De 0 A 6 Años
De 0 A 6 Años
De 0 A 6 Años
En esta etapa podemos seguir usando los recursos antes mencionados referentes al estímulo
indirecto, pero además podremos trabajar con más conciencia y de modo más directo en el
problema y con mayor hincapié en el estímulo directo del lenguaje.
Te recomiendo:
Recordaremos que debemos trabajar con la totalidad del niño, no solo con su problema de
la /r/. Toda dificultad en el lenguaje está relacionada con algo a nivel físico, emocional y/ o
mental.
A partir de los 10 años, podemos ir retirando las Rimas con Movimiento e incluyendo los
ejercicios de Arte de la Palabra La fuerza curativa de la voz y la palabra.
Claves para apoyar una buena comunicación y un buen desarrollo del lenguaje en niños de 0
de 3 años. P0r Tamara Chubarovsky, mayo 2018.
El lenguaje y la comunicación en los niños son competencias básicas de las que dependen otras
muchas competencias emocionales, sociales y cognitivas.
El niño primero habla y luego piensa. Es a partir del habla que va esbozando sus primeros
pensamientos. Además, el lenguaje bien formado, a través de una buena articulación y
estructuración gramatical, también es la base del desarrollo del pensar. Un lenguaje claro
permite un pensamiento claro.
Por otro lado, el lenguaje se aprende exclusivamente a través de otros humanos que hablan en
el entorno del niño, mejor dicho, que le hablan. El niño necesita estímulos lingüísticos de
personas cercanas, adultos de referencia, con los que exista un vínculo afectivo y a los que
pueda imitar. Y las dos herramientas fundamentales, que permiten al niño aprender a hablar
por imitación son la ley de resonancia y la ley de la neurona espejo.
Resonancia:
Neurona espejo:
Cuando decimos al niño que esté tranquilo en un tono emocional que delata nuestro estado
de nerviosismo, el niño recibe un mensaje contradictorio, no coincide la activación neuronal
con el significado conceptual. Esta falta de coherencia por parte del adulto provocará en el
infante inseguridad emocional, falta de claridad mental y retraso en las habilidades
comunicativas del lenguaje. Porque a hablar no se enseña, sino que el niño lo aprende, gracias
a la coherencia mental y emocional, y a la riqueza expresiva con la que los adultos de su
entorno le hablan.
Somos una pieza fundamental. A través de nosotros el niño puede desestabilizarse, pero lo
que es mejor, también a través de nosotros puede estabilizarse. Nuestro lenguaje y nuestra
comunicación no solo favorecen el desarrollo del lenguaje, pueden ser además fuente de
estabilidad emocional, claridad mental, salud física y organización corporal. En este sentido
también deberíamos cuidar nuestro lenguaje corporal, que además de expresar emociones, se
puede impregnar profundamente en el niño, tanto de modo positivo como negativo. Porque a
través de las neuronas espejo el niño recibe, y posteriormente reproduce, también nuestro
movimiento. Joachim Bauer explica cómo solo de ver un movimiento, en el cerebro, se activan
no solo las áreas correspondientes a la visión, sino también las áreas motrices implicadas en
dicho movimiento.
Todo esto debería hacernos reflexionar sobre nuestros métodos pedagógicos. Deberíamos
tener paciencia y confiar más en el poder de la imitación. Deberíamos centrarnos mucho más
en aportar nosotros un buen modelo, ya que ésta es la base del aprendizaje de la lengua, de
los hábitos y de otras muchas habilidades.
¿Qué podemos hacer para mejorar el lenguaje y la comunicación en los niños pequeños?
Fomentemos en nosotros una actitud paciente, positiva y serena para con el niño.
Generemos espacios de encuentro y vínculo uno-uno, es decir, con un niño a la vez, a pesar
de lo sobrecargadas que están nuestras guarderías actuales.
Las Rimas con movimiento® son un excelente recurso que te apoyará en todas las áreas
mencionadas. Ayudan en las rutinas diarias como ir a dormir, hora de comer, aseo o
transiciones, activando además simultáneamente muchos parámetros sensoriales, motrices,
emocionales, cognitivos y hasta fisiológicos. Y son indispensables para fortalecer el vínculo y
para apoyar un buen desarrollo del lenguaje y la comunicación en los niños. Encontrarás
muchos ejemplos en mi canal youtube.
Masticar es un acto tan cotidiano que muchas veces ni siquiera reparamos en ello. De
hecho, normalmente nos preocupamos por nuestra dentadura por razones estéticas,
porque queremos tener una sonrisa bonita. No nos preocupa morder de manera
adecuada.
Sin embargo, ahora un estudio muy interesante llevado a cabo por investigadores de la
Universidad de Pisa desvela que nuestra forma de masticar puede provocar cambios
permanentes a nivel cerebral. Por tanto, si masticamos mal, los efectos colaterales
terminarán afectando nuestra salud neurológica.
Masticar nos mantiene despiertos
Es probable que hayas notado que los conductores de autobuses suelen masticar chicles
para mantenerse despiertos. Un trabalenguas o rima como El Pollito o Los delfines,
también activan la atención y la concentración, ya que lo que realmente resulta
activador es el choque enérgico de la punta de la lengua en el paladar, cosa que ocurre
tanto en el masticado como en la articulación de ciertos sonidos como la /d/, /t/ y /n/.
Activan el punto en el que se cierra el circuito energético de los meridianos Vaso
Gobernador y Concepción, aportándonos mayor presencia.
Preocupante es que las investigaciones recientes también demuestran que los problemas
de masticación generan cambios a corto plazo en la actividad cerebral. Al parecer, el
problema fundamental es la asimetría al masticar. Los investigadores creen que la
asimetría mandibular causa problemas a nivel cognitivo debido a que se altera el
funcionamiento de los músculos. Por eso es tan importante que los niños tengan buenos
patrones de simetría, no solo en los dientes, sino en todo el cuerpo, ya que todo
interfiere. Rimas como El Cocodrilo, que trabajan la lateralidad, se mostraron
estupendas para corregir asimetrías en el masticado en niños.Algunos datos científicos
han sido escogidos de la página: https://www.rinconpsicologia.com/
En el curso on-line “Rimas con Movimiento® para una infancia sana” encuentras
muchas más claves sobre la relación entre lenguaje, masticación y capacidades
cognitivas.
