Diseno Curricular - Diseno Curricular
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DISEÑO CURRÍCULAR
TABLA DE CONTENIDO
Director de Educación
a Distancia y
Virtualidad
Diseñar currículos que permitan satisfacer las demandas que la sociedad hace a la ins-
titución escolar, demanda de sus agentes el cumplimiento de criterios de calidad que
implican la puesta en escena de competencias profesionales de orden cognitivo, comuni-
cativo, valorativo, tecnológico, entre otros, que aseguren la formación de individuos aptos
para intervenir la dinámica precitada.
Para que su proceso de aprendizaje sea provechoso, se recomienda seguir las siguien-
tes instrucciones:
1.Inicie el proceso haciendo una revisión general del módulo, inspeccionando los
títulos y subtítulos, leyendo la presentación y el resumen de cada unidad, esto con
el fin de tener una visión generalizada de la temática a tratar.
3. Haga una lectura atenta de las unidades, señalando y anotando las ideas centra-
les, los conceptos básicos y sus relaciones.
4. Compare los conceptos emitidos por usted en la sesión Actividad Previa: Trabajo
independiente, con los presentados en el módulo, busque puntos comunes y dife-
rencias. Si es necesario, reelabore las conceptualizaciones.
6. Escriba las dudas e inquietudes para compartirlas con el tutor y demás compañe-
ros en la sesión presencial.
8. Repita estos pasos para las lecturas de cada una de las unidades
El plan de estudios, como componente del currículo, encuentra fundamentos para su or-
ganización en la Ley General de Educación o Ley 115 de 1994, artículo 76 (concepto de
currículo), y en el Decreto reglamentario 1860 de 1994, artículo 33 (criterios para elaborar
el currículo).
En la educación formal, dicho plan debe establecer los objetivos por niveles, grados y
áreas, la metodología, la distribución del tiempo y los criterios de evaluación y adminis-
tración, de acuerdo con el Proyecto Educativo Institucional y con las disposiciones lega-
les vigentes. (Artículo 79 Ley 115 de 1994).
El Proyecto Educativo Institucional y a los criterios para la elaboración del currículo son
definidos según los capítulos III y IV del Decreto 1860/94 y estipulan que en el plan de
estudios se incluyan las áreas del conocimiento definidas como fundamentales y obliga-
torias en los nueve grupos numerados en el artículo 23 de la ley 115 de 1994, así como la
inclusión de áreas o asignaturas optativas que adicionalmente podrá señalar el estable-
cimiento educativo para el logro de los objetivos del Proyecto Educativo Institucional, sin
sobrepasar el 20%. Concretamente, el artículo 14 del Decreto 1860 de 1994 en el numera
5, hace alusión a los planes de estudio y los criterios de evaluación del rendimiento de los
estudiantes como componentes del Proyecto Educativo Institucional (PEI).
1
Concepción de Currículo
Concepción de Currículo
CURRÍCULO DE ANIMALES
C ierta vez, los animales decidieron hacer algo para enfrentar los problemas del “mun-
do nuevo”, y organizaron una escuela. Adoptaron un currículum de actividades con-
sistente en correr, trepar, nadar y volar. Para que fuera más fácil enseñarlo, todos los
14 animales se inscribieron en todas las asignaturas.
La liebre comenzó el curso como el alumno más distinguido en “carrera”, pero sufrió un
colapso nervioso por exceso de trabajo en “natación”.
El águila era un “chico problema” y recibió muchas malas notas en conducta. En el curso
de “trepamiento” superaba a todos los demás en el ejercicio de subir hasta la copa del
árbol, pero se obstinaba en hacerlo a su manera.
15
PRESENTACIÓN
16 PROBLEMA
¿Cuáles son los principios rectores del currículo que han orientado
las decisiones y las prácticas de la institución educativa donde us-
ted trabaja o se formó?
COMPETENCIAS ESPECÍFICAS
17
ACTIVIDAD PREVIA
TRABAJO INDIVIDUAL
yy Elabore un mapa de ideas que contenga sus presaberes acerca de: los conceptos
de currículo o currícula, orígenes del currículo, tendencias del currículo de acuerdo
a las épocas de la historia, y bases o fundamentos del currículo.
TRABAJO GRUPAL
18
1. CONCEPCIÓN DE CURRÍCULO1
José Virgilio Mendo Romero2
Sin embargo, a pesar de la diversidad que se acaba de señalar, existe una característica
común a todo currículo: éste no puede ser analizado aisladamente como algo explicable
por sí mismo sino en estrecha relación con la constelación de los elementos sociocultura- 19
les que se presentan en la historia humana y, fundamentalmente, como resultado de las
políticas educativas de cada país, región o subregión. Claro que hay que indicar, antes
que todo, que decir “historia humana” significa, en el fondo, un eufemismo puesto que
bajo ese manto lo que se hace, por lo general, es revivir, prolongar, reproducir, etc., los
problemas y supuestos básicos de la cultura europeo-occidental, que es muy distinta de
la nuestra original. El currículo resulta así, en este sentido, un círculo que constantemen-
te remite a profundizar los supuestos filosóficos, antropológicos, pedagógicos, socioló-
gicos, etc., que están en la base de dicha cultura europea, occidental y judeo-cristiana,
hundiéndonos cada vez más en dicha cultura, sin atinar a salir de ella, alejándonos cada
vez más de nosotros mismos a medida en que más se profundiza la reflexión y el análisis.
Por eso, lo que se quiere enfatizar aquí, cuando se dice “historia”, es la vigencia de la
cualidad de historicidad y del enfoque histórico consiguiente que tiñen nuestros actos y
pensamientos, y, con ello, la capacidad de disentir, de ser autónomos y de ser nosotros
mismos. Lo que se acaba de expresar no significa, de ninguna manera, un esfuerzo por
retrotraer la historia rechazando in toto lo demás, sino la necesidad de tener un espíritu
crítico que permita la reconstrucción cultural utilizando para ello nuestras propias catego-
rías culturales y muchos de los elementos que precisamente se nos ha impuesto a través
de la historia.
1 http://antroposmoderno.com/antro-version-imprimir.php?id_articulo=1189
2 Doctor en Filosofía por la Universidad de Grenoble, Francia, sociólogo por la UNMSM y pedagogo por la
Universidad Enrique Guzmán Valle, La Cantuta. Además es autor del libro Entre la Utopía y la Vida. Ensayos sobre
Filosofía, Educación y Sociedad y tiene una extensa producción académica sobre educación, aparecida en diversas
revistas especializadas.
