Teorias Implicitas
Teorias Implicitas
Teorias Implicitas
TESIS
PRESENTA:
JOEL ESTRADA NAVA
ASESOR:
MTRO. MARIO FLORES GIRÓN
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 5
4.1. METODOLOGÍA 53
4.2 CONTEXTO 55
4.3 INSTRUMENTOS 55
4.3.1. INSTRUMENTO DE OBSERVACIÓN. CATEGORÍAS SOBRE LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS. 56
4.3.2 CUESTIONARIO 56
4.3.3 ENTREVISTA 57
3
4.4. PROCESAMIENTO DE DATOS 57
4.5. RESULTADOS 58
4.5.1. OBSERVACIONES 58
4.5.2. CUESTIONARIO 81
4.5.3 ENTREVISTA. 88
4.6. ANÁLISIS 91
CONCLUSIONES 93
RECOMENDACIONES 99
BIBLIOGRAFÍA 101
ANEXOS 105
4
INTRODUCCIÓN
5
consisten, cuál es su naturaleza representacional, cuál es su dinámica y cuáles son
sus relaciones con la propia práctica.
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Nacional, Unidad Ajusco y estudiaremos la relación de éstas con sus actuaciones en
el aula. Para la obtención de información aplicaremos una entrevista semiestructurada
y se realizarán observaciones de las clases. Tomando como referencia el enfoque de
las teorías implícitas de Pozo, et al. (2006), las respuestas de los académicos a las
preguntas de la entrevista y los comportamientos de enseñanza observados, se
clasificarán en las diversas concepciones (directa, interpretativa y constructiva) que se
tienen de la enseñanza; y se intentará mostrar si existen incoherencias entre las
concepciones que presentaron en la entrevista y el comportamiento observado, o bien,
si hay una estrecha relación entre lo dicho y lo hecho.
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CAPÍTULO 1
8
El presente capítulo versa sobre lo que hacen los profesionales de la educación,
y las diversas maneras en que aprenden a hacerlo.
Resulta obvio el hecho de que gran parte de lo que hacen los profesores (…)
apremiados por las exigencias del momento, no es premeditado; es de naturaleza
intuitiva. Surge una situación; el profesor responde, y es únicamente después, si acaso,
cuando éste se detiene a estudiar qué es lo que estaba ocurriendo y por qué ha hecho
lo que ha hecho (Atkinson y Claxton, 2002; 13).
Veamos, por ejemplo, el caso del arcaico “modelo del aprendiz”; los que
estudiaban para ser profesores se empapaban de conocimientos por medio de una
mezcla de observación y “ensayo y error”; por otra parte, según el “modelo
escolástico”, que sustituyó al primero en los años setenta, el grueso de la población
estudiantil absorbía los conocimientos académicos y aprendía cómo llevarlos a la
práctica (Pérez, 1995); según el “modelo práctico”, que cubrió a este último, los
profesores duchos y experimentados intentaban trasladar su habilidad profesional
intuitiva y hacerla explícita a través de máximas y teorías, y en seguida la transferían
a los estudiantes; mientras que según el “modelo del profesional reflexivo”, no debían
ser los docentes los encargados de tal tarea, sino por el contrario, los propios
estudiantes eran los únicos responsables de recuperar y formalizar sus propias
respuestas reflejas y sus creencias implícitas (Perez, 1995).
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relación de ésta con el pensamiento del profesor y la relación de teorías implícitas
dentro del mismo.
Por otra parte, y desde una posición intermedia, el modelo del aprendizaje
práctico nos ha dado conocimiento de ciertas instancias del aprendizaje, dejando de
lado una explicación de cuál es el camino que conduce a los neófitos hasta esta
competencia en el oficio. Y el “modelo del profesional reflexivo” lleva a los expertos a
negar la existencia de algún tipo de conocimiento de valor que ellos puedan transmitir,
y a subestimar tanto la tolerancia emocional como los requisitos de aprendizaje que la
reflexión obliga (Pérez, 1995).
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de lo que puede pensarse, cimentado en una base fuertemente estructurada, pues
ésta la constituye la totalidad de lo que se ha conocido pero que, debido a su
complejidad y magnitud no puede mantenerse en la conciencia; mientras que la razón,
en contraste, se preocupa más por el análisis del conocimiento hasta reducirlo al nivel
del detalle (Atkinson Y Claxton, 2002).
“Guy Claxton argumenta que los bebés y los animales funcionan únicamente
por intuición, al carecer de lenguaje y de conciencia de sí mismos” (Atkinson y Claxton,
2002; 17). Así —podemos pensar— Descartes pudo haber razonado “Pienso —es
decir, transformo la intuición en conciencia a través del lenguaje— luego —debido a
esto, conozco— existo”, sin embargo, este hecho —el de pensar a un nivel tan
consciente— puede trasladar al docente a cargar una autoconciencia que resulte
contraproducente, pues la eficacia de los profesores expertos reposa en una facilidad
y naturalidad al momento de actuar que únicamente es posible si ésta es espontánea
—es decir, automática— y basada en un restringido examen consciente de las
opciones disponibles (Brown y McIntyre, 1993).
Los profesores no tienen tiempo de retorcerse las manos, reflexionar sobre teorías
complejas acerca del aprendizaje y la motivación y realizar elecciones sofisticadas en
base a cursos de acción alternativos. Tienen que actuar con rapidez, de forma
espontánea y más o menos automática, la inmediatez es la característica de la
situación, y de cualquiera que sea la teoría implícita que use un profesor debe ser capaz
de producir al instante una conducta apropiada (Brown y McIntyre, citados en Atkinson
y Claxton, 2002; 16).
11
Es por ello que en este capítulo centraremos vital importancia al concepto en
cuestión, que a pesar de poseer un carácter más bien instintivo, no deja de estar ligado
a la práctica diaria y recurrente en el ámbito educativo.
1.1.1 Intuición
¿Lo han sentido? ¿Alguna vez han sido testigos de tal maquinaria —que da la
impresión de ser autónoma como magnífica— como lo es la seguridad de hacer lo
correcto en el momento y espacio correctos?; esa maquinaria que también posee voz
y conciencia; ¿la han escuchado?, ¿se han dejado llevar en situaciones complejas —
llenas de procesos y métodos—, por esa voz interna —casi ajena a nosotros—, la cual
dicta la solución de forma clara, tan nítida que juramos no puede ser verdad?
Pues bien, ese pensamiento que subyace bajo la acción y la toma de decisiones
rápidas, es lo que llamamos intuición. (Atkinson & Claxton, 2002).
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Si nos colocamos en un punto intermedio, en dónde no tengan reino ni el azar
de la primera, ni la divinidad de la segunda, podemos encontrar una definición que, por
el momento puede convencernos.
fue el primero, no admitir como verdadera cosa alguna, como no supiese con
evidencia que lo es; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención,
y no comprender en mis juicios nada más que lo que se presentase tan clara y
distintamente a mi espíritu, que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en duda.
(Descartes, 1978; 40)
Más concluyentemente, dice “(...) vamos a enumerar aquí todos los actos de
nuestro entendimiento por medio de los cuales podemos llegar al conocimiento de las
cosas, sin temor alguno de errar; no admitimos más que dos, a saber: la intuición y la
deducción” (Descartes, 1971; 99)
13
En lo que al conocimiento se refiere, Descartes toma en cuenta a “(...) nosotros
que conocemos y las cosas que deben ser conocidas” (Descartes, 1971; 118).
En cuanto a las cosas que por sí mismas deben ser conocidas, es por más
sabido el vuelco sustancial que plantea la filosofía cartesiana. No podemos juzgar que
la imaginación realiza una reproducción fiel de los objetos que de los sentidos obtiene,
ni que los sentidos reciben las verdaderas figuras de las cosas, ni tampoco que las
cosas externas son en todas las veces como aparecen; pues bien, en todas estas
cosas no estamos exentos a error (Descartes, 1971). Ahora las cosas no nos son
dadas en sí mismas, por el contrario, se encuentran presentes en nuestro espíritu, ya
sea como ideas, ya sea como representaciones, y creemos que a éstas corresponden
realidades existentes fuera del yo que las piensa (Freud, 1996). Las cosas, ahora, se
han convertido en ideas; por tanto, el material que constituye el conocimiento, no son
las cosas, sino las ideas.
14
ninguna meditación entre objeto y sujeto, lo que excluye el concepto y la abstracción”
(Florián. 2002).
En este sentido, se puede ver tanto a la razón como a la intuición, como un par
de herramientas que poseen características propias que las convierten más o menos
adecuadas para una tarea específica. Los propios docentes deben tener la capacidad
de utilizar ambas herramientas y distinguir cuándo hay que utilizar una u otra, y saber
qué momento es el adecuado para utilizar ambas a la vez.
La razón puede observarse como triunfo del lenguaje sobre el pensamiento; sin
embargo, en la práctica docente, al menos para algunos profesores, no es posible
traducir a la expresión verbal y racional las impresiones sobre ésta de manera
inmediata. La intuición, por su parte, representa una forma alternativa de conocer
15
diferente del análisis razonado; ésta se basa en la capacidad de inferir verdades a
partir del conocimiento, sin articular ese conocimiento. Ésta habilidad tiene un inmenso
valor en aquellos momentos de la enseñanza en los que la acción ha de ser más o
menos espontánea.
16
1.2 Alcances y límites
17
analizarlo con detenimiento, se convenció de que hay algo en mí que me llama al
fenómeno educativo. Como sea, esto fue y continúa siendo el camino más corriente.
La descripción que doy se ajusta probablemente a muchas personas que aquí me leen.
