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Cubiertas Biomecanica Medicina Laboral:Maquetación 1 07/09/11 16:03 Página 1

Biomecánica en Medicina Laboral


Biomecánica
en Medicina
Laboral

www.baasys.com
Editores Santiago Delgado Bueno
Domingo Montes de Oca Hernández
Néstor Pérez Mallada
© BIOMECÁNICA EN MEDICINA LABORAL
2011

Edita
ADEMAS Comunicación, s.l.
☎ 639 160 802

Diseño y Maquetación
Francisco J. Carvajal

Depósito Legal
M-36872-2011

ISBN
978-84-937689-8-0

Imprime
Grupo M&C Impresión
Índice de autores

Coordinación:
Santiago Delgado Bueno
Doctor en Medicina. Director I+D+i Baasys.
Domingo Montes de Oca Hernández
Doctor en Medicina. Especialista en Medicina del Trabajo.
Gerente Grupo Sanitario ICOT.
Néstor Pérez Mallada
Jefe de Estudios de Fisioterapia. UP Comillas.

Autores:
Mª Teofila Vicente Herrero
Doctora en Medicina.
Especialista en Medicina del Trabajo.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (Ergonomía).
Mª Jesús Terradillos García
Licenciada en Medicina.
Especialista en Medicina del Trabajo.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (Ergonomía).
Luisa Mercedes Capdevila García
Doctora en Medicina.
Especialista en Medicina del Trabajo y Medicina de Familia.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales
(Ergonomía, Higiene y Seguridad).
Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre
Licenciada en Medicina.
Especialista en Medicina del Trabajo.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (Seguridad).
Ángel Arturo López González
Doctor en Medicina. Especialista en Medicina del Trabajo.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (Ergonomía).
Profesor Asociado- de la Universidad Illes Balears.
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ÍNDICE DE AUTORES

Jesús García Díaz


Medicina Física y Rehabilitación.
Laboratorio de Biomecánica.
Servicio de Rehabilitación.
Hospital FREMAP de Sevilla.
Eva de Lomas Larrumbide
Médico Especialista en Rehabilitación.
Servicio de Rehabilitación de Mutualia Vizcaya.
Joaquim Chaler Vilaseca
Laboratorio de Biomecánica. Servicio de Rehabilitación y Medicina Física.
Egarsat-Suma Intermutual. Terrassa.
Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte. Blanquerna. Universitat
Ramon Llull. Barcelona.
Pilar Bel Rafecas
Responsable de la Unidad de Valoración Funcional del Hospital ASEPEYO de Sant Cugat.
Néstor Pérez Mallada
Director del Máster Universitario en Biomecánica Aplicada a la Valoración del Daño.
Técnicas Avanzadas en Fisioterapia.
Jefe de Estudios de Fisioterapia de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia «San Juan de Dios».
Universidad Pontificia Comillas.
Carlos Martín Saborido
Coordinador de Internacional de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia «San Juan de Dios».
Universidad Pontificia Comillas.
Ricardo Blanco Méndez
Adela García González
Profesores del área de Fisioterapia de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia «San Juan de Dios».
Universidad Pontificia Comillas.
Miguel Ángel Lorenzo Agudo
Médico Especialista en Rehabilitación y Medicina Física.
Departamento de Biomecánica IBERMUTUAMUR.
Catalina Piqueras Sánchez
Médico Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte.
Directora Técnica de BAASYS.
Centro de Diagnóstico Médico BAASYS de Barcelona.
Mónica Bonilla Eizaguirre
Médico Especialista en Medicina del Deporte y de la Educación Física.
Máster en Valoración del Daño Corporal.
Centro médico BAASYS Madrid
PRÓLOGO

La Medicina del Trabajo en España se creó en la década de los


cincuenta del siglo pasado, pero ha sido en los últimos años
cuando ha llegado a su mayoría de edad con la aprobación del
actual programa formativo en 2005 que tiene como objetivo
prioritario que los Médicos del Trabajo seamos los responsa-
bles de la gestión integral de la salud de los trabajadores. Para
ello, se diseñó un programa con cinco grandes áreas de capa-
citación: asistencial, pericial, preventiva, investigadora y do-
cente, las cuales tienen diferente nivel de desarrollo en la ac-
tualidad, siendo muy necesario el impulso a la investigación
y a la formación en Medicina del Trabajo.

Desde la AEEMT, creemos que en la próxima década se debe


realizar un gran esfuerzo por introducir la docencia de la
Medicina del Trabajo en las Facultades de Medicina españo-
las, ya que entre los alumnos de Medicina y entre el resto de
los profesionales sanitarios existe un gran desconocimiento
de lo que puede aportar la Medicina del Trabajo a la sociedad
española y especialmente al mundo sanitario. En los tiempos
de crisis que estamos viviendo, deberían servir para optimi-
zar los recursos destinados a la salud de los trabajadores,
tanto desde las empresas privadas como desde el Sistema
Público de Salud.

Por todo lo descrito, desde la AEEMT aplaudimos y colabo-


ramos en la edición de este libro desde el mismo momento
en que el Dr. Santiago Delgado nos hizo partícipes de su
proyecto.

Tanto por los temas tratados como por la experiencia profe-


sional de los autores, estamos convencidos de que va a ser
una herramienta muy útil no sólo para los Médicos del Tra-
bajo, sino también para todos aquellos Especialistas que
tienen relación con la salud de los trabajadores directa o
indirectamente.
6
PRÓLOGO

Además el esmerado cuidado en la presentación de los temas tiene como objetivo interesar
a cualquier persona que se acerque a una especialidad muy rica en su campo de aplicación,
y que si un defecto tiene, es el exceso de regulación por parte de estamentos que en muchas
ocasiones viven ajenos a los trabajadores y a las empresas españolas y por lo tanto, no
tienen interés en conocer y mejorar la salud de las mismas.

Como Presidente de la AEEMT solo me queda felicitar a todos los autores y especialmente
al Dr. Delgado y pedir a todos los Médicos del Trabajo que aporten sugerencias, experiencias
y opiniones para sucesivas publicaciones

Antonio Iniesta Álvarez


Presidente de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo
ÍNDICE

1. Lumbalgias y biomecánica en Medicina del Trabajo


Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García,
Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez
de la Torre y Ángel Arturo López González .............................. 9

2. Valoración biomecánica de la columna lumbar:


Protocolo de estudio
Jesús García Díaz ....................................................................... 53

3. Datos normativos del rango articular y fuerza en la


columna cervical. Estudio preliminar
Eva de Lomas Larrumbide .......................................................... 67

4. Pruebas biomecánicas en la patología


musculoesquelética en el entorno laboral
Joaquim Chaler Vilaseca ............................................................ 77

5. Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie


Pilar Bel Rafecas ......................................................................... 97

6. Datos biomecánicos objetivos de la evolución de los


pacientes con lesiones laborales
Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco
Méndez y Adela García González .............................................. 113

7. Utilidad de la valoración funcional mediante


dinamometría electrónica en la patología laboral del
miembro superior
Miguel Ángel Lorenzo Agudo .................................................... 129

8. La biomecánica como herramienta de evaluación


objetiva
Catalina Piqueras Sánchez ......................................................... 143

9. Valoración biomecánica en el ámbito laboral


Mónica Bonilla Eizaguirre .......................................................... 159

Mª T. Vicente-Herrero
Mª J. Terradillos-García
1 Lumbalgias y Biomecánica

Coordinación

en Medicina del Trabajo
Mª Teofila Vicente Herrero
1. Introducción y conceptos básicos

Doctora en Medicina. Especialista 2. ¿Qué es la unidad espinal funcional de la espalda (FSU)?
en Medicina del Trabajo. Técnico 3. Qué nos hace pensar que una lumbalgia es síntoma de una patología
Superior en Prevención de Riesgos más severa?
Laborales (Ergonomía).

4. ¿Cuál es la base fisiopatológica que explica el síntoma de dolor
Mª Jesús Terradillos García en esta patología?
• 5. ¿Qué repercusión tiene el trabajo en la aparición de lumbalgias?
Licenciada en Medicina. Especialista
en Medicina del Trabajo. Técnico
6. ¿Cuáles son los factores de riesgo laboral más relevantes en lumbalgias?
Superior en Prevención de Riesgos 7. ¿Cómo podemos establecer un pronóstico evolutivo en lumbalgias?
Laborales (Ergonomía). 8. ¿Qué repercusión socio-laboral tiene la lumbalgia?
• 9. ¿Cómo interviene el Médico del Trabajo en la patología?
Luisa Mercedes
Capdevila García 10. ¿Qué ocurre en el caso específico de la trabajadora embarazada?
• 11. ¿Cómo colabora el Médico del Trabajo en la asistencia sanitaria en
Doctora en Medicina. Especialista lumbalgias de los trabajadores?
en Medicina del Trabajo y Medicina
de Familia. Técnico Superior 12. ¿Qué es la vigilancia de la Salud y como afecta a la prevención de las
en Prevención de Riesgos Laborales lumbalgias en los trabajadores?
(Ergonomía, Higiene y Seguridad). 13. ¿Cuáles son los protocolos de vigilancia específica de la Salud más

directamente relacionados con la prevención de patología lumbar?
Mª Victoria Ramírez Iñiguez
de la Torre 14. ¿Cómo identificar si la lumbalgia es de origen laboral o motivada por
• causas comunes?
Licenciada en Medicina. Especialista 15. ¿Qué es la incapacidad laboral?
en Medicina del Trabajo. Técnico
Superior en Prevención de Riesgos 16. ¿Quién determina la incapacidad laboral de un trabajador?
Laborales (Seguridad). 17. ¿Qué criterios se utilizan para valorar la incapacidad laboral en la
• columna lumbar?
Ángel Arturo López González
18. ¿Cómo puede ayudar la biomecánica a la objetivación de limitaciones

Doctor en Medicina. Especialista en lumbalgias y otras patologías osteoarticulares del trabajador?
en Medicina del Trabajo. Técnico 19. ¿Cómo llevar a cabo la actividad de educación preventiva en lumbalgias
Superior en Prevención de Riesgos
desde la empresa?
Laborales (Ergonomía). Profesor
Asociado- de la Universidad 20. Bibliografía
Illes Balears. 21. Legislación

Índice
11
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

1. INTRODUCCIÓN Y CONCEPTOS BÁSICOS


La definición de lumbalgia en medicina, hace referencia a un síntoma, el dolor localizado en la
zona lumbar, de ahí que se utilice como Descriptor en Ciencias de la Salud (DeCS) el término
low back pain para la búsqueda bibliográfica en Pub-Med como base médica de referencia. Ha-
bitualmente suele tratarse de lumbalgias inespecíficas, lo que implica que el dolor no se debe a
fracturas, traumatismos, ni enfermedades sistémicas, o bien, se trata de lumbalgias secundarias
a una compresión radicular (hernia discal o estenosis espinal).
Es un síntoma genérico, frecuente en la población general y con cifras de prevalencia que
varían en los diferentes países (J. Muñoz López, 2003) desde el 15-20% de la población en EEUU,
al 10-15% en los países Europeos.
En España el dolor lumbar crónico, entendiendo como tal aquel cuya duración supera un año,
afecta a un 19,9% de la población trabajadora (Fernández de las Peñas, 2011) y es más frecuen-
te en mujeres que en hombres y de forma más prevalente afecta al grupo de edad comprendido
entre los 31-50 años.
En el mundo del trabajo destaca su impacto económico por la repercusión en costes labora-
les, tanto por absentismo, como por pérdida de horas de trabajo, descenso en la productividad,
conflictividad laboral, o sustituciones por otros compañeros. Los diferentes estudios consultados
muestran que el 70-80% de los trabajadores ha tenido dolor lumbar en algún momento de su
vida laboral. Revisando detalladamente las cifras de diferentes publicaciones, se aprecia como en
EEUU constituye la mayor causa de limitación de la actividad en trabajadores mayores de 45
años, en el Reino Unido supone el 12% del absentismo laboral y en Suecia el 13,5% del mismo
parámetro.
En estos casos no sólo se tienen en consideración sus costes directos, que habitualmente
engrosan los costes de la sanidad pública: atención médica, ingresos hospitalarios, asistencias
en urgencias, interconsulta con diferentes especialistas, consumo de fármacos, rehabilitación,
etc. sino, de forma mucho más específica, los costes indirectos entre los que sobresalen los
laborales. De ahí que en algunos países, se hayan introducido modelos tendentes a facilitar la
reincorporación más precoz de los afectados para reducir de esta forma los costes socio-sanita-
rios (Vermeulen SJ, 2010).
El prototipo de persona afectada por lumbalgia crónica sería distinto según lo sea la proce-
dencia del paciente así, en zonas rurales, el prototipo de afectado sería el de una mujer de más
de 45 años, con nivel socio-cultural bajo y pluripatología, y cuyo dolor responde como causa
genérica a procesos artrósicos; pero si el estudio se centra en zonas urbanas y más concreta-
mente en zonas industrializadas, predominaría en trabajadores varones en activo, con una alta
exigencia física en su trabajo y una evolución del cuadro doloroso de más de 2 años. (J. J. No-
ceda et al, 2006).
La dificultad de calibrar esta patología se incrementa si se considera que, en el concepto de
dolor, intervienen no sólo el propio estímulo nociceptivo, sino también el componente psicóge-
no asociado y la particular percepción que cada individuo tiene del estímulo doloroso. De ahí
que surja la necesidad de tratar de «objetivar» en la medida de lo posible algo tan «subjetivo» y
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Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

de que en los últimos años se recurra cada vez más a la biomecánica en este sentido. Pero la
biomecánica permite además explicar la propia génesis de la lesión a través del equilibrio de
fuerzas que actúa en la columna lumbar. Se parte para ello del concepto de «unidad espinal
funcional de la espalda» – FSU – (JL. Peña et al. 2002).

2. ¿QUÉ ES LA UNIDAD ESPINAL FUNCIONAL


DE LA ESPALDA (FSU)?

Se define como el conjunto formado por dos vértebras adyacentes unidas por el disco interver-
tebral, sobre las que se ejercen fuerzas derivadas tanto de la adopción de posturas forzadas como
de movimientos repetitivos, sedestación o postura estática prolongada y que son en conjunto
tanto más dañinos cuando se acompañan de manipulación de cargas.
En la FSU, se distinguirían dos partes:

1. Una parte anterior cuya función es la de absorber los impactos. La forman: el cuerpo
vertebral, el disco intervertebral y los segmentos de unión.
En esta parte anterior el cuerpo vertebral es la parte rígida, seis veces más que el disco
y tres veces más gruesa y, por ello, se deforma la mitad.
El disco intervertebral absorbe los impactos sin alterarse y siguiendo distintos ejes.
2. Una parte posterior en la que se incluyen el resto de las estructuras de la unidad y cuya
función es proporcionar movilidad.

Las articulaciones interapofisarias serían en este conjunto las que distribuirían las cargas
entre estas dos porciones. Son por tanto pivotes, pero también soportan cargas que varían de-
pendiendo de la movilidad de la columna:

— absorben el 25% de las cargas axiales


— absorben el 30% de las cargas en hiperextensión
— absorben una cantidad no bien determinada en flexo-rotación anterior.

En la práctica clínica diaria y, para el mejor manejo inicial del dolor lumbar, se propone su
clasificación en función de la existencia o no de «señales de alerta» (Waddell G. 2006):

1. Dolor común o «lumbalgia aguda inespecífica». Tiene como características principales:

a) afectar a personas con edad comprendida de entre 20-55 años.


b) localizar el dolor en la región lumbosacra.
c) Dar lugar a un dolor de características mecánicas variando su intensidad con la actividad
y en el tiempo.
d) Afectar a personas con buen estado general y de salud.
13
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

Figura 1

Ligamento supraespinoso

Placa basal Vértebra superior

Núcleo

Anillo del disco


Placa basal Vértebra inferior

Ligamento infraespinoso

Faceta articular

2. Dolor lumbar con afectación radicular. El dolor cursa con compresión radicular y en
ocasiones va a requerir valoración quirúrgica. Se consideran signos de sospecha:

a) el hecho de que el dolor en una pierna sea más intenso que el dolor en la espalda
b) el que el dolor se irradie, generalmente al pie o a los dedos
c) que aparezca insensibilidad o parestesias con la misma distribución que sigue el dolor.
d) que aparezcan signos de irritación radicular (Lasègue)
e) la existencia de cambios motores, sensoriales o en los reflejos, limitados al territorio de
un nervio/raíz nerviosa en concreto.

3. Dolor sospechoso de una patología espinal grave. Cuando se sospeche la existencia


de enfermedad sistémica de base (ejemplo: tumor, infección vertebral, enfermedades inflamatorias
como la espondilitis, osteoporosis, etc.)

3. QUÉ NOS HACE PENSAR QUE UNA LUMBALGIA


ES SÍNTOMA DE UNA PATOLOGÍA MÁS SEVERA?
Interesa detectar las señales que pudieran considerarse como de alerta por especial gravedad
ante un dolor lumbar de evolución crónica y con ello las situaciones a descartar:
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Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

— Posible enfermedad sistémica causal: cuando el dolor aparece por primera vez en personas
menores de 20 años o mayores de 55 años, de forma especial cuando el dolor no está
influido por las posturas, movimientos y esfuerzos; el dolor exclusivamente dorsal; el
déficit neurológico difuso; la imposibilidad persistente de flexionar la columna vertebral; la
deformación estructural (de aparición reciente); el mal estado general, la pérdida de peso,
la fiebre; los antecedentes de traumatismo reciente; el cáncer, el uso de corticoides (os-
teoporosis) o de drogas por vía parenteral; los procesos con inmunosupresión o el SIDA.
— Casos con indicación quirúrgica:

a) Son de derivación inmediata y urgente: los que cursan con parestesia relevante, pro-
gresiva o bilateral, cuando se añade pérdida de control de esfínteres de origen neuro-
lógico, la anestesia en silla de montar (posible síndrome de cola de caballo).
b) Son también casos de derivación, aunque no urgente: el dolor radicular (no lumbar):

• Cuando la intensidad del dolor es elevada a pesar de haber aplicado durante un


plazo de 6 o más semanas los tratamientos no quirúrgicos recomendados.
• Cuando el dolor aparece sólo a la deambulación y supone limitación y, de forma
especial, si requiere flexión o sedestación para desaparecer. También cuando persis-
te a pesar de haber aplicado durante un plazo de 6 meses o superior un tratamien-
to conservador. Se buscará en estos casos la existencia de imágenes en las pruebas
complementarias sugerentes de estenosis espinal.

4. ¿CUÁL ES LA BASE FISIOPATOLÓGICA QUE EXPLICA


EL SÍNTOMA DE DOLOR EN ESTA PATOLOGÍA?
En lumbalgia, el dolor es un síntoma que no guarda una relación directa con la gravedad del
proceso. Esto ocurre por una parte porque las estructuras que rodean a la columna lumbar,
tanto óseas, como nerviosas o musculares son complejas, pero también porque el dolor es una
experiencia subjetiva y por ello la respuesta ante un mismo estímulo, varía mucho entre los
diferentes individuos afectados. La sensación de dolor la moderada el SNC, que recibe los impul-
sos aferentes desde el SNP y vehiculiza por esta misma vía periférica la respuesta eferente hacia
los músculos, vasos y órganos correspondientes.
El dolor se genera en los sensores neuronales o nociceptores que provocan los impulsos y
que, en la columna lumbar, pueden localizarse en:

1. El hueso y el periostio, en el cuerpo vertebral inervado por nervios sensitivos de los


músculos y ligamentos situados a su alrededor que responden con sensación dolorosa
ante torsiones o estiramientos y también por congestión de los vasos.
2. Los discos intervertebrales. Una de las causas por las que producen dolor es por la inervación
por nervios sensitivos en la periferia del anillo fibroso procedente del nervio senovertebral. En
la parte anterior y lateral del disco intervertebral está inervado por la rama comunicante gris.
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Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

Pero en el disco no sólo provoca dolor la inervación sensitiva, sino también la mayor
o menor presión asociada a su grosor y tamaño según el nivel de agua contenido en
su interior, lo que explicaría el por qué de que este dolor sea mayor por la mañana
(por el aumento de grosor y tamaño al incrementar el contenido de agua con el re-
poso nocturno) y se reduzca en las primeras horas del día, al perder parte de este
contenido hídrico.
3. El músculo. Por la contractura muscular de los músculos para-espinales, inervados
por el nervio espinal.
4. Las articulaciones interapofisarias cuya cápsula articular está inervada por el nervio
espinal y que responden emitiendo impulsos ante el movimiento articular excesivo, como
mecanismo de protección.
5. Las raíces nerviosas. Responden con dolor ante la compresión o el estiramiento exce-
sivo por afectación axonal y de las células de Schwann de los nervios afectados.
La compresión, el estiramiento o la torsión lumbar inducen liberación de sustancias
inflamatorias que actúan sobre los receptores del dolor (nociceptores) y disminuyen el
umbral del dolor haciendo que la movilidad de la columna resulte displacentera. Este el
también el mecanismo de mediadores químicos de la inflamación como las bradicininas,
prostaglandina E2 y la serotonina.
Los mediadores neurogénicos (neuropéptidos) como la sustancia P tienen igualmente un
papel determinante en la transmisión dolorosa.

5. ¿QUÉ REPERCUSIÓN TIENE EL TRABAJO EN LA APARICIÓN


DE LUMBALGIAS?
En el mundo laboral los principales factores de riesgo de lumbalgia son de preferencia los físicos,
que están relacionados con el esfuerzo muscular que conlleva la realización de las tareas del
puesto y a su vez condicionado por la aplicación de fuerza, el manejo de cargas, el levantamien-
to de las mismas, el transporte, la tracción y el empuje de las cargas, así como con el uso de
herramientas; Son también factores de riesgo las posturas forzadas y estáticas mantenidas (bi-
pedestación o sedestación prolongada o mantenida); los movimientos repetitivos y el acorta-
miento en el intervalo de recuperación; la presión mecánica directa ejercida sobre herramientas
o superficies que puede lesionar los tejidos corporales, etc.
No son desdeñables los aspectos medioambientales, como la presencia de vibraciones, los
niveles de ruido elevados y la iluminación insuficiente, que deben ser tenidos en especial consi-
deración porque pueden incrementar el riesgo de accidentes de trabajo; Deben valorarse de igual
modo las temperaturas ambientales, tanto en entornos fríos, como excesivamente calurosos y
todos aquellos aspectos relativos a la forma en que se lleva a cabo la tarea tales como: el área
de movimiento, las características de las herramientas, la ergonomía del mobiliario y los objetos
que utiliza el trabajador, etc.
Entre la carga física y las condiciones psicosociales que rodean al trabajo se produce una
interrelación que afecta tanto de forma directa (ejemplo de ello es la presión de tiempo para
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Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

realizar las tareas que obliga a adoptar posturas incorrectas), como indirecta (el estrés provoca
un aumento de tono muscular favoreciendo la acción lesiva de los factores biomecánicos).
Generalmente no hay un único factor que provoque la aparición de los trastornos osteomus-
culares y así, raramente la manipulación manual de cargas, como factor de mayor peso, consti-
tuye la única causa del dolor de espalda, existen otros muchos factores que podrán contribuir
simultáneamente a su aparición y, por consiguiente, será fundamental evaluar todos los riesgos
que pueden ocasionar estas patologías y darles un tratamiento integral.
Algunos de los factores que favorecen la aparición de lumbalgias no son modificables, este
es el caso de la edad, el sexo o la genética; pero sí que se puede actuar de forma preventiva
sobre otros factores de riesgo laboral.
Cuando se hace una revisión epidemiológica sobre el tema, se encuentra de forma constan-
te que el dolor lumbar, la ciática o la hernia de disco intervertebral y los cambios degenerativos
de la columna lumbar se asocian al trabajo físico realizado, pero resulta difícil establecer unos
límites aceptables de carga física que puedan ser soportados por la columna sin producir le-
sión.
Pero se puede actuar sobre varias de las actividades físicas que se realizan como requerimien-
tos exigidos en de algunos puestos de trabajo (vibración corporal, elevación de pesos y flexión
o torsión del tronco, etc.) y pueden ser consideradas como desencadenantes de dolor lumbar.
Trabajar en sedestación mantenida y en general, las ocupaciones sedentarias, sólo serían factores
de riesgo de desarrollar dolor lumbar cuando conllevan la adopción de posturas de trabajo inco-
rrectas. Independientemente de lo anteriormente expuesto el sedentarismo y la falta de ejercicio
físico se considera de forma genérica un hábito no saludable y predisponerte a dolor lumbar
entre otras dolencias.

6. ¿CUÁLES SON LOS FACTORES DE RIESGO LABORAL


MÁS RELEVANTES EN LUMBALGIAS?
Si revisamos de forma individual los factores de riesgo laboral más destacables en lumbalgias,
podríamos clasificarlos como se muestra a continuación:

— El primero de ellos es, sin duda el Manejo Manual de Cargas – MMC. El dolor lumbar
se relaciona con el levantamiento, el transporte, el empuje o la tracción de cargas fre-
cuentes o pesadas que son capaces de producir fuerzas de tracción dirigidas contra los
músculos y ligamentos, junto con una elevada compresión sobre las superficies óseas y
articulares. Estas fuerzas serían las responsables de producir lesiones mecánicas de los
cuerpos vertebrales, los discos intervertebrales, los ligamentos y/o las partes posteriores
de las vértebras y pueden estar causadas por sobrecargas bruscas o bien por fatiga debi-
da a la carga repetitiva. No ha de descartarse por su frecuencia el micro – traumatismo
vertebral repetido que puede ocurrir incluso sin que la persona sea consciente de ello
y que ha sido propuesto como una causa de degeneración paulatina de la columna
lumbar.
17
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

En Prevención de Riesgos Laborales, hacer referencia a la MMC implica hacer referencia,


para la prevención de lesiones músculoesqueléticas, al RD 487/97 de MMC. Según la
citada normativa, se entenderá por manipulación manual de cargas cualquier operación
de transporte o sujeción de una carga por parte de uno o varios trabajadores, como el le-
vantamiento, la colocación, el empuje, la tracción o el desplazamiento, que por sus carac-
terísticas o condiciones ergonómicas inadecuadas entrañe riesgos, en particular dorsolum-
bares, para los trabajadores.
Deforma general la manipulación manual de toda carga que pese más de 3 Kg. puede
entrañar un potencial riesgo dorsolumbar no tolerable ya que, aunque se trata de una
carga bastante ligera, cuando se manipula en unas condiciones ergonómicas desfavorables
(alejada del cuerpo, con posturas inadecuadas, muy frecuentemente, en condiciones am-
bientales desfavorables, con suelos inestables, etc.), puede generar un riesgo causante
de lesión o daño.
Para facilitar la evaluación del riesgo y la actuación preventiva, el Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), elaboró la Guía Técnica (versión 2003) que
contempla evaluar de los riesgos debidos a las cargas que pesen más de 3 Kg. en con-
diciones desfavorables. La Guía contempla que las cargas que pesen más de 25 Kg., muy
probablemente, constituyan un riesgo en sí mismas, aunque no existan otras condicio-
nes ergonómicas desfavorables y especifica que la MMC es responsable, en muchos casos,
de la aparición de fatiga física, o bien de lesiones, que se pueden producir tanto de una
forma inmediata, como por la acumulación de pequeños traumatismos aparentemente sin
importancia.
Estarían potencialmente en riesgo los trabajadores que manipulan cargas regularmente y
los que realizan estos esfuerzos de forma ocasional y, aunque las lesiones derivadas se
pueden producir en cualquier zona del cuerpo, son más sensibles los miembros superio-
res y la espalda, en especial en la zona dorsolumbar pudiendo abarcar las lesiones resul-
tantes, desde una lumbalgia leve, a severas alteraciones de los discos intervertebrales
(hernias discales) o incluso a fracturas vertebrales producidas por sobreesfuerzo.

— El segundo factor de riesgo laboral a valorar son las Posturas forzadas, puesto que el
dolor de espalda también se asocia a las torsiones, curvaturas u otras posturas no neu-
tras del tronco adoptadas de forma frecuente o prolongada. Si bien el movimiento es
necesario como mecanismo para la nutrición del disco intervertebral, el mantenimiento
prolongado de posturas estáticas pueden alterar dicha nutrición y la posición sedente
prolongada en una postura concreta como ocurre por ejemplo en las costureras o en los
conductores de vehículos a motor, aumenta el riesgo de padecer dolor lumbar. En los
conductores profesionales aumenta el riesgo de padecer dolor lumbar y ciática o hernia
discal por distintos factores: por una parte por exposición a una vibración cuerpo entero
con potencialidad de generar un efecto adverso sobre la nutrición del disco, pero también
por impulsos súbitos de carreteras con baches, por la tensión postural y por la manipu-
lación de cargas asociada al trabajo habitual de una buena parte de los conductores
profesionales.
18
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

El RD 486/97 sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de


trabajo, desarrollado por la Guía Técnica del INSHT (versión 2006), determina que las
dimensiones de los locales de trabajo deberán permitir que los trabajadores realicen su
trabajo sin riesgos para su seguridad y salud y en condiciones ergonómicas aceptables.
Las dimensiones mínimas a considerar serán las siguientes:

• 3 metros de altura desde el piso hasta el techo. No obstante, en locales comerciales,


de servicios, oficinas y despachos, la altura podrá reducirse a 2,5 metros.
• 2 metros cuadrados de superficie libre por trabajador.
• 10 metros cúbicos, no ocupados, por trabajador.

La separación entre los elementos materiales existentes en el puesto de trabajo será el


suficiente para que los trabajadores puedan ejecutar su labor en condiciones de seguridad,
salud y bienestar. En relación con esto, hay que tener en cuenta que una causa evidente
de lesiones en la espalda es el traumatismo directo causado por accidentes como caídas
o resbalones. Además de los traumatismos agudos, también las lesiones traumáticas de
la espalda contribuyen de forma sustancial al desarrollo de síndromes lumbares crónicos.

— El tercer factor de riesgo laboral a considerar con las Vibraciones mecánicas, conside-
radas como las oscilaciones de partículas alrededor de un punto en un medio físico
equilibrado cualquiera y que se pueden producir por causa del propio funcionamiento de
una máquina o un equipo.
A efectos de las condiciones de trabajo existen dos tipos de vibraciones nocivas, las vi-
braciones mano-brazo y las vibraciones de cuerpo entero. Ambas implican riesgos para
la salud de los trabajadores: problemas vasculares, de huesos, de articulaciones, nerviosos
y musculares. Cuando se transmiten a todo el cuerpo, conllevan estrés mecánico en las
estructuras de la espalda que se relacionan directamente con la aparición de lumbalgias
y otras lesiones de la columna vertebral (prolapso discal, la hernia discal, las fisuras,
etc.)
Las vibraciones de cuerpo entero se asocian como se ha comentado anteriormente al
transporte en vehículos, especialmente de servicio público, como autobuses, autocares,
trenes, y en menor medida coches y furgonetas así como en trabajos en plataformas vi-
bratorias o con maquinaria pesada agrícola (tractores, cosechadoras, etc.) o de obras
públicas (excavadoras, apisonadoras, etc.)
Inducen microfracturas en el platillo y el disco intervertebral con formación de osteofitos
como signo de artrosis vertebral. Las articulaciones intervertebrales se inflaman degene-
rando el cartílago articular, que es quien permite el movimiento normal e indoloro, con
lo que provoca que la articulación se haga más rígida y se dificultan los movimientos
articulares.
La compresión y estiramiento mantenido de las estructuras blandas produce microroturas,
que causan fatiga en los tejidos al ser incapaces de afrontar la carga. El movimiento con-
tinuo causa estrés en la musculatura que tiende a contraerse en un intento por estabili-
19
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

zar las articulaciones intervertebrales. Esta contractura muscular origina una mayor pre-
sión en el disco intervertebral originando la deshidratación del mismo y agravando una
situación ya comprometida de partida.
En la exposición a vibraciones mecánicas es de aplicación el Real Decreto 1311/2005, que
tiene como objeto la protección de la seguridad y salud de los trabajadores frente a los
riesgos derivados o que puedan derivarse de la exposición a vibraciones mecánicas, en
particular lumbalgias y lesiones de la columna vertebral. Este RD establece que el empre-
sario, al evaluar los riesgos, concederá particular atención a varios aspectos y, entre otros,
a todos los efectos que guarden relación con la salud y la seguridad de los trabajadores
especialmente sensibles expuestos al riesgo (artículo 4.c) y a todos los efectos indirectos
para la seguridad y salud de los trabajadores derivados de la interacción entre las vibracio-
nes mecánicas y el lugar de trabajo u otro equipo de trabajo» (artículo 4.d).
Establece unos valores límite de exposición diaria (VLE) y los valores de exposición diaria
(VE) «que darán lugar a la acción», es decir a partir de los cuales el empresario ha de
adoptar medidas:

• Para la vibración transmitida al sistema mano-brazo: el VLE normalizado para un pe-


riodo de referencia de ocho horas se fija en 5 m/s2 y el VE se fija en 2,5 m/s2.
• Para la vibración de cuerpo entero: el VLE diario normalizado para un periodo de refe-
rencia de ocho horas se fija en 1,15 m/s2 y el VE se fija en 0,5 m/s2.

— El cuarto de los factores de riesgo laboral a considerar son los Factores psicosociales
que actúan más como un factor pronóstico, retardando la recuperación del dolor lumbar,
aunque rodeados de una amplia controversia acerca de su papel etiológico. Los más co-
nocidos de estos factores son los relacionados con la organización del trabajo: estrés,
trabajo repetitivo y/o monótono, realizado con alto ritmo de trabajo, demandas elevadas
en el puesto, contenido laboral pobre, poco control sobre la actividad, escaso poder de
decisión, escaso apoyo social por parte de los compañeros y superiores y la influencia de
ellos en la comunicación, los horarios de trabajo (exceso de horas extra, turnicidad y
nocturnidad laboral), junto con los sistemas de retribución.

— Finalmente han de valorarse los Factores de riesgo individual o características idiosin-


crásicas de la persona y a sus hábitos de vida, que condicionan el que un individuo
tenga una mayor probabilidad de ser afectado o de enfermar por la acción de un deter-
minado factor de riesgo presente en el trabajo. Se considerarán: la edad y el sexo del
trabajador, constitución anatómica, hábitos higiénico-alimentarios y antecedentes pato-
lógicos, en especial aquellas enfermedades o accidentes padecidos con anterioridad y que
puedan suponer una especial sensibilidad a los factores de riesgo laboral anteriormente
referenciados. La obesidad, el sedentarismo y una inapropiada condición física, adquieren
una especial importancia en esta patología, puesto que conllevan una debilidad de mus-
culatura abdominal y dorsal. Unos músculos débiles son más susceptibles de lesionarse
con el trabajo pesado y una musculatura débil constituye un precario soporte para la
20
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

columna vertebral, que sin el apoyo de unos músculos fuertes, es más propensa a lesio-
narse. Con respecto al tabaquismo, se piensa que reduce el transporte de nutrientes,
como son el oxígeno, la glucosa o el sulfato al interior del disco, siendo esto significati-
vo después de tan sólo 20 a 30 minutos tras el consumo de tabaco, lo que podría expli-
car la mayor incidencia de dolor lumbar en los fumadores en comparación con los no
fumadores. Sin embargo en este punto no existe evidencia científica que permita avalar
esta relación.

7. ¿CÓMO PODEMOS ESTABLECER UN PRONÓSTICO


EVOLUTIVO EN LUMBALGIAS?
A la hora de considerar cuales son los factores pronóstico de la evolución de una lumbalgia, se
tendrá en cuenta que el curso natural de esta patología, cuando es aguda e inespecífica puede
ir, desde la resolución completa del episodio hasta patrones de recurrencia y cronicidad. Sería
pues de interés conocer aquellos factores que predicen el paso de lumbalgia desde aguda a cró-
nica, con dos objetivos: el primero para poder hacer una valoración precoz de los pacientes que
tienen un mayor riesgo de cronicidad y el segundo, poder adoptar medidas que disminuyan la
cronificación.
Dentro de los predictores de cronicidad y/o recurrencia se distinguen:

1. Factores demográficos:

a) Edad: la edad mayor de 50 años se relaciona con cronicidad y retraso de incorporación


al trabajo.
b) Sexo: los varones tienden a cronificar con más frecuencia.
c) Nivel educativo y socioeconómico: la cronificación se relaciona con niveles socio-
culturales bajos.

