Embarazo Precoz
Embarazo Precoz
Embarazo Precoz
El embarazo precoz, también denominado embarazo adolescente, es aquel que se produce cuando una mujer se encuentra en su
etapa de pubertad (entre los 10 y los 19 años, según la Organización Mundial de la Salud). Este término también se utiliza para
denominar aquellos embarazos de mujeres que no han alcanzado la mayoría de edad legal en el país en el que residen.
Al producirse el embarazo durante la etapa de adolescencia, la niña es fértil pero se encuentra experimentando los cambios
hormonales naturales de esta etapa, es decir, aún no está desarrollada, lo que puede traer graves consecuencias tanto para el niño
como para la madre.
Aunque el embarazo precoz estaba considerado como un problema típico de países del tercer mundo, cada vez es más habitual
encontrar casos entre adolescentes de países desarrollados. La mayor parte de estos embarazos no son deseados, sino que son
las consecuencias de violaciones o de la falta de conocimiento real sobre el tema; en otras ocasiones, el embarazo precoz es el
fruto del deseo de los adolescentes de experimentar relaciones sexuales sin protección.
Las causas de que se produzcan embarazos a estas edades no responden a un criterio común, sino que depende mucho de
la cultura, la educación, el entorno o los avances médicos de cada país. En algunos territorios se permite y se fomenta el
matrimonio en edades muy tempranas, casi siempre cuando la niña se encuentra en su etapa adolescente; además, en muchas
culturas la fertilidad de las niñas es uno de los valores más importantes.
En los territorios donde no predominan o son ilegales los matrimonios con menores de edad, la principal causa de embarazo
adolescente responde a que los jóvenes mantienen relaciones sexuales sin utilizar anticonceptivos, lo que en las sociedades
occidentales se conoce como embarazos no deseados.
Los niños que nacen a causa de embarazos precoces suelen presentar diferentes problemas físicos y también corren el riesgo de
presentar problemas psicológicos y sociales a causa de la poca preparación mental de la madre. Los problemas más comunes en
los niños son:
Deformaciones congénitas y problemas durante el desarrollo: Esto es debido a que la madre, al no haber alcanzado su madurez
sexual, no pude darle al niño todo lo que necesita para formarse completamente. En otros casos, el niño muere al nacer o no llega
al año de vida.
Complicaciones durante el parto: Al no estar el cuerpo de la madre desarrollado para quedarse embarazada un embarazo, los
partos de adolescentes suelen tener muchas complicaciones, lo que puede dejar graves secuelas a los niños.
Riesgo de sufrir problemas sociales y psicológicos: En determinadas circunstancias puede ocurrir que el niño también desarrolle
problemas psicológicos y sociales durante su crecimiento. La adolescencia y la juventud en general suele ser una etapa inestable,
de madurez mental, donde lo etéreo y volátil predomina más que lo estable y constante. Crecer en ciertos ambientes puede traer
problemas sociales que deriven en problemas psicológicos.
El embarazo representa una situación en la que influyen muchos elementos importantes, como el estado físico, el mental y el
social. Durante la etapa de la adolescencia, ninguno de estos elementos están desarrollados, sino que se encuentran en plena
etapa de evolución y desarrollo. El embarazo precoz tiene un efecto de shock e interrupción en todos estos procesos, lo que
acarrea graves consecuencias para la madre:
Problemas físicos: Dado que la adolescente no ha alcanzado su etapa de madurez sexual, su cuerpo no está preparado para un
embarazo, lo que suele acarrear problemas como anemia, desproporción cefalopélvica (al no estar del todo desarrollado el
cuerpo, la pelvis de la adolescente suele ser estrecha, lo que tiene un gran riesgo de que la cabeza del bebé no pase en el
parto), dolores durante la gestación, etcétera.
Problemas durante el parto: El embarazo precoz se traduce en partos dolorosos y prolongados, donde son abundantes las
infecciones y los problemas obstétricos.
