Monografia Teotihuacan
Monografia Teotihuacan
Monografia Teotihuacan
TEOTIHUACAN
LO URBANO‐TERRITORIAL
Teotihuacán fue uno de los numerosos sitios de la meseta central de México ocupados durante el
periodo Preclásico.
Las pirámides del Sol y la Luna fueron construidas durante Teotihuacán I (Armillas, 1950) y
posiblemente hacia el final del periodo quedaron terminadas (Bernal, 1959 a). Pero el centro
ceremonial solo fue completado durante Teotihuacán II y posteriormente fue objeto de continuas
modificaciones. Era una cultura conectada con las culturas arcaicas del valle central de México y
anterior, por lo tanto, a la propiamente teotihuacana que es la que corresponde al periodo
Teotihuacán I.
Rituales urbanos:
El eje principal fue orientado según una concepción ritual, y este determino la disposición general
de las construcciones. A partir de este, una serie de ejes menores perpendiculares sirvieron de
referencia para el trazado de otros conjuntos simétricos, urbanísticamente aislados, pero
vinculados entre si por las funciones complementarias que desempeñaban.
Centros ceremoniales:
El eje del centro ceremonial es la Calle de los Muertos, una amplia avenida de 45 metros de ancho
y más de dos kilómetros de largo, orientada con una desviación aproximada de 17º hacia el este
del norte (Marquina, 1951). La avenida estuvo pavimentada y para salvar los 30 metros de
desnivel existentes entre el extremo norte, que es el mas elevado, y el extremo sur, se
construyeron una serie de terrazas delimitadas por escalinatas de un ancho similar al de la
avenida.
Las pirámides del Sol y de la Luna y la Ciudadela (templo de Quetzalcoatl) fueron las
construcciones mas importantes del centro ceremonial de Teotihuacan. Quetzalcoatl fue el dios de
la vida, de la fertilidad y el foco de las civilizaciones clásicas.
El conjunto de la ciudad, desde las monumentales pirámides y los palacios hasta los conjuntos
residenciales más modestos, sigue similares principios de traza y orientación.
Contaban con una prolífica producción de cerámica y murales.
Entre sus habitantes hubo un entendimiento colectivo de que la construcción de la ciudad debía
seguir ciertos principios en su concepción y en su relación con el entorno natural que salvara a sus
habitantes de otra catástrofe natural.
Lo religioso: la “Gran Diosa”, considerada la más importante de Teotihuacan, había sido
tradicionalmente identificada con Tláloc. La figura, siempre representada frontalmente, tiene un
rostro de rasgos femeninos y unas manos o garras dadivosas, de las que manan numerosas frutas,
peces, etc. La Gran Diosa parece ser la personificación de la gran montaña sagrada de Cerro
Gordo. Los artistas teotihuacanos plasmaron en los murales una representación de la diosa y la
ciudad inspirada en la relación de la montaña de Cerro Gordo con la ciudad.
LO MATERIAL: Las pirámides son construcciones son enteramente artificiales y construidas en una
sola operación. Los materiales utilizados fueron: tufa volcánica roja y adobes construidos con la
tierra y los restos recogidos en los alrededores del emplazamiento de las pirámides.
Tanto la cimentación como los basamentos estudiados en Atetelco fueron construidos con el
llamado tepetate, una roca típica del subsuelo de la región.
El tezontle era un material de roca volcánica (muy abundante en el entorno de Teotihuacán),
porosa y muy recia pero al mismo tiempo fácil de labrar, de color negro o rojizo.
La piedra se utilizaba en todas las construcciones y también se ha encontrado este material para
fabricar los desagües de la ciudad, de sección rectangular, cubiertos por lajas. Se empleó la piedra
para hacer los escalones de las escaleras y las cornisas.
Uno de los materiales más utilizados fue el adobe, de pobre resistencia al tiempo y por lo tanto
difícil de encontrar intacto al cabo de los siglos, pero que existe en los núcleos de algunos edificios.
La madera era muy utilizada para pilastras y jambas de las puertas (característico del Patio
Pintado, edificio cuidadosamente estudiado). La madera llegó a ser imprescindible, tanto para la
construcción como para el modo de vida pues era la energía propia de los hogares. Se utilizó en
tales cantidades que llegaron a la desforestación. Algunos autores creen que éste fue quizás uno
de los motivos de abandono de la ciudad