Aun cuando el uso moderno (nos referimos a la modernidad europea) del término curricu-
lum (en latín), se remonta ya, según Chiroque (2004:16), al año 1633 en la Universidad
de Glasgow, es recién en 1918 cuando Franklin Bobbit en los Estados Unidos precisa en
su libro: The curriculum, el sentido moderno del término. Bobbit enfatiza el aspecto de las
experiencias –de aprendizaje decimos ahora- que implica el currículo. Más tarde, Ralph
Tyler en 1949 en los Estados Unidos e Hilda Taba en 1962 establecen los fundamentos
del currículo desde el punto de vista de la racionalidad instrumental. Ellos se fijan en la
20 necesidad de establecer cuidadosamente los objetivos como punto inicial de la elabora-
ción curricular, para luego, a partir de allí, proceder por etapas lógicamente consistentes
para alcanzar los objetivos propuestos. Como se puede observar, la noción de currículo
en la época moderna implica, por un lado, poner en alto la intencionalidad con la cual
se elabora el currículo y se desarrollan sus procesos, y, por otro, la organización y sis-
tematización de las experiencias de aprendizaje vividas por el estudiante. Por su parte,
la corriente llamada postmoderna trata de reducir el currículo a su mínima expresión o a
su eventual desaparición, pues deja de lado los problemas de la formación integral del
educando, finalidad tradicionalmente mayor en torno a la cual giraban las discusiones de
los docentes interesados en el tema. Los “postmodernos” sólo tienen como objetivo, en
general, solucionar los problemas de la formación del educando que se presentan a corto
plazo o las urgencias que se presentan en ciertos lugares o épocas. “¡Hic et nunc!”, sería,
al parecer, el lema predominante de los postmodernos.
De esta manera, quedan así históricamente fijadas las dos líneas teóricas básicas que
tratan de explicar la naturaleza del currículo y de dar cuenta de sus consecuencias para
la planificación, organización, implementación y evaluación curricular. 1ª, la considera-
ción del currículo como una instancia de previsión que hacen los docentes respecto de lo
que los estudiantes “deben hacer”, esto es, la previsión de sus “experiencias de aprendi-
zaje”, y, 2ª, esas experiencias mismas vividas por los educandos.
El recordado maestro Walter Peñaloza (2000: 3-8) declara: “el currículum es el primer
nivel de concreción de la concepción de educación”, y a continuación sostiene que dicho
currículo consiste en la previsión de los aspectos más generales de la labor educativa,
sobre todo de la concepción de la estructura curricular “integral” y del enfoque metodo-
lógico que la sostiene. La manera cómo aprenden los estudiantes, el uso de materiales
educativos, las diversas formas de evaluación que se emplean, eso, afirma tajantemente
Peñaloza, “no forma parte del currículum”, sino de la “tecnología educativa”. Aquí, en
las palabras de Peñaloza, se muestra con toda nitidez la concepción de currículo como 21
previsión y en su obra ya citada: El currículo integral, el Dr. Peñaloza ha sabido obtener,
con una extraordinaria lucidez y con una lógica “impecable e implacable”, todas las con-
secuencias pedagógicas de su posición. Sin embargo, aparte de las cualidades y de los
méritos de la posición del Dr. Peñaloza en el tema del currículo, su posición es, a nuestro
criterio, racionalista, pues de la concepción de educación se desprende la de currículo
y de ésta, en base al concepto de “integralidad” como teoría pedagógica del hombre, se
tiene la concepción de estructura curricular, etc., de lo cual resulta que lo que general-
mente se denomina “desarrollo curricular” o “ejecución curricular” son fundamentalmente
“derivaciones pedagógicas” como dicen los mexicanos, es decir, la práctica curricular
considerada solamente como aplicación y no también como generadora de teoría.
por el contrario, los estudiantes, antes de comenzar sus estudios, se pregunten ¿qué es
lo que vamos a estudiar?, ¿qué puntos son más importantes?, ¿cómo vamos a formular
y estructurar un currículo?, etc., ello es absurdo, anarquista y destructivo. Se trata no de
desconocer los avances culturales de la humanidad, sino de ejercer un pensamiento crí-
tico respecto de estos avances.
Es preciso señalar previamente que la segunda gran línea de investigación a la cual aca-
bamos de referirnos: la concepción de currículo como el conjunto de experiencias que
debe asimilar el alumno durante su recorrido por la escuela (entendida “escuela” desde
el parvulario hasta la Universidad), aparece conjuntamente con las concepciones “acti-
vistas” e individualistas de educación, desde Claparède, Decroly y Montessori hasta John
Dewey, Carl Rogers y Jean Piaget, autores que a su vez sólo se explican en función del
desarrollo y consolidación de las sociedades industrial-capitalistas en Europa y en Norte-
américa y, consecuentemente, en función de la propagación de la ideología individualista
y neoliberal, acentuada actualmente con la globalización.
Una explicación reduccionista de currículo, puesto que considera a éste en función úni-
camente del proceso de aprendizaje y, al mismo tiempo, visualiza al aprendizaje como el
único aspecto en el cual se agota la práctica educativa. “A la escuela se va a estudiar y a
aprender (conocimientos)”, podría ser el slogan que sintetiza esta posición.
Una posición empirista (el activismo pedagógico), que enfatiza el papel del educando
en desmedro del papel del docente en la práctica educativa y en desmedro también de
las políticas educativas y de la influencia sociocultural del entorno social. La concepción
empirista hace, extrañamente, alianza con las concepciones racionalistas. Estas dos po-
siciones coinciden en enfatizar el acatamiento a partir de “verdades” establecidas defi-
nitivamente, e impiden, en último término, la intervención de los docentes como sujetos
autónomos, en su propia práctica educativa, confinándolos al papel de solamente objetos
de educación y no en sujetos de la educación que ellos mismos realizan.
Una falta de esclarecimiento respecto a qué clase de aprendizajes se refiere a esas ex-
periencias, dejando entrever que los aprendizajes se producen solamente como apren-
dizajes de conocimientos, con lo cual se afianza el cognoscitivismo contra el cual luchó,
infructuosamente hasta ahora, el doctor Walter Peñaloza. Se privilegia la teoría sobre la 23
práctica y se afianza el teoricismo.
Una unilateralidad respecto de lo que se entiende por práctica educativa, pues la reduce
solamente a los procesos de “experiencias vividas de aprendizaje” por los estudiantes,
desconociendo las “experiencias vividas de enseñanza” por los docentes: se descuida
así el papel de estos últimos como desencadenantes de la práctica educativa y se des-
cuida también la dialéctica entre enseñanza y aprendizaje. Paulo Freire insistía en que la
educación supone una sociedad y relaciones sociales y que el enseñar implica también
el aprender, y el aprender se da solamente en condiciones del enseñar. El currículo
comprende tanto las experiencias de aprendizaje como las de enseñanza, tanto la
actividad de los docentes como la de los alumnos, actividades que se encuentran
en constante cambio e interacción, en constante proceso de estructuración y des-
estructuración permanentes.
Algunas preguntas que podrían ayudar a revelar ese carácter social del currículo podrían
ser las siguientes: ¿cómo se da la relación entre previsión y ejecución, entre teoría y
práctica curriculares? O, en otras palabras ¿el desarrollo de la práctica imprime también
las formas de desarrollo de la previsión o ésta es un molde del cual se espera la obe-
diencia ciega? Desde el punto de vista sociocultural, se considera que el currículo está
constituido por el desarrollo de un conjunto de relaciones sociales específicas: las rela-
ciones sociales de educación, y, por tanto, es una construcción histórica teórico-práctica
producto fundamentalmente de los dos sujetos principales de la educación: los docentes
y los educandos.
