Esqueleto Axial y Esqueleto Apendicular
Esqueleto Axial y Esqueleto Apendicular
Esqueleto Axial y Esqueleto Apendicular
El esqueleto axial consiste en 80 huesos a lo largo del eje central del cuerpo
humano.
Está
compuesto
por seis
partes; el
cráneo, los
huesos
auditivos, el
hueso
hioides, la
reja costal,
esternón y
columna
vertebral. El
esqueleto
axial y el
esqueleto
apendicular
forman el
esqueleto
completo.
Los huesos planos contienen el cerebro, la médula espinal y otros órganos vitales.
Este artículo trata principalmente del esqueleto axial en los humanos; sin
embargo, es importante entender la estirpe evolutiva del esqueleto axial. El
esqueleto axial está compuesto por 80 huesos diferentes. Es el eje central del
cuerpo y donde se articula el esqueleto apendicular. Conforme envejece el
esqueleto, los huesos se debilitan, exceptuando al cráneo. El cráneo mantiene su
resistencia para proteger al cerebro de las lesiones.
El tejido muscular es el
responsable de los
movimientos del
cuerpo.
La célula muscular se
conoce por fibra
muscular, es una célula
fusiforme y
multinucleada con
capacidad contráctil y
de la cual está
compuesto el tejido
muscular.
El musculo liso:
Están generalmente en capas sobre todo en las paredes de los órganos huecos,
como el tubo digestivo o vasos sanguíneos. Además, también las células
musculares lisas en el tejido conjuntivo que reviste ciertos órganos como la
próstata y las vesículas seminales y en el tejido subcutáneo de determinadas
regiones como el escroto y los pezones. También se pueden agrupar formando
pequeños músculos individuados (músculo erector del pelo), o bien constituyendo
la mayor parte de la pared del órgano, como el útero.
Estriado esquelético:
Los músculos esqueléticos son los que están inervados (reciben función por un
nervio) a partir del sistema nervioso central y, debido a que éste se halla, en parte,
bajo control consciente, se llaman músculos voluntarios. La mayor parte de los
músculos esqueléticos están unidos a zonas del esqueleto mediante inserciones
de tejido conjuntivo llamadas tendones. Las contracciones del músculo esquelético
permiten los movimientos de los distintos huesos y cartílagos del esqueleto. Los
músculos esqueléticos forman la mayor parte de la masa corporal de los
vertebrados.
EL SISTEMA MUSCULAR, SU ESTRUCTURA Y FUNCIÓN
El sistema muscular es un conjunto de músculos que pueden ser controlados de
forma voluntaria por un organismo vivo
(músculos esqueléticos).nota 1 Su función
principal es conseguir movilidad, acción que
tiene lugar cuando estímulos eléctricos
procedentes del sistema nervioso provocan
la contracción de las fibras musculares. Los
músculos que se contraen de forma
automática como el músculo cardíaco o la
musculatura lisa no se consideran
habitualmente parte del sistema muscular.
El conjunto de la musculatura esquelética
corresponde aproximadamente al 40% del
peso de un hombre adulto. La suma del
sistema muscular más el sistema óseo
formado por los huesos da lugar al aparato
locomotor.
Funcionamiento
Los músculos agonistas son aquellos que al contraerse provocan la fuerza
necesaria para realizar determinada acción. El músculo antagonista es el que al
contraerse realiza la acción contraria. Por ejemplo al flexionar el codo el bíceps
braquial actúa como músculo agonista, mientras que el tríceps braquial se relaja y
funciona como antagonista. Sin embargo cuando se realiza la extensión del codo
el tríceps se contrae y actúa como agonista y el bíceps se relaja y funciona como
antagonista.10
Los músculos sinergistas son aquellos al contraerse colaboran con el principal
para realizar determinada acción. Existen también músculos llamados fijadores
que actúan inmovilizando articulaciones vecinas con la finalidad de que sea
posible realizar la acción principal. Un ejemplo de músculo que actúa como fijador
en determinadas circunstancias es el deltoides que fija la posición del hombro
cuando se realiza la flexión del codo.10
Los nutrientes,
oxígeno, dióxido de
carbono y otros
desechos son
transportados por la
sangre, que impulsada
por el latido cardiaco,
circula por los vasos
sanguíneos. En los
órganos, estos vasos
forman extensas
redes de capilares que
permiten el
intercambio entre las
células y la sangre.
Gracias a que la
sangre circula entre
todas las células y las
superficies de intercambio, respiratoria, intestinal y renal, nuestro organismo se
mantiene con vida.
-Sistema Digestivo.
En este sistema podríamos decir que su órgano principal sería el estomago, pero
poseemos otros órganos que se complementan con este, y que sin ellos no
podríamos realizar la digestión, pues todos son necesarios.
Se encarga de transformar las complejas moléculas que forman los alimentos en
nutrientes solubles. Cuando estas sencillas y pequeñas moléculas llegan al
intestino, atraviesan sus paredes y pasan al interior de la sangre que circula por
los capilares que lo rodea.
El sistema digestivo aporta los nutrientes que las células necesitan para su
funcionamiento
-Sistema Respiratorio.
En este sistema los órganos más importantes son los pulmones y los alvéolos
pulmonares(se produce el intercambio de gases).
Para la respiración celular no basta con los nutrientes orgánicos, además hace
falta oxígeno. En el proceso se produce dióxido de carbono que es necesario
expulsar. Los seres humanos obtenemos el oxígeno del aire que nos rodea y a él
expulsamos dióxido de carbono.
