Historia de La Grafología
Historia de La Grafología
Historia de La Grafología
¿Que es la Grafología?, Pues bien, auque esta pregunta parezca simple de contestar, no
lo es. Hace décadas él termino Grafología fue acuñado por el quiromántico
DESBARROLLES sobre 1870, aunque esta terminología obtuvo una gran aceptación,
ciertamente, es etimológicamente erróneo, ya que su significado no es el adecuado para
la definición que habitualmente se aplica al mismo.
Para poner simplemente un ejemplo, el historiador Suetonio dice refiriéndose a la letra del
emperador Augusto que no separa las palabras y que no pasa a la línea siguiente las
palabras que le sobran al final de una línea, sino que la coloca debajo, envueltas en un
rasgo. Esto era muy significativo en su momento pero, naturalmente, entonces no se daba
interpretación psicológica. Pero cuando de verdad empieza a manifestarse la Grafología
es en 1622, con Camilo Baldo, italiano, profesor de la Universidad de Bolonia, que edita
en Italia un libro cuyo título es "Trattato come de una lettera missiva sí cognoscano la
natura e qualità dello scrittore" (Tratado para conocer por una carta misiva el
temperamento y las cualidades del escritor).
Años después, Crepieux Jamin coordina los resultados de Michon y establece leyes para
la clasificación e interpretación de los movimientos gráficos introduciendo la teoría de
superioridad e inferioridad gráfica y además otorga rigor a la nueva ciencia.
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En 1900 el filósofo alemán Ludwig Klages recoge las teorías de los anteriores y forma su
escuela. Crea el sentido positivo y negativo de la escritura, semejantes de alguna forma a
los de superioridad e inferioridad de Crepieux Jamin. Funda la Sociedad Alemana de
Grafología y en sus obras "Problemas de la Grafología", "Fundamentos de la ciencia del
carácter", "Escritura y carácter", se manifiesta la profundidad y el giro emocional que da a
sus investigaciones.
Y llegamos al Dr. Max Pulver, considerado como uno de los genios más profundos de la
Grafología moderna. Pulver introdujo el psicoanálisis en la Grafología. En 1931 publica su
obra "El simbolismo de la escritura". Como su título indica, Max Pulver establece los
símbolos que se reflejan en la escritura. Para ello, divide el campo gráfico en cinco zonas:
superior, inferior, izquierda, derecha y centro, que representan los espacios en que se
mueve el que escribe, atribuyendo un significado a los signos que se encuentran en ellos.
ALGUNOS TEORICOS:
En 1575 Juan Huarte San Juan (España) escribió una obra titulada "Examen de
ingenios para la ciencia". En este trabajo se establece por primera vez una
asociación entre escritura y grafología.
En 1611 y 1622 tenemos dos nuevas referencias en Italia con Prospero Aldorisio
y Camilo Baldi. Sus principales obras fueron "Ideografía" en el primero y en el
segundo, "Como conocer por una carta manuscrita el carácter y la naturaleza de
su autor".
Más tarde Julio Crepieux Jamin clasifica toda la información de su maestro (J. H.
Michón), iniciando el Movimiento Científico Grafológico. Valoraba la escritura en su
conjunto, considerándola como una sucesión de gestos gráficos. Evita el error de
su maestro y asigna al rasgo un valor variable. Crea la Teoría de las Resultantes
según la cual, "la suma de dos o más rasgos da como resultado un nuevo aspecto
de la personalidad". Establece la superioridad y la inferioridad en la escritura. Sus
principales obras son "Escritura y carácter" y "El crimen en la escritura".
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En 1905 Wilhelm Preyer descubre que la escritura emana del cerebro y que un
escrito tiene forma similar, aunque se realice con diferentes partes del cuerpo
(manos, pies, boca). Escribió un libro titulado "Sobre la psicología de la escritura".
Además de esto, hay otros factores que intervienen en la escritura, como el estado de
ánimo, emociones, temperatura, etc.
