Expresión Corporal

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Presentaciones Eficaces

Tu postura refleja tu actitud


La postura y la comunicación no verbal juegan un papel fundamental a la hora de mejorar nuestra capacidad para
comunicarnos. “La primera impresión es la que cuenta” y esto depende de apenas 10 segundos. La postura es un
indicador excelente de nuestro nivel de confianza, nivel de confort, experiencia y actitud. Así, se convierte en nuestra
primera línea de comunicación fijando el éxito de la presentación antes incluso de que se haga la propia presentación.
Para estar cómodo y transmitir una imagen de confianza se debe “practicar” la postura adecuada hasta que se incorpore
en nuestro cuerpo con naturalidad y confianza.

Preguntas típicas que nos solemos formular son ¿presento de pie? ¿presento sentado? ¿dónde pongo las manos?

Según varios autores, Timothy J. Koegel ó Viktor Schmidt, la postura más aconsejable es estar de pie, pero ciertas
posturas con las manos cruzadas al frente, los pies cruzados o el cuerpo rígido no transmiten una imagen de confianza
del orador. Una correcta postura para estar de pie debería reunir las siguientes condiciones:

- Tener las manos hacia los lados del cuerpo y abiertas mostrando una actitud de confianza. Esta disposición no
requiere esfuerzo y ofrece una impresión de seguridad incluso aunque se esté nervioso.
- Adoptar una posición firme pero cómoda colocando los pies en paralelo con las puntas hacia adelante y
apoyando el peso de forma equilibrada entre las dos piernas.
- Las piernas tendrían que estar ligeramente abiertas a la anchura de los hombros, sin estarlo demasiado lo que
se interpretaría como desafiante, ni muy cerradas que mostraría debilidad.
- Siempre nos debemos colocar mirando a la audiencia.

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Imagen: Viktor Schmidt School of Presentations, http://www.viktorpresentation.com/stage/hands/usethe1.html

También es interesante enumerar las posturas desaconsejadas, ya que algunas se pueden observar en los oradores:

- Postura del Tyrannosaurus Rex con los codos pegados a la caja torácica y los antebrazos levantados al frente
pero sin un propósito claro. Con los brazos así colocados las manos generalmente recurren a hacer diferentes
actividades: actitud de rezo, frotarse como si se estuvieran lavando, frotarse como para entrar en calor, dedos
tocándose entre sí, etc. Evitando la posición del T-Rex se evitarán diferentes muletillas corporales e
incontroladas.
- Las manos cruzadas en frente de uno dan una impresión de debilidad, timidez, falta de experiencia o
vulnerabilidad.
- Las manos cruzadas en la espalda generan una impresión de falta de energía o de querer ocultar algo.
- Manos en las caderas muestran actitud desafiante o retadora, condescendencia o una actitud demasiado
paternalista.
- Las manos en los bolsillos pueden transmitir una impresión que podría oscilar entre la pasividad y la sobre-
confianza.
- Los brazos cruzados indican una actitud de bloqueo ante lo que se está recibiendo de la audiencia.

Iamgen: Viktor Schmidt School of Presentations, http://www.viktorpresentation.com/stage/hands/hidsom.html

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Otras veces, las condiciones del auditorio, ubicación del micrófono o el formato de la presentación hacen que tengamos
que permanecer sentados. En estos casos hay que mostrar una postura confortable pero no perezosa. Anne Marie
Sabath en su libro “One minute manners: quick solutions to the most awkward situation you’ll ever face at work”
recomienda:

- que las manos siempre se muestren sobre la mesa con los codos fuera de ella pero con la mayor parte del
antebrazo visible. Esto demuestra una actitud de interés que será recogida por la audiencia
- echarse ligeramente hacia adelante añadirá energía al discurso
- además, se aconseja no sólo girar el cuello para acompañar la mirada, sino acompañar la mirada con el giro del
torso en la dirección donde se mira y hacia donde se pretende interactuar. Es difícil ignorar a alguien que se gira
y te mira directamente a los ojos, son gestos que transmiten una sensación personal y una actitud para la
conversación.

Una situación intermedia entre estar de pie o sentado se presenta cuando se tiene que emplear un atril para dar la
presentación. Se corre el riesgo de que el atril se pueda transformar en una barrera entre el orador y la audiencia. En
estas condiciones hay que hacer un esfuerzo especial para conectar con la audiencia. Timothy J. Koegel en su libro “The
exceptional presenter” propone las siguientes pautas:

- Mantener siempre la cabeza y la mirada por encima del atril.


