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Posgrado en Historia
Doctorado en Historia
Esta investigación propone analizar el marco legal del juego y su relación con las prácticas
sociales, culturales, estatales y policiales en la ciudad de Buenos Aires entre 1891 y 1932.
Durante el período 1891-1902, se sancionaron una serie de leyes que redefinieron pautas
hasta entonces admitidas en el ámbito urbano. La Ley de Protección de los Animales
(1891) prohibió las riñas de gallos. La Ley de Lotería de Beneficencia Nacional (1895)
consolidó la institución de la Lotería de Beneficencia Nacional y dejó atrás a la Lotería
Municipal. Por último, la Ley de Represión del Juego (1902) obligó al cierre de todo lugar
de apuestas no contemplado por dicha ley y habilitó a la policía a realizar allanamientos en
domicilios privados. En conjunto, todos estos marcos legales organizaron las pautas de
circulación del juego en la ciudad de Buenos Aires.
Abstract
This investigation proposes an analysis on the legal framework surrounding gambling and
its relation to social, cultural, state, and police practices in the city of Buenos Aires between
the years of 1891 and 1932. From 1891 to 1902, a series of laws were passed that redefined
what practices were permitted within this urban environment. The Animal Mistreatment
Law (1891) forbid cock fights, the National Benefit Lotery Law (1895) consolidated the
National Benefit Lottery institution, rendering the Municipal Lottery obsolete, and the
Gambling Repression Law (1902) enforced the closure of all gambling establishments that
worked outside the confines of the law, and enabled police forces to raid private homes. All
these laws organized a certain pattern of circulation for gambling in the city.
Key words: Buenos Aires, 1891-1932, gambling, legality, police.
ÍNDICE GENERAL
AGRADECIMIENTOS 3
INTRODUCCIÓN 7
1. Balances sobre los estudios del juego 16
2. Breve presentación de los capítulos 32
3. Fuentes utilizadas 35
CAPÍTULO 1
BUENOS AIRES: MODERNIZACIÓN Y JUEGO
Introducción 39
1. Las luces de la gran ciudad 40
2. Una ciudad sin plaza de toros 49
3. Riñas de gallos: entre la Sociedad Protectora de Animales y la policía de la Capital 52
4. Carreras a la inglesa, hipódromos y Jockey Club 58
5. Frontones y quinielas: pelotaris a fines del siglo XIX 63
6. Lotería de Beneficencia Nacional 68
CAPÍTULO 2
MIRAR DE CERCA A LA LOTERÍA DE BENEFICENCIA NACIONAL: ENTRE LA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA, LA SOCIEDAD DE BENEFICENCIA DE LA CAPITAL Y LOS VENDEDORES DE NUMERITOS.
BUENOS AIRES, 1895-1932
Introducción 72
1. La inauguración de la Biblioteca Nacional 77
2. De la Lotería Municipal a la Lotería de Beneficencia Nacional 80
3. Lotería Nacional y beneficencia 86
4. Decenas de Lotería, Sociedad de Beneficencia y
vendedores de numeritos (1910-1932) 94
5. Loterías extraordinarias y prácticas estatales 100
Anexos 108
CAPÍTULO 3
“NO VA MÁS”: ALLANAMIENTOS POLICIALES NOCTURNOS EN “CASAS DE JUEGO PROHIBIDO”.
BUENOS AIRES, 1902-1932
Introducción 113
1. La prensa porteña en el cambio de siglo 118
2. El meeting contra el juego desde La Nación y La Prensa 124
3. Discusiones parlamentarias a la deriva: la sanción de la ley de allanamiento
de domicilio privado 131
4. Primeros allanamientos policiales nocturnos de 1902-1903 138
5. Círculos cerrados, personería jurídica y condenas judiciales 143
CAPÍTULO 4
LAST REASON Y ROBERTO ARLT: CRÓNICAS Y AGUAFUERTES EN LOS AÑOS VEINTE Y TREINTA
Introducción 165
1. Las crónicas de Last Reason y la valoración del mundo hípico 167
2. Sábados de turf 170
3. Consultorio patológico de los jueves 174
4. Aguafuertes Porteñas: frescos y consejos timberos de Roberto Arlt 178
5. Críticas y consejos timberos 183
CAPÍTULO 5
ITINERARIOS: TANGO Y TIMBA EN LA CIUDAD
Introducción 192
1. Corredor Palermo-Belgrano 196
2. El juego de la vida 205
3. Del otro lado del puente 208
CONCLUSIONES 215
FUENTES DOCUMENTALES 224
BIBLIOGRAFÍA 231
AGRADECIMIENTOS
El punto final de una tesis es el fin de un camino que por momentos se parece a un
laberinto y que, al mirar atrás, se dibuja como una línea recta. En este trayecto he contraído
numerosas deudas y he recibido mucha ayuda que me gustaría agradecer.
También agradezco las estimulantes preguntas de Lila Caimari y cada una de sus
acertadas y precisas correcciones. La tesis tiene una deuda enorme con Lila y todo el Grupo
de Investigación Crimen y Sociedad de la Universidad de San Andrés, con el que venimos
discutiendo sobre la policía, la prisión, la justicia y las prácticas ilegales en la
modernización de la Argentina. Este trabajo recupera tangencialmente algunas hipótesis en
el ámbito de la ciudad de Buenos Aires. En especial, quiero agradecer a Mercedes García
Ferrari, Cristiana Schiettini, Fernando Casullo, Viviana Barry, Mariana Nazar, Cecilia
Allemandi, Melisa Fernández Marrón, Claudia Freidenrai, Julieta Di Corleto, Alejandra
Rico, Mariano Petrecca y Pedro Berardi. Dentro del grupo, Teresita Rodríguez Morales y
Diego Galeano tuvieron un lugar clave en el tramo final de la tesis: con sus consejos, sus
devoluciones y su asistencia de archivo, no me soltaron la mano cuando las cosas se
volvieron más complejas. Gracias, amigos.
Matías Castelli me introdujo en el mundo del tango y me llevó hasta las clases de
Julio Schvartzman en la facultad de Filosofía y Letras; la pasión y generosidad de ambos
fue una parte gratificante de esta tarea. Adrián Gorelik propuso la lectura de Franco Moretti
y fue, sin saberlo, el impulsor de este trabajo. A Sebastián Carassai y a mis compañeros del
UBACyT les agradezco por permitirme renovar las ganas de investigar, y por darme una
nueva oportunidad.
El soporte y la inteligencia de Pablo Ali, Ana Ussher, Joaquín Linne y Santiago
permitieron hacer frente al tramo final y al cierre de la escritura de esta tesis. Nunca podré
olvidar la pericia y dedicación con la que me ayudaron. Mi agradecimiento infinito para
ellos.
Sin el cariño de Clara, Tuti, Gaby, Claudio, Luli, Maga, Gastón, Eli y mis hermanas
Florencia y Julieta Cecchi, esta tarea hubiese resultado imposible.
Finalmente quiero agradecer a mis padres y a mi marido, Julián Urman, por todo su
amor. Llegué, llegamos.
INTRODUCCIÓN
En primer lugar, la prédica discursiva contra estas prácticas deviene más recurrente
y denunciatoria. En efecto, entre 1891 y 1902 se sancionaron una serie de leyes sobre
juegos de azar que redefinieron las pautas de legalidad hasta entonces admitidas en el
ámbito urbano. La Ley de Protección de los Animales (1891) prohibió las riñas de gallos; la
Ley de Lotería de Beneficencia Nacional (1895) consolidó la institución de la Lotería de
Beneficencia Nacional y dejó atrás a la Lotería Municipal; y la Ley 4097 de Represión del
Juego (1902) obligó el cierre de todo lugar de apuestas no contemplado por la ley y habilitó
a la policía a realizar allanamientos en domicilios privados. Estas leyes, que buscaron
ordenar las prácticas de juego en la ciudad y precisar sus pautas de circulación pública y
privada, en algunas oportunidades redefinieron contravenciones policiales preexistentes y,
en otras, marcaron aspectos legales novedosos como la intervención judicial.4
1
Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires 1891, Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de
billetes de Banco, 1892.
2
Ibíd., p. 592.
3
BILBAO, Manuel, Buenos Aires. Desde su fundación hasta nuestros días. Especialmente el período
comprendido en los siglos XVIII y XIX, Buenos Aires, Imprenta de Juan A. Alsina, 1902.
4
CECCHI, Ana V., La timba como rito del pasaje: La narrativa del juego en la construcción de la modernidad
porteña (Buenos Aires, 1900-1935), Buenos Aires, Teseo, 2012, p. 82.
7
Tesis de doctorado Introducción
Buenos Aires de ese período, sino un lugar privilegiado “para mirar y ser mirado” 5. En
sintonía con algunas metrópolis europeas, en el cambio de siglo Buenos Aires contaba con
dos hipódromos en los que se corrían carreras en pistas circulares denominadas “a la
inglesa”: el Hipódromo Nacional, situado en el barrio de Belgrano, y el Hipódromo
Argentino, ubicado en Palermo. El Hipódromo Argentino de Palermo, fundado en 1876 por
un núcleo de irlandeses, luego pasó a pertenecer, a partir de su creación en 1882, al Jockey
Club, un sitio que define el rostro de la sociabilidad porteña hasta nuestros días 6. Los dos
hipódromos de la ciudad recibían, en 1900, un total de 223.600 visitantes anuales,
repartidos entre 91 reuniones en las que se corrían un total de 621 carreras. El Hipódromo
Argentino de Palermo se constituyó en el epicentro del turf y del mundo burrero, un lugar
de pertenencia clave para la vida de la ciudad. Allí, en ese complejo núcleo identitario en el
corazón de Palermo, parecían diluirse, todos los domingos, las diferencias sociales y las
controversias ideológicas. El Hipódromo Nacional del Bajo Belgrano –ubicado en Monroe
y Blandengues– también fue asiduamente concurrido por todos los sectores sociales hasta
su cierre en 1913. La cercanía entre ambos hipódromos prolongó durante años el ambiente
burrero de la zona, formando un corredor que perduró en los recorridos timberos7 y en la
memoria narrativa de las letras de tango. Como veremos, los hipódromos y su entorno no
sólo se trataban de instalaciones elegantes, exclusivas y de paseos suntuosos; pronto, las
carreras de caballos y sus apuestas se convertirían en un verdadero furor y la búsqueda de la
fija en un arte urbano. En el cambio de siglo los hipódromos se convirtieron en espacios
privilegiados de intercambio e interacción social: la gran vidriera de la urbe.
En tercer lugar, existe una dimensión ligada al juego y su capacidad para financiar
políticas públicas que resulta de particular interés. La Lotería de Beneficencia Nacional
emitía –para 1900– 2.122.000 boletos por año por un valor de emisión anual de 25.940.000
5
“El Hipódromo Argentino”, en Caras y Caretas, 1903.
6
ARCHETTI, Eduardo P., El potrero, la pista y el ring: Las patrias del deporte argentino, Buenos Aires,
Fondo de Cultura Económica, 2001; del mismo autor, Masculinidades: Fútbol, tango y polo en la Argentina.
Buenos Aires, Editorial Antropofagia, 2003; del mismo autor, “Estilos y virtudes masculinas en El Gráfico:
La creación del imaginario del fútbol argentino”, en Desarrollo Económico. Revista de Ciencias Sociales, vol.
35, n° 139, octubre-diciembre de 1995, Buenos Aires, pp. 419-442.
7
“La timba” alude a “toda clase de apuestas por dinero”, y remite a un imaginario presente en la Ciudad de
Buenos Aires, pocas veces indagado desde la historia social y cultural. Definición en ESCOBAR, Raúl T.,
Diccionario lunfardo del hampa y el delito, Buenos Aires, Distal, 2004.
8
Tesis de doctorado Introducción
Esta tesis se propone analizar el juego legal e ilegal en la ciudad de Buenos Aires
durante el período 1891-1932. Para ello, nos centraremos en tres dimensiones: las
prohibiciones, las visitas al hipódromo y la importancia de la lotería para la gestión de
obras públicas. El período abordado abarca desde el año 1891 hasta el año 1932 y sigue
como hilo conductor las leyes que regulan los juegos de azar.
9
Tesis de doctorado Introducción
El punto de inicio de esta tesis se vincula, entonces, con un aspecto específico del
objeto abordado: la sanción de leyes que regulan el marco legal e ilegal del juego en la
ciudad. Este proceso tiene, además, una periodización similar a la de otros países. En
efecto, durante 1895, se sancionan en los Estados Unidos y en Brasil leyes que prohibieron
las loterías, en el primer caso, y el jogo do bicho, en el segundo. En otras palabras, la
sanción de estos marcos legales respondió a un “clima legal internacional” para admitir o
prohibir estas prácticas.
El caso de Buenos Aires cuenta, además, con la Ley 4097 de 1902, que convocó a la
persecución policial del juego ilegal en lugares abiertos al público. El seguimiento de las
apuestas en clubes y centros sociales generó un entramado de allanamientos y arrestos que
se prolongaron durante todo el período, hasta el edicto policial sobre reuniones públicas,
sancionado por el Coronel Luis García en mayo de 1932. Este edicto habilitó la irrupción
policial en una serie más amplia de reuniones, que excedieron el juego ilegal. Cerrar el
marco temporal en el año de este hito (1932), si bien puede resultar arbitrario, obedece a
establecer, por un lado, un punto de quiebre en la relación entre Estado, policía y sociedad,
y, por otro, dar cuenta de la finalización de un período tensionado por la repartición de
decenas de lotería a cargo de la Sociedad de Beneficencia de la Capital entre sus
beneficiarios que, en ocasiones, terminaban cometiendo el delito de agio.
10
Tesis de doctorado Introducción
poco explorado.
Nuestro interés reside en mostrar, a partir del juego, diferentes aspectos del
escenario de la ciudad de Buenos Aires. Algunas prácticas desaparecen, como las corridas
de toros, las riñas de gallos y los frontones. Ciertas costumbres se consolidan, como las
visitas al hipódromo, los sorteos de la Lotería de Beneficencia Nacional –sus billetes y
numeritos–Además, las apuestas ilegales, a pesar de ser perseguidas por la policía, se
institucionalizan y se sostienen durante todo el período. En resumen, el juego se configura
como un prisma desde el cual se ilumina la Buenos Aires del cambio de siglo, con su
crecimiento acelerado, sus contradicciones y sus modos de sociabilidad.
11
Tesis de doctorado Introducción
En 1899, el municipio al que en 1895 se había apartado del manejo de la lotería con
la creación de la Lotería de Beneficencia Nacional, recibió con enojo la ordenanza policial
que prohibió los juegos de naipes en los negocios luego de las 11 de la noche. Esa
prohibición había convocado a la policía a la inmediata detención de los contraventores y,
desde entonces, también dejaba en manos de la vigilancia policial la persecución de los
juegos de azar en la noche porteña.10
Para una ciudad cuyo modelo era la ville lumière de París, la transformación de los
imaginarios referidos a la oscuridad y la reelaboración de la relación entre la sociabilidad y
la caída del sol no fueron prácticas bien recibidas. 11 En el cambio de siglo, el municipio
ostentaba un alumbrado público de 4.084 faroles a gas, 8.590 a kerosene y un total
aproximado de 660 lámparas eléctricas.12 En 1887 se había instalado la primera usina para
proveer de alumbrado eléctrico particular a un pequeño lote situado frente a la Catedral, por
la calle San Martín entre Rivadavia y Mitre, servicio que luego se amplió, por permiso
municipal, al alumbrado público de la calle Florida13. En palabras del viajero francés
Emilio Daireaux, la calle Florida era una pasarela de paseantes y transeúntes cuyo “desfile
empieza a las siete de la tarde y sólo tiene lugar durante las noches cálidas”14. Convivían en
la calle Florida recintos de dandys porteños, como la confitería El Águila, la librería
Europea, el Jockey Club y el Teatro Nacional, con teatros populares como Calendario y
9
Memorias de la Comisión Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, 1902, p. 202.
10
BALLVÉ, Antonio, Monografías policiales: Juegos de azar y otros prohibidos, Imprenta y encuadernaciones
de E. Landreau & Co, Buenos Aires, 1899, p. 4.
11
Para un análisis del impacto de la iluminación en el imaginario urbano, ver SCHIVELBUSH, Wolfgang,
Disenchanted Night: The Industrialization of Light in the Nineteenth Century, Berkeley, University of
California Press, 1995, p. 79. Para el caso de Buenos Aires, ver LIERNUR, Jorge F. y SILVESTRI, Graciela, El
umbral de la metrópolis: Transformaciones técnicas y cultura en la modernización de Buenos Aires (1870-
1930), Buenos Aires, Sudamericana, 1993.
12
Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires 1900, ob. cit., p. 296.
13
VERGARA, Raúl, Historia del alumbrado público de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Imprenta
Biaoco, 1946, pp. 1-31.
14
DAIREAUX, Emilio, Vida y costumbres en el Plata, Buenos Aires, F. Lajouane, 1888.
12
Tesis de doctorado Introducción
Tartabul.15
… fácil es imaginar la ola de distinción y de lujo que estos dos teatros atrajeron sobre
la calle Corrientes: noches de gala en el Politeama Argentino, con Adelina Patti, a
veinte pesos la platea; desfile de carruajes bien encharolados, cuyos trancos
enardecidos arrancaban chispas al empedrado; el descenso de las damas y los
caballeros, con sus elegantes y características tenues de noche entre un grupo de gente
17
mirona y encandilada.
… son muy pocos los que no tienen mesas de billar –de 2 a 10 generalmente– habiendo
algunos que poseen 18, 24 y hasta 40 mesas de billar, las que abiertas de 7 a 12 de la
noche están siempre ocupadas, salvo algunas noches de calor. En los festivos, los
billares están ocupados todas las horas del día y las indicadas de la noche. Todos los
cafés cobran por el uso de los billares 40 centavos en moneda nacional por la hora de
19
día y 50 centavos por la hora de noche.
15
LLANES, Ricardo M., Historia de la calle Florida, Buenos Aires, Honorable Sala de Representantes de la
Ciudad de Buenos Aires, 1976; LANUZA, José L., Pequeña historia de la calle Florida, Buenos Aires,
Municipalidad de la Ciudad, 1947.
16
MARECHAL, Leopoldo, Historia de la Calle Corrientes, Buenos Aires, Paidós, 1967, p. 84.
17
Ibíd., p. 85.
18
Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires 1900, ob. cit., p. 284.
19
“Cafés con y sin billar”, en LATZINA, Francisco (comp.), Censo general de población, edificación,
13
Tesis de doctorado Introducción
A los cafés con billar y sin ellos, deben sumarse además 230 despachos de bebidas y
600 casas en las que se servía comida y que permanecían “repletas de parroquianos y
transeúntes”. Las más lujosas son 126 y se designan con el nombre de restaurantes o
rotisseries, y 400 se conocen con el nombre de fondas.20
comercio e industrias de la Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina: Levantado
en los días 17 de agosto, 15 y 30 de septiembre de 1887, tomo i y ii, Buenos Aires, Compañía Sud-Americana
de Billetes de Banco, 1889, p. 225.
20
“Restaurants y fondas” y “Despachos de bebidas”, en Censo general de población, edificación, comercio e
industrias de la Ciudad de Buenos Aires…, ob. cit., p. 220.
21
Sesión Ordinaria del Concejo Deliberante del 9 de agosto de 1902.
22
“La policía en el año 1902”, en Revista de Policía, tercera época, Año VI, nº 143, 1 de mayo de 1903, p.
356.
14
Tesis de doctorado Introducción
billete de lotería que se vende hay diez anotados para una quiniela”23. Se trataba de
apuestas baratas a menos de diez centavos por jugada. El carácter ilegal de la quiniela –
fuera de la vista de los agentes de la policía de la Capital– obligó a sus levantadores a
desplegar extrañas estrategias de camuflaje. Las “Aguafuertes” de Roberto Arlt muestran
esa ciudad invisible: develan las prácticas ilegales y sus disfraces; el modo en que estas
formas de intercambio popular se esconden en el mercado, en la barbería, en el local del
lustrabotas; además, describen la morfología de los barrios pobres y sus avatares, su
informalidad.
23
ARLT, Roberto, “Su majestad el quinielero”, en El Mundo, 11 de agosto de 1928.
24
Tomamos aquí la reconocida expresión de Beatriz Sarlo. Para un mayor desarrollo del concepto, ver
SARLO, Beatriz, Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y 1930, Buenos Aires, Nueva visión, 1988.
15
Tesis de doctorado Introducción
Durante mucho tiempo, el estudio del juego fue olvidado por el mundo académico y
arrojado a la esfera de lo banal o anecdótico. En la Argentina, el juego no ha sido objeto de
análisis historiográfico, con excepción de la obra compilada por Carlos Mayo, del abordaje
de Marcelo Pedetta sobre los casinos de Mar del Plata y de la reciente Historia social del
turf argentino, de Roy Hora.25 Según Hora, existe un déficit de trabajos académicos sobre
el hipódromo porque el país que ejerce el liderazgo intelectual en los estudios sobre
espectáculos deportivos en América Latina –los Estados Unidos– posee una cultura
deportiva que orienta el interés hacia otras aficiones como el beisbol y el fútbol. 26
Sin embargo, estudios recientes a escala internacional han renovado el campo sobre
diversas dimensiones del juego movidos por el interés de conocer mejor la permanencia de
rituales paganos en la modernidad. El principal antecedente es la obra de Jackson Lears 27,
quien desde la academia norteamericana realiza una historia cultural del juego en los
Estados Unidos. Lears explora ciertas narrativas sobre el juego y el azar en la sociedad de
su país, donde a pesar de primar los valores de una ética protestante (ligada al ascetismo y
al trabajo para la acumulación regulada de capital), la afición al juego revela un complejo
entramado de creencias y símbolos laicos. Profundas reverencias por la suerte, la chance y
el azar parecen consolidar un proceso de modernización en el que se despliegan creencias
seculares que ocupan un lugar central en la cultura del éxito norteamericana. Esta obra
recupera metodológicamente tres textos clásicos sobre el tema: Homo Ludens, del
25
MAYO, Carlos A. (dir.), Juego, sociedad y Estado en Buenos Aires (1730-1830), La Plata, Editorial de la
Universidad Nacional de La Plata, 1998; PEDETTA, Marcelo, La Fuente de los deseos: El Casino durante la
democratización de Mar del Plata. Políticas públicas, empleados y prácticas de sociabilidad (1936-1955),
Tesis doctoral de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en producción; HORA, Roy, Historia del turf
argentino, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2014.
26
ARBENA, Joseph y LAFRANCE, David (eds.), Sport in Latin America and the Caribbean, Wilmington, DE,
Scholarly Resources, 2002.
27
LEARS, Jackson, Something for Nothing: Luck in America, Nueva York, Viking Press, 2003.
16
Tesis de doctorado Introducción
historiador holandés Johan Huizinga 28; el capítulo de Clifford Geertz sobre la riña de gallos
en Bali29; y Les jeux et les hommes, del pensador francés Roger Caillois30.
De esta tradición es heredero Paul Yonnet, quien analiza las apuestas de caballos en
Francia durante los años cincuenta –denominadas Tiercé–, recuperando los estudios
pioneros de Lefevre sobre los usos sociales del tiempo libre31. Desde los estudios
culturales, Yonnet da cuenta del desprestigio, durante la década del ochenta, de todo
análisis académico sobre las prácticas de juego. De acuerdo con este autor, los ataques a los
estudios sobre las apuestas de caballos y otros masivos consumos culturales dan cuenta de
la crisis de la sociedad francesa, la cual, a diferencia de la norteamericana, no lograba
democratizar sus formas de ocio. La investigación establece una diferenciación entre las
apuestas “pasivas” de la lotería, en las que el público se pone a disposición del azar
situando a los actores en el terreno de la pasividad simbólica –y también política– y el
juego por apuestas desarrollado en el Tiercé, que denota estrategias más complejas de
elección y selección. Por su parte, Philippe Bouvard centra su análisis en los jugadores, los
juegos y los casinos a los que acude el público francés. Este estudio releva los principales
hoteles-casinos emplazados en Francia, territorios de ultramar, balnearios y puntos
turísticos más visitados por los jugadores galos. Estos lugares sintetizan historias,
tradiciones y trayectorias de esparcimiento que ponen en evidencia las diferencias de clase
expresadas en los gustos de las elites, los sectores medios y los sectores populares. Más allá
de la validez de estos autores y sus trabajos sobre el juego, Alain Corbin continúa siendo el
principal referente de la renovación historiográfica en estudios sobre el ocio y el tiempo
libre en el campo francés.32
En España, el libro compilado por Roberto Garvía, Fortuna y virtud. Historia de las
loterías públicas en España, constituye el principal análisis de la relación entre lotería,
28
Existe una diferencia en la traducción del título de las dos versiones en español: Ver HUIZINGA, Johan,
Homo ludens: El juego como elemento de la historia, Lisboa, Editorial Azar, 1943 y, del mismo autor, Homo
Ludens. El juego y la cultura, México, Fondo de Cultura Económica, 1943.
29
Fue publicada en español en 1988: GEERTZ, Clifford, “Juego profundo: notas sobre la riña de gallos en
Bali”, en GEERTZ, Clifford, La interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa, 1988, pp. 339-372.
30
CAILLOIS, Roger, Les jeux et les hommes, Paris, Gallimard, 1958.
31
Esta obra fue publicada en español en el año 2005 dentro de una colección dirigida por Eliseo VERÓN:
YONNET, Paul, Juegos, modas y masas, Barcelona, Gedisa, 2005.
32
CORBIN, Alain, L’Avènement des loisirs, 1850-1960, Paris, Aubier, 1995.
17
Tesis de doctorado Introducción
gestión estatal y la “caprichosa fortuna”.33 Este compendio reúne cinco trabajos que desde
diferentes perspectivas abordan un análisis de los juegos de azar, los jugadores y el Estado.
En un primer ensayo se compara la evolución de los mercados de loterías europeos desde el
siglo XVII hasta principios del siglo XX. En un segundo ensayo se analiza el impacto
económico y fiscal de las peñas de los jugadores. El tercer trabajo explora la organización
de la lotería nacional española y da las razones de que esta práctica recaiga en las mujeres,
a fines del siglo XIX. Una cuarta contribución examina la superstición y literatura
cabalística en la España del siglo XIX y los debates sobre la moralidad del juego de la
lotería. En la última sección se estudia el consumo de la lotería nacional española desde la
segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad, explicando los motivos de su amplia
demanda por parte del público.
Otro de los textos paradigmáticos sobre el juego en México es Judas at the Jockey
Club…, en el que el historiador norteamericano William Beezley se detiene en el
“porfiriato” (1876-1910)35. El autor analiza una serie de tensiones entre las prácticas
33
GARVÍA, Roberto (ed.), Fortuna y virtud: Historia de las loterías públicas en España, Madrid, Sílex
Ediciones, 2009.
34
Cordoncillo SAMADA, José M., Historia de la Real Lotería en Nueva España (1770-1821), Sevilla, Escuela
de Estudios Hispano-Americanos, 1962; CUELLO MARTINELL, María Ángeles, La renta de los naipes en
Nueva España, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1966; SARABIA VIEJO, María Justina, El
juego de gallos en Nueva España, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1972.
35
BEEZLEY, William H., Judas at the Jockey Club and Other Episodes of Porfirian Mexico, Lincoln,
University of Nebraska Press, 1987.
18
Tesis de doctorado Introducción
36
El béisbol muestra la creciente influencia de los Estados Unidos en México: comienza a instalarse en 1880
a través de los capataces e ingenieros norteamericanos encargados de los ferrocarriles. El boxeo también
adquiere fama y concurrencia a mediados de 1895, y este éxito se explica en la estabilidad política lograda por
Porfirio Díaz. Siguiendo la hipótesis de Elías y Dunning, el autor sostiene que en el triunfo del boxeo puede
leerse la imperativa búsqueda de emoción de una sociedad que había dejado atrás revoluciones, guerras y
fuertes tensiones sociales. En abril de 1882 se inauguró la primera pista de carreras circular de México D. F.
de acuerdo a las reglas y formalidades plateadas por este deporte británico. Las elites respondieron a estas
reglas y muy pronto las carreras en la pista de Peralvillo encontraron una importancia social y política para los
líderes de la república restaurada.
37
GALÍ BOADELLA, Montserrat, Cultura y política en el México conservador: la lotería de la Academia
Nacional de San Carlos (1843-1860), México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Ediciones de
Educación y Cultura, 2012.
38
LORENZO RÍO, María Dolores, “De juego prohibido a negocio afortunado: Empresarios y políticos hacia
una gestión pública de las loterías en México, 1915-1933”, en Tzintzun. Revista de Estudios Históricos, n° 60,
19
Tesis de doctorado Introducción
María Dolores Lorenzo analiza el período 1915-1933, para mostrar cómo el Estado
mexicano explotó la lotería y de qué manera los gobiernos se apoyaron en esta agencia para
conseguir dinero y articular sus acciones.
20
Tesis de doctorado Introducción
41
CHAZKEL, Amy, Laws of Chance: Brazil’s Clandestine Lottery and the Making of Urban Public Life,
Durham, Duke University Press, 2011; de la misma autora, “Beyond Law and Order: The origins of the Jogo
do Bicho in Republican Rio de Janeiro”, en Journal of Latin American Studies, vol. 39, n° 3, Londres,
Cambridge University Press, 2007, pp. 535-565.
42
FERREIRA SOARES, Simone S., O jogo do bicho: A saga de um fato social brasileiro, Rio de Janeiro,
Bertrand Brasil, 1993; HERSCHMANN, Micael y LERNER, Kátia, Lance de sorte: O futebol e o jogo do bicho
na Belle Èpoque carioca, Rio de Janeiro, Diadorim Editora, 1993.
43
AGUIRRE, Carlos y BUFFINGTON, Robert (eds.), Reconstructing Criminality in Latin America, Wilmington,
Jaguar Books, 2000.
44
MAGALHÃES, Felipe Santos, Ganhou leva… Do vale impresso ao vale o escrito: Uma história social do
jogo do bicho no Rio de Janeiro (1890-1960), Universidade Federal do Rio de Janeiro, 2005.
21
Tesis de doctorado Introducción
Villa Isabel, donde el Barón Drummond –flamante propietario del zoo– ideó la entrega de
un ticket para cada visitante. En cada ticket podía verse la figura impresa de un animal, de
entre 25 seleccionados por el Barón, que eran depositados en una caja y sorteados a las
cinco de la tarde de cada día. La ingeniosa invención de este singular sorteo pronto fue
tratada como un escándalo por la prensa local y declarada ilegal en abril de 1895. A pesar
de su carácter ilícito, esta forma de lotería se volvió exitosa entre los habitantes de Río y los
tickets con animales comenzar a poblar las calles cariocas desde una multiplicidad de
puntos de venta. La perspectiva abordada por Magalhães muestra el universo ilegal de la
venta del jogo do bicho, en mercados, agencias o a través de numerosos vendedores
ambulantes que hicieron de las pequeñas apuestas una forma de vida.
45
MAYO, Carlos A. (dir.), Juego, sociedad y Estado en Buenos Aires (1730-1830), La Plata, Editorial de la
Universidad Nacional de La Plata, 1998.
46
PASTORIZA, Elisa y TORRE, Juan Carlos, “Mar del Plata, un sueño de los argentinos”, en MADERO, Marta y
DEVOTO, Fernando (comps.), Historia de la vida privada en la Argentina: La Argentina entre multitudes y
soledades. De los años treinta a la actualidad, tomo III, Buenos Aires, Taurus, 2000; PASTORIZA, Elisa,
“Sociedad y política en la construcción de una ciudad turística de masas. Mar del Plata en los años 30”, Tesis
de Maestría en Historia, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata, 1999.
47
PASTORIZA, Elisa, La conquista de las vacaciones: Breve historia del turismo en la Argentina, Buenos
Aires, Edhasa, 2011.
22
Tesis de doctorado Introducción
nacional durante el siglo XX.48 Además, el caso de Mar del Plata ha sido puesto en
perspectiva comprada con otras ciudades balnearias del Uruguay y Chile.49
Por otra parte, los trabajos centrados en la construcción de caminos han analizado
cómo diversos puntos turísticos se fueron acercando geográfica y simbólicamente gracias a
las políticas viales desarrolladas en la Argentina durante los años treinta.50 Estas
transformaciones materiales de rutas, carreteras y redes camineras demuestran la fuerte
presencia estatal durante esos años.51 La construcción de la Argentina como un territorio
posible de ser recorrido estuvo en estrecha relación con un conjunto de expertos estatales
inspirados en las trayectorias camineras norteamericanas.52 Además, el amplio consumo de
automóviles posicionó a la Argentina en un lugar privilegiado del mercado automotriz a
escala mundial.53 Con el alto volumen de automóviles que comenzaron a circulan –“a
velocidad cinética”– por las flamantes rutas estatales, deteniéndose cada tanto en los puntos
estratégicos del Automóvil Club, el país se llenó de viajeros aficionados. 54
En este contexto, el caso de Mar del Plata resulta paradigmático para pensar el
juego: en el pasaje de ciudad balnearia de elite a ciudad masiva, abierta a todas las clases
sociales, el casino ocupó un lugar central. Los trabajos de Marcelo Pedetta dedicados a ese
48
PASTORIZA, Elisa (dir.), Un mar de memorias: Historias e imágenes de Mar del Plata, Buenos Aires,
Edhasa, 2009. En este trabajo se reúnen textos de Graciela Barbería, Mónica Bartolucci. María Coira, Susana
Delgado, Bettina Favero, Juan Fergunson, Marcelo Pedetta, Melina Piglia, Talía Pilcic, Gerardo Portela y
Fernanda Reis.
49
PASTORIZA, Elisa (edit.), Las puertas al mar: Consumo, ocio y política en Mar del Plata, Montevideo y
Viña del Mar, Buenos Aires, Editorial Biblos, 2002.
50
BALLENT, Anahí, “Kilómetro cero: la construcción del universo simbólico del camino en la Argentina de
los años treinta”, en Bol. Inst. Hist. Argent. Am. Dr. Emilio Ravignani [online]. 2005, nº 27, pp. 107-136. Ver
también, de la misma autora, Las huellas de la política: Vivienda, ciudad, peronismo en Buenos Aires, 1943-
1955, Buenos Aires, Editorial Universidad Nacional de Quilmes/Prometeo 3010, 2005.
51
Ver “Sección tres. Ciudades y caminos: el espacio como problema del Estado”, en PLOTKIN, Mariano B. y
ZIMMERMANN, Eduardo (comps.), Los saberes del Estado, Buenos Aires, Edhasa, 2012, pp. 153-211.
52
GRUSCHETSKY, Valeria, “Saberes sin fronteras. La vialidad norteamericana como modelo de la Dirección
Nacional de Vialidad, 1920-1940”, en PLOTKIN, Mariano B. y ZIMMERMANN, Eduardo (comps.), Los saberes
del Estado, ob. cit., pp. 185-211.
53
GIUCCI, Guillermo, La vida cultural del automóvil. Rutas de la modernidad cinética, Buenos Aires,
Editorial Universidad Nacional de Quilmes/Prometeo 3010, 2007.
54
PIGLIA, Melina, Automóviles, turismo y carreteras como problemas públicos: los clubes de automovilistas y
la configuración de las políticas turísticas y viales en la Argentina (1918-1943), Tesis de doctorado, Facultad
de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 2009.
23
Tesis de doctorado Introducción
proceso presentan el principal avance sobre política y juego. 55 De acuerdo con el autor,
desde el surgimiento de Mar del Plata como ciudad turística, el casino fue uno de sus
principales atractivos. La trayectoria del Casino de Mar del Plata reconoce tres etapas, que
se condicen con los sucesivos cambios de perfil de la ciudad que lo cobija. La primera de
ellas transcurrió entre 1889, fecha de inauguración de la primera sala de juegos en la
ciudad, y 1936, cuando los casinos pasaron a la órbita provincial. El rasgo fundamental de
este primer casino fue su carácter elitista, aristocrático. El comienzo de la segunda etapa
está signado por la llegada de Manuel Fresco a la gobernación de la provincia de Buenos
Aires. Durante su gestión, Mar del Plata fue escenario de una experiencia que, bajo el lema
“democratizar el balneario”, desplegó una variedad de políticas públicas e iniciativas
privadas que permitieron el acceso e sectores más amplios de la sociedad a sus atractivos
turísticos. Entre estas políticas, se destacan las referentes a los casinos y las salas de
entretenimientos. El proyecto de ampliación del espectro social de veraneantes se vio
plasmado, entre otras acciones, a través de la construcción del complejo Casino Hotel
Provincial y el desplazamiento de las elites veraneantes hacia el sur. Con el cambio de
carácter que experimentó Mar del Plata, al dejar de ser una villa balnearia exclusiva para
convertirse en una ciudad turística de masas, su casino pasó de ser un exclusivo salón
administrado por particulares y frecuentado por los hacendados más ricos del país, a
transformarse en una de las salas de juego más grandes del mundo, propiedad del Estado
provincial. Esta etapa se extendió hasta 1944, fecha en la que los casinos fueron
nacionalizados y formaron parte de la Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos, durante
el primer gobierno peronista, lo que dio inicio a la tercera etapa periodizada por Pedetta. 56
55
PEDETTA, Marcelo, La Fuente de los deseos: El Casino durante la democratización de Mar del Plata.
Políticas públicas, empleados y prácticas de sociabilidad (1936-1955), Tesis doctoral de la Universidad
Nacional de Mar del Plata, en producción; “Cara y Cruz. Estado, juego oficial y juego clandestino antes de
1936”, en Fuera de la ley. Jornadas de discusión sobre delito, policía y justicia en perspectiva histórica
(siglos XIX y XX), Buenos Aires, Universidad de San Andrés, 17-19 de junio de 2010.
56
PEDETTA, Marcelo, “Las políticas públicas sobre los casinos durante la gestión de M. Fresco (Buenos Aires,
1936–1940)”, en XIII Jornadas Interescuelas Departamentos de Historia, 10 al 13 de agosto de 2011,
Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca.
24
Tesis de doctorado Introducción
treinta.57 Allí se siguen algunas hipótesis de Oscar Troncoso: los británicos difundieron, a
lo largo del siglo XIX, renovados hábitos de ocio al aire libre en la Ciudad de Buenos Aires
y sus alrededores al incorporar deportes como las carreras y el polo, pero también el
cricket, el tenis, el remo, la esgrima, el golf y el fútbol, que dotaron de estatus a los sectores
que los practicaban. Estos deportes requerían de un tiempo libre que, en un primer
momento, sólo fue una posibilidad para los sectores encumbrados. Si bien con el cambio de
siglo estos deportes se fueron popularizando y diseminando a sectores más amplios de la
sociedad, su ejercicio continuó siendo un sinónimo de refinamiento cultural. En esta
redefinición del ocio, los deportes ecuestres como el polo y las carreras a la inglesa fueron
exponentes paradigmáticos de un proceso en el que un conjunto de pruebas hípicas
tradicionales como la cinchada, la pechada, la corrida de la bandera y el juego de caña
fueron desapareciendo.58 La creación del Jockey Club en 1882 reforzó la dimensión
distinguida del Hipódromo Argentino de Palermo al tomarlo a su cargo y se extendió al
hipódromo emplazado en San Isidro en 1935.59 Como ha señalado Leandro Losada, el
atractivo que la afición por las carreras de caballos despertó en la haute ilustra el sustancial
éxito del Jockey Club. 60 Desde el campo de la antropología, Eduardo Archetti ha indagado
estos mismos procesos de estilización cultural centrándose –a través del fútbol, el tango y el
polo– en la construcción de los mundos morales de la masculinidad en la Argentina
moderna.61
57
CECCHI, Ana V., La timba como rito del pasaje…, ob. cit., 2013.
58
TRONCOSO, Oscar A., Juegos y diversiones en la Gran Aldea, Buenos Aires, Centro Editor de América
Latina, 1981. Ver también, del mismo autor, “Las formas del ocio”, en ROMERO, José Luis y ROMERO, Luis
Alberto, Buenos Aires. Historia de cuatro siglos, tomo II, “Desde la ciudad burguesa (1880-1930) hasta la
ciudad de masas (1930-2000)”, Buenos Aires, Grupo Editor Altamira, 2000.
59
JOCKEY CLUB, Breve reseña de su obra desde su fundación en 1882 hasta el 31 de Agosto de 1917, Buenos
Aires, 1917, pp. 4-6; “Acta de la Fundación del Jockey Club”, en JOCKEY CLUB, Reglamento Interno, Buenos
Aires, 1897.
60
LOSADA, Leandro, La alta sociedad en la Buenos Aires de la Belle Èpoque, Buenos Aires, Siglo Veintiuno
Editores, 2008, pp. 188-197.
61
ARCHETTI, Eduardo P., Masculinidades: Fútbol, tango y polo en la Argentina. Buenos Aires, Editorial
Antropofagia, 2003; El potrero, la pista y el ring: Las patrias del deporte argentino, Buenos Aires, Fondo de
Cultura Económica, 2001; Estilos y virtudes masculinas en El Gráfico: La creación del imaginario del fútbol
argentino”, en Desarrollo Económico. Revista de Ciencias Sociales, vol. 35, n° 139, octubre-diciembre de
1995, Buenos Aires, pp. 419-442.
25
Tesis de doctorado Introducción
El largo período que aborda este trabajo permite explorar los orígenes del turf en la
Argentina y su relación con la cultura británica local. Roy Hora muestra cómo el turf se
convirtió en una de las principales aficiones –y fuente de inversión– de las elites patricias,
hasta llegar a transformarse en un verdadero furor nacional y experimentar, finalmente, un
lento pero persistente retroceso desde el segundo cuarto del siglo XX hasta el presente. Esta
historia del turf argentino pone en el centro de la escena una serie de elementos culturales
hasta ahora desatendidos. Entre ellos, el protagonismo de los caballos argentinos que
llegaron a contar con renombre y fama internacional: la pasión por los caballos Botafogo y
Grey Rex desbordaba las tribunas transformando al Hipódromo Argentino de Palermo en la
arena más famosa de toda América Latina. Por otra parte, las proezas de jockeys como
Leguisamo marcaron la profesionalización y democratización del turf, junto con el
despliegue de cronistas especializados como fue el caso de Last Reason. Este trabajo indaga
también sobre la fuerte afición que el turf encontró en figuras paradigmáticas del star
system local, como Carlos Gardel y José Razzano, y los tangos que tienen a este universo
como centro de atención y observación. Por último, este relato permite abordar un
62
HORA, Roy, Historia del turf argentino, ob. cit.
26
Tesis de doctorado Introducción
escenario en el que se entrecruzan nombres claves de las elites abocadas a la cría de pura
sangres, debates y cuestionamientos a esta afición por parte de las clases medias y la
masividad de un espectáculo que hasta mediados del siglo XX plagaba las tribunas de
espectadores de sectores populares. Así, el trabajo de Roy Hora presenta al turf como
principal deporte de masas que constituyó el entretenimiento central de la ciudad. Esta
investigación desoye las fuentes y las voces del sentido común que señalaban que la
sociedad porteña era contraria a las visitas al hipódromo, para demostrar que la importancia
del turf hizo de la sociedad argentina hasta los años cuarenta “una nación de carreristas” 63.
63
Ibíd., p. 14.
