Deformacion de La Corteza Terrestre

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DEFORMACION DE LA CORTEZA TERRESTRE

La geología estructural tiene relación directa con disciplinas geológicas como la


mecánica de suelos, mecánica de rocas y la geotecnia. Es bastante importante
en geología para entender el origen y la formación de yacimientos, entender
cómo se formó el actual modelo topográfico de la superficie terrestre; en
ingeniería civil es la base de proyectos de construcción (edificaciones, puentes,
carreteras, represas, etc.) y como herramienta de prevención para la mitigación
y control de riesgos geológicos.

TIPOS DE ESFUERZOS

Cuando se habla de esfuerzos se hace referencia a la fuerza aplicada a un área


determinada de roca.
La unidad de medida más habitual es el kilogramo por centímetro cuadrado. En
la naturaleza, según la dirección de las fuerzas aplicadas, el esfuerzo puede
reconocerse en tres variedades; la compresión, la tensión y la cizalla.

▪ Compresión. Esfuerzo al que son sometidas las rocas cuando se comprimen


por fuerzas dirigidas unas contra otras a lo largo de una misma línea. Cuando
los materiales se someten a este tipo de esfuerzos, tienden a acortarse en la
dirección del esfuerzo mediante la formación de pliegues o fallas según que
su comportamiento sea dúctil o frágil.

▪ Tensión. Resultado de las fuerzas que actúan a lo largo de la misma línea pero
en dirección opuesta. Este tipo de esfuerzo actúa alargando o separando las
rocas.

▪ Cizalla. Esfuerzo en el cual las fuerzas actúan en paralelo pero en direcciones


opuestas, lo que da como resultado una deformación por desplazamiento a lo
largo de planos poco espaciados.

TIPOS DE ESFUERZO EN GEOLOGIA


DEFORMACIÓN DE LAS ROCAS

Deformación es un término general que se emplea para referirse a cambios en


la forma y/o volumen que pueden experimentar las rocas. Como resultado del
esfuerzo aplicado, una roca puede fracturarse o deformarse formando un
plegamiento. La deformación se produce cuando la intensidad del esfuerzo es
mayor que la resistencia interna de la roca.

Las condiciones y ambientes de deformación de las rocas son muy variados, ya


que pueden encontrarse desde niveles muy superficiales hasta los 40 kilómetros
de profundidad. Generalmente, las condiciones de presión y de temperatura bajo
las que se desarrollan son de hasta más de 10 kilo bares y más de 1.000 ºC.
Para poder interpretar las condiciones de formación de cada estructura, es
imprescindible asociarla a un nivel estructural.

NIVELES ESTRUCTURALES.

Se entiende por nivel estructural cada uno de las partes de la corteza en que los
mecanismos dominantes de la deformación permanecen iguales.
El término «nivel» hace referencia a los diferentes dominios, que generalmente
están superpuestos entre sí.

Si consideramos como límite superior a la superficie de la Tierra, en dirección al


centro del planeta, hacia zonas más profundas, se definen tres niveles
estructurales en los que las rocas tienen diferente comportamiento. Como es
lógico, a medida que nos encontramos en niveles más profundos, las
condiciones de presión y temperatura se incrementan, por lo que las rocas
adquieren un comportamiento más dúctil.

▪ Nivel estructural superior. Se localiza desde la superficie del terreno (según la


altitud en cada lugar) hasta la cota 0 m, que sirve como referencia, aunque
puede llegar a más profundidad. La presión y temperatura no son muy
elevadas y las rocas tienen un comportamiento frágil; es el dominio de las
fallas.

▪ Nivel estructural medio. Se sitúa entre la cota 0 m y unos 4.000 m de


profundidad. El mecanismo predominante es la flexión debido al
comportamiento dúctil de las rocas; son característicos de este nivel los
pliegues.

▪ Nivel estructural inferior. Es el nivel del metamorfismo, y como media se


localiza entre los 4.000 m y los 8.000 o 10.000 m de profundidad. En los
niveles más superficiales domina el aplanamiento, con el frente superior de
esquistosidad. A mayor profundidad predominan estructuras de flujo, con
pliegues acompañados siempre de esquistosidad y foliación
NIVEL ESTRUCTURAL DE LA CORTEZA TERRESTRE
TIPOS DE DEFORMACIÓN

Cuando los materiales se deforman plegándose se habla de deformación dúctil


y cuando se fracturan se habla de deformación frágil. Según el comportamiento
de la roca, puede hablarse de deformación elástica, deformación plástica y
deformación frágil.

