La Ciencia de La Deducción
La Ciencia de La Deducción
La Ciencia de La Deducción
El legendario detective de Sir Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes, es, por supuesto, un personaje ficticio.
Pero, ¿será posible aprender a ser un maestro de la deducción?
Para resolver los más desconcertantes casos, Holmes piensa fuera de los marcos convencionales, así como en
el interior de ellos. De hecho, él piensa incluso en los marcos mismos.
Es esta atención a los detalles -todos los detalles- lo que le permite hacer las inferencias más extraordinarias.
¿Cómo lo hace?
Pues es tan difícil como aparenta ser, pero se puede hacer. Así que prepárate para una lección en observación
y razonamiento a la manera de Sherlock Holmes.
Es elemental. Es uno de esos casos en los que quien razona puede asombrar a su interlocutor, por que a éste se
le escapó el pequeño detalle en el que se basa la deducción"
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A pesar de que él mismo lo afirma, los poderes de deducción de Sherlock Holmes son cualquier cosa menos
elementales.
Hacer una sola conexión puede ser fácil pero hay una ciencia compleja para unir todos los puntos. Dos
ciencias de hecho: medicina forense y criminología, y Sherlock Holmes podría considerarse un pionero de
ambas.
Sherlock Holmes no dudó en adoptar algunos de los métodos innovadores del campo, usando las huellas
dactilares para resolver el caso en "El signo de los cuatro", publicado en 1890, más de una década antes de
Scotland Yard adoptara la práctica, en 1901.
El campo criminológico de perfilación criminal también tiene más que un poco de Sherlock.
La herramienta de investigación, que trata de prevenir y resolver crímenes mediante la comprensión de lo que
motiva a los delincuentes, ha sido influenciada en gran medida por el concepto más característico de Sherlock
Holmes: el razonamiento deductivo.
Aunque las cosas pueden haber cambiado un poco desde el apogeo de Sherlock Holmes, la capacidad de hacer
deducciones brillantes todavía se sustenta en una amplia base de conocimientos: no puedes conectar los
puntos si no conoces esos puntos.
Hoy en día, los encargados de que se cumpla la ley también utilizan una red de informantes similar a la del
famoso detective.
Delincuentes que actúan como informantes o circuitos cerrados de televisión son algunos de los recursos que
pueden ayudar a los policías a encontrar detalles que podrían haber pasado por alto.
Holmes tenía una notable variedad de habilidades para un solo hombre; en la investigación contemporánea
ese trabajo está a cargo de varios especialistas distintos.
Pero los meticulosos métodos de Sherlock todavía son evidentes en la actividad policíaca moderna, desde los
análisis de sangre y de balística hasta el trabajo de los psicólogos y psiquiatras.
Una lección
Colin Nube está emergiendo rápidamente como un líder mundial en la deducción y nos explica las habilidades
que necesita para pensar como Sherlock Holmes.
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Esas palabras inmortales resumen perfectamente el principio fundamental de la deducción: no basta con ver lo
que te presentan, ve más allá y estudia también el contexto.
"La deducción real se reduce a dos cosas que se usan en combinación: tu conocimiento y tu sentido de
conciencia. Cuanta más información puedas reunir, más precisas serán tus deducciones".
Pero, ¿cómo recopilar esta información? ¿En qué hay que fijarse?
"Presta atención. Todo está allí, al descubierto, frente a ti. Todo lo que tienes que hacer es sintonizarte. ¿Qué
ves? ¿Qué hueles? ¿Qué escuchas?"
"Ahora piensa con un poco más de profundidad. ¿En qué dirección está viajando esa sirena que escuchas en la
distancia? ¿Cuál es esa canción que llega a través de los auriculares de la persona a tu lado en el metro?
"Observa a alguien, a cualquiera. ¿Qué se puede inferir? ¿Notas marcas, manchas o pelos que no son propios
en su ropa? ¿Qué perfume está usando? ¿O huele a otra cosa, como un alimento especialmente picante?
"Si aprovechas tus sentidos, tu conciencia aumenta y, con el tiempo, sabrás quienes son realmente las
personas, qué sienten y hasta lo que están pensando".
Estos personajes de la vida real aparentemente le sirvieron a Conan Doyle como inspiración para crear a su
detective.
Pensé en intentar escribir una historia en la que el héroe tratara el crimen como el doctor Bell trataba la
enfermedad"
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La inspiración primaria de Conan Doyle, quien también era médico, fue uno de los doctores líderes de la
época: Dr. Joseph Bell (1837-1911).
Bell trabajaba en el hospital voluntario más antiguo de Escocia, Royal Edinburgh Infirmary, donde era cirujano y
pionero de la ciencia forense.
A menudo trabajaba con Henry Littlejohn (1826-1914), médico de la policía y asesor médico de la corona de
Escocia, quien proporcionaba su pericia forense para resolver casos.
Apodado "El terror de los malhechores", este policía de Manchester era un maestro del disfraz y utilizaba una
amplia red de informantes similar a la de Sherlock Holmes.
Y no hay que pasar por alto las similitudes en la metodología del neurólogoWilliam Gowers, autor de "La biblia
de neurología", con la del detective.
Aunque no se sabe con exactitud cuál fue la naturaleza exacta de la influencia de Gowers en Conan Doyle, este
último se había especializado en enfermedades neurodegenerativas y ambos eran amigos de Rudyard Kipling,
autor de "El libro de la selva".
Fíjate, por ejemplo, en cómo Gowers le enseñaba a sus estudiantes a empezar los diagnósticos desde el
momento en el que el paciente entrara por la puerta.
Un hábito que nunca se debe omitir es observar al paciente cuando entra en la habitación. De haberlo hecho,
habrían notado que lucía débil e impactado el inusual matiz de su tez"
Es notablemente similar a la costumbre de Sherlock Holmes de componer un perfil de cada persona que
encuentra basado en las pistas más tenues.
Por mucho tiempo uno de mis axiomas ha sido que las cosas pequeñas son infinitamente las más importantes"
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Hay varios ejemplos de lo que tenían en común, como la manera en la que ambos "razonaban de atrás para
adelante", diseccionando todos los senderos posibles que podrían haber llevado a una enfermedad (en el caso
de Gowers) o a un delito (en el de Sherlock Holmes).
Cuando se ha eliminado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, tiene que ser la verdad"
Pero quizás la lección más importante que tanto Gowers como Sherlock Holmes nos pueden dar es el valor de
reconocer los errores.
Confieso que he estado ciego como un topo, pero es mejor aprender tarde que no aprender nunca"
Sherlock Holmes en "El hombre del labio torcido"
Siempre es grato estar en lo correcto, pero generalmente es mucho más útil estar equivocado"
William Gowers