Siempre tuve claro que en la primera infancia, al menos hasta los 3 años, es sumamente
importante y trascendente el desarrollo futuro, que los niños duerman mucho y bien,
coman saludablemente, estén suficiente tiempo al aire libre, tengan oportunidades de
movimiento y juego libre dentro y fuera, escuchen cuentos, rimas y canciones, que los
dispositivos electrónicos estén limitados al máximo, y que estén rodeados de adultos
centrados emocionalmente, dignos de ser imitados, que irradien confianza y coherencia.
Con estos ingredientes, ya podríamos garantizar gran parte del éxito posterior, tanto a
nivel de capacidades de aprendizaje, como de habilidades sociales. Todos estos
parámetros conforman la base de la pedagogía Waldorf de los primeros 6 años de vida.
El pasado mayo (2018) tuve la suerte de participar en el XXIV Congreso INPP “Bases
fisiológicas del aprendizaje” y escuchar a los diferentes científicos e investigadores
especialistas en las diversas materias, que fueron constatando uno a uno, y con
“evidencia científica”, la importancia del sueño, la alimentación, el movimiento, el
lenguaje, la música, el aire libre, las emociones del adulto, y la limitación de
tecnologías.
Haré un breve resumen, con acceso a enlaces, para que quien quiera, pueda investigar y
auto convencerse de que antes de los 6 años, son éstas las variables que ayudan a
madurar el SNC. Esta es la base del aprendizaje y no la lectoescritura, que es un
complejo mecanismo que necesita que todas las funciones estén maduras, para que
pueda darse de manera rápida, fácil, alegre y duradera. Porque no da igual cómo y
cuándo se aprende… Hay aprendizajes, que aunque aparentemente inocuos, acarrean
graves consecuencias a medio plazo.
De ahí se concluye que sin suficiente tiempo para esta fase, las capacidades de
aprendizaje se ven mermadas. También resulta grave la ingesta de somníferos, ya que
anula la fase de sueño REM. Al final del artículo te dejo unos enlaces en los que puedes
ver estudios que demuestran como la fase REM es fundamental para consolidar la
memoria.
¿Por qué es tan importante dormir para garantizar
una buena salud mental y emocional?
Así como en la fase REM se fija la información en el hipocampo, mejorando
habilidades y memoria, en la fase de sueño profundo ocurre una reducción de la
reactividad de la amígdala. ¿Qué significa esto? Que existe una supresión de emociones
perturbantes y queda el recuerdo, más limpio de emociones negativas, lo que permite
levantarse al día siguiente más positivo, optimista, y aliviado. Es muy desgastante
mantener constantemente vivas las emociones. Si no se duerme bien, la amígdala se
dispara, lo que significa un constante estado de alerta y tensión. De ahí la relación entre
falta de sueño y problemas emocionales como la depresión, ansiedad, paranoia y
ataques de pánico. La investigadora holandesa Lucía Talami describió muy bien este
proceso en su ponencia en el congreso de INPP 2018. También podemos observar como
entre las secuelas postraumáticas son habituales los trastornos del sueño y como a su
vez la falta de sueño genera una mayor incidencia de Triggers (flashback del episodio
negativo), dificultando la recuperación. Esto lo explica muy bien Bernd Ruf, experto en
trauma y fundador de la Pedagogía de Emergencia.
Al hilo de este tema, quisiera compartir el verso que Rudolf Steiner propuso recitar
antes de dormir para potenciar el aspecto limpiador y restaurador emocionalmente del
sueño. Este verso ayuda a poner mayor intención y conciencia en este proceso:
“Yo llevo mi dolor al sol poniente y deposito todas mis preocupaciones en su seno
luminoso. Purificados en luz, transformados en amor, vuelven hacia mí, como
pensamientos que me ayudan, cómo fuerzas para mis actos amorosos y
desinteresados.”
Rudolf Steiner.
Durante el sueño el cuerpo entra en plan “ahorro de energía”, bajando sus constantes
vitales: baja la temperatura corporal, se ralentiza la respiración y las funciones
cardíacas. Sin embargo hay otros parámetros que se activan, como es la hormona del
crecimiento, que trabaja justamente mientras dormimos. Podríamos decir literalmente,
que crecemos durante la noche. Otra razón para que los niños duerman suficiente.
El cerebro está programado para dormir cuando está oscuro y hay silencio. Los ruidos y
exceso de luces de nuestro actual mundo desarrollado, evidentemente tienen una
influencia negativa sobre los ritmos circadianos. A esto se suma el efecto especialmente
negativo de los dispositivos que irradian luz azul led, como son los móviles, tabletas,
ordenadores e incluso los libros electrónicos.
Los cambios en las rutinas de nuestra ajetreada vida actual, el hecho de un día acostarse
a una hora y otro día a otra, tienen también un efecto nefasto, dificultando conciliar el
sueño. En esto no contribuye el ambiente de una casa moderna en una ciudad, llena de
luces, ruido y dispositivos, pero podemos compensarlo con la decisión y voluntad firme
de crear ritmos y rutinas para nuestros niños.
En el curso on-line “Rimas con Movimiento® para una infancia sana” tienes
mucha más información sobre cómo establecer unos adecuados ritmos de sueño.
https://hipertextual.com/2016/05/sueno-rem-memoria
https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2014/05/11/sueno-y-aprendizaje/
https://www.tendencias21.net/El-sueno-REM-aumenta-la-plasticidad-neuronal-
y-mantiene-al-cerebro-alerta_a41070.html
HIPERACTIVIDAD, síndrome de
nuestro tiempo
Ver imagen más grande
Hoy día se habla mucho de hiperactividad. Bajo este término se suele englobar
genéricamente a todo aquel que no pueda estarse quieto y se mueva desordenadamente.
Es un síntoma que aumenta cada año, lo que nos hace pensar en que está directamente
relacionado con el estilo de vida y educación actual. Veamos pues diferentes factores
externos e internos que pueden producir hiperactividad e inquietud y algunas medidas
pedagógicas favorables que podemos aplicar tanto en casa como en la escuela.
Presenta una conducta normal para su edad, que es sin embargo considerada anormal.
Niño con reacciones normales a medidas pedagógicas inadecuadas a su edad. Es decir,
se puede tratar de un niño menor de 6 años al que se le exige estar mucho tiempo
sentado y se le ofrecen pocas posibilidades de movimiento. A esa edad, la reacción a la
quietud es la inquietud.
Medidas: Más actividades motrices, juego libre exterior e interior, rimas con
movimiento, juegos rítmicos.
