TRABAJO DE ENZIMAS (Exposición de Teoría)
TRABAJO DE ENZIMAS (Exposición de Teoría)
TRABAJO DE ENZIMAS (Exposición de Teoría)
DE ALIMENTOS
SEMESTRE : 2019 – 0
2.1. Enzima
Las enzimas son moléculas de naturaleza proteica que catalizan
reacciones químicas, siempre que sea termodinámicamente posible (si bien no
pueden hacer que el proceso sea más termodinámicamente favorable). [2] [3] En
estas reacciones, las enzimas actúan sobre unas moléculas denominadas
sustratos, las cuales se convierten en moléculas diferentes denominadas
productos. Casi todos los procesos en las células necesitan enzimas para que
ocurran a unas tasas significativas. A las reacciones mediadas por enzimas se las
denomina reacciones enzimáticas.
Debido a que las enzimas son extremadamente selectivas con sus
sustratos y su velocidad crece solo con algunas reacciones, el conjunto (set) de
enzimas sintetizadas en una célula determina el tipo de metabolismo que tendrá
cada célula. A su vez, esta síntesis depende de la regulación de la expresión
génica.
Como todos los catalizadores, las enzimas funcionan disminuyendo la
energía de activación (ΔG‡) de una reacción, de forma que se acelera
sustancialmente la tasa de reacción. Las enzimas no alteran el balance energético
de las reacciones en que intervienen, ni modifican, por lo tanto, el equilibrio de la
reacción, pero consiguen acelerar el proceso incluso millones de veces. Una
reacción que se produce bajo el control de una enzima, o de un catalizador en
general, alcanza el equilibrio mucho más deprisa que la correspondiente reacción
no catalizada.
Al igual que ocurre con otros catalizadores, las enzimas no son
consumidas por las reacciones que catalizan, ni alteran su equilibrio químico. Sin
embargo, las enzimas difieren de otros catalizadores por ser más específicas. Las
enzimas catalizan alrededor de 4.000 reacciones bioquímicas distintas. [4] No
todos los catalizadores bioquímicos son proteínas, pues algunas moléculas de
ARN son capaces de catalizar reacciones (como la subunidad 16S de los
ribosomas en la que reside la actividad peptidil transferasa). [5] [6] También cabe
nombrar unas moléculas sintéticas denominadas enzimas artificiales capaces de
catalizar reacciones químicas como las enzimas clásicas. [7]
La actividad de las enzimas puede ser afectada por otras moléculas.
Los inhibidores enzimáticos son moléculas que disminuyen o impiden la actividad
de las enzimas, mientras que los activadores son moléculas que incrementan
dicha actividad. Asimismo, gran cantidad de enzimas requieren de cofactores para
su actividad. Muchas drogas o fármacos son moléculas inhibidoras. Igualmente, la
actividad es afectada por la temperatura, el pH, la concentración de la propia
enzima y del sustrato, y otros factores fisicoquímicos.
Algunas enzimas son usadas comercialmente, por ejemplo, en la
síntesis de antibióticos y productos domésticos de limpieza. Además, son
ampliamente utilizadas en diversos procesos industriales, como son la fabricación
de alimentos, distinción de jeans o producción de biocombustibles.
Energía de activación
En toda reacción química se produce la transformación de unas
moléculas iniciales denominadas sustratos (S) en las reacciones
bioquímicas, en unas sustancias finales o productos (P). Esta
transformación necesita, en la mayoría de las reacciones, un aporte inicial
de energía que aumenta la energía cinética de las moléculas y éstas,
reaccionan permitiendo que un mayor número de ellas, choquen con
suficiente fuerza para superar su repulsión mutua y debilitar los enlaces
químicos que poseen. La energía que deben poseer las moléculas para
iniciar la reacción se conoce con el nombre de energía de activación [Figura
2] [77].
Figura 2[80]. Gráfico de la diferencia de energía que necesita una reacción no catalizada (line
más gruesa) y la misma reacción con catálisis enzimática (línea fina). (ES) significa la unión
de la enzima y el sustrato, (EI) la enzima con el compuesto intermedio y, (EP) la enzima con el
producto. Los asteriscos significan los estados de transición correspondientes a cada
complejo ES, EI y EP.
El catalizador
Un catalizador disminuye la energía de activación necesaria para una
reacción, porque forma una asociación pasajera con las moléculas que
reaccionan [78, 79]. Esta asociación aproxima a las moléculas que reaccionan
y, favorece tanto la ruptura de enlaces existentes, como la formación de
otros nuevos. Cuando existe un catalizador en la energía de activación, esta
reacción puede suceder rápidamente sin o con poca adición de energía. El
catalizador no sufre ninguna alteración permanente en el proceso y puede
volver a utilizarse.
Gracias a las enzimas, las células son capaces de desarrollar
reacciones químicas a gran velocidad y a temperaturas relativamente bajas.
