Derecho Procesal
Derecho Procesal
Derecho Procesal
El derecho procesal es el conjunto de normas que regulan el proceso judicial, es decir, que regula
los requisitos, el desarrollo y los efectos del proceso.
El derecho procesal es una rama del derecho público que incluye al conjunto de actos mediante
los que se constituye, desarrolla y determina la relación jurídica que se establece entre el
juzgador, las partes y las demás personas intervinientes. Dicha relación jurídica tiene como
finalidad dar solución al litigio planteado por las partes, a través de una decisión del juzgador
basada en los hechos afirmados y probados, y en el derecho aplicable.
Índice
1 Concepto
1.2 Denominaciones
1.4.1.3 Instrucción
1.4.1.4 Juicio
2 Características
3.1 Tribunal
3.3 Auxiliares
3.4 Terceros
5 Principios procesales
6 Evolución histórica
7 Sistemas jurídicos procesales
9 Interpretación e integración
10 Ámbito de validez
13 Véase también
14 Referencias
15 Bibliografía
16 Enlaces externos
Concepto
El objeto del derecho procesal es el proceso judicial. El proceso judicial es a su vez una de las
soluciones posibles para dirimir conflictos con relevancia jurídica.
Cuando se produce una violación de los preceptos establecidos por la ley (cuando hay una
insatisfacción jurídica, una discordancia entre la ley y lo que sucede), debe buscarse un medio para
solucionar y cesar el conflicto. Son posibles al menos tres soluciones: la autotutela, la
autocomposición y el proceso mismo.1
La autotutela es la acción directa y personal de quien se hace justicia por mano propia. En general
esta se ve limitada —y en algunos casos prohibida— por la ley. Entre los casos en que se la admite
está el derecho de huelga o la legítima defensa. La autotutela significa una solución parcial en
favor del interés privado de una parte.1
“El derecho procesal puede definirse como la rama del derecho público que estudia el conjunto de
normas y principios que regulan la función jurisdiccional del Estado en todos sus aspectos y que
por tanto fijan el procedimiento que se ha de seguir para obtener la actuación del derecho
positivo en los casos concretos, y que determinan las personas que deben someterse a la
jurisdicción del Estado y los funcionarios encargados de ejercerla”.2
“El derecho procesal es un conjunto de normas jurídicas, parte integrante del ordenamiento
estatal que se caracteriza por servir para la aplicación del derecho objetivo por los órganos
jurisdiccionales al caso concreto”.3
El derecho procesal es el instrumento para hacer efectivo el cumplimiento del derecho material.
Este ayuda a lograr que se cumpla, aunque sea forzadamente, el precepto del derecho material
que se ha trasgredido.4
El Derecho Procesal es una rama de la ciencia del derecho que estudia las atribuciones,
competencia, funcionamiento y organización de los tribunales de justicia, además de las normas
de procedimiento que deben ser utilizadas por las personas en el planteamiento de sus
pretensiones y contra pretensiones ante los órganos jurisdiccionales.5
Denominaciones
A lo largo de la historia del derecho, el derecho procesal —aun siendo una rama del derecho
«joven»— ha recibido distintas denominaciones e incluso ha variado su contenido. Hasta el siglo
XVIII en la mayoría de los países de derecho continental europeo (principalmente los latinos), su
contenido era el de la mera práctica jurisdiccional. Se la denominó práctica judicial, práctica civil o
practis iudicium.6 En el siglo XIX se sustituye el término “práctica” por procedimiento, y el método
de la materia describe al proceso y examina el alcance de sus disposiciones. Ya en esta época
Chiovenda la llamó derecho procesal.6
Luego surgen otras formas de denominarlo. Por ejemplo, en la doctrina francesa —respecto del
derecho procesal civil— era común la denominación droit judiciaire prive, mientras que en la
doctrina española lo era el vocablo derecho jurisdiccional. Pero estos términos no son
coincidentes en cuanto al contenido que abarcan. La primera se refiere a la concepción tradicional
que se refería al derecho judicial, mientras que la segunda es más amplia que la primera,
abarcando además del derecho procesal propiamente dicho, la organización de los tribunales.6
La doctrina alemana prefirió el término prozess frente a procedur. La escuela italiana, desde el
siglo XII al XVIII se refirió a la materia con el término iudizio, y en el siglo XIX —por influencia
francesa— lo sustituyó por procedura, y finalmente en el siglo XX —por influencia alemana— fue
sustituido por diritto procesuale.6
Conceptos implicados
La jurisdicción es la función que tienen los tribunales de justicia de conocer, sentenciar y ejecutar
lo sentenciado en los conflictos que sean sometidos a su decisión.
