Clase 05 Siderurgia II Semana 05
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CONTENIDO
1. CONVERTIDORES. ANTECEDENTES, OXICONVERTIDORES, PROCESO NO CONVENCIONAL PARA LA OBTENCIÓN DEL ACERO.
2. CONVERTIDOR: H. BESSEMER THOMAS SIEMENS* LD BOF BOP BOS LD-AC OLP KALDO ROTOR OBM Q-BOP*DESCRIPCIÓN DEL
APARATO Y SU FUNCIONAMIENTO
3. PECULIARIDADES DISTINTIVAS. EXIGENCIAS DE COMPOSICIÓN DEL ARRABIO.
4. MECANISMO DE ELIMINACIÓN DEL FÓSFORO. MARCHA DE LA OPERACIÓN: FASES DE LA MISMA
DESARROLLO
Figura 1. Convertidor de arrabio en acero inventado por Henry Bessemer. Un flujo de aire se inyecta por la parte
inferior del horno para que elimine gran parte del carbono y otras impurezas del arrabio por oxidación. Este diseño
fracasó inicialmente porque el refractario que cubría las paredes del horno era de tipo ácido.
Bessemer logro convencer a los grandes empresarios del hierro de la época victoriana para que aplicaran industrialmente
los procedimientos que el había desarrollado a escala de laboratorio. Se invirtieron enormes recursos en el proyecto, cuyo
resultado fue un escandaloso fracaso. Bessemer fue obligado a reponer el dinero a los industriales y se hundió en el mayor
descredito. Pero Bessemer no se dio por vencido. Le costó mucho darse cuenta de que el arrabio que el había empleado
en sus experimentos de laboratorio era distinto al que explotaban industrialmente los fundidores ingleses. Por alguna
razón, Bessemer había empleado un arrabio de bajo contenido de fosforo que contrastaba con el arrabio obtenido de
muchos minerales nativos de Inglaterra y Europa que eran muy ricos en este elemento.
La pared del convertidor de Bessemer estaba recubierta con ladrillos refractarios ricos en oxido de silicio o sílice (SiO 2),
perteneciente al grupo de refractarios ácidos (en contraposición con los básicos, compuestos fundamentalmente por los
óxidos alcalinos y alcalinotérreos).
La experiencia del primer intento de Bessemer sirvió para demostrar que los refractarios ácidos entorpecen la eliminación
del fosforo del arrabio. Más tarde Thomas y Gilchrist, también ingleses, probaron que el convertidor de Bessemer
transformaba exitosamente el arrabio en acero si la pared del horno se recubría con refractarios básicos (de oxido de
magnesio, por ejemplo). Para eliminar el fosforo y la sílice del arrabio, añadieron trozos de piedra caliza que reacciona con
ambos para producir compuestos que flotan en la escoria. Esto no se podía hacer en el convertidor acido de Bessemer
porque la piedra caliza podría reaccionar con los ladrillos de sílice de sus paredes, consumiéndolos progresivamente.
Bessemer instalo su propia acería en Sheffield, pago sus deudas, pronto logro una producción de un millón de toneladas
por año y amaso una gran fortuna. Lo que nunca pudo recuperar fue la confianza de los industriales ingleses. De muy mala
manera fue rechazado su proyecto para sustituir los rieles de ferrocarril de "hierro" forjado de esa época por los de acero
que ahora todo el mundo utiliza.
La tecnología para producir arrabio siempre estuvo inmersa en un proceso evolutivo.
Un paso de una gran trascendencia se dio en el siglo XVIII, cuando el carbón mineral sustituyo al carbón de leña en los
hornos. El uso del carbón de leña en las acerías dejó secuelas dramáticas en muchos países. En Inglaterra la devastación
fue tan brutal que para mediados del siglo XVIII los bosques ya se habían agotado. Por más de un siglo Inglaterra tuvo que
importar hierro o arrabio de Suecia, Rusia y de sus colonias americanas, debido a su insuficiencia de carbón de leña.
Para bien de los bosques, en el siglo XVIII se inicio el uso del carbón mineral para producir arrabio. El carbón mineral
usualmente contiene sustancias volátiles indeseables para la fabricación del arrabio. Se desarrollo entonces un método
que consiste en triturar y calentar el carbón mineral en hornos para que las sustancias volátiles sean expelidas, dando
lugar a un carbón más refinado llamado coque.
Cuando los convertidores básicos de arrabio en acero entraron en operación, ya se producía carbón mineral coquizado en
plantas avanzada donde además de purificar el carbón, se aprovechaban los gases generados. Se obtenían como
subproductos amoniaco, benceno, tolueno, nafta aromática y brea de alquitrán.
Figura 2. Gráfica de la producción mundial de acero en los últimos siglos. El invento de Bessemer fue el punto de
partida del vertiginoso crecimiento.
El fenómeno nunca estuvo limitado al ámbito ingles. Diez años antes de registrarse la patente de Bessemer, William Kelly
había desarrollado la misma idea en Estados Unidos. Asimismo los hermanos Siemens, alemanes, y posteriormente los
hermanos Martin, franceses, dieron grandes pasos en el desarrollo de convertidores de arrabio en acero que antes de
terminar el siglo XIX ya habían superado la producción a los de Bessemer (figura 3).
Figura 5. Producción de acero en Inglaterra. Los convertidores de Bessemer, "ácidos" o "básicos", dominaron
inicialmente. El sistema Siemens – Martin fue el más utilizado en las primeras siete décadas del siglo XX. Los
convertidores BOF, sucesores de los Bessemer cobraron importancia en los últimos cuarenta años.
La geografía de la producción de acero también evoluciono. A principios del siglo XVIII Suecia era el primer productor
mundial de arrabio.
Posteriormente Inglaterra tomo su lugar, manteniendo su hegemonía hasta finales del siglo XIX. En 1890 Estados Unidos
rebaso a Gran Bretaña y se mantuvo como líder hasta 1971, cuando fue superado por la Unión Soviética.
En la figura 6 se presentan los diez primeros productores del mundo en 1983. La situación reciente dista de ser estable.
De 1976 a 1983 China paso del octavo al cuarto lugar, Japón desplazo a Estados Unidos del segundo lugar, Gran Bretaña
paso del séptimo al decimo y Corea del Sur se movió del lugar 25o y se puso en el 15o.
2.2.1. OXICONVERTIDORES
La función principal de un oxiconvertidor es convertir la materia prima, siendo esta la chatarra, el arrabio y el hierro
esponja, en un producto terminado que será en términos generales acero inoxidable.
Entre los Oxiconvertidores se pueden mencionar el BESSEMER, el de OXÍGENO BÁSICO y con lanza de oxígeno.
PROCEDIMIENTO BESSEMER
El hierro en bruto fundido se vierte en un convertidor BESSEMER, revestido de silicio o magnesia (que actúa de fundente)
y montado sobre cojinetes que permiten vaciar el producto acabado. A través del metal fundido se inyecta una corriente de
aire. La oxidación del carbono, del manganeso y del silicio desprende calor suficiente para aumentar la temperatura de la
masa hasta el punto de fusión de hierro dulce. Una vez quemadas las impurezas, se añade la cantidad necesaria de
carbono y manganeso en forma de aleación llamada fundición especular. Luego se hace girar el convertidor sobre sus
cojinetes, y el acero fundido se vierte en moldes.
PROCEDIMIENTO BÁSICO DE OXÍGENO
El proceso básico de oxígeno es un desarrollo del proceso BESSEMER, el primer método por el cual se produjeron
toneladas de acero en gran escala. El proceso BESSEMER se basa en soplado de aire por agujeros en el fondo del
convertidor para hacerlo circular en la carga fundida del arrabio. La oxidación de las impurezas suministra no sólo bastante
calor para mantener fundida la carga, si no también lo suficiente para mantener un equilibrio químico favorable. En el
proceso básico de oxígeno, el aire es reemplazado por oxígeno puro, que se introduce a través de una lanza cuyo extremo
esta precisamente arriba de la superficie del metal fundido.
