Biomecanica PDF
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www.baasys.com
Editores Santiago Delgado Bueno
Domingo Montes de Oca Hernández
Néstor Pérez Mallada
© BIOMECÁNICA EN MEDICINA LABORAL
2011
Edita
ADEMAS Comunicación, s.l.
☎ 639 160 802
Diseño y Maquetación
Francisco J. Carvajal
Depósito Legal
M-36872-2011
ISBN
978-84-937689-8-0
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Grupo M&C Impresión
Índice de autores
Coordinación:
Santiago Delgado Bueno
Doctor en Medicina. Director I+D+i Baasys.
Domingo Montes de Oca Hernández
Doctor en Medicina. Especialista en Medicina del Trabajo.
Gerente Grupo Sanitario ICOT.
Néstor Pérez Mallada
Jefe de Estudios de Fisioterapia. UP Comillas.
Autores:
Mª Teofila Vicente Herrero
Doctora en Medicina.
Especialista en Medicina del Trabajo.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (Ergonomía).
Mª Jesús Terradillos García
Licenciada en Medicina.
Especialista en Medicina del Trabajo.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (Ergonomía).
Luisa Mercedes Capdevila García
Doctora en Medicina.
Especialista en Medicina del Trabajo y Medicina de Familia.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales
(Ergonomía, Higiene y Seguridad).
Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre
Licenciada en Medicina.
Especialista en Medicina del Trabajo.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (Seguridad).
Ángel Arturo López González
Doctor en Medicina. Especialista en Medicina del Trabajo.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (Ergonomía).
Profesor Asociado- de la Universidad Illes Balears.
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ÍNDICE DE AUTORES
Además el esmerado cuidado en la presentación de los temas tiene como objetivo interesar
a cualquier persona que se acerque a una especialidad muy rica en su campo de aplicación,
y que si un defecto tiene, es el exceso de regulación por parte de estamentos que en muchas
ocasiones viven ajenos a los trabajadores y a las empresas españolas y por lo tanto, no
tienen interés en conocer y mejorar la salud de las mismas.
Como Presidente de la AEEMT solo me queda felicitar a todos los autores y especialmente
al Dr. Delgado y pedir a todos los Médicos del Trabajo que aporten sugerencias, experiencias
y opiniones para sucesivas publicaciones
Índice
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Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
de que en los últimos años se recurra cada vez más a la biomecánica en este sentido. Pero la
biomecánica permite además explicar la propia génesis de la lesión a través del equilibrio de
fuerzas que actúa en la columna lumbar. Se parte para ello del concepto de «unidad espinal
funcional de la espalda» – FSU – (JL. Peña et al. 2002).
Se define como el conjunto formado por dos vértebras adyacentes unidas por el disco interver-
tebral, sobre las que se ejercen fuerzas derivadas tanto de la adopción de posturas forzadas como
de movimientos repetitivos, sedestación o postura estática prolongada y que son en conjunto
tanto más dañinos cuando se acompañan de manipulación de cargas.
En la FSU, se distinguirían dos partes:
1. Una parte anterior cuya función es la de absorber los impactos. La forman: el cuerpo
vertebral, el disco intervertebral y los segmentos de unión.
En esta parte anterior el cuerpo vertebral es la parte rígida, seis veces más que el disco
y tres veces más gruesa y, por ello, se deforma la mitad.
El disco intervertebral absorbe los impactos sin alterarse y siguiendo distintos ejes.
2. Una parte posterior en la que se incluyen el resto de las estructuras de la unidad y cuya
función es proporcionar movilidad.
Las articulaciones interapofisarias serían en este conjunto las que distribuirían las cargas
entre estas dos porciones. Son por tanto pivotes, pero también soportan cargas que varían de-
pendiendo de la movilidad de la columna:
En la práctica clínica diaria y, para el mejor manejo inicial del dolor lumbar, se propone su
clasificación en función de la existencia o no de «señales de alerta» (Waddell G. 2006):
Figura 1
Ligamento supraespinoso
Núcleo
Ligamento infraespinoso
Faceta articular
2. Dolor lumbar con afectación radicular. El dolor cursa con compresión radicular y en
ocasiones va a requerir valoración quirúrgica. Se consideran signos de sospecha:
a) el hecho de que el dolor en una pierna sea más intenso que el dolor en la espalda
b) el que el dolor se irradie, generalmente al pie o a los dedos
c) que aparezca insensibilidad o parestesias con la misma distribución que sigue el dolor.
d) que aparezcan signos de irritación radicular (Lasègue)
e) la existencia de cambios motores, sensoriales o en los reflejos, limitados al territorio de
un nervio/raíz nerviosa en concreto.
— Posible enfermedad sistémica causal: cuando el dolor aparece por primera vez en personas
menores de 20 años o mayores de 55 años, de forma especial cuando el dolor no está
influido por las posturas, movimientos y esfuerzos; el dolor exclusivamente dorsal; el
déficit neurológico difuso; la imposibilidad persistente de flexionar la columna vertebral; la
deformación estructural (de aparición reciente); el mal estado general, la pérdida de peso,
la fiebre; los antecedentes de traumatismo reciente; el cáncer, el uso de corticoides (os-
teoporosis) o de drogas por vía parenteral; los procesos con inmunosupresión o el SIDA.
— Casos con indicación quirúrgica:
a) Son de derivación inmediata y urgente: los que cursan con parestesia relevante, pro-
gresiva o bilateral, cuando se añade pérdida de control de esfínteres de origen neuro-
lógico, la anestesia en silla de montar (posible síndrome de cola de caballo).
b) Son también casos de derivación, aunque no urgente: el dolor radicular (no lumbar):
Pero en el disco no sólo provoca dolor la inervación sensitiva, sino también la mayor
o menor presión asociada a su grosor y tamaño según el nivel de agua contenido en
su interior, lo que explicaría el por qué de que este dolor sea mayor por la mañana
(por el aumento de grosor y tamaño al incrementar el contenido de agua con el re-
poso nocturno) y se reduzca en las primeras horas del día, al perder parte de este
contenido hídrico.
3. El músculo. Por la contractura muscular de los músculos para-espinales, inervados
por el nervio espinal.
4. Las articulaciones interapofisarias cuya cápsula articular está inervada por el nervio
espinal y que responden emitiendo impulsos ante el movimiento articular excesivo, como
mecanismo de protección.
5. Las raíces nerviosas. Responden con dolor ante la compresión o el estiramiento exce-
sivo por afectación axonal y de las células de Schwann de los nervios afectados.
La compresión, el estiramiento o la torsión lumbar inducen liberación de sustancias
inflamatorias que actúan sobre los receptores del dolor (nociceptores) y disminuyen el
umbral del dolor haciendo que la movilidad de la columna resulte displacentera. Este el
también el mecanismo de mediadores químicos de la inflamación como las bradicininas,
prostaglandina E2 y la serotonina.
Los mediadores neurogénicos (neuropéptidos) como la sustancia P tienen igualmente un
papel determinante en la transmisión dolorosa.
realizar las tareas que obliga a adoptar posturas incorrectas), como indirecta (el estrés provoca
un aumento de tono muscular favoreciendo la acción lesiva de los factores biomecánicos).
Generalmente no hay un único factor que provoque la aparición de los trastornos osteomus-
culares y así, raramente la manipulación manual de cargas, como factor de mayor peso, consti-
tuye la única causa del dolor de espalda, existen otros muchos factores que podrán contribuir
simultáneamente a su aparición y, por consiguiente, será fundamental evaluar todos los riesgos
que pueden ocasionar estas patologías y darles un tratamiento integral.
Algunos de los factores que favorecen la aparición de lumbalgias no son modificables, este
es el caso de la edad, el sexo o la genética; pero sí que se puede actuar de forma preventiva
sobre otros factores de riesgo laboral.
Cuando se hace una revisión epidemiológica sobre el tema, se encuentra de forma constan-
te que el dolor lumbar, la ciática o la hernia de disco intervertebral y los cambios degenerativos
de la columna lumbar se asocian al trabajo físico realizado, pero resulta difícil establecer unos
límites aceptables de carga física que puedan ser soportados por la columna sin producir le-
sión.
Pero se puede actuar sobre varias de las actividades físicas que se realizan como requerimien-
tos exigidos en de algunos puestos de trabajo (vibración corporal, elevación de pesos y flexión
o torsión del tronco, etc.) y pueden ser consideradas como desencadenantes de dolor lumbar.
Trabajar en sedestación mantenida y en general, las ocupaciones sedentarias, sólo serían factores
de riesgo de desarrollar dolor lumbar cuando conllevan la adopción de posturas de trabajo inco-
rrectas. Independientemente de lo anteriormente expuesto el sedentarismo y la falta de ejercicio
físico se considera de forma genérica un hábito no saludable y predisponerte a dolor lumbar
entre otras dolencias.
— El primero de ellos es, sin duda el Manejo Manual de Cargas – MMC. El dolor lumbar
se relaciona con el levantamiento, el transporte, el empuje o la tracción de cargas fre-
cuentes o pesadas que son capaces de producir fuerzas de tracción dirigidas contra los
músculos y ligamentos, junto con una elevada compresión sobre las superficies óseas y
articulares. Estas fuerzas serían las responsables de producir lesiones mecánicas de los
cuerpos vertebrales, los discos intervertebrales, los ligamentos y/o las partes posteriores
de las vértebras y pueden estar causadas por sobrecargas bruscas o bien por fatiga debi-
da a la carga repetitiva. No ha de descartarse por su frecuencia el micro – traumatismo
vertebral repetido que puede ocurrir incluso sin que la persona sea consciente de ello
y que ha sido propuesto como una causa de degeneración paulatina de la columna
lumbar.
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Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
— El segundo factor de riesgo laboral a valorar son las Posturas forzadas, puesto que el
dolor de espalda también se asocia a las torsiones, curvaturas u otras posturas no neu-
tras del tronco adoptadas de forma frecuente o prolongada. Si bien el movimiento es
necesario como mecanismo para la nutrición del disco intervertebral, el mantenimiento
prolongado de posturas estáticas pueden alterar dicha nutrición y la posición sedente
prolongada en una postura concreta como ocurre por ejemplo en las costureras o en los
conductores de vehículos a motor, aumenta el riesgo de padecer dolor lumbar. En los
conductores profesionales aumenta el riesgo de padecer dolor lumbar y ciática o hernia
discal por distintos factores: por una parte por exposición a una vibración cuerpo entero
con potencialidad de generar un efecto adverso sobre la nutrición del disco, pero también
por impulsos súbitos de carreteras con baches, por la tensión postural y por la manipu-
lación de cargas asociada al trabajo habitual de una buena parte de los conductores
profesionales.
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Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González
— El tercer factor de riesgo laboral a considerar con las Vibraciones mecánicas, conside-
radas como las oscilaciones de partículas alrededor de un punto en un medio físico
equilibrado cualquiera y que se pueden producir por causa del propio funcionamiento de
una máquina o un equipo.
A efectos de las condiciones de trabajo existen dos tipos de vibraciones nocivas, las vi-
braciones mano-brazo y las vibraciones de cuerpo entero. Ambas implican riesgos para
la salud de los trabajadores: problemas vasculares, de huesos, de articulaciones, nerviosos
y musculares. Cuando se transmiten a todo el cuerpo, conllevan estrés mecánico en las
estructuras de la espalda que se relacionan directamente con la aparición de lumbalgias
y otras lesiones de la columna vertebral (prolapso discal, la hernia discal, las fisuras,
etc.)
Las vibraciones de cuerpo entero se asocian como se ha comentado anteriormente al
transporte en vehículos, especialmente de servicio público, como autobuses, autocares,
trenes, y en menor medida coches y furgonetas así como en trabajos en plataformas vi-
bratorias o con maquinaria pesada agrícola (tractores, cosechadoras, etc.) o de obras
públicas (excavadoras, apisonadoras, etc.)
Inducen microfracturas en el platillo y el disco intervertebral con formación de osteofitos
como signo de artrosis vertebral. Las articulaciones intervertebrales se inflaman degene-
rando el cartílago articular, que es quien permite el movimiento normal e indoloro, con
lo que provoca que la articulación se haga más rígida y se dificultan los movimientos
articulares.
La compresión y estiramiento mantenido de las estructuras blandas produce microroturas,
que causan fatiga en los tejidos al ser incapaces de afrontar la carga. El movimiento con-
tinuo causa estrés en la musculatura que tiende a contraerse en un intento por estabili-
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Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
zar las articulaciones intervertebrales. Esta contractura muscular origina una mayor pre-
sión en el disco intervertebral originando la deshidratación del mismo y agravando una
situación ya comprometida de partida.
En la exposición a vibraciones mecánicas es de aplicación el Real Decreto 1311/2005, que
tiene como objeto la protección de la seguridad y salud de los trabajadores frente a los
riesgos derivados o que puedan derivarse de la exposición a vibraciones mecánicas, en
particular lumbalgias y lesiones de la columna vertebral. Este RD establece que el empre-
sario, al evaluar los riesgos, concederá particular atención a varios aspectos y, entre otros,
a todos los efectos que guarden relación con la salud y la seguridad de los trabajadores
especialmente sensibles expuestos al riesgo (artículo 4.c) y a todos los efectos indirectos
para la seguridad y salud de los trabajadores derivados de la interacción entre las vibracio-
nes mecánicas y el lugar de trabajo u otro equipo de trabajo» (artículo 4.d).
Establece unos valores límite de exposición diaria (VLE) y los valores de exposición diaria
(VE) «que darán lugar a la acción», es decir a partir de los cuales el empresario ha de
adoptar medidas:
— El cuarto de los factores de riesgo laboral a considerar son los Factores psicosociales
que actúan más como un factor pronóstico, retardando la recuperación del dolor lumbar,
aunque rodeados de una amplia controversia acerca de su papel etiológico. Los más co-
nocidos de estos factores son los relacionados con la organización del trabajo: estrés,
trabajo repetitivo y/o monótono, realizado con alto ritmo de trabajo, demandas elevadas
en el puesto, contenido laboral pobre, poco control sobre la actividad, escaso poder de
decisión, escaso apoyo social por parte de los compañeros y superiores y la influencia de
ellos en la comunicación, los horarios de trabajo (exceso de horas extra, turnicidad y
nocturnidad laboral), junto con los sistemas de retribución.
columna vertebral, que sin el apoyo de unos músculos fuertes, es más propensa a lesio-
narse. Con respecto al tabaquismo, se piensa que reduce el transporte de nutrientes,
como son el oxígeno, la glucosa o el sulfato al interior del disco, siendo esto significati-
vo después de tan sólo 20 a 30 minutos tras el consumo de tabaco, lo que podría expli-
car la mayor incidencia de dolor lumbar en los fumadores en comparación con los no
fumadores. Sin embargo en este punto no existe evidencia científica que permita avalar
esta relación.
1. Factores demográficos:
2. Factores Clínicos:
a) Episodios previos de lumbalgia: algunos estudios (Fayad F, 2004) asocian haber teni-
do un episodio previo de dolor lumbar como factor predisponente de cronicidad y
recurrencia de un nuevo episodio.
b) Irradiación del dolor: la presencia de test de Lassègue positivo, es el único dato ex-
ploratorio que se relaciona con cronicidad y recurrencia de la lumbalgia.
c) Incapacidad: La pérdida de función producida por el dolor al inicio del episodio se re-
laciona con la evolución a cronicidad, con recurrencia y con una IT más prolongada.
d) También se relacionan con cronificación la presencia de enfermedades concomitantes,
padecer síndromes crónicos, abuso de sustancias, sedentarismo, y otras alteracio-
nes asociadas como fatiga, cansancio habitual, alteración del sueño, alteraciones
digestivas.
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Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
3. Factores psicosociales:
4. Factores ocupacionales: Diversos elementos del ámbito laboral se han señalado como
predictores de cronicidad en la lumbalgia.
a) Hay una fuerte evidencia (Steenstra IA, 2005; Shaw WS, 2001) de que el aislamien-
to social se asocia con una prolongación de los días de IT.
b) En cambio, la evidencia sobre la relación entre insatisfacción en el trabajo y cronicidad
es contradictoria.
c) Las demandas físicas en el trabajo (vibraciones, flexiones repetidas, torsiones; tipo de
trabajo, monótono, repetitivo, insatisfactorio) han demostrado estar asociadas a cro-
nicidad y recurrencia (Van den Heuvel SG, 2004) y también ser predictoras de retraso
en la reincorporación laboral.
resultan resolutivos o totalmente satisfactorios en cuanto a los resultados obtenidos. Con ello,
no solo se genera sufrimiento personal y disminución en los ingresos del trabajador afectado,
sino que además la patología supone un elevado coste para las empresas y para las economías
nacionales (costes socio-laborales).