Tamaño
Forma
Presión
Dirección
Velocidad
Continuidad
Órden
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Y así sucesivamente. Esto naturalmente es una indicación para dar una idea de cómo debe
orientarse un estudio de los escritos que hay que analizar.
Hay que decir que un estudio grafológico es algo complejo y que requiere en el grafólogo
intuición para poder trasladar los signos gráficos a un valor psicológico.
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Grafopatología:
La Grafopatología es una herramienta válida para diagnosticar alteraciones psíquicas, e
incluso va más allá, teniendo utilidad para la evaluación del desarrollo durante una
terapia, conocer con precisión el punto de partida y valoración de resultados, enfrentarse
a una primera aproximación con el paciente, y en fin, en todas aquellas facetas de la
relación interpersonal donde seamos capaces de extender su uso.
La Grafopatología podría definirse, sin temor a posteriores “demandas”, como hija legítima
de la Grafología, al igual que las enfermedades son tributarias de los conocimientos de las
diversas ciencias que confluyen en los saberes médicos.
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No podemos por tanto pretender que el diagnóstico grafológico sea todo lo acertado y
preciso que un diagnóstico médico.
¿Es por tanto inútil dedicar tiempo a la Grafopatología? Por supuesto que no. La
Grafopatología nos lleva a un diagnóstico muy probable en aquellas enfermedades que
incumben a la psique.
Hay que hacer una consideración antes de proseguir, la Grafopatología recoge un instante
en la vida del escribiente. Hasta qué punto resulta esclarecedor ese instante. Pues
paradójicamente ese instante, tiempo presente para el que escribe, no da información de
su pasado, evidentemente de su presente, e incluso de su futuro. ¿Quiere esto decir que
la Grafología es algo así como “grafomancia”? ¿Es que va poder sustituir al rentable tarot
o las exóticas bolas de cristal? Nada más lejos de la realidad. El vaticinio de las
enfermedades no existe, todo es fruto de una poderosa lógica interna: el cerebro humano
recoge la información que le llega procedente de todas las regiones de nuestro cuerpo, lo
que a veces tiene repercusiones conscientes y otras no. Por ejemplo, el cerebro recibe
información del daño que está sufriendo lo mucosa gástrica en los primeros estadíos de
una úlcera, pero el sujeto no se lamenta de dolores hasta que la úlcera alcanza niveles
tales que hagan necesario informar al sujeto de que las medidas que aseguran una
homeostasis perfecta, han fallado. Ahora bien, es el cerebro quien dicta los rasgos de
nuestra escritura, y de esta manera va a hacer tangible esa información latente de la que
no tendríamos noticia hasta tiempo después. Este es el mecanismo por el que la
Grafopatología se puede adelantar en el diagnóstico.
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Esquizofrenia:
Es una psicosis grave que sobreviene en el adulto joven, habitualmente crónica,
clínicamente caracterizada por signos de disociación mental, discordancia afectiva
y actividad delirante incoherente, entrañando por lo general una ruptura del
contacto con el mundo exterior y con repliegue autístico.
Hay diversas teorías sobre su etiología, pero lo más probable parece ser la
naturaleza orgánica de su génesis.
Su etimología explica de manera muy gráfica en qué consiste: del griego schizein,
“hender”, y phren, “espíritu”.
A la hora de definir los rasgos gráficos relevantes en esta patología, nos encontramos con
varios enfoques, de ellos recogemos dos, importantes a nuestro parecer:
Isabel Conde de Villa encuentra como rasgos típicos de esta patología los siguientes:
1. En relación con la verborrea inconexa. Palabras unidas sin interrupción.
Carlos Ramos Gascón analizó en 1980 junto con la Srta. Guadalupe Moreno una
investigación sobre la escritura en la esquizofrenia de un total de 40 casos. Encontraron
como rasgos más frecuentes y significativos los siguientes:
3. Sin embargo el fenómeno más frecuente fue el de la escisión de las letras con
óvalo (es decir, el óvalo y su prolongación se hicieron en dos tiempos): la “c”, “d”,
“g”, “q”, “c” y “d”. Concretamente resulta muy característico el caso de la “d”, de la
que se encontró cuatro variantes:
b) Óvalo y cresta se hallan separados, pero ésta describe un trazo por encima del óvalo.
d) Una variante del caso anterior, el trazo intermedio presenta un bucle, un ángulo o
cualquier otra complicación gráfica.
