Infeccion de Tejidos Blandos
Infeccion de Tejidos Blandos
Infeccion de Tejidos Blandos
INFECCIONES PARASITARIAS
“CELULITIS Y ERISIPELA”
PERIODO ACADEMICO
Celulitis
Erisipela
Linfangitis
Fascitis necrosante
CELULITIS INFECCIOSA
La celulitis es una infección bacteriana aguda de la piel que afecta el tejido celular
subcutáneo más profundamente que la erisipela, causada más frecuentemente por el
Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus, caracterizado clínicamente por
eritema, edema y dolor, con bordes mal definidos. (3)
La celulitis es una infección aguda cutánea que se extiende más profundamente que la
erisipela, comprometiendo al tejido celular subcutáneo. Está asociada con frecuencia a
la presencia de úlceras, heridas, lesiones por rascado y otras dermatosis, así como a
heridas (quirúrgicas o traumáticas) y úlceras (por presión en ancianos, especialmente
ubicadas en zona sacra o úlceras vasculares). Además, puede aparecer en otras
situaciones en las que haya disrupción de la integridad de la piel, como en intertrigos
fisurados o heridas de venoclisis en pacientes hospitalizados, diabéticos, en tratamiento
con corticosteroides u otros estados de inmunosupresión. En niños es más frecuente en
la cara y en adultos en los miembros inferiores. (5)
Aunque la mayoría de los casos de celulitis también son causadas por Streptococcus
pyogenes (y ocasionalmente por estreptococos de grupos B, C o G), a diferencia de la
erisipela, el Staphylococcus aureus es un agente causal relativamente común, lo que
debe tenerse en cuenta a la hora del abordaje terapéutico dada su resistencia casi
universal a la penicilina. Así, Haemophilus influenzae tipo b era un agente
relativamente común de celulitis facial en el niño hasta la introducción de la vacunación
universal. (4)
ERISIPELA
ETIOLOGIA
Pacientes usuarios de drogas están colonizados con mayor frecuencia por S. aureus
tanto nasal como en la piel y es más frecuente la presencia de SAMR AC. Esto debido a
la falta de higiene, compartir jeringas e instrumentos para aspirar y al daño de la mucosa
nasal.
Aunque la mayoría de los casos de celulitis también son causadas por Streptococcus
pyogenes (y ocasionalmente por estreptococos de grupos B, C o G), a diferencia de la
erisipela, el Staphylococcus aureus es un agente causal relativamente común, lo que
debe tenerse en cuenta a la hora del abordaje terapéutico dada su resistencia casi
universal a la penicilina. (4)
ESTREPTOCOCO PYOGENES
El microorganismo puede causar daño por acción local superficial, diseminación por
contigüidad, a distancia a través del torrente sanguíneo o por producción de toxinas
Algunas cepas de S. pyogenes tienen una cápsula externa de ácido hialurónico, que no
se diferencia a nivel antigénico del ácido hialurónico presente en los tejidos conjuntivos
de mamífero. Dado que la cápsula puede proteger a la bacteria de la fagocitosis, las
cepas encapsuladas son las responsables más probables de las infecciones sistémicas
graves. (8)
ESTAFILOCOCOS AUREUS
EPIDEMIOLOGIA
Antes del uso de los antibióticos una bacteremia causada por S. aureus producía una
mortalidad aproximada del 82%. Aún ahora este porcentaje permanece elevado, entre el
25 y 63% (1). En años recientes han reemergido las infecciones por S. aureus. Esto se
debe en parte a que la bacteria se ha vuelto resistente a los antibióticos con los que
normalmente se le combate, aunado a su diseminación en la población sana (11).