El método básico de oxígeno de uso mas amplio se conoce como proceso L-D, cuyo nombre se deriva de las ciudades de
Linz y Donowitg en Australia, donde se uso primero. El horno es un recipiente cilíndrico de cerca de 9 mts., de altura y un
diámetro de 5.5 mts. Tiene un brocal de carga de 2.75 mts. Se inclina para vaciar la carga, primero chatarra y después el
arrabio fundido, enseguida se lleva a la posición vertical bajo una campana enfriada por agua. La lanza de oxígeno se baja
y se inicia el soplado.
El oxígeno produce con rapidez óxido de hierro en el metal fundido, y esto a su vez, oxida al carbono causando una
agitación del metal fundido conforme se produce el monóxido de carbono y el bióxido de carbono. Los agentes fundentes
como la cal se dejan caer de una tolva a través de un canalón después de que ha comenzado el soplo de oxígeno. La
lanza se remueve después de que se han oxidado las impurezas. Entonces el horno se inclina, primero a un lado para
sangrar el acero a través de una sangradera y después al otro lado para verter la escoria.
La capacidad de los hornos básicos de oxígeno fluctúa entre 50 y 350 toneladas. Usan del 12 al 30% de chatarra en la
carga, lo cual esta abajo del mínimo aceptable para hornos básicos y de hogar abierto.
Un horno básico de oxígeno puede producir acero a la velocidad de 360 toneladas métricas por hora en cada horno.
Una de las ventajas de este tipo de hornos es que pueden producirse algunos grados de acero inoxidable y alta aleación
los cuales no pueden hacerse en el horno básico y de hogar abierto. La calidad del producto es tan buena o mejor de la del
acero producido en horno básico de hogar abierto.
Cerca de la mitad del acero producido por el proceso básico de oxígeno se usa en láminas, placas y acera estructural de
calidad para soldadura. La otra mitad se utiliza para acero efervescente o agitado, mediante el cual se hacen partes de
embutido profundo, como partes de carrocería de automóviles.
2.2.2 PROCESO NO CONVENCIONAL PARA LA OBTENCIÓN DEL ACERO
Los procesos no convencionales son aquellos que no son empleados con mucha frecuencia para la producción del acero,
por lo que su costo es mucho mayor que el de los procesos convencionales y además se obtienen aceros con gran calidad
que satisfacen todas las normas de seguridad.
Los procesos no convencionales para la producción del acero son:
Para la purificación de hierra esponja, por media del proceso de reducción directa (HYL).
Para la obtención de aceros aleados, no aleados y fundiciones; se utiliza el horno eléctrico.
Los aceros de alta aleación (inoxidables para herramientas resistentes a la oxidación a alta temperatura), y otros para
empleo importante se obtienen sólo de hornos eléctricos. Esto se explica por el hecho de que en los hornos eléctricos se
puede elevar la temperatura rápidamente, evitar que el acero se ensucie por los productos de la combustión, fundir
aleaciones especiales, obteniendo una temperatura de hasta 300 grados centígrados y realizar todo proceso metalúrgico
creando en caso necesario una atmósfera oxidante, reductora neutra o al vacio.
2.2.2. HORNOS ELÉCTRICOS
El horno eléctrico se utiliza para producir grados especiales de acero, tal como el acero para herramientas y troqueles, los
inoxidables y resistentes al calor. Suele usarse una corriente trifásica en este horno y el calor se genera con el arco
producido por la corriente. El calor se puede generar entre los electrodos. Por tanto, el acero de horno eléctrico es el más
limpio de todos.
El horno eléctrico puede ser de dos tipos: de arco y de inducción, pero la mayoría del acero se produce con horno de arco.
El horno eléctrico es una envoltura de acero, circular en forma de taza o cóncavo, con refractarios en el interior. El horno se
monta en balancines a fin de poder inclinarlo y descargar el acero fundido.
La capacidad de los hornos de arco eléctrico varía entre 2 y 20 toneladas. El tiempo de ciclo por hornada varia entre 3 y 6
horas, según el tamaño de la carga y el tipo de acero por producir. La carga consiste en chatarra de acero muy
seleccionada, piedra caliza y recortes de laminado, que se cargan por la puerta giratoria en la parte superior del horno. Se
agregan pequeñas cantidades de elementos en el cazo, las cantidades grandes se incluyen en la carga. Se utilizan los
métodos ácido y básico, el ácido suele ser para piezas de acero fundido y el básico para aceros especiales. El horno de
arco eléctrico genera altas temperaturas, un control muy preciso de la composición y mínima contaminación. Pero, debido
a la cantidad de electricidad que consume, este horno es más costoso en su operación que los otros procesos para
producción de acero.
Los diversos tipos de hornos eléctricos adoptados actualmente en las fundiciones pueden clasificarse como sigue:
A) Hornos eléctricos de arco.
De arco directo monofásico y trifásico.
De arco indirecto monofásico.
b) Hornos eléctricos de resistencia
De resistencia metálica.
De resistencia no metálica.
6.2 CONVERTIDOR: H. BESSEMER, THOMAS SIEMENS* LD BOF BOP BOS LD-AC OLP KALDO ROTOR OBM Q-
BOP*DESCRIPCIÓN DEL APARATO Y SU FUNCIONAMIENTO
CONVERTIDOR: H. BESSEMER, THOMAS:
El Proceso Bessemer Fue el Primer Proceso industrial barato para la fabricación en serie de acero de un hierro en lingotes
fundido. El proceso es nombrado por su inventor, Henry Bessemer, Que saco una patente del Proceso en 1855.
CONVERTIDOR THOMAS-BESSEMER
El aparato ideado por el castellano Henry Bessemer se llama convertidor por cuanto Convierte el arrabio ya procesado, es
decir, La Fundición, En Acero o en hierro. Consiste en una gran caldera piriforme, Forrada con grueso palastro de acero y
revestida interiormente de material de Refractario; La parte superior y abierta está la inferior es redonda y móvil en torno de
un eje horizontal y taladrada por pequeños agujeros para la insuflación del aire. El aparato descansa sobre dos soportes,
uno de los Cuales Posee un Mecanismo hidráulico que hace girar el recipiente, Que sea posible para cargar la fundición
que el pecado se Tapen los agujeros del fondo, Y también para Facilitar la colada del acero una vez realizada la
conversión. La operación de conversión se Desarrolla en tres Periodos:
Convertidor Thomas-Bessemer, diagrama esquemático.
Escorificación: El Aparato Cuando Se Trata de la primera conversión y se retiran las cenizas; Luego se Coloca en sentido
horizontal y se carga de fundición hasta 1 / 5 de su capacidad. Se le inyecta aire a presión y enseguida se devuelve al
convertidor A su Posición normal. El oxígeno del aire, un Través de la masa líquida, quema el silicio y el manganeso que se
encuentra en la masa fundente y los transforma en los óxidos Correspondientes. Esta primera fase se efectúa sin llamas
Dentro de unos 10 min, Y recién al término de la operación Aparecen chispas rojizas que salen de la boca del convertidor.
Descarburación: Continuando la acción del Soplete, el Oxígeno Empieza la oxidación del Carbono, Lo que se efectúa con
mucha violencia y con salidas de llamas muy largas, DEBIDO a las fuertes corrientes del aire y al óxido de carbono en
combustión.
Recarburación: Quemándose el carbono, el oxígeno llegaría un oxidar totalmente el hierro dejándolo inservible; este punto
se corta el aire, se inclinación el convertidor y se añade a la masa liquida una aleación de hierro, carbono y manganeso en
una Cantidad relacionada con la calidad del acero que se Desea Obtener. Se endereza luego el aparato y simultaneamente
se le inyecta otra vez por aire Pocos minutos y por último se vierte por su boca ante todo las escorias y el Después Acero
O el Hierro Elaborado.
Los hornos Martin-Siemens son hornos de reverbero y se utilizan principalmente para la fusión y afino del acero
destinado a la fabricación de lingotes, y representaron la forma de fabricación de acero más extendido en Gran Bretaña y
Estados Unidos. Su capacidad puede variar entre 25 y 500 toneladas. Hace años se empleaban hornos más pequeños, de
15 a 30 toneladas, Sin embargo existen todavía en funcionamiento algunos hornos para fabricar piezas coladas grandes,
con pesos de 50 toneladas o más. El horno Martin-Siemens es calentado con aceite, gas de coquería, gas de gasógenos o
una mezcla da gas de alto horno y de coquería, si se dispone de ella.