En esta relación, los docentes son los que imprimen la orientación al proceso, pero los
educandos son los que determinan la posibilidad y la pertinencia social, teórica y cog-
noscitiva de dicha orientación. Esta puntualización es básica porque significa en última
instancia, la “línea demarcatoria” entre, por un lado, una posición psicologista, individua-
lista, que viene infiltrada en la educación desde hace ya un siglo, desde los lejanos días
de la Escuela Activa, una posición que hace énfasis en el aprendizaje dejando de lado la
enseñanza, y, por otro lado, una posición social, que reconoce el papel activo, principal,
de la enseñanza en un proceso en el que la enseñanza no puede darse independiente-
mente del aprendizaje, y viceversa, ni el aprendizaje sin la enseñanza. En este sentido,
el currículum es un instrumento de trabajo de los docentes, no de los alumnos; esto no
quiere decir que los educandos permanezcan al margen y sin ninguna intervención en su
24 proceso de formación, sino todo lo contrario, pero los que planifican, programan y dirigen
en la medida de sus posibilidades, el proceso de formación son los docentes y no los
educandos. Los docentes están en la obligación de asumir esa dirección como “hege-
monía moral”, y con una actitud y un liderazgo democrático para permitir y estimular en
los alumnos el asumir la planificación, programación, sistematización, dosificación de los
contenidos curriculares así como también asumir la dirección y el control de sus apren-
dizajes. Pensar que los educandos son los que dirigen su aprendizaje por si solos, sin la
ayuda inicial de los docentes, significa no sólo un voluntarismo o una pura fantasía, sino
también asumir un “populismo educativo”, practicando un pensamiento antihistórico que
hace, como dice el historiador francés Jean Chesnaux, “tabla rasa del pasado”, esto es,
de toda la historia cultural de la humanidad, olvidar el avance en las ciencias y humani-
dades, avance el cual está “hecho” y “dado” objetivamente y del cual hay que aprender y
asimilar crítica y creadoramente.
se trata de explicar las formas de inserción histórica del currículo en una formación social
determinada, la que a su vez es un proceso histórico ininterrumpido. En esta totalidad
mayor, en la que el elemento articulador es el poder, el movimiento de la contextualiza-
ción pone el currículo en relación con los mecanismos del poder, más precisamente con
los elementos de representación que expresan el statu-quo de una sociedad concreta.
Esto no quiere decir que las relaciones de poder y específicamente las de saber-poder,
se presenten únicamente en el proceso de contextualización y no también a lo largo de
todo el proceso que, desde el mismo currículo, se le ha definido y lo hemos definido como
“educación” o “formación” de las nuevas generaciones.
La intersección o el nudo entre estas dos clases de procesos: los de carácter social y
cultural, y los que corresponden a la formación de la personalidad, constituye la esencia,
se puede decir, del currículo; éste comprende los procesos pedagógicos que posibilitan
esa formación. De un modo más preciso, las interrelaciones entre estos dos grandes
procesos conducen a considerar el currículo como un espacio teórico o lugar social de
mediación de carácter pedagógico que se coloca entre uno y otro polo, espacio a través
del cual la cultura externa objetiva se convierte en cultura interna subjetivada, asimilada
o aprendida (Mendo, 2007). La mediación es aquello que posibilita que lo “externo” se
convierta en “interno”, que el mundo macro social se convierta en el mundo micro social
(Vygotski, 1995), de lo que se deduce que el campo principal en el que se ejerce la me-
diación es el currículo. Los contenidos curriculares, que señalan lo que el educando debe
aprender para lograr lo que el sistema de educación formal estima es su formación inte-
gral, son los que materializan y hacen posible la mediación curricular. Estos contenidos
comprenden las experiencias de aprendizaje –y de enseñanza- de conocimientos pero
también las de orden volitivo, afectivo, emocional, ético y valórico.
Aunque gran parte de los fundamentos del currículo están escritos grosso modo en las
páginas que anteceden, en lo que sigue haremos unas breves indicaciones evitando en
lo posible repetir.
1.7.1. Filosóficos
e. Se hace cada vez más mayor la influencia de una racionalidad o pensamiento instru-
mental, para el que el problema fundamental reside en escoger los medios más idóneos
para obtener resultados prefijados, dejando de lado los aspectos éticos y valorativos
implicados en el escogimiento, generación y desarrollo de esos medios, estos supuestos
éticos y valorativos son precisamente la razón de ser de la educación.
1.7.2. Socioculturales
b. Por otro lado, la formación profesional docente está orientada hacia los sectores ur-
banos, y, más estrictamente, hacia los sectores urbanos medios y altos. Se hace omisión
de la problemática educativa de las zonas urbanos-marginales, y, por supuesto, de un
verdadero enfoque para la educación en los sectores urbanos marginales. Las grandes
masas de la población rural y, en general, provinciana rural, de raigambre andina, están
olvidadas por el currículo oficial de formación docente. Para éste, no hay pobreza en
todos los significados económicos, sociales y culturales de este término, no existe falta
de posibilidades de actualización pedagógica, etc. Falta construir en nuestro país, una
pedagogía para esos sectores rurales y urbano-marginales.
c. El currículo es una de las formas -la forma pedagógica- de cómo se materializa el po-
der, poder entendido no solamente como el referido al Estado sino el que se presenta en
toda agrupación humana. La forma específica de cómo se ejercita el poder le llamamos
política, y la política curricular es la forma cómo llevar a cabo una propuesta curricular.
De este modo, el problema principal de todo currículo, desde el punto de vista social, es
el de la definición de quién tiene el poder, es decir, el control de la política curricular. Una
propuesta curricular realmente seria está orientada a convertir a los docentes y a los edu-
candos en sujetos de su propia educación, es decir, orientada a cómo los sujetos de la
educación, docentes y alumnos, pueden tener la autonomía y la capacidad para conducir
ellos mismos su teoría y su práctica respecto de su propia formación.
d. En efecto, lograr sujetos autónomos, es decir, con capacidad de decidir, sujetos re-
flexivos, con capacidad de pensamiento crítico, sujetos con capacidad de investigación
para conocer y actuar sobre la realidad, sujetos con conciencia social, es decir, sujetos
con capacidad para desarrollar la organización social y ejercer el liderazgo, comprometi-
dos con la transformación social y con una definición de valores humanos los más altos
posibles, esa es una característica de una propuesta educativa verdadera.
1.7.3. Pedagógicos
b. Últimamente, en las políticas gubernamentales del país, está adquiriendo una impor-
tancia cada vez mayor lo que se viene llamando “cultura de la evaluación”, la misma que
tiene más de imposición, de punición, de castigo y de desprecio por la educación, que de
una evaluación entendida como balance, como crítica y autocrítica para el perfecciona-
miento del ser humano en todas sus dimensiones humanas.
Ejercicio de aplicación
Reconozca cuáles son los principios rectores del currículo, ya sean los postulados éticos
o filosóficos fundamentales que han orientado las decisiones y las prácticas de la institu-
ción educativa donde usted trabaja o se formó.
Apóyese en el siguiente organizador gráfico para realizar la actividad de aplicación.
30
LECTURA SUGERIDA
yy Meza Morales, Jorge Luis. Diseño y desarrollo curricular. Red Tercer Milenio. Méji-
co, 2012.