Los niños menores de 6 años no están preparados para procesar tanta cantidad de
estímulos sensoriales provenientes de pantallas. Muchos tienen una especial reacción e
hipersensibilidad a esto, pasando de la inactividad (frente a la pantalla), a una exagerada
hiperactidad cuando no están frente a ella, lo que suele generar un círculo vicioso.
Medidas: Dieta de pantallas. Es posible que haya un período crítico, donde el niño esté
bajo síndrome de abstinencia, pero si se persiste, pronto se notarán cambios positivos,
sobre todo si además se aprovecha ese tiempo para actividades de movimiento.
Muchos niños tienen una especial sensibilidad a los azúcares y fosfatos, incluidos por
ejemplo en el jamón york. Hoy día un desayuno habitual infantil, basado en leche con
colacao y cereales o pan con nocilla, contiene un exceso de azúcares, que el niño no es
capaz de metabolizar. El azúcar tiene un impacto directo en la movilidad de los
músculos, provocando en muchos casos, hiperactividad.
Medida: Cambia la dieta, reduce aditivos y azúcares. Prueba ofrecerle un desayuno
diferente con infusión, pan integral con aceite y tomate, por ejemplo, e inmediatamente
notarás los cambios. ¡Merece la pena el esfuerzo!
Medidas: Entorno del niño con adultos serenos, centrados y estables emocionalmente.
Además, la falta de movimiento libre en el suelo, durante el primer año de vida, y falta
general de movimiento en los años posteriores, dificulta al niño madurar su cuerpo y
poder controlarlo. Lo sentimos “fuera de su cuerpo” y así realmente es. No puede
dominar su cuerpo, que está lleno de reflejos primitivos retenidos y tienen dificultades
en la integración sensorial, lo que le genera un comportamiento errático, con exceso de
movimientos desordenados y exceso de reactividad a los estímulos externos.
El máximo nivel de control del cuerpo es la quietud. Sin embargo esto solo se alcanza a
través del movimiento. Por eso no nos debe extrañar la epidemia de niños hiperactivos,
en una sociedad cada vez más sedentaria. Es la reacción normal ante una situación
anormal para el sano desarrollo infantil.
Mejorar el sueño. Ayudarles a que duerman más. Para ello, evitar TV por las
tardes, favorecer los hábitos y ritmos fijos de sueño. (Acostarse siempre a la
misma hora).
Ritmos y hábitos claros del día (horarios de comidas, descanso, tiempo libre
fuera, sueño). Vivir acompañando las estaciones del año.
Alimentación saludable: Reducir azúcares, harinas refinadas, aditivos y
alimentos procesados industrialmente. Consumir productos frescos, e integrales.
Reducir al máximo la exposición a TV, tabletas, móvil, PC y demás
dispositivos.
Favorecer un entorno afectivo estable y tranquilo.
Pasar más tiempo en conexión con la naturaleza, eso siempre calma.
Juegos y rimas con movimiento. El ritmo es completamente sanador, ayuda a
ordenar el cuerpo y a activar una respiración armónica.
Movimiento libre y Rimas con Movimiento que ayuden a superar reflejos a
madurar el sentido vestibular (equilibrio), ya que ambos factores (reflejos y
vestibular inmaduro, producen inquietud y exceso de movimiento desordenado).
Vías farmacológicas
Lorena Metaute
La intuición de los padres hace que muchos escojan poner a sus hijos nombres cortos
porque “así no le acortarán ni le cambiarán el nombre”. Se escucha a menudo. Este
instinto tiene su explicación científica y pedagógica en el arte de la palabra descrita hace
dos siglos por el educador y filósofo austríaco Rudolf Steiner, creador de la pedagogía
Waldorf, y ahora complementada con las aportaciones de la pedagoga y terapeuta del
lenguaje con base antroposòfica Tamara Chubarovsky. De la mano de la asociación
educativa l'Olivera de Lleida vino a dar una conferencia sobre El lenguaje del adulto y
su huella en el desarrollo físico, emocional y cognitivo del niño en la Facultad de
Educación, Psicología y Trabajo Social de la Universidad de Lleida. La Sala de Juntas
de la facultad se quedó pequeña para los maestros y familias que fueron a escucharla
hablar sobre los efectos de los sonidos de las letras, y la relación entre voz y
movimiento, para trabajar tanto dificultades con el lenguaje como de desarrollo físico y
anímico. Aunque el trabajo de Tamara con la voz y el movimiento como herramientas
para trabajar el lenguaje, considerándolo al salvador o el verdugo de nosotros mismos y
del resto, se dirige tanto a adultos como niños, es sobre todo conocida por las rimas en
movimiento, que se han convertido valiosos recursos para familias y escuelas. Libros,
CD y DVD que, en breve, saldrán también en catalán. Su método la conduce a hacer
clases y conferencias durante todo el año por toda España, Suiza y Latinoamérica.
Le gusta decir que es alumna Waldorf. ¿Por qué es tan importante para usted que
se sepa?
La pedagogía Waldorf es la pedagogía de la libertad. Hay que ofrecer espacios de
tiempo para el juego. La familia tiene que garantizar el juego, el movimiento y el
Apoyo al lenguaje y la
arte al niño y libr
A través de las rimas podemos estimular varios sentidos, además de los conocidos
sentidos del oído y vista:
A su vez el lenguaje es la base del desarrollo del pensar: tanto por su lógica
intrínseca y la posibilidad que ofrece de pensar y expresar pensamientos, como
por la cualidad de sus sonidos. El lenguaje en sí forma y estructura el cerebro.
Una articulación clara promueve un pensamiento claro. Significado de las rimas
con juegos de dedos
Una buena oralidad es la base de una buena competencia lectoescritora.
En los primeros años de vida, la vibración del lenguaje bien articulado
contribuye en la formación de los órganos internos, el cerebro, la musculatura y
la respiración.
Hoy día se habla mucho de hiperactividad. Bajo este término se suele englobar
genéricamente a todo aquel que no pueda estarse quieto y se mueva desordenadamente.
Es un síntoma que aumenta cada año, lo que nos hace pensar en que está directamente
relacionado con el estilo de vida y educación actual. Veamos pues diferentes factores
externos e internos que pueden producir hiperactividad e inquietud y algunas medidas
pedagógicas favorables que podemos aplicar tanto en casa como en la escuela.
Presenta una conducta normal para su edad, que es sin embargo considerada anormal.