2. Factores Clínicos:

a) Episodios previos de lumbalgia: algunos estudios (Fayad F, 2004) asocian haber teni-
do un episodio previo de dolor lumbar como factor predisponente de cronicidad y
recurrencia de un nuevo episodio.
b) Irradiación del dolor: la presencia de test de Lassègue positivo, es el único dato ex-
ploratorio que se relaciona con cronicidad y recurrencia de la lumbalgia.
c) Incapacidad: La pérdida de función producida por el dolor al inicio del episodio se re-
laciona con la evolución a cronicidad, con recurrencia y con una IT más prolongada.
d) También se relacionan con cronificación la presencia de enfermedades concomitantes,
padecer síndromes crónicos, abuso de sustancias, sedentarismo, y otras alteracio-
nes asociadas como fatiga, cansancio habitual, alteración del sueño, alteraciones
digestivas.
21
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

3. Factores psicosociales:

a) Existen estudios que han encontrado relación entre el distréss-ánimo depresivo y


cronicidad, y la recurrencia e incapacidad a los dos años.
b) Las creencias acerca de la enfermedad y las conductas evitativas frente al dolor, apa-
recen como probables predictores a cronicidad, aunque con datos no concluyentes.

4. Factores ocupacionales: Diversos elementos del ámbito laboral se han señalado como
predictores de cronicidad en la lumbalgia.

a) Hay una fuerte evidencia (Steenstra IA, 2005; Shaw WS, 2001) de que el aislamien-
to social se asocia con una prolongación de los días de IT.
b) En cambio, la evidencia sobre la relación entre insatisfacción en el trabajo y cronicidad
es contradictoria.
c) Las demandas físicas en el trabajo (vibraciones, flexiones repetidas, torsiones; tipo de
trabajo, monótono, repetitivo, insatisfactorio) han demostrado estar asociadas a cro-
nicidad y recurrencia (Van den Heuvel SG, 2004) y también ser predictoras de retraso
en la reincorporación laboral.

8. ¿QUÉ REPERCUSIÓN SOCIO-LABORAL TIENE


LA LUMBALGIA?
En el mundo del trabajo la lumbalgia es un síntoma que aparece con frecuencia. Ya hemos co-
mentado anteriormente como el dolor en la zona baja de la espalda, acompañado o no de irra-
diación al miembro inferior (ciatalgia) es un problema prevalente en población general, donde
puede afectar al 84% de las personas en algún momento de su vida (Airaksinen et al. 2006).
Esto implica que 9 de cada 10 sujetos tendrá dolor lumbar en algún momento de su vida y, si
bien ese evento suele tender a solucionarse y no recidivar, en una pequeña proporción de casos
suele cronificarse.
Pero el hecho de que más del 15% de la población adulta lo padezca, hace que esta patología
se sitúe a la cabeza de las principales causas de baja laboral, representando más casos de absen-
tismo laboral, pérdida de jornadas, horas de trabajo y de discapacidad que cualquier otra enfer-
medad. Las estadísticas internacionales señalan que el dolor lumbar asociado al manejo manual
de carga, sigue siendo uno de los problemas más importantes de salud ocupacional (Bernard et
al.1997; Barondess et al. 2001; Punnett et al. 2005). A nivel mundial, cerca del 37% de los casos
de dolor lumbar son atribuibles a causas de origen ocupacional (Punnett et al. 2005).
Independientemente de lo anteriormente comentado se deben tener en cuenta aspectos como
la repercusión en calidad de vida y las implicaciones sociales de esta patología tan extendida en
población laboral; ocupa el segundo puesto en la lista de enfermedades reumáticas que provocan
una peor calidad de vida en cuanto a limitación física, detrás de la artrosis de rodilla (Estudio
EPISER) y esto se agudiza por el hecho de que los tratamientos administrados o prescritos no
22
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

resultan resolutivos o totalmente satisfactorios en cuanto a los resultados obtenidos. Con ello,
no solo se genera sufrimiento personal y disminución en los ingresos del trabajador afectado,
sino que además la patología supone un elevado coste para las empresas y para las economías
nacionales (costes socio-laborales).
En su etiología están implicados múltiples factores ligados a la actividad profesional (factores
de riesgo laboral) y gran cantidad de actividades y profesiones, pero también concurren otros
muchos factores no laborales tales como: factores idiosincrásicos, actividades deportivas, facto-
res psicológicos agravantes o favorecedores, entre otros muchos y que dificultarán la determi-
nación del origen de la lumbalgia (determinación de contingencia).
El dolor lumbar es dentro de los problemas músculoesqueléticos, uno de los más prevalentes
en medicina del trabajo, al concurrir en individuos en edad laboral activa, con lo que la preven-
ción debe ser la herramienta inicial y más eficaz en muchos casos que el propio tratamiento. La
literatura médica muestra una relación significativa entre la realización de actividades deportivas
y ejercicios realizados en el tiempo libre, la ausencia de sobrepeso y la existencia de mejores
condiciones frente a la aparición de lumbalgias, asociadas en el aspecto puramente laboral a
valorar y prevenir la concurrencia de los factores de riesgo anteriormente referidos como más
destacables, esto es, las vibraciones de cuerpo entero, la manipulación de cargas, las posturas
inadecuadas y los aspectos psico – sociológicos asociados al trabajo.
Cuando la etiología de la lumbalgia responda a un proceso con mayor envergadura que la
lumbalgia mecánica inespecífica, como sería el caso de lumbalgia secundaria a una hernia discal
y, especialmente, si ésta se acompañara de compromiso radicular, la valoración médico laboral
debe incluir el planteamiento no sólo preventivo, sino de intervención con terapias conservado-
ras (farmacológica-rehabilitadora) y/o de remisión quirúrgica, entrando en un debate no comple-
tamente resuelto sobre la conveniencia de actuar en uno u otro sentido. Se valoran para ello,
por una parte los costes directos relacionados con: la asistencia médica, farmacológica o quirúr-
gica y, por otra parte la respuesta obtenida con la repercusión en: costes indirectos por absen-
tismo, baja productividad, sustituciones de personal en las empresas, coste de los cuidados
requeridos etc.
Como última reflexión en este tema, importa valorar los criterios asociados a la incapacidad
temporal y permanente (IT – IP) que generan en las empresas y en la sociedad, con especial
relevancia a las funciones de los EVI (equipos de valoración de incapacidades) y que, de forma
secundaria y una vez agotadas todas las vías previas, tienen trascendencia en el ámbito jurídico
con reclamaciones mayoritarias en los juzgados de lo social.
La problemática de las lesiones musculoesqueléticas en general y de las lumbalgias en parti-
cular en el mundo del trabajo hace que en el momento actual se consideren como el problema
de salud relacionado con el trabajo más común en Europa. Casi el 24 % de los trabajadores de
la Unión Europea (UE – 25) afirma sufrir dolor de espalda y el 22 % se queja de dolores muscu-
lares. En los nuevos Estados miembros estos porcentajes son aún mayores, con un 39 % y un
36 %, respectivamente.
En España, el 22,5% de los trabajadores, casi una cuarta parte del total, cree que el trabajo
está afectando a su salud, según los datos de la VI Encuesta Nacional de Condiciones de Traba-
jo (VI ENCT). El análisis se basa en la percepción de los trabajadores y es por tanto una consi-
23
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

deración subjetiva por parte de los mismos, pero que ha puesto en evidencia que el 74,2% de
los trabajadores señala sentir molestias en distintas zonas de su cuerpo y que achaca a posturas
y esfuerzos derivados del trabajo que realizan. Entre las molestias más frecuentes figuran las
localizadas en la zona baja de la espalda (40%), la nuca/cuello (27%) y la zona alta de la es-
palda (26%). Por profesiones, los que más señalan molestias en el bajo de la espalda son los
agricultores, ganaderos, pescadores y marineros y los camioneros, repartidores, taxistas y otros
conductores (53,4% y 52,3%); y molestias en nuca/cuello, los empleados administrativos (42%).
La edad también es un factor a considerar ya que mientras que en los trabajadores entre 16 y
24 años la frecuencia es de un 65,8%, entre los de 65 años y más llega al 80%.
Si hay un indicador utilizado como referente en el mundo del trabajo es el referido a los acci-
dentes de trabajo. Cuando se analizan las causas reales de los accidentes de trabajo en España,
los sobreesfuerzos destacan con mucho, como causa principal. Según las cifras recogidas en el
informe realizado por el INSHT, Accidentes de Trabajo por Sobreesfuerzos 2009, en los últimos
10 años el peso porcentual de los sobreesfuerzos en relación con el total de accidentes de traba-
jo, en jornada de trabajo, con baja (ATJT) ha ido incrementándose ininterrumpidamente. En el año
2000, estos accidentes representaron el 28,4% sobre el total, alcanzando el 37,5% en 2009.

Tabla 1

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Sobreesfuerzos: peso
28,4 29,6 30,7 31,0 31,5 32,4 33,2 35,3 36,4 37,6
sobre el total de AT
Nº AT por
265.323 280.552 288.364 271.056 274.627 288.915 302.834 326.835 293.158 232.287
sobreesfuerzos
II sobreesfuerzos* 2152,46 2178,02 2169,11 1979,08 1933,20 1949,67 1953,46 2035,35 1846,12 1554,01
*Indice de incidencia por sobreesfuerzos/100.000 afiliados.
Fuente: Accidentes de trabajo por sobreesfuerzos 2009. Departamento de Investigación e Información INSHT. Julio 2010.

No obstante, la incidencia ha ido disminuyendo aunque en una magnitud muy inferior a la


observada para el total de accidentes. Así, la incidencia de ATJT totales ha disminuido en 2009
un 45,4% en relación con el año 2000, mientras que la incidencia de ATJT por sobreesfuerzos
solo lo ha hecho en un 28%.
Como fuente de información en salud laboral, encontramos también la II encuesta de Con-
diciones de Trabajo de la Comunidad Valenciana —Fundación para la Prevención de Riesgos
Laborales— (JM Sempere et al. 2009), que realiza un estudio integral de las condiciones de
trabajo utilizando como punto de partida las respuestas de los trabajadores a un cuestionario
de 50 preguntas, con 436 variables y 10 grupos temáticos. En este caso nos centraremos en las
respuestas correspondientes a la vigilancia de la salud y de forma más concreta, a las referencias
a lumbalgias y a la hernia discal como etiología laboral más destacable.
24
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

El 39,3% de los trabajadores que padecen de lumbalgia, relacionan su dolor de espalda con
factores laborales y el 1,8% de los trabajadores que sufre de hernia discal la relaciona con fac-
tores ocupacionales. Según la presencia en esta patología de cada grupo de factores ambientales
ocupacionales, la distribución porcentual según percepción del trabajador sería la que se mues-
tra en la tabla siguiente:

Tabla 2

Problemas de salud Agentes físicos Agentes químicos Agentes biológicos

Dolor de espalda 46,6 38,9 3,9


II sobreesfuerzos* 2,8 1,7 1,6
Fuente: JM Sempere et al. 2009. II encuesta de Condiciones de Trabajo de la Comunidad Valenciana – Fundación
para la Prevención de Riesgos Laborales.

9. ¿CÓMO INTERVIENE EL MÉDICO DEL TRABAJO EN LA


PATOLOGÍA?
Visto lo anterior, destaca el papel que puede desempeñar el medico del trabajo con el apoyo del
resto de personal del servicio de prevención de las empresas, tanto enfermeros como técnicos,
en esta patología.
Sin embargo la especialidad de medicina del trabajo no llega a ser totalmente conocida dentro
del mundo sanitario y por todos los profesionales implicados en el cuidado y la salud de la po-
blación, por lo que conviene hacer un breve recorrido por las funciones que nos son adjudicadas.
La Medicina del Trabajo es la especialidad médica que tiene como fin principal el estudio del ries-
go y de la patología que, en relación con las circunstancias del trabajo, pueden incidir sobre la
salud humana; así mismo interviene en la adopción de todas las medidas necesarias para su pre-
servación. Su misión es fundamentalmente preventiva y, subsidiariamente pericial y asistencial.
Desde que en el año 1995 se aprobó la LPRL, los anteriormente denominados médicos de
empresa pasaron a integrarse en los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales, incorporán-
dose a partir de entonces los profesionales especializados en Medicina del Trabajo. Estos Servicios
de Prevención de Riesgos Laborales, engloban las especialidades sanitarias de Medicina y Enfer-
mería del Trabajo junto con el resto de especialidades preventivas no sanitarias: Seguridad, Hi-
giene y Ergonomía- Psicosociología.
El campo de acción primordial de esta especialidad será la adopción de las medidas preven-
tivas necesarias para lograr el mayor grado de bienestar posible en el trabajo, lo que indispen-
sablemente pasa por un abordaje multidisciplinar de la prevención de los riesgos laborales y la
realización de una labor en estrecha colaboración con el conjunto de los integrantes del Servicio
de Prevención.
25
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

Interesa destacar en el tema que aquí nos ocupa que, en el colectivo de trabajadores de una
empresa, puede haber trabajadores considerados como especialmente sensibles a determinados
riesgos por sus singulares condiciones de salud y es imprescindible conocer la normativa legal
que se debe de aplicar para protegerles, adaptando las tareas del puesto de trabajo a las carac-
terísticas del trabajador, haciendo un estudio individual en estos casos más en profundidad,
evaluando su puesto de trabajo y, si fuese necesario, realizando una propuesta de cambio en las
condiciones laborales o en tareas concretas de su puesto para así y, en la medida de lo posible,
adaptarlas a las capacidades del trabajador. Si tal adaptación no fuese posible, se podría hacer
una propuesta de cambio de puesto de trabajo.
Para prevenir los trastornos músculoesqueléticos en general y de forma específica la lumbalgia,
la empresa debe actuar como con cualquier factor de riesgo presente en los puestos de trabajo,
aplicando los principios de la acción preventiva que marca la Ley de Prevención de Riesgos Labo-
rales, en su artículo 15.1, como transposición de la directiva europea 89/391 del Consejo.
La primera obligación de las empresas desde la implantación de la ley de LPRL es la identi-
ficación y análisis de los peligros que puedan existir y la evitación de dichos riesgos, y sólo en
el caso de que no se puedan evitar, proceder a su evaluación y corrección.
Será por tanto función del Servicio de Prevención de las empresas, impedir las lesiones entre
los trabajadores evaluando los riesgos, detectando aquellos procesos que puedan ser peligrosos
y proponiendo las modificaciones y adaptaciones necesarias para eliminarlos o para establecer
las medidas preventivas necesarias para minimizar el posible impacto sobre la salud de los tra-
bajadores.
En el dolor lumbar de origen laboral están implicados factores de muy distinta etiología,
pudiendo relacionarse con factores de riesgos relativos a la seguridad de la empresa, a la ergo-
nomía o con los aspectos psicosociales, lo cual requerirá una evaluación integral de los riesgos
laborales, si bien son la Medicina del Trabajo y la Ergonomía-Psicosociología, las dos especiali-
dades preventivas de mayor importancia en la prevención de los trastornos osteomusculares y
por ende de la lumbalgia.
Pero si hay alguna función de las que conciernen al médico del trabajo que se pueda consi-
derar de mayor peso en este tema, esa es sin duda la vigilancia de la salud de los trabajadores,
tanto individual como colectiva, que permite recopilar mediante estudios epidemiológicos, datos
sobre el estado de salud de los trabajadores y en consecuencia conocer, entre otras variables, la
prevalencia de los trastornos osteomusculares en la población estudiada, y a partir de ahí, esta-
blecer las medidas preventivas adecuadas a implantar.
La vigilancia individual de la salud ayuda a la detección precoz de las lesiones, lo que evita-
rá su progresión hacia la recidiva y la cronicidad, tan frecuentes en los trastornos de la columna
lumbar. Por otra parte, permitirá también valorar la capacidad o aptitud de cada trabajador para
las funciones que se le asignan, vigilando siempre que éstas no incidan de forma negativa en su
situación previa de salud.
La LPRL obliga (art.22) a que los reconocimientos médicos se lleven a cabo mediante la
aplicación de unos protocolos de vigilancia específica de la salud, en relación a los riesgos con-
cretos a los que esté expuesto el trabajador. En el caso de la lumbalgia, se deberán aplicar los
protocolos de vigilancia específica relativos a riesgos ergonómicos como: el protocolo de mane-
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Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

jo manual de cargas, el de movimientos repetitivos, posturas forzadas, usuarios de PVD, de vi-


braciones, etc. Será preciso valorar además, en aplicación de la ley, si el reconocimiento médico
es de carácter obligatorio en cuanto, «...sea imprescindible para evaluar los efectos de las con-
diciones de trabajo sobre la salud de los trabajadores o para verificar si el estado de salud del
trabajador puede constituir un peligro para el mismo o para terceros implicados...».

10. ¿QUÉ OCURRE EN EL CASO ESPECÍFICO


DE LA TRABAJADORA EMBARAZADA?
Ya se ha mencionado anteriormente la especial atención al trabajador sensible por sus condicio-
nes psicofísicas a riesgos laborales presentes en su trabajo y potencialmente generadores de
patología o agravantes de la preexistente, pero un caso particular de especial protección y espe-
cial sensibilidad es el de la trabajadora embarazada. En la mujer gestante, deberán tomarse
medidas preventivas concretas, que serán determinadas en cada caso individual por el médico
del trabajo del servicio de prevención de la empresa, tomando como referencia la NTP 413.
Hay factores de carga de trabajo que pueden influir en la salud de la mujer embarazada y del
feto, en especial los referidos a carga física, ya que han sido los más estudiados y por ello de los
que se dispone de una información más precisa y fiable.
Los factores relacionados con el trabajo son: el esfuerzo físico, la carga estática de trabajo
(postura de pie o sentado de forma prolongada), la carga dinámica (levantamiento, manejo de
pesos, rotación del tronco, etc.). Todo ello está a su vez relacionado con el tipo de tarea, el
método de trabajo y el diseño del puesto de trabajo.
En el caso de la mujer embarazada la fatiga aumenta por el propio estado de gravidez y las con-
secuencias debidas a la carga de trabajo que afectan tanto a la mujer embarazada como al feto.
Durante la gestación existe una sobrecarga funcional para el corazón. También existen mo-
dificaciones en el metabolismo basal (incremento del 20%) y en el consumo de oxígeno (incre-
mento de entre el 20 – 30%).
El esfuerzo físico importante supone un compromiso de todo el organismo, viéndose afecta-
do el útero y el feto. Durante el esfuerzo aumenta el flujo de la sangre que va a los órganos
implicados en el ejercicio: músculos y corazón; disminuyendo en otras zonas del cuerpo: piel y
vísceras, lo que implica un descenso de aporte sanguíneo al útero. En condiciones normales, no
hay afectación fetal, pero sí cuando el esfuerzo es muy grande o cuando existe compromiso
fetal. La tasa cardiaca aumenta y también el flujo sanguíneo que se distribuye a aquellos órganos
con mayor trabajo: los músculos y el corazón, mientras que disminuye en la piel y en el área
esplácnica. A esto se une la actividad simpática causante de dilatación de los vasos sanguíneos
en los músculos y constricción en las vísceras y en la piel.
El ejercicio intenso reduce el flujo sanguíneo hacia el útero y este proceso se verá agravado
cuando además de existir una carga física alta, ésta sea prolongada o la tarea se desarrolle en un
ambiente térmico elevado.
En el gráfico que se muestra a continuación tomado de la NTP 413, puede verse el gasto
cardiaco en la gestante, en situaciones de reposo y tras el ejercicio muscular.
27
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

Figura 2

5 l/minuto 1,0 0,25 0,75 1,0 1,25

DESCANSO

Músculos y pies
Corazón
Cerebro

Vísceras
abdominales
TRABAJO PESADO

Riñón

25 l/minuto 21,25 1,25 0,85 0,60 0,89

Fuente NTP 413: Carga de trabajo y embarazo (dibujo modificado por Enfero Carulo).

A medida que avanza el embarazo, la mujer está menos capacitada para realizar ejercicios
físicos, para levantar pesos, subir escaleras, etc., puesto que el gasto cardíaco, las pulsaciones
y el consumo de O2 son mayores.
Las diferentes posturas que se adopten tienen consecuencias sobre el feto. De los numerosos
estudios realizados sobre este tema, las principales conclusiones a las que se ha llegado sobre
la carga de trabajo y la mujer embarazada son las siguientes:

— Trabajo de pie: la mujer embarazada que trabaja de pie suele tener niños con menor peso
(unos 200 gramos menos), más riesgo de parto de feto muerto y mayor frecuencia de
pérdidas de sangre, especialmente en el primer y segundo trimestre del embarazo.
— El manejo de cargas pesadas retarda el crecimiento del feto.
— Las mujeres que realizan un trabajo pesado ganan menos peso y tienen niños más pe-
queños que las que tienen un trabajo ligero.
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— Las mujeres que descansan unos ocho días antes del parto tienen niños más grandes
(200 gramos más que los de mujeres que no descansan).
— El manejo de cargas y las posturas forzadas aumentan el porcentaje o la probabilidad de
sufrir abortos espontáneos y partos prematuros.
— Al realizar trabajos pesados se pueden dar casos de hipertensión en la mujer, asociada al
embarazo.
— En trabajos pesados, la placenta pesa menos que en casos de trabajo moderado.
— Una carga excesiva puede provocar en el feto problemas cardiovasculares y defectos en
el sistema nervioso central.

De entre todas las consecuencias de una sobrecarga de trabajo en la mujer embarazada, in-
teresan aquí de forma específica los efectos osteomusculares, ya que los puestos de trabajo no
están diseñados, en principio, para las mujeres embarazadas, lo que puede acarrear malas pos-
turas y/o posturas forzadas y sobreesfuerzos. Las malas posturas o las mantenidas demasiado
tiempo y el manejo de cargas suelen originar patologías. En la mujer embarazada se ha de sumar
el hecho de que ha de soportar un sobrepeso debido a su propio embarazo.
A medida que avanza la gestación, aumenta el dolor lumbar debido, por un lado, a factores
individuales (mala postura, la distensión muscular y el exceso de peso) y, por otro, a factores
relacionados con el trabajo, puesto que la mayor distancia que existe entre la embarazada y el
plano de trabajo hace que se vea obligada a separarse del mismo y a echar las caderas hacia
atrás, lo que produce una flexión del tronco, que sobrecarga biomecánicamente la columna
vertebral y, sobre todo, en la parte baja de la espalda.
En el siguiente gráfico tomado de la NTP 413 se puede apreciar el efecto del aumento abdo-
minal en la inclinación del tronco:

Figura 3

6o 16o
MES DE EMBARAZO
5 6 7 8 9 10
Hombro

Cadera
Rodilla

Tobillo

250 300 320 345 360 375


PROFUNDIDAD ABDOMINAL (mm)
Fuente NTP 413: Carga de trabajo y embarazo (dibujo modificado por Enfero Carulo).
29
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

La fatiga es, además, un agravante del dolor de espalda en caso de que se dé una lum-
balgia.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales recoge la obligación del empresario de adop-
tar las medidas necesarias para garantizar la salud reproductiva de la población trabaja-
dora y contempla como infracción muy grave el «no observar las normas específicas en
materia de protección de la seguridad y la salud de las trabajadoras durante los períodos
de embarazo y lactancia». Debe evitarse cualquier exposición a riesgos que puedan afectar
la salud reproductiva, la salud de la mujer embarazada, mujer en periodo de lactancia, o
la salud de la descendencia. (Ley 31/1995 de 8 noviembre de Prevención de Riesgos La-
borales. Cap. lll. Art 26. «Protección a la maternidad»).
En términos generales, cuando se conozca o sospeche una situación de especial sensi-
bilidad de un trabajador, bien por gestación o bien por otras causas, se deberá comunicar
tanto al Servicio Médico de Prevención como a la empresa, para que puedan adoptarse las
medidas pertinentes.

La comunicación puede producirse a través de los siguientes medios:

— A través del propio interesado.


— Por el Servicio Médico del Trabajo-Servicio de Prevención, bien a través de consultas
hechas por el propio trabajador o derivado de los resultados de la vigilancia de la
salud.
— Porque en la empresa o en el Servicio de Prevención se tenga conocimiento de una
situación de este tipo.
— A través de comunicación de la Inspección de Trabajo.

En cualquiera de estos casos la comunicación se deberá llevar a cabo por escrito, pu-
diendo aportar las pruebas que se consideren oportunas.
En el siguiente esquema se detalla la secuencia de actuaciones a seguir y los distintos
departamentos implicados ante situaciones de especial sensibilidad de un trabajador a ries-
gos laborales potencialmente generadores de daño laboral.
Una vez comunicada la situación, el médico del trabajo revisará la historia clínico-la-
boral del trabajador así como toda la información que éste le aporte y la evaluación de
riesgos del puesto, con el fin de determinar si las características del trabajador lo hacen
especialmente sensible a los riesgos de ese puesto de trabajo.
Cuando existan pruebas de que existe sensibilidad especial, el Servicio de Prevención
deberá proceder a realizar una nueva evaluación específica del puesto de trabajo para valorar
si es necesario adaptar las condiciones de trabajo existentes a las características psicofísicas
o situación de discapacidad del trabajador.
30
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

Figura 4

Detección de INFORME
«especial sensibilidad» FAVORABLE
en un trabajador/a

SERV. PREV.
Reevaluación
del puesto

Remisión:
Servicio de prevención (SP)
Servicio Médico del trabajo Medidas Medidas
correctoras correctoras
Elaboración de informe POSIBLES NO POSIBLES

Control y
seguimiento Comunicación
Serv. Prev. a la empresa
Serv. Médico

Referencia: Ma T. Vicente-Herrero et al. Grupo Investigación en Medicina del Trabajo (GIMT).

11. ¿CÓMO COLABORA EL MÉDICO DEL TRABAJO


EN LA ASISTENCIA SANITARIA EN LUMBALGIAS
DE LOS TRABAJADORES?
Dentro de la labor asistencial del médico de trabajo, en las lumbalgias consiste fundamentalmen-
te en el tratamiento, control y seguimiento de las lesiones constitutivas de accidente de trabajo,
enfermedad profesional o de enfermedades relacionadas con el trabajo.
Además de la atención de urgencia y primeros auxilios, el médico del trabajo está capacitado
para el diagnóstico y seguimiento de Enfermedades Profesionales y relacionadas con el trabajo,
así como de las enfermedades comunes, en este último caso para reconducir el proceso al nivel
asistencial adecuado.
Por tanto, es importante que el médico del trabajo y el servicio de prevención puedan inter-
venir en la actuación sanitaria de la contingencia común, posibilitando el acceso a información
médica y a la gestión de pruebas complementarias e interconsultas con especialistas, evitando
multiplicar las consultas y colaborando en el seguimiento y tratamiento de enfermos, en especial
en los casos de larga duración o crónicos.
31
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

Al evaluar la eficacia de las intervenciones dirigidas a facilitar la reincorporación de los trabaja-


dores que sufren dolor de espalda, la bibliografía científica revela las siguientes conclusiones:

1. Existen datos inequívocos de que los pacientes deben mantenerse activos y reanudar sus
actividades ordinarias tan pronto como sea posible.
2. Una combinación de una gestión clínica óptima, un programa de rehabilitación e inter-
venciones en el lugar de trabajo resulta más eficaz que la aplicación de cada uno de
estos elementos por separado.
3. La adopción de un enfoque multidisciplinario ofrece los resultados más prometedores,
pero ha de considerarse la eficacia en función del coste de estos tratamientos.
4. La modificación temporal del trabajo constituye una intervención eficaz para la reinte-
gración a la actividad laboral, si se utiliza conjuntamente con una adecuada gestión del
trabajo.
5. Ciertos datos avalan la eficacia de la ergoterapia (terapia basada en el ejercicio), las «escue-
las de espalda» (métodos para el cuidado de la espalda) y el tratamiento conductual.
6. Los soportes lumbares (cinturones para la espalda) parecen ser ineficaces en la prevención
secundaria.

Las lesiones que cursan con lumbalgia son frecuentemente multifactoriales y, en general, es
difícil detectar relaciones causa-efecto asociadas a un único factor.
Existen tres métodos principales para la prevención de los trastornos lumbares relacionados
con el trabajo: diseño ergonómico del trabajo, educación y formación y vigilancia de la salud del
trabajador.

12. ¿QUÉ ES LA VIGILANCIA DE LA SALUD Y COMO AFECTA


A LA PREVENCIÓN DE LAS LUMBALGIAS EN LOS
TRABAJADORES?

El médico del trabajo interviene en la prevención de los riesgos laborales implicados en las lum-
balgias de forma específica con la vigilancia de la salud como herramienta básica preventiva
desde la vertiente de la medicina del trabajo (LPRL. Artículo 22. Vigilancia de la salud: El empre-
sario garantizará el derecho de los trabajadores a una vigilancia adecuada de su salud en función
de los riesgos inherentes a su trabajo). Las funciones de vigilancia y control de la salud de los
trabajadores serán desempeñadas por personal sanitario con competencia técnica, formación y
capacidad acreditativa según determinen las autoridades sanitarias en las pautas y protocolos
que se elaboren. Los Servicios de Prevención que desarrollen estas funciones deberán contar con
un médico especialista en Medicina del Trabajo o diplomado en Medicina de Empresa y un
ATS/DUE de empresa, sin perjuicio de la participación de otros profesionales sanitarios con
formación, competencia técnica y capacidad acreditativa (.artículo 22 de la Ley 31/1995 de Pre-
vención de Riesgos Laborales y con el apartado 3 del Artículo 37 del RD 39/1997).
32
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

Para la vigilancia sanitaria específica de los trabajadores, realizada por los médicos y enfer-
meros del trabajo, se toman generalmente como referencia los Protocolos de Vigilancia Sanitaria
Específica (PVSE) editados por el Ministerio de Sanidad y Consumo (actualmente 19 protocolos),
que pueden descargarse en:
http://www.msc.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/saludLaboral/vigiTrabajadores/protocolos.htm
Para aquellos riesgos no protocolizados, es el Médico del Trabajo el que, tras estudiar el
mecanismo de acción lesivo y los posibles daños que se pueden producir, decidirá qué explora-
ciones y pruebas complementarias específicas deben realizarse.
A continuación se estudian los PVSE que más importancia tienen en la producción de daño
lumbar y, aunque en la actualidad no existe protocolo publicado, la vigilancia de la salud en
trabajadores expuestos a vibraciones de cuerpo entero, ya que está demostrada la relación de
este riesgo con aparición de patología dorsolumbar.

13. ¿CUÁLES SON LOS PROTOCOLOS DE VIGILANCIA ESPECÍFICA


DE LA SALUD MÁS DIRECTAMENTE RELACIONADOS CON LA
PREVENCIÓN DE PATOLOGÍA LUMBAR?
Si bien el riesgo más importante en lumbalgias es el asociado al manejo de cargas y los movimien-
tos que comporta, no hay que olvidar que muchos trabajos, con las tareas que conllevan, requie-
ren de manipulación de cargas conjuntamente con otros riesgos de los anteriormente detallados,
por lo que conviene hacer un breve repaso de cada uno de ellos por separado, aunque en las em-
presas se asocian de forma cotidiana para facilitar la práctica del médico del trabajo, siempre previa
revisión de la evaluación de riesgos aportada por los técnicos del Servicio de Prevención. Entre ellos
y relacionados con los riesgos anteriormente comentados, se destacan los siguientes:

— manipulación manual de cargas.


— posturas forzadas.
— trabajos con PVD.
— vibraciones de cuerpo entero.
— neuropatías por presión.

Una vez realizado el reconocimiento pertinente de vigilancia específica de la salud y, en fun-


ción de los resultados obtenidos, se pasará a la Valoración de la APTITUD LABORAL del traba-
jador y posterior conducta preventiva a seguir en función de las alteraciones que se detecten.
Esta Aptitud podrá ser:

1. Apto sin restricciones: Calificación que recibe el trabajador que podrá desempeñar su
tarea habitual sin ningún tipo de restricción física ni laboral, siempre y cuando el traba-
jo se ajuste a la normativa legal en cuanto a Seguridad y Salud en el trabajo y haya re-
cibido la información adecuada sobre los riesgos y los daños derivados de su trabajo.
33
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

2. En observación: Calificación que recibe el trabajador que está siendo sometido a estudio
y/o vigilancia médica a fin de determinar su grado de capacidad.
3. Apto con restricciones: Calificación que recibe el trabajador cuando tiene por objeto
lograr la rehabilitación y recuperación laboral del trabajador que lo precise y muy espe-
cialmente la integración profesional del minusválido. Las restricciones podrán ser perso-
nales y/o laborales:

a) Personales: conlleva la obligatoriedad del trabajador de realizar las medidas higiénico-


sanitarias prescritas por el médico para salvaguardar su salud y prevenir agravamien-
tos de una afección anterior.
b) Laborales: que pueden ser a su vez:

• Adaptativas: implican la adaptación del entorno laboral al trabajador para la rea-


lización íntegra de las tareas propias de su puesto de trabajo.
• Restrictivas: existe prohibición de realizar total o parcialmente tareas muy concre-
tas y específicas de su puesto de trabajo.

4. No apto: Calificación que recibe el trabajador cuando el desempeño de las tareas impli-
que problemas serios de salud, o ésta le imposibilite la realización de las mismas y
tanto en uno como en otro caso no sea posible la aplicación de calificación de apto con
restricciones.

El objetivo fundamental de la vigilancia de la salud es la prevención de lesiones o daño en el


trabajador y, por ello, en función de las alteraciones detectadas por el Médico del Trabajo, se
siguen una serie de conductas preventivas:

— En primer lugar deberá tenerse en cuenta la actuación sobre el medio para eliminar o bien
reducir el riesgo. Se deberán corregir posturas y movimientos anómalos o forzados, los
apoyos prolongados, los movimientos y esfuerzos repetidos. En definitiva, se mejorarán
las condiciones de trabajo.
— Se adoptarán medidas organizativas: rotaciones o pausas más frecuentes en el puesto de
trabajo, de forma provisional o definitivamente, para evitar lesiones. Formación de los
trabajadores e información sobre los riesgos laborales y las medidas de prevención. Con-
trol de la eficacia de la información y formación a los trabajadores.
— Control periódico de las condiciones, la organización y los métodos de trabajo y el esta-
do de salud de los trabajadores.
— Siempre que se detecte el menor indicio de desviación de los valores considerados nor-
males o la presencia de síntomas achacables a una enfermedad, el trabajador deberá ser
remitido al especialista médico quien dictaminará y cuantificará el alcance de las lesiones
realizando las pruebas complementarias oportunas.
34
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14. ¿CÓMO IDENTIFICAR SI LA LUMBALGIA ES DE ORIGEN


LABORAL O MOTIVADA POR CAUSAS COMUNES?
Uno de los aspectos más complejos en relación a estas patologías es la determinación de contin-
gencia y con ello, valorar de forma clara y objetiva la relación existente entre el daño o la lesión y
el trabajo desarrollado. Así, y siguiendo el modelo establecido por la DGSP (Dirección General de
Salud Pública de la Consellería de Sanitat de la Comunidad Valenciana) en la Guía para la VST
hostelería1, adaptándolo a las patologías concretas que aquí ocupan podemos resumir que:
Ante un diagnóstico de lumbalgia tipificable como posible, probable o confirmado daño la-
boral, tanto en casos aislados como cuando se repite en varios trabajadores sometidos a idén-
ticos riesgos, junto con la revisión de los resultados de las valoraciones clínicas, se deberá
contrapesar la relación de los mismos con la actividad laboral desempeñada. Para su clasificación,
se tendrán en cuenta criterios de: exposición, temporalidad, la existencia de relación entre la
sintomatología y la actividad laboral y la existencia de factores extralaborales que hayan podido
contribuir a la aparición de la enfermedad, su mantenimiento, o que estén actuando de forma
sinérgica con los laborales.

Figura 5

ALGORITMO PARA VALORACIÓN DE LA RELACIÓN LABORAL


Caso posible/caso probable/caso confirmado

SI ¿Se cumple el criterio de exposición? NO

¿Se cumple el criterio de temporalidad? DAÑO NO-LABORAL

SI NO
¿La exposición agrava la sintomatología?
¿Existen factores de riesgo extralaborales SI NO
que hayan podido contribuir
a la aparición de la enfermedad?
DAÑO AGRAVADO
POR EL TRABAJO
NO SI SI

DAÑO DERIVADO ¿Alguno de ellos ha actuado claramente


NO
DEL TRABAJO como desencadenante?

Fuente: Guía para la vigilancia de la salud de los trabajadores de hostelería. Generalitat Valenciana. Conselleria de
Sanitat. 2010.

1
Ref: Esteban V et al. (2010) Guía para la VST de hosteleria. Generalitat Valenciana. Conselleria de Sanitat.
35
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

15. ¿QUÉ ES LA INCAPACIDAD LABORAL?


El concepto de incapacidad laboral ha ido evolucionando con el transcurso del tiempo. Los prime-
ros modelos teóricos de estructura conceptual sobre el desarrollo de la incapacidad tienen su origen
en la década de los años 70 a través de los estudios de Nagi, quien argumentó que el camino más
razonable para conceptualizar la incapacidad es a través de un proceso en cuatro estadíos:

Figura 6. Proceso secuencial de incapacidad ideado por Nagi (1965)

Deterioro Limitación
Enfermedad Incapacidad
fisiológico funcional

Fuente: Proceso secuencial de incapacidad ideado por Nagi (1965).