En su etiología están implicados múltiples factores ligados a la actividad profesional (factores
de riesgo laboral) y gran cantidad de actividades y profesiones, pero también concurren otros
muchos factores no laborales tales como: factores idiosincrásicos, actividades deportivas, facto-
res psicológicos agravantes o favorecedores, entre otros muchos y que dificultarán la determi-
nación del origen de la lumbalgia (determinación de contingencia).
El dolor lumbar es dentro de los problemas músculoesqueléticos, uno de los más prevalentes
en medicina del trabajo, al concurrir en individuos en edad laboral activa, con lo que la preven-
ción debe ser la herramienta inicial y más eficaz en muchos casos que el propio tratamiento. La
literatura médica muestra una relación significativa entre la realización de actividades deportivas
y ejercicios realizados en el tiempo libre, la ausencia de sobrepeso y la existencia de mejores
condiciones frente a la aparición de lumbalgias, asociadas en el aspecto puramente laboral a
valorar y prevenir la concurrencia de los factores de riesgo anteriormente referidos como más
destacables, esto es, las vibraciones de cuerpo entero, la manipulación de cargas, las posturas
inadecuadas y los aspectos psico – sociológicos asociados al trabajo.
Cuando la etiología de la lumbalgia responda a un proceso con mayor envergadura que la
lumbalgia mecánica inespecífica, como sería el caso de lumbalgia secundaria a una hernia discal
y, especialmente, si ésta se acompañara de compromiso radicular, la valoración médico laboral
debe incluir el planteamiento no sólo preventivo, sino de intervención con terapias conservado-
ras (farmacológica-rehabilitadora) y/o de remisión quirúrgica, entrando en un debate no comple-
tamente resuelto sobre la conveniencia de actuar en uno u otro sentido. Se valoran para ello,
por una parte los costes directos relacionados con: la asistencia médica, farmacológica o quirúr-
gica y, por otra parte la respuesta obtenida con la repercusión en: costes indirectos por absen-
tismo, baja productividad, sustituciones de personal en las empresas, coste de los cuidados
requeridos etc.
Como última reflexión en este tema, importa valorar los criterios asociados a la incapacidad
temporal y permanente (IT – IP) que generan en las empresas y en la sociedad, con especial
relevancia a las funciones de los EVI (equipos de valoración de incapacidades) y que, de forma
secundaria y una vez agotadas todas las vías previas, tienen trascendencia en el ámbito jurídico
con reclamaciones mayoritarias en los juzgados de lo social.
La problemática de las lesiones musculoesqueléticas en general y de las lumbalgias en parti-
cular en el mundo del trabajo hace que en el momento actual se consideren como el problema
de salud relacionado con el trabajo más común en Europa. Casi el 24 % de los trabajadores de
la Unión Europea (UE – 25) afirma sufrir dolor de espalda y el 22 % se queja de dolores muscu-
lares. En los nuevos Estados miembros estos porcentajes son aún mayores, con un 39 % y un
36 %, respectivamente.
En España, el 22,5% de los trabajadores, casi una cuarta parte del total, cree que el trabajo
está afectando a su salud, según los datos de la VI Encuesta Nacional de Condiciones de Traba-
jo (VI ENCT). El análisis se basa en la percepción de los trabajadores y es por tanto una consi-
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Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
deración subjetiva por parte de los mismos, pero que ha puesto en evidencia que el 74,2% de
los trabajadores señala sentir molestias en distintas zonas de su cuerpo y que achaca a posturas
y esfuerzos derivados del trabajo que realizan. Entre las molestias más frecuentes figuran las
localizadas en la zona baja de la espalda (40%), la nuca/cuello (27%) y la zona alta de la es-
palda (26%). Por profesiones, los que más señalan molestias en el bajo de la espalda son los
agricultores, ganaderos, pescadores y marineros y los camioneros, repartidores, taxistas y otros
conductores (53,4% y 52,3%); y molestias en nuca/cuello, los empleados administrativos (42%).
La edad también es un factor a considerar ya que mientras que en los trabajadores entre 16 y
24 años la frecuencia es de un 65,8%, entre los de 65 años y más llega al 80%.
Si hay un indicador utilizado como referente en el mundo del trabajo es el referido a los acci-
dentes de trabajo. Cuando se analizan las causas reales de los accidentes de trabajo en España,
los sobreesfuerzos destacan con mucho, como causa principal. Según las cifras recogidas en el
informe realizado por el INSHT, Accidentes de Trabajo por Sobreesfuerzos 2009, en los últimos
10 años el peso porcentual de los sobreesfuerzos en relación con el total de accidentes de traba-
jo, en jornada de trabajo, con baja (ATJT) ha ido incrementándose ininterrumpidamente. En el año
2000, estos accidentes representaron el 28,4% sobre el total, alcanzando el 37,5% en 2009.
Tabla 1
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Sobreesfuerzos: peso
28,4 29,6 30,7 31,0 31,5 32,4 33,2 35,3 36,4 37,6
sobre el total de AT
Nº AT por
265.323 280.552 288.364 271.056 274.627 288.915 302.834 326.835 293.158 232.287
sobreesfuerzos
II sobreesfuerzos* 2152,46 2178,02 2169,11 1979,08 1933,20 1949,67 1953,46 2035,35 1846,12 1554,01
*Indice de incidencia por sobreesfuerzos/100.000 afiliados.
Fuente: Accidentes de trabajo por sobreesfuerzos 2009. Departamento de Investigación e Información INSHT. Julio 2010.
El 39,3% de los trabajadores que padecen de lumbalgia, relacionan su dolor de espalda con
factores laborales y el 1,8% de los trabajadores que sufre de hernia discal la relaciona con fac-
tores ocupacionales. Según la presencia en esta patología de cada grupo de factores ambientales
ocupacionales, la distribución porcentual según percepción del trabajador sería la que se mues-
tra en la tabla siguiente:
Tabla 2
Interesa destacar en el tema que aquí nos ocupa que, en el colectivo de trabajadores de una
empresa, puede haber trabajadores considerados como especialmente sensibles a determinados
riesgos por sus singulares condiciones de salud y es imprescindible conocer la normativa legal
que se debe de aplicar para protegerles, adaptando las tareas del puesto de trabajo a las carac-
terísticas del trabajador, haciendo un estudio individual en estos casos más en profundidad,
evaluando su puesto de trabajo y, si fuese necesario, realizando una propuesta de cambio en las
condiciones laborales o en tareas concretas de su puesto para así y, en la medida de lo posible,
adaptarlas a las capacidades del trabajador. Si tal adaptación no fuese posible, se podría hacer
una propuesta de cambio de puesto de trabajo.
Para prevenir los trastornos músculoesqueléticos en general y de forma específica la lumbalgia,
la empresa debe actuar como con cualquier factor de riesgo presente en los puestos de trabajo,
aplicando los principios de la acción preventiva que marca la Ley de Prevención de Riesgos Labo-
rales, en su artículo 15.1, como transposición de la directiva europea 89/391 del Consejo.
La primera obligación de las empresas desde la implantación de la ley de LPRL es la identi-
ficación y análisis de los peligros que puedan existir y la evitación de dichos riesgos, y sólo en
el caso de que no se puedan evitar, proceder a su evaluación y corrección.
Será por tanto función del Servicio de Prevención de las empresas, impedir las lesiones entre
los trabajadores evaluando los riesgos, detectando aquellos procesos que puedan ser peligrosos
y proponiendo las modificaciones y adaptaciones necesarias para eliminarlos o para establecer
las medidas preventivas necesarias para minimizar el posible impacto sobre la salud de los tra-
bajadores.
En el dolor lumbar de origen laboral están implicados factores de muy distinta etiología,
pudiendo relacionarse con factores de riesgos relativos a la seguridad de la empresa, a la ergo-
nomía o con los aspectos psicosociales, lo cual requerirá una evaluación integral de los riesgos
laborales, si bien son la Medicina del Trabajo y la Ergonomía-Psicosociología, las dos especiali-
dades preventivas de mayor importancia en la prevención de los trastornos osteomusculares y
por ende de la lumbalgia.
Pero si hay alguna función de las que conciernen al médico del trabajo que se pueda consi-
derar de mayor peso en este tema, esa es sin duda la vigilancia de la salud de los trabajadores,
tanto individual como colectiva, que permite recopilar mediante estudios epidemiológicos, datos
sobre el estado de salud de los trabajadores y en consecuencia conocer, entre otras variables, la
prevalencia de los trastornos osteomusculares en la población estudiada, y a partir de ahí, esta-
blecer las medidas preventivas adecuadas a implantar.
La vigilancia individual de la salud ayuda a la detección precoz de las lesiones, lo que evita-
rá su progresión hacia la recidiva y la cronicidad, tan frecuentes en los trastornos de la columna
lumbar. Por otra parte, permitirá también valorar la capacidad o aptitud de cada trabajador para
las funciones que se le asignan, vigilando siempre que éstas no incidan de forma negativa en su
situación previa de salud.
La LPRL obliga (art.22) a que los reconocimientos médicos se lleven a cabo mediante la
aplicación de unos protocolos de vigilancia específica de la salud, en relación a los riesgos con-
cretos a los que esté expuesto el trabajador. En el caso de la lumbalgia, se deberán aplicar los
protocolos de vigilancia específica relativos a riesgos ergonómicos como: el protocolo de mane-
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Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González
Figura 2
DESCANSO
Músculos y pies
Corazón
Cerebro
Vísceras
abdominales
TRABAJO PESADO
Riñón
Fuente NTP 413: Carga de trabajo y embarazo (dibujo modificado por Enfero Carulo).
A medida que avanza el embarazo, la mujer está menos capacitada para realizar ejercicios
físicos, para levantar pesos, subir escaleras, etc., puesto que el gasto cardíaco, las pulsaciones
y el consumo de O2 son mayores.
Las diferentes posturas que se adopten tienen consecuencias sobre el feto. De los numerosos
estudios realizados sobre este tema, las principales conclusiones a las que se ha llegado sobre
la carga de trabajo y la mujer embarazada son las siguientes:
— Trabajo de pie: la mujer embarazada que trabaja de pie suele tener niños con menor peso
(unos 200 gramos menos), más riesgo de parto de feto muerto y mayor frecuencia de
pérdidas de sangre, especialmente en el primer y segundo trimestre del embarazo.
— El manejo de cargas pesadas retarda el crecimiento del feto.
— Las mujeres que realizan un trabajo pesado ganan menos peso y tienen niños más pe-
queños que las que tienen un trabajo ligero.
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Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González
— Las mujeres que descansan unos ocho días antes del parto tienen niños más grandes
(200 gramos más que los de mujeres que no descansan).
— El manejo de cargas y las posturas forzadas aumentan el porcentaje o la probabilidad de
sufrir abortos espontáneos y partos prematuros.
— Al realizar trabajos pesados se pueden dar casos de hipertensión en la mujer, asociada al
embarazo.
— En trabajos pesados, la placenta pesa menos que en casos de trabajo moderado.
— Una carga excesiva puede provocar en el feto problemas cardiovasculares y defectos en
el sistema nervioso central.
De entre todas las consecuencias de una sobrecarga de trabajo en la mujer embarazada, in-
teresan aquí de forma específica los efectos osteomusculares, ya que los puestos de trabajo no
están diseñados, en principio, para las mujeres embarazadas, lo que puede acarrear malas pos-
turas y/o posturas forzadas y sobreesfuerzos. Las malas posturas o las mantenidas demasiado
tiempo y el manejo de cargas suelen originar patologías. En la mujer embarazada se ha de sumar
el hecho de que ha de soportar un sobrepeso debido a su propio embarazo.
A medida que avanza la gestación, aumenta el dolor lumbar debido, por un lado, a factores
individuales (mala postura, la distensión muscular y el exceso de peso) y, por otro, a factores
relacionados con el trabajo, puesto que la mayor distancia que existe entre la embarazada y el
plano de trabajo hace que se vea obligada a separarse del mismo y a echar las caderas hacia
atrás, lo que produce una flexión del tronco, que sobrecarga biomecánicamente la columna
vertebral y, sobre todo, en la parte baja de la espalda.
En el siguiente gráfico tomado de la NTP 413 se puede apreciar el efecto del aumento abdo-
minal en la inclinación del tronco:
Figura 3
6o 16o
MES DE EMBARAZO
5 6 7 8 9 10
Hombro
Cadera
Rodilla
Tobillo
La fatiga es, además, un agravante del dolor de espalda en caso de que se dé una lum-
balgia.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales recoge la obligación del empresario de adop-
tar las medidas necesarias para garantizar la salud reproductiva de la población trabaja-
dora y contempla como infracción muy grave el «no observar las normas específicas en
materia de protección de la seguridad y la salud de las trabajadoras durante los períodos
de embarazo y lactancia». Debe evitarse cualquier exposición a riesgos que puedan afectar
la salud reproductiva, la salud de la mujer embarazada, mujer en periodo de lactancia, o
la salud de la descendencia. (Ley 31/1995 de 8 noviembre de Prevención de Riesgos La-
borales. Cap. lll. Art 26. «Protección a la maternidad»).
En términos generales, cuando se conozca o sospeche una situación de especial sensi-
bilidad de un trabajador, bien por gestación o bien por otras causas, se deberá comunicar
tanto al Servicio Médico de Prevención como a la empresa, para que puedan adoptarse las
medidas pertinentes.
En cualquiera de estos casos la comunicación se deberá llevar a cabo por escrito, pu-
diendo aportar las pruebas que se consideren oportunas.
En el siguiente esquema se detalla la secuencia de actuaciones a seguir y los distintos
departamentos implicados ante situaciones de especial sensibilidad de un trabajador a ries-
gos laborales potencialmente generadores de daño laboral.
Una vez comunicada la situación, el médico del trabajo revisará la historia clínico-la-
boral del trabajador así como toda la información que éste le aporte y la evaluación de
riesgos del puesto, con el fin de determinar si las características del trabajador lo hacen
especialmente sensible a los riesgos de ese puesto de trabajo.
Cuando existan pruebas de que existe sensibilidad especial, el Servicio de Prevención
deberá proceder a realizar una nueva evaluación específica del puesto de trabajo para valorar
si es necesario adaptar las condiciones de trabajo existentes a las características psicofísicas
o situación de discapacidad del trabajador.
30
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González
Figura 4
Detección de INFORME
«especial sensibilidad» FAVORABLE
en un trabajador/a
SERV. PREV.
Reevaluación
del puesto
Remisión:
Servicio de prevención (SP)
Servicio Médico del trabajo Medidas Medidas
correctoras correctoras
Elaboración de informe POSIBLES NO POSIBLES
Control y
seguimiento Comunicación
Serv. Prev. a la empresa
Serv. Médico
1. Existen datos inequívocos de que los pacientes deben mantenerse activos y reanudar sus
actividades ordinarias tan pronto como sea posible.
2. Una combinación de una gestión clínica óptima, un programa de rehabilitación e inter-
venciones en el lugar de trabajo resulta más eficaz que la aplicación de cada uno de
estos elementos por separado.
3. La adopción de un enfoque multidisciplinario ofrece los resultados más prometedores,
pero ha de considerarse la eficacia en función del coste de estos tratamientos.
4. La modificación temporal del trabajo constituye una intervención eficaz para la reinte-
gración a la actividad laboral, si se utiliza conjuntamente con una adecuada gestión del
trabajo.
5. Ciertos datos avalan la eficacia de la ergoterapia (terapia basada en el ejercicio), las «escue-
las de espalda» (métodos para el cuidado de la espalda) y el tratamiento conductual.
6. Los soportes lumbares (cinturones para la espalda) parecen ser ineficaces en la prevención
secundaria.
Las lesiones que cursan con lumbalgia son frecuentemente multifactoriales y, en general, es
difícil detectar relaciones causa-efecto asociadas a un único factor.
Existen tres métodos principales para la prevención de los trastornos lumbares relacionados
con el trabajo: diseño ergonómico del trabajo, educación y formación y vigilancia de la salud del
trabajador.
El médico del trabajo interviene en la prevención de los riesgos laborales implicados en las lum-
balgias de forma específica con la vigilancia de la salud como herramienta básica preventiva
desde la vertiente de la medicina del trabajo (LPRL. Artículo 22. Vigilancia de la salud: El empre-
sario garantizará el derecho de los trabajadores a una vigilancia adecuada de su salud en función
de los riesgos inherentes a su trabajo). Las funciones de vigilancia y control de la salud de los
trabajadores serán desempeñadas por personal sanitario con competencia técnica, formación y
capacidad acreditativa según determinen las autoridades sanitarias en las pautas y protocolos
que se elaboren. Los Servicios de Prevención que desarrollen estas funciones deberán contar con
un médico especialista en Medicina del Trabajo o diplomado en Medicina de Empresa y un
ATS/DUE de empresa, sin perjuicio de la participación de otros profesionales sanitarios con
formación, competencia técnica y capacidad acreditativa (.artículo 22 de la Ley 31/1995 de Pre-
vención de Riesgos Laborales y con el apartado 3 del Artículo 37 del RD 39/1997).