Niño con reacciones normales a medidas pedagógicas inadecuadas a su edad. Es decir,
se puede tratar de un niño menor de 6 años al que se le exige estar mucho tiempo
sentado y se le ofrecen pocas posibilidades de movimiento. A esa edad, la reacción a la
quietud es la inquietud.
Medidas: Más actividades motrices, juego libre exterior e interior, rimas con
movimiento, juegos rítmicos.
Los niños menores de 6 años no están preparados para procesar tanta cantidad de
estímulos sensoriales provenientes de pantallas. Muchos tienen una especial reacción e
hipersensibilidad a esto, pasando de la inactividad (frente a la pantalla), a una exagerada
hiperactidad cuando no están frente a ella, lo que suele generar un círculo vicioso.
Medidas: Dieta de pantallas. Es posible que haya un período crítico, donde el niño esté
bajo síndrome de abstinencia, pero si se persiste, pronto se notarán cambios positivos,
sobre todo si además se aprovecha ese tiempo para actividades de movimiento.
Muchos niños tienen una especial sensibilidad a los azúcares y fosfatos, incluidos por
ejemplo en el jamón york. Hoy día un desayuno habitual infantil, basado en leche con
colacao y cereales o pan con nocilla, contiene un exceso de azúcares, que el niño no es
capaz de metabolizar. El azúcar tiene un impacto directo en la movilidad de los
músculos, provocando en muchos casos, hiperactividad.
Medidas: Entorno del niño con adultos serenos, centrados y estables emocionalmente.
Además, la falta de movimiento libre en el suelo, durante el primer año de vida, y falta
general de movimiento en los años posteriores, dificulta al niño madurar su cuerpo y
poder controlarlo. Lo sentimos “fuera de su cuerpo” y así realmente es. No puede
dominar su cuerpo, que está lleno de reflejos primitivos retenidos y tienen dificultades
en la integración sensorial, lo que le genera un comportamiento errático, con exceso de
movimientos desordenados y exceso de reactividad a los estímulos externos.
El máximo nivel de control del cuerpo es la quietud. Sin embargo esto solo se alcanza a
través del movimiento. Por eso no nos debe extrañar la epidemia de niños hiperactivos,
en una sociedad cada vez más sedentaria. Es la reacción normal ante una situación
anormal para el sano desarrollo infantil.
Repasemos medidas generales que ayudarán a todos los niños hiperactivos o
inquietos a estar más a gusto en su propia piel y por tanto, más tranquilos:
Mejorar el sueño. Ayudarles a que duerman más. Para ello, evitar TV por las
tardes, favorecer los hábitos y ritmos fijos de sueño. (Acostarse siempre a la
misma hora).
Ritmos y hábitos claros del día (horarios de comidas, descanso, tiempo libre
fuera, sueño). Vivir acompañando las estaciones del año.
Alimentación saludable: Reducir azúcares, harinas refinadas, aditivos y
alimentos procesados industrialmente. Consumir productos frescos, e integrales.
Reducir al máximo la exposición a TV, tabletas, móvil, PC y demás
dispositivos.
Favorecer un entorno afectivo estable y tranquilo.
Pasar más tiempo en conexión con la naturaleza, eso siempre calma.
Juegos y rimas con movimiento. El ritmo es completamente sanador, ayuda a
ordenar el cuerpo y a activar una respiración armónica.
Movimiento libre y Rimas con Movimiento que ayuden a superar reflejos a
madurar el sentido vestibular (equilibrio), ya que ambos factores (reflejos y
vestibular inmaduro, producen inquietud y exceso de movimiento desordenado).
Vías farmacológicas
Siempre tuve claro que en la primera infancia, al menos hasta los 3 años, es sumamente
importante y trascendente para el desarrollo futuro, que los niños duerman mucho y
bien, coman saludablemente, estén suficiente tiempo al aire libre, tengan oportunidades
de movimiento y juego libre dentro y fuera, escuchen cuentos, rimas y canciones, que
los dispositivos electrónicos estén limitados al máximo y que estén rodeados de adultos
centrados emocionalmente, dignos de ser imitados, que irradien confianza y coherencia.
Con estos ingredientes, ya podríamos garantizar gran parte del éxito posterior, tanto a
nivel de capacidades de aprendizaje, como de habilidades sociales. Todos estos
parámetros conforman la base de la pedagogía Waldorf de los primeros 6 años de vida.
Haré un breve resumen, con acceso a enlaces, para que, quien quiera, pueda investigar y
auto convencerse de que antes de los 6 años, son éstas las variables que ayudan a
madurar el SNC. Y que esta es la base del aprendizaje, de ningún modo, la
lectoescritura, que es un complejo mecanismo que necesita todas las funciones estén
maduras, para que pueda darse de manera rápida, fácil, alegre y duradera. Porque no da
igual cómo y cuándo se aprende… Hay aprendizajes, que aunque aparentemente
inocuos, acarrean graves consecuencias a medio plazo.
El ojo no solamente debe ser capaz de ver nítidamente gracias a una buen acomodación,
y a ausencia de patologías, además tiene que ser capaz de seguir el contorno de las
letras, de enfocarlas, de atravesar la línea media (atravesar el espacio derecha-
izquierda), tiene que poder estar relajado a la vez que activo.
Los niños vez se enfrentan a una mayor exposición a las pantallas, tanto en casa como
en el ocio y la escuela. Los niños, desde bebés, tienen acceso a móviles, tablets, TV,
ordenadores, elementos muy de impacto muy negativo en el desarrollo infantil. Esto se
está reflejando en un incremento alarmante de los problemas oculares en edades cada
vez más tempranas.
La tendencia es estar expuesto cada vez más tiempo y a pantallas cada vez más
pequeñas, lo que supone claras consecuencias:
Tensión corporal, que produce dolores de espalda.
Menor movilidad del ojo, interfiriendo en el seguimiento ocular necesario para
la lectura.
Menor parpadeo, produciendo sequedad, fatiga y molestia ocular, que interfiere
negativamente en la lectura.
Dificultad en el ajuste binocular (convergencia), lo que dificulta la focalizar de
la visión en un punto, acarreando problemas para la lectura y problemas de
atención.
Inflexibilidad acomodativa, lo que conlleva problemas con el ajuste cerca lejos,
que interfiere en la acción de copiar de la pizarra, etc.
El hecho de que en las pantallas y sobre todo en internet, los estímulos sean cada vez
más rápidos y variados, y que los niños tengan acceso fácil e inmediato al placer de la
imagen, reduce considerablemente la capacidad de atención, e incrementa la
irritabilidad. Sumado a los factores anteriores, vemos la influencia en el peor
rendimiento escolar y menor capacidad de autocontrol y gestión de las emociones.