Ref: Nagi S. Z. An epidemiology of disability among adults in the United States. Milbank 1976; 54:439-68.

El modelo de Nagi ha sido aceptado como una conceptualización del proceso de incapacidad
hasta que, en 1980, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció la Clasificación In-
ternacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM) a través de un modelo muy
semejante al de Nagi, aunque con algunas diferencias conceptuales:

Figura 7. Modelos de desarrollo de incapacidad propuestos por la OMS (1980) y Nagi (1976)

Modelo del proceso de incapacidad OMS (1980)

Enfermedad Deficiencia Incapacidad Invalidez

Modelo del proceso de incapacidad NAGI (1976)

Patología Limitación
Deficiencia Incapacidad
activa funcional

Fuente: Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM).


Ref: World Health Organization. International Classification of impairments. Disabilities and handicaps. Geneva, 1980.

El concepto de Incapacidad/Discapacidad ha ido evolucionando. Relacionado con el modelo


recogido en la CIDDM–2, Verbrugge y Jete elaboraron en la década de los 90 un modelo explica-
tivo del desarrollo de la incapacidad basado en los factores de riesgo que pueden producir mo-
dificaciones en el curso de la evolución de las deficiencias del individuo y que potencialmente
pueden provocar discapacidad. Verbrugge y Jete entienden la incapacidad como la dificultad para
realizar las actividades en cualquier ámbito de la vida.
36
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

Atendiendo al diccionario de la Real Academia de la Lengua, incapacidad se recoge como


«Estado transitorio o permanente de una persona que, por accidente o enfermedad, que-
da mermada en su capacidad laboral.». Incluso se recoge la definición específica de Incapacidad
laboral como un término de Derecho, siendo ésta: «Situación de enfermedad o de padecimiento
físico o psíquico que impide a una persona, de manera transitoria o definitiva, realizar una acti-
vidad profesional y que normalmente da derecho a una prestación de la Seguridad Social».
Entrando en matices, conviene distinguir el propio significado de aptitud cuando sólo se
quiere dar a entender un mera «disposición para hacer algo», del de capacidad cuando este úl-
timo se remite a «aptitud, talento o cualidad que dispone a alguien a consumar la acción» y,
finalmente, de idoneidad o estado idóneo, en la medida en que, fruto de las facultades adqui-
ridas y de la experiencia, «permite ejecutar la tarea con comodidad». Entre ambos extremos
(capacidad-idoneidad) se puede situar la competencia o pericia («sabiduría, práctica, experiencia
y habilidad en una ciencia o arte»). Tales connotaciones han de ser consideradas en sus aspectos
negativos cuando se tenga que valorar un estado de incapacidad. Se comprende, pues, que no
hay que hacer equiparables los términos de enfermedad e incapacidad laboral.
De la misma manera, un daño a la salud, potencialmente, puede involucrarse en tres de las
siguientes situaciones:

a) incapacidad física.
b) incapacidad profesional.
c) incapacidad ganancial.

La incapacidad física puede dar lugar o no a una incapacidad profesional, con lo que, a partir
de una incapacidad orgánica o de un mero trastorno funcional, serán las características de esa
alteración en íntima relación con el trabajo realizado lo que permita pronunciarse sobre la exis-
tencia o no de una determinada incapacidad en sentido técnico.
Tratándose del resultado que en cada caso particular arroja la conjugación de los factores
daño orgánico-funcional y trabajo (y más si se singulariza para la tarea y la actividad), se pueden
hacer las siguientes formulaciones:

1a. no existe paralelismo entre la intensidad de una lesión responsable de una merma ór-
gano-funcional y su posible repercusión laboral.
2a. no toda incapacidad órgano-funcional se remite necesariamente a una incapacidad pro-
fesional.
3a. una pequeña merma funcional, aún genéricamente no incapacitante —y hasta de muy
escasa significación— puede, sin embargo, incidir como incapacidad profesional
específica.

El término incapacidad laboral hace referencia y deriva de la relación entre las condiciones de
salud de la persona y el trabajo. La incapacidad laboral es un desequilibrio entre las capacida-
des funcionales y los requerimientos de un puesto de trabajo, pudiendo ser ese desequilibrio
transitorio (incapacidad laboral temporal) o permanente (incapacidad laboral permanente). Para
37
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

poder calificar a un paciente como Incapacitado Laboralmente no basta con que exista lesión o
alteración de sus estructuras y/o funciones corporales (físicas o mentales), sino que además
dicha alteración debe impedir el desarrollo de su puesto de trabajo.
El Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido
de la Ley General de la Seguridad Social, es la norma que recoge todas las disposiciones en ma-
teria de Seguridad Social de nuestro ordenamiento jurídico, incluyendo todas las modificaciones
y nuevas normas que van surgiendo con posterioridad, por lo que a fecha actual dicho Texto
Refundido se compone de 234 artículos, 45 disposiciones adicionales, 17 disposiciones transi-
torias, 1 disposición derogatoria y 7 disposiciones finales. Pues bien, los artículos 128 a 133
recogen la normativa básica acerca de la prestación por incapacidad temporal de nuestro siste-
ma de Seguridad Social y los artículos 136 a 149, sobre la prestación de incapacidad perma-
nente en sus 2 modalidades, contributiva y no contributiva.

16. ¿QUIÉN DETERMINA LA INCAPACIDAD LABORAL DE UN


TRABAJADOR?
Esta función, entre otras, corresponde a los Equipos de Valoración de Incapacidades (EVI).
El Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, desarrolla la Ley 42/1994 en materia de incapa-
cidades laborales del sistema de la Seguridad Social. Dicha Ley atribuye al INSS, entre otras, la
competencia de evaluar, calificar y revisar la incapacidad, así como determinar las contingencias
causantes de las mismas. Dicho Real Decreto establecía también la constitución en cada Dirección
Provincial del INSS de uno o más Equipos de Valoración de Incapacidades (EVI) para llevar a
acabo las competencias del INSS.

COMPOSICIÓN DEL EVI


PRESIDENTE: Subdirector provincial de invalidez del INSS.
CUATRO VOCALES:
• Un médico inspector del Servicio Público de Salud.
• Un facultativo (médico inspector) del INSS.
• Un inspector de Trabajo y Seguridad Social.
• Un funcionario del INSS de la sección de trámites de incapacidad, que ejercerá las funciones de SECRETARIO.

CUATRO SUPLENTES: Un suplente por cada miembro.


OTROS VOCALES DEL EVI:
• Un experto en recuperación y rehabilitación (en general, perteneciente al Equipo de Valoración y
Orientación de cada Comunidad Autónoma) que participará en aquellos expedientes en los que se
deduzcan indicios razonables de recuperación del trabajador.
• Un experto en seguridad e higiene en el trabajo cuando existan indicios de incumplimiento de las
medidas de seguridad e higiene.
Fuente: Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, por el que se desarrolla, en materia de incapacidades laborales del sistema de la
Seguridad Social, la Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social (BOE nº 198, de 19 de
agosto). Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social (BOE nº 313, de 31 de diciembre).
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FUNCIONES DE LOS EVI

— Examinar la situación de incapacidad del trabajador y formular al director Provincial del INSS
dictámenes-propuesta, preceptivos pero no vinculantes, en materia de:
• Existencia de incapacidad permanente y calificación en sus distintos grados, revisión de las mismas
y contingencia causante.
• Determinación del plazo a partir del cual se podrá instar la revisión de la incapacidad.
Existencia de lesiones permanentes no invalidantes.
— Efectuar el seguimiento de los programas de control de las prestaciones económicas de IT.
— Prestar asistencia técnica y asesoramiento en los procedimientos contenciosos en materia de
incapacidades laborales en los que tome parte el INSS.
— Otras Funciones.

Fuente: Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, por el que se desarrolla, en materia de incapacidades laborales del sistema de la
Seguridad Social, la Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social (BOE nº 198, de 19 de
agosto). Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social (BOE nº 313, de 31 de diciembre).

17. ¿QUÉ CRITERIOS SE UTILIZAN PARA VALORAR LA


INCAPACIDAD LABORAL EN LA COLUMNA LUMBAR?
Las patologías del aparato locomotor son una de las principales causas de Incapacidad Temporal
(IT) y la principal de Invalidez Permanente (IP). La mayor parte de la IT por este tipo de patologías
es debida a procesos dolorosos de la columna vertebral, a artrosis periférica y a lesiones mecá-
nicas de rodilla, y más de la mitad de la IP por enfermedad reumática es debida a la artrosis. Para
la valoración de la incapacidad en este tipo de patologías tienen especial relevancia, por un lado,
la historia clínica y la exploración física, ya que en muchas ocasiones los resultados de las prue-
bas complementarias tienen escasa correlación con la afectación funcional de estos pacientes, y
por otro, confrontar las limitaciones del paciente con los requerimientos de su trabajo.
En el caso concreto de la valoración del paciente con patología lumbar debe tenerse en cuen-
ta que, en la mayoría de ocasiones, tal valoración habrá de hacerse antes de conocer el diagnós-
tico de certeza, fundamentalmente en el caso de pacientes en Incapacidad Temporal, ya que la
consulta será en general por dolor con o sin repercusión neurológica. El reto es diferenciar los
procesos dolorosos inespecíficos de los específicos que precisen un tratamiento determinado.
El segmento vertebral más afectado en los pacientes con algún tipo de incapacidad es el
lumbar, siendo importante señalar que en el 80% de los casos no se puede atribuir una lesión
específica como causa de la lumbalgia.
A la hora de valorar a un paciente con lumbalgia, como ya se ha señalado en apartados
anteriores, es importante la realización de una adecuada ANAMNESIS, que permita determinar
si la clínica presentada por el paciente puede estar relacionada con algún evento agudo, como
un accidente —sea o no de trabajo—, hábitos posturales inadecuados, posturas forzadas, etc.
Se podrá clasificar el dolor (cervicalgia, dorsalgia, lumbalgia) en función del tiempo de duración
en agudo (< 6 semanas), subagudo (6 – 12 semanas) o crónico (> 12 semanas). Se debe pre-
39
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

guntar por las características del dolor (tiempo de evolución, forma de instauración, intensidad,
ritmo, factores agravantes y factores que lo alivian), existencia o no de síntomas de compromi-
so radicular (parestesias, disminución de fuerza, alteración de reflejos osteotendinosos, altera-
ciones de la marcha, alteraciones visuales, mareo – inestabilidad,...) y otros síntomas que el
paciente relacione con su cuadro doloroso, así como por los tratamientos que ha seguido y la
respuesta a los mismos.
Es importante también valorar la actitud del paciente mediante la inspección: posturas an-
tiálgicas, asimetrías, desviaciones, deformaciones, tumefacciones, atrofias o hipertrofias.
En cuanto a la exploración física, aunque debe ser completa irá orientada principalmente a
establecer el balance articular y a descartar afectación neurológica:

— Palpación: permite encontrar puntos dolorosos, contracturas, zonas de inflamación,


etc.
— Movilidad articular: al realizar esta exploración debemos tener en cuenta los rangos de
movilidad normales del segmento dorso-lumbar.

Tabla 3. Arcos de movilidad raquídea

Dorsal Lumbar

FLEXIÓN 20º – 45º 40º – 60º


EXTENSIÓN 25º – 45º 20º – 35º
ROTACIONES 35º – 40º 15º – 20º
LATERALIZACIONES 20º – 40º 5º – 18º
Fuente: Guía de Valoración de Incapacidad Laboral para Médicos de Atención Primaria. Capítulo 18.
Referencia: Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. Instituto de Salud Carlos III. Marzo-2010. NIPO: 477-09-012-0

Al valorar la movilidad hay que tener presentes ciertas consideraciones:

• La movilidad va a ir disminuyendo con la edad de forma fisiológica, de modo que balances


articulares de menor amplitud estarán dentro de la normalidad.
• Hay que valorar la movilidad activa y la pasiva. Ayudará a distinguir procesos articulares
de periarticulares. No debe explorarse la movilidad pasiva si existe sospecha de inestabi-
lidad, por el peligro de lesión neurológica.
• Valorar la funcionalidad de los arcos de movilidad, ya que no todos tienen la misma im-
portancia. En cada articulación hay unos recorridos articulares o arcos de movilidad que
podemos considerar como normales y dentro de éstos unos arcos más funcionales («Co-
eficiente funcional de movilidad de Ch. Rocher»). En general, los últimos grados del ba-
40
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

lance articular son menos funcionales y, por tanto, menos relevantes en la valoración de
la incapacidad.
• La existencia de una contractura muscular relevante suele asociar una disminución de la
movilidad, mientras que un balance articular conservado no suele asociar una contractu-
ra muscular relevante.
• Podemos calcular los arcos de movilidad con métodos directos (goniómetro, inclinómetro,..)
o indirectos. Dentro de los métodos indirectos más empleados están el Schöber (nos da
una estimación de la movilidad de la columna lumbar) y la distancia dedo – suelo (además
de la movilidad lumbar interviene también la de la cadera).

— Balance Muscular: Se considera útil para graduar la debilidad muscular la Escala de Daniels.

Tabla 4. Escala de potencia muscular de Daniels

Grado Balance muscular


0 Ausencia de contracción
1 Se ve o palpa contracción, pero no hay movimiento
2 Movimiento completo en ausencia de oposición o gravedad
3 Movimiento que vence la gravedad
4 Hay fuerza contra la resistencia del examinador
5 Fuerza normal
Fuente: Valoración del daño corporal. César Borobia Fernández.
Referencia: Elsevier, 2006. ISBN13: 978-84-458-1679-0. Depósito Legal: B.41-419-2006

— Exploración Neurológica: Los signos y síntomas exploratorios de las raíces nerviosas que
más se suelen afectar se recogen en la siguiente tabla.

Tabla 5. Exploración neurológica

Raíz Sensibilidad Músculo Reflejo


D12-L3 Anterior muslo Psoas ilíaco
L4 Medial pierna Tibial anterior Rotuliano
L5 Lateral pierna Extensor dedos Tibial posterior
S1 Lateral tobillo y pie Peroneos laterales Aquíleo
Gemelos, Sóleo
S2-S4 Perianal Intrínsecos pie
Fuente: Guía de Valoración de Incapacidad Laboral para Médicos de Atención Primaria. Capítulo 18.
Referencia: Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. Instituto de Salud Carlos III. Marzo-2010. NIPO: 477-09-012-0
41
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

— Maniobras especiales: Para orientar el diagnóstico, se pueden emplear una serie de ma-
niobras especiales, recogidas en la tabla siguiente.

Tabla 6. Maniobras especiales

Efecto Lesión Maniobra

Maniobras para aumentar la Lesiones ocupantes de espacio que — Maniobra de Valsalva


presión intratecal puedan crear compromiso neurológico
(osteofitos, hernias, tumores) — Prueba de Milgran

Maniobras para comprobar Compresión de la raíz por hernia — Pruebas de compresión


radiculopatía discal o por osteofitos del agujero de compresión
(Spurling)

Irritación de raíces nerviosas — Prueba de depresión


del hombro

Estiramiento del plexo braquial — Prueba de abducción


del hombro

Compresión del tronco ciático — Maniobra de Lasegue

— Prueba de Bragard

Maniobras para comprobar Irritación dural o meníngea en el — Signo de L’Hermite


mielopatía cervical raquis o mielopatía cervical
— Mano mielopática cinética

— Mano mielopática postural

— Reflejo estilo-radial invertido

Sospecha de mielopatía (disfunción — Prueba de Hoffman


córtico-talámica)

Maniobras para comprobar — Prueba de Adson


compresión a nivel del
desfiladero torácico — Test de estrés con el brazo
elevado

Fuente: Incapacidad Temporal: Manual para el manejo en Atención Primaria. Capítulo 20.
Referencia: Grupo Lex Artis. Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria.
ISBN: 978-84-612-7648-6. Depósito Legal: M-52384-2008

— Exploraciones complementarias: Podemos clasificar todo el arsenal de pruebas complemen-


tarias en función del interés que tienen en la valoración de incapacidad:

• Pruebas básicas o indispensables para poder realizar una valoración adecuada.


• Pruebas convenientes: son aquéllas necesarias pero que pueden ser de difícil acceso
desde atención primaria, habría que solicitarlas a atención especializada.
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Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

• Pruebas opcionales: no son necesarias, aunque si se dispone de ellas ayudarán a la


valoración porque aportan información importante.

En función del tipo de patología raquídea que se sospeche precisaremos unas pruebas u
otras, tal como se recoge en la siguiente tabla.

Tabla 7. Indicación de Pruebas Complementarias

Patología Patología Hernia Canal Secuelas


Mielopatía
Degenerativa Inflamatoria Discal estrecho postraumáticas

RADIOLOGÍA Básica Básica Opcional Opcional Conveniente Opcional


SIMPLE (Básica si no
hay otras
pruebas de
imagen)
T.A.C. Conveniente Opcional Conveniente Básica si se Básica en Opcional
(si no hay sospecha algunos
RM) causa traumatismos
fundamental- (estallido
mente ósea vertebral,
etc.)
R.M. Opcional Opcional Básica Conveniente Conveniente Básica
en causa no en lesiones
ósea de partes
blandas

NEUROFISIO- Básica si hay Opcional Básica si hay Básica si hay Básica si hay Básica
LOGÍA radiculopatía radiculopatía radiculopatía. radiculopatía.
No indicada No indicada
en el resto en el resto

RADIOLOGÍA Básica Básica Opcional Opcional Conveniente Opcional


SIMPLE (Básica si no
hay otras
pruebas de
imagen)
Fuente: Guía de Valoración de Incapacidad Laboral para Médicos de Atención Primaria. Capítulo 18.
Referencia: Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. Instituto de Salud Carlos III. Marzo-2010. NIPO: 477-09-012-0

— La Radiología Simple permite evidenciar patologías degenerativas, pero hay que tener
presente siempre la escasa correlación clínico/ radiológica en estos pacientes. Se puede
considerar que la correlación clínico radiológica a nivel de la cadera es buena, a nivel de
la rodilla es regular y a nivel del raquis es mala; sirva de ejemplo el hecho de que existen
cambios radiográficos degenerativos en el raquis en un 80% de las personas mayores de
55 años, aunque no presenten clínica. Los osteofitos, a los que se les ha dado tradicio-
43
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

nalmente importancia, en general son asintomáticos y no suponen afectación de la fun-


ción articular salvo que condicionen topes mecánicos en la amplitud articular.
— TAC: Indicado principalmente para valorar lesiones óseas (afectación de arcos vertebrales
posteriores, etc.). El TAC es similar a la resonancia magnética (RMN) para evaluar las
hernias lumbares, pero a nivel cervical la RMN es claramente superior.
— Resonancia Magnética: Indicada principalmente para la valoración de partes blandas (her-
nias discales, lesión medular, tumores, etc.). La RMN con gadolinio permite el diagnós-
tico diferencial entre recidiva herniaria y fibrosis post-quirúrgica (la fibrosis se refuerza
con gadolinio). A la hora de valorar los informes de las RMN del raquis se debe prestar
especial atención a la afectación radicular (y a la medular en las RMN cervicales), que
puede producirse por una estenosis del agujero de conjunción, una estenosis central de
canal, una estenosis de recesos laterales y por una hernia o una protrusión discal Al igual
que la radiografía y el TAC, la RMN también presenta discordancia clínico-radiológica.
Hay estudios orientados hacia la afección lumbar que han encontrado hernias discales en
un 33% de voluntarios asintomáticos.
— Estudio Electrofisiológico (ENMG): El estudio electrofisiológico incluye la electromiografía
(registro en reposo y tras una contracción voluntaria de la actividad eléctrica del músculo),
la electroneurografía (estudio la conducción nerviosa mediante 2 parámetros, velocidad de
conducción y amplitud de potencial) y otras técnicas (Jitter, estimulación repetitiva, etc.).
En las lesiones compresivas observamos primero una afectación de la velocidad de conduc-
ción (por afectación de la vaina de mielina) y, si la compresión progresa, un patrón de de-
nervación (por afectación del axón). El ENMG nos sirve para establecer una correlación
topográfica pero NO para cuantificar el déficit funcional (no existe una correlación clínico-
eléctrica). Tampoco nos sirve para comprobar la eficacia de la cirugía del nervio: el nervio
intervenido nunca se recupera totalmente desde el punto de vista electromiográfico. El
nervio generalmente recupera bien su actividad una vez que se soluciona la compresión.
No se puede considerar la lesión cronificada mientras existan signos de reinervación.

La valoración de la patología de la columna vertebral no resulta sencilla, debido fundamen-


talmente a los siguientes aspectos:

1. La falta de signos objetivables que se correlacionen y justifiquen la sintomatología refe-


rida por el paciente.
2. Mala respuesta de la sintomatología dolorosa al tratamiento, concurriendo una serie de
factores que tienden a cronificar el dolor: edad, traumatismos previos, trabajos de es-
fuerzo físico, patologías asociadas, sedentarismo, insatisfacción laboral, etc.
3. Se solicitan pruebas complementarias muchas veces innecesarias, o se derivan al espe-
cialista en lugar de apoyar la valoración en una buena exploración clínica, prolongándo-
se así el periodo de Incapacidad Temporal.
4. No se debe recomendar el reposo como parte del tratamiento de la lumbalgia. Es más,
debe insistirse en la vuelta a las actividades habituales, incluidas las laborales, como una
medida básica para evitar la cronificación del dolor lumbar.
44
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

5. Los factores psicosociales son factores de riesgo de evolución hacia lumbalgia y cervical-
gia crónicas: los conflictos laborales (empleo a tiempo parcial, problemas económicos,
etc.), jurídicos (indemnizaciones pendientes, etc.) o mentales (estrés psicológico, sínto-
mas depresivos, percepción de un mal estado de salud, etc.).
6. Una situación de incapacidad laboral viene siempre determinada por la existencia obje-
tiva de una limitación funcional, temporal o permanente, incompatible con la actividad
laboral habitual que desarrolla el paciente. No son por tanto situaciones de incapacidad
laboral el mero hecho de estar pendiente de estudios o pruebas complementarias, de
consulta con especialista, a la espera de realizar tratamiento rehabilitador o en lista de
espera quirúrgica, si no se objetiva una limitación funcional.
7. El hecho de encontrarse hallazgos patológicos en las pruebas complementarias (artrosis,
protrusiones, hernias discales) no implica en sí mismo la incapacidad laboral del pacien-
te, sino que, al igual que en cualquier otra patología, habrá que valorar las limitaciones
funcionales, pudiendo ser precisa una baja laboral de manera temporal en periodos de
agudización de la sintomatología.

18. ¿CÓMO PUEDE AYUDAR LA BIOMECÁNICA A LA


OBJETIVACIÓN DE LIMITACIONES EN LUMBALGIAS Y OTRAS
PATOLOGÍAS OSTEOARTICULARES DEL TRABAJADOR?
En el mundo del trabajo interesa de forma específica determinar la función, esto es, la capacidad
que un trabajador tiene para ejecutar autónomamente las acciones y tareas que comportan su
actividad laboral diaria. Poder objetivar esta capacidad funcional es lo que se busca con la ayuda
de las pruebas biomecánicas, partiendo de la base de que ésta disciplina cuyo peso está aumen-
tando de forma notable en los últimos años y que se apoya en otras como las matemáticas o la
ingeniería, al objeto de emitir unos registros que objetiven y cuantifiquen las lesiones y cuya
complejidad varía en función de las necesidades individuales en cada trabajador evaluado. Los
datos obtenidos los hace idóneos a la hora de tomar decisiones de trascendencia medico-legal
en el ámbito laboral.
Se pueden así conocer aspectos tan útiles como: la movilidad del trabajador, su equilibrio, el
tono muscular y la fuerza y relacionar cada uno de estos parámetros entre sí, integrando los
resultados en su conjunto para aportar el máximo rigor a las conclusiones finales que se buscan
con el informe solicitado.
La elección de una u otra herramienta biomecánica depende de lo que se desea valorar: el
movimiento, la fuerza, la amplitud, la ejecución del movimiento, la potencia pico, el trabajo
realizado, la velocidad en la ejecución del mismo, etc.
Se utilizan así diferentes sistemas de evaluación biomecánica:

— Electromiografía de superficie (EMGS). Permite registrar mediante señales eléctricas la


diferencia de potencial que se origina por la despolarización de las membranas muscula-
res. Los registros se obtienen mediante electrodos de superficie, no invasivos, que posi-
45
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

bilitan conocer en micro V el tono muscular, la fatigabilidad y reclutamiento del múscu-


lo en diferentes movimientos. Los valores obtenidos no pueden compararse en distintos
sujetos al ser datos independientes y diferentes para cada persona en función de sus
características morfológicas (piel, tejido subcutáneo, grasa, etc.) y no existiendo en el
momento actual datos normalizados ni por grupos musculares, ni por talla o peso. Los
datos obtenidos son cualitativos de la actividad muscular y de la fatiga de un músculo y
no del grupo muscular.
Estos datos tienen especial aplicación en el establecimiento de secuelas tras daño laboral
en el contexto de la medicina legal del trabajo.
Los datos obtenidos con la EMG de superficie se pueden sincronizar con otros equipos
de biomecánica para poder aportar un mayor rigor a la valoración del trabajador.
— Captura de movimiento 3D. Fotogrametría. Permiten captar el movimiento de una o
múltiples articulaciones en 3D, así como sus características de velocidad, aceleración y
repetición de la ejecución del movimiento que se produce en un trabajador. Se dispone
para ello de cámaras para posteriormente cuantificar sus registros. Si bien existen múlti-
ples métodos de captura de movimiento, los más utilizados son: la fotogrametría y los
sistemas optoeléctricos. Las cámaras están conectadas por cable o mediante telemetría
mediante un software para poder desarrollar sistemas de análisis de movimiento según
el criterio clínico.
Existen dos sistemas de captura de movimiento: activos (se emite una luz que es capta-
da por las cámaras) y pasivos de recogida de información (con materiales reflectantes que
al reflexionar con la luz ambiente son captadas por las cámaras infrarrojas). Se usan unos
u otros en función de los datos que se pretenda recoger y el uso que se les pretende dar
posteriormente.
Los datos obtenidos con la captura de movimiento se pueden sincronizar con otros
equipos de biomecánica para poder aportar un mayor rigor a la valoración del traba-
jador.
— Las plataformas dinamométricas. Son «baldosas» que se colocan en el suelo y bajo las
cuales se colocan receptores de presión en los tres planos del espacio. Permiten analizar
las fuerzas de acción del organismo contra las de reacción del suelo sobre las que se
encuentran los receptores. Estos receptores de presión (barorreceptores) recogen la infor-
mación cinética que se desea valorar, siendo de especial utilidad para estudios de la
marcha, sus alteraciones y lesiones producidas. La fuerza es transformada en señal elec-
trónica mediante la utilización de transductores (extensiométricos o piezoeléctricos),
pudiendo ser bimensionales (registran fuerzas en dos dimensiones) o tridimensionales
(registran fuerzas en tres dimensiones).
Las plataformas se colocan en una u otra posición según el objeto y necesidades de la
evaluación y miden longitud y velocidad de la marcha, inercia de los distintos puntos,
cinética de la marcha y posibles modificaciones de la huella plantar.
Cuando se quiere valorar conjuntamente el equilibrio, la plataforma ha de estar sobre-
elevada y marcada para distinguirla del suelo y poder medir las oscilaciones de su centro
de gravedad.
46
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

— Integración de varias de estas pruebas: captura de movimiento+plataformas+EMGS.


Complementan la información que se aporta, lo que permite adecuar los resultados a la
patología y situación del trabajador objeto del estudio. El protocolo aplicado integra los
resultados individuales de cada método y los transfiere a un informe sobre las lesiones
del paciente.
— Equipos isocinéticos, isotónicos e isométricos. Son equipos complejos que usan dina-
mómetros para registran fuerzas de grupos musculares (velocidad, potencia, trabajo y
recorrido osteo-muscular).

• En los movimientos isocinéticos, se mantiene constante la velocidad, prefijada con


antelación.
• En los movimientos isotónicos/anisométricos, se mantiene constante la carga y se
varía la velocidad en función del momento de fuerza de la articulación.
• En el isométrico no hay movimiento.

Estos métodos aportan datos cuantificables y reproducibles de la situación muscular del


trabajador.
La máxima eficacia se obtiene con la elaboración del Informe Biomecánico, que permite
conocer:

— El momento de fuerza máxima (momento de fuerza más elevado durante el movimiento).


— El Trabajo máximo (fuerza ejercida que permite el desplazamiento de un objeto).
— La potencia ejercida por un grupo muscular.
— La velocidad a la que se realiza el trabajo muscular.
— La capacidad de recuperación y control neurofisiológico.

Los datos obtenidos deben ser valorados según las características de cada paciente y según
los datos médicos o de lesión de los que se disponga, evaluando si los resultados permiten la
compatibilidad o no con el desempeño de sus tareas normales, previas a la lesión, cuantificar la
perdida de capacidad si la ha habido, valorar la cronificación de lesión y secuelas, favorecer su
reinserción laboral sin recaída, conocer si la actividad laboral que realiza le produce sobrecarga.
También es de apoyo la utilización de la biomecánica en los procedimientos de valoración de
incapacidades por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Dentro su ámbito
de competencias se encuentra junto con la gestión de las prestaciones de incapacidad perma-
nente e incapacidad temporal, el riesgo durante el embarazo, el riesgo durante la lactancia y el
síndrome tóxico, así como la colaboración con la Dirección General de Costes de Personal y
Pensiones Públicas, Ministerio del Interior y MUFACE.
Para el adecuado ejercicio de dichas competencias, el INSS precisa disponer de informes y prue-
bas clínicas que le permitan evaluar el grado de menoscabo funcional de los beneficiarios a cuyo
nombre se tramitan los expedientes de las distintas prestaciones, ayudas o indemnizaciones, y las
Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social (MATEPSS)
disponen de los medios e instrumentos necesarios para efectuar dichos informes y pruebas clínicas.
47
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo

Por ello, y en virtud de la autorización establecida en la disposición adicional séptima del


Real Decreto 295/2009, de 6 de marzo, el INSS y las MATEPSS, en el marco de colaboración en
la gestión, firmaron en diciembre de 2009 un Convenio para la emisión de informes y la práctica
de pruebas médicas y exploraciones complementarias para la valoración, revisión y calificación de
las incapacidades laborales. El convenio surtió efectos a partir del día 1 de enero de 2010; su
duración inicial era de un año, pudiendo ser prorrogado por sucesivos periodos de un año na-
tural por mutuo acuerdo de las partes a través de voluntad expresamente manifestada al efecto
antes de finalizar el mes de noviembre de cada año. Actualmente continua vigente.
En las cláusulas de tal convenio se establece que las MATEPSS firmantes del mismo se com-
prometen a realizar las exploraciones complementarias, pruebas médicas e informes necesarios
que le sean solicitados por el INSS, siempre y cuando dispongan de los medios propios necesa-
rios para ello.
Las Direcciones Provinciales del INSS solicitarán directamente los informes, pruebas médicas
y exploraciones complementarias a las MATEPSS firmantes del Convenio. La realización de los
informes y pruebas médicas se efectuarán atendiendo a criterios de racionalidad y eficiencia en
el funcionamiento de ambas partes.
Las Mutuas, de acuerdo con sus disponibilidades técnicas y materiales, podrán limitar la
ejecución del Convenio a determinadas provincias o a determinadas pruebas, pudiendo no rea-
lizar otras.
Conforme al contenido de los artículos 67 y 68 de la Ley General de la Seguridad Social, las
Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social son En-
tidades Colaboradoras de la Seguridad Social sin ánimo de lucro y, en este sentido, las actua-
ciones realizadas al amparo de este Convenio no podrán generar enriquecimiento por parte de
las Mutuas.
Entre las diferentes pruebas complementarias e informes médicos que las MATEPSS realizan
en el marco del Convenio se encuentran diferenciados siete tipos de pruebas de valoración bio-
mecánica, que son:

a) Balance articular y muscular de: hombro, codo o muñeca por técnica de Biomecánica.
b) Balance articular y muscular de: cadera, rodilla o tobillo por técnica de Biomecánica.
c) Valoración funcional de la capacidad de marcha por técnica de Biomecánica.
d) Balance articular de columna: cervical, dorsal o lumbar por técnicas de Biomecánica.
e) Valoración funcional de la lumbalgia por técnica de Biomecánica.
f) Valoración funcional de la cervicalgia por técnicas de Biomecánica.
g) Valoración funcional del equilibrio postural por técnicas de Biomecánica.

19. ¿CÓMO LLEVAR A CABO LA ACTIVIDAD DE EDUCACIÓN


PREVENTIVA EN LUMBALGIAS DESDE LA EMPRESA?
La lumbalgia en un proceso benigno que cursa con dolor en la región lumbar y que en la mayo-
ría de los casos, tiene una buena evolución.
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Como ya se ha visto anteriormente, existe una evidente asociación entre el desarrollo de


dolor lumbar y la realización de determinadas actividades físicas laborales: vibraciones, manipu-
lación de cargas, posturas forzadas y flexión/torsión de tronco, principalmente.
Por ello, es importante que la empresa participe de forma activa en la prevención primaria y
secundaria del dolor lumbar, asumiendo la obligación de informar y educar al paciente sobre me-
didas de higiene postural (forma correcta de sentarse, manipulación adecuada de pesos, posturas
adecuadas e inadecuadas, etc.), así como sobre ejercicios básicos de fortalecimiento y estiramien-
to de la espalda, con la finalidad de evitar o controlar los síntomas dolorosos. De igual forma, se
debe fomentar un programa educativo que incluya la adopción de estilos de vida saludables,
buenos hábitos alimenticios y ejercicio físico suave.

Consejos para el trabajador con lumbalgia durante el episodio agudo de dolor:


1. Evitar el reposo en cama.
2. Mantener el mayor grado de actividad física diaria posible que permita el dolor.
3. Utilizar analgésicos para disminuir el dolor y permanecer activo.

Consejos de utilidad para la vida diaria en prevención de lumbalgias.


Puesto que los episodios de dolor se pueden repetir, estas medidas pueden ser beneficiosas:
1. Mantener hábitos saludables en la realización de las tareas habituales (planchar, escribir
en el ordenador...).
2. Hacer ejercicio de manera regular.
3. Evitar los movimientos repetitivos y posturas prolongadas.
4. La actividad física regular es muy saludable para la prevención del dolor lumbar. Así in-
cluso con cierto dolor usted puede comenzar a realizar actividad física, como caminar a
paso firme, natación, yoga, taichi, pilates, etc. y, como mínimo, tres días a la semana.

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(62) Vicente Herrero, MT. Ramírez Iñiguez, MV. Murcia, JJ. (2008) Medicina del Trabajo. Protocolos y
Prácticas de Actuación. Bilbao. Lettera publicaciones ISBN 13: 978-84-936410-1-6.
(63) Waddell, G. Diagnostic triage. In: Churchill Livingstone, editor. The back pain revolution. London:
Elsevier, 2006: 9-26.
(64) Waters, T. Putzanderson, V. Garg, A. Revised NIOSH equation for the design and evaluation of manual
lifting tasks Ergonomics 36 nº7, 749776, 1993.
(65) Waters, T. Putzanderson, V. Garg, A. Applications manual for the revised NIOSH lifting equation.
National Institute for Occupational Health. Cincinnati, Ohio, 1994.

21. LEGISLACIÓN
(1) Directiva 89/391/CEE del Consejo, de 12 de junio de 1989, relativa a la aplicación de medidas para
promover la mejora de la seguridad y de la salud de los trabajadores en el trabajo. Diario Oficial n°
L 183 de 29/06/1989 p.0001 - 0008.
(2) Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley
General de la Seguridad Social. BOE nº154 de 29 del junio de 1994. Actualizado el 3 de enero de
2008.
(3) Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, por el que se desarrolla, en materia de incapacidades labo-
rales del Sistema de la Seguridad Social, la Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales,
administrativas y de orden social.
(4) Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. BOE nº 269 de 10 de
noviembre.
(5) Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención. BOE nº 27 de 31 de enero.
52
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González

(6) Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de segu-
ridad y salud en los lugares de trabajo. BOE nº 97, de 23 de abril de 19997.
(7) Real Decreto 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a
la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular dorso-lumbares, para los traba-
jadores. BOE nº 97, de 23 de abril de 19997.
(8) Real Decreto 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas
al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización. BOE nº 97 de 23 de abril de 1997.
(9) Real Decreto 575/1997, de 18 de abril, por el que se regulan determinados aspectos de la gestión y
control de la prestación económica de la Seguridad Social por incapacidad temporal.
(10) Orden de 19 de junio de 1997 del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales por la que se desarrolla
el Real Decreto 575/1997, de 18 de abril, que modifica determinados aspectos de la gestión y del
control de la prestación económica de la Seguridad Social por Incapacidad temporal.
(11) Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de se-
guridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo. BOE Nº. 188 de 7
de agosto.
(12) Orden de 18 de septiembre de 1998 que modifica la Orden de 19 de junio de 1997 del Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales.
(13) Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo 2002/44/CE, sobre las disposiciones mínimas de
seguridad y de salud relativas a la exposición de los trabajadores a los riesgos derivados de los
agentes físicos (vibraciones), de 25 de junio de 2002 (decimosexta Directiva específica con arreglo al
apartado 1 del artículo 16 de la Directiva 89/391/CEE). Declaración conjunta del Parlamento Europeo
y del Consejo. DO L 177 de 6.7.2002, p. 13/20.
(14) Real Decreto 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las contingencias
profesionales de los trabajadores incluidos en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Tra-
bajadores por Cuenta Propia o Autónomos, y la ampliación de la prestación por incapacidad tempo-
ral para los trabajadores por cuenta propia. BOE nº253, de 22 octubre 2003.
(15) Real Decreto 1311/2005 de 4 de noviembre, sobre la protección de la salud y la seguridad de los
trabajadores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la exposición a vibraciones
mecánicas. BOE nº 265 de 5 noviembre de 2005.
(16) Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de enfermedades
profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para su notificación y
registro.
(17) Real Decreto 298/2009, de 6 de marzo, por el que se modifica el Real Decreto 39/1997, de 17 de
enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, en relación con la aplica-
ción de medidas para promover la mejora de la seguridad y de la salud en el trabajo de la trabajado-
ra embarazada, que haya dado a luz o en período de lactancia. BOE nº 57, de 7 de marzo de 2009.
págs 23288-23292.
(18) Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de medidas en materia de Seguridad Social. BOE nº 291 de 5 de
diciembre de 2007.
(19) Ley 26/2009, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2010. BOE nº
309, de 24 de diciembre de 2009.