Se observó la escisión de la “d” en el 80% de las escrituras de estos enfermos; escisión
de la “a” en el 72’5%; de la “p” en el 30%; y de las “g” y “q” en el 27’5% de los casos.
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Dificultad para enlazar éstas a la letra siguiente. Si presentan arcada, dificultad para ligar
todos los arcos, principalmente en el caso de la “m”, con lo cual nos encontramos con otra
letra escindida, generalmente en el último arco. La “m” con cuatro montículos tiene una
discutida explicación. El esquizofrénico es en la mayoría de los casos un paranoico, tanto
es así, que se ha llegado a decir que la esquizofrenia sería una paranoia especial. Pues
bien, los paranoicos suelen encontrar enemigos hasta debajo de la cama. Suelen además
focalizar esos perseguidores en una entidad única. El fabricar el cuarto montículo a la “m”,
no es más que el resultado de incluir otro elemento humano, el perseguidor. El cuarto
montículo, es, por tanto, el enemigo escondido entre los demás y que el esquizofrénico
busca.
Y sobre todo, siempre que se haya trazado con arcada, una especial torsión que suele
recaer en la primera mitad del segundo o tercer arco (aunque también se puede presentar
en cualquier parte de la letra). Este fenómeno es muy característico y se detectó en un
52’5% de los casos estudiados.
Pero la cosa no es tan simple, Bleuler trazó una división de la esquizofrenia en cuatro
categorías:
El catatónico es como un reloj de maquinaria perfecta, o sea que resulta soso, monótono,
mecánico y sin inspiración. La letra también lo es, y así el grafismo de un catatónico
también. Es excesivamente regular, monótono, pero eso sí, es de esperar que aparezcan
otros rasgos como las consabidas particiones o escisiones en los óvalos de las a, o, d, p,
q, b, etc.
Comentarios de Esquizofrenia:
Se observa fácilmente la escisión de la “d” y también de la “p” y “g” (1). Se puede observar
claramente la torsión en la “m” de “Me” y en la “j” de “trabajo”. Asimismo, se aprecia una
inestabilidad gráfica general, con numerosas irregularidades, de tamaño, en los enlaces,
en la forma. Hay un aspecto agitado del conjunto, con fallos en la distribución del espacio,
como el blanco inferior del margen derecho. Todo esto hace sospechar la naturaleza
paranoide de la esquizofrenia.
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Se aprecia una monotonía general del texto, aunque dista de llegar al automatismo
gráfico, se puede decir por tanto que probablemente la esquizofrenia es de tipo
catatónico. Además presenta numerosas escisiones en las minúsculas “a”, “d”, “c” y “g”.
Por otra parte, vuelve a aparecer la torsión en las letras “m” y “n”, que se pueden
encontrar en “mayor” (línea 1), y también, aunque con menor nitidez en “completa” (línea
2), “nuevo” (línea 9) y “nada” (línea 10).
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Neurosis
La neurosis es un trastorno mental caracterizado por una personalidad perturbada que
impide su adaptación al medio que le rodea. El neurótico tiene serios problemas de
convivencia, a pesar de que se encuentren neuróticos aparentemente sociables y
encantadores. El sujeto permanece dolorosamente consciente. Y esta enfermedad mental
a pesar de causar trastornos permanentes de la personalidad, no afecta profundamente a
las funciones esenciales.
Hay varias teorías sobre la neurosis, así como distintas clases de la misma:
a) neurosis obsesiva.
b) neurosis fóvica.