64
Ibíd., p. 14.
65
MORENO, José Luis (comp.), La política social antes de la política social (caridad, beneficencia y política
social en Buenos Aires, siglos XVII a XX), Buenos Aires, Trama Editorial / Prometeo Libros, 2000.
66
Según Zimmermann, la emergencia de lo social como campo de intervención estatal no implica en la
27
Tesis de doctorado Introducción
Por otra parte, el período abordado por esta tesis es más acotado que el de la
investigación de Hora, y analiza los cambios producidos por el juego a partir de marcos
legales específicos que buscaron ordenar estas prácticas en la ciudad. En este sentido,
pretendemos estudiar la relación entre juego, legalidad e ilegalidad, y analizar la relación en
torno a las apuestas entre sociedad, policía y justicia. Nuestra perspectiva se nutre de los
trabajos de Ricardo Salvatore, Juan Suriano, Eduardo Zimmermann y Sandra Gayol,
quienes han contribuido al análisis de los cambios y rupturas que se produjeron en Buenos
Aires entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del XX. 69 Como ha señalado Ricardo
Argentina una ruptura o contradicción con las ideas liberales predominantes en el país durante el siglo XIX,
como se podría suponer. Antes que la ausencia total de un Estado o la inexistencia de una política social, lo
que se observa en Argentina, desde el último tercio del siglo XIX, es la conformación de un complejo y
articulado dispositivo institucional y discursivo de intervención sobre la sociedad urbana. Ver ZIMMERMANN,
Eduardo, Los Liberales reformistas: La cuestión social en la Argentina 1890-1916, Buenos Aires,
Sudamericana, 1995; “Los intelectuales, las ciencias sociales y el reformismo liberal: Argentina, 1890-1916”,
en revista Desarrollo Económico, vol. 31, nº 124, Buenos Aires, 1992. Ver también SURIANO, Juan (comp.),
La cuestión social en Argentina, 1870-1943, Buenos Aires, Editorial La Colmena, 2004y MOREYRA, Beatriz
I., “La historiografía argentina sobre la cuestión social en la modernidad liberal (1900-1930)”, en REMEDI,
Fernando J. y RODRÍGUEZ MORALES, Teresita (eds.), Los grupos sociales en la modernización
latinoamericana de entre siglos: Actores, escenarios y representaciones (siglos xix-xx), Córdoba/Santiago de
Chile, Centro de Estudios Históricos “Prof. Carlos S. A. Segreti/Centro de Estudios Culturales
Latinoamericanos (Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile), 2011, pp. 21-48.
67
LORENZO RÍO, María Dolores, “De juego prohibido a negocio afortunado…”, ob. cit., pp. 170-203. Ver
también, de la misma autora, El Estado como benefactor: Los pobres y la asistencia pública en la ciudad de
México, 1877-1905, México, Centro de Estudios Históricos/El Colegio de México Publicaciones, 2011.
68
Ver PLOTKIN, Mariano B. y ZIMMERMANN, Eduardo (comps.), Los saberes del Estado, ob. cit., y, de los
mismos autores, Las prácticas del Estado: Política, sociedad y elites estatales en la Argentina del siglo xx,
Buenos Aires, Edhasa, 2012.
69
SALVATORE, Ricardo D., “The Normalization of Economic life: Representations of the Economy in
Golden-Age Buenos Aires, 1890-1913”, en Hispanic American Historical Review, vol. 81, n° 1, Durham,
febrero de 2001, pp. 1-44; SURIANO, Juan, Anarquistas: Cultura y política libertaria en Buenos Aires, 1890-
1910, Buenos Aires, Manantial, 2001; La cuestión social en Argentina…, ob. cit.; ZIMMERMANN, Eduardo,
Los Liberales reformistas: La cuestión social en la Argentina 1890-1916, Buenos Aires, Sudamericana, 1995;
GAYOL, Sandra, Sociabilidad en Buenos Aires: Hombres, honor y cafés 1862-1910, Buenos Aires, Ediciones
del Signo, 2000; de la misma autora, Honor y duelo en la Argentina moderna, Buenos Aires, Siglo Veintiuno
Editores, 2008.
28
Tesis de doctorado Introducción
70
SALVATORE, Ricardo D., “The Normalization of Economic life…”, ob. cit.
71
Ver INGENIEROS, José, “Prólogo”, en GÓMEZ, Eusebio, La “mala vida” en Buenos Aires, Buenos Aires,
Juan Roldán Editor, 1908.
72
Ver SURIANO, Juan, Anarquistas: Cultura y política libertaria en Buenos Aires, 1890-1910, ob. cit.
73
Ibíd., p. 46.
74
La Ley 4144 de Residencia, presentada por Miguel Cané en el Congreso, se sancionó en 1902 y permitió a
sucesivos gobiernos reprimir la organización de los trabajadores, expulsando principalmente a extranjeros
anarquistas y socialistas. En este sentido, el trabajo de Juan Suriano resulta el principal referente sobre el
tema: SURIANO, Juan, Trabajadores, anarquismo y Estado represor: De la Ley de Residencia a la Ley de
29
Tesis de doctorado Introducción
Compartimos con Roy Hora el diálogo con los aportes de la historia social y
cultural.76 Las investigaciones de Andrea Matallana sobre “la locura por la radio” en los
años veinte y la difusión del tango han resultado claves para repensar ciertos circuitos y
audiencias a escala nacional e internacional.77 La investigación de Carolina González
Velasco sobre el ocio y el espectáculo en la Buenos Aires de los años veinte y treinta ha
permitido poner en valor la pregunta por las diversiones predilectas de los porteños, la
importancia de la calle Corrientes y el esplendor de sus teatros en el período de
entreguerras.78 Por su parte, Cristiana Schettini ha realizado valiosos aportes para pensar el
Defensa Social (1902-1910), Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1988. El estudio de esta sanción
legal en el largo plazo ha permitido observar que estas expulsiones también tomaron por objeto de
intervención a extranjeros vinculados al mundo del delito. Para un tratamiento de la Ley de Residencia y su
relación con los proxenetas, ver SCHETTINI, Cristiana, “Conexiones trasnacionales: Agentes encubiertos y
tráfico de mujeres en los años 1920”, en Nuevo Mundo. Mundos Nuevos [revista en línea], noviembre de
2014. Para un tratamiento de las consecuencias de la ley y los delincuentes viajeros, ver GALEANO, Diego,
“Delincuentes viajeros y cooperación policial transnacional en América del Sur, 1890-1920”, Texto inédito
presentado en el XXX Congreso Internacional de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), San
Francisco, 23-26 de mayo de 2012. Ver también, del mismo autor, Criminosos viajantes, vigilantes modernos:
Circulações policiais entre o Rio de Janeiro e Buenos Aires, 1890-1930, Tesis de doctorado, Rio de Janeiro,
Universidade Federal do Rio de Janeiro, 2012. Ver también NAZAR, Mariana, “Estado de derecho y
excepcionalidad: Algunas prácticas de control social sobre trabajadores durante el primer peronismo”, en VIII
Reunión de Antropología del Mercosur: Diversidad y poder en América Latina, Buenos Aires, Universidad
Nacional de General San Martín, 29 de septiembre al 2 de octubre de 2009.
75
Retomamos la perspectiva de PALACIO, Juan M., La paz del trigo: Cultura legal y sociedad local en el
desarrollo agropecuario pampeano, 1890-1945, Buenos Aires, Edhasa, 2004. Ver también PALMA
ALVARADO, Daniel (ed.), Delincuentes, policías y justicias. América Latina, siglos xix y xx, Santiago,
Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2015. Ver también BRANGIER PEÑAILILLO, Víctor, “Hacia la
construcción de un esquema de administración de justicia en Chile en el Siglo XIX. El papel ambivalente de
los jueces letrados: Entre las culturas jurisdiccionales y el legalismo”, en Correa Gómez, María J. (coord.),
Justicia y vida cotidiana en Valparaíso. Siglos XVII-XX, Santiago, Acto Editores/Universidad Andrés Bello,
2014, pp. 34-57y ZIMMERMANN, Eduardo (ed.), Judicial Institutions in Nineteenth-Century Latin America,
Institute of Latin American Studies, University of London, 1999.
76
GAYOL, Sandra y MADERO, Marta (eds.), Formas de historia cultural, Buenos Aires, Prometeo Libros,
2007.
77
MATALLANA, Andrea, Qué saben los pitucos. La experiencia del tango entre 1910 y 1940, Buenos Aires,
Prometeo Libros, 2008; de la misma autora, Locos por la radio: Una historia social de la radiofonía en la
Argentina, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2006. Ver también PUJOL, Sergio, Valentino en Buenos Aires: Los
años veinte y el espectáculo, Buenos Aires, Emecé, 1994.
78
GONZÁLEZ VELASCO, Carolina, Gente de teatro: Ocio y espectáculos en la Buenos Aires de los años veinte,
Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2012.
30
Tesis de doctorado Introducción
mundo de las cancionistas y las realidades contractuales que guiaban el universo poco
explorado de la “noche porteña” y sus vericuetos menos conocidos.79
Las investigaciones de Schettini convergen con otra línea de trabajos que, a partir de
inexplorados archivos policiales, indagan el intercambio policial y delictivo entre las
ciudades latinoamericanas de Buenos Aires, Río de Janeiro y Montevideo. 80 Una renovada
ola de trabajos historiográficos sobre la policía argentina –de la ciudad de Buenos Aires, las
provincias y los territorios nacionales– ha reconfigurado las relaciones entre policía y
sociedad, revalorizando la importancia de esta agenda temática para las ciencias sociales. 81
En este sentido, los estudios de Lila Caimari y Osvaldo Barreneche son los principales
referentes de la historia de la ley, la policía y su savoir faire en la Argentina moderna.82
79
SCHETTINI, Cristiana, “Los transformistas en el varieté de comienzos de siglo XX”, en Jornadas “La noche
porteña. Perspectivas históricas”, Universidad de San Andrés, 15 y 16 de noviembre de 2012.
80
GARCÍA FERRARI, Mercedes y GALEANO, Diego, “El bertillonage en el espacio atlántico sudamericano”, en
Criminocorpus, revue hypermédia [En ligne], Bertillon, bertillonnage et polices d'identification, Articles, mis
en ligne le 19 mai 2011, consulté le 08 mars 2013; BOHOSLAVSKY, Ernesto, CAIMARI, Lila y SCHETTINI,
Cristiana (comps.), La policía en perspectiva histórica: Argentina y Brasil (del siglo XIX a la actualidad),
Buenos Aires, ediciones del autor, 2009, CD-ROM: ISBN 978-978-05-6880-3.
81
Ver los trabajos nucleados en torno a las jornadas Fuera de la ley. Jornadas de discusión sobre delito,
policía y justicia en perspectiva histórica (siglos XIX y XX), Buenos Aires, Universidad de San Andrés,
Buenos Aires, 17 y 18 de junio de 2010 y Policía, justicia y sociedad en la Argentina moderna, Buenos Aires,
27 y 28 de septiembre del 2012, Universidad de San Andrés, Sede Capital, coordinadas por Eduardo
Zimmermann y Lila Caimari. En especial, BARRY, Viviana, Orden en Buenos Aires. Policías y modernización
policial, 1890-1910, Buenos Aires, Tesis de Maestría, IDAES-UNSAM, 2009; GALEANO, Diego, Escritores,
detectives y archivistas: La cultura policial en Buenos Aires, 1821-1910, Buenos Aires, Teseo, 2009;
Galeano, Diego y Kaminsky, Gregorio (coord.), Mirada (De) Uniforme. Historia y crítica de la razón
policial, Buenos Aires, Teseo, 2011; BARRENECHE, Osvaldo y GALEANO, Diego, “Nota sobre las reformas
policiales en la Argentina, siglos XIX y XX”, en MASQUELET, Héctor (dir.), Cuadernos de Seguridad:
Publicación del Consejo de Seguridad Interior. Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, n° 8,
Buenos Aires, 2008, pp. 73-112; GARCÍA FERRARI, Mercedes, Ladrones conocidos / Sospechosos reservados:
Identificación policial en Buenos Aires, 1880-1905, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2010; RICO, Alejandra,
Policías, soldados y vecinos. Las funciones policiales entre las funciones rivadavianas y la caída del régimen
rosista, Universidad Nacional de Luján, Tesis de Maestría, 2008.
82
CAIMARI, Lila (comp.), La ley de los profanos: Delito, justicia y cultura en Buenos Aires (1870-1940),
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2007; de la misma autora, Apenas un delincuente: Crimen,
castigo y cultura en la Argentina, 1880-1955, Buenos Aries, Siglo Veintiuno Editores, 2004. Ver también
BARRENECHE, Osvaldo, Dentro de la ley, todo: La justicia criminal en Buenos Aires en la etapa formativa del
sistema penal moderno de la Argentina, La Plata, Ediciones Al Margen, 2001.
31
Tesis de doctorado Introducción
son las arcas policiales: sus memorias, revistas, fotografías y objetos secuestrados. 83 El
último libro de Caimari explora las transformaciones geográficas y materiales del mundo
del delito en el que se renuevan pistoleros, policías y periodistas del período 1920-1945:
nuevas rutas, nuevas armas automáticas y flamantes automóviles manejados por bandas con
chaufers modifican las modulaciones delictivas y las intensas representaciones sobre la
ciudad, el suburbio y la policía de la Capital.84 La pesquisa de Caimari se encuentra en
sintonía con la reciente investigación de Paul Vanderwood, en la que se exploran las rutas
de San Diego a Aguas Calientes para retratar las travesías de gangsters, mafiosos y estrellas
de Holywood.85 Estas singulares trayectorias entre México y Estados Unidos convergen en
la suntuosidad del Casino Resort de Aguas Calientes, y abren nuevas preguntas y futuras
líneas de trabajo.
La tesis se organiza en 5 capítulos, cada uno de los cuales busca describir y analizar
distintos aspectos del mundo de las apuestas y su relación con la sociedad y el Estado. De
esta manera, en cada capítulo se propone un ejercicio en el cual se “desarma” alguna de las
partes del mundo del juego para estudiarlas en particular, pero sin perder de vista ni la
relación con el todo ni la imbricación que cada una de estas piezas tenía en la sociedad.
32
Tesis de doctorado Introducción
El Capítulo 3 recorre una ciudad de Buenos Aires pocas veces explorada, que tiene
por protagonistas a los allanamientos nocturnos. La Ley 4097 de Represión del juego
obligó al cierre de todo lugar de apuestas no permitido y habilitó a la policía de la Capital a
realizar allanamientos sin orden judicial cuando se tuviera semiprueba del desarrollo de
apuestas prohibidas en lugares sin personería jurídica. Como se mostrará a lo largo del
86
KORN, Francis, Buenos Aires 1895: Una ciudad moderna, Buenos Aires, Editorial del Instituto, 1981, p. 12.
87
MORENO, José Luis (comp.), La política social antes de la política social…, ob. cit.
88
MOREYRA, Beatriz I., “La historiografía argentina sobre la cuestión social en la modernidad liberal (1900-
1930)”, ob. cit., pp. 21-48.
33
Tesis de doctorado Introducción
capítulo, el mejor momento para esa irrupción probatoria sorpresiva resultó ser la noche. A
partir de noviembre de 1902 y hasta la sanción de los edictos policiales de 1932, se
convirtió en una práctica habitual la intervención policial en clubes sociales a mitad de la
noche, la detención de apostadores y trabajadores de los garitos y la incautación de
elementos ilícitos para la ejecución de las apuestas. La amenaza del allanamiento y la
mirada policial sobre la delgada línea que separa las asociaciones con personería jurídica de
los garitos de juego ilegal marcó las formas de sociabilidad nocturnas de la ciudad de
Buenos Aires del período y el modus operandi de agentes policiales y capitalistas del juego.
34
Tesis de doctorado Introducción
de Beneficencia Nacional. La suerte está echada y, como dicen los timberos, “el que no
arriesga no gana”.
3. Fuentes utilizadas
Las fuentes que apoyan esta investigación son diversas. Las Memorias de la
Comisión Municipal, las Actas del Concejo Deliberante y las Ordenanzas Municipales
permitieron indagar el modo en que la prohibición del juego de la lotería en la ciudad tuvo
un carácter cambiante en las últimas décadas del siglo XIX. Esta serie de transformaciones
la llevaron de ser una lotería prohibida, perseguida por la policía, a ser una lotería manejada
por el Municipio, hasta convertirse en la Lotería de Beneficencia Nacional, que nutre y
organiza las arcas estatales. Asimismo, los diarios de sesiones de las Cámaras de Senadores
y Diputados ilustran los debates en torno a estas leyes sobre juego y los sentidos que
llevaron a su sanción definitiva. En este derrotero, resultaron documentos sugerentes la
posición internacional con respecto al tratamiento de los animales de la Sociedad Argentina
Protectora de Animales y las memorias de Sarmiento. Por otra parte, el Anuario Estadístico
de la Ciudad de Buenos Aires (1891-1923) permitió ilustrar la dimensión material del juego
en el ámbito urbano.
90
Las Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto se publicaron hasta 1913, cuando se
interrumpieron por una década, y luego retomaron en el período 1924-1933; cuentan con un anexo sobre
beneficencia en el que se elevaba un informe completo de las Damas de la Sociedad de Beneficencia –
dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto desde 1889– y un apartado sobre los montos y
las obras financiadas por la Lotería de Beneficencia Nacional.
91
Ver MAGALHÃES, Felipe Santos, Ganhou leva… ob. cit.; CHAZKEL, Amy, Laws of Chance: Brazil’s
Clandestine Lottery and the Making of Urban Public Life, ob. cit.
35
Tesis de doctorado Introducción
de lo ilegal.
Por otra parte, a partir de las Memorias de la Lotería de Beneficencia Nacional del
período 1895-1944, nos adentraremos primero en la inauguración de la Biblioteca
Nacional, dado que el discurso de Paul Groussac es un elemento clave para sintetizar un
clima de época alrededor de la administración de la lotería y su gestión de obra pública. En
segundo lugar, indagaremos los antecedentes de la Lotería de Beneficencia Nacional,
centrándonos en su período municipal. En tercer lugar, observaremos cómo la Lotería de
Beneficencia Nacional se incorporó al organigrama estatal bajo la órbita del Ministerio de
Relaciones y Culto, regida por un Reglamento General que determinó el elenco de
funcionarios que la integrarían. En cuarto lugar, estudiaremos la repartición de decenas
entre agencieros y la Sociedad de Beneficencia de la Capital a partir de un decreto de 1910,
que estableció una separación entre las decenas entregadas a los agencieros patentados –que
continuarían bajo la administración de la Lotería– y las decenas destinadas a beneficencia
–administradas desde entonces por la Sociedad de Beneficencia de la Capital. Por último,
nos centraremos en las loterías extraordinarias y el amplio abanico de obras financiadas por
estos sorteos.
92
CAIMARI, Lila, Mientras la ciudad duerme: Pistoleros, policías y periodistas en Buenos Aires, 1920-1945,
ob. cit.; de la misma autora, Apenas un delincuente…, ob. cit. Ver también GARCÍA FERRARI, Mercedes,
Ladrones conocidos / Sospechosos reservados: Identificación policial en Buenos Aires, 1880-1905, ob. cit.;
GALEANO, Diego, Escritores, detectives y archivistas…, ob. cit.; del mismo autor, ““En nombre de la
seguridad: Lecturas sobre policía y formación estatal” en Cuestiones de Sociología, nº 4, 2007, pp. 102-128.
Ver también BARRENECHE, Osvaldo y GALEANO, Diego, “Nota sobre las reformas policiales en la Argentina,
siglos XIX y XX”, ob. cit.
93
BARRY, Viviana, “Lecturas de policías. La Revista de Policía de la ciudad de Buenos Aires”, en Papeles de
trabajo: La revista electrónica del IDAES, nº 3, año II, Buenos Aires, junio de 2008.
36
Tesis de doctorado Introducción
94
Ver BARRENECHE, Osvaldo, “Jueces, policías y la administración de la justicia criminal en Buenos Aires,
1810-1950”, GAYOL, Sandra y KESSLER, Gabriel (comps.), Violencias, delitos y justicias en la Argentina,
Buenos Aires, Manantial, 2002, pp. 207-224; del mismo autor, Dentro de la ley, todo: La justicia criminal en
Buenos Aires en la etapa formativa del sistema penal moderno de la Argentina, ob. cit.
95
Como ha señalado Lila Caimari, la historia de la División Investigaciones de la Policía de la Capital está
por escribirse debido a las limitaciones del acceso a sus archivos: “Descendiente de la Comisaría de Pesquisas
creada y dirigida por José Álvarez (Fray Mocho) en 1885, es un área fundamental de la Policía de la Capital.
Con sede en la jefatura Central, su jurisdicción abarca toda la ciudad. Además de las áreas destinadas a la
represión política, incluye reparticiones vinculadas a delitos complejos que requieren inteligencia, como
Defraudaciones y Estafas o Robos y Hurtos”. Ver CAIMARI, Lila. Mientras la ciudad duerme…, ob. cit., p.
229. Entre sus dependencias figura la sección Leyes Especiales, de las que la Ley 4097 forma parte. El acceso
a los años 1917 a 1922 resultaron claves para asegurar la continuidad de los allanamientos y los arrestos.
Lamentablemente, no hemos podido acceder todavía al resto del período.
96
LEARS, Jackson, Something for Nothing: Luck in America, Nueva York, Viking Press, 2003.
37
Tesis de doctorado Introducción
documental de Daniel Scroggins97 nos permitió identificar los títulos de las aguafuertes
referidas al juego –que desde agosto de 1928 llevaron la firma de Arlt 98– y construir una
serie que describe un universo de quinieleros, hombres que sueñan números, juegan y
pierden; “fijas”, trampas, “tongos” y “muchos, muchos millones de pesos”.
97
SCROGGINS, Daniel C., “Lista de artículos publicados por Roberto Arlt en el diario El Mundo entre el 19 de
Mayo de 1928 y el 24 de Abril de 1933”, en Las aguafuertes porteñas de Roberto Arlt. Publicadas en El
Mundo. 1928-1933, Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1981.
98
SAÍTTA, Sylvia, El escritor en el bosque de ladrillos. Una biografía de Roberto Arlt, Buenos Aires,
Debolsillo, 2008.
99
LAGMANOVICH, David, “Letras de tango en el sistema literario argentino posterior al modernismo:
continuidad y ruptura”, en RÖSSNER, Michael (ed.), “¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!”: El fenómeno tanguero y la
literatura. Actas del Coloquio de Berlín, 13-15 de febrero de 1997, Madrid/Frankfurt,
Iberoamericana/Vervuert, 2000.
38
CAPÍTULO 1
BUENOS AIRES: MODERNIZACIÓN Y JUEGO
Introducción
100
“La lotería del millón. El poseedor del billete favorito”, en Caras y Caretas, Año IV, nº 169, 28 de
diciembre de 1901.
101
Ibíd.
102
Ibíd.
103
“La lotería del millón”, en Caras y Caretas, Año II, nº 65, 30 de diciembre de 1899.
39
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
jugadores apuntando los números premiados durante los sorteos extraordinarios y de las
colas frente al edificio de Belgrano 666, donde se confirmaba que, año a año, en la
ciudad de Buenos Aires se renovaban las ilusiones y las esperanzas puestas en los
billetes ganadores.
104
MAYO, Carlos A. (dir.), Juego, sociedad y Estado en Buenos Aires (1730-1830), La Plata, Editorial de
la Universidad Nacional de La Plata, 1998.
105
La Prensa, 5 de diciembre de 1898.
40
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
El crédito desaparece, los bancos cierran las puertas, las industrias se paralizan, el
trabajo disminuye, los salarios descienden y se produce una carestía de todos los
artículos de primera necesidad, la vida se hace difícil: en una palabra, la miseria
aparece con su cortejo obligado de males: el ocio, la prostitución, el vicio y
108
finalmente el delito.
106
Ver ROMERO, José Luis, “La ciudad burguesa” y SCOBIE, James y RAVINA DE LUZZI, Aurora, “El
centro, los barrios y el suburbio”, en ROMERO, José Luis y ROMERO, Luis Alberto, Buenos Aires. Historia
de cuatro siglos, tomo II, “Desde la ciudad burguesa (1880-1930) hasta la ciudad de masas (1930-2000)”,
Buenos Aires, Grupo Editor Altamira, 2000, pp. 9-17 y 167-187, respectivamente.
107
ROMERO, José Luis, “La ciudad burguesa”, ob. cit.
108
DELLEPIANE, Antonio, Cap X “Movimiento criminal”, en Anuario Estadístico de la Ciudad de
Buenos Aires AñoI-1891, Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, Buenos Aires, 1892.
109
GERCHUNOFF, Pablo; ROCCHI, Fernando y ROSSI, Gastón, Desorden y progreso. Las crisis económicas
argentinas, 1870-1905, Buenos Aires, Edhasa, 2008. KORN, Francis y ROMERO, Luis Alberto,
“Introducción”, en KORN, Francis y ROMERO, Luis Alberto, Buenos Aires / Entreguerras: La callada
transformación 1914-1945, Buenos Aires, Alianza, 2006, p. 10. Ver también HALPERÍN DONGHI, Tulio,
41
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
“Una ciudad entra en el siglo XX”, en GUTMAN, Margarita y REESE, Thomas (eds), Buenos Aires 1910:
El imaginario para una gran capital, Buenos Aires, Eudeba, 1999, p 59.
110
SALVATORE, Ricardo D., “The Normalization of Economic life: Representations of the Economy in
Golden-Age Buenos Aires, 1890-1913”, en Hispanic American Historical Review, vol. 81, n°1, Durham,
febrero de 2001, pp. 1-44.
111
Ver INGENIEROS, José “Prólogo”, en GÓMEZ, Eusebio, La “mala vida” en Buenos Aires, Buenos
Aires, Juan Roldán Editor, 1908.
112
La Prensa, 5 de diciembre de 1898.
42
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
En 1890 habían pasado veinte años de la puesta en circulación del primer tranvía
porteño, en marzo de 1870.116 Durante ese mismo año, se fundaron las empresas de
Tranways Gran Nacional, Nueva Buenos Aires y Metropolitana, gracias a lo cual la
ciudad pasó a contar con nueve compañías de tranvías que sumaban un total de 396
113
Ver ZIMMERMANN, Eduardo, “La sociedad entre 1870 y 1914”, en Academia Nacional de la Historia,
Nueva historia de la Nación Argentina, Tomo IV-Tercera Parte: La configuración de la República
independiente 1810-c.1914, Buenos Aires, Planeta, 2000. Ver también HALPERÍN DONGHI Tulio, “Una
ciudad entra en el siglo XX”, ob. cit., pp. 55-66; KORN, Francis, “Población y vivienda en Buenos Aires”,
en KORN, Francis, Buenos Aires, mundos particulares, 1870-1895, 1914-1945, Buenos Aires,
Sudamericana, 2004, pp. 11-20.
114
MARTÍNEZ, Alberto, Tercer Censo Nacional - Censo del Comercio-Fortuna Nacional- Diversas
estadísticas, Tomo VIII, Buenos Aires, Talleres Gráficos de L. J. Rosso y Cía., 1916.
115
ROCCHI, Fernando, “Inventando la soberanía del consumidor: Publicidad, privacidad y revolución del
mercado en Argentina, 1860-1940”, en MADERO, Marta y DEVOTO, Fernando (comps.), Historia de la
vida privada en la Argentina: La Argentina plural, 1870-1930, tomo II, Buenos Aires, Taurus, 1999.
116
RONCÉ, Marcelo, Historia de los medios de transporte y su influencia en el desarrollo urbano de la
Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Compañía de Tranvías Anlgo-Argentina, 1925. Los poderes
públicos representados por el gobernador Emilio Castro y Pedro Agote “no dieron oído a estas quejas y la
gran empresa que debía transformar rápidamente a la ciudad acortando las distancias, haciendo posible la
diseminación de los habitantes en una vasta zona se llevó con decisión adelante”. Tres años después ya
existían seis compañías en pleno funcionamiento entre las cuales se transportaron, durante el año 1873, la
cantidad de 12.150 pasajeros. Las primeras empresas de tranways que se establecieron en Buenos Aires
fueron las de Lacroze Hermanos, cuyos coches recorrían la calle Cangallo desde la esquina de Suipacha
hasta la estación 11 de Septiembre; la del ferrocarril Sud, que conducía a los pasajeros desde la plaza
Constitución a la estación Lima y Moreno; la del ferrocarril del Norte, que unía la estación del Retiro con
la Plaza 25 de Mayo; la de Méndez Hermanos, que recorría un circuito formado por las calles Belgrano,
Balcarce, Cuyo, Rioja y Caridad; y la de Billinghurst, que ligaba la plaza de la Recoleta con la del Sur.
43
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
117
Datos extraídos del cuadro “Movimiento de tranways de la ciudad de Buenos Aires desde el año 1873
(Conclusión)”, en Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires Año I-1891, ob. cit., p. 229.
118
Ver RONCÉ, Marcelo, ob. cit., p. 11.
119
“Vehículos” y “Ferrocarriles”, en Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires Año I-1891, ob.
cit., p. 233.
120
Sobre este punto ver el pionero y completo análisis de SCOBIE, James R., Buenos Aires: Del centro a
los barrios 1870-1910, Buenos Aires, Solar/Hachette, 1977.
44
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
Con 8.771 faroles a gas y 4.433 a kerosene encendidos durante el año 1890, las
calles de la ciudad porteña triunfaban sobre la noche.122 Con 42 funciones y un total de
33.106 concurrentes, el Teatro Ópera había recaudado durante 1891 un producto
absoluto de 166.094,50 $ M/N, mientras que el Politeama recaudó 124.210,50 $ M/N
con 190 funciones y 100.944 asistentes. El Teatro Colón compartía con el Politeama la
temporada lírica, cuyo consumo alcanzó un desarrollo tan significativo entre el público
porteño que llegó a hacer de Buenos Aires –entre 1870 y 1910– uno de los puntos
obligados en el itinerario mundial de las reconocidas figuras del género. La asistencia a
uno u otro teatro configuraba cierta diferenciación entre las audiencias que, dentro del
teatro, se presentaban como un público fuertemente estratificado a través de la
ocupación de los espacios destinados a los espectadores. La estratificación entre plateas,
cazuelas y paraíso parecía reproducir las diferencias existentes puertas afuera.123
121
Para una historia del alumbrado en Buenos Aires, ver LIERNUR, Jorge F. y SILVESTRI, Graciela, “El
torbellino de la electrificación”, en LIERNUR, Jorge F. y SILVESTRI, Graciela, El umbral de la metrópolis:
Transformaciones técnicas y cultura en la modernización de Buenos Aires (1870-1930), Buenos Aires,
Sudamericana, 1993, pp. 9-96. Ver también VERGARA, Raúl, Historia del alumbrado público de la
Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Imprenta Biaoco, 1946, pp. 1-31; ROSA, José María, Pequeña
historia de la electricidad en nuestro país, Folleto, Rosario, Imprenta del Sindicato de Luz y Fuerza de
Santa Fe, 1937.
122
“Servicio de alumbrado público de la ciudad de Buenos Aires en el quinquenio 1887-1891”, en
Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires Año I-1891, ob. cit., 1892, p. 599.
123
PASOLINI, Ricardo, “La ópera y el circo en el Buenos Aires de fin de siglo. Consumos teatrales y
lenguajes sociales”, en MADERO, Marta y DEVOTO, Fernando (comps.), Historia de la vida privada en la
Argentina: País antiguo. De la colonia a 1870, tomo I, Buenos Aires, Taurus, 1999, pp. 228-273.
124
Ver MARECHAL, Leopoldo, Historia de la Calle Corrientes, Buenos Aires, Paidós, 1967, pp. 82-88;
MARTÍNEZ, Alberto, “Lugares de recreo”, en Estudio Topográfico e Historia Demográfica de la Ciudad
de Buenos Aires, en Censo general de población, edificación, comercio e industrias de la Ciudad de
45
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina: Levantado en los días 17 de agosto, 15 y 30 de
septiembre de 1887, tomo I y II, Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco, 1889, pp.
152- 161; “Movimiento de los teatros 1890-1895”, en Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires
Año V-1895, Buenos Aires, Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, 1896, p. CVII; “Teatros”, en
Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires Año I-1891, ob. cit., pp. 577-584.
125
“Cafés con y sin billar”, en Censo general de población, edificación, comercio e industrias de la
Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina: Levantado en los días 17 de agosto,
15 y 30 de septiembre de 1887, ob. cit., p. 225.
126
GAYOL, Sandra, Sociabilidad en Buenos Aires: Hombres, honor y cafés 1862-1910, Buenos Aires,
Ediciones del Signo, 2000, pp. 75-80.
127
BALLVÉ, Antonio, Monografías policiales: Juegos de azar y otros prohibidos, Imprenta y
encuadernaciones de E. Landreau & Co, Buenos Aires, 1899.
128
Orden del Día del 16 de mayo de 1896.
129
La significativa importancia que el verde y su pureza dignificante tanto física como moralmente
encontró para el discurso higienista de fines del siglo XIX ha sido ampliamente indagada por la
historiografía reciente. Los principales referentes de esta problemática, que han sido fuente de
fundamento de la presente formulación, son los siguientes: GORELIK, Adrián, La grilla y el parque:
Espacio público y cultura urbana en Buenos Aires, 1887 -1936, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes
Editorial, 1998; “La idea del verde en la ciudad moderna. Buenos Aires 1870-1940”, en Entrepasados,
Año V, n° 10, pp. 9-21; del mismo autor, “La ciudad verde”, en ARMUS, Diego, La ciudad impura: Salud,
tuberculosis y cultura en Buenos Aires, 1870-1950, Buenos Aires, Edhasa, 2007, pp. 47-60.
46
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
130
Armus Diego, “La ciudad verde”, ob. cit., pp. 47-60.
131
Ver LOSADA, Leandro, “El paseo de Palermo y el corso de las flores”, en LOSADA, Leandro, La alta
sociedad en la Buenos Aires de la Belle Èpoque, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2008, pp. 240-
26.
132
La Vanguardia, 19 de mayo de 1894.
133
Clemente Onelli citado por DEL PINO, Diego, Historia del Jardín Zoológico Municipal, Buenos Aires,
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Cuadernos de Buenos Aires, Ediciones de la
Municipalidad, 1979.
47
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
134
Revista del Jardín Zoológico de Buenos Aires, Año1893, Tomo I.
135
Ibíd.
136
Ibíd.
137
Ibíd.
138
Con el cambio de siglo el número de concurrentes al Zoológico fue aumentado exponencialmente.
Para el año 1910 se registraron un total de 1.401.449 visitantes, de los que 186.520 accedieron en forma
gratuita. Ver “Movimiento Jardín Zoológico”, en Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires
1910-1911, Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, Buenos Aires, 1912, p. 415.
139
Ver las discusiones en torno a la legalidad e ilegalidad del duelo en la ciudad de México: SPECKMAN
GUERRA, Elisa, “El último duelo: Opiniones y resoluciones en torno al lance Verástegui-Romero, (Ciudad
de México, 1894)”, en DI LISCIA, María Silvia y BOHOLAVSKY, Ernesto (eds.), Instituciones y formas de
control social en América Latina (1840-1940): Una revisión, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2005. Para
el caso de Buenos Aires, ver GAYOL, Sandra, “Elogio, deslegitimación y estéticas de las violencias
urbanas: Buenos Aires, 1870-1920”, en GAYOL, Sandra y KESSLER, Gabriel (comps.), Violencias, delitos
y justicias en la Argentina, Buenos Aires, Manantial, 2002; de la misma autora, Honor y duelo en la
Argentina moderna, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2008.
48
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
140
Registro Oficial de leyes, decretos y resoluciones de la República Argentina del año 1810 a 1920,
Taller de impresiones Oficiales, La Plata, 1924, p. 4.
141
Ibíd., pp. 4, 11, 401 y 606.
142
VIQUEIRA ALBÁN, Juan P., ¿Relajados o reprimidos?: Diversiones públicas y vida social en la ciudad
de México durante el Siglo de las Luces, México, Fondo de Cultura Económica, 1987, p. 33.
49
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
maderas los vallados, “trayendo cada cual a cuestas las tablas de sus asientos” 143. Hasta
fines del siglo XVIII no hubo en Hispanoamérica plazas construidas destinadas a la lidia
de toros, ya que generalmente se improvisaba el circo de torero en la Plaza Mayor. Sin
embargo, con el tiempo, el Cabildo contrató “andamieros” que pronto se trasformaron
en expertos constructores de las graderías que la institución colonial alquilaba al público
en general. El precio era de cinco reales la vara y muchos aficionados alquilaban
siempre el mismo espacio.144
En Buenos Aires, los balcones del Cabildo ofrecían un excelente y cómodo lugar
para las autoridades civiles –virrey, oidores, regidores, alcaldes y miembros de las capas
altas– y religiosas del virreinato. Era un escenario ideal para mirar y ser vistos. La tropa
encargada de mantener el orden tenía asientos fijos reservados. Los palcos de madera,
que se desmontaban al final del espectáculo, no eran todos iguales, ya que existían
niveles de graduación que reflejaban el prestigio social de la persona que lo ocupaba.
Los problemas por los lugares en los palcos se multiplicaron en la segunda mitad del
siglo XVIII como consecuencia de las reformas borbónicas, que crearon nuevos puestos
dentro del gobierno virreinal y generaron conflictos en las corridas, dado que era
imposible dotar de lumbreras (lugares con sombra) a todos los funcionarios. Era lógico:
el balcón del Cabildo no podía resistir el peso de tanta burocracia virreinal.145
143
PILLADO, José A., Buenos Aires, edificios y costumbres, Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de
Billetes de Banco, 1910, p. 244.
144
GUERRERO, Gilda, “Toros en Buenos Aires”, en Todo es Historia, n° 26, 1969.
145
FERNÁNDEZ, Ángela y CABREJAS, Laura, “Las corridas de toros en el Buenos Aires Colonial (1730-
1830)” en MAYO, Carlos A. (dir.), Juego, sociedad y Estado en Buenos Aires (1730-1830), La Plata,
Editorial de la Universidad Nacional de La Plata, 1998.
50
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
podían instalar sillones de a dos reales” 146. La plaza de Monserrat funcionó hasta
octubre de 1799, cuando el Virrey Avilés firmó la orden para su demolición. Durante
ese período de ocho años, se celebraron 114 corridas, que produjeron 7.200 pesos para
el empedrado y 5.700 pesos para el contratista.
De acuerdo con Antonio Pillado, hasta 1810, año en que las corridas de toros
empezaron a decaer como un aspecto de la reacción antiespañola, los funcionarios y las
familias distinguidas mantenían con esta práctica una relación de obligatoriedad signada
por su posición social: “Las familias distinguidas no asistían a las corridas de toros por
interesarse en los lances de la lidia, sino por cumplir con las condiciones de forma y
etiqueta que traían aparejadas las fiestas oficiales”150.
146
A.G.N. Sala IX 30-4-7 (leg. 31, exp. 20) Interior – El expediente se inicia el 23 de abril de 1791 y
finaliza el 17 de diciembre de 1792. Hace referencia a las cláusulas y condiciones para la explotación de
la plaza de Monserrat.
147
WILDE, José A., Buenos Aires desde setenta años atrás, Buenos Aires, Biblioteca de La Nación,
Buenos Aires, 1908, p. 94.
148
A.G.N. Sección gobierno, Cabildo de Buenos Aires, Propios 1800-1802, IX 22-2-2.
149
MARILUZ URQUIJO, José M., El Virreinato del Río de la Plata en la época del Marqués de Avilés
(1799-1801), Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1964, p. 376.
150
PILLADO, José A., Buenos Aires, edificios y costumbres, ob. cit., p. 316.
51
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
Las riñas de gallos también fueron introducidas por los españoles, pero no se
reglamentaron hasta mediados del siglo XIX. En 1782 el Cabildo inició un expediente
con motivo de la apertura de un lugar para la riña de gallos –ubicado en el centro de la
ciudad y conocido como La Ranchería– con el objetivo de mantener la Casa de Niños
Expósitos. Este reñidero fue explotado por Pedro Albano, quien para los años 1804 y
1805 pagó al Cabildo la suma de 160 pesos en concepto de arrendamiento. A pesar de
este antecedente, las fuentes parecen indicar que, a diferencia de El juego de gallos en
Nueva España154, en la ciudad de Buenos Aires las riñas de gallos se reglamentaron de
151
MYERS, Jorge, “Una revolución en las costumbres: las nuevas formas de sociabilidad de la élite
porteña, 1800-1860”, en MADERO, Marta y DEVOTO, Fernando (comps.), Historia de la vida privada en
la Argentina: País antiguo. De la colonia a 1870, tomo I, Buenos Aires, Taurus, 1999, p. 122.
152
MANSO, Juan M., El plano de la Ciudad y el Egido de Buenos Aires de 1817.
153
MYERS, Jorge, “Una revolución en las costumbres…”, ob. cit., p. 122.
154
SARABIA VIEJO, María Justina, El juego de gallos en Nueva España, Sevilla, Escuela de Estudios
Hispano-Americanos, 1972.
52
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
Dicha práctica estaba tan legalizada en la ciudad de Buenos Aires que en 1861 el
jefe de la policía, Rafael Trilles, detalló un reglamento minucioso sobre las reglas de
compostura que debía guardar el público asistente: “Las personas concurrentes
guardarán el mayor orden y no podrán proferir palabras obscenas dentro del circo, ni
cometer acciones que ofendan la moral pública”158. Estaba prohibido parase en los
asientos, poner los pies en los asientos de adelante, “todo bullicio en ciertos casos de la
riña”159, así como invadir el circo de pelea. Al aceptarse como legítima la riña de gallos
en la Ciudad de Buenos Aires, la policía controlaba que esta forma de sociabilidad se
rigiera de acuerdo al mentado reglamento.
155
Ver Reglamento para el reñidero de gallos, Buenos Aires, Imprenta de “La Revista”, 1858.
156
En el Plano Topográfico de la Ciudad de Buenos Aires y de todo el Municipio: San José de Flores y
Barracas al Sur de 1867, puede verse el lugar ocupado por el Hueco de Monserrat en el período.
MALAVER, Antonio, Plano Topográfico de la Ciudad de Buenos Aires y de todo el Municipio: San José
de Flores y Barracas al Sur de 1867.
157
OCHOA, Pedro O., “La riña de gallos: seducción de ricos y pobres”, en Todo es Historia, nº 28, año III,
Buenos Aires, agosto de 1969, p. 28.
158
Reglamento policial sancionado el 18 de marzo de 1861.
159
Ibíd.