Se integra menos en formato digital. Es más fácil retener la info que está en
papel.
Leer en digital es una actividad muy exigente y cansada para el ojo, que
genera fatiga visual. El enfoque no es plano, está el plan del fondo y el plano de
la letra, lo que provoca tensión visual.
La luz violeta azulada, la led, produce sequedad, alteración en los ciclos
fisiológicos, daño celular y degeneración de la mácula, aunque aún es difícil
prever la magnitud de los riesgos.
El ojo y nuestra salud mental necesitan de buena luz: Las aulas cerradas y
oscuras, con sólo la iluminación de la pizarra, aumentan los daños fisiológicos,
añadiendo riesgo de desestabilización emocional.
El ojo madura con lo que ve.
Según Víctor García, es de enorme relevancia concienciar sobre los tiempos que el ojo
puede estar expuesto a la pantalla, sin sufrir daños a medio plazo. Recordemos que
durante los primeros 6 años de vida, el ojo está aún en proceso de maduración y es
muy susceptible a influencias negativas. Estas son sus recomendaciones:
0 a 3 años: nada
3 a 6 años: máximo una hora semanal
6 a 12 años: máximo dos horas semanales
Mayores de 12 años y adultos, máximo dos horas diarias
Este cuadro al menos nos debería alertar sobre la necesidad de reducir al máximo las
pantallas y a su vez, contrarrestarlo con prácticas positivas. El optometrista nos indicó
cómo el síntoma (estigmatismo, miopía, otros…) aparece aproximadamente cuatro años
después del impacto. Es decir, si un niño a los 7 años comienza una vida sedentaria, con
mucha exposición a pantallas y poco movimiento al aire libre, las posibilidades de tener
algunas de estas patologías a los 11 años, son muy grandes. Hoy día se combinan los
aspectos genético-hereditarios, con los epigenético- ambientales.
Para evitar alteraciones del ojo o la visión, se deben garantizar al menos 14 horas
semanales de movimiento al aire libre, según indica el especialista.
La luz natural y las posibilidades de visión lejana y relajada, contrarrestan los estímulos
negativos.
Visión y lectoescritura
Hoy día desde la integración sensorial también sabemos que un sentido vestibular (del
equilibrio) inmaduro, suele generar rigidez ocular. Sabemos que la falta de
coordinación motriz y la presencia de reflejos primitivos, incide negativamente en
las habilidades oculares.
En bebés y niños pequeños, una Rima con Juegos de dedos, que hagamos teniendo al
niño en nuestro regazo o enfrente, le permitirá ejercitar la convergencia, la focalización
de la mirada en un punto. Recordemos que en los bebés, uno de sus primeros hitos es
la capacidad de fijar la mirada cerca. El movimiento de nuestras manos en dicha
cercanía (20, 30 cm), los ayudará a conseguir este importante hito, que se fija en torno a
los tres meses.
Las rimas con juegos de dedos, hechas por un adulto al que el niño imita, permiten en el
niño entrenar la acomodación, ya que alternará entre visión cerca (sus propias manos) y
visión más lejana (nuestras manos).
Las Rimas con Movimiento permitirán una mayor destreza motriz, que se verá reflejada
en una mayor movilidad ocular.
Las Rimas con Movimiento donde se trabaja la lateralidad, facilitan el cruce de la línea
media, habilidad fundamental para la lectura, pero que normalmente no madura antes de
los 5 años, y dada la falta de movimiento actual, suele haber un retraso en esta variable,
es importante apoyar conscientemente.
Conclusión
Más juego al aire libre, más juego dentro, más Rimas con Movimiento, menos fichas,
menos tecnología y como quien no quiere la cosa, sin obsesionarse en la lectura y el
aprendizaje, tu hijo o alumno estará mejor preparado para ello.
Tamara Chubarovsky
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Reflejos: causas y soluciones a los
problemas de aprendizaje y
comportamiento
Ver imagen más grande
“El movimiento es la puerta del aprendizaje” dice Paul Dennison. En este artículo
abordaremos a nivel general los problemas producidos por reflejos primitivos aún
retenidos en edad escolar y ofrecemos propuestas para inhibirlos. Especialmente
trataremos el reflejo de moro.
Mediante los sentidos y los movimientos rítmicos que hace el bebe de balanceo,
rotación, levantamiento de cabeza, movimientos de manos, de ojos (se lleva la mano a
la boca, coge cosas calculando distancias y regulando la vista), gateo y por último el
andar, se hacen posibles las conexiones neuronales entre las diferentes partes del
cerebro. El cerebro aprende experimentando: es mediante el movimiento y las
experiencias sensoriales que se hacen los circuitos neuronales, que serán la base de
todo aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Desde el nacimiento se está programando, como por así llamarlo, el disco duro de
nuestro cerebro y con esa información procesará los datos. De esto se deduce la gran
importancia de los primeros años de vida. Los niños que no han podido moverse
debidamente en su niñez, (niños que han estado hospitalizados, en incubadora, mucho
en masicosis o carritos etc.) pueden tener más adelante problemas de aprendizaje,
además de dificultades a nivel, emocional, psíquico, y físico.
Cuando el bebe nace posee unos reflejos que son esenciales para la supervivencia y
para su posterior desarrollo. Son unos movimientos automáticos dirigidos desde el
tronco encefálico, (la parte más primitiva de nuestro cerebro,) no están controlados de
forma voluntaria, es decir no hay implicación cortical. Gracias a estos reflejos el bebe
puede más adelante desarrollar los reflejos posturales, que le permitirán erguirse ,andar,
hablar, escribir, montar en bicicleta ,coger pelotas en el aire ,atarse los cordones etc.
Estos reflejos, una vez hecha su función, deben desaparecer. Si estos permanecen
activos por problemas en el embarazo, parto, y primera infancia, pueden producir
retraso en el desarrollo motor, problemas emocionales, problemas de atención, de
concentración, hiper-actividad, hipo-actividad, problemas con el lenguaje etc…
Hipersensibilidad a la luz, a los ruidos y al tacto (no soportan que los toquen)
Problemas de equilibrio,
Miedo e inseguridad
Mareos en el coche
Mala coordinación de los brazos y piernas
Problemas para montar en bicicleta
Problemas para coger pelotas
Rigidez muscular
Dificultad para nadar
Problemas para atarse los cordones y abrocharse los botones.
