Sector Informal y Turismo
Sector Informal y Turismo
Sector Informal y Turismo
socioeconómicos y culturales de
la planeación turística en
poblaciones locales de México
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conocido o por conocerse, sin el consentimiento por escrito de su legítimo titular de
derechos.
ISBN 978-607-9448-47-9
HECHO EN MÉXICO
Colección Insumisos Latinoamericanos
Cuerpo Académico Internacional e Interinstitucional
Director
Robinson Salazar Pérez
Comité de Redacción
INTRODUCCIÓN…………….………………………………………………………………. 7
SECCIÓN I
Percepción social del turismo y cultura en México.
SECCIÓN II
Impactos socioeconómicos y planeación del turismo en poblaciones
locales de México.
5
6
CARACTERIZACIÓN DE LA ECONOMÍA INFORMAL
EN EL CENTRO INTEGRALMENTE PLANEADO DE CANCÚN,
2010-2017
131
como Perú, Brasil, Venezuela, México, entre otros (Programa Regional del
Empleo Para América Latina y El Caribe, 1978). Todos esos estudios, sin
embargo, no coincidieron en la definición de “sector informal” proporcionada
por la Organización Internacional del Trabajo, por lo que algunos
investigadores (De Soto, 1986; Tokman, 1991 y, Portes, 1995) se dedicaron a
construir nuevas denominaciones para aspectos particulares del fenómeno.
Fue así como nacieron nuevos términos, como “economía negra”, “economía
sumergida”, “trabajo atípico”, “economía subterránea”, “economía no
regulada”, etcétera, todos estos considerados erróneamente como sinónimos
del “sector informal” (Chacón, 1991, p. 3).
Aún hoy, podemos observar que entre los investigadores no existe una
definición ampliamente aceptada del término. Este problema conceptual se
debe a dos razones: primero, que las investigaciones sobre el tema parten de
diferentes perspectivas disciplinarias –desde la Economía, Sociología,
Antropología, Derecho– y teóricas, como la del Programa Regional del Empleo
para América Latina y el Caribe, la tesis de la modernización de la explotación,
la interpretación legal-institucional, entre otras (Tokman, 1991, p. 14);
segundo, porque las manifestaciones de la informalidad son diferentes para
cada región económica o localidad económica, aún en un mismo país.
En un intento por unificar criterios sobre la definición del término
informalidad o sector informal, la Organización Internacional del Trabajo, en la
decimoquinta Conferencia Internacional de Estadísticas del Trabajo (1994),
definió a este fenómeno como:
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De la definición anterior podemos desprender cuatro postulados
básicos:
a) El sector informal está relacionado, en primera instancia, con las
variables económicas de empleo, producción e ingreso de algunos
sujetos económicos (en adelante los llamaremos sujetos informales).
b) El volumen de las operaciones económicas individuales de los sujetos
informales es pequeño.
c) Las actividades informales no se realizan necesariamente con la
intención deliberada de evadir los marcos regulatorios de la economía,
por lo que no todas las actividades informales son ilícitas o ilegales.
d) El sector informal no incluye actividades de la economía ilegal.
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de comida en patios de casa o puestos callejeros; los talleres textiles,
artesanales, mecánicos, de reparación de aparatos eléctricos y electrónicos, y
reparación de automóviles. Ninguna de estas empresas es considerada ilegal,
por eso la autoridad simplemente emite medidas regulatorias (Portes, 1995).
En cuanto al trabajo informal, podemos mencionar los oficios
especializados de baja calificación técnica, como plomería, albañilería,
carpintería, aluminería, pintura, mecánica automotriz, servicio eléctrico,
servicio médico de tipo religioso y popular; choferes de transporte público,
artistas callejeros y trabajadoras domésticas. Ninguno de estos tipos de
trabajo es delictivo, por lo que su prestación no es perseguida por la autoridad.
No obstante lo antes señalado, para algunos sujetos económicos
privados, la economía informal sí es una actividad ilegal, en tanto que evade
obligaciones fiscales. En México, por ejemplo, esta apreciación ha sido
remarcada por las agrupaciones empresariales para exigir al gobierno que las
fiscalice y sancione con mayor rigor. Por ejemplo, el Consejo Coordinador
Empresarial, –grupo de presión que aglutina a la mayor parte de los
empresarios en México- ha recomendado en diferentes ocasiones aplicar
mayor vigilancia a la economía informal, con lo cual se podría ampliar la base
tributaria para el Estado y permitir una verdadera competencia económica
entre las empresas informales y las formales (Carrillo, 2014 y, Posada, 2017).
Ante dicha postura de los empresarios, los gobiernos federal y estatal
también se han pronunciado por establecer estrategias para combatir la
informalidad. En el primer caso, en abril de 2016, el presidente Enrique Peña
Nieto anunció la creación de un seguro para que las empresas informales se
adhieran al Régimen de Incorporación Fiscal en un período de diez años.
Además de lo anterior, ese mismo año los gobiernos federal y de los estados
establecieron procesos de compra pública que incluyen criterios que
condicionan la proveeduría bajo estándares de formalización y
profesionalización del empleo. No obstante, lo anterior, de acuerdo con la
Organización Internacional del Trabajo (2014) esas medidas son insuficientes
y están claramente desvinculadas, lo que confirma que la informalidad no
ocupa un lugar importante en la agenda de la política económica en México.
