Manual de Ética Pastoral
Manual de Ética Pastoral
Manual de Ética Pastoral
PROFESIONAL
PASTORAL
IGLESIA DE DIOS
(7o. DIA) A. R.
REPUBLICA MEXICANA
Sección
Página
ETICA EN EL TRABAJO..........................................................7
RECOMENDACIONES FINALES..........................................17
Sin duda que en más de una ocasión usted ha escuchado decir: «no tiene
ética» o «faltó a la ética», ambas expresiones se refieren al momento
cuando un pastor ha hecho algo que afecta a sí mismo, a otra persona
o al ministerio.
Los pastores no tenemos que inventar una moral propia, pero sí debe-
mos hacer uso de un sano criterio para aplicar la voluntad de Dios a las
distintas esferas de nuestra vida privada, social y profesional.
Lo bueno y lo malo debe estar regido por las normas divinas; de lo con-
trario, lo bueno será lo que uno mismo estima como tal en determinado
momento, y lo malo será aquello que no interesa. Si de esta manera
estuviera regida nuestra conducta, haríamos más mal que bien; de allí
que es necesario contar con un Código Ético que nos guíe en la delicada
labor pastoral.
Todos los que formamos parte del ministerio pastoral debemos esforzar- Una equivocada comprensión de lo que significa «respetar», lleva a
nos por entender el compromiso que el Señor nos otorgó y realizarlo de algunos a permanecer ajenos a lo que les sucede a otros y a las decisio-
la mejor manera, estando conscientes que el respeto a nuestro prójimo nes que toman. Ellos deben estar seguros que tienen en nosotros una
es algo más que dirigirnos a él con cierta cortesía. Respetar a nuestro sincera cooperación en la construcción de las metas que se han fijado.
prójimo nos lleva a:
«Ningún soldado que quiera agradar a su superior se enreda en cues-
1. Servirles con amor y esfuerzo brindándoles lo mejor de nosotros. tiones civiles. Así mismo, el atleta no recibe la corona de vencedor si
2. Estar al día en los conocimientos y técnicas para ofrecerles la no compite según el reglamento» (2 Timoteo 2:4-5).
mejor enseñanza y consejos.
3. Establecer o mantener estrecho y permanente contacto con el Señor
para siempre tener el ánimo, fortaleza y espiritualidad necesarias ETICA EN EL TRABAJO
para ministrar.
4. Planear a conciencia nuestras labores, para así mostrarles que las
actividades espirituales que haremos con ellos las consideramos 1. Aunque los pastores profesionales o de tiempo completo no
tan importantes al grado de haberlas previsto en un máximo de estamos sujetos a un horario ni tenemos quien supervise lo que
detalles. hacemos durante cada día, nuestro compromiso con el Señor y con
5. Aceptarlos como son y, a partir de allí, cariñosamente ayudarlos su iglesia nos debe llevar a dar lo mejor de nosotros en tiempo y
a superar sus flaquezas y adquirir virtudes. esfuerzo, ya que de no hacerlo llegará el momento en que la iglesia
6. Reconocer sus cualidades alentándolos a ponerlas al servicio de perciba la falta de calidad y buenos resultados, ocasionando el
los demás. desánimo o la deserción.
7. Ser discretos con sus defectos. 2. Debemos equilibrar el tiempo entre estudio, devoción personal,
8. Mostrarnos tal como somos, sin que esto dé la imagen de cinismo, servicio a la iglesia, y atención a nuestra familia.
sino transparencia en nuestra conducta. 3. Los pastores de tiempo parcial deben procurar que el tiempo que
9. Interesarnos por sus necesidades, procurando ayudar a suplirlas. dediquen a la iglesia sea bien aprovechado.
«Que nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, que nos
amó y por su gracia nos dio consuelo eterno y una buena esperanza,
los anime y les fortalezca el corazón, para que tanto en palabra como
en obra hagan todo lo que sea bueno» (2 Tesalonicenses 2:15-17, NVI).