Lateralidad no definida
Mala letra
Debilidad muscular (se sujetan la cabeza para escribir o estudiar)
Malas posturas, escoliosis
Problemas para sujetar el lápiz
Problemas de memoria y aprendizaje
Rudolf Steiner habla de cómo en los 7 primeros años de vida, el YO, vale decir su
individualidad, su ser eterno, tiene que introducirse en el cuerpo físico hereda y
transformarlo. Tiene que hacerse con él. Tiene que conseguir ser dueño en su propia
casa, que el cuerpo esté a su servicio para poder así realizar su misión de vida.
Se trata de recapitular los movimientos rítmicos que hacen los bebés de forma natural y
espontánea.
Los ejercicios, que en pedagogía de apoyo Waldorf llamamos “Ejercicios del ZOO”,
son excelentes, porque recapitulan a través de los diferentes tipos de animales, los
estadios de desarrollo motor del bebé. Cuando el niño está en terapia, se manda una
serie específica para unas semanas, y estos ejercicios deberán practicarse con los padres,
unos 10 minutos diarios. Sin embargo hay numerosas oportunidades para hacer estas
series (pez, serpiente, foca, lagarto, cangrejo, elefante, león al acecho, vaca, mono…), a
través de juegos, rimas y cuentos. Durante años tuve consulta de niños con dificultades
y también grupos de teatro infantil. En ambos sitios, a través del juego, los cuentos y
las rimas, procuraba que los niños restablecieran sus patrones de movimiento de manera
lúdica. Esta es una buena manera de trabajarlos en la escuela o el ocio, a nivel
preventivo, con todos los niños, aunque claro está, si un niño presenta un problema
agudo, deberá acudir a un especialista, sobre todo si ya es mayor de 7 años.
Un libro que habla de este tema es “Mi hijo no es un problema tiene un problema” de
María Docavo. Indispensable por supuesto es “reflejos, comportamiento y aprendizaje”,
de Sally Goddard.
En Cuentos para ver, oír y sentir, tomo I, doy ejemplos de cómo trabajarlos a través de
cuentos que contengan muchos animales. En mi libro Cuentos para ver, oír y sentir,
tomo II, aparecen algunos ejemplos de Rimas con Movimiento para reflejos. Todos los
vídeos de rimas para reflejos y sus explicaciones encontrarás en mi curso online Apoyo
al Aprendizaje y el lenguaje, que saldrá próximamente. . Vemos que la rima del elefante
se presta para practicar el gateo simétrico (se mueven a la vez la mano derecha y la
pierna derecha), luego en la rima de la vaca tenemos la posibilidad de trabajar el
gateo de patrón cruzado. Importante es tener en cuenta, que para que sea efectivo,
deberemos empezar con los animales más simples de la cadena, con los invertebrados,
empezando por peces. Los anfibios nos darán el siguiente esquema de movimiento y
finalmente con los mamíferos, entramos en el último estadio. Aunque siempre de
manera progresiva: girar, rodar, reptar simétrico, reptar con cruce, gateo simétrico,
gateo con cruce. Y sin olvidar otras variantes que nos dan otros animalillos como la
rana, la liebre, el cangrejo etc. Todos movimientos divertidos y enormemente
integradores. Las rimas además ayudarán a que los movimientos sean rítmicos,
potenciando sus efectos. De hecho existe una terapia para inhibir reflejos que se llama
“Terapia del movimiento rítmico”.
También quisiera destacar, que aunque generalmente los reflejos son por causas físicas,
ya sea como resultado de un parto difícil, embarazo con estrés o poco movimiento,
incubadora y falta general de movimiento en el primer año de vida, teniendo en cuenta
que los reflejos son respuestas de supervivencia y de protección, pueden desarrollarse
también en casos donde el ambiente anímico-emocional del entorno produzca estrés y
sensación de desprotección, reaccionando el niño de manera defensiva, a través de un
mayor desarrollo de reflejos primitivos. Es por eso, que tan importante como la
posibilidad de que el niño se mueva en libertad y suficiente, es qué en torno al niño
reine un ambiente amoroso de cálida protección, donde sienta que puede respirar y
moverse con seguridad, un ambiente donde se sienta querido y cuidado.
Nivel preventivo:
Primeras horas de vida del bebé, sin sobresaltos. Tranquilo, con su mamá, sin tantos
controles médicos.
Etapa de 0 a 2 meses, con mucho balanceo (mecer, llevar en pareo, acunar…) . Evitar
masicosis.
A partir de los 3 años, es que podemos empezar muy libremente con los juegos de
animales. Recién a los 5, 6, se podrá empezar a hacer de manera más sistematizada,
aunque siempre a través del juego, sin que tomen conciencia de su problemática.
En todas las edades, acompañar amorosamente al niño, que viva en un entorno “bueno y
bello”.
A continuación describiré un reflejo que tiene gran relación, no solo con las dificultades
de aprendizaje, sino también con el comportamiento y la atención.
EL REFLEJO MORO
Durante el parto debería estar presente y mantenerse hasta el 2º mes, habiéndose
inhibido a más tardar en el 4º mes, transformándose en la reacción normal del
sobresalto. El disparador de este reflejo son estímulos externos del sistema sensorial en
su conjunto. La expresión en los gestos muestra dos fases: en la primera las piernas, los
brazos y hasta las manos se apartan del cuerpo con rigidez y se abre la boca para la
inspiración. En la segunda fase todas las extremidades se flexionan hacia el centro del
cuerpo y se produce la espiración, eventualmente acompañada por un grito. A modo de
reacción fisiológica, se liberan adrenalina y cortisona, el pulso cardíaco se acelera y
asciende. La misión de este reflejo, es el adiestramiento del sistema nervioso para poder
reaccionar frente a situaciones que ponen en peligro la vida. También lleva la
denominación de reflejo de supervivencia. Cuando este reflejo no puede ser plenamente
desarrollado dentro del debido tiempo, existe el peligro de que no pueda ser
transformado en el reflejo normal del susto y ser integrado. Las consecuencias son
hipersensibilidad frente a todas las impresiones sensoriales, dificultades en la
concentración e incrementada necesidad de azúcar. Está en discusión, si una primera
fase del moro, mal integrada, puede conducir a la congestión del aire, vale decir, a la
predisposición al asma. Sí se sabe, que el exceso de reacciones de defensa con subidas
de la adrenalina y cortisona producen un gran desgaste y debilitamiento del sistema
inmunológico. El sistema de defensa del cuerpo se sobrecarga defendiéndose de
estímulos sensoriales y al llegar un virus o bacteria, está bajo. Cada vez se observan
más niños que presentan un cuadro que indica las consecuencias del no-integrado
reflejo-moro. Durante las clases, el ruido atormenta a estos “niños moro” por el hecho
de que no pueden separar los ruidos secundarios, razón por la cual no pueden escuchar
con nitidez la voz del maestro, a veces los fonemas no pueden ser escuchadas de modo
diferenciado, la memoria auditiva no se desarrolla debidamente. La deficiente reacción
de las pupilas puede producir un sobresalto frente a la luminosidad excesiva sobre el
papel blanco. Los problemas de equilibrio conducen a reacciones desmedidas y un leve
malestar. El sentido del tacto se encuentra afectado por hipo o hiper sensibilidad. Todas
estas alteraciones conducen a un trastorno del sentido vital, de la sensación de bienestar.