El horno es un recipiente rectangular con puertas para combustible y gases en ambos extremos. Estas puertas pueden
responder a diversos diseños, pero en todo caso deben dirigir los gases hacia abajo, hacia la carga o baño del metal. La
llama y los gases calientes pasan por encima del baño y salen por el extremo opuesto del horno. Los gases de la
combustión atraviesan uno o dos regeneradores antes de perderse en la chimenea; frecuentemente se colocan calderas
después de los regeneradores para recuperar el calor perdido y conseguir la mejor recuperación posible de los productos
de la combustión mediante válvulas refrigeradas con agua y entonces al horno se le calienta desde el extremo opuesto.
PROCEDIMIENTO MARTIN-SIEMENS
Se carga con arrabio, procedente del horno alto. Este arrabio contiene hasta un 4% de carbono, más ciertos elementos
químicos considerados impurezas, algunos de los cuales como el fósforo o el azufre son altamente perjudiciales para el
acero, y otros como el silicio o el manganeso, no son deseables en las cantidades contenidas en el arrabio. Junto al arrabio
se añaden material como la caliza, que facilita la formación de escorias, regulando de esa forma el contenido de azufre en
la carga. En estos hornos se producen aceros comunes o poco aleados.
Los hornos Martin-Siemens pueden ser fijos o basculantes, prefiriéndose los últimos para el afino de arrabios altos en
fósforo. Para fabricar aceros de calidad se emplean generalmente los hornos Martin-Siemens con revestimiento básico,
aunque aún se utilizan en algunos lugares los con revestimiento ácido para obtener aceros de muy buena calidad partiendo
de materias primas muy selectas
La capacidad de estos hornos oscila de 15 a 200 t de metal. Se calienta con gas, fueloil o brea, y las llamas salen primero
por un extremo del horno y luego por el otro. Los gases producidos pasan por recuperadores equivalentes a los empleados
en los hornos altos. Cuando se invierte la marcha de los gases, los recuperadores a través de los cuales han estado
pasando los gases calientes calientan al aire y el gas que entra en el horno, mientras que los situados en el otro extremo
comienzan a calentarse por el paso a través de los mismos gases quemados.
HORNO MARTIN-SIEMENS BÁSICO
El horno Siemens básico tiene paredes y fondo de gran espesor, de magnesita o dolomita sinterizada, con una bóveda en
arcos construida con ladrillo silicioso. La solera de los hornos ácidos se hace con arena. El frontis del horno situado en la
plataforma de carga, tiene de 3 a 7 puertas, refrigeradas con agua y accionadas hidráulicamente, a través de las cuales se
carga el horno y se observa el proceso de fusión y afino. En el centro de la parte posterior del horno se haya el orificio de
sangrado, taponado firmemente en los hornos fijos y cerrado ligeramente en los basculantes. Los hornos básicos tienen
otro orificio al nivel de la escoria, a cuyo través se evacua parte de la escoria formada. Ordinariamente para fabricar los
aceros Siemens se emplea una gran cantidad de chatarra de acero. En las grandes acererías donde se fabrican perfiles de
construcción, raíles, etc. Se gasta casi el 50% de chatarra, y el resto de la carga está constituido por hierro líquido.
Inmediatamente después de efectuada la colada, todas las trazas de acero son rascadas del horno y, a continuación, se
echa dolomita calcinada sobre el fondo y paredes laterales para reemplazar las pérdidas ocasionadas en la operación
anterior. Después se carga el horno, castina sobre fondo, a continuación mineral y, finalmente la chatarra de acero. Todos
los grandes hornos Siemens se cargan en la actualidad mecánicamente.
Después de unas dos horas, la chatarra de acero empieza a fundirse y al llegar a este punto se añade el hierro fundido. La
acción del material sobre el lingote origina la ebullición del baño, formándose una escoria clara, parte de la cual se retira.
Después que la chatarra está completamente fundida, la castina empieza a descomponerse en anhídrido carbónico, el cuál
asciende a través del metal y escoria, y también en óxido cálcico, que va a la superficie y contribuye a formar una escoria
mas espesa. La acción del mineral, junto con la de la escoria, hace bajar el contenido de carbono del baño, de tal suerte
que en una operación bien conducida queda alrededor de un 1% de carbono cuando la castina se ha descompuesto
totalmente. La operación subsiguiente consiste en eliminar mas carbono hasta dejarlo en valor deseado, el cual depende
del tipo de acero que se trata de fabricar, y de calentar el baño hasta la temperatura conveniente para poder hacer la
colada y llenar las lingoteras. El contenido de carbono se baja gradualmente mediante un calentamiento continuado, pero si
por ensayos se encuentra que es demasiado elevado, se añade material; si es demasiado bajo, se añade hierro, ya sea
fundido o sólido.
El contenido de carbono se juzga por las fractura de las probetas que se cuelan en pequeños moldes, las cuales se enfrían
y rompen. Si se fabrica un acero blando o de bajo contenido de carbono, tan pronto como el contenido de carbono del
acero que se está fabricando llega al porcentaje deseado y el metal está suficientemente caliente, se cuela en una cuchara,
y se añaden a ésta el ferromanganeso y ferrosilicio necesarios para desoxidar y regular la composición química final del
acero.
Si se fabrica un acero más tocho, como el empleado para raíles, el contenido de carbono se reduce a un valor
comprendido entre 0,15 y 2,5% y se añade suficiente cantidad de hierro fundido un momento antes de hacer la colada,
para que el contenido de carbono alcance el valor deseado. El manganeso y silicio se añaden entonces en forma de
ferroaleaciones, ya sea en el horno o al acero en el momento de llenar la cuchara. Las cucharas de las cuales se cuela el
acero en las lingoteras son del tipo vaciable por el fondo, con el fin de separar el acero de la escoria, la cual flota en la
superficie. En los aceros de bajo contenido de carbono se añaden a menudo pequeñas cantidades de aluminio el colarlo
en los moldes para desgasificarlo, impidiendo de ésta manera que parte del mismo hierva sobre los moldes al solidificarse.
CONVERTIDOR LD (Linz-Durrer)
Soplando oxígeno puro sobre la superficie del baño metálico (fundición) que contiene el convertidor se podia Obtener acero
de alta calidad. En los procesos que anteriormente se emplearon al LD para fabricar acero, la oxidación del baño metálico
se realizaba por el oxígeno del aire o por el oxígeno que contenían los minerales de hierro o la chatarra.
Aunque Bessemer patentó el empleo de oxígeno puro para la fabricación de acero, como No pudo utilizarlo por no
Disponer del oxígeno necesario, se atribuye el mérito al de haber desarrollado este nuevo profesor Robert Durrer proceso.
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
El proceso se caracteriza LD Porque Emplea Convertidores de revestimiento básico cerrados por abajo, lanza con una
vertical que se introducen por la boca del convertidor y por la que se inyecta oxígeno puro Supersónica una velocidad
sobre la superficie de la fundición qué se debe de afinar.
VENTAJAS
1 .- La calidad del acero es Superior a los métodos Bessemer o Thomas. Es de la misma calidad que los aceros que se
fabrican en Siemens y se aproxima A LOS aceros fabricados en Hornos Eléctricos de Arco. Fósforo = 0,015 un 0,040%,
Nitrógeno = 0,0020 un 0,0050%.
2 .- El costo de la acería es muy inferior al de Siemens y al de Arco Eléctrico, Misma con Capacidad de producción.
3 .- El proceso es de corta duración. Cada colada dura aproximadamente 40 minutos en total. El Siemens dura de 5 a 6
horas y los Hornos Eléctricos de Arco duran de 2 a 4 horas.
4 .- Tienen La ventaja de basarse Fundamentalmente en el empleo del arrabio líquido obtenidos en los Altos Hornos.
Además tiene La ventaja de cargar del 10 al 35% de chatarra. La adicion de cargas de chatarra u óxido de hierro en
Cantidades importantes Sirven para enfriar el baño metálico.
5 .- Los aceros fabricados con este método CONTIENEN Generalmente menos oxígeno.
Todo el convertidor está cubierto por un revestimiento refractario básico (y Dolomita calcinada Magnesita) de espesor
variable de 250 a 800 mm de espesor.