Problemas psicológicos y sociales: Además de la madurez psicológica y social necesaria para criar a un niño, es muy importante la
madurez mental y la preparación para afrontar un parto. Un embarazo doloroso, seguido de un parto complicado y traumático
puede acarrear trastornos psicológicos graves como la depresión o el rechazo al bebé (depresión postparto).
Aunque los problemas sociales dependen en gran medida del contexto social y cultural en el que se encuentre la madre, podemos
identificar algunos que suelen ocurrir con frecuencia, como la imposibilidad de la adolescente de desarrollar su vida como el resto
de jóvenes o la interrupción de sus estudios y la dificultad de acceder al mercado laboral.
¿Cómo prevenirlo?
La mejor manera de prevenir un embarazo precoz reside en la educación (aunque esto depende sobremanera del contexto
cultural), concienciando a las jóvenes de la importancia de alcanzar la madurez y desarrollarse a la hora de quedarse embarazadas
así como de los riesgos que esto conlleva. Fomentar el uso de preservativos y otros métodos anticonceptivosen las relaciones
sexuales también ayuda a prevenir el embarazo precoz. Por otro lado, intentar reducir el número de matrimonios celebrados
antes de los 18 años también es una forma de prevenir estas situaciones.
Otros datos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) arroja una serie de datos que permiten evaluar el impacto de un embarazo precoz:
Unos 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año, la
mayoría en países de ingresos bajos y medianos.
Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las chicas de 15 a 19 años en todo el
mundo.
Los bebés de madres adolescentes se enfrentan a un riesgo considerablemente superior de morir que los nacidos de mujeres de 20
a 24 años.
EL PROBLEMA
El embarazo adolescente o embarazo precoz se produce cuando ni su cuerpo ni su mente están preparados para ello;
entre la adolescencia inicial o pubertad –comienzo de la edad fértil– y el final de la adolescencia, que la OMS establece
en los 19 años. La mayoría de los embarazos en adolescentes son embarazos no planificados y no deseados. En estas
edades, el embarazo puede ser producto de violencia física, simbólica, psicológica y económica. El riesgo de morir por
causas relacionadas al embarazo, parto y postparto se duplica si las niñas quedan embarazadas antes de los 15 años de
edad.
LAS RAZONES
La evidencia empírica indica que entre los factores asociados a la maternidad precoz se encuentran las características
del hogar de la adolescente: el ingreso económico de sus progenitores, sus niveles de educación y la condición de
pobreza del hogar. Pero también hay factores contextuales relevantes, como el acceso a una educación sexual integral, a
los distintos métodos de planificación familiar y, sobre todo, a la garantía del ejercicio de sus derechos. Asimismo, en el
embarazo y la maternidad adolescentes influyen un conjunto de representaciones culturales en torno al género, a la
maternidad, al sexo, la adolescencia, la sexualidad y las relaciones de pareja.
LAS CONSECUENCIAS
Las niñas que quedan embarazadas a una edad temprana corren mayores riesgos de padecer mortalidad y morbilidad
materna. El embarazo durante los primeros años después de la pubertad aumenta el riesgo de aborto espontáneo,
obstrucción del parto, hemorragia posparto, hipertensión relacionada con el embarazo y afecciones debilitantes durante
toda la vida, como la fístula obstétrica. Tener hijos muy jóvenes también significa que las mujeres y las niñas son más
vulnerables a otros resultados negativos para la salud materna por los partos frecuentes, los embarazos no planeados y
los abortos inseguros.
Los bebés que nacen de madres adolescentes tienen más probabilidades de nacer muertos, prematuros o con bajo peso
y corren mayor riesgo de morir en la infancia, debido a la corta edad de la madre. Este riesgo se agrava por la falta de
acceso a la información y los servicios de salud sexual y reproductiva integrales.
LAS CIFRAS
Se estima que 16 millones de niñas de edades comprendidas entre los 15 y los 19 años dan a luz cada año, y un 95% de
esos nacimientos se producen en países en desarrollo. Las niñas de entre 10 y 14 años tienen cinco veces más
probabilidades de morir durante el embarazo y el parto. Las niñas de 15 a 19 años tienen el doble de probabilidades que
las de más de 20 de morir en el parto o el embarazo y la tasa de mortalidad de sus neonatos es aproximadamente un
50% superior. Cada año, unos 3 millones de niñas de 15 a 19 años se someten a abortos peligrosos.