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Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González
Para la vigilancia sanitaria específica de los trabajadores, realizada por los médicos y enfer-
meros del trabajo, se toman generalmente como referencia los Protocolos de Vigilancia Sanitaria
Específica (PVSE) editados por el Ministerio de Sanidad y Consumo (actualmente 19 protocolos),
que pueden descargarse en:
http://www.msc.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/saludLaboral/vigiTrabajadores/protocolos.htm
Para aquellos riesgos no protocolizados, es el Médico del Trabajo el que, tras estudiar el
mecanismo de acción lesivo y los posibles daños que se pueden producir, decidirá qué explora-
ciones y pruebas complementarias específicas deben realizarse.
A continuación se estudian los PVSE que más importancia tienen en la producción de daño
lumbar y, aunque en la actualidad no existe protocolo publicado, la vigilancia de la salud en
trabajadores expuestos a vibraciones de cuerpo entero, ya que está demostrada la relación de
este riesgo con aparición de patología dorsolumbar.
1. Apto sin restricciones: Calificación que recibe el trabajador que podrá desempeñar su
tarea habitual sin ningún tipo de restricción física ni laboral, siempre y cuando el traba-
jo se ajuste a la normativa legal en cuanto a Seguridad y Salud en el trabajo y haya re-
cibido la información adecuada sobre los riesgos y los daños derivados de su trabajo.
33
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
2. En observación: Calificación que recibe el trabajador que está siendo sometido a estudio
y/o vigilancia médica a fin de determinar su grado de capacidad.
3. Apto con restricciones: Calificación que recibe el trabajador cuando tiene por objeto
lograr la rehabilitación y recuperación laboral del trabajador que lo precise y muy espe-
cialmente la integración profesional del minusválido. Las restricciones podrán ser perso-
nales y/o laborales:
4. No apto: Calificación que recibe el trabajador cuando el desempeño de las tareas impli-
que problemas serios de salud, o ésta le imposibilite la realización de las mismas y
tanto en uno como en otro caso no sea posible la aplicación de calificación de apto con
restricciones.
— En primer lugar deberá tenerse en cuenta la actuación sobre el medio para eliminar o bien
reducir el riesgo. Se deberán corregir posturas y movimientos anómalos o forzados, los
apoyos prolongados, los movimientos y esfuerzos repetidos. En definitiva, se mejorarán
las condiciones de trabajo.
— Se adoptarán medidas organizativas: rotaciones o pausas más frecuentes en el puesto de
trabajo, de forma provisional o definitivamente, para evitar lesiones. Formación de los
trabajadores e información sobre los riesgos laborales y las medidas de prevención. Con-
trol de la eficacia de la información y formación a los trabajadores.
— Control periódico de las condiciones, la organización y los métodos de trabajo y el esta-
do de salud de los trabajadores.
— Siempre que se detecte el menor indicio de desviación de los valores considerados nor-
males o la presencia de síntomas achacables a una enfermedad, el trabajador deberá ser
remitido al especialista médico quien dictaminará y cuantificará el alcance de las lesiones
realizando las pruebas complementarias oportunas.
34
Biomecánica en Medicina Laboral • Mª Teofila Vicente Herrero, Mª Jesús Terradillos García, Luisa Mercedes Capdevila García, Mª Victoria Ramírez Iñiguez de la Torre, Ángel Arturo López González
Figura 5
SI NO
¿La exposición agrava la sintomatología?
¿Existen factores de riesgo extralaborales SI NO
que hayan podido contribuir
a la aparición de la enfermedad?
DAÑO AGRAVADO
POR EL TRABAJO
NO SI SI
Fuente: Guía para la vigilancia de la salud de los trabajadores de hostelería. Generalitat Valenciana. Conselleria de
Sanitat. 2010.
1
Ref: Esteban V et al. (2010) Guía para la VST de hosteleria. Generalitat Valenciana. Conselleria de Sanitat.
35
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
Deterioro Limitación
Enfermedad Incapacidad
fisiológico funcional
El modelo de Nagi ha sido aceptado como una conceptualización del proceso de incapacidad
hasta que, en 1980, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció la Clasificación In-
ternacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM) a través de un modelo muy
semejante al de Nagi, aunque con algunas diferencias conceptuales:
Figura 7. Modelos de desarrollo de incapacidad propuestos por la OMS (1980) y Nagi (1976)
Patología Limitación
Deficiencia Incapacidad
activa funcional
a) incapacidad física.
b) incapacidad profesional.
c) incapacidad ganancial.
La incapacidad física puede dar lugar o no a una incapacidad profesional, con lo que, a partir
de una incapacidad orgánica o de un mero trastorno funcional, serán las características de esa
alteración en íntima relación con el trabajo realizado lo que permita pronunciarse sobre la exis-
tencia o no de una determinada incapacidad en sentido técnico.
Tratándose del resultado que en cada caso particular arroja la conjugación de los factores
daño orgánico-funcional y trabajo (y más si se singulariza para la tarea y la actividad), se pueden
hacer las siguientes formulaciones:
1a. no existe paralelismo entre la intensidad de una lesión responsable de una merma ór-
gano-funcional y su posible repercusión laboral.
2a. no toda incapacidad órgano-funcional se remite necesariamente a una incapacidad pro-
fesional.
3a. una pequeña merma funcional, aún genéricamente no incapacitante —y hasta de muy
escasa significación— puede, sin embargo, incidir como incapacidad profesional
específica.
El término incapacidad laboral hace referencia y deriva de la relación entre las condiciones de
salud de la persona y el trabajo. La incapacidad laboral es un desequilibrio entre las capacida-
des funcionales y los requerimientos de un puesto de trabajo, pudiendo ser ese desequilibrio
transitorio (incapacidad laboral temporal) o permanente (incapacidad laboral permanente). Para
37
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
poder calificar a un paciente como Incapacitado Laboralmente no basta con que exista lesión o
alteración de sus estructuras y/o funciones corporales (físicas o mentales), sino que además
dicha alteración debe impedir el desarrollo de su puesto de trabajo.
El Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido
de la Ley General de la Seguridad Social, es la norma que recoge todas las disposiciones en ma-
teria de Seguridad Social de nuestro ordenamiento jurídico, incluyendo todas las modificaciones
y nuevas normas que van surgiendo con posterioridad, por lo que a fecha actual dicho Texto
Refundido se compone de 234 artículos, 45 disposiciones adicionales, 17 disposiciones transi-
torias, 1 disposición derogatoria y 7 disposiciones finales. Pues bien, los artículos 128 a 133
recogen la normativa básica acerca de la prestación por incapacidad temporal de nuestro siste-
ma de Seguridad Social y los artículos 136 a 149, sobre la prestación de incapacidad perma-
nente en sus 2 modalidades, contributiva y no contributiva.
— Examinar la situación de incapacidad del trabajador y formular al director Provincial del INSS
dictámenes-propuesta, preceptivos pero no vinculantes, en materia de:
• Existencia de incapacidad permanente y calificación en sus distintos grados, revisión de las mismas
y contingencia causante.
• Determinación del plazo a partir del cual se podrá instar la revisión de la incapacidad.
Existencia de lesiones permanentes no invalidantes.
— Efectuar el seguimiento de los programas de control de las prestaciones económicas de IT.
— Prestar asistencia técnica y asesoramiento en los procedimientos contenciosos en materia de
incapacidades laborales en los que tome parte el INSS.
— Otras Funciones.
Fuente: Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, por el que se desarrolla, en materia de incapacidades laborales del sistema de la
Seguridad Social, la Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social (BOE nº 198, de 19 de
agosto). Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social (BOE nº 313, de 31 de diciembre).
guntar por las características del dolor (tiempo de evolución, forma de instauración, intensidad,
ritmo, factores agravantes y factores que lo alivian), existencia o no de síntomas de compromi-
so radicular (parestesias, disminución de fuerza, alteración de reflejos osteotendinosos, altera-
ciones de la marcha, alteraciones visuales, mareo – inestabilidad,...) y otros síntomas que el
paciente relacione con su cuadro doloroso, así como por los tratamientos que ha seguido y la
respuesta a los mismos.
Es importante también valorar la actitud del paciente mediante la inspección: posturas an-
tiálgicas, asimetrías, desviaciones, deformaciones, tumefacciones, atrofias o hipertrofias.
En cuanto a la exploración física, aunque debe ser completa irá orientada principalmente a
establecer el balance articular y a descartar afectación neurológica:
Dorsal Lumbar
lance articular son menos funcionales y, por tanto, menos relevantes en la valoración de
la incapacidad.
• La existencia de una contractura muscular relevante suele asociar una disminución de la
movilidad, mientras que un balance articular conservado no suele asociar una contractu-
ra muscular relevante.
• Podemos calcular los arcos de movilidad con métodos directos (goniómetro, inclinómetro,..)
o indirectos. Dentro de los métodos indirectos más empleados están el Schöber (nos da
una estimación de la movilidad de la columna lumbar) y la distancia dedo – suelo (además
de la movilidad lumbar interviene también la de la cadera).
— Balance Muscular: Se considera útil para graduar la debilidad muscular la Escala de Daniels.
— Exploración Neurológica: Los signos y síntomas exploratorios de las raíces nerviosas que
más se suelen afectar se recogen en la siguiente tabla.
— Maniobras especiales: Para orientar el diagnóstico, se pueden emplear una serie de ma-
niobras especiales, recogidas en la tabla siguiente.
— Prueba de Bragard
Fuente: Incapacidad Temporal: Manual para el manejo en Atención Primaria. Capítulo 20.
Referencia: Grupo Lex Artis. Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria.
ISBN: 978-84-612-7648-6. Depósito Legal: M-52384-2008
En función del tipo de patología raquídea que se sospeche precisaremos unas pruebas u
otras, tal como se recoge en la siguiente tabla.
NEUROFISIO- Básica si hay Opcional Básica si hay Básica si hay Básica si hay Básica
LOGÍA radiculopatía radiculopatía radiculopatía. radiculopatía.
No indicada No indicada
en el resto en el resto
— La Radiología Simple permite evidenciar patologías degenerativas, pero hay que tener
presente siempre la escasa correlación clínico/ radiológica en estos pacientes. Se puede
considerar que la correlación clínico radiológica a nivel de la cadera es buena, a nivel de
la rodilla es regular y a nivel del raquis es mala; sirva de ejemplo el hecho de que existen
cambios radiográficos degenerativos en el raquis en un 80% de las personas mayores de
55 años, aunque no presenten clínica. Los osteofitos, a los que se les ha dado tradicio-
43
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
5. Los factores psicosociales son factores de riesgo de evolución hacia lumbalgia y cervical-
gia crónicas: los conflictos laborales (empleo a tiempo parcial, problemas económicos,
etc.), jurídicos (indemnizaciones pendientes, etc.) o mentales (estrés psicológico, sínto-
mas depresivos, percepción de un mal estado de salud, etc.).
6. Una situación de incapacidad laboral viene siempre determinada por la existencia obje-
tiva de una limitación funcional, temporal o permanente, incompatible con la actividad
laboral habitual que desarrolla el paciente. No son por tanto situaciones de incapacidad
laboral el mero hecho de estar pendiente de estudios o pruebas complementarias, de
consulta con especialista, a la espera de realizar tratamiento rehabilitador o en lista de
espera quirúrgica, si no se objetiva una limitación funcional.
7. El hecho de encontrarse hallazgos patológicos en las pruebas complementarias (artrosis,
protrusiones, hernias discales) no implica en sí mismo la incapacidad laboral del pacien-
te, sino que, al igual que en cualquier otra patología, habrá que valorar las limitaciones
funcionales, pudiendo ser precisa una baja laboral de manera temporal en periodos de
agudización de la sintomatología.
Los datos obtenidos deben ser valorados según las características de cada paciente y según
los datos médicos o de lesión de los que se disponga, evaluando si los resultados permiten la
compatibilidad o no con el desempeño de sus tareas normales, previas a la lesión, cuantificar la
perdida de capacidad si la ha habido, valorar la cronificación de lesión y secuelas, favorecer su
reinserción laboral sin recaída, conocer si la actividad laboral que realiza le produce sobrecarga.
También es de apoyo la utilización de la biomecánica en los procedimientos de valoración de
incapacidades por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Dentro su ámbito
de competencias se encuentra junto con la gestión de las prestaciones de incapacidad perma-
nente e incapacidad temporal, el riesgo durante el embarazo, el riesgo durante la lactancia y el
síndrome tóxico, así como la colaboración con la Dirección General de Costes de Personal y
Pensiones Públicas, Ministerio del Interior y MUFACE.
Para el adecuado ejercicio de dichas competencias, el INSS precisa disponer de informes y prue-
bas clínicas que le permitan evaluar el grado de menoscabo funcional de los beneficiarios a cuyo
nombre se tramitan los expedientes de las distintas prestaciones, ayudas o indemnizaciones, y las
Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social (MATEPSS)
disponen de los medios e instrumentos necesarios para efectuar dichos informes y pruebas clínicas.
47
Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
a) Balance articular y muscular de: hombro, codo o muñeca por técnica de Biomecánica.
b) Balance articular y muscular de: cadera, rodilla o tobillo por técnica de Biomecánica.
c) Valoración funcional de la capacidad de marcha por técnica de Biomecánica.
d) Balance articular de columna: cervical, dorsal o lumbar por técnicas de Biomecánica.
e) Valoración funcional de la lumbalgia por técnica de Biomecánica.
f) Valoración funcional de la cervicalgia por técnicas de Biomecánica.
g) Valoración funcional del equilibrio postural por técnicas de Biomecánica.
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Lumbalgias y Biomecánica en Medicina del Trabajo
21. LEGISLACIÓN
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promover la mejora de la seguridad y de la salud de los trabajadores en el trabajo. Diario Oficial n°
L 183 de 29/06/1989 p.0001 - 0008.
(2) Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley
General de la Seguridad Social. BOE nº154 de 29 del junio de 1994. Actualizado el 3 de enero de
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(3) Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, por el que se desarrolla, en materia de incapacidades labo-
rales del Sistema de la Seguridad Social, la Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales,
administrativas y de orden social.
(4) Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. BOE nº 269 de 10 de
noviembre.
(5) Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención. BOE nº 27 de 31 de enero.
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(6) Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de segu-
ridad y salud en los lugares de trabajo. BOE nº 97, de 23 de abril de 19997.
(7) Real Decreto 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a
la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular dorso-lumbares, para los traba-
jadores. BOE nº 97, de 23 de abril de 19997.
(8) Real Decreto 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas
al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización. BOE nº 97 de 23 de abril de 1997.
(9) Real Decreto 575/1997, de 18 de abril, por el que se regulan determinados aspectos de la gestión y
control de la prestación económica de la Seguridad Social por incapacidad temporal.
(10) Orden de 19 de junio de 1997 del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales por la que se desarrolla
el Real Decreto 575/1997, de 18 de abril, que modifica determinados aspectos de la gestión y del
control de la prestación económica de la Seguridad Social por Incapacidad temporal.
(11) Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de se-
guridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo. BOE Nº. 188 de 7
de agosto.
(12) Orden de 18 de septiembre de 1998 que modifica la Orden de 19 de junio de 1997 del Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales.
(13) Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo 2002/44/CE, sobre las disposiciones mínimas de
seguridad y de salud relativas a la exposición de los trabajadores a los riesgos derivados de los
agentes físicos (vibraciones), de 25 de junio de 2002 (decimosexta Directiva específica con arreglo al
apartado 1 del artículo 16 de la Directiva 89/391/CEE). Declaración conjunta del Parlamento Europeo
y del Consejo. DO L 177 de 6.7.2002, p. 13/20.
(14) Real Decreto 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las contingencias
profesionales de los trabajadores incluidos en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Tra-
bajadores por Cuenta Propia o Autónomos, y la ampliación de la prestación por incapacidad tempo-
ral para los trabajadores por cuenta propia. BOE nº253, de 22 octubre 2003.
(15) Real Decreto 1311/2005 de 4 de noviembre, sobre la protección de la salud y la seguridad de los
trabajadores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la exposición a vibraciones
mecánicas. BOE nº 265 de 5 noviembre de 2005.
(16) Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de enfermedades
profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para su notificación y
registro.
(17) Real Decreto 298/2009, de 6 de marzo, por el que se modifica el Real Decreto 39/1997, de 17 de
enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, en relación con la aplica-
ción de medidas para promover la mejora de la seguridad y de la salud en el trabajo de la trabajado-
ra embarazada, que haya dado a luz o en período de lactancia. BOE nº 57, de 7 de marzo de 2009.
págs 23288-23292.
(18) Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de medidas en materia de Seguridad Social. BOE nº 291 de 5 de
diciembre de 2007.
(19) Ley 26/2009, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2010. BOE nº
309, de 24 de diciembre de 2009.
