El Gavilán y El Cazador
El Gavilán y El Cazador
El Gavilán y El Cazador
NARRADOR: Cierta vez había un cazador que a diario se iba al bosque, el veía muchos
animales, pero no podía matarlos. Siempre volvía a su casa con las manos
vacías.
GAVILÁN: Yo soy el que tu tanto llamabas y decías que quieres ser como yo. Por eso
he venido a enseñarte todo lo que yo sé.
CAZADOR: ¡Muchas gracias señor gavilán! Me alegro mucho de que hayas venido a
ayudarme porque todo este tiempo no he podido llevar nada para mi familia.
PUEBLO: ¡Cómo es posible que haya cazado una maquizapa sí nunca ha traído nada!
ESPOSA: ¡Qué rica maquizapa que has cazado amor! Ahora mismo te preparo tu sopa.
NARRADOR: Todo el pueblo curioso se fue a su casa a preguntarle cómo había matado
a la maquizapa.
PUEBLO: ¿Dónde ha cazado la maquizapa?
CAZADOR: Logré matarlo porque era muy mansita y no estaba caminando tan alto.
Estaba muy tranquila.
PUEBLO: ¿Cómo ahora es cazador si antes no lo era? ¿Por qué ahora llega bien
cargado si antes nunca traía nada? ¿Por qué ahora tiene puntería si antes no
lo tenía? ¿Quién te ha dado suerte? ¿Qué has bebido?
NARRADOR: Cada vez que el cazador iba al bosque el gavilán le aconsejaba lo mismo.
PUEBLO: Vamos a preparar masato esta vez nos va a contar su secreto. Compadre
ven a tomar masato.
NARRADOR: Del cazador ya todos conocieron su secreto y nadie lo hizo caso. Cuando
despertó, se fue a su casa y la gente la no estaba detrás de él preguntándole
como cazaba, volvió a ser el mismo de antes, pero marcado por haber
contado su secreto. El cazador se fue al monte esperando que el gavilán lo
ayudase como las otras veces.
GAVILÁN: Me has avergonzado por contar al pueblo lo que te estaba haciendo antes
que terminara de enseñarte. Porque has contado de aquí en adelante ya no
tendrás buena puntería.