El Marco de La Buena Enseñanza MBE

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El Marco de la Buena Enseñanza MBE, fue creado en el 2003 (cuando el Ministro de Educación era

Sergio Bitar), en conjunto con la participaron del Colegio de Profesores y la Asociación Chilena de
Municipalidades. Se trata de un documento que busca detallar las “responsabilidades” que el
docente debe tener en la sala de clases, con la comunidad escolar y también con la administración
del establecimiento. Considerando dentro de sus cuatro dominios, la separación y organización de
dichas responsabilidades de acuerdo a la función central que cumplen:

– Preparación de la Enseñanza

-Creación de un ambiente propicio para el Aprendizaje

-Enseñanza para el Aprendizaje de todos los estudiantes

– Responsabilidades Profesionales.

Estos cuatro dominios se presentan en el contexto de un ciclo denominado enseñanza –


aprendizaje, abarcando desde la planificación de una clase hasta una reflexión evaluativa final,
capaz de hacer al docente cuestionarse si la clase desarrollada cumplió o no con lo que tenía
propuesto.

Ahora bien, lo primero que hay que decir es que éste es un documento demasiado ideal para las
realidades que encontramos a diario en las escuelas de hoy.

Es cierto que la labor del docente es una actividad compleja y debe ser observada con calma, pero
dentro del MBE se detallan quizá muchos procesos que aquél debiera realizar para el mejor
desarrollo de sus clases y de su labor en general dentro de la escuela, procesos que quizás el
docente no esté preparado para cumplir o que simplemente se escapan de las auténticas
posibilidades que están a su alcance. Además, a pesar de presentarse como un documento
totalmente “adaptable” a las realidades de cada una de las escuelas, presenta estructuras rígidas
que hacen totalmente cuestionable este punto, puesto que deja de lado las particularidades de
cada uno de los alumnos que están presentes en las clases, y a las características de cada grupo
curso y por consecuencia de cada escuela. Claramente sería iluso pretender que un marco
regulatorio velara por los intereses de cada persona, entonces ¿es realmente es importante la
creación de estos documentos?

El MBE nos hace idealizar las situaciones que encontraremos en la escuela. Porque más allá de
saber que, por ejemplo, cada clase se debe encontrar planificada, que se deben explicitar
claramente los objetivos y crear los ambientes necesarios, deja totalmente de lado las
eventualidades que se puedan dar dentro del mismo proceso de desarrollo de la clase. Tal vez los
problemas más comunes son que la planificación del proceso de aprendizaje de los alumnos no se
logra cumplir en los tiempos que estipulamos, ya sea por falta de contenidos anteriores o porque
simplemente se debe volver sobre lo ya visto. Si un docente retrocede un poco o altera la
secuencia predeterminada porque lo considera necesario, ¿estará “bien” aún cuando el MBE diga
lo contrario?
Otra interrogante que se puede extraer es si realmente existe una conexión entre el MBE y el
currículum nacional, ya que a pesar de ser un documento que señala que es adaptable a las
realidades presentes, muchas veces los docentes no saben cuál es el hilo conector entre tanto
documento que presenta el Ministerio. Convendría entonces incluir en la formación inicial docente
el estudio y análisis de los distintos parámetros de “calidad” que entrega el Ministerio para no solo
integrarlos, sino para entender que este tipo de documentos están hechos para problematizarlos,
cuestionarlos, criticarlos y adaptarlos. No por nada estudiamos para ser profesionales de la
educación.

Una particularidad sobre este MBE es si sirve o entrega los parámetros necesarios para evaluar a
un docente por su desempeño. En muchas instituciones es la base para la evaluación interna que
se hace a los docentes y muchas veces como estudiantes de pedagogía nos ha tocado, tener como
referente ideal el cumplimiento de los veinte criterios que se presentan. ¿Es un referente a seguir
el docente capaz de integrar todo este conocimiento en su práctica?, y más importante aún,
¿ayuda este marco realmente a mejorar nuestras prácticas? Personalmente no creo que imponer
“buenas prácticas” sin una reflexión importante acerca del proceso sea fructífero.

Hago un llamado a quienes estudiamos educación a resolvernos la siguiente interrogante:


¿tomaremos como referente este marco y lo pondremos en tensión o asumiremos sus postulados
como una ley inalienable? Todo depende del bando que escojamos.

El Marco para La Buena enseñanza, es un instrumento elaborado por los distintos estamentos
involucrados con el Sistema Educacional.

Este tiene como objetivo definir los criterios para un óptimo desempeño del docente en el
marco de la buena enseñanza, a mi parecer, lo encuentro increíble, y creo que si todos los
profesores lograran actuar según los criterios mencionados, la calidad de La Educación Chilena
estaría a niveles de los países más desarrollados.

El marco menciona a los profesionales que se desempeñan en las aulas debiendo ser
educadores comprometidos con la formación de sus estudiantes, reconoce la complejidad de los
procesos de enseñanza y aprendizaje y los variados contextos culturales en que éstos ocurren. Se
busca representar todas las responsabilidades de un profesor en el desarrollo de su trabajo lo que
en gran parte contribuye al éxito de éste con sus alumnos.

Es muy grato ver que en este documento, no se pretende restringir el desempeño docente sino
que esta apuntado al mejoramiento de la enseñanza a través de una guía que les permite enfocar
sus esfuerzos, asumir la riqueza de la profesión docente y en definitiva a potenciar su desarrollo
profesional.

Dentro de este marco para la buena enseñanza se distinguen cuatro dominios, los cuales siguen
el ciclo del proceso educativo, que van desde la planificación y preparación de la enseñanza, la
creación de ambientes propicios para el aprendizaje, la enseñanza propiamente tal, hasta la
evaluación y la reflexión sobre la propia práctica docente, necesaria para retroalimentar y
enriquecer el proceso.