53
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
Ud. ha comprendido que le falta a nuestra Capital esos adornos utilísimos que la
hagan una verdadera ciudad y no una simple aglomeración de casas donde se agita
una colmena humana. Esa gran parte de nuestra población que trabaja toda la
semana necesita y debe tener donde pasar su día de descanso alegremente. Nuestro
Parque podría servir a ese objeto, pero carece de bastantes atractivos para inducir al
pueblo a costear el pasaje del tranvía o llegarse a pie. Para admirar una flor, un
árbol o un paisaje, se necesita cierto grado de cultura que no siempre se encuentra
entre la gente de trabajo, mientras que la salvaje e imponente mirada de un león
africano o de un tigre de Bengala, las proporciones enormes de un elefante o la
espantosa fealdad de un hipopótamo, despiertan mayor curiosidad y proporcionan
mayor distracción a la multitud y un niño lo abandona todo por presenciar las mil
travesuras de un mono. Y de la multitud de los niños es de quien debe Ud.
preocuparse, pues los privilegiados de la fortuna tienen medios de distracción. Esto
es comprendido y Ud. que ha viajado sabe que en todo el continente europeo no
hay ciudad de mediana importancia que no tenga un zoológico, que es el punto de
reunión favorito de las multitudes. 160
Todos sabrán, menos los animales, que hay unos protectores que no tienen a
quienes socorrer: sello, comisiones, actas, presidentes; todo menos animales
socorridos en un año: ¿por qué? Porque el Ministerio apenas tiene tiempo de
rascarse y hace cuatro meses que la sociedad protectora anda de Herodes a Pilatos
sin que la despachen.162
160
VIÑAS, David, De Sarmiento a Dios: Viajeros Argentinos a USA, Buenos Aires, Sudamericana, 1998.
161
Las obras completas de Sarmiento se encuentran en la Sala de Referencia del sexto piso de la
Biblioteca Nacional. Ver BELÍN SARMIENTO, Augusto, Índice analítico de las obras completas de
Sarmiento, Buenos Aires, Sociedad de Estudios Bibliográficos Argentinos, 2000.
162
SARMIENTO, Domingo F., “El sello de la sociedad argentina”, El Nacional, 8 de agosto de 1882, en
SARMIENTO, Domingo F., Obras Completas, Buenos Aires, Editorial Luz del día, 1954, pp. 357-358.
54
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
asociación civil y alentaba a su par local: “once mil avisos testificados de vecinos que
acreditan dando su nombre y dirección que han presenciado otro tantos casos de
crueldad de animales”163. Esta Sociedad Protectora inglesa se erige como modelo e
ideal: “La sociedad ha quedado pues definitivamente organizada y ya la veremos entrar
en funciones y hacer sentir en Londres y en Inglaterra, la que ha servido de modelo a
todas las otras”164.
55
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
han acordado una rebaja del 33 1/3 por 100 a todas las personas autorizadas a
participar en este Congreso Internacional. Debe ser motivo de satisfacción íntima
para los que han trabajado por la organización de esta sociedad, y especialmente
para su presidente, General don Domingo Faustino Sarmiento, esta prueba de que
ya conoce en Europa algún resultado de los esfuerzos por implantar en esta patria
este nuevo elemento de civilización y de humanización. En momentos en que se
prepara la Sociedad a presentar un corto proyecto de ley al Congreso Argentino, es
una feliz coincidencia que así se llame la atención de nuestros legisladores a la
importancia creciente de los objetos que ocupan la atención de la “Sociedad
Argentina Protectora de Animales”, de común con las demás sociedades análogas
del mundo civilizado.168
Uno de los alcances del fluido intercambio internacional entre las Sociedades
Protectoras se centra en el apoyo de las policías a estas entidades civiles. En una nota de
1882 se informa a la Sociedad Argentina que la policía de Londres “suministra nueve
mil firmas más”:
En Buenos Aires, el gobierno y la policía, estando como están a mayor altura que
aquellos funcionarios ingleses, lejos de pedirle a sus congéneres aquí, están todavía
en duda si existe realmente la Sociedad Protectora de los Animales, no obstante
pasar de ciento veinte los socios, haber solicitado seis u ocho más, ser recibidos por
tales; tener sello, estar distribuyéndose diplomas sobre cartulina y de exquisito
168
Ibíd. y loc. cit.
169
SARMIENTO, Domingo F., “Sociedad Protectora de los Animales...”, ob. cit.
170
Ibíd., p. 93.
171
Ibíd.
56
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
dibujo y grabado, y estar en relación con las de otros países. Lo que falta es poder
obrar, y la policía celosa del cumplimiento de sus deberes no ha reconocido todavía
la conveniencia de que tales caballeros se pongan en contacto directo con los
vigilantes, a quienes deberán dirigirse cuando necesiten obrar pues, no teniendo los
socios facultades, no pueden hacer cumplir la leyes.172
172
Ibíd., pp. 365-366.
173
Ley 2786 de Protección de los animales (Arts. 1 y 2).
174
Ibíd. (Art. 3).
175
Ibíd. (Art. 4).
176
Ibíd. (Art. 1).
57
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
Cabe destacar que la crítica a las riñas de gallos en la ciudad coincide con la
apertura del Hipódromo Argentino de Palermo, inaugurado en mayo de 1876.178 Como
ha observado Roy Hora, si bien la inauguración de este primer hipódromo –con un
cerco perimetral erigido para impedir el libre acceso del público– contaba con una
infraestructura que prometía una mejora en la calidad del espectáculo, este hecho no se
produjo de inmediato y muchos espectadores se abrieron paso a la fuerza destruyendo el
cercado, lo cual dio lugar a numerosos disturbios y a una inauguración “nada
decente”179. No obstante, como veremos a continuación, el Hipódromo Argentino se
convirtió en la arena más famosa de América Latina, en la que interactuaba la poderosa
elite que poseía el control institucional del hipódromo como espectáculo y era
propietaria de los caballos, así como también los jinetes profesionales que exhibían sus
destrezas en las pistas y los aficionados que poblaron las tribunas populares.180 Además,
el Hipódromo Argentino de Palermo se consolidó como un espacio simbólico desde el
cual las elites vertieron sobre el resto de la sociedad ciertos hábitos y prácticas valoradas
socialmente. De acuerdo con Hora, si bien los hipódromos en Buenos Aires no nacieron
siendo plebeyos sino perteneciendo a las elites, el éxito de las carreras de caballos en la
ciudad de Buenos Aires se explica por la cercanía de sus habitantes con la población
equina, con la que tempranamente se consolidaron vínculos cercanos y afectivos. 181
En sintonía con algunas metrópolis europeas, Buenos Aires contaba en 1890 con
dos hipódromos en los que se corrían carreras en pistas circulares, regidas por detallados
reglamentos de largada denominados “a la inglesa”: el Hipódromo Nacional, situado en
el barrio de Belgrano, y el Hipódromo Argentino, ubicado en Palermo. Como hemos
planteado en la introducción, el Hipódromo Argentino de Palermo fue fundado primero
por un núcleo de irlandeses, y luego pasó a pertenecer a la sociedad Jockey Club (desde
1883 a 1953). En 1887 se inauguró el Hipódromo Nacional en los terrenos que hoy
177
OCHOA, Pedro O., “La riña de gallos: seducción de ricos y pobres”, ob. cit., p. 5.
178
La Prensa, 9 de mayo de 1876.
179
La Prensa, 9 de mayo de 1876; La Pampa, 9 de mayo de 1976; La Campaña, 9 de mayo de 1976,
citados en HORA, Roy, Historia del turf argentino, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2014.
180
HORA, Roy, Historia del turf argentino, ob. cit., 2014.
181
Ibíd., pp. 37-64.
58
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
ocupa el club Atlético River Plate, en el que también comenzaron a correrse carreras a
la inglesa, y que fue asiduamente concurrido por el público hasta su clausura en 1913. 182
Desde mediados del siglo XIX, las carreras “al estilo inglés” fueron
deslegitimando las antiguas carreras “cuadreras”184 con su estilo criollo, y significaron
un renovado modelo de civilización al adoptar las reglas y el universo cultural en
materia de entretenimientos públicos introducidos por los británicos.185 El primer
hipódromo para correr carreras “a la inglesa” se habilitó en los terrenos del británico
Diego White, en Saavedra, durante 1849, fundando así la Foreign Amateur Racing
Society. En 1857 el primitivo hipódromo se trasladó hasta Belgrano a un terreno
delimitado por las actuales calles La Pampa, Melián, Olazábal y Crámer. Las carreras a
la inglesa se popularizaron en este hipódromo de Belgrano que –regido por el primer
reglamento de carreras sancionado el 11 de julio de 1869 por una comisión especial de
la Sociedad Rural Argentina– duró hasta 1875.186
59
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
En relación con la gran fiesta de inauguración del Palacio del Jockey Club en
1897, Francis Korn ha marcado que “no hay que olvidar que sin caballos no hay Jockey
Club”190. Tres características comunes se amalgaman, de acuerdo al análisis de Korn,
para calificar socialmente a sus miembros: o eran criadores de caballos, o eran
aficionados al turf, o eran amigos de Pellegrini o de alguno de sus amigos criadores de
caballos o aficionados al turf. Se asociaron cien señores, que acudieron al llamado de
Pellegrini, a quien –según Groussac– “sus gustos de sportmen le habían llevado a notar
la falta de una sociedad hípica sólidamente organizada y capaz de substituirse a las que,
bajo nombres diversos, no habían logrado larga existencia ni acción eficaz” 191.
187
JOCKEY CLUB, Breve reseña de su obra desde su fundación en 1882 hasta el 31 de Agosto de 1917,
Buenos Aires, 1917, pp. 4-6. “Sus propósitos”, “Acta de la Fundación del Jockey Club”, en JOCKEY
CLUB, Reglamento Interno, Buenos Aires, 1897.
188
LOSADA, Leandro, “La alta sociedad en busca del refinamiento”, en LOSADA, Leandro, La alta
sociedad en la Buenos Aires de la Belle Èpoque, ob. cit., pp.188-197.
189
“Reglamento de carreras, Capítulo Primero “Stud Book”, en JOCKEY CLUB, Comisión Directiva para
1903-1904, Buenos Aires, 1905. Ver también, MÜLLER, Robert, El Jockey Club de la Calle Florida,
Buenos Aires, Centro Multimedia de la Biblioteca del Jockey Club, 1997.
190
KORN, Francis, “La vida social”, en ROMERO, José Luis y ROMERO, Luis Alberto, Buenos Aires.
Historia de cuatro siglos, tomo II, “Desde la ciudad burguesa (1880-1930) hasta la ciudad de masas
(1930-2000)”, Buenos Aires, Grupo Editor Altamira, 2000.
191
GROUSSAC, Paul, Los que pasaban, Buenos Aires, Sudamericana, 1939, p. 214.
60
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
Las pruebas del éxito del Hipódromo Argentino de Palermo entre inicios del
siglo XX y los años treinta –demostradas por Roy Hora– ya no dan lugar a dudas: a
partir del cambio de siglo el Hipódromo Argentino de Palermo masificó sus
espectadores. Con un calendario de reuniones anuales preestablecidas, sus premios se
volvieron una cuestión de Estado; a ellos, asistía el presidente y los ministros.
Asimismo, a comienzos del siglo XX la presencia femenina de clase alta convirtió al
Hipódromo Argentino de Palermo en un hito del calendario social porteño, que la
prensa de esos años comenzó a cubrir no sólo en la sección deportiva sino también en
las notas sociales. Además, el público que poblaba las tribunas populares –si bien
complejo, heterogéneo y todavía difícil de describir– era inminentemente masivo y se
definía por oposición a la tribuna oficial.
192
Fija: (turf) convicción del apostador en el triunfo de un caballo en ESCOBAR, Raúl T., Diccionario
lunfardo del hampa y el delito, Buenos Aires, Distal, 2004.
193
Datos extraídos de la “Sección XIII: Diversiones y Juegos; Movimientos sportivos en los hipódromos
y casas de sport de La Capital: Concurrentes al Hipódromo”, en Anuario Estadístico de la Ciudad de
Buenos Aires 1900, 1910-1911, 1915-1923, Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de Billetes de
Banco.
61
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
194
HORA, Roy, Historia del turf argentino, ob. cit., 2014, p. 92.
195
Ibíd., pp. 93 y 92.
196
La Nación, 18 de noviembre de 1918.
197
La Capital, 18 de noviembre de 1918.
62
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
198
Crítica, 5 de mayo de 1924.
199
Datos elaborados a partir del cuadro “Movimiento de teatros en el quinquenio 1887-1891”, en Anuario
Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires Nº I-1891, ob. cit., p. 384.
200
MAMIER, Xavier, Buenos Aires y Montevideo en 1850, Buenos Aires, El Ateneo, 1948.
201
Ver “Lugares de recreo”, Estudio Topográfico de la Ciudad de Buenos Aires, en Censo General de
Población, Edificación, Comercio e Industrias de la Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la
República Argentina: levantado en los días 17 de agosto, 15 y 30 de setiembre de 1887, ob. cit., pp. 214-
215.
63
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
Desde que el juego de pelota ha tomado carta de ciudadanía entre nosotros y es hoy
espectáculo favorito de nuestro público como las carreras de caballo, se imponía la
erección de un local amplio y cómodo en armonía con nuestro grado de cultura y el
número siempre en aumento de los aficionados a este nuevo y atrayente sport. El
Frontón Nacional responde ampliamente a esta doble necesidad.203
En la calle Moreno entre Buen Orden y Tacuarí existió también una cancha
pública de pelotas conocida por el lenguaje popular como “Cancha Moreno”, a la que en
1887 concurrieron 5.090 espectadores de los sectores menos acomodados de la sociedad
porteña, y que se diferenciaba del Club de Pelota “sostenido por una asociación de
personas distinguidas”, que con 19 reuniones había recibido en el transcurso de 1887 a
14.400 concurrentes.204 A partir de 1894, la “Cancha Moreno” contó con un novedoso
sistema de iluminación eléctrica que le permitió realizar apuestas de sport nocturnas
sobre 422 partidos de frontones y 801 quinielas, con un total de apuestas de 309.976 $
M/N, que junto al Frontón Buenos Aires ascendieron a un total de apuestas de
2.141.089 $ M/N.205
Sin dudas, el Frontón Buenos Aires fue el principal lugar de juego de pelota,
quinielas y apuestas de la ciudad durante la última década del siglo XIX. Situado en la
calle Córdoba 1130, disponía de una cancha abierta y otra menor cerrada con una
202
LLANES, Ricardo M., “Primer estatuto del Frontón Nacional”, en LLANES, Ricardo M., Canchas de
pelota y reñideros de antaño, Buenos Aires, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, 1981, pp.23-
226.
203
Ibíd., pp.23-226.
204
Ver “Lugares de recreo”, Estudio Topográfico de la Ciudad de Buenos Aires, en Censo General de
Población, Edificación, Comercio e Industrias de la Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la
República Argentina: levantado en los días 17 de agosto, 15 y 30 de setiembre de 1887, ob. cit., pp.209-
217.
205
“Movimiento sportivo habido en los hipódromos, frontones y casas de sport de la Capital 1890-1895”,
en Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires 1896, ob. cit., p. 446. Hasta el año 1894 el registro
estadístico se detenía en las cantidades jugadas en el Frontón Buenos Aires. A partir de este año el
registro estadístico mantuvo índices separados de las cantidades jugadas en el Frontón de Moreno y en el
Frontón Buenos Aires.
64
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
capacidad para 2.500 personas sentadas. Había sido inaugurado en 1889 y el 13 de abril
de 1890 concentró 12.000 concurrentes en el acontecimiento cívico conocido como
“Meeting del Frontón”, que fue el prolegómeno de la revolución que estallaría el 26 de
julio de ese mismo año. El Frontón Buenos Aires fue también un criticado círculo de
apuestas. La sección “Espectáculos” que abre el periódico La Nación durante los años
1890-1899 cierra diariamente su pequeña columna con el anuncio “Frontón de Buenos
Aires, Extraordinario partido para la segunda hora de hoy”, en el que se informa el
nombre de los pelotaris contrincantes y los porcentajes pagados por las apuestas de
partidos y quinielas. El diario La Prensa publicó entre 1890 y 1900, en su sección
“Diversiones Públicas”, los remates para las quinielas y partidos concertados por la
empresa Frontón Buenos Aires. En los avisos puede leerse el detalle de cada
“extraordinario partido” en el que se describen las características de cada una de las
quinielas. A modo de ejemplo, podemos detenernos en un anuncio de junio de 1890: “1ª
Quiniela mano a mano a 10 tantos; 2ª Quiniela de dos contra dos a 10 tantos; 3ª
Quiniela mano a mano a 15 puntos”206.
A fines de 1890 el empresario del Frontón de Buenos Aires tuvo la feliz para él
pero perjudicial idea para el país, de alterar los partidos de pelota con otra llamada
“quinielas”, en la que un cuadro de doce o de quince jugadores, jugando cada cual
por su cuenta, se presenta a disputar el triunfo, es decir, llegar primero a realizar el
número de tantos que fija el programa. Luego, para que el público mate sus ocios,
mientras dura este partido, o asista con más entusiasmo a la lucha que se entabla, el
mismo empresario ha colocado pequeñas oficinas donde se venden boletos a favor
de todos los jugadores que entren en el partido. De esta fructífera iniciativa ha
nacido lo que se llama “venta de boletos de quinielas” y la cada día más extendida
afición del público por este juego. Lo mismo que en el sport de las carreras, en el
frontón se divide la cantidad entregada por los perdedores, entre los ganadores,
menos una comisión de 9% que el empresario se reserva como remuneración de
servicios. Los resultados de esta venta han sido tan extraordinarios tanto en el
Frontón como fuera de él, en las casas que se han abierto con este fin, que han
llamado la atención de la Municipalidad, la que le ha fijado un impuesto del 3%.
Los compradores de boletos de quinielas pagan pues, hoy un 12% por este juego;
pero asimismo, el monto de las cantidades jugadas mensualmente no desciende,
sino que, al contrario aumenta de una manera alarmante.207
206
La Prensa, 29 de junio de 1890.
207
Ver “Movimiento sportivo de los teatros año 1890”; “Frontones y “Cantidades de dinero jugadas en
las quinielas del Frontón de Buenos Aires durante el año 1891”, en Anuario Estadístico de la Ciudad de
Buenos Aires N°1-1891, ob. cit., pp. 583, 595-596.
65
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
pagaban este tipo de jugadas, así como todo tipo de “boletos de quinielas” que se
realizaban sobre los ganadores. En una crónica de La Nación de 1895 pueden leerse
algunos detalles de aquellas casas de apuestas:
En el interior, la opresión era muchísimo mayor. Entre la luz veñada por el humo
de cigarros habanos, de cigarros de paja, de cigarros Cavour, de Bahía y
paraguayos, de cigarrillos Sin Bombo, Sportmen o atorrantes, se veía un gran salón
enorme con grandes columnas. Un mostrador inmenso corre a todo lo largo, por el
costado izquierdo, al fondo otro mostrador, y al frente, otro mostrador. Las paredes
de la derecha están todas cubiertas de pizarras mecánicas, que suben y que bajan a
cada instante y en las que diversos empleados hacen sus anotaciones. Voces de
oferta y demanda, compra y venta de boletos de sport… Los empleados en el
mostrador inmenso no dan abasto (…). Hemos estado en la Bolsa, en la rueda y en
el salón de socios, en los momentos de pánico. Pues bien, la Bolsa en esos
momentos es un funeral al lado de cualquier noche en el Turf club. ¡Qué
concurrencia! Entre el humo y la ola de calor sofocante, entre la atmósfera que
ahoga y los pechos que se oprimen con toda la fuerza de la multitud que no cabe en
el recinto, entre el clamor de voces y trueno de conversación esforzadas para oírse
o el grito de los que transmiten órdenes. Hay militares, changadores, escribanos,
abogados, carniceros, estudiantes, menores de edad, médicos montepleros,
albañiles y yeseros con su blusa, vendedores de diarios y de lotería, cocheros,
ladrones retratados por la policía. Cuanto puede imaginarse en una ensalada que
desgraciadamente tiene olor a ajos, lo que sería mucho mejor… ¡Qué círculo de
Dante! Pero ¿qué hace toda esa gente? ¡Juega! ¿Cómo? Comprando boletos…
boletos para todos los caballos de las carreras, boletos a partidos y quinielas de
frontones, boletos a los partidos a las decenas o millares de loterías de Montevideo
o de la Capital, a la laza o la baja del oro; y como el juego tiene su interés
inmediato, porque el jugador no tiene paciencia, se juegan quinielas a la pelota, de
noche, en la cancha Moreno, a la luz eléctrica, y eléctricamente viene también al
Turf Club el resultado de cada una de esas quinielas que se va anotando en las
pizarras y los jugadores cobran entonces sus boletos, si han ganado o los rompen si
han perdido.208
Basta recorrer la prensa de la época para advertir que la palabra sport –que
originalmente surge dentro del ámbito del turf para definir los pronósticos acerca de un
inscripto, favorito o enemigo en las carreras de caballos que estaría en condiciones de
salvar el importe de la apuesta con una modestia ganancia– se extiende a una
constelación más amplia de apuestas mutuas sobre partidas de billar, frontones y
quinielas.209 En palabras del estadista Alberto Martínez:
208
La Nación, 4 de junio de 1895.
209
Para una definición más extendida del concepto de sport, ver ESCOBAR, Raúl, Diccionario lunfardo del
hampa y el delito, ob. cit., p. 369. Ver también NORVELLO, Roberto, Historia del Turf, Buenos Aires,
CEDAL, 1971.
66
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
juego público”. Así, sumada a las cantidades “jugadas en el sport, se juega una
fuerte suma de dinero en las apuestas que se celebran entre los particulares. Es
lícito suponer que estas representasen un 50% de las primeras, y entonces se tiene,
como suma total de lo jugado en las carreras de 1890, 23.427.496 pesos y en 1891,
18.203.168 pesos.210
Los registros estadísticos municipales sobre las carreras verificadas en los años
1889-1891 permiten ilustrar que el monto total de lo jugado en apuestas de caballos
ascendió durante el año noventa a 15.618.331 $ M/N, mientras que el total jugado en
“quinielas de Frontones” para 1891 llegó a 5.328.0906 $ M/N; 1.298.138 $ M/N
jugados en casas de sport que recibían quinielas de Pelotas y billar, y 4.030.768 $ M/N
jugados en los frontones “llamando la atención de la Municipalidad”211.
210
“Carreras”, en Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires Nº I-1891, ob. cit., pp. 591-592.
211
Los datos de referencia han sido elaborados a partir de un cruce de los cuadros “Estadística de las
carreras verificadas durante los años 1889-1891”; “Movimientos de teatros en el quinquenio 1887-1891”
y “Cantidades de dinero jugadas en las quinielas del Frontón de Buenos aires durante el año 1891”, en
Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires N°1-1891, ob. cit., y “Movimiento Sportivo en los
hipódromos, frontones y casa de sport de la Capital durante los años 1890-1895”, en Anuario Estadístico
de la Ciudad de Buenos Aires 1901, ob. cit., p. 446.
212
“Movimiento sportivo habido en los Hipódromos, Frontones y Casas de sport de la Capital, durante el
último decenio, años 1890-1900”, ob. cit.
67
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
M/N durante el año 1899, para perder su vitalidad con el cambio de siglo.213 Las
apuestas en quinielas de pelotas no sobrevivieron a la llegada del siglo XX. De
cualquier modo, el vocablo “quiniela” se convirtió –en lunfardo– en un sinónimo de las
apuestas clandestinas que subsistieron de forma paralela a la lotería oficial durante todo
el siglo XX.
213
“Estadísticas de las carreras verificadas en los años 1889-1891”, ob. cit., p. 593 y “Movimiento
sportivo habido en los Hipódromos de la capital durante los años 1890-1905” “Frontón Jugado en pesos
en quinielas de pelota”, ob. cit., p. 271.
214
Ley 3791, en Anales de Legislación Argentina, Buenos Aires, La Ley, Diario de Sesiones de la
Cámara de Diputados de la Nación, 1899, pp. 643-644 y 683. Diario de Sesiones de la Cámara de
Senadores de la Nación, 1899, pp. 485-486 y 491-492.
68
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
de julio en Beneficio del Sanatorium de Córdoba. 215 Durante este período la provisión
de agua potable en distintas provincias también se subvencionó con recursos
provenientes de la LBN. 216 Una característica común a los proyectos mencionados es
que en todos ellos los beneficiarios son distintos Estados provinciales, por lo cual no es
ilícito suponer que, entre fines del siglo XIX y principios del XX, el Estado nacional
utilizó los recursos provenientes del juego como un paliativo para las arcas
provinciales.217
69
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
Durante los primeros meses, el más serio inconveniente con que hemos chocado,
ha sido la morosidad en la impresión de los extractos, lo que se explica pues no
obstante la actividad desplegada por los empleados en todas las operaciones del
sorteo y en la corrección de pruebas, era necesario enviar a los originales a la
Compañía Sud Americana, encargada de la impresión y naturalmente que esto
implicaba la demora forzosa por la distancia, aparte de que el más leve error, tan
grave tratándose de los números del extracto, creaba dificultades, que traían
consigo una gran pérdida de tiempo. Por esta razón los gantes recibían sus
extractos de 8 a 9 pm, lo que como se comprenderá acusaba suma lentitud, si se
tiene en cuenta que la extracción terminaba de 2 a 3 de la tarde. La única forma de
zanjar esta dificultad, que principalmente venía a perjudicar a los agentes, era que
la administración adquiriese una imprenta que funcionase en su mismo local, lo
que tuve el honor de proponer a esta comisión, concediéndoseme autorización para
la compra de máquinas, tipos y demás útiles. (…) Una vez instalada la imprenta
tuvimos oportunidad de palpar las ventajas que nos proporcionaba, pues
actualmente no solo no se empieza el tiraje de extractos a las 3 y 30 pm, sino que
también se confeccionan los formularios de las oficinas. 221
En 1896 la LBN adquirió una máquina rotativa de la casa Maroni “que hace en
poco más de media hora el tiraje de 7.500 extractos, lo que permite sean entregados
inmediatamente a todos los agentes”222. Así, terminaban de perfeccionarse los talleres
gráficos de la lotería para entregar “los extractos en seguida de practicado el sorteo”. La
certificación y fiscalización de los sorteos estaría a cargo de un escribano responsable
de legalizar la repartición de las extracciones: “el punto más delicado de la lotería,
puesto que su exactitud y legalidad constituyen la base sobre la que descansa el crédito
y la confianza que el público deposita en una institución como la nuestra”223. La LBN
terminó entonces de definir un sistema de apuestas, recaudación y beneficencia cuyo
modelo continuaría vigente hasta la sanción de la ley de Lotería de Beneficencia
220
Lotería de Beneficencia Nacional, Libro de Actas, Tomo I, octubre de 1893 a julio de 1895, pp. 40 y
41.
221
Lotería de Beneficencia Nacional, Memoria y Balance General desde su fundación hasta diciembre de
1894, Buenos Aires, 1895, p. 4.
222
Memoria de la Lotería de Beneficencia Nacional correspondiente al ejercicio administrativo de 1896,
Buenos Aires, p. 3.
223
Memoria de Repartición de la Lotería de Beneficencia Nacional correspondiente al ejercicio
administrativo de 1895, Buenos Aires, p. 33.
70
Tesis de doctorado Capítulo 1: Buenos Aires: Modernización y juego
224
Para un análisis de las políticas sobre juego a nivel nacional y provincial a partir de los años treinta,
ver PEDETTA, Marcelo, La Fuente de los deseos: El Casino durante la democratización de Mar del Plata.
Políticas públicas, empleados y prácticas de sociabilidad (1936-1955), Tesis doctoral de la Universidad
Nacional de Mar del Plata, inédita.
225
El ermitaño adivinador de los números de la lotería mediante la explicación de sus sueños. 26.000
sueños explicados correspondientes a los 26.000 números de la lotería, Buenos Aires, Imprenta Archelli
y Marengo, 1918.
226
LEARS, Jackson, Something for Nothing: Luck in America, Nueva York, Viking Press, 2003.
71
CAPÍTULO 2
MIRAR DE CERCA A LA LOTERÍA DE BENEFICENCIA NACIONAL: ENTRE LA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA, LA SOCIEDAD DE BENEFICENCIA DE LA CAPITAL Y LOS VENDEDORES DE NUMERITOS.
BUENOS AIRES, 1895-1932
Introducción
227
BORGES, Jorge L., “La lotería en Babilonia”, en BORGES, Jorge L., Ficciones, Avellaneda, Emecé, 1997.
228
GROUSSAC, Paul, “Inauguración de la Biblioteca Nacional. ‘Discurso del Director’”, en Anales de la
Biblioteca: Publicación de documentos relativos al Río de la Plata, tomo II, Buenos Aires, Imprenta y casa
editora de Coni Hermanos, 1902, p. 365.
229
“Inauguración de la Biblioteca Nacional”, en Caras y Caretas, Año V, 4 de enero de 1902, p. 366.
230
“Inauguración de la Biblioteca Nacional”, ob. cit., p. 367.
72
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
En este sentido, este capítulo propone mirar de cerca las políticas públicas
financiadas por la denominada Lotería de Beneficencia Nacional en el período 1895-1932
con el objetivo de demostrar el amplio espectro de acciones a las que fueron destinados sus
fondos. La figura del Estado estará en el centro del análisis en la medida en que, a partir de
1895, define el monopolio de su manejo para la promoción de inversión pública tanto en
beneficencia –a partir de sus sorteos ordinarios– como en una arena más amplia de
acciones, producto de los sorteos extraordinarios. En efecto, la Ley 3313 de 1895 creó la
Lotería de Beneficencia Nacional bajo la premisa de garantizar la recaudación necesaria
231
GROUSSAC, Paul, “Inauguración de la Biblioteca Nacional. Discurso del Director”, ob. cit., p. 368.
232
PEDETTA, Marcelo, “Cara y Cruz. Estado, juego oficial y juego clandestino antes de 1936”, en Fuera de la
ley. Jornadas de discusión sobre delito, policía y justicia en perspectiva histórica (siglos xix y xx), Buenos
Aires, Universidad de San Andrés, 17-19 de junio de 2010; del mismo autor, La Fuente de los deseos: El
Casino durante la democratización de Mar del Plata. Políticas públicas, empleados y prácticas de
sociabilidad (1936-1955), Tesis doctoral de la Universidad Nacional de Mar del Plata, inédita.
73
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
233
Ver Ley 3313 en Anales de Legislación Argentina, Repertorio Años 1852-1954, Buenos Aires, La Ley,
pp. 333-334.
234
MORENO, José Luis (comp.), La política social antes de la política social (caridad, beneficencia y política
social en Buenos Aires, siglos XVII a XX), Buenos Aires, Trama Editorial / Prometeo Libros, 2000.
235
Ver ZIMMERMANN, Eduardo, Los Liberales reformistas: La cuestión social en la Argentina 1890-1916,
Buenos Aires, Sudamericana, 1995; “Los intelectuales, las ciencias sociales y el reformismo liberal:
Argentina, 1890-1916”, en revista Desarrollo Económico, vol. 31, nº 124, Buenos Aires, 1992. Ver también
SURIANO, Juan (comp.), La cuestión social en Argentina, 1870-1943, Buenos Aires, Editorial La Colmena,
2004y MOREYRA, Beatriz I., “La historiografía argentina sobre la cuestión social en la modernidad liberal
(1900-1930)”, en REMEDI, Fernando J. y RODRÍGUEZ MORALES, Teresita (eds.), Los grupos sociales en la
modernización latinoamericana de entre siglos: Actores, escenarios y representaciones (siglos xix-xx),
Córdoba/Santiago de Chile, Centro de Estudios Históricos “Prof. Carlos S. A. Segreti/Centro de Estudios
Culturales Latinoamericanos (Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile), 2011, pp. 21-48.
236
LORENZO RÍO, María Dolores, “De juego prohibido a negocio afortunado: Empresarios y políticos hacia
una gestión pública de las loterías en México, 1915-1933”, en Tzintzun. Revista de Estudios Históricos, n°
60, Morelia, julio-diciembre 2014, pp. 170-203.Ver también, de la misma autora, El Estado como benefactor:
Los pobres y la asistencia pública en la ciudad de México, 1877-1905, México, Centro de Estudios
Históricos/El Colegio de México Publicaciones, 2011.
74
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
histórica a las capacidades estatales para desarrollar políticas públicas. 237 Este recorrido
nos llevará, en primer lugar, a identificar las entidades financiadas por la Lotería y a
desglosar los mecanismos implicados en la repartición de decenas de loterías, para estudiar
luego el modo en que la Sociedad de Beneficencia se encargó de administrarlas.
237
Ver PLOTKIN, Mariano B. y ZIMMERMANN, Eduardo (comps.), Los saberes del Estado, Buenos Aires,
Edhasa, 2012; de los mismos autores, Las prácticas del Estado: Política, sociedad y elites estatales en la
Argentina del siglo XX, Buenos Aires, Edhasa, 2012.
238
Art. 7 del Reglamento de la Lotería de Beneficencia Nacional en Memoria de Relaciones Exteriores y
Culto Presentada al Honorable Congreso en 1901, Buenos Aires, Talleres Tipográficos de la Penitenciaría
Nacional, 1901.
239
Memoria de Relaciones Exteriores y Culto Presentada al Honorable Congreso Nacional Correspondiente
al año 1910-1911, Buenos Aires, Imprenta y casa Editora “Juan Alsina”, 1911.
240
PITA, Valeria S., La Sociedad de Beneficencia en el manicomio: La experiencia de administración y tutela
del Hospital de Mujeres Dementes, Buenos Aires, 1852-1890, Tesis de Doctorado, Universidad de Buenos
Aires, Facultad de Filosofía y Letras, 2009; de la misma autora, La casa de las locas: Una historia social del
Hospital de Mujeres Dementes, Buenos Aires, 1852-1890, Rosario, Prohistoria Ediciones, 2012.
75
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
para repartir las decenas de lotería y las tensiones entre cuadros estatales y matronas.241
Esta perspectiva también pretende retratar el problema de la distribución, venta y reventa
de billetes de lotería a un precio más elevado, varias veces presentado en las Cámaras. Este
tópico puso en tensión a diversas agencias estatales con una constelación de agencieros,
vendedores y revendedores de numeritos de lotería, que se han hecho visibles en otras
historiografías242, y que –perseguidos por la flamante policía de la Capital– se mantuvieron
durante todo el período en la delgada línea que separa lo legal de lo ilegal.
Este capítulo permite echar luz sobre las políticas en torno al juego gestionadas por
el Estado nacional y se inscribe, así, en la línea de trabajos iniciada por la obra colectiva de
Carlos Mayo.243 El Estado argentino mantuvo una postura ambigua y no legitimó dicha
actividad en forma definitiva hasta la Ley de Lotería de Beneficencia Nacional de 1895,
presentando un derrotero de marchas y contramarchas que ha sido detalladamente
indagado por los autores Oscar Elía y Pardo Publio, y que aquí será brevemente retomado
para explorar el entramado de intereses que antecedieron a la administración centralizada
de la Lotería de Beneficencia Nacional desde 1895 de manera ininterrumpida hasta el
presente.244
241
Las Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto se publicaron en forma interrumpida entre
1899-1913 y cuentan con un anexo sobre Beneficencia en el que se elevaba un informe completo de las
Damas de la Sociedad de Beneficencia –dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto desde
1889– y un apartado sobre los montos y las obras financiadas por la Lotería de Beneficencia Nacional.
242
Ver MAGALHÃES, Felipe Santos, Ganhou leva… Do vale impresso ao vale o escrito: Uma história social
do jogo do bicho no Rio de Janeiro (1890-1960), Universidade Federal do Rio de Janeiro, 2005; CHAZKEL,
Amy, Laws of Chance: Brazil’s Clandestine Lottery and the Making of Urban Public Life, Durham, Duke
University Press, 2011.
243
MAYO, Carlos A. (dir.), Juego, sociedad y Estado en Buenos Aires (1730-1830), La Plata, Editorial de la
Universidad Nacional de La Plata, 1998.
244
ELIA, Oscar H. y PUBLIO, Pardo T., Lotería Nacional: Antecedentes originarios hasta el año 1895,
Buenos Aires, Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos, 1974.
76
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
77
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
[Todo comenzó por] una coincidencia que me abstengo de llamar providencial, pero
en la cual me place ver un efecto de esa lógica inmanente de las cosas muy superior a
la lógica de los hombres, acaeció que, a punto de terminarse el edificio, pareciera a
muchos observadores harto desproporcionado con su objeto primitivo al propio tiempo
que otros lo encontraban adecuado para hospedar dignamente a la institución benéfica
249
y civilizadora por excelencia.
Para concluir, explicó que “lo demás vino de suyo. El Honorable Congreso proveyó
a la instalación cómoda y decente que la higiene y el gusto moderno exigen para estos
establecimientos”250.
249
Ibíd., p. 363.
250
Ibíd., p. 365.
251
BRUNO, Paula, Paul Groussac. Una estrategia intelectual, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica,
2005; TESLER, Mario, Paul Groussac en la Biblioteca Nacional, Buenos Aires, Ediciones Biblioteca
Nacional, 2006.
252
Ver GALLO, Ezequiel, Carlos Pellegrini. Orden y Reforma. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica,
1997.
253
BERTONI, Lilia A., Patriotas, cosmopolitas y nacionalistas: La construcción de la nacionalidad argentina
a fines del siglo XIX, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2001.
254
COZARINSKY, Edgardo, Palacios plebeyos, Buenos Aires, Sudamericana, 2006.
78
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
desplegó una crisis de racionalidad que habilitó una lectura moral de la economía
redefiniendo algunos aspectos del liberalismo que nunca antes habían sido puestos en
cuestión.255 Así, una serie de prácticas privadas como la prostitución, el consumo de
alcohol y el juego se construyeron en males sociales de manera más radicalizada.256 El
juego en el cambio de siglo despertó una serie de significativas controversias en el seno de
la opinión pública letrada de la ciudad de Buenos Aires en la medida en que “en él se dejan
fortunas, se malgastan actividades y se pierden reputaciones”257.
255
SALVATORE, Ricardo D., “The Normalization of Economic life: Representations of the Economy in
Golden-Age Buenos Aires, 1890-1913”, en Hispanic American Historical Review, vol. 81, n°1, Durham,
febrero de 2001, pp. 1-44.
256
Ver INGENIEROS, José, “Prólogo”, en GÓMEZ, Eusebio, La “mala vida” en Buenos Aires, Buenos Aires,
Juan Roldán Editor, 1908.
257
BILBAO, Manuel, Buenos Aires. Desde su fundación hasta nuestros días. Especialmente el período
comprendido en los siglos XVIII y XIX, Buenos Aires, Imprenta de Juan A. Alsina, 1902, p. 482.
258
GROUSSAC, Paul, “Inauguración de la Biblioteca Nacional. Discurso del Director”, ob. cit., p. 366.
259
Ibíd., p. 365.
260
Ibíd., p. 364.
261
Memoria de la Lotería de Beneficencia Nacional, correspondiente al ejercicio 1902, Buenos Aires, 1903,
p. 17 y Memoria de la Lotería de Beneficencia Nacional, correspondiente al ejercicio 1903, Buenos Aires,
1904, p. 10.
79
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
262
Diario de sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1901, pp. 369-371.
263
Proyecto de ley en Diario de sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1892, Tomo I, pp. 297-299
(Sesión del 1 de septiembre de 1892).
264
Anales de Legislación Argentina, Complemento años 1881-1888, La Ley, Buenos Aires, 1955, pp. 178-
179.
80
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Entre 1882 y 1886 la Lotería Municipal se rigió por la Ley Orgánica Municipal, y
fue administrada por el presidente de la Comisión Municipal (Torcuato de Alvear), cinco
ciudadanos, el Concejo Deliberante y el Departamento Ejecutivo. El establecimiento de
esta lotería llevó a Torcuato de Alvear a expresar: “Puedo aseguraros que los beneficios
que la lotería produzca permitirán el mayor ensanche de nuestros hospitales y asilos y una
asistencia pública modelo, digna del municipio que la dispensa”267.
265
Memoria Presidente Comisión Municipal, Torcuato de Alvear al Concejo, 1880, Buenos Aires, febrero de
1881, p. 350.
266
Ibíd., p. 583.
267
Ibíd., p. 584.
268
Actas de la Comisión Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, 1882, Buenos Aires, 1912.
269
Ibíd., p. 97.
270
Ibíd., p. 102.
81
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Es por ello que, al levantarse la prohibición con la crisis del noventa, la policía
sintió que ese delicado asunto volvía a poner en escena “antiguas discusiones sobre su
ineptitud”274. Entre la crisis de 1890 y el año 1893, una amplia constelación de sociedades
de beneficencia solicitó oportunamente efectuar rifas y loterías con fines benéficos ante la
comisión de Beneficencia y Moralidad y desandar la prohibición que regía en el espacio de
la ciudad desde 1886. Así se autorizó a la Sociedad “San Vicente de Paul”, establecida en
la Parroquia de la Concepción, para rifar una finca275; a la sociedad “Damas de Dolores” de
la parroquia de Belgrano, para rifar también cinco propiedades en beneficio de la
entidad276; al “asilo de huérfanos irlandeses”, la rifa de una chacra denominada San
Patricios, y a la “Comisión de Señoras”, permiso para expender billetes de la granja “La
Marucha”277. Estas habilitaciones plagaron las calles de la ciudad de Buenos Aires con
infinidad de billetes y de “señoritas ofreciendo sus numeritos”278.
271
Memorias del Presidente de la Comisión Municipal Torcuato de Alvear Torcuato de Alvear al Concejo,
1883, Buenos Aires.
272
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1885, Tomo I, p. 673.
273
Ibíd., p. 679.
274
Memoria del Departamento de Policía, 1892-1993, Buenos Aires, 1894.
275
Actas del Concejo Deliberante, 1892, ob. cit., p. 417.
276
Ibíd., p. 516.
277
Ibíd., pp. 607-608.
278
La Prensa, 3 de octubre de 1892.
82
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
loterías”279. En efecto, estas pequeñas loterías autorizadas con fines benéficos infringían la
prohibición de la lotería en la ciudad de Buenos Aires sancionada en 1886 por la Ley
1.656.5:
279
La Prensa, 2 de septiembre de 1892.
280
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1885, p. 395.
281
Diario de sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, Tomo I, p. 5 (Sesión del 15 de mayo de
1893).
282
Ibíd., pp. 63-74 (Sesión del 5 de junio de 1893).
283
Diario de sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1892, Tomo I, p. 646 (Sesión del 19 de
agosto de 1892).
284
Diario de sesiones de la Cámara de Diputados, 1893, Tomo I, p. 40 (Sesión del 31 de mayo de 1893).
285
Ibíd. y loc. cit.
286
Diario de sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1893, Tomo I, p. 50 (Sesión del 2 de junio de
1893).
287
Diario de sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1893, Tomo I, p. 76 (Sesión del 7 de junio de
1893).
288
Diario de sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1893, Tomo I, p. 108 (Sesión del 8 de junio
de 1893).
83
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Uno de los principales argumentos de la promoción de esta ley encontraba sus ecos
en las continuas fricciones entre, por un lado, los vendedores autorizados por la Comisión
de Moralidad de la Municipalidad y, por el otro, la Policía de la Capital, que desde 1886
“tenían por costumbre arrestar a todo vendedor de loterías”290. El Senador mencionaba que
la Policía de la Capital emitía continuas quejas contra la Municipalidad por desatender la
prohibición de la venta de billetes y ubicar “a los funcionarios policiales en una situación
de incertidumbre y confusión”291.
La Policía se veía en la obligación de vigilar que por las calles de la Capital sólo
circularan los billetes autorizados por la Lotería Municipal, asegurando la beneficencia.
Sin embargo, las propias autoridades municipales entraron en conflicto ante la sanción de
289
Proyecto de Ley en Diario de sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1892, Tomo I, pp. 297-
299 (Sesión del 1 de septiembre de 1892). Presidió dicha Sesión el Teniente General Roca.