Jesús 2 Valoración biomecánica
García Díaz

Medicina Física y Rehabilitación.
de la columna lumbar:
Laboratorio de Biomecánica.
Servicio de Rehabilitación. Protocolo de estudio
Hospital FREMAP de Sevilla

1. Introducción
2. Metodología de la evaluación biomecánica
3. Criterios para la evaluación y contextualización de los déficits
3.1. Cinemática
3.2. Dinamometría
3.3. El fenómeno FR (flexión-relajación)
4. Criterios para establecer la fiabilidad y repetitividad de las pruebas
5. Conclusiones
6. Bibliografía

Índice
55
Valoración biomecánica de la columna lumbar: Protocolo de estudio

1. INTRODUCCIÓN

El pronóstico clínico del dolor lumbar inespecífico suele ser benigno, ya que la sintomatología
se autolimita en la mayoría de los casos, a una duración de días o de semanas (1, 2). No obs-
tante hay un grupo de pacientes, entre un 5 - 10%, que tiende a la cronificación. Este pequeño
porcentaje de paciente es el que condiciona los altos costes asistenciales (médicos), laboral
(absentismo) y sociales (incapacidad) que representa esta patología tanto en nuestro Pais como
el resto de los paises industrializados.
Para aportar una estimación de los costes sociales y laborales a los que aludimos, podemos
hacer referencia al trabajo del año 1999 de Sauné Castillo et al en el ámbito de dos mutuas la-
borales (3). Para una muestra de 186 pacientes. Calcula que los casos de contingencia común
—54,8% de la muestra—, la cantidad por expediente se elevó a los 1.840 euros y la media de
la incapacidad temporal se situó en los 92,5 días. Para la contingencia laboral —45,2% restan-
te—, el gasto por expediente alcanzó los 3.633 euros y la media de días de baja se situó en los
133,5 días. Aunque este trabajo únicamente refleja el gasto ocasionado por los días de baja, la
simple actualización del coste por día de IT desde año de estudio a nuestros días y la extrapo-
lación de la muestra al total de la población rendiría unas cifras de vértigo.
Martínez Pérez y Vázquez Salvado (4), señalan que la incapacidad temporal por lumbalgia se
comporta, siguiendo la Ley de Pareto. Según esta Ley, el 20% de los sucesos consume el 80% de
los recursos disponibles —en este caso, del Instituto Nacional de la Seguridad Social—. Siguiendo
este principio, hay que identificar y concentrar las acciones sobre ese 20% de pacientes para que
su efecto se amplifique sobre el 80% de los costes. Es evidente la necesidad de tomar de decisiones
para limitar el alcance del problema del Dolor Lumbar, pero del mismo modo es necesario que
estas medidas se realicen sobre criterios científicos y en lo posible sobre Evidencia Clínicas.
Desde el punto de vista médico, el dolor lumbar plantea otros problemas además de su fre-
cuencia y tendencia a la cronificación, como ya se ha comentado. La práctica clínica nos revela
tanto una falta de correlación entre los signos de la exploración y los hallazgos radiológicos,
como incongruencias entre las pruebas clínicas y el estado sintomático de los pacientes.
Waddell y Burton (5) publican una amplía revisión sobre el dolor lumbar, enfocada al análisis
de la incoherencia entre la clínica, la radiología y la incapacidad del sujeto afectado por dolor
lumbar. Sitúan el estudio en el ámbito laboral y aplican en su trabajo criterios de evidencia
científica. Las conclusiones se formulan en grados de evidencia de acuerdo con la Royal College
of General Practitioners Clinical Guideline:

1. Moderada evidencia (que expresan con dos asteriscos **) de que los hallazgos de la explo-
ración física —que incluyen talla, peso, flexibilidad lumbar y signo de Lasegue o de exten-
sión y elevación de la pierna (SLR)—, presentan sus limitaciones en el manejo o planifica-
ción de la salud laboral o en la predicción del pronóstico del dolor lumbar inespecífico.
2. Evidencia alta (expresada como ***) de que en pacientes con dolor lumbar inespecífico
los estudios radiológicos simples y los hallazgos de los estudios por resonancia magné-
tica (RMN) no se correlacionan con los síntomas clínicos o con la capacidad laboral.
56
Biomecánica en Medicina Laboral • Jesús García Díaz

3. Evidencia muy alta (****) de que la creencia o certeza del trabajador sobre el origen
laboral de su dolor lumbar y sus propias expectativas acerca del retorno o no al trabajo
actúan como factores primordiales.

Quedan claros varios problemas de la práctica clínica, el primero de ello es la dificultad para
objetivar mediante la simple exploración física, los déficits provocados por el dolor lumbar cóni-
ficado. El segundo de ellos es la poca aportación que tienen la realización de pruebas de imágen
para valorar la funcionalidad real del sujeto y finalmente, la gran carga en forma de incapacidad
y menoscabo coporal subjetivo que tiene el paciente con dolor lumbar crónico en relación a su
estado funcional real.
¿Qué puede aportarnos el laboratorio de biomecánica en la definición de seculas por dolor
lumbar? Básicamente, objetivar los déficits con independencia de la técnica empleada (dinamo-
metría, fotogrametría, electrofisiología...). Una segunda aportación de la pruebas es que nos
permite establer la fiabilidad o repetividad con que se ejecutan la pruebas de valoración, y a
partir de ellas inferir la colaboración del paciente.
El documento legal que sirve de base para efectuar esta evaluación por parte del Instituto
Nacional de la Seguridad Social (INSS) en los Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) es el
denominado Informe Propuesta Clínico Laboral (IPCL). En este documento se distinguen dos
partes bien diferenciadas en la primera del ellas, se recogen los datos médicos y en la otra la
descripción de su puesto de trabajo. El informe médico, contiene un resumen del proceso clíni-
co y una sección en la se recogen las deficiencias en las que ha resultado el proceso. Por ejem-
plo estos déficits pueden ser del Balance articular, del muscular, pueden condicionar necesidad
de ortesis o interferir en las actividades de la vida diaria (AVD).
Como hemos comentado anteriormente, las pruebas efectuadas en el laboratorio de biome-
cánica permitirían objetivar la pérdida de movilidad o los déficits de fuerza con la ventaja de
poder matizarlos al establecer la consistencia (fiabilidad y repetitvidad) de las pruebas efectuadas
por el paciente. En este sentido exponemos en las siguientes lineas las sistemáticas empleadas
en nuestro laboratorio para definir los déficits en la patología de columna lumbar.

2. METODOLOGÍA DE LA EVALUACIÓN BIOMECÁNICA


La evaluación biomecánica como cualquier acto médico requiere de una sistematización en las
exploraciones que garantiza la repetitividad y consistencia de las valoraciones. En la figura 1,
recogemos de modo esquemático el modo de proceder en nuestro laboratorio.
El proceso se inicia a partir de la solicitud que realiza un médico asistencial o especialista.
La petición va acompañada de la historia clínica y de las pruebas complementarias. Estos datos
conjuntamente con los datos obtenidos de la exploración física y en especial, del balance ar-
ticular activo y pasivo, son determinantes para decidir si procede efectuar la valoración del
paciente o no.
En el caso de rechazar la petición es importante contactar con el solicitante para especificar
las razones e incluso valorar la posibilidad de desarrollar un protocolo específico de valoración.
57
Valoración biomecánica de la columna lumbar: Protocolo de estudio

Figura 1 Sistemática seguida en el laboratorio de biomecánica para la evaluación de paciente

Movilización pasiva
Procede continua

Exploración Motivo
ROM activo Monitorización evolución
y pasivo Establecer secuelas
Peritación médica. Etc
No procede
Cinemática Isocinéticos Isométricos
1o prueba 1o prueba 1o prueba

Reevaluación clínica Cinemática Isocinéticos Isométricos


¿Protocolo específico? 1o prueba 1o prueba 1o prueba

Solicitud evaluación
Resumen historia clínica Valoración déficit
Pruebas complementarias Déficit del BA y del BM
Determinar fiabilidad

Si el balance articular (BA) permite la ejecución de los protocolos existentes y si no existe


contraindicación clínica para la ejecución de las pruebas debe establecerse qué tipo de pruebas
biomecánicas van a ejecutarse.
Los motivos que se indica en la petición nos sirven de base para establecer la prueba dina-
mométrica que usemos. Estos, suelen ser el de monitorizar la evolución, establecer secuelas o
realizar una peritación médica.
La dinamometría con isométricos es nuestra elección cuando existen limitaciones significa-
tivas del balance articular, estamos en estadios muy tempranos de la evolución o se intuye que
va a existir una baja colaboración en las pruebas. Las ventajas que aporta las pruebas isométri-
cas son: 1 su seguridad a no existir movimiento; 2 su fácil comprensión por el paciente; 3 su
validación y aceptación para definir la fuera; y 4 están bien definidas las condiciones fiabilidad y
repetitividad de las pruebas.
El movimiento isocinético, es un movimiento no natural, que requiere necesariamente que
mantenga las condiciones de isocinecia, es decir, que la velocidad se mantenga constante a lo
largo de todo el recorrido articular. Esto plantea unas condiciones ideales para establecer la
fiabilidad y repetitivad de movimiento ejecutado, pero la información que aportan las pruebas
es mucho más compleja. La ventaja de estas pruebas dinámicas frente al valor de fuerza está-
tica de los isométricos es que la prueba puede ser más cerca y real a las de las condiciones
de trabajo.
58
Biomecánica en Medicina Laboral • Jesús García Díaz

La dificultad para interpretar las pruebas isocinética, es fácil de comprender, si entendemos


que en una valoración suelen realizarse de dos a tres pruebas a distintas velocidades. Si de cada
una ellas tomamos solo como referencia la fuerza, el trabajo y la potencia, tenemos que en una
simple evaluación se obtienen un total de de 6 a 9 variable. Es necesario que de algún modo
esta información sea reducida para hacerla compresible. En la literatura se han descrito varios
índices para este fín pero su definición es puramente operativa. En nuestro laboratorio desarro-
llamos en índice IVI-c en el que las variables comentadas son ponderadas en función de su
distribución en una muestra de sujetos sanos. En la tabla 1 describimos su fórmula.
Las pruebas cinemáticas de fotogrametría que actualmente efectuamos al estar basadas en
el registro de la movilidad activa libre para gestos simples en cualquiera de los tres planos de
movimiento de la columna no presentan contraindicaciones por si mismas para la evaluación de
un paciente.
Para establecer hasta que punto los valores que se describen son fiabiables, la sistemática
consiste básicamente en la repetición de las pruebas tras un periodo de recuperación, que esta-
blecemos normalmente entre 20 y 30 minutos después de la primera ejecución.

Tabla 1. Cálculo del índice de valoración isocinética de columna (IVI-C).

Fórmulas de cálculo del IVI-C Cálculo del déficit en %

IVI-C flexor = (0,378 CP1 + 0,314 CP2 + 0,309 CP3) / 9 =


Déficit IVI-C flexor% =
= { 0,378 ( W90 + P90 + W120 + P120) +
= 100 - {(IVI-C flexor / 33,01)* 100}
+ 0,314 (W60 + P90) + 0,309 (T60 + T90 + T120) } / 9.
IVI-C extensor = (0,375 CP1 + 0,314 CP2 + 0,311 CP3) / 9 =
Déficit IVI-C extensor% =
= { 0,375 (T60 + W60 + P60 + T90) + 0,314 (W90 +
= 100 - {(IVI-C ext r / 39,36) * 100}
+ P90) + 0,311 (T120 + W120 + P120) } / 9.
El IVI-C es un índice compuesto que calcula el décifit global de un sujeto que realiza una prueba isocinética a 3 velocidades
distintas 60, 90 y 120º/s El índice se obtiene calculando el peso que corresponde a los parámetros de fuerza (T), trabajo (W)
y potencia (P) de cada una de la pruebas, a través de un análisis de componentes principales (CP). El análisis estadístico
rinde 3 componentes (CP1, CP2 y CP3) cada uno de ellos está formado por la asociación de los parámetros T; W a diferen-
tes velocidades; y a cada uno de los tres les corresponde un peso diferente. El déficit en porcentaje (%) se describe sobre el
morfotipo tanto para flexores como para extensores.

3. CRITERIOS PARA LA EVALUACIÓN


Y CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS DÉFICITS
En este apartado vamos en primer lugar a describir los criterios para describir la existencia de
déficits en las pruebas de cinemática y de dinamometría. Tras ello, efectuamos la descripción de
la pruebas de electromigrafía de superficie (EMGs) para valorar la presencia del fenómeno de
flexión-relajación (fenómeno FR) en la musculatura extensora de la columna.
59
Valoración biomecánica de la columna lumbar: Protocolo de estudio

3.1. Cinemática
Los déficits de la movilidad activa van a definirse sobre tres criterios: 1 balance articular en flexo-
extensión; 2 velocidad de flexo-extensión y 3 homogeneidad o armonía del movimiento.
La movilidad en flexoextensión lumbo-sacra es considerada normal a partir de un rango entre
60 y 70º, en este rango existe un aceptable conceso. Por contra para la velocidad de movimien-
to los datos recogidos en la literatura son más variables, aunque se reconoce que la velocidad
de movimiento está reducida en los pacientes con dolor lumbar crónico (DLC). La máxima velo-
cidad que se describe está entre 200 y 300º/s. Actividades como caminar o correr oscila entre
15 a 75º/s. La mayoría de las actividades de la vida diaria se realizan a unos 60º/s. Nosotros
damos por válido valores entre 100 y 130º/s.
Un reciente trabajo aportado por Gª Alsina et al (6). Realizado con el mismo sistema de
fotogrametría que usamos, aporta similares valores de normalidad a los que hemos expuesto en
la Tabla 2 recogemos los valores que proponen estos autores, según se prime una mayor sensi-
bilidad o especificidad a la hora de establecer un punto de corte para definir la normalidad o no
de un prueba cinemática.
La homogeneidad del movimiento es valorado en las curvas de posición/velocidad angular,
en la que es fácil observar tanto la superposición de los trazados como el grado de repetitividad
de los máximos y mínimos de la posición angular. (figura 2).

Tabla 2. Puntos de cortes para definir la normalidad en las pruebas cinemáticas

Parámetros FREMAP Sevilla Instituto valoración corporal (INVALCOR)

Punto de corte sobre Punto de corte sobre


Sensibilidad (S) de especificidad (E) de la
la prueba (detectar prueba (confirmar la
pacientes patológicos) existencia de patología)
Flexión Normal a partir de 60o 66o (S: 86%; E: 81%) 70o (S: 73%; E: 86%)
Velocidad de flexión Normal a partir de 100 - 130o 127o (S: 95%; E: 87%) 136o (S: 90%; 91%)

3.2. Dinamometría
Como se ha comentado, el establecer la existencia de un déficit de fuerza en la columna
lumbar tiene necesariamente que referenciarse sobre el morfotipo del paciente. La posibili-
dad de comparar los datos con una prueba previa del propio paciente en situación no pato-
lógica es excepcional, aunque existen empresas especializadas en este capítulo (7), que usan
la evaluación isocinética tanto para selección laboral, como para la evaluación previa a la
reincorporación tras una baja laboral.
60
Biomecánica en Medicina Laboral • Jesús García Díaz

Figura 2 Sistemática seguida en el laboratorio de biomecánica para la evaluación del paciente

Valor de flexión máxima Máxima velocidad


de extensión

Máxima velocidad
de flexión

Valor de extensión máxima

Curvas de posición velocidad/velocidad angular. Son útiles para valorar la homogeneidad del movimiento. En el eje
de abscisa (X) se refleja la movilidad en flexión alcanzada. En el eje de ordenada (Y) la velocidad, normalmente en
negativo la flexión y en positivo la extensión. La superposición y armonía de los trazados son propias de una prue-
ba con buena fiabilidad. Obsérvese la diferencia entre la imagen superior de la parte derecha (buena fiabilidad) y la
inferior (mala).

Para defi nir la existencia de un défi cit de fuerza, básicamente nos centramos en dos
criterios. El primero de ellos, consiste en determinar si el valor absoluto de fuerza se en-
cuentra por debajo o por encima de 50% del valor teórico para su morfotipo. El segundo de
los criterios consiste en determinar si existe una pérdida en la relación flexo-extensora de
la columna.
Tomar como punto de corte el 50%, valor que de modo intuitivo impresiona por sí mis-
mo como límite de la normalidad, se decide a raíz de un estudio retrospectivo realizado
sobre datos propios, donde después de un periodo de seguimiento de 5 años a paciente que
se les efectuó una valoración dinamométrica previa a su alta. En este trabajo, se observaba
la situación de incapacidad que mantenía el sujeto 5 años después, en relación a los valo-
res de fuerza que había reflejado en el momento del alta o de valoración por la EVI. Los
sujetos que se mantenían la situación de alta laboral con indiferencia del tipo de patología
(sujetos con artrodesis, cirugía del disco y con dolor lumbar inespecífico) eran aquellos que
mantenían valores de fuerza por encima del comentado 50% (8).
La asociación de pérdida de fuerza extensora y dolor lumbar crónico descrita por inicial-
mente Nachemson (9), es un concepto ampliamente aceptado y es la base para tomar la
pérdida de la relación flexoextensora (FE) como un signo de cronicidad y mal pronóstico. La
relación FEse toma como criterio de normalidad cuando el ratio entre flexores y extensores
es menor que uno tanto en hombres como en mujeres (10).
61
Valoración biomecánica de la columna lumbar: Protocolo de estudio

Con vista a la evaluación, es también importante observar la coherencia de los distintos


datos que se van obteniendo entre las pruebas cinemáticas y dinamométricas. Así por ejemplo
se puede apreciar:

— La relación existente entre los rangos de movilidad libre en la cinemática y la movilidad


pasiva continua obtenida en las pruebas de dinamometría.
— La relación entre los valores de fuerza isométrica, isotónica e isocinética.
— En las pruebas dinámicas, la relación entre los valores máximo de fuerza isocinética
según la velocidad de la prueba y el tipo de contración (excéntrica y concéntrica).
— En las pruebas isométricaS, la relación entre la fuerza máxima ejercida en una posición
y su relación con los valores obtenidos en otras posiciones del recorrido articular ex-
plorado.

3.3. El fenómeno FR (flexión-relajación)

Un tercer criterio que utilizamos en la evaluación de la columna es la identificación de la


presencia de una respuesta de flexión relajación en la musculatura extensora mediante elec-
tromiografía de superficie. El fenómeno FR fue inicialmente descrito por Floyd en 1955, con-
siste en la aparición de un «silencio eléctrico» en la actividad de la musculatura extensora
cuando el paciente se flexiona de modo completo y mantiene esta posición donde el tronco
se mantiene de modo pasivo por los elementos oseoligamentosos. La actividad se recupera
cuando el paciente se yergue para recuperar su posición normal. En un paciente con dolor
lumbar agudo, al flexionarse la activad eléctrica aumenta con relación a registrada en la po-
sición previa, y se mantiene aumentada cuando vuelve a la posición erguida.
El fenómeno FR puede valorarse de modo cualitativo o cuantitativo. En el primer modo, se
valora si existe una reducción significativa de la actividad eléctrica (ver figura 3). En el segun-
do, se realiza una cuantificación de la amplitud de la señal durante un periodo de tiempo,
normalmente 1 segundo, en tres posiciones: reposo en bipedestación, flexión completa y re-
torno a la posición inicial. Se aplica habitualmente el filtro RMS (root mean square) sobre la
señal, y se calcula un ratio FR en la amplitud de la señal. En este sentido aconsejamos revisar
los trabajos de Neblet y Mayer (11, 12), realizados sobre paciente con dolor lumbar crónico.
Los autores establecen un punto de corte en 3.4 µV tomado sobre los músculos extensores
en el nivel L2-L3 (músculos iliocostales), en lugar de un ratio FR, para determinar la existencia
de una respuesta FR.
De estos trabajos puede establecerse dos observaciones básicas:

— La presencia de un fenómeno FR en una prueba con balance articular normal es una prueba
muy específica para detectar a los sujetos normales.
— La ausencia de un fenómeno FR en una prueba con balance articular normal es una prueba
muy sensible para detectar a sujetos con dolor lumbar crónico.
62
Biomecánica en Medicina Laboral • Jesús García Díaz

Figura 3 Sistemática seguida en el laboratorio de biomecánica para la evaluación del paciente

1 3 1 3

2 2

2 3
1 1
3

Ausencia fenómeno FR Ausencia fenómeno FR

Fenómeno flexión-relajación (FR). Se muestran las tres fases: 1 extensión; 2 flexión máxima; y 3 extensión, que se
detectan en el registro de electromiografía de superficie (EMGs) en relación a la posición del tronco. En la parte supe-
rior están los gráficos de cinemática con la posición en grados de flexión del tronco durante las 3 fases de la FR y en
la inferior están los trazados de la respuesta EMGs en µV. En la parte izquierda se recoge la respuesta de un sujeto
sano, a la derecha un registro patológico.

4. CRITERIOS PARA ESTABLECER LA FIABILIDAD


Y REPETITIVIDAD DE LAS PRUEBAS
La fiabilidad y repetitividad se establece tanto a partir de las repeticiones de los movimientos
en una misma prueba como desde la consistencia de los datos obtenidos entre varias pruebas
entre sí.
Para Hinderer (13), la fiabilidad (reliability) alude al grado con el que un instrumento propor-
ciona una medida consistente, en similar magnitud y sentido de positividad o negatividad de los
valores. El criterio de reproductibilidad, repetividad o concordancia (agreement) cuantifica el
grado en el que se reproducen mediciones de idéntica magnitud. Son conceptos relacionados,
pero diferentes que son valorados por estadísticos diferentes. Otros autores como Dvir (14), no
distinguen entre los conceptos de fiabilidad, consistencia o reproductibilidad, sino que se plan-
tea como único término el de reproductibilidad (reproducibility). Este autor, distingue dos formas
aspectos distintos para la reproductibilidad, la relativa y la absoluta.
63
Valoración biomecánica de la columna lumbar: Protocolo de estudio

La reproductibilidad relativa valora el grado en que los individuos de una muestra man-
tienen su posición cuando se repiten mediciones. Para su evaluación se utilizan habitualmen-
te los coeficientes de correlación de Pearson (rs) o el coeficiente de correlación intraclase (ICC).
En la reproductibilidad absoluta se busca conocer en qué grado varían las diferentes repeti-
ciones que ejecuta un individuo. Los índices que se utilizan para su cuantificación son el error
estándar de la medición (SEM) o el coeficiente de variación (CV). Para el caso en que se reali-
cen pruebas isocinéticas en modalidades concéntricas y excéntricas este autor propone tam-
bién un índice desarrollado por él mismo, como es el DEC (differences Eccentries Concentries
ratios).
El coeficiente de variación (CV) era tomado practicamente como un axioma para definir la
fiabilidad de una prueba en la década de los noventa. Se admitía que un rango inferior a 10 era
sinónimo de validez de los datos, y del mismo modo, una prueba en un rango superior a 10
era etiquetada como no fiable. Mas adelante se estableció que para un rango entre 10 y 15 se
estimó que es difícil distinguir entre la ejecución de una prueba en condiciones de máximo
esfuerzo o nó, y algunos autores señalan un rango incluso entre 10-20 (14, 15). En este sen-
tido aconsejamos el análisis realizado por Dvir para determinar el nivel de especificidad y sen-
sibilidad del CV según valor de punto de corte que se tome (14). Y la revisión crítica sobre los
distintos parámetros usados para determinar la fiabilidad, incluidos el CV, que realiza Robinson
y Dannecker (16).
Desde un punto de vista práctico el CV, sigue siendo un parámetro muy usado por su faci-
lidad de cálculo, frente a otros parámetros como el CCI o el SEM, pero ha de usarse con un
sentido crítico dada la evidencia aportada. Básicamente, este índice no es más que la medida de
dispersión de un parámetro concreto como puede ser el valor máximo de torque o el valor de
velocidad máxima. Pero como hemos comentado no puede tomarse con único parámetro para
definir la fiabilidad de una prueba. Por tanto, para evaluar la fiabilidad hay autores que optan por
otros índices como pueden ser el DEC en el caso de usar isocinéticos o utilizar la EMGs en
pruebas de esfuerzo (16). Otro enfoque, es definir la fiabilidad no solo por la dispersión encon-
trada, sino también a través de otros parámetros obtenidos en la propia prueba como puedan
ser: 1. el análisis de la superposición de los trazados; 2 a magnitud de los datos obtenidos en
relación al contexto clínico del paciente y 3 la coherencia entre los distintos parámetros obteni-
dos de una prueba o entre las pruebas realizadas. Todos ellos son importantes para establecer
la «Validez de una prueba para definir la existencia de déficits», es decir, para definir si los déficits
que registramos se corresponden o son representativos de los déficits que pueda presentar el
paciente.
El concepto de fiabilidad no tiene por tanto que manejarse como un todo o nada, en este
sentido la validez de los datos obtenidos puede matizarse en la conclusión final de un informe
de valoración. En la Tabla 3 exponemos la sistemática que usamos para las pruebas de columna.
Distinguimos cuatro posibles situaciones. En dos ellas concluimos que la prueba es válida. En la
que describimos como «aceptable», la prueba muestra una fiabilidad en los límites de aceptabi-
lidad, pero el evaluador encuentra una coherencia entre el contexto clínico del paciente y los
resultados de las pruebas efectuadas. En estas circunstancias, el evaluador no puede definirse
de modo preciso el déficit, pero sí puede orientar al clínico sobre la entidad del mismo.
64
Biomecánica en Medicina Laboral • Jesús García Díaz

Tabla 3. Clasificación cualitativa de la fiabilidad y repetividad de la pruebas

Fiabilidad en categoriass

Muy buena Válida para describir déficit reales


Buena Válida para describir déficit reales
Aceptable Orientativa sobre déficits reales
Mala No pueden definirse déficits reales de un modo válido

La validez de los déficits que se observan en las pruebas de valoración está condicionada por el grado de fiabilidad y repe-
titividad que observa tanto en los valores de una misma prueba como en los observados al repetirla. Distinguimos cuatro
posibles situaciones. En la que describimos como «aceptable», la prueba muestra una fiabilidad en los límites de acepta-
bilidad, en la que el evaluador encuentra una coherencia entre el contexto clínico del paciente y los resultados de las
pruebas. No puede definirse de modo preciso el déficit, pero sí puede orientar al clínico sobre la entidad del mismo.

5. CONCLUSIONES
Una valoración de los déficits de la columna puede establecerse mediante tres pruebas básicas
en el laboratorio de biomecánica:

1. Las pruebas de cinemática: nos permiten definir la movilidad activa y la velocidad de


movimiento.
2. La dinamometría: nos permite definir la existencia de un déficit extensor y la relación
flexoextensora de la musculatura con relación al morfotipo.
3. La electromíografía de superficie (EMGs) mediante la realización de una prueba de flexión-
relajación (FR) nos revela la existencia o ausencia de una actividad muscular aumentada
o no que se asocia al dolor lumbar.

En nuestra sistemática de valoración establecemos una jerarquía en la valoración de las


pruebas, entendemos que al situarnos en un contexto laboral, el criterio que más información
nos aporta es el de la dinamometría, tras ello usamos la información que nos aportan las prue-
bas de cinemática. Y finalmente, incorporamos la existencia o ausencia de un fenómeno FR para
contextualizar los déficits de las otras dos pruebas, en función de la existencia o no de una
actividad aumentada de la musculatura extensora lumbar.

6. BIBLIOGRAFÍA
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Eva 3 Datos normativos del rango
de Lomas Larrumbide

Médico Especialista en Rehabilitación.
articular y fuerza
Servicio de Rehabilitación
de Mutualia Vizcaya en la columna cervical.
Estudio preliminar
1. Introducción
1.1. Protocolo Melbourne
1.2. Estudio preliminar de datos normativos de columna cervical
2. Material y métodos
2.1. Análisis estadístico
3. Resultados y discusión
3.1. Ratio flexores /extensores
3.2. Influencia del sexo en el rom
3.3. Influencia del sexo en la fuerza
3.4. Influencia de la edad en el rom
3.5. Influencia de la edad en la fuerza
3.6. Influencia de las medidas físicas (altura, peso, imc, perímetro
cervical) y actividad física en el trabajo /deportiva
3.7. Influencia de la dominancia
4. Conclusiones
5. Bibliografía

Índice
69
Datos normativos del rango articular y fuerza en la columna cervical. Estudio preliminar

1. INTRODUCCIÓN
En nuestro medio el dolor cervical y sus consecuencias suponen un elevado porcentaje de las
consultas de rehabilitación. La cervicalgia predomina en el sexo masculino. En pacientes más
jóvenes son los accidentes de tráfico (50%) y las caídas desde una altura (25%) los factores
etiológicos principales. Con frecuencia se cronifica, y por lo común el grado de discapacidad
que genera es bajo, pero los costes que genera (directos e indirectos) son considerables. De
ahí la importancia de conocer los valores de normalidad para poder valorar pacientes con
cervicalgia y establecer programas de rehabilitación, siendo para ello básico estudio del reco-
rrido articular (ROM) y el estado de la musculatura que conforma el área cervical.
Dado que el análisis físico y la evaluación visual son procedimientos que dependen en
gran medida de la subjetividad, numerosos investigadores (1, 2) han estudiado el ROM en
sujetos sanos utilizando varias técnicas diferentes a la valoración visual, como el uso de
inclinómetros, electrogononiómetros, radiografías, hidrogoniómetros, compases magnéti-
cos, tomografía computerizada o análisis en tres dimensiones con el fin de cuantificar de
una manera objetiva el recorrido articular y así poder utilizarlo para valorar el resultado tras
un tratamiento (3), objetivar la función de una columna cervical en uno u otro momento o
valorar una discapacidad. El ROM forma un importante componente de las tablas de la
American Medical Association (AMA) (4) como normativos para los tres movimientos arti-
culares, puesto que ya se ha demostrado que estos valores normativos del ROM no están
influidos por las variables edad o sexo.
En la práctica clínica diaria la fuerza isométrica es testada mediante procedimientos de
test estándar manuales. Aunque esto sea práctico, estas técnicas son subjetivas y tienen
una cuestionable reproducibilidad (5).
Recientemente algunos autores han intentado validar sistemas biomecánicos para medir
de forma objetiva la fuerza isométrica cervical en sujetos sanos.
Existen pocos trabajos en la literatura médica en los que se analicen conjuntamente
datos sobre el recorrido articular y sobre la fuerza de la columna cervical. Thomas Chiu (6)
en el año 2001 estudió la reproducibilidad de las medidas de ROM y fuerza isométrica en
25 sujetos sanos, obteniendo muy buenos Coeficientes de Correlación Intraclase (ICC) para
ambos parámetros. Greenwood y De Nardis (7) publicaron en 2002 un estudio de reprodu-
cibilidad del procedimiento de medida con un error estándar de la media entre el 10 el 12%.
El coeficiente de correlación para la reproducibilidad test-retest fue del 0.901 – 0.930 Jordan
en 1999 (8) estudió la fuerza muscular en 100 voluntarios sanos, registrando medidas de
fuerza isométrica a 60 grados de flexión y 75 de extensión y obteniendo valores de fuerza
un 25% mayores entre los hombres que entre las mujeres. También registró los ratios de
fuerza flexo-extensora, obteniendo valores siempre a favor de la extensión. Mayer (9) sugi-
rió la importancia de registrar datos normativos de fuerza en sujetos sanos para poder
compararlos con patológicos.
Por todo lo expuesto previamente, nuestro objetivo es medir. Para ello en el Servicio de
Rehabilitacion de Mutualia disponemos de un equipo de medida Multi Cervical Unit (MCU)
70
Biomecánica en Medicina Laboral • Eva de Lomas Larrumbide

que es un sistema biomecánico diseñado para medir el ROM y la fuerza isométrica de la


columna cervical. Incluye una abrazadera multiaxial, que permite una movilidad cervical li-
bre, un dinamómetro que mide la fuerza isométrica cervical, y una silla en la que se ajusta
al paciente mediante correas que sujetan el tronco y los hombros para aislar así el movi-
miento cervical, evitando movimientos compensatorios. Este sistema de medida está conec-
tado a un sistema informático que dispone, para procesar los datos, de un software que
incluye unos valores de referencia con el fin de comparar los resultados obtenidos. Para
ROM emplea los valores normativos de las tablas AMA (4) y para la fuerza isométrica apor-
ta los valores obtenidos tras la aplicación del protocolo de Rehabilitación Cervical de Mel-
bourne a una muestra de 500 pacientes.
En la realización del registro de las medidas cada uno de los participantes del estudio
es instruido para adoptar una posición confortable, poniendo especial interés en su co-
rrecta colocación, ajustando la posición en la silla con el propósito de aislar la columna
cervical.
Una vez se le explica en qué consiste la prueba, el paciente realiza el movimiento arti-
cular en los tres ejes, a una velocidad confortable y llegando al máximo de su recorrido
articular. Para cada uno de los recorridos se partió de una posición neutra y se requirieron
los movimientos de flexión, extensión, rotación derecha e izquierda y latero – flexión dere-
cha e izquierda. Se pidió al paciente que realizara cada movimiento en tres ocasiones. De
esta manera se obtuvieron tres recorridos de flexión, tres de extensión, tres de rotación
derecha e izquierda y tres de inclinación derecha e izquierda.
Tras finalizar la medición del recorrido articular se explica al paciente cómo realizar ejer-
cicios de estiramiento de la musculatura cervical, como preparación para la siguiente fase
del registro.
A continuación se recoge la máxima fuerza isométrica en flexo-extensión y latero-flexión
a 0, 25 y 45 grados de rotación derecha e izquierda. Al igual que en la recogida de los va-
lores de ROM, se requiere que el paciente realice tres test isométricos en el mismo sentido,
con lo que se recogieron tres valores de fuerza para cada uno de los tramos.
Además de los datos mencionados, en el protocolo de medida se recogieron para cada
valor de ROM y fuerza el Coeficiente de Variación (10) (obtenido de las tres repeticiones
que el sujeto realiza en cada registro), rechazándose aquellas medidas cuyos coeficientes de
variación (CV) fueron superiores al 15% (11).
Llegados a éste punto es importante recordar, tal y como se expresa en el trabajo de
Chaler et al. (12) los factores que pueden afectar a la fiabilidad de la valoración: Calibración
del equipo de medida, procedimiento y protocolo de valoración y factores ligados al exami-
nador y/o al paciente(motivación, colaboración…). EL coeficiente de variación es una eficaz
herramienta para identificar el esfuerzo submaximo en el desarrollo de la movilidad cervical
en sujetos sanos. Su fórmula expresa el numero de veces que la desviación estándar contie-
ne a la media aritmética.
Se admite que valores por encima del 10% – 15% del coeficiente de variación indican
poca colaboración pero no indica esto necesariamente una simulación ya que la valoración
de la funcionalidad es multifactorial e intervienen varios factores.
71
Datos normativos del rango articular y fuerza en la columna cervical. Estudio preliminar

1.1. Protocolo Melbourne


Fue diseñado por Robert de Nardis en Australia (7) (Centro por latigazo cervical de Melbourne).
Este protocolo incluye una valoración de la columna cervical, un tratamiento de rehabilitación
estandarizado y finalmente una revaloración tras el tratamiento.
En la valoración inicial se realiza primero una historia clínica del paciente incidiendo de una
manera específica en la exploración de la insuficiencia vertebro basilar. A continuación el pacien-
te contesta los cuestionarios de la escala de valoración funcional de la columna cervical (Neck
Disability Index, NDI) y la escala SIR para valoración del dolor.
Una vez rellenado los cuestionarios, se procede a la medición del recorrido articular (Range
of movement, ROM) y fuerza isométrica ángulo específico a 0o, 25o y 45o de rotación.
Las contraindicaciones del tratamiento están el tortícolis neurológico, patología cervical pre-
via notificada y mujeres en su 3o trimestre de embarazo. Se debe tener especial precaución
cuando se sospechan patologías reumática, con los niños , ancianos, mujeres embarazadas ó en
periodo de lactancia, en pacientes que refieran intolerancia al ejercicio ó que notifiquen cirugía
previa cervical.
Por otra vez existen unos signos de alarma («red flags») que pueden indicar lesiones preexis-
tentes que requieran la suspensión del tratamiento. Entre ellas se encuentra el dolor severo en
cuello y/o brazo con referencia de disestesias , una dificultad para respirar ó para sostener la
cabeza de forma mantenida referida como tal por parte de paciente ó la aparición de nistagmus
con alteración del equilibrio.
Los objetivos del protocolo son:

1. Corregir el desequilibrio entre el lado derecho/izquierdo y el ratio extensores/flexores.


2. Mejorar el ROM donde se ha identificado una restricción del movimiento.

Se propone un programa de tratamiento rehabilitador estandarizado que consta de 9 sesio-


nes (en cada sesión se realizan 3 sesiones de ejercicios de 10 repeticiones cada una). Cada
ejercicio se realiza en un rango articular libre de dolor con un trabajo isotónico contra diferentes
resistencias (inicialmente realiza entre el 20% y 40% de la fuerza isométrica máxima registrada).
Tras ello se re-valora de nuevo el ROM y la fuerza isométrica del paciente.
Para lograr el objetivo de éste tratamiento se comparan los resultados objetivos del ROM con
los datos normativos establecidos en las tablas AMA. En cuanto a la fuerza isométrica los va-
lores de fuerza específica se calculan en base a datos de 500 pacientes que han respondido con
éxito al tratamiento (esto es, han disminuido 5 puntos en la escala NDI).