América Latina y el Caribe es la región con mayor fecundidad adolescente en el mundo después del África subsahariana.
En la región, una tercera parte de los embarazos corresponden a menores de 18 años, siendo casi un 20% de estas
menores de 15 años.
Embarazo adolescente o embarazo precoz es aquel embarazo que se produce en una mujer adolescente, entre
la adolescencia inicial o pubertad –comienzo de la edad fértil– y el final de la adolescencia. La OMS establece la
adolescencia entre los 10 y los 19 años.345 El término también se refiere a las mujeres embarazadas que no han
alcanzado la mayoría de edad jurídica, variable según los distintos países del mundo, así como a las
mujeres adolescentes embarazadas que están en situación de dependencia de la familia de origen.6
La mayoría de los embarazos en adolescentes son embarazos no deseados.78 Aunque la OMS considera el embarazo
adolescente un problema culturalmente complejo, alienta a retrasar la maternidad y el matrimonio para evitar los altos
índices de mortalidad materna y mortalidad de recién nacidos así como otras complicaciones sanitarias –parto
prematuro, bajo peso, preeclampsia, anemia–, asociadas al embarazo en jóvenes adolescentes.8 En 2009 se estimaba
que 16 millones de adolescentes, con edades comprendidas entre los 15 y 19 años, daban a luz cada año, un 95 % de
esos nacimientos se producen en países en desarrollo, lo que representa el 11 % de todos los nacimientos en el mundo.
La OMS considera fundamental la promoción de la educación sexual, la planificación familiar, el acceso a los métodos
anticonceptivos y la asistencia sanitaria universal en el marco de la salud pública y los derechos reproductivos para
evitar los problemas asociados al embarazo adolescente.2
Las adolescentes embarazadas enfrentan muchos de los mismos problemas relacionados con el embarazo de otras
mujeres. Sin embargo, existen problemas adicionales para los menores de 15 años, ya que no se encuentran
desarrollados físicamente como para mantener un embarazo saludable o dar a luz. 9 Para las niñas de 15 a 19 años, los
riesgos se asocian más con factores socioeconómicos que con los efectos biológicos de la edad.10 Los riesgos de bajo
peso al nacer, trabajo de parto prematuro, anemia y preeclampsiaestán relacionados con la edad biológica, y se
observan en los partos de adolescentes incluso después de controlar otros factores de riesgo (como acceder a atención
prenatal, etc).1112
En los países desarrollados, los embarazos de adolescentes se asocian con problemas sociales, incluidos niveles
educativos más bajos, pobreza y otros resultados negativos en la vida de los hijos de madres adolescentes. El embarazo
adolescente en los países desarrollados suele ser ajeno al matrimonio y conlleva un estigma social en muchas
comunidades y culturas.13 Por el contrario, los padres adolescentes en algunos de los países en desarrollo a menudo
están casados, y sus embarazos son bienvenidos por la familia y la sociedad. Sin embargo, en estas sociedades, el
embarazo temprano puede combinarse con la desnutrición y la mala atención médica para causar problemas médicos,
además de los problemas educativos y de pobreza.
También se ha constatado que las películas que tratan la temática del embarazo adolescente, desde distintos
puntos de vista, pueden ser una poderosa herramienta junto con la familia y la escuela para generar ciertos
valores y actitudes en los adolescentes.14El embarazo en una mujer adolescente puede llegar a término, produciéndose
el nacimiento, o interrumpirse por aborto, ya sea éste espontáneo, inducido (aborto con medicamentos o aborto
quirúrgico) o aborto indirecto. En el caso del aborto inducido, este puede llevarse a cabo de manera legal o ilegal,
dependiendo de las leyes sobre el aborto de cada país.