La acción es el medio por el cual una persona insta a la jurisdicción que se pronuncie sobre un
asunto y otorgue efectiva y justa tutela jurisdiccional. La acción compete al derecho que tiene el
ciudadano de pedir tutela jurídica ante el Estado.
El proceso es el medio a través del cual se ejerce la jurisdicción. Se trata de un medio de resolución
de conflictos heterocompositivos, en el que el órgano jurisdiccional (tercero) entra a dirimir-
resolver la controversia jurídica existente entre dos partes procesales. Por el contrario, el
procedimiento es el conjunto de actuaciones judiciales que tienen como objeto la efectiva y justa
realización del derecho material, podríamos decir que el Procedimiento es la andadura material
del Proceso (en las explicaciones de derecho siempre se pone como ejemplo ferroviario, el
Proceso serían la locomotora que para llegar a su fin (aplicación del derecho) se traslada a través
de las vías (procedimiento).
El derecho procesal como conjunto de normas que regulan la actividad jurisdiccional del Estado, se
puede distinguir por sus diferencias que han determinado en regularlos con distintas normas
propias en ciertos elementos como la actuación del juez, la prueba, pero esto no afecta a la unidad
del derecho procesal general.7
El derecho procesal civil —en palabras de Couture— «la rama de la ciencia jurídica que estudia la
naturaleza, desenvolvimiento y eficacia del conjunto de relaciones jurídicas es denominado
proceso civil».8
Por otra parte, el derecho procesal penal es el conjunto de normas jurídicas correspondientes al
derecho público interno que regulan cualquier proceso de carácter penal desde su inicio hasta su
fin entre el estado y los particulares tiene un carácter primordial como un estudio de una justa e
imparcial administración de justicia: la actividad de los jueces y la ley de fondo en la sentencia.
Tiene como función investigar, identificar y sancionar (en caso de que así sea requerido) las
conductas que constituyen delitos, evaluando las circunstancias particulares en cada caso y con el
propósito de preservar el orden social. El derecho procesal penal busca objetivos claramente
concernientes al orden público.
Etapas del proceso penal
Fase de investigación
Consignación
Pre instrucción
Auto de radicación
Declaración preparatoria
Instrucción
Juicio
Primera instancia
Sentencia
Segunda instancia
Ejecución
Probatoria o demostrativa
Conclusiva
Alegatos
Primera instancia
Sentencia
Segunda Instancia
Ejecución procesal
Características
El derecho procesal se considera una rama de derecho público, único, instrumental y autónoma.
