La Torre de Babel y Su Fracaso
La Torre de Babel y Su Fracaso
La Torre de Babel y Su Fracaso
Introducción: Con frecuencia pensamos que hay mejores maneras de hacer las cosas que
como Dios lo dice o hace. Por eso a veces emprendemos ciertos caminos incorrectos, pero al
final nos damos cuenta que él tenía la razón.
Es virtud del hombre escuchar a Dios y seguir Su consejo, es esto lo que realmente trae
crecimiento y madurez al creyente pues “oirá el sabio y aumentará el saber”…
Nota 1: Ésta torre nace en el corazón del hombre, no en el corazón de Dios. Éste proyecto
nace en el ego del ser humano, pues su anhelo era la grandeza, querían el lugar más alto
(parecido al deseo del diablo, y razón por la cual cayó del cielo, perdiendo todos sus privilegios
y la vida eterna).
Nota 2: Aunque haya esfuerzo y duro trabajo, no por eso debemos concluir que es de Dios lo
que estamos haciendo. Muchas veces hacemos o dejamos de hacer las cosas por razones
como el orgullo, el enojo, competencia, la envidia, etc. Podemos concentrar todas nuestras
fuerzas y tiempo, pero eso no significa que lo que estamos haciendo es de Dios.
Nota 1: Dios evalúa nuestra vida y los motivos de nuestro corazón. La Biblia nos dice que
“Jehová descendió para ver”, frase que nos dice que Dios percibió, exploró, examinó, lo que el
hombre hacía. Recordándonos esto que nuestro corazón es examinado ante los ojos del Señor
para aprobar o no lo que hacemos (vrs. 5).
Nota 2: Dios conoce la obstinación y terquedad del corazón humano. Dios mismo dice: “nada
les hará desistir de lo que han pensado hacer”, es por eso que en ciertos momentos de la vida
aunque Dios hable, y confirme lo que ha dicho, el hombre termina haciendo lo contrario, la
persona termina haciendo lo que quiere (vrs. 6).
Nota: Lo que glorifica a Dios, y trasciende en la eternidad, es aquello que se construye con
materiales del cielo, y con el diseño del Señor. Cuando un reino se establece es necesario que
sea quitado lo que había del reino anterior, de lo contrario el nuevo reino no desarrollará un
gobierno pleno y no podrán verse las maravillas de lo nuevo. Esa torre no contaba con la
aprobación de Dios, ni tenía diseño celestial.
4) Dios anhela ayudar al hombre a cumplir su propósito (Gén. 11:8).
Por eso dice que se esparcieron por toda la tierra y dejaron de edificar la ciudad. Perdieron
todo el trabajo que habían hecho, porque cuando construimos sin Dios, las cosas no
permanecen ni prosperan con la bendición del Señor.
5) El Señor usará los mecanismos necesarios para cumplir sus planes (Gén. 11:9).
Nota: Dios trajo confusión, término que desde el hebreo indica: mezclar, amasar, ungir (pues
hace referencia a una mezcla con aceite). Uso una diversidad de lenguas (las cuales no eran
conocidas, fue algo nuevo). Dios hará lo que sea necesario, pero al final hará Su voluntad,
porque el plan de Dios prevalecerá.