134
Efectivamente, la economía informal ha sido considerada por
empresarios y funcionarios de los gobiernos federal y de los estados como
una situación de disfuncionalidad económica que daña el trabajo productivo y
las finanzas públicas. Además, afirman, es una acción que daña la economía
regulada, oficial o formal; va en contra la política recaudatoria, fiscalizadora y
reguladora de los gobiernos federal y estatal y, afecta al empleo regulado o
formal (Cantillo, 2016).
Para la mayoría de los empresarios mexicanos, el sector informal es
negativo para la economía nacional, pero no por los efectos sobre el mercado
de trabajo, sino porque demuestra la rigidez existente en la autorización para
la apertura de nuevas empresas (Ochoa, 2004). Bajo esta premisa, los
empresarios han vertido una serie de propuestas para, por un lado, regular al
conjunto del fenómeno de la informalidad, de manera que las empresas
formales puedan garantizar la rentabilidad de sus inversiones y, por otro lado,
reformar los marcos legal y administrativo con el objetivo de convertir en
formales las actividades económicas informales, espacialmente las que
realizan empresas. (Organización Internacional del Trabajo, 2014).
Ambas propuestas suponen que los únicos factores que promueven y
generan la informalidad son: el marco legal que rige las operaciones de
capital, la actividad reguladora del gobierno y la función de las instituciones
públicas encargadas de promover el desarrollo económico. Aunque si bien es
cierto que esos factores tienen influencia en la manifestación de la
informalidad, el fenómeno tiene otras fuentes aún más importantes.
Desde nuestro punto de vista, la economía informal proviene
principalmente de la crisis estructural de la economía mexicana. Las
actividades económicas informales han crecido y se han diversificado, al
mismo tiempo que el gobierno profundiza la política económica de tipo
neoliberal. Los efectos inmediatos del neoliberalismo han sido la permanencia
del desempleo, inestabilidad laboral e incremento del trabajo precario, de
manera que la población económicamente activa se ha visto orillada al
subempleo, entendido como la “… población ocupada que tiene la necesidad
y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de los que su ocupación
135
actual le demanda…” (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática, 2017b, p. 1) o a realizar actividades informales de diversos tipos.
Además, esas mismas políticas económicas han frenado la mejora del salario
real, lo que ha forzado a un número creciente de personas a realizar otras
actividades, incluso delictivas, que les procuren un ingreso para subsistir.
Finalmente, el neoliberalismo ha cerrado las oportunidades a pequeñas
actividades económicas, principalmente a través de monopolización del
mercado (acaparamiento de la producción de bienes y servicios, y el control
del mercado interno), con lo cual se excluye a los pequeños y micro
productores de cualquier posibilidad de participación de la renta nacional. La
competencia desleal de las tiendas de conveniencia para con las misceláneas,
o las cadenas de farmacias frente a las farmacias de propiedad familiar son el
ejemplo claro de la monopolización del mercado popular al menudeo.
Dentro de la economía informal aparecen una serie de actividades
denominadas por el genérico economía encubierta. Se trata de prácticas
comerciales y laborales que violan deliberadamente los sistemas fiscal, laboral
y de seguridad social, con el objetivo de ampliar las ganancias de las
empresas formales (Portes, 1995). En la economía encubierta, los
realizadores de la práctica informal son personas físicas y morales registradas
ante la autoridad fiscal que deberían cumplir con todas las obligaciones
legales para su funcionamiento. Las empresas involucradas en las actividades
de la economía encubierta no realizan el grueso de sus negocios en este
contexto, pero sus operaciones informales sí representan ahorros
considerables para sus inversiones (Daza, 2005, p. 13).
Para los grupos empresariales mexicanos, una de las formas para
evitar que las empresas recurran a la contratación de trabajo informal, es
reformar la legislación laboral. Esta propuesta, se fundamenta en que la
informalidad refleja la excesiva regulación gubernamental de las actividades
comerciales y contractuales entre los sujetos económicos privados, por lo
cual, estos últimos tienden a realizar sus negocios o parte de estos, de
manera encubierta. Siguiendo esta lógica, la desregulación económica
acabaría con economía encubierta. El argumento anterior es falso, pues
136
ignora deliberadamente que la economía encubierta genera las mayores
ganancias al capital a través del ahorro en el pago de salarios, la eliminación
de obligaciones fiscales por concepto de contratación de trabajadores y del
pago de prestaciones sociales como el seguro social. Tampoco reconocen
que las empresas recurren al trabajo encubierto para incrementar la
productividad de sus negocios, sin aumentar la inversión del capital fijo. De
esta manera, las prácticas encubiertas no sólo consisten en contratación
laboral no declaradas al fisco, sino también de prácticas comerciales como la
subfacturación o venta de mercancías o servicios sin entrega de factura.
Entre las formas de trabajo que funcionan en la economía encubierta,
podemos identificar la subcontratación, la contratación de tiempo parcial y la
contratación no registrada o el trabajo encubierto. En estos casos no se
respetan los principios básicos de la Ley Federal del Trabajo y, generalmente
se viola la Ley del Seguro Social, lo cual elimina los costos por despido del
trabajador, además de que socava la seguridad e higiene en el empleo.