- Mantener el contacto visual con todas las partes de la sala, no sólo con la gente cercana.
- Dar más énfasis a los brazos y manos.
- No aferrarse a los lados del atril, ni colgar las manos por encima de la parte frontal del mismo.
- Si se llevan notas, intentar colocarlas lo más arriba posible del atril para no tener que esconder la cabeza
mirando hacia abajo.

Material del curso “Presentaciones Eficaces” publicado con Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 3.0 Unported 3
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La gesticulación eficaz es recomendable


Otro punto de inquietud que aparece al tener que presentar es qué hacer con las manos y nuestros gestos. En la Edad
Media una gesticulación excesiva indicaba una falta de autocontrol. Sin embargo, la naturaleza más visual de nuestra
sociedad hace que esté evolucionando el aspecto gestual en la comunicación. De la observación personal nos damos
cuenta que las personas que manejan sus manos de forma correcta atraen más nuestro interés en una conversación. Lo
mismo sucede a la hora de realizar una presentación. Estudios realizados en la Universidad de Columbia indican que los
gestos son una actitud natural para expresarnos y ser entendidos. Los gestos aportan una dimensión visual adicional
que ayudará a incrementar la cantidad de información retenida por la audiencia.

Imagen: Al.mutawe, http://www.flickr.com/photos/38126668@N02/6213367077

Sin embargo, hay que tener la precaución de acomodarlos al mensaje y al tamaño de la audiencia. En este ámbito se
puede encontrar un amplio catálogo de gestos y sus implicaciones. A continuación resumiremos algunos de los que se
pueden incorporar de forma sencilla:

- La garra, the claw, es el gesto más versátil que se puede emplear tantas veces como se desee. Consiste en
poner la mano plana haciendo un movimiento de arriba hacia abajo. Es un gesto típico de los “hombres del
tiempo” de los servicios de meteorología, apuntan con la mano a la pantalla mientras miran a la cámara.
- Números, enfatizar con los dedos de una mano los números que se indican en el discurso: “tenemos 3
ventajas”, “el cliente lo necesita en 4 días”, “afrontamos 2 problemas”, “se nos presentan 2 alternativas”.
- Para comparar empleamos gestos verticales (subiendo o bajando la palma de la mano) si queremos comparar
cantidades, incrementos, beneficios, pérdidas, etc. u horizontales (distanciando entre sí las palmas de las
manos) para ilustrar fases, periodos de tiempo, secuencias cronológicas, etc.
- Cuando se necesita fijar fechas se pueden poner las manos abiertas de canto a la audiencia para establecer
puntos de inicio y final.

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Se pueden encontrar más apreciaciones sobre las implicaciones y uso de los gestos. Para finalizar este apartado
respecto al orador recordar los siguientes aspectos prácticos:

- Evitar la postura del T-Rex.


- Hay que ser específicos en el uso de gestos para que estos no introduzcan “ruido” en la comunicación.
- Los movimientos gestuales de los brazo deben estar debajo de los hombros y por encima de la cintura
- Mantener los gestos durante 2-3 segundos, no acelerar los movimientos.
- Después de gesticular volver a la posición de reposo con los brazos a lo largo del cuerpo.
- Utilizar ambas manos alternado derecha e izquierda para no caer en la repetitividad de hacerlo sólo con una
mano.

Mucha gente se cuestiona el hecho de ser muy expresiva con su gesticulación corporal o facial. Según indica T.J. Walker
en su libro “How to give a pretty good presentation”, esto no es un problema. No hay que preocuparse acerca de ser
demasiado expresivo, es más, es preferible esto a mostrar una actitud totalmente plana. Por tanto, es totalmente
recomendable gesticular y mostrar las emociones mientras se ofrece el discurso.

Para finalizar, la interpretación del lenguaje no verbal tiene interés tanto desde el punto de vista del orador, como
desde el punto de vista de la audiencia. A la hora de hacer una presentación hay que estar atentos al estado de ánimo
de la audiencia para poder reaccionar en nuestro discurso. Para ello, es fundamental realizar un adecuado contacto
visual tal y como se comentó en la sección anterior. En una audiencia atenta se pueden observar los siguientes gestos
con su significado asociado:

- asentimiento con la cabeza - sí estoy de acuerdo, entiendo


- mantenimiento del contacto visual - te sigo
- sentado derecho y hacia adelante - me interesa, cuéntame más
- sonriendo - comprometidos, disfrutando de la información
- risa y el humor sutil - sintonizados
- comentarios y preguntas - con ganas de participar
- tomar notas - con ganas de aprender y recordar
- postura relajada - cómodos, abiertos a la información