RESUMEN DEL PROCESO
Una operación LD es en cierto modo parecida a las que Corresponden A LOS convertidores Bessemer y Thomas. Durante
el Proceso se gira el convertidor para que presente la boca en la dirección más Apropiada para Las diferentes fases del
proceso.
Con el crisol en Posición inclinada, se hace la carga de la chatarra y luego la de la fundición líquida. A Continuación se
endereza y se baja la lanza comenzando con el soplo del oxígeno. Para Formar la escoria se añade cal (5% del peso de la
fundición) y en Ocasiones También caliza.
En los primeros minutos del soplado comienza la Eliminación del silicio y casi al mismo tiempo la del manganeso.
El carbono y el fósforo se eliminan Después un poco, pero casi simultaneamente.
A los 20 minutos de comenzado el Proceso, Cuando Se considera que se ha gastado el volumen de oxígeno calculado
para la operación, se interrumpe el soplado y se sacan muestras del Acero y de la escoria para Analizar y se mide la
temperatura del baño. Si en ese momento la composición de baño y la temperatura son las ADECUADAS, se procederá a
realizar la colada ..
COMPOSICIÓN DE LA FUNDICIÓN
C = 3.5-4.5%, Mn = 1.5-2.5%, Si = 0.20-1.0%, P = Menor a 0.30-0.20%, S = <0,060%
Soplo de oxígeno.
PUREZA = 99%
PRESIÓN = 10 Atmósferas
ALTURA = Primero 2 metros, Después 1 metro sobre la superficie del baño metálico.
Acrónimos Para siglas pronunciadas silábicamente, véase sigla. En lingüística moderna, un acrónimo (del griego ἄκρος,
transliterado como akros, "extremo" y ὄνομα, tr. como ónoma, "nombre") puede ser una sigla que se lee como una palabra
o un vocablo formado al unir parte de dos palabras. Este tipo de acrónimos funden dos elementos léxicos tomando, casi
siempre, del primer elemento el inicio y del segundo el final.
El significado de un acrónimo es la suma de los significados de las palabras que lo forman. Por ejemplo el término
telemática significa "telecomunicación-informática" que a su vez es acrónimo de "información-automática".
ACRONIMOS EN SIDERURGIA: En la terminología siderúrgica nos encontramos con una gran mayoría de acrónimos que
están relacionados mayormente con Empresas, Organismos y Procesos. En Empresas, es un propósito inicial bien
meditado de crear una unidad Lexemática que pudiera pronunciarse como una palabra, Desde el punto de vista funcional
los acrónimos que analizamos a continuación son sustantivos. La mayoría de las siglas denominan generalmente
procesos(ACCAR, AOD, BOP, CAS, DIOS, FIOR, VAD, VAR, VIM, VOD) o grupos de procesos(BOS), empresas
(INMETCO, OSIL) y asociaciones o institutos (AISI, AISE). Hay un caso en el que la abreviación representa un proyecto
(ULSAB) y otro ejemplo de instrumento con extensión semántica de proceso (BOF).
Los convertidores de arrabio en acero ya no son como los de Bessemer y sus contemporáneos. Conocidos generalmente
por sus iníciales en ingles, los convertidores BOF (Basic Oxygen Furnace) logran la refinación del arrabio empleando la
misma idea de Bessemer para eliminar las impurezas y el exceso de carbono por oxidación, además de aprovechar el calor
de la oxidación como fuente de energía para la fusión. En lugar del soplo de aire que utilizaba Bessemer, en los BOF la
oxidacion se hace directamente con oxigeno. Esta idea también la tuvo Bessemer porque el aire contiene solamente un
21%, de oxigeno contra un 78% de nitrógeno. Lo que paso fue que en los tiempos de
Bessemer el oxigeno puro era muy caro, de modo que no era accesible ni para hacer experimentos en el laboratorio. Cien
anos después la situación era otra porque se desarrollaron métodos baratos para producir oxigeno y en la escala necesaria
para abastecer a las grandes siderúrgicas.
Un esquema del convertidor BOF se presenta en la figura 9. Consiste en una olla de acero recubierta en su interior con
material refractario del tipo básico (oxido de magnesio o de calcio, por ejemplo). A diferencia del convertidor de Bessemer
(Figura 3) donde se soplaba el aire por la parte inferior, en el BOF se inyecta el oxigeno por una lanza que entra por la
parte superior. La lanza se enfría con serpentines de agua interiores para evitar que se funda.
La carga y la descarga de la olla se hacen también por la parte superior y por eso la olla esta montada en ejes laterales
que le permiten girar.
Figura 9. Mediante un chorro de oxígeno con polvo de piedra caliza el arrabio es convertido en acero en un BOF; el
oxígeno reacciona con el carbono del arrabio y lo elimina en forma de dióxido (o monóxido) de carbono. La caliza
sirve para eliminar impurezas, entre las que destaca el fósforo.
Originalmente el proceso BOF fue desarrollado en Austria para convertir arrabio con bajo contenido de fosforo (alrededor
del 0,3%), y en ese tiempo se bautizo con las iníciales LD, de Linz – Dusenverfahren (lanza de Linz). Luego la técnica se
extendió, para arrabios de alto fosforo mediante la adición al chorro de oxigeno de polvo de piedra caliza. Entonces se
logro la producción de acero con arrabio de contenidos de fosforo tan altos que llegaban incluso al 2%.
Una de las grandes ventajas que desde un principio se observo en los convertidores BOF fue su capacidad para aceptar
hasta un 20% de chatarra junto con la carga de arrabio líquido.
La diferencia de precios entre la chatarra fría y el arrabio líquido ha motivado la búsqueda de tecnologías para incrementar
lo más posible la carga de chatarra. Algunos éxitos en esta dirección se han obtenido al adicionar al oxigeno que entra por
la lanza combustibles diversos (fuel, gasoil) y carburos de silicio y calcio.
La entrada de los convertidores BOF al mercado mundial fue muy acelerada. En la figura 5 se muestra como los BOF
marcaron el fin de los ya obsoletos convertidores de Bessemer y de los Siemens – Martin que habían dominado por
décadas.
Figura 5. Producción de acero en Inglaterra. Los convertidores de Bessemer, "ácidos" o "básicos", dominaron
inicialmente. El sistema Siemens – Martin fue el más utilizado en las primeras siete décadas del siglo XX. Los
convertidores BOF, sucesores de los Bessemer cobraron importancia en los últimos cuarenta años.
HORNO LD
Se trata de un horno de creación bastante reciente que permite la obtención de aceros de gran calidad, siendo el
procedimiento más empleado en la actualidad debido a la relativa sencillez y bajo coste del mismo, al tiempo que permite el
reciclaje de la chatarra de acero.
El horno consiste en un gran recipiente, capaz de albergar hasta 300 toneladas de carga, la cual consiste en arrabio y
chatarra, además de fundente (CaO) para formación de la escoria. Está construido en acero revestido interiormente con
ladrillo refractario de carácter básico y, para facilitar la carga y descarga se monta de forma que pueda bascular sobre uno
de sus costados.
En la fase de llenado se inclina el horno y se introduce en él, en primer lugar el arrabio, a continuación la chatarra de acero
y finalmente el fundente. Una vez cargado se coloca en posición vertical para la siguiente fase. En la fase de afino se
inyecta oxígeno puro a presión (~12 atm.) mediante una lanza refrigerada que se introduce justamente en el centro del
fundido. Al inyectar el oxígeno puede formarse inicialmente óxido de hierro, pero que reaccionará rápidamente con las
impurezas volviéndose a recuperar el hierro, formándose los óxidos correspondientes que formarán la escoria con el
fundente añadido. Por otra parte, la reacción de combustión del carbono es también rápida y proporciona el calor necesario
para mantener la carga en estado fundido. El empleo de oxígeno puro en lugar de aire evita la presencia de N 2 e H2 que
perjudican las propiedades de los aceros obtenidos al hacerlos duros y frágiles. Al final del proceso se añaden al interior
del horno los elementos de aleación necesarios a fin de obtener el acero deseado, los cuáles se suelen introducir en forma
de la ferroaleación correspondiente. Finalmente, en la fase de vaciado se inclina el horno sobre su costado con objeto de
eliminar la escoria que sobrenada y, después se bascula totalmente para vaciar el contenido. El proceso total es bastante
rápido, siendo aproximadamente de una hora.
