Fiebre de Eno
Fiebre de Eno
Fiebre de Eno
Síntomas
La rinitis alérgica presenta síntomas distintos a los de otros tipos de rinitis.
Una vez que han aparecido, éstos suelen persistir indefinidamente aunque la
severidad de la enfermedad puede variar de un año a otro dependiendo de la cantidad
de polen liberado y de la exposición del paciente a la estación polínica.
A partir de la quinta y sexta década de la vida, los pacientes pueden experimentar
una lenta remisión de los síntomas.
Estornudos: Se pueden presentar en series de 20 o más seguidos. Éstos se
pueden repetir, además, a lo largo de todo el día.
Picazón de la nariz: Puede ser muy intensa.
Rinorrea o secreción nasal acuosa: A veces resulta muy abundante.
Problemas en el sentido del olfato.
Tos, oídos taponados y dolor de garganta.
Dolor de cabeza, fatiga e irritabilidad.
Obstrucción nasal: En estos casos es habitual la báscula, es decir, obstrucción
nasal que alterna de un orificio a otro.
Los ojos también se ven afectados de forma intensa: suelen enrojecerse,
picar y lagrimear.
Etimologia
En sus inicios, la fiebre del heno se consideraba una patología muy extraña.
Actualmente, es el trastorno inmunológico más frecuente en el ser humano, ya que
alrededor de un 20 por ciento de la población presenta reacción a los pólenes, cerca de
un 10 por ciento tiene además síntomas clínicos y alrededor de un 5 por ciento recibe
tratamiento. La polución puede contribuir al incremento de esta enfermedad ya que
produce una inflamación de la mucosa nasal y facilita la absorción de los antígenos
polínicos. Esto podría explicar por qué en el medio urbano la frecuencia
de polinosis es el doble que en el medio rural a pesar de que en éste la exposición
polínica es mucho mayor.
Tratamientos
Los tratamientos habituales para combatir la fiebre del heno, según los especialistas,
son los siguientes:
Antihistamínicos
Suelen ser comprimidos, soluciones orales o aerosoles nasales que no precisan
de receta médica. En algunos casos pueden causar somnolencia.
Corticosteroides nasales
Son aerosoles nasales que se pueden adquirir sin receta médica. Se considera el
tratamiento más efectivo. Para que su funcionamiento sea eficaz deben usarse de
manera continuada en periodos no muy largos.
Descongestionantes
Además de combatir la rinitis, ayudan a descongestionar la nariz. Es un método para
usar durante menos de tres días.
Vacunas antialérgicas
En los casos más graves suele ser el tratamiento más empleado. Se inyecta el
polen que está causando la reacción alérgica, aumentando las dosis hasta controlar
los síntomas. De esta forma, el cuerpo se adapta al polen hasta crear tolerancia y
contrarrestarlo.