La edad de la madre está determinada por la fecha fácilmente verificada cuando finaliza el embarazo, no por la fecha
estimada de la concepción. Por esto , las estadísticas no incluyen los embarazos que comenzaron en niñas de 19 años si
terminaron en o después del 20º cumpleaños de la mujer. De manera similar, las estadísticas sobre el estado civil de la
madre están determinadas por si ella está casada al final del embarazo, no en el momento de la concepción.16
Efectos
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), "los embarazos entre niñas menores de 18 años tienen
consecuencias irreparables: viola los derechos de las niñas, con consecuencias potencialmente mortales en términos de
salud sexual y reproductiva, y plantea altos costos de desarrollo para las comunidades, en particular para perpetuar el
ciclo de la pobreza".19 Las consecuencias para la salud incluyen que aún no se está físicamente preparada para el
embarazo y el parto, lo que genera complicaciones y malnutrición, ya que la mayoría de las adolescentes provienen de
hogares de bajos ingresos. El riesgo de muerte materna para las niñas menores de 15 años en los países de bajos y
medianos ingresos es mayor que para las mujeres de 20 años.19 El embarazo adolescente también afecta la educación de
las niñas y el potencial de ingresos ya que muchas se ven obligadas a abandonar la escuela, lo que en última instancia es
perjudicial las oportunidades futuras y las perspectivas económicas.20
Varios estudios han examinado el impacto socioeconómico, médico y psicológico del embarazo y la maternidad en
adolescentes. Los resultados de la vida de las madres adolescentes y sus hijos varían; otros factores, como la pobreza o
el apoyo social, pueden ser más importantes que la edad de la madre en el momento del nacimiento. Se han propuesto
muchas soluciones para contrarrestar los hallazgos más negativos. Las madres adolescentes que pueden confiar en el
apoyo de la familia y la comunidad, los servicios sociales y el apoyo de cuidado de niños tienen más probabilidades de
continuar su educación y obtener trabajos mejor remunerados a medida que progresan en su educación. 21
Infante
La maternidad temprana puede afectar el desarrollo psicosocial del bebé. Los hijos de madres adolescentes tienen más
probabilidades de nacer prematuramente con bajo peso, lo que los predispone a muchas otras enfermedades de por
vida.31 Los hijos de madres adolescentes corren un mayor riesgo de retrasos intelectuales, de lenguaje y
socioemocionales.32 Las discapacidades del desarrollo y los problemas de conducta aumentan en los niños nacidos de
madres adolescentes.3334 Un estudio sugirió que es menos probable que las madres adolescentes estimulen a su bebé a
través de conductas afectivas como tocar, sonreír y comunicarse verbalmente, o que sean sensibles y acepten sus
necesidades. Otro descubrió que aquellas que tenían más apoyo social eran menos propensos a mostrar enojo hacia sus
hijos o recurrir a castigos.35
También se ha observado un bajo rendimiento académico en los hijos de madres adolescentes, ya que muchos de los
niños están repiten de grado, tienen una calificación inferior en los exámenes estandarizados y no logran graduarse de la
escuela secundaria. Las hijas que nacen de padres adolescentes tienen más probabilidades de convertirse en madres
adolescentes.2236 Los hijos de madres adolescentes tienen tres veces más probabilidades de cumplir su condena en
prisión.37
Culturales
En algunas sociedades, el matrimonio a edades tempranas y el rol de género que tradicionalmente se asigna a la mujer,
son factores importantes en las altas tasas de embarazo en la adolescencia. Así, en algunos países de África
subsahariana, el embarazo adolescente se celebra porque es la prueba de fertilidad de la mujer joven.47 En
el subcontinente indio, el matrimonio en adolescentes y el embarazo es más común en las comunidades rurales
tradicionales, donde es apreciada una numerosa descendencia, en comparación con la tasas de las ciudades.