▪ Deformación elástica. Una roca tiene comportamiento cuando, tras cesar el


esfuerzo, la roca deformada recupera su forma original. En general, las rocas
son poco elásticas en niveles muy superficiales de la corteza terrestre, pero
sí pueden serlo cuando se encuentran sometidas a una gran presión litostática
y niveles más profundos.

Un definición general sería:

La capacidad de ciertos materiales de deformarse ante la aplicación de un


esfuerzo exterior y volver a sus dimensiones originales pasado dicho esfuerzo.

▪ Deformación plástica. Cuando la roca sometida a una deformación elástica


supera su límite elástico, sufre una deformación plástica, tras la que ya no
puede recuperar su forma original. “No hay separación de puntos contiguos
del material, como ejemplo -los pliegues-“. Si se supera el límite de
plasticidad, las rocas se fracturan y pasan a comportarse como cuerpos
frágiles.
Definición General:
Cuando se somete un material a esfuerzos que los llevan a sobrepasar su límite
elástico, ocurre que sus deformaciones se vuelven irreversibles o permanentes.

Deformación frágil. Existe deformación permanente y también interrupción entre


puntos contiguos del material (fallas, diaclasas, cabalgamientos y mantos de
corrimiento).

DEFORMACIÓN DÚCTIL:

LOS PLIEGUES Y SUS TIPOS


Una roca se pliega cuando una superficie de referencia definida antes del
plegamiento como plana se transforma en una superficie curva. El plegamiento
es tanto mayor cuanto más numerosas y fuertes son las variaciones de
buzamiento.

Las rocas en las que se aprecia el plegamiento con mayor facilidad son las
sedimentarias, cuyos planos de estratificación se muestran como buenos planos
de referencia. En las rocas ígneas, cristalinas y de aspecto masivo, resulta más
compleja la identificación de pliegues por la escasez de estructuras planares de
referencia.

PARTES DE UN PLIEGUE.
Las partes de los pliegues que pueden identificarse y nos permiten definirlos y
clasificarlos son:
▪ Líneas de cresta. Las curvas que unen los puntos más elevados de la
superficie curvada.

▪ Línea de valle. Las curvas que unen los puntos más bajos de la superficie
curvada.

▪ Flanco. Cada uno de los lados del pliegue.

▪ Eje. Lugar de los puntos de curvatura máxima. También se puede definir como
la línea que resulta de la intersección entre el pliegue y el plano axial.

▪ Plano axial. Superficie que contiene los ejes de los pliegues de varios estratos.

▪ Inmersión. Es el ángulo que forma una línea (o eje del pliegue) con el plano
horizontal medido sobre un plano vertical que contenga esa línea. El valor
de la inmersión de una línea varía entre 0º y 90º.
DIRECCIÓN Y BUZAMIENTO DE UN PLIEGUE.

DIRECCIÓN

Este concepto se refiere al ángulo que forma con el norte geográfico la línea que
resulta de la intersección de un plano horizontal imaginario con la capa, estrato
o estructura que se estudia.

La dirección de un pliegue es, por tanto, el ángulo que forma la proyección del
eje del pliegue sobre un plano horizontal con el norte geográfico. El valor de la
dirección suele darse de 0º a 90º, añadiendo si ese ángulo con respecto al norte
es hacia el este o hacia el oeste; por ejemplo N53°E.
La dirección del pliegue (del eje del pliegue) no tiene por qué coincidir con la
dirección de los flancos de dicho pliegue, aunque sí suelen ser parecidos.

BUZAMIENTO

Se define como el ángulo que forma la capa o estructura estudiada con un plano
horizontal imaginario, medido en la línea de máxima pendiente de la capa. El
sentido del buzamiento de un plano es el ángulo que forma la proyección de la
línea de máxima pendiente en un plano horizontal con el
norte geográfico e indica hacia dónde se inclina la capa en relación con el norte;
por ejemplo, 45°E o 30°SE.