Sobre todo la primera parte; aunque me temo que respecto a la segunda parte, no
todos ustedes tuvieron la suerte de compartir mi experiencia.
18
La cuestión fundamental naturalmente es: ¿estamos actuando de forma
correcta y racional? Probablemente ya habrán acertado la respuesta: en muchos
casos, no. Mi principal argumento es que nuestro conocimiento sobre educación en
gran medida está basado en la intuición y este es un planteamiento muy simplista. Hay
muchas cosas en educación que intuitivamente aceptamos y creemos, y que, en
realidad, resultan ser más complejas o incluso falsas cuando son sometidas a
verificación científica. Tenemos pues, aquí todos los alcances y límites de la intuición
en la educación. En resumen, lo que damos por sentado en el campo de la educación,
frecuentemente se vuelve bastante diferente cuando lo analizamos más
detalladamente. En ocasiones estos resultados son sorprendentes e ilógicos y a veces,
inesperados y contrarios a lo que nos dice la intuición. A mi entender, la buena práctica
educativa se caracteriza por consistir en un enfoque racional que se corresponde más
o menos con el acercamiento que llevamos a la práctica en nuestra actividad
profesional, al margen de la formación. El punto de vista racional incluye el estudio de
bibliografía, la experimentación, la consulta a expertos, una revisión de pares de las
actividades educativas y sus resultados, debates y otras actividades académicas
relacionadas con estas actividades profesionales (Pozo et al., 2006), al menos yo lo
creo así.
19
CAPÍTULO 2
Así, desde el punto de vista del paradigma del pensamiento del profesor, Clark
y Peterson (1990) plantearon fundamentalmente tres grandes áreas:
20
1) Planificación de la enseñanza;
Refiriéndonos a la primera área, podemos decir que ésta abarca desde los
procesos que ocurren antes de la interacción que se da en el aula hasta aquellos que
acontecen después. Es decir que, dentro de la planificación del docente, emergen
tanto los procesos de pensamiento que tienen relación con el antes de la interacción
en el aula, como también los procesos de pensamiento o reflexiones que se dan
después de ella, preparando el pensamiento del docente para una futura interacción
en el aula. Cabe resaltar que dichos procesos no pueden ser observables, pues
ocurren dentro de la mente de los docentes.
21
En resumen, las tres categorías de los procesos de pensamiento de los
profesores que acabamos de exponer, nos permiten de buena manera comprender
mucho mejor cómo y por qué el proceso de la enseñanza tiene la apariencia y el
funcionamiento que lo caracteriza (Clark y Peterson en Wittock, 1990).
Ahora bien, dentro del marco de los estudios del pensamiento del profesor,
podemos hallar diversos enfoques referentes a las concepciones sobre el aprendizaje
(teoría de la mente, metacognición, fenomenografía, creencias epistemológicas, perfil
del docente y análisis de la práctica, teorías implícitas, etc.), de los cuales únicamente
mencionaremos tres, que a nuestro parecer son los más próximos a nuestro tema en
cuestión. A saber, el enfoque fenomenográfico, las creencias epistemológicas y las
teorías implícitas, siendo éstas el punto eje de nuestra investigación.
22
En los últimos años, han sido varias las investigaciones sobre este enfoque,
Pérez y Pozo (1999), Mateos, Martín. Todas han concluido en clasificar a las
concepciones de aprendizaje en dos categorías, a saber, una cuantitativa y una
cualitativa. Por ejemplo, el docente puede considerar el aprendizaje como una
actividad memorística o significativa, afectiva o neutra, implícita o explícita, etc.,
consiguiendo así, asegurar que las creencias están basadas en las experiencias de
los docentes de prácticas previas y escolares, sus preferencias o por ciertas vivencias
personales.
23
en el libro de texto o ha expuesto el profesor” (Pozo, et al. 2006; 72), hasta la creencia
en el propio sujeto como constructor de conocimiento “un problema sobre un área se
puede resolver aritméticamente, midiendo por medio de dibujos, etc.; la forma en que
se resuelva dependerá del interés, los conocimientos, etc. de quien lo resuelva” (Pozo,
et al. 2006; 72), así como también las creencias acerca del papel que juegan la
evidencia y los procesos de justificación, que irían desde la aceptación del
conocimiento a la conciencia de la necesidad de justificar el conocimiento.
Por último, las teorías implícitas, de acuerdo a los autores que hemos venido
empleando, son representaciones individuales construidas sobre la base de
experiencias adquiridas, principalmente en entornos sociales (Rodrigo, Rodriguez y
Marrero, 1993) que limitan nuestra manera de interpretar y de enfrentar las distintas
situaciones de enseñanza y aprendizaje.
24
Así, para indagar en las teorías y creencias de los docentes se utilizan un
conglomerado de métodos experimentales, observaciones o métodos cuasi
experimentales y, en ciertos casos, se suele trabajar con los tres juntos para diferenciar
los aspectos implícitos de las concepciones de otros más explícitos.
25
Dichos marcos interpretativos son de suma importancia para los individuos,
debido a que a través de ellos las personas generan explicaciones, interpretaciones y
predicciones que se adecúan al entorno social y físico que sirve de base para la toma
de decisiones y para orientar la propia acción (Pozo et al., 2001; 1992; Rodrigo et al.,
1993). Es decir, el individuo genera una serie de teorías que dan significado a los
fenómenos que lo rodean para ordenar y dar sentido a dichos fenómenos, y de la
misma manera generan algo parecido a compilaciones o repertorios de conductas en
sintonía con dichas teorías, e incitan comportamientos que, de cierta forma, se ajustan
más a éstas creencias personales. En este respecto, las teorías se encuentran en un
proceso constante re reelaboración a manera de adecuarse a la realidad particular
(Sánchez, 2003). Entonces, por el contrario a como se elaborarían las teorías a través
de un enfoque científico, es decir, de forma deductiva, éstas son inductivas y esgrimen
ciertos procesos de verificación. Por lo tanto, los sujetos acopian evidencia únicamente
para confirmar sus teorías. Le otorgan a priori un carácter de verdad, motivo por el que
no requieren corroboración empírica (Furnham, 1998). Simultáneamente estas teorías
son consideradas como organizadores implícitos de los conceptos, de naturaleza
fundamentalmente cognitiva y que contienen creencias, conceptos, reglas,
significados, imágenes mentales, etc., que intervienen en la forma en que se percibe
la realidad, así como en los procesos de razonamiento que se realizan. (Pozo, et al.,
2006).
26
En primer lugar, ambos conocimientos difieren en exactitud y formalidad, en los
que las teorías científicas son explícitas y formales, son lógicas, claras y consistentes
internamente, contrariamente a las teorías implícitas. No obstante Pozo (2006) añade
que el individuo entiende el mundo por medio de estas últimas sin hacer
conscientemente un análisis de la teoría misma. Estas teorías, al tener un carácter
tácito, carecen de la posibilidad de formalizarse. De ahí que no se plantee la necesidad
de explicitar una teoría, ni el método por el cual es aplicada.
27
prevalece frente a los intentos de rebatirla a diferencia de la teoría implícita, que es
inductiva, y por lo tanto sostenida a través de procesos de verificación. Además, se
diferencian en causa y consecuencia, en donde las teorías implícitas confunden
causas y efectos. Debido a que son correlaciónales en naturaleza no pueden inferir
causas; más bien establecen relaciones bidireccionales entre los fenómenos dándose
una especie de circularidad en las relaciones causales, en las que las causas son
consecuencias y las consecuencias causas de los eventos.
28
es indiscutible, siendo que existe un fuerte anclaje social de tales concepciones,
considerándolas como consecuencia de metasistemas de relaciones sociales, en los
cuales se puntualiza una visión funcional del mundo que permite a un individuo o grupo
dar sentido a las conductas, entender la realidad por medio de su propio sistema de
referencias, adaptarse y definir su lugar en ella (Arbic, 1994). Continuando por la
senda, las teorías implícitas alcanzan a explicar tanto situaciones prototípicas como
situaciones únicas y específicas. Debido a esto se ha organizado una distinción entre
dos niveles de funcionamiento de las Teorías Implícitas; el primero, fincado en
prototipos culturales; el segundo, cimentado sobre una representación crecidamente
idiosincrásica o única. Un modo de distinguir estos dos niveles de funcionamiento, es
decir, una forma de diferenciar prototipos culturales de situaciones únicas es hablar
de razones estructurales, en las cuales autores como Holland y Quinn (1987) señalan
que el nivel de conocimiento supone un enfoque compartido y normativizado del
escenario en cuestión debido a su origen social, consecuentemente prototipos
culturales, mientras que el nivel de creencia es una construcción más idiosincrásica
fruto de la experiencia personal. Esto, ratificado por Rodrigo (1993a), quien afirma que
la síntesis de conocimiento se realiza a través de un repertorio de modelos culturales,
mientras que la síntesis de creencias son adaptaciones parciales de las mismas
asumidas por las personas. Igualmente, Pozo et al (2006; Pozo, 2009) aporta
señalando que la construcción de las Teorías Implícitas se da de manera individual
mediante procesos de aprendizaje implícito (educación informal), a partir experiencias
obtenidas en entornos socio-culturales (Rodrigo et al., 1993). Podemos entender esto
sobre el hipotético de que las personas eligen las ideas en mayor medida
representativas del modelo transmitido por la cultura formando así conocimiento, a
diferencia de la generación de creencias que pillan un número menor de ideas y
ostentan más un carácter pragmático al querer dirigir la acción y no tanto poner a
prueba sus contenidos y examinar con rigurosidad las situaciones (Rodrigo, 1993;
Triana, 1993).