•
Jesús 2 Valoración biomecánica
García Díaz
•
Medicina Física y Rehabilitación.
de la columna lumbar:
Laboratorio de Biomecánica.
Servicio de Rehabilitación. Protocolo de estudio
Hospital FREMAP de Sevilla
1. Introducción
2. Metodología de la evaluación biomecánica
3. Criterios para la evaluación y contextualización de los déficits
3.1. Cinemática
3.2. Dinamometría
3.3. El fenómeno FR (flexión-relajación)
4. Criterios para establecer la fiabilidad y repetitividad de las pruebas
5. Conclusiones
6. Bibliografía
Índice
55
Valoración biomecánica de la columna lumbar: Protocolo de estudio
1. INTRODUCCIÓN
El pronóstico clínico del dolor lumbar inespecífico suele ser benigno, ya que la sintomatología
se autolimita en la mayoría de los casos, a una duración de días o de semanas (1, 2). No obs-
tante hay un grupo de pacientes, entre un 5 - 10%, que tiende a la cronificación. Este pequeño
porcentaje de paciente es el que condiciona los altos costes asistenciales (médicos), laboral
(absentismo) y sociales (incapacidad) que representa esta patología tanto en nuestro Pais como
el resto de los paises industrializados.
Para aportar una estimación de los costes sociales y laborales a los que aludimos, podemos
hacer referencia al trabajo del año 1999 de Sauné Castillo et al en el ámbito de dos mutuas la-
borales (3). Para una muestra de 186 pacientes. Calcula que los casos de contingencia común
—54,8% de la muestra—, la cantidad por expediente se elevó a los 1.840 euros y la media de
la incapacidad temporal se situó en los 92,5 días. Para la contingencia laboral —45,2% restan-
te—, el gasto por expediente alcanzó los 3.633 euros y la media de días de baja se situó en los
133,5 días. Aunque este trabajo únicamente refleja el gasto ocasionado por los días de baja, la
simple actualización del coste por día de IT desde año de estudio a nuestros días y la extrapo-
lación de la muestra al total de la población rendiría unas cifras de vértigo.
Martínez Pérez y Vázquez Salvado (4), señalan que la incapacidad temporal por lumbalgia se
comporta, siguiendo la Ley de Pareto. Según esta Ley, el 20% de los sucesos consume el 80% de
los recursos disponibles —en este caso, del Instituto Nacional de la Seguridad Social—. Siguiendo
este principio, hay que identificar y concentrar las acciones sobre ese 20% de pacientes para que
su efecto se amplifique sobre el 80% de los costes. Es evidente la necesidad de tomar de decisiones
para limitar el alcance del problema del Dolor Lumbar, pero del mismo modo es necesario que
estas medidas se realicen sobre criterios científicos y en lo posible sobre Evidencia Clínicas.
Desde el punto de vista médico, el dolor lumbar plantea otros problemas además de su fre-
cuencia y tendencia a la cronificación, como ya se ha comentado. La práctica clínica nos revela
tanto una falta de correlación entre los signos de la exploración y los hallazgos radiológicos,
como incongruencias entre las pruebas clínicas y el estado sintomático de los pacientes.
Waddell y Burton (5) publican una amplía revisión sobre el dolor lumbar, enfocada al análisis
de la incoherencia entre la clínica, la radiología y la incapacidad del sujeto afectado por dolor
lumbar. Sitúan el estudio en el ámbito laboral y aplican en su trabajo criterios de evidencia
científica. Las conclusiones se formulan en grados de evidencia de acuerdo con la Royal College
of General Practitioners Clinical Guideline:
1. Moderada evidencia (que expresan con dos asteriscos **) de que los hallazgos de la explo-
ración física —que incluyen talla, peso, flexibilidad lumbar y signo de Lasegue o de exten-
sión y elevación de la pierna (SLR)—, presentan sus limitaciones en el manejo o planifica-
ción de la salud laboral o en la predicción del pronóstico del dolor lumbar inespecífico.
2. Evidencia alta (expresada como ***) de que en pacientes con dolor lumbar inespecífico
los estudios radiológicos simples y los hallazgos de los estudios por resonancia magné-
tica (RMN) no se correlacionan con los síntomas clínicos o con la capacidad laboral.
56
Biomecánica en Medicina Laboral • Jesús García Díaz
3. Evidencia muy alta (****) de que la creencia o certeza del trabajador sobre el origen
laboral de su dolor lumbar y sus propias expectativas acerca del retorno o no al trabajo
actúan como factores primordiales.
Quedan claros varios problemas de la práctica clínica, el primero de ello es la dificultad para
objetivar mediante la simple exploración física, los déficits provocados por el dolor lumbar cóni-
ficado. El segundo de ellos es la poca aportación que tienen la realización de pruebas de imágen
para valorar la funcionalidad real del sujeto y finalmente, la gran carga en forma de incapacidad
y menoscabo coporal subjetivo que tiene el paciente con dolor lumbar crónico en relación a su
estado funcional real.
¿Qué puede aportarnos el laboratorio de biomecánica en la definición de seculas por dolor
lumbar? Básicamente, objetivar los déficits con independencia de la técnica empleada (dinamo-
metría, fotogrametría, electrofisiología...). Una segunda aportación de la pruebas es que nos
permite establer la fiabilidad o repetividad con que se ejecutan la pruebas de valoración, y a
partir de ellas inferir la colaboración del paciente.
El documento legal que sirve de base para efectuar esta evaluación por parte del Instituto
Nacional de la Seguridad Social (INSS) en los Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) es el
denominado Informe Propuesta Clínico Laboral (IPCL). En este documento se distinguen dos
partes bien diferenciadas en la primera del ellas, se recogen los datos médicos y en la otra la
descripción de su puesto de trabajo. El informe médico, contiene un resumen del proceso clíni-
co y una sección en la se recogen las deficiencias en las que ha resultado el proceso. Por ejem-
plo estos déficits pueden ser del Balance articular, del muscular, pueden condicionar necesidad
de ortesis o interferir en las actividades de la vida diaria (AVD).
Como hemos comentado anteriormente, las pruebas efectuadas en el laboratorio de biome-
cánica permitirían objetivar la pérdida de movilidad o los déficits de fuerza con la ventaja de
poder matizarlos al establecer la consistencia (fiabilidad y repetitvidad) de las pruebas efectuadas
por el paciente. En este sentido exponemos en las siguientes lineas las sistemáticas empleadas
en nuestro laboratorio para definir los déficits en la patología de columna lumbar.
Movilización pasiva
Procede continua
Exploración Motivo
ROM activo Monitorización evolución
y pasivo Establecer secuelas
Peritación médica. Etc
No procede
Cinemática Isocinéticos Isométricos
1o prueba 1o prueba 1o prueba
Solicitud evaluación
Resumen historia clínica Valoración déficit
Pruebas complementarias Déficit del BA y del BM
Determinar fiabilidad
3.1. Cinemática
Los déficits de la movilidad activa van a definirse sobre tres criterios: 1 balance articular en flexo-
extensión; 2 velocidad de flexo-extensión y 3 homogeneidad o armonía del movimiento.
La movilidad en flexoextensión lumbo-sacra es considerada normal a partir de un rango entre
60 y 70º, en este rango existe un aceptable conceso. Por contra para la velocidad de movimien-
to los datos recogidos en la literatura son más variables, aunque se reconoce que la velocidad
de movimiento está reducida en los pacientes con dolor lumbar crónico (DLC). La máxima velo-
cidad que se describe está entre 200 y 300º/s. Actividades como caminar o correr oscila entre
15 a 75º/s. La mayoría de las actividades de la vida diaria se realizan a unos 60º/s. Nosotros
damos por válido valores entre 100 y 130º/s.
Un reciente trabajo aportado por Gª Alsina et al (6). Realizado con el mismo sistema de
fotogrametría que usamos, aporta similares valores de normalidad a los que hemos expuesto en
la Tabla 2 recogemos los valores que proponen estos autores, según se prime una mayor sensi-
bilidad o especificidad a la hora de establecer un punto de corte para definir la normalidad o no
de un prueba cinemática.
La homogeneidad del movimiento es valorado en las curvas de posición/velocidad angular,
en la que es fácil observar tanto la superposición de los trazados como el grado de repetitividad
de los máximos y mínimos de la posición angular. (figura 2).
3.2. Dinamometría
Como se ha comentado, el establecer la existencia de un déficit de fuerza en la columna
lumbar tiene necesariamente que referenciarse sobre el morfotipo del paciente. La posibili-
dad de comparar los datos con una prueba previa del propio paciente en situación no pato-
lógica es excepcional, aunque existen empresas especializadas en este capítulo (7), que usan
la evaluación isocinética tanto para selección laboral, como para la evaluación previa a la
reincorporación tras una baja laboral.
60
Biomecánica en Medicina Laboral • Jesús García Díaz
Máxima velocidad
de flexión
Curvas de posición velocidad/velocidad angular. Son útiles para valorar la homogeneidad del movimiento. En el eje
de abscisa (X) se refleja la movilidad en flexión alcanzada. En el eje de ordenada (Y) la velocidad, normalmente en
negativo la flexión y en positivo la extensión. La superposición y armonía de los trazados son propias de una prue-
ba con buena fiabilidad. Obsérvese la diferencia entre la imagen superior de la parte derecha (buena fiabilidad) y la
inferior (mala).
Para defi nir la existencia de un défi cit de fuerza, básicamente nos centramos en dos
criterios. El primero de ellos, consiste en determinar si el valor absoluto de fuerza se en-
cuentra por debajo o por encima de 50% del valor teórico para su morfotipo. El segundo de
los criterios consiste en determinar si existe una pérdida en la relación flexo-extensora de
la columna.
Tomar como punto de corte el 50%, valor que de modo intuitivo impresiona por sí mis-
mo como límite de la normalidad, se decide a raíz de un estudio retrospectivo realizado
sobre datos propios, donde después de un periodo de seguimiento de 5 años a paciente que
se les efectuó una valoración dinamométrica previa a su alta. En este trabajo, se observaba
la situación de incapacidad que mantenía el sujeto 5 años después, en relación a los valo-
res de fuerza que había reflejado en el momento del alta o de valoración por la EVI. Los
sujetos que se mantenían la situación de alta laboral con indiferencia del tipo de patología
(sujetos con artrodesis, cirugía del disco y con dolor lumbar inespecífico) eran aquellos que
mantenían valores de fuerza por encima del comentado 50% (8).
La asociación de pérdida de fuerza extensora y dolor lumbar crónico descrita por inicial-
mente Nachemson (9), es un concepto ampliamente aceptado y es la base para tomar la
pérdida de la relación flexoextensora (FE) como un signo de cronicidad y mal pronóstico. La
relación FEse toma como criterio de normalidad cuando el ratio entre flexores y extensores
es menor que uno tanto en hombres como en mujeres (10).
61
Valoración biomecánica de la columna lumbar: Protocolo de estudio
— La presencia de un fenómeno FR en una prueba con balance articular normal es una prueba
muy específica para detectar a los sujetos normales.
— La ausencia de un fenómeno FR en una prueba con balance articular normal es una prueba
muy sensible para detectar a sujetos con dolor lumbar crónico.
62
Biomecánica en Medicina Laboral • Jesús García Díaz
1 3 1 3
2 2
2 3
1 1
3
Fenómeno flexión-relajación (FR). Se muestran las tres fases: 1 extensión; 2 flexión máxima; y 3 extensión, que se
detectan en el registro de electromiografía de superficie (EMGs) en relación a la posición del tronco. En la parte supe-
rior están los gráficos de cinemática con la posición en grados de flexión del tronco durante las 3 fases de la FR y en
la inferior están los trazados de la respuesta EMGs en µV. En la parte izquierda se recoge la respuesta de un sujeto
sano, a la derecha un registro patológico.
La reproductibilidad relativa valora el grado en que los individuos de una muestra man-
tienen su posición cuando se repiten mediciones. Para su evaluación se utilizan habitualmen-
te los coeficientes de correlación de Pearson (rs) o el coeficiente de correlación intraclase (ICC).
En la reproductibilidad absoluta se busca conocer en qué grado varían las diferentes repeti-
ciones que ejecuta un individuo. Los índices que se utilizan para su cuantificación son el error
estándar de la medición (SEM) o el coeficiente de variación (CV). Para el caso en que se reali-
cen pruebas isocinéticas en modalidades concéntricas y excéntricas este autor propone tam-
bién un índice desarrollado por él mismo, como es el DEC (differences Eccentries Concentries
ratios).
El coeficiente de variación (CV) era tomado practicamente como un axioma para definir la
fiabilidad de una prueba en la década de los noventa. Se admitía que un rango inferior a 10 era
sinónimo de validez de los datos, y del mismo modo, una prueba en un rango superior a 10
era etiquetada como no fiable. Mas adelante se estableció que para un rango entre 10 y 15 se
estimó que es difícil distinguir entre la ejecución de una prueba en condiciones de máximo
esfuerzo o nó, y algunos autores señalan un rango incluso entre 10-20 (14, 15). En este sen-
tido aconsejamos el análisis realizado por Dvir para determinar el nivel de especificidad y sen-
sibilidad del CV según valor de punto de corte que se tome (14). Y la revisión crítica sobre los
distintos parámetros usados para determinar la fiabilidad, incluidos el CV, que realiza Robinson
y Dannecker (16).
Desde un punto de vista práctico el CV, sigue siendo un parámetro muy usado por su faci-
lidad de cálculo, frente a otros parámetros como el CCI o el SEM, pero ha de usarse con un
sentido crítico dada la evidencia aportada. Básicamente, este índice no es más que la medida de
dispersión de un parámetro concreto como puede ser el valor máximo de torque o el valor de
velocidad máxima. Pero como hemos comentado no puede tomarse con único parámetro para
definir la fiabilidad de una prueba. Por tanto, para evaluar la fiabilidad hay autores que optan por
otros índices como pueden ser el DEC en el caso de usar isocinéticos o utilizar la EMGs en
pruebas de esfuerzo (16). Otro enfoque, es definir la fiabilidad no solo por la dispersión encon-
trada, sino también a través de otros parámetros obtenidos en la propia prueba como puedan
ser: 1. el análisis de la superposición de los trazados; 2 a magnitud de los datos obtenidos en
relación al contexto clínico del paciente y 3 la coherencia entre los distintos parámetros obteni-
dos de una prueba o entre las pruebas realizadas. Todos ellos son importantes para establecer
la «Validez de una prueba para definir la existencia de déficits», es decir, para definir si los déficits
que registramos se corresponden o son representativos de los déficits que pueda presentar el
paciente.
El concepto de fiabilidad no tiene por tanto que manejarse como un todo o nada, en este
sentido la validez de los datos obtenidos puede matizarse en la conclusión final de un informe
de valoración. En la Tabla 3 exponemos la sistemática que usamos para las pruebas de columna.
Distinguimos cuatro posibles situaciones. En dos ellas concluimos que la prueba es válida. En la
que describimos como «aceptable», la prueba muestra una fiabilidad en los límites de aceptabi-
lidad, pero el evaluador encuentra una coherencia entre el contexto clínico del paciente y los
resultados de las pruebas efectuadas. En estas circunstancias, el evaluador no puede definirse
de modo preciso el déficit, pero sí puede orientar al clínico sobre la entidad del mismo.
64
Biomecánica en Medicina Laboral • Jesús García Díaz
Fiabilidad en categoriass
La validez de los déficits que se observan en las pruebas de valoración está condicionada por el grado de fiabilidad y repe-
titividad que observa tanto en los valores de una misma prueba como en los observados al repetirla. Distinguimos cuatro
posibles situaciones. En la que describimos como «aceptable», la prueba muestra una fiabilidad en los límites de acepta-
bilidad, en la que el evaluador encuentra una coherencia entre el contexto clínico del paciente y los resultados de las
pruebas. No puede definirse de modo preciso el déficit, pero sí puede orientar al clínico sobre la entidad del mismo.
5. CONCLUSIONES
Una valoración de los déficits de la columna puede establecerse mediante tres pruebas básicas
en el laboratorio de biomecánica:
6. BIBLIOGRAFÍA
(1) Arteaga Domínguez, A. García González, C. Ibáñez Campos, T. Pérez Castilla, J. Ramos Valverde, J.
Carazo Dorado, I. Factores de riesgo del dolor lumbar mecánico. Revisión bibliográfica. Rehabilitación
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65
Valoración biomecánica de la columna lumbar: Protocolo de estudio
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Rehabilitación médica. Madrid: Grupo Aula Médica, 2004; 249-254.
(3) Sauné Castillo, M. Arias Anglada, R. Lleget Maymo, I. Ruiz Bassols, A. Escribá Jordana, JM. Gil, M.
Estudio epidemiológico de la lumbalgia. Análisis de factores predictivos de incapacidad. Rehabilita-
ción (Madr) 2003; 37: 3-10.
