Colageno
Colageno
Colageno
¿QUE ES EL COLAGENO?
El Colágeno es una proteína compuesta de los aminoácidos, que a su vez se construyen del
carbón, del oxígeno y del hidrógeno. El Colágeno contiene los aminoácidos específicos -
Glicocola, ProLine, Hidroxiprolina y Arginina.
El colágeno es una proteína esencial producida en grandes cantidades por el organismo humano,
indispensable para la elasticidad de los tejidos y su regeneración. De esta forma, identificamos
que el colágeno está presente en la composición de los huesos, la piel, los ligamentos, los
cartílagos y tendones.
Con el correr del tiempo, esta proteína natural va resquebrajándose y perdiendo efectividad,
siendo este el momento en que se comienza a disminuir la densidad ósea, sufrimos el dolor
arterial y aparecen las tan odiadas arrugas.
El momento álgido en la formación de colágeno coincide con las etapas de sueño, existiendo un
pico de producción en la primera parte del mismo, momento de máxima relajación del
organismo. En la misma están implicados:
La suficiente disposición de los nutrientes necesarios para que las células encargadas de esta
tarea, los fibroblastos, puedan llevar a cabo su función.
El sistema endocrino. Unos niveles más elevados de somatotropina u hormona del crecimiento
estimulan la formación de colágeno. Por su parte, se sabe que durante la menopausia, la menor
producción de estrógenos arrastra a la de colágeno.
Pero en este apartado vamos a hacer especial hincapié en el rol de la vitamina C o ácido
ascórbico, sin cuya participación la limitación del proceso sería crítica. La vitamina C trabaja en
el proceso de transformación del procolágeno en colágeno, contribuyendo decisivamente en la
hidroxilación de los restos de prolina y lisina. ¿Cómo? Actuando como cofactor en una reacción
de sustitución de un grupo hidroxilo y un átomo de hidrógeno dentro los residuos de prolina en
ciertos puntos en las cadenas polipeptídicas, reacción en la que se consume de forma
estequiométrica una molécula de ácido ascórbico por cada átomo de hidrógeno que es
sustituido.
Tras la hidroxilación llega otra fase determinante protagonizada por unas enzimas
presentes en el retículo endoplasmático, las glicosil-transferasas, encargadas de
glicosilar, es decir, unir una molécula de glucosa, restos de hidroxilisina de manera que
esa triple figura helicoidal quede perfectamente ensamblada con los extremos ocupados
por polipéptidos libres, que constituyen el punto de arranque del clásico plegamiento en
forma globular que caracteriza la estructura cuaternaria del colágeno.
Finalmente, las triples hélices son transportadas a otro destacado orgánulo del
citoplasma celular, el aparato de Golgi, en el cual son sometidas a una reacción de
sulfatación en la que interviene el aminoácido cisteína rico en azufre, a lo que se suma
la fosforilación de su homólogo serina.
El colágeno responde al patrón estructural que caracteriza al conjunto de las proteínas, una
disposición tridimensional de cadenas polipeptídicas, es decir, integradas por secuencias de
péptidos o pequeñas asociaciones de aminoácidos genéticamente programadas, que otorga a
estas macromoléculas unas singulares propiedades físicas y químicas que las hacen diferentes
al resto de los principios inmediatos, dotándolas de enorme trascendencia en variados
fenómenos biológicos.
Funciones
BENEFICIOS ADICIONALES
Aunque aún no se han realizado trabajos científicos rigurosos para estudiar efectos
menos trascendentes de complementar la dieta diaria con Colnatur, sus consumidores
hemos experimentado una serie de beneficios adicionales, nada despreciables, que
pueden responder perfectamente a una mejora en la condición de los tejidos
colagénicos. Estos beneficios son:
¿TIPOS DE COLAGENO?
El hecho de que cada órgano y tejido tenga una resistencia diferente se debe a la diversidad de
tipos de colageno presentes en cada uno. Aunque existen más de 20 tipos de colageno, no todos
tienen la misma implicación en la función biológica que la naturaleza reserva a esta proteina
estructural. Hagamos un repaso de cada uno de ellos:
COLÁGENO BOVINO
Esta proteína bovina, en concreto, entraña un riesgo sanitario por eventual presencia de
priones, unas proteínas potencialmente dañinas cuya modificación de su configuración natural
es capaz de convertirlas en agentes infecciosos de enfermedades mortales del sistema nervioso
central como la enfermedad de Creutzfeld-Jacob o el kurú. Tal riesgo es inexistente en el caso
de los peces, en los que hasta el momento, como en el resto de organismos inferiores, está
descartada la presencia de priones.
Podría hablarse de ciertos riesgos adicionales asociados al uso de colágeno bovino, como
reacciones alérgicas o trastornos del tejido conectivo, como artritis y lupus eritematoso, que no
obstante registran una mínima incidencia entre sus consumidores.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que el colágeno bovino se degrada progresivamente en
el cuerpo, por lo que sus efectos no suelen extenderse más allá de un año.
COLÁGENO PORCINO
COLÁGENO MARINO
Con la edad se empieza a perder colágeno, como consecuencia de la lentitud en los diferentes
procesos metabólicos debido a la disminución de la producción hormonal, en definitiva como
consecuencia del propio paso de los años.
Esta disminución de colágeno hace que las estructuras epiteliales sean más débiles, la piel es
más fina, fácil de dañarse, el pelo menos fuerte, empieza la flacidez, aparición de las arrugas, así
como los tendones y los ligamentos son menos elásticos y las articulaciones menos flexibles.