29
Continuando con el mismo autor, lo que determinará que las Teorías Implícitas
se simplifiquen a manera de conocimiento o a modo de creencia es la forma como
éstas se activan en función de las demandas de la tarea. En otras palabras, los
individuos tienen un sistema de experiencias en distintos dominios de la realidad a
partir de las cuales se pueden simplificar estructuras de conocimiento o de creencia
según determinados propósitos. Las síntesis de conocimiento sobre un ámbito integran
un repertorio de teorías culturales o científicas disponibles para ese ámbito. En este
punto, las personas pueden distinguir distintas teorías sobre un mismo ámbito. En
cambio, en la síntesis de creencias hallamos interpretaciones parciales sobre las
teorías culturales de un cierto ámbito, ya que es en este nivel en donde encontramos
las teorías que las personas toman como propias, que bien, o son una mezcolanza de
las teorías que ya conocen a nivel representacional o una síntesis de las mismas. La
fundamentación de dichas síntesis de creencias tiene origen en lo que se llama
escenarios socioculturales. En consecuencia, se concibe que las Teorías Implícitas
sustentan que los sujetos construyen su conocimiento no únicamente en
correspondencia con el sistema social en general, sino a través de su pertenencia en
él.
30
debemos elaborar una síntesis de creencia; por el contrario, para poder negociar
nuestro punto de vista con el de los demás, necesitaremos una síntesis de
conocimiento.
En el mismo sentido, Pozo (2001) hace una diferencia entre las acciones
pragmáticas, que se basan en representaciones implícitas y simbólicas, y que se
utilizan para predecir o controlar lo que sucede en el mundo, y las acciones
epistémicas, funcionales para modificar la relación del sujeto con el mundo mediante
los cambios de sus representaciones. Los formatos representacionales de las teorías
varían dependiendo del tipo de demanda y según los contextos de uso. Así se explica
lo que Pozo y Rodrigo (2001) llaman variabilidad cognitiva. En consecuencia, los
sujetos proporcionan distintas respuestas frente a una misma tarea presentada de
diversas formas, en distintos momentos, o con fines diferentes. Es decir, se activan
diferentes representaciones cuando cambia el contexto. Asimismo, los sujetos
representan la realidad a partir de un único punto de vista (creencia) o a través de
perspectivas diferentes (conocimientos). De tal manera que representaciones
diferentes para un mismo dominio pueden coexistir en la mente del sujeto. Son
entonces, la diversidad de escenarios socio-culturales en los que participan los sujetos
a través de intercambios comunicativos y discursos, los que explican la variabilidad
cognitiva (Pozo, 2001). Empero, son los parámetros mentales los que dan pie a la
gestión de dicha flexibilidad representacional en las múltiples situaciones sociales. Así,
la apelación al contexto también nos permite aseverar que dicha variabilidad tiene sus
límites, más aún en sujetos que corresponden a un mismo grupo; en tanto las
representaciones se construyen en escenarios socioculturales y formatos de
interacción social, las personas con experiencias similares fabrican visiones hasta
cierto punto compartidas y convencionales (Rodrigo, 1993).
31
prácticas, así como planificar distintas acciones (Pozo, 2008, 2009; Rodrigo et al.,
1993). El conocimiento acerca de estas teorías nos permite explicar el sentido que los
profesores confieren a la enseñanza y el aprendizaje (Pérez Echeverría, Mateos et al.,
2006) y, por ende, a los procesos de integración e inclusión educativa. Porque el
proceso de enseñanza-aprendizaje es el elemento fundamental para el éxito
educativo. La manera de implementar dichos procesos es un reflejo claro y consistente
de las teorías implícitas que los docentes desarrollan sobre aspectos relevantes de su
tarea diaria. En ese aspecto, la teoría implícita del proceso de enseñanza-aprendizaje
se halla estrechamente vinculada con las prácticas educativas particulares de cada
profesor, y en función de la misma, el docente seleccionará unas prácticas educativas
por sobre otras.
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e implícitas de conocimientos que se organizan a modo de modelos mentales y se
encuadran dentro de un nivel representacional (Scheuer, et. al., 2002). Éstas se
encuentran integradas por un conjunto de representaciones varias que los sujetos
ponen en acción en diferentes contextos que pertenecen a un mismo dominio o ámbito
de conocimiento; proveen los rasgos invariantes de los modelos mentales
situacionales, empero son mucho menos conscientes y explícitas y más estables que
éstos. Se infieren a partir de las verbalizaciones, predicciones o acciones del nivel
anterior.
Finalmente encontramos un nivel que son las teorías implícitas del docente
(Pozo, et al., 2001), siendo representaciones mentales formadas por un cúmulo de
limitaciones en el procesamiento de la información que determinan la selección de la
información que se procesa y las relaciones entre los elementos de esa información,
algo semejante al funcionamiento de un sistema operativo. Poseen un carácter más
general y sólido que las teorías de dominio y las formatean de diferentes maneras. Las
prohibiciones que imponen las teorías implícitas tienen que ver con principios
subyacentes tanto a ellas como a las teorías científicas, que son, consiguientemente,
los que corresponde modificar para que se operen verdaderos cambios conceptuales
(Pozo, et al., 2001). Estos principios son de tres órdenes: epistemológicos, ontológicos
y conceptuales. Los epistemológicos refieren a supuestos implícitos acerca de las
relaciones entre nuestro conocimiento y el mundo, acerca de la naturaleza del
conocimiento y sus procesos de adquisición y cambio; los ontológicos, remiten al tipo
de entidades desde los que se interpreta el conocimiento, y los conceptuales aluden a
formas de estructuración y organización de los conceptos de la teoría (Pozo, et al.,
2001). Dichos principios serán abordados con mayor detalle en el siguiente capítulo,
referente a las teorías implícitas específicamente.
33
sentido a su entorno. Su objetivo es entonces, permitir al sujeto adaptarse al medio
con el menor esfuerzo cognitivo posible (Pozo, 1996). En ese respecto, el Modelo de
Teorías Implícitas intenta responder a cuestiones tales como: ¿qué entidad tienen en
la mente de los docentes los conceptos utilizados?, ¿cómo es su proceso de
construcción?, ¿cómo se estructura y organizan?, ¿cuáles son sus propiedades
funcionales?, ¿cómo se vinculan correctamente con la acción docente? Entonces el
constructo denominado Teorías Implícitas conforma una visión unificadora en el
estudio de los numerosos ámbitos del conocimiento: origen, proceso de construcción,
propiedades estructurales y funcionales, grado de convencionalización de su
contenido, su papel en los procesos cognitivos, e influencia en las acciones humanas.
34
gestan las teorías implícitas que las personas poseen sobre cualquier dominio o ámbito
del conocimiento. Según éste, la cultura contribuye en los contenidos y las formas de
adquisición del conocimiento, a través de la recurrencia de prácticas culturales y
formatos de interacción. Cuando el sujeto emplea sus mecanismos cognitivos de
inducción al agregado de sus experiencias, crea las teorías implícitas. Así, Porlán y
López (1993) sostienen que el pensamiento del profesor se organiza alrededor de
esquemas de conocimiento que cubren desde el campo de las creencias y
concepciones personales hasta el de las estrategias y procedimientos para la
planificación, intervención y evaluación de la enseñanza. La experiencia práctica
profesional interviene en el grado de permanencia y/o progreso de los mismos. Las
investigaciones suscritas en este modelo se valen de términos como creencias,
perspectivas, sistema conceptual, principios, ideas o teorías implícitas, que, en
palabras de García Jiménez (1986; 501)
Por ello el interés característico que tiene el estudio de las Teorías Implícitas
del docente, por lo práctico que resulta conocer el pensamiento de éste, fundamental
para entender la práctica educativa o de capacitación, así como para perfeccionar la
conexión entre la realidad educativa y sus prácticas, también para orientar los
procesos de formación del educador y para beneficiar en los procesos de innovación
educativa.
35
éstas, tomando decisiones sobre lo que hará a continuación, entonces guiando
acciones sobre la base de éstas decisiones y observando los efectos de las acciones
en los alumnos (Clark, 1978). Por su parte, el modelo de procesamiento de la
información imagina al docente como una persona que se enfrenta a un ambiente de
tareas muy complejo, y que afronta ese ambiente simplificándolo, es decir, atendiendo
a un número reducido de aspectos del ambiente e ignorando a otros (Clark, 1978). En
otras palabras, al modelo de toma de decisiones le importa saber cómo decide el
docente lo que debe hacer presentada una situación específica; sin embargo, desde
el enfoque del procesamiento de información se intenta conocer cómo el docente
define la situación de enseñanza y cómo esta definición afecta a su conducta.
36
Esto resulta de suma relevancia frente al hecho en que la literatura señala que
los docentes y alumnos se valen de concepciones de aprendizaje que para nada
corresponden con las teorías de aprendizaje científicas, aun habiendo obtenido ya ese
conocimiento, sino que utilizan aquellas que son producto de su acción cotidiana
(Strauss y Shilony, 1994; Schoenfeld, 1998).
37
el que se desenvuelven, y que no siempre ésta es dada por un docente, sino también
por compañeros, amigos, padres, sociedad en general, ya que toda acción que se
encamina hacia otro sujeto tiene un fin educativo.
Siguiendo la misma línea, podemos mencionar a Paulo Freire (1990; 82), quien
define educación como “praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para
transformarlo”.
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Ahora bien, el profesor al estar consciente de su práctica, obliga a observarse
a sí mismo y aceptar lo que se hace o se deja de hacer, ya que este conocimiento
implica la influencia de supuestos, creencias, teorías implícitas y valores, que a partir
de su formación van generando esquemas de trabajo válidos para el docente (Silva,
2008).