Las formas de trabajo encubierto señaladas anteriormente son
conocidas con el nombre genérico de trabajo atípico, que se refiere a los
empleos temporales, de medio tiempo, ocasionales, de subcontratación o de
cuenta propia que no establece una relación subordinada y directa entre un
empleador y un empleado (Organización Internacional del Trabajo, 2016, p. 1).
Se trata de un tipo de empleo muy común en México y, lo podemos observar
en las empresas turísticas de Cancún. El trabajo atípico, afirman sus
defensores (Rimbau y Triado, 2006), es un mecanismo eficaz para reducir el
desempleo, ya que el salario que recibe un trabajador por estas formas de
contratación permite establecer un equilibrio entre la oferta y la demanda del
trabajo. Dicho de otra manera, si el costo del trabajo es liberado, entonces la
oferta de empleo incrementa (Neffa, 1999, p. 141).
Alejandro Portes (1995) ha demostrado que la subcontratación, el
trabajo encubierto y el trabajo de medio tiempo son exactamente opuestas a
las relaciones de producción formales (pp. 31-33). Las características del
trabajo atípico permiten que el patrón despida y contrate con mayor facilidad
trabajadores, según las condiciones económicas por las que se transite su
137
empresa. La contratación y despido es realizada por lo común mediante un
acuerdo de palabra entre el empleador y el trabajador. Así funcionan, por
ejemplo, los talleres informales (textiles, artesanales, mecánicos, entre otros),
pequeños restaurantes, bares, cantinas, hoteles de hasta dos estrellas y,
posadas.
Para la Organización Internacional del Trabajo (2016), el trabajo atípico
puede tener consecuencias negativas para la economía, pues estimula la
desinversión en innovación, reduce la productividad, hace insostenibles los
marcos de seguridad social universal, genera volatilidad del mercado de
trabajo y, disminuye las remuneraciones reales de trabajo. Asimismo, agrega
dicha Organización, el trabajo atípico tiene consecuencias sociales, por
ejemplo, discriminación y explotación laboral y, persistencia del trabajo infantil
(Organización Internacional del Trabajo, 2016, p. 2). En cuanto al aspecto
legal, si bien la economía encubierta no está permitida, debido a las
violaciones a las leyes laboral, fiscal y de seguridad social en que
comúnmente incurre, para el gobierno federal es una deficiencia administrativa
y no un delito grave, de manera que no la persigue de oficio.
Por su parte, la economía ilegal hace referencia a las transacciones
comerciales realizadas en las actividades ilícitas. La lista de esas actividades
es larga, aunque destacan las siguientes: el contrabando de mercancías;
juegos de apuestas ilegales; tráfico de drogas, tabaco y licores; explotación
del comercio sexual; tráfico y falsificación de documentos oficiales;
contrabando; piratería o falsificación de mercancías; compraventa de artículos
robados, tráfico de mercancía ilegal (armas, fauna y flora protegidas,
productos pornográficos y en general artículos que por su peligrosidad son
controlados por el Estado), entre otras. De acuerdo con la Organización de
Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (2011), estimaciones de 2010
señalan que se trata una economía global calculada en 870 mil millones de
dólares anuales, equivalente al 1.5% del PIB mundial.
Las grandes cantidades de dinero que se mueven en las actividades de
la economía ilegal pueden generar distorsiones en la economía formal –por
ejemplo en el mercado inmobiliario, o la apertura de restaurantes, bares y
138
centros nocturnos– y dañar el funcionamiento de las instituciones públicas a
través de la corrupción e injerencia en procesos electorales. Aunado con lo
anterior, las actividades de la economía ilegal están relacionadas con
problemas de salud pública provocados por el consumo de drogas, licores
adulterados o medicamentos falsificados. Además, las zonas en donde operan
los grupos de la delincuencia organizada dedicados a una o varias de esas
actividades, destacan por las elevadas tasas de muertes violentas.
Continuando con estudios de la Organización de Naciones Unidas
contra las Drogas y el Delito, el tráfico de drogas es la actividad más lucrativa
en la economía ilegal a escala global, pues representa aproximadamente un
cuarto de los ingresos brutos del crimen organizado. En 2010, el valor
estimado del tráfico de drogas osciló en 320 mil millones de dólares, cifra que
reflejo un aumentó del 35% en 2015, con un valor aproximado de 426 mil
millones de dólares. (United Nations Office on Drugs and Crime, 2017, p. 22).
En cuanto a los negocios utilizados para el lavado de dinero,
sobresalen la compra de bienes raíces y la instalación de negocios que
realizan transacciones con dinero en efectivo como medio de pago –por
ejemplo bares y giros rojo. Estos negocios están localizados en áreas
controladas por un solo grupo criminal, lo que genera una división territorial del
crimen, al mismo tiempo están bajo la regulación de algún gobierno municipal,
lo que facilita la corrupción y la permanencia de las actividades delictivas. El
crecimiento de la economía ilegal, "… ayuda a debilitar el estado de derecho y
facilita la corrupción, lo cual a su vez refuerza el ciclo económico vicioso de la
economía ilegal...” (United Nations Office on Drugs and Crime, 2017, p. 29).
Lo anterior se observa en México, en donde la economía ilegal se ha
convertido en un grave problema de seguridad y de salud pública, además de
que daña profundamente la economía nacional en su conjunto.