Las reacciones anímicas se evidencian a través de poca estabilidad anímica, temores,
agresividad, carencia de autoestima, necesidad de orden y de control para poder auto-
protegerse. La crítica difícilmente puede ser soportada y transformada. El reflejo moro,
es el único que concierne a los cuatro sentidos básicos (tacto, vital, equilibrio,
movimiento propio) en la primera infancia. Es por ese motivo que las personas que no
pueden transformarlo prontamente llaman la atención en su medio circundante.
Diremos al niño:
“Estaba el bicho bola tranquilo tomando el sol (niño relajado boca arriba), cuando, de
repente, escuchó un ruido, y se hizo rápido un bola”. (doy palmadas fuertes, y a esa
señal, el niño se enrosca).
Déjame darte un ejemplo de algo que pueda hundirse en el alma del niño para que
crezca con su crecimiento, algo a lo que uno puede volver en años posteriores y utilizar
para despertar ciertos sentimientos dentro de él. Nada es más útil y fructífero en la
enseñanza que darles a los niños algo en forma de imagen entre el séptimo y el octavo
año, y más tarde, tal vez en el decimocuarto y decimoquinto años, regresar de nuevo de
una manera u otra. Solo por esta razón intentamos que los niños de la escuela Waldorf
permanezcan el mayor tiempo posible con un maestro. Cuando llegan a la escuela a los
siete años de edad, los niños son entregados a un maestro que luego lleva a su clase a la
escuela todo lo que puede, porque es bueno que las cosas que alguna vez le fueron
dadas al niño en germen puedan proporcionar una y otra vez el contenido de los
métodos empleados en su educación. Ahora supongamos, por ejemplo, que le contamos
una historia imaginativa a un niño de siete u ocho años. No necesita comprender todas
las imágenes que contiene la historia; por qué eso es, lo explicaré más tarde. Todo lo
que importa es que el niño se deleite en la historia porque se le presenta con cierta
gracia y encanto. Supongamos que tuviera que contar la siguiente historia: Todo lo que
importa es que el niño se deleite en la historia porque se le presenta con cierta gracia y
encanto. Supongamos que tuviera que contar la siguiente historia: Todo lo que importa
es que el niño se deleite en la historia porque se le presenta con cierta gracia y
encanto. Supongamos que tuviera que contar la siguiente historia:
Érase una vez en un bosque donde el sol se asomaba por las ramas, allí vivía una violeta
muy modesta debajo de un árbol con hojas grandes. Y el violeta fue capaz de mirar a
través de una abertura en la parte superior del árbol. Mientras miraba a través de esta
amplia abertura en la copa del árbol, violeta vio el cielo azul. La pequeña violeta vio el
cielo azul por primera vez en esta mañana porque acababa de florecer. Ahora la violeta
estaba asustada cuando vio el cielo azul, de hecho, estaba abrumada por el miedo, pero
aún no sabía por qué sentía tanto miedo. Luego pasó corriendo un perro, no un buen
perro, un perro bastante malo. Y la violeta le dijo al perro: “Dime, ¿qué hay ahí arriba
que es azul como yo?” Porque el cielo era azul al igual que el violeta.
Y el perro en su maldad dijo: “Oh, esa es una gran violeta gigante como tú y esta gran
violeta ha crecido tanto que puede aplastarte”. Entonces la violeta estaba más asustada
que nunca porque creía que la violeta en el cielo era tan grande que podía aplastarla. Y
la violeta dobló sus pequeños pétalos y ya no quería mirar hacia la gran gran violeta,
sino que se ocultó bajo una gran hoja que una ráfaga de viento acababa de arrojar del
árbol. Allí permaneció todo el día, escondida por el miedo del gran cielo violeta.
Cuando llegó la mañana, la violeta no había dormido en absoluto, porque había pasado
la noche preguntándose qué pensar del gran violeta azul que se decía que venía a
aplastarla. Y a cada momento ella esperaba que llegara el primer golpe. Pero no
vino. Por la mañana, salió la pequeña violeta, ya que no estaba nada cansada. Durante
toda la noche ella solo había estado pensando, y estaba fresca y no cansada (las violetas
están cansadas cuando duermen, ¡no están cansadas cuando no duermen!) Y lo primero
que vio la pequeña violeta fue el sol naciente y el amanecer rosado. Y cuando la violeta
vio el rosado amanecer, no tuvo miedo. Ella estaba contenta de corazón y feliz de ver el
amanecer. A medida que el amanecer se desvaneció, el cielo azul pálido gradualmente
apareció de nuevo y se volvió azul y azul todo el tiempo, y la pequeña violeta pensó de
nuevo en lo que el perro había dicho,
En ese momento, apareció un cordero y la pequeña violeta volvió a sentir que debía
preguntar qué podía ser de ella. “¿Qué es eso allá arriba?”, Preguntó el violeta.
Y el cordero dijo: “Esa es una gran violeta grande, azul como tú”. Entonces la violeta
tuvo miedo otra vez y pensó que escucharía del cordero exactamente lo que el perverso
perro le había dicho.
Pero el cordero era bueno y amable, y como tenía unos ojos tan buenos y amables, el
violeta volvió a preguntar: “Querido cordero, dime, ¿vendrá la gran gran violeta allá
arriba y me aplastará?”