(4) Martínez Pérez, MN. Vázquez Salvado, M. Estudio epidemiológico del absentismo laboral en el per-
sonal hospitalario por dolor de espalda. Rehabilitación (Madr) 2002; 36: 137-142.
(5) Waddell, G. Burton, AK. Occupational health guidelines for de management of low back pain at
work: Evidence reviewer. Occupational Medicine 2001; 51: 124-135.
(6) Pleguezuelos Cobos, E. García-Alsina y Ortiz Fandiño, J. Análisis Tridemensional de la columna
lumbar en sujetos normales y pacientes con lumbalgia crónica. Rehabilitación (Madr) 2010; 4: 298-
303.
(7) http://www.inrtek.com/index2.html
(8) García Díaz, J. Dinamometría computerizada en columna. En: López-Oliva Muñoz, F. (director). Eva-
luación y Tratamiento de las secuelas postraumáticas I: Miembro superior y raquis. 1a Mesa. XXXII
Simposium internacional de traumatología y ortopedia – Hospital .FREMAP de Majadahonda: 2005
Jun 15-17.
(9) Nachemson, A. Lindh, M. Measurement of abdominal and back muscle strengh with and without
low backpain. Scandinavian Journal of Rehabilitation Medicine. 1969; 1: 60-63.
(10) Dvir, Z. Isokinetics of the trunk. En: Dvir Z. Isokinetics: Muscle testing, interpretation and clinical
applications. Singapore 2.a ed. China: Churchill Livingstone, 2004; 185-212.
(11) Neblett, R. Mayer, TG. Gatchel, RJ. Keeley, J. Proctor, T. and Angnostis, C. Quantifying the lumbar
flexión-relaxation phenomenon. Teory, normative data, and clinical applictions. Spine 2003; 28:
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(12) Mayer, TG. Neblett, R. Brede, E. and Gatchel, RJ. The quantified lumbar flexión-relaxation phenome-
non is a useful measument of improvement in a functional restoration program. Spine 2009; 34:
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(13) Hinderer, SR. Hinderer, KA. Quantitative methods of evaluation. En: DeLisa, JA. (director). Rehabili-
tation Medicine. Principles and Practice. Philadelpia: Lippincott Company, 1993: 96-121.
(14) Dvir, Z. Reproducibility of isokinetic measurements. En: Dvir, Z. Isokinetics: Muscle testing, interpre-
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(15) Luoto, S. Hupli, M. Ataranta, H. Hurri, H. Isokinetic performance capacity of trunk. Part II: coefficient
of variation in isokinetic measurenment in maximal effort and in submaximal effort. Scandinavian
Journal of Rehabilitation Medicine 1996; 28: 207-210.
(16) Robinson, ME. Dannecker, EA. Critical Issues in the use of Muscle testing for determination of sin-
cerity of effort. 2004; 20: 392-398.
•
Eva 3 Datos normativos del rango
de Lomas Larrumbide
•
Médico Especialista en Rehabilitación.
articular y fuerza
Servicio de Rehabilitación
de Mutualia Vizcaya en la columna cervical.
Estudio preliminar
1. Introducción
1.1. Protocolo Melbourne
1.2. Estudio preliminar de datos normativos de columna cervical
2. Material y métodos
2.1. Análisis estadístico
3. Resultados y discusión
3.1. Ratio flexores /extensores
3.2. Influencia del sexo en el rom
3.3. Influencia del sexo en la fuerza
3.4. Influencia de la edad en el rom
3.5. Influencia de la edad en la fuerza
3.6. Influencia de las medidas físicas (altura, peso, imc, perímetro
cervical) y actividad física en el trabajo /deportiva
3.7. Influencia de la dominancia
4. Conclusiones
5. Bibliografía
Índice
69
Datos normativos del rango articular y fuerza en la columna cervical. Estudio preliminar
1. INTRODUCCIÓN
En nuestro medio el dolor cervical y sus consecuencias suponen un elevado porcentaje de las
consultas de rehabilitación. La cervicalgia predomina en el sexo masculino. En pacientes más
jóvenes son los accidentes de tráfico (50%) y las caídas desde una altura (25%) los factores
etiológicos principales. Con frecuencia se cronifica, y por lo común el grado de discapacidad
que genera es bajo, pero los costes que genera (directos e indirectos) son considerables. De
ahí la importancia de conocer los valores de normalidad para poder valorar pacientes con
cervicalgia y establecer programas de rehabilitación, siendo para ello básico estudio del reco-
rrido articular (ROM) y el estado de la musculatura que conforma el área cervical.
Dado que el análisis físico y la evaluación visual son procedimientos que dependen en
gran medida de la subjetividad, numerosos investigadores (1, 2) han estudiado el ROM en
sujetos sanos utilizando varias técnicas diferentes a la valoración visual, como el uso de
inclinómetros, electrogononiómetros, radiografías, hidrogoniómetros, compases magnéti-
cos, tomografía computerizada o análisis en tres dimensiones con el fin de cuantificar de
una manera objetiva el recorrido articular y así poder utilizarlo para valorar el resultado tras
un tratamiento (3), objetivar la función de una columna cervical en uno u otro momento o
valorar una discapacidad. El ROM forma un importante componente de las tablas de la
American Medical Association (AMA) (4) como normativos para los tres movimientos arti-
culares, puesto que ya se ha demostrado que estos valores normativos del ROM no están
influidos por las variables edad o sexo.
En la práctica clínica diaria la fuerza isométrica es testada mediante procedimientos de
test estándar manuales. Aunque esto sea práctico, estas técnicas son subjetivas y tienen
una cuestionable reproducibilidad (5).
Recientemente algunos autores han intentado validar sistemas biomecánicos para medir
de forma objetiva la fuerza isométrica cervical en sujetos sanos.
Existen pocos trabajos en la literatura médica en los que se analicen conjuntamente
datos sobre el recorrido articular y sobre la fuerza de la columna cervical. Thomas Chiu (6)
en el año 2001 estudió la reproducibilidad de las medidas de ROM y fuerza isométrica en
25 sujetos sanos, obteniendo muy buenos Coeficientes de Correlación Intraclase (ICC) para
ambos parámetros. Greenwood y De Nardis (7) publicaron en 2002 un estudio de reprodu-
cibilidad del procedimiento de medida con un error estándar de la media entre el 10 el 12%.
El coeficiente de correlación para la reproducibilidad test-retest fue del 0.901 – 0.930 Jordan
en 1999 (8) estudió la fuerza muscular en 100 voluntarios sanos, registrando medidas de
fuerza isométrica a 60 grados de flexión y 75 de extensión y obteniendo valores de fuerza
un 25% mayores entre los hombres que entre las mujeres. También registró los ratios de
fuerza flexo-extensora, obteniendo valores siempre a favor de la extensión. Mayer (9) sugi-
rió la importancia de registrar datos normativos de fuerza en sujetos sanos para poder
compararlos con patológicos.
Por todo lo expuesto previamente, nuestro objetivo es medir. Para ello en el Servicio de
Rehabilitacion de Mutualia disponemos de un equipo de medida Multi Cervical Unit (MCU)
70
Biomecánica en Medicina Laboral • Eva de Lomas Larrumbide
2. MATERIAL Y MÉTODOS
3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se trata de una muestra de 25 hombres y 25 mujeres. Se observa que la edad era similar en
hombres y mujeres, cercana a los 40 años de media, con un rango de edad entre 25 y 59 años.
La mayoría de las mujeres no mostró exceso ponderal, frente a los hombres con sobrepeso u
obesidad (p= 0,001). El perímetro cervical fue significativamente mayor en hombres que en
mujeres. Los hombres realizaban deporte con mayor frecuencia (p< 0,001). La carga en el
trabajo y la dominancia diestro-zurdo no mostraron diferencias significativas entre hombres y
mujeres (p> 0,05).
Los resultados del ratio de fuerza entre extensores y flexores a 0o, 25o y 45o mostraron un ratio
entre 1,52 y 1,80. El estudio realizado por Jordan(8) analiza la asociación entre flexores y ex-
tensores (1/1,7) no encontrando diferencias entre los ratios de hombres y mujeres. Este ratio
flexores/extensores es muy similar al encontrado en otros estudios (13) y se aproxima al valor
encontrado en la musculatura del tronco. Esta asociación parece que se mantiene entre los 30
– 70 años y refleja el papel postural de la musculatura extensora y la clara diferencia de masa
muscular que existe entre las cadenas musculares posterior y anterior.
En nuestro trabajo existe una fuerte asociación estadística con una p< 0,001 entre la fuerza
y el sexo. Jordan (7) en su estudio registra la fuerza isométrica máxima de 100 sujetos sanos
mediante un dinamómetro a diferentes ángulos (entre 60 grados de flexión y 70 de extensión,
74
Biomecánica en Medicina Laboral • Eva de Lomas Larrumbide
4. CONCLUSIONES
5. BIBLIOGRAFÍA
(1) Ferrario, VF. Sforza, C. Serrao, G. Grassi, G. Mossi, E. Active range of motion of the head and cervical
spine. A three-dimensional investigation in healthy young adults. J Orthop Res 2002; 20: 122-9.
76
Biomecánica en Medicina Laboral • Eva de Lomas Larrumbide
(2) Herzog, RJ. Wiens, JJ. Dillingham, MF. Sontag, MJ. Normal cervical spine stenosis in asyntomatic
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Spine 1991; 16 (sup)178-86.
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•
Joaquim 4 Pruebas biomecánicas
Chaler Vilaseca
• en la patología
Laboratorio de Biomecánica.
Servicio de Rehabilitación
y Medicina Física. Egarsat-Suma
musculoesquelética
Intermutual. Terrassa
Facultad de Psicología, Ciencias
de la Educación y del Deporte.
en el entorno laboral
Blanquerna.
Universitat Ramon Llull.
Barcelona 1. Introducción
2. Validez de las pruebas biomecánicas
3. Selección de dispositivos y equipo humano
4. Fiabilidad y aspectos médico-legales
5. Aplicaciones biomecánicas prácticas en pacientes musculoesqueléticos y
aspectos médico-legales
5.1. Pruebas cuantitativas: la utilidad del DEC
5.2. Pruebas cualitativas en medicina músculo-esquelética en el
entorno laboral: análisis del movimiento en 3D
6. El informe de biomecánica en medicina musculoesquelética: una propuesta
7. Conclusión
8. Bibliografía
9. Anexos
Índice
79
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral
1. INTRODUCCIÓN
En la práctica clínica, habitualmente, se entiende por prueba biomecánica a aquella que eva-
lúa aspectos mecánicos o fisiológicos de la motricidad humana como son la fuerza muscular,
el movimiento y/o coordinación, el equilibrio y patrones de activación muscular dinámica.
Así, en la actualidad existen en el mercado diferentes tipos de dinamómetros (isocinéticos,
isométricos o isoinerciales), sistemas de análisis del movimiento en 3D, posturógrafos, sis-
temas de baropodometría y electromiógrafos multicanal de superficie para realizar estudios
dinámicos. El denominador común de estas pruebas es que permiten evaluar la función, es
decir, el rendimiento del sistema neuromuscular y musculoesquelético en contraposición con
la mayoría de exploraciones complementarias «clásicas», en las que el paciente o sujeto es
eminentemente pasivo. Esta característica las ha convertido en herramientas habituales en la
investigación básica de patología musculoesquelética y neurológica así como en la medicina
deportiva o rendimiento deportivo. Pero también las hace de un inmenso interés en la prác-
tica clínica de la rehabilitación, tanto musculoesquelética como neurológica, para registrar
déficits, monitorizar procesos y, si se da el caso, determinar secuelas. Esta aplicación la hace
de un altísimo interés en la práctica de la rehabilitación musculoesquelética en el entorno
laboral. La capacidad de determinar la presencia o no de secuelas funcionales es crucial en
pacientes laborales dada su implicación médica, económica y legal. Una prueba de ello es la
gran cantidad de centros de biomecánica que se han constituido al largo de los últimos años
en nuestro país.
* Articulo ampliación de la editorial publicada en revista rehabilitación. J. Chaler Vilaseca, R. Garreta Figuera. Aplica-
ciones clínicas de las pruebas biomecánicas: mitos y realidades. Rehabilitación (Madr). 2010; 44: 195-8.
80
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca
Inicio
48%
1 mes
25%
8 mes
5%
Gráficas recorrido articular-momento de fuerza de rotadores internos (izquierda) y rotadores externos (derecha) al inicio de la fase de
potenciación, a un mes y a seguimiento a los 8 meses, en paciente afecto de ruptura de manguito de los rotadores intervenida.
Nótese la progresiva disminución del déficit de rotadores externos. Los rotadores internos nunca registraron déficits.
y finalmente pruebas de campo o de rendimiento (p.e «hop-test», «Yo-yo test» o incluso prue-
bas de análisis del movimiento). Este algoritmo presupone no sólo la obtención de datos cuan-
titativos (el ejemplo más claro es la dinamometría isocinética, en que se obtienen datos de
fuerza dinámica y potencia de una articulación aislada), sino también cualitativos que dan in-
formación objetiva de la función de múltiples estructuras (como por ejemplo un «hop test» (8,
81
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral
tancia añadir o reflejar los datos de calibración de los sistemas utilizados pues está en la base
de la fiabilidad.
El tema de la «motivación» de los pacientes merece una atención aparte porque el estable-
cimiento de laboratorios de biomecánica, que está experimentado un gran auge en los últimos
años en España sobre todo en centros de rehabilitación laboral y en centros independientes
dedicados a la valoración de secuelas, tiene mucho que ver con la evaluación de este particu-
lar aspecto. Es decir, con el uso medico-legal de los sistemas biomecánicos. Como se ha co-
mentado más arriba, la motivación o colaboración del paciente es fundamental para asegurar
la fiabilidad y, al mismo tiempo, la validez de la prueba. Por ello siempre es deseable tener
algún dato que nos indique el nivel de colaboración en la realización de la prueba, sobretodo
si el resultado se ha de emplear en la determinación de secuelas y/o incapacidades. En la lite-
ratura encontramos parámetros diversos para analizar el nivel de colaboración en algunas
pruebas biomecánicas. Así, disponemos de la diferencia excéntrico concéntrico (DEC) para
evaluar la maximalidad del esfuerzo en las pruebas isocinéticas (23, 14); el coeficiente de
variación y el test de intercambio rápido para las pruebas isométricas de fuerza de garra (24);
la relación del coeficiente de variación con el recorrido articular para el análisis de movimien-
to de la columna cervical (25) y la detección de patrones afisiológicos para la posturografía
(26), por ejemplo. El hecho de detectar, mediante alguno de los parámetros descritos, signos
de falta de colaboración implica una consecuencia crucial: La prueba no es fiable y por tanto,
la valoración del paciente no es válida. Por el contrario, no necesariamente nos diagnostica el
paciente de simulador. He ahí una de las grandes fuentes de confusión que ha hecho crear el
mito de que los sistemas biomecánicos son detectores de simuladores. En este punto es ne-
cesario puntualizar dos aspectos fundamentales. En primer lugar, hay que remarcar que se han
identificado múltiples causas de falta de colaboración en la realización de una prueba o explo-
ración. A saber, dolor, miedo al dolor, miedo a la recaída de la lesión, ansiedad, depresión,
falta de comprensión y, finalmente, ganancias secundarias o simulación (27). Por tanto, el
diagnóstico diferencial es amplio. En segundo lugar, a pesar de que los resultados de tests
biomecánicos pueden constituir pruebas muy valiosas para apoyar el diagnóstico de simula-
ción, éste se encuadra dentro del universo de entidades psiquiátricas caracterizadas por la
producción más o menos consciente de síntomas y signos falsos, por tanto su diagnóstico
compete a los especialistas en psiquiatría o psicología puesto que está bien definido en el
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, fourth edition (DSM-IV) (28). Así, es
altamente recomendable evitar, en los informes de pruebas biomecánicas, términos como
«simulador-a», «magnificador-a», «exagerador-a» entre otros, y en su lugar utilizar términos
como «se registran datos afisiológicos», «hay signos de falta de colaboración» o «signos de
esfuerzo submáximo». Por otro lado, es de gran utilidad, sobre todo en usos medico-legales
pero también en la práctica clínica habitual, confrontar los resultados obtenidos en la prueba
biomecánica con los de la historia clínica, la exploración física y los de exploraciones comple-
mentarias más convencionales. Esto refuerza definitivamente la validez de las pruebas y evi-
dentemente requiere una alta implicación de un clínico en su realización e interpretación. Las
pruebas biomecánicas no son ni más ni menos que una fuente de datos más que se añade a
los que ya teníamos.
84
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca
60
50
40
30
20
10
0
120º/s ecc 30º/s ecc 30º/s conc 120º/s conc
Velocity
Realizando un esfuerzo de rotadores externos de hombro máximo (línea continua) y submáximo (línea disconti-
nua). Los promedios se representan con negrita. El esfuerzo excéntrico ocupa la mitad izquierda del gráfico y el
concéntrico la mitad derecha. Obsérvese cómo en esfuerzo submáximo los extremos de los gráficos (es decir los
valores excéntricos y concéntricos a velocidad alta) se alejan.