- Inseguridad en sí mismo
- Tendencia a la verificación
- Perfeccionismo
Rasgos de angustia
1. Diferencia entre la firma y el escrito. Una firma muy ascendente y el escrito
horizontal, o bien, firma angulosa y el escrito con curvas, normal o no agresivo.
6. Desproporción entre los pies o jambas, que son muy prolongados, y las hampas
que son muy altas.
2. Retoques o enmiendas.
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3. Añadidos.
No es raro encontrar estos rasgos entre personas que han llegado alto, como políticos,
líderes directores de empresa, catedráticos, etc. Ya que el neurótico se ve obligado a
triunfar, pero aunque triunfe siempre estará a la misma distancia de su meta.
Comentarios: Neurosis:
4. Torsiones
6. Retoques o enmiendas
11. Regresiones
16. Irritabilidad
4. Enmiendas
6. Tachaduras
7. Regresiones
Alcoholismo:
El alcoholismo es la dependencia respecto al alcohol y al conjunto de manifestaciones
patológicas debidas a esta dependencia. Podemos ir más allá y definirlo como la pérdida
de libertad de abstenerse del alcohol.
El grafismo alcohólico es reflejo de los trastornos mentales, nerviosos y motores que son
fruto del alcoholismo.
Los trastornos caligráficos de los alcohólicos crónicos tienen un origen doble: motriz y
psíquico. La energía motriz parece mayor por lo que las letras son más anchas
traduciendo los movimientos anormales de la pluma. Se cree que la presión exagerada es
un artificio instintivo del que se vale el que escribe para corregir el temblor. El temblor se
manifiesta muy en particular en la cifra “8” y en el signo “+”.
3. Letras incompletas en su trazado sin que se indique por este motivo nada parecido
a la simplificación o sintetización gráfica. La causa se encuentra en la pérdida de
concentración mental y motora.
4. Los enlaces entre las letras se encuentran rotos o extrañamente separados, sin
que sean “letras” yuxtapuestas. Una cosa son letras dentro de una palabra, que no
se conectan, y otra es cuando se conectan pero se rompen. También se
encuentran dentro de una misma letra.
Depresión:
La depresión es un trastorno universal que casi todo el mundo ha experimentado alguna
vez en su vida con mayor o menor intensidad. Según algunos informes médicos, como
enfermedad, afecta a un porcentaje que oscila entre un 10 y un 22 por ciento de la
población y según la O.M.S. unos trescientos millones de personas la padecen en el
mundo, de ellas unos 4 millones en España.
Las crisis de melancolía y sus formas clínicas constituyen el cuadro más típico de la
depresión. Los psicólogos suelen distinguir varios tipos de depresión y la mayoría
vendrían determinados por una pérdida de objeto importante: trabajo, jubilación,
menopausia, pareja, familiar, etc., así como frustraciones de todo tipo que convierten al
individuo en autoagresivo, al no poder canalizar la agresión hacia afuera.
Hay otros casos en que no existe una causa aparente desencadenante de este mal y
muchos especialistas aventuran las hipótesis orgánicas -descenso de las aminas
cerebrales neurotransmisoras- que no siempre están demasiado justificadas.
Neuroanatomía de la escritura:
No podíamos dejar a un lado la parte más tangible del proceso cognitivo de la escritura. ¿Cuál es
el substrato morfológico donde se asienta tanta teoría grafológica? Pues esta es una pregunta
difícil de contestar. La escritura es la gran desconocida de las neurociencias. La naturaleza misma
de la escritura hace difícil su estudio fisionatómico, pese a esto no queremos limitarnos a aceptar
su dificultad sin más, por eso aportaremos nuestra interpretación y analizaremos dos casos
recogidos en la literatura científica que además de ser sumamente interesantes pudieran tal vez
ser significativos y determinantes en la concepción de los mecanismos que posibilitan la escritura.