Se incluyeron 297 pacientes. Los diagnósticos clínicos realizados fueron: impétigo 122
(48,4%), forúnculo 29 (11,5%), celulitis 19 (7,5%), absceso 30 (11,9%), panadizo ocho
(3,2%), heridas o quemaduras infectadas seis (2,4%) y coexistencia de algunas de las
anteriores 38 (15%). Se identificó Staphylococcus aureus (SA) en el 71,8% del total las
infecciones, ya sea como único germen o asociado a Streptococcus pyogenes, de los
cuales el 47% correspondieron a SAMR-com. En las infecciones cutáneas profundas
(forúnculo, absceso y celulitis) se aisló SAMR-com en el 73% de las infecciones
estafilofócicas, en tanto que en las infecciones superficiales (impétigo) estuvo presente
en el 10%; diferencia estadísticamente significativa (p<0,001). Streptococcus
pyogenes fue el germen más común en las infecciones superficiales (75%). (12)
FACTORES DE RIESGO
FISIOPATOLOGIA
STREPTOCOCO PIOGENES
La virulencia de los estreptococos del grupo A está determinada por la capacidad de las
bacterias de adherirse a la superficie de las células del organismo anfitrión, invadir las
células epiteliales, evitar la opsonización y la fagocitosis y producir una variedad de
toxinas y de enzimas. Se ha demostrado que en la adherencia a las células del organismo
anfitrión, median más de 10 antígenos bacterianos distintos, siendo los más importantes
el ácido teicoico, las proteínas M y la proteína F. La adherencia inicial es una
interacción débil entre el ácido lipoteicoico y los sitios de unión de los ácidos grasos en
la fibronectina y las células epiteliales. La adherencia posterior implica a la proteína M,
la proteína F y otras adhesinas que interaccionan con los receptores específicos de las
células del organismo anfitrión. (8)
S. pyogenes puede invadir las células epiteliales, un proceso mediado por la proteína M
y la proteína F, así como por otros antígenos bacterianos. Se considera que esta
internalización es importante tanto para el mantenimiento de las infecciones persistentes
(p. ej., la faringitis estreptocócica recurrente) como para la invasión de los tejidos
profundos. (8)
Ácido lipoteicoico
Proteina M
Estreptolisinas
S. pyogenes produce toxinas que secreta al exterior. Ejemplo de ellas son las
hemolisinas, estreptolisina O (SLO) y la estreptolisina S (SLS), responsables de la
hemólisis en el agar sangre. (18) SLO es una exototoxina sensible al oxígeno, colesterol
dependiente que altera la integridad de las membranas de las células del huésped,
interviniendo de este modo en la patogénesis de S. pyogenes. Concretamente, SLO
altera la integridad de la membrana de las células epiteliales, de los neutrófilos y
macrófagos del huésped mediante la formación de poros. Así, se permite la
internalización de la bacteria y la muerte de las células del sistema inmunitario. (15)
S. aureus produce una gran variedad de proteínas que contribuyen a su capacidad para
colonizar y causar enfermedades en el ser humano. Casi todas las cepas de S. aureus
producen un grupo de enzimas y citotoxinas. Dentro de estas hay cuatro hemolisinas
(alfa, beta, gamma y delta), nucleasas, proteasas, lipasas, hialuronidasa y colagenasa. La
función principal de estas proteínas puede ser la de ayudar a degradar los tejidos locales
del huésped para convertirlos en nutrientes para las bacterias (11).
La pared celular de S. aureus posee una proteína característica llamada proteína A. Esta
tiene la habilidad de unirse a la porción Fc de las moléculas de inmunoglobulina G
(IgG), y por tanto funciona como factor de virulencia, ya que interfiere con la
opsonización y la ingestión de los microorganismos por los PMN, activando el
complemento y dando lugar a reacciones de hipersensibilidad inmediata y tardía. Esta
proteína es inmunogénica y se hallan anticuerpos contra ella en sujetos con infecciones
graves por S. aureus (20).
ENZIMAS
Catalasa: podría funcionar inactivando algunos sistemas de ingestión de los PMN.
Coagulasas: tanto la coagulasa libre como el llamado “clumping factor” actúan
cubriendo a la célula de fibrina y por tanto haciéndola más resistente a la
opsonización y fagocitosis.
Estafiloquinasas: degradan la fibrina y contribuyen a la invasión de tejidos vecinos.
Hialuronidasa: hidroliza la matriz intracelular de mucopolisacáridos de los tejidos
y por tanto contribuye a la diseminación a tejidos adyacentes.
Lipasas: las cepas de S. aureus productoras de forunculosis crónica son potentes
productoras de lipasas que ayudan al microorganismo a diseminarse por los tejidos
cutáneo y subcutáneo.
Fosfolipasa C: esta enzima esta asociada con cepas recuperadas de pacientes con
distrés respiratorio del adulto y coagulación intravascular diseminada (eventos que
ocurren durante la sepsis). Aparentemente los tejidos afectados por esta enzima se
vuelven más susceptibles al daño y destrucción por componentes bioactivos del
complemento y sus productos durante su activación.
S. aureus produce además, toda una serie de enzimas como las DNAsas, proteasas y
fosfatasas que colaboran en el proceso infeccioso y en la producción de lesiones.