De un paciente cuyo esfuerzo se consideró máximo (A) y un paciente que no cumplió criterios de esfuerzo máximo
(B). Nótese el elevado DEC y el alejamiento de los extremos de los gráficos fuerza-velocidad en el paciente B. Igual-
mente llama la atención la discrepancia de déficits concéntricos y excéntricos en el paciente B. Dato que refuerza
la incongruencia global de la prueba.
una dificultad que se añade es que con la marcha normal es muchas veces difícil elucidar pro-
blemas biomecánicos relevantes en patologías musculoesqueléticas. Es decir, que a menudo se
hace necesario evaluar acciones más intensas como la carrera, la bajada de escaleras o la reali-
zación de saltos. En este sentido empieza ha haber bibliografía (37) y en nuestra práctica clí-
nica hemos obtenido resultados satisfactorios en su utilización cotidiana en pacientes muscu-
loesqueléticos. Por ejemplo en la prescripción de cuñas en el tratamiento de dolores o
patologías monocompartimentales de rodilla (ver figura 5) y en la evaluación del impacto bio-
mecánico de una lesión de rodilla y su seguimiento en la bajada de escaleras (ver figura 6). En
definitiva, las aplicaciones clínicas del análisis del movimiento en 3D en pacientes musculoes-
queléticos son virtualmente infinitas. Dan información altamente valiosa de fenómenos diná-
micos que nos pueden monitorizar tratamientos registrando datos evolutivos o bien determinar
secuelas de una manera objetiva.
En el ámbito medico-legal, como ya se ha señalado más arriba, es esencial estimar la cola-
boración durante la realización de la prueba. En las pruebas cualitativas este aspecto es muy
difícil de evaluar. No obstante una aproximación basada en una confrontación sistemática de los
87
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral
Zona de frontera: Mirar REC, mirar incongruencias de déficits, –0.039 = DECmax – 2DE
muy importante historia y exploraciones complementarías.
MUY RECOMENDABLE REPETIR –0.19 = nivel de corte inferior 95%
Prueba no aceptable: REPETIR
Al evaluar nivel de colaboración durante test isocinético de rotadores externos de hombro mediante la aplicación
del parámetro DEC. Aplicando los resultados de trabajo de investigación en sujetos sanos (Chaler J, Dvir Z, Díaz U,
et al. Identification of feigned maximal shoulder external rotation effort. Clin Rehabil. 2007 Mar;21(3):241-7.) se
puede establecer un nivel de corte superior con un nivel de confianza del 95% (0.81) o del 99% (1.079). Un valor
por encima de este último se considera claramente indicativo de falta de colaboración. Un valor entre los 2 ante-
riores indica dudas y los resultados se deben interpretar en relación a la historia y patología de base del paciente.
Un resultado por debajo de 0.81 se considera indicativo de buena colaboración durante la realización de la prueba.
No obstante, la constatación de un número considerable de pacientes reales que han registrado valores negativos
de DEC (datos propios no publicados), hace necesaria la determinación de niveles de corte inferiores. Se proponen
2, uno restrictivo consistente en el valor del DEC obtenido en contracción máxima por los voluntarios sanos menos
2 DE (-0.039); y otro tope menos restrictivo que correspondería al límite inferior calculado a un 95% de confianza
(-0.19). Por debajo de este último límite se recomienda desechar la prueba y repetir. Si está entre los dos últimos,
la interpretación teniendo en cuenta la clínica y exploraciones complementarias es crucial. En todo caso, siempre
es recomendable repetir tests para dar más fortaleza a los resultados.
datos clínicos con los datos cinemáticos, cinéticos y de EMG puede resultar muy efectiva en la
detección de alteraciones de la marcha con sospecha de simulación (38), ver figura 7. En estos
casos la interpretación requiere unos conocimientos sólidos de la medicina musculoesquelética.
En todo caso una interacción estrecha entre el responsable de interpretar las pruebas y el clínico
responsable del paciente es imprescindible en la emisión de un juicio clínico válido.
88
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca
Figura 5. Figura virtual (A) y gráficos de varo dinámico y momentos de varo de las rodillas (B)
Sasaki T. 1987
Yasuda K. 1987 Kerrigan 2002
Keating EM. 1993
Efec
f to de cuña externa
B BASA
BASALL Con cuña externa
(línea azul: izquierda; roja: derecha) de paciente afecto de lesión osteocondral en compartimento interno de rodilla
izquierda. Observese que en la figura de la A derecha el vector de fuerza de reacción del suelo (línea magenta) de
la extremidad afecta (izquierda-azul) se desplaza más medialmente que la de la no afecta (derecha-roja) (figura A
izquierda). Este hallazgo se refleja en un mayor varo dinámico de la rodilla izquierda (gráfico B superior izquierdo)
con un mayor momento de fuerza en varo (gráfico B inferior izquierdo). El uso de cuña externa mejora los registros
cinemáticos y cinéticos (gráficos B superior e inferior derechos respectivamente).
89
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral
Figura 6. Análisis del movimiento de la bajada de escaleras en paciente afecto de lesión osteocondral en compartimiento interno
A Bajada
da de escaleras
30 a lesión osteocondral
compartimento interno
de rodilla derecha
Flexión más lenta de la extremidad contralateral. Generación de momento de extensión menor afecta. Estrategia
Práctica ausencia de generación de potencia negativa (contracción excéntrica extensores) motora alterada
Cinemá
Ci mática Cinética
Después de la intervención terapéutica (B post) se objectivan mejoras en la cinemática y en la cinética concretamente una flexión más
controlada y una generación de momentos y potencias más aumentada de la rodilla afecta.
90
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca
Figura 7.
B Sostecha de simulación
Compensación de parálisis del cuádriceps:
momentos negativos en plano sagital de la rodilla
Lohmann Siegel K, 1993
BM de extensores de 0 !!??
A: presentación del caso. Destacamos el registro repetido de una debilidad severa de cuadriceps derecho. Nótese en imagen derecha la
marcha alterada en abducto de cadera y en el plano sagital la flexión de rodilla derecha, sin colapsarse, mientras la dirección del vector
de fuerza de reacción del suelo superpuesto al video está posterior a la rodilla. Efectivamente, en B se analizan los datos cinemáticos y
cinéticos que muestran la generación de momento extensor (onda positiva) por parte del cuadriceps (b) y potencia negativa (o contrac-
ción excéntrica) representada por onda negativa(c) más un “Burst” de recto anterior en el registro EMG (d). Hallazgos que indican acti-
vidad dinámica de los extensores de la rodilla y, por tanto, incompatibles con una verdadera parálisis de cuadriceps.
91
Pruebas biomecánicas en la patología musculoesquelética en el entorno laboral
En esta parte del informe hay, desde nuestro punto de vista, los datos centrales para la
calidad de la prueba (ver anexo para ejemplo).
7. CONCLUSIÓN
La biomecánica es una disciplina que puede aportar datos cruciales en pacientes músculo-esque-
léticos en el entorno laboral. Su futuro es altamente dependiente de la implicación de médicos
especializados. Pues éstos, actuando con rigor y exigencia, son los más capacitados para llenar de
validez clínica la disciplina. En este sentido, en una situación ideal seria deseable la posibilidad de
llevar a cabo pruebas cuantitativas y cualitativas y que sean valoradas en un entorno clínico o
desde un punto de vista clínico. Es decir, ponderadas con un buen conocimiento de la situación
clínica y la historia de cada paciente en particular. Este objetivo requeriría un esfuerzo de forma-
ción, incluyendo la materia de biomecánica en los currículos de licenciaturas de medicina y progra-
mas de formación de especialistas, e inversión de los sistemas de rehabilitación o tratamiento de
pacientes laborales. Igualmente, en el ámbito de la exploración musculoesquelética mediante mé-
todos biomecánicos hay mucho camino que recorrer en el ambito de la investigación aplicada,
tanto desde el punto de vista clínico como en la determinación de parámetros de colaboración.
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94
Biomecánica en Medicina Laboral • Joaquim Chaler Vilaseca
Calibración
El dinamómetro está precalibrado y se adjuntan datos de la calibración el anexo 3.
Fiabilidad
La fiabilidad de la dinamometría isocinética para la evaluación de la fuerza muscular de los ro-
tadores de hombro ha sido plenamente establecida. (Plotnikoff et al, 2002; Meeteren et al,
2002).
Proceso de datos
A partir de las medias de les 4 mediciones de peak torque (los registros s’adjuntan en el anexo
1) de las dos extremidades se calculan los ratios excéntrico/concéntrico y el DEC (diferencia
entre el ratio excéntrico/concéntrico a velocidad alta y el obtenido a velocidad baja) con el
objeto de estimar la colaboración.
A continuación, se calculan los déficits de fuerza de la extremidad afectada respecto a la sana
aplicando la siguiente fórmula:
PT afecta
Déficit =1– x 100
PT sana
PT: momento de fuerza pico promedio
En las pruebas dinámicas, estimar o establecer de una manera fiable el nivel de colaboración
durante la realización de las mismas es fundamental para garantizar la veracidad de toda la
prueba. El DEC es un parámetro propuesto por Dvir (Dvir, 2004) con el objeto de estimar el
nivel de colaboración en las valoraciones con dinamometría isocinética. Su validez ha sido es-
tablecida en la evaluación de la fuerza muscular de diferentes articulaciones y acciones. Entre
ellas la valoración de la fuerza muscular de los rotadores externos de hombro en sedestación
(Chaler et al, 2007). Cabe remarcar que la determinación de la validez del DEC en esta acción
fue realizada mediante un dinamómetro Cybex Norm, el antecesor del actual Humac. Por tanto,
si se aplica el protocolo en otro dinamómetro de diferente marca comercial, el test tiene menor
fiabilidad.
En algunos casos se valoran los ratios agonista/antagonista convencionales y dinámicos que
nos permiten acabar de definir los resultados desde un punto de vista clínico. No obstante, no
disponemos de referencias fiables en lo que respecta a este punto y como referencia orientativa
se pueden utilizar las propuestas en la literatura. (Shklar et al, 1995).
Finalmente, en casos de afectación bilateral comparamos con precaución los registros con
datos normativos publicados previamente (Shklar et al, 1995). En este punto, es importante
tener en cuenta que normalmente estos datos normativos no se pueden asumir como perfec-
tamente válidos en nuestra población y metodología. Por tanto la eventual comparación es
meramente orientativa.
Criterios
Un DEC > 0.81 es indicativo de falta de colaboración con un nivel de confianza del 95% (Cha-
ler et al, 2007).
Els déficits > 20% se consideran relevantes: hasta el 40% leves, >40% moderados y >60%
severos (Dvir, 2004).
Los ratios RE/RI es se consideran normales si están dentro de los rangos propuestos por
Shklar (Shklar et al, 1995).
Bibliografía
• Chaler, J. Dvir, Z. Díaz, U. Quintana, S. Abril, A. Unyó, C. Garreta R. Identification of feigned maximal
shoulder external rotation effort. Clin Rehabil. 2007 Mar; 21 (3): 241 ABSTRACT.
• Dvir, Z. Medicolegal applications. En: Z. Dvir, Isokinetics: Muscle Testing, Interpretation and Clinical
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• Meeteren, J. Roebroeck, ME. Stam, HJ. Test-retest reliability in isokinetic muscle strength measurements
of the shoulder. J Rehabil Med. 2002 Mar; 34 (2): 91-5. ABSTRACT.
• Plotnikoff, NA. MacIntyre, DL. Test-retest reliability of glenohumeral internal and external rotator streng-
th. Clin J Sport Med. 2002 Nov; 12 (6): 367-72. ABSTRACT.
• Shklar A, Dvir Z. Isokinetic strength relationships in shoulder muscles. Clinical Biomechanics 10: 369-
373. ABSTRACT.
•
Pilar 5 Valoración biomecánica en
Bel Rafecas
•
Responsable de la Unidad
las lesiones de tobillo y pie
de Valoración Funcional del Hospital
ASEPEYO de Sant Cugat
1. Introducción
2. Funciones del tobillo y pie
3. ¿Como realizamos la valoracion biomecánica del tobillo y pie?
3.1. Goniometría electrónica
3.2. Dinamometría electrónica
3.3. Biofoot IBV, plantillas instrumentadas
3.4. Valoración funcional de la marcha
4. ¿Cómo medimos la marcha?
5. ¿Que parámetros podemos evaluar en los registros de marcha?
6. Componentes de un informe de valoración funcional de la marcha
7. Caso práctico
8. Conclusiones
9. Bibliografía
Índice
99
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie
1. INTRODUCCIÓN
En los años 60 Codman, introdujo la idea de que los profesionales de la salud debían analizar los
resultados de sus intervenciones de forma sistemática y contando con la óptica del paciente; des-
de entonces hasta hoy se ha ido haciendo cada vez más necesario el objetivar los resultados de
los tratamientos realizados.
En el ámbito de una mutua de Accidentes de Trabajo, donde la mayor parte de pacientes presen-
tan patologías del aparato locomotor, el objetivar los resultados y las capacidades de un segmento
corporal permite, no solo cuantificar las secuelas de forma rigurosa, sino también dar opción a man-
tener o iniciar tratamientos. Al tener unos datos objetivos y reproducibles se generan menos dudas,
disminuyendo la influencia de la subjetividad del paciente o del médico en la necesidad de realizar o
no una terapia. La calidad de vida es un aspecto característico que proporcionan las intervenciones
ortopédicas y la cuantificación de las alteraciones que restan nos permite valorar la pérdida y poner-
lo en manos de los técnicos para relacionarla con la capacidad para realizar la actividad laboral.
En el caso de las lesiones del tobillo y el pie es importante medir el rango de movilidad que se
alcanza, pero es igual de importante el poner en evidencia si con ese rango de movimiento y las
compensaciones que se adquieren, se llega a alcanzar un nivel de funcionalismo normal o no, y si
se pueden realizar acciones como la deambulación o el apoyo sobre las puntas.
Estamos de acuerdo con el profesor Rodrigo Miralles cuando afirma «es imprescindible medir
para poder comparar y no sólo debemos medir en términos absolutos de pérdida del rango de
movilidad, sino que hay que intentar valorar la alteración que estas pérdidas provocan en una
función determinada y posteriormente poner en manos de los técnicos la valoración de la incapa-
cidad que produce esta merma de función en relación a la actividad laboral» (3).
El medio que utilizamos en la Unidad de Valoración Funcional para llevar a cabo estas medidas
son las aplicaciones biomecánicas.
En su libro Margareta Nordinn nos ofrece una clara definición de la biomecánica: «Biomecánica
es una rama de la bioingeniería que utiliza las aplicaciones de la mecánica clásica para el análisis
de los sistemas biológicos y fisiológicos» (1).
Es decir, utilizamos técnicas que nos permiten realizar medidas en grados, en segundos, en Kg
de fuerza, en m/s, etc. Y a su vez al tratarse de instrumentos objetivos y con registros repetibles,
admite medir la situación actual de un paciente y compararlo con la que hemos encontrado en
sujetos sanos o en registros anteriores del propio paciente.
Sin embargo, el concepto de aplicación biomecánica (2) va mas allá de lo que es un instrumen-
to de medida; una aplicación es el resultado de agrupar por un lado, los protocolos de medidas,
las variables biomecánicas que caracterizan a la población normal y patológica, los sistemas exper-
tos de análisis de la información y por otra parte, generar índices que recogen los criterios clínicos
de valoración.
Por todo ello a la hora de valorar un lesionado de extremidad inferior utilizamos desde los re-
gistros más simples como es la medida en grados de los rangos de movimiento articular hasta los
índices de capacidad funcional global para la marcha que obtenemos de las aplicaciones biomecá-
nicas ideadas para el registro cinético de la marcha.
100
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas
Articulación
de movimiento
Articulación
de amortiguación
101
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie
— Goniometría electrónica (SGE/IBVNedDis/IBV vs. 3.0): Nos permite medir los grados de
movimiento que puede realizar una articulación.
— Dinamometría electrónica (SDE/IBVNedDis/IBV vs. 3.0): Permite registrar los kilos de
fuerza con los que se realizan diferentes movimientos.
— Plantillas instrumentadas (Biofoot IBV vs.6.0). Registra la distribución y medida con la
que se ejerce la presión sobre la planta del pie, en condiciones estáticas y durante la
deambulación.
— Análisis de la marcha: Utilizamos un sistema de plataformas dinamométricas que realizan
un registro de las fuerza de reacción del suelo (GRF) durante la marcha, y un software
que integra los registros (NedAMH/IBV) y un sistema de células fotoeléctricas integradas
que posibilitan el cálculo de velocidades y tiempos de paso.