39
CAPÍTULO 3
El lingüista (…) puede haber adquirido conocimientos formales del idioma a través del
estudio en la escuela (…), pero debe aplicar esos conocimientos para conseguir el
objetivo más amplio de la comunicación. Una manera de enfocar este problema
consiste en orientar el proceso de aprendizaje hacia el desarrollo de estrategias
comunicativas y la realización de tareas que cumplan este fin. Quienes hayan
aprendido la lengua de esta manera podrán apañárselas eficazmente en aquellas
situaciones para las que han sido entrenados, pero pueden tener dificultades con las
que les resulten extrañas y seguramente no sabrán articular de manera sistemática sus
conocimientos sobre este idioma.
De igual forma que en el ejemplo anterior, las teorías acerca del proceso de
enseñanza y aprendizaje, pueden prescribirse, describirse y aprenderse en los
contextos de la formación profesional (en el aula de clases, en las asesorías con los
profesores, en instituciones de gestión educativa, etc.); sin embargo, la manera de
aplicar estas teorías dentro del aula, sigue siendo un problema. En parte, esto se debe
a la naturaleza del conocimiento formalizado, que, como ya es bien sabido, es en su
generalidad explícito y consciente, tiene como base el lenguaje y su construcción se
da como un modelo teórico.
40
ha adquirido pericia– pero esto no significa necesariamente que se pueda dar cuenta
de cómo se ha alcanzado esta maestría en el oficio o que se pueda actuar con igual
éxito en un contexto diferente. (Atkinson & Claxton, 2002; 15).
El punto central es que no basta con sólo poseer las teorías como un conjunto
de conocimientos dentro del extenso saber docente, sino que requieren de una
concientización por parte del docente para ser aplicadas y así hacerlas saltar de
simples concepciones y creencias de carácter intuitivo a teorías aplicables de carácter
explícito.
41
escuela, la influencia de los varios medios de comunicación y más tarde con la
actividad profesional y social del adulto.
[…] todos tenemos creencias o teorías profundamente asumidas y tal vez nunca
discutidas, sobre lo que es aprender y enseñar, que rigen nuestras acciones al punto
de constituir un verdadero currículo oculto que guía, a veces sin nosotros saberlo,
nuestra práctica educativa.
[…] un sistema cognitivo, una mente humana, que no sólo hace posible, sino necesario,
el aprendizaje como una actividad social y cultural […] [y] un rasgo básico del diseño
cognitivo […] [es la] capacidad de saber lo que sabemos y, por tanto, también lo que
ignoramos; pero también imaginar o intuir lo que otros saben y, por tanto, también lo
que ignoran, así como la capacidad de compartir e intercambiar con los demás nuestras
representaciones, en suma, de distribuirlas socialmente (Pozo, et al. 2006; 35).
Nosotros, los seres humanos, tenemos una capacidad inherente que nos
permite, de una forma espontánea, percibir sucesos o hechos que nos guían, de cierta
forma, a predecir acciones, tanto propias como ajenas, y en esos hechos transformar
42
nuestras apreciaciones y prácticas. Entre esta capacidad, se halla el sentido común
del docente, el cual lo conduce a proceder de determinada manera; especialmente en
circunstancias imprevistas o espontáneas. Por ejemplo, cuando se interroga a un
docente acerca de por qué actúa de cierta manera, a menudo responde: “porque opino
que así es” o “mi intuición me indicó que había de hacerlo de esa manera”, etc.
[…] esta importancia se basa en dos nociones: por un lado, estas concepciones son un
componente relevante en las decisiones educativas y la configuración de las prácticas
de enseñanza de los maestros y, por otro lado, estas concepciones y prácticas se
43
trasladan de algún modo a los alumnos, quienes gradualmente van impregnándose de
las mismas hasta asumirlas como naturales y propias.
44
con el conocimiento y las creencias, así como el vínculo de estos con la acción
(Marrero, 2009).
45
Cambiar las formas de enseñar, requiere no sólo modificar las creencias
implícitas, sino la relación entre esas representaciones de carácter implícito y los
conocimientos explícitos, así como el reflejo en la práctica de dicho conocimiento.
En resumen, las teorías implícitas son utilizadas por los individuos para buscar
explicaciones causales a problemas, interpretar situaciones, realizar inferencias sobre
sucesos y planificar el comportamiento; en palabras de Pozo:
[…] nuestra forma de interpretar la conducta de los demás y a nosotros mismos está
orientada por un conjunto de presupuestos teóricos que hacen referencia a que
tenemos una mente con intenciones y deseos y que guía nuestra conducta, nuestra
cognición y nuestros afectos (Pozo et al., 2006; 80).
46
3.5 Origen de las representaciones implícitas
47
relacionadas con las concepciones sobre el aprendizaje. A saber, las principales
teorías implícitas acerca del aprendizaje son:
la teoría directa,
la teoría interpretativa
y la teoría constructiva.
[…] ya a los tres años de edad los niños operan con una teoría representacional de la
mente, aunque ésta todavía muy limitada. Es una teoría representacional de la copia
directa, según la cual el conocimiento retrata fielmente la realidad […] y por lo tanto no
permite distinguir entre conocimiento y creencia” (Pozo, et al., 2006; 67).
48
acumulan sumativamente en el proceso de aprender, de modo tal que un nuevo
aprendizaje no afecte ni restrinja los anteriores” (Pozo, et al., 2006; 121).
49
3.6.2 La Teoría Interpretativa
50
de la primera, cimenta sus bases en sus propios supuestos, aunque comparte con la
teoría directa los supuestos epistemológicos, que parten de un principio realista, el cual
indica que el “buen” conocimiento debe, sin lugar a dudas, reflejar la realidad y por lo
tanto, el aprendizaje tendría como meta captar esa realidad, que “sin embargo, esta
meta es muy difícil de alcanzar, si no imposible, ya que la producción cognitiva requiere
inevitablemente de complejos procesos mentales mediadores, que a la vez que hace
posible asimilar el conocimiento, tienen por defecto distorsionar u obstaculizar el logro
de copias completas y exactas” (Pozo, et al., 2006; 124); y difiere en los supuestos
ontológicos, que dictan, a diferencia de la teoría directa, que el aprendizaje es un
proceso que ocurre a través del tiempo.
Esta teoría no sólo sostiene que los procesos mentales son fundamentales para
aprender, sino también les otorga un papel transformador. En los límites de la misma,
los resultados obtenidos del proceso de aprendizaje implican una redescripción de los
contenidos estudiados, así como del propio aprendiz.
Por lo tanto, para apreciar esos resultados es imprescindible considerar los cambios
en los propios procesos representacionales del aprendiz, incluyendo tanto la manera
de dar significado al objeto de aprendizaje como las metas de aprendizaje que se
propone. Además, la conciencia por parte del propio aprendiz de las condiciones en las
51
que ocurre el aprendizaje y de los resultados que va alcanzando funcionan como
referentes clave que le permiten poner en marcha y ajustar procesos metacognitivos
para regular su aprendizaje (Pozo et al., 2006; 125).
[…] [La cual] se caracteriza por asumir que distintas personas pueden dar significado
a una misma información de múltiples modos, que el conocimiento puede tener
diferentes grados de incertidumbre, que su adquisición implica necesariamente una
transformación del contenido que se aprende y también del propio aprendiz, y que esa
transformación puede conducir incluso a una innovación del conocimiento cultural.
(Pozo et al., 2006; 126).
Desde los puntos de vista conceptual y ontológico, esta teoría sostiene la noción
del aprendizaje como un sistema dinámico autorregulado que articula condiciones,
procesos y resultados.
Habiendo explicado en mayor detalle qué son, en qué consisten, y cuáles son
las teorías implícitas, pasaremos al siguiente capítulo, en donde tendremos un mejor
acercamiento a éstas llevando a la práctica una breve investigación sobre las teorías
implícitas que existen en los docentes de la Universidad Pedagógica Nacional.
52
CAPÍTULO 4
SU PUESTA EN PRÁCTICA
La finalidad de esta investigación fue indagar la relación que existe entre las
teorías implícitas que tienen los profesores universitarios acerca de la enseñanza y
sus prácticas pedagógicas en el aula. El estudio se llevó a cabo en la Universidad
Pedagógica Nacional, Unidad Ajusco.
4.1 Metodología
53
más implícitos de sus concepciones de enseñanza. Por otra parte, para analizar las
prácticas educativas de los profesores, utilizaremos la técnica de observación
sistemática; se realizarán observaciones de las clases y se tomará nota acerca del
comportamiento de profesores y alumnos, agrupamiento de los alumnos y recursos
utilizados, a través de un guion de observación previamente elaborado.
54
Para el análisis de segundo orden, se realizará una contrastación entre lo
observado en el salón de clase, los resultados arrojados por los alumnos y el testimonio
del profesor, utilizando el marco teórico de referencia como esquema interpretativo.
4.2 Contexto
Para esta investigación, seleccionamos a cinco profesores, uno por cada una
de las diferentes asignaturas correspondientes al tercer semestre de la Licenciatura
en Pedagogía de la Universidad Pedagógica Nacional, teniendo como resultado un
estudio de caso del grupo 315.
4.3 Instrumentos
55
4.3.1 Instrumento de observación. Categorías sobre las teorías implícitas
4.3.2 Cuestionario
56
si éste primero mantiene un rol de autoridad, o bien de negociador, y de qué manera
favorece esto la relación entre maestro y alumnos en el salón de clases; buscamos,
también, saber el valor que se extrae del conocimiento de los logros alcanzados en
función de lo enseñado, las retroalimentaciones proporcionadas durante las clases y
la revisión de los procesos de enseñanza aprendizaje respecto de los objetivos
establecidos en la planeación; todo lo anterior, con el objetivo de conocer las teorías
implícitas que tienen los docentes.
