Articulo Sobre Actitud Ecologica y Educacion Ambiental
Articulo Sobre Actitud Ecologica y Educacion Ambiental
Articulo Sobre Actitud Ecologica y Educacion Ambiental
DE EDUCACIÓN SUPERIOR
RESUMEN
PALABRAS CLAVE:
ABSTRACT
KEY WORDS:
A escala mundial, se estima que el 23% de las muertes en los países en desarrollo es
atribuible a la contaminación ambiental, contribuyendo además al 80% de las
enfermedades y a un quinto en la incidencia global de cáncer (Organización Mundial de
la Salud y Banco Mundial, 2003).
El problema de la contaminación ambiental afecta con distinta magnitud a los diferentes
países. Sin embargo, los lugares más contaminados del planeta y, por ende, con una
población con escasa conciencia ecológica son Agbogbloshie (Ghana), vertedero de
basura electrónica y principal contaminante de plomo derivado de la quema de cable
eléctrico. El segundo lugar le corresponde a Chernobyl (Ucrania), antigua planta nuclear
y principal contaminante de polvo radiactivo de uranio, plutonio, cesio 137, estroncio-90
y otros metales. El tercer lugar es para Río Citarum (Indonesia), fuente responsable del
80% del suministro de agua de Yakarta y principal contaminante de plomo, cadmio,
cromo y pesticidas. En el cuarro lugar se sitúa Dzershinsk (Rusia), zona industrial y
principal contaminante de numerosos químicos y productos de distintos procesos de
manufactura. En América Latina, Matanza Riachuelo (Argentina), es el octavo lugar más
contaminado del planeta, zona industrial con más de 15 mil empresas que vierten
contaminantes (plomo, zinc, cobre y tolueno) al río que atraviesa 14 municipios (Institute
Blacksmith, 2013).
En Perú, Lima tiene el aire más contaminado de Latinoamérica según reportes de la
Organización Mundial de la Salud (2013) con 38 microgramos de partículas
contaminantes por metro cúbico de aire (µg/m³) de un límite máximo recomendable de
10 por cada metro cúbico. Además, Lima cuenta con un millón
300 mil vehículos (entre buses, cústers, