La Selección Natural Y El Proceso Evolutivo
La Selección Natural Y El Proceso Evolutivo
La Selección Natural Y El Proceso Evolutivo
Facultad de Enfermería
Escuela de Enfermería
Integrantes
Katheine Montenegro
Kristell Morales
Primer Semestre
2018
La Selección Natural Y El Proceso Evolutivo
Por definición, los individuos más aptos tienen más probabilidad de contribuir con
descendientes a la siguiente generación, mientras que los menos aptos tendrán
menos descendientes o morirán antes de alcanzar la edad adulta. Como
resultado, los alelos que en promedio conllevan mejor adaptación (aptitud) son
más abundantes en la siguiente generación, mientras que los alelos que tienden a
perjudicar a los individuos portadores, también tienden a desaparecer. Si las
presiones selectivas —temperatura, abundancia de agua y cualquier otra
condición del entorno— se mantienen relativamente constantes, los alelos
beneficiosos se propagan por la población transformándose en los dominantes (en
el sentido de más abundantes) y los alelos perniciosos desaparecen. En cada
generación aparecen nuevas mutaciones y recombinaciones que producen un
nuevo espectro de fenotipos. Por lo tanto, cada nueva generación se enriquece
con la abundancia de alelos que contribuyen a los rasgos que fueron
anteriormente favorecidos por la selección natural, mejorando así gradualmente
estos rasgos durante generaciones sucesivas.
Algunas mutaciones ocurren en los genes reguladores. Estos cambios pueden
tener un gran efecto en el fenotipo del individuo porque estos genes se encargan
de regular la función de muchos otros genes. La mayoría —aunque no todas— las
mutaciones en los genes reguladores producen zigotos inviables. Ejemplos de
mutaciones en los genes reguladores en el hombre que no son letales ocurren en
los genes HOX, que pueden causar la formación de una costilla en las cervicales o
de múltiples dedos. Cuando estas mutaciones resultan en una mejora de la
aptitud, la selección natural las favorecerá y se esparcirán en la población.
Los rasgos establecidos no son inmutables. Rasgos que son muy efectivos en un
ambiente determinado pueden volverse poco efectivos si las condiciones cambian.
Si la presión selectiva sobre un rasgo desaparece, éste tiende a adquirir más
variaciones y a deteriorarse, incluso transformándose en un vestigio. En muchas
ocasiones la estructura vestigial puede mantener cierta funcionalidad limitada o
ser la base de otros rasgos ventajosos (fenómeno conocido como preadaptación).
Por ejemplo, el ojo es un órgano vestigial del topo pero que todavía aporta cierta
funcionalidad para percibir la duración del día y la noche.
Especiación
La especiación es el proceso por el que una especie se
escinde en dos especies diferentes. La especiación
requiere apareamiento selectivo, el cual conlleva un flujo
genético reducido. El apareamiento selectivo puede ser el
resultado de:
Aislamiento geográfico
Aislamiento etológico (de comportamiento)
Aislamiento temporal
Por ejemplo, un cambio en el entorno físico (aislamiento geográfico por una
barrera externa, como un río o una montaña) correspondería al caso 1. Un cambio
en el camuflaje sería un ejemplo del caso 2. Finalmente un cambio en la época de
celo se correspondería con el caso 3.
Con el tiempo, estos subgrupos aislados divergen radicalmente convirtiéndose en
especies diferentes, bien por diferencias en la presión selectiva, bien porque
aparecen mutaciones distintas en cada grupo o bien por el llamado efecto
fundador. Según este efecto, uno de los subgrupos podría haber comenzado ya
con algún alelo beneficioso de forma fortuita. Un mecanismo de especiación
menos conocido es el de hibridación. Está bien documentado en plantas y
ocasionalmente se observa en grupos con abundantes especies como los cíclidos.
Este tipo de mecanismo podría reflejar un tipo de cambio evolutivo conocido como
equilibrio puntuado, que sugiere que el cambio evolutivo, y en particular la
especiación, ocurren normalmente de forma rápida después de largos periodos
estáticos (sin apenas cambios).
Los cambios genéticos dentro de cada grupo acarrean incompatiblidad genética
entre los genomas de los dos subgrupos. Con lo que el flujo génico se reduce
todavía más. El flujo génico cesa completamente cuando las mutaciones
distintivas de cada grupo quedan fijadas. Tan sólo con dos mutaciones (una en
cada subgrupo) puede llegar a producirse la especiación. Basta con que estas
mutuaciones tengan un efecto neutral o positivo cuando ocurren aisladas y uno
negativo cuando ocurran juntas. A partir de ahí, la fijación de estos genes en cada
subgrupo conduce a dos poblaciones reproductivas aisladas, que según el
concepto biológico de especie, son en efecto dos especies diferentes.
Lamarckismo
Antes de que el naturalista inglés Charles Darwin propusiera la teoría de la
evolución que cambiaría para siempre el mundo de la biología, la teoría de
Lamarck ya proponía una explicación acerca de cómo habían podido ir
apareciendo las diferentes formas de vida sin necesidad de recurrir a uno o varios
dioses.