Es un derecho de carácter instrumental, ya que no constituye un fin en sí mismo sino que sirve
como medio o instrumento para hacer valer el derecho sustantivo mediante pretensiones
procesales.7 Este carácter instrumental (también llamado «formal» o «adjetivo») es el que lo
diferencia de otras ramas del derecho positivo; instrumentalidad que consiste en estar integrado
por normas que regulan el proceso jurisdiccional, medio a través del cual se busca eliminar la
insatisfacción jurídica y así asegurar la efectividad de los derechos «materiales» o «sustantivos».10
Es decir, que si bien puede haber derecho sustantivo sin que exista regulación procesal, en
cambio, no tiene sentido concebir la idea de un derecho compuesto únicamente de normas
procesales.79
Es una rama autónoma pues no está subordinada conceptualmente a ningún área del derecho
(civil, mercantil, etc.). Esta autonomía se debe a que, si bien a mediados del siglo XIX no era más
que un apéndice de los derechos sustanciales, hoy en día es toda una rama autónoma, ya que de
acuerdo al grado de desarrollo de la disciplina, posee conceptos propios (como el de «debido
proceso», «jurisdicción» o la «cosa juzgada») e instituciones propias, y también posee principios
propios, los llamados principios del derecho procesal.7911
El derecho procesal se caracteriza también por su unidad: no hay un derecho procesal por cada
derecho sustantivo sino que hay un único derecho procesal. Gracias a esta unidad, es posible
aplicar a todo proceso principios, instituciones y conceptos del derecho procesal a cualquier tipo
de proceso sin importar que su objeto esté vinculado a un derecho sustantivo determinado (como
el derecho civil, penal, laboral, etc.). Esta unidad no significa que, por ejemplo, se sigan los mismos
procedimientos en un proceso en el que se tramita un divorcio que en otro que se condene al
cumplimiento de un contrato, sino que lo que se establece es la existencia de algunas normativas
especiales en determinadas materias, en el marco de un único derecho procesal.79
Si bien algún sector de la doctrina habla de una característica «formal» del derecho procesal como
la regulación de la forma de la actividad jurisdiccional del Estado y el cumplimiento de ciertos
requisitos o formalidades para que sea procedente una cualquiera actuación judicial, algunas de
estas normas en sí no constituyen o están en la frontera de lo que es derecho procesal, siendo en
algunos casos decisión constitucional o de derecho administrativo.12
Los sujetos del proceso son aquellos que en relación a un proceso determinado, se encuentran en
una situación jurídica procesal de acuerdo a lo dispuesto por la norma procesal, y que en virtud de
ello, están habilitados para imputárseles los efectos de un acto procesal o realizan efectivamente
dichos actos.13 En el proceso jurisdiccional implica a sujetos que, o están habilitados para que les
sea imputados los efectos de los actos procesales que se dan en el proceso, o se encuentran
habilitados para realizar dichos actos.13
Para que un sujeto sea considerado sujeto del proceso y por lo tanto pueda realizar actos
procesales o pueda serle imputados los efectos de actos procesales, debe poseer determinadas
capacidades y legitimaciones dependiendo del sujeto del que se trate. La capacidad es un aspecto
intrínseco del sujeto, una característica que el mismo debe poseer. La legitimación es una
circunstancia extrínseca, una relación del sujeto con el objeto o con otro sujeto.
Tribunal
Interesados principales
Auxiliares
Terceros
Si bien en el proceso las partes intervinientes son quienes hacen los actos de proposición en virtud
del principio dispositivo, se admite que los terceros participen en el proceso (y por lo tanto, se
incorporan al mismo personas distintas de las partes originarias), con el propósito de hacer valer
intereses propios de este tercero vinculados con el objeto del proceso,15 y que si se dictase
sentencia favorable a una u otra parte —actor o demandado—, podría verse afectado en su
derecho.16 Esto encuentra su fundamento en que resulta conveniente extender los efectos de la
cosa juzgada a todos los interesados en una misma relación jurídica, y en una razón de economía
procesal, concentrando en un solo proceso lo que serían ambos, de esta forma economizando
recursos.
La participación de los terceros debe distinguirse dependiendo del tipo de proceso que se trate. En
los procesos de conocimiento, cuando interviene de manera excluyente, asume el papel de parte
actora frente a las otras dos partes originarias y la sentencia definitiva lo afectará por igual. Pero
en los procesos ejecutivos, cautelares y de ejecución, el tercero se limitará a hacer valer su
derecho.
La intervención del tercero puede ser voluntaria o provocada. La voluntaria es la que surge por la
propia determinación del mismo tercero, mientras que la provocada es aquella en la que el
tercero es citado judicialmente de oficio o a petición de parte. En la intervención voluntaria
principal (o excluyente) se da una acumulación de pretensiones, ya que se interpone allí una nueva
pretensión frente al actor y demandado originarios. Para poder realizar esta pretensión se
requiere que el derecho del tercero se funde en un interés directo, personal y legítimo,16 además
de la legitimación en la causa.