290
Ibíd.
291
Ibíd.
292
Actas del Concejo Deliberante, 1893, Buenos Aires, 1894, p. 585.
293
Memoria presentada por el Intendente Municipal, Doctor Federico Pinedo, años 1893 y 1894 (enero a
julio), Buenos Aires, Imprenta de la Lotería Nacional, calle Belgrano 666, 1895, pp. 8-9.
84
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
La tensión entre las diferentes autoridades del poder municipal y los poderes
nacionales se mantuvo en los debates parlamentarios, en razón de que ambas partes
permanecieron intransigentes en sus posiciones. En virtud de las contiendas establecidas, el
4 de junio de 1895 el Senador Yofré presentó un proyecto que pretendía contrarrestar las
fricciones entre el Concejo Deliberante Municipal y el Poder Ejecutivo de la Nación
eliminando, según sostenía, el hecho generador de los conflictos: el aspecto municipal de
la lotería.
294
Actas del Concejo Deliberante, 1893, Buenos Aires, 1894, pp. 585-589.
295
Ibíd. y loc. cit.
296
Diario de sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1895, pp. 52-55 (Sesión del 4 de junio de
1895).
297
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1895, pp. 638-648 (Sesión del 25 de octubre
de 1895). Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1895, 3ª Sesión de Prórroga, 30 de
85
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Descendiendo ahora a los motivos inmediatos de este proyecto, bástame recordar que
la lotería es un impuesto público; que a la formación de ese impuesto concurre todo el
país; que sus rentas están destinadas al beneficio de toda la Nación, y que desde luego,
el dinero que produce debe ser administrado, percibido y distribuido por los poderes
públicos nacionales.
Luego de intensos debates, en 1895 se sancionó finalmente la Ley 3313 que creó la
Lotería de Beneficencia Nacional:
Esta ley convocaba a la Policía de la Capital a ser el actor que vigilara y castigara
toda venta de billetes que se erigiese contra el monopolio estatal del juego a nivel nacional.
Asimismo, establecía que quedaba “prohibido el expendio de billetes en las calles de la
Capital, no rigiendo la prohibición en los hipódromos, cafés y sitios públicos” y restringía
el comercio y la circulación “de numeritos” en la vía pública299.
86
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
por Adolfo de la Huerta en el verano de1920 y dio paso “a una renovada organización del
juego al servicio del Estado”301. María Dolores Lorenzo, quien analiza el período 1915-
1933, muestra cómo el Estado mexicano explotó la lotería y de qué manera los gobiernos
se apoyaron en esta agencia para conseguir dinero y articular sus acciones. El período
indagado por Lorenzo resulta de particular interés en la medida en que esta Lotería será
prohibida en 1915 por el gobierno revolucionario de Venustiano Carranza y su prohibición
se mantendrá hasta 1920 mostrando los desarreglos que el retiro de esta fuente de recursos
trajo aparejados y los medios por los que siguió alimentando diversas prácticas. Este punto
de observación permite apreciar, por un lado, un momento específico en el que los
escrúpulos morales y económicos sancionaron un decreto prohibitivo del juego bajo el
argumento de moralizar a la sociedad. Por otro lado, es cuestionable la capacidad para
imponer la prohibición de las loterías durante la revolución, dado que las pequeñas loterías
proliferaron y siguieron explotando el negocio al margen de la ley, quizás auspiciadas por
los gobiernos locales en la clandestinidad, otorgando “mordidas” a las diversas facciones
revolucionarias para mantenerse en pie.302 Lorenzo muestra también de qué manera,
durante el período anterior a la prohibición, diversos grupos de empresarios privados
ganaron relevancia en el manejo de la lotería otorgándole solvencia y legitimidad, y cómo
se incorporaron a la arena estatal ante la creación de la Lotería Nacional para la
Beneficencia de 1920. Según la autora, en los primeros años de esta Lotería se nombró un
consejo de administración vinculado al mundo de los grandes negocios y, de este modo,
“destacados empresarios se convirtieron en los consejeros de la Lotería Nacional” 303. En
este sentido, entre 1920 y 1928 (cuando la Ley Orgánica del Distrito Federal terminó por
consolidar el proceso de centralización administrativa que fortaleció al Distrito Federal), se
observa una elite poco homogénea cuyas diferentes facciones fueron gravitando posiciones
cercanas a la administración de la lotería como una suerte de alianza discontinua entre
empresarios, banqueros y gobernadores, con diferentes grados de autonomía y de
injerencia en el Ejecutivo. Cabe señalar, además, que en México no se regía el monopolio
de una sola lotería, sino que otras loterías regionales, con fines benéficos, se mantuvieron
301
LORENZO RÍO, María Dolores, “De juego prohibido a negocio afortunado…”, ob. cit., pp. 170-203.
302
KNIGHT, Alan, “La Revolución mexicana: su dimensión económica, 1900-1930”, en KUNTZ FICKER,
Sandra (coord.), Historia económica general de México: De la Colonia a nuestros días, México, El Colegio
de México Publicaciones/Secretaría de Economía, 2010, p. 489. Ver también, del mismo autor, La
Revolución mexicana: Del Porfiriato al nuevo régimen constitucional. Contrarrevolución y reconstrucción,
tomo II, México, Grijalbo, 1998, p. 1019.
303
LORENZO RÍO, María Dolores, “De juego prohibido a negocio afortunado…”, ob. cit., p. 21.
87
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
304
SWEENEY, Matthew, The Lottery Wars: Long Odds, Fast Money, and the Battle over an American
Institution, Nueva York, Bloomsbury, 2009, pp. 72-83. Después de dos décadas de enfrentamiento con el
Congreso, New Hampshire obtuvo en 1964 el primer permiso para operar una especie de juego de lotería de
billetes después de la prohibición al juego en Luisiana de 1895.
305
LEARS, Jackson, Something for Nothing: Luck in America, Nueva York, Viking Press, 2003. Si bien la
investigación de Lears muestra una fuerte presencia de las nociones de “suerte” y “azar” en la cultura
norteamericana, la prohibición de la lotería hasta los años sesenta resulta relevadora para analizar la
consolidación de un Estado sin hacer uso de los recursos del juego para la gestión de obra pública.
306
CHAZKEL, Amy, Laws of Chance..., ob. cit.; MAGALHÃES, Felipe Santos, Ganhou leva…, ob. cit., p. 26.
88
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
complejos engranajes estatales, sus saberes y sus prácticas.307 Desde su creación definitiva
en 1895, la Lotería de Beneficencia Nacional se convirtió en un verdadero furor urbano.308
Como señaló Caras y Caretas en 1901, las colas frente a las agencias de lotería y las salas
de sorteos atestadas de público se convirtieron en un paisaje habitual de la ciudad de
Buenos Aires durante las primeras décadas del siglo XX.309 De acuerdo al Anuario
Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires, en 1900 la Lotería de Beneficencia Nacional (en
adelante, LBN) vendía 2.122.000 billetes con un valor de emisiones de 25.940.000 $ M/N,
acordando 19.355.000 pesos en premios y obtenía un beneficio líquido de 3.580.126 $
M/N. Este valor de emisiones aumentó en 1905 a 30.520.000; en 1910, a 38.175.000; en
1923, a 53.700.00. Este sustancial aumento progresivo da cuenta de la importancia de este
juego para la sociedad porteña del período y su significativa capacidad recaudadora. 310
307
Como una idea operativa para problematizar el Estado como categoría de análisis histórico retomamos la
propuesta de Ernesto Bohoslavsky de “personalizar el Estado” y explorar la multiplicidad de agencias,
figuras, lógicas, prácticas sociales e interlocuciones entre actores públicos y privados. Ver BOHOSLAVSKY,
Ernesto y SOPRANO, Germán, “Una evaluación y propuestas para el estudio del Estado en Argentina”, en
BOHOSLAVSKY, Ernesto y SOPRANO, Germán, (eds.), Un Estado con rostro humano: Funcionarios e
instituciones estatales en Argentina, de 1880 a la actualidad, Buenos Aires, Prometeo Libros/Universidad
Nacional de General Sarmiento, 2010, pp. 25-27.
308
Para un análisis del lugar del juego en la modernización de Buenos Aires, ver CECCHI, Ana V., La timba
como rito del pasaje: La narrativa del juego en la construcción de la modernidad porteña (Buenos Aires,
1900-1935), Buenos Aires, Teseo, 2012.
309
“La lotería del millón. El Poseedor del billete favorito”, en Caras y Caretas, Año IV, nº 169, 28 de
diciembre de 1901.
310
Datos extraídos de la “Sección XIII: Diversiones y Juegos; Cantidades Jugadas en La Lotería de
Beneficencia”, en Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires 1900, 1905, 1910-1911, 1915-1923,
Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco.
89
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Culto desde el 1 de enero de 1901.311 El Reglamento General creaba además una comisión
que se reuniría una vez por semana compuesta por un presidente, un vicepresidente, tres
miembros y un secretario. El presidente estaría a cargo de la repartición y “representaría a
la comisión en sus relaciones oficiales con el ministerio de que depende y demás
autoridades”312. El secretario llevaba la correspondencia, los libros de actas y libros
copiadores de notas y conservaba los extractos originales de los sorteos para mantener
actualizada la información ante la junta de vigilancia –siempre a disposición de los
escribanos– en caso de incidentes.313
311
Decreto del 19 de noviembre de 1900.
312
Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto Presentada al Honorable Congreso Nacional en
1901, Buenos Aires, Talleres Tipográficos de la Penitenciaría Nacional, 1901. En el período comprendido
entre 1895 y 1932 la Lotería de Beneficencia Nacional contó con 8 presidentes: Francisco Madero (1895-
1896), Pedro Frías (1896-1908), Enrique Bonifacio (1909-19010), Manuel Pinto (1911-1916), Alejandro
Ocampo (1916-1922), Francisco Wright (1922- 1927), Alberto Malaver (1927-1928 y 1930-1932), Manuel
Alvarado (1928-1930).
313
Anacleto Resta (1893-1902), Darío Beccar y Enrique Garrido (1898- 1936) fueron los tres escribanos de
la Lotería de Beneficencia Nacional del período, datos extraídos de Lotería de Beneficencia Nacional y
Casinos (una institución al servicio del país), Buenos Aires, Talleres gráficos de la lotería de Beneficencia
Nacional, 1965, pp . 33-35.
314
Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto presentada al Honorable Congreso Nacional en
1901, Buenos Aires, Talleres Tipográficos de la Penitenciaría Nacional, 1901, p. 490.
315
Ibíd., p. 491.
90
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
El tesorero era una figura clave de la institución: hasta 1910 se ocupó de recibir el
pago de los billetes que retiraban los agentes y de abonar, al mismo tiempo, los beneficios
de la Lotería a las reparticiones públicas, asociaciones o sociedades benéficas. El tesorero
abonaba la cuota que correspondiera a cada una de las instituciones de la Capital según la
planilla de liquidación formulada por la administración; a su vez, transfería mensualmente
a una cuenta especial en el Banco de la Nación el importe de las sumas correspondientes a
las instituciones provinciales.318 Las liquidaciones de tesorería se regían por la Ley 3313 de
1895. De acuerdo a la sanción legal, el 75% de lo recaudado por la venta de billetes se
devolvería al público en premios y, tal como hemos señalado, el resto de los beneficios
líquidos se destinarían en un 60% para la construcción y sostenimiento de hospitales y
asilos públicos de la Capital Federal, y el 40 % restante, por partes iguales, sería
distribuido entre establecimientos análogos de las provincias. 319
Desde sus inicios, la LBN contó con sorteos ordinarios y extraordinarios. Los
primeros derivaban sus fondos de acuerdo a los porcentajes mencionados, mientras que los
segundos resultaron claves para financiar situaciones extraordinarias, que analizaremos en
el último apartado de este capítulo. El Cuadro Nº 2 (Ver Anexos) permite ilustrar los
porcentajes repartidos por las loterías ordinarias: 60% del monto distribuido en la Capital
Federal y el 40% restante de los fondos derivados a las provincias de la República,
repartidos en tres subcategorías: beneficencia, culto y –a partir de la Ley 3967 del 22 de
316
Ibíd., p. 494.
317
“Los primeros agencieros de la Lotería Nacional”, en Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (una
institución al servicio del país), ob. cit.
318
Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto presentada al Honorable Congreso Nacional en
1901, ob. cit., pp. 498-499.
319
Ley 3313, en Anales de Legislación Argentina, Repertorio Años 1852-1954, ob. cit., pp. 333-334.
91
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
320
La Ley 3967 estableció la provisión de agua potable a las ciudades de Jujuy, La Rioja, Santiago del
Estero, Salta, Corrientes, Mendoza y Santa Fe y la ampliación de las obras de agua potable de San Luis, San
Juan y Catamarca, en Anales de Legislación Argentina, Repertorio Años 1852-1954, ob. cit., p. 497.
321
Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto presentada al Honorable Congreso Nacional en
1901, ob. cit., pp. 512 y 514.
322
Ibíd., p. 512
323
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1903, Tomo I, pp. 259-260, 812 y 818-820.
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1903, pp. 367 y 390-393.
324
Ley de Lotería de Beneficencia Nacional 3313 sancionada el 30 de octubre de 1895, en Anales de
Legislación Argentina, Repertorio Años 1852-1954, ob. cit., pp. 353-354.
325
Ley 4953 sancionada el 28 de julio de 1906, en Anales de Legislación Argentina, Repertorio Años 1852-
1954, ob. cit., p. 705.
92
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Además del aumento de los beneficios líquidos a partir de 1906, y de los fondos
derivados a la comisión de Hospitales y Asilos Regionales, entre 1895 y 1911 la LBN
mantuvo los porcentajes fijados por la ley para las catorce provincias y para la Capital
Federal. Las Memorias de la Lotería de Beneficencia Nacional y las Memorias del
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto permiten conocer las instituciones de la
Capital beneficiadas por estos fondos, así como la cantidad y características de los actores
asistidos.326 A partir de estos datos, se elaboraron los Cuadros Nº 4 y Nº 5 (Ver Anexos).
El listado permite ilustrar la amplia variedad de instituciones benéficas financiadas por la
LBN y los porcentajes distribuidos entre 1900 y 1910. Los registros de las memorias de la
LBN también muestran la cantidad de personas asistidas mediante los fondos distribuidos.
La extensión y magnitud de los cuadros pone en evidencia la amplia cantidad de entidades
que recibían ingresos de la LBN. De acuerdo al detalle, podemos ver que en 1900 eran
cuarenta y tres las asociaciones con fines benéficos que acogían el apoyo de la LBN, con
un total de 32.000 personas atendidas. En 1910, fueron cincuenta y siete las sociedades
asistidas, entre las cuales la principal destinataria fue la Sociedad de Beneficencia de la
Capital.
326
Las Memorias de la Lotería de Beneficencia Nacional fueron publicadas durante el período 1895-1944.
Agradecemos a Marcelo Pedetta el acceso a esta fuente privilegiada.
327
Las Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto se publicaron hasta 1913, luego se
interrumpieron y se reanudaron al período 1924-1933.
93
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
328
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1910, Tomo III, pp. 383-387 y 444-458.
329
Ibíd. y loc. cit.
330
Ibíd., pp. 383-387.
331
Ibíd., pp. 383-387 y 444-458.
332
Ibíd. y loc. cit.
94
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
del territorio argentino”333. De hecho, desde 1899, formaba parte del Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto al que –por acuerdo del 23 de julio de ese año– elevaba cada
año una memoria “dando cuenta detallada de los trabajos realizados por la institución” 334 y
formando parte del complejo y sinuoso derrotero de la administración pública. Cuando, por
el mencionado decreto del 2 de noviembre de 1910, el Poder Ejecutivo encomendó a la
Sociedad de Beneficencia de la Capital “la administración y adjudicación de 600 decenas
para que fueran acordadas a personas menesterosas, dando preferencia a inválidos en el
servicio público y viudas o hijos de empleados militares sin pensión”335, la entidad tenía
bajo su dependencia diversas instituciones que sostenía a través de donaciones particulares,
legados y fondos derivados de la LBN.336
De la misma manera se fijan los procedimientos a seguir para solicitar las decenas
de ayuda sujetos a los siguientes requisitos:
95
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
personas responsables que justifiquen que el solicitante es acreedor a ese beneficio, sin
perjuicio de las inspecciones domiciliarias que la misma institución resuelva practicar.
b) Una vez aprobadas por el Poder Ejecutivo las propuestas de la Sociedad de
Beneficencia, el Ministerio del ramo comunicará a la Administración de la lotería el
nombre de las personas gracias a los efectos de la entrega de las decenas a las mismas
o sus mandatarios de acuerdo con las disposiciones establecidas. c) En ningún caso las
adjudicaciones podrán exceder de dos decenas a una sola persona o familia.338
Sin embargo, la Sociedad señala “de todos modos” estar complacida “de haber sido
útil al Poder Ejecutivo en esta comisión de Beneficencia Nacional, que ha desempeñado
con estricta justicia y de acuerdo al decreto correspondiente” 342. Por otra parte, las fuentes
develan continuas quejas de la Sociedad de Beneficencia por la escasez de decenas con
relación a la gran cantidad de cartas y solicitudes recibidas y por “la amplia labor para
establecer con equidad los méritos de cada solicitante”.
338
Ibíd., pp. 412-413.
339
“Decenas de lotería”, en Sociedad de Beneficencia de la Capital 1823-1936, ob. cit., p. 67.
340
Ibíd., p. 68.
341
“Distribución de decenas de Lotería”, en Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
presentada al Honorable Congreso Nacional correspondiente al año 1910-1911, ob. cit., pp. 438- 439.
342
Ibíd., p. 439.
96
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
343
Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto presentada al Honorable Congreso Nacional
correspondiente al año 1932-1931, Buenos Aires, Krakt Ltda., 1933, Anexo IX Beneficencia, IV Régimen de
Lotería de Beneficencia Nacional, Decreto relativo al régimen para otorgamiento y administración de
decenas privilegiadas de la lotería de Beneficencia Nacional, pp. 890-904.
344
Par un tratamiento sobre las funciones represivas de allanamiento de la policía de la Capital, ver CECCHI,
Ana V., “Esfera pública y juegos de azar: Del meeting contra el juego al allanamiento de domicilio privado.
Prensa, parlamento y policía en Buenos Aires (1901-1902)”, en Cuadernos de Antropología Social, nº 32,
Buenos Aires, 2010, pp. 169-194.
345
Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto presentada al Honorable Congreso Nacional
correspondiente al año 1910-1911, ob. cit., 1911, Anexo IX Beneficencia, p. 27.
97
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
esas 600 decenas son cedidas por los beneficiados a los agentes, a precios superiores al
valor escrito de los billetes constituyendo por consiguiente la causa principal del agio y de
la usura con que son vendidos al público”346. También se dejaba constancia “Que la falta
de control sobre esas decenas permite su acaparamiento en pocas manos, facilitándose de
ese modo la constitución de trust de agentes, con propósito de elevar el precio de venta de
los billetes”347.
El asunto resultó crítico y fue debatido varias veces en las cámaras de Diputados y
Senadores para la sanción de un proyecto de ley represivo que, mediante multas y arrestos,
pusiera punto final “al agio”. Las agencias oficiales de venta de lotería –que habían
renovado sus patentes en 1910 y se encontraban bajo un estricto control del Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto– se vieron obligadas a tener fijado permanentemente en las
vidrieras de sus negocios un cartel con la inscripción “En esta agencia se venden los
billetes por su valor escrito”. Además, debían poner a la vista de público los billetes de
todas las series. Las infracciones por agentes oficiales eran inflexiblemente castigadas “con
el retito del reparto”, aunque “rara vez se han producido, porque los agentes directos no se
exponen a la pérdida de sus decenas, que seguramente no volverían a conseguir”348.
En 1917, un proyecto de ley del diputado Jerónimo del Barco propuso aumentar el
control de la venta de billetes. Este proyecto apuntaba “que debería prohibirse por ley la
reventa de billetes imponiendo fuertes multas a los contraventores” y “debería terminarse
con el favoritismo existente en la adjudicación de decenas” 349. La comisión de legislación
de la Cámara de Diputados estudió el proyecto de ley y aconsejó su reemplazo por otro que
presentó el 17 de junio de 1918, que si bien perseguía las mismas finalidades, era más
detallado y ponía en el centro de la discusión “los requisitos que deberían llenar para
obtener concesiones, pues parecería que en la adjudicación de billetes no se había
observado siempre un criterio de seriedad ni de equidad”350. El proyecto no fue
sancionado, pero sirvió de base para un nuevo proyecto presentado por los diputados
346
Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto presentada al Honorable Congreso Nacional
correspondiente al año 1912-1913, ob. cit., 1913.
347
Ibíd.
348
Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto presentada al Honorable Congreso Nacional
correspondiente al año 1916-1917, ob. cit., 1917.
349
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1917, tomo II, p. 12.
350
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1918, Tomo I, pp. 147-148 y 609-610.
98
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Carlos F. Melo, Nicolás A. Avellaneda, Antonio de Tomaso y otros, en 1919. 351 Este
nuevo proyecto tampoco tuvo sanción y fue presentado, una tercera vez, con el mismo
resultado, en 1922, por el diputado José León Rodeyro. 352
351
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1919, Tomo I, pp. 451-452.
352
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1922, Tomo II, pp. 2-3.
353
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1924, Tomo II, pp. 441-442.
354
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1924, Tomo II, pp. 441-442.
355
Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto presentada al Honorable Congreso Nacional
correspondiente al año 1932-1931, ob. cit., 1933, Anexo IX Beneficencia, IV Régimen de Lotería de
Beneficencia Nacional, Decreto relativo al régimen para otorgamiento y administración de decenas
privilegiadas de la lotería de Beneficencia Nacional, p. 896.
356
Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto presentada al Honorable Congreso Nacional
correspondiente al año 1932-1931, ob. cit., 1933, Anexo IX Beneficencia, IV Régimen de Lotería de
Beneficencia Nacional, Decreto relativo al régimen para otorgamiento y administración de decenas
privilegiadas de la lotería de Beneficencia Nacional, p. 897.
99
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
357
Ley 3791, en Anales de Legislación Argentina, ob. cit. Ver Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados
de la Nación, 1899, pp. 643-644 y 683. Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1899,
pp. 485-486 y 491-492.
358
Memoria de la Lotería de Beneficencia Nacional correspondiente al ejercicio 1900, Buenos Aires, p. 6.
359
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1906, Tomo I, pp. 519-523.
360
Ley 3807, en Anales de Legislación Argentina, ob. cit.
100
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
potable a las ciudades de Jujuy, Mendoza, La Rioja, Santiago del Estero, Salta, Corrientes
y Santa Fe, y a ampliar las redes de agua potable en las provincias de San Luis, San Juan y
Catamarca. Estas obras se financiarían destinando el 50% de la suma que le correspondía a
cada provincia en virtud del art. 7 de la Ley de Lotería de Beneficencia Nacional 3313.361
En 1908, la Ley 6026 autorizó la construcción del policlínico José de San Martín,
ubicado en las manzanas limitadas por las calles Córdoba, Charcas, Junín y Azcuénaga de
la ciudad de Buenos Aires, espacio declarado de utilidad pública. Para ello se creó un
impuesto del 5% sobre el valor de los billetes al público y se aumentó a 40 millones de $
M/N la cantidad que se jugaba para poder financiar la obra. Esa obra era, en palabras del
senador Joaquín V. González, “necesaria para la cultura nacional”. El senador Luis
Güemes también señalaba que “las necesidades hospitalarias reclamaban la construcción
de un policlínico en la Capital Federal que vendría a salvar, en gran parte, las deficiencias
existentes”362. La Ley 6026 continuó vigente una vez terminadas las obras del policlínico y
sus fondos se derivaron a un amplio listado de instituciones hasta 1925.
361
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1900, pp. 443-444, 449-450 y 636-637.
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1900, tomo II, pp. 321-322, 372-377 y 659.
362
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1908, Tomo I, pp. 144-146, 294, 368, 534-
552, 572-597, 714-732 y 746-747. Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1908, Tomo
I, pp. 287 y Tomo II, p. CXLV, CXLVI. Ver ARMUS, Diego, “Consenso, conflicto y liderazgo en la lucha
contra la tuberculosis, Buenos Aires, 1870-1950”, en SURIANO, Juan (comp.), La cuestión social en
Argentina, 1870-1943, Buenos Aires, Editorial La Colmena, 2004, pp. 191-216; ver también, ARMUS, Diego,
“El descubrimiento de la enfermedad como problema social”, en LOBATO, Mirta (dir.), Nueva Historia
Argentina: El progreso, la modernización y sus límites (1880-1916), tomo V, Buenos Aires, Sudamericana,
2000.
363
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1901, pp. 369-371.
101
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
364
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1901, tomo II, pp. 415-417.
365
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1916, Tomo I, p. 220.
102
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
deportes de los jefes y oficiales del Ejército y Armada de la Nación, los que podrían usar la
pileta de natación y demás instalaciones; e) Mantener el campo de deportes con todas sus
instalaciones a disposición del Ministerio de Instrucción Pública, para que los días martes y
viernes no feriados pudieran usarlo los alumnos de los colegios nacionales; f) Suministrar
gratuitamente un local adecuado para la comisión directiva de las instituciones deportivas
nacionales; g) Organizar torneos atléticos en los que tomarían parte los alumnos de los
colegios y demás instituciones nacionales; e i) Organizar anualmente un torneo atlético
destinado a los niños vendedores de diarios.366
Mediante esa ley no se hacía dádiva alguna al Club Gimnasia y Esgrima, sino que se
contribuía a la instalación de un importante establecimiento de cultura física, cuyo
funcionamiento beneficiaría a millares de jóvenes sin gasto alguno para el erario.
Había además urgencia en realizar esa obra porque el próximo año se celebraría en
esta capital un concurso atlético internacional. Esos fondos, que tenían un origen tan
extraordinario, no podían ser usados en forma más útil que aplicándolos al fomento de
la educación física de la juventud.368
366
Ibíd., pp. 303-307.
367
Ibíd. y loc. cit.
368
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1920, Tomo I, p. 491.
369
Ibíd., p. 746.
103
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
era el lugar donde se realizarían todos los grandes torneos, motivo por el cual era necesario
contar con un estadio de gran capacidad.370
Sería provechoso para todos pues a sus ejercicios concurriría mucha gente y los juegos
que allí se realizaran atraerían a la juventud retrayéndola de otros juegos y de otros
centros a los que ella tenía tendencia a ser llevada y donde perdían su moral y
373
arruinaban su fuente de vida.
Por fuera de estas grandes inversiones durante los años 1918-1926, se presentaron
varios proyectos referidos a obras ligadas a la curación y la profilaxis que fueron girados a
distintas comisiones. Entre ellos podemos señalar un proyecto para aplicar un impuesto
con destino a la curación de la tuberculosis, que se giró a la comisión de Presupuesto y
Agenda. Del mismo modo, el 24 de septiembre de 1926 entró en la Cámara de Diputados
un proyecto del Diputado Jorge Raúl Rodríguez. Éste proponía que los sobrantes de los
premios de la LBN que no tuvieran destino fijado por la ley se repartieran en un 25% para
la construcción de un sanatorio y un solárium en la Ciudad de Necochea, el otro 25% a la
construcción de un sanatorio de aislamiento de leprosos cuya ubicación quedaba librada a
la determinación del Poder Ejecutivo, el otro 25% para contribuir a las construcciones del
hogar Luis María Saavedra de la Sociedad San José, y el 25% restante se asignaría a la
370
Ibíd., pp. 934-936.
371
Memoria de la Lotería de Beneficencia Nacional, 1935, Buenos Aires, 1936.
372
Ver ARMUS, Diego, La ciudad impura: Salud, tuberculosis y cultura en Buenos Aires, 1870-1950, Buenos
Aires, Edhasa, 2007.
373
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1920, Tomo I, pp. 167-168.
104
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Comisión Nacional de Casas Baratas. El proyecto de Rodríguez proponía que “cuando las
contribuciones (…) para realizar las obras fijadas en los incisos hubieran alcanzado las
máximas fijadas en el mismo proyecto, la totalidad de los sobrantes de lo producido por la
Lotería de Beneficencia Nacional se entregaría, anualmente a la comisión de casas
baratas”374.
La sanción de la Ley 3313 convirtió a la LBN en el único juego estatal hasta 1944.
Desde su creación, los agencieros oficiales resultaron actores centrales de la organización,
repartición y venta de billetes de lotería oficial. Como hemos visto, en 1895 la LBN
contaba con ciento noventa y ocho agencieros, que tenían a su cargo la venta de 2.200
decenas de billetes de lotería. La gran mayoría de esos agencieros estaba radicada en la
Capital Federal y preferentemente dentro del radio céntrico. 376 El Reglamento General de
lotería decretado en 1901 fijó las patentes designadas a los agentes oficiales que fueron
registrados por la Administración mediante fichas donde se indicaban nombre, apellido y
dirección de la agencia. En 1910 el decreto renegoció las agencias oficiales que
374
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1926, Tomo IV, pp. 305-307.
375
DICKMANN, Adolfo, Contra el juego: Proyectos de supresión de la Lotería Nacional y clausura de los
hipódromos, Buenos Aires, Cámara de Diputados, 1925.
376
“Los primeros agencieros de la Lotería Nacional”, en Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (una
institución al servicio del país), ob. cit.
105
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Las fuentes permiten observar la gran cantidad de cartas recibidas por la Sociedad y
el nivel de organización de esta institución –dependiente del Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto de 1898– para enfrentar la tarea asignada por el Poder Ejecutivo a través
de diferentes comisiones que se encargaron de analizar las cartas, elegir a las familias o
personas beneficiadas “con mayor justicia” y visitar a los privilegiados en sus hogares. En
reiteradas oportunidades la Sociedad se manifestó con disgusto frente a la escasez de las
decenas repartidas que no alcanzaban para cubrir el total de las solicitudes de ayuda, pero
cumplió su tarea “con la mayor justicia y equidad posible”.
377
Memorias de la Lotería de Beneficencia Nacional, 1895-1944.
378
“Decenas de lotería”, en Sociedad de Beneficencia de la Capital 1823-1936, ob. cit., p. 69.
106
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Este derrotero permite establecer que, por fuera de las enunciaciones discursivas en
contra de la lotería como la de Paul Goussac, es posible observar el gran despliegue de la
administración oficial de la lotería que llevó a articular diversas agencias y entidades
estatales. Este modelo, además, sentó las bases para la posterior administración de los
casinos de la Costa Atlántica –durante la gestión de Manuel Fresco– y los hipódromos –en
los años peronistas–, que se incorporaron al Estado y ocuparon, de ese modo, un lugar
clave dentro de las movedizas arenas estatales.380
379
Ibíd., p. 70.
380
Para los casinos de la costa atlántica, ver PEDETTA, Marcelo, La Fuente de los deseos…, ob. cit. Para el
caso del Hipódromo, ver HORA, Roy, Historia del turf argentino, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores,
2014.
107
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
ANEXOS
Cuadro Nº 1: Estadísticas de la Lotería de Beneficencia Nacional, 1895-1935
Monto de las Premios al Beneficios líquidos
Año emisiones público netos
($ M/N) ($ M/N) ($ M/N)
1895 22.660.000 16.995.000 3.298.529,65
1896 25.955.000 19.466.250 4.136.483,79
1897 27.885.000 20.213.750 4.228.258,66
1898 23.985.000 17.988.750 3.919.522,10
1899 24.920.000 18.690.000 3.409.143,57
1900 25.940.000 19.355.000 3.704.358,31
1901 26.515.200 20.216.250 3.595.760,84
1902 27.614.450 20.872.500 3.509.096,85
1903 28.605.500 21.600.000 4.259.763,69
1904 30.560.000 23.920.000 4.640.180
1905 30.520.000 22.890.000 4.446.683,58
1906 30.980.000 22.545.000 4.328.401,11
1907 33.400.000 23.380.000 7.818.131,81
1908 33.740.000 23.628.000 7.942.557,97
1909 35.130.000 24.591.000 8.254.906,72
1910 38.175.000 28.675.000 8.874.312,55
1911 38.075.000 28.511.816 8.958.777,81
1912 38.125.000 28.640.995,50 10.754.554,87
1913 38.175.000 28.982.382,50 10.904.384,87
1914 33.675.000 25.693.231,50 9.540.008,17
1915 32.550.000 24.675.016 9.221.909,57
1916 33.675.000 23.572.500 9.545.800,73
1917 36.290.000 25.403.000 10.378.900,83
1918 39.495.000 27.646.500 11.375.878,46
1919 40.850.000 28.595.000 11.798.637,92
1920 46.415.000 32.490.500 13.541.149,07
1921 47.775.000 33.442.500 14.057.369,58
1922 51.520.000 36.064.000 14.972.594,91
1923 53.700.000 37.590.000 15.672.037,68
1924 59.040.000 41.328.000 16.059.703,61
1925 59.040.000 41.328.000 16.079.365,13
1926 65.900.000 46.130.000 17.874.475,71
1927 65.750.000 46.025.000 17.894.050,84
1928 65.750.000 46.025.000 17.890.781,60
1929 70.960.000 49.672.000 18.338.582,83
1930 70.880.000 49.616.000 18.446.100,53
1931 73.170.000 51.219.000 18.725.844,49
1932 61.600.000 41.660.800 16.778.995,04
1933 60.490.000 42.127.000 15.387.586,09
1934 65.160.000 45.612.000 16.015.636,89
1935 66.950.000 46.542.687,50 19.694.417,24
Fuente: Memorias de la Lotería de Beneficencia Nacional, 1895-1944.
108
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Provincias (40%)
Premios al Capital Federal Aguas
Año Emisiones público Beneficios Líquidos (60%) Beneficencia Culto Corrientes
1895 22.660.000 16.995.000 3.298.529,65 1.979.117,85 1.319.411,80 X X
1896 25.955.000 19.466.250 4.136.483,79 2.481.890,00 1.654.593,22 X X
1897 27.885.000 20.913.550 4.228.258,66 2.343.468,12 1.607.311,30 209.979,24 X
1898 23.985.000 17.988.750 3.919.522,10 2.125.218,31 1.147.311,30 420.000,00 X
1899 24.920.000 18.690.000 3.409.143,57 1.851.574,03 943.657,54 420.000,00 X
1900 25.940.000 19.355.000 3.508.126,79 1.695.284,67 822.191,02 420.000,00 X
1901 26.955.000 20.216.250 3.863.260,84 2.117.456,28 654.624,36 270.000,00 513.680,13
1902 27.830.000 20.872.500 3.701.516,85 2.049.507,84 632.339,32 270.000,00 501.299,70
1903 28.800.000 21.600.000 4.551.829,82 2.450.596,13 854.848,08 270.000,00 624.915,60
1904 30.560.000 22.920.000 5.301.500,00 2.784.107,88 820.612,64 240.000,00 795.459,48
1905 30.520.000 22.890.000 5.361.263,58 2.668.010,14 776.385,08 240.000,00 762.288,36
1906 30.980.000 22.545.000 6.120.844,45 2.493.500,00 723.809,60 240.000,00 722.857,20
1907 33.400.000 23.380.000 7.818.131,81 2.536.257,64 726.193,44 240.000,00 724.645,08
1908 33.740.000 23.618.000 7.942.557,97 2.788.970,04 822.464,80 240.000,00 796.484,60
1909 35.130.000 24.591.000 10.008.901,72 2.976.428,14 417.229,76 240.000,00 492.922,32
1910 38.175.000 26.722.500 10.783.062,55 2.893.800,00 402.193,07 232.500,00 522.798,65
1911 38.075.000 26.652.500 10.862.527,81 2.504.086,00 X 225.000,00 775.074,43
1912 38.125.000 26.687.500 10.799.579,97 X X 175.000,00 X
Fuente: Memorias de la Lotería de Beneficencia Nacional, 1895-1944.
109
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
110
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Cuadro Nº 5. Beneficios repartidos por la Lotería de Beneficencia Nacional en la Capital Federal, año 1910 (expresados
en $M/N)
Monto
111
Tesis de doctorado Capítulo 2: Mirar de cerca a la Lotería de Beneficencia Nacional
Asilo Colegio de San José, a cargo de la Comisión de las Damas Católicas de Belgrano 2.000
Escuelas gratuitas de General Urquiza, para ayudar a la terminación de la Escuela Taller que
se construye en la calle Triunvirato 267 2.000
Escuela Argentina Nuestra Señora de Lourdes, dirigida por la señora M.L. Villegas de
Basualto 2.000
Orfanato del Carmen 2.000
Asilo San Ildefonso 1.500
Hermanas Pobres de los Desamparados 1.500
Asilo económico para niños pobres (Sección 28º) 1.000
Total 2.893.800
Fuente: Memorias de la Lotería de Beneficencia Nacional, 1895-1944
112
CAPÍTULO 3
“NO VA MÁS”: ALLANAMIENTOS POLICIALES NOCTURNOS
EN “CASAS DE JUEGO PROHIBIDO”.
BUENOS AIRES, 1902-1932
Introducción
381
Bilbao, Manuel, Buenos Aires. Desde su fundación hasta nuestros días. Especialmente el período
comprendido en los siglos XVIII y XIX, Buenos Aires, Imprenta de Juan A. Alsina, 1902, p. 481.
382
Pastor Lacasa fue abogado, juez del crimen, profesor de historia, camarista en la judicatura
bonaerense, presidente de la Corte Suprema bonaerense y Ministro de Obras Públicas del gobernador de
Buenos Aires Julio Costa. Conservador, ejerció como diputado de la Nación durante cinco períodos.
Mandatos: 1896-1900; 1900-1904; 1904-1908; 1908-1912; todos por la provincia de Buenos Aires.
Falleció el 24 de junio de 1922. (Los datos biográficos de los diputados presentados a lo largo del texto
han sido elaborados a partir de información suministrada por la Dirección de Información Parlamentaria;
Honorable Cámara de Diputados de la Nación).
383
Eliseo Cantón nació en Tucumán en 1861. Era médico cirujano recibido de la Universidad de Buenos
Aires. Como diputado conservador, representó en tres oportunidades a la provincia de Tucumán (en los
períodos 1888-1892, 1894-1898 y 1898-1902) y en dos ocasiones a la Capital Federal (en los períodos
1904-1908 y 1908-1912). Falleció el 21 de junio de 1931.
113
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
sociedad civil porteña de fines del siglo XIX. Salvo contadas excepciones –como la
violenta contienda de febrero de 1875, la cual culminó con un incendio que conmovió a
la ciudad–, los meetings encontraban una valoración positiva en la “opinión pública” de
la vida republicana porteña. En efecto, se valoraba tanto el derecho de reunión como el
ejercicio de la intervención pública para presionar, peticionar y protestar ante el Estado
en beneficio de alguna causa considerada de interés colectivo.384 Como ha sido
ampliamente indagado, la prensa y las asociaciones civiles encontraron en la ciudad de
Buenos Aires de las últimas décadas del siglo XIX un fervor paradigmático y ocuparon
un lugar medular tanto en el reclutamiento para las convocatorias como en las
instrucciones para dar lugar a estas movilizaciones.385
Tampoco fue el meeting de 1901 el primero que tuvo al juego como objeto de la
opinión pública. A fines 1878, la entonces provincia de Buenos Aires conoció uno de
los más numerosos meetings (las fuentes elevan la cifra a treinta mil asistentes) que
convocó a la población a cuestionar puntualmente un impuesto sobre el consumo de
naipes, alcoholes y tabacos.386 En aquel entonces, se solicitó que el gobernador diera
marcha atrás a un proyecto de ley impositiva que afectaba “los intereses privados pero
públicamente relevantes de un conjunto de vecinos, comerciantes, minoristas y
mayoristas.387 A partir de la presión pública, los manifestantes, reunidos para formular
de manera racional y organizada –a partir de una comisión– los intereses de
comerciantes y consumidores, lograron que el impuesto fuera suspendido.
Este meeting contra el juego de 1901 resulta una ventana interesante para
indagar la organización de una movilización cuyo eje de protesta encontró sus
fundamentos en el terreno moral contra el juego y solicitó la modificación de las leyes
vigentes. Como hemos analizado en el capítulo anterior, estas leyes posicionaban a la
Lotería en el centro de las arcas estatales. En este capítulo analizaremos la composición
de los concurrentes y las asociaciones convocadas, así como las dimensiones
384
Ver SABATO, Hilda, La política en las calles: Entre el voto y la movilización. Buenos Aires, 1862-
1880, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes Editorial, 2004.
385
SÁBATO, Hilda, “Capítulo Dos / 1860-1920. Estado y sociedad civil”, en DI STEFANO, Roberto;
SABATO, Hilda; ROMERO, Luis Alberto y MORENO, José Luis, De las cofradías a las organizaciones de la
sociedad civil: Historia de la iniciativa asociativa en Argentina, 1776-1990, Buenos Aires, Edilab
Editora, 2002, pp. 99–168.
386
SÁBATO, Hilda, “Ciudadanía, participación política y la formación de una esfera pública en Buenos
Aires, 1850-1880”, en Entrepasados Revista de Historia, año IV, nº 6, Buenos Aires, 1994, pp. 67-86.
387
HABERMAS, Jürgen, The Structural Transformation of the Public Sphere: An Inquiry into a Category
of Bourgeois Society, Cambridge, The MITT Press, 1991, p. 27.
114
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
388
La Nación, 4 de junio de 1895.
115
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Los datos extraídos de las fuentes policiales develan también nuevos elementos
para pensar las complejas relaciones entre policía, justicia y sociedad civil.391 Como
observaremos, la intensidad de los allanamientos efectuados entre 1902 y 1903 se vio
aplacada con las primeras absoluciones judiciales de 1903: el 18 de marzo de ese año la
Cámara de Apelaciones en lo Criminal sobreseyó el caso del Club Velocípedo. En
palabras de La Nación, así se colocaba “una lápida definitiva a la ley de juego en cuanto
a los alcances que se le habían atribuido, limitando sus efectos a la represión de los
garitos públicos y ostensibles”392. En este sentido, aquí también analizamos
tangencialmente el accionar de la justicia que, como señala la Revista de Policía,
modificó su rumbo. A las primeras condenas judiciales de la Cámara Correccional,
389
CAIMARI, Lila, Mientras la ciudad duerme: Pistoleros, policías y periodistas en Buenos Aires, 1920-
1945, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2012; de la misma autora, Apenas un delincuente: Crimen,
castigo y cultura en la Argentina, 1880-1955, Buenos Aries, Siglo Veintiuno Editores, 2004. Ver también
GARCÍA FERRARI, Mercedes, Ladrones conocidos / Sospechosos reservados: Identificación policial en
Buenos Aires, 1880-1905, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2010; GALEANO, Diego, Escritores, detectives
y archivistas: La cultura policial en Buenos Aires, 1821-1910, Buenos Aires, Teseo, 2009; del mismo
autor, “En nombre de la seguridad: Lecturas sobre policía y formación estatal” en Cuestiones de
Sociología, nº 4, 2007, pp. 102-128; BARRENECHE, Osvaldo y GALEANO, Diego, “Nota sobre las reformas
policiales en la Argentina, siglos XIX y XX”, en MASQUELET, Héctor (dir.), Cuadernos de Seguridad:
Publicación del Consejo de Seguridad Interior. Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos,
n° 8, Buenos Aires, 2008, pp. 73-112.