139
LA ACTIVIDAD ECONÓMICA DEL TURISMO EN CANCÚN
141
autoridad municipal- hecho que dificulta la regularización de la propiedad y el
ordenamiento territorial eficiente.
El Instituto de Planeación de Desarrollo Urbano del Municipio de Benito
Juárez (2012) divide a la Ciudad de Cancún en cuatro grandes áreas: el área
turística, o zona hotelera (2,258 km2); el área urbana (3,699 km2); el área de
reserva ecológica (1,919 km2); el área lacustre (4,824 km2) (Haydt, 1994,
p.16). Las áreas en las que centramos nuestro estudio son el área urbana y la
zona hotelera.
La mayoría de la población del municipio de Benito Juárez habita en la
zona urbana, a la que en adelante también denominaremos Cancún ciudad.
Datos censales de 2010 señalan que en el municipio residían 677,379
personas, de las cuales el 92.75% (628,306 hab.) radicaba en el área urbana;
el restante 7.25% tenía su domicilio en las comunidades urbanas de Leona
Vicario (6,517 habitantes), Joaquín Zetina Gasca (9,188 habitantes), en cinco
localidades rurales de hasta 2,500 habitantes y ocho poblados con menos de
999 habitantes (Instituto de Planeación de Desarrollo Urbano del Municipio de
Benito Juárez, 2012, p. 32). De acuerdo con esos mismos datos, en Cancún
ciudad vivía entonces el 47.4% de la población total del estado (Instituto
Nacional de Geografía, Estadística e Informática, 2011).
La zona urbana está dividida en colonias, fraccionamientos,
supermanzanas y regiones. Debido al acelerado crecimiento poblacional de la
ciudad, generada principalmente por la inmigración, el gobierno municipal ha
diseñado programas de desarrollo habitacional para satisfacer la gran
demanda de vivienda en Cancún. Esos desarrollos habitacionales han sido
denominados regiones y supermanzanas. Las regiones son áreas de
asentamiento populares, concebidas por el gobierno del estado con el fin de
controlar el crecimiento urbano de la ciudad. El 80% de la población de
Cancún habita en las en alguna de las 56 regiones y, más de la mitad de esas
personas conforman hogares que viven en condiciones de precariedad y
hacinamiento. Según el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e
Informática (2011), el 16.54% de los hogares de Cancún vive en
hacinamientos, dos puntos por arriba de la media nacional.
142
Las regiones carecen de servicios básicos, como agua potable al
interior de la vivienda, calles pavimentadas, servicio de recolección de basura,
vigilancia policial, entre otros aspectos (Programa de Desarrollo Urbano del
Centro de Población de Cancún, 2014, pp. 83-114). En tanto, las
supermanzanas son zonas de desarrollo urbano-habitacional para la clase
media y los grupos sociales con mayores ingresos. Estas colonias reciben
todos los servicios públicos, además que ahí están concentradas las
actividades comerciales, administrativas y de servicios de la ciudad.
Cancún ha tenido un rápido crecimiento poblacional; pasó de 2,500
habitantes en 1975, a 33,273 en 1980, y luego a 628,306 en 2010 (Instituto
Nacional de Geografía, Estadística e Informática, 2011). La migración hacia
Cancún se debe especialmente al auge económico que representa el turismo.
Según cálculos del Instituto Nacional de Geografía e Informática, la ciudad
tuvo un incremento poblacional equivalente a 21.1%, entre 2010 y 2015. Dicho
porcentaje representa la tasa de crecimiento poblacional más grande de
México, incluso del mundo. Un dato ilustrativo es que, en 2010 el 54% de la
población residente en Quintana Roo no nació en el estado, pero en Cancún
ese porcentaje llega al 70%, compuesto por personas que en su mayoría
provienen de los estados de Yucatán, Tabasco, Veracruz, la Ciudad de
México y, en menor cantidad, de Guerrero y Chiapas.
En cuanto a la inmigración extranjera, el número de personas nacidas
en el extranjero y que residen en Quintana Roo pasó de 18,517 personas en
2010, a 23,614 en 2015; equivalente a una tasa de crecimiento de 27.52%,
(Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática, 2015). De esta
manera, Quintana Roo es el estado número cinco en cuanto a recepción de
migración extranjera, sólo por debajo de los estados fronterizos del norte del
país: Tamaulipas, Sonora, Chihuahua y Baja California Norte (Instituto
Nacional de Geografía, Estadística e Informática, 2015).
El municipio que concentra a la mayor cantidad de residentes
extranjeros es Benito Juárez, con 12,297 personas; le siguen Solidaridad
(5,118), Othón P. Blanco (2,709) y Bacalar (1,367). De la totalidad de
residentes extranjeros, el 32.2% (7,638) ya posee la nacionalidad mexicana.
143
Los países de origen de esas personas son Estados Unidos, Canadá, Belice,
Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras, principalmente (Fernández,
2014).
Por otro lado, durante varias décadas el turismo como actividad
económica preponderante pudo absorber parte de la mano de obra
inmigrante. Algunas personas encontraron empleos directamente relacionados
con la actividad turística (tales como hotelería), los servicios de apoyo directo
(agencias de viajes, compañías de transportación turística, compañías de
transportación urbana) y los servicios de apoyo complementario (comercio
especializado, servicios gastronómicos, producción artesanal y abastecimiento
de productos alimenticios en estado natural, procesados y bebidas
embotelladas). Otros grupos de la población inmigrante consiguieron empleo
en la industria de la construcción y mantenimiento, actividades económicas
vinculadas con el desarrollo de la infraestructura turística.