31
AUTOEVALUACIÓN
A continuación se presentan unas preguntas para que el estudiante las responda a ma-
nera de autoevaluación y así realice una valoración de los conocimientos adquiridos en
el estudio de la unidad:
figura 1.
El esquema de una base de datos (en inglés, Database Schema) describe la estructura
de una Base de datos, en un lenguaje formal soportado por un Sistema administrador de
Base de datos (DBMS). En una Base de datos Relacional, el Esquema define sus tablas,
sus campos en cada tabla y las relaciones entre cada campo y cada tabla.
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
34
PRESENTACIÓN
36
PROBLEMA
COMPETENCIAS ESPECÍFICAS
37
ACTIVIDAD PREVIA
Trabajo Independiente
Trabajo grupal
38
Mafalda Abarca
Este artículo tiene como finalidad presentar el marco contextual sobre el cual opera la
Planificación del Proceso Enseñanza Aprendizaje y visualizar las distintas concepciones
curriculares que subyacen ante cada decisión educativa.
El profesor de aula es quien en última instancia toma las decisiones más importantes:
–¿Qué aprenderán?, ¿Cómo aprenderán sus alumnos?– Luego, verifica dichos resulta-
dos. Estas decisiones llevan consigo una visión de hombre, poseen una pre imagen de
un «debe ser», lo que le da forma y contenidos a todas y cada una de las actividades
que se realicen con los alumnos. Es el profesor quien relaciona y selecciona los cono- 39
cimientos y factores necesarios para producir el aprendizaje y conforme a determinados
propósitos. (Vea el diagrama «Niveles de Decisión de la Planificación Educativa» en
página final).
Por la importancia que reviste toda decisión tomada por el docente, se hace necesario
que tenga presente y considere en el momento de tomar decisiones sobre los objetivos,
las distintas concepciones curriculares o posibles enfoques del proceso educativo.
Uno de los intentos más interesantes y sistemáticos por conceptualizar las distintas con-
cepciones curriculares, ha sido presentado en el año 1974 por Elliot Eisner y Elizabeth
Ballance en su obra -Conflicting Conceptions of Curriculum».
3 http://www.slideshare.net/fredyorlandog/concepciones-curriculares-7432381
Dado que la escuela no puede pretender enseñarlo todo, su función legítima, que es la
«transmisión cultural», específicamente está dirigida a cultivar el intelecto del niño, pro-
veyéndolo de las oportunidades para adquirir los grandes productos de la inteligencia
humana, reconocida universalmente como la «herencia cultural», acumulada y reactuali-
zada a través del tiempo histórico social y representada por la mayoría de las disciplinas
ya probadas, clásicas y modernas: la filosofía, las lenguas, las ciencias, el arte, la técnica,
la religión, la moral, etc.
En consecuencia, lo que prioritariamente importa son, los qué, los contenidos culturales
sistematizados que son peculiares, los conocimientos organizados en torno a disciplinas
definidas y que, a nivel del plan de estudios de una escuela, toman el nombre de -asig-
naturas- o «especialidades».
Según esta perspectiva, el curriculum deberá dar auge y categoría a tales disciplinas
clásicas, a través de las cuales el hombre investiga y organiza el producto cultural acu-
mulado, proporcionando con ello «conceptos y criterios significativos» y, a través de los
cuales, el pensamiento humano avanza y va obteniendo mayor precisión, generalidad y
poder. Se trata de garantizar la actividad intelectual en su expresión óptima: <educarse»
significa ser capaz de leer y entender las obras producidas por ellas y adquirir su cono-
cimiento. De otra parte, se piensa que al diseñar un currículo que incluya «aprendizajes
El racionalismo académico se prolongó por siglos sin reconocer la crucial diferencia exis-
tente entre las «estructuras lógicas» y las «estructuras psicológicas» del contenido, que 41
desde hacía mucho tiempo John Dewey había postulado discriminar, cambio sustancial
que hoy día acepta dentro de su nueva orientación en la estructura del conocimiento, del
reconocimiento de sus fuentes e implicaciones esenciales.
Este enfoque importante constituye un proceso orientador que define la acción curricular
en dos sentidos claves, a) precisar los objetivos o metas de la instrucción (enseñanza)
con la disposición de un repertorio de destrezas intelectuales relevantes, desligadas del
contenido mismo y posibles de ejecutar en una diversidad de situaciones, y b) discernir a
la vez el proceso a través del cual ocurre el aprendizaje en la sala de clases, sus etapas
y características fundamentales.
La educación está referida aquí a la dinámica del aprendizaje y, como tal, esta concep-
tualización de instrucción es abierta y está orientada en un sentido de crecimiento del
sujeto, puesto que no se compromete con contenido determinado alguno y es «neutral»
respecto a las metas educacionales. Por ello, concibe al estudiante como un elemento
Según este enfoque, el <sujeto-alumno> aporta por sí mismo datos importantes para es-
tablecer los procesos intelectuales (habilidades, estrategias y destrezas cognoscitivas) y
el <curriculum> estructura el ambiente adecuado para el desarrollo de dichos procesos.
Tomando como punto central de mira el quién (sujeto base de la educación), procura
atender equilibradamente desde esa perspectiva tanto el qué como el cómo: es así como
le preocupa bastante lo qué se enseña en la escuela al considera la instrucción como
Conjuga en sí la dimensión funcional con la finalista del curriculum, puesto que, junto
con enfatizar el crecimiento personal y el curriculum como experiencia integradora en sí
(cabal, completa, consumatoria), considera la posibilidad del cambio, en virtud de que la
dinámica de la integración y autonomía personal está implícitamente expuesta a la acción
de factores adversos provenientes del ambiente social (posición reformista). La educa-
ción está llamada así a cumplir una gran tarea: la instrucción a través del curriculum,
debe abarcar totalmente la vida del niño, constituyéndose aquél como contenido vital del
proceso liberador, en un fin en sí mismo; de otra parte, siendo la educación una etapa del
proceso vital, debe proveer a la vez el contenido y las herramientas indispensables para
el descubrimiento personal ulterior (sentido propedéutico).
El lenguaje de sus autores es amplio y coherente, emparentado con el lenguaje del hu-
manismo, del existencialismo y de la psicología existencial; todos ellos conciben la edu-
cación como una fuerza vitalizadora de síntesis, como una experiencia total, que respon-
de a las necesidades individuales de crecimiento y de realización humana plena (relación
interdependiente de los planos cognoscitivo – afectivo y motriz).
45
Esta concepción, en definitiva, promueve como curriculum un proceso liberador del suje-
to, enfatizando en el crecimiento personal auténtico: el alumno se desenvuelve así como
un investigador nato, como un ser dinámico que crece, se desarrolla y se perfecciona, en
función de sus necesidades e intereses propios. En tal perspectiva, el profesor se consti-
tuye en un artífice que guía al niño o al joven a descubrir cosas por sí mismo, por lo cual
estimula la iniciativa y creatividad de éste y le sugiere diversas oportunidades y formas de
aprendizaje personalizado. Las necesidades individuales priman sobre las necesidades
sociales.