390
BARRY, Viviana, “Lecturas de policías. La Revista de Policía de la ciudad de Buenos Aires”, en
Papeles de trabajo: La revista electrónica del IDAES, nº 3, año II, Buenos Aires, junio de 2008.
391
Ver BARRENECHE, Osvaldo, “Jueces, policías y la administración de la justicia criminal en Buenos
Aires, 1810-1950”, GAYOL, Sandra y KESSLER, Gabriel (comps.), Violencias, delitos y justicias en la
Argentina, Buenos Aires, Manantial, 2002, pp. 207-224; BARRENECHE, Osvaldo, Dentro de la ley, todo:
La justicia criminal en Buenos Aires en la etapa formativa del sistema penal moderno de la Argentina, La
Plata, Ediciones Al Margen, 2001.
392
“La ley contra el juego. Su interpretación. Fallo de la Cámara de lo Criminal”, en La Nación, 19 de
marzo de 1903.
116
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Esta mirada pretende demostrar el posible desfasaje que pudo haber existido
entre los modelos idealmente planteados por la ley y el accionar de los profesionales del
control social en el marco de las instituciones y su capacidad desmedida para reordenar
393
Retomamos la perspectiva de PALACIO, Juan M., La paz del trigo: Cultura legal y sociedad local en el
desarrollo agropecuario pampeano, 1890-1945, Buenos Aires, Edhasa, 2004. Ver también PALMA
ALVARADO, Daniel (ed.), Delincuentes, policías y justicias. América Latina, siglos XIX y XX, Santiago,
Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2015; BRANGIER PEÑAILILLO, Víctor, “Hacia la construcción de
un esquema de administración de justicia en Chile en el Siglo XIX. El papel ambivalente de los jueces
letrados: Entre las culturas jurisdiccionales y el legalismo”, en CORREA GÓMEZ, María J. (coord.),
Justicia y vida cotidiana en Valparaíso. Siglos XVII-XX, Santiago, Acto Editores/Universidad Andrés
Bello, 2014, pp. 34-57 y ZIMMERMANN, Eduardo (ed.), Judicial Institutions in Nineteenth-Century Latin
America, Institute of Latin American Studies, University of London, 1999.
394
“Aplicación de la ley de represión del juego”, en Revista de Policía, 1 de abril de 1903, nº 141, p. 322.
395
Ibíd., p. 321.
396
CHAZKEL, Amy, Laws of Chance…, ob. cit., pp. 70-99. Para un tratamiento del concepto de
discrecionalidad policial, retomamos a MONJARDET, Dominique, Lo que hace la policía: Sociología de la
fuerza pública, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2010.
117
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Los juegos de azar plantearon una serie de nudos problemáticos para la prensa
de Buenos Aires de entresiglos en la medida en que, como señala Manuel Bilbao, “la
prensa condena el juego y al mismo tiempo ocupa sendas columnas en noticiar las
reuniones sportivas y la crónica social en dar el nombre de las damas que concurren” 400.
Como veremos más adelante, la prensa de gran tirada encontró un lugar central en la
organización del meeting contra el juego. Para comprender mejor esta dimensión, es
397
ARMUS, Diego, La ciudad impura: Salud, tuberculosis y cultura en Buenos Aires, 1870-1950, Buenos
Aires, Edhasa, 2007; CAIMARI, Lila (comp.), La ley de los profanos: Delito, justicia y cultura en Buenos
Aires (1870-1940), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2007; DI LISCIA, María Silvia y
BOHOLAVSKY, Ernesto (eds.), Instituciones y formas de control social en América Latina (1840-1940):
Una revisión, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2005.
398
Ver las discusiones en torno a la legalidad e ilegalidad del duelo en la ciudad de México: SPECKMAN
GUERRA, Elisa, “El último duelo: Opiniones y resoluciones en torno al lance Verástegui-Romero, (Ciudad
de México, 1894)”, en DI LISCIA, María Silvia y BOHOLAVSKY, Ernesto (eds.), Instituciones y formas de
control social en América Latina (1840-1940): Una revisión, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2005. Para
el caso de Buenos Aires, ver GAYOL, Sandra, “Elogio, deslegitimación y estéticas de las violencias
urbanas: Buenos Aires, 1870-1920”, en GAYOL, Sandra y KESSLER, Gabriel (comps.), Violencias, delitos
y justicias en la Argentina, Buenos Aires, Manantial, 2002y GAYOL, Sandra, Honor y duelo en la
Argentina moderna, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2008.
399
Ver CAIMARI, Lila, Mientras la ciudad duerme…, ob. cit., p. 229.
400
BILBAO, Manuel, Buenos Aires. Desde su fundación hasta nuestros días…, ob. cit., p. 480.
118
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
401
SAÍTTA, Sylvia, “La arena del periodismo”, en Regueros de Tinta. El diario Crítica en la década de
1920, Buenos Aires, Sudamericana, 1998, pp. 27-54.
402
NAVARRO VIOLA, Jorge, Anuario de la prensa Argentina 1896, Buenos Aires, Coni, 1897.
403
LEROSE, Antonio y MONTMASSON (eds.), Guía periodística argentina, Buenos Aires, 1913.
404
Ver RIVERA, Jorge B., El periodismo cultural, Buenos Aires, Paidós, 1995; del mismo autor, El
escritor y la industria cultural, Buenos Aires, Atuel, 1998. Sobre el concepto de “campo”, ver BOURDIEU,
Pierre, La distinción: Criterio y bases sociales del gusto, Madrid, Taurus, 1999; BOURDIEU, Pierre y
WACQUANT, Loïc J., An Invitation to Reflexive Sociology, Chicago, University of Chicago Press, 1992.
119
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
francés parecía el modelo único”405. Silvia Saítta agrega que en La Prensa pueden
encontrarse signos que lo acercan también al modelo norteamericano: profusión de
avisos, amplitud de noticias que abarcan gran variedad de temas y un servicio
telegráfico bien organizado con corresponsales en las ciudades más importantes de
Europa y América. De acuerdo con la autora, La Prensa es el diario que marca el
horizonte periodístico durante las primeras décadas del siglo XX, tanto por su alto tiraje
como por ser “punta de lanza” en la incorporación de nuevas máquinas y técnicas de
impresión. Novedosos servicios gratuitos para los lectores, como la “biblioteca pública”
o los consultorios médicos –ubicados en el edificio propio–, hicieron del diario una
institución abierta al público.406
405
NAVARRO VIOLA, Jorge, Anuario de la prensa argentina 1896, ob. cit.
406
SAÍTTA, Sylvia, “La arena del periodismo”, ob. cit.
407
LEROSE, Antonio y MONTMASSON (eds.), Guía periodística argentina, ob. cit.
408
SIDICARO, Ricardo D., La política mirada desde arriba: Las ideas del diario La Nación (1909-1989),
Buenos Aires, Sudamericana, 1993, pp. 13-21.
409
ALONSO, Paula, “La Tribuna Nacional y Sud-América: Tensiones ideológicas en la construcción de la
‘Argentina moderna’ en la década de 1880”, en ALONSO, Paula (comp.), Construcciones impresas.
Panfletos, diarios y revistas en la formación de los estados nacionales en América Latina, 1820-1920,
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2004, pp. 203-241.
410
Ibíd., p. 14.
120
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
411
BLASCO IBÁÑEZ, Vicente, Argentina y sus grandezas, Madrid, La Editorial Española Americana, 1910.
412
GAYOL, Sandra, “Elogio, deslegitimación y estéticas de las violencias urbanas: Buenos Aires, 1870-
1920”, ob. cit.
413
BALESTRA, Juan, El noventa: Una revolución política argentina, Buenos Aires, Roldán, 1935.
414
SIDICARO, Ricardo D., La política mirada desde arriba, ob. cit.
415
PRIETO, Adolfo, El discurso criollista en la formación de la Argentina moderna, Buenos Aires,
Editorial Sudamericana, 1988.
416
Para un análisis de las diferencias dentro de las elites de la Belle Èpoque, ver HORA, Roy,
“Landowning Bourgeoisie or Business Bourgeoisie? On the Peculiarities of the Argentine Economic
Elite, 1880-1945”, en Journal of Latin American Studies, vol. 34, issue 03, agosto 2002, pp. 587-623 y
LOSADA, Leandro, “Oligarquías o elites Estructura y composición de las clases altas de la ciudad de
Buenos Aires entre 1880-1930”, Hispanic American Historical Review, February 2007 87(1): 43-75;
doi:10.1215/00182168-2006-087.
121
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
un problema en la medida en que son dos niveles que aparecen casi indiferenciados al
tratarse de un medio masivo de comunicación.417 Robert Buffington ha demostrado –
para la ciudad de México en el cambio de siglo– la importancia de la prensa popular
satírica en la configuración de “espacios públicos” proletarios, pero también ha señalado
que, de manera temprana, los diarios de circulación masiva como El Imparcial o El País
buscaron atraer a lectores de todas las clases sociales a través de noticias actualizadas,
crímenes sensacionalistas y reportajes deportivos. 418 Podría argumentarse que en la
Buenos Aires de principios de siglo La Nación y La Prensa también buscaron atraer
franjas más amplias de lectores con estrategias renovadas. 419
122
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
sección, no dejaba de emitir su parecer sobre “lo agradable” o “caluroso del clima”, lo
“excelente” o “pobre” del programa con relación a la altura de la temporada. La Prensa
suministraba al público información de las carreras: “como de costumbre haremos
conocer los resultados sucesivos de todas las pruebas del día anotándolos en el hall de
avisos de La Prensa”421 y anticipaba “las anotaciones” e “inscripciones” de cada premio
del domingo siguiente suministradas por el Jockey Club. 422 Por su parte, La Nación
detallaba las inscripciones, los hándicaps y los premios de cada reunión hípica y
ampliaba la información sobre los pormenores de cada Forfait.423
421
“Reapertura del Hipódromo de Palermo”, en La Prensa, 4 de marzo de 1900.
422
“Las inscripciones del Jockey club para el segundo domingo 11”, en La Prensa, 5 de marzo de 1900;
423
A modo de ejemplo se puede ver “Sports. Las carreras de hoy”, en La Nación, 1 de septiembre de
1901. Sobre el concepto de Forfait: “en el léxico de los hipódromos, se dice de los caballos de carreras
inscriptos y retirados antes de la competencia”, en ESCOBAR, Raúl T., Diccionario lunfardo del hampa y
el delito, Buenos Aires, Distal, 2004, p. 195.
424
“Causas de la miseria. El juego en la economía doméstica. Loterías y Carreras. Cifras que aterran. Las
coimas de un mes. ¡Casi dos millones de pesos!”, en La Prensa, 18 de agosto de 1901.
425
GONZÁLEZ, Ricardo, “Prólogo: ¿Qué nos muestra la prensa?”, en Los Obreros y el trabajo. Buenos
Aires, 1901, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1984, pp. 11-15.
426
Para un análisis sistemático de la cuestión social en la Argentina, ver ZIMMERMANN, Eduardo, Los
Liberales reformistas: La cuestión social en la Argentina 1890-1916, Buenos Aires, Sudamericana, 1995;
SURIANO, Juan (comp.), La cuestión social en Argentina, 1870-1943, Buenos Aires, Editorial La
Colmena, 2004.
123
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Loterías y Carreras. Cifras que aterran. Las coimas de un mes. ¡Casi dos millones de
pesos!”427. Además de suministrar información acerca de la importancia del juego –
tanto el legalizado como el clandestino– en todos los sectores de la sociedad, ofreció
una imagen transparente de cómo algunos aspectos de la vida de los sectores populares
y algunas costumbres eran vistas, juzgadas y estigmatizadas por las elites dominantes.
El lugar preferencial que este artículo ocupó en la serie –el primero en el cual se
trataban aspectos específicos de la vida de dichos sectores– nos muestra la relevancia
que se le atribuía a las llamadas causas morales en la generación de la pobreza y la
miseria, aun teniendo en cuenta ciertos matices introducidos. Por otra parte, la
exaltación que se hizo de la política, aplicada por algunas empresas que prohibían la
presencia de sus empleados en hipódromos y casas de “sport”, nos muestra cuán difusos
eran los límites entre lo que se consideraba público y privado cuando se trataba de los
empleados y los sectores populares en general.428
427
“Causas de la miseria…”, ob. cit.
428
Ver los comentarios de Ricardo González, “¿Qué nos muestra La Prensa?” y “Causas de la miseria. El
Juego en la economía doméstica. Loterías y carreras. Cifras que aterran. Las coimas de un mes. ¡Casi dos
millones de pesos!”, en GONZÁLEZ, Ricardo, Los Obreros y el trabajo. Buenos Aires, 1901, Buenos Aires,
Centro Editor de América Latina, 1984, pp. 11-15 y 82-85.
429
BARRANCOS, Dora, “El divorcio en cuestión. Imágenes de la prensa de gran circulación en torno de
1902”, en GAYOL, Sandra y MADERO, Marta (eds.), Formas de Historia Cultural, Buenos Aires,
Prometeo Libros, 2007, pp. 181-207.
430
Ver SABATO, Hilda, La política en las calles, ob. cit., p. 189.
124
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
431
“Meeting contra el juego. Los primeros trabajos”, en La Prensa, 30 de agosto de 1901.
432
“Las grandes reuniones populares. El meeting contra el juego”, en La Prensa, 30 de septiembre de
1901.
433
Alfredo Palacios (1880-1965) fue abogado y referente del partido socialista. En 1904, al ser electo
diputado, se convirtió en el primer diputado socialista de América Latina. Para un análisis del papel
preponderante del socialismo en contra del juego, ver CAMARERO, Hernán y HERRERA, Carlos M., El
Partido Socialista en Argentina: Sociedad, política e ideas a través de un siglo, Buenos Aires, Prometeo
Libros, 2005. Para una reflexión en torno del socialismo y el uso del tiempo libre, ver CAMARERO,
Hernán, “Jugar con banderas rojas: La izquierda y sus prácticas de entretenimiento hacia los niños
durante los años 1920-1930”, en Todo es Historia, n° 457, año XXXVII, agosto de 2005, pp. 18-28.
434
Juan José Romero (1841-1915) se recibió de abogado en Roma y revalidó el título en Buenos Aires, a
su regreso. En 1902 fue elegido diputado para el mandato 1902-1904, pero renunció el 21 de mayo de ese
mismo año.
435
“Represión del juego. El meeting de esta tarde”, en La Prensa, 29 de septiembre de 1901.
436
Ibíd.
437
Ibíd.
438
Ibíd.
125
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
El comité organizador recibió también “los pliegos que se distribuyeron para ser
subscriptos por los que están de acuerdo con la manifestación del domingo y los
móviles a los que responde. Entre ellos se ven estampadas raudas firmas de
comerciantes respetables”441. El Centro de Almaceneros invitó “a sus asociados y al
gremio en general concurrir al meeting”442. La Comisión Ejecutiva solicitaba a los
comerciantes que cerrasen sus puertas mientras se desarrollara el meeting, tanto para
que pudieran asistir los empleados como en señal de adhesión, “ya que el comercio es
uno de los más afectados por el juego”443. Las sociedades Salamanca Primitiva, Unión
Pelotaris y Unión Marina también presentaron su adhesión desde las primeras reuniones
e invitaron “a sus socios de orquesta y coro a reunirse en sus locales a las 12 del día” 444.
La sociedad Unión Marina se presentó con sus estandartes y bandas de música y la
Juventud Victoriosa del Sur llevó “vistosos” estandartes que dieron “motivo de
aplausos”. Por su parte, las sociedades Lira de Flores, Juventud Hispano Argentina,
Obreros zapateros y Artesanos de Rauch también presentaron sus adhesiones la noche
anterior al meeting.
126
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
¿Cuáles eran los puntos del petitorio presentado? Primero, como ya sostuvimos,
la consideración de los proyectos contra el juego de los Diputados Lacasa y Cantón.
446
“Para combatir el juego. La ruleta de San Fernando”, en La Nación, 29 de septiembre de 1901.
447
“Represión contra el juego”, en La Prensa, 28 de septiembre de 1901.
448
Ibíd.
449
“Para combatir el juego. La ruleta de San Fernando”, en La Nación, 29 de septiembre de 1901.
450
“El Meeting contra el juego. Petición al gobierno y al congreso”, en La Nación, 30 de septiembre de
1901.
451
“Las grandes manifestaciones populares. El Meeting contra el juego”, en La Prensa, 30 de septiembre
de 1901.
452
“La manifestación del domingo. Últimas resoluciones”, en La Nación, 27 de septiembre de 1901.
453
“Las grandes manifestaciones populares. El Meeting contra el juego”, en La Prensa, 30 de septiembre
de 1901.
127
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Una de las principales críticas formuladas por la sociedad civil al Estado con
relación al problema del juego se centraba en la multiplicación de casas de sport en las
que se desplegaban todo tipo de apuestas y otorgaban a la ciudad de Buenos Aires un
aspecto inmoral. La asociaciones de la sociedad civil cuestionaron al Estado un doble
discurso presentado como una farsa: “… todos los días se anuncia una larga serie de
clausuras y se echa a vuelo la promesa de extirpar cuanto antes la plaga: pero entre
tanto, las agencias siguen multiplicándose por todas partes y ni siquiera se toman el
trabajo de ocultarse”455. El contraste entre el discurso estatal sobre la sanción del juego
y la realidad provocó la desconfianza de la opinión pública: “… no ha de ser tan resuelta
como se dice la campaña contra las casas de sport, cuando se muestran tan tranquilas y
tan seguras de su suerte”456.
… la pasión del juego causaba entre nosotros la pérdida de los hábitos del trabajo.
Este perjuicio enorme que afecta los individuos afecta también a la sociedad, y en
ningún país más que en el nuestro puede sentirse su influencia desquiciadora, pues
todo su desenvolvimiento progresivo depende solo de la labor constante de sus
454
Ibíd.
455
“Las casas de sport por mal camino”, en La Nación, 25 de septiembre de 1901.
456
Ibíd.
457
“Contra el juego”, en La Nación, 27 de septiembre de 1901.
458
“El Meeting contra el juego. Petición al gobierno y al congreso”, en La Nación, 30 de septiembre de
1901.
128
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
459
hijos.
El orador terminó su discurso señalando “el peligro inminente en que se
encuentra la sociedad y aconsejó al pueblo a combatir la pasión del juego, a peticionar a
los poderes públicos la supresión de las loterías y los hipódromos”460.
Por su parte, el diputado Pastor Lacasa dijo “que se sentía orgulloso porque su
proyecto contra el juego, presentado a la Cámara (…) contaba con el apoyo del pueblo y
que trabajaría en el sentido de que dicho proyecto se convirtiera en ley, porque estaba
convencido de los peligros que amenaza a la sociedad y la república si el gobierno no
reacciona en el sentido de prohibir el juego” 461. Siguió en el uso de la palabra el Sr.
Presidente del comité, Juan Romero, quien pidió al pueblo su aval para peticionar al
gobierno y al Congreso las leyes de prohibición del juego. La asamblea dio su
consentimiento y “prorrumpió en vivas a los oradores” 462. Los manifestantes “se
dispersaron enseguida”463.
En la prensa periódica del período puede verse que las comisiones ejecutiva y
constitutiva del comité organizado para combatir al juego se presentaron al día
siguiente, a las 3 p.m., ante la casa de gobierno y al Congreso “para hacer entrega al
primer mandatario la petición, según se había convenido” 464 con “un pliego de 9.000
firmas”465. En palabras de La Prensa, se trató de una manifestación “cuya trascendencia
moral esperamos ha de influir en el ánimo de los legisladores”466; un meeting “centrado
en moralizar nuestras costumbres relajadas por el juego” 467. Los diarios La Prensa y La
Nación reprodujeron las notas elevadas por el comité y presentadas ante el gobierno y el
Congreso.
459
Ibíd.
460
Ibíd.
461
Ibíd.
462
Ibíd.
463
Todas las fuentes indican la misma cifra de asistentes: La Nación, La Prensa y BILBAO, Manuel,,
Buenos Aires…, ob. cit., p. 481.
464
“Para combatir el juego”, en La Prensa, 30 de septiembre de 1901.
465
“Represión del juego. El comité en la casa del gobierno y en el congreso”, en La Prensa, 1 de octubre
de 1901.
466
“Las grandes manifestaciones populares. El Meeting contra el juego”, en La Prensa, 30 de septiembre
de 1901.
467
Ibíd.
129
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
No pedimos por nosotros, pedimos por nuestros hermanos, pues es lastimoso ver
mil chicuelos vagabundos pululando por esta culta ciudad, siendo escarnio de la
moral, ocupados en la venta de loterías, habituándose así a la holgazanería y al
vicio, promesa segura de malos ciudadanos para mañana, sin instrucción ni hábitos
de trabajo.470
A estas palabras respondió el Presidente de la República manifestando “que se
daba exacta cuenta de los males que acarrea el juego a la sociedad y que cooperaría en
el sentido de que se tradujeran en hechos los propósitos que animaban a la comisión” 471.
Las comisiones pasaron luego a la Cámara de Diputados para hacer entrega de otra
petición en la que se declaró que era “doloroso también ver valiosos capitales invertidos
en inútiles caballos, sostenedores de juegos escandalosos, cuando esos capitales,
dedicados al comercio, a la industria o agricultura, tanto beneficio aportarían para
fomentar y engrandecer las riquezas de la Nación”. Ante estas declaraciones, la
comisión obtuvo la promesa del presidente de la Cámara –el Sr. Benito Villanueva– de
prestar cooperación. El comité resolvió entonces continuar constituido a la espera del
resultado de las peticiones y reunirse al día siguiente a las 8 p.m. en los salones del
Orfeón Español.
468
“Las entrevistas de ayer. En la casa de gobierno y en la cámara de diputados”, en La Nación, 31 de
septiembre de 1901.
469
Ibíd.
470
Ibíd.
471
Ibíd.
130
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Roy Hora ha argumentado que el meeting contra el juego no resultó de los más
masivos de la época y que la cantidad de firmas (5.000 asistentes en palabras de Bilbao
y 9.000 firmas, de acuerdo a La Prensa) puede considerarse insignificante para una
ciudad que se aproximaba al millón de habitantes y que lograba reunir con facilidad
petitorios con 50.000 firmas.475 Sin embargo, la multiplicidad de asociaciones reunidas
y organizadas en torno al meeting para solicitar la represión del juego y el eco que los
diarios La Prensa y La Nación hicieron de este evento, dan cuenta de una mayor
cantidad y variedad de voces contrarias el juego de las que conocíamos. Por otra parte,
señalamos que en las cámaras de Diputados y Senadores durante mayo de 1902 no
fueron discutidos directamente los proyectos de los diputados Lacasa y Cantón, ni los
pliegos presentados por el meeting contra el juego, sino un proyecto de ley de represión
del juego formulado por un ex funcionario de policía devenido diputado: Rufino Varela
Ortiz476. Este proyecto de ley sintetizaba un clima de época en el que las prédicas
472
“Represión del juego”, en La Prensa, 3 de octubre de 1901
473
“Para combatir el juego. La reunión de anoche”, en La Nación, 3 de octubre de 1901.
474
“Provincia de Buenos Aires. Desde La Plata. Los Juegos de azar”, en La Prensa, 4 de octubre de 1901.
475
HORA, Roy, Historia del turf argentino, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2014, p. 87. En
especial, Hora menciona que para el mismo año los empleados de comercio estaban en condiciones de
elevar al Congreso Nacional petitorios con 50.000 firmas.
476
Rufino Varela Ortiz nació en 1863 y falleció el 2 de marzo de 1907. Era conservador antijuarista.
Ejerció como diputado de la Nación durante seis períodos: 1887-1888 (por Córdoba), en reemplazo de
Juan M. de la Serna; 1888-1892 (por Córdoba); 1892-1896 (por Buenos Aires); 1898-1900 (por Capital
Federal); 1900-1904 (Capital Federal); 1904-1908 (Capital Federal).
131
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Rufino Varela Ortiz había propuesto en junio de 1899 resaltar la importancia que
la Ley 3313 de Lotería de Beneficencia Nacional, sancionada en 1895, tenía para el
bienestar general de la Capital y los Territorios Nacionales, en la medida en que nutría
las arcas de buena parte de las Sociedades de Beneficencia478. En esta dirección, Varela
Ortiz planteaba un proyecto de represión del juego, dado que la Ley de Lotería de
Beneficencia Nacional había resultado inútil porque, según él, salvo rarísimas
excepciones, las penas a los infractores no terminaban por aplicarse.
477
La Ley 4144 de Residencia se sancionó en 1902 y permitió a sucesivos gobiernos reprimir la
organización de los trabajadores, expulsando principalmente a extranjeros anarquistas y socialistas. En
este sentido, el trabajo de Juan Suriano resulta el principal referente sobre el tema: SURIANO, Juan,
Trabajadores, anarquismo y Estado represor: De la Ley de Residencia a la Ley de Defensa Social (1902-
1910), Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1988. Para un tratamiento de la Ley de
Residencia y su relación con los proxenetas, ver SCHETTINI, Cristiana, “Conexiones trasnacionales:
Agentes encubiertos y tráfico de mujeres en los años 1920”, en Nuevo Mundo. Mundos Nuevos [revista en
línea], noviembre de 2014. Para un tratamiento de las consecuencias de la ley y los delincuentes viajeros,
ver GALEANO, Diego, “Delincuentes viajeros y cooperación policial transnacional en América del Sur,
1890-1920”, Texto inédito presentado en el XXX Congreso Internacional de la Asociación de Estudios
Latinoamericanos (LASA), San Francisco, 23-26 de mayo de 2012; del mismo autor, Criminosos
viajantes, vigilantes modernos: Circulações policiais entre o Rio de Janeiro e Buenos Aires, 1890-1930,
Tesis de doctorado, Rio de Janeiro, Universidade Federal do Rio de Janeiro, 2012. Ver también NAZAR,
Mariana, “Estado de derecho y excepcionalidad: Algunas prácticas de control social sobre trabajadores
durante el primer peronismo”, en VIII Reunión de Antropología del Mercosur: Diversidad y poder en
América Latina, Buenos Aires, Universidad Nacional de General San Martín, 29 de septiembre al 2 de
octubre de 2009.
478
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1899, pp. 146-148.
479
Ibíd. y loc. cit.
480
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 1902, pp. 203- 219.
132
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
… la causa en que podría radicarse esta situación, que de producirse sería una
vergüenza, es la competencia bochornosa que, al amparo de la misma ley dictada
para combatirla y a la sombra de la desidia judicial que ya asume caracteres
crónicos en nuestro país, lo hacen las loterías clandestinas, a veces simples papeles
de escroquerie vulgar, quitándola, señor presidente, sino la mitad, por lo menos la
tercera parte de lo que anualmente debiera producir. 482
En su propuesta, Varela Ortiz también señalaba las dificultades del cuerpo
policial para limitar las acciones de los delincuentes del juego clandestino en la medida
en que la Ley Orgánica Municipal de 1882 determinaba que las multas a las
infracciones municipales debían hacerse efectivas “por vía de apremio judicial”:
Imagínese los señores diputados a la policía que sorprende una casa de juego,
limitando toda su acción a tomar los nombres presentes y pasarlos por nota a la
municipalidad a fin de que está, a su vez, los pase al fiscal y éste deduzca acción
ante los tribunales ordinarios de cobro de multa. ¡No habría policía más ridícula en
el mundo!483
En la sesión del 9 de junio de 1902 una Comisión de Códigos informó sobre los
detalles del proyecto de Varela Ortiz. En esta ocasión el Dr. Lacasa hizo referencia a la
sorpresa que le generaba la discusión del proyecto de Varela Ortiz y la falta de revisión
de su proyecto presentado el año anterior, el cual –junto al del diputado Cantón–
contaban con el apoyo popular: “… creo que es un derecho de cada uno de los diputados
que, cuando se presenta un proyecto a la consideración de la Cámara y ésta lo pasa a
comisión, debe estudiarlo con la anterioridad que ha tenido o hacer alguna mención de
él”484. Al presentar su negativa al proyecto de Varela Ortiz, el diputado Pérez también
hizo referencia a su lugar “como representante del pueblo” y recordó el apoyo
ciudadano del meeting contra el juego y el pedido de “supresión de la más grande de las
vergüenzas argentinas: la lotería nacional”485.
133
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
medidas alternativas proponía “impuestos progresivos a las herencias” 486. Sin embargo,
buena parte de los diputados no encontraron en ésta una forma sustitutiva que
garantizara “el bienestar general” y “la beneficencia”, por lo que terminaron apoyando
el proyecto de Varela Ortiz.
Así, el proyecto buscaba, por una parte, respetar “el libre arbitrio del juego como
parte de una acción privada” cuando se tratara de centros de reunión de las elites y, por
otra parte, autorizar la intromisión de la policía allí donde se tratase de garitos de juego
clandestino a los que acudía “la masa del pueblo”489. Varela Ortiz argumentaba que “el
juego en los clubes no constituye delito de orden moral ni legal, son simples
expresiones de la sociedad. Hay que curar allí donde la enfermedad puede ser peligrosa,
no en los centros superiores de la sociedad”490.
486
Ibíd., p. 203.
487
Ibíd., p. 204.
488
Ibíd., p. 205.
489
Ibíd., p. 204.
490
Ibíd., p. 204.
491
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 26 de julio de 1902, pp. 203- 219.
492
Federico Helguera fue diputado del Partido Autonomista Nacional (por Tucumán) durante el mandato
1900-1904.
134
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
El jefe de policía podría autorizar a los funcionarios policiales, por orden escrita
por él, a penetrar en las casas en que se verifiquen juegos de azar, se vendan o se
ofrezcan en venta billetes de loterías no autorizadas o se celebren apuestas o se
vendan boletos de sport, toda vez que existiera la semi prueba de que en ellas se
493
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 26 de julio de 1902, pp. 203- 219.
494
Para una biografía de Carlos Pellegrini, ver GALLO, Ezequiel, Carlos Pellegrini. Orden y Reforma.
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1997.
495
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 26 de julio de 1902, pp. 203-219.
496
Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 6 de agosto de 1902, pp. 212- 213.
135
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
infringieren las disposiciones de esta ley al solo efecto de constituir en arresto a los
497
contraventores.
La Orden del Día del 16 de mayo de 1896 a la que se refería Ballvé establecía
“la prohibición absoluta de juegos de este tipo en tabernas, cantinas, bodegones y
497
Ley 4097, Art. 9.
498
Ley 4097, Art. 2.
499
BALLVÉ, Antonio, Monografías policiales: Juegos de azar y otros prohibidos, Imprenta y
encuadernaciones de E. Landreau & Co, Buenos Aires, 1899, p. 4.
136
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
despachos de bebidas bajo pena de 30$ de multa y 10 días de arresto aplicables tanto a
los jugadores como a los propietarios o encargados de los establecimientos” 500. Apenas
un mes después, la medida fue modificada al limitarse la prohibición sólo a un tipo de
juego denominado “Patrone y Soto”, “bajo pena de 50$ de multa o 20 días de arresto
para los propietarios y de 30$ de multa o 10 días de arresto para los jugadores” 501. De
acuerdo con Gayol, la convicción de las autoridades de que “el aumento de lesiones y
homicidios en riñas tenían como origen incidentes en el transcurso de las partidas de
naipes” permite comprender la severidad y discriminación discursiva de fin de siglo.502
Por último, cabe destacar que la sanción de esta ley en cuanto al allanamiento de
500
Orden del Día del 16 de mayo de 1986.
501
Orden del Día del 16 de mayo de 1896.
502
GAYOL, Sandra, Sociabilidad en Buenos Aires: Hombres, honor y cafés 1862-1910, Buenos Aires,
Ediciones del Signo, 2000, p. 72.
503
BALLVÉ, Antonio, Texto de instrucción policial: Arreglado a los programas vigentes para exámenes
de competencia [2da ed.], Buenos Aires, Talleres Gráficos de la Penitenciaría Nacional, Buenos Aires,
1907.
504
MADARIAGA, Miguel A. y MORAS MOM, Jorge R., Juegos de azar: Represión de su explotación.
Doctrina y Jurisprudencia, nacional, y extranjera. (Exposición y crítica), Buenos Aires, Abeledo-Perrot,
1957.
137
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
505
“La policía en el año 1902”, en Revista de Policía, 1 de mayo de 1903, nº 143, p. 356.
506
“Juegos de azar: Los efectos de la nueva ley”, en Revista de Policía, 1 de septiembre de 1902, nº 127,
p. 97.
507
“Una batida policial. Las casa de juego. Varios clubes allanados”, en La Nación, domingo 15 de
noviembre de 1902.
508
Ibíd.
509
“Guitarrita: Lunfardo, máquina o aparato para engañar haciendo creer a los incautos que sirve para
fabricar dinero”. En ESCOBAR, Raúl T., Diccionario lunfardo del hampa y el delito, ob. cit., p. 214.
138
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
La policía tenía conocimiento de que en los altos de la calle Alsina 553 funcionaba
el Club Entrerriano, donde noche a noche se organizaban partidas de juegos
prohibidas. El jefe de policía Interino Sr. Ballvé resolvió hacer sorprender a los
510
“Una batida policial. Las casa de juego. Varios clubes allanados”, en La Nación, domingo 15 de
noviembre de 1902.
511
Noticias de policía “Recursos de inconstitucionalidad. Los presos por Juego de azar”, en La Prensa, 17
de noviembre de 1902.
512
“Represión del Juego. Sentencia del Dr. López García”, en Revista de Policía, 1 enero de 1903, nº 135,
p. 227.
513
Ibíd. y loc. cit.
514
Ibíd., p. 228.
139
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
515
“POLICÍA. Casa de juego sorprendida. La batida de anoche”, en La Nación, domingo 15 de febrero de
1903.
516
Aplicación de la ley de represión del juego”, en Revista de Policía, 1 de abril de 1903, n° 141, p. 322.
517
“La ley contra el juego. Su interpretación. Fallo de la Cámara de lo Criminal”, en La Nación, 19 de
marzo de 1903.
140
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
todas las asociaciones que cumplan con el rito de guardar las formas”518.
518
Ibíd.
519
Ibíd.
520
“Aplicación de la ley de represión del juego”, en Revista de Policía, 1 de abril de 1903, nº 141, p. 322.
521
“TRIBUNALES. Los juegos de azar. Interpretación de la ley. Importante sentencia absolutoria”, en La
Prensa, 19 de marzo de 1903, p. 9.
141
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
infracción de la Ley 4097 entre noviembre de 1902 y marzo de 1903, ofreciéndose “en
un solo cuadro una relación de todos los procesos instruidos hasta hoy por la policía y
que han sido elevados a la resolución de los tribunales correccionales”.522 De acuerdo a
las plumas policiales, el recorrido por los casos infractores permite dar cuenta de una
“verdadera anarquía de criterios que ha producido la aplicación de la debatida ley en los
tribunales encargados de hacer efectivas sus disposiciones penales”523.
Los casos se separan de acuerdo a los artículos infringidos. Entre estos procesos
se encuentran el del Club Velocípedo, el del Club Fraternidad o Unión Uruguayana, el
del Club Orfeón Argentino y el del Club Entre Ríos. Los tres primeros casos presentan
una serie de similitudes: en principio, fueron allanados por la noche, con la
correspondiente orden de allanamiento del jefe de la Comisaría de Investigaciones; a su
vez, las tres causas se elevaron al mismo juez correccional, López García. El primer
caso sobre el que se falló fue el del Club Velocípedo, en los últimos días de diciembre
de 1902. Al ser apelado y sobreseído el 18 de marzo, éste sentó jurisprudencia sobre el
resto de las causas.
522
“Aplicación de la ley de represión del juego”, en Revista de Policía, 1 de abril de 1903, nº 141, p. 322.
523
Ibíd., p. 321.
524
“La policía en el año 1902”, en Revista de Policía, 1 de mayo de 1903, nº 143, p. 357.
525
CHAZKEL, Amy, Laws of Chance…, ob. cit., pp. 70-99.
142
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Dada la reglamentación severa que tiene la ley en la actualidad, resulta muy difícil
y peligroso el establecimiento de simples garitos, porque nuestra policía con su
perfecta organización fácilmente los descubriría; y es en este caso que la ley es
burlada dando en repetidas ocasiones el carácter legal a los referidos garitos puesto
que basta a un empresario reunir un grupo de hombres de confianza y constituir el
centro que se le ocurra, llámese este Club Uruguayana, Fraternidad, Entre Ríos o
526
cualquier otro para tener el derecho de jugar como se quiera.
A su vez, Armesto argumentó el carácter inconstitucional de la Ley 4097 en tres
direcciones.527 En primer lugar, señaló que el Congreso no estaba facultado para dictar
leyes penales que no comprendieran carácter nacional. En este sentido, observó que la
Ley 4097 violaba la Constitución Nacional en el inciso 11 del artículo 67, el cual
establecía que no se podían sancionar leyes que generasen diferencias penales entre las
provincias, los territorios y la Capital.528 En segundo lugar, indicó que la Ley 4097 era
contraria a los intereses generales de la población, dado que hacía diferencias de
privilegios y de derechos entre los centros sociales de la alta sociedad y los garitos
populares:
Existe en la Ley de Represión del Juego una completa falta de lógica. Mientras se
acepta la Lotería Nacional reconociendo su inmoralidad, se la tolera por no poderla
suprimir en vista de llenar sus fines de beneficencia que no están previstos en otra
parte del presupuesto; persigue y castiga los juegos de azar en la clase media e
inferior de la sociedad y los protege y ampara en los clubes sociales (sentencia
absolutoria de la Excma. Cámara de Apelaciones en el juicio seguido a la “Unión
Velocípedo Argentina”) (…) Según esta ley, cuando se juega en los clubes son
acciones privadas (inocentes), pero no cuando juega el pueblo en las casas de sport
y las quinielas (…) Para conseguir la aprobación de la ley, su autor recordó que en
todas las naciones civilizadas donde la legislación del juego es severísima hay
leyes especiales de excepción, que legislan el juego en los clubes y los casinos.
(…) No conocemos una sola ley especial (salvo para el principado de Mónaco) en
las que se reglamenta los juegos de azar en los clubes y casinos. Lo que existe es
526
ARMESTO, Félix, Juegos de azar, Tesis presentada para obtener el título de Doctor en Jurisprudencia,
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco,
1908, p. 124.
527
Ibíd.
528
Ibíd., pp. 100-110.
143
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
una jurisprudencia aplicada a los clubes como a cualquier otro recinto cerrado,
donde la autoridad no puede penetrar, si el público no tiene libre acceso. La
Constitución Nacional al adoptar la forma republicana de gobierno suprimió los
títulos de nobleza y los privilegios de castas, para que todos los habitantes fueran
iguales ante las leyes de fondo, de lo que está en contra nuestra ley 4097, que dicta
disposiciones de acuerdo con sus prescripciones. O los juegos de azar se persiguen
y penan donde quiera que se jueguen, o son inocentes y no se debe perseguir ni
penar a nadie.529
En tercer lugar, cuestionó que esta Ley incorporase la confiscación de bienes,
hecho contrario a la Constitución Nacional y al Código Penal:
Esta polémica se exacerbó en 1917 ante las discusiones sobre la reforma del
529
Ibíd., pp. 111-118.
530
Ibíd., pp. 118-125.
531
Ver Fallos de la Corte Suprema de Justicia (1909/1910), pp. 240-241; (1913), p. 264; (1914), p. 270;
(1916/1917), pp. 5 y 153.
144
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Código Penal, que revisaron, entre otras cuestiones, los aspectos inconstitucionales de la
Ley 4097. Las Memorias de la División Investigaciones de la Policía (publicadas desde
1917), que recopilaron información sobre la Sección “Leyes Especiales” –de la cual la
Ley 4097 formaba parte–, ilustran que el accionar policial continuó con allanamientos,
arrestos y secuestro de insumos de juego prohibido durante todo el período. De hecho,
en el editorial de 1917, la División Investigaciones criticó la falta de condenas
judiciales: “… en 1917, [se] arrestó a 10.596 personas que no fueron procesadas y que a
la fecha continúan con la mala vida de antes”532.
532
Memoria de Investigaciones Año 1917, Buenos Aires, Imprenta y Encuadernación de la Policía, 1918.
533
Ibíd., p. 15.
534
Ibíd.
535
Memoria de Investigaciones Año 1918, ob. cit., 1919, p. 116.
536
Memoria de Investigaciones Año 1919, ob. cit., 1920, pp. 12-15.
145
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
537
Ibíd., pp. 5-6.
538
Memoria de Investigaciones Año 1920, ob. cit., 1921, p. 146.
539
Memoria de Investigaciones Año 1921, ob. cit., 1922, pp. 13 y 14.
540
Ibíd., pp. 120-121.
541
“La campaña contra el juego”, en Revista de Policía, 1 de febrero de 1922, nº 567, p. 75.
542
Ibíd., p. 75
543
“La ley de juegos de azar”, en Revista de Policía, 16 de diciembre de 1923, n° 612, p. 580.
146
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
544
“Observaciones oportunas relacionadas con las últimas disposiciones de la superioridad o sobre la
represión del delito y el juego y fomento de la instrucción policial”, en Revista de Policía, 1 de mayo de
1922, n° 573, pp. 203-205.
545
Ibíd., p. 206.
546
Ibíd., p. 204.
547
“La campaña contra el juego”, en Revista de Policía, 16 de mayo de 1922, n° 574, pp. 261-262.
147
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
548
“La campaña contra el juego”, en Revista de Policía, 1 de agosto de 1922, n° 579, pp. 356-357.
549
“La campaña contra el juego”, en Revista de Policía, 16 de diciembre de 1922, n° 588, pp. 579-580.
550
“Denuncias anónimas”, en Revista de Policía, 1 de abril de 1923, n° 595, pp. 157-158.
551
“Denuncias anónimas”, en Revista de Policía, 1 de abril de 1923, n° 595, pp. 157-158.
552
“Popular: hueso de la pata de vaca y de otros animales que se utiliza para jugar. El juego consiste en
lanzar la taba al aire sobrepasando una raya o línea. Si cae ‘de cara’, lado cóncavo, se gana. Si cae de
costado, el tiro es nulo. Si cae ‘de culo’ se pierde”. En ESCOBAR, Raúl T., Diccionario lunfardo del
hampa y el delito, ob. cit., p. 398.
148
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
que la justicia condenaba a pesar de tratarse de un juego en el que “la destreza del
jugador desempeña un papel central”553, por lo que no podría considerárselo, en rigor,
un juego de azar. Además, el Procurador General de la Nación Rodríguez Larreta
declaró improcedente un recurso extraordinario presentado ante la Corte Suprema de
Justicia para revisar la condena de Dalmiro Polmero y otros “por introducir y hacer
circular en la Capital loterías de diversos estados provinciales contraviniendo la Ley
4097”554. En esa oportunidad, el Procurador General de la Nación ratificó la
constitucionalidad de la Ley 4097, por haber sido una ley “dictada por el Congreso”, y
condenó a los acusados “siguiendo la sentencia dictada por el Doctor Matienzo en un
caso contra Juan José Marini”555.