En las sociedades donde el matrimonio con mujeres adolescentes es poco frecuente, la causa fundamental de los
embarazos en adolescentes es la práctica de las relaciones sexuales de las jóvenes sin métodos anticonceptivos por lo
que estos embarazos pueden considerarse como embarazos no planificados o embarazos no deseados.4849
Comportamiento sexual adolescente[editar]
El Universal en 2017 resalto la información de la OCDE "... las cifras de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica
(ENADID) 2014 destaca que entre los adolescentes de 15 a 19 años, 44.5% de las parejas no utilizaron algún método
anticonceptivo en su primera relación sexual lo que significa un riesgo. El investigador del INP dijo que esta población
aún no está preparada para ser mamá, ya que las adolescentes todavía están en la etapa de crecimiento, por lo que el
riesgo de aborto, parto pre-término y bebes con bajo peso al nacer representa la principal causa de desenlace perinatal
adverso.50
Según la información disponible en el Guttmacher Institute, tener prácticas sexuales a los 20 años se considera un hábito
normal en todo el mundo. En los países con bajos niveles de embarazo en la adolescencia no se considera adecuada la
maternidad prematura, pero, sí las relaciones sexuales entre adolescentes por lo que se proporciona información
completa y equilibrada sobre la sexualidad y se facilita la accesibilidad a los métodos anticonceptivos.51
Además de la práctica sexual deseada y consentida pero practicada sin métodos anticonceptivos también existen
comportamientos sexuales no deseados por los adolescentes que pueden contribuir a incrementar los embarazos no
deseados. Así, un estudio de la Kaiser Family Foundation en adolescentes de EE. UU. concluyó que el 29 % de los
adolescentes se sintieron presionados a tener relaciones sexuales, el 33 % de los adolescentes sexualmente activos
creían que mantenían una relación en las que las cosas se movían demasiado rápido en el aspecto sexual y el 24 %
declaraba que había 'hecho algo sexual que realmente no quieren hacer.52
Encuestas de 1977 y 2003 indicaban que la presión de los compañeros es un factor que alienta, tanto a
las adolescentes como a los adolescentes, a tener relaciones sexuales.5354
Consumo de drogas y alcohol[editar]
El consumo de bebidas alcohólicas y otras drogas producen una reducción en la inhibición que también puede estimular
la actividad sexual no deseada. Aunque esto fuera así, no se sabe si las drogas mismas influyen directamente en los
adolescentes en comportamientos sexuales más arriesgados, o si los adolescentes que habitualmente consumen drogas
son más propensos a tener relaciones sexuales. Debe advertirse que la correlación no implica causalidad. El consumo de
drogas y medicamentos que han mostrado evidencias en su vinculación con el embarazo de adolescentes son: alcohol,
y anfetaminas, (incluyendo MDMA –éxtasis–). Otras drogas y medicamentos que no tienen correlación –o es muy
escasa– son los opiáceos, como heroína, morfina, y oxicodona, de los que es conocido el efecto directo en la reducción
significativa de la libido. Parece que en la adolescencia el consumo de algunas de éstas últimas ha reducido
significativamente las tasas de concepción frente a las drogas como el alcohol y la anfetamina. Las anfetaminas son
ampliamente prescritos para el tratamiento de TDAH. Los países con las tasas más altas de prescripción de las
anfetaminas a los adolescentes también tienen las tasas más altas de embarazo en la adolescencia. 48525556
Falta de información sobre métodos anticonceptivos[editar]
Los adolescentes pueden no recibir educación sexual, carecer de información y conocimientos suficientes sobre
los métodos anticonceptivos o no tener un fácil acceso a su adquisición. También pueden sentirse avergonzados tanto
para preguntar como para comprar anticonceptivos.5357
En Estados Unidos las mujeres adolescentes sexualmente activas que desean no evitar el embarazo tienen menos