Con repecto a la intervención provocada del tercero, esta se da cuando en un proceso pendiente
se cita a un tercero para que participe en este, ya sea de oficio o a petición de parte. Esta citación
puede ser en garantía de la pretensión, citación de evicción, citación del legitimado para intervenir
o la citación del tercero pretendiente.16
El análisis de las fuentes del derecho (procesal) implica tener en cuenta el estudio de derecho
comparado de los distintos sistemas jurídicos, ya que estas fuentes pueden variar de acuerdo a
ellos. En el sistema de derecho continental europeo se pondera a la ley antes que otras fuentes
como la jurisprudencia o la costumbre (que no suelen ser consideradas fuentes formales),
mientras que en el sistema del common law estas últimas dos cobran mayor fuerza.
Las fuentes pueden ser formales, materiales o históricas. Así, una fuente formal es aquella a partir
de la cual se crean u originan normas jurídicas, que son admitidas como tales por el derecho
positivo en cuestión. Por lo tanto, las fuentes del derecho procesal son los procedimientos a través
de los cuales se da origen a normas jurídicas procesales, ya sea en forma directa o indirecta
(mediante una remisión a otra fuente), para la regulación del proceso jurisdiccional mediante
normas generales y abstractas, generales y concretas, individuales y abstractas e individuales y
concretas.
Entre estos es posible distinguir a aquellas normas que enuncian reglas que se aplican a conductas
reguladas por todas las ramas del derecho positivo, y por lo tanto, también al derecho procesal,
como por ejemplo aquellas que establecen el derecho a la igualdad, la libertad, etc; y a aquellas
normas de contenido procesal que, si bien en muchos casos por no ser normas materialmente
constitucionales, han sido incluidas en la Constitución con la única intención de evitar que el
legislador se aparte de ellas. Esto tiene sentido en las constituciones rígidas más que en las
constituciones flexibles. Esto no obsta a que haya normas procesales que materialmente y
formalmente sean constitucionales.17
Las normas constitucionales como tales son generales y abstractas, y por esto en ellas se establece
su complementación mediante el dictado de normas legales. Así, por lo tanto, se deduce que el
procedimiento de creación de normas de derecho procesal de rango legal se trata del
procedimiento de creación de las leyes.17
Los tratados internacionales en materia procesal que regulan los procesos que involucran a más de
un Estado, ya sea que se trate de derecho internacional público o derecho internacional privado,
constituye una fuente para el derecho interno siempre que el Estado adhiera al tratado y lo
ratifique, de este modo asimilándose y tomando fuerza de ley.17
En ciertos casos relativos a la integración del derecho procesal, las conclusiones de los estudios
doctrinarios acerca de cómo debería ser una norma procesal general, en cuanto esta doctrina sea
de las «más recibidas» en ciertos supuestos, se convierten ellas mismas en normas de derecho
procesal, y por lo tanto, debe de ser considerada una fuente formal de derecho procesal. No
obstante, esto no incluye las conclusiones a las que la doctrina llega sobre normas procesales
vigentes, por lo que dichas conclusiones no se constituyen en normas procesales.17
Para que a partir de este medio surjan normas procesales, debe tenerse en cuenta lo dispuesto en
la Constitución, en el caso de que en ella se haya previsto algún procedimiento específico de
creación de normas en la materia y sobre la integración del derecho.