4.3.3 Entrevista
57
enseñanza de cada docente; en un tercer momento, entrevistamos a cada docente (en
total cinco) del grupo 315, para así obtener una perspectiva explícita sobre las
concepciones de los académicos; y finalmente se contrastó la congruencia de lo que
respondieron durante la entrevista, lo observado en clase y lo arrojado por el
cuestionario a los alumnos.
4.5 Resultados
4.5.1 Observaciones
Las observaciones fueron realizadas a los cinco profesores del grupo 315 del
tercer semestre de la Licenciatura en Pedagogía de la Universidad Pedagógica
Nacional. Los criterios de los cuáles se partió para delimitar las observaciones, fueron
los indicadores expuestos en el guion de observación. (Véase anexo 1)
58
Campo: Clase en el aula
Evidencia
Establece principios básicos de convivencia.
Da la palabra a los alumnos que levantan la mano.
Silencia el murmullo cuando éste de hace presente.
Pide respeto para las participaciones de cada alumno.
Recuerda a los alumnos las actividades extraescolares que estos deben
realizar para poder estar presentes en la siguiente clase.
Evidencia
Interactúa positivamente con el grupo.
Anima a los alumnos con frases como “muy bien”, “¡correcto!”, cuando
participan en clase.
Estimula el esfuerzo de los alumnos.
Genera un ambiente de confianza en el grupo, sin perder la autoridad.
Evidencia
El profesor permanece en el escritorio.
El profesor se mueve mientras da la lección únicamente frente al
grupo.
Camina entre bancas y por todo el salón.
* Utiliza el pizarrón como material de apoyo.
* Utiliza el cañón como material de apoyo.
Empieza puntualmente la clase.
Es claro y preciso a la hora de exponer los temas.
Usa un lenguaje sencillo, precioso y claro.
Es paciente y tolerante.
59
Análisis pedagógico
Evidencia
Varía actividades.
Solicita la participación de los alumnos.
Retoma y amplía las aportaciones de los alumnos.
Da tiempo para armar respuestas.
Corresponden las intervenciones al contenido temático que se está
trabajando.
Considera las experiencias e intereses de los alumnos.
Genera retos en los alumnos.
Establece un clima de cortesía y respeto.
Fomenta la participación de todos.
60
Indicador: Evalúa y promueve la retroalimentación (C)
Evidencia
Monitorea el aprovechamiento de los alumnos
Solicita justificación de las respuestas
Refuerza las respuestas correctas
Promueve una retroalimentación correctiva
Puntualiza el conocimiento
Análisis pedagógico
Evidencia
Da a conocer los objetivos de la sesión
Dispone organizadamente los temas de la sesión
Utiliza actividades de iniciación
Relaciona conocimientos previos con el tema a desarrollar
Promueve la construcción de conocimientos
Aprovecha las habilidades, actitudes, aptitudes, intereses y valores en
los alumnos para enriquecer y ampliar el contenido de los temas a tratar
Promueve la elaboración de conclusiones
Promueve la aplicación de contenidos
Promueve secuencias de reflexión
Enfatiza el valor e importancia del contenido
Promueve un cierre de actividades
61
Indicador: Evaluación del contenido (I)
Evidencia
Se centra en los resultados de aprendizaje sin colocarlos en relación
con el contexto
Indica que el aprendizaje produce aproximaciones fieles, complejas o
precisas de la realidad del conocimiento que se quiere adquirir, a través
de los procesos mentales de los estudiantes
Asume que el estudiante va elaborando sus propias representaciones
acerca del mundo físico, sociocultural e incluso mental
Piensa que los resultados son inequívocamente iguales, sin importar e
independientemente de quién aprenda y cómo aprenda
Análisis pedagógico
62
Campo: Clase en el aula.
Evidencia
Establece principios básicos de convivencia.
Da la palabra a los alumnos que levantan la mano.
Silencia el murmullo cuando éste se hace presente.
Pide respeto para las participaciones de cada alumno.
Recuerda a los alumnos las actividades extraescolares que estos
deben realizar para poder estar presentes en la siguiente clase.
Evidencia
Interactúa positivamente con el grupo.
Anima a los alumnos con frases como “muy bien”, “¡correcto!”, cuando
participan en clase.
Estimula el esfuerzo de los alumnos.
Genera un ambiente de confianza en el grupo, sin perder la autoridad.
Evidencia
El profesor permanece en el escritorio.
El profesor se mueve mientras da la lección únicamente frente al
grupo.
Camina entre bancas y por todo el salón.
Utiliza el pizarrón como material de apoyo.
Utiliza el cañón como material de apoyo.
Empieza puntualmente la clase.
Es claro y preciso a la hora de exponer los temas.
Usa un lenguaje sencillo, precioso y claro.
Es paciente y tolerante.
63
Análisis pedagógico
Evidencia
Varía actividades.
Solicita la participación de los alumnos.
Retoma y amplía las aportaciones de los alumnos.
Da tiempo para armar respuestas.
Corresponden las intervenciones al contenido temático que se está
trabajando.
Considera las experiencias e intereses de los alumnos.
Genera retos en los alumnos.
Establece un clima de cortesía y respeto.
Fomenta la participación de todos.
64
Indicador: Evalúa y promueve la retroalimentación (C)
Evidencia
Monitorea el aprovechamiento de los alumnos
Solicita justificación de las respuestas
Refuerza las respuestas correctas
Promueve una retroalimentación correctiva
Puntualiza el conocimiento
Análisis pedagógico
Evidencia
Da a conocer los objetivos de la sesión
Dispone organizadamente los temas de la sesión
Utiliza actividades de iniciación
Relaciona conocimientos previos con el tema a desarrollar
Promueve la construcción de conocimientos
Aprovecha las habilidades, actitudes, aptitudes, intereses y valores en
los alumnos para enriquecer y ampliar el contenido de los temas a
tratar
Promueve la elaboración de conclusiones
Promueve la aplicación de contenidos
Promueve secuencias de reflexión
Enfatiza el valor e importancia del contenido
Promueve un cierre de actividades
65
Indicador: Evaluación del contenido (C)
Evidencia
Se centra en los resultados de aprendizaje sin colocarlos en relación
con el contexto
Indica que el aprendizaje produce aproximaciones fieles, complejas o
precisas de la realidad del conocimiento que se quiere adquirir, a
través de los procesos mentales de los estudiantes
Asume que el estudiante va elaborando sus propias representaciones
acerca del mundo físico, sociocultural e incluso mental
Piensa que los resultados son inequívocamente iguales, sin importar e
independientemente de quién aprenda y cómo aprenda
Análisis pedagógico
66
Campo: Clase en el aula
Evidencia
Establece principios básicos de convivencia.
Da la palabra a los alumnos que levantan la mano.
Silencia el murmullo cuando éste de hace presente.
Pide respeto para las participaciones de cada alumno.
Recuerda a los alumnos las actividades extraescolares que estos
deben realizar para poder estar presentes en la siguiente clase.
Evidencia
Interactúa positivamente con el grupo.
Anima a los alumnos con frases como “muy bien”, “¡correcto!”, cuando
participan en clase.
Estimula el esfuerzo de los alumnos.
Genera un ambiente de confianza en el grupo, sin perder la autoridad.
Evidencia
El profesor permanece en el escritorio.
El profesor se mueve mientras da la lección únicamente frente al
grupo.
Camina entre bancas y por todo el salón.
Utiliza el pizarrón como material de apoyo.
Utiliza el cañón como material de apoyo.
Empieza puntualmente la clase.
Es claro y preciso a la hora de exponer los temas.
Usa un lenguaje sencillo, precioso y claro.
Es paciente y tolerante.
67
Análisis pedagógico:
Evidencia
Varía actividades.
Solicita la participación de los alumnos.
Retoma y amplía las aportaciones de los alumnos.
Da tiempo para armar respuestas.
Corresponden las intervenciones al contenido temático que se está
trabajando.
Considera las experiencias e intereses de los alumnos.
Genera retos en los alumnos.
Establece un clima de cortesía y respeto.
Fomenta la participación de todos.
68
Indicador: Evalúa y promueve la retroalimentación (C)
Evidencia
Monitorea el aprovechamiento de los alumnos
Solicita justificación de las respuestas
Refuerza las respuestas correctas
Promueve una retroalimentación correctiva
Puntualiza el conocimiento
Análisis pedagógico.
69
Campo: Presentación del contenido
Evidencia
Da a conocer los objetivos de la sesión
Dispone organizadamente los temas de la sesión
Utiliza actividades de iniciación
Relaciona conocimientos previos con el tema a desarrollar
Promueve la construcción de conocimientos
Aprovecha las habilidades, actitudes, aptitudes, intereses y valores en
los alumnos para enriquecer y ampliar el contenido de los temas a
tratar
Promueve la elaboración de conclusiones
Promueve la aplicación de contenidos
Promueve secuencias de reflexión
Enfatiza el valor e importancia del contenido
Promueve un cierre de actividades
Evidencia
Se centra en los resultados de aprendizaje sin colocarlos en relación
con el contexto
Indica que el aprendizaje produce aproximaciones fieles, complejas o
precisas de la realidad del conocimiento que se quiere adquirir, a
través de los procesos mentales de los estudiantes
Asume que el estudiante va elaborando sus propias representaciones
acerca del mundo físico, sociocultural e incluso mental
Piensa que los resultados son inequívocamente iguales, sin importar e
independientemente de quién aprenda y cómo aprenda
Análisis pedagógico
70
contenido, siempre de una manera memorística. En el segundo indicador encontramos
que el docente manifiesta que el aprendizaje produce aproximaciones fieles, complejas
o precisas de la realidad del conocimiento que se quiere adquirir, a través de los
procesos mentales de los estudiantes, así como que los resultados son
inequívocamente iguales, sin importar e independientemente de quien aprenda y cómo
aprenda.