1.2. Estudio preliminar de datos normativos de columna cervical


En el Servicio de Rehabilitación de Mutualia hemos realizado un trabajo sobre datos normativos
de ROM y fuerza isométrica de la columna cervical. Se trata de un estudio preliminar realizado
en 50 sujetos.
72
Biomecánica en Medicina Laboral • Eva de Lomas Larrumbide

El propósito de este estudio ha sido determinar VALORES DE REFERENCIA de reco-


rrido articular (ROM) y de fuerza isométrica de la columna cervical en un grupo control y
valorar la influencia que sobre estos parámetros pudieran tener variables como el sexo,
edad, IMC, perímetro cervical, actividad física en el trabajo, práctica habitual de deporte y
dominancia.

2. MATERIAL Y MÉTODOS

Se obtuvo una muestra de 50 voluntarios sanos (25 mujeres, 25 hombres) reclutados de


nuestro entorno laboral, con un rango de edad entre 25 y 59 años. Ninguno de estos
sujetos refería historia previa de patología cervical en el momento de la valoración. Tam-
bién se registraron datos sobre variables como peso y altura para obtener el Índice de
Masa Corporal (IMC), actividad física en el trabajo, actividad deportiva (realizar de-
porte más de 3 días por semana) y dominancia. Cada uno de los participantes del estudio
fue instruido para adoptar una posición confortable, poniendo especial interés en su co-
rrecta colocación, ajustando la posición en la silla con el propósito de aislar la columna
cervical.
Después de esta recogida de datos se procede al registro de los parámetros de la prueba
tras explicar al paciente en qué consiste la prueba y ajustar su posición en la silla. Se regis-
tra primero el movimiento articular en los tres ejes, (movimientos de flexión, extensión,
rotación derecha e izquierda y latero-flexión derecha e izquierda) a una velocidad conforta-
ble y llegando al máximo de su recorrido articular. Tras finalizar la medición del recorrido
articular se explica al paciente cómo realizar ejercicios de estiramiento de la musculatura
cervical, como preparación para la siguiente fase del registro.
A continuación se recoge la máxima fuerza isométrica en flexo-extensión y latero-flexión
a 0, 25 y 45 grados de rotación derecha e izquierda.
Así mismo se recoge también para cada valor de ROM y fuerza el Coeficiente de Varia-
ción (obtenido de las tres repeticiones que el sujeto realiza en cada registro), rechazándose
aquellas medidas cuyos coeficientes de variación (CV) fueron superiores al 15%.

2.1. Análisis estadístico

Se comprobó la normalidad de la distribución de las variables mediante la prueba de Kolmo-


gorov-Smirnov, dándose por bueno el ajuste a la distribución normal de las variables de
estudio. Se calcularon los intervalos de confianza al 95% de probabilidad (IC 95%). Se com-
pararon las medias mediante la prueba de la t de Student. La asociación entre variables
continuas se analizó mediante la prueba de la correlación de Pearson. El nivel de significa-
ción utilizado fue del 0,05. Se analizaron los datos mediante el paquete estadístico SPSS
(Versión 17.0).
73
Datos normativos del rango articular y fuerza en la columna cervical. Estudio preliminar

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se trata de una muestra de 25 hombres y 25 mujeres. Se observa que la edad era similar en
hombres y mujeres, cercana a los 40 años de media, con un rango de edad entre 25 y 59 años.
La mayoría de las mujeres no mostró exceso ponderal, frente a los hombres con sobrepeso u
obesidad (p= 0,001). El perímetro cervical fue significativamente mayor en hombres que en
mujeres. Los hombres realizaban deporte con mayor frecuencia (p< 0,001). La carga en el
trabajo y la dominancia diestro-zurdo no mostraron diferencias significativas entre hombres y
mujeres (p> 0,05).

3.1. Ratio flexores /extensores

Los resultados del ratio de fuerza entre extensores y flexores a 0o, 25o y 45o mostraron un ratio
entre 1,52 y 1,80. El estudio realizado por Jordan(8) analiza la asociación entre flexores y ex-
tensores (1/1,7) no encontrando diferencias entre los ratios de hombres y mujeres. Este ratio
flexores/extensores es muy similar al encontrado en otros estudios (13) y se aproxima al valor
encontrado en la musculatura del tronco. Esta asociación parece que se mantiene entre los 30
– 70 años y refleja el papel postural de la musculatura extensora y la clara diferencia de masa
muscular que existe entre las cadenas musculares posterior y anterior.

3.2. Influencia del sexo en el rom


No hemos encontrado una correlación estadísticamente significativa (p>0,05) entre el recorrido
articular de hombres y mujeres. Al igual que otros autores, los resultados de Cagnie (14) no
detectaron diferencias significativas, de lo que se deriva que el análisis de este parámetro se haga
conjuntamente para ambos sexos. Lansade (15) y Castro (16) tampoco encuentran diferencias
significativas entre ambos sexos hasta la séptima década de la vida. A pesar de todo, el efecto
del sexo en el recorrido de la columna cervical aún está discutido. Algunos estudios (17) no
registraron variaciones respecto al sexo, mientras que otros (18) indicaron que las mujeres te-
nían una mayor movilidad respecto a los hombres en relación a cambios hormonales, si bien
estas diferencias eran pequeñas y generalmente no significativas.

3.3. Influencia del sexo en la fuerza

En nuestro trabajo existe una fuerte asociación estadística con una p< 0,001 entre la fuerza
y el sexo. Jordan (7) en su estudio registra la fuerza isométrica máxima de 100 sujetos sanos
mediante un dinamómetro a diferentes ángulos (entre 60 grados de flexión y 70 de extensión,
74
Biomecánica en Medicina Laboral • Eva de Lomas Larrumbide

en el eje sagital con incrementos de 15 grados) registrando en los hombres aproximadamente


un 20 – 25% más de fuerza en todos los ángulos que las mujeres en las primeras seis décadas
de la vida. Algunos investigadores han encontrado que los niveles de fuerza cervical eran
doble en los hombres que en las mujeres. Así Staudte (19) afirma que el grupo de mujeres de
su estudio consigue el 51,4% de la fuerza del grupo de hombres y Chiu (6) defiende que la
fuerza isométrica del grupo de hombres era entre 1,2 y 1,7 veces el de mujeres.

3.4. Influencia de la edad en el rom

En nuestra muestra en hombres el ROM disminuye con la edad de manera estadísticamente


significativa (p<0,05), en las mujeres no existe asociación. En la revisión bibliográfica realiza-
da para este trabajo hemos objetivado que, a pesar de que series como las de Castro (16) que
afirma que la mayor disminución del rango articular se produce en el grupo de edad entre 70-
80 años, o las de Lansade (15), Youdas (5) y Dvorak (17), que obtuvieron una disminución
significativa del rango articular entre 6 y 8 grados por década, existen divergencias. De hecho,
en la serie publicada por Mayer (8) no se objetiva asociación entre la edad y el ROM. Esto
puede deberse a que, al igual que en nuestro trabajo, la población estudiada no superaba los
60 años de edad y es en ese momento cuando posiblemente los cambios degenerativos arti-
culares de las interapofisarias posteriores afecten a la movilidad cervical reduciéndola de forma
que resulte significativa.

3.5. Influencia de la edad en la fuerza

En nuestra muestra no hemos encontrado diferencias significativas entre la edad y la fuerza.


Autores como Jordan (7) revelan que los niveles de fuerza en la musculatura flexo-extenso-
ra pueden mantenerse elevados hasta los 70 años de edad y que a partir de esta edad se
objetiva una disminución significativa de la fuerza, fundamentalmente entre hombres. Estos
hallazgos son coincidentes con los obtenidos en otros estudios (20, 21). Al igual que se
mantiene la fuerza en la musculatura lumbar también se mantienen los niveles de fuerza
cervicales hasta los 70 años, a diferencia de otros grupos musculares (22). Estos grupos
musculares cervical y lumbar siguen un patrón general fisiológico, es decir, la fuerza va
aumentando hasta la edad de 30 años, seguido de un periodo de mantenimiento o meseta
hasta los 50 – 60 años de edad y a partir de entonces empieza a disminuir. Así Chiu afirma
que tanto los hombres como las mujeres pueden mantener altos niveles de fuerza a nivel
cervical hasta la edad de 70 años (6). En nuestro trabajo no hemos encontrado práctica-
mente diferencias significativas al relacionar la edad con la fuerza, aunque en este sentido
es importante, una vez más, destacar que la edad de la muestra a estudio no superaba los
60 años.
75
Datos normativos del rango articular y fuerza en la columna cervical. Estudio preliminar

3.6. Influencia de las medidas físicas (altura, peso, imc,


perímetro cervical) y actividad física en el trabajo /deportiva

En nuestra muestra no hemos encontrado una asociación estadísticamente significativa para


ninguna de las dos variables. La mayoría de autores tampoco las hayan excepto Castro (16) que
encuentra que ha medida que el peso aumenta el ROM disminuye y que en casos de escasa
actividad física también disminuye el ROM.

3.7. Influencia de la dominancia

Se ha realizado un análisis intraindividuo obteniéndose valores mayores hacia el lado dominan-


te con una p significativa en los movimientos de rotaciones del ROM y en la fuerza de latero-
flexion a 0º y 25º y fuerza en flexion a 45º.

4. CONCLUSIONES

— Se trata de un estudio preliminar.


— En nuestra experiencia el equipo MCU permite valorar de manera adecuada tanto los
recorridos articulares como la fuerza isométrica cervical compensaciones que artefacten
dicha valoración.
— En el registro de los valores ROM no hemos hallado diferencias significativas entre ambos
sexos ( por lo que entendemos que no se precisa diferenciar los valores del recorrido
cervical por género…).
— Hemos registrado un ratio entre la fuerza extensora y flexora muy similar a los datos
descritos en la bibliografía contrastada. Esto refleja la participación de la musculatura
extensora en «el rol postural».
— Al igual que otros autores, encontramos que la asociación entre los valores de fuerza
isométrica cervical y el sexo es fuertemente significativa.
— Por último consideramos que, dado que en la interpretación de los datos intervienen
diversas fuentes de variabilidad (distintos equipos de medida, recogida de datos, influen-
cia de variables como la edad sexo, medidas físicas...), dicha interpretación debe siempre
hacerse con cautela.

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Phisio Ther. 1992; 15: 343-9.
(14) Cagnie, B. Cools, A. De Loose, V. Cambier, D. Dannels, L. Reliability and normative database of the
Zebris cervical range of motion system in healthy controls with preliminary validation in a group of
patients with neck pain. Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics Vol. 30 (6): 450-5.
(15) Lansade, C. Laporte, S. Thoreux, P. Rousseau, MA. Skalli, W. Labaste, F. Three dimensional analysis
of the cervical spine kinematics. Effect of age and gender in healthy subjects. Spine 2009; 34, (26):
2900-6.
(16) Castro, WH. Sautman, A. Schilgen, M. Sautmann, M. Non invasive three dimensional analysis of
cervical spine motion in normal subjects in relation to age and sex. Spine 2000; 25: 443-9.
(17) Dvorak, J. Antinnes, JA. Panjabi M, et al. Age and gender related normal motion of the cervical
spine. Spine 1992; 17 (10): 393-8.
(18) Trott, PH. Pearcy, MJ. Ruston, SA. Fulton, I. Brien, C. Three dimensional analysis of active cervical
motion: The effect of age and gender. Clin biomech (Bristol, Avon) 1996; 11: 201-6.
(19) Staudte, HW. Dühr, N. Age-and sex-dependent force-related function of the cervical spine. Eur Spine
J (1994) 3: 155-61.
(20) Asmusen, E. Heeboll-Nielsen, K. Isometric muscle strength in relation to age in men and women.
Ergonomics 1962; 5: 167-72.
(21) Kroll, W. Clarkson, PM. Aged isometric knee extension strength and fractionated resisted response
time. Exp Aging Res 1978; 4: 389-409.
(22) Langrana, NA. Casey, KL. Isokinetic evaluation of trunk muscles. Spine 1984; 9: 171-5.

Joaquim 4 Pruebas biomecánicas
Chaler Vilaseca
• en la patología
Laboratorio de Biomecánica.
Servicio de Rehabilitación
y Medicina Física. Egarsat-Suma
musculoesquelética
Intermutual. Terrassa
Facultad de Psicología, Ciencias
de la Educación y del Deporte.
en el entorno laboral
Blanquerna.
Universitat Ramon Llull.
Barcelona 1. Introducción
2. Validez de las pruebas biomecánicas
3. Selección de dispositivos y equipo humano
4. Fiabilidad y aspectos médico-legales
5. Aplicaciones biomecánicas prácticas en pacientes musculoesqueléticos y
aspectos médico-legales
5.1. Pruebas cuantitativas: la utilidad del DEC
5.2. Pruebas cualitativas en medicina músculo-esquelética en el
entorno laboral: análisis del movimiento en 3D
6. El informe de biomecánica en medicina musculoesquelética: una propuesta
7. Conclusión
8. Bibliografía
9. Anexos

Índice
79
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral

1. INTRODUCCIÓN
En la práctica clínica, habitualmente, se entiende por prueba biomecánica a aquella que eva-
lúa aspectos mecánicos o fisiológicos de la motricidad humana como son la fuerza muscular,
el movimiento y/o coordinación, el equilibrio y patrones de activación muscular dinámica.
Así, en la actualidad existen en el mercado diferentes tipos de dinamómetros (isocinéticos,
isométricos o isoinerciales), sistemas de análisis del movimiento en 3D, posturógrafos, sis-
temas de baropodometría y electromiógrafos multicanal de superficie para realizar estudios
dinámicos. El denominador común de estas pruebas es que permiten evaluar la función, es
decir, el rendimiento del sistema neuromuscular y musculoesquelético en contraposición con
la mayoría de exploraciones complementarias «clásicas», en las que el paciente o sujeto es
eminentemente pasivo. Esta característica las ha convertido en herramientas habituales en la
investigación básica de patología musculoesquelética y neurológica así como en la medicina
deportiva o rendimiento deportivo. Pero también las hace de un inmenso interés en la prác-
tica clínica de la rehabilitación, tanto musculoesquelética como neurológica, para registrar
déficits, monitorizar procesos y, si se da el caso, determinar secuelas. Esta aplicación la hace
de un altísimo interés en la práctica de la rehabilitación musculoesquelética en el entorno
laboral. La capacidad de determinar la presencia o no de secuelas funcionales es crucial en
pacientes laborales dada su implicación médica, económica y legal. Una prueba de ello es la
gran cantidad de centros de biomecánica que se han constituido al largo de los últimos años
en nuestro país.

2. VALIDEZ DE LAS PRUEBAS BIOMECÁNICAS


La validez de las pruebas biomecánicas reside en su utilidad para tomar decisiones clínicas. Un
ejemplo bien conocido es la validez de los dinamómetros isocinéticos en la monitorización de
la fuerza muscular dinámica en diferentes condiciones (1, 2, 3) que permite tomar decisiones
en cuanto al proceso de rehabilitación o determinación de secuelas (ver figura 1). Asimismo,
las pruebas biomecánicas se han utilizado clínicamente en la planificación quirúrgica. Concre-
tamente, y a modo de ejemplo, es de destacar que para diseñar un plan quirúrgico multinivel
en pacientes afectos de parálisis cerebral, en estos momentos, la realización de una prueba de
análisis de movimiento en 3D es determinante en la toma de decisiones (4, 5, 6). En el campo
de la medicina deportiva tienen un papel crucial. Precisamente en este campo, Davies y cols.
(7) definieron un algoritmo de valoración funcional muy útil para encuadrar conceptualmente
la valoración funcional. En él se describen tres niveles. Un primer nivel engloba pruebas funcio-
nales básicas (p.e. el balance articular, la medida de los acortamientos musculares y el equili-
brio); en un segundo nivel pruebas de fuerza y/o potencia (p.e tests isoinerciales e isocinéticos)

* Articulo ampliación de la editorial publicada en revista rehabilitación. J. Chaler Vilaseca, R. Garreta Figuera. Aplica-
ciones clínicas de las pruebas biomecánicas: mitos y realidades. Rehabilitación (Madr). 2010; 44: 195-8.
80
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca

Figura 1. Dinamometría isocinética. Definición de déficits

Inicio
48%

1 mes
25%

8 mes
5%

Gráficas recorrido articular-momento de fuerza de rotadores internos (izquierda) y rotadores externos (derecha) al inicio de la fase de
potenciación, a un mes y a seguimiento a los 8 meses, en paciente afecto de ruptura de manguito de los rotadores intervenida.
Nótese la progresiva disminución del déficit de rotadores externos. Los rotadores internos nunca registraron déficits.

y finalmente pruebas de campo o de rendimiento (p.e «hop-test», «Yo-yo test» o incluso prue-
bas de análisis del movimiento). Este algoritmo presupone no sólo la obtención de datos cuan-
titativos (el ejemplo más claro es la dinamometría isocinética, en que se obtienen datos de
fuerza dinámica y potencia de una articulación aislada), sino también cualitativos que dan in-
formación objetiva de la función de múltiples estructuras (como por ejemplo un «hop test» (8,
81
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral

9), en que se analiza el rendimiento de un salto mediante un protocolo predefinido y compa-


rando un lado afecto con uno sano) (10). Esta aproximación en la que se propone una evalua-
ción más cualitativa tiene mucho sentido en la medicina musculoesquelética. No en vano, en
cuanto al rendimiento o la «forma» del sistema neuro-músculo-esquelético se han definido
unos componentes (flexibilidad, fuerza muscular, equilibrio y coordinación) cuya medida es
fundamental en la práctica clínica. Si bien los dos primeras son medidas cuantitativas las dos
segundas son medidas más cualitativas. Obviamente, estas medidas no son solo interesantes
en el campo de la medicina deportiva si no que también son de alto interés en otras disciplinas
como pueden ser la rehabilitación neurológica y la ortopédica o ocupacional. Tomando este
modelo podemos agrupar en distintos niveles los sistemas de evaluación biomecánicos descri-
tos más arriba. Así tendríamos, entre otros, los diversos sistemas dinamométricos (isocinéti-
cos, isoinerciales e isométricos) o electrogoniómetricos, eminentemente cuantitativos integra-
dos en el segundo nivel que se corresponde con las fases intermedias de la rehabilitación. En
estas fases nos interesa objetivar de una manera precisa, fiable y válida «qué» (p.e fuerza y
flexibilidad) vamos ganando con las diferentes terapias prescritas. Finalmente, podríamos agru-
par en el último nivel los sistemas, eminentemente cualitativos, de análisis del movimiento en
3D, electromiografía de superficie, posturógrafos o baropodometría que nos pueden dar datos
del «cómo» utiliza el paciente lo que tiene y a veces nos dan respuestas al «por qué», eviden-
temente con alta validez clínica. Un buen ejemplo de la importancia de una evaluación cuali-
tativa es el estudio de la marcha humana. Para este cometido disponemos de sistemas de
evaluación cuantitativos, que miden los parámetros básicos de la marcha (simetría, velocidad,
cadencia, longitud del paso…), y cualitativos (los sistemas de análisis del movimiento en 3D
con electromiografía dinámica. Estos nos pueden dar información objetiva y muy valiosa en
relación a la naturaleza u origen de las disfunciones del sistema musculoesquelético y nervioso.
Esto ayuda a tomar decisiones terapéuticas dirigidas, es decir, mucho más validas (11). En
definitiva, tanto los sistemas cuantitativos como los cualitativos son de un interés muy alto
en los procesos de rehabilitación, los primeros más en fases intermedias y los segundos más al
final del proceso. En todo caso, permiten modular y decidir nuevos tratamientos, planificar el
retorno a la participación o reincorporación laboral u objetivar secuelas. En este último sentido,
en los últimos años está creciendo muchísimo su aplicación evaluadora y médico-legal, sobre-
todo en pacientes afectos de lesiones ocupacionales.

3. SELECCIÓN DE DISPOSITIVOS Y EQUIPO HUMANO


La organización de un laboratorio de biomecánica efectivo implica seleccionar los dispositivos
más adecuados. Obviamente, los recursos económicos son el principal escollo a superar. En
todo caso, un laboratorio bien equilibrado debería comprender pruebas cuantitativas y cuali-
tativas. En este sentido, la utilización de pruebas cuantitativas, como algún tipo de dinamó-
metro o electrogoniómetro, ya está más o menos establecida, aunque su difusión no es ni
mucho menos general, en muchos entornos clínicos. Por el contrario, las cualitativas y espe-
cialmente los sistemas de análisis del movimiento, no generan tanto consenso. Probablemen-
82
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca

te dada su más compleja implementación que requiere formación específica y la implicación


activa de ingenieros. No obstante, la incorporación de clínicos en la realización e interpreta-
ción de estas pruebas refuerza de una manera definitiva su validez. De hecho, su validez ra-
dica en el establecimiento de unos objetivos de valoración y/o terapéuticos que, necesaria-
mente, deben basarse en un juicio clínico ponderado. Este juicio clínico solo lo puede aportar
un facultativo con experiencia clínica en manejo y valoración de pacientes. En este sentido, la
bibliografía refiere, en el campo del análisis del movimiento en 3D, que se requiere una mayor
implicación de clínicos e interacción con los bioingenieros para enriquecer la validez de estos
sistemas (5, 12). En definitiva, por un lado es imprescindible una mínima tecnología para
realizar pruebas cuantitativas y cualitativas y, por otro lado, y en el mismo nivel de importan-
cia sería imprescindible una mayor implicación de los clínicos para dotar de validez las pruebas
y por tanto conectarlas con la clínica.

4. FIABILIDAD Y ASPECTOS MÉDICO-LEGALES

Un punto fundamental en las pruebas biomecánicas es su fiabilidad. En este punto es muy


importante remarcar que la precisión (derivada de su calidad intrínseca) de los dispositivos bio-
mecánicos no asegura su fiabilidad. Es decir, con un dispositivo muy preciso se pueden hacer
pruebas poco fiables. De hecho, la fiabilidad, que está en la base de la validez, es un tema mayor
y complejo en las pruebas biomecánicas. Un test biomecánico es una experiencia singular en
que uno o varios examinadores evalúan mediante un dispositivo más o menos complejo un
sujeto o paciente que realiza una acción. Por tanto, se pueden identificar múltiples factores que
pueden afectar la reproducibilidad (13). En primer lugar los derivados del dispositivo como la
calibración o el proceso de los datos. En segundo lugar los relacionados con el procedimiento
(instrumentación del paciente, posicionamiento, fijación, aplicación de electrodos, etc.) y proto-
colo de valoración (número de tests, periodos de descanso, estímulos verbales, etc.). Finalmen-
te los factores más ligados a los observadores (explicación al paciente, interpretación de da-
tos,…) y, muy especialmente al paciente o sujeto en sí (motivación, colaboración, comprensión,
etc). Como muy bien resume Dvir (14) en su última monografía sobre isocinéticos, las medidas
derivadas de estos, y probablemente de todos los dispositivos biomecánicos, incorporan múlti-
ples fuentes de variación, desde aspectos puramente (y aparentemente sencillos) técnicos hasta
aspectos neuro-conductuales tan complejos como la motivación. No obstante, y a pesar de las
dificultades, la fiabilidad de las diferentes pruebas biomecánicas ha sido establecida en diversas
publicaciones. Como por ejemplo para dinamómetros isocinéticos (1, 14), la dinamometría iso-
métrica de mano (15), la baropodometría (16), la posturografía (17), la electromiografía dinámi-
ca (18, 19), el análisis del movimiento en 3D de la marcha (20), de la columna cervical (21), y
el hombro (22) entre otros sistemas. Por tanto, dado que en estos momentos la disciplina en
su aplicación clínica está, al menos en nuestro entorno, en sus inicios y la divulgación es fun-
damental, al diseñar pruebas e informes biomecánicos seria deseable facilitar las citas pertinen-
tes y reproducir con el máximo rigor las metodologías descritas. Igualmente es de gran impor-
83
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral

tancia añadir o reflejar los datos de calibración de los sistemas utilizados pues está en la base
de la fiabilidad.
El tema de la «motivación» de los pacientes merece una atención aparte porque el estable-
cimiento de laboratorios de biomecánica, que está experimentado un gran auge en los últimos
años en España sobre todo en centros de rehabilitación laboral y en centros independientes
dedicados a la valoración de secuelas, tiene mucho que ver con la evaluación de este particu-
lar aspecto. Es decir, con el uso medico-legal de los sistemas biomecánicos. Como se ha co-
mentado más arriba, la motivación o colaboración del paciente es fundamental para asegurar
la fiabilidad y, al mismo tiempo, la validez de la prueba. Por ello siempre es deseable tener
algún dato que nos indique el nivel de colaboración en la realización de la prueba, sobretodo
si el resultado se ha de emplear en la determinación de secuelas y/o incapacidades. En la lite-
ratura encontramos parámetros diversos para analizar el nivel de colaboración en algunas
pruebas biomecánicas. Así, disponemos de la diferencia excéntrico concéntrico (DEC) para
evaluar la maximalidad del esfuerzo en las pruebas isocinéticas (23, 14); el coeficiente de
variación y el test de intercambio rápido para las pruebas isométricas de fuerza de garra (24);
la relación del coeficiente de variación con el recorrido articular para el análisis de movimien-
to de la columna cervical (25) y la detección de patrones afisiológicos para la posturografía
(26), por ejemplo. El hecho de detectar, mediante alguno de los parámetros descritos, signos
de falta de colaboración implica una consecuencia crucial: La prueba no es fiable y por tanto,
la valoración del paciente no es válida. Por el contrario, no necesariamente nos diagnostica el
paciente de simulador. He ahí una de las grandes fuentes de confusión que ha hecho crear el
mito de que los sistemas biomecánicos son detectores de simuladores. En este punto es ne-
cesario puntualizar dos aspectos fundamentales. En primer lugar, hay que remarcar que se han
identificado múltiples causas de falta de colaboración en la realización de una prueba o explo-
ración. A saber, dolor, miedo al dolor, miedo a la recaída de la lesión, ansiedad, depresión,
falta de comprensión y, finalmente, ganancias secundarias o simulación (27). Por tanto, el
diagnóstico diferencial es amplio. En segundo lugar, a pesar de que los resultados de tests
biomecánicos pueden constituir pruebas muy valiosas para apoyar el diagnóstico de simula-
ción, éste se encuadra dentro del universo de entidades psiquiátricas caracterizadas por la
producción más o menos consciente de síntomas y signos falsos, por tanto su diagnóstico
compete a los especialistas en psiquiatría o psicología puesto que está bien definido en el
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, fourth edition (DSM-IV) (28). Así, es
altamente recomendable evitar, en los informes de pruebas biomecánicas, términos como
«simulador-a», «magnificador-a», «exagerador-a» entre otros, y en su lugar utilizar términos
como «se registran datos afisiológicos», «hay signos de falta de colaboración» o «signos de
esfuerzo submáximo». Por otro lado, es de gran utilidad, sobre todo en usos medico-legales
pero también en la práctica clínica habitual, confrontar los resultados obtenidos en la prueba
biomecánica con los de la historia clínica, la exploración física y los de exploraciones comple-
mentarias más convencionales. Esto refuerza definitivamente la validez de las pruebas y evi-
dentemente requiere una alta implicación de un clínico en su realización e interpretación. Las
pruebas biomecánicas no son ni más ni menos que una fuente de datos más que se añade a
los que ya teníamos.
84
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca

5. APLICACIONES BIOMECÁNICAS PRÁCTICAS EN PACIENTES


MUSCULOESQUELÉTICOS Y ASPECTOS MÉDICO-LEGALES

5.1. Pruebas cuantitativas: la utilidad del DEC


Ya se ha comentado más arriba la validez de los tests isocinéticos en la clínica. No obstante la
validez presupone un esfuerzo máximo. En este sentido, la diferencia de ratios excéntrico/
concéntrico(REC) a velocidad alta y baja (DEC=RECvel alta-RECvel baja) se ha revelado como un
muy buen parámetro para la valoración de la colaboración en la realización del esfuerzo en
diferentes pruebas isocinéticas. Diferentes publicaciones demuestran que el DEC es altamente
efectivo en identificar un esfuerzo submáximo en sujetos normales (29 – 35) y pacientes (36).
Este parámetro refleja la discrepancia entre las contracciones concéntricas y excéntricas que se
da en situaciones de esfuerzo submáximo. En esta situación se observa que, sobre todo en las
velocidades altas los valores concéntricos de alejan en gran medida de los excéntricos (ver fi-
gura 2). Este alejamiento de los extremos hace que el valor del DEC aumente en situaciones
submáximas. En el caso concreto del hombro (35) se demostró que significativamente. Esto es,
se puede establecer un nivel de corte a partir del cual se puede considerar que una prueba es
submáxima con un nivel de confianza predeterminado (ver tabla 1). Así, en el caso de los ro-
tadores del hombro se pudo establecer un nivel de corte del DEC a 0.81 (con un nivel de
confianza del 95%) a partir del cual la prueba se debía considerar submáxima. Este instrumen-
to es fundamental para la comprobación de que una prueba isocinética es válida. Más aún, en
un entorno medico legal o laboral es crucial. Por tanto debería obtenerse antes de hacer cual-
quier interpretación, de manera que si el DEC obtenido supera el nivel de corte la prueba debe
ser considerada inválida (ver figura 3 para ejemplo). No obstante la aplicación clínica cotidiana
del DEC no resulta en algunos casos tan sencilla. El análisis de 74 tests de rotadores externos
realizados a pacientes reales en nuestro centro (datos propios aún no publicados) muestra que
hay una incidéncia inesperadamente alta de casos de registros de DEC negativos o muy nega-
tivos. Este hallazgo inesperado dificulta la interpretación. La primera recomendación en estos
casos es repetir el test para intentar mejorar el valor del DEC. En casos de resultados al límite
la interpretación clínica es crucial y la utilidad de la prueba dependerá directamente de la peri-
cia en clínica musculoesquelética del facultativo que la interprete (ver figura 4 para guía de
interpretación del DEC).

5.2. Pruebas cualitativas en medicina músculo-esquelética


en el entorno laboral: análisis del movimiento en 3D
El análisis de la marcha o movimiento en 3D consiste en el registro de datos cinemáticos (mo-
vimiento) y cinéticos (fuerza) de las diferentes articulaciones de extremidades inferiores me-
diante sistemas de cámaras de análisis del movimiento y plataformas de fuerza. Es el paradigma
de exploración biomecánica cualitativa. La aplicación del análisis del movimiento en 3D en la
85
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral

Figura 2. Gráficos Momento de fuerza máximo-velocidad de 17 sujetos sanos

Peak Torque (Nm)

60

50

40

30

20

10

0
120º/s ecc 30º/s ecc 30º/s conc 120º/s conc
Velocity
Realizando un esfuerzo de rotadores externos de hombro máximo (línea continua) y submáximo (línea disconti-
nua). Los promedios se representan con negrita. El esfuerzo excéntrico ocupa la mitad izquierda del gráfico y el
concéntrico la mitad derecha. Obsérvese cómo en esfuerzo submáximo los extremos de los gráficos (es decir los
valores excéntricos y concéntricos a velocidad alta) se alejan.

Tabla 1. DEC medio y DE obtenidos en situación de esfuerzo máximo y submaximo: Se calculan


los diferentes niveles de corte relativos a diferentes opciones de nivel de confianza

Esfuerzo máximo Nivel Nivel Esfuerzo submáximo


DEC medio DE de confianza de corte DEC medio DE
0,311 0,175 2,925 1,945
90% >0.658
95% >0.810
99% >1.079

práctica clínica está bastante establecida en la práctica de la neurología. Especialmente en el


manejo de pacientes afectos de parálisis cerebral infantil (4). Por el contrario, en la práctica de
la medicina musculoesquelética no es una aproximación establecida de una manera rutinaria.
A parte de la disponibilidad de los sistemas necesarios para llevar a cabo estas exploraciones,
86
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca

Figura 3. DEC, déficits, conclusiones y gráficos fuerza velocidad

CASOS Paciente A (esfuerzo max) Paciente B (esfuerzo submax)


PRÁCTICOS
0.22 3.14
DEC 34 57
30º/s conc deficit (%) 35 20
30º/s exc deficit (%) 29 72
120º/s conc deficit (%) 26 9
120º/s exc deficit (%)
Deficit leve de rotadores externos Imposible por signos de falta de colaboración
Diagnosis

Relación Rotación externa/interna, afecta Relación Rotación externa/interna, afecta


Curva fuerza - velocidad:
Momento angular [Nm]

excéntrico 30 concéntrico Momento angular [Nm] excéntrico 18 concéntrico


25 16
20 14
4
12
15 10
0
10 8
6
5 4
0 2
0
120 30 30 120 120 30 30 120
Velocidad angular [°/s
° ] Velocidad angular [°/s
° ]

De un paciente cuyo esfuerzo se consideró máximo (A) y un paciente que no cumplió criterios de esfuerzo máximo
(B). Nótese el elevado DEC y el alejamiento de los extremos de los gráficos fuerza-velocidad en el paciente B. Igual-
mente llama la atención la discrepancia de déficits concéntricos y excéntricos en el paciente B. Dato que refuerza
la incongruencia global de la prueba.

una dificultad que se añade es que con la marcha normal es muchas veces difícil elucidar pro-
blemas biomecánicos relevantes en patologías musculoesqueléticas. Es decir, que a menudo se
hace necesario evaluar acciones más intensas como la carrera, la bajada de escaleras o la reali-
zación de saltos. En este sentido empieza ha haber bibliografía (37) y en nuestra práctica clí-
nica hemos obtenido resultados satisfactorios en su utilización cotidiana en pacientes muscu-
loesqueléticos. Por ejemplo en la prescripción de cuñas en el tratamiento de dolores o
patologías monocompartimentales de rodilla (ver figura 5) y en la evaluación del impacto bio-
mecánico de una lesión de rodilla y su seguimiento en la bajada de escaleras (ver figura 6). En
definitiva, las aplicaciones clínicas del análisis del movimiento en 3D en pacientes musculoes-
queléticos son virtualmente infinitas. Dan información altamente valiosa de fenómenos diná-
micos que nos pueden monitorizar tratamientos registrando datos evolutivos o bien determinar
secuelas de una manera objetiva.
En el ámbito medico-legal, como ya se ha señalado más arriba, es esencial estimar la cola-
boración durante la realización de la prueba. En las pruebas cualitativas este aspecto es muy
difícil de evaluar. No obstante una aproximación basada en una confrontación sistemática de los
87
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral

Figura 4. Guía de interpretación-toma de decisiones

Prueba no aceptable: REPETIR


1.079 = nivel de corte 99%

Zona de frontera: Mirar REC, mirar incongruencias de déficit,


muy importante historia y exploraciones complementarias.
MUY RECOMENDABLE REPETIR 0.81 = nivel de corte 95%

Signos de buena colaboración: Los resultados


son valorables. No obstante:
¿POR QUÉ NO REPETIR?