Hasta hoy, no se ha podido relacionar la escritura, ni las patologías de la misma, con un área
determinada del cerebro. Se cree que la escritura es el resultado de la conexión de varias áreas del
cerebro, sobre todo de cortezas asociativas. Tampoco se sabe con certeza la relación de la
escritura con las áreas del lenguaje. Algunos autores creen que esta relación es muy estrecha, y
otros creen que los centros que controlan la escritura serían totalmente independientes de aquellos
que controlan el lenguaje.
Se cree que la escritura es en realidad el producto de la conexión de varias áreas del cerebro con
la neocorteza.
Existe una zona en la corteza que se encuentra lateral en el lóbulo occipital anterior y en
el lóbulo temporal posterior. Su función es que el individuo pueda nombrar los objetos por
su nombre.
Existe otra zona en la corteza que se encuentra en la circunvolución angular del lóbulo
occipital. Es una zona de procesado visual secundario que transmite las señales visuales
de las palabras que se leen hasta el área de Wernicke. Se necesita este área de
neocorteza para extraer el significado de las palabras percibidas visualmente.
Además de estos ejemplos, creemos que en la acción de escribir tienen que jugar un
papel muy importante las áreas relacionadas con la memoria, así como los circuitos que
permiten que una acción aprendida, como es la escritura, se convierta en un hábito. En
esta función serían de vital importancia el hipocampo y la amígdala así como todas sus
conexiones.
La escritura precisa de movimientos muy finos de los dedos, que inevitablemente tienen
que estar controlados por la corteza cerebral. Esta información debe descender desde
corteza hasta los niveles de médula desde dónde se inician los nervios que van a ir a
inervar los músculos del brazo, del antebrazo, y sobre todo de la mano. Esta información
podría descender por la vía corticoespinal.
Se han descrito muy pocas patologías relacionadas únicamente con la función de escribir.
Si hay disfunción en el acto de escribir, normalmente va acompañada de más
disfunciones en otros sistemas. Quizás por este motivo la investigación de los centros y
de las vías que controlan la escritura, resulte una tarea ardua y difícil.
Aún así, hace unos años, en 1991, un investigador italiano, estudió el caso de dos sujetos
cuyas disfunciones no se habían observado en ningún paciente hasta ese momento.
Los dos pacientes sufrían un déficit específico que les impedía escribir vocales.
El primer sujeto, C.F., había sufrido una isquemia cerebral del lóbulo parietal del
hemisferio izquierdo. Al principio, no podía hablar en absoluto pero podía comunicarse
mediante gestos, además su comprensión verbal auditiva era clínicamente normal. Sólo
podía escribir con la mano izquierda a causa de la hemiplejía del lado derecho causada
por la isquemia cerebral. Cuando se le pedía que escribiera su nombre o el nombre de su
ciudad, el paciente omitía todas las vocales dejando un espacio en blanco entre las
consonantes, las cuáles sí conseguía escribir. En los días siguientes, el paciente mostró
una leve afasia de Broca con dificultades en la articulación y algunas pausas anómalas.
Este caso fue totalmente revelador ya que no se había dado hasta el momento.
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El segundo sujeto, C.W., había sufrido una isquemia en la región subcortical frontal
izquierda. No tenía ni disfunciones motoras, ni disfunciones sensitivas.
Otro caso curioso es el de V.J., una mujer zurda de 30 años que sufría de ataques epilépticos
desde los 13 años, decidió someterse a una resección del cuerpo calloso, tras la cual se observó
una disociación entre en lenguaje verbal y el lenguaje escrito. Cuando se le exponían palabras al
hemisferio izquierdo de esta paciente ella podía perfectamente leerlas y decirlas en voz alta, pero
no podía escribirlas. Sin embargo, cuando las palabras se le presentaban a su hemisferio cerebral
derecho, no podía leerlos en voz alta, pero los podía escribir con la mano izquierda. Esta marcada
disociación de funciones sostiene que el lenguaje verbal y escrito puede ser controlado por
hemisferios diferentes, aunque como quedó demostrado antes de la resección quirúrgica ambas
funciones aparecían como entidades cognitivas inseparables.
