulises, que deseaba que el gigante se embriagara, le se ocultaron en los rincones más apartados de la cueva. sirvió del rico vino una y otra vez, hasta que Polifemo se Después que entraron las cabras y ovejas, Polifemo, sin tendió en el suelo completamente ebrio. Entonces Ulises esfuerzo, levantó una roca enorme que ni veinte caballos le dijo: hubieran podido arrastrarla y cerró con ella la cueva, –Me llamo “Nadie” y así me conocen mi familia y mis quedando también encerrados Ulises y sus doce hombres. El gigante se echó a reír y contestó con hombres. crueldad: Luego, encendió una hoguera enorme que iluminó todos –Pues bien amigo Nadie, quiero recompensarte como te los rincones de la cueva. A la luz del fuego, el gigante he dicho: primero me comeré a todos tus compañeros y advirtió la presencia de Ulises y de sus navegantes. te dejaré a ti para el último. Sorprendido, gritó: Lanzó una gran carcajada y como el vino lo había – ¿De dónde sois, de dónde habéis venido extranjeros? embriagado, se quedó profundamente dormido. Ulises –La voz del gigante atronaba de tal modo en la cueva que llamó a sus hombres y todos corrieron a buscar el palo, los hombres de Ulises sintieron inmenso terror. pusieron su punta al fuego y después la hundieron con Ulises inventó que habían naufragado y solicitó su fuerza en el ojo de Polifemo. hospitalidad. El gigante avanzó hacia ellos, cogió con una El cíclope se puso de pie, lanzando gritos roncos como el mano a dos de los navegantes, los golpeó, los asó en la trueno. Logró arrancarse el palo candente del ojo y llamó hoguera y los devoró. Luego, se tendió en el suelo de la a gritos a sus hermanos cíclopes, que habitaban en cueva y se quedó profundamente dormido. cuevas cercanas. Al ver al gigante dormido, Ulises y sus hombres Acudieron los cíclopes y preguntaron: empezaron a fraguar planes para salvarse de la muerte – ¿Por qué gritas, hermano? ¿Es que te han herido o te que les aguardaba. Lo primero que Ulises propuso fue han robado tus rebaños? Polifemo, ciego y ansioso de matarlo, pero inmediatamente desecharon la idea: la venganza, gritó: enorme piedra que cubría la entrada de la cueva era tan – ¡Nadie me ha herido a traición! Y los cíclopes le pesada que ni cincuenta hombres hubieran podido contestaron: moverla, de modo que aunque el gigante muriera, ellos – Pues si tú mismo dices que nadie te ha herido, no no podrían salvarse. Así permanecieron toda la noche, sabemos por qué gritas y en nada podemos ayudarte. lamentando su triste suerte y buscando planes para su Y dicho esto, como todos los cíclopes eran hombres salvación. crueles, se marcharon tranquilamente a sus cuevas y Apenas amaneció, el gigante encendió de nuevo una dejaron allí a Polifemo, rugiendo de dolor. inmensa hoguera y devoró a otros dos hombres. Enseguida levantó la enorme piedra que cerraba la cueva, salió con su rebaño y volvió a cerrar la entrada con la roca. “La Odisea”, Homero (Fragmento adaptado) Los pobres navegantes y Ulises quedaron de nuevo encerrados. Se angustiaban buscando el modo de huir y de vengar a sus desgraciados compañeros. Al fin, Ulises comunicó su plan. Cerca de la hoguera había un tronco de olivo tan alto como el mástil de una nave. Entre todos lo tomaron y el héroe afiló uno de sus extremos hasta formar una larga punta que luego endureció al fuego. La idea de Ulises era