Zona de frontera: Mirar REC, mirar incongruencias de déficits, –0.039 = DECmax – 2DE
muy importante historia y exploraciones complementarías.
MUY RECOMENDABLE REPETIR –0.19 = nivel de corte inferior 95%
Prueba no aceptable: REPETIR

Al evaluar nivel de colaboración durante test isocinético de rotadores externos de hombro mediante la aplicación
del parámetro DEC. Aplicando los resultados de trabajo de investigación en sujetos sanos (Chaler J, Dvir Z, Díaz U,
et al. Identification of feigned maximal shoulder external rotation effort. Clin Rehabil. 2007 Mar;21(3):241-7.) se
puede establecer un nivel de corte superior con un nivel de confianza del 95% (0.81) o del 99% (1.079). Un valor
por encima de este último se considera claramente indicativo de falta de colaboración. Un valor entre los 2 ante-
riores indica dudas y los resultados se deben interpretar en relación a la historia y patología de base del paciente.
Un resultado por debajo de 0.81 se considera indicativo de buena colaboración durante la realización de la prueba.
No obstante, la constatación de un número considerable de pacientes reales que han registrado valores negativos
de DEC (datos propios no publicados), hace necesaria la determinación de niveles de corte inferiores. Se proponen
2, uno restrictivo consistente en el valor del DEC obtenido en contracción máxima por los voluntarios sanos menos
2 DE (-0.039); y otro tope menos restrictivo que correspondería al límite inferior calculado a un 95% de confianza
(-0.19). Por debajo de este último límite se recomienda desechar la prueba y repetir. Si está entre los dos últimos,
la interpretación teniendo en cuenta la clínica y exploraciones complementarias es crucial. En todo caso, siempre
es recomendable repetir tests para dar más fortaleza a los resultados.

datos clínicos con los datos cinemáticos, cinéticos y de EMG puede resultar muy efectiva en la
detección de alteraciones de la marcha con sospecha de simulación (38), ver figura 7. En estos
casos la interpretación requiere unos conocimientos sólidos de la medicina musculoesquelética.
En todo caso una interacción estrecha entre el responsable de interpretar las pruebas y el clínico
responsable del paciente es imprescindible en la emisión de un juicio clínico válido.
88
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca

Figura 5. Figura virtual (A) y gráficos de varo dinámico y momentos de varo de las rodillas (B)

Paciente de 30 años, fractura osteocondral compartimento interno y genu varo

Sasaki T. 1987
Yasuda K. 1987 Kerrigan 2002
Keating EM. 1993
Efec
f to de cuña externa
B BASA
BASALL Con cuña externa

(línea azul: izquierda; roja: derecha) de paciente afecto de lesión osteocondral en compartimento interno de rodilla
izquierda. Observese que en la figura de la A derecha el vector de fuerza de reacción del suelo (línea magenta) de
la extremidad afecta (izquierda-azul) se desplaza más medialmente que la de la no afecta (derecha-roja) (figura A
izquierda). Este hallazgo se refleja en un mayor varo dinámico de la rodilla izquierda (gráfico B superior izquierdo)
con un mayor momento de fuerza en varo (gráfico B inferior izquierdo). El uso de cuña externa mejora los registros
cinemáticos y cinéticos (gráficos B superior e inferior derechos respectivamente).
89
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral

Figura 6. Análisis del movimiento de la bajada de escaleras en paciente afecto de lesión osteocondral en compartimiento interno

A Bajada
da de escaleras

 30 a lesión osteocondral
compartimento interno
de rodilla derecha

Flexión más lenta de la extremidad contralateral. Generación de momento de extensión menor afecta. Estrategia
Práctica ausencia de generación de potencia negativa (contracción excéntrica extensores) motora alterada

B Bajada de escaleras. Seguimiento


pre post pre post

Cinemá
Ci mática Cinética
Después de la intervención terapéutica (B post) se objectivan mejoras en la cinemática y en la cinética concretamente una flexión más
controlada y una generación de momentos y potencias más aumentada de la rodilla afecta.
90
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca

Figura 7.

A Presentación del caso


 Hombre dee 40 a
 Queja fundamental: Debilidad EID en relación
a dolor lumbar
 Hallazgos principales a EF:
 BM extensores rodilla D0 ??
No otros hallazgos en exploración neurológica
 Exploraciones complementarias normales
(imagen, analítica y estudios neurofisiológicos)

B Sostecha de simulación
Compensación de parálisis del cuádriceps:
momentos negativos en plano sagital de la rodilla
Lohmann Siegel K, 1993
BM de extensores de 0 !!??

A: presentación del caso. Destacamos el registro repetido de una debilidad severa de cuadriceps derecho. Nótese en imagen derecha la
marcha alterada en abducto de cadera y en el plano sagital la flexión de rodilla derecha, sin colapsarse, mientras la dirección del vector
de fuerza de reacción del suelo superpuesto al video está posterior a la rodilla. Efectivamente, en B se analizan los datos cinemáticos y
cinéticos que muestran la generación de momento extensor (onda positiva) por parte del cuadriceps (b) y potencia negativa (o contrac-
ción excéntrica) representada por onda negativa(c) más un “Burst” de recto anterior en el registro EMG (d). Hallazgos que indican acti-
vidad dinámica de los extensores de la rodilla y, por tanto, incompatibles con una verdadera parálisis de cuadriceps.
91
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral

6. EL INFORME DE BIOMECÁNICA EN MEDICINA


MUSCULOESQUELÉTICA: UNA PROPUESTA
Las pruebas biomecánicas aplicadas a pacientes musculoesqueléticos son una disciplina
emergente. Como tal, el relato o informe en que se plasman los resultados obtenidos es
probablemente el instrumento fundamental para hacerla avanzar. Un relato bien estructura-
do, con referencias científicas y, por tanto, basado en criterios sólidos supondrá, más allá
de su calidad intrínseca, un medio de divulgación de la disciplina de primer orden. Por otro
lado, la inclusión de la máxima cantidad de detalles puede facilitar la comprensión del mis-
mo por los clínicos que lo deben utilizar. Por tanto, uno de los esfuerzos en nuestro centro
en los últimos años es establecer una estructura de informe de biomecánica que incluya la
máxima información con la mayor claridad posible. La estructura propuesta constaria de 3
partes:

1. Primera parte: Datos de filiación básicos, motivo de consulta, exploración clínica


convencional, resultados de las mediciones y interpretación global. En aras de faci-
litar la lectura a los usuarios se concentra en esta parte el mensaje central del infor-
me: la conclusión teniendo en cuenta los resultados de la prueba biomecánica con-
frontados con la clínica y pruebas complementarias convencionales.
2. Segunda parte: Metodología. En ella se detallan todos los pasos que se han seguido
para realizar la prueba. A saber:

a) Descripción del dispositivo,


b) calibración: explicar como se calibra el dispositivo,
c) obtención del consentimiento informado al paciente,
d) datos sobre la fiabilidad de la prueba con referencias pertinentes,
e) descripción del protocolo del test con referencias pertinentes,
f) proceso de los datos,
g) explicación sobre los datos que se evalúan y por qué
h) criterios de valoración clínica y de nivel de colaboración, también con citas perti-
nentes, y
i) bibliografía.

En esta parte del informe hay, desde nuestro punto de vista, los datos centrales para la
calidad de la prueba (ver anexo para ejemplo).

3. Tercera parte: Anexos donde de adjuntan:

a) Los datos originales impresos recogidos del dispositivo.


b) La hoja de consentimiento informado firmada por el paciente.
c) Los datos de calibración del dispositivo.
92
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca

7. CONCLUSIÓN
La biomecánica es una disciplina que puede aportar datos cruciales en pacientes músculo-esque-
léticos en el entorno laboral. Su futuro es altamente dependiente de la implicación de médicos
especializados. Pues éstos, actuando con rigor y exigencia, son los más capacitados para llenar de
validez clínica la disciplina. En este sentido, en una situación ideal seria deseable la posibilidad de
llevar a cabo pruebas cuantitativas y cualitativas y que sean valoradas en un entorno clínico o
desde un punto de vista clínico. Es decir, ponderadas con un buen conocimiento de la situación
clínica y la historia de cada paciente en particular. Este objetivo requeriría un esfuerzo de forma-
ción, incluyendo la materia de biomecánica en los currículos de licenciaturas de medicina y progra-
mas de formación de especialistas, e inversión de los sistemas de rehabilitación o tratamiento de
pacientes laborales. Igualmente, en el ámbito de la exploración musculoesquelética mediante mé-
todos biomecánicos hay mucho camino que recorrer en el ambito de la investigación aplicada,
tanto desde el punto de vista clínico como en la determinación de parámetros de colaboración.

8. BIBLIOGRAFÍA
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93
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral

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3D gait analysis. Case report. Gait Posture. 2010 Jul;32(3):354-7. Epub 2010 Jul 14.
94
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca

ANEXO. METODOLOGIA CON SISTEMA HUMAC


Descripción del equipamiento
La exploración se realiza con dinamómetro isocinético HUMAC.

Calibración
El dinamómetro está precalibrado y se adjuntan datos de la calibración el anexo 3.

Obtención de consentimiento informado del paciente

Se explica al paciente el objetivo de la prueba y en que consiste asegurando que lo endiende.


Igualmente se le explican los efectos secundarios. Al mismo tiempo se interroga el paciente y se
revisa la historia para detectar posibles contraindicaciones a la realización de la prueba. Final-
mente se le hace firmar una hoja de consentimiento informado que se adjunta en anexo 2.
95
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral

Fiabilidad
La fiabilidad de la dinamometría isocinética para la evaluación de la fuerza muscular de los ro-
tadores de hombro ha sido plenamente establecida. (Plotnikoff et al, 2002; Meeteren et al,
2002).

Descripción del protocolo


Previo a la realitzación de la prueba se explora el hombro de manera convencional (BA y ma-
niobras de estrés de rotadores básicamente). A continuación se realiza pauta de calentamiento
con dinamómetro de EESS y finalmente, se realiza la evaluación dinamométrica de la rotación
externa en el plano escapular a 30º/s y 120º/s en modalidad concéntrica y excéntrica (4 repeti-
ciones de cada modalidad y velocidad de contracción). La exploración se realiza primero en el
lado afecto y después en el sano según protocolo previamente definido (Chaler et al, 2007).

Proceso de datos
A partir de las medias de les 4 mediciones de peak torque (los registros s’adjuntan en el anexo
1) de las dos extremidades se calculan los ratios excéntrico/concéntrico y el DEC (diferencia
entre el ratio excéntrico/concéntrico a velocidad alta y el obtenido a velocidad baja) con el
objeto de estimar la colaboración.
A continuación, se calculan los déficits de fuerza de la extremidad afectada respecto a la sana
aplicando la siguiente fórmula:

PT afecta
Déficit =1– x 100
PT sana
PT: momento de fuerza pico promedio

Así los deficits obtenidos se expresan en %.


Finalmente se calculan los ratios agonista (RE) / antagonista (RI) para cada velocidad y mo-
dalidad de contracción.

Parámetros evaluados y porqué


El PT (peak torque o momento de fuerza pico) es el parámetro fundamental de evaluación de la
fuerza muscular isocinética y es el valor a partir del cual se realiza todo el resto de cálculos (Dvir,
2004). De hecho el objetivo central de la prueba es registrar los PT de la extremidad afecta y
establecer un déficit al compararlos con los de la extremidad preservada (o con datos normativos
en su defecto).
96
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca

En las pruebas dinámicas, estimar o establecer de una manera fiable el nivel de colaboración
durante la realización de las mismas es fundamental para garantizar la veracidad de toda la
prueba. El DEC es un parámetro propuesto por Dvir (Dvir, 2004) con el objeto de estimar el
nivel de colaboración en las valoraciones con dinamometría isocinética. Su validez ha sido es-
tablecida en la evaluación de la fuerza muscular de diferentes articulaciones y acciones. Entre
ellas la valoración de la fuerza muscular de los rotadores externos de hombro en sedestación
(Chaler et al, 2007). Cabe remarcar que la determinación de la validez del DEC en esta acción
fue realizada mediante un dinamómetro Cybex Norm, el antecesor del actual Humac. Por tanto,
si se aplica el protocolo en otro dinamómetro de diferente marca comercial, el test tiene menor
fiabilidad.
En algunos casos se valoran los ratios agonista/antagonista convencionales y dinámicos que
nos permiten acabar de definir los resultados desde un punto de vista clínico. No obstante, no
disponemos de referencias fiables en lo que respecta a este punto y como referencia orientativa
se pueden utilizar las propuestas en la literatura. (Shklar et al, 1995).
Finalmente, en casos de afectación bilateral comparamos con precaución los registros con
datos normativos publicados previamente (Shklar et al, 1995). En este punto, es importante
tener en cuenta que normalmente estos datos normativos no se pueden asumir como perfec-
tamente válidos en nuestra población y metodología. Por tanto la eventual comparación es
meramente orientativa.

Criterios
Un DEC > 0.81 es indicativo de falta de colaboración con un nivel de confianza del 95% (Cha-
ler et al, 2007).
Els déficits > 20% se consideran relevantes: hasta el 40% leves, >40% moderados y >60%
severos (Dvir, 2004).
Los ratios RE/RI es se consideran normales si están dentro de los rangos propuestos por
Shklar (Shklar et al, 1995).

Bibliografía
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• Shklar A, Dvir Z. Isokinetic strength relationships in shoulder muscles. Clinical Biomechanics 10: 369-
373. ABSTRACT.

Pilar 5 Valoración biomecánica en
Bel Rafecas

Responsable de la Unidad
las lesiones de tobillo y pie
de Valoración Funcional del Hospital
ASEPEYO de Sant Cugat
1. Introducción
2. Funciones del tobillo y pie
3. ¿Como realizamos la valoracion biomecánica del tobillo y pie?
3.1. Goniometría electrónica
3.2. Dinamometría electrónica
3.3. Biofoot IBV, plantillas instrumentadas
3.4. Valoración funcional de la marcha
4. ¿Cómo medimos la marcha?
5. ¿Que parámetros podemos evaluar en los registros de marcha?
6. Componentes de un informe de valoración funcional de la marcha
7. Caso práctico
8. Conclusiones
9. Bibliografía

Índice
99
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie

1. INTRODUCCIÓN
En los años 60 Codman, introdujo la idea de que los profesionales de la salud debían analizar los
resultados de sus intervenciones de forma sistemática y contando con la óptica del paciente; des-
de entonces hasta hoy se ha ido haciendo cada vez más necesario el objetivar los resultados de
los tratamientos realizados.
En el ámbito de una mutua de Accidentes de Trabajo, donde la mayor parte de pacientes presen-
tan patologías del aparato locomotor, el objetivar los resultados y las capacidades de un segmento
corporal permite, no solo cuantificar las secuelas de forma rigurosa, sino también dar opción a man-
tener o iniciar tratamientos. Al tener unos datos objetivos y reproducibles se generan menos dudas,
disminuyendo la influencia de la subjetividad del paciente o del médico en la necesidad de realizar o
no una terapia. La calidad de vida es un aspecto característico que proporcionan las intervenciones
ortopédicas y la cuantificación de las alteraciones que restan nos permite valorar la pérdida y poner-
lo en manos de los técnicos para relacionarla con la capacidad para realizar la actividad laboral.
En el caso de las lesiones del tobillo y el pie es importante medir el rango de movilidad que se
alcanza, pero es igual de importante el poner en evidencia si con ese rango de movimiento y las
compensaciones que se adquieren, se llega a alcanzar un nivel de funcionalismo normal o no, y si
se pueden realizar acciones como la deambulación o el apoyo sobre las puntas.
Estamos de acuerdo con el profesor Rodrigo Miralles cuando afirma «es imprescindible medir
para poder comparar y no sólo debemos medir en términos absolutos de pérdida del rango de
movilidad, sino que hay que intentar valorar la alteración que estas pérdidas provocan en una
función determinada y posteriormente poner en manos de los técnicos la valoración de la incapa-
cidad que produce esta merma de función en relación a la actividad laboral» (3).
El medio que utilizamos en la Unidad de Valoración Funcional para llevar a cabo estas medidas
son las aplicaciones biomecánicas.
En su libro Margareta Nordinn nos ofrece una clara definición de la biomecánica: «Biomecánica
es una rama de la bioingeniería que utiliza las aplicaciones de la mecánica clásica para el análisis
de los sistemas biológicos y fisiológicos» (1).
Es decir, utilizamos técnicas que nos permiten realizar medidas en grados, en segundos, en Kg
de fuerza, en m/s, etc. Y a su vez al tratarse de instrumentos objetivos y con registros repetibles,
admite medir la situación actual de un paciente y compararlo con la que hemos encontrado en
sujetos sanos o en registros anteriores del propio paciente.
Sin embargo, el concepto de aplicación biomecánica (2) va mas allá de lo que es un instrumen-
to de medida; una aplicación es el resultado de agrupar por un lado, los protocolos de medidas,
las variables biomecánicas que caracterizan a la población normal y patológica, los sistemas exper-
tos de análisis de la información y por otra parte, generar índices que recogen los criterios clínicos
de valoración.
Por todo ello a la hora de valorar un lesionado de extremidad inferior utilizamos desde los re-
gistros más simples como es la medida en grados de los rangos de movimiento articular hasta los
índices de capacidad funcional global para la marcha que obtenemos de las aplicaciones biomecá-
nicas ideadas para el registro cinético de la marcha.
100
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas

2. FUNCIONES DEL TOBILLO Y PIE


Sabiendo ya que lo que nos ocupa es poder hacer una aproximación lo más amplia y objetiva
posible a la función que, en un momento determinado, después de una lesión, presenta un
tobillo o un pie, es importante recordar superficialmente cuales son sus principales funciones.
El tobillo y el pie son dos estructuras situadas una a continuación de la otra pero que fun-
cionan al unísono. Tienen como función principal soportar cargas grandes en diferentes momen-
tos y localizaciones, durante diferentes velocidades con cambios de dirección y por diferentes
terrenos. Son una organización dinámica y compleja que proporciona absorción en el choque,
estabilidad y propulsión al cuerpo durante la postura erecta y la deambulación. Permite no solo
la adaptación a las superficies de apoyo sino que también ayuda al mantenimiento del equilibrio
en las irregularidades del terreno y con ello al control de la estabilidad (4).
A modo de ejemplo de la complejidad y de la estructura dinámica del pie podemos comentar
los dos tipos de articulaciones que encontramos. Las que tienen una mayor implicación en el
movimiento que son la articulación tibioperoneo astragalina, la metatarsofalangica y la interfa-
langica y las articulaciones que tienen mayor importancia en la acomodación, que son la articu-
laciones subastragalina, las de Chopart y de Lisfranch (5).
Las articulaciones de movimiento como su nombre indica son fundamentales para el traslado
del centro de gravedad del cuerpo durante la deambulación. Las articulaciones de acomodación
están más dedicadas a amortiguar el píe en el impacto contra el suelo y adaptarlo a las irregu-
laridades del terreno.

Figura 1. Diferencia funcional de las articulaciones del tobillo y pie

Articulación
de movimiento

Articulación
de amortiguación
101
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie

3. ¿COMO REALIZAMOS LA VALORACION BIOMECÁNICA


DEL TOBILLO Y PIE?
Para evaluar las posibles alteraciones del movimiento y función que presenta un paciente lesio-
nado de extremidad inferior, en el laboratorio de Valoración Funcional llevamos a término dife-
rentes pruebas.
En el caso concreto de las lesiones del tobillo y del pie en nuestra Unidad los registros que
realizamos son:

— Goniometría electrónica (SGE/IBVNedDis/IBV vs. 3.0): Nos permite medir los grados de
movimiento que puede realizar una articulación.
— Dinamometría electrónica (SDE/IBVNedDis/IBV vs. 3.0): Permite registrar los kilos de
fuerza con los que se realizan diferentes movimientos.
— Plantillas instrumentadas (Biofoot IBV vs.6.0). Registra la distribución y medida con la
que se ejerce la presión sobre la planta del pie, en condiciones estáticas y durante la
deambulación.
— Análisis de la marcha: Utilizamos un sistema de plataformas dinamométricas que realizan
un registro de las fuerza de reacción del suelo (GRF) durante la marcha, y un software
que integra los registros (NedAMH/IBV) y un sistema de células fotoeléctricas integradas
que posibilitan el cálculo de velocidades y tiempos de paso.

Todas estas medidas nos permiten establecer comparaciones entre la extremidad sana y la
lesionada, también podemos comparar con valores de exploraciones previas. Además de estable-
cer comparaciones de los registros del paciente con los valores de referencia de personas sanas.

3.1. Goniometría electrónica


Su forma de uso es igual al goniómetro manual pero los registros van directamente al ordenador
y no precisan lectura directa. Con ello se disminuyen errores y permite una comparación mas
objetiva con los sistemas de referencia de movimiento.
La goniometría es la forma clásica en la que medimos la capacidad de la articulación del
tobillo para adaptarse a funciones como subir y bajar escaleras o andar.
Los cuatro movimientos básicos que medimos en el tobillo son:

— Flexión plantar: consiste en alejar la punta del pie al máximo de la cara anterior de la
tibia, Este movimiento se realiza fundamentalmente en la articulación tibioperoneo as-
tragalina. Tiene una amplitud de 0 a 50o y es fundamental en la marcha, así como en la
subida y bajada de escaleras.
— Flexión dorsal: Es el movimiento contrario y lleva la punta del pie lo más cerca posible
de la cara anterior de la tibia. Su amplitud es de 0 a 20o. Es importante para poder andar
102
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas

con el menor esfuerzo y fundamental para bajar escaleras ya que al deslizar el pie que
baja al escalón inferior, el pie que queda retrasado debe realizar una flexión dorsal máxi-
ma y permitir el aterrizaje suave del pie que desciende.
— Inversión: es un movimiento combinado que comporta una supinación, aducción y
flexión plantar del pie. Tiene unos registros de entre 0 y 35o.
— Eversión: al igual que la inversión es un gesto que combina los movimientos de prona-
ción del pie con abducción y flexión dorsal. Tiene una amplitud de 0 a 25o.

Estos dos últimos movimientos nos dan la medida de la capacidad de adaptación que va a
tener este tobillo/pie a los terrenos desiguales y con desniveles. Su alteración nos justifica cuan-
do el paciente se queja después de una lesión de tener una sensación de inestabilidad o de poco
equilibrio en terrenos irregulares.

Figura 2. Movimientos que se registran en la goniometría de tobillo

Flexión plantar Flexión dorsal

Inversión Eversión
103
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie

Como ejemplo de las necesidades de grados de movimiento que son necesarios para algunas
acciones tenemos:

Marcha normal (6,7): Flexión dorsal 10o


Flexión plantar 20o
Conducir (7): Flexión dorsal 20o
Flexión plantar 25o
Abducción y aducción (15o) se realiza en la articulación
de la rodilla
Subir/ bajar escaleras (7,8): Flexión plantar 20o
Flexión dorsal completa 20o

3.2. Dinamometría electrónica


Con este sistema de registro medimos la fuerza isométrica en Kg. que se produce en los movi-
mientos aislados y con ello del conjunto muscular que interviene en una acción determinada.
El dinamómetro se opone al movimiento que queremos medir con la resistencia necesaria par
evitarlo. Con ello el paciente realiza una contracción isométrica del grupo muscular que se esta
evaluando.
Al igual que la goniometría electrónica la medida se aplica de forma manual, pero el registro se
hace directamente en el ordenador sin necesitar visualización y lectura directa de los resultados.
Realizamos varios registros máximos y repetidos, este sistema nos permite calibrar la regu-
laridad de las medidas y con ello dar consistencia a los resultados. Se descartan las repeticiones
con más del 20% de variabilidad entre ellas. La falta de repetibilidad nos orienta hacia una alte-
ración voluntaria del paciente en la realización del esfuerzo máximo.
Los valores obtenidos podemos compararlos con los que presenta el paciente en la extremi-
dad contralateral, con los obtenidos de tablas de referencia bibliográficas o con los que el mismo
paciente presentaba en controles anteriores. Con ello se pueden establecer criterios de evolución
de una lesión a mejor, peor o ayudar a documentar su estabilización.

3.3. Biofoot IBV, plantillas instrumentadas


Las plantillas instrumentadas permiten una valoración sectorial de la distribución de la presión,
de la presión máxima y de la presión promedio en diferentes sectores del pie.
Es un registro del funcionamiento de los apoyos durante la marcha o la carrera.
Nos orienta hacia la existencia de una zona con apoyo incorrecto o nos ayuda a valorar las
mejoras de la forma de apoyo en los pies lesionados (9).
También están diseñadas para poder pautar unas plantillas correctoras que permitan una
distribución más homogénea de las presiones, tanto en bipedestación como durante la deam-
bulación, disminuyendo las zonas de hiperpresión y el dolor.
104
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas

Figura 3. Plantillas instrumentadas para el registro de presiones plantares

Plantillas sistemas Biofoot. IBV Registros gráficos de presión plantar

Tiene la ventaja sobre otras formas de registro que pueden realizarse registros dinámicos y
con ello poder comparar entre diversas pisadas y a diversas velocidades.

3.4. Valoración funcional de la marcha


La marcha bípeda es una de las principales particularidades del ser humano y la extremidad in-
ferior esta adaptada a ella. Definimos la marcha como el proceso de locomoción en el cual el
cuerpo, en posición erguida, se mueve hacia delante, siendo su peso soportado alternativamen-
te por ambos pies (1).
Como características de la marcha humana tenemos:
Es un movimiento armónico que implica no solo a las extremidades inferiores sino también
al resto del cuerpo. Exige el movimiento de todos los segmentos de la columna vertebral y tam-
bién el balanceo de los miembros superiores (8).
Tiene como función desplazar el centro de gravedad de cuerpo, con la mínima oscilación
posible, la mayor economía energética y mantener los ojos con la mínima fluctuación para que
sea cómoda la visión mientras se camina.
Como ya hemos comentado la marcha es propia de la raza humana y tiene características
propias y particulares para cada individuo.
Precisa de un aprendizaje y por ello también puede reeducarse. Este dato es importante por-
que después de una lesión y de su tratamiento la reeducación de la marcha no restituye la
normalidad anterior, sino que la sustituye por una nueva forma de andar adaptada a las nuevas
condiciones biomecánicas que comporta el miembro lesionado (4).
El tobillo y el pie son determinantes para la estabilidad y el avance del cuerpo durante la marcha.
105
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie

4. ¿CÓMO MEDIMOS LA MARCHA?


En nuestra Unidad para establecer si tras una lesión, un paciente presenta una marcha normal,
con las suficientes compensaciones como para mantenerse dentro de la normalidad o por el
contrario no puede llegar a cumplir los requisitos mínimos y se mantiene en una marcha pato-
lógica, realizamos un registro sobre una plataforma dinamométrica usando el programa Ned
AMH del IBV.
Las plataformas dinamométricas registran y miden las fuerzas de reacción del suelo (GRF).
Las fuerzas de reacción del suelo son la respuesta a las acciones musculares y al peso cor-
poral transmitido a través del pie. La dirección y la intensidad de estas fuerzas varia según la
fase de apoyo del pie, también varían según la velocidad o el estado del terreno (6).
La fase de apoyo es la más importante y compleja de la marcha. El miembro inferior propor-
ciona un apoyo semirígido al peso corporal, facilita el equilibrio, y lleva a cabo la propulsión en
dirección anterior. En la deambulación la extremidad que apoya realiza la compensación de la
irregularidad del suelo y al colocarse correctamente permite que la otra extremidad inicie el
apoyo correcto, manteniendo la seguridad y la cadencia de la marcha (4).
Los registros de la marcha se obtienen haciendo al paciente que camine a la velocidad en que
se sienta cómodo por la zona de registro.
Incluimos las pisadas que entran por completo en la plataforma, sin imponer criterios ni de
velocidad ni forzar la pisada en un punto concreto.

Figura 4. Plataforma dinamométrica y fases de apoyo

Frenado Oscilación Despegue


106
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas

5. ¿QUE PARÁMETROS PODEMOS EVALUAR


EN LOS REGISTROS DE MARCHA?
Una prueba de marcha nos permite valorar los siguientes parámetros:

— Velocidad de marcha: Es la distancia recorrida por el cuerpo en la unidad de tiempo, en


la dirección considerada. Se expresa en m/s y en porcentaje de normalidad.
— Tiempo de apoyo: Es el tiempo durante el que cada uno de los pies esta en contacto con
el suelo.
— Fuerza de reacción del suelo durante el apoyo (normalizadas por el peso).

Dentro de estas fuerzas encontramos según la fase de apoyo:

— Fuerza de frenado: Es la fuerza horizontal en dirección antero posterior que ejerce una
persona durante los instantes iniciales del apoyo del talón en el suelo.
— Fuerza de propulsión: Es la fuerza horizontal en dirección antero posterior que ejerce el
sujeto al final del apoyo para lanzar el cuerpo hacia delante e iniciar el siguiente apoyo.
— Fuerza de despegue: Es la fuerza vertical que ejerce el sujeto al final del apoyo para
poder elevar el pie e iniciar el siguiente paso. Esta acción combina la fuerza de despegue
con la de propulsión.
— Fuerza de oscilación: Esta es la fuerza vertical que el sujeto ejerce contra el suelo en la
fase media de apoyo del pie.
— Morfologia de las fuerzas: Este parámetro se calcula para cada uno de los componentes
de las fuerzas, antero posterior, medio lateral o vertical y compara la similitud de cada
componente de la fuerza con el patrón de normalidad durante el apoyo.
— Regularidad: Representa la reproducibilidad de cada una de las variables en distintas
repeticiones.

Simplificando la valoración de la marcha podemos decir que las principales características que
definen a una marcha alterada o dolorosa son:

— Disminución de la velocidad: Una persona que camina con dolor en la extremidad inferior
y de forma más selectiva en el tobillo o el pie realiza una deambulación más lenta (10,11).
— Diferencia del tiempo de apoyo: De la misma manera el componente doloroso implica un
menor apoyo de la extremidad para evitar el dolor. También puede comportar cambios en
la forma de realizar el paso, por ejemplo con el pie en rotación externa, que tendrán como
consecuencia una diferencia en el tiempo de apoyo con respecto a la extremidad sana.
— Asimetría de las fuerzas: A pesar de que la marcha sea una función simétrica en condi-
ciones normales no puede ser siempre exacta la fuerza que se realiza entre ambas extre-
midades. Hay autores que explican una leve diferencia en razón a la lateralidad, así la
pierna no dominante haría más función de soporte y la dominante tendría un mayor
papel en la propulsión. También es explicable una mayor asimetría con velocidades rápi-
107
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie

das, este es el motivo de realizar la prueba de marcha a velocidad libre, que es la que
podemos considerar más simétrica. Evidentemente siempre que existan pérdidas de mo-
vilidad articular se producirá una asimetría de las fuerzas de apoyo, que será tanto mayor
cuanto menos compensada se encuentre la marcha (12,13).

Por último debemos considerar el concepto de regularidad. La marcha sea normal o patoló-
gica, es regular para cada individuo, es decir reproducible, si existe una integridad del SNC. Las
disfunciones en la marcha tienen formas de compensación, pueden por ejemplo sacrificar eficien-
cia energética y aumentar las fuerzas articulares, pero permiten mantener la marcha con unas
características particulares para ese individuo y que se repiten en cada ciclo de marcha (4).
Esta regularidad se pierde en las enfermedades del SNC, en este caso pueden no permitirse
reacciones compensatorias y existir debilidad o espasticidad que provoquen patrones de marcha
irregulares para un mismo paciente. La otra causa de pérdida de regularidad es la voluntariedad
de caminar de forma alterada.
Por lo tanto, la pérdida de regularidad, en ausencia de una lesión neurológica nos orienta a
una falta.

Figura 5. Parámetros del informe de valoración funcional de la marcha

Valoración 1.1
Fuerzas normalizadas por peso

Parámetros Izquierda Derecha Global Regularidad 1.0

Veloc. media 100 100 0.8


Difer. T. Apoyo 99 100
F. Frenado AP 100 100 100 100 0.6
F. Propulsión AP 61 96 78 100
0.4
F. Despegue Vert. 99 100 100 100
F. Oscilación 100 101 100 93 0.2
Morfología F. AP 80 69 75 99
Morfología F. ML 46 40 43 99 0.0
Morfología F. Vert. 86 88 87 100 –0.1
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Valoración final 85 88 89 99 Izquierdo % apoyo del pie Derecho

Parámetros comparativos con los valores de referencia de normalidad


y representación gráfica de la pisada promedio
Resultados
Parámetros significativos Promedios
izquierda derecha
Velocidad de marcha (m/s) 0,90
Tiempo de apoyo (s) 0,76 0,80
(2) Fuerza de Frenado Anterior-Posterior 0,10 0,09
(2) Fuerza de Propulsión Anterior-Posterior 0,08 0,11
(2) Fuerza de Despegue Vertical 1,00 1,02
(2) Fuerza de Oscilación 0,86 0,84
(2) Valores normalizados por el peso.

Fuerzas normalizadas por peso corporal


108
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas

6. COMPONENTES DE UN INFORME DE VALORACIÓN


FUNCIONAL DE LA MARCHA
En la figura 5 se pueden observar todos los parámetros que hemos comentado. Las diferentes
fuerzas en valores normalizados por peso, con ello podemos valorar la asimetría de los diferentes
componentes. En la misma tabla vemos los tiempos de apoyo y la velocidad de marcha.
También se aprecian los componentes en porcentaje de normalidad tanto para cada extremi-
dad como el global y los porcentajes de regularidad de la marcha.
Al lado la representación gráfica de la pisada promedio, que nos da una visión general de la
simetría y normalidad de las pisadas.

7. CASO PRÁCTICO
Varón de 47 años, trabajador en una cementera, que sufrió un atrapamiento del pie izquierdo
con un toro el 7/6/2010.
Diagnóstico: Fractura conminuta de calcáneo, luxación subastragalina, fractura de maleolo
interno, trazo de fractura en cuboides y 2ª cuña de la extremidad inferior izquierda.
Tratamiento: Reducción de las luxaciones, osteosíntesis quirúrgica y Rehabilitación Funcional.
Se realizaron dos sesiones de valoración.
1ª sesión: el 5/11/2010 a los 5 meses de la lesión.
2ª sesión: el 1/2/2011 a los 8 meses de la lesión. En esta cita se realizó una prueba inicial,
en situación de descanso y una segunda prueba después de que el paciente caminara durante
60 minutos.
Los resultados obtenidos en las dos goniometrías realizadas se muestran en la tabla 6.
En ellos podemos ver una mejora de la movilidad en todos los rangos de movimiento, menos
en la flexión plantar que se mantiene aceptable desde la valoración inicial.
Globalmente la pérdida de movilidad activa del tobillo izquierdo con respecto al derecho es
del 37% en la última sesión. Los grados de movimiento que mantiene le permitirán realizar una
marcha normal y se encuentran levemente limitados para subir y bajar escaleras, sobretodo en
la acción de bajar probablemente el paciente tenga que realizar una readaptación del gesto.

Tabla 1. Valores de los registros goniométricos

Derecho 5/11/2010 Izquierdo 59/11/2010 Izquierdo 1/2/2011


o o
Flexión plantar 58 38 38o
Flexión dorsal 7o 3o 12o
Inversión 21o 8o 9o
Eversión 24o 9o 11o
109
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie

En la figura 6 se observan los parámetros de la marcha. En ellos vemos como entre la sesión
realizada a los 5 meses de la lesión y la realizada a los 8 meses existe un aumento de la veloci-
dad de marcha, y disminuye la diferencia entre los tiempos de apoyo de las dos extremidades,
También mejora la asimetría de las fuerzas, sobretodo la de propulsión, el paciente realiza una
mejor carga del peso sobre la extremidad lesionada cuando traslada el cuerpo hacia delante.

Figura 6. Parámetros de marcha en las diferentes sesiones

5/11/2010
Resultados
Parámetros significativos Promedios
izquierda derecha
Velocidad de marcha (m/s) 0,56
Tiempo de apoyo (s) 0,94 1,06
(2) Fuerza de Frenado Anterior-Posterior 0,06 0,06
(2) Fuerza de Propulsión Anterior-Posterior 0,04 0,05
(2) Fuerza de Despegue Vertical 0,98 1,01

(2) Fuerza de Oscilación 0,93 0,92

(2) Valores normalizados por el peso.