OLP: (Oxygen-Lime-Powder = Proceso de soplado de oxigeno y cal). Es proceso parecido al LD-AC75 Este proceso
está basado en los estudios realizados por el IRSID76 de Paris e inicialmente los grafemas correspondían a los lexemas
franceses Oxygene-Lance-Poudre. Al adaptar la denominación OLP al inglés para facilitar su comercialización a nivel
internacional, el grafema L pasó a hacer referencia a un lexema distinto del de la lengua original.
Proceso del oxígeno básico L-D
BOS: (Basic Oxygen Steelmaking = Fabricación de acero con horno de revestimiento básico y soplado de
oxigeno/Proceso LD)
Las denominaciones sinónimas BOF -cuando se refiere a un proceso-, BOP y BOS, acuñadas en EE UU, alucen a un
método de fabricación de acero cuyas características coinciden en el proceso LD, de ahí que utilizaremos “Proceso LD”
también como traducción al español de BOF, BOP y BOS. Las siglas LD no son utilizadas por los fabricantes de acero en
EE UU para evitar el pago de regalías por un proceso desarrollado en Europa con anterioridad. Apraiz ya establecía la
relación entre el proceso BOP y el proceso LD en LFAU (1978: 574)59
El proceso de oxígeno básico L-D (BOS, BOF, Linz-Donawitz-Verfahren, LD-convertidor) es un método de producir
acero en el cual el hierro fundido rico en carbono se transforma en acero. El proceso es una mejora sobre el proceso de
Bessemer históricamente importante. El convertidor L-D es conocido por los topónimos austriacos Linz y Donawitz (un
distrito de Leoben).
Tras la segunda guerra mundial se iniciaron experimentos en varios países con oxígeno puro en lugar de aire para los
procesos de refinado del acero. El éxito se logró en Austria en 1949, cuando una fábrica de acero situada cerca de la
ciudad de Linz y de Donawitz comenzó a desarrollar el proceso del oxígeno básico o L-D.1 Actualmente es el procedimiento
más empleado en todo el mundo.
El proceso de oxígeno básico tiene lugar en un recipiente de forma semejante al convertidor Bessemer. En él se introduce
hierro fundido y chatarra de acero, y se proyecta sobre la superficie un chorro de oxígeno a una presión muy grande. El
carbono y las impurezas se queman rápidamente.
Un crisol BOS típico sostiene aproximadamente 500 toneladas de acero. El crisol está recubierto con ladrillos refractarios
resistentes al calor que pueden resistir la alta temperatura del metal fundido.
El proceso de acería de oxígeno básico es como sigue:
El hierro fundido de un horno alto es vertido en un contenedor refractario-rayado grande llamado un cucharón.
El metal en el cucharón es enviado directamente para la acería de oxígeno básica a una etapa de pretratamiento.
El pretratamiento del metal de alto horno es usado para reducir la carga de refinado de azufre, silicio, y fósforo. En el pre
tratamiento de desulfuración, una lanza es introducida en el hierro fundido en el cucharón y varios cientos de kilogramos de
magnesio pulverizado son añadidos. Las impurezas de azufre son reducidas al sulfuro de magnesio en una reacción
exotérmica violenta. El sulfuro es sacado del crisol en forma de escoria. El pretratamiento similar es posible para
desiliconisación y defosforilación que usa la escala de molino (óxido de hierro) y la cal como reactivo. La decisión de
pretratar depende de la calidad del metal de alto horno y la calidad final requerida del acero BOS.
El relleno del horno con los ingredientes es llamado culpando. El proceso de BOS es autogenerado : la energía
termica requerida es producida durante el proceso. Manteniendo el equilibrio de precio apropiado, la proporción de
hotmetal para desechar, es por lo tanto muy importante. El recipiente BOS es un quinto lleno de la pizca de acero. El hierro
fundido de la cucharón es añadido como requerido por el equilibrio de precio. Una química típica de hotmetal cobrado en el
contenedor BOS es: el 4 % C, 0.2-0.8%Si, 0.08 %-0.18%P, y 0.01-0.04%S.
El recipiente es puesto entonces derecho y una lanza refrescada por agua es bajada abajo en ello. La lanza hace
volar el oxígeno puro del 99 % en el acero e hierro, haciendo la temperatura elevarse a aproximadamente 1700°C. Este
derrite la pizca, baja el contenido de carbón del hierro fundido y las ayudas quitan elementos químicos no deseados. Esto
es este uso de oxígeno en vez del aire que mejora en el proceso de Bessemer, para el nitrógeno (y otros gases) en el aire
no reaccionan con el precio cuando el oxígeno hace.
Los flujos (cal quemada o dolomite) son alimentados al contenedor para formar la escoria que absorbe impurezas
del proceso de acería. Durante la sopladura del metal en el contenedor forma una emulsión con la escoria, facilitando el
proceso de refinado. Cerca del final del ciclo de soplado, que toma aproximadamente 20 minutos, la temperatura es
medida y las muestras son tomadas. Las muestras son probadas y un análisis de computadora del acero dado dentro de
seis minutos. Una química típica del metal hecho volar es 0.3-0.6%C, 0.05-0.1%Mn,.01-0.03%Si, 0.01-0.03%S y P.
El recipiente BOS es inclinado otra vez y el acero es vertido en un cucharón gigantesca. Este proceso es llamado dando un
toque al acero. El acero es refinado adelante en el horno de cucharón, añadiendo materiales de aleación para dar las
propiedades especiales de acero requeridas por el cliente. A veces el gas de nitrógeno o argón es burbujeado en el
cucharón para asegurarse la mezcla de aleaciones correctamente. El acero ahora contiene el carbón del 0.1-1 %. Más de
carbón en el acero, más duro es, pero es también más frágil y menos flexible.
Después de que el acero es quitado del recipiente BOS, la escoria, llena de impurezas, es vaciado y refrescado.
El primer proceso de acería de oxígeno básico era el proceso de LD desarrollado en 1952 por VÖEST (predecesora de
Voestalpine AG) en Linz, Austria. Algunas compañías de acería principales en los EE.UU no se convirtieron a este proceso
durante décadas, con el último convertidor Bessemer aún operando comercialmente en 1968.
El proceso de LD sustituyó tanto el proceso de Siemens-Martin antes común, también conocido como el proceso de hogar
abierto, como el proceso de Bessemer.
Acería LD
La aceración por el proceso de LD se basa en la reacción exotérmica que produce la inyección de Oxígeno sobre
elementos (Silicio, Carbono, etc) de Arrabio líquido a altas T°. Al reducirse el porcentaje de estos compuestos se convierte
el arrabio en acero.
Proceso
1) Estación de vuelco: Del vagón termo se descarga el Arrabio liquido a la cuchara.
2) Cuchara.
3) Estación de desulfurado: Se extrae el Azufre.
4) Convertidor: Se introduce primero la chatarra, luego el Arrabio y los fundentes (caliza) para lograr una escoria activa y
así capturar Azufre e impurezas.
5) Inyección de oxígeno: Se introduce una lanza de inyección de Oxígeno por la base del convertidor para oxidar el
Carbono y el Silicio. También se inyectan gases por el fondo para mejorar el equivalente entre metal y escoria.
Notas: Las oxidaciones son exotérmicas por lo que el proceso es autosostenido. El calor se regula con la adición de
chatarra. El Carbono disminuye de 4 a 1% y el Silicio de 1 a 0,45%.
6) Fin de soplado (18 minutos).
7) Descarga de escoria: Esta se lleva al proceso de Sinterización.
8) Descarga de acero (Sangrado): A una cuchara que la envía a la estación de afino para ajustar la composiciones del
Acero.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Acer%C3%ADa_LD"
VER ARCHIVOS DE SIDERURGIA ll: steeluniversity.org
Simulación de la Metalurgia en el Convertidor LD, versión 1 Guía del Usuario
Aceros al carbono. El hierro forjado es blando, porque su contenido en C es muy bajo; el arrabio o hierro que sale del horno
alto (v. SIDERURGIA) es frágil, porque contiene demasiado C. Pronto se descubrió que los aceros con contenidos de C
intermedios eran superiores tanto al hierro forjado como a la fundición o arrabio por la buena combinación de sus
propiedades (dureza, resistencia y tenacidad), a la que se puede llegar, casi a voluntad, por adecuado tratamiento técnico.