Durante 1923 la campaña contra el juego arrojó, para el primer semestre, las
siguientes “estadísticas sobre los casos de intervención por diversas infracciones a la ley
sobre juegos de azar y loterías clandestinas de la sección Leyes Especiales de la
División Investigaciones”556:
553
“Un juego de habilidad”, en Revista de Policía, 1 de julio de 1923, nº 601; “El juego de la taba”, en
Revista de Policía, 1 de julio de 1923, nº 601, “La ley de juego y una rara sentencia”, en Revista de
Policía, 1 de agosto de 1923, nº 603, p. 368.
554
“Loterías Clandestinas”, en Revista de Policía, 1 de octubre de 1923, nº 607, pp. 461-462.
555
Ibíd., p. 461.
556
“La campaña contra el juego. La labor de la Sección Leyes Especiales”, en Revista de Policía, 16 de
septiembre de 1923, nº 606, p. 438.
557
Ibíd., p. 439.
149
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Además, se agregan 1.458 arrestos por infracciones a la Ley realizados por las
Comisarías seccionales y 686 procedimientos llevados a cabo por la Sección Leyes
Especiales de la División Investigaciones, en los que se arrestaron a 1.442 individuos
(514 por quinielas; 60 por quinielas y loterías no autorizadas; 18 por loterías no
autorizadas; 83 por redoblonas; 7 en juegos de naipes; 1 por apuestas mutuas en canchas
de pelotas); y se secuestraron en efectivo 115.778 $ M/N; 14.462 $ M/N en billetes de
lotería no autorizada y 4.791 $ M/N calculados en elementos de juego secuestrados.559
558
“La acción de la policía contra el juego”, en Revista de Policía, 1 de noviembre de 1923, nº 609, p.
509.
559
Ibíd., p. 510.
560
“La prueba en los sumarios instruidos por la policía”, en Revista de Policía, 1 de diciembre de 1923, nº
611.
561
Ibíd.
562
Ibíd., p. 554.
150
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
de juego los infractores fueron absueltos y la Revista de Policía revela las siguientes
cifras, por juzgado.
[En el juzgado del Doctor Ortega] durante el segundo trimestre del año en curso ha
habido el siguiente movimiento de procesos por infracción a la Ley 4097: 267
sobreseimientos provisionales; 10 sobreseimientos definitivos; 19 absoluciones; 26
condenados; 19 causas en trámite; 341 causas con el 7,5% de condenados (…)
Durante el tercer trimestre del mismo año el movimiento en dicho juzgado es el
siguiente: 188 sobreseimientos provisionales; 2 definitivos; ningún absuelto; 31
condenados; 47 en trámite; total de causas 268; 11,50% de condenados. [En el
juzgado del Doctor Obligado] durante el primer trimestre del año en curso 157
sobreseimientos provisionales; 1 definitivo; 10 condenados; 122 en trámite; total de
causas 290; 3,50% de condenados.563
Ya sobre el cierre del año, la Revista de Policía suma a estas cifras
desalentadoras una reflexión sobre el fallo del fiscal Avellaneda Huergo, con amplia
resonancia en la prensa. Al parecer, según el fiscal, en los casos de infracciones a la Ley
4097, cuando el sumario llegaba a los jueces, “comienzan estos a comprender que toda
labor sumarial se desvanecerá a medida que va tomando forma la prueba de la inocencia
del infractor pues los testigos de los allanamientos y secuestro rectifican
invariablemente sus declaración”564.
563
“La ley de juego de azar”, en Revista de Policía, 16 de diciembre de 1923, nº 612, pp. 558-559.
564
Ibíd., p. 580.
565
Ibíd., p. 581.
566
Ibíd., p. 582.
151
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
[Quienes] vieron el arresto de numerosas personas, (unas 50) que salían de la casa
allanada por la policía, con rara uniformidad rectifican sus declaraciones en la parte
en que dicen que ellos no han visto que se jugara a los naipes (…) y los testigos no
han mencionado haber sido objeto de violencia cuando declararon ante la policía.567
Por otra parte, la Policía también cuestiona de manera recurrente las limitaciones
a su accionar en los locales con personería jurídica, al considerar que el retiro de la
personería ante el Ministerio de Justicia no parece una pena suficiente: “Si la personería
jurídica se ha obtenido [con] un objeto de utilidad pública y si se comprueba que ése
solo ha sido un pretexto, ¿no podría el Ministerio Fiscal, de acuerdo con la Policía,
llegar hasta la acusación para los contraventores?” 572.
Cabe señalar que, junto a esta última crítica, se publicó una nota sobre la falta de
567
Ibíd., p. 582.
568
“La ley de juegos de azar”, en Revista de Policía, 1 de enero de 1924, n° 613, pp. 17-18.
569
“Loterías clandestinas”, en Revista de Policía, 16 de mayo de 1924, n° 622, p. 224.
570
“Sobre juegos prohibidos”, en Revista de Policía, 1 de julio de 1924, n° 625, pp. 293-296.
571
Ibíd., p. 294.
572
“El juego en las instituciones con personería jurídica”, en Revista de Policía, 16 de febrero de 1924, n°
616, pp. 75-77.
152
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
... ha resuelto que en los casos en los que la Policía de la Capital encuentre
asociaciones que gocen de personería jurídica e infrinjan las disposiciones de la ley
de juegos de azar, proceda a una rigurosa vigilancia del local social, levantando
acta de la infracción, personas presentes y de todas las existencias a que remitirá
inmediatamente la inspección General de Justicia. Esta oficina dentro de las 48
horas de recibido este documento remitirá al Ministerio de Justicia e Instrucción
Pública las actuaciones con el correspondiente dictamen para su resolución. 575
Entre los puntos abordados por el Poder Ejecutivo, la Revista de Policía destaca
el tópico de los elementos confiscados, que comenzaron a ser un punto de tensión para
la Jefatura. En esta misma dirección, en otros artículos la Jefatura policial aconseja la
destrucción de los billetes de las loterías clandestinas secuestradas, tanto en locales con
personería jurídica como en garitos, para “evitar la puesta en circulación de esos
elementos”576.
573
“Sobre el derecho de reunión”, en Revista de Policía, 16 de enero de 1924, n° 613, p. 74.
574
“El juego en las asociaciones que gocen de personería jurídica”, en Revista de Policía, 16 de abril de
1924, n° 620, p. 181.
575
Ibíd., p. 182.
576
“Destrucción de los billetes de lotería prohibida que se secuestren”, en Revista de Policía, 1 de agosto
de 1924, n° 627, p. 358. Ver también “Los billetes de loterías prohibidas deben ser destruidos”, en Revista
de Policía, 16 de septiembre de 1924, n° 630, p. 428.
577
“Redobloneros que se enriquecen”, en Revista de Policía, 16 de diciembre de 1924, n° 636, pp. 559-
560.
153
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Rómulo Gómez ejerce el lucrativo oficio de redoblonero desde hace tres décadas,
estando considerado nada menos que un iniciador del juego de las redoblonas y sus
derivados en esta capital (...) El momento en que el Comisario Racana lo
sorprendiera con las manos en la masa era dueño y señor de un caudal de 700.000 $
M/N arrancados de las manos del pobre y del contaminado por el siniestro flagelo
(...) Además de esa apreciable cantidad de dinero cuya posesión ilegal radica en los
50 sobres que encerraban las apuestas, el Tuerto llevaba consigo otros 4.500 $ M/N
producto de idéntica actividad (...) Práctico en el arte del vicio, Gómez no se
cuidaba mayormente de las formas externas de las apariencias. En su local tenía a
la vista la documentación respectiva, las planillas de movimiento general de las
apuestas en relación abierta con las demandas que procedían de muchas localidades
del interior del país. Más todavía: contaba con el recurso y el auxilio pavoroso de
las líneas telegráficas y telefónicas.578
578
Ibíd.
579
“Campaña contra el juego. Allanamiento de un garito”, en Revista de Policía, 1 de enero de 1925, n°
637, pp. 16-17.
580
Ibíd., p. 16.
581
Ibíd., p. 17.
154
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
582
“La policía y el juego. Enérgico dictamen”, en Revista de Policía, 16 de octubre de 1925, n° 656, p.
530.
583
Ibíd., p. 531.
584
“El registro de vecindad y la opinión pública”, en Revista de Policía, 1 de diciembre de 1925, n° 659,
pp. 604-605.
585
“La campaña contra el juego. Allanamientos fracasados”, en Revista de Policía, 1 de junio de 1925, n°
647, p. 280.
155
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Anuló todas las actuaciones en virtud de que el acta que sirvió de base a la
acusación fiscal no había sido suscripta por el secretario del juez que asistió a la
diligencia procesal, sino por empleados secundarios de la policía que lo
sustituyeron en la actuación de los hechos.588
Sin embargo, a pesar de estas críticas el savoir faire judicial, otro artículo
celebra el fallo del juez correccional Viale, que acumula las causas de los imputados
para fallar por separado en cada una de ellas y finalmente logra condenar a nueve
infractores.589 En resumen, a lo largo del año 1925, prevalecen las notas que otorgan
crédito al proceder de los jueces que logran condenar a los imputados. Si tenemos
presente la falta de condenas y de imputados antes de 1924, es posible pensar que este
giro en el accionar judicial está vinculado a un recrudecimiento punitivo por parte del
Poder Ejecutivo, que como veremos también se evidencia en la prohibición del juego en
la Provincia de Buenos Aires en el año 1927.
586
Ibíd., p. 280.
587
Ibíd. y loc. cit.
588
“La policía en su campaña contra el juego”, en Revista de Policía, 16 de septiembre de 1925, n° 654,
p. 470.
589
“Infractores a la ley sobre juegos de azar. Un fallo moralizador”, en Revista de Policía, 1 de agosto de
1925, n° 651, p. 385.
590
“La represión del juego por la justicia”, en Revista de Policía, 16 de enero de 1926, n° 662, p. 79.
591
“La cámara del crimen y los infractores a la ley sobre juegos de azar”, en Revista de Policía, 1 de
febrero de 1926, n° 663, pp. 92-93.
156
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
592
“Policías Argentinas. El juego”, en Revista de Policía, 16 de junio de 1926, n° 672, p. 469.
593
Ver “Los lugares del desorden”, en CAIMARI, Lila, Mientras la ciudad duerme…, ob. cit., pp. 154-185.
594
“Sobre juegos de azar”, en Revista de Policía, 16 de noviembre de 1926, n° 682, p. 873.
595
“Jurisprudencia de los tribunales: Lesiones por juegos prohibidos, jurisdicción”, en Revista de Policía,
16 de diciembre de 1930, n° 780, pp. 1426-1430.
596
“El juego legalizado en nombre de la constitución”, en Revista de Policía, 16 de marzo de 1926, n°
666, pp. 260-261; “El juego en Mar del Plata”, en Revista de Policía, 1 de abril de 1926, n° 667, pp. 419-
420. Ver PEDETTA, Marcelo, “Cara y Cruz. Estado, juego oficial y juego clandestino antes de 1936”, en
Fuera de la ley. Jornadas de discusión sobre delito, policía y justicia en perspectiva histórica (siglos xix
y xx), Buenos Aires, Universidad de San Andrés, 17-19 de junio de 2010; del mismo autor, La Fuente de
los deseos: El Casino durante la democratización de Mar del Plata. Políticas públicas, empleados y
prácticas de sociabilidad (1936-1955), Tesis doctoral de la Universidad Nacional de Mar del Plata,
inédita.
597
“El juego de quinielas en Córdoba”, en Revista de Policía, 16 de diciembre de 1926, n° 684, pp. 947-
948.
598
“Santa Fe: La intendencia ha iniciado una campaña contra las quinielas”, en Revista de Policía, 16 de
Mayo de 1931, n° 790, p. 504.
599
“El juego en los Centros Sociales”, en Revista de Policía, 16 de junio de 1926, n° 672, pp. 445-446.
157
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Por suerte es la misma justicia la que nos da la razón, que alcanza por cierto a los
sucesos del pasado frente a la ley de referencia. La reacción no puede ser más
auspiciosa para el cometido policial y en tal virtud no pasará mucho tiempo para
que los centros sociales que persiguen fines útiles y buenos queden libres de
prejuicios que aún hoy interrumpen sus actividades honestas. 602
600
Ibíd., p. 446.
601
Ibíd. y loc. cit.
602
Ibíd. y loc. cit.
603
“La persecución del juego. Elogios a la policía”, en Revista de Policía, 16 de noviembre de 1926, n°
679, pp. 726-727.
604
“La campaña contra el juego. Tentativa de infracción a la ley sobre juego”, en Revista de Policía, 16
de octubre de 1926, n° 682, p. 773.
605
Ibíd. y loc. cit.
158
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
A partir de 1927, la Revista de Policía ocupa sus páginas con notas referidas a la
represión del juego en la Provincia de Buenos Aires, detallando el accionar policial en
las diferentes localidades vecinas.611 Es preciso señalar que estas notas se anticiparon
primero y siguieron de cerca después la prohibición del juego en esta provincia durante
ese mismo año, sancionada por la legislatura provincial primero y por el Congreso
Nacional después. En mayo se prohibió la venta de billetes de Lotería de Beneficencia
606
Ibíd., p. 726.
607
Ibíd., p.773.
608
“La policía y el juego”, en Revista de Policía, 16 de noviembre de 1926, n° 682, pp. 865-868.
609
“La policía y el juego”, en Revista de Policía, 1 de diciembre de 1926, n° 683, pp. 882-883.
610
Ibíd., p. 883.
611
Ver “Policías Argentinas Buenos Aires: La represión del juego”, en Revista de Policía, 1 de junio de
1927, n° 695, p. 410; “Policías Argentinas. Provincia de Buenos Aires: Represión del juego de azar”, en
Revista de Policía, 1 de septiembre de 1927, n° 701, p. 756; “El juego en la Provincia de Buenos Aires”,
en Revista de Policía, 1 de octubre de 1927, n° 703, pp. 841-842; “Primer juicio oral en la Plata por
infracción a la ley de juegos de azar”, en Revista de Policía, 16 de octubre, n° 704, p. 918; “Aplicación de
la ley sobre juegos de azar en la Provincia de Buenos Aires”, en Revista de Policía, 1 de enero de 1928,
n° 709, pp. 17-18; “El juego en la Provincia de Buenos Aires”, en Revista de Policía, 1 de octubre de
1928, n° 727, pp. 312-313; “El juego en la provincia de Buenos Aires”, en Revista de Policía, 16 de
agosto de 1931, n° 796, pp. 815-816; “Policías Argentinas: Buenos Aires, la represión del juego”, en
Revista de Policía, 16 de febrero de 1932, n° 808, p. 188; “El juego y el abigeato en la Provincia de
Buenos Aires”, en Revista de Policía, 1 de junio de 1932, n° 815, pp. 496-499.
159
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
612
“Se prohíbe en el territorio de la Provincia de Buenos Aires el expendio de Lotería Nacional”, en
Revista de Policía, 16 de junio de 1926, n° 696, p. 477.
613
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 1927, Tomo I, pp. 542-544.
614
“Justicia y Policía”, en Revista de Policía, 1 de abril de 1927, n° 691, pp. 253-255.
615
Ibíd., p. 254.
616
“Importante resolución del jefe de policía contra los infractores a la ley de juegos”, en Revista de
Policía, 16 de junio de 1927, n° 696, p. 474.
160
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Que los datos que contienen las planillas de juego que mensualmente se distribuyen
de las infracciones a la ley de juegos se anotarán en un libro que a contar de la
fecha se abrirá con ese efecto, consignándose en él los procedimientos represivos
que hayan practicado en sus respectivas jurisdicciones las comisarías seccionales y
los que en las mismas efectúe la Comisaría de Investigaciones 618.
En esta dirección, en agosto de 1927 aparecen las últimas cifras de juego
prohibido publicadas por la Revista de Policía: “1.575 sumarios que corresponden a
3.574 autores probables de los cuales fueron detenidos 2.516, fugando en consecuencia
sólo 59”619. Según la Revista de Policía, “de estas intervenciones el 33% fueron hechas
por la sección especial de División Investigaciones y el 77% restante por las comisarías
seccionales”620. En octubre, la Revista de Policía declara que “el juego en sus formas
externas, por lo menos, tiende a desaparecer en el vasto escenario de la Capital”621. En
1928, las estadísticas policiales ya no presentan ningún dato sobre juego prohibido.622
617
“La campaña contra el juego”, en Revista de Policía, 16 de enero de 1927, n° 686, p. 84.
618
“Infracciones a la ley de juego”, en Revista de Policía, 16 de junio de 1927, n° 696, p. 490.
619
“Juegos de azar”, en Revista de Policía, 1 de agosto de 1927, N° 699, p.619.
620
Ibíd. y loc. cit.
621
“El juego”, en Revista de Policía, 1 de octubre de 1927, n° 703, p. 869.
622
“La estadística de la policía en el año 1928”, en Revista de Policía, 16 de noviembre de 1928, n° 730,
pp. 225-226.
623
“La campaña contra el juego y la falta de personal”, 16 de junio de 1928, en Revista de Policía, n°
720, p. 725.
161
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Cabe señalar que este allanamiento realizado al Club Sirio Libanés en 1928 es
uno de los últimos registros sobre allanamientos y represión del juego en el ámbito de la
Capital con los que contamos antes de los sucesivos decretos que declaran el estado de
sitio, a partir del 5 de septiembre de 1930.625 Por un lado, el abandono de la publicación
de las estadísticas sobre juego pareciera relacionarse con las primeras sanciones
disciplinarias por parte de la justicia ante la actitud policial en los allanamientos, o por
lo menos, así lo menciona una nota de 1931. 626 Por otro lado, la Orden del Día de mayo
de 1927 muestra cierta tendencia policial a omitir información sobre sus procedimientos
represivos. En este sentido, el análisis aquí realizado permite confirmar una continuidad,
más que una ruptura, entre los años vientre y los años treinta.627 En efecto, la
experiencia policial frente a la Ley 4097 dotó a la División Investigaciones y a las
comisarías seccionales de tres décadas de ensayos en estos procedimientos. Finalmente,
en 1932, el Jefe de Policía, coronel Luis García, sancionó una larga lista de edictos
policiales que comenzaron en mayo con la restricción de las reuniones públicas en la
ciudad, que habilitaron a los agentes policiales a irrumpir en reuniones al aire libre y en
locales cerrados, y a arrestar al público presente durante treinta días. 628
El año 1927 resulta significativo en el vínculo entre policía y represión del juego
en varias direcciones. En primer lugar, como señalamos, en el transcurso de ese año la
legislación provincial prohibió el juego en la Provincia de Buenos Aires y la División
Investigaciones avanzó con allanamientos, detenciones e incautaciones en el vasto y
624
Ibíd. y loc. cit.
625
Lila Caimari y Mariana Nazar han reconstruido los datos precisos sobre el derrotero del estado de sitio
que “se inicia por un decreto del 5 de septiembre de 1930 por treinta días. El 4 de octubre de ese mismo
año, un nuevo decreto prolonga la vigencia del estado de sitio ‘hasta nueva resolución’ (es suspendido por
un día en noviembre de 1931, para la realización de las elecciones). Cuando Justo accede al poder, el
estado de sitio es levantado, pero vuelve a ser instaurado en diciembre de ese mismo año y prolongado
sucesivamente hasta el 9 de julio de 1934.” En CAIMARI, Lila, Mientras la ciudad duerme…, ob. cit., p.
227.
626
“La campaña contra el juego”, en Revista de Policía, 1 de octubre de 1931, n° 790, pp. 1001-1002.
627
Ver el análisis de Lila Caimari en “La ciudad y el orden”, en CAIMARI, Lila, Mientras la ciudad
duerme…, ob. cit., pp. 91-114.
628
Las dimensiones de esta intervención en la vida social de la ciudad de Buenos Aires son tan amplias
como la vida misma: “bailes públicos, ebriedad, carnaval, escándalo, vagancia y mendicidad, juegos de
naipes, tenencia de armas, ruidos molestos, derecho de reunión y seguridad pública”. En CAIMARI, Lila,
Mientras la ciudad duerme…, ob. cit.
162
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
complejo territorio de la Provincia de Buenos Aires, que fue ubicando a “los lugares del
desorden al otro lado del puente”629. Además, como ha señalado Lila Caimari630, el
“Gran Buenos Aires” fue el espacio desde donde el nuevo delito comenzó a planear la
irrupción en las “respetables” calles de la ciudad, para luego regresar a un suburbio de
difícil gestión estatal y siempre dudoso cumplimiento de la ley. Bien trajeados,
organizados en bandas, con acceso a la última tecnología en armas, automóviles y
comunicación, los profesionales del delito que se fugaban al Gran Buenos Aires se
convertirían en un foco de interés de la prensa del período y un objetivo de intervención
policial. En cuanto al juego, la localización simbólica de la ilegalidad también se fue
deslizando fuera de la ciudad; así, la represión del juego en la Provincia de Buenos
Aires se volvió un tópico central de la Revista de Policía entre 1927 y 1932.
629
Ver “Los lugares del desorden”, en CAIMARI, Lila, Mientras la ciudad duerme…, ob. cit., p. 169.
630
CAIMARI, Lila (comp.), La ley de los profanos: Delito, justicia y cultura en Buenos Aires (1870-1940),
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2007. Ver también CECCHI, Ana V., “Itinerarios: tango y
timba en la ciudad”, en CECCHI, Ana V., La timba como rito del pasaje: La narrativa del juego en la
construcción de la modernidad porteña (Buenos Aires, 1900-1935), Buenos Aires, Teseo, 2012. Para un
tratamiento del caso de Avellaneda, ver PIGNATELLI, Adrián, Ruggierito: política y negocios sucios en la
Avellaneda violenta de 1920-1930, Buenos Aires, Nueva Mayoría Editorial, 2005 y CECCHI, Ana V.,
“Polifónicas imágenes delictivas: Narrar a Ruggierito”, en Especulo. Revista de estudios literarios, nº 45,
año XIV, julio-octubre 2010.
631
“La represión del juego ante la ley la justicia y la policía”, en Revista de Policía, 1 de noviembre de
1927, n° 705, p. 393 y “La represión del juego ante la ley la justicia y la policía”, en Revista de Policía,
16 de noviembre de 1927, n° 706, pp. 1008-1009.
163
Tesis de doctorado Capítulo 3: “No va más”: Allanamientos policiales nocturnos…
Por último, el derrotero aquí retratado permite retomar el fervor asociativo del
período de entreguerras desde una óptica novedosa.635 La gran cantidad de asociaciones
con personería jurídica allanadas dan cuenta de las numerosas sociedades y clubes que
se reunían y contaban con personería jurídica. Los allanamientos en estos locales
ilustran la continua vigilancia de estos espacios –y en ellos– por parte de los agentes de
las comisarías seccionales y de la Sección Leyes Especiales de la División
Investigaciones, que mantenía una relación de sospecha frente a estas entidades
asociativas. En este sentido, como señalamos en la introducción y siguiendo el análisis
de Amy Chazkel para el caso de Río de Janeiro, la Ley 4097 parece haber ocupado en el
ámbito urbano de Buenos Aires un lugar más ligado a mantener y organizar cierto orden
en torno a la sociabilidad que a asegurar condenas. En conclusión, la multiplicidad de
asociaciones reunidas y organizadas en torno al meeting para solicitar la represión del
juego, así como su repercusión en los diarios La Prensa y La Nación, dan cuenta de una
mayor cantidad y variedad de voces contra el juego de las que conocíamos hasta
entonces y permiten comenzar a comprender que ciertas prácticas discrecionales de la
policía devenidas en leyes son, muchas veces, producto de la opinión pública y de la
sociedad que las convoca.
632
Edicto de policía. Reuniones públicas, Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 11
de mayo de 1932, p. 262. El edicto de reuniones públicas fue ampliado y modificado sucesivas veces en
los años siguientes. Para un análisis del significado de esta medida en el contexto político del cambio de
década, ver GONZÁLEZ ALEMÁN, Marianne, “¿Qué hacer con la calle?: La definición del espacio público
porteño y el edicto policial de 1932”, en Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr.
Emilio Ravignani, n° 34, Buenos Aires, 2011, pp. 107-139.
633
CAIMARI, Lila, Mientras la ciudad duerme…, ob. cit., p. 96.
634
Ibíd., p. 98.
635
Ver GUTIÉRREZ, Leandro H. y ROMERO, Luis A., Sectores populares, cultura y política: Buenos Aires
en la entreguerra, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2007.
164
CAPÍTULO 4
LAST REASON Y ROBERTO ARLT: CRÓNICAS Y AGUAFUERTES EN LOS AÑOS VEINTE Y TREINTA
Introducción
636
ARLT, Roberto, “No crea en la suerte amigo”, en El Mundo, 24 de enero de 1930.
637
LEARS, Jackson, Something for Nothing: Luck in America, Nueva York, Viking Press, 2003.
638
SAÍTTA, Sylvia, Regueros de tinta. El diario Crítica en la década de 1920, Buenos Aires, Sudamericana,
1998.
165
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
masculina porteña aficionada al turf los sábados y las señoras y señoritas los jueves a través
de su Consultorio Patológico- generaron para el cronista una popularidad considerable.639
Last Reason convence a sus lectores de dos cosas: “que la vida es buena y que el optimismo
cabe lo mismo en la mansión del rico que en la última pieza de un conventillo” 640. En sus
recuadros costumbristas “se halagan ciertos vicios, se ponderan defectos, se sanciona la
existencia de algunas vidas irregulares, se enaltece el coraje, la hombría de los machos y la
fidelidad de las hembras”641. Last Reason se autodefine como reo y simpatiza con los
códigos del submundo hípico que merodea el Hipódromo Argentino de Palermo. 642 Como
señala el estudio de García Cedro: “si el turf ofrece un sentido de pertenencia, Last Reason
demuestra su pertenencia y eso lo autoriza a entrometerse, a emitir juicios, hacer propuestas
y ya en su Consultorio Patológico a aleccionar a los que no forman parte de esa
realidad”643.
639
UNAMUNO, Miguel, “Prólogo a la segunda edición. A rienda suelta”, en Last Reason, A Rienda Suelta,
Buenos Aires, Ediciones Colihue / Ediciones Biblioteca Nacional, 2006.
640
LANATA, Oscar, “Lo que sé del reo Last Reason”, en Last Reason, A Rienda Suelta, Buenos Aires, M.
Gleizer Editor, 1925.
641
Ibíd.
642
Inaugurado en 1876 con una asistencia de 10.000 concurrentes.
643
GARCÍA CEDRO, Gabriela, “Aguatintas hípicas”, en Last Reason, A Rienda Suelta, Buenos Aires, Ediciones
Colihue y Ediciones Biblioteca Nacional, 2006, p. 14.
644
SCROGGINS, Daniel C., “Lista de artículos publicados por Roberto Arlt en el diario El Mundo entre el 19 de
Mayo de 1928 y el 24 de Abril de 1933”, en Las aguafuertes porteñas de Roberto Arlt. Publicadas en El
Mundo. 1928-1933, Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1981, pp. 275-296.
645
SAÍTTA, Sylvia, El escritor en el bosque de ladrillos. Una biografía de Roberto Arlt, Buenos Aires,
Debolsillo, 2008.
646
ARLT, Roberto, en El Mundo, 8 de marzo de 1930.
166
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
saltar a otras geografías y otras latitudes,647 Arlt describe en sus Aguafuertes un universo
bien porteño, con el que se cruza al recorrer la ciudad. En este submundo urbano se “elogia
la vagancia”,648la máxima aspiración es “sacarse la grande”649 y el gran deshonor es “ser
visto en el hipódromo”.650Como ha señalado Ricardo Piglia, Arlt titula sus crónicas usando
el modelo de una técnica gráfica (las aguafuertes, el ácido que fija la imagen) porque quiere
fijar un retrato, registrar un modo de ver.651 La mirada de Arlt sobre el universo del juego
encuentra en las Aguafuertes Porteñas una entonación crítica pero didáctica. Arlt provee de
algunos detalles clave a sus lectores -“sobre el arte de saber perder a la lotería” 652– y
también algunos consejos: “no crea en la suerte amigo”653. Las Aguafuertes Porteñas
constituyen así un singular fresco sobre la timba en la ciudad, sobre su “crepúsculo” 654 y su
“risorgimiento”655.
Soy lector de los que piensan que la alegría es la única cosa barata en esta tierra de
cosas caras, y creo que todo aquello que deba obtenerse con la risa en los labios no
debe buscarse con el ceño fruncido. Escribir alegremente, burlonamente es un placer
que a veces suelen compartir los lectores; de ahí que yo me tire el lance de hacerme el
rana por el lado de la prosa festiva y atropelle contra todas las barreras de lo grave, lo
serio, lo enfático y lo ceremonioso. La vida es corta y hay que estirarla un cachito más.
647
A las Aguafuertes porteñas siguieron las Aguafuertes fluviales, de agosto a octubre de 1933; las
Aguafuertes patagónicas, de 1934, las Aguafuertes españolas, de 1935 y 1936, y la columna “Al margen del
cable”, en la que desde 1937 Artl se ocupó de las noticias mundiales. Ver CORRAL, Rose, “Un argentino
piensa en Europa: Roberto Arlt en sus última crónicas”, en ARLT, Roberto, El paisaje en las nubes: Crónicas
en El Mundo 1937-1942, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2009, pp. 13-40.
648
ARLT, Roberto, “Elogio a la vagancia”, en El Mundo, 18 de marzo de 1929.
649
ARLT, Roberto, “Si nos sacamos la grande”, en El Mundo, 23 de diciembre de 1930.
650
ARLT, Roberto, “No diga que me vio en el hipódromo”, en El Mundo, 21 de octubre de 1932.
651
PIGLIA, Ricardo, “Prólogo”, en ARLT, Roberto, El paisaje en las nubes: Crónicas en El Mundo 1937-1942,
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2009, pp. 9-12.
652
ARLT, Roberto, “Del arte de saber perder a la lotería”, en El Mundo, 18 de septiembre de 1928.
653
ARLT, Roberto, “No crea en la suerte amigo”, en El Mundo, 24 de enero de 1930.
654
ARLT, Roberto, “El crepúsculo de la timba”, en El Mundo, 27 de septiembre de 1930.
655
ARLT, Roberto, “Risorgimiento de la timba localizada”, en El Mundo, 2 de diciembre de 1930.
167
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
¿Qué mejor alargamiento que el de una boca al abrirse en una carcajada? En ese
sentido me declaro devoto de Taborda y de su inagotable vena humorística, más
propensa a la salud que todas las drogas de la filosofía, la moral y la farmacopea. Por
eso hará uso el infrascripto de todos los recursos lícitos para llevarte, amigo lector en
un trote alegre y saltarín al Argentino; si eres jugador, ni todos los cronistas del mundo
juntos van a evitar que te bañes en la pileta de la mishiadura, pero, por lo menos que el
fatídico lunes te halle sin arrugas en la frente y sin pliegues en el espíritu. 656
Last Reason comienza a escribir en Crítica al cierre del diario La montaña. El editor
Oscar Lanata logra develar el misterio de su verdadero nombre –Máximo Saenz– y lo
contrata para escribir crónicas de Turf al estilo de sus notas de La montaña que se
reproducían en el Telégrafo de Uruguay. Claro que cuando Last Reason llega a la redacción
de Crítica se encuentra con un periódico que acompaña el ritmo acelerado de la
modernidad urbana con tres ediciones y un promedio de circulación diaria de 166.385
ejemplares. Como ha estudiado Sylvia Saítta, para 1924, Crítica es el tercer diario de la
ciudad después de La Prensa y La Nación.657 Last Reason confiesa en su crónica de
presentación “que ha debido vencer no pocos escrúpulos de conciencia antes de ponerse la
chaquetilla roja y negra de la casa; escrúpulos sentimentales nada más” 658.
656
LAST REASON, “Ecce Homo”, en Crítica, viernes 2 de mayo de 1924.
657
SAÍTTA, Sylvia, Regueros de tinta..., ob. cit., p. 73.
658
LAST REASON, “Ecce Homo”, ob. cit.
659
Ibíd.
168
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
dedicarán a retratar el mundo reo que concurre al Hipódromo Argentino de Palermo. 660La
popularidad de las columnas de Last Reason se da de manera acelerada. Un año y medio
después de publicada su primera nota, cuando se reúnen varias de sus crónicas en el libro A
Rienda Suelta editado por Gleizer, su éxito ya es rotundo e indiscutible.661
Last Reason se declara especialista en temas del Turf (“me complace en declarar
que me siento atraído al periodismo turfístico por una vocación irresistible, por un fervor
apostólico de iluminado”662) y recoge una tradición ampliamente valorada por la páginas
esportivas de Crítica. Desde su creación en 1913, Crítica contaba con una sección dedicada
a las “carreras”. Las crónicas hípicas estaban a cargo de los hermanos Ottone. El
predominio de las notas de Turf –que ocupaban tres de las ocho páginas del diario– se
mantuvo hasta principios de la década del veinte, momento en que también comienzan a
sobresalir las notas sobre boxeo y fútbol. En Agosto de 1922 se anuncia la aparición de una
sección gráfica semanal los días sábado: las “hípicas” del dibujante Mono Taborda, con
caricaturas de diversos temas del turf haciendo del humor y del doble sentido su rasgo
central. Los sábados, Crítica dedica también varias páginas con material sobre las carreras
del día siguiente, con notas sobre la opinión de los jockeys participantes y con anticipos
sobre los resultados favoritos. Hacia 1924, se amplía la sección “Carreras: todos los
hipódromos” y a las “Hípicas” de Taborda se suman las crónicas de Last Reason. 663
Nada! Encaminar al pueblo por el buen camino que conduce a las ventanillas
ganadoras; apartarlo de las falsas informaciones tendenciosas que lo empujan a fijar a
los favoritos que van al bombo, ponerlo frente a la verdad cronométrica de los relojes
y, por último, ¡Ay! Consolarlo en la hora angustiosa del pataleo.664
660
Cabe señalar que sólo dos de las crónicas de Last Reason se sitúan en los otros hipódromos de la época: La
Plata, inaugurado en 1885 (“Carnet de La Plata”, en Crítica, martes 18 de noviembre de 1924); y San Martín,
que abrió sus puertas en 1912 (“San Martín para un seco!”, en Crítica, sábado 10 de enero de 1925).
661
LANATA, Oscar, “Lo que sé del reo Last Reason”, ob. cit.
662
LAST REASON, “Ecce Homo”, ob. cit.
663
La información ha sido tomada del apartado “Crónicas deportivas”, en SAÍTTA, Sylvia, Regueros de
tinta..., ob. cit., pp. 93-99.
664
LAST REASON, “Ecce Homo”, ob. cit.
169
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
Varias de las crónicas de Last Reason elaboran un modelo ideal de cronista del
Turf:
El cronista hípico rioplatense (Last Reason era uruguayo) se construye como una
figura específica dentro del campo periodístico y su singularidad es festejada:
Pocos públicos en el mundo podrán compadrearse de poseer una prensa hípica como la
nuestra y, justo es decirlo, pocos periodismos contarán con una devoción popular como
la que nosotros gozamos (…) Sin entrar al alacraneo de la prensa extranjera podemos
decir con orgullo que el cronista de carreras rioplatense es, por regla general, un
apasionado por su oficio: la muchachada que condimenta las páginas del Turf es toda
ella de línea, incapaz de pasarse a los campos vecinos, incapaz también de desertar por
mucho que le presenten el cielo de mayores ganancias. 666
2. Sábados de turf
No resulta, sin embargo, un oficio sencillo. Todos los sábados los lectores se dirigen
a Last Reason para saber “ud. que anda en eso ¿no tiene un dato para mañana?” 667. Pero el
dato es difícil y paradójico para el cronista:
¿Dónde han visto ustedes que los datos ganen? El dato enjetta: el dato aplasta, el dato
quita probabilidades. Y esto lo digo con la firme convicción del que viene perdiendo a
las carreras con invariable regularidad todo lo que gana escribiendo sobre ellas (y algo
más), jugando también con invariable regularidad a los datos que pide y obtiene (…) Si
los que piden datos supieran la incertidumbre con que los jockeys suben a caballo
cuando van a correrse una fija tendrían seguro un poco menos de fe en la información
“de buena fuente” que les llega de aquí y allá. (…) Jugar a un dato o jugar al caballo
que nos marca en el programa el chico de la vecina es exactamente igual en cuanto a la
suma de probabilidades, con el inconveniente de que al dato uno le juega diez o veinte
boletos (o cien si hay) y al que marcó el lápiz inocente del pebete le confía uno y uno,
y gracias.668
665
LAST REASON, “El cronista hípico modelo”, en Crítica, martes 20 de mayo de 1924.
666
LAST REASON, “Estilos periodísticos”, en Crítica, sábado 2 de agosto de 1924.
667
LAST REASON, “Un buen dato sobre los datos”, en Crítica, sábado 24 de enero de 1925.
668
Ibíd.
170
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
Como pocos, el reportero hípico, depende del dato. El dato “es un informe sobre la
chance de un animal: si el informe es inexacto el dato es malo, si en cambio es verídico, es
peor”669.
¡Te juro oh lector amigo! Que de diez datos auténticos nueve van a dar a la gran… a la
gran olla donde se queman las papas y revientan las broncas” (…) Yo he asistido al
proceso de un dato que convirtió en favorito a un burro que no tenía chance en la
carrera. Esas bolas de nieve bajan de Belgrano chiquitas como píldoras y se convierten
en globos de 20.000 pies cúbicos de gas inflamable”. 670 Eso no significa que antes de
cada domingo no se aconsejara pasar por la barbería de cada barrio donde “se hacen
comentarios sobre las chances de los burros” “convirtiéndose en una bolsa de
cotizaciones hípicas.671
Más que aportar certezas para “una fija”, Last Reason aporta información sustancial
sobre los protagonistas que intervienen en el mundo del Hipódromo Argentino y sus mañas.
El universo hípico se compone de un entorno mixto de pequeños oficios específicos,
singulares catedráticos y grandes estrellas del turf. Uno de los personajes arquetípicos del
mundo burrero es el de los ventanilleros. A este gremio Last Reason le dedica un par de
crónicas. La primera la publica el 11 de junio de 1924 bajo el título “El odioso
ventanillero” y unos días después -el 18 de junio- se retracta en una segunda nota en la que
confiesa: “Desde el día fatal en que tuve la desdichada ocurrencia de meterme con los
ventanilleros mi vida se ha convertido en una cosa insoportable”672. En aquella primera
crónica Last Reason daba cuenta de que “Nosotros, la gente del turf tenemos catalogada en
el índice de nuestra antipatía a una especie típica, mitad crónicos, mitad asalariados, especie
denominada con el airoso nombre de ventanilleros”673. El ventanillero es ese hombre que
cierra la ventanilla “en el preciso momento de ir nosotros a sacar el uno a uno“ 674 y “se
aguanta durante cuatro horas el malhumor y la guaranguería de todos los que pierden” 675. Y
aunque “son de cemento armado y ni se inmutan” ningún ventanillero decente se va sin
669
LAST REASON, “Divagaciones sobre el dato”, en Crítica, sábado 11 de octubre de 1924.
670
Ibíd.
671
LAST REASON, “Barbería Club”, en Crítica, miércoles 20 de mayo de 1924 (esta crónica fue publicada en
A Rienda Suelta).
672
LAST REASON, “Al gremio de los ventanilleros, Salud”, en Crítica, jueves 18 de junio de 1924.
673
LAST REASON, “El odioso ventanillero”, en Crítica, miércoles 11 de junio de 1924 (esta crónica fue
publicada en A Rienda Suelta).
674
Ibíd.
675
LAST REASON, “Al gremio de los ventanilleros, Salud”, ob. cit.
171
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
Pero nada tendrían que hacer ni los dignos ventanilleros, ni los reos sin los jockeys
y los cracks. A los primeros, Last Reason les realiza entrevistas personales que después
publica con honores. Entre ellas se destacan las entrevistas al Negro Acosta y a Irineo
Leguisamo.677 Los caballos también tendrán voz propia en primera persona ya que son los
protagonistas del Turf. Last Reason hace hablar en una entrevista al caballo Plutarco del
Stud Cedes678, da la palabra a Botafogo679, hace confesar sus memorias a un caballo de
handicap680 y muestra al caballo Serio escribiéndole una carta a su dueño.681 Esta
personificación de los equinos solo se justifica porque un super crack “no es ya un animal
como todos los otros, es un valor fabuloso que puede dejar de serlo de un momento a
otro”682.
676
LAST REASON, “El odioso ventanillero”, ob. cit.
677
Ver LAST REASON, “El negro Acosta íntimo”, en Crítica, sábado 19 de julio de 1924, e “Irineo
Leguisamo”, en Crítica, sábado 6 de septiembre de 1924.
678
LAST REASON, “Consultando a Plutarco”, en Crítica, jueves 30 de julio de 1924.
679
LAST REASON, “Veneno en gotas”, en Crítica, 13 de enero de 1925.
680
LAST REASON, “Memoria de una caballo de Handicap”, en Crítica, martes 2 de septiembre de 1924.
681
LAST REASON, “Serio le escriba a Lombardo”, en Crítica, viernes 25 de noviembre de 1924.
682
LAST REASON, “El propietario de super crack”, en Crítica, miércoles 14 de enero de 1925.
683
Varias de las crónicas se agrupan bajo el título “Desde la Perrera”. Ver lunes 27 de octubre de 1924,
martes 4 de noviembre de 1924, martes 11 de septiembre de 1924 y lunes 1 de diciembre de 1924.
684
LAST REASON, “La muerte del pato”, en Crítica, viernes 10 de octubre de 1924.
685
LAST REASON, “Atención los de línea”, en Crítica, lunes 9 de julio de 1924 y “De línea”, martes 2 de
diciembre de 1924 (esta crónica fue publicada en A Rienda Suelta).
686
LAST REASON, “Los sin alma”, en Crítica, sábado 31 de mayo de 1924 (esta crónica fue publicada en A
Rienda Suelta).
172
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
1º Los rusos: este gremio va al hipódromo a pichulear con el placé de los favoritos:
bien forrados, esperan que haya un bolo imperdible de 2.45 y se van de boca con una
vale de cien. Faltos de sentimiento sportivo, sin alma de sportmen, cachan el Bondi y
hacen tertulia de a dos o tres, escupiendo haches y jotas y efes en su incomprensible
lengua de usureros. Leña con ellos.
2º Los flojos: esta mala raza está compuesta por todos los cobardes de la metrópoli,
individuos que van al hipódromo atraídos por la ganancia fácil, pero que una vez allí,
se apichonan de miedo y le disparan a la emoción de verlos venir; generalmente
apuestan de a uno y dos, para salvar la ropita y después que han corrido la carrera se
asoman a preguntar pálidos, angustiados y temblorosos: “Entró mi caballo?”. Al Fuego
con esa gente.
3º Los cajeros: este grupota va al hipódromo de incógnito; entra sonándose las narices
para tapar la cara, juega cuando no hay nadie en las ventanillas, y se mete en los
tranvías como el pelotudo en la cueva, para evitar los encuentros que lo perjudiquen.
Opino que el hipódromo se ha hecho para la gente que no tiene nada que guardar, ni
siquiera la apariencia, por lo que creo justo condenarlos a la pena de expulsión.
4º y último. Los que juegan plata del patrón. Esta categoría ha dado ya varios
cadáveres a la A. P. y más de un espectáculo vergonzoso y sangriento, indigno de la
concurrencia femenina que honra la perrera. Son reos que seducidos por un dato o un
pálpito se garufean la menega de la cobranza con la firme idea de reponerla…Claro
que el jabón los obliga a no presenciar el sublime minuto 2/5 en que se juega su
destino. Largo de aquí con esa gente. 687
687
Ibíd.