1. Los radicales libres, producidos por la exposición solar en exceso, las personas
fumadoras, los agentes contaminantes y algunos tóxicos, el estrés o el ejercicio físico
exagerado, destruyen el colágeno existente.
2. El envejecimiento no destruye el colágeno sino disminuye la producción del mismo. Por
ejemplo, durante la menopausia, esta falta de producción hormonal puede hacer que
se pierda hasta un 30% del colágeno de la piel.
3. Alimentación pobre y los hábitos de vida poco sanos. Un aporte de minerales, vitaminas
y aminoácidos son fundamentales en la formación de proteínas, entre ellas el colágeno,
igualmente el aporte de antioxidantes son fundamentales para evitar la destrucción de
colágeno. Así una dieta demasiado rica en azúcares simples, daña el colágeno.
4. Problemas médicos, que eviten la absorción de vitaminas y minerales. Infecciones y
medicamentos.
- La dieta y los nutrientes necesarios para que las células puedan realizar su función
correctamente
- El sistema hormonal está directamente relacionado con la producción de colágeno
- Unos niveles más elevados de HGH (hormona del crecimiento) pueden ayudar a la
producción de colágeno como de otras proteínas e elastina.
INGESTA DE COLAGENO
Su reparto es más bien irregular, predominando en algunas especies como el cerdo en las patas
(colágeno porcino) y en otras como el vacuno (colágeno bovino), en el tejido que cubre la
musculatura.
La carne animal, es decir, la parte muscular de los animales, tiene colágeno, aunque su
contenido no es tan elevado, ni su colágeno es tan asimilable, como las fuentes anteriormente
citadas.
La carne y el pescado contienen principalmente tejido muscular, cuyas bras (actina y miosina)
están envueltas por estructuras de colágeno (endomisio, perimisio, etc.). Aún así, no son
alimentos tan ricos en colágeno, ni este es tan asimilable, como las manitas de cerdo, los huesos
(caldo de huesos) y algunos productos de casquería, debido a la composición natural en
colágeno de estas partes.
Las moléculas de colágeno que contiene la carne son de más difícil digestión y a menudo el
organismo no puede descomponerlas por completo.
Para obtener el máximo colágeno de la carne o del pescado, se recomienda realizar caldos de
cocción larga, con los huesos o espinas de estos animales. El colágeno se desprende en el caldo
con la cocción cuando la temperatura es elevada y el tiempo es suficiente.
• Alimentos ricos en vitamina C: todos ellos son vegetales, básicamente muchas frutas
como el kiwi, la naranja, el limón, el pomelo, la piña, el melón, el aguacate o el mango, pero
también hortalizas como las coles de Bruselas, el repollo, el tomate, el pimiento, la espinaca, la
escarola, la coliflor y la berenjena.
• Alimentos ricos en algunos aminoácidos como lisina y prolina, eficientes para la síntesis
de los 21 tipos de colágeno existentes. Las principales fuentes de estos aminoácidos son los
productos lácteos, seguidos de la clara de huevo, las carnes magras y los pescados grasos y
semigrasos.
• Frutos rojos ricos en licopeno, un principio activo muy señalado como antioxidante pero
que también fomenta la producción de colágeno. Principalmente está contenido en el pimiento
rojo, el tomate, la remolacha, la sandía, las cerezas, las fresas y las frambuesas.
• Frutas ricas en antocianinas, con su peculiar tonalidad roja o morada oscura, presentes
en cerezas, arándanos, frambuesas y moras, que aumentan la concentración intracelular de
vitamina C y frenan la destrucción del colágeno en la piel y el tejido conjuntivo.
• Alimentos que contienen genisteína, que son la leche de soja y algunos tipos de queso.
Es una sustancia que interviene en el organismo como intermediaria en reacciones bioquímicas
presentes en la síntesis de colágeno.
• Alimentos que contienen azufre: este mineral, componente del condroitín sulfato y del
sulfato de glucosamina, es altamente eficiente como precursor de la producción de colágeno,
encontrándose sobre todo en el pollo, el pato, el ajo, el perejil, la cebolla, el plátano, el té, el
tofu, el coco o la papaya.
• Alimentos que contienen cobre: el cobre es un oligoelemento que actúa como cofactor
de dos enzimas que intervienen en la formación del colágeno, siendo abundante en vísceras,
mariscos, verduras de hoja verde, nueces y legumbres.
• Soja y derivados: la soja y sus derivados, como el tofu, el tempeh y la leche vegetal de
soja, son claros precursores de la formación de colágeno.
El colágeno, por la complejidad que le caracteriza como molécula, es difícil de absorber por el
tracto intestinal, algo perfectamente conocido por la industria de los complementos
alimenticios, que comercializa un formato de colágeno en forma hidrolizada a base de pequeños
péptidos cuya biodisponibilidad es excelente.
• En polvo, disolviendo los 10 gramos requeridos en agua, zumo o puré. Este es el formato
más habitual y el más indicado como suplemento alimenticio, pues permite su ingesta en una
sola toma.
El colágeno hidrolizado, ingerido a razón de más de diez gramos diarios, genera en los tejidos
un estímulo de la síntesis de colágeno tisular debido en parte a que a su vez fomenta la síntesis
de componentes de la matriz extracelular como son los proteoglicanos y la fibronectina.
Algunas presentaciones están en forma de polvo soluble, ingerible disuelto en cualquier
alimento líquido, pero restan pureza al producto reduciendo su tasa de absorción intestinal.
El formato en comprimido o en polvo, por su parte, reduce la biodisponibilidad del producto por
las pérdidas acontecidas durante el trayecto