Evidencia
Establece principios básicos de convivencia.
Da la palabra a los alumnos que levantan la mano.
Silencia el murmullo cuando éste de hace presente.
Pide respeto para las participaciones de cada alumno.
Recuerda a los alumnos las actividades extraescolares que estos
deben realizar para poder estar presentes en la siguiente clase.
71
Indicador: Expresiones afectivas (C)
Evidencia
Interactúa positivamente con el grupo.
Anima a los alumnos con frases como “muy bien”, “¡correcto!”, cuando
participan en clase.
Estimula el esfuerzo de los alumnos.
Genera un ambiente de confianza en el grupo, sin perder la autoridad.
Evidencia
El profesor permanece en el escritorio.
El profesor se mueve mientras da la lección únicamente frente al
grupo.
Camina entre bancas y por todo el salón.
Utiliza el pizarrón como material de apoyo.
Utiliza el cañón como material de apoyo.
Empieza puntualmente la clase.
Es claro y preciso a la hora de exponer los temas.
Usa un lenguaje sencillo, precioso y claro.
Es paciente y tolerante.
Análisis pedagógico
72
Campo: Estrategia didáctica
Evidencia
Varía actividades.
Solicita la participación de los alumnos.
Retoma y amplía las aportaciones de los alumnos.
Da tiempo para armar respuestas.
Corresponden las intervenciones al contenido temático que se está
trabajando.
Considera las experiencias e intereses de los alumnos.
Genera retos en los alumnos.
Establece un clima de cortesía y respeto.
Fomenta la participación de todos.
Evidencia
Monitorea el aprovechamiento de los alumnos
Solicita justificación de las respuestas
Refuerza las respuestas correctas
Promueve una retroalimentación correctiva
Puntualiza el conocimiento
Análisis pedagógico
73
Campo: Presentación del contenido
Evidencia
Da a conocer los objetivos de la sesión
Dispone organizadamente los temas de la sesión
Utiliza actividades de iniciación
Relaciona conocimientos previos con el tema a desarrollar
Promueve la construcción de conocimientos
Aprovecha las habilidades, actitudes, aptitudes, intereses y valores en
los alumnos para enriquecer y ampliar el contenido de los temas a tratar
Promueve la elaboración de conclusiones
Promueve la aplicación de contenidos
Promueve secuencias de reflexión
Enfatiza el valor e importancia del contenido
Promueve un cierre de actividades
Evidencia
Se centra en los resultados de aprendizaje sin colocarlos en relación
con el contexto
Indica que el aprendizaje produce aproximaciones fieles, complejas o
precisas de la realidad del conocimiento que se quiere adquirir, a través
de los procesos mentales de los estudiantes
Asume que el estudiante va elaborando sus propias representaciones
acerca del mundo físico, sociocultural e incluso mental
Piensa que los resultados son inequívocamente iguales, sin importar e
independientemente de quién aprenda y cómo aprenda
Análisis pedagógico
74
estudiante es quien va elaborando sus propias representaciones acerca del mundo
físico, sociocultural e incluso mental a través de procesos cognitivos.
Evidencia
Establece principios básicos de convivencia.
Da la palabra a los alumnos que levantan la mano.
Silencia el murmullo cuando éste de hace presente.
Pide respeto para las participaciones de cada alumno.
Recuerda a los alumnos las actividades extraescolares que estos
deben realizar para poder estar presentes en la siguiente clase.
Evidencia
Interactúa positivamente con el grupo.
Anima a los alumnos con frases como “muy bien”, “¡correcto!”, cuando
participan en clase.
Estimula el esfuerzo de los alumnos.
Genera un ambiente de confianza en el grupo, sin perder la autoridad.
75
Indicador: Comportamiento del docente (I)
Evidencia
El profesor permanece en el escritorio.
El profesor se mueve mientras da la lección únicamente frente al
grupo.
Camina entre bancas y por todo el salón.
Utiliza el pizarrón como material de apoyo.
Utiliza el cañón como material de apoyo.
Empieza puntualmente la clase.
Es claro y preciso a la hora de exponer los temas.
Usa un lenguaje sencillo, precioso y claro.
Es paciente y tolerante.
Análisis pedagógico
Evidencia
Varía actividades.
Solicita la participación de los alumnos.
Retoma y amplía las aportaciones de los alumnos.
Da tiempo para armar respuestas.
Corresponden las intervenciones al contenido temático que se está
trabajando.
Considera las experiencias e intereses de los alumnos.
Genera retos en los alumnos.
Establece un clima de cortesía y respeto.
Fomenta la participación de todos.
76
Indicador: Evalúa y promueve la retroalimentación (I)
Evidencia
Monitorea el aprovechamiento de los alumnos
Solicita justificación de las respuestas
Refuerza las respuestas correctas
Promueve una retroalimentación correctiva
Puntualiza el conocimiento
Análisis pedagógico
Evidencia
Da a conocer los objetivos de la sesión
Dispone organizadamente los temas de la sesión
Utiliza actividades de iniciación
Relaciona conocimientos previos con el tema a desarrollar
Promueve la construcción de conocimientos
Aprovecha las habilidades, actitudes, aptitudes, intereses y valores en
los alumnos para enriquecer y ampliar el contenido de los temas a tratar
Promueve la elaboración de conclusiones
Promueve la aplicación de contenidos
Promueve secuencias de reflexión
Enfatiza el valor e importancia del contenido
Promueve un cierre de actividades
77
Indicador: Evaluación del contenido (D)
Evidencia
Se centra en los resultados de aprendizaje sin colocarlos en relación
con el contexto
Indica que el aprendizaje produce aproximaciones fieles, complejas o
precisas de la realidad del conocimiento que se quiere adquirir, a través
de los procesos mentales de los estudiantes
Asume que el estudiante va elaborando sus propias representaciones
acerca del mundo físico, sociocultural e incluso mental
Piensa que los resultados son inequívocamente iguales, sin importar e
independientemente de quién aprenda y cómo aprenda
Análisis pedagógico
De esta forma pudimos conocer cuáles son las teorías implícitas que cada
docente tiene dentro de su práctica en el aula. (Véase Cuadro 1. Cuadro de
concentración de las teorías implícitas que presentó cada docente).
78
Cuadro 1. Cuadro de concentración de las teorías implícitas que presentó cada docente.
79
Rige el comportamiento de los alumnos Rige el comportamiento de los
C C
Campo en el a través de normas Campo en el alumnos a través de normas
C C
aula Expresiones afectivas C aula Expresiones afectivas C
Comportamiento del docente C Comportamiento del docente C
Promueve la participación en el
Psicología Social: Promueve la participación en el grupo C C
Estrategia Estrategia grupo
Grupos y Aprendizaje C C
didáctica didáctica Evalúa y promueve la
Evalúa y promueve la retroalimentación C C
retroalimentación
Presentación Desarrollo del tema C Presentación Desarrollo del tema C
del C del C
Evaluación del contenido C Evaluación del contenido C
contenido contenido
Rige el comportamiento de los alumnos Rige el comportamiento de los
D D
Campo en el a través de normas Campo en el alumnos a través de normas
I I
aula Expresiones afectivas I aula Expresiones afectivas I
Comportamiento del docente I Comportamiento del docente I
Promueve la participación en el
Estadística Descriptiva Promueve la participación en el grupo I I
Estrategia Estrategia grupo
en educación I I
didáctica didáctica Evalúa y promueve la
Evalúa y promueve la retroalimentación I I
retroalimentación
Presentación Desarrollo del tema I Presentación Desarrollo del tema I
del I del I
Evaluación del contenido D Evaluación del contenido D
contenido contenido
Como se puede apreciar en el cuadro, los datos arrojados por las observaciones realizadas a los cinco profesores
del grupo 315, nos muestran el dominio de las distintas teorías implícitas dentro de algunos campos de la práctica
educativa de los maestros. En otras palabras, nos dan evidencia para clasificar dichos comportamientos en el marco de
las teorías implícitas.
80
4.5.2 Cuestionario
Gráfica 1
Psicología 100
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
81
Pregunta 2. ¿Cuál es tu percepción sobre el comportamiento afectivo del
docente?
Gráfica 2
Psicología 100
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Retraído/Introvertido Agradable/Extrovertido
Teo. Pedagógica 100
Crisis 25 75
Aspectos 18.42 81.57
Psicología 100
Estadística 100
82
Gráfica 3
Crisis 25 75
Psicología 100
Estadística 100
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Retraído/introvertido Agradable/Extrovertido
Sí No A veces Otro
Teo. Pedagógica 77.77 16.66 5.55
Crisis 70 12.2 15 2.5
Aspectos 94.73 5.26
Psicología 100
Estadística 26.31 63.15 10.52
Gráfica 4
Psicología 100
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Sí No A veces Otro
83
Pregunta 5. ¿Qué materiales de apoyo utiliza el docente para impartir su
clase (pizarrón, cañón, mapas, láminas, etc.)?
Gráfica 5
Psicología 100
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
84
Pregunta 7. ¿Cómo consideras que es la participación por parte de los
alumnos en clase?