“Oh no”, respondió el cordero. “No te aplastará”. Es una gran violeta grande, y su amor
es mucho más grande que tu propio amor, incluso cuando es mucho más azul de lo que
eres en tu pequeña forma azul “. Y la violeta entendió de inmediato que había una gran
violeta grande que no aplastarla, sino que era tan azul para que él pudiera tener más
amor, y que la gran violeta protegería a la pequeña violeta de todo lo que en el mundo
podría lastimarla.
Entonces la pequeña violeta se sintió tan feliz porque lo que vio como azul en el gran
cielo violeta se le apareció como el Amor Divino, que fluía hacia ella desde todos
lados. Y la pequeña violeta levantó la vista todo el tiempo como si deseara rezarle al
Dios de las violetas.
Ahora, si les cuenta a los niños una historia de este tipo, seguramente escucharán,
porque siempre escuchan tales cosas. Pero debe decirlo con el estado de ánimo
adecuado para que cuando los niños hayan escuchado la historia, de alguna manera
sientan la necesidad de vivir con ella y la den vuelta interiormente en sus almas. Esto es
muy importante, y todo depende de si el maestro puede mantener la disciplina en la
clase a través de sus propios sentimientos.
Es por eso que cuando hablamos de las cosas que acabo de mencionar, también
debemos considerar esta cuestión de mantener la disciplina. Una vez tuvimos un
maestro en la escuela Waldorf, que podía contar las historias más maravillosas, pero él
no causó tanta impresión en los niños que lo admiraban con amor incuestionable. ¿Cuál
fue el resultado? Cuando se contó la primera historia emocionante, los niños
inmediatamente quieren otra. El maestro cedió a este deseo y preparó un
segundo. Luego, inmediatamente quisieron un tercero, y la maestra cedió nuevamente y
preparó una tercera historia para ellos. Y al final se supo que después de un tiempo esta
maestra simplemente no podía preparar suficientes historias. Pero no debemos bombear
continuamente a los niños como una bomba de vapor; debe haber una variación, como
escucharemos en un momento, por ahora debemos ir más allá y dejar que los niños
hagan preguntas. Deberíamos ser capaces de ver por la cara y los gestos de un niño que
quiere hacer una pregunta. Le permitimos que lo pregunte, y luego hablar con él en
relación con la historia que acaba de relacionarse.
Por lo tanto, un niño pequeño podría preguntar: “¿Pero por qué el perro dio una
respuesta tan horrible?” Y luego, de una manera infantil simple, podrás mostrarle que
un perro es una criatura cuya tarea es vigilar, que tiene que traer miedo a las personas,
que está acostumbrado a que la gente le tenga miedo, y usted será capaz de explicar por
qué el perro dio esa respuesta.
También puede explicar a los niños por qué el cordero dio la respuesta que él
hizo. Después de contar la historia, puedes seguir hablando con los niños de esta manera
durante un tiempo. Entonces descubrirá que una pregunta lleva a otra, y eventualmente
los niños plantearán todo tipo de pregunta imaginable.
Su tarea en todo esto es realmente traer a la clase la autoridad incuestionable sobre la
cual todavía tenemos mucho que decir. De lo contrario, sucederá que mientras hablas
con un niño, los demás comenzarán a hacer bromas y cometer todo tipo de travesuras. Y
si luego se ven obligados a darse la vuelta y dar una reprimenda, ¡están
perdidos! Especialmente con los niños pequeños uno debe tener el don de dejar pasar
muchas cosas inadvertidas.
Pero ahora consideremos la siguiente pregunta: ¿Por qué elegí una historia con este
contenido en particular? Fue porque las imágenes de pensamiento que se dan en esta
historia pueden crecer con el niño. Tienes todo tipo de cosas en la historia a las que
puedes volver luego. La violeta tiene miedo porque ve la gran gran violeta sobre ella en
el cielo. Aún no necesita explicarle esto al niño pequeño, pero más adelante, cuando
esté lidiando con un tema de enseñanza más complicado, y surja la cuestión del miedo,
puede recordar esta historia. Las cosas pequeñas y grandes están contenidas en esta
historia, porque de hecho las cosas pequeñas y grandes vuelven a surgir en la vida y
trabajan una sobre la otra. Más tarde, entonces puedes regresar
También en las lecciones de religión, que vendrán después, qué bien se puede usar esta
historia para mostrar cómo el niño desarrolla los sentimientos religiosos a través de lo
que es grandioso, porque el grande es el protector de lo pequeño, y uno debe desarrollar
un verdadero sentimiento religioso mediante encontrando en uno mismo esos elementos
de grandeza que tienen un impulso protector. La pequeña violeta es un pequeño ser
azul. El cielo es un gran ser azul, y por lo tanto, el cielo es el gran Dios azul de la
violeta.
Este concepto puede usarse en varias etapas diferentes en las lecciones de religión. Qué
hermosa analogía se puede dibujar más adelante al mostrar cómo el corazón humano en
sí mismo es de Dios. Uno puede decirle al niño: “Mira, este gran cielo violeta, el Dios
de las violetas, es todo azul y se extiende en todas las direcciones. Ahora piensa en un
poco cortado: ese es el pequeño violeta. Entonces Dios es tan grande como el mundo-
océano. Tu alma es una gota en este océano de Dios. Pero como el agua del mar, cuando
se forma una gota, es la misma agua que el gran mar, entonces tu alma es la misma que
el gran Dios; solo es solo una pequeña gota “.
Si encuentra las imágenes correctas, puede trabajar con el niño de esta manera durante
los primeros años, ya que puede volver a estas imágenes cuando el niño esté más
maduro. Pero el maestro mismo debe encontrar placer en esta toma de imágenes. Y lo
verán cuando, por sus poderes de invención ganados, hayan resuelto una docena de
estas historias, entonces simplemente no pueden escapar de ellas; vienen corriendo
sobre ti donde sea que estés. Pues el alma humana es como una fuente inagotable que
puede derramar sus tesoros incesantemente tan pronto como se haya invocado el primer
impulso. Pero a menudo las personas son tan indolentes que no harán el esfuerzo inicial
para sacar lo que está en sus almas.
Recurso:
Traducido por Helen Fox e impreso como conferencia cuatro en El Reino de la Infancia,
Rudolf Steiner Press, Londres, 1974. En alemán, la conferencia se encuentra en GA
311, Die Kunst des Erziehens aus dem Erfassen der Menschenwesenheit.
Fuente: http://www.waldorflibrary.org/rudolf-steiner-resources/articles-by-rudolf-
steiner/1060-how-to-create-tell-and-recall-a-story