posibilidades que las de otras edades para el uso de anticonceptivos. Así, un 18 % de las adolescentes entre 15 y 19 años
no utilizan métodos anticonceptivos, frente a 10,7 % de mujeres de 15 a 44 años.58
En las adolescentes más del 80 % de los embarazos no son deseados.59 Y más de la mitad de los embarazos no
deseados se producen en mujeres que no usan anticonceptivos58 y la mayor parte del resto de embarazos no deseados
se deben al uso incorrecto de los anticonceptivos. 59 El 23% de las mujeres jóvenes sexualmente activas60 admitió haber
tenido relaciones sexuales sin protección con una pareja que no utilizó un preservativo, mientras que el 70% de las
adolescentes61 manifestaron que les daba vergüenza comprar preservativos o cualquier otro anticonceptivo y también
solicitar información a un médico.53
En muchos casos el uso de métodos anticonceptivos es inadecuado. Muchos adolescentes sin experiencia puede usar
el condón incorrectamente y las adolescentes se olvidan con frecuencia de tomar los anticonceptivos orales. La tasa de
fracaso anticonceptivo (índice de Pearl) es mayor en las mujeres adolescentes, especialmente en las pobres, que en
mujeres de más edad.55
Los métodos reversibles a largo plazo como el dispositivo intrauterino, el anticonceptivo subdérmico, el parche
anticonceptivo, el anillo vaginal o inyecciones de anticonceptivos inyectables combinados (Depo Provera), requieren la
intervención del usuario con menos frecuencia –una vez al mes a cada varios años–, y puede prevenir el embarazo con
mayor eficacia en mujeres que tienen problemas para seguir las rutinas, incluidas las jóvenes. El uso simultáneo de más
de un método anticonceptivo disminuye el riesgo de embarazos no deseados, y si uno de los métodos es de barrera
(condón), también se reduce la transmisión de enfermedades de transmisión sexual.6263
La aprobación, por las autoridades sanitarias de numerosos países, de anticonceptivos de emergencia como Píldora del
día después o píldora del día siguiente incide de manera específica en la reducción de las tasas de embarazos en
adolescentes. Además de la denominada píldora del día después también ha aparecido en el mercado la
denominada píldora de los cinco días después (ellaOne (acetato de ulipristal).64 Estás píldoras anticonceptivas de uso de
emergencia, que pueden requerir o no receta médica –dependiendo de los países–, no deben confundirse con la
denominada píldora abortiva RU-486 o mifepristona, para la que se requiere prescripción y receta médica y solamente
puede usarse dentro de los 49 días siguientes a la concepción.6566
Los padres deben hablar de sexualidad a sus hijos ya que es la mejor manera de prevenir conductas inadecuadas y en
última instancia embarazos no deseados. La educación sexual también está incluida, en numerosos países, en el
currículum escolar. Puede llevarse a cabo por profesores u otros profesionales de la sanidad. También los adolescentes
se informan por otros medios, compañeros, libros e internet.[cita requerida]
Abusos sexuales
Entre el 11 y el 20 por ciento de los embarazos en adolescentes son un resultado directo de la violación, mientras que un
60 por ciento de las madres adolescentes tenían experiencias sexuales no deseadas anteriores a su embarazo. Antes de
los 15 años, la mayoría de las experiencias de la primera relación sexual en mujeres son de carácter no voluntario,
el Instituto Guttmacher encontró que el 60 por ciento de las muchachas que tuvieron relaciones sexuales antes de los 15
años fueron obligadas por hombres que en promedio fueron seis años mayores que ellas. Uno de cada cinco padres de
hijos de madres adolescentes admite que ha forzado a las chicas adolescentes a tener relaciones sexuales con ellos.
Numerosos estudios en países industrializados indican un fuerte vínculo entre abusos sexuales en la infancia y
embarazos en la adolescencia. Hasta el 70 por ciento de las mujeres que dieron a luz en su adolescencia sufrieron
abusos siendo niñas; por el contrario, solamente el 25 por ciento de las mujeres que no dan a luz sufrieron abusos
siendo niñas.