Valoración
Parámetros Izquierda Derecha Global Regularidad

Veloc. media 61 100


Difer. T. Apoyo 49 83
F. Frenado AP 100 100 100 100
F. Propulsión AP 1 15 8 100
F. Despegue Vert. 99 100 100 100
F. Oscilación 100 104 100 100
Morfología F. AP 68 60 64 88
Morfología F. ML 12 5 9 63
Morfología F. Vert. 59 70 64 99

Valoración final 66 69 65 94
110
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas

Continuación Figura 6. Parámetros de marcha en las diferentes sesiones

1/2/2011

Resultados
Parámetros significativos Promedios
izquierda derecha
Velocidad de marcha (m/s) 0,90
Tiempo de apoyo (s) 0,76 0,80
(2) Fuerza de Frenado Anterior-Posterior 0,10 0,09
(2) Fuerza de Propulsión Anterior-Posterior 0,08 0,11
(2) Fuerza de Despegue Vertical 1,00 1,02
(2) Fuerza de Oscilación 0,86 0,84
(2) Valores normalizados por el peso.

Valoración
Parámetros Izquierda Derecha Global Regularidad

Veloc. media 100 100


Difer. T. Apoyo 99 100
F. Frenado AP 100 100 100 100
F. Propulsión AP 61 96 78 100
F. Despegue Vert. 99 100 100 100
F. Oscilación 100 101 100 93
Morfología F. AP 80 69 75 99
Morfología F. ML 46 40 43 99
Morfología F. Vert. 86 88 87 100

Valoración final 85 88 89 99

Si recordamos los párrafos anteriores podemos concluir que es una marcha menos dolo-
rosa, por lo tanto la evolución de la lesión ha sido favorable y la reeducación de la marcha
correcta.
Ahora nos detenemos en las dos sesiones que hemos realizado a los 8 meses de la lesión y
entre las que solo median sesenta minutos de deambulación podemos observan que todos los
parámetros que hemos comentado en el párrafo anterior empeoran. Es decir, el esfuerzo empeo-
ra la capacidad funcional para la marcha y se descompensa, se incrementa la cojera y la asimetría
111
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie

Continuación Figura 6. Parámetros de marcha en las diferentes sesiones

1/2/2011 Post esfuerzo

Resultados
Parámetros significativos Promedios
izquierda derecha
Velocidad de marcha (m/s) 0,89
Tiempo de apoyo (s) 0,73 0,62
(2) Fuerza de Frenado Anterior-Posterior 0,11 0,09
(2) Fuerza de Propulsión Anterior-Posterior 0,07 0,11
(2) Fuerza de Despegue Vertical 0,97 1,02
(2) Fuerza de Oscilación 0,87 0,86
(2) Valores normalizados por el peso.

Valoración
Parámetros Izquierda Derecha Global Regularidad

Veloc. media 100 100


Difer. T. Apoyo 10 87
F. Frenado AP 102 100 100 100
F. Propulsión AP 33 98 66 100
F. Despegue Vert. 91 100 96 100
F. Oscilación 100 100 100 100
Morfología F. AP 72 74 73 100
Morfología F. ML 24 32 28 100
Morfología F. Vert. 80 91 85 100

Valoración final 75 89 76 99

en las fuerzas, de forma evidente en la fuerza de propulsión. Todo ello es compatible con una
marcha dolorosa.
En todas las pruebas la regularidad de la marcha es elevada, ello da validez a los resultados
y elimina la voluntariedad de las alteraciones que observamos.
Así pues nuestro paciente mantiene un rango de movilidad aceptable en su tobillo izquierdo
y presenta una capacidad funcional de marcha levemente alterada en condiciones de reposo y
que empeora claramente con el esfuerzo.
112
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas

8. CONCLUSIONES
La evaluación del tobillo y pie implica la realización de pruebas objetivas y repetibles, que con-
templen esta unidad funcional en sus dos trabajos principales, el de carga y el de adaptación a
la superficie de apoyo.
Podemos realizar pruebas simples que midan por separado el movimiento y la fuerza, o
pruebas combinadas como el registro cinético de la marcha.
La utilidad de las pruebas de valoración funcional en el ámbito de una Mutua de Accidentes
de Trabajo implica la evaluación del estado actual de un paciente para poder establecer la com-
paración con datos de referencia de normalidad, objetivar el grado de pérdida y con ello estable-
cer las secuelas que presenta.
También permite dar un dato inicial objetivo, previo al tratamiento ortopédico, quirúrgico o
rehabilitador, que con la repetición posterior de las pruebas, nos de información sobre la evolu-
ción del paciente y su estabilización.

9. BIBLIOGRAFÍA
(1) Nordin, M. Frankel, V. Biomecánica básica del sistema músculo esquelético. Ed. Mc Graw Hill, 2001
3ªEd.
(2) Cuadernos de biomecánica. Valoración Funcional. Instituto de Biomecánica de Valencia. 2010.
(3) Miralles Marrero, R. Valoración del daño corporal en el aparato locomotor. Ed. Masson. 2001.
(4) American Academy of Orthopaedic Surgeons. Orthopaedic Basic Science. Ed. Sheldon R. Simon.
1997.
(5) Viladot Voegeli, A. et al. 20 lecciones sobre patología del pie. Ed. Mayo 2009.
(6) Sanchez Lacuesta, J. et al. Biomecánica de la marcha humana normal y patológica. IBV 2005.
(7) Miralles Marrero, R. Miralles Rull, I. Biomecánica clínica de los tejidos y las articulaciones del apara-
to locomotor. Ed. Elsevier Masson. 2005.
(8) Trew, M. Everett, T. Fundamentos del movimiento humano. Ed. Masson. 2006.
(9) Soler Garcia, C. Registro dinámico de la distribución de presiones plantares: diseño y desarrollo de
un nuevo sistema de medida. Evaluación de su potencial de aplicación clínica e industrial. Tesis
doctoral UPV. Valencia 2001.
(10) Lafuente, R. et al .Valoración evolutiva de las fracturas de calcáneo mediante el análisis biomecánico
de la marcha. MAPFRE MEDICINA 1999 10(4).
(11) Vazquez Arce, M. I. et al, Valoración clínica e instrumental en la artrosis de rodilla. Rehabilitación
(2009); 43 (5) 223-231.
(12) Seely, MK. Umberger, B. Shapiro, R. A. Test of the functional asyetru hipothesis in wlaking Gait &
Posture (2008) 28, 24-28.
(13) Giakas, Giannis, Baltzopoulos,V. Time and frecuency domain analysis of ground reaction forces dur-
infg walking. An investigation of vavriability and symmetry. Gait & Posture 5 (1997) 189-197.

Néstor Pérez Mallada 6 Datos biomecánicos

Director del Máster Universitario
en Biomecánica Aplicada
objetivos de la evolución
a la Valoración del Daño.
Técnicas Avanzadas en Fisioterapia. de los pacientes
Jefe de Estudios de Fisioterapia
de la Escuela de Enfermería
y Fisioterapia «San Juan de Dios»
con lesiones laborales
Universidad Pontificia Comillas

1. Introducción
Carlos Martín Saborido
• 2. Conocer con datos cuantitativos cual era su situación previa a la lesión
Coordinador de Internacional 3. Ser capaces de evaluar la evolución, implicación del paciente y resultado
de la Escuela de Enfermería final a la hora de dar el alta
y Fisioterapia «San Juan de Dios»
Universidad Pontificia Comillas 4. Conocer las capacidades funcionales en su puesto laboral o bien tomar
• decisiones ligadas a la actividad laboral
Ricardo Blanco Méndez 5. La valoración funcional para la decisión de un puesto laboral
Adela García González
6. La valoración ergonómica de los distintos puestos laborales y /o apoyar

informes de evolución de capacidades funcionales
Profesores del área de Fisioterapia
de la Escuela de Enfermería 7. Conclusiones
y Fisioterapia «San Juan de Dios»
8. Bibliografía
Universidad Pontificia Comillas

Índice
115
Datos biomecánicos objetivos de la evolución de los pacientes con lesiones laborales

1. INTRODUCCIÓN
Cuando iniciamos un tratamiento de fisioterapia en cualquiera de sus ámbitos biomecánicos (1)
neurología, traumatología, deportiva, medicina legal y forense (2)…) nos enfrentamos en un
paciente que ha sido derivado desde un ámbito de medicina laboral a varios problemas a la hora
de valorar de un modo objetivo (3) su situación funcional:

1. Conocer con datos cuantitativos cual era su situación previa a la lesión.


2. Ser capaces de evaluar a través de pruebas repetibles la evolución, implicación del pa-
ciente, y resultado final a la hora de dar el alta desde los distintos servicios que implican
al paciente.
3. Conocer las capacidades funcionales que el sujeto presenta a la hora de afrontar nueva-
mente el puesto laboral o bien contar con datos que permitan tomar decisiones ligadas
a la actividad labora resultante de su nueva situación funcional.

Además de los objetivos anteriores en fisioterapia laboral se presentan otras situaciones que
requieren datos cuantificables para respaldar la tomas de decisiones, por ejemplo:

4. La valoración funcional sobre si un paciente presenta o no la capacidad para la realiza-


ción de una actividad física en un puesto laboral.
5. La valoración ergonómica de los distintos puestos laborales en la optimización de sus
capacidades y rendimientos y minimización de riesgos para la salud.
6. Realizar informes de evolución de capacidades funcionales para la adaptación de los
mismos conformes a las nuevas situaciones ligadas a los avances de la edad o afecciones
degenerativas que vayan teniendo.

La necesidad de conocer en los distintos aspectos previos las capacidades funcionales con
datos objetivos nos permiten abordar la toma de decisiones particulares para cada paciente
con herramientas que aportan una repetitividad al terapeuta a la hora de la realización de la
prueba.
Casos de situaciones anteriores serán abordados con diferentes ejemplos que nos permitirán
introducir las herramientas biomecánicas que aportarán los sistemas de medición de estos datos
de la situación funcional.
Antes de nada, hay que tener en cuenta que los sistemas biomecánicos nos informarán
sobre situaciones concretas de cada paciente. Estas particularidades deben conocerse antes de
la protocolización de las pruebas biomecánicas, para poder usar los sistemas de medición que
mejor se adaptan a la estructura funcional a valorar.
Sin una buena evaluación previa no se puede interpretar los datos de los informes biomecánicos,
ni tampoco seleccionar la herramienta de biomecánica adecuada para la valoración las capacida-
des funcionales. La pregunta ¿Cuál es el sistema óptimo para su valoración? Se responde fácil-
mente con otra pregunta ¿Qué es lo que quieres saber de tu paciente? Aquí es donde un tera-
116
Biomecánica en Medicina Laboral • Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco Méndez, Adela García González

peuta adecuadamente formado en técnicas y herramientas biomecánicas debe responder


específicamente al prescriptor de las pruebas biomecánicas y donde los protocolos estandariza-
dos independientemente de las lesiones y situaciones analíticas de los pacientes, no deben se
recomendable aplicar, al perder la especificidad de su valoración.

2. CONOCER CON DATOS CUANTITATIVOS CUAL ERA


SU SITUACIÓN PREVIA A LA LESIÓN

CASO1: Un paciente trabaja conduciendo y presenta en las evaluaciones rutinarias anuales


molestias cervicales. Este paciente sufre un accidente de tráfico con diagnóstico de esguince
cervical. Cuando se el paciente se le va a dar el alta nos remite molestias cervicales que no le
permiten trabajar. ¿Hasta dónde se continúa con el tratamiento de fisioterapia? ¿Cómo sabre-
mos que el paciente vuelve a estar en su situación previa a la lesión aguda, o bien que las
secuelas que remita el paciente son o han sido producidas por el evento traumático, o ya las
tenía previamente?
En el momento en el que aparecen dolores repetidos en una puesto laboral, se podría haber
prescrito un análisis biomecánico de su zona de riesgo corporal (en este caso cervical). Cono-
ciendo su actividad y la incidencia o prevalencia de patologías ligadas a su actividad laboral, se
podría tener una base objetiva y sobre la cual poder tener datos de su situación funcional, e
incluso abordar el problema previamente desde el inicio de las molestias y no esperar a la exa-
cerbación de la sintomatología, en este caso por un esguince cervical, pero podría haberse de-
bido por cualquier problema directamente laboral.
¿Qué sistemas existen para la valoración de la estructura cervical? Uno de los sistemas más
adecuados de valoración biomecánica que se podría adaptar a la situación de este paciente es
un sistema de valoración multicervical MCU. (FOTO 1. Unidad Multicervical) que nos permite
con todas las garantías de seguridad para el paciente, combinar la valoración de la amplitud
articular (ROM, «range of movement» Rango del movimiento, del recorrido osteomuscular) ,
junto con la evaluación de la fuerza (Isométrica) cervical en los tres planos de amplitud de mo-
vimiento (4, 5).
Este equipo nos aporta datos de fuerza (6) y amplitud articular siendo la referencia en la
evaluación de las lesiones cervicales con una bajo margen de error (7). El protocolo de evaluación
se encuentra estudiado y validado (8, 9) para la obtención de graficas entre parámetros de nor-
malidad de la situación del paciente del ROM que tiene el paciente en los 3 planos cervicales,
así como un informe de cuando aparece dolor. Sobre estos planos también se obtiene los resul-
tados de fuerza isométrica en todos los grados de movilidad frontal y sagital.
Con estos datos previos de partida, y con un esquemas visuales que aportan los sistemas de
valoración, se puede abordar las toma de decisión con datos objetivos y poder recomendar el es-
pecialista de medicina laboral, el mejor camino terapéutico a su paciente, así como poder tomar la
decisión terapéutica adecuada de su paciente en su puesto laboral, y evitar bajas por cervicalgias,
radiculopatías, contracturas o bien lesiones con una gravedad mayor (protusiones, hernias).
117
Datos biomecánicos objetivos de la evolución de los pacientes con lesiones laborales

Figura 1. Unidad Multicervical (tomado de www.baasys.es)

En este paciente una valoración con un sistema de MCU nos aporta datos biomecánicos en
Fuerza isométrica, así como del ROM, y se puede trasladar que se encuentran dentro de los
patrones de normalidad, aunque siga teniendo molestias. Estos datos permiten al médico labo-
ral, junto con las pruebas radiológicas y si fuese necesarias de otros profesionales médicos (si-
cológicas, laboratorio clínico) poder tener una objetivación de los parámetros funcionales de su
paciente y poder dar de alta u otra decisión terapéutica apoyada en datos funcionales.
118
Biomecánica en Medicina Laboral • Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco Méndez, Adela García González

3. SER CAPACES DE EVALUAR LA EVOLUCIÓN, IMPLICACIÓN DEL


PACIENTE Y RESULTADO FINAL A LA HORA DE DAR EL ALTA
CASO 2: Paciente que trabaja en una cadena de despiece cárnico, en donde su acción principal
y habitual consiste en realizar en un plano sagital, un movimiento cráneo caudal. El paciente
presenta una tendinopatía de los epitrocelares que remite con tratamiento de fisioterapia y re-
poso laboral y que nuevamente recidiva con la vuelta a la actividad laboral, lo que nos indica la
existencia de una relación directa al puesto laboral.
Este paciente podría ser evaluado a través de un dinamómetro (FOTO 2 y 3. Sistema de di-
namometría, del laboratorio de biomecánica del área de Fisioterapia UP Comillas, así como en
www.baasys.es) registrando aspectos de la fuerza (velocidad lineal o angular, potencia, trabajo
y ROM) que realizada por un grupo muscular (10) y la posición que adopta su antebrazo (pro-
nosupinación, flexoextensión así como prensión digital) durante el desarrollo de un movimiento.
Los movimientos a evaluar podrán ser isocinético (mantiene constante la velocidad, la cual se
predeterminar previamente independientemente de la fuerza) isotónicos/anisométricos (mantie-
ne constante la carga externa y la velocidad es variable en relación al momento de fuerza de la
articulación) e isométrico (11) (no hay movimiento). El trabajo de valoración (12) puede ser
concéntrico o excéntrico, y los datos obtenidos en velocidades de grados por segundo (para
movimientos isocinéticos los equipos actuales miden de modo aceptable (13) velocidades angu-
lares de hasta 300º por segundo (14)). Para movimientos isotónicos (15), se puede alcanzar los
3000º por segundo), también pueden ser reflejados en gráficos de fuerza, trabajo o de potencia.
Estos últimos datos están más relacionados con el movimiento isotónico, en donde aportan
datos mixtos de velocidad, tiempo y fuerza.
Estos equipos aportan datos (16, 17) cuantificable (18, 19, 20), reproducibles de la situación
muscular de un sujeto, en contraposición a datos subjetivos que escalas de valoración funcional
(21, 22). El momento de fuerza máxima (23), momento máximo (24), trabajo máximo (25),
potencia (26), relación agonista antagonistas (27), son datos que nos permiten correlacionar
pacientes y situaciones clínicas distintas. Los datos que se obtienen de los equipos dinamomé-
tricos deben ser valorados según las características físicas de un paciente, en donde entran as-
pectos de una valoración médica a la hora de realizar un informe sobre una lesión. Aporta la
valoración muscular (28) (isocinética, anisométrica o isométrica), conocer cuál es el estado del
grupo muscular (29) para la realización de una actividad determinada, y si esto puede ser com-
patible o no con la normalidad o con el estado previo del paciente así como saber si la relación
entre su extremidad dominante o no es correcto (coeficiente de variación CV (30)).
En este paciente se deseaba conocer como afectaba al trabajo muscular por la posición de la
mano y las estructuras que estabilizan el movimiento repetitivo en su entorno laboral que es
aquel que le está favoreciendo su lesión. Se seleccionaron varias empuñaduras y se adaptaron a
la herramienta de trabajo. Con este sistema se solicitó al paciente la realización de su actividad
laboral y se aportan datos de Fuerza, trabajo, potencia y velocidad de ejecución. Se observó cual
era la empuñadura donde menos disminuían los registros de fatiga y se modificó la herramienta
para su actividad cotidiana, desapareciendo la lesión del paciente.
119
Datos biomecánicos objetivos de la evolución de los pacientes con lesiones laborales

Figura 2. Sistema de dinamometría, del laboratorio de biomecánica del área de Fisioterapia


UP Comillas
120
Biomecánica en Medicina Laboral • Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco Méndez, Adela García González

Figura 3. Sistema de dinamometría, del laboratorio de biomecánica del área de Fisioterapia


UP Comillas

Esta prueba, con un coste despreciable si se compara con 15 días de baja laboral, permitió
al especialista sanitario adaptar la ergonomía de su puesto laboral a la situación particular del
paciente, mejorando su actividad diaria, así como los costes empresariales.

4. CONOCER LAS CAPACIDADES FUNCIONALES


EN SU PUESTO LABORAL O BIEN TOMAR DECISIONES
LIGADAS A LA ACTIVIDAD LABORAL
CASO 3: Paciente reponedor en un supermercado o bien en una cita de montaje, que ha sufri-
do un episodio de lumbalgia aguda tras jugar un partido de futbol, el paciente desea incorporar-
se cuanto antes al puesto laboral y no estar de baja. Buscará recuperarse en el menor tiempo
posible, lo que es posible que le lleve a intentar adelantar su reincorporación a la menor breve-
dad posible.
Una incorporación precoz de una lumbalgia inespecífica puede producir una recidiva en un
breve espacio, lo que empeoraría el pronóstico del mismo.
121
Datos biomecánicos objetivos de la evolución de los pacientes con lesiones laborales

Figura 4. EMGS

En este caso se podrían usar la EMGS (FOTO 4 tomado de www.baasys.es) para conocer la
activación (en momento temporal y de correlación con otros grupos musculares en un movi-
miento concreto) de sus músculos estabilizadores de la columna lumbar, tal y como se han
presentado en la II Jornada de Biomecánica. De este modo se puede conocer como se encuentran
sobreactivados en situación de reposo, así como si el momento de su activación muscular a la
hora de la realización de una actividad concreta. Para su reincorporación laboral el musculo
deberá activarse como indican patrones de normalidad.
Los sistemas de Electromiografía de superficie son sistemas que aportan registros, en micro
V31, de las señales eléctricas que facilitan la diferencia de potencial (32) que se origina a través
de la despolarización de las membranas musculares. Se tratan de electrodos de superficie no
invasivos1 que aportan del paciente la fatigabilidad y reclutamiento (33) del músculo en diferen-
tes movimientos.
Los protocolos deben estar controlados (34, 35, 36) y conocer los errores (37) que la varia-
ción de los mismos solicitarían sobre el vientre muscular. Los sistemas de EMGS aportan datos
cualitativos (38) de la actividad muscular en activación o no del grupo muscular, así como la
fatiga que se producen en el mismo.
En este caso los sistemas de EMGs nos permite conocer el reclutamiento máximo de fibras
musculares (39) y su fatiga y de este modo podemos solicitar la paciente distintos movimientos
(40, 41, 42, 43) (sin resistencia, con una resistencia menor o con una resistencia submáxima
que se puede valorar (44) de dos modos bien con tablas de resistencia dinámica (Rd) o bien con
equipos de anisométricos o isocinéticos). Como puede observarse la combinación de sistemas
de valoración biomecánica, nos permiten obtener datos mas complejos de la situación del pa-
ciente, conociendo siempre la situación del paciente a valorar, siendo esto nuevamente un factor
imprescindible a la hora de realizar un correcto protocolo de valoración biomecánica y de la si-
tuación del paciente.

1
Hay que hacer hincapié en la distinción entre EMG (técnica invasiva) y la EMGS técnicas no invasiva que recoge los poten-
ciales de acción muscular a través de elementos adhesivos a la supreficie de la piel, sin necesidad atravesar la piel.
122
Biomecánica en Medicina Laboral • Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco Méndez, Adela García González

En este caso concreto, conocer cual es la situación muscular del paciente en la zona lumbar
permite poder aportar un aspecto objetivo a la funcionalidad de su columna y poder incluso
retrasar el inicio de una actividad laboral hasta contar con datos cuantificables de la situación
de su estructura osteomuscular.

5. LA VALORACIÓN FUNCIONAL PARA LA DECISIÓN


DE UN PUESTO LABORAL
CASO 4: Se convoca una plaza de montador, los requisitos físicos además de los técnicos son:
Capacidad de mantener posiciones constantes durante un período prolongado, ser capaz de
estar en flexión de tronco durante posiciones estáticas trabajando, ser capaz de elevar pesos
puntuales de 20 a 30 Kg y realizar posiciones repetitivas de pronosupinación constantes duran-
te la jornada diaria. ¿se deberían realizar pruebas funcionales a la hora de seleccionar el candidato/a
a la actividad? Actualmente, salvo excepciones muy puntuales, la norma no es realizar una
prueba biomecánica para decidir sobre candidatos con conocimientos técnicos y aptitucionales
similares.
Si el trabajador seleccionado presenta una debilidad muscular, por ejemplo del cuadrado
lumbar debido a una hipertonia del Soas, le puede provocar una baja laboral por lumbalgia. Hay
que considerar que pueden ser asintomática hasta que el paciente comienza a mantener una
posición constante en bipedestación que le desencadene una afectación muscular por inestabi-
lidad lumbopélvica.
Actualmente existen múltiples pruebas que permitirían haber conocido si el paciente a la
hora de su incorporación en la empresa presenta alguna limitación funcional para el puesto
que opta, siendo por otro lado, candidato a otro puesto laboral que no requiera este requisito
físico.
Un ejemplo de sistema de valoración biomecánica para este caso podría ser la captura de
movimiento a nivel lumbar, sin descartar otros modelos igualmente aptos que se están realizan-
do o se han visto previamente.
Los equipos de captura de movimiento (FOTO 5 y 6) (Cinemática) en 3 dimensiones, captan
el movimiento (45) de una o múltiples sistemas osteoarticualres y sus características físicas
(velocidad, aceleración, repetición de la ejecución del movimiento).
Existen múltiples sistemas de captura de movimiento (46) los más usados son la fotograme-
tría (47) así como los sistemas optoelétricos2, permitiendo a través de los cámaras de alta pre-
cisión y avanzados procesadores recoger la posición de los marcadores (48) con un mínimo de
2-3-4 cámaras (49) sincronizadas entre ellas (50) para conocer y calcular un punto que viene

2
Este sistema determina la posición de marcadores reflectantes adheridos al cuerpo del sujeto. Los Marcadores son de
pequeñas dimensiones (máximo: 2 cm de diámetro y 1 gramo de peso). Se compone de Cámaras de luz Infrarroja
que registran en el espacio el movimiento. Este sistema multicámara es de última generación permite capturar el
movimiento de un sujeto a tiempo real sin apenas interferir en su ejecución. Posteriormente a la captura Software
permite la simulación en 3D y la obtención de un amplio conjunto de variables mecánicas.
123
Datos biomecánicos objetivos de la evolución de los pacientes con lesiones laborales

Figura 5 y 6. Equipos de captura de movimiento

registrado por un marcador, en el espacio. Los marcadores sobre referencias anatómicas (51)
permieten conocer a través de los programas informáticos que reconocen las coordenadas, las
variaciones de amplitud, velocidad y recorrido que se producen en el espacio.
Conocer en nuestro paciente, si los movimientos se pueden ejecutar de modo fluido y repe-
tible, conocer la capacidad de mantener determinadas posiciones y si aparecen fatigas muscula-
res, son datos que nos aportan información cuantitativa sobre la capacidad del futuro trabajador
sobre su actividad laboral. Estos datos nos permitirán seleccionar al sujeto que mejor capacidad
física tenga para la realización de su puesto laboral, y esto, aportan un menor riesgo a la hora
de desarrollar patologías ligadas a su actividad laboral, disminuir bajas y a la larga mejorar la
productividad del puesto laboral en cuestión.

6. LA VALORACIÓN ERGONÓMICA DE LOS DISTINTOS


PUESTOS LABORALES Y /O APOYAR INFORMES DE
EVOLUCIÓN DE CAPACIDADES FUNCIONALES
CASO 5: Paciente que debe de trasladar un equipo pesado durante largos espacios de tiempo
o bien por situaciones tortuosas de terreno. Puede ser un bombero, trabajador de la construc-
ción, forestal, minero . Nos interesa conocer como la posición del equipo u objeto a trasladar y
como afecta a las articulaciones de los MMII, así como varia el centro de gravedad durante la
marcha y las implicaciones que esto puede tener para una repetición constante. Complementa-
riamente también nos aporta datos de las adaptaciones que surjan en la edad y en las articula-
ciones y como afectan a su biomecánica del movimiento.
Hasta el momento se han presentado sistemas de bimoecánica que se pueden utilizar de
modo independiente para la obtención de datos específicos, pero es de vital importancia insistir
y hacer hincapié en la posibilidad de complementar de modo conjunto distintos sistemas de
124
Biomecánica en Medicina Laboral • Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco Méndez, Adela García González

Figura 7

valoración que permiten que se integre la información que cada uno aporta, añadiendo datos
individuales y permitiendo la obtención de datos integrados de los distintos sistemas.
Los datos que se obtiene con la suma de herramientas, combinando cinética y cinemática,
deben estar adecuadamente sincronizados. Siendo por lo tanto sistemas que pueden realizarse
de modo conjunto y detallando todos los datos en una escala temporal.
Uno de los sistemas que mejor se sincronizan y complementan a sistemas de captura de
movimiento de los cuales hemos hablado en el caso 4, son las plataformas dinamométricas.
Estos elementos de valoración biomecánica se trata de unas «baldosas» que se disponen en el
suelo, bajo las cuales se encuentran receptores de presión en los tres planos del espacio que
analizan las fuerzas de acción (del organismo) contra las de reacción (del suelo 52) sobre las
cuales se encuentran los receptores. Estos barorreceptores (foto 7) recogen la información ciné-
tica que permiten contratar información relevante de las diferencias biomecánicas de la macha
respecto a patrones de datos normalizados y por lo tanto determinar que el paciente presenta
una alteración en la marcha (53) y así una lesión que la produce (54).
En nuestro caso, la colocación de marcadores que permiten analizar los cambios posturales
durante el desarrollo del movimiento, y a su vez poder analizar las fuerzas de reacción que nos
aportan las plataformas, nos permiten conocer cual es la posición más adecuada de los elemen-
tos a desplazar para minimizar los riesgos de lesión del organismo. Del mismo modo también
aporta datos del centro de gravedad según los avances de la edad.

7. CONCLUSIONES
Hemos analizado diferentes casos y sistemas de biomecánica a modo únicamente de sencillos
ejemplos, para valorar y obtener datos objetivos en la toma de decisiones para su abordaje des-
de distintos ámbitos terapéuticos, preventivos y clínicos.
Los sistemas de biomecánica en el área de fisioterapia aporta aspectos imprescindibles y rele-
vantes a la hora de valorar de un modo objetiva a distintos pacientes, ser capaces de orientar el
tratamiento según la propia evolución de sus lesiones, realizar un diagnóstico fisioterápico objeti-
125
Datos biomecánicos objetivos de la evolución de los pacientes con lesiones laborales

vo, aportarlo en la historia clínica de fisioterapia como dato cuantitativo asi como ser un sistema
de cuantificación en la I+D+i junto con la ecografía dentro del ámbito competencial de la fisiote-
rapia (55)3. La distintas herramientas de valoración en biomecánica permiten conocer la efectividad
de las técnicas de fisioterapia, cuantificar la evolución, así como otros aspectos que hemos intro-
ducido en el presente capítulo a modo de ejemplo pero que es mucho mas amplio.
Se han visto diferentes sistemas de valoración biomecánica que nos permiten obtener datos
cuantitativos y completamente objetivos para la toma de decisiones, pero para ello es necesario
conocer cuál es la historia clínica de nuestro paciente, que es lo que se desea valorar, para que
se está valorando y la utilidad final de informe biomecánico. Con estos datos se pueden orientar
los distintos protocolos existentes de biomecánica para rentabilizar, optimizar pruebas y extraer
aquellos datos que de verdad son relevantes en la situación que el paciente nos presenta.
La rentabilidad de estos estudios son claras a medio plazo. Según estudios y publicaciones56
si el 80% de los sujetos en vida laboral poseerán en algún momento una lumbalgia, conocer con
alguna prueba biomecánica la situación funcional de una columna (solo de los pacientes de
riesgo y con sintomatología derivados del servicio de medicina laboral) nos puede orientar y
prevenir la aparición de una de las patologías mas comunes, en un número importante de pa-
cientes. Si en solo un 10% de los pacientes, se pudiese evitar una baja laboral, ¿los costes
económicos no serían rentables? No es materia del presenta capitulo profundizar en este aspec-
to pero son datos con un calculo sencillo.
Las pruebas biomecánicas aportan datos adecuados siempre y cuando en los Laboratorios:

— Se cuente con la tecnología y con equipos adecuados para las distintas pruebas a realizar (un
laboratorio adecuadamente equipado con tecnología moderna y correctamente calibrada).
— El personal técnico es profesional del área sanitaria adecuadamente formados conocedo-
res de todas las herramientas a disposición de los sistemas de valoración. Siendo de este
modo capaz de poder elaborar un informe biomecánico adaptado al paciente y que el
profesional prescriptor valorará de modo integrador con otras pruebas (laboratorio meta-
bólico, radiológicas).
— Las pruebas a realizar están adaptadas al paciente de modo personalizado y concreto para
la patología que presenta el paciente y no a la inversa. Es decir, que se realicen pruebas
específicas y no se estandaricen protocolos en donde el profesional sanitario que realiza
la prueba desconoce la patología que presenta el paciente.

Por todo lo visto anteriormente es importante implementar estos protocolos en salud, en un


laboratorio biomecánico con sistemas técnicos y profesionales altamente cualificados que per-
mitan aportar datos de decisión clínica (objetivable, repetibles y cuantificables) a distintas áreas
profesionales en los próximos años, tales como; el Derecho (el análisis de las secuelas), bioin-
geniería, Actividad física y deportiva, fisioterapia, terapia ocupacional y múltiples especialidades
médicas (traumatología, reumatología, medicina laboral, deportiva, rehabilitación).

3
Audiencia Nacional (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 5ª). Sentencia de 2 diciembre 2009
JUR\2009\487642.
126
Biomecánica en Medicina Laboral • Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco Méndez, Adela García González

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Miguel Ángel 7 Utilidad de la valoración
Lorenzo Agudo

Médico Especialista
funcional mediante
en Rehabilitación y Medicina Física
Departamento de Biomecánica dinamometría electrónica
IBERMUTUAMUR
en la patología laboral
del miembro superior

Índice
131
Utilidad de la valoración funcional mediante dinamometría electrónica en la patología laboral del miembro superior

La Biomecánica es la «ciencia que se ocupa de la aplicación de los principios mecánicos básicos


al estudio y análisis del movimiento. Las pruebas biomecánicas permiten llevar a cabo una me-
dición del estado funcional del sistema músculo-esquelético, facilitando el diagnóstico y la va-
loración de sus alteraciones, al mismo tiempo que proporcionan datos objetivos y precisos en
cualquier momento de su evolución».
Con la intención de adecuar esta definición de la biomecánica al manejo de la patología de
origen laboral, nace en el año 2005 el Departamento de Biomecánica de IBERMUTUAMUR (Mu-
tua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social, 274), con
unos objetivos claramente establecidos:

1. Mejorar el control evolutivo del paciente en diferentes procesos patológicos, anticipán-


dose a posibles empeoramientos o estancamientos en su situación clínica;
2. Obtener una información objetiva y cuantificable del estado funcional de un paciente en
un momento determinado de su cuadro clínico evolutivo que permita definir las limita-
ciones existentes, y en función de las mismas plantear la necesidad de un tratamiento
específico o la finalización de su proceso;
3. Contribuir de forma activa en el proceso final de definición objetiva de sus secuelas o
limitaciones funcionales.

Por tanto, la introducción de técnicas biomecánicas de valoración funcional dentro de los


servicios sanitarios habitualmente proporcionados a nuestros pacientes nos permitiría actuar en
2 momentos claves del manejo terapéutico de los procesos patológicos más frecuentes de origen
laboral, la fase de enfermedad y la fase de secuelas.
Las técnicas biomecánicas de valoración funcional disponibles actualmente en las diferentes
Unidades de Valoración Funcional que componen el Departamento de Biomecánica de IBERMU-
TUAMUR permiten básicamente analizar la capacidad de deambulación del paciente, su capaci-
dad de control del equilibrio postural, la repercusión que la sintomatología dolorosa lumbar y
cervical tiene en su capacidad funcional, y las limitaciones funcionales que un paciente puede
presentar en los aspectos de movilidad articular y fuerza muscular como consecuencia de la
patología sufrida con anterioridad.
Dentro de estas técnicas biomecánicas, destacan las siguientes:

— Sistema de Valoración Funcional y Rehabilitación del Equilibrio Postural (NedSVE/IBV),


de utilidad en el estudio y tratamiento de los trastornos del control postural en
forma de mareos, vértigos, inestabilidades, etc., frecuentemente relacionados con
procesos de origen traumático, localizados tanto a nivel cráneo-encefálico como a
nivel cervical.
— Sistema de Valoración Funcional de la Marcha Humana (NedAMH/IBV), basado en el
análisis de la capacidad funcional de deambulación de un paciente a través del
empleo de un sistema de plataformas dinamométricas, siendo de especial interés
en los procesos patológicos que asientan en cualquier nivel de las extremidades
inferiores.
132
Biomecánica en Medicina Laboral • Miguel Ángel Lorenzo Agudo

— Sistema de Valoración Funcional de la Lumbalgia (NedLumb/IBV), de gran importancia


en el estudio de la repercusión funcional que una sintomatología dolorosa vertebral
lumbar —de la etiología que sea— puede determinar en la capacidad del paciente que
lo sufre, así como analizar la respuesta tras la aplicación de un determinado trata-
miento.
— Sistema de Valoración Funcional de los Apoyos Plantares durante la Deambulación (Bio-
Foot), utilizando un sistema de plantillas instrumentadas con capacidad para estudiar
los apoyos efectuados por el paciente durante la marcha, definiendo la existencia de
asimetrías en el apoyo, la presencia de zonas de hiperapoyo o sobrecarga que pudieran
relacionarse con la sintomatología dolorosa referida o zonas de ausencia o menor apoyo
que tradujeran una actitud antiálgica por parte del paciente para evitar el desarrollo o
incremento de la dolencia. Asimismo, permite valorar la necesidad de prescribir algún
tipo de tratamiento ortésico y determinar su eficacia transcurrido un cierto periodo de
tiempo.
— Sistema de Valoración Funcional de la Cervicalgia (NedCerv/IBV), herramienta con capa-
cidad para definir de una manera fiable y objetiva la repercusión funcional que la sinto-
matología dolorosa cervical derivada de un determinado mecanismo patológico —inde-
pendientemente de su etiología responsable— puede determinar en la capacidad
funcional de un paciente, así como analizar la respuesta experimentada tras la aplicación
de un determinado tratamiento.
— Sistema de Valoración Funcional de la Discapacidad (NedIBV), compuesto a su vez
por diferentes técnicas biomecánicas de valoración funcional, entre las que se en-
cuentran:

• Sistema de Valoración Funcional de la Fuerza de Empuñadura y Pinza (NedVEP/IBV),


indicado en el análisis de la fuerza muscular de agarre del puño, pinza lateral y pinza
distal, empleando para ello un sistema de dinamometría electrónica con capacidad
para medir en Kilogramos la fuerza muscular isométrica ejercida por el paciente en
cada uno de los gestos estudiados.
• Sistema de Valoración Funcional de la Movilidad Articular (NedSGE/IBV), donde a
través del empleo de goniómetros electrónicos de diferente tamaño se puede determi-
nar con gran exactitud el rango activo y pasivo de movilidad de cualquier articulación,
tanto de las diferentes extremidades superiores como de las inferiores.
• Sistema de Valoración Funcional de la Fuerza Muscular (NedDFM/IBV), de gran utilidad
en la medición objetiva del grado de fuerza muscular ejercido por cualquier grupo
muscular de las extremidades superiores e inferiores, empleando para ello un sistema
de dinamometría electrónica con capacidad para medir en Kilogramos la fuerza mus-
cular desarrollada por el paciente tras varias repeticiones separadas por breves perio-
dos de tiempo.
• Sistema de Valoración Funcional de la Movilidad Articular de la Columna Vertebral en
sus diferentes regiones funcionales (cervical, dorsal y lumbar) (NedMCV/IBV), capaz
de proporcionar información objetiva relacionada con los diferentes arcos de movi-
133
Utilidad de la valoración funcional mediante dinamometría electrónica en la patología laboral del miembro superior

miento, activos y pasivos, de cada una de las regiones que constituyen la columna
vertebral.