Que las propiedades de los aceros son susceptibles de modificarse por adecuados calentamientos y enfriamientos era ya
conocido hace aproximadamente 3.000 años; el rito más que la técnica de estos tratamientos se ocultaba celosamente y el
acero era por ello un material caro, raro y desigual, sólo empleado en las mejores armas y herramientas del momento,
hasta que a mediados del siglo pasado Henry Bessemer inauguró la moderna edad del acero, concibiendo y
realizando un proceso de conversión que permite transformar, en menos de 20 minutos, cargas de arrabio líquido
de 50 T. en aproximadamente el mismo peso de acero de bajo contenido en C (0,10,2% C).
El proceso, en su origen, tenía sus limitaciones; p. ej., necesitaba menas que no contuvieran P. Estas limitaciones fueron
resueltas por Thomas y Gilchrist unos años más tarde recubriendo el horno convertidor con refractarios básicos. Por la
misma época, Siemens y Martin desarrollaron su horno de solera (unos años antes que apareciera la modificación del
convertidor (Bessemer), que permite tratar, al mismo tiempo, hasta 500 T. de material, de las cuales aproximadamente la
mitad pueden ser chatarra. El proceso es lento; se tardan cinco horas en cargar el horno, cuatro en fundir y formar la
escoria y tres en afinar, acabar y descargar. Es, por tanto, más caro; pero da más calidad, por mejor control.
En los convertidores se eliminan las impurezas y el C, hasta alcanzar la concentración deseada, por oxidación, inyectando
aire a través del arrabio líquido. En el horno de solera, el oxígeno para esta purificación se agrega en forma de óxido de
hierro y su concentración se controla a través de la escoria que cubre el metal fundido.
EN EL PROCESO KALDO la secuencia de operaciones es análoga a la citada para el horno de solera (Siemens y
Martin), pero sólo necesita 35 minutos.
EL PROCESO ROTOR es similar al anterior, pero la inyección de oxígeno se hace dentro de la masa fundida y sobre la
superficie de la escoria. El contacto escoria-metal es muy extenso y facilita la eliminación de P y S.
EL PROCESO L.D. ha sido .ampliamente aceptado por su eficacia y por su simplicidad, sobre todo después de haber sido
mejorado en Luxemburgo y Francia inyectando, simultáneamente, CaO en polvo (procedimiento L.D.A.C.).
Por último, debe citarse el reciente procedimiento desarrollado por la British Iron and Steel Research Association, en el que
se hace pasar arrabio líquido a través de un anillo que proyecta sobre la corriente de arrabio unos chorros de oxígeno que
le dispersan en pequeñas gotas; así disperso, se somete a la acción de CaO y otros fundentes pulverizados. El proceso es
muy rápido y barato.
Diagrama Fe-C. Cuando se disuelve C en Fe fundido se obtiene la aleación fundida de Fe+C, lo que, en términos
termodinámicos, se llama el sistema Fe-C.
La evolución de este sistema, cómo y cuándo cambia de estado, qué fases hay presentes a cada temperatura y cómo se
distribuyen el Fe y el C entre las fases presentes, se recoge en lo que se conoce como diagrama de equilibrio del
sistema Fe-C a la presión de 1 atmósfera o diagrama Fe-C (fig. 1), aunque en este caso debiera titularse diagrama [Fe-
Fe3C], ya que el C no se separa como tal (grafito) más que en las fundiciones y en ciertas condiciones, y sí lo hace en
forma de cementita (Fe3C); aunque ésta no sea la fase de equilibrio, sí es la que se forma más fácilmente y es muy
estable.
En el eje de abscisas está representado el contenido de C en porcentaje en peso (escala logarítmica); en la parte superior,
la correspondencia a este porcentaje en peso, en átomos de C por 100 del total. En el eje de ordenadas la temperatura en
grados centígrados. Cada punto del plano limitado por estos dos ejes corresponde a una aleación Fe-C con un cierto
contenido en C y a una determinada temperatura; dependiendo de ese porcentaje de C y de la temperatura, el sistema
será líquido o sólido, homogéneo (una sola fase) o heterogéneo (dos o más fases) (v. TERMODINÁMICA), y los elementos
Fe y C se distribuirán, entre las distintas fases, cuando el sistema esté en equilibrio, según indica el diagrama, cuyo trazado
se ha hecho a partir de datos obtenidos experimentalmente.
Convencionalmente se han llamado hierros a aquellas aleaciones Fe-C que contienen como máximo un 0,025% de C;
aceros aquellas que tienen hasta un 2% de C, y fundiciones las que tienen más del 2% de C.
Entre los aceros se distinguen, a su vez, los hipoeutectoides (con menos de 0,8% de C), y los hipereutectoides (de 0,8 a
2% de C). El punto o la composición eutectoide (0,8% de C) representa, metalográficamente, una microestructura
característica, llamada perlita (fig. 2), constituida por una fase rica en Fe (prácticamente hierro puro) llamada ferrita
(campos claros), y otra rica en C (6,67% C) llamada cementita, que es, en realidad, el carburo de hierro, de fórmula Fe3C
(láminas y glóbulos). Puesto que la fase que aparece cuando debiera aparecer C no es tal, sino Fe 3C, el diagrama debiera
denominarse diagrama FeFe3C; sin embargo, hay razones para seguir denominándole Fe-C si nos referimos al sistema en
equilibrio y ello no quita rigor a la información que puede obtenerse del diagrama.
En la microestructura de los aceros hipo o hipereutectoides a temperatura ambiente varía la proporción de las fases citadas
(ferrita y cementita). En los hipoeutectoides (fig. 3) aparecen colonias perlíticas (ferrita+cementita) alojadas en una matriz
ferrítica (campos claros). En los hipereutectoides (fig. 4), las colonias perlíticas aparecen enmarcadas por la fase cementita
que dibuja los contornos de los granos o cristales de una fase previa, llamada austenita, estable sólo a altas temperaturas
en los a. al carbono (fig. 1). Éstas son fases y estructuras de equilibrio. Es decir, a ellas se llega enfriando lentamente un a.
al carbono desde su estado fundido o desde la fase austenita. Las propiedades que ofrecen los a. en este estado (con esta
microestructura) son suficientes para muchas aplica. ciones, pero son mejorables, desde el punto de vista mecánico, por
tratamiento térmico.
Tratamiento térmico. La posibilidad de mejorar, de acuerdo con lo deseable, las propiedades mecánicas de los a.
calentándolos hasta una determinada temperatura, manteniéndolos a esa temperatura durante cierto tiempo (recocido),
enfriándolos con mayor o menor rapidez (temple), para volverlos a calentar, en algunos casos, a temperaturas moderadas
(revenido), se funda en cuatro hechos: 1) la existencia de dos modificaciones alotrópicas para el Fe (v. HIERRO) (la
alotrópía es una propiedad de algunos elementos químicos de presentarse, en estado sólido, en dos o más formas
cristalinas; pasan de una a otra a una temperatura fija, como si se tratase de un cambio de estado): la forma y, que
cristaliza en el sistema cúbico centrado en las caras, y la forma a, que lo hace en el sistema cúbico centrado en el cuerpo
(v. CRISTALOGRAFÍA). 2) La distinta solubilidad del C en cada una de estas formas. La forma y (fig. 1) puede llegar a
disolver un 2% de C a 1.130° C (recocido) y la forma a, como máximo, un 0,025%, a 723° C; es decir, aproximadamente
100 veces menos. 3) La posibilidad de retener el C en forma de solución sólida sobresaturada por enfriamiento rápido
(temple), aunque en estas condiciones la red ferrítica tenga que adoptar una forma tetragonal tensa, que presenta, como
consecuencia, gran dureza (martensita). 4) Cuando esta solución sobresaturada, dura y frágil, se calienta por debajo de
723° C (revenido) (fig. 1), tiende a alcanzar la estructura de equilibrio formada por las fases ferrita+cementita,
precipitándose ésta en forma de pequeñas partículas dispersas, con lo cual el a. conserva suficiente dureza y es, además,
resistente y tenaz.
