ORACION
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“el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza” (Rom 8, 26). San Pablo añade
que “no nosotros no sabemos orar como conviene”, ni siquiera podemos saber a
veces si las peticiones que hacemos pueden ser justas, pero “el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos inefables”.
Defendeme contra las trampas de los demonios, contra las
tentaciones de los vicios, contra las inclinaciones de la naturaleza,
contra todos aquellos que desean el mal de lejos y de cerca, estando
yo solo o en la multitud.
----------------------------ORACIÓN DE PERDÓN-----------------------------
En el nombre de Jesucristo, yo (dí tu nombre) perdono a: (dí el nombre de
la persona a la que vas a perdonar).
Te perdono por toda ofensa, humillación, envidia, maldición y rechazo.
Te perdono por los pleitos, insultos, abandonos, golpes y rencores. Te
perdono por tu alcoholismo, por las infidelidades y mentiras.
Te perdono por no cumplir lo prometido, por tus chismes y calumnias.
Te perdono por toda falta de amor, consideración y caridad.
(Respira profundamente y menciona todo lo que tengas que sentir de la
persona que estás perdonando).
En el Nombre de Jesús: yo te perdono, en el Corazón de Jesús: yo te
perdono, en la Misericordia de Jesús: yo te perdono, te bendigo y desato
todo lazo de rencor entre tú y yo.
Delante de Dios te declaro inocente y libre, ya no me debes nada, le pido a
Jesús que te ame profundamente, te llene de paz y se manifieste en ti con
abundancia de bienes espirituales y materiales.
Amén, amén, amén.
Echo fuera de mí todo aquello con lo que haya intentado sustituir el amor y
la confianza de Jesús. Renuncio al rechazo de mis padres desde el instante
de mi concepción y durante mi vida en el seno materno.
Te ruego Padre Dios que el Espíritu Santo ocupe todo mi ser y restaure las
virtudes que estos males han destruido en mí.
------------------------------------ALABANZA-------------------------------------
Bendito seas Señor, Padre que estás en el cielo, porque en tu infinita
misericordia te has inclinado sobre mi miseria y me has dado a Jesús, tu
Hijo, nacido de mujer, nuestro salvador y amigo, hermano y redentor.
Gracias, Padre bueno. Que hoy sea el día del regreso a tu casa, donde Tú,
lleno de amor, esperas a tus hijos descarriados para darles
el abrazo del perdón y sentarlos a tu mesa, vestidos con el traje de fiesta.
¡A ti, Padre, nuestra alabanza por siempre!
Padre justo, que este día sea una ocasión propicia para que descubra el
gozo de vivir en la escucha de tu palabra, abandonándome a tu voluntad;
y experimentando el valor de la comunión fraterna partiendo junto a otros
el pan y alabándote y cantándote. ¡A ti, Padre, nuestra alabanza por
siempre!
Padre omnipotente, hace que hoy sienta que en mi caminar hacia ti, me
acompaña bondadosa la Virgen María, elegida por ti para ser Madre de
Cristo y de la Iglesia. ¡A ti, Padre, nuestra alabanza por siempre!
A ti, Padre de la vida, principio sin principio, bondad y eterna luz, con el Hijo
y el Espíritu, honor y gloria, alabanza y gratitud por los siglos sin fin. Amén.