El turismo como actividad económica ha crecido aceleradamente en
Cancún desde hace tres décadas. Este boom económico ha estado
concentrado en la llamada zona hotelera, la cual es una isla en forma de L
invertida de aproximadamente 20 km de longitud, justo frente al Mar Caribe, y
que está separada de la península por dos estrechos canales. El atractivo
principal es su mar cristalino color verde turquesa, una característica por la
cual el turismo internacional encuentra en Cancún un lugar óptimo para
descansar en la playa, practicar el buceo o la pesca deportiva.
En la zona hotelera están localizados varios de los hoteles más
costosos de Quintana Roo, villas y condominios de lujo, las discotecas,
algunos de los restaurantes y comercios más famosos y exclusivos de la
ciudad. Esto indica que la mayor parte de la actividad turística de Cancún se
realiza en la zona hotelera y, solo una mínima parte se derrama a Cancún
ciudad, Puerto Morelos e Isla Mujeres.
El tipo de destino turístico que opera en Cancún es el centro vacacional
de playa que consiste en un turismo de recreación pasiva y recreación
deportiva. La recreación pasiva consiste en “acostarse en un camastro o silla
extensible sobre la arena y mirar el mar”; en tanto que la “recreación deportiva
144
se refiere a actividades como la natación, deportes acuáticos, juegos en la
playa y otras similares (Holloway, 1997, p. 21). Para los turistas, Cancún es
solo Sun, Sand and Fun.
Al igual que en otras partes del mundo, el centro vacacional de Playa
Cancún es manejado por empresas que proporcionan todos los servicios
recreativos al turista (hospedaje, alimentación, espectáculos, boutiques,
paseos, casas de cambio, actividades recreativas dentro de las instalaciones,
etcétera). Asimismo, se encargan de la transportación del huésped desde los
puntos de llegada (muelles puertos, aeropuertos, terminales de autobuses)
hasta las puertas del hotel. Todos estos servicios son proporcionados por la
empresa turística, por lo que la mayor parte de los gastos realizados por el
turista se quedan en la misma empresa.
El paquete viaje todo pagado funciona de manera perfecta en el caso
de Cancún. Esto explica por qué la baja afluencia de turistas en la Cancún
ciudad, en donde los hoteles, restaurantes y centros recreativos
independientes trabajan al 60% de su capacidad, en promedio casi todo el
año. Según datos del ayuntamiento de Benito Juárez, en Cancún ciudad
operan 21 establecimientos hoteleros, 473 negocios de alimentos y bebidas,
24 discotecas, 119 agencias de viajes, 98 arrendadoras y 11 marinas
turísticas (Instituto de Planeación de Desarrollo Urbano del Municipio de
Benito Juárez, 2012, pp. 32-33).
Por otra parte, una de las características más importantes del turismo
que llega a Cancún es que lo conforman visitantes de poco poder adquisitivo.
Es un turismo masivo que viaja en paquete todo pagado y gasta muy poco
dinero. Si bien Cancún es considerado un destino de playa de primer nivel, no
ha logrado atraer al turismo de alto rango, aquel ávido de lujo y notoriedad y,
que es exigente con la calidad y la diversidad de los servicios turísticos.
Cancún superó la línea de 5 millones de turistas en 2015. Esos visitantes
realizaron una estancia promedio de 4.9 días en temporada alta (World
Tourism Organization, 2016). El gasto diario promedio fue de
aproximadamente 483 dólares. Este último indicador está por debajo del
registrado para su equivalente a escala nacional que es de 551 dólares;
145
además que equivale al 44% del gasto diario promedio de los turistas en
República Dominicana, el 18% del gasto en Estados Unidos y, el 12% del que
realizan los turistas en Australia. Este dato muestra que si bien Cancún es uno
de los centros turísticos más visitados del mundo, se trata también de un
turismo masivo de bajo poder adquisitivo.
Por otra parte, el modelo turístico de sol y playa que impera en Cancún
tiene un doble impacto en el desarrollo de la ciudad. Primero, ese modelo ha
determinado las características de marginación y segregación urbana;
segundo, ha definido las modalidades de empleo y salario. En relación con la
segunda variable, no hay duda de que los indicadores de desarrollo humano
que exhibe Cancún no cumplen con los compromisos internacionales del
desarrollo sustentable.
Como se sabe, a finales de 2015 fueron suscritos los 17 Objetivos para
el Desarrollo Sustentable, metas globales que guiarán las acciones para
disminuir la pobreza, proteger el medio ambiente del planeta y garantizar paz
y prosperidad para todas las personas del mundo en los próximos quince
años. La Organización Mundial del Turismo se ha comprometido a promover
entre sus miembros (gobiernos nacionales y empresas privadas) el objetivo
número 8, sobre el trabajo decente y crecimiento económico. En este punto, la
Organización trabajará para “…idear e implementar políticas para promover el
turismo sustentable que creen empleos y promuevan la cultura y los productos
locales…” (World Tourism Organization, 2017, p. 7).