En todo caso, las posibles transformaciones como consecuencia de los tratamientos térmicos son función de la
composición del a., de la temperatura y del tiempo. Bain inició estudios teniendo en cuenta estas variables y, siguiendo su
pauta, se han trazado las llamadas curvas TTT (temperaturatiempotransformación) (figs. 5 y 6).
Con los a. al carbono que contienen entre 0,07 y 0,30% de C (a. suaves) se fabrican los productos laminados (chapas,
flejes, perfiles), trefilados (vainillas e hilos), o extruidos (tubos), que se emplean en caapitería, carpintería metálica,
calderería, estructuras metálicas, etc. Con los a. que contienen entre 0,3 y 0,6% de C (semisuaves) se fabrican grandes
piezas forjadas (ejes, cigüeñales, cadenas, ganchos). Por encima del 0,6% de C se emplean en la fabricación de llantas y
carriles ferroviarios, ballestas, cables, sierras, matrices para estampación, cortafríos, cizallas, brocas, etc.
Los a. al carbono tienen las siguientes limitaciones: 1) No es posible obtener resistencias a la tracción superiores a 75
Kg/mmz si, a la vez, interesa conservar unos valores mínimos de tenacidad y ductilidad. 2) No pueden templarse
debidamente piezas de secciones grandes por baja templabilidad de estas aleaciones (la templabilidad es la propiedad de
los a. de endurecerse por temple, referida a la profundidad que alcanza éste para una determinada sección). 3) Es preciso
templarlos en agua para que el temple sea total; ello supone un evidente riesgo de deformación y agrietamiento. 4) Su
resistencia a la corrosión y a la oxidación a elevadas temperaturas es pequeña.
Aceros aleados. Precisamente para superar estas limitaciones y poder atender las necesidades prácticas, se han
desarrollado los a. aleados incorporando a los a. al carbono otros elementos como Ni, Cr, Mn, Mo, Si, W, V, Co, Cu, etc.
El efecto de estos elementos puede ser: a) Hacerlos más resistentes por incorporarse a la solución sólida y producir
cierta distorsión en su estructura cristalina. b) Precipitar en forma de carburos complejos, asociados a la cementita, cuando
se ha alcanzado el límite de su solubilidad en Fe (p. ej., el Mn, Cr, W, V). c) Provocar la separación del C en forma de
grafito, lo que reduce considerablemente la resistencia, ductilidad y tenacidad del a. El Si, Ni y Al son elementos
«grafitizantes» y este efecto se contrarresta añadiendo también elementos que forman carburos. d) Favorecer el
crecimiento o el afino de los granos o cristales de la estructura. El Ni, p. ej., tiende a afinarlos, mientras que el Cr y el Si
tienden a hacerlos mayores. e) Reducir el contenido en C para el cual aparecería la estructura eutectoide (perlita), por lo
cual algunos a. aleados presentan en su microestructura más perlita de la que pudiera esperarse por su porcentaje en C. f)
Elevar o bajar los puntos críticos de la transformación y>a, estabilizando la ferrita o la austenita, respectivamente. El Cr, S,
W, V y Mo estabilizan la ferrita; el Ni, Mn, Co y Cu estabilizan la austenita. g) Hacer menores las velocidades críticas de
enfriamiento aumentando la templabilidad del a. Por ello los a. debidamente aleados endurecen en mayor profundidad
(mayores secciones) que los a. al C, templando enfriados en aceite, e incluso al aire.
Además de estos efectos, algunos elementos concretos pueden producir otros específicos como son: mejorar la
resistencia a la corrosión (Cr); modificar las propiedades magnéticas (W, Co), o facilitar la «limpieza» del a., produciéndolo
libre de impurezas.
Los a. tienen un futuro bien asegurado por la ventajosa combinación de propiedades y precio, fundamentado, desde
hace aún pocos años, en el conocimiento científico de su fabricación y propiedades.
V. t.: HIERRO; SIDERURGIA; SIDEROMETALÚRGICA, INDUSTRIA.
BIBL.: E. JIMENO y F. R. MORRAL, Metalurgia general: extractiva, física, mecánica y química, Madrid 1955; A. H.
COTTRELL, An introduction to Metallurgy, Londres 1968; C. BODSWORTH, Physical Chemistry of ¡ron and steel
manufacture, Londres 1963; J. APRAIz, Tratamientos térmicos de los aceros, Madrid 1961; íD, Aceros especiales, Madrid
1961; R. E. REEDHILL, Principios de Metalurgia física, México 1968; F. W. J. BAILEY, Fundamentals of Engineering
Metallurgy, 2 ed. Londres 1964; E. R. PETTY, Physical Metallurgy of engineering materials, Londres dres 1968.
Para la fabricación del acero la materia prima es el arrabio líquido. El afino hace bajar el contenido del carbono de 3 % 4,5
% a menos de 1,5 y elimina las impurezas de Si, Mn y P.
Como ejemplo indicamos una, composición promedio de un arrabio :
Carbono C 3.60 %
Silicio Si 2.20 %
Manganeso Mn 0.70 %
Fósforo P 0.50 %
Azufre S 0.12 %
El arrabio tiene las características de resistencia siguientes:
Resistencia a tracción 15 + 35 kg./ mm2
Resistencia a compresión 45 % 90 kg./mm2
La obtención del acero es un proceso de purificación del arrabio que consiste principalmente en una refinación (afino) por
oxidación. La oxidación puede lograrse por el oxígeno del aire o por el agregado de elementos oxidables como el óxido de
hierro.
El carbono se oxida transformándose en CO y CO2 y escapa en forma de gas, el silicio, el manganeso y el fósforo forman
óxidos que se separan con la escoria. El azufre no toma parte en el afino (ha sido bajado en algunos casos hasta 0.05 % :
eliminándolo parte en el horno alto )
El afino para los aceros especiales requiere de las siguientes fases adicionales:
Aceros especiales
Fase de dosificación
Fase de superafinado
Añaden elementos de aleación y completa el desoxidado del hierro
Completa la eliminación de impurezas
La caliza de la carga del horno se emplea como fuente adicional de monóxido de carbono y como sustancia fundente. Este
material se combina con la sílice presente en el mineral (que no se funde a las temperaturas del horno) para formar silicato
de calcio, de menor punto de fusión. Sin la caliza se formaría silicato de hierro, con lo que se perdería hierro metálico. El
silicato de calcio y otras impurezas forman una escoria que flota sobre el metal fundido en la parte inferior del horno. El
arrabio producido en los altos hornos tiene la siguiente composición: un 92% de hierro, un 3 o 4% de carbono, entre 0,5 y
3% de silicio, del 0,25% al 2,5% de manganeso, del 0,04 al 2% de fósforo y algunas partículas de azufre.
El ALTO HORNO es virtualmente una planta química que reduce continuamente el hierro del mineral. Químicamente
desprende el oxígeno del óxido de hierro existente en el mineral para liberar el hierro. Está formado por una cápsula
cilíndrica de acero forrada con un material no metálico y resistente al calor, como ladrillos refractarios y placas
refrigerantes. El diámetro de la cápsula disminuye hacia arriba y hacia abajo, y es máximo en un punto situado
aproximadamente a una cuarta parte de su altura total. La parte inferior del horno está dotada de varias aberturas tubulares
llamadas toberas, por donde se fuerza el paso del aire. Cerca del fondo se encuentra un orificio por el que fluye el arrabio
cuando se sangra (o vacía) el alto horno. Encima de ese orificio, pero debajo de las toberas, hay otro agujero para retirar la
escoria. La parte superior del horno, cuya altura es de unos 30 m, contiene respiraderos para los gases de escape, y un
par de tolvas redondas, cerradas por válvulas en forma de campana, por las que se introduce la carga en el horno. Los
materiales se llevan hasta las tolvas en pequeñas vagonetas o cucharas que se suben por un elevador inclinado situado en
el exterior del horno.