Gráfica 6
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Sí No Tal vez
Teo. Pedagógica 83.33 16.66
Crisis 60 22.5 17.5
Aspectos 76.31 18.42 5.26
Psicología 80 6.66 13.33
Estadística 26.31 63.15 10.52
85
Gráfica 7
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Sí No Tal vez
Gráfica 8
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
86
En las preguntas 10 y 11 se hace un listado amplio y subjetivo para que
los alumnos emitan un juicio de valor hacia los docentes, por esto es imposible
graficar los resultados obtenidos.
87
4.5.3 Entrevista
La información arrojada por las entrevistas corresponde a la perspectiva explícita sobre las concepciones de los
académicos. Los resultados de éstas nos proporcionarán la información faltante para poder realizar una comparación
entre el pensar (perspectivas explícitas) y el actuar (teorías implícitas) de los profesores. (Véase cuadro 2).
Cuadro 2.
Años en ejercicio. Docencia por decisión y/o convicción. Docencia por razones varias, independientes al
De 20 a 30: 20% Total: 60% gusto por enseñar.
De 30 a 40: 80% Total: 40%
De 40 a 50:
Considera al aprendizaje un proceso Considera al aprendizaje como un proceso en el Considera el aprendizaje como un proceso complejo
restringido en donde el comportamiento del cual el alumno tiene poca participación y mediante en el cual el alumno es un sujeto activo que
alumno marca una pauta significativa y positiva el cual éste puede conocer la realidad que lo rodea. construye gradualmente nuevos conocimientos
en el desarrollo de éste. Total: 20% gracias al puente entre los conocimientos previos y
Total: 40% los procesos mentales.
Total: 40%
Considera que el objetivo de enseñar, consiste en transmitir al alumno Considera que el objetivo de enseñar consiste en proporcionar una ayuda al
conocimientos nuevos que éste no posee. alumno para que éste construya sus propios conocimientos mediante complejos
Total: 20% procesos mentales.
Total: 80%
88
Uno aprende para saber. Aprender para entender la realidad que nos rodea. Aprender para interpretar, entender, y modificar la
Total: 20% Total: 40% realidad que nos rodea.
Total: 40%
Centra la importancia en resultados visibles Concede una importancia a los resultados, que son Hace hincapié en la importancia de todo el proceso
mediante comportamientos del alumno. claramente un reflejo de la realidad. Enseñanza-Aprendizaje.
Total: 0% Total: 20% Total: 80%
Considera los resultados del aprendizaje como conocimientos Considera los resultados del aprendizaje como una construcción individual y cada
acumulables. vez más compleja de conocimientos.
Total: 40% Total: 60%
Considera el contexto como importante dentro del proceso Enseñanza- Considera que el contexto del aprendizaje y en el aprendizaje es de vital
Aprendizaje. importancia para el proceso Enseñanza- Aprendizaje.
Total: 0% Total: 100%
Piensa que los resultados son inequívocamente iguales, sin importar e Asume que el estudiante va elaborando sus propias representaciones acerca del
independientemente de quién aprenda y cómo aprenda. mundo físico, sociocultural e incluso mental.
Total: 0% Total: 100%
89
Considera de vital importancia los procesos mentales de los alumnos dentro del proceso Enseñanza-Aprendizaje.
Total: 100%
Piensa que la adquisición de conocimiento genera una transformación Piensa que la adquisición de conocimiento produce una transformación en la
en el comportamiento del aprendiz. estructura cognitiva del que aprende y de lo que aprende.
Total: 0% Total: 100%
Considera al alumno un sujeto pasivo y receptor de conocimientos. Considera al alumno un sujeto activo en el proceso de Enseñanza-Aprendizaje.
Total: 0% Total: 100%
La evaluación se centra en los conocimientos La evaluación no sólo se centra en los Evalúa tanto los conocimientos como las habilidades
del alumno. comportamientos o en los conocimientos, también de los alumnos.
Total: 40% en el desarrollo de la persona. Total: 40%
Total: 20%
90
4.6 Análisis
Para un análisis que nos permita observar los datos de manera global, se diseñó la siguiente matriz de datos:
Matriz de datos
Alumnos Docentes
Cuestionario Observaciones Entrevista
Asignatura Concepción
Claridad al exponer Variedad de Fomento a la
Participación en clase Retroalimentación Evaluación de contenidos Resultados del
temas actividades participación Aprendizaje Enseñanza Evaluación
aprendizaje
Indicador
Asignatura 1 2 3 1 2 3 CRT CRP 1 2 3 F NF 1 2 3 AR AA AP TC PA RAA RCI CC CD CH
Teoría
17% 6% 78% 5% 44% 50% 94% X X X X X X X
Pedagógica
Crisis y
12% 15% 70% 27% 57% 15% 80% 2% X X X X X X X
Educación
Aspectos
5% 95% 16% 55% 26% 66% 31% X X X X X X X
Sociales
Psicología
100% 33% 53% 99% X X X X X X X
Educativa
Estadística
63% 10% 26% 10% 37% 47% 94% X X X X X X X
Descriptiva
NOTAS Y/O A mayor numeración la A mayor numeración CRT: A mayor F: Fomenta A mayor numeración la AR: Aprendizaje como TC: Transmitir RAA: Resultados CC: Centrada en
ACOTACIO claridad para explicar la participación en Corrige/Retroalime numeración la NF: No fomenta concepción del docente proceso restringido en conocimientos. como conocimientos
NES los temas del docente clase aumenta. Se nta variación de acerca de la evaluación se donde el PA: Proporcionar conocimientos CD: Centrada no sólo
aumenta. Se clasificó: clasificó: 1: pobre, 2: CRP: actividades que vuelve más constructivista. Se comportamiento marca ayuda para la acumulables en conocimientos,
1: no es claro, 2: a moderada y 3: activa. Corrige/Reprende tiene el docente clasificó: 1: piensa que los pauta. construcción de RCI: Resultados también en el
veces es claro y 3: es dentro del aula resultados son AA: Aprendizaje como conocimientos. como una desarrollo de la
claro. aumenta. Se inequívocamente iguales, 2: proceso en donde el construcción persona
clasificó para la piensa que los resultados alumno tiene poca individual y CH: Centrada en
evaluación: 1: producen aproximaciones participación compleja conocimientos y
no varía y/o fieles de la realidad a través AP: aprendizaje como habilidades
utiliza las de procesos mentales de los proceso flexible y
mismas, 2: alumnos y 3: Asume que el complejo.
utiliza distintas estudiante va elaborando sus
actividades y 3: propias representaciones
varía acerca del mundo físico,
actividades en sociocultural y mental.
todas sus
clases
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Como ya mencionamos anteriormente, el conocimiento acerca de las teorías
implícitas de los docentes nos permite explicar el sentido que los profesores conceden
a la enseñanza y el aprendizaje; así, la manera de implementar dichos procesos es un
claro ejemplo de las teorías implícitas que los docentes desarrollan sobre aspectos
relevantes de su tarea diaria. En esta investigación pudimos observar que las teorías
implícitas del proceso de enseñanza-aprendizaje se hallan estrechamente vinculadas
con las prácticas educativas particulares de cada profesor. Estas concepciones
inconscientes forman gran parte del sistema de conocimiento del individuo y le sirven
como un agregado de explicaciones sobre de los fenómenos implicados en un dominio
particular de conocimiento (Rodrigo, Rodríguez & Marrero, 1993), facilitándole los
elementos necesarios para predecir, organizar y dar sentido a su entorno. El objetivo
es entonces, como menciona Pozo (1996), ayudar al sujeto a adaptarse al medio con
el menor esfuerzo cognitivo posible.
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CONCLUSIONES
En la mayoría de los casos, los profesores dan por hecho que la manera en que
enseñan a sus alumnos, del mismo modo que el material didáctico, las técnicas, las
actividades, la forma en que abordan y explican su material y la interacción dentro del
grupo y el salón de clases son las más adecuadas para lograr con gran éxito el
aprendizaje de sus alumnos, sin embargo, puede ser que éstos mismos aspectos sean
los que obstaculicen el logro de aprendizaje significativo por parte del alumno, debido
a que el docente se preocupa más por cumplir una serie de contenidos previamente
establecidos en los planes y programas escolares, que por generar en sus alumnos la
apropiación de los temas, así como al hecho de que en algunas ocasiones existe una
distancia significativa entre cómo los docentes piensan (teoría explícita o adoptada) y
cómo realmente se comportan en la vida real dentro del aula (teoría implícita).
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En relación con los resultados obtenidos durante las observaciones efectuadas
a los cinco profesores del grupo 315, con las cuales se pudo comparar lo que decían
y hacían en el aula, se llegó a la conclusión que entre las teorías implícitas y lo que
hacen en cada una de sus clases, existen diferencias significativas en cuanto al
comportamiento del docente. Así, el profesor de la asignatura “Teoría Pedagógica
Contemporánea”, arrojó un pensamiento enmarcado en la teoría constructivista en la
entrevista en cuanto a la concepción del aprendizaje, enseñanza y sus resultados se
refiere, coincidiendo con los datos arrojados por las observaciones y los cuestionarios
realizados a sus alumnos. En cuanto a la concepción de evaluación, el docente
muestra un claro pensamiento y comportamientos que concuerdan con la descripción
de la teoría interpretativa que plantea una necesidad de procesos intermedios entre
las representaciones internas y la entrada de información.
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Por el contrario, los datos arrojados por la entrevista, remiten a un pensamiento
tradicional del docente, en el cual el trabajo de éste es transmitir conocimientos a los
alumnos, generando así una acumulación de conocimientos. Así, podemos observar
que hay una discordancia entre el actuar y el pensar del docente. Por una parte,
tenemos un conjunto de comportamientos regidos por una teoría constructiva del
aprendizaje; por la otra, un pensamiento rígido regido por la teoría directa.