En ciertos casos, durante el procedimiento judicial, se admite de parte de la ley que el tribunal
tome decisiones o resoluciones para la instancia en curso, en lo que se refiere a las reglas que
regirán durante el proceso en concreto. Estas medidas constituyen un marco de cierta
discrecionalidad en donde el tribunal por sí mismo puede decidir, por ejemplo, la adopción de
providencias judiciales.17
En esta hipótesis, es posible concebir la creación de normas de parte de los interesados principales
en el proceso individual en el que intervienen, esto es, la autonomía de la voluntad característica
del derecho privado. Por ejemplo, el caso en el que por medio del acuerdo de partes se decide que
el tribunal a intervenir en el proceso sea un árbitro.17
Esta fuente, al igual que la costumbre, es fuente formal en los sistemas jurídicos de derecho
anglosajón, sin embargo, no lo es en aquellos sistemas jurídicos basados en el derecho continental
europeo. La jurisprudencia obligatoria consiste en el dictado de una resolución judicial en un
proceso que se convierte en una norma jurídica general, abstracta y obligatoria, actuando como
un precedente que a partir de allí en más deberá fallarse de acuerdo a ésta en los casos análogos,
por todos los tribunales.17
Procedimiento de creación de normas procesales a través de los principios generales de derecho
En sí, esta no es una fuente ordinaria como las otras, sino que constituye más bien un método de
integración del derecho, de normas de máxima generalidad obtenidas mediante la deducción del
ordenamiento jurídico.17
Principios procesales
Los principios del derecho son reglas generales que, a pesar de que formalmente no han sido
integrados en el ordenamiento jurídico, se entiende que forman parte de este, porque sirven de
fundamento a otros enunciados normativos particulares, o bien recogen de forma abstracta el
contenido de un grupo de ellos. Así, los principios del derecho procesal son criterios generales a
partir de los cuales el legislador va a concretar luego en numerosas disposiciones específicas la
regulación del proceso y el proceder de sus sujetos.18 En este sentido, Couture mencionaba que
«toda ley procesal, todo texto particular que regula un trámite del proceso, es, en primer término,
el desenvolvimiento de un principio procesal (...)».1819
Evolución histórica
El primer pueblo que manifestó una organización para enjuiciar el comportamiento de los
individuos fue Grecia. Si bien no se conoce con certeza cuáles eran las características de esa
administración de justicia, sí podemos asegurar que fue uno de los primeros pueblos en actuar en
una seudo democracia. Dentro de lo que se conoce de la Antigua Grecia, puede saberse que su
organización jurisdiccional respondía a dos características: la especialidad (dividiendo los conflictos
en civiles o penales) y la colegialidad de sus órganos (cada persona que colaboraba en la
resolución de los conflictos tenía una especialidad, y el órgano jurídico se hallaba formado por un
grupo plural de personas). Existía en Grecia el tribunal heliástico, que se reunía a debatir a plena
luz del día en la plaza pública acerca de la mejor forma de guiar el porvenir de la comunidad. Dicho
grupo estaba formado por personas elegidas por el pueblo, de una buena reputación y que no
tuvieran deudas con el fisco. Ellos eran los encargados de atender los delitos que se cometían y de
decidir una sentencia para los delincuentes. Podríamos decir que en ese período de la historia
surgió el derecho procesal, aunque recién muchos años después fue entendido como tal y se
acuñó el término.
Sistemas orientales. Son ordenamientos jurídicos con cierta forma estática, preservando algunas
fórmulas tradicionales. Algunos de estos sistemas tienen códigos de procedimiento civil modernos,
pero la tradición, las costumbres inmemoriables e incluso el orden religioso pueden tener
influencia en el orden civil.
Estos sistemas se pueden agrupar en tres categorías: el sistema chino, el hindú y el musulmán.20
En cuanto al sistema chino, no necesariamente agrupa al sistema japonés, debido a las diferencias
entre ambos ordenamientos procesalistas.