En la mayoría de países, las relaciones sexuales entre un menor y un adulto no están toleradas por ley, así un menor de
edad se cree que carece de la madurez y la competencia para tomar una decisión informada para tener relaciones
sexuales totalmente consentidas con un adulto. En esos países, las relaciones sexuales con un menor de edad se
consideran abuso sexual a menores. Una vez el adolescente ha llegado a la edad de consentimiento sexual, él o ella
puede legalmente tener relaciones sexuales consentidas con quien como mínimo tenga la edad de consentimiento y, por
tanto, también con adultos siempre de manera voluntaria, en caso contrario se considera violación. [cita requerida]
Violencia sobre la mujer[editar]
Violencia durante el noviazgo[editar]
Diversos estudios de 2004 y 2006 indican que las adolescentes son a menudo víctimas de maltrato por el novio y
específicamente en las relaciones sexuales que pueden provocar un embarazo.72737475 También los estudios señalan que
el conocimiento del embarazo por parte del padre a menudo intensifica el comportamiento violento por parte
del novio.76 Las menores de 18 años tienen el doble de probabilidades de ser golpeadas y maltratadas por el padre de
sus hijos que las mujeres mayores de 18 años.77
Violencia doméstica[editar]
Un estudio del Reino Unido de 2011 mostró que más de dos tercios de las mujeres que dieron a luz en su adolescencia
había sufrido violencia en el hogar de los adolescentes.78
Resultados similares se han encontrado en los estudios en los Estados Unidos. Un estudio del estado de Washington que
un 70% de las madres adolescentes habían sido golpeadas por sus novios, el 51% había experimentado intentos de
sabotaje para usar el control de la natalidad en el último año, y la escuela experimentó un 21% o sabotear el trabajo.75
En un estudio en 379 adolescentes embarazadas y los respectivos padres y 95 adolescentes sin hijos, mostró que el 62%
de las niñas de 11-15 años y el 56% de las chicas de 16-19 años admitieron haber sufrido violencia doméstica a manos de
sus parejas. Por otra parte, el 51% de las chicas indicaron haber sufrido al menos un caso en que su novio intentó
sabotear sus esfuerzos por usar métodos anticonceptivos.79
Factores socioeconómicos[editar]
La pobreza se asocia con altas tasas de embarazo en la adolescencia. Así, países económicamente pobres,
como Nicaragua en América, Níger en África y Bangladesh en Asia, tienen un número mayor de madres adolescentes en
comparación con países económicamente más ricos.55
En el Reino Unido alrededor de la mitad de todos los embarazos de menores de 18 años se produce en el 30 % más
pobre de la población.80
En Italia, la tasa de natalidad en adolescentes de clases ricas y acomodadas –zonas de la región central de Italia– es sólo
el 3,3 por 1000, mientras que en las más pobres Mezzogiorno es de 10 por 1000.48
Abuso, violencia, abandono en la infancia y familias disfuncionales[editar]
Las mujeres que durante su infancia han sido víctimas de abuso, violencia doméstica y otros conflictos familiares tienen
más probabilidades de quedar embarazadas en la adolescencia, y el riesgo de quedar embarazada aumenta con el
número de experiencias adversas en la infancia. Según un estudio realizado en 2004, un tercio de los embarazos de
adolescentes se podrían evitar mediante la eliminación de la exposición al abuso, la violencia y los conflictos familiares.
Los investigadores señalan que la disfunción familiar tiene consecuencias duraderas y desfavorables para la salud de las
mujeres durante la adolescencia, la edad fértil, y más allá.81
Diversos estudios también han encontrado que aquellos niños criados en hogares con una madre que había sido
maltratada o que había sufrido violencia física directa, era más propensos a dejar embarazada a una chica. 82
También se ha indicado que las niñas cuyos padres abandonaron a la familia cuando ellas eran pequeñas tuvieron mayor
tasa de actividad sexual temprana y de embarazo adolescente. Las niñas cuyos padres abandonaron a la familia más
tarde tuvieron menor tasa de actividad sexual temprana. Las tasas más bajas de actividad sexual y embarazo se
encuentran en las niñas cuyos padres estuvieron presentes durante toda su infancia.8384
Las familias disfuncionales son otro factor de riesgo para el embarazo en la adolescencia. Según Woodward, Fergusson &
Horwood (2001), las mujeres que han vivido dentro de familias con un entorno social, familiar, individual y de relaciones
complicadas durante su niñez y adolescencia tienen un riesgo más alto a salir embarazadas durante su adolescencia. 85 El
perfil de las adolescentes con más riesgo de embarazo es el de la mujer con problemas de conducta que creció y vive
dentro de un entorno familiar que se caracteriza por padres inestables.85 Ella también tiene a varias madres solteras en
su entorno.