Todas estas medidas nos permiten establecer comparaciones entre la extremidad sana y la
lesionada, también podemos comparar con valores de exploraciones previas. Además de estable-
cer comparaciones de los registros del paciente con los valores de referencia de personas sanas.
— Flexión plantar: consiste en alejar la punta del pie al máximo de la cara anterior de la
tibia, Este movimiento se realiza fundamentalmente en la articulación tibioperoneo as-
tragalina. Tiene una amplitud de 0 a 50o y es fundamental en la marcha, así como en la
subida y bajada de escaleras.
— Flexión dorsal: Es el movimiento contrario y lleva la punta del pie lo más cerca posible
de la cara anterior de la tibia. Su amplitud es de 0 a 20o. Es importante para poder andar
102
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas
con el menor esfuerzo y fundamental para bajar escaleras ya que al deslizar el pie que
baja al escalón inferior, el pie que queda retrasado debe realizar una flexión dorsal máxi-
ma y permitir el aterrizaje suave del pie que desciende.
— Inversión: es un movimiento combinado que comporta una supinación, aducción y
flexión plantar del pie. Tiene unos registros de entre 0 y 35o.
— Eversión: al igual que la inversión es un gesto que combina los movimientos de prona-
ción del pie con abducción y flexión dorsal. Tiene una amplitud de 0 a 25o.
Estos dos últimos movimientos nos dan la medida de la capacidad de adaptación que va a
tener este tobillo/pie a los terrenos desiguales y con desniveles. Su alteración nos justifica cuan-
do el paciente se queja después de una lesión de tener una sensación de inestabilidad o de poco
equilibrio en terrenos irregulares.
Inversión Eversión
103
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie
Como ejemplo de las necesidades de grados de movimiento que son necesarios para algunas
acciones tenemos:
Tiene la ventaja sobre otras formas de registro que pueden realizarse registros dinámicos y
con ello poder comparar entre diversas pisadas y a diversas velocidades.
— Fuerza de frenado: Es la fuerza horizontal en dirección antero posterior que ejerce una
persona durante los instantes iniciales del apoyo del talón en el suelo.
— Fuerza de propulsión: Es la fuerza horizontal en dirección antero posterior que ejerce el
sujeto al final del apoyo para lanzar el cuerpo hacia delante e iniciar el siguiente apoyo.
— Fuerza de despegue: Es la fuerza vertical que ejerce el sujeto al final del apoyo para
poder elevar el pie e iniciar el siguiente paso. Esta acción combina la fuerza de despegue
con la de propulsión.
— Fuerza de oscilación: Esta es la fuerza vertical que el sujeto ejerce contra el suelo en la
fase media de apoyo del pie.
— Morfologia de las fuerzas: Este parámetro se calcula para cada uno de los componentes
de las fuerzas, antero posterior, medio lateral o vertical y compara la similitud de cada
componente de la fuerza con el patrón de normalidad durante el apoyo.
— Regularidad: Representa la reproducibilidad de cada una de las variables en distintas
repeticiones.
Simplificando la valoración de la marcha podemos decir que las principales características que
definen a una marcha alterada o dolorosa son:
— Disminución de la velocidad: Una persona que camina con dolor en la extremidad inferior
y de forma más selectiva en el tobillo o el pie realiza una deambulación más lenta (10,11).
— Diferencia del tiempo de apoyo: De la misma manera el componente doloroso implica un
menor apoyo de la extremidad para evitar el dolor. También puede comportar cambios en
la forma de realizar el paso, por ejemplo con el pie en rotación externa, que tendrán como
consecuencia una diferencia en el tiempo de apoyo con respecto a la extremidad sana.
— Asimetría de las fuerzas: A pesar de que la marcha sea una función simétrica en condi-
ciones normales no puede ser siempre exacta la fuerza que se realiza entre ambas extre-
midades. Hay autores que explican una leve diferencia en razón a la lateralidad, así la
pierna no dominante haría más función de soporte y la dominante tendría un mayor
papel en la propulsión. También es explicable una mayor asimetría con velocidades rápi-
107
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie
das, este es el motivo de realizar la prueba de marcha a velocidad libre, que es la que
podemos considerar más simétrica. Evidentemente siempre que existan pérdidas de mo-
vilidad articular se producirá una asimetría de las fuerzas de apoyo, que será tanto mayor
cuanto menos compensada se encuentre la marcha (12,13).
Por último debemos considerar el concepto de regularidad. La marcha sea normal o patoló-
gica, es regular para cada individuo, es decir reproducible, si existe una integridad del SNC. Las
disfunciones en la marcha tienen formas de compensación, pueden por ejemplo sacrificar eficien-
cia energética y aumentar las fuerzas articulares, pero permiten mantener la marcha con unas
características particulares para ese individuo y que se repiten en cada ciclo de marcha (4).
Esta regularidad se pierde en las enfermedades del SNC, en este caso pueden no permitirse
reacciones compensatorias y existir debilidad o espasticidad que provoquen patrones de marcha
irregulares para un mismo paciente. La otra causa de pérdida de regularidad es la voluntariedad
de caminar de forma alterada.
Por lo tanto, la pérdida de regularidad, en ausencia de una lesión neurológica nos orienta a
una falta.
Valoración 1.1
Fuerzas normalizadas por peso
7. CASO PRÁCTICO
Varón de 47 años, trabajador en una cementera, que sufrió un atrapamiento del pie izquierdo
con un toro el 7/6/2010.
Diagnóstico: Fractura conminuta de calcáneo, luxación subastragalina, fractura de maleolo
interno, trazo de fractura en cuboides y 2ª cuña de la extremidad inferior izquierda.
Tratamiento: Reducción de las luxaciones, osteosíntesis quirúrgica y Rehabilitación Funcional.
Se realizaron dos sesiones de valoración.
1ª sesión: el 5/11/2010 a los 5 meses de la lesión.
2ª sesión: el 1/2/2011 a los 8 meses de la lesión. En esta cita se realizó una prueba inicial,
en situación de descanso y una segunda prueba después de que el paciente caminara durante
60 minutos.
Los resultados obtenidos en las dos goniometrías realizadas se muestran en la tabla 6.
En ellos podemos ver una mejora de la movilidad en todos los rangos de movimiento, menos
en la flexión plantar que se mantiene aceptable desde la valoración inicial.
Globalmente la pérdida de movilidad activa del tobillo izquierdo con respecto al derecho es
del 37% en la última sesión. Los grados de movimiento que mantiene le permitirán realizar una
marcha normal y se encuentran levemente limitados para subir y bajar escaleras, sobretodo en
la acción de bajar probablemente el paciente tenga que realizar una readaptación del gesto.
En la figura 6 se observan los parámetros de la marcha. En ellos vemos como entre la sesión
realizada a los 5 meses de la lesión y la realizada a los 8 meses existe un aumento de la veloci-
dad de marcha, y disminuye la diferencia entre los tiempos de apoyo de las dos extremidades,
También mejora la asimetría de las fuerzas, sobretodo la de propulsión, el paciente realiza una
mejor carga del peso sobre la extremidad lesionada cuando traslada el cuerpo hacia delante.
5/11/2010
Resultados
Parámetros significativos Promedios
izquierda derecha
Velocidad de marcha (m/s) 0,56
Tiempo de apoyo (s) 0,94 1,06
(2) Fuerza de Frenado Anterior-Posterior 0,06 0,06
(2) Fuerza de Propulsión Anterior-Posterior 0,04 0,05
(2) Fuerza de Despegue Vertical 0,98 1,01
Valoración
Parámetros Izquierda Derecha Global Regularidad
Valoración final 66 69 65 94
110
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas
1/2/2011
Resultados
Parámetros significativos Promedios
izquierda derecha
Velocidad de marcha (m/s) 0,90
Tiempo de apoyo (s) 0,76 0,80
(2) Fuerza de Frenado Anterior-Posterior 0,10 0,09
(2) Fuerza de Propulsión Anterior-Posterior 0,08 0,11
(2) Fuerza de Despegue Vertical 1,00 1,02
(2) Fuerza de Oscilación 0,86 0,84
(2) Valores normalizados por el peso.
Valoración
Parámetros Izquierda Derecha Global Regularidad
Valoración final 85 88 89 99
Si recordamos los párrafos anteriores podemos concluir que es una marcha menos dolo-
rosa, por lo tanto la evolución de la lesión ha sido favorable y la reeducación de la marcha
correcta.
Ahora nos detenemos en las dos sesiones que hemos realizado a los 8 meses de la lesión y
entre las que solo median sesenta minutos de deambulación podemos observan que todos los
parámetros que hemos comentado en el párrafo anterior empeoran. Es decir, el esfuerzo empeo-
ra la capacidad funcional para la marcha y se descompensa, se incrementa la cojera y la asimetría
111
Valoración biomecánica en las lesiones de tobillo y pie
Resultados
Parámetros significativos Promedios
izquierda derecha
Velocidad de marcha (m/s) 0,89
Tiempo de apoyo (s) 0,73 0,62
(2) Fuerza de Frenado Anterior-Posterior 0,11 0,09
(2) Fuerza de Propulsión Anterior-Posterior 0,07 0,11
(2) Fuerza de Despegue Vertical 0,97 1,02
(2) Fuerza de Oscilación 0,87 0,86
(2) Valores normalizados por el peso.
Valoración
Parámetros Izquierda Derecha Global Regularidad
Valoración final 75 89 76 99
en las fuerzas, de forma evidente en la fuerza de propulsión. Todo ello es compatible con una
marcha dolorosa.
En todas las pruebas la regularidad de la marcha es elevada, ello da validez a los resultados
y elimina la voluntariedad de las alteraciones que observamos.
Así pues nuestro paciente mantiene un rango de movilidad aceptable en su tobillo izquierdo
y presenta una capacidad funcional de marcha levemente alterada en condiciones de reposo y
que empeora claramente con el esfuerzo.
112
Biomecánica en Medicina Laboral • Pilar Bel Rafecas
8. CONCLUSIONES
La evaluación del tobillo y pie implica la realización de pruebas objetivas y repetibles, que con-
templen esta unidad funcional en sus dos trabajos principales, el de carga y el de adaptación a
la superficie de apoyo.
Podemos realizar pruebas simples que midan por separado el movimiento y la fuerza, o
pruebas combinadas como el registro cinético de la marcha.
La utilidad de las pruebas de valoración funcional en el ámbito de una Mutua de Accidentes
de Trabajo implica la evaluación del estado actual de un paciente para poder establecer la com-
paración con datos de referencia de normalidad, objetivar el grado de pérdida y con ello estable-
cer las secuelas que presenta.
También permite dar un dato inicial objetivo, previo al tratamiento ortopédico, quirúrgico o
rehabilitador, que con la repetición posterior de las pruebas, nos de información sobre la evolu-
ción del paciente y su estabilización.
9. BIBLIOGRAFÍA
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3ªEd.
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de la marcha. MAPFRE MEDICINA 1999 10(4).
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(12) Seely, MK. Umberger, B. Shapiro, R. A. Test of the functional asyetru hipothesis in wlaking Gait &
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(13) Giakas, Giannis, Baltzopoulos,V. Time and frecuency domain analysis of ground reaction forces dur-
infg walking. An investigation of vavriability and symmetry. Gait & Posture 5 (1997) 189-197.
•
Néstor Pérez Mallada 6 Datos biomecánicos
•
Director del Máster Universitario
en Biomecánica Aplicada
objetivos de la evolución
a la Valoración del Daño.
Técnicas Avanzadas en Fisioterapia. de los pacientes
Jefe de Estudios de Fisioterapia
de la Escuela de Enfermería
y Fisioterapia «San Juan de Dios»
con lesiones laborales
Universidad Pontificia Comillas
•
1. Introducción
Carlos Martín Saborido
• 2. Conocer con datos cuantitativos cual era su situación previa a la lesión
Coordinador de Internacional 3. Ser capaces de evaluar la evolución, implicación del paciente y resultado
de la Escuela de Enfermería final a la hora de dar el alta
y Fisioterapia «San Juan de Dios»
Universidad Pontificia Comillas 4. Conocer las capacidades funcionales en su puesto laboral o bien tomar
• decisiones ligadas a la actividad laboral
Ricardo Blanco Méndez 5. La valoración funcional para la decisión de un puesto laboral
Adela García González
6. La valoración ergonómica de los distintos puestos laborales y /o apoyar
•
informes de evolución de capacidades funcionales
Profesores del área de Fisioterapia
de la Escuela de Enfermería 7. Conclusiones
y Fisioterapia «San Juan de Dios»
8. Bibliografía
Universidad Pontificia Comillas
Índice
115
Datos biomecánicos objetivos de la evolución de los pacientes con lesiones laborales
1. INTRODUCCIÓN
Cuando iniciamos un tratamiento de fisioterapia en cualquiera de sus ámbitos biomecánicos (1)
neurología, traumatología, deportiva, medicina legal y forense (2)…) nos enfrentamos en un
paciente que ha sido derivado desde un ámbito de medicina laboral a varios problemas a la hora
de valorar de un modo objetivo (3) su situación funcional:
Además de los objetivos anteriores en fisioterapia laboral se presentan otras situaciones que
requieren datos cuantificables para respaldar la tomas de decisiones, por ejemplo:
La necesidad de conocer en los distintos aspectos previos las capacidades funcionales con
datos objetivos nos permiten abordar la toma de decisiones particulares para cada paciente
con herramientas que aportan una repetitividad al terapeuta a la hora de la realización de la
prueba.
Casos de situaciones anteriores serán abordados con diferentes ejemplos que nos permitirán
introducir las herramientas biomecánicas que aportarán los sistemas de medición de estos datos
de la situación funcional.
Antes de nada, hay que tener en cuenta que los sistemas biomecánicos nos informarán
sobre situaciones concretas de cada paciente. Estas particularidades deben conocerse antes de
la protocolización de las pruebas biomecánicas, para poder usar los sistemas de medición que
mejor se adaptan a la estructura funcional a valorar.
Sin una buena evaluación previa no se puede interpretar los datos de los informes biomecánicos,
ni tampoco seleccionar la herramienta de biomecánica adecuada para la valoración las capacida-
des funcionales. La pregunta ¿Cuál es el sistema óptimo para su valoración? Se responde fácil-
mente con otra pregunta ¿Qué es lo que quieres saber de tu paciente? Aquí es donde un tera-
116
Biomecánica en Medicina Laboral • Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco Méndez, Adela García González
En este paciente una valoración con un sistema de MCU nos aporta datos biomecánicos en
Fuerza isométrica, así como del ROM, y se puede trasladar que se encuentran dentro de los
patrones de normalidad, aunque siga teniendo molestias. Estos datos permiten al médico labo-
ral, junto con las pruebas radiológicas y si fuese necesarias de otros profesionales médicos (si-
cológicas, laboratorio clínico) poder tener una objetivación de los parámetros funcionales de su
paciente y poder dar de alta u otra decisión terapéutica apoyada en datos funcionales.
118
Biomecánica en Medicina Laboral • Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco Méndez, Adela García González
Esta prueba, con un coste despreciable si se compara con 15 días de baja laboral, permitió
al especialista sanitario adaptar la ergonomía de su puesto laboral a la situación particular del
paciente, mejorando su actividad diaria, así como los costes empresariales.
Figura 4. EMGS
En este caso se podrían usar la EMGS (FOTO 4 tomado de www.baasys.es) para conocer la
activación (en momento temporal y de correlación con otros grupos musculares en un movi-
miento concreto) de sus músculos estabilizadores de la columna lumbar, tal y como se han
presentado en la II Jornada de Biomecánica. De este modo se puede conocer como se encuentran
sobreactivados en situación de reposo, así como si el momento de su activación muscular a la
hora de la realización de una actividad concreta. Para su reincorporación laboral el musculo
deberá activarse como indican patrones de normalidad.
Los sistemas de Electromiografía de superficie son sistemas que aportan registros, en micro
V31, de las señales eléctricas que facilitan la diferencia de potencial (32) que se origina a través
de la despolarización de las membranas musculares. Se tratan de electrodos de superficie no
invasivos1 que aportan del paciente la fatigabilidad y reclutamiento (33) del músculo en diferen-
tes movimientos.
Los protocolos deben estar controlados (34, 35, 36) y conocer los errores (37) que la varia-
ción de los mismos solicitarían sobre el vientre muscular. Los sistemas de EMGS aportan datos
cualitativos (38) de la actividad muscular en activación o no del grupo muscular, así como la
fatiga que se producen en el mismo.
En este caso los sistemas de EMGs nos permite conocer el reclutamiento máximo de fibras
musculares (39) y su fatiga y de este modo podemos solicitar la paciente distintos movimientos
(40, 41, 42, 43) (sin resistencia, con una resistencia menor o con una resistencia submáxima
que se puede valorar (44) de dos modos bien con tablas de resistencia dinámica (Rd) o bien con
equipos de anisométricos o isocinéticos). Como puede observarse la combinación de sistemas
de valoración biomecánica, nos permiten obtener datos mas complejos de la situación del pa-
ciente, conociendo siempre la situación del paciente a valorar, siendo esto nuevamente un factor
imprescindible a la hora de realizar un correcto protocolo de valoración biomecánica y de la si-
tuación del paciente.