La posibilidad de disponer de una Unidad de Valoración Funcional de unas características tan


específicas, con las diferentes técnicas biomecánicas de valoración funcional descritas, permitiría
mejorar el control y tratamiento de muchos de los trabajadores accidentados pertenecientes a
nuestras empresas mutualistas mediante:

— La posibilidad de efectuar un mejor control asistencial y evolutivo de determinados pro-


cesos patológicos;
— La capacidad de valorar de forma detallada la respuesta experimentada tras la aplicación
de un determinado tipo de tratamiento (ortopédico o quirúrgico);
— La obtención de información objetiva de utilidad para definir en un momento determina-
do el nivel funcional de un paciente, así como plantear la necesidad o no de un trata-
miento más específico;
— La participación en el procedimiento de determinación de secuelas una vez finalizado el
proceso patológico, proporcionando la objetividad necesaria que complemente la infor-
mación derivada del análisis clínico, la exploración física y las diferentes pruebas comple-
mentarias efectuadas, y permita definir con precisión las limitaciones funcionales finales
del paciente valorado.

Considerando que dentro del ámbito de la medicina laboral, la patología específica de la


extremidad superior y más concretamente la que repercute funcionalmente a nivel de la muñeca
y mano, constituye cerca del 30% de los procesos patológicos que son manejados en los gim-
nasios de Rehabilitación Laboral, es preciso contar con las herramientas de evaluación necesarias
que complementariamente a la exploración física, proporcionen información objetiva de utilidad
sobre la situación clínico-funcional de un paciente, con objeto de plantear sí la evolución clínica
es adecuada o es preciso llevar a cabo modificaciones en el planteamiento terapéutico inicial-
mente establecido.
Para poder conseguir una adecuada valoración funcional de la discapacidad de la extremidad
superior de origen laboral, incorporamos un Sistema de Dinamometría Electrónica (NedVEP/IBV)
con capacidad para medir la fuerza muscular isométrica de empuñadura, pinza lateral y pinza
distal que permite definir la existencia de deficiencias objetivas en los grupos musculares anali-
zados (Figuras 1, 2 y 3). La aplicación de este sistema de valoración funcional en las diferentes
patologías estudiadas permitiría objetivar el nivel funcional del paciente, diferenciando entre un
nivel patológico, un nivel normal y un nivel alterado pero compatible con la funcionalidad (acep-
tando una limitación objetiva pero con capacidad para llevar a cabo las actividades habituales
de su ocupación laboral). En determinadas patologías, dicho sistema de valoración se comple-
mentaría con la valoración específica del Balance Articular —activo y pasivo— mediante un
Sistema de Goniometría Electrónica (NedSGE/IBV), especialmente en la patología osteo-articular
del codo, muñeca y mano, proporcionando información adicional sobre la verdadera repercusión
funcional derivada de la patología sufrida.
134
Biomecánica en Medicina Laboral • Miguel Ángel Lorenzo Agudo

Figuras 1, 2, 3.

Sin embargo, uno de los principales inconvenientes planteados a la hora de manejar adecua-
damente los resultados obtenidos con la utilización de las pruebas biomecánicas de valoración
funcional en el análisis de las diferentes patologías valoradas, era contar con unos valores nu-
méricos de referencia que nos permitieran determinar sí el resultado obtenido se encontraba
dentro de la normalidad o alejado de éste, y en qué porcentaje se encontraba alejado del rango
considerado de normalidad.
Para ello, se llevó a cabo un estudio encaminado a la obtención de unos valores de referen-
cia de normalidad en la fuerza muscular de puño y pinza, diferenciados por sexo, lado de
afectación, dominancia y rangos de edad, que posibilitaran definir el nivel funcional en cuanto
a su fuerza muscular en los pacientes remitidos a la Unidad de Valoración Funcional con una
patología de origen laboral que repercutiera directamente sobre su muñeca y mano («Determi-
nación de los valores normales de fuerza muscular de puño y pinza en una población la-
boral». M.A. Lorenzo Agudo, P. Santos García y D. Sánchez Belizón. Rehabilitación (Madr).
2007; 41 (5): 220-7).
En una muestra de 208 pacientes, 154 varones (edad media 40,4 +/– 11 años) y 54 mujeres
(edad media 43 +/– 13,5 años), se valoró la fuerza muscular en kg de empuñadura, pinza late-
ral y pinza distal —media aritmética y desviación estándar—, siempre y cuando se cumplieran
los siguientes criterios de inclusión:

— Presencia de patología sólo en una de las extremidades superiores;


— Ausencia de patología reciente en la extremidad superior sana;
— Haber transcurrido un periodo mínimo de 6 meses sin ningún tipo de patología que
determinara una afectación del estado muscular del paciente valorado;
— Ausencia de cualquier tipo de limitación funcional en la extremidad superior sana elegida
para el registro de los valores de normalidad.

Con objeto de facilitar la comparación de los resultados obtenidos con los considerados
de referencia de normalidad, se diferenciaron por sexo, gesto analizado, lado afectado, domi-
nancia y rango de edad, obteniéndose los valores promedios —media aritmética y desviación
estándar— recogidos en las (Tablas 1 a 6).
135
Utilidad de la valoración funcional mediante dinamometría electrónica en la patología laboral del miembro superior

Tabla 1. Valores promedios de fuerza muscular en mujeres (kg), media aritmética


y desviación estándar

Lado derecho Número Lado izquierdo Número


dominante de casos no dominante de casos

24 30

Fuerza de puño 23,61 +/– 7,58 21,79 +/– 4,15

Fuerza de pinza lateral 9,44 +/– 1,87 8,74 +/– 1,35

Fuerza de pinza distal 5,86 +/– 1,36 5,57 +/– 1,20

Tabla 2. Valores promedios de fuerza muscular en varones (kg), media aritmética


y desviación estándar

Lado derecho Número Lado izquierdo Número Lado izquierdo Número


dominante de casos dominante de casos no dominante de casos

71 5 78

Fuerza de puño 44,65 +/– 7,78 44,08 +/– 5,57 41,34 +/– 8,88

Fuerza de pinza lateral 14,21 +/– 2,2 12,6 +/– 1,54 13,1 +/– 1,89

Fuerza de pinza distal 8,91 +/– 1,91 8,5 +/– 1,97 8,3 +/– 1,89

Tabla 3. Fuerza muscular en mujeres (kg) correspondiente al lado derecho dominante.


DE: Desviación estándar

Número
Fuerza de puño Fuerza de pinza lateral Fuerza de pinza distal
de casos

24 Media DE Media DE Media DE

18 – 30 7 26,84 11,16 9,50 2,20 6,38 1,77

31 – 40 6 25,58 6,21 9,10 1,71 5,51 1,31

41 – 50 3 20,93 2,85 9,46 2,17 5,50 1,60

51 – 60 7 21,45 3,89 10,14 1,45 5,85 1,08

> 61 1 12,4 – 6,20 – 5,40 –


136
Biomecánica en Medicina Laboral • Miguel Ángel Lorenzo Agudo

Tabla 4. Fuerza muscular en mujeres (kg) correspondiente al lado izquierdo no dominante.


DE: Desviación estándar

Número
Fuerza de puño Fuerza de pinza lateral Fuerza de pinza distal
de casos

30 Media DE Media DE Media DE

18 – 30 6 22,51 3,24 9,15 1,39 5,46 1,11


31 – 40 6 25,68 2,63 8,83 1,33 5,88 0,86
41 – 50 6 21,60 4,50 9,05 1,29 4,85 0,84
51 – 60 6 19,56 3,03 7,86 1,23 5,65 1,69
> 61 6 19,6 4,75 8,78 1,58 6,01 1,34

Tabla 5. Fuerza muscular en varones (kg) correspondiente al lado derecho dominante. DE:
Desviación estándar

Número
Fuerza de puño Fuerza de pinza lateral Fuerza de pinza distal
de casos

71 Media DE Media DE Media DE

18 – 30 17 46,20 7,62 13,40 2,48 8,54 2,23


31 – 40 19 48,40 6,71 14,94 2,30 9,30 1,80
41 – 50 21 43,99 5,85 13,88 1,90 8,53 1,93
51 – 60 12 38,38 7,25 15,03 1,43 9,61 1,35
> 61 2 37,20 19,23 13,25 3,88 8,40 2,54

Tabla 6. Fuerza muscular en varones (kg) correspondiente al lado izquierdo dominante. DE:
Desviación estándar

Número
Fuerza de puño Fuerza de pinza lateral Fuerza de pinza distal
de casos

5 Media DE Media DE Media DE

18 – 30 3 47,13 3,21 12,30 2,10 7,90 2,12


31 – 40 1 43,60 – 12,90 – 7,90 -
41 – 50 1 35,40 – 13,20 – 10,80 -
137
Utilidad de la valoración funcional mediante dinamometría electrónica en la patología laboral del miembro superior

El procedimiento interno establecido dentro del Departamento de Biomecánica de IBERMU-


TUAMUR para la remisión de pacientes a la Unidad de Valoración Funcional, implica la necesidad
de definir por parte del médico de control responsable del proceso patológico objeto de la valora-
ción, la finalidad del estudio funcional solicitado, con objeto de plantear, en función del resultado
obtenido, la actitud más adecuada a seguir desde un punto de vista terapéutico y laboral: control
evolutivo, respuesta terapéutica, situación funcional y/o definición de limitaciones. Asimismo, es
preciso aportar datos de interés —nombre, apellidos y edad del paciente, fecha de la baja laboral,
diagnóstico clínico de baja, tratamientos realizados y situación clínica del paciente en el momen-
to de la valoración—, que faciliten la realización de dicha valoración funcional por parte del mé-
dico encargado de su realización, a la hora de dirigir el estudio en un determinado aspecto.
A la hora de establecer la utilidad de las técnicas biomecánicas de valoración funcional en el
control y seguimiento evolutivo de los pacientes en situación de baja laboral como consecuencia
de una patología de la extremidad superior, es preciso conocer las patologías laborales que más
se pueden beneficiar de un estudio funcional dirigido a determinar la fuerza muscular de puño
y pinza.
En la experiencia acumulada hasta el momento desde la puesta en marcha de la Unidad de
Valoración Funcional, las patologías laborales más frecuentemente valoradas con el Sistema de
Dinamometría Electrónica (NedVEP/IBV) son las siguientes:

— Patología osteo-articular y tendinosa de la extremidad superior, incluyendo:

• Fractura de la extremidad distal del antebrazo.


• Fractura de los huesos del carpo.
• Fractura diafisaria de antebrazo.
• Fractura de metacarpianos / falanges.
• Epicondilitis y Epitrocleitis.
• Patología de partes blandas de muñeca y mano (tendinitis, roturas tendinosas, lesio-
nes ligamentosas).

— Patología neurológica periférica (síndrome por atrapamiento nervioso) o central


(ACVA).

En la Unidad de Valoración Funcional de Madrid, se han realizado hasta la fecha un total de


851 valoraciones funcionales mediante el empleo del Sistema de Dinamometría Electrónica (Ned-
VEP/IBV), de las que el 69,91% de las mismas —595 valoraciones— se han hecho a pacientes
en situación de Incapacidad Temporal por Contingencias Profesionales (Accidente de Trabajo o
Enfermedad Profesional), mientras que el 30,09% restante —256 valoraciones— se han realiza-
do a pacientes en situación de Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes (Enfermedad
Común o Accidente no laboral).
Dado que este estudio se centra en la utilidad de este tipo de valoración en la patología la-
boral de la extremidad superior, se analizan únicamente los resultados obtenidos en el grupo de
pacientes valorados en situación de Incapacidad Temporal por Contingencias Profesionales. Fue-
138
Biomecánica en Medicina Laboral • Miguel Ángel Lorenzo Agudo

ron valorados un total de 351 pacientes en situación de Incapacidad Temporal derivada de un


Accidente de Trabajo o una Enfermedad Profesionales, a los que se le realizaron 595 valoraciones
funcionales mediante la aplicación NedVEP/IBV (constituyendo un promedio de 1,69 valoracio-
nes funcionales por paciente valorado).
De los 351 pacientes valorados, 257 eran varones (73,21% del total, con una edad media de
41,35 ± 10,28 años) y 94 eran mujeres (26,79% del total de pacientes analizados, con una
edad media de 45,35 ± 12,16 años).
En el grupo de varones analizados, el lado afectado fue el derecho en 134 casos, mientras
que el lado izquierdo estaba afectado en 101 casos. En los 22 casos restantes, existía una afec-
tación bilateral. En 248 casos de la muestra de estudio, la dominancia era derecha.
Respecto a la patología analizada dentro de este grupo, en 98 casos la afectación estaba
localizada a nivel de la muñeca, tratándose preferentemente de fracturas de la extremidad distal
del radio. En 73 casos la afectación patológica se localizaba a nivel de la mano —fracturas de
metacarpianos y lesiones tendinosas—, en 42 casos la patología analizada se localizaba a nivel
del codo —epicondilitis y fracturas de la cabeza radial—, mientras que en 21 casos la patología
se localizaba básicamente a nivel del antebrazo —tratándose por lo general de patología ósea
diafisaria—. En el resto de los casos valorados, se encontraban procesos patológicos a nivel del
brazo (9 casos), columna cervical (3 casos) y en 12 casos la afectación fue considerada de origen
neurológico – periférico (11 casos) y central (1 caso).
En el 86,7% de los varones analizados funcionalmente, su ocupación laboral guardaba rela-
ción directa con actividades manuales de esfuerzo y/o repetitivas, lo que lógicamente constituía
un factor de riesgo para presentar un cuadro patológico de origen laboral.
A la hora de analizar la finalidad del estudio funcional solicitado, por considerar este aspec-
to un factor de gran importancia sobre la influencia real de este tipo de estudio, tanto en el
manejo terapéutico de la patología laboral específica de la extremidad superior como en la defi-
nición final de las posibles limitaciones existentes, en el 58,7% de los casos la finalidad del
estudio fue influir en el control evolutivo del proceso patológico tratado hasta ese momento. En
el 27,8% de los casos, la finalidad del estudio era obtener información objetiva que definiera las
limitaciones y/o secuelas existentes, y finalmente, en el 13,5% restante de los casos, la finalidad
era definir la situación funcional del paciente con vistas a un posible alta laboral.
En cuanto al tratamiento proporcionado previamente al envío del paciente a la Unidad de
Valoración Funcional, en el 75% de los casos (193 pacientes) el tratamiento había sido quirúr-
gico, mientras que en el 25% restante (64 casos), el manejo terapéutico de su proceso patoló-
gico había sido ortopédico (conservador).
Un aspecto de gran relevancia a la hora de valorar la utilidad del resultado obtenido en la
valoración funcional llevada a cabo, es conocer la situación laboral final del paciente valorado.
En el 54,47% de los casos (140 casos), el paciente analizado fue dado de alta laboral sin ningún
tipo de secuela, mientras que en el 45,53% restante de los casos, el paciente fue dado de alta
laboral con algún tipo de secuela: en el 17,12% de los casos la secuela fue un baremo, en el
15,56% de los casos, la secuela fue una incapacidad permanente total, en el 11,28% de los
casos, la secuela fue una incapacidad permanente parcial y en 1 caso, la secuela final fue una
incapacidad permanente absoluta (la patología de la extremidad superior estaba incluida en el
139
Utilidad de la valoración funcional mediante dinamometría electrónica en la patología laboral del miembro superior

contexto clínico de un paciente polifracturado). 3 casos estaban pendientes de finalizar su pro-


ceso patológico en el momento de terminar este estudio.
Finalmente, con objeto de analizar los tiempos medios en que actúa la valoración funcional
específica de la fuerza muscular de puño y pinza en el grupo de varones estudiados, se han
considerado 2 aspectos de especial relevancia en los procesos en situación de baja laboral: por
un lado, el tiempo medio en días que transcurre desde la fecha de la baja laboral hasta el mo-
mento en que se efectúa la primera valoración funcional —183,3 días en este grupo de pacien-
tes—, y por otro, el tiempo medio en días que transcurre desde la fecha de la última valoración
funcional efectuada y el momento del alta laboral (independientemente de que ésta sea con o
sin secuelas) – 97,3 días en el grupo de varones.
Lógicamente, estos tiempos medios varían en función de sí el alta laboral ha sido sin o con
secuelas, así como sí el proceso patológico valorado ha precisado un manejo terapéutico orto-
pédico o quirúrgico (Tabla 7).
En el grupo de mujeres (94 casos), el lado afectado fue el derecho en 48 casos, mientras que
el lado izquierdo estaba afectado en 38 casos. En los 8 casos restantes, existía una afectación
bilateral. En 92 casos de la muestra de estudio, la dominancia era derecha.
Respecto a la patología analizada dentro de este grupo, en 46 casos la afectación estaba
localizada a nivel de la muñeca, tratándose en la gran mayoría de los casos estudiados de frac-
turas de la extremidad distal del radio. En 10 casos la afectación patológica se localizaba a nivel
de la mano —generalmente lesiones tendinosas—, en 14 casos la patología analizada se loca-
lizaba a nivel del codo —epicondilitis y epitrocleitis—, mientras que en 3 casos la patología se
localizaba básicamente a nivel del antebrazo. En el resto de los casos valorados, se encontraban
procesos patológicos a nivel del brazo (4 casos), columna cervical (1 caso) y en 15 casos la
afectación fue considerada de origen neurológico periférico.

Tabla 7. Tiempos medios transcurridos en el grupo de varones, en función de su situación


laboral final y el tratamiento efectuado

Días I.T. hasta 1ª Días entre última valoración


valoración funcional y alta laboral

Alta laboral sin secuelas 135,3 60,8

Alta laboral con secuelas

BAREMO 204,3 74,6

IPP 230,1 119,1

IPT 264,7 197,7

Tratamiento Ortopédico 132,9 68,1

Tratamiento Quirúrgico 199,1 104,6


140
Biomecánica en Medicina Laboral • Miguel Ángel Lorenzo Agudo

En el 82,9% de las mujeres analizadas funcionalmente, su ocupación laboral guardaba re-


lación directa con actividades manuales de esfuerzo y/o repetitivas, constituyendo un fac-
tor de riesgo para presentar un cuadro patológico de origen laboral a nivel de la extremidad
superior.
A la hora de analizar la finalidad del estudio funcional solicitado, en el 67% de los casos la
finalidad del estudio fue influir en el control evolutivo del proceso patológico tratado hasta ese
momento. En el 19,2% de los casos, la finalidad del estudio era obtener información objetiva
que definiera las limitaciones y/o secuelas existentes, y finalmente, en el 13,8% restante de los
casos, la finalidad era definir la situación funcional de la paciente con vistas a un posible alta
laboral.
En cuanto al tratamiento proporcionado previamente al envío de la paciente a la Unidad de
Valoración Funcional, en el 60,7% de los casos (57 pacientes) el tratamiento había sido quirúr-
gico, mientras que en el 39,3% restante (37 casos), el manejo terapéutico de su proceso pato-
lógico había sido ortopédico (conservador).
Un aspecto relevante a la hora de valorar la utilidad del resultado obtenido en la valoración
funcional llevada a cabo, es conocer la situación laboral final de la paciente valorada. En el 57,4%
de los casos (54 casos), la paciente analizada fue dada de alta laboral sin ningún tipo de secue-
la, mientras que en el 43,6% restante de los casos, la paciente fue dada de alta laboral con algún
tipo de secuela: en el 19,1% de los casos la secuela fue un baremo, en el 12,7% de los casos,
la secuela fue una incapacidad permanente parcial, y en el 9,5% de los casos, la secuela fue una
incapacidad permanente total. 1 único caso estaba pendiente de finalizar su proceso patológico
en el momento de terminar este estudio.
Finalmente, con objeto de analizar los tiempos medios en que actúa la valoración funcional
específica de la fuerza muscular de puño y pinza en el grupo de mujeres estudiadas, se han
considerado 2 aspectos relevantes en los procesos en situación de baja laboral: por un lado, el
tiempo medio en días que transcurre desde la fecha de la baja laboral hasta el momento en que
se efectúa la primera valoración funcional —181,1 días en este grupo de pacientes—, y por otro,
el tiempo medio en días que transcurre desde la fecha de la última valoración funcional efectua-
da y el momento del alta laboral (independientemente de que ésta sea con o sin secuelas) – 71,6
días en el grupo de mujeres.
Lógicamente, estos tiempos medios varían en función de sí el alta laboral ha sido sin o con
secuelas, así como sí el proceso patológico valorado ha precisado un manejo terapéutico orto-
pédico o quirúrgico (Tabla 8).
A la vista de los resultados obtenidos con el empleo de estas técnicas biomecánicas de
valoración funcional, es preciso valorar la importancia que pueden tener este tipo de estu-
dios en los programas terapéuticos de Rehabilitación. Resulta evidente que la disponibilidad
de estas herramientas y el procedimiento interno establecido a la hora de remitir los pacien-
tes a las Unidades de Valoración Funcional, posibilita la opción de efectuar diferentes valo-
raciones a lo largo del periodo de tiempo que el paciente precisa de un tratamiento especí-
fico de Rehabilitación, ofreciendo información de utilidad sobre la eficacia del tratamiento
efectuado y planteando posibles modificaciones en el mismo sí la respuesta clínica no fuera
la adecuada.
141
Utilidad de la valoración funcional mediante dinamometría electrónica en la patología laboral del miembro superior

Tabla 8. Tiempos medios transcurridos en el grupo de mujeres, en función de su situación


laboral final y el tratamiento efectuado

Días I.T. hasta 1ª Días entre última valoración


valoración funcional y alta laboral

Alta laboral sin secuelas 146,9 42,3


Alta laboral con secuelas
BAREMO 236,9 64,4
IPP 224,5 116,2
IPT 213,5 193,5
Tratamiento Ortopédico 118,5 57,8
Tratamiento Quirúrgico 221,4 81,3

CASO CLÍNICO 1

Varón de 46 años de edad (metalúrgico), accidente laboral (25/08/04) con fractura abierta intraar-
ticular conminuta de la extremidad distal del radio derecho con luxación de la articulación radio-
cubital distal (DIESTRO), tratado quirúrgicamente mediante reducción con F.E. e inmovilización con
aguja percutánea radio-cubital distal, seguido de un programa de REHABILITACIÓN prolongado,
con una evolución clínica irregular en relación con el desarrollo de una afectación severa de la ar-
ticulación radio-carpiana, precisando nueva intervención quirúrgica —artrodesis parcial radio-es-
cafo-semilunar—, con un periodo posterior de inmovilización de 2 meses y nuevo ciclo de REHA-
BILITACIÓN hasta la finalización del proceso en que es dado de alta con secuelas. La valoración
funcional de la fuerza muscular de empuñadura, permitió valorar la respuesta clínica al tratamien-
to proporcionado hasta que se objetivó un estancamiento en su situación funcional (Gráfica 1).

Figura 1. Evolución de la fuerza muscular de empuñadura

30
25,1 24,5
25 22,4 22,1
20,4
20 17
15 12,7
10,6
9,6
10

5 6,4
Fuerza de agarre
0
14/09/2005 14/10/2005 14/11/2005 14/12/2005 14/01/2006 14/02/2006 14/03/2006
142
Biomecánica en Medicina Laboral • Miguel Ángel Lorenzo Agudo

CASO CLÍNICO 2

Varón de 36 años de edad (electricista) diagnosticado de epicondilitis izquierda de origen laboral


(DIESTRO) el 14/04/10 y tratado inicialmente de forma conservadora con una mala evolución, sien-
do intervenido quirúrgicamente (07/07/10) mediante plastia de epicondileos y liberación del Nervio
Interóseo Posterior, seguido de un breve periodo de inmovilización, ejercicios activos y programa
específico de REHABILITACIÓN, con una evolución clínica irregular en relación con la persistencia
de dolor de ritmo preferentemente mecánico. En la última exploración física realizada (13/01/11)
presentaba un aceptable aspecto externo, sin signos objetivos inflamatorios ni distróficos y ausencia
de amiotrofia objetiva, con dolor a la palpación en la región epicondílea y dorso de antebrazo, con
una movilidad activa conservada a todos los niveles articulares de la extremidad superior izquierda
—hombro, codo, muñeca y mano—, con un estudio EMG de control (04/02/11) compatible con la
NORMALIDAD. En este caso, el análisis evolutivo de la fuerza muscular de empuñadura permitió
detectar un curso clínico inadecuado en la evolución del nivel funcional de este paciente (Gráfica 2).
Como conclusiones a destacar en relación con el empleo de estas técnicas de valoración
funcional en el estudio y seguimiento de la patología laboral de la extremidad superior, podemos
mencionar las siguientes:

— Constituyen un adecuado complemento tanto a la exploración física como al resto de


pruebas complementarias habitualmente efectuadas a lo largo del curso clínico evolutivo
de estos procesos patológicos;
— Permiten un aceptable control objetivo del curso clínico evolutivo de determinados pro-
cesos patológicos;
— Facilitan el análisis detallado de la respuesta a un determinado tratamiento (ortopédico /
quirúrgico);
— Precisan la necesidad de contar con valores de referencia de normalidad para establecer
el nivel funcional del paciente valorado —normal o patológico—;
— Necesitan establecer una postura estándar de valoración a la hora de analizar la fuerza
muscular de puño y pinza, pudiendo presentar problemas de adaptación al dinamómetro
electrónico en casos de limitación articular en la funcionalidad de la mano.

Figura 2. Evolución de la fuerza muscular de empuñadura

25
20,7
20

15
8,9
10 7,6
5,4
5
Fuerza de agarre
0
22/09/2010 22/10/2010 22/11/2010 22/12/2010

Catalina 8 La biomecánica como
Piqueras Sánchez

Médico Especialista en Medicina
herramienta de evaluación
de la Educación Física y el Deporte.
Directora Técnica de BAASYS. objetiva
Centro de Diagnóstico Médico
BAASYS de Barcelona
1. Biomecánica aplicada a la ergonomía
1.1. Estudio ergonómico
2. Jurisprudencia sobre pruebas biomecánicas
3. Bibliografía

Índice
145
La biomecánica como herramienta de evaluación objetiva

1. BIOMECÁNICA APLICADA A LA ERGONOMÍA


La ergonomía es una herramienta útil, precisa y de ayuda a la prevención de posibles lesiones
y/o enfermedades, detectando factores de riesgo como mantenimiento de posturas forzadas,
aplicación de fuerza excesiva, ciclos de trabajo repetitivos y tiempos de descanso insuficientes.
Esta disciplina también se ocupa de aportar soluciones para adecuar la carga física de los
puestos de trabajo, establecer las condiciones óptimas para los procesos, mejorar el entorno
ambiental y reducir la siniestralidad laboral.
Según la IV Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo publicada por el Instituto Nacional
de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), el 76,8% de los trabajadores refiere alguna moles-
tia física que atribuye a posturas y/o esfuerzos derivados de su trabajo.
Las molestias más frecuentes son en columna lumbar, cervical y hombro. Una de las causas
que provoca estos síntomas podría deberse a la falta de adecuación entre las demandas del
puesto de trabajo y las capacidades de las personas que lo ocupan.
En la encuesta se refleja que la relación entre las molestias localizadas en las «extremidades
superiores» y determinadas posiciones en el trabajo puedan atribuirlo más a los movimientos,
fuerzas o posturas que adopten los brazos, antebrazos o manos, que a la posición de trabajo.
Los estudios ergonómicos realizados en los últimos años han tratado en su mayoría de:
adopción de posturas y movimientos penosos, repetitividad, ejercicios de fuerza y periodos de
descanso para la recuperación sobre todo muscular. Todo ello impulsado por la existencia de
relación causa efecto entre los factores ergonómicos considerados de riesgo, existentes en un
puesto de trabajo y la aparición de lesiones músculo esqueléticas.
Para un correcto diseño del puesto de trabajo se tienen en consideración tanto las caracte-
rísticas físicas como las capacidades de los trabajadores, realizándose un estudio antropométri-
co para una mejor adaptación del puesto.
La existencia de una serie de normas que recojan los límites de fuerza a ejercer, los movi-
mientos repetitivos o las posturas, estandariza y regula el diseño y adaptación de los mismos.
Estas normas son:

— Normas UNE-EN 1005: Seguridad de las máquinas. Comportamiento físico del ser
humano.
— UNE – EN 1005-1:2002+ A1:2009: Términos y definiciones.
— UNE – EN 1005-2:2004+ A1:2009: Manejo de máquinas y de sus partes componentes.
— UNE – EN 1005-3:2002+ A1:2009: Límites de fuerzas recomendados para la utilización
de máquinas.
— UNE – EN 1005-4:2005+ A1:2009: Evaluación de las posturas y movimientos de traba-
jo en relación con las máquinas.
— UNE – EN 1005-5:2007: Evaluación del riesgo por manipulación repetitiva de alta
frecuencia.

Si tomamos como referencia la UNE – EN 1005 parte 3, en su desarrollo los límites que
expresa son en newton, siendo muy útil si valoras la fuerza ejercida mediante dinamometría.
146
Biomecánica en Medicina Laboral • Catalina Piqueras Sánchez

Por el contrario, si al evaluar ergonómicamente el puesto, nuestro objetivo es cómo se está


comportando el músculo, valorar su actividad, los registros deberían cuantifican microvoltios
(milivoltios, voltios) y podemos utilizar en este caso los criterios definidos por Jonsson: «Mus-
cular fatigue and endurance: basic research and ergonomic applications».
Los valores de carga muscular recomendados tienen como referencia la contracción voluntaria
máxima (MVC) que puede ejercer el trabajador.
Jonsson recomienda mantenerse por debajo del siguiente límite de actividad muscular:

— La carga media no debe superar el 14% MVC.


— Existe un alto riesgo de sufrir desórdenes músculo-esqueléticos cuando la carga mus-
cular permanece continuadamente por encima del 30% de la MVC del trabajador (a
un nivel continuado del 40% MVC se ve afectada la circulación sanguínea).

La electromiografía de superficie (EMGs) es una técnica instrumental que nos permite ob-
jetivar y cuantificar la actividad muscular que se está realizando en los diferentes gestos del
puesto de trabajo.
Además podemos obtener el valor de referencia de la MVC previa al estudio de sus tareas
a realizar en su jornada laboral y por tanto poder realizar la cuantificación de la actividad
desarrollada por su musculatura en función de la máxima capacidad que puede desarrollar
el músculo.

1.1. Estudio ergonómico


El presente estudio ergonómico surge de la necesidad de un Servicio de Prevención Ajeno
de realizar una valoración de electromiografía dinámica de superficie a una trabajadora
que ocupa el puesto de conductor de ferrocarril (metro) comúnmente denominado
«motorista».

Figura 1. Equipo de electromiografía


147
La biomecánica como herramienta de evaluación objetiva

Se realizó en condiciones reales de conducción de metro (modelo serie 5.000), con el ferro-
carril con pasaje.
Se han tomado registro de actividad muscular de la trabajadora en los dos modos de con-
ducción existentes: ATO (conducción automática) y ATP (conducción manual). Se realizó la
toma de datos el día 16 de diciembre de 2010 durante toda una vuelta, que corresponde a todo
el recorrido (ida y vuelta) de la línea de metro.
Previa a la recogida de datos en el puesto de trabajo, se realiza un registro de actividad mus-
cular para valorar la MVC.
Se colocan los electrodos en la musculatura a estudiar, siguiendo las recomendaciones de la
SENIAM (Surface Electro Myo Graphy for the Non-Invasive Assessment of Muscles).
El registro de la actividad muscular para realizar la valoración de la MVC se realiza con ejer-
cicios isométricos. La duración de los mismos y las pausas entre ellos se efectúan según los
criterios publicados por De Luca.
El cálculo lo realiza directamente el software, emitiendo un valor que se utilizará como
referencia, ya que éste nos indica cuál es la actividad muscular máxima desarrollada por el
músculo.

Los valores obtenidos durante la MVC se recogen en tabla 1.

Tabla 1

GRUPO MUSCULAR MVC

Deltoides medio 324 µv

Deltoides anterior 669 µv

Bíceps braquial 462 µv

Tríceps braquial 354 µv

Flexores muñeca 363 µv

Extensores muñeca 409 µv

Ext-abd. Primer dedo 607 µv

Nos trasladamos con la trabajadora a su puesto y comenzamos el registro de la señal de


actividad muscular durante la conducción de metro en condiciones reales. Figura 2.
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Biomecánica en Medicina Laboral • Catalina Piqueras Sánchez

Figura 2. Equipo de electromiografía

R: Flexor of the wrist / uV


500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
100 200 300 400 500 600 700 800 900 1.000 1.100 1.200 1.300
R: Extensors of the wrist / uV
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
100 200 300 400 500 600 700 800 900 1.000 1.100 1.200 1.300
R: Abductor largo del pulgar /uV
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
100 200 300 400 500 600 700 800 900 1.000 1.100 1.200 1.300

Durante la conducción automática y manual, obtenemos los siguientes valores, que se reco-
gen en la tabla 2 y 3.
149
La biomecánica como herramienta de evaluación objetiva

Tabla 2. Examen electromiografico dinamico esd: conducción automatico (ato)

GRUPO MUSCULAR PROMEDIO ENERGÍA

Deltoides medio 20 µv 26009 µv

Deltoides anterior 13 µv 17301 µv

Bíceps braquial 7 µv 9160 µv

Tríceps braquial 13 µv 16801 µv

Flexores muñeca 32 µv 40955 µv

Extensores muñeca 35 µv 45538 µv

Ext-abd. Primer dedo 40 µv 52121 µv

Tabla 3. Examen electromiografico dinamico esd: conducción manual (atp)

GRUPO MUSCULAR PROMEDIO ENERGÍA

Deltoides medio 26 µv 33337 µv

Deltoides anterior 17 µv 21525 µv

Bíceps braquial 9 µv 11792 µv

Tríceps braquial 19 µv 23444 µv

Flexores muñeca 41 µv 51991 µv

Extensores muñeca 36 µv 45369 µv

Ext-abd. Primer dedo 40 µv 49967 µv

Los valores promedio hacen referencia a la actividad media máxima que realiza el músculo,
es decir, si sumamos todos los picos máximos que suceden durante la conducción y calculamos
la media obtenemos el dato que en la tabla se nombra promedio.
La energía hace referencia a la actividad muscular total desarrollada por la musculatura du-
rante todo el registro.
El valor promedio es el que se comprará con la CVM ya que los dos hacen referencia a acti-
vidades máximas del músculo Tablas 4 y 5.
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Biomecánica en Medicina Laboral • Catalina Piqueras Sánchez

Tabla 4. Examen electromiográfico dinámico esd:


valores obtenidos durante la conducción
automática (ato) respecto a la mvc

GRUPO MUSCULAR Promedio

Deltoides medio 6%

Deltoides anterior 2%

Bíceps braquial 2%

Tríceps braquial 4%

Flexores muñeca 8%

Extensores muñeca 9%

Ext-abd. Primer dedo 7%

Tabla 5. Examen electromiográfico dinámico esd:


valores obtenidos durante la conducción
manual (atp) respecto a la mvc

GRUPO MUSCULAR Promedio

Deltoides medio 8%
Deltoides anterior 3%
Bíceps braquial 2%
Tríceps braquial 5%
Flexores muñeca 11%

Extensores muñeca 9%

Ext-abd. Primer dedo 7%

El resultado de nuestro estudio muestra que la actividad muscular desarrollada por la traba-
jadora durante la tarea de conducción de metro en modo automático y manual, siendo el regis-
tro realizado en su puesto de trabajo de motorista:

— Mayor actividad muscular en: extensores muñeca derecha, flexores muñeca derecha, ex-
tensor – abductor primer dedo, deltoides anterior.

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