Estos dos casos muestran cuan complejo se presenta el estudio de las bases fisioanatómicas de la
escritura, no tan sólo es difícil determinar regiones y vías implicadas, sino que a esto se suma la
posibilidad de que no existan zonas fijas para albergar esta función. Además parece que cada
elemento del lenguaje es procesado independientemente, y si unimos todo esto a la virtuosidad de
la naturaleza para conjuntar todas estas funciones en un acto complejo y armónico como es la
escritura se comprende mejor que la bibliografía científica sobre el tema no sea tan extensa como
nos gustaría.
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1. PRINCIPIO
2. NUCLEO
3. FINAL
Estos tres puntos importantísimos nos llevarían a hacernos siempre estas preguntas al
estar frente a un escrito:
Son ya muchas las organizaciones que utilizan la grafología como técnica habitual en los
procesos relacionados con los recursos humanos, tales como selección de personal,
promociones, etc.
Los análisis grafológicos deben entenderse, desde un punto de vista psicológico, como
una técnica proyectiva a través de la cual podemos estudiar e interpretar la escritura del
individuo como forma reflejada de su propia personalidad, en la que pone de manifiesto, el
cómo se ve a sí misma, cómo es en realidad y, cómo le gustaría que le vieran los demás.
También es fundamental tener en cuenta que, las técnicas grafológicas permiten trabajar
a cualquier nivel del organigrama empresarial. En este sentido nos gustaría hacer
especial hincapié en la conveniencia de los audits grafológicos a equipos directivos, con el
fin de conocer en profundidad sus capacidades y sus potencialidades ya que, en
definitiva, son ellos los ejecutivos clave para un óptimo funcionamiento de la organización.
- La rentabilidad en el coste que supone disponer de una sola técnica que pueda
informarnos de forma sintética o exhaustiva, sobre los componentes más
significativos de la personalidad y, la interrelación existente entre ellos. Cada
uno de estos componentes nos explica un aspecto determinado de la
personalidad, mientras que los efectos de sus interacciones nos proporcionan
una visión global de ella. Los componentes intelectuales nos explicarían cómo
piensa la persona. Los componentes emocionales hacen referencia a la
manera de sentir del individuo. Los componentes de relación nos permite
conocer la manera en que actúa. Y, finalmente, la interrelación de ellos nos
mostraría cómo trabaja.
- El ahorro de tiempo que supone él poder evaluar a las personas sin que sea
preciso que estén físicamente presentes.
- El evitar las falsas expectativas y las tensiones innecesarias que surgen entre
las personas que saben que están siendo evaluadas.
La realización de un buen estudio grafológico puede hacerse con un mínimo material que
sería:
-es preferible que el texto incluya la firma de la persona en cuestión; si esto no fuera
posible, necesitaríamos una firma extraída de cualquier otro documento disponible.
Sin embargo, hemos de tener muy presente que estos son los requisitos mínimos
indispensables para la realización de un análisis grafológico correcto, pero cuanta más
información dispongamos mejor podremos precisar aspectos concretos.
Como en otros servicios dentro de lo que son los recursos humanos, el coste de los
análisis grafológicos depende, básicamente, de 2 factores:
Bibliografía
Belda González, Germán (Mauricio Xandró): Grafología elemental. Barcelona: Herder, 1982
Belda González, Germán (Mauricio Xandró): Grafología superior. Barcelona: Herder, 1986
Binet, Alfred: Grafología y ciencia: el control científico de las revelaciones de la escritura. Buenos Aires:
Paidos, 1965
Castañeda Rubio, Mº. Del Carmen: Iniciación a la grafopsicopatología infantil. Madrid: Hijos de E.
Minuesa, 1985
Pro-Industria
Ras, Matilde: Grafología: las grandes revelaciones de la escritura. Barcelona: Labor, 1942
Val Latierro, Félix del. Grafocrítica: El documento, la escritura y su proyecto forense. Madrid: Tecnos,
1963
Vels, Augusto: Escritura y personalidad: las bases científicas de la Grafología. Barcelona: Herder, 1961