Para la Organización Mundial del Turismo, el turismo sostenible, o
turismo socialmente responsable, debería generar prosperidad, ingreso y
empleos decentes a nivel local, proteger y conservar el entorno natural y
mejorar el bienestar y los medios de subsistencia de las comunidades locales
(Organización de las Naciones Unidas, 2012). En el contexto mundial, el
turismo es una importante actividad generadora de empleos debido a la
intensidad de mano de obra que requiere. De acuerdo con la Organización
Internacional del Trabajo, por cada puesto de trabajo creado en el sector
turístico, se crean en promedio 1.5 nuevos empleos indirectos en sectores
relacionados, como el transporte, suministro de alimentos y bebidas,
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construcción, telecomunicaciones, entretenimiento, entre otros (Organización
Internacional del Trabajo, 2017). La mano de obra contratada por las
empresas turísticas a escala global se compone de trabajadores de menos de
35 años. Las mujeres representan entre el 60 y el 70% de la fuerza de trabajo
turística.
No obstante lo anterior, en los puestos que requieren trabajo pesado,
sucio y peligroso suelen contratar inmigrantes (Organización Internacional del
Trabajo, 2017, p. 4). Las empresa turísticas acostumbran recurrir al trabajo
informal, sobre todo en los puestos que requieren poca cualificación técnica.
Los trabajadores poco calificados ocupan puestos de trabajo vulnerables, con
mínimas condiciones de higiene, sin prestaciones sociales, desigualdad de
oportunidades, explotación, acoso laboral y violencia. Estos puestos de trabajo
destacan por los bajos salarios, jornadas de trabajo superiores a las 8 horas,
frecuente rotación de jornadas y protección social limitada. En cuanto a los
tipos de contratación, predominan los contratos estacionales (verano e
invierno), temporales y tiempo parcial. Sumado a lo anterior, las empresas
hoteleras recurren cada vez más a la subcontratación (Organización
Internacional del Trabajo, 2017). Veremos en el siguiente apartado como esas
prácticas están presentes en la actividad turística de Cancún.
147
registradas) y de ocupación en el sector informal, que en ninguno de los casos
se trata de actividades criminales. Ambos tipos de economía informal están
interrelacionadas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía e
Informática (2017b), la tasa de informalidad laboral en Quintana Roo es
48.8%, inferior a la media nacional de 56.5%; mientras que la tasa de
ocupación en el sector informal es de 22.1%, también inferior a la media
nacional de 27.2% (p. 14).
Para el caso de Cancún, los tipos de informalidad laboral más comunes
son el comercio en vía pública, los talleres automotrices, de reparación de
electrodomésticos, etcétera. Por su parte, la ocupación informal incluye oficios
de poca calificación técnica, especialmente los relacionados con la
construcción (albañilería, plomería, electricidad, herrería y aluminería),
transporte público y el servicio doméstico remunerado.
En el caso del comercio en vía pública, la Dirección de Comercio en
Vía Pública del Ayuntamiento cuenta con un padrón de 3,671 personas
dedicadas al comercio informal (Ayuntamiento de Benito Juárez; Hidrogo,
2017), aunque también señala que ese número representa apenas el 70% de
las personas dedicadas a esta actividad. De esa cantidad de comerciantes
informales, el 20% opera en el primer cuadro de la ciudad, el 60% trabaja en
los mercados itinerantes –también conocidos como tianguis- y el restante 20%
están localizados en la periferia y colonias populares (Villalobos, 2016). El
hecho de que la mayoría de los vendedores en vía pública realiza sus
actividades fuera del primer cuadro de la ciudad se debe a la vigilancia de la
autoridad municipal a través de la Dirección de Comercio en Vía Pública. Esta
oficina es la encargada de entregar los permisos para ejercer el comercio
informal, de los que excluye al primer cuadro de la ciudad y a la zona hotelera.
Del padrón de comerciantes informales en Cancún, el 60% son
mujeres, en su mayoría madres solteras o esposas que colaboran con el
ingreso familiar (Pérez, 2015). El dato es interesante, pues en México, de
acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía e Informática, el trabajo
informal lo realizan principalmente hombres. Los comerciantes informales
están agrupados en veinte asociaciones, y estas en su mayoría están
148
registradas en los sindicatos priistas: Confederación Revolucionaria de
Obreros y Campesinos y la Confederación de Trabajadores de México, este
último aglutina a los ambulantes que comercian en la playas públicas de la
zona hotelera.
Como señalamos anteriormente, en la zona urbana está concentrada la
mayor parte de los vendedores callejeros, en especial vendedores de
alimentos, dulces, revistas y periódicos, artesanías típicas y souvenirs. Esto se
debe a que en la zona hotelera se ejerce un mayor control de los vendedores
callejeros, los cuales difícilmente pueden desplazarse por las playas de los
hoteles o instalarse en alguna de las plazas comerciales. En 2017, la policía
federal inició el empadronamiento de los escasos comerciantes ambulantes
que ofrecen sus productos en las playas públicas Chac Mool, Las Perlas,
Tortugas y Playa Langosta.
Para la Asociación de Hoteleros de Cancún, la presencia de
vendedores ambulantes en las áreas turísticas ahuyenta a los visitantes.
Desde la perspectiva de esta organización, “…molestan a los turistas para
venderles cualquier cosa… [esto daña la imagen de la ciudad y obliga a
muchos turistas a quedarse en sus hoteles y] … por ende no dejan una
derrama económica en otros sectores…” (s/a, 1999).