Una parte del oxigeno de el aire que contienen los alvéolos atraviesan sus
paredes y las de los capilares que los rodean y pasa a la sangre. El dióxido de
carbono recorre el camino pero al contrario: de la sangre pasa al interior de los
alvéolos.
-Sistema Urinario.
Los riñones son los que en este sistema tienen la labor más importante, por eso
de que tienen que limpiar la sangre de urea y son como los pulmones, órganos
excretores.
Al utilizar los nutrientes, las células no solo producen dióxido de carbono como
desecho. La urea es otro producto de desecho que se origina a partir de nutrientes
con nitrógeno en sus moléculas.
Relación Entre Estos Sistemas
OVOGÉNESIS Y ESPERMATOGÉNESIS
La espermatogénesis, es la gametogénesis en el hombre: el mecanismo
encargado de la producción de espermatozoides. Este proceso se desarrolla en
las testículos, aunque la maduración final de los espermatozoides se produce en
el epidídimo. La espermatogénesis (transformación de espermatogonias hasta
espermatozoides) tiene una duración aproximada de 64 a 75 días y consta de
varias etapas.
Las espermátidas se
convierten en
espermatozoides: se
produce una
reducción del
citoplasma, el núcleo
se alarga y se sitúa
en la cabeza del
espermatozoide, las
mitocondrias se
colocan en el cuello y
los centriolos
originan un flagelo o
cola. Antes de salir
por el pene para
realizar la
fecundación, pasan
por el epidídimo del testículo, donde se realiza la espermiohistogénesis y obtienen
el acrosoma, una especie de casco hecho de enzimas (vital para la fecundación) y
una capa que lo protege del pH de la vagina (glicolema), la cual desaparecerá
antes de llegar al óvulo para lograr entrar en él con la fuerza del acrosoma. El
proceso que incluye la serie de cambios que experimentan las espermátides para
su transformación en espermatozoide se denomina espermiogénesis.
Las células del organismo poseen una dotación genética compuesta por 46
cromosomas. Las células germinales poseen sólo 23. Al unirse tras la fecundación
un ovocito con 23 cromosomas y un espermatozoide con 23 cromosomas darán
lugar a un EMBRIÓN con células de 46 cromosomas.
FECUNDACIÓN
La fecundación, es el proceso por el cual dos gametos (masculino y femenino) se
fusionan durante la reproducción sexual para crear un nuevo individuo con un
genoma derivado de ambos progenitores. Los dos fines principales de la
fecundación son la combinación de genes derivados de ambos progenitores y la
generación de un nuevo
individuo.
En este caso no se trata de gametos, sino de esporas, pues cada grano de polen
contiene dos gametos o células reproductoras masculinas, que son transportadas
a una hoja reproductora femenina (carpelo) de otra flor (polinización cruzada) o de
la misma flor (Autopolinización).
Los gametos son las células reproductivas producidas en las gónadas o órganos
sexuales. En los humanos, distinguimos entre los gametos femeninos, los óvulos,
y los gametos masculinos, los espermatozoides.
Blastocisto
Alrededor del día 5-6 de desarrollo, se inicia la diferenciación celular, que dará
lugar a dos grupos celulares. Por una parte, las células del trofoectodermo (parte
externa), que darán lugar a la placenta y otras estructuras necesarias para
mantener el embarazo. Por otra parte, las células de la masa celular interna (MCI),
que formarán el feto. En el interior embrionario, se forma una especie de cavidad:
el blastocele.
Etapa fetal
Es en la semana 8 de gestación cuando termina la etapa embrionaria y empieza la
etapa fetal. Podemos decir, por tanto, que un embrión de 8 semanas es ya un feto.
Este periodo es el más largo de toda la evolución prenatal. A lo largo de toda esta
etapa de gestación, la mujer se someterá a diversos controles que determinarán si
el ritmo de crecimiento y desarrollo fetal es el adecuado.
Descanse lo máximo posible. Puede que lo único que pueda hacer sea comer,
dormir y cuidar a su bebé. Y eso está bien. Tendrá pérdidas de sangre, como si
tuviera un período menstrual fuera de fecha, durante casi seis semanas.
También puede que tenga las piernas y los pies hinchados, se sienta
constipada y tenga calambres. Aún si no está amamantando, puede que salga
leche de sus pezones y sienta que sus pechos le duelen, están sensibles o con
malestar.
Siga las indicaciones de su médico sobre la actividad física que puede hacer
en las próximas semanas, como subir escaleras y caminar.
Los médicos normalmente recomiendan no tener relaciones sexuales de cuatro
a seis semanas después del parto.
Además de los cambios físicos, puede que se sienta triste. Si usted está muy triste
o no puede cuidar de sí misma o de su bebé, puede que esté sufriendo una
afección seria llamada depresión posparto.
Sin embargo, el
equilibrio hormonal de las mujeres no es precisamente estable, ya que varía, de
acuerdo a su ciclo menstrual y a la etapa de desarrollo en la cual se encuentra:
infancia, pubertad, adolescencia, adultez, embarazo, lactancia, menopausia, etc.
Por ello, es muy importante que cada mujer sepa qué le sucede fisiológicamente a
lo largo de sus ciclos menstruales y cómo reacciona su cuerpo a dichos cambios
hormonales, para poder percatarse de si algo no está funcionando
adecuadamente.