Reacciones enzimáticas
En estas reacciones, la enzima (E) se une al sustrato (S) para formar
el complejo enzima-sustrato (ES). Después tiene lugar la transformación del
sustrato (S) en producto (P), liberándose el producto (P) y quedando libre la
enzima (E) para una nueva unión con el sustrato [81].
E+S ES EI EP P+E
Sustrato Producto
Figura 3. Esquemas de la reacción enzimática [83].
La constante de equilibrio
La constante de equilibrio K, se produce en las reacciones enzimáticas
y siempre tiene un valor constante fijado por la relación entre las
velocidades en uno u otro sentido, independientemente de que el
catalizador esté o no presente. La catálisis hace disminuir
considerablemente el tiempo necesario para alcanzar el equilibrio [84].
K= [P]/ [S] K = constante de equilibrio
[P] = concentración de producto
[S] = concentración de sustrato
2.5. Regulación de la actividad enzimática
Rutas metabólicas
En los seres vivos, las maneras para regular la actividad enzimática
son diversas. Existen rutas metabólicas que están formadas por grupos de
enzimas que actúan conjuntamente en el metabolismo celular. Las enzimas
trabajan en serie, formando vías enzimáticas, de forma que el producto de
una enzima constituye el sustrato de la siguiente.
Todas las rutas metabólicas pueden ser controladas por enzimas
reguladoras. Éstas varían su actividad dependiendo de ciertas señales y
normalmente la primera enzima de la ruta es la reguladora. Ésta se llama el
punto de compromiso de la vía.
La actividad de estas enzimas se modula por diferentes moléculas
señal, que generalmente son metabolitos de poco peso molecular o
cofactores.
Cofactores
Muchas enzimas necesitan para una correcta actividad enzimática
la adición de cofactores, que son determinados iones minerales
(magnesio, zinc, cobre, etc.).
En algunos casos, los enlaces entre los iones y los radicales de
ciertos aminoácidos ayudan a mantener la estructura terciaria o a
estabilizar la estructura cuaternaria de la proteína [86].
Coenzimas
Las moléculas orgánicas que actúan como cofactores se
denominan coenzimas. Éstas se unen de manera temporal o
permanente a la enzima en una zona bastante próxima al centro
activo.
Cuando la enzima es activada por una coenzima, el conjunto se
denomina holoenzima, y cuando la inactiva, apoenzima [16 y 87].
Efecto de las concentraciones de enzima y de sustrato
La actividad enzimática viene limitada por diferentes factores como
puede ser la concentración de enzimas, de sustrato y la disponibilidad de
cofactores.
La velocidad de la reacción está relacionada directamente con la
concentración de la enzima y esta velocidad es diferente para cada enzima.
Cuando la concentración de la enzima es constante, la velocidad aumenta
hasta alcanzar un máximo (Vmax) [88 y 89] aunque la concentración del
sustrato siga aumentando. Todas las moléculas de enzima están ocupadas
por moléculas de sustrato y la velocidad no puede aumentar [Figura 4].
Existe un periodo inicial denominado estado pre-estacionario que es
cuando la enzima se mezcla con el gran exceso de sustrato y durante el
cual, aumenta la concentración ES. Seguidamente aparece el estado
estacionario donde ES permanece constante en el tiempo.
Las células regulan la velocidad de las reacciones enzimáticas
mediante la regulación de las concentraciones de la enzima. Muchas
enzimas son degradadas rápidamente y se sintetizan sólo cuando se
necesitan. Otras, se segregan en forma inactiva y se activan cuando se
necesitan.
La temperatura
Cada enzima tiene una temperatura óptima de actuación. Por
debajo y por encima de esta temperatura, la enzima ralentiza la
velocidad de la reacción enzimática.
Se observa que muchas de las enzimas, duplican la velocidad de
una reacción enzimática cuando se aumenta la temperatura de unos
10° C aproximadamente y luego cae muy rápidamente por encima de
los 40° C [Figura 5] [90].
El aumento en la velocidad de reacción se produce porque con
temperaturas más altas, existen más moléculas de sustrato con
suficiente energía para reaccionar; la disminución de la velocidad de la
reacción es debida a la desnaturalización de la enzima (la mayoría de
las proteínas globulares se desnaturalizan por encima de 60 - 70°C).
El pH
La actividad enzimática también viene regulada por el pH de la
solución enzimática. El pH óptimo o intervalo de pH de cada enzima
es diferente y cuando varía, la conformación de la enzima se altera,
produciéndose un cambio en el estado de ionización de grupos del
sitio activo y llegando a no ser funcional [91].
Esto es debido a que la conformación de una proteína depende
también, de las atracciones y repulsiones entre los aminoácidos
cargados negativamente y los cargados positivamente. Además
algunas cadenas laterales de aminoácidos pueden actuar como ácidos
o bases débiles que desarrollan funciones críticas en el sitio activo del
enzima.
CREMOSI, P., L’uso degli enzimi nella pulitura di oprer policrome, Ed. Il prato,
Padova, 2002, p. 15.