1
Hay que hacer hincapié en la distinción entre EMG (técnica invasiva) y la EMGS técnicas no invasiva que recoge los poten-
ciales de acción muscular a través de elementos adhesivos a la supreficie de la piel, sin necesidad atravesar la piel.
122
Biomecánica en Medicina Laboral • Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco Méndez, Adela García González
En este caso concreto, conocer cual es la situación muscular del paciente en la zona lumbar
permite poder aportar un aspecto objetivo a la funcionalidad de su columna y poder incluso
retrasar el inicio de una actividad laboral hasta contar con datos cuantificables de la situación
de su estructura osteomuscular.
2
Este sistema determina la posición de marcadores reflectantes adheridos al cuerpo del sujeto. Los Marcadores son de
pequeñas dimensiones (máximo: 2 cm de diámetro y 1 gramo de peso). Se compone de Cámaras de luz Infrarroja
que registran en el espacio el movimiento. Este sistema multicámara es de última generación permite capturar el
movimiento de un sujeto a tiempo real sin apenas interferir en su ejecución. Posteriormente a la captura Software
permite la simulación en 3D y la obtención de un amplio conjunto de variables mecánicas.
123
Datos biomecánicos objetivos de la evolución de los pacientes con lesiones laborales
registrado por un marcador, en el espacio. Los marcadores sobre referencias anatómicas (51)
permieten conocer a través de los programas informáticos que reconocen las coordenadas, las
variaciones de amplitud, velocidad y recorrido que se producen en el espacio.
Conocer en nuestro paciente, si los movimientos se pueden ejecutar de modo fluido y repe-
tible, conocer la capacidad de mantener determinadas posiciones y si aparecen fatigas muscula-
res, son datos que nos aportan información cuantitativa sobre la capacidad del futuro trabajador
sobre su actividad laboral. Estos datos nos permitirán seleccionar al sujeto que mejor capacidad
física tenga para la realización de su puesto laboral, y esto, aportan un menor riesgo a la hora
de desarrollar patologías ligadas a su actividad laboral, disminuir bajas y a la larga mejorar la
productividad del puesto laboral en cuestión.
Figura 7
valoración que permiten que se integre la información que cada uno aporta, añadiendo datos
individuales y permitiendo la obtención de datos integrados de los distintos sistemas.
Los datos que se obtiene con la suma de herramientas, combinando cinética y cinemática,
deben estar adecuadamente sincronizados. Siendo por lo tanto sistemas que pueden realizarse
de modo conjunto y detallando todos los datos en una escala temporal.
Uno de los sistemas que mejor se sincronizan y complementan a sistemas de captura de
movimiento de los cuales hemos hablado en el caso 4, son las plataformas dinamométricas.
Estos elementos de valoración biomecánica se trata de unas «baldosas» que se disponen en el
suelo, bajo las cuales se encuentran receptores de presión en los tres planos del espacio que
analizan las fuerzas de acción (del organismo) contra las de reacción (del suelo 52) sobre las
cuales se encuentran los receptores. Estos barorreceptores (foto 7) recogen la información ciné-
tica que permiten contratar información relevante de las diferencias biomecánicas de la macha
respecto a patrones de datos normalizados y por lo tanto determinar que el paciente presenta
una alteración en la marcha (53) y así una lesión que la produce (54).
En nuestro caso, la colocación de marcadores que permiten analizar los cambios posturales
durante el desarrollo del movimiento, y a su vez poder analizar las fuerzas de reacción que nos
aportan las plataformas, nos permiten conocer cual es la posición más adecuada de los elemen-
tos a desplazar para minimizar los riesgos de lesión del organismo. Del mismo modo también
aporta datos del centro de gravedad según los avances de la edad.
7. CONCLUSIONES
Hemos analizado diferentes casos y sistemas de biomecánica a modo únicamente de sencillos
ejemplos, para valorar y obtener datos objetivos en la toma de decisiones para su abordaje des-
de distintos ámbitos terapéuticos, preventivos y clínicos.
Los sistemas de biomecánica en el área de fisioterapia aporta aspectos imprescindibles y rele-
vantes a la hora de valorar de un modo objetiva a distintos pacientes, ser capaces de orientar el
tratamiento según la propia evolución de sus lesiones, realizar un diagnóstico fisioterápico objeti-
125
Datos biomecánicos objetivos de la evolución de los pacientes con lesiones laborales
vo, aportarlo en la historia clínica de fisioterapia como dato cuantitativo asi como ser un sistema
de cuantificación en la I+D+i junto con la ecografía dentro del ámbito competencial de la fisiote-
rapia (55)3. La distintas herramientas de valoración en biomecánica permiten conocer la efectividad
de las técnicas de fisioterapia, cuantificar la evolución, así como otros aspectos que hemos intro-
ducido en el presente capítulo a modo de ejemplo pero que es mucho mas amplio.
Se han visto diferentes sistemas de valoración biomecánica que nos permiten obtener datos
cuantitativos y completamente objetivos para la toma de decisiones, pero para ello es necesario
conocer cuál es la historia clínica de nuestro paciente, que es lo que se desea valorar, para que
se está valorando y la utilidad final de informe biomecánico. Con estos datos se pueden orientar
los distintos protocolos existentes de biomecánica para rentabilizar, optimizar pruebas y extraer
aquellos datos que de verdad son relevantes en la situación que el paciente nos presenta.
La rentabilidad de estos estudios son claras a medio plazo. Según estudios y publicaciones56
si el 80% de los sujetos en vida laboral poseerán en algún momento una lumbalgia, conocer con
alguna prueba biomecánica la situación funcional de una columna (solo de los pacientes de
riesgo y con sintomatología derivados del servicio de medicina laboral) nos puede orientar y
prevenir la aparición de una de las patologías mas comunes, en un número importante de pa-
cientes. Si en solo un 10% de los pacientes, se pudiese evitar una baja laboral, ¿los costes
económicos no serían rentables? No es materia del presenta capitulo profundizar en este aspec-
to pero son datos con un calculo sencillo.
Las pruebas biomecánicas aportan datos adecuados siempre y cuando en los Laboratorios:
— Se cuente con la tecnología y con equipos adecuados para las distintas pruebas a realizar (un
laboratorio adecuadamente equipado con tecnología moderna y correctamente calibrada).
— El personal técnico es profesional del área sanitaria adecuadamente formados conocedo-
res de todas las herramientas a disposición de los sistemas de valoración. Siendo de este
modo capaz de poder elaborar un informe biomecánico adaptado al paciente y que el
profesional prescriptor valorará de modo integrador con otras pruebas (laboratorio meta-
bólico, radiológicas).
— Las pruebas a realizar están adaptadas al paciente de modo personalizado y concreto para
la patología que presenta el paciente y no a la inversa. Es decir, que se realicen pruebas
específicas y no se estandaricen protocolos en donde el profesional sanitario que realiza
la prueba desconoce la patología que presenta el paciente.
3
Audiencia Nacional (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 5ª). Sentencia de 2 diciembre 2009
JUR\2009\487642.
126
Biomecánica en Medicina Laboral • Néstor Pérez Mallada, Carlos Martín Saborido, Ricardo Blanco Méndez, Adela García González
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DAD ESPAÑOLA DE REUMATOLOGÍA.
•
Miguel Ángel 7 Utilidad de la valoración
Lorenzo Agudo
•
Médico Especialista
funcional mediante
en Rehabilitación y Medicina Física
Departamento de Biomecánica dinamometría electrónica
IBERMUTUAMUR
en la patología laboral
del miembro superior
Índice
131
Utilidad de la valoración funcional mediante dinamometría electrónica en la patología laboral del miembro superior
miento, activos y pasivos, de cada una de las regiones que constituyen la columna
vertebral.
Figuras 1, 2, 3.
Sin embargo, uno de los principales inconvenientes planteados a la hora de manejar adecua-
damente los resultados obtenidos con la utilización de las pruebas biomecánicas de valoración
funcional en el análisis de las diferentes patologías valoradas, era contar con unos valores nu-
méricos de referencia que nos permitieran determinar sí el resultado obtenido se encontraba
dentro de la normalidad o alejado de éste, y en qué porcentaje se encontraba alejado del rango
considerado de normalidad.
Para ello, se llevó a cabo un estudio encaminado a la obtención de unos valores de referen-
cia de normalidad en la fuerza muscular de puño y pinza, diferenciados por sexo, lado de
afectación, dominancia y rangos de edad, que posibilitaran definir el nivel funcional en cuanto
a su fuerza muscular en los pacientes remitidos a la Unidad de Valoración Funcional con una
patología de origen laboral que repercutiera directamente sobre su muñeca y mano («Determi-
nación de los valores normales de fuerza muscular de puño y pinza en una población la-
boral». M.A. Lorenzo Agudo, P. Santos García y D. Sánchez Belizón. Rehabilitación (Madr).
2007; 41 (5): 220-7).
En una muestra de 208 pacientes, 154 varones (edad media 40,4 +/– 11 años) y 54 mujeres
(edad media 43 +/– 13,5 años), se valoró la fuerza muscular en kg de empuñadura, pinza late-
ral y pinza distal —media aritmética y desviación estándar—, siempre y cuando se cumplieran
los siguientes criterios de inclusión:
Con objeto de facilitar la comparación de los resultados obtenidos con los considerados
de referencia de normalidad, se diferenciaron por sexo, gesto analizado, lado afectado, domi-
nancia y rango de edad, obteniéndose los valores promedios —media aritmética y desviación
estándar— recogidos en las (Tablas 1 a 6).
135
Utilidad de la valoración funcional mediante dinamometría electrónica en la patología laboral del miembro superior
24 30
71 5 78
Fuerza de puño 44,65 +/– 7,78 44,08 +/– 5,57 41,34 +/– 8,88
Fuerza de pinza lateral 14,21 +/– 2,2 12,6 +/– 1,54 13,1 +/– 1,89
Fuerza de pinza distal 8,91 +/– 1,91 8,5 +/– 1,97 8,3 +/– 1,89
Número
Fuerza de puño Fuerza de pinza lateral Fuerza de pinza distal
de casos
Número
Fuerza de puño Fuerza de pinza lateral Fuerza de pinza distal
de casos
Tabla 5. Fuerza muscular en varones (kg) correspondiente al lado derecho dominante. DE:
Desviación estándar
Número
Fuerza de puño Fuerza de pinza lateral Fuerza de pinza distal
de casos
Tabla 6. Fuerza muscular en varones (kg) correspondiente al lado izquierdo dominante. DE:
Desviación estándar
Número
Fuerza de puño Fuerza de pinza lateral Fuerza de pinza distal
de casos
CASO CLÍNICO 1
Varón de 46 años de edad (metalúrgico), accidente laboral (25/08/04) con fractura abierta intraar-
ticular conminuta de la extremidad distal del radio derecho con luxación de la articulación radio-
cubital distal (DIESTRO), tratado quirúrgicamente mediante reducción con F.E. e inmovilización con
aguja percutánea radio-cubital distal, seguido de un programa de REHABILITACIÓN prolongado,
con una evolución clínica irregular en relación con el desarrollo de una afectación severa de la ar-
ticulación radio-carpiana, precisando nueva intervención quirúrgica —artrodesis parcial radio-es-
cafo-semilunar—, con un periodo posterior de inmovilización de 2 meses y nuevo ciclo de REHA-
BILITACIÓN hasta la finalización del proceso en que es dado de alta con secuelas. La valoración
funcional de la fuerza muscular de empuñadura, permitió valorar la respuesta clínica al tratamien-
to proporcionado hasta que se objetivó un estancamiento en su situación funcional (Gráfica 1).
30
25,1 24,5
25 22,4 22,1
20,4
20 17
15 12,7
10,6
9,6
10
5 6,4
Fuerza de agarre
0
14/09/2005 14/10/2005 14/11/2005 14/12/2005 14/01/2006 14/02/2006 14/03/2006
142
Biomecánica en Medicina Laboral • Miguel Ángel Lorenzo Agudo
CASO CLÍNICO 2
25
20,7
20
15
8,9
10 7,6
5,4
5
Fuerza de agarre
0
22/09/2010 22/10/2010 22/11/2010 22/12/2010
•
Catalina 8 La biomecánica como
Piqueras Sánchez
•
Médico Especialista en Medicina
herramienta de evaluación
de la Educación Física y el Deporte.
Directora Técnica de BAASYS. objetiva
Centro de Diagnóstico Médico
BAASYS de Barcelona
1. Biomecánica aplicada a la ergonomía
1.1. Estudio ergonómico
2. Jurisprudencia sobre pruebas biomecánicas
3. Bibliografía
Índice
145
La biomecánica como herramienta de evaluación objetiva
— Normas UNE-EN 1005: Seguridad de las máquinas. Comportamiento físico del ser
humano.
— UNE – EN 1005-1:2002+ A1:2009: Términos y definiciones.
— UNE – EN 1005-2:2004+ A1:2009: Manejo de máquinas y de sus partes componentes.
— UNE – EN 1005-3:2002+ A1:2009: Límites de fuerzas recomendados para la utilización
de máquinas.
— UNE – EN 1005-4:2005+ A1:2009: Evaluación de las posturas y movimientos de traba-
jo en relación con las máquinas.
— UNE – EN 1005-5:2007: Evaluación del riesgo por manipulación repetitiva de alta
frecuencia.
Si tomamos como referencia la UNE – EN 1005 parte 3, en su desarrollo los límites que
expresa son en newton, siendo muy útil si valoras la fuerza ejercida mediante dinamometría.
146
Biomecánica en Medicina Laboral • Catalina Piqueras Sánchez
La electromiografía de superficie (EMGs) es una técnica instrumental que nos permite ob-
jetivar y cuantificar la actividad muscular que se está realizando en los diferentes gestos del
puesto de trabajo.
Además podemos obtener el valor de referencia de la MVC previa al estudio de sus tareas
a realizar en su jornada laboral y por tanto poder realizar la cuantificación de la actividad
desarrollada por su musculatura en función de la máxima capacidad que puede desarrollar
el músculo.
Se realizó en condiciones reales de conducción de metro (modelo serie 5.000), con el ferro-
carril con pasaje.
Se han tomado registro de actividad muscular de la trabajadora en los dos modos de con-
ducción existentes: ATO (conducción automática) y ATP (conducción manual). Se realizó la
toma de datos el día 16 de diciembre de 2010 durante toda una vuelta, que corresponde a todo
el recorrido (ida y vuelta) de la línea de metro.
Previa a la recogida de datos en el puesto de trabajo, se realiza un registro de actividad mus-
cular para valorar la MVC.
Se colocan los electrodos en la musculatura a estudiar, siguiendo las recomendaciones de la
SENIAM (Surface Electro Myo Graphy for the Non-Invasive Assessment of Muscles).
El registro de la actividad muscular para realizar la valoración de la MVC se realiza con ejer-
cicios isométricos. La duración de los mismos y las pausas entre ellos se efectúan según los
criterios publicados por De Luca.
El cálculo lo realiza directamente el software, emitiendo un valor que se utilizará como
referencia, ya que éste nos indica cuál es la actividad muscular máxima desarrollada por el
músculo.
Tabla 1
Durante la conducción automática y manual, obtenemos los siguientes valores, que se reco-
gen en la tabla 2 y 3.
149
La biomecánica como herramienta de evaluación objetiva
Los valores promedio hacen referencia a la actividad media máxima que realiza el músculo,
es decir, si sumamos todos los picos máximos que suceden durante la conducción y calculamos
la media obtenemos el dato que en la tabla se nombra promedio.
La energía hace referencia a la actividad muscular total desarrollada por la musculatura du-
rante todo el registro.
El valor promedio es el que se comprará con la CVM ya que los dos hacen referencia a acti-
vidades máximas del músculo Tablas 4 y 5.
150
Biomecánica en Medicina Laboral • Catalina Piqueras Sánchez
Deltoides medio 6%
Deltoides anterior 2%
Bíceps braquial 2%
Tríceps braquial 4%
Flexores muñeca 8%
Extensores muñeca 9%
Deltoides medio 8%
Deltoides anterior 3%
Bíceps braquial 2%
Tríceps braquial 5%
Flexores muñeca 11%
Extensores muñeca 9%
El resultado de nuestro estudio muestra que la actividad muscular desarrollada por la traba-
jadora durante la tarea de conducción de metro en modo automático y manual, siendo el regis-
tro realizado en su puesto de trabajo de motorista:
— Mayor actividad muscular en: extensores muñeca derecha, flexores muñeca derecha, ex-
tensor – abductor primer dedo, deltoides anterior.