(20)
TOXINAS
S. aureus puede producir toxinas de acción general como las hemolíticas (α, β, γ y δ) y
la leucocidina, y también toxinas especializadas como las exfoliatinas, toxina del shock
tóxico y enterotoxinas. Las hemolisinas son importantes toxinas citolíticas sobre una
variedad de células. (20)
MANIFESTACIONES CLINICAS
CELULITIS
El cuadro clínico se inicia con un eritema mal definido, dolor circunscrito, aumento de
volumen y calor local en el sitio afectado. Los bordes laterales no se diferencian bien,
porque el proceso se sitúa en la profundidad de la piel y afecta sobre todo al tejido
celular subcutáneo, habitualmente no existe elevación de la epidermis suprayacente. El
edema surge poco a poco sin afectación del área circundante. Al aplicar presión se
observa una fóvea. La piel del área afectada se torna roja a medida que progresa la
infección, tensa, brillante, estirada, caliente y dolorosa. (3) (4)
La celulitis se localiza con más frecuencia en los miembros inferiores, seguida de los
miembros superiores, cabeza y cuello, tronco y abdomen. (3)
Aunque puede localizarse en las extremidades, por lo general afecta las mejillas en
forma unilateral (celulitis facial). En muchos niños con esta celulitis se observa una
coloración rojo azulada o purpúrea, si bien no es diagnóstica de esta forma de celulitis.
(3)
Es una infección que compromete los tejidos blandos que rodean el globo ocular, e
involucra los párpados hasta el área ósea que rodea el ojo. En su evolución puede
comprometer la órbita, aparato lacrimal y senos paranasales. Es más frecuente en niños
menores de cinco años. Los agentes implicados más comunes son el S. aureus, St.
pyogenes e H. influenzae. Los factores que la condicionan son los traumatismos,
mordedura, herida, infección de la piel, sobreinfección de una lesión herpética o
sinusitis. (3)
El cuadro clínico se inicia en forma repentina con fiebre, irritabilidad, infección del
tracto respiratorio superior, se presenta hinchazón, edema y enrojecimiento del párpado
superior e inferior, la piel periorbitaria parece tatuada y esta inflamada de color rojo
purpúrea característico, el globo ocular, la visión y motilidad ocular es normal, al
examen oftalmológico se observan eritema conjuntival, córnea opaca y secreción
mucopurulenta. En 90% de los casos es unilateral. No suele acompañarse de
bacteriemia, sin embargo, la potencial diseminación al interior de la órbita y al sistema
nervioso central hace que adquiera una gran importancia. (6)
Es una infección que compromete el ojo y las estructuras oculares dentro de la cavidad
ósea de la cara. Se presenta más frecuentemente en niños mayores de cinco años.
Comúnmente ocurre asociado con sinusitis etmoidal o complicación de heridas
penetrantes de la órbita. (3)
Clínicamente cursa con proptosis o desviación del ojo, hay dolor, eritema, hinchazón de
los párpados, marcada inyección conjuntival y disminución de la motilidad ocular. Esta
disminuido la agudeza visual y la pupila puede estar dilatada, la mucosa nasal se aprecia
hiperémica con secreción purulenta, la congestión venosa puede causar presión ocular
elevada, el paciente presenta letargia, fiebre, edema palpebral y rinorrea. Las
complicaciones de la celulitis orbital incluyen trombosis del seno cavernoso, difícil de
distinguir de una celulitis orbitaria simple y debe ser sospechado si la proptosis es
bilateral, meningitis, absceso cerebral extradural osteomielitis huesos del cráneo,
pérdida de la visión por neuritis del nervio óptico y panoftalmitis. (3)
COMPLICACIONES
Las infecciones necrotizantes de tejidos son poco comunes, pero es de vital importancia
realizar el diagnóstico, ya que tienen una alta mortalidad sin cirugía, si se tiene como
etiología microbiana a Streptococcus pyogenes o polimicrobiana. La mayoría de estos
pacientes presentan la triada: dolor, aumento de volumen y fiebre. A la exploración
física, presentan toxicidad severa, hemorragia, bulas, necrosis de piel, equimosis,
presencia de gas o crepitación y anestesia cutánea. (21)
ERISIPELA
El inicio del cuadro clínico suele ser brusco, con fiebre, malestar general y astenia, tras
un periodo de incubación breve aparece las manifestaciones cutáneas 1 a 2 días después.
