Biografía y Poemas de Amanda Berenguer
Biografía y Poemas de Amanda Berenguer
Biografía y Poemas de Amanda Berenguer
En 1944 se casó con el profesor, poeta y narrador José Pedro Díaz (1921-2006),
frecuentaban tertulias literarias que se formaban en el café Metro. En ese pequeño reducto
cafetero sobre la calle San José esquina Cuareim (hoy Zelmar Michelini), se reunían escritores,
poetas, críticos, también músicos y pintores, que se enfrascaban en diferentes temas y debates:
filosofía, arte, literatura: autores como Malraux, Faulkner, Hemingway, Borges, pero no
política. (El café cerró sus puertas en enero de 2009).
Allí germinó lo que luego se conocería como la "Generación del 45",grupo de intelectuales, entre
los que se encontraban Felisberto Hernández, Emir Rodriguez Monegal, Carlos Maggi y María Inés
Silva Vila, Liber Falco, Idea Vilariño, Sara de Ibañez, José Pedro Diaz y Amanda Berenguer, entre
otros. En esa época no había en Uruguay ninguna editorial, por lo que los escritores editaban
sus propios libros y los llevaban a librerías que, pocas veces, los aceptaban: sólo Onetti ya tenía
dos o tres libros impresos.
Prolífera poetisa, de gran capacidad lírica y dramática, entre las obras deAmanda figuran: "El río"
(1952), "Quehaceres e invenciones" (1963),"Materia Prima" (1966), "La Dama de Elche" (1987),
"DeclaraciónConjunta" (1964), "Constelación del navío" (2002). Está
considerada como la poetisa más inquieta, renovadora y dialéctica de su
generación: el goce de la vida, el desamparo, el temor de la muerte: "... me
veo sentada a la mesa, escribiendo y, cuando quiero llorar no lloro y a
veces lloro sin querer".
Quedó viuda en el 2006 del docente y escritor José Pedro Díaz, después de seis décadas
juntos. Amanda Berenguer murió el 13 de julio de 2010, a los 89 años de edad. El velatorio se
realizó en la Biblioteca Nacional.
Poema Comunicaciones de Amanda Berenguer
Urge el pensamiento conectando
¿se siente? ¿alguien entre líneas?
¿errata? ¿paréntesis? ¿qué signo?
¿escuchan?
(La claridad del lenguaje
tiene apenas
la intensidad ambigua del poniente)
Estamos aquí, lanzados a la noche
terrestre, apretujados,
aquí, en la noche terrestre, aquí
en la noche terrestre.
De nuevo el hilo
el cable roto, el deslumbrante
cortocircuito.
¿No oyen? ¿No se oye?
Palabras mías, insensatas,
hechas de furor y de locura,
cuantiosa tesitura negra
a borbotones desbordándose
hacia dentro, hacia
el fondo
interpolado de rígidas luciérnagas.
Tiembla y destella, hace señales,
todas son huellas de la eternidad,
enumeradas y prolijas,
cuernos de caza, al mundo
aullidos de perros, está el desierto,
toques de peligro, inútilmente,
pasos cambiados, ¿dónde?
campanas para niebla, una piel fosforescente,
pedidos de auxilio, y envenenada,
sirenas de patrulleros, llamando,
gritos de alarma, solo, solo, solo,
bocinas de ambulancias, se hace tarde,
quiero saber si se hace tarde.
Un código de emergencia,
un vaso de agua, un hueso
para la inteligencia,
un alfabeto de clave radioactiva,
o telepática, o nuclear,
o una sustancia de amor
para esta extrema ubicación,
25 de abril de 1963, otoño,
en mi casa, hemisferio austral,
aparentemente a la deriva.
Poema El Cuento de Amanda Berenguer
Las mil y una preguntas y propicios contextos (Montevideo, Linardi y Risso, 2005)