688
LAST REASON, “Elogio del hombre que juega a las carreras”, en Crítica, miércoles 27 de agosto (esta
crónica fue publicada en A Rienda Suelta).
173
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
numerosas inscripciones, un día de sol, un buen largador y un juez de raya que no haga
macanas y con eso y un poco de suerte, el mundo es una papa.689
El mundo del hipódromo es además un mundo “en el que somos todos iguales”, un
mundo “de igualdad y fraternidad” en el que se desdibuja la posibilidad del conflicto. Allí
los burreros se pueden cruzar con el Doctor Anchorena y conversar “democráticamente”.690
En el mundo de los burros son abolidas las barreras sociales y también las diferencias de
clase. Es por ello que Last Reason escribe cartas con igual irreverencia epistolar al
Presidente del Jockey Club para solicitar una jubilación para burreros y al Presidente
Marcelo T. de Alvear para proponer la circulación de billetes de dos pesos que faciliten las
apuestas en las ventanillas y tengan por héroe nacional al caballo Botafogo.691 Last Reason
escribe cartas a estos señores que “dejan de lado los protocolos” y encuentran -en el
escenario de los veinte- “un tono confianzudo entre iguales”: todos buenos criollos, buenos
sportmans y buenos perdedores.
174
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
Esta iniciativa venía a llenar un vacío, no sobre jugadas dudosas o resultados ya que
estos tópicos “quedan eliminados del programa y su solución quedará como hasta ahora a
cargo de los especialistas de la casa” sino “sobre preguntas de índole privada” poniéndose
en el centro el yo como sujeto de enunciación y haciendo de lo más personal un objeto de
confesión pública. Las señoras y señoritas tendrían preferencia “sobre las personas de sexo
masculino”694. A estas señoritas Last Reason les aclara un punto de suma importancia para
el que escribe:
Las consultas serían todas despachadas por turno menos las que llegaran después de
la hora 24 “que tendrán la callada por respuesta”. Se rogaba “escribir claramente con
laconismos y si es posible en castellano no siendo indispensable firma, autografía ni retrato
aunque se agradecen los tres”. El lenguaje de las respuestas se adaptaría a las preguntas
694
LAST REASON, “Consultorio Patológico”, ob. cit.
695
Ibíd.
696
VEZZETTI, Hugo, “Las promesas del psicoanálisis en la cultura de masas”, en MADERO, Marta y DEVOTO,
Fernando (comps.), Historia de la vida privada en la Argentina: La Argentina entre multitudes y soledades.
De los años treinta a la actualidad, tomo III, Buenos Aires, Taurus, 2000.
697
PLOTKIN, Mariano B., “Sueños del pasado y del futuro. La interpretación de los sueños y la difusión del
psicoanálisis en Buenos Aires (ca. 1930 – ca. 1950)”, en GAYOL, Sandra y MADERO, Marta (eds.), Formas de
historia cultural, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2007.
175
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
“por aquello de que hay que colocarse siempre al nivel de los interlocutores”. Así “la
erudición turfística del que suscribe, su conocimiento profundo del corazón humano y la
innegable audacia del que habla de todo lo que ignora lo ponen en condición de ofrecer al
público un selecto sentido”. Last Reason invita así a su Consultorio Patológico a un público
de lectores más extenso, menos restringido al universo burrero y más ligado a singulares
inquietudes personales: “Y ahora distinguido público pasen a ver el fenómeno pero no
arrebaten que hay para todos”698.
En las respuestas publicadas todos los jueves se infiere que las cartas de los lectores
giran en torno a dudas, comentarios y planteos desde los más variados puntos de vista. En
sus respuestas, Last Reason enfatiza su estrecha relación con el lector a través de un
lenguaje coloquial que abunda en términos provenientes del lunfardo, de la jerga del turf y
del uso del doble sentido. Las respuestas al público femenino son –como ha señalado Silvia
Saítta699– un sutil registro de la incorporación de las mujeres a este universo deportivo
popular, ámbito de sociabilidad masculino y porteño. El lugar de este consultorio singular
tiene efectos heterogéneos que van desde la feminización de sus destinatarios, a la
revelación de la interioridad de un yo cuyos contenidos y valores entran en tensión con una
moral normativa.
¿Qué consejos da Last Reason al público femenino? ¿Qué nos muestran sobre las
obligaciones domésticas, los deseos amorosos y la moral del mundo burrero? Una
constelación de sentidos en los que gana protagonismo la figura de la consultante y se
vuelven legítimos tópicos y problemas de la vida afectiva que cuestionan pero refuerzan los
ideales femeninos tradicionales. Hay consejos de Last Reason para ir a las carreras con un
amante:
Leticia Remorino- Si quiere ir con su pebete a las carreras haga un pequeños camuflaje
con el sexo del sujeto ¿usted me entiende verdad? Al hablar de sexo me refiero a los
vestidos: le planta una pollerita al purrete, le encaja un par de caravanas en las orejas y
listo el pollo. Póngale además un poco de algodón en…dónde usted sabe en caso de
que a los porteros se les ocurriera meterse en averiguaciones.700
698
LAST REASON, “Consultorio Patológico”, ob. cit.
699
SAÍTTA, Sylvia, Regueros de tinta..., ob. cit.
700
LAST REASON, “Consultorio Patológico”, ob. cit.
176
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
Milonguita:- Si es linda como dice, no le será difícil hacerlo entrar por su aro a ese
jockey que es bastante de la “carne que tienta con sus frescos racimos”. Al tomarme a
mi como intermediario de sus…aspiraciones, usted sobrepasa mis esperanzas literarias
¿Por dónde voy a hacerme rico sin mayor esfuerzo? Pero por esta vez paso. Qué
quiere! Todavía sirvo para otra cosa; ahí si me encontrará dispuesto a servirla. 701
Midinette:- Ese tipo que la quiere convencer de que usted puede acompañarlo al
Paddock sin compromiso, debe ser un caradura que, al fin la va a salir llevando a
alguna obra en construcción. Si es burrero y quiere divertirse que la porte a la perrera.
Allí está segura, entre buena gente y bajo la custodia de un batallón de reos que me
responden como tabla. Si se ve mal pegue el grito de auxilio que lo ponemos a la
miseria al gran careta.702
Marionette:- ¡Ah niña si usted supiera lo lindo que es un día de curses! Claro que
somos unos reos, eso ya lo sabemos…pero y el placer de palpitar un relámpago allá
lejos, cuando alzan las cintas, el tropel de los tungos coloricheando sus chaquetillas, la
vuelta al codo en que todos se doblan para adentro buscando el alivio, y por fin el
momento solemne de la atropellada? ¿No juega nada eso? Usted no sabe lo que dice.
Vaya un día, juegue su plata y…después hablamos.703
701
Ibíd.
702
Ibíd.
703
Ibíd.
704
Ibíd.
705
Ibíd.
177
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
Patricio Fontana ha señalado que Roberto Arlt, en sus Aguafuertes Porteñas, sale a
recorrer la ciudad con el objeto de toparse con algo que lo incite a escribir. 706 El mundo del
juego –submundo de billares, quinieleros, burreros y perseguidores de “la grande”– aparece
como un tópico privilegiado por motivos diversos. Por un lado, permite trazar recorridos
por los diferentes barrios de Buenos Aires para componer “tipos porteños, con
características que quizá varíen mucho de las de los hombres de otros países” 707. Las
Aguafuertes Porteñas no tienen un solo punto de observación, se mueven por la ciudad:
pasan de un café de la calle Azcuénaga, a un bar limpio en Palermo; de la cervecería
Israelita de Corrientes a un bar judío en Triunvirato y Canning; de una cantina de Villa
Soldati a un fumadero de la calle Cuenca y se encuentran con un tipo de “homo que ha
perdido la esperanza”, “que no se ilusiona más acerca de los bienes terrestres” y que se
pregunta: “¿Dios no jugará con nosotros como escolares con las bolas de billar?”708.
Por otro lado, el juego será un tema recurrente de las cartas de lectores que se
comunican con Arlt para dar argumentos para las notas. Esos lectores, a los que Arlt se
refiere de manera continúa en las Aguafuertes, “tienen la gentileza de escribirme diciendo
que mis artículos les gustan, de lo cual me alegro; también me escriben diciendo que mis
artículos no les gustan, de lo cual me alegro; también me escriben dándome temas para
“aguafuertes”709, Como sucedía con Last Reason, Arlt es consultado sobre la suerte: “¿Qué
opina, existe la suerte o la yeta?” 710. Pero siguiendo una estrategia más pedagógica y
realista Arlt explica que “así como una cinta cinematográfica es el producto de cien
trabajadores anónimos y está compuesta por mil metros de celuloide y se anularon mil
previamente, así es la vida del que ha tenido suerte!”711. Arlt prefiere la denuncia y
recomienda “no crea en la suerte amigo” porque “si se le ofrece al que no la merece, ese ni
706
FONTANA, Patricio, Arlt va al cine, Buenos Aires, Libraria, 2009.
707
ARLT, Roberto, “La mujer que juega a la quiniela”, en El Mundo, 9 de noviembre de 1928.
708
ARLT, Roberto, “En todo café de barrio hay un hombre que mira con tristeza jugar al billar”, en El Mundo,
25 de mayo de 1928.
709
ARLT, Roberto, “La mujer que juega a la quiniela”, ob. cit.
710
ARLT, Roberto, “No crea en la suerte amigo”, ob. cit.
711
Ibíd.
178
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
aprovecharla sabe”712. Cabe señalar, en tercer lugar, que los aspectos ilegales de algunas
prácticas de juego en la ciudad713 los hacían menos visibles y -al menos en apariencia-
menos accesibles al conjunto del público, resultando de singular atractivo para fijar
imágenes sobre temas y personajes ubicados más allá de lo convencional y de lo
socialmente aceptable.
El arte de pasar quiniela en los barrios porteños es un tópico clave en este sentido.
De acuerdo al diccionario lunfardo “la quiniela” se trata de un juego clandestino de azar
paralelo a las loterías oficiales (nacionales y provinciales).714 En la ciudad de Buenos Aires
de esos años las apuestas a la quiniela subsistían en sincronía con los números sorteados
por la Lotería de Beneficencia Nacional. Para Arlt “las quinielas son las sirenas fantásticas
y dominadoras que duermen en el fondo del juego legalizado. Por un billete de lotería que
se vende hay diez anotados para una quiniela. Y se explica. La quiniela es barata. Para
jugar no se necesitan más que diez centavos a cada jugada ¿quién es el que no puede
malgastarlos?”715. El carácter ilegal de la quiniela –fuera de la vista de los agentes de la
policía de la Capital– obligaba a sus levantadores a desplegar extrañas estrategias de
camuflaje:
“Vagando por el arrabal”, Arlt entra en una de esas peluquerías camufladas “donde
se afeita con serrucho y se corta el pelo con tijera de esquilar” 717. Cuando ya era tarde para
retroceder Arlt descubre en el peluquero un corredor de quiniela que le da todos los detalles
de la empresa: “de comisión se ganan 500 pesos mensuales más o menos. Se calcula así, el
712
Ibíd.
713
Desde 1902 la Ley de Represión del Juego sancionó con multas y arrestos el juego ilegal en la ciudad de
Buenos Aires.
714
ESCOBAR, Raúl T., Diccionario lunfardo del hampa y el delito, Buenos Aires, Distal, 2004, p. 361.
715
ARLT, Roberto, “Su majestad el quinielero”, en El Mundo, 11 de agosto de 1928.
716
Ibíd.
717
Ibíd.
179
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
año tiene doce meses. Pues de los doce meses tres meses le corresponden al público y
nueve al capitalista”718. Empresa que, por cierto, funcionaba hasta que “la llegada del nuevo
jefe de policía arruinó el negocio (…) El comisario no aceptó cien mil pesos para que
cerrara los ojos ¿se da cuenta? (…) Hay comisarios que no transan y eso me arruinó”719.
Los centavos apostados a la quiniela tienen por señuelo a los sectores y barrios más pobres:
“en los barrios pobres Canning y Rivera, Junín y Sarmiento, Cuenca y Gascón los turcos
son los principales clientes del quinielero”720. En efecto “se entrampan hasta los ojos con
este hombre que les fía, porque sabe que pagarán para poder tener crédito con el cual volver
a jugar, de modo que trabajan exclusivamente para el capitalista, que como una araña,
escondido debajo de la figura del corredor, aguarda toda la platita del “bobre durgo” 721. De
la misma manera, la mujer que juega a la quiniela:
En sintonía con otras Aguafuertes, las diferencias entre hombres y mujeres se hacen
tajantes en “La mujer que juega a la quiniela” 723. Si en “Los tres berretines” Arlt
identificaba que el futbol y el tango eran cosa de hombres y el cine un berretín
inflexiblemente femenino al que se entregan la madre, la hermana y un amigo de ellas
ostensiblemente afeminado724 en el mundo del juego “para los hombres quedan los burros y
para las mujeres el numerito al que económicamente se le anotan veinte, treinta, cincuenta
718
Ibíd.
719
Ibíd.
720
ARLT, Roberto, “El turco que juega y sueña”, en El Mundo, 17 de septiembre de 1928.
721
Ibíd.
722
ARLT, Roberto, “La mujer que juega a la quiniela”, ob. cit.
723
Ver ARLT, Roberto, Secretos femeninos. Aguafuertes inéditas, Buenos Aires, Editorial La Página S.A.,
Buenos Aires, 1996.
724
FONTANA, Patricio, Arlt va al cine, ob. cit., p.67.
180
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
centavos”725. Todas las semanas esas mujeres “que le han tomado el sabor a la esperanza de
ganar, juegan en detrimento de otros intereses también pequeños, pero para los que se
necesitan esas reducidas sumas que absorbe el bolsillo del quinielero, siempre de guardia en
el mercado, o con sucursal en la carnicería y en el almacén” 726. El impacto del juego de la
quiniela entre las mujeres se torna para Arlt –como ocurría en la relación entre las mujeres
y el cine– drástica: “la mujer es mucho más frenética en sus esperanzas y necesidades que
el hombre, de más está decir que hay mujeres que se juegan, no las zanahorias del puchero,
sino también el puchero y el hueso y hasta el caldo”727. Sin embargo, Arlt admite que “de
carne somos… ¡que se le va hacer!” y entiende que el vicio del juego “se disculpa y se
explica, en la pantalonera que, al ir de compras, no puede resistir la tentación que le
presenta ese diablo desfachatado y con gorra que es el quinielero”728.
Sin embargo, como lo había anticipado en una nota sobre los vendedores
ambulantes que jugaban a la quiniela, Arlt opina “que no se explicaría que esa gente no se
juegue hasta el alma, teniendo que vivir de un oficio tan penoso como el de vendedor
callejero”729. Citando a la novela El Jugador de Fedor Dostoievski, Arlt muestra cómo la
gente que vive en la pobreza y que está harta de trabajar siente una atracción enorme por el
juego que, en su concepto, tiene que resolver de golpe una situación pecuniaria. 730 Estos
sectores pobres “donde el dinero alcanza apenas para subvenir a las necesidades de la
abundante prole” serán, para Roberto Arlt, “los únicos en que se disculpa la pasión del
juego”731. Pero Arlt no disculpa al que juega a la lotería con procedimientos “objetivos”; al
que tiene un sistema y “pierde como de costumbre”732. Para el autor de las Aguafuertes,
“así como hay un variado número de procedimientos para ser un perfecto idiota sin temor a
equivocarse, hay también incalculables maneras para jugar a la lotería con la seguridad de
725
ARLT, Roberto, “La mujer que juega a la quiniela”, ob. cit.
726
Ibíd.
727
Ibíd.
728
Ibíd.
729
ARLT, Roberto, “El turco que juega y sueña”, ob. cit.
730
ARLT, Roberto, “La mujer que juega a la quiniela”, ob. cit.
731
Ibíd.
732
ARLT, Roberto, “Del arte de saber perder a la lotería”, ob. cit.
181
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
733
Ibíd.
734
SARLO, Beatriz, “Roberto Arlt. Lo maravilloso moderno”, en SARLO, Beatriz, Escritos sobre literatura
Argentina, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2007, pp. 207-232.
735
ARLT, Roberto, “Del arte de saber perder a la lotería”, ob. cit.
736
Ver SARLO, Beatriz, Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y 1930, Buenos Aires, Nueva visión,
1988.
737
ARLT, Roberto, “Del arte de saber perder a la lotería”, ob. cit.
738
Ibíd.
739
Ibíd.
740
Ibíd.
741
Ibíd.
182
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
Una vez que se ha elegido el numerito, “ud. aprieta dulcemente en el bolsillo ese
papelito que dentro de unas horas (¿qué es lo que se opone?) puede convertirlo en un
hombre feliz. Eso. Un hombre feliz. Dos millones. Diez mil, cien mil, trescientos mil pesos.
Faltan pocas horas. Ud. sale a la calle y mira el semblante del prójimo y se pregunta “¿Qué
es lo que se opone? ¿Por qué no usted en vez del prójimo? ¿y si acierta? Vea si le
acierta!”742. Bajo el esperanzador “hoy es el día” se acaricia el bolsillo “con el papelito” y
sueña despierto el jefe, el ordenanza, el almacenero, la pantalonera, la sombrerera y el
vigilante de la esquina “que dejó pasar ese auto sin aplicarle la contravención ¡Qué se vaya
al diablo la contravención! Faltan unas pocas horas… y si le acierta, a la basura el “Manual
del perfecto vigilante” a Vivir…a vivir sin varita” 743. El batacazo aparece como la única
forma de cambio; la única proximidad con la riqueza que pueden fantasear los pobres. Pero,
como ha señalado Sarlo el fracaso es un desenlace inevitable, conocido desde el comienzo
y por eso Arlt es crítico y no alimenta el ensueño de ojos abiertos. Jamás les permite eso a
sus lectores. Y si alguno se gana la grande, Arlt no dudará en aconsejar –citando las
palabras de Don Quijote a Sancho Panza– “Lávate todos los días la cara. No seas
presumido. Límpiate las uñas. Sé amable con todo el mundo. No te vuelvas soberbio
porque vas a ocupar una alta posición. Protege a la viuda y a la huérfana. No comas ajo,
porque el ajo deja mal olor en la boca”. Y enfatiza: “No se engrupan… no hagan lo que
ciertos locos que tiran por la ventana lo que entró por la puerta”744.
742
ARLT, Roberto, “Si nos sacamos la grande”, ob. cit.
743
Ibíd.
744
ARLT, Roberto, “Consejos a los que ganaron los dos millones”, en El Mundo, 26 de diciembre de 1930.
745
Ibíd.
746
Heredero y Santamarina, por ejemplo, demuestran que el auge de la proyección mediática de los gángsters
y su creciente presencia en el imaginario social norteamericano se alcanza en el contexto de la Gran
Depresión. Los autores explican que los estrenos de Scarface, Hampa Dorada, La Ley del hampa y El
183
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
mandato de Yrigoyen, despliega leyes más restrictivas de reunión y circulación urbana 747 y
clausura algunos órganos de prensa como el diario Crítica que en 1931 será reemplazado
por Jornada.748
Arlt recapitula los cambios de las prácticas de juego de esos años y los contextualiza
para sus lectores:
Y continúa:
Si uno pudiera largar una metáfora poética, podría decir que la anterior Presidencia fue
la primavera del escolazo, la edad de oro de los timberos, alzadores de quinielas,
levantadores de redoblonas750, la aurora de los capitalistas en sociedad con los
malandrines en sociedad con los comisarios. Porque no había comisario que no se
jugara al fiado “cien pesos para el número que saliera”. 751 Se trataba de una época de
consumo conspicuo en la que “triunfó el charol, la cadena de oro para perro, el chaleco
de piqué, el anillo de cristalería del país y diamantes fayutelis. 752
Pero todo llega a su fin. “¿A quién no le llega el momento de la decadencia y la hora
crepuscular de mishiadura? Se pasaron los tiempos de “dice el comisario que le anote cien
pesos a la cabeza del número que salga” 753. Arlt entra en un boliche para hacerse lustrar los
enemigo público adquieren un auge de popularidad entre las capas medias y populares como memoria
nostálgica que, en sus elementos narrativos y moldes argumentales, se diferencia de la dura crisis que
atravesaba la sociedad americana de los años treinta. Ver HEREDERO, Carlos y SANTAMARINA, Antonio, El
cine negro. Maduración y crisis de la escritura clásica, Barcelona, Paidós 1996, cap. IV: “El cine de
gángsters”.
747
GONZÁLEZ ALEMÁN, Marianne, “Entre la norma y la práctica: el juego político callejero porteño y la
tentativa de reglamentación de A.P. Justo en 1932”, en VIII Jornadas de Investigadores del Departamento de
Historia, Universidad Nacional de Mar del Plata, Mar del Plata, 18 y 19 de noviembre de 2010.
748
VEZZETTI, Hugo, “Las promesas del psicoanálisis en la cultura de masas”, ob. cit.
749
ARLT, Roberto, “El crepúsculo de la timba”, ob. cit.
750
“Redoblona: (turf) apostar a un caballo y, en caso de ganar, toda la ganancia volverla a jugar a otro caballo
en carrera posterior. (lunf.) Igual sistema de apuesta clandestina”, en ESCOBAR, Raúl, Diccionario lunfardo
del hampa y el delito, ob. cit.
751
ARLT, Roberto, “El crepúsculo de la timba”, ob. cit.
752
Ibíd.
753
Ibíd.
184
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
botines y descubre, en un rincón, una mesa blanca abandonada donde antes se anotaban las
jugadas. Ve al patrón vestido de traje a rayas y de fungi 754 con las manos en los bolsillos,
inclinado sobre la mesada mirando de reojo los cigarrillos de las estanterías donde antes se
ponían los numeritos para la quiniela en un espectáculo que le remite a “Napoleón en Santa
Elena junando de reojo y con bronca el mapa de Europa”755. Aquello “era más triste que
capilla para condenado a muerte. Sin grupo. Aquello tenía la desolación de los lugares
abandonados donde ya no subsiste ni el reglamentario tufo de creolina”756. Entra otro
cliente al boliche y le dice al oído del lustrabotas unas palabras misteriosas hasta que este
exclama “Ya no se juega más. En todo Buenos Aires no encuentra usted hoy quien le
levante una quiniela de 0,05. Ha llegado el crepúsculo de la timba” 757.
Una nueva Aguafuerte sobre el juego aparecerá sin embargo, tres meses después, en
diciembre de 1930 bajo el título “Risorgimiento de la timba localizada”. “¿Vuelven a
resurgir las quinielas y redoblonas en la ciudad? No se trata de eso, esta vez estarán en la
mira los burreros y los hipódromos: “el itinerario del perfecto jugador” 758. El disparador de
la crónica es la re-apertura del hipódromo de la Plata el 1º de diciembre de 1930759 que
abría también una nueva posibilidad de disfrutar las carreras el sábado por la tarde:
“Tenemos el escolazo inglés. Escolazo de sábado inglés para los empleados y horteras que
no hacen camping”760. Arlt se pregunta ¿Cómo se divierte el sujeto que ganó en La Plata el
sábado a la tarde?: “Toma su tren y vuelve para Buenos Aires, descansa a la noche y el
domingo a la mañana, bien dormido, tempranito como corresponde a un virtuoso, toma en
el Pacífico el tren para San Martín”761. Arlt sigue el recorrido del jugador: El sábado lo pasa
en el hipódromo de La Plata, el domingo de mañana sale para el hipódromo de San Martín,
754
“Funji: (lunf.) Sombrero”, en ESCOBAR, Raúl, Diccionario lunfardo del hampa y el delito, ob. cit.
755
ARLT, Roberto, “El crepúsculo de la timba”, ob. cit.
756
Ibíd.
757
Ibíd.
758
ARLT, Roberto, “Risorgimiento de la timba localizada”, ob. cit.
759
En 1927 el Congreso Nacional, luego de la presentación de un Proyecto de Intervención Federal a la
Provincia de Buenos Aires, prohibió el funcionamiento de los hipódromos en toda la provincia, obligando al
Hipódromo de La Plata a cerrar sus puertas. Luego de una apelación realizada por el Jockey Club ante la
Suprema Corte de Justicia, el Hipódromo reabrió sus puertas en 1930.
760
ARLT, Roberto, “Risorgimiento de la timba localizada”, ob. cit.
761
Ibíd.
185
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
Esta dedicación completa hacia los burros origina una variedad de personajes que
según Arlt “habían desaparecido absorbidos por el empleo nacional”. Entre ellos
encontraremos al Fijero: “El fijero, si no tiene un amigo entrenador en La Plata tiene un
pariente aprendiz en San Martín o un bostero en Palermo. Desde el viernes a la noche
veremos a este necróforo del escolazo recorrer con asiduidad de hormiga negra todos los
cafetines del centro en busca de un amigo cadáver que tenga diez mangos para patinárselos
en un crack en fija”763. También aparecerán Los secretarios: “Los secretarios son infelices
de menor cuantía, el fideo fino de la mala vida”. Estos secretarios “aparecen como aparece
la langosta con la misión contraria de campanar dónde está el gil y localizarlo para que
luego caiga el datero a mangarlo o a engrupirlo al candidato”764. Y no faltan tampoco los
técnicos: “los especialistas de cancha, los sabios misteriosos que pueden explicar a Ud.
porque Cucho gana en la pista de La Plata y pierde, en cambio, en la pista de San Martín.
“Quimicointas” que conocen el gusto del barro palermero y el de La Plata”765. Estos
saberes generan un intercambio reo de conocimientos compartidos en “las churrasquerías
forajidas en las proximidades de los hipódromos provinciales” y también un
desplazamiento de “turros” “cuyo radio de acción y autonomía de vuelo había sido el
cuadrilátero de Talcahuano, Alem, Lavalle y Cangallo” que “conocerán en viaje de turismo
San Martín, Tigre y La Plata”766.
Arlt dirige varias de sus Aguafuertes al alter-ego de estos especialistas, al gil, a ese
candidato para el engaño. El hombre que persigue el dato de la fija será retratado con
762
Ibíd.
763
Ibíd.
764
Ibíd.
765
Ibíd.
766
Ibíd.
186
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
humor y con burla.767 Se lo verá merodeando por el Stud y el Trattersal reo para sacarle
información al bostero que abre la tranquera.768 Y se lo verá también confiando en el dato
de un amigo de un amigo sin reparar que a la fija no la trae ni el viento, ni el azar, ni el
diablo: “tiene un recorrido”769. Arlt busca abrirle los ojos a sus lectores afirmando “que en
el juego las trampas son tan lícitas y justificables como en la guerra” 770. Es por ello que
afirma que “la timba está llena de tongo” y expone: “El tongo” expresa desconfianza en la
legalidad con que jueces o jugadores se comportan en una carrera, partido de football o
match de boxeo. Creo que con mayor claridad no podría expresarlo la Real Academia
Española.” (…) “Tongo” es la palabra broncosa, áspera y tempestuosa cuando estalla en las
populares”771. Con mezcla de atracción y denuncia Arlt descubre en el juego un sistema
entrampado, un modo de complot. Es por ello que afirma “el juego sin trampa, el juego en
manos del azar, del azar que se complace a veces en darle suerte a un imbécil, y en quitarle
chance a un vivo; el juego de ese modo no tiene razón de ser” 772. Y sentencia: “Hasta la
fecha entre los millones de jugadores tontos y los jugadores vivos que recorren las timbas
del universo no se conoce uno que se haya enriquecido con el juego”773.
Sylvia Saítta ha marcado que son pocos los escritores de la literatura argentina que
se quejan tanto.774Arlt se queja en especial de la doble moral de los ciudadanos que piden “-
Che…No le diga a mi mujer que me vio en el Hipódromo” 775. Estos personajes visten
sobretodo, sombrero y anteojos y “hacen desaparecer el cuerpo del delito en casa de un
amigo”776. Caminan con la vista baja hasta llegar a la ventanilla y se deslizan entre la
multitud para no ser vistos. El domingo en Palermo, Arlt se cruza disfrazados a médicos,
dentistas, pintores y artistas famosos “tipos que uno se podía imaginar en una biblioteca, en
767
ARLT, Roberto, “Hombre de fija”, en El Mundo, 22 de marzo de 1929.
768
ARLT, Roberto, “Visita al Trattersal Reo”, en El Mundo, 18 de octubre de 1932.
769
ARLT, Roberto, “Hombre de fija”, ob. cit.
770
ARLT, Roberto, “Jugadores tramposos”, en El Mundo, 4 de diciembre de 1929.
771
ARLT, Roberto, “Del tongo y sus efectos”, en El Mundo, 21 de mayo de 1929.
772
ARLT, Roberto, “Jugadores tramposos”, ob. cit.
773
Ibíd.
774
SAÍTTA, Sylvia, Regueros de tinta..., ob. cit.
775
ARLT, Roberto, “No diga que me vio en el hipódromo”, ob. cit.
776
Ibíd.
187
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
777
Ibíd.
778
Ibíd.
779
ARLT, Roberto, “La sed del jugador”, en El Mundo, 24 de agosto de 1929.
780
Ibíd.
781
Ibíd.
782
PIGLIA, Ricardo, “Prólogo”, en ARLT, Roberto, El paisaje en las nubes: Crónicas en El Mundo 1937-1942,
ob. cit.
783
ARLT, Roberto, “La sed del jugador”, ob. cit.
188
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
En el caso de los Estados Unidos, Jackson Lears identificó dos tipos de relatos sobre
el azar que se entrelazaban y enfrentaban construyendo dos narrativas diferenciales que
convergían en una identidad nacional: aquellos que glorificaban una ética ligada al
ascetismo del trabajo para la acumulación regulada de capital y aquellos que enaltecían a
los espíritus aventureros que, entregados a los vaivenes del destino, lograban forjar su
suerte.784 Los relatos de Last Reason y Arlt también podrían leerse en clave comparada y,
por qué no, opuesta. Allí donde unos celebran el universo reo del turf como un mundo de
sentido y de pertenencia los otros “no elogian el fenómeno sino que lo evidencian
nomás”.785 A diferencia de Last Reason y su defensa de la “viveza criolla”, el “statu quo” y
el “Hipódromo Argentino de Palermo”, Arlt ubica su estrategia descriptiva en los
márgenes. Siguiendo a Sarlo podríamos decir también que Arlt construye en sus notas la
perspectiva del cínico, del nihilista, de quien denuncia la violencia enmascarada pero
inexorable de las formas sociales hipócritas.786 Y es por eso que el sentimentalismo es
refutado en las Aguafuertes de Arlt y reemplazado por una entonación más exasperada, que
busca conmover y dislocar a sus lectores.
Estos dos grupos de relatos reflejan dos sociedades diferentes, o más bien, dos
momentos diferenciales de una sociedad en proceso de transformación. El lugar que el
juego ocupa en una y otra serie resulta de interés en la medida en que permiten comparar
dos diagnósticos en décadas en las que se modifican las circunstancias económicas,
políticas y relacionales. Las crónicas de Last Reason situadas a mediados de los veinte se
centran en el mundo burrero como un lugar de pertenencia. La “igualdad entre criollos”
emanada desde el Hipódromo Argentino parece diluir, todos los domingos, las diferencias
sociales y las controversias ideológicas, cristalizando un núcleo identitario del discurso
conservador popular. Esta identidad se complejiza con la incorporación de las señoritas al
Consultorio Patológico todos los jueves y su inclusión en el universo burrero.
Las aguafuertes arltianas de la década del treinta muestran a los asistentes al mismo
Hipódromo Argentino, “avergonzados” y “camuflados”. Son sectores de las clases medias
784
LEARS, Jackson, Something for Nothing: Luck in America, Nueva York, Viking Press, 2003.
785
ARLT, Roberto, “Su majestad el quinielero”, ob. cit.
786
SARLO, Beatriz, “Un extremista de la literatura (2000)”, en SARLO, Beatriz, Escritos sobre literatura
Argentina, ob. cit.
189
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
profesionales y medias bajas que están pidiendo fiado y vienen de barrios sencillos donde el
juego aparece como una amenaza para la precaria economía doméstica en la que sobrevuela
la condena del desempleo. Ante las estrategias de los desocupados, el juicio crítico de Arlt
se apacigua: “Hay otra miseria que no pide limosna: es la de la gente mediocremente
vestida, acostumbrada a guardar las apariencias, porque aún las puede mantener con restos
de ropa de otros tiempos; y hay días que no tiene qué llevarse a la boca” 787. El desocupado
constituye para Arlt un problema social y es por ello que propone crear –“para los
desocupados que llegan a 120.000”788– un fondo, “una Cuarta”789. El 21 de febrero de 1931
escribe: “si cada ciudadano domiciliado en esta ciudad formara con unos pesitos a fin de
mes; ¡qué unos pesitos, con algunas chirolitas! Se juntarían unos buenos pesos” 790. Días
después Arlt publica la respuesta de varios de sus lectores a los que ha convencido, y que le
envían “unos pesos” y “unos numeritos para aliviar la situación de esos desdichados” 791
saliendo del diagnóstico de “incultura fenomenal” y “de egoísmo monstruoso” 792 con el que
Arlt dibuja a la sociedad de su tiempo.
Estas dos narrativas muestran también dos geografías múltiples: recorren dos
ciudades. Las crónicas de Last Reason tienen su centro de enunciación en Palermo, en el
Hipódromo Argentino, en la perrera y muchas de sus crónicas organizan el modo de llegar
hasta ese centro. En las crónicas de Last Reason se refuerza la cercanía: entre burreros,
entre el reportero y los lectores, entre cronistas y políticos, entre criollos y –por qué no–
señoritas. Las Aguafuertes recorren una ciudad ampliada que alcanza La Plata, pasa por
San Martín, hace base en Palermo y sigue hasta Tigre. Las Aguafuertes hacen visible una
ciudad invisible: develan las prácticas ilegales y sus disfraces; el modo en que estas formas
de intercambio popular se esconden en el mercado, en la barbería, en el local del lustra
787
ARLT, Roberto, “Tres pesos para la cuarta”, en El Mundo, 25 de febrero de 1931.
788
ARLT, Roberto, Cómo ayuda ‘La cuarta’ a los desocupados”, en El Mundo, 21 de febrero de 1931.
789
“Cuarta: (Turf) Cadena, soga o cuerda para sacar a suelo firme los vehículos empantanados”. Ver Cuartear:
(lunf.) sacar del barro, de dificultades o de problemas”. En ESCOBAR, Raúl, Diccionario lunfardo del hampa y
el delito, ob. cit.
790
ARLT, Roberto, Cómo ayuda ‘La cuarta’ a los desocupados”, ob. cit.
791
ARLT, Roberto, “Tres pesos para la cuarta”, ob. cit.
792
Ibíd.
190
Tesis de doctorado Capítulo 4: Last Reason y Roberto Arlt
botas. Las Aguafuertes describen la morfología 793 de los barrios pobres y sus avatares, su
informalidad: narran las angustias de los que quieren subir y no pueden. Estas dos
narrativas elaboran dos relatos diferenciales que convergen en una -problemática- identidad
nacional.
793
MORETTI, Franco, Atlas de la novela europea. 1800-1900, Madrid, Trama Editorial, 2001.
191
CAPÍTULO 5
ITINERARIOS: TANGO Y TIMBA EN LA CIUDAD
Introducción
794
AIETA, Anselmo (compositor) y GARCÍA JIMÉNEZ, Francisco (letrista), “Suerte loca”, en AIETA, Anselmo,
Buenos Aires y su música, Buenos Aires, Record, 1973. [Inventario n° PA185202].
795
MORETTI, Franco, Atlas de la novela europea. 1800-1900, Madrid, Trama Editorial, 2001.
796
LAGMANOVICH, David, “Letras de tango en el sistema literario argentino posterior al modernismo:
continuidad y ruptura”, en RÖSSNER, Michael (ed.), “¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!”: El fenómeno tanguero y la
literatura. Actas del Coloquio de Berlín, 13-15 de febrero de 1997, Madrid/Frankfurt,
Iberoamericana/Vervuert, 2000.
192
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
Diversos estudios señalan a 1917 como el año en el que se funda el tango canción
en la Argentina. Mi noche triste, de Pascual Contursi se considera un hito en la historia del
tango y también un punto de partida.797 El tango canción es un novedoso producto cultural
en la medida en que estabiliza y pone en el centro de la escena a “las letras” que, de la
mano de nuevos soportes como la publicación de partituras, el despliegue de los fonógrafos
y las compañías discográficas locales, se irán haciendo conocidas en los hogares de clase
media. El tango canción es además una poética que narra la ciudad. De acuerdo a la
perspectiva de Eduardo Romano798 las letras de tango toman el habla de la calle y la
vuelven narración. Y el entorno que aparece en las acciones narradas es el territorio urbano
de la pieza, el barrio, el conventillo y su patio, el café, el bulín y el garito. Como ha
señalado David Lagmanovich799 el tango canción abandona la retórica rural del
modernismo para cantar sobre la vida en la ciudad y sus espacios públicos: espacios
artificiales y ficticios que sustituyen al hogar propio; lugares de diversión que son también
escenarios impersonales donde se despliegan dramas personales.
797
GOBELLO, José, Crónica general del tango, Buenos Aires, Editorial Fraterna, 1980; RIVERA, Jorge B.;
MATAMORO, Blas y GOBELLO, José, La historia del tango: Sus orígenes, tomo I, Buenos Aires, Corregidor,
1976; VILARIÑO, Idea, Las letras del tango: La forma, temas y motivos, Buenos Aires, Schapire, 1965.
798
ROMANO, Eduardo, “Las letras de tango en la cultura popular Argentina”, en Sobre poesía popular
argentina, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1983, pp. 89-116.
799
LAGMANOVICH, David, “Letras de tango en el sistema literario argentino…”, ob. cit.
800
MATALLANA, Andrea, Qué saben los pitucos. La experiencia del tango entre 1910 y 1940, Buenos Aires,
Prometeo Libros, 2008; PUJOL, Sergio, Valentino en Buenos Aires: Los años veinte y el espectáculo, Buenos
Aires, Emecé, 1994.
801
MATALLANA, Andrea, Locos por la radio: Una historia social de la radiofonía en la Argentina, Buenos
Aires, Prometeo Libros, 2006.
802
ROCCHI, Fernando, “Inventando la soberanía del consumidor: Publicidad, privacidad y revolución del
mercado en Argentina, 1860-1940”, en MADERO, Marta y DEVOTO, Fernando (comps.), Historia de la vida
privada en la Argentina: La Argentina plural, 1870-1930, tomo II, Buenos Aires, Taurus, 1999.
193
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
Las letras de tango proponen algunos recorridos pero no narran un solo itinerario,
un sujeto único, una sola ciudad. Si por un lado postulan arquetipos que convierten la
acción de venir al centro seducido por las luces de la gran ciudad en un desenlace fatal -
ejemplificador y domesticador de las costumbres- por el otro construyen un ambiente
festivo, amigable y pacífico: un estilo de vida entre modernidad y tradición, entre la ciudad
y la pampa. Como ha señalado Adrián Gorelik,805 para narrar la ciudad hay que volver a
construirla, atravesarla con hipótesis que dejen ver qué Buenos Aires podría recorrerse. En
803
VIÑAS, David, De Sarmiento a Dios: Viajeros Argentinos a USA, Buenos Aires, Sudamericana, 1998.
804
MATALLANA, Andrea, Qué saben los pitucos…, ob. cit.
805
GORELIK, Adrián, Miradas sobre Buenos Aires: Historia cultural y crítica urbana, Buenos Aires, Siglo
Veintiuno Editores, 2004.
194
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
806
SAÍTTA, Sylvia, Regueros de tinta. El diario Crítica en la década de 1920, Buenos Aires, Sudamericana,
1998.
807
SARLO, Beatriz, Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y 1930, Buenos Aires, Nueva visión,
1988, pp.13-29.
808
“Resumen del movimiento de teatros y principales lugares de diversión en el decenio 1914-1923”, en
Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Aires 1915-1923, Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de
Billetes de Banco, 1924, p. 262.
809
Ibíd., p. 263.
810
ARCHETTI, Eduardo P., Masculinidades: Fútbol, tango y polo en la Argentina, Buenos Aires, Editorial
Antropofagia, 2003.
195
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
contrapunto de los folletines de los años veinte y sus ideales románticos 811 el tango
construye un lenguaje público dónde los hombres vagan por un territorio habitado por
hombres o por mujeres independientes, sofisticadas, sensuales y peligrosas: las milonguitas,
las milongueras y las mantenidas. Los tangos como textos son para Archetti elementos
esenciales en el mapa de la “mitología moderna”, “de la comedie humaine”, de la ciudad de
Buenos Aires.812
1. Corredor Palermo-Belgrano
811
SARLO, Beatriz, El imperio de los sentimientos: Narraciones de circulación periódica en la Argentina
(1917-1927), Buenos Aires, Catálogos Editora, 1985.
812
ARCHETTI, Eduardo P., Masculinidades: Fútbol, tango y polo…, ob. cit., p.185.
813
BENEDETTI, Héctor Á., Las mejores letras de tango. Antología de doscientas cincuenta letras, cada una
con una historia, Buenos Aires, Booket, 2003, p. 409.
814
“Ciudad de Buenos Aires”, en Censo General de Población, Edificación, Comercio e Industrias de la
Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina: levantado en los días 17 de agosto, 15 y
30 de setiembre de 1887, tomo II, Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco, 1889, p.
117.
815
ARCIDIÁCONO, Fernanda M.; BELENKY, Silvia y CAMPIUS, Alicia, “Palermo: un siglo de carreras”, en
Todo es Historia, nº 125, año X, Buenos Aires, octubre de 1977, pp. 62-70.
816
Ver Plano del municipio de la Capital Federal [material cartográfico]: Con la nueva nomenclatura de
calles, caminos y secciones policiales, 1898.
817
SANGUINETTI, Domingo, Plano de la ciudad de Buenos Aires [material cartográfico]: con la numeración
de las propiedades, Buenos Aires, Guillermo Kraft, 1906.
196
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
818
AIETA, Anselmo (compositor) y GARCÍA JIMÉNEZ, Francisco (letrista), “Bajo Belgrano…”, Buenos Aires,
Alfredo Perrotti, 1926. [Inventario n° PA064532]
819
En un plano de 1916 todavía puede verse la silueta del Hipódromo Nacional del Bajo Belgrano. Ver
BEMPORAT, A. (compilador), Plano centenario de la Capital Federal [material cartográfico]: Plano del
conjunto del catastro de la Capital, 1816-1916, Buenos Aires, Oficina Cartográfica Bemporat, 1916.
820
MATALLANA, Andrea, Qué saben los pitucos…, ob. cit.