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Carga típica en Alto Horno de CSH Composición química del Arrabio
Componentes kg/t kg/carga Elementos %
Mineral de Hierro 490 9.600 Fierro (Fe) 93,70
Pellets 995 19.600 Carbono (C) 4,50
Chatarra 15 300 Manganeso (Mn) 0,40
Mineral de Mn 22 450 Silicio (Si) 0,45
Caliza 112 2.300 Fósforo (P) 0,110
Cuarzo 12 250 Azufre (S) 0,025
Coque 451 9.200 Vanadio (V) 0,35
Petróleo + Alquitrán 44 899 Titanio (Ti) 0,06
1.530 Temperatura en Alto Horno :
Aire Insuflado
m3/min 1.460ºC
Temperatura Aire Insuflado 1.030ºC
Las materias primas se cargan (o se vacían) en la parte superior del horno. El aire, que ha sido precalentado hasta los
1.030ºC aproximadamente, es forzado dentro de la base del horno para quemar el coque. El coque en combustión genera
el intenso calor requerido para fundir el mineral y produce los gases necesarios para separar el hierro del mineral. En forma
muy simplificada las reacciones son:
Los altos hornos funcionan de forma continua. La materia prima que se va a introducir en el horno se divide en un
determinado número de pequeñas cargas que se introducen a intervalos de entre 10 y 15 minutos. La escoria que flota
sobre el metal fundido se retira una vez cada dos horas, y el arrabio se sangra cinco veces al día.
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El aire insuflado en el alto horno se precalienta a una temperatura aproximada de 1.030 ºC. El calentamiento se realiza en
las llamadas estufas, cilindros con estructuras de ladrillo refractario. El ladrillo se calienta durante varias horas quemando
gas de alto horno, que son los gases de escape que salen de la parte superior del horno. Después se apaga la llama y se
hace pasar el aire a presión por la estufa. El peso del aire empleado en un alto horno supera el peso total de las demás
materias primas.
Esencialmente, el CO gaseoso a altas temperaturas tiene una mayor atracción por el oxígeno presente en el mineral de
hierro (Fe2O3) que el hierro mismo, de modo que reaccionará con él para liberarlo. Químicamente entonces, el hierro se ha
reducido en el mineral. Mientras tanto, a alta temperatura, la piedra caliza fundida se convierte en cal, la cual se combina
con el azufre y otras impurezas. Esto forma una escoria que flota encima del hierro derretido.
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Después de la II Guerra Mundial se introdujo un importante avance en la tecnología de altos hornos: la presurización de los
hornos. Estrangulando el flujo de gas de los respiraderos del horno es posible aumentar la presión del interior del horno
hasta 1,7 atmósferas o más. La técnica de presurización permite una mejor combustión del coque y una mayor producción
de hierro. En muchos altos hornos puede lograrse un aumento de la producción de un 25%. En instalaciones
experimentales también se ha demostrado que la producción se incrementa enriqueciendo el aire con oxígeno.
Cada cinco o seis horas, se cuelan desde la parte interior del horno hacia una olla de colada o a un carro de metal caliente,
entre 150 a 375 toneladas de arrabio. Luego se transportan a un horno de fabricación de acero. La escoria flotante sobre el
hierro fundido en el horno se drena separadamente. Cualquier escoria o sobrante que salga del horno junto con el metal se
elimina antes de llegar al recipiente. A continuación, el contenedor lleno de arrabio se transporta a la fábrica siderúrgica
(Acería).
Los altos hornos modernos funcionan en combinación con hornos básicos de oxígeno o convertidores al oxígeno, y a veces
con hornos de crisol abierto, más antiguos, como parte de una única planta siderúrgica. En esas plantas, los hornos
siderúrgicos se cargan con arrabio. El metal fundido procedente de diversos altos hornos puede mezclarse en una gran
cuchara antes de convertirlo en acero con el fin de minimizar el efecto de posibles irregularidades de alguno de los hornos.
El arrabio recién producido contiene demasiado carbono y demasiadas impurezas para ser provechoso. Debe ser refinado,
porque esencialmente, el acero es hierro altamente refinado que contiene menos de un 2% de carbono.
El hierro recién colado se denomina "arrabio". El oxígeno ha sido removido, pero aún contiene demasiado carbono
(aproximadamente un 4%) y demasiadas impurezas (silicio, azufre, manganeso y fósforo) como para ser útil, para eso
debe ser refinado, porque esencialmente el acero es hierro altamente refinado que contiene menos de un 2% de carbono.
La fabricación del acero a partir del arrabio implica no sólo la remoción del carbono para llevarlo al nivel deseado, sino
también la remoción o reducción de las impurezas que contiene.
Se pueden emplear varios procesos de fabricación de acero para purificar o refinar el arrabio; es decir, para remover sus
impurezas. Cada uno de ellos incluye el proceso básico de oxidación.
REFINACION DEL ARRABIO:
En el alto horno, el oxígeno fue removido del mineral por la acción del CO (monóxido de carbono) gaseoso, el cual se
combinó con los átomos de oxígeno en el mineral para terminar como CO2 gaseoso (dióxido de carbono). Ahora, el
oxígeno se empleará para remover el exceso de carbono del arrabio. A alta temperatura, los átomos de carbono (C)
disueltos en el hierro fundido se combinan con el oxígeno para producir monóxido de carbono gaseoso y de este modo
remover el carbono mediante el proceso de oxidación. En forma simplificada la reacción es :
2C + O2 2CO
2) DESFOSFORACION: El fósforo que en el hierro se encuentra al estado de fosfuro de hierro, en contacto con el
Feo produce anhídrido fosfórico. El anhídrido fosfórico por su afinidad con la cal, forma fosfato tricalsico, que es fijado en
la escoria. Por esto es que se exige una escoria básica.
El proceso Bessemer ácido ha sido el primero utilizado y el más sencillo. Desde su inicio permite obtener en una sola
operación, partiendo de hierro líquido, coladas de 10-25 tm al ritmo de 1 tm/ min. Por ser ácido, no defosfora ni desulfura y
debe utilizar hierro líquido de análisis adecuado. La gran abundancia de mineral de hierro rico en fósforo, que al ser tratado
en horno alto pasan gran parte al hierro líquido, provoca el desarrollo de procesos que pueden desfosforar y ha sido causa
de que los procesos básicos se empleen en Europa mucho más que el Bessemer ácido, limitados éstos a utilizar hierro
bajo en fósforo. La operación se realiza en el convertidor, cuba de acero revestida de refractario, con toberas en su fondo y
abierta en su parte superior, montada sobre apoyo con mecanismo basculante. La carga de hierro líquido se realiza con el
convertidor en posición horizontal, lo que deja abiertas las toberas. Se insufla el aire necesario a través de uno de los
soportes huecos a la caja de viento, que lo distribuye a través de las toberas a una presión de 2 kg / cm2. Se inicia el
soplado al mismo tiempo que se pone el convertidor vertical; el aire a presión pasa a través del hierro líquido,
introduciéndose así el oxígeno necesario para el afino. El silicio contenido en el hierro líquido es el factor termoquímico
más importante para regular y obtener la temperatura necesaria. La llama expulsada por la boca del convertidor cambia de
color y luminosidad, lo que permite juzgar el desarrollo del afino e interrumpir el soplado en el momento final adecuado;
entonces se hace bascular el convertidor y se cuela el acero líquido en una cuchara de transporte. El revestimiento ácido
de este tipo de convertidores proporciona el exceso de sílice indispensable para formar escoria, además del silicio que
contiene el hierro líquido. En el caso del convertidor básico, llamado “proceso Thomas”, el revestimiento es de magnesita o
dolomía calcinada y alquitrán. Por la acción fuertemente oxidante del soplado se elimina primero el carbono y después se
oxida el fósforo, que actúa de importante elemento termógeno. La cal necesaria se añade con la carga; se funde durante el
soplado y se combina con el fósforo oxidado, formando la escoria Thomas, utilizada como fertilizante. Este proceso ha sido
un factor muy importante del desarrollo industrial alcanzado en Europa a fines del siglo pasado. Se controla como el
Bessemer por el aspecto de la llama. El tiempo necesario del soplado es sólo de 15 minutos, por lo que el éxito del proceso
depende de la pericia del operario. Tan corto tiempo no permite efectuar control por análisis de muestras.