Sin embargo, en una audiencia que ha perdido la atención o que está aburrida se puede observar lo siguiente:

- escaso contacto visual - el interés está disminuyendo


- cabeza sostenida por las manos - aburrido, cansado
- movimientos en el asiento, inquietos - ansioso, mentalmente fuera
- bostezos - cansados, aburridos o nerviosos
- los brazos y las piernas cerradas - cerrado, no se cree lo que se está diciendo
- cabeza y mirada hacia abajo - mentalmente en otro lugar
- recogiendo pelusa de la ropa - esto se está poniendo aburrido
- ojos que vagan alrededor - dime algo nuevo
- mirada en blanco - soñando despierto

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El movimiento, con sentido


Algunos expertos recomiendan adoptar una posición estática y “correcta” a la hora de afrontar la presentación o la
ubicación “de seguridad” de colocarse detrás del atril, pero es un hecho que la audiencia se ve atraída por el
movimiento. Para reforzar este hecho es muy interesante moverse de una parte a otra del escenario, moverse hacia
alguien para recabar su atención e incluso bajarse hacia el aforo donde está la audiencia para favorecer la conexión
física. Eso sí, cuando te muevas hazlo con un propósito concreto, no vale con oscilar de un lado a otro o quedarse tieso
como un tronco. Tal y como indica Kristin Arnold en su libro ”Boring to bravo” “tú eres el apoyo visual número uno en
cualquier presentación” que se completa con la consigna de Gonzálo Alvarez Marañón en “El arte de presentar” “no
basta con animar tus transparencias, anímate tú”.

Javier Reyero en su libro “Hablar para convencer” recopila un decálogo sobre el movimiento del orador:

1. No moverse de forma espasmódica.


2. Moverse con suavidad.
3. Evitar cualquier brusquedad.
4. Combinar movimientos laterales con movimientos hacia delante y hacia atrás.
5. Cuando se acabe un movimiento volver a la posición de reposo.
6. Cuando uno se mueve tiene que seguir hablando.
7. Si el movimiento de las manos es brusco, evitar hacerlo durante el movimiento.
8. Es más fácil desplazarse hacia delante que volver sobre los propios pasos.
9. Intente no dar la espalda a la audiencia y si tiene que hacerlo hágalo por pocos segundos.
10. No memorice o mecanice sus movimientos.

El tener un movimiento coherente y natural puede ser difícil, pues se tiene que combinar con el control del resto de la
presentación. Por ello, a veces, los nervios introducen un movimiento involuntario de balanceo del que el orador no es
consciente pero que se magnifica desde el lado de la audiencia. Se pueden identificar 4 tipos de balanceo:

- Penduleo: la parte superior del cuerpo oscila de derecha a izquierda o de delante hacia atrás.
- Paso de procesionario: consiste en levantar alternativamente el pie izquierdo y el derecho sin moverse del sitio.
- Talonamiento: el balanceo delante-atrás se completa con el levantamiento de la punta del pie cuando el cuerpo
se dirige hacia atrás.
- Enroscamiento: cruzar una pierna por delante de la otra, a veces llegando a encontrarla casi completamente a
su alrededor.

Tan importante como tener un buen movimiento corporal es “hacer un buen uso del escenario”. Olivia Mitchell en
“Speaking about Presenting” propone 9 maneras de emplear el escenario durante la presentación:

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Imagen: http://www.speakingaboutpresenting.com/delivery/9-ways-space-presentation/

1. Posición central.
2. El escenario como mapa de la presentación. Durante la introducción te pones a la izquierda, en el desarrollo en
el centro y las conclusiones en la derecha.
3. El escenario como diagrama temporal para comparar evoluciones de empresas, productos, proyectos, etc.
4. El escenario como comparación-contraste ubicándote a la izquierda en una de las alternativas y a la derecha en
la otra.
5. El escenario como rango de opciones variando tu posición desde un extremo del escenario, al centro y hasta el
otro extremo.
6. El escenario como alternativas ubicándote en diferentes secciones según la opción descrita.
7. Recreando una zona de historias en el propio escenario donde se vaya a la hora de describir una parte de la
presentación como si fuera una historia.
8. Moviéndote entre la audiencia.
9. Coreografiando un ballet junto a las transparencias.

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