Según esta concepción, el <proceso educativo> debe proveer al sujeto las herramientas
y experiencias directas para su integración y autonomía personal.
debería ser» (=<lo ideal>). De esta manera, ella se constituye, como centro instruccio-
nal, en la «llave maestra» de la formación humana por intermedio de la cual la sociedad
puede cambiarse a sí misma y proyectarse dinámicamente.
Dentro de este planteamiento general, pueden observarse dos expresiones bien defini-
das: a) una, centrada en el presente y, en consecuencia, adaptativa,- b) la otra; centrada
en el futuro y, por consiguiente reformista. Ambos lineamientos utilizan, como supuesto,
un modelo psicológico-lógico, de corte «psicosocial», que concibe, como interrelaciona-
dor, el desarrollo individual y las características del entorno social, estableciéndose entre
ambos un estrecho nexo individuo-sociedad (ajuste adecuado):
La primera corriente, interpreta las metas sociales del cambio como una coyuntiva his-
tórico actual para el desarrollo personal: visualiza los grandes cambios ocurrentes en la
sociedad y postula que el curriculum procure los mecanismos y recursos fundamentales,
para que el sujeto se acondicione al mundo cambiante y perdure en él; afianza lo indivi-
dual y propicia un curriculum operante y efectivo para que aquél logre adecuarse y funcio-
nar en forma satisfactoria en tal dinámica social existente (Restauración Social).
El vértice común entre estas corrientes internas es, sin lugar a dudas, la consideración
del currículum como el medio a través del cual los estudiantes aprenden a vincularse
con las metas sociales de su comunidad, para emprender su consecución efectiva en el
tiempo.
El Curriculum, en general, se concibe como el medio, a través del cual los estudiantes
aprenden a enfrentar los asuntos y metas sociales: busca capacitar al hombre para man-
tenerse y funcionar con eficiencia en un mundo de rápido cambio.
Según este enfoque, el Curriculum es el medio formativo que provee al sujeto las he-
rramientas necesarias para adaptarse al cambio socio-cultural y también para orientarlo
activamente.
48
nes Curriculares”.
Su mira no está puesta tanto en el niño que aprende ni en la relación de éste con los
materiales mismos, sino en los problemas prácticos que se plantean al ordenarlos efi-
cientemente y presentarlos al sujeto: por consiguiente, no considera propiamente la indi-
vidualidad del que aprende ni el contenido cultural que define la experiencia curricular; el
tecnólogo educacional pretende desarrollar un sistema de realización libre, neutralmente
valórico. 49
El curriculista tecnólogo emplea habitualmente el lenguaje de la producción, nítidamente
emparentado con el específicamente usado en los sistemas industriales y contables, y en
el análisis de sistema. Su lenguaje intenta ser tan eficiente como el sistema que, preten-
de aplicar: preciso, breve, secuencialmente lógico, directo y práctico.
seados. El rol activo del, profesor se traduce preferentemente en saber organizar los
materiales con anterioridad a la- clase, distribuyéndolos adecuadamente y controlando
su acción.
50
51
Lectura sugerida:
AUTOEVALUACIÓN
52
BIBLIOGRAFIA UTILIZADA
53
3
El Diseño Curricular: Sus Tareas, Componentes
y Niveles
El diseño curricular: sus tareas, componentes y niveles
PRESENTACIÓN
56
PROBLEMA
COMPETENCIAS ESPECÍFICAS
57
ACTIVIDAD PREVIA:
Trabajo Independiente
yy Consulte las tareas, componentes y niveles que se siguen en una institución edu-
cativa de su localidad, durante la etapa de diseño curricular. Así mismo, cómo se
evalúa el currículo en la misma.
Trabajo grupal
58
El diseño curricular puede entenderse como una dimensión del curriculum que revela la
metodología, las acciones y el resultado del diagnóstico, modelación, estructuración, y
organización de los proyectos curriculares. Prescribe una concepción educativa deter- 59
minada que al ejecutarse pretende solucionar problemas y satisfacer necesidades y en
su evaluación posibilita el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje.
No siempre en la literatura revisada quedan bien delimitadas las tareas del diseño como
dimensión del currículum, sin embargo es posible apreciar en la mayoría de los modelos,
especialmente de los últimos 30 años, la necesidad de un momento de diagnóstico de ne-
cesidades y un momento de elaboración donde lo que más se refleja es la determinación
del perfil del egresado y la conformación del plan de estudio (Arnaz, 1981. Frida Díaz
Barriga,1996).
4 http://www.buenastareas.com/ensayos/El-Dise%C3%B1o-Curricular-Sus-Tareas-Componentes/27164552.html.
Hay un predominio del tratamiento de tareas del currículum sin precisar la dimensión del
diseño curricular y de la explicación de su contenido para el nivel macro de concreción
curricular y especialmente para la educación superior que es donde ha alcanzado
mayor desarrollo esta materia.
Una de las concepciones más completas sobre fases y tareas del currículum es la
de Rita M. Álvarez de Zayas (1995), de la cual se parte en este trabajo para hacer una
propuesta, que se distingue de la anterior primero, en que precisa las tareas para la di-
mensión de diseño; segundo, hace una integración de fases que orienta con más claridad
el contenido de las tareas y el resultado que debe quedar de las mismas; tercero, se pre-
cisa más la denominación de las tareas; y cuarto, el contenido de las tareas se refleja en
unos términos que permite ser aplicado a cualquier nivel de enseñanza y de concreción
del diseño curricular.
Esta consiste en el estudio del marco teórico, es decir, las posiciones y tendencias exis-
tentes en los referentes filosóficos, sociológicos, epistemológicos, psicológicos, pedagó-
gicos y didácticos que influyen en los fundamentos de la posible concepción curricular,
sobre las cuales se va a diseñar el currículum. Es un momento de estudio y preparación
del diseñador en el plano teórico para poder enfrentar la tarea de explorar la práctica
educativa. El estudio de las bases y fundamentos le permite establecer indicadores
para diagnosticar la práctica. El contenido de esta tarea permite la realización de la ex-
ploración de la realidad para determinar el contexto y situación existente en las diferentes
fuentes curriculares.
El resultado de esta tarea debe quedar plasmado en una breve caracterización de la si-
tuación explorada y los problemas y necesidades a resolver.
yy Necesidades sociales.
Estos elementos deben quedar expresados de forma integrada en objetivos para cual-
quiera de los niveles que se diseña. Por la importancia que tiene la determinación del per-
fil del egresado y la concepción de los planes de estudio para el resto de la modelación
se amplía sobre su teoría y metodología al final de este capítulo.
La modelación del currículum incluye una tarea de mucha importancia para el proceso
curricular y es la determinación de los contenidos necesarios para alcanzar los objetivos
terminales. Se entiende por determinación de contenidos la selección de los conocimien-
tos, habilidades y cualidades que deben quedar expresados en programas de módulos,
disciplinas, asignaturas, programas directores, componentes, de acuerdo al criterio de
estructuración que se asuma y el tipo de currículum adoptado, precisados al nivel que se
62 está diseñando.