El sentido del buzamiento de un plano es siempre perpendicular a la dirección


del plano.
Por lo general, cuando se habla de buzamiento del pliegue se hace referencia al
ángulo de inmersión.

CLASIFICACIÓN Y TIPOS DE PLIEGUES.


ANTICLINAL Y SINCLINAL

Cada uno de los tramos de un estrato o conjunto de capas comprendidos entre


los puntos de inflexión es un pliegue, por el que se da una sucesión de formas
cóncavas seguidas de otras convexas y a la inversa. Si consideramos un tren de
pliegues, periódicamente se repiten y alternan formas convexas
o antiformes, y formas cóncavas o sinformes. Los conceptos de anticlinal y
sinclinal informan, además, de la convexidad o concavidad de la edad de los
materiales en el pliegue.

▪ Anticlinal: pliegue arqueado o con la convexidad ascendente en el que los


materiales más antiguos se localizan en el núcleo.

▪ Sinclinal: pliegue arqueado o con la convexidad descendente en el que los


materiales más modernos se localizan en el núcleo.

Anticlinales y sinclinales suelen sucederse en el espacio, y tienen planos axiales


que dividen los pliegues en dos mitades, cada una de las cuales es un flanco.
Estas estructuras son ondulaciones de los estratos que no tienen por qué
visualizarse como ondulaciones del terreno.

CLASIFICACIÓN DE PLIGUES DE ACUERDO AL PLANO AXIAL.

Existen diferentes clasificaciones que emplean criterios distintos para denominar


los pliegues. La clasificación que se presenta en este apartado es una de las
más claras, y tiene en cuenta la inclinación del plano axial:

▪ Pliegue recto. La superficie del plano axial es vertical.

▪ Pliegue inclinado. La superficie axial está inclinada. En este caso los flancos
no tienen necesariamente el mismo buzamiento, y si uno de ellos rebasa la
verticalidad, entonces tenemos un flanco invertido.

▪ Pliegue tumbado. La superficie del plano axial es horizontal.

▪ Pliegue en abanico. Tiene vergencias en dos direcciones opuestas, con dos


planos axiales que se abren en forma de abanico.

MECANISMOS DE PLEGAMIENTO
Para entender los mecanismos del plegamiento debe recurrirse a la tectónica de
placas. Los movimientos de las placas litosféricas, en sus bordes constructivos
y destructivos, son los responsables de la mayor parte de los procesos de
plegamiento y fracturación que actúan sobre la corteza terrestre.
Estos conceptos están relacionados a la tectónica de placas, a continuación se
repasan los tipos de borde, con indicación del mecanismo de plegamiento o
fracturación dominante.

BORDES DIVERGENTES
Son los bordes donde las placas se separan produciendo un ascenso de material
desde el manto, para crear nuevo suelo oceánico. Pueden encontrase sobre
corteza oceánica o continental. En relación con la deformación de los materiales,
tienen mayor importancia los que se inician bajo corteza continental, creando los
rift o valles de Rift.

Durante este proceso se produce primero un abombamiento y adelgazamiento


de la corteza, seguido de un estiramiento que da lugar a un sistema de fracturas
(fallas normales) en cadena, alternado con episodios de vulcanismo, hasta llegar
a formar una gran fosa tectónica. La zona de rift en la corteza oceánica genera
las “fallas transformantes”.

BORDES CONVERGENTES.

Las zonas de convergencia de placas son las zonas donde la litosfera subduce
en el manto o crea grandes cadenas montañosas por el choque entre placas. En
las zonas de subducción se produce la fusión de la placa litosfera originando
magmatismo, que al intruir en la corteza puede crear deformación de los
materiales que atraviesa.

Cuando dos placas de litosfera continental chocan, se produce el mayor


mecanismo de de deformación, al dar lugar a grandes cadenas montañosas con
un gran número de estructuras plegadas que generalmente van acompañadas
de todo tipo de fracturas. En este tipo de colisión es muy frecuente la formación
de grandes mantos de cabalgamiento. Un ejemplo actual de este tipo de borde
es la formación de la cordillera del Himalaya.

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