En el caso de estas adolescentes, ellas tenían a una madre con un grado bajo de educación. La educación de la madre
influenciaba fuertemente como un factor de riesgo para el embarazo adolescentes por que la madre no tenía la
capacidad para educar a su hija en relación a los anticonceptivos ni tampoco tenía la habilidad de ponerle ciertos límites
a su hija.86 Otro factor de riesgo para el embarazo adolescente era el acoholismo de un miembro de la familia ya que
esto podía causar que la mujer busque el amor y estabilidad fuera de casa. Finalmente, el riesgo de un embarazo
adolescente se incrementa cuando los padres tienen conocimiento y aceptan el hecho de que su hijo o hija adolescente
está teniendo relaciones sexuales86 Esto incrementa el riesgo por que el adolescente siente que tiene el poder de hacer
lo que quiere, sin embargo, no tiene la madurez emocional para hacerlo, por esto, en muchos casos no solamente tienen
comportamientos riesgosos sexuales si no que también incrementan la cantidad de veces que tienen relaciones
sexuales.
Las niñas tuteladas, criadas en orfanatos, hospicios y centros de acogida son más propensas a quedar embarazadas en la
adolescencia que los criados en núcleos familiares. El estudio nacional de Antiguos Alumnos Casey, en el que se
entrevistó a alumnos de orfanatos de 23 comunidades en todo Estados Unidos, encontró que la tasa de natalidad de las
niñas en orfanatos es más del doble que la tasa de sus compañeros fuera del sistema de estos centros. Un estudio de la
Universidad de Chicago en centros de Illinois, Iowa y Wisconsin encontró que casi la mitad de las mujeres sufrió un
embarazo antes de los 19 años de edad.87
En la tabla se indican las tasas de nacimientos por cada 1000 mujeres entre 15 y 19 años de edad en países
americanos en los años 1997, 2002, 2005 y 2011. Se incluyen, como indicador global y marco de referencia, los datos de
los dos países con tasas más extremas, Níger y Corea del Norte, quienes tienen el mayor y menor porcentaje de
nacimientos en adolescentes del mundo así como los datos, por su proximidad cultural, de España y Portugal. Están
ordenados de mayor a menor tasa según las cifras del año 2007.110111112
México
La Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) Informe 2017, reporta que en México
vivían 22.4 millones de adolescentes que tienen entre 10 y 19 años, prácticamente la mitad (11.3 millones) tiene de 10 a
14 años y 11.1 millones entre 15 y 19. 1 La adolescencia es una etapa clave en el desarrollo de las personas y se espera
que se transite hacia un desarrollo digno y autónomo, con gran capacidad de decisión sobre su destino. Conocer las
barreras a las que se enfrenta este sector de la población, lleva a comprender, que se requieren acciones precisas para
transformar rezagos estructurales en materia de educación, salud, salud sexual, empleo, uniones tempranas, violencia y
otros, que ponen a esta población en situación vulnerable y en riesgo de tener limitaciones en su condición de vida, tal
es el caso del embarazo adolescente. En México, datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT)
señalan que la proporción de población de 12 a 19 años que ha iniciado su vida sexual 12.5% en 2012. De este 12.5%, el
17% de los hombres y el 32.7% de las mujeres no utilizó algún método anticonceptivo en su primera relación sexual. Una
adolescente embarazada tiene dos veces más riesgo de morir por causas relacionadas al parto o al embarazo; tiene tres
veces más riesgo de que sus hijas e hijos mueran durante los primeros 28 días.121
Según informes del 2016 del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), México se convirtió en el primer
lugar de nacimientos en las adolescentes de entre 15 y 19 años, de entre los 34 países integrantes de la OCDE
(Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), contabilizando alrededor de 77 alumbramientos por cada
mil mujeres mexicanas.