El resultado de esta tarea debe quedar plasmado en documentos en los que están de-
finidas las posiciones de partida en el plano de la caracterización del currículum del
nivel que se trate; los objetivos a alcanzar; la relación de los conocimientos, habilidades,
cualidades organizados en programas o planes de acuerdo a la estructura curricular que
se asuma, del nivel de que se trate y de lo que se esté diseñando; y las orientaciones
Por la importancia que posee el plan de estudios respecto a esta tarea, se incluye al final
del capítulo una explicación de las características de este documento del currículum.
Esta tarea consiste en prever todas las medidas para garantizar la puesta en práctica del
proyecto curricular. Es determinante dentro de esta tarea la preparación de los sujetos
que van a desarrollar el proyecto, en la comprensión de la concepción, en el dominio de 63
los niveles superiores del diseño y del propio y en la creación de condiciones. La prepa-
ración del personal pedagógico se realiza de forma individual y colectiva y es muy impor-
tante el nivel de coordinación de los integrantes de colectivos de asignatura, disciplina,
año, grado, nivel, carrera, institucional, territorial, etc., para alcanzar niveles de integra-
ción hacia el logro de los objetivos. Este trabajo tiene en el centro al alumno para diag-
nosticar su desarrollo, sus avances, limitaciones, necesidades, intereses, etc., y sobre su
base diseñar acciones integradas entre los miembros de los colectivos pedagógicos que
sean coherentes y sistemáticas.
En todos los niveles y para todos los componentes del proyecto curricular se diseña la
evaluación que debe de partir de objetivos terminales y establecer indicadores e instru-
mentos que permitan validar a través de diferentes vías, la efectividad de la puesta en
práctica del proyecto curricular de cada uno de los niveles, componentes y factores.
El criterio asumido en esta teoría acerca de asumir el diseño curricular como una di-
mensión del currículum y no como una etapa y definir en su metodología tareas, permite
comprender que su acción es permanente y que se desarrolla como proceso en el mismo
tiempo y espacio del resto de las dimensiones, reconociendo que hay tareas del mismo
que pueden responder a otras dimensiones como las de desarrollo y evaluación, no obs-
tante hay tareas que por sus resultados deben preceder en el tiempo a otras para lograr
una coherencia en el proceso curricular.
64
La estructuración por niveles, es coherente con la consideración de un currículo abierto
en lo que las administraciones educativas definan aspectos prescriptivos mínimos, que
permitan una concreción del diseño curricular a diferentes contextos, realidades y nece-
sidades.
otros aspectos los principios y fines del establecimiento, los recursos docentes y didác-
ticos disponibles y necesarios, la estrategia pedagógica, el reglamento para docentes y
estudiantes y el sistema de gestión. El mismo debe responder a situaciones y necesida-
des de los educandos de la comunidad educativa de la región y del país, el mismo debe
caracterizarse por ser concreto, factible y evaluable. Un análisis teórico profundo en este
sentido se realiza por Del Carmen y Zabala en la obra citada, donde se analiza la concep-
ción del proyecto educativo de centro (donde se explícitan las posiciones y tendencias
en los referentes filosóficos, sociológicos, epistemológicos, psicológicos y didácticos que
influyen en los fundamentos de la posible concepción curricular sobre las cuales se va
diseñar el curriculum) y el proyecto curricular de centro (definido como "el conjunto de
decisiones articuladas compartidas por el equipo docente de un centro educativo, ten-
dente a dotar de mayor coherencia su actuación, concretando el Diseño Curricular Base
en propuestas globales de intervención didáctica, adecuadas a su contexto específico").
El tercer nivel de concreción del diseño curricular es el Nivel Micro, conocido por al-
gunos autores como programación de aula. En él se determinan los objetivos didácticos,
contenidos, actividades de desarrollo, actividades de evaluación y metodología de cada
área que se materializará en el aula. Entre los documentos que se confeccionan están los
planes anuales, unidades didácticas y los planes de clases.
El término "Perfil del Egresado", tiene una gran difusión en la actualidad en el ámbito de
la educación en todos los niveles, sectores y modalidades. El hecho de determinar los
límites y llegar a una definición de una profesión o de lo que se espera del egresado en
un nivel determinado de la enseñanza, conduce a la conceptualización del perfil.
"Descripción de las características principales que deberán tener los educandos como
resultado de haber transitado por un determinado sistema de enseñanza-aprendizaje".
(Arnaz, J., La planeación curricular. Trillas Mexico 1996).
66
"Es la descripción del profesional de la manera más objetiva a partir de sus caracterís-
ticas". (Mercado O, Martínez L, y Ram¡rez C. Una aportación al perfil profesional del
psicólogo).
"Lo componen tanto los conocimientos y habilidades como las actitudes. Todo esto de-
finido operacionalmente delimita un ejercicio profesional ".(Díaz Barriga A., Alcance y
limitaciones de la metodología para la realización de planes de estudio. En Frida Díaz
Barriga. Metodología de diseño curricular para la educación superior. Trillas, 1996).
6. Desarrollo del perfil a partir de integrar necesidades sociales, nivel a alcanzar por las
disciplinas, tareas y características poblacionales.
yy Especificar las áreas del conocimiento en las cuales deberá adquirir dominio.
yy Especificación de las habilidades que debe desarrollar desde el punto de vista teó-
rico y práctico y que permitirá su desempeño.
A estas características debemos agregar que todo perfil debe garantizar la educación
permanente y la formación recurrente y principios básicos que la complementan tales
como:
Estabilidad: Preparación para transitar por diferentes situaciones producto de los cam-
bios y transformaciones sin apartarse de los objetivos.
Todas las características y principios señalados contribuyen a elevar los niveles de des-
empeño y por consiguiente la proyección hacia el futuro en el perfil del egresado.
Una vez que el perfil se ha estructurado necesita ser ejecutado y validado. Este se crea
para darle solución a una serie de necesidades que la práctica plantea, por lo cual parte
de un objeto que se relaciona con uno o más problemas, que son los que crean las nece-
sidades señaladas. Pero estas cambian con el transcurso del tiempo, las disciplinas se
transforman, el mercado ocupacional se modifica y las actividades profesionales varían.
Para lograr los objetivos del perfil del egresado debe pasarse a una nueva etapa de or-
ganización y estructuración curricular, que incluye:
"El total de experiencias de enseñanza-aprendizaje que deben ser cursados durante una
carrera e involucran la especificación del conjunto de contenidos seleccionados para lo-
grar ciertos objetivos, así como para estructurar y organizar la manera en que deben ser
abordados dichos contenidos, su importancia relativa y el tiempo previsto para su apren-
dizaje ". (Arnaz J., 1981 En Frida Díaz Barriga OB CIT).
optativas con sus respectivas asignaturas que forman parte del currículo de los estable-
cimientos educativos". (Ley 115 Feb 1984. Colombia).
En general puede llegarse a la conclusión que el plan de estudio brinda información so-
bre:
69
yy Lo que ha de aprender el educando durante todo el proceso concreto de enseñan-
za-aprendizaje.
Todos los elementos a tener en cuenta en su elaboración mantienen relación con el perfil
y entre los más importantes pueden señalarse
Resulta de vital importancia organizar de manera lógica los pasos para la estructuración
de un plan de estudios, o sea, que debe existir coherencia y un análisis cauteloso en las
decisiones que se van tomando.