Esta interpretación de la economía informal es compartida plenamente
por las autoridades estatales y municipales. Prueba de lo anterior, son las
diferentes acciones que ha emprendido el Ayuntamiento de Benito Juárez. Por
ejemplo, para regular el comercio informal (comercio callejero en puestos
semifijos, comercio ambulante y tianguis), el ayuntamiento dispuso a través
del Reglamento para el Comercio en Vía Pública (2011) otorgar licencias para
realizar la actividad (Art. 6), con la advertencia de que no son válidas en la
zona hotelera ni en el primer cuadro de la ciudad. La sanción para los
infractores de tal disposición incluye multa de 30 a 50 días de salario mínimo
vigente (Art. 39), reubicación, suspensión de la actividad, revocación del
permiso, o aseguramiento de mercancía (Art. 37).
Por otra parte, en Quintana Roo el trabajo doméstico remunerado es
una actividad informal realizada principalmente por mujeres (62%). Entre las
149
tareas que realizan en este tipo de trabajo informal están: limpieza de casas,
preparación de alimentos, cuidado de adultos mayores, niños y personas con
discapacidad. El salario pagado para esta actividad varía de uno a tres
salarios mínimo al día, dependiendo de la forma de contratación, el tiempo de
trabajo y la diversidad de tereas a realizar.
Aunque no hay cifras precisas, la Subsecretaría de Empleo y
Productividad Laboral (2017) calcula que en el estado laboran más de 31 mil
personas en el servicio doméstico, de las cuales 12.4% no reciben salario,
26.4% reciben un salario mínimo diario, y el 61.2% cobra más de dos salarios
mínimo al día. La misma fuente señala que el 83% de las personas ocupadas
en esta actividad son inmigrantes de diferentes partes de la República. En
Cancún operan diversas agencias de colocación para empleadas domésticas,
que subcontratan servicios para extranjeros y nacionales de alto poder
adquisitivo, residentes en la zona hotelera y en las zonas residenciales de la
ciudad. Dichas agencias pagan el salario de las trabajadoras (equivalente al
40% de lo cobrado al cliente), no proporcionan prestaciones sociales ni dan
garantía de estabilidad en el empleo.
El trabajo doméstico ha sido discutido por la Organización Internacional
del Trabajo en el Convenio 189 de 2011, el cual promueve el trabajo decente
para los trabajadores y trabajadoras del hogar. Además establece normas
mínimas para la promoción de los derechos humanos, protección contra
diferentes formas de abuso, condiciones justas de empleo como vivienda
digna, protección social y seguridad social. México aún no ratifica este
Convenio, lo que ha permitido que las personas que trabajan en el servicio
doméstico permanezcan excluidas de servicios de salud y prestaciones
sociales por parte del empleador.
Además del comercio en vía pública y el trabajo doméstico, el trabajo
encubierto también es una variante de economía informal extendida en
Cancún. Páginas atrás señalamos que las empresas turísticas recurren con
mayor frecuencia a la subcontratación laboral. Sin embargo, también suelen
realizar prácticas comerciales encubiertas como la subfacturación y la venta
sin factura. Para describir las prácticas encubiertas más comunes, nos
150
apoyaremos en las formas de contratación de trabajo informal a las que
recurren algunas empresas turísticas en Cancún, tanto en la zona hotelera
como la zona urbana.
151
• Otro tipo de empresa donde se presenta la contratación no
registrada es el comercio establecido. En este tipo de negocios, los
vendedores son contratados como encargados o como empleados a salario
fijo, con 960 pesos al mes. No cuentan con derechos laborales, ni tienen
garantía de permanencia en el trabajo.
152
• Por último, la subcontratación, también conocido como outsourcing,
ocurre cuando una pequeña empresa trabaja bajo contrato para otra empresa
mayor. La primera contrata trabajadores no registrados, con lo cual la segunda
ahorra una cantidad importante de dinero en el pago de seguridad social,
impuestos y salarios. Los trabajadores contratados bajo este sistema se
dedican a actividades de electricidad, herrería, albañilería, carpintería,
decoración, limpieza, vigilancia, mantenimiento de albercas, entre otros. Por
las características de estas tareas, el personal contratado no debe tener
conocimientos técnicos especializados, además de que el costo del trabajo
puede ser incluido directamente a los gastos de operación del capital fijo.
153
otras tres en la zona hotelera (Estudio Básico de Objetivo Comunidad, 2013,
p. 11). En Cancún la principal actividad de la economía ilegal es el tráfico de
drogas, sin embargo, las mafias narcotraficantes locales también están
involucradas en el tráfico de personas, la trata de personas para explotación
sexual, el contrabando de licores y el tráfico de armas, principalmente.
En el caso del comercio sexual, se trata de una actividad ilegal que ha
incrementado aceleradamente su tamaño en Cancún y, está cada vez más
integrada a los negocios de las mafias del narcotráfico. No obstante, hay que
considerar que narcotráfico y comercio sexual surgen de problemáticas
sociales distintas, por lo cual tienen naturaleza jurídica penal diferente.