Sistema soviético. En el momento en que Couture escribe su obra (década de los años 1950) la
Unión Soviética era una realidad. Hoy en día esta clasificación carecería de vigencia dado que ya
no existe. Este sistema jurídico se ubicaba entre los sistemas orientales y el romano occidental, y
tenía un carácter inmemorial y codificado. El sistema estaba inspirado por el discurso de Lenin: «el
Tribunal es uno de los instrumentos del poder del proletariado y de la clase trabajadora rural». Las
instituciones procesales del derecho soviético eran sumamente similares a las del derecho romano
occidental.20
Sistema procesal occidental. En occidente, esta categoría agrupa —ya desde hace siglos— al
derecho procesal romano y al derecho procesal germánico. A lo largo de la historia, los pueblos
europeos han tenido contacto con uno u otro sistema procesal, dándose como resultado algunas
fusiones. Posteriormente con la influencia del cristianismo, muchos de estos ordenamientos
jurídicos tendieron a irse hacia el derecho romano, a través de las instituciones del derecho
canónico. Couture, a continuación, clasifica contemporáneamente varios sistemas occidentales: el
sistema hispanoamericano, el luso-brasileño, el francés e italiano, el anglo-americano, y el austro-
alemán.20
Existen varias ramas distintas del derecho procesal. Sin embargo, existen dos divisiones
importantes:
Por los procesos a los cuales se aplica:
derecho probatorio.
En los últimos tiempos la importancia del derecho mercantil y del derecho de empresa, y la
autonomía que han tomado los procesos en los que se aplica este tipo de derecho (en particular el
Concurso de acreedores o la Quiebra) ha hecho que comience a postularse la existencia de un
auténtico derecho procesal mercantil o derecho procesal concursal.
derecho procesal orgánico: esta rama estudia la organización y atribuciones de los tribunales de
justicia, y el estatuto de quienes conforman estos.
derecho procesal funcional: esta rama estudia los procedimientos y las actuaciones que integran
estos.
Se refiere a los órganos que componen la administración de justicia, su relación entre sí y con los
órganos de gobierno. El derecho procesal dícese de la rama que tiene como objetivo ver los
procesos jurídicos tanto así como iguales en sí mismos.
Se refiere a la forma en cómo las partes y los organismos impartidores de justicia funcionan, los
procedimientos a realizarse en los juicios y los recursos o acciones establecidas para ello. Esto es,
la conducta que deben observar tanto las partes como el órgano (poder jurisdiccional) en la
tramitación de los asuntos sometidos al conocimiento y decisión de estos.
Las normas del derecho procesal funcional en cuanto a su naturaleza son de orden público, de ius
cogens, y en cuanto tales deben ser aplicadas forzosamente. Ahora bien, esto no debe confundirse
con el carácter de las normas aplicables al fondo del asunto que se está juzgando - que pueden ser
normas de derecho dispositivo o imperativo -. Si el objeto del proceso está regido por normas de
carácter dispositivo, esto se puede manifestar en una serie de instituciones o figuras procesales,
en las que las partes ponen fin al proceso (o lo evitan) por ejercer precisamente su poder de
disposición sobre el objeto del mismo. Se trata de: Excepcionalmente son normas de índole
privado lo que acontece con ciertos derechos que las partes pueden ejercer:
El avenimiento: forma de poner término al juicio por acuerdo de las partes, sin la intervención del
juez, como en el caso de la conciliación.
La conciliación: forma de poner término al juicio, por acuerdo de las partes, dentro de un proceso
judicial. En esta, el juez puede haber propuesto bases para el arreglo.
El compromiso: las partes designan a un tercero como árbitro para que conozca del asunto. Se
trata de un mecanismo privado de resolución de conflictos que está al margen de la jurisdicción.
Interpretación e integración
Lagunas lógicas
Lagunas técnicas
Ámbito de validez
El ámbito de validez de las normas jurídicas puede ser temporal, territorial, o personal. El ámbito
territorial de validez, es decir, el territorio en donde serán aplicables las normas procesales es
aquel previsto en la misma ley procesal; aunque en general, en los estados unitarios será en todo
el territorio, mientras que en los estados federales, será en todo el territorio de la federación si es
la ley procesal federal, o podrá ser sólo en el ámbito del territorio del Estado parte si se trata de la
ley procesal estadual. A esto se suman los casos excepcionales, como las embajadas de los países y
las naves y aeronaves en los que será aplicable la ley del país de la bandera.