Al inicio los pacientes notan escozor y enrojecimiento que progresivamente se delimita
en una placa indurada, tumefacta, caliente, roja y brillante, de bordes sobre elevados,
netamente diferenciada de la piel normal circundante que se extiende excéntrica y
progresivamente a modo de llamarada. Debido a la importante afectación linfática la
placa presenta un aspecto en piel de naranja. En ocasiones pueden aparecer vesículas y
ampollas, incluso de contenido hemorrágico. (3) (6)
Otras localizaciones menos frecuentes incluyen la cara, clásicamente descrita como “en
ala de mariposa”, y en miembros superiores, particularmente en mujeres sometidas a
vaciamiento ganglionar axilar por cáncer de mama. En neonatos se debe tener en cuenta
la localización en la pared abdominal a partir de la colonización del ombligo. Puede
evolucionar a una celulitis si la infección progresa en profundidad afectando a todo el
espesor del tejido celular subcutáneo, mostrándose entonces las lesiones menos
congestivas y con límites imprecisos. En la fase de curación cursa con descamación
superficial del tegumento. Cuando el cuadro clínico no es tan característico, la zona
afectada es distinta de las típicas y el paciente está solo levemente enfermo, debemos
sospechar la implicación de otros patógenos diferentes a St. pyogenes, como S. aureus.
(3)
La erisipela asienta con facilidad en áreas con drenaje linfático distorsionado o con
linfedema crónico como piernas (localización más frecuente) con síndrome posflebítico,
con úlceras crónicas o afectadas previamente por erisipela o celulitis recidivante; o
brazo homolateral a una mastectomía o a una disección ganglionar regional. En la
erisipela facial la localización más característica es la malar, con posible extensión por
el puente nasal a la región contralateral, adquiriendo un aspecto en alas de mariposa. El
edema es marcado y los ojos están a menudo cerrados por la hinchazón. (3)
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
CELULITIS Y ERISIPELA
TROMBOFELBITIS SUPERFICIAL
FASCITIS NECROSANTE
METODOS DE DIAGNOSTICO
Así, los hemocultivos son positivos tan solo en un 5% de las erisipelas y celulitis,
porcentaje que se eleva al 20% en las fascitis necrotizantes y al 50% en el síndrome de
shock tóxico estreptocócico. Por ello, dada la emergencia actual de las enfermedades
invasoras por Streptococcus pyogenes, deben realizarse siempre hemocultivos en los
niños hospitalizados por erisipela o celulitis.
TRATAMIENTO
MEDIDAS GENERALES
TRATAMIENTO SISTÉMICO
El objetivo del tratamiento radica en controlar la infección, aliviar los síntomas, y evitar
las complicaciones locales, secuelas y episodios recidivantes. El tratamiento de la
erisipela debe instalarse en forma rápida. Las medidas son: En casos leves el tratamiento
puede iniciarse por vía oral. El antibiótico de elección es la penicilina. En pacientes
alérgicos a la penicilina puede utilizarse los macrólidos (azitromicina o claritromicina).
(3)
MEDIDAS GENERALES
TRATAMIENTO LOCAL
- Penicilina G
• Adultos: 2 millones de UI, cada 6 h.
- Penicilina G procaína
• Niños: 50,000-100,000 UI/kg/d, IM, en 2 dosis.
• Adultos: 600,000 UI/IM, cada 12 h.
- Oxacilina
• Recién nacidos: 50-100 mg/kg/d, IM, en 2 dosis.
• Niños: 100-200 mg/kg/d, en 4 dosis, IM.
• Adultos: 4- 6 g/d, IV, en 4 dosis.
- Penicilina clemizol
• Niños: 30 000-50 000 UI/kg/d, IM, cada 24 h.
• Adultos: 1 000 000 UI, cada 12-24 h, durante 10 d.
- Cefalotina
• Niños 80-160 mg/kg/d, IV o IM, en 4 dosis.
• Adultos: 500-1000 g, IM o IV, cada 4-6 h.
- Cefazolina
• Niños 50-100 mg/kg/d, IM, en 4 dosis.
• Adultos: 500-1000 mg, IV, cada 6 h.
- Cefradina
• Niños 50 -100 mg/kg/d, IM, IV.
• Adultos: 500 mg, IM, IV, VO.
OTRAS OPCIONES
PREVENCIÓN
Por la naturaleza de la celulitis infecciosa, conviene tratar de prevenirla siempre que sea
posible. Y, para hacerlo, la mejor opción es evitar el contacto con cualquier objeto,
persona o animal que pueda estar infectado por las bacterias antes mencionadas.
CRITERIOS DE HOSITALIZACION
Factores locales
– Heridas penetrantes
– Puerta de entrada que platee la posibilidad de gérmenes infrecuentes o dudas
diagnósticas
– Celulitis necrotizante
Comorbilidades
– Diabetes
– Obesidad
– Inmunodeficiencia
– Pacientes postrados y con edema previo en miembros.
Factores de pronóstico
– Edad del paciente
– Pacientes con manifestaciones generales
– Pacientes con manifestaciones sistémicas
– Signos de sospecha de sepsis.
El tratamiento debe dirigirse a controlar la infección y prevenir las complicaciones.
Incluye medidas generales y tratamiento sistémico con antibióticos.
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