Para las instituciones educativas que tienen que elaborar planes de estudio, la estructu-
ración por asignaturas es más fácil para el control administrativo, en ello influye la tradi-
ción y en general la falta de experiencia, para asimilar otras modalidades.
Sin embargo la estructuración por asignaturas ha sido criticada y varias son las razones:
70 3. Gasto innecesario de energía psíquica por parte de maestros y alumnos como conse-
cuencia de la excesiva atomización de contenidos.
A pesar de que esta concepción, tiende a contemplar los nexos externos de las asigna-
turas y disciplinas y su evaluación esencialmente es en términos de cantidad, no es in-
dispensable hacer desaparecer este tipo de organización, lo que si resulta imprescindible
es enseñar las asignaturas y disciplinas en función de sus propias relaciones dinámicas
y vinculadas a los problemas sociales, lo cual contribuirá a visualizar los peligros de una
cultura fragmentada y sentar las bases de un pensamiento interdisciplinario.
b) Plan Modular: es una concepción del plan de estudios que integra las diferentes
disciplinas a partir de centrarse en relación a la solución de problemas (objeto de trans-
formación).
Aquí el desarrollo de los programas de estudio debe estar en función del pensamiento
crítico y no simplemente en función de la estructura lógica de las disciplinas el plan de
estudios, el punto de referencia será el propio proceso de actividad del futuro egresado
dentro del contexto y no los contenidos, formas o modelos de disciplinas.
yy Elimina las motivaciones artificiales, pues se trabaja con la realidad que es de por
sí estimulante.
Sin embargo hay también elementos que constituyen focos de preocupación en este
enfoque:
yy Es también un peligro que los cursos se conviertan en una revisión pasiva de ge-
neralización que ofrecen pocas oportunidades para la investigación, o sea, que
buscando profundidad se logre incrementar la superficialidad.
C) Plan Mixto: Está formado por la combinación de un tronco común que cursan todos
los alumnos al principio de una carrera y un conjunto de especializaciones que el alumno
elige una. Comparte características de los dos tipos de planes y permite al alumno espe-
cializarse en un área más particular dentro de una disciplina o profesión. La viabilidad y
conveniencia de este tipo de plan tiene que determinarse de acuerdo con criterios socia-
les, económicos, de mercado de trabajo, de recursos, etc.
Hay otras propuestas teóricas para organizar el plan de estudio, por ejemplo, Susana
Sabath entre otros, propone la distribución por asignaturas; por áreas (que se refiere a
contenidos que provienen de diferentes disciplinas, relacionados entre si para facilitar
Cualquiera que sea la estructuración del plan de estudio, la práctica pedagógica es la que
evidencia las contradicciones, lagunas y aciertos del plan de estudio y la propia práctica
permite un proceso de evaluación constante de sus resultados. Hay elementos que tie-
nen que ver con su esencia misma como son:
yy La integración lograda
yy Resultados académicos
la Educación.
Esta posición permite percatarnos de que cuando relacionamos las dimensiones, el au-
toperfeccionamiento constituye uno de los núcleos básicos del desempeño profesional,
porque opera sobre la esfera de la regulación, las significaciones, los motivos, las ne- 73
cesidades de tomas de decisiones y la evolución de los significados (Labarrere Sarduy
Alberto, 1993)
Este modo de actuación es posible potenciarlo desde la participación de todos los docen-
tes en todas las dimensiones curriculares.
Del análisis de las definiciones antes citadas pudiéramos resumir la esencia del desarro-
llo curricular en el siguiente esquema:
74
La labor del profesor en la dimensión del desarrollo curricular se caracteriza por enfren-
tar constantemente las tareas de diseño, adecuación y rediseño y esto último como el
resultado de la reelaboración del diseño donde se valora el modelo inicial en su puesta
en práctica a partir de su investigación curricular. El rediseño tiene una estrecha relación
con el diseño por cuanto sería repetir el programa de diseño curricular de forma total o en
algunas de sus partes con la finalidad de perfeccionarlo.
En el texto Introducción al Curriculum de Bolaño y Molina los autores realizan una pro-
puesta metodológica para llevar a cabo con efectividad el curriculum a nivel meso e ins-
titucional para ello describen los siguientes pasos:
2) Análisis del contexto socio-cultural. Para ello es necesario un diagnostico socio eco-
nómico y cultural de la comunidad.
75
3) Determinación de las necesidades, intereses y expectativas de los estudiantes. Esta
etapa implica una cuidadosa preparación de las técnicas y procedimientos que los carac-
terizarán.
Esta propuesta de pasos contiene elementos que pueden resultar muy positivos en el
desarrollo curricular. A la vez resulta de vital importancia el desarrollo de actividades
concretas que garanticen la creación de condiciones y ejecución del mismo entre las que
podemos citar:
1. Preparación del personal de apoyo que requiere de una preparación previa antes de
la puesta en práctica.
2. Diseño de todas las actividades de aprendizaje que dan respuesta al contenido del
programa teniendo en cuenta los objetivos, el sistema de habilidades y los valores.
7. Desarrollo de los contenidos curriculares con sus actividades de aprendizaje tanto los
programados como aquellos que surjan por las necesidades estudiantiles.
Estos elementos están también muy relacionados con la función profesional del docente,
76 entre las funciones más pertinentes en el desempeño profesional del docente sobresalen
las siguientes:
La aplicación, desarrollo o puesta en práctica del curriculum. El diseño solo tiene sentido
cuando se aplica, a su vez es la aplicación la que da sentido completa y justifica la función
del diseño. La aplicación demuestra que cada docente mejora su reflexión, por lo que la
aplicación adecuada y reflexiva es tan necesaria como el propio diseño. Al respecto el
propio autor expone las siguientes consideraciones:
yy Concepción de la enseñanza.
En estrecha relación con el vínculo que existe entre los elementos valorados anteriormen-
te está el desarrollo profesional que no es más que un proceso de formación continua a
lo largo de toda la vida profesional, que produce cambios y transformaciones positivas en
las conductas docentes, en las formas de pensar, valorar y actuar sobre la enseñanza.
Introducir una novedad en la práctica diaria supone, de una parte, saber trasladar una
teoría o metodología a formas de hacer en la actividad del aula y por otra parte superar
la situación de incertidumbre que se genera al abordar algo desconocido sin saber si
obtendrá éxito.
1. Promueve el trabajo de unos niveles con otros para llevar a cabo la acción transforma-
dora en las diferentes esferas.
3. Actúa como método universal por el grado de generalidad que tiene en su aplicación a
cualquier esfera de la actividad educacional.
78
Este método se caracteriza por el alto grado de actividad mental y práctica y el nivel de
participación conjunta de entrenados y entrenadores; va encaminado al desarrollo del
estilo reflexivo, por lo que propicia en los docentes el pensamiento anticipado de las ac-
ciones a realizar, las alternativas de que dispone para seleccionar las mejores y valorar
los posibles resultados; tiene un enfoque preventivo y es flexible en el empleo de proce-
dimientos y alternativas de organización, así como , en las formas de pensar y actuar.