Su idea era que si bien el origen de todas las formas de vida podía ser creado
espontáneamente (presumiblemente por obra directa de Dios) pero que, después
de esto, la evolución se iba produciendo como producto de un proceso mecánico
fruto de las propiedades físicas y químicas de la materia con la que están
formados los organismos y de su entorno.
De la simplicidad a la complejidad
Si pasamos del primer plano que supone describir el proceso por el que una
generación le pasa sus características adquiridas a la siguiente, veremos que la
explicación por la que la teoría de Lamarck trata de dar cuenta de la diversidad de
las especies se parece bastante a las ideas de Charles Darwin.
Lamarck creía que el origen de las especies estaba encarnada en una forma de
vida muy simple que generación tras generación iba dando paso a organismos
más complejos. Estas especies tardías acarrean los rastros de los esfuerzos
adaptativos de sus ancestros, con lo cual las formas en las que podían adaptarse
a las nuevas situaciones son más diversas y se da paso a más variedad de formas
de vida.
¿En qué falla la teoría de Lamarck?
Si la teoría de Lamarck se considera un
modelo desfasado es, en primer lugar, porque
hoy se sabe que los individuos tienen un
margen de posibilidades limitado a la hora de
modificar su cuerpo con su uso. Por ejemplo,
los cuellos no se alargan por el simple hecho
de estirarlo, y lo mismo pasa con las piernas,
los brazos, etc.
Dicho de otro modo, el hecho de utilizar
mucho ciertas estrategias y partes del cuerpo no hace que estas adapten su
morfología para mejorar el cumplimiento de esta función, salvo algunas
excepciones.
El segundo motivo por el que el lamarckismo falla es por sus asunciones acerca
de la herencia de las capacidades adquiridas. Aquellas modificaciones físicas que
sí dependen del uso de ciertos órganos, como por ejemplo el grado de
musculación de los brazos, no se transmiten a la descendencia, de manera
automática, ya que lo que hacemos no modifica el ADN de las células germinales
cuyos genes se transmiten durante la reproducción.
En vez de eso, teorizó sobre el modo en el que las presiones y las exigencias del
entorno y de las formas de vida que conviven entre sí hacen que, a la larga,
ciertos rasgos sean pasados a la descendencia con una frecuencia mayor a otros,
el cual con el paso del tiempo haría que una buena parte de los individuos de la
especie, o incluso casi todos ellos, terminen poseyendo esa característica.
Así, la acumulación progresiva de esos cambios haría que con el paso del tiempo
se fuesen creando diferentes especies.
Enfoque de Darwin
Darwin propuso que las especies cambian con el
tiempo, que las especies nuevas provienen de
especies preexistentes y que todas las especies
comparten un ancestro común. En este modelo, cada
especie tiene su propio conjunto de diferencias
heredables (genéticas) en relación con su ancestro
común, las cuales se han acumulado gradualmente
durante periodos de tiempo muy largos. Eventos de ramificación repetidos, en los
que las nuevas especies se desprenden de un ancestro común, producen un
"árbol" de muchos niveles que une a todos los seres vivos.
Darwin se refirió a este proceso, en el que los grupos de organismos cambian en
sus características heredables a lo largo de generaciones, como "descendencia
con modificaciones". Hoy en día, lo llamamos evolución. El boceto de Darwin que
se ve arriba ilustra esta idea y muestra cómo una especie puede ramificarse en
dos a lo largo del tiempo, y cómo este proceso puede repetirse muchas veces en
el "árbol genealógico" de un grupo de especies emparentadas.
Selección natural
Es importante destacar que Darwin no solo propuso que los organismos
evolucionaban. Si ese hubiera sido el inicio y el fin de su teoría, ¡no estaría en
tantos libros de texto hoy en día! Además, Darwin también propuso un mecanismo
para la evolución: la selección natural. Este mecanismo era elegante y lógico, y
explicaba cómo podían evolucionar las poblaciones (tener descendencia
modificada) de tal manera que se hacían más adecuadas para vivir en sus
entornos con el paso del tiempo.
El concepto de selección natural de Darwin está basado en varias observaciones
fundamentales:
Los rasgos a menudo son heredables. En los seres vivos, muchas
características son hereditarias o pasan de padres a hijos. (Darwin sabía
que esto sucedía, si bien no sabía que los rasgos se heredaban mediante
genes).
Se produce más descendencia de la que puede sobrevivir. Los
organismos son capaces de generar más descendientes de los que su
medio ambiente puede soportar, por lo que existe una competencia por los
recursos limitados en cada generación.
El color del pelo es un carácter heredable (que puede pasar de padres a hijos), por
lo que una mayor proporción de ratones negros en el grupo sobreviviente significa
que habrá más ratones negros en la siguiente generación. Después de varias
generaciones de selección, la población estará compuesta casi en su totalidad por
ratones negros. Este cambio en las características heredables de una población
es un ejemplo de evolución.