821
SOLER, Ramón (compositor y letrista), “El 7 en punta”, Buenos Aires, Ortelli Hermanos. [Inventario n°
PA064626]
822
PRANTEDA, Roberto (compositor) y CANAPALE, Carlos (letrista), “Setecientos en cuarenta segundos”,
Buenos Aires, Arnaldo Boccazzi, 1938. [Inventario n° PA178084]
823
CIFARELLI, José (compositor) y GENOVESE, Miguel (letrista), “A Héctor Padula”, Buenos Aires, Ediciones
Ferrer, [Inventario n° PA013683]
197
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
824
MATIENZO, Hugo (compositor y letrista), “A la vuelta”, Buenos Aires, Ortelli Hermanos, [Inventario n°
PA064643]
825
MAYEL, Carlos (compositor), MOREL, Roberto (compositor) y Botti, Modesto (letrista), “Yo nací para
Palermo”, Buenos Aires, Arnaldo Bocazzi, 1947. [Inventario n° PA015422]
826
KORN, Francis, Buenos Aires: Los huéspedes del 20, Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano, 1989.
827
Ver BEMPORAT, A. Plano centenario de la Capital Federal, ob. cit.; MUNICIPALIDAD DE LA CAPITAL,
Plano de la Ciudad de Buenos Aires, Capital de la República Argentina [material cartográfico]: Con el
trazado general propuesto por la Comisión Estética Edilicia, Intendencia del Doctor Carlos M. Noel, Buenos
Aires, Peuser, 1924; Plano de Buenos Aires y sus alrededores, Buenos Aires, Edición Peuser, 1935.
828
PADULA, José L. (compositor) y GARCÍA JIMÉNEZ, Francisco (letrista), “Lunes”, Buenos Aires, Alfredo
Perrotti, 1929. [Inventario n° PA017139]
198
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
829
Ibíd.
830
BARBIERI, Guillermo D. (compositor) y RIAL, José (letrista), “Preparate pal´ domingo”, Buenos Aires,
Pirovano, 1957 (1931). [Inventario n° PA014369]. Este tango fue grabado por Barbieri, Rivero y Vivas el 4
de septiembre de 1931.
831
“Chaucha”: dinero para la apuesta. En ESCOBAR, Raúl T., Diccionario lunfardo del hampa y el delito,
Buenos Aires, Distal, 2004.
199
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
buenas y en las malas. Los datos “pulentas” se brindan por amistad. Eso sí, no hay que
hacer “correr la bola / entre gente que palpita”, ni violentarse en la largada”. Y si todo sale
bien se esperan “en el Conte pa´ festejar”. Se trata de un juego de relaciones sociales.
832
MATALLANA, Andrea, Qué saben los pitucos…, ob. cit.
833
PAPAVERO, Modesto H. (compositor y letrista), “¡Leguisamo solo…!”, Buenos Aires, Alfredo Perrotti,
1945 (1925). [Inventario n°. PA0077759]
834
BENEDETTI, Héctor Á., Las mejores letras de tango…, ob. cit.
835
PAPAVERO, Modesto H. (compositor y letrista), “¡Leguisamo solo…!”, ob. cit.
836
Datos extraídos de ARCIDIÁCONO, Fernanda M.; BELENKY, Silvia y CAMPIUS, Alicia, “Palermo: un siglo
de carreras”, ob. cit., p. 69.
837
CIARALLO, Pedro A. (compositor) y BELANDO, Juan A. (letrista), “Volvió Leguisamo”, Buenos Aires,
Vida Argentina. [Inventario n° PA064424].
200
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
“El Pulpo” Irineo Leguisamo y Carlos Gardel eran grandes amigos. La popularidad
de ambos personajes y su singular afición por el mundo burrero signaron las significaciones
asociadas al juego en la vida cultural de la ciudad. Gardel interpreta varios tangos sobre el
mundo del hipódromo y -de la mano de los nuevos soportes de la industria cultural- les
otorga una gran llegada al público. En 1929 Carlos Gardel grabó para la compañía Odeón
un tango de Francisco Canaro llamado Uno y Uno841. Allí se narra la práctica de apostar a
un boleto ganador y otro a placé, propia de los jugadores venidos a menos como es el caso
retratado en esta letra. En 1930 con guitarras de Aguilar, Barbieri y Riverol, Gardel graba
para la compañía Odeón el tango Canchero842 del letrista Celedonio Flores que se hará
famoso en uno de los primeros cortometrajes del cine sonoro en la Argentina. La letra del
tango de Celedonio Flores realiza una confrontación entre la vida misma y una carrera del
premio “Nacional”. Allí se habla de un personaje que en el barrio era “un barrero” 843que
siempre salía primero y al que el cariño de una mujer “sacó de perdedor”. Una vez
recuperado del desengaño, el personaje comienza “a probar fortuna” en la carpeta 844 y si
“muchas veces la suerte le fue amistosa y cordial, “otras noches salí seco a chamuyar con la
luna / por las calles del sensible arrabal”. Esta canción aparece cantada por Gardel en uno
de los cortometrajes de Eduardo Morera que inicia el cine sonoro, situando esta poética en
838
PADULA, Miguel (compositor) y PÉREZ, Cipriano (letrista), “¡Acosta solo…!”, Buenos Aires, Miguel
Padula, 1938. [Inventario n° PA175492]
839
FERNÁNDEZ, Roberto (compositor y letrista), “Romántico solo”, Buenos Aires, Julio Korn, 1939.
[Inventario n° PA185387]
840
Ver PATERNOSTER, José A. (compositor y letrista), “¡Qué muñeca!”, Buenos Aires, Gornatti Hermanos,
1938. [Inventario n° PA176379]
841
POLLERO, Julio (compositor) y TRAVERSO, Lorenzo (letrista), “Uno y uno”, Buenos Aires, Universal, 1945
(1927). [Inventario n°. PA189811]
842
DE BASSI, Arturo (compositor) y FLORES, Celedonio (letrista), “Canchero”, Buenos Aires, Editorial Pampa
1949 (1930). [Inventario n° PA012490]
843
“Barrero”: persona hábil que se adapta fácilmente. En ESCOBAR, Raúl, Diccionario lunfardo del hampa y
el delito, ob. cit.
844
“La carpeta”: juego de naipes. En ESCOBAR, Raúl, Diccionario lunfardo del hampa y el delito, ob. cit.
201
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
Su primer película “Luces de Buenos Aires” era una cosa absurda, donde hacía de
gaucho melancólico, sobre el fondo de una muy pareja “pampa” francesa” (…) “sin
embargo bastó que cantara Tomo y Obligo para que la película recorriera triunfante el
mundo de habla española. Lo mismo sucedió con “Melodía de arrabal”, donde dos
tangos salvaron los miles de metros de rodados en cafetines marsellés y callejones de
difícil filiación geográfica. 847
845
Ver SKLAR, Robert, Movie-Made América: A Cultural History of American Movies, Nueva York, Vintage
Books Edition, 1994.
846
Ver BORGE, Jason R. (comp.), Avances de Hollywood: Crítica cinematográfica en Latinoamérica, 1915-
1945, Rosario, Beatriz Viterbo Editora, 2005.
847
MANZI, Homero, “El error de Gardel”, en Antena, 1934.
848
GARDEL, Carlos (compositor) y LE PERA, Alfredo (letrista), “Tomo y obligo”, Buenos Aires, Julio Korn,
1945 (1931). [Inventario n° PA021131]
202
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
Esta lectura en clave negativa apunta como culpable a Alfredo Le Pera, pero no es
más que una lectura posible. En efecto, si los tangos escritos por Le Pera e interpretados por
Carlos Gardel parecen haber ampliado y diversificado el público del tango a escala
internacional, este hecho no puede sino ser interrogado a la luz del acertijo de toda industria
cultural exitosa: ¿La cultura es una mercancía paradójica?852 Isabel María del Campo
reconoce la influencia de Le Pera en el repertorio de Carlos Gardel. Le Pera aparece para la
autora como un “hombre estudioso y trabajador, de gran talento y vasta cultura” cuya
trayectoria profesional se vincula a la crítica teatral de los periódicos Ultima Hora y El
Mundo. Para la autora, Le Pera amplía el público:
Era necesario suavizar aristas, limar asperezas para que sus composiciones fueran
comprendidas y escuchadas con el mismo interés en la calle Corrientes que en las
repúblicas de Centroamérica. No es el mismo público el de un cabaret, que el de una
sala cinematográfica; por eso, las letras de sus canciones tuvieron, en lo sucesivo, un
849
BRASKY, Julián y BRASKY, Osvaldo, Gardel. La biografía, Buenos Aires, Taurus, 2004.
850
ROMANO, Eduardo, “Las letras de tango en la cultura popular Argentina”, en Sobre poesía popular
argentina, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1983.
851
Ibíd., pp. 89-115.
852
HORKHEIMER, Max y ADORNO, Theodor W., “La industria cultural. Iluminismo como mistificación de
masas” en HORKHEIMER, Max y ADORNO, Theodor W., Dialéctica del iluminismo, Buenos Aires,
Sudamericana, 1987.
203
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
Es preciso señalar que varias de las películas sonoras realizadas por Carlos Gardel
entre 1932 y 1935 tenían guiones de Alfredo Le Pera y que en todas se interpretaban tangos
cantados que luego daban título a las películas. Así sucede con Melodía de arrabal filmada
por la Paramount Joinville-Francia en 1932 y Cuesta Abajo grabada en 1934 en los estudios
Paramount de Long Island, Nueva York. Allí Gardel interpreta la canción homónima 854en
la que se narra una historia de desengaño. Varios de estos tangos relacionaban a Buenos
Aires con un tono amargo y nostálgico, donde el arrabal aparece como territorio de
referencia. Del mismo modo, los tangos que aparecen en el film de 1935 El día que me
quieras, Suerte Negra,855Volver y Sus ojos se cerraron hablan de un destino trágico, del
azar y de la suerte en clave negativa. El desencanto frente al destino se relaciona al
desencanto en el amor. Y así, la ciudad es un territorio al que se vuelve “con la frente
marchita”; se convierte en un Arrabal Amargo.856
853
DEL CAMPO, María Isabel, Retrato de un ídolo: Vida y obras de Carlos Gardel, Castelar, Albores, 1955,
pp. 118-120.
854
GARDEL, Carlos (compositor) y LE PERA, Alfredo (letrista), “Cuesta abajo”, Buenos Aires, Julio Korn,
1961 (1934). [Inventario n° PA020529].
855
GARDEL, Carlos (compositor) y LE PERA, Alfredo (letrista), “Suerte negra”, Buenos Aires, Julio Korn,
1938 (1935). [Inventario n° PA182848]
856
GARDEL, Carlos (compositor) y LE PERA, Alfredo (letrista), “Arrabal amargo”, Buenos Aires, Julio Korn,
1961 (1935). [Inventario n° PA007279].
857
MATALLANA, Andrea, Qué saben los pitucos…, ob. cit.
858
GARDEL, Carlos (compositor) y LE PERA, Alfredo (letrista), “Por una cabeza”, Buenos Aires, Julio Korn,
1961 (1935). [Inventario n° PA004676]
204
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
orquesta que acompaña al cantante dejaron asociado -en la memoria poética del tango- el
mundo burrero al aura del “zorzal”. Estas letras se apartan de los detalles costumbristas de
las letras que hablaban de las calles del corredor ente Palermo y Belgrano, de los nombres
de los cuidadores de caballos, de los jockeys y de las pautas concretas de aprendizaje para
narrar historias trágicas dónde el arrabal pierde precisión y gana referencia mítica.
2. El juego de la vida
205
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
Como la vida, los juegos de cartas enseñan de los errores. El tango Suerte Loca863
de García Jiménez construye un sistema en esta dirección. El autor confecciona un
manifiesto estructurado en base a metáforas referidas al juego de naipes en las que se hace
explícita la posibilidad del aprendizaje. La letra de este tango muestra la ilusión de quienes
con “lindos veinte años” entran a jugar confiados “en la ceguera del azar”. El narrador
confiesa “yo aprendí viendo trampearme” y varios versos más adelante asegura “y luego vi
que todo era mentir”. Y propone a los más jóvenes: “No me envidies si me ves acertador/,
pues soy el desengaño…/ Y si ciego así perdés, / es que tenés lindos veinte años”.864
La jerga de los juegos de naipes para referirse a la vida y sus avatares se repite en
varias letras. Lo que la vida depara se vincula con las cartas que se reparten sobre la mesa.
Y la destreza en los juegos se hace análoga a las destrezas en la vida misma. El tango
Tengo Miedo865de Celedonio Flores estructura la narración en torno al juego siete y medio
(modo de apuesta muy similar al Black Jack en el que en lugar se sumar veintiuno con las
cartas hay que sumar siete y medio). Allí el autor abre el tango diciendo: “En la timba de la
vida me planté con siete y medio,/ siendo la única parada de la vida que acerté; yo ya estaba
en la pendiente de la ruina sin remedio, / pero un día dije:”planto” y ese día me planté”. La
ley de la vida, que combina algo de suerte con el arte de saber jugar, se asimila a la ley del
escolaso.866Así lo muestra el tango Escolaso de García Jiménez: “Y pensar que condenado /
por la ley del escolaso, / juego igual…! Si el mismo / mazo me lo tiran otra vez”. 867 Si la
vida es como la timba, no siempre se sale ganando, ni en el juego, ni en el amor. Como en
el tango Compadrón868 de Enrique Cadícamo las poéticas del tango del período aparecen
863
AIETA, Anselmo (compositor) y GARCÍA JIMÉNEZ, Francisco (letrista), “Suerte loca”, en AIETA, Anselmo,
Buenos Aires y su música, Buenos Aires, Record, 1973. [Inventario n° PA185202]
864
Ibíd.
865
AGUILAR, José María (compositor) y FLORES, Celedonio (letrista), “Tengo miedo”, 1928, en FLORES,
Celedonio, Cuando pasa el organito. Buenos Aires, Freeland, 1965.
866
“Escolaso”: Juego de azar (lunfardo). Toda clase y categoría de timba. En ESCOBAR, Raúl, Diccionario
lunfardo del hampa y el delito, ob. cit.
867
Si bien este tango se inscribe dentro de un nuevo período del tango (en 1953), con nuevas poéticas, hemos
decidido citarlo por la referencia directa al tema. AIETA, Anselmo (compositor) y GARCÍA JIMÉNEZ, Francisco
(letrista), “Escolaso”.
868
VISCA, Luis (compositor) y CADÍCAMO, Enrique (letrista), “Compadrón”, Buenos Aires, Julio Korn, 1927.
[Inventario n° PA218892
206
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
como narrativas del fracaso: “En la timba de la vida / sos un punto sin arrastre / sobre el
naipe salidor, / y en la cancha de este mundo sos un débil pa´biabazo, el chamuyo y el
amor”.
869
ACUÑA, Alberto H. (compositor) y DE CICCO, José (letrista), “De salto y carta”, Buenos Aires, Américo A.
Vivona, 1942. [Inventario n° PA187123].
870
PRACÁNICO, Francisco (compositor) y FLORES, Celedonio (letrista), “Corrientes y Esmeralda”, Buenos
Aires, Alfredo Perrotti, 1922. [Inventario n° PA017140].
871
Ibíd.
872
Ibíd.
873
DE LA PÚA, Carlos (letrista), “Cortada de Carabelas”.
207
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
Con la sanción de la Ley de Represión del Juego de 1902 el juego ilegal será
expulsado de Buenos Aires y las apuestas clandestinas encontrarán -en Avellaneda- su
lugar más próximo a la capital. Las primeras bancas del juego prohibido funcionaron en los
salones ubicados en los altos del Teatro Rivadavia, en algunos teatros veraniegos de la isla
Maciel, en los alrededores de la fábrica de Campomar y más tarde del Frigorífico
Argentino. De acuerdo a lo estudiado por Adrián Pignatelli,876 cuando la policía comenzó a
perseguir el juego ilegal, la mayoría de las timbas se corrieron hacia Avellaneda en busca
de impunidad porque allí era más fácil arreglar con los políticos de turno. El manejo del
juego por el partido conservador de Avellaneda se convertirá, entre fines de los veinte y los
primeros años treinta, en el paradigma de una época violenta donde los conflictos se
dirimen al margen de la ley. Las figuras de Ruggierito y Barceló fueron centrales en el
usufructo del juego clandestino del período. Pignatelli877 ha demostrado que los juegos más
explotados en el comité de Ruggierito de la calle Pavón eran los juegos de naipes: la lira, la
peca, el monte878, el trencito, la mosqueta879, la tapada, el póker, el siete y medio y el pase
874
Ley 4097.
875
Del otro lado del puente, película dirigida por Carlos Rinaldi y producida por los Estudios Baires en 1953,
que se ubica en los primeros años treinta en Avellaneda. Sobre un argumento original de Alfredo Ruonova y
un guión de Eduardo Borras, el primer cuadro se abre sobre un enorme puente forjado en hierro y el epílogo
de una voz en off: “Al sur de Buenos Aires, del otro lado del puente, Avellaneda, corazón industrial y fabril
de la gran Metrópoli. Hace mucho Avellaneda tenía dos caras, dos vidas: de día el trabajo fecundo, de noche
el delito y el crimen con toda su infamia. Luz y sombra se libraron en un áspero combate y la luz prevaleció”.
876
PIGNATELLI, Adrián, “Ruggierito: política sucia en tiempos violentos”, en Todo es Historia, nº 456, año
XXVIII, Buenos Aires, julio de 2005, pp. 6-18.
877
PIGNATELLI, Adrián, Ruggierito: política y negocios sucios en la Avellaneda violenta de 1920-1930,
Buenos Aires, Nueva Mayoría Editorial, 2005.
878
“El monte era un juego de naipes donde, más allá del azar, el fuerte era apostar además de los tantos
ordinarios, cierta cantidad a un lance o suerte”. En PIGNATELLI, Adrián, “Ruggierito: política sucia en tiempos
violentos”, ob. cit.
208
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
inglés.
El mundo del juego se asocia desde entonces al mundo del delito que vive en las
puertas de la ciudad. Como ha señalado Lila Caimari880, a fines de los años veinte y los
primeros años treinta se modifican las modalidades delictivas como consecuencia de una
serie de innovaciones tecnológicas de las que el uso de la velocidad cinética del automóvil
y la aceleración mecánica de las armas de fuego automáticas (en especial la ametralladora)
serán los elementos paradigmáticos. Lila Caimari881, propone rastrear los significantes de la
ansiedad y desconfianza de la denominada “ola delictiva” de la época en la renovada
economía preformativa que otorgará a los asaltantes, y sus apariciones públicas a plena luz
del día, una serie de elementos escénicos de singular espectacularidad. Las bandas de
expropiadores anarquistas comandadas por Severino Di Giovani y Paulino Scarfó
renovarán las modulaciones de secuestros y robos a entidades bancarias “del centro” con
una racionalidad y un nivel de profesionalismo poco habitual. La destreza de los
conductores de los autos en los que los asaltantes se daban a la fuga y la expansión de la red
de carreteras también aparece como un elemento central de la escenificación delictiva del
período en la medida en que el núcleo de las prácticas ilegales y redes criminales se
desplaza a las afueras de la ciudad. El “Gran Buenos Aires” será el espacio desde el que el
nuevo delito planeará la irrupción en las respetables calles de la ciudad para luego regresar
a un suburbio de difícil gestión estatal y siempre dudoso cumplimiento de la ley.
879
“La mosqueta se jugaba con tres naipes, uno de los cuales estaba marcado por el grupo o el ayudante del
estafador en una fingida distracción a éste”. En PIGNATELLI, Adrián, “Ruggierito: política sucia en tiempos
violentos”, ob. cit.
880
CAIMARI, Lila (comp.), La ley de los profanos: Delito, justicia y cultura en Buenos Aires (1870-1940),
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2007.
881
Ibíd., pp. 209-251.
882
PIGNATELLI, Adrián, Ruggierito: política y negocios sucios en la Avellaneda violenta…, ob. cit.
209
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
información que permitía organizar apuestas desde el corazón de Avellaneda. En los días de
carreras se colgaba en la puerta del comité conservador de la calle Pavón 252: “Hoy-
escolaso- Hoy”.
Estos profesionales del delito bien trajeados, organizados en bandas, que tienen
acceso a la última tecnología en armas, automóviles y comunicación, que se fugan “al gran
Buenos Aires” no tienen lugar en las poéticas tangueras. Como ha sido estudiado por
Gorelik883, el suburbio de los tangos es esa resolución paradójica al dilema entre
modernidad y tradición que ubica la quietud de un paisaje en los bordes de la ciudad
tradicional en un momento de modernización vertiginosa. El suburbio de los tangos está en
sintonía con la definición del clasismo de Borges (en Evaristo Carriego) y la primera serie
de las fotografía de Coppola que retratan un suburbio de carros, hileras de árboles,
atardeceres y guapos enfrentados en una esquina. Se trata de una perspectiva
contraprogresista que se ancla en un orden esencial que rescata en la ciudad moderna los
resquicios de una temporalidad arcaica. Pero lo notable es que los tangos, como un amplio
sector de las vanguardias de los años veinte, instalan esas aspiraciones estáticas en el
suburbio, la región más dinámica y conflictiva de la ciudad, “más resistida a ser incluida en
la imagen de la ciudad por los sectores tradicionales”884. Los tangos de los años veinte y
treinta se ubican en el plano de la memoria nostálgica, de la interpretación quiromántica de
lo real propia del clasismo-criollo.885
No serán las poéticas tangueras sino las narrativas de la prensa las que harán de las
renovadas modalidades delictivas del suburbio un descubrimiento. De acuerdo a la
perspectiva de Lila Caimari886, en los años treinta la prensa porteña abandona la crónica
roja para ceder ante las renovadas formas culturales de las industrias estadounidenses del
entretenimiento. La vertiginosa mundialización del cine y con él de la cultura
estadounidense, marcaron una moda fulminante y organizaron los modelos sociales de
representación. En efecto para 1930 el 90% de las proyecciones de los cines porteños eran
883
GORELIK, Adrián, “Imágenes para un fundación mitológica. Apuntes sobre las fotografías de Horacio
Coppola”, en GORELIK, Adrián, Miradas sobre Buenos Aires…, ob. cit.
884
Ibíd., pp. 96-111.
885
“La imaginación quiromántica procede de la búsqueda por recuperar ‘claves antiguas’ de interpretación de
lo real”. Tomamos la expresión de GORELIK, Adrián, Miradas sobre Buenos Aires…, ob. cit., pp. 17-68.
886
CAIMARI, Lila (comp.), La ley de los profanos…, ob. cit.
210
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
de origen norteamericano.887 A fines de los años veinte el cine sonoro vuelve verosímiles
los disparos y se consolida el cine de gangsters. El estreno en las salas porteñas de una serie
de Films de gangsters entre los que se destacan Scarface, El enemigo público y Pequeño
César también adquieren un auge de popularidad entre los espectadores porteños y los
reportes del período. El periodismo porteño de principios de los años treinta se fue
apropiando del concepto de gangster para organizar una serie de fenómenos delictivos
suburbanos de diversas características bajo el prisma de las representaciones ficcionales del
cine norteamericano. Tal vez los moldes narrativos propuestos por el cine de gangsters
estuvieran, para la prensa del período, más a la mano, que el complejo entramado de
realidades del universo denso y extendido del Gran Buenos Aires sobre el que poco se
conocía.
El mundo del juego ilegal, ubicado en Avellaneda, será un núcleo de interés del
periodismo de los años treinta y sus hampones serán directamente puestos en relación con
el imaginario del cine de gangsters. Así las figuras de Rugierrito, Barceló y su principal
contrincante -el Gallego Julio Valea- ocuparán las páginas de la reapertura de Crítica, de
La Razón, de El Mundo y Noticias Gráficas.888 En este contexto el Magazine ilustrado
Caras y Caretas publica, en 1936, un especial del periodista Eros Nicola Siri titulado “Al
igual que los gangsters de Chicago las bandas porteñas dirimen a balazos la supremacía en
el juego”889 que aquí se retoma por realizar de manera exhaustiva una operación muy
común en el período.
Nada tiene que envidiarle Buenos Aires a la ciudad de Chicago: “Como en las
grandes ciudades americanas aquí las bandas rivales rubricaron con sangre sus odios y
rencillas ensangrentando las calles, ultimando a jefes y capos en aviesazas emboscadas”. La
estrategia de similitudes construida por Nicola Siri articula una clave de lectura tan
negativa como espectacular: “Nada debíamos de admirarnos de lo que pasaba en el país del
887
CAIMAIRI, Lila, “Sucesos de cinematográficos aspectos. Secuestro y espectáculo en el Buenos Aires de los
años treinta”, en CAIMARI, Lila (comp.), La ley de los profanos…, ob. cit.
888
Para un análisis de las representaciones de Ruggierito en la prensa, ver CECCHI, Ana V., “Polifónicas
imágenes delictivas: Narrar a Ruggierito”, en Especulo. Revista de estudios literarios, nº 45, año XIV, julio-
octubre 2010.
889
SIRI, Eros Nicola, “Al igual que los Gangsters de Chicago las bandas porteñas dirimen a balazos la
supremacía en el juego”, en Caras y Caretas, 21 de marzo de 1936, pp. 170-176.
211
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
norte, puesto que en las puertas de Buenos Aires se organizan matanzas de hombres
integrantes de bandas rivales que operaban en la Capital y en la temible Avellaneda”. La
comparación se establece también a partir de las diferencias:
Allá tronaban las ametralladoras; aquí las calibre 45” (…) “No, con el negocio de
contrabando sino con el juego clandestino y fullero”. El juego ilegal será así, en el
contexto local, el equivalente a la venta prohibida de alcohol de los veinte en Estados
Unidos y que “ha dado a las bandas porteñas un alma veleidosa y fugaz que por
momentos se vistió con el brillante ropaje de la fortuna.890
El mito se elabora sobre una anécdota en la que El Ñato Rey -amigo íntimo de
Ruggierito- se encontraba jugando a los naipes en el lujoso departamento de Julio Valea
ubicado en la calle Tucumán. De acuerdo al relato, Valea había tomado unas copas de más
e intentó descargar toda su ira de perdedor contra un niño que trabaja en el departamento.
Ante esta situación el Ñato Rey se opuso a Valea y lo obligó a salir a la calle desplegando
“un cinematográfico tiroteo” que llamó la atención de varios civiles que a esa hora salían de
los cines y teatros del centro. Si bien ninguno de los hombres enfrentados fue herido esa
noche, el Ñato Rey fue asesinado a balazos algunos días después sin que los agresores
fueran identificados. Para el cronista Nicola de Siri este será el primer paso de una rueda de
“vendettas” que se reforzó con el asesinato del tío de Ruggierito “en una emboscada que le
tendieron una tarde cuando regresaba del hipódromo de La Plata”.891
Las muertes del Julio Valea primero, de Ruggierito años después, del Pibe Oscar y
de Vicente y Felipe Sola son para el autor un encadenamiento de esos actos de venganza:
“ojo por ojo diente por diente: la ley de talión aplicada en el hampa con fría crueldad”. Así
la muerte de Julio Valea “que poseía varios caballos de carrera que corrían en diferentes
circos” y “fue herido a traición por la espalda” “cayendo moribundo al suelo” debe ser leída
como un acto de venganza de su rival Ruggierito. Desde la muerte del Valea la vida de
Ruggerito “pendía de un hilo” y así:
890
Ibíd., p. 173.
891
Ibíd., p. 172.
212
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
Empero su reinado fue efímero. Una noche al salir del Club encuentra que su auto tiene
las ruedas pinchadas y al disponerse a cambiarlas es herido con tres puñaladas en el
pulmón. El pibe Oscar como todos los jefes del hampa era un valiente, persigue al
agresor y consigue descargar su arma sobre el mismo que a pesar de estar mal herido
huye amparado por las sombras de la noche”. El Pibe Oscar muere al día siguiente en
el hospital y “sus amigos señalan a sus asesinos. Eran los que ambicionaban copar el
feudo del muerto.893
Para el autor la cadena de venganzas entre los capos del juego, iniciada por aquél
torpe accionar de Valea que lo enfrentaba al Ñato Rey y así a Ruggerito, concluirá con la
muerte de los hermanos Sola: “La ley del hampa no estuvo satisfecha hasta dar muerte a
estos hombres que aunque se vinculaban al juego no por eso habían perdido su condición
de bien”. La descripción desarrollada por el periodista sobre los Sola parece diferenciarlos
del resto de los capos del juego:
Don Felipe Sola se había dedicado a los negocios del juego y le había ido tan bien que
al poco tiempo era una persona de respetable situación económica y de una indiscutida
reputación a lo que se sumaba un carácter afable y siempre dispuesto a hablar bien de
los demás. Por este motivo, Don Felipe Sola era odiado por el resto de sus rivales del
juego. Una mañana recibió un billetito en el que se le indicaba que entregara la suma
892
Ibíd., p. 174.
893
Ibíd. y loc. cit.
213
Tesis de doctorado Capítulo 5: Itinerarios: tango y timba en la ciudad
Con este asesinato el hampa cierra un ciclo de continuidad “de la trágica contienda
declarada entre los reyes del hampa que se han liquidado a balazos como los gangsters de
Chicago”895. Cada una de las muertes que el autor describe es acompañada con una
fotografía que ilustra una serie de pistoleros portando armas y apoyados en sus lustrados
coches. Dentro de las prolijas reproducciones fotográficas se pueden distinguir una serie de
escenografías bien definidas y bien iluminadas que permiten hacer visualmente impecable
el recorrido del texto: una calle, el techo de una casa, el interior de una habitación al borde
de una escalera. Como figuras diseñadas para la ocasión, los pistoleros retratados apuntan
sus armas o levantan las manos en un encuadre perfecto. El modelo de relaciones
establecidas entre el juego clandestino en Buenos Aires y el universo de referencia de los
gangsters de Chicago también parece otorgar al relato de Eros Nicola Siri una
espectacularidad demasiado perfecta: propia de las convenciones de género. Así el relato
sobre el juego en el suburbio se asocia en la prensa a las renovadas modalidades delictivas
y los modelos de masculinidad urbana se estilizan (trajes, racionalidad, profesionalismo), se
tecnifican (utilizan autos, ametralladoras y teléfonos) y se superponen con la mitología del
tango para devenir, cinética y cinematográficamente, en gangsters.
894
Ibíd, p. 175.
895
Ibíd, p. 176.
214
CONCLUSIONES
A través del análisis de fuentes diversas que van desde debates parlamentarios,
sanciones legales, textos literarios, crónicas periodísticas y fuentes policiales, hasta
partituras y letras de tangos, esta investigación revive los imaginarios que ocupó el juego en
la ciudad de Buenos Aires entre 1891 y 1932. Así, buscamos describir la íntima ligazón
existente entre la timba y el pujante desarrollo urbano. Para ello nos remontamos al siglo
XIX, cuando el entretenimiento público de la ciudad dejó atrás las corridas de toros, las
riñas de gallos y los frontones para centrarse en las carreras de caballos, la lotería, los
naipes y la quiniela.
La sanción de la Ley 3313 convirtió a la LBN en el único juego estatal hasta 1944.
Desde su creación, los agencieros oficiales resultaron actores centrales de la organización.
215
Tesis de doctorado Conclusiones
Como hemos visto, en 1895 la LBN contaba con ciento noventa y ocho agencieros, que
tenían a su cargo la venta de 2.200 decenas de billetes de lotería. La gran mayoría de esos
agencieros estaba radicada en la Capital Federal y dentro del radio céntrico. El Reglamento
General de lotería decretado en 1901 fijó las patentes designadas a los agentes oficiales que
fueron registrados mediante fichas donde se indicaban nombre, apellido y dirección de la
agencia. En 1910 un decreto renegoció las agencias oficiales que continuarían patentadas y
que perduraron hasta 1932 cuando, en diciembre, caducaron y se renegociaron todos los
permisos de habilitación.
216
Tesis de doctorado Conclusiones
Al tiempo que estas regulaciones estatales hicieron que el juego fuera dejando atrás
su costado menos “civilizado” (por ejemplo, con la prohibición del maltrato a los
animales), también se produjeron una serie de debates públicos en los que figuras del
mundo cultural se pronunciaron acerca de las desventajas de la práctica del juego. En su
discurso inaugural de la Biblioteca Nacional de la calle México, Paul Groussac destacó que
el cambio de destino del edificio, inicialmente perteneciente a la Lotería, representaba un
triunfo de la cultura sobre lo profano. Esa preocupación en torno a las implicancias
perjudiciales del juego se extendió también entre los políticos, que tomaron medidas
restrictivas, entre ellas la prohibición a empleados municipales a concurrir a las carreras.
En el meeting contra el juego de 1901, que reunió a cinco mil personas y nueve mil
firmas, se destacaron los socialistas, quienes, en clave moral, veían en el juego una fuente
generadora de pobreza y miseria; entre ellos, el joven Alfredo Palacios fue el orador
principal del encuentro realizado en Plaza de Mayo. No obstante, más allá de la
participación del socialismo, y sus conocidas prédicas en contra del juego, el centenar de
asociaciones reunidas y organizadas en torno al meeting para solicitar la represión de esta
práctica, así como su repercusión en los diarios La Prensa y La Nación, dan cuenta de una
mayor variedad y amplitud de voces contra el juego de las que conocíamos hasta entonces.
896
“Decenas de lotería”, en Sociedad de Beneficencia de la Capital 1823-1936, Buenos Aires, 1937, p. 69.
897
Ibíd., p. 70.
898
Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (una institución al servicio del país). Manual oficial
descriptivo, Buenos Aires, Talleres de la Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos, 1965, pp. 11-14.
217
Tesis de doctorado Conclusiones
Por otra parte, la cantidad de asociaciones con personería jurídica allanadas por la policía
desde 1902, evidencian los numerosos clubes y centros sociales que se reunían en torno al
juego. Así, el derrotero aquí retratado permite retomar el fervor asociativo del período de
entreguerras desde una óptica novedosa demostrando que muchas de estas asociaciones se
reunían a apostar.899 Los allanamientos y arrestos en estos locales ilustran, asimismo, la
continua vigilancia de estos espacios –y en ellos– por parte de los agentes de las comisarías
seccionales y de la Sección Leyes Especiales de la División Investigaciones, que mantenía
bajo sospecha a estos centros de reunión.
La relación entre policía y justicia durante período abordado no fue sencilla. Como
hemos observado, la inconstitucionalidad de la Ley 4097 en sus diferentes dimensiones
impidió, durante más de una década, las condenas judiciales, que luego fueron dependiendo
de cada caso, lo cual da cuenta de posiciones ambivalentes en los procedimientos judiciales
frente a este proceso. En esta dirección, como hemos señalado, cuando el coronel García
sancionó el edicto sobre reuniones públicas, en mayo de 1932, y explicó que este edicto
permitía “compensar (al menos temporariamente) lo que jueces y legisladores se obstinan
en impedir”900, la falta de cooperación judicial en el castigo de delincuentes frente a la Ley
4097 llevaba años alimentando argumentos críticos contra el sistema judicial. Entonces,
García no hizo más que continuar una tradición que reclamaba una normativa policial, en
apariencia modesta, que en verdad permitió el florecimiento de una serie de bolsones de
excepción jurídica y arrestos destinados a “regular la acción ordenadora de la ciudad” 901.
García, además, justificaba su iniciativa aludiendo a la escasez de legislación auxiliar y a
una larga tradición discursiva de alteridad en relación con la esfera de la ley, en particular,
con la ley que garantiza derechos y se vuelve “obstáculo de la misión ordenadora de la
899
Ver GUTIÉRREZ, Leandro H. y ROMERO, Luis A., Sectores populares, cultura y política: Buenos Aires en
la entreguerra, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2007.
900
Edicto de policía. Reuniones públicas, Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 11 de
mayo de 1932, p. 262. El edicto de reuniones públicas fue ampliado y modificado sucesivas veces en los años
siguientes. Para un análisis del significado de esta medida en el contexto político del cambio de década, ver
GONZÁLEZ ALEMÁN, Marianne, “¿Qué hacer con la calle?: La definición del espacio público porteño y el
edicto policial de 1932”, en Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, n°
34, Buenos Aires, 2011, pp. 107-139.
901
CAIMARI, Lila, Mientras la ciudad duerme: Pistoleros, policías y periodistas en Buenos Aires, 1920-1945,
Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2012, p. 96.
218
Tesis de doctorado Conclusiones
Esta puja por encauzar o erradicar al juego se manifiesta, como uno de los
escenarios en los que se encarnó, no sin dificultades, la periférica modernidad porteña. En
esta tesis retomamos esta expresión que Beatriz Sarlo acuñó a fines de los años ochenta,
que luego dialogaría, en el marco del PEHESA, con Luis Alberto Romero y Leandro
Gutiérrez, entre otros, con el fin de renovar ciertas categorías analíticas de la historiografía
cultural que se consideraban improductivas. 903 Estos autores buscaron superar
explicaciones de raíz marxista que, ante la evidencia de sujetos lectores de “novelitas
rosas”, seguidores del teatro de revista, o jugadores empedernidos, apelaban a la noción de
“falsa conciencia” de clase. De allí surgieron una serie de investigaciones que atendieron a
los efectos que artefactos como el cine, la radio o los folletines habían impreso en “el
imaginario” o “la mentalidad” de los sectores populares. El concepto de clase obrera fue
reemplazado por el de sectores populares, incluyendo a las clases medias y a los
trabajadores informales. Enfocando en la condición popular por sobre la obrera-trabajadora,
se investigó el afuera de la fábrica y del partido político: los espacios de entretenimiento,
ocio y diversión venían a contar nuevas historias. 904 Si bien estas líneas se inscriben en esta
historia cultural, hemos incorporado categorías propias de la historiografía urbana y la
sociología cultural, y en especial de la historia social, lo que ha permitido realizar nuevas e
incitantes preguntas y demostrar algunas evidencias.
Entre ellas, éxito del Hipódromo Argentino de Palermo entre inicios del siglo XX y los
años treinta ya no da lugar a dudas: a partir del cambio de siglo el Hipódromo Argentino
Palermo es masivamente visitado por el público porteño. Sus premios, con un calendario de
902
Ibíd., p. 98.
903
BEATRIZ, Sarlo, Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y 1930, Buenos Aires, Nueva visión,
1988; GUTIÉRREZ, Leandro H. y ROMERO, Luis A., Sectores populares, cultura y política, ob. cit.
904
Entre ellos, SARLO, Beatriz, El imperio de los sentimientos: Narraciones de circulación periódica en la
Argentina (1917-1927), Buenos Aires, Catálogos Editora, 1985; GONZÁLEZ VELASCO, Carolina, Gente de
teatro: Ocio y espectáculos en la Buenos Aires de los años veinte, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores,
2012; MATALLANA, Andrea, Locos por la radio: Una historia social de la radiofonía en la Argentina, Buenos
Aires, Prometeo Libros, 2006.
219
Tesis de doctorado Conclusiones
Entre las décadas de 1920 y 1930 la cantidad de espectadores que asistían a Palermo se
mantuvo relativamente estable, atiborrando con regularidad la capacidad del Hipódromo.
Además, Hora describe un aumento sustantivo en la concurrencia a otros hipódromos de la
905
HORA, Roy, Historia del turf argentino, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2014, p. 92.
906
Ibíd., p. 93.
907
La Nación, 18 de noviembre de 1918.
908
La Capital, 18 de noviembre de 1918.
220
Tesis de doctorado Conclusiones
Provincia de Buenos Aires (La Plata, San Martín, Temperley) hasta su clausura en 1927,
por una ley provincial. De todos modos, la irrupción de la figura de Irineo Leguisamo, así
como la profesionalización y consagración del jockey como estrella del espectáculo,
produjo un salto cualitativo en el lugar que el universo cultural del turf ocupó en la cultura
urbana. En este sentido, y siguiendo el argumento de Hora consideramos que las
competencias hípicas del período abordado congregaron más simpatizantes que la plaza
pública y que la magnitud y la constancia de los asistentes al Hipódromo de Palermo hacía
de la cultura porteña una cultura que no se definió por su dimensión cívica ni por sus
virtudes productivas sino, por su naturaleza de “pueblo de carreristas”909.
Por un lado, Last Reason resaltó los aspectos de integración reflejados en el mundo
de los burros en el que las “barreras sociales estaban abolidas y también las diferencias de
clase”. Para este cronista, el hipódromo, donde predominaba la “igualdad entre criollos”,
resultaba un espacio a salvo de las conflictividades político-sociales. Apelando al humor,
pero manteniendo un perfil nacionalista conservador, Last Reason retrató una masculinidad
porteña: la idiosincrasia del hombre que juega a las carreras porque es “manso” y “acepta el
cotidiano laburo sin protestas ya que de este depende su concurrencia a los clásicos”.
Por otro lado, Roberto Arlt, con una perspectiva cínica pero en un tono pedagógico
y realista, denunciaba las trampas que aguardaban al jugador. Arlt se burlaba de quienes
creían en los sistemas de elección de números, fijas o en las cábalas: los crédulos, que
descansan en su fe en el azar, sólo sueñan despiertos mientras son víctimas de un
espejismo. Señalamos que Arlt, advertía a sus lectores que cuando el batacazo se
transformaba en la única posibilidad de cambio, en la única fantasía del pobre, éste caía
preso de la angustia y la desesperanza. Por eso, no alimentaba la práctica del “ensueño de
ojos abiertos”; aun a sabiendas de la atracción que ejercía la posibilidad de la suerte, la
909
Crítica, 5 de mayo de 1924.
221
Tesis de doctorado Conclusiones
denunciaba como una trampa. En suma, estos dos grupos de relatos sobre el azar son leídos
por la tesis en clave comparada, en tanto que plasmaron expresiones identitarias que
tuvieron gran popularidad.
No serán sin embargo, las poéticas tangueras sino las narrativas de la prensa las que
harán de las renovadas modalidades delictivas del suburbio un descubrimiento. De acuerdo
a la perspectiva de Lila Caimiari en los años treinta, la prensa porteña abandona la crónica
roja para ceder ante las renovadas formas culturales de las industrias estadounidenses del
entretenimiento. La vertiginosa mundialización del cine y con él de la cultura
estadounidense marcaron una moda fulminante y organizaron los modelos sociales de
representación. En efecto para 1930 el 90% de las proyecciones de los cines porteños eran
de origen norteamericano.910 A fines de los años veinte el cine sonoro vuelve verosímiles
los disparos y se consolida el cine de gángsters. El estreno en las salas porteñas de una serie
de Films de gángsters entre los que se destacan Scarface, El enemigo público y Pequeño
César también adquieren un auge de popularidad entre los espectadores porteños y los
reportes del período. El periodismo porteño de principios de los años treinta se fue
apropiando del concepto de gángster para organizar una serie de fenómenos delictivos
910
Caimairi, Lila, “Sucesos de cinematográficos aspectos. Secuestro y espectáculo en el Buenos Aires de los
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222
Tesis de doctorado Conclusiones
suburbanos de diversas características. Tal vez los moldes narrativos propuestos por el cine
de gángsters estuvieran, para la prensa del período, más a la mano, que el complejo
entramado de realidades del universo denso y extendido del Gran Buenos Aires sobre el
que poco se conocía.
Frente a estos elementos, la tesis no concluye con una respuesta cerrada o simple,
sino que despliega interrogantes y pistas que entrecruzan el suburbio, el lunfardo, la noche
y el delito con el afán de control del Estado, el mercado, las tecnologías y los públicos
masivos. Todos estos elementos, unidos en una tensión irresoluble, se condesan en los
espacios del juego, generando una fuerte atracción a la que buena parte de la sociedad
porteña sigue sin poder resistirse. Esta investigación, viene así a reponer una mirada
analítica en una zona central y poco estudiada de la cultura, no sólo porteña sino también
latinoamericana.
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