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implícitas y cómo llevarlas a cabo al momento de dar una clase. Esto es, que es
congruente con lo que dice y piensa.
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la incorporación de ésta en las aulas para coadyuvar en la construcción de
conocimientos en los alumnos y un mejor fomento para el desarrollo de estos.
Otra posibilidad que podría existir para la incongruencia entre las teorías
implícitas y las teorías en uso de los docentes, es la que traza Prawat en García (2003),
en la que menciona que las posturas constructivistas sobre el aprendizaje, pueden
estar muy bien desarrolladas en los docentes, mientras que no sucede de igual manera
con las teorías constructivistas sobre la enseñanza, lo que impide que el profesor, por
mucho que éste se encuentre familiarizado con la explicación constructivista sobre la
manera en que los alumnos generan su propio conocimiento, no es capaz de hacer
realidad esta explicación mediante prácticas concretas de enseñanza.
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manera en qué aprenden, ya que las teorías implícitas son reconstrucciones sobre la
base de conocimientos pedagógicos, culturales y experiencias personales. Así pues,
se observó que tanto las teorías explícitas como las teorías implícitas del aprendizaje,
poseen una gran influencia considerable en las prácticas de enseñanza de los
profesores, y son estas prácticas a su vez, las que determinan la manera en cómo los
alumnos aprenden una disciplina, y su desempeño académico posterior.
Asimismo, la fuerte relación entre las teorías implícitas de los profesores y sus
teorías en uso (actividades en el aula), impacta considerablemente en la formación
permanente de los docentes, ya que, por una parte, el conocer, comprender y analizar
las fortalezas y necesidades que tienen éstos en la tarea docente, permitirá que los
recursos de capacitación, talleres, diplomados, conferencias, etc., ayuden a los
mismos a modificar su práctica profesional, pues en la gran mayoría de los casos, este
tipo de cursos no logran desarrollar el conocimiento sobre educación a través de la
reflexión de la práctica docente, sino mediante infinidad de procesos de ensayo y error
durante la experiencia en el campo. Del mismo modo, de los docentes que acuden a
cursos de capacitación, la mayoría adquiere elemento pedagógicos afines a sus
teorías implícitas, por lo cual perpetuarán sus prácticas habituales, aunque tal vez de
manera más refinada, pero sin un cambio real de fondo.
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pues la modificación de creencias es un proceso complejo que implica el
reconocimiento de las mismas, la reflexión en torno a su utilidad y pertinencia, el
propiciar un conflicto cognitivo en el docente, que permita cuestionarlas, y el
reconocimiento de las teorías y la comprobación de su eficacia en la práctica
sustituyendo las viejas creencias por las nuevas.
RECOMENDACIONES
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Sensibilizar a la planta docente sobre la necesidad de participar con
mayor disposición en investigaciones referentes a sus prácticas dentro
del aula, considerando lo anterior como una oportunidad de mejorar
éstas y no como un amenaza, invasión o crítica a su trabajo profesional.
100
BIBLIOGRAFÍA
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cultura y la práctica de la enseñanza. En MªJ. Rodrigo, A. Rodríguez y J.
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Marrero, J. (1993). Las teorías implícitas del profesorado: Vínculo entre la cultura y la
práctica de la enseñanza. En M.J. Rodrigo, A. Rodríguez y J. Marrero (Eds.)
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En M.J. Rodrigo, A. Rodríguez y J. Marrero (Ed.), Las teorías implícitas: una
aproximación al conocimiento cotidiano (pp. 203-237). Madrid: Aprendizaje
Visor.
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ANEXOS
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Anexo 1
Guion de observación
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Monitorea el aprovechamiento de los
alumnos.
Evalúa y promueve la Solicita justificación de las respuestas.
retroalimentación Refuerza las respuestas correctas.
Promueve una retroalimentación correctiva.
Puntualiza el conocimiento.
Da a conocer los objetivos de la sesión.
Dispone organizadamente los temas de la
sesión.
Utiliza actividades de iniciación.
Relaciona conocimientos previos con el tema
a desarrollar.
Promueve la construcción de conocimientos.
Aprovecha las habilidades, actitudes,
Desarrollo del tema aptitudes, intereses y valores en los alumnos
para enriquecer y ampliar el contenido de los
temas a tratar.
Promueve la elaboración de conclusiones.
Promueve la aplicación de contenidos.
Promueve secuencias de reflexión1
Presentación del Enfatiza el valor e importancia del contenido.
contenido Promueve un cierre de actividades.
Se centra en los resultados del aprendizaje
sin colocarlos en relación con el contexto.
Indica que el aprendizaje produce
aproximaciones fieles, complejas o precisas
de la realidad del conocimiento que se quiere
adquirir, a través de los procesos mentales de
los estudiantes.
Evaluación del contenido Asume que el estudiante va elaborando sus
propias representaciones acerca del mundo
físico, sociocultural e incluso mental.
Piensa que los resultados son
inequívocamente iguales, sin importar e
independientemente de quién aprenda y cómo
aprenda.
1 Éstas pueden ser analizadas como oportunidades de desarrollo del pensamiento lógico-formal.
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Anexo 2
Cuestionario
1.- ¿Cómo consideras que es la clase en aula de esta materia? (Amena, aburrida,
complicada) ¿Por qué?
4.- ¿Consideras que tu profesor es claro y preciso a la hora de exponer los temas? (Sí,
no, a veces) Explica brevemente.
7.- ¿Cómo consideras que es la participación por parte de los alumnos en clase?
(Activa, moderada, pobre) ¿Por qué?
8.- ¿Consideras que tu profesor es quien promueve este tipo de participación en clase?
(Sí, no, tal vez) ¿Por qué?
10.- De la siguiente lista, marca los aspectos que más se acerquen a tu profesor.
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o Aprovecha las habilidades, aptitudes e intereses de los alumnos.
o Promueve la elaboración de conclusiones.
o Promueve la aplicación de contenidos.
o Promueve secuencias de reflexión.2
o Enfatiza el valor e importancia del contenido.
o Promueve un cierre de actividades.
11.- De los siguientes enunciados, elige dos que mejor describan el comportamiento y
pensamiento de tu profesor.
2
Por secuencia de reflexión entendemos la oportunidad que el maestro ofrece a sus alumnos para que
comprendan, consideren, comparen, analicen, opinen, infieran, elaboren hipótesis, emitan un juicio razonado o
deduzcan conclusiones acerca de contenidos de enseñanza o de situaciones de la vida cotidiana del aula o de la
escuela.
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Anexo 3
Guion de entrevista
3
Concepto de enseñanza:
El docente privilegia entregar estímulos a los alumnos y estos al recibir el estímulo debe entregar una respuesta.
La institución o el docente se centra en el comportamiento del alumno y no en el desarrollo del aprendizaje del
alumno.
La institución modela o construye el contenido que le va a entregar al alumno.
La institución organiza el contenido de manera jerárquica para entregárselo al docente para que este se lo
traspase al alumno.
Las metodologías de trabajo son restringidas para el alumno.
Concepto de aprendizaje:
El docente le entrega un estímulo al alumno y este le da una respuesta.
El alumno genera aprendizajes a través de la imitación.
El profesor siempre está pendiente del proceso educativo del alumno.
Concepto de evaluación:
El profesor evalúa frecuentemente a sus alumnos.
La evaluación se centra en los conocimientos y en el comportamiento del alumno.
4
Concepto de enseñanza:
Se crea un clima de aula positivo para el proceso de enseñanza aprendizaje.
Fomenta el desarrollo y la autonomía del alumno.
A través del dialogo se generan los procesos de enseñanza aprendizaje.
Concepto de aprendizaje:
Se genera a través del dialogo con el profesor.
El alumno es activo dentro del proceso de aprendizaje ya que este busca su propio conocimiento.
No se produce el aprendizaje por simple repetición.
Concepto de evaluación:
No solo se centra en los comportamientos o en los conocimientos, sino que también en el desarrollo de las
personas.
Es un proceso continuo.
5
Concepto de enseñanza:
Se realiza a partir de los conocimientos anteriores del alumno.
La enseñanza se centra en las estrategias cognoscitivas y metacognitivas del alumno.
Es centrado en la organización de los conocimientos.
Realización de tareas completas y complejas.
Concepto de Aprendizaje:
El aprendizaje ocurre mediante la construcción gradual de los nuevos conocimientos.
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Podríamos decir que dentro del aula, usted hace uso de la teoría del aprendizaje
(seleccionada) para generar conocimiento en los alumnos.
¿Cuál cree que es el objetivo de enseñar?
Para usted, ¿es de vital importancia centrarse sólo en los resultados del aprendizaje?
¿Por qué?
Le parece adecuada la frase: el buen conocimiento debe, sin lugar a dudas, reflejar la
realidad. Por lo tanto, el aprendizaje tendría como meta captar esa realidad.
¿Tiene en cuenta las ideas previas de los alumnos para planificar sus lecciones? ¿Por
qué?
Ocurre gracias al enlace de los conocimientos previos con los nuevos conocimientos que va adquiriendo el
alumno.
Exige la organización de conocimientos de acuerdo a nivel en que se encuentra el alumno.
Se efectúa a partir de tareas globales.
Concepto de evaluación:
Es frecuente.
Se evalúa tanto los conocimientos como las habilidades de los alumnos.
Puede ser formativa y sumativa.
La retroalimentación se centra en las estrategias utilizadas como en la construcción de los conocimientos.
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¿Cómo evalúa los conocimientos de los alumnos?
En general, ¿cómo organiza a los alumnos en clase? ¿Por qué lo hace de esta
manera?
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