Es sistemático, motivador, valorativo y tiene efecto multiplicador de las experiencias y los
resultados positivos alcanzados en diferentes lugares. La estructura lógica del método,
generalmente es: el diagnóstico, la demostración, la consolidación, el control y la evalua-
ción.
La evaluación curricular, es una dimensión que forma parte de todos los momentos del
diseño y desarrollo curricular analizados anteriormente ya que en todo proceso de di-
rección el control es una tarea esencial. La evaluación del diseño y desarrollo curricular
constituye un proceso mediante el cual se corrobora o se comprueba la validez del diseño
en su conjunto, mediante el cual se determina en qué medida su proyección, implemen-
tación práctica y resultados satisfacen las demandas que la sociedad plantea a las insti-
tuciones educativas.
y tiene como principal propósito determinar si las condiciones para ejecutar el currículum
están dadas, si no, deben ser creadas.
80
Ejercicio de aplicación
A partir de la lectura de la propuesta elaborada por José Fernando Cardona Henao, titu-
lada: “Propuesta de Modelo para un plan de estudios”, elabore un plan para un grado en
el nivel o ciclo donde usted se desempeña, en el área de su preferencia. Consulte para
ello la siguiente dirección electrónica:
http://www.revistamemorias.com/Web%20Articulacion%20Planes/documentos/2-Pro-
puesta%20de%20modelo%20para%20un%20plan%20de%20estudio.pdf
Estructure una secuencia de las dimensiones del currículo en una institución seleccio-
nada por usted para este ejercicio y determine su aplicabilidad en el contexto donde se
desarrolla.
Lecturas sugeridas:
yy Elementos para el diseño curricular 201.147.150.252:8080/jspui/bits-
tream/123456789/1387/1/354.pdf, de G Jacinto Rentería -
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AUTOEVALUACIÓN
2. El concepto de currículo está claramente influido por las corrientes filosóficas, psi-
cológicas y a) Didácticas b) Metodológicas. c) Curriculares. d) Pedagógicas. ( )
4. Se entiende como todos los argumentos que fundamentan un modelo de una cien-
cia en general o en particular. a) Teoría. b) Práctica. c) Educación. d) Cien-
cia. ( ).
EVALUACIÓN
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BIBLIOGRAFIA UTILIZADA
ANEXO
PLAN DE CLASES5
No existe una fórmula milagrosa. Sin embargo, encontramos algunos pasos que un do-
cente siempre debe seguir a la hora de planear su clase.
Una de las preguntas más frecuentes de los docentes colombianos ha sido la de cómo
estructurar sus planes de clases de acuerdo a los estándares del Ministerio de Educación.
Para responder a esta pregunta, consultamos a Héctor Fernández, profesional de la Sub-
dirección de Estándares y Evaluación del Ministerio de Educación y él nos dio algunos
claves para la creación de un plan de clases, aunque advierte que éste es un proceso
autónomo que debe realizar el docente de acuerdo a su metodología y propósito de en-
señanza.
"No existe una formula milagrosa, pero si existen algunas pautas que el docente debería
seguir antes de iniciar su clase. No planear una clase es un acto irresponsable", dice
Fernández. En cuanto a la adecuación de los estándares del Ministerio para cada área
al plan de clase, dice Fernández, quien ha sido docente durante muchos años, que los
estándares deben ser vistos como un mapa que guía al docente frente a los aprendizajes 85
que espera de sus alumnos.
"En cada cartilla de estándares se encuentran los logros que un estudiante debe alcan-
zar para ser competente frente a un tema de un área del conocimiento; gracias a esto, el
docente tiene un mapa de ruta para realizar su clase", dice.
Sin más preámbulos, veamos cuáles son los son pasos a seguir a la hora de realizar un
plan de clases:
Una buena clase se compone de una parte teórica y una parte práctica. Es importante
que a la hora de dictar la teoría, primero ponga en contexto a sus alumnos, es decir, que
les muestre la relevancia del tema en la actualidad, los hechos ocurridos paralelamente
en otros ámbitos, la coyuntura alrededor del tema o del personaje histórico, etc. De esta
forma, los alumnos entienden que cada tema, sea histórico o actual, tiene su causa y
efecto y una relación directa con sus vivencias personales y actuales.
5 http://www.colombiaaprende.edu.co/html/docentes/1596/fo-article-121199.pdf
Una vez ponga en contexto al alumno, el docente deberá preparar el componente teóri-
co de su clase, revisando con cuidado la bibliografía que utilizará, teniendo en cuenta la
contratación de fuentes para ofrecer diversos puntos de vista sobre el tema. Así mismo,
deberá escoger un método de exposición dinámico, y mejorar o perfeccionar su expre-
sión oral y capacidad de oratoria para no aburrir a sus estudiantes.
Se aconseja utilizar diversos medios para exponer un tema, por ejemplo, exposiciones
en PowerPoint, videos o películas que refuercen la exposición, utilización de audios o
entrevistas a un experto en el tema, etc.
Cuando se habla de evaluación se debe tener en cuenta que no solo los alumnos deben
ser evaluados. La evaluación también se debe aplicar al docente. Un docente debe ser
capaz de hacer una auto-evaluación de su clase basado en el reconocimiento de factores
como espacio (¿el espacio fue el adecuado para la exposición del tema?), tiempo (¿el
tiempo fue el necesario o faltó?) y procedimiento (¿la metodología fue acorde?).
Así mismo, a la hora de evaluar a los estudiantes, el docente siempre deberá tener como
referentes los estándares para cada área del conocimiento. Allí se indican claramente
cuáles son los aprendizajes esperados. Es necesario no perder el norte sobre los apren-
dizajes: estos deben servir para que el alumno adquiera competencias más no para que
memorice información.
Al final de cada clase quedan unos compromisos entre docente y estudiante, que co-
múnmente se denominan: tareas escolares. Estos compromisos o tareas deben procurar
que el estudiante utilice los distintos medios que tiene a su alcance para profundizar en
el tema visto.
La biblioteca pública municipal, la biblioteca escolar, la investigación en Internet, la lectura
del periódico, etc., son algunos recursos que deben tenerse en cuenta.
Así mismo, el docente quedará con el compromiso de preparar su próxima clase con es-
mero y entusiasmo. Sus alumnos lo agradecerán.
Permita que ellos se sientan partícipes de la clase, ya sea llevando la relatoría de la cla-
se o tomando nota de las preguntas de sus compañeros, etc. El liderazgo siempre debe
rotarse y no quedarse en unos pocos destacados de la clase.
yy Realice un cronograma de actividades para la clase y procure ser estricto con él.
Puede utilizar un reloj en clase o asignar a un estudiante para que le recuerde los
tiempos. De esta forma, aprovechará mejor su tiempo de clase.
- http://es.wikihow.com/elaborar-un-plan-de-clase-por-competencias
PREGUNTAS DE REFLEXION:
2. ¿Cómo organizar los saberes a fin de alcanzar los objetivos curriculares por etapa de
formación?
3. ¿De qué forma se pueden integrar los saberes por etapas de formación en unidades
de aprendizaje?
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DISEÑO CURRÍCULAR