Las situaciones jurídicas procesales son la posición en que se encuentran los distintos sujetos de
un proceso, frente a la norma jurídica que regula el proceso.22 Las situaciones jurídicas procesales
pertenecen a la estática procesal, al estudio del proceso prescindiendo de su movimiento o
desenvolvimiento;23 en tanto que los actos procesales son la dinámica procesal. El Derecho, con
el fin de organizar el proceso, atrubuye a sus actores ciertos poderes y deberes para regular su
actuación. Las situaciones jurídico procesales pueden ser activas, aquellas que confieren a su
titular una posición de supremacía; o pasivas, aquellas que dejan a su titular en una situación de
sujeción o subordinación.23
Los actos procesales son aquellos emanados de las partes, de los agentes de la jurisdicción o aun
de terceros ligados al proceso, susceptibles de crear, modificar o extinguir efectos procesales.
Los hechos procesales son los acontecimientos de la vida que proyectan sus efectos sobre el
proceso.
Funciones procesales
Véase también
Derecho probatorio
Derecho material
Referencias
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9789509072770.
Asencio Mellado, José María (1997). Introducción al derecho procesal. Illustrated. p. 254. ISBN
9788480024389.
Alsina, 1956, pp. 40-43: «Mientras las reglas de procedimiento estaban con fundidas con las de
fondo, participaban de su naturaleza jurídica y estaban sometidas a principios análogos. Pero, a
medida que el procedimiento fué independizándose hasta constituir una legislación autónoma, se
la substrajo paulatinamente a su influencia, reconociéndosele un régimen jurídico propio».
«Hoy no puede negarse la autonomía del derecho procesal. Frente a la legislación de fondo, su
contenido es distinto como diverso su objeto. La acción, la relación procesal, la sentencia, con sus
supuestos de órgano judicial y determinación de su competencia, se rigen por normas propias e
independientes».
Alsina, 1956, pp. 471-496: «En todo proceso intervienen dos partes: una que pretende en nombre
propio o en cuyo nombre se pretende la actuación de una norma legal, por lo cual se le llama
actora, y otra frente a la cual esa actuación es exigida, por lo que se le llama demandada. Es una
consecuencia del principio de contradicción...».
Chiovenda, 1922b, pp. 27-36: «El sujeto particular de la relación procesal, no siempre es
necesariamente el sujeto de la relación sustancial deducida en el pleito. (...) el sustituto procesal
obra en nombre propio y es parte en el pleito...».
Tarigo, 2010, pp. 317-329: «La intervención de terceros en el proceso tiene lugar cuando, durante
su desarrollo, ya sea en forma espontánea o provocada, se incorporan a él personas distintas de
las partes originarias, con el objeto de hacer valer derechos o intereses propios, aunque
vinculados con el objeto del proceso pendiente...».
Couture, Eduardo J. (1978). Estudios de Derecho Procesal Civil. Tomo III (2ª edición). Buenos Aires:
Depalma. p. 51.
Couture, 1958, pp. 12-24
Arlas, José (1978). «Situaciones jurídicas procesales». Revista Uruguaya de Derecho Procesal No.
1.
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Bibliografía
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Alsina, Hugo (1956). Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial. Tomo I - parte
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Chiovenda, Giuseppe (1922a). Princìpii di diritto processuale civile [Principios de Derecho Procesal
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LCCN 31016084.
————— (1922b). Princìpii di diritto processuale civile [Principios de Derecho Procesal Civil].
Tomo 2. trad. José Casáis y Santaló (3ª edición). Madrid: Editorial Reus. OCLC 15645136.
Couture, Eduardo (1958). Fundamentos del Derecho Procesal Civil (3ª edición). Buenos Aires:
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Monroy Galvéz, Juan (1996). Introducción al proceso civil. Tomo 1. Bogotá: Temis. ISBN
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Tarigo, Enrique (abril de 2010). Lecciones de Derecho Procesal Civil. Tomo I (6ª edición