DOMINIO A: Preparación para La Enseñanza

Esta claro que la gran mayoría de los profesores poseen un profundo conocimiento y comprensión
de las disciplinas que enseña, sobre todo si su carrera la sacó en una Universidad en la cual su
carrera estuviera acreditada y su plan de estudio abarque 5 años.

A mi parecer, es importante destacar de este punto, el que las disciplinas no se enseñan al vacío
sino que a alumnos determinados y en contextos específicos, cuyas particularidades deben ser
consideradas al momento de diseñar las actividades de enseñanza, es muy cierto que los docentes
deben estar al tanto con las características de desarrollo correspondientes a la edad de sus
alumnos, sus particularidades culturales y familiares, Misión que es casi imposible considerando
que en promedio un Profesor de enseñanza media tiene 7 cursos con 45 alumnos cada curso, lo
que se traduce en deber conocer 315 realidades distintas; sin tomar en cuenta que generalmente,
dentro de sus contratos de trabajo tienen solo 2 horas de colaboración, es decir 2 horas semanales
para corregir mas de 315 trabajos, tareas y pruebas.

DOMINIO B: Creación de un ambiente propicio para el Aprendizaje

¿El profesor solamente es responsable de crear un ambiente propicio para el aprendizaje?

Es verdad que el docente es el encargado de generar un clima de trabajo agradable, en el cual


tienen lugar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Pero no es el principal responsable cuando
se sabe que la calidad de los aprendizajes de los alumnos depende en gran medida de los
componentes sociales, afectivos y materiales de aprendizaje.
Para ser más específicos, se puede decir que el profesor puede tener la mejor disposición para
enseñar con firmeza y cariño a un grupo de alumnos, pero no tendrá resultados si el grupo que
maneja tiene muchos problemas sociales, afectivos y económicos, más aún cuando están siendo
constantemente bombardeados con negativas influencias televisivas, donde priman los antivalores
(drogas, alcohol, infidelidad, delincuencia, consumismo, materialismo, etc.).

No es posible que el docente en dos horas de clases pueda preocuparse de la asistencia, del
orden, de entregar sus contenidos, de verificar que los niños aprendan y más encima de enseñar
valores.

Lo que sí puede hacer un profesor es motivar a sus estudiantes a luchar, a creer que entre
muchas cosas importantes en la vida, la educación es una de ellas, que ya como esta la sociedad
hoy en día, uno no es nadie sin educación, que gracias a esta no lo van a pasar a llevar nunca y va a
poder optar a mejores oportunidades laborales a futuro; en este sentido el profesor debe exigirles
más a sus alumnos y hacerles ver que todo lo que hace, es por el bien de ellos.

DOMINIO C: Enseñanza para el aprendizaje de todos los estudiantes

Es cierto que es el profesor el responsable de organizar situaciones interesantes y productivas que


aprovechen el tiempo para el aprendizaje de forma efectiva y favorezcan la indagación. Pero
realmente tendrá tiempo el profesor, dentro de todas sus actividades diarias de pensar en crear
situaciones emocionantes para los niños, si como hemos visto, las horas destinadas para planificar
sus clases y corregir trabajos es de dos horas semanales, no está demás decir que en dos horas no
es mucho lo que se puede hacer, y que la gran mayoría de los buenos docentes trabajan en horas
no estipuladas dentro de su contrato para poder planificar y llevar al día sus correcciones de
trabajos, pruebas y tareas, Quitándole así tiempo al docente para dedicarlo a su vida familiar.

Lo que si encuentro coherente dentro de este dominio, es que el profesor de una u otra forma
debe monitorear en forma permanente los aprendizajes, con el fin de retroalimentar sus propias
prácticas, para acomodarlas a las necesidades detectadas en sus alumnos.

DOMINIO D: Responsabilidades Profesionales


Estoy de acuerdo con qué la principal responsabilidad del profesor es contribuir a que todos sus
alumnos aprendan, que tenga un compromiso con el Proyecto Educativo del Establecimiento
donde ejerza y con las Políticas Nacionales de Educación.

Pero creo que muchas veces esto no puede ser posible, si vemos que dentro de los contratos de
trabajo de muchos profesores de Establecimientos Municipales no están las horas suficientes
destinadas para reuniones de departamento, de área y generales.

El Educador debe estar siempre presente en los procesos que viven sus alumnos, cambiando
constantemente sus estrategias de aprendizaje, también debe conocer y relacionarse con las
familias.

Considero que un buen punto a tratar seria, el de educar a las familias, para que contribuyan a
mejorar el futuro de sus hijos.

SÍNTESIS

Como una síntesis del documento del Marco de la Buena Enseñanza, podría decir que estoy de
acuerdo en todos los puntos, mis criticas o comentarios van más bien apuntadas al hecho de que
creo que la mayoría de los Docentes si hace todo lo posible por sacar adelante a sus alumnos,
pero que no se les considera que trabajar tiempo extra y que además de ser un educador también
es un ser que tiene que cumplir con el papel de psicólogo, amigo, padre o madre (dependiendo el
caso),etc. En consecuencia, no se debe atribuir la mala calidad de la educación netamente al
profesor, sino que a sus mal distribuidas horas de trabajo, a la sociedad que cada día genera más
malas influencias en los niños, y por que no nombrar el bajo sueldo que ganan los docentes en
comparación a otros profesionales, siendo que su labor es tanto o más difícil e importante que por
ejemplo la de un Médico o Abogado.

http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=213088

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