El Código Penal de Quintana Roo considera a ambas actividades como
ilícitas, aunque les confiere distinto grado de peligrosidad: El Código Penal
tipifica el lenocinio como una actividad ilícita, en tanto que el Bando de Policía
y Buen Gobierno de Benito Juárez (en el Artículo 534, fracción VIII) prohíbe
explícitamente el comercio sexual. Según cifras de la Secretaría de Seguridad
Pública Municipal, en 2015 y 2016 hubo un incremento en la detención de
clientes de sexoservicio por parte de la policía municipal, con 530 y 800
respectivamente, en su mayoría de personas no residentes en la ciudad.
El comercio sexual es ofrecido a través de diferentes medios: mediante
taxistas, vendedores de tours, páginas web, Facebook, anuncios clasificados
en diarios locales, entre otros medios de difusión. El costo varía de una escort
en la zona hotelera, cuyo servicio está cotizado en dólares, a los travestis y
sexo servidoras de las supermanzanas 63, 64 y 66, que pueden cobrar
mínimo ciento cincuenta pesos o bien, de los centros nocturnos que cotizan
por arriba de mil pesos. En esta parte de la ciudad se ofrecen servicios
sexuales en la vía pública, casas de citas clandestinas, salones de masaje,
bares y cantinas. El servicio sexual ha sido perseguido permanentemente por
las autoridades municipales, aunque evidentemente sin éxito.
En las supermanzanas 63, 65, 66 (en el lugar conocido como El
Crucero) y 64 (la calle de las sirenas), y en las regiones 90, 91, 92, 93
(manzana 3), 228 (manzana 86) están los sitios de mayor actividad de
prostitución masculina y femenina, luego de que fueran clausurados en 2009
los prostíbulos de la zona de tolerancia denominada Plaza 21 –la autoridad
154
justificó la medida en un intento para mejorar la imagen que se daba al
turismo-. En la actualidad, en El Crucero, (supermanzana 66) operan más de
veinte casas de citas clandestinas. De acuerdo con datos de la Secretaría de
Salud estatal, en 2011 se tenían registradas 1,500 personas dedicadas al
comercio sexual, de las cuales 874 contaban con tarjeta de salud actualizada.
Fuentes periodísticas señalan que existen cerca de quinientos sexoservidores
travestis en toda la ciudad (Gómez y Muñoz, 2012).
Por su parte, en la zona hotelera existe el turismo sexual similar al de
Tailandia, Hungría, Bulgaria, Nigeria, India o Turquía. En estos países, la
corrupción, la pobreza y la carencia de oportunidades para realizar trabajos
productivos han creado redes locales de prostitución. Ciertamente, el sexo se
ha convertido en un producto turístico de gran tamaño y de operación global,
por lo cual existe una gran demanda por los paquetes para realizar turismo
sexual en centros turísticos de playa.
Por lo tanto, Cancún es desde hace tiempo miembro pleno de la red
global del turismo sexual, además de que existen bares, clubes nocturnos y
discoteques en la zona hotelera y en la zona urbana en donde se ejerce la
prostitución, femenina y masculina. El comercio del turismo sexual es operado
a través de diferentes medios como el Internet. Este tipo de turismo sexual
está dirigido a turistas de crucero, viajeros de negocios, jóvenes turistas de
temporada y funcionarios públicos de primer nivel. Las sexoservidoras y
sexoservidores –de menor número que sus colegas femeninas– trabajan en
empresas fantasmas que ofrecen edecanes o servicios de masaje.
Para finalizar, está claro que el sector informal está fuertemente atado
a la economía del turismo y, que a pesar de la imagen cuasi delictiva con la
que el sector empresarial y el gobierno estatal la han identificado, el hecho
real es que las empresas turísticas la estimulan y promueven. También es
incuestionable, que si bien el turismo es una fuente generadora de empleos,
existe en Cancún una oferta de trabajo que las empresas turísticas no pueden
absorber y tampoco pueden hacerlo las empresas asociadas. En
consecuencia, esa mano de obra sólo encuentra oportunidades en la
informalidad y, los más ambiciosos en la economía ilegal.
155
CONSIDERACIONES FINALES
156
restaurantes. Como vimos, la economía encubierta permite a las empresas
turísticas ahorrar en pago de salarios, impuestos y seguro social.
Finalmente, la economía ilegal ha penetrado en la industria del turismo
mediante el narcotráfico y el comercio sexual. El tráfico de drogas y el
comercio sexual surgen de problemáticas sociales diferentes, por lo cual
deben ser analizados con criterios distintos. Sin embargo, ambas actividades
están vinculadas mediante las redes de tráfico sexual, tanto locales como
internacionales. En todo caso, drogas y sexo se han convertido en dos
productos de amplia demanda por parte del turismo internacional que visita
Cancún.
Consideramos que la persistencia de la economía informal en Cancún
tiene su explicación en la combinación de tres factores: la débil regulación
laboral, sanitaria y fiscal de la economía del turismo; las condiciones de
marginalidad y pobreza en la que vive la mayor parte de la población de
Cancún y, la escasa responsabilidad de las empresas turísticas para cumplir
con su obligación de construir un turismo socialmente responsable en los
términos de los objetivos del desarrollo sustentable.
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FUENTES
158
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(2013). sector informal y el empleo informal. Turín: Organización
Internacional del Trabajo.
159
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Internacional del Trabajo, 114 (6).
160
Pérez, T. (2015). Son mujeres el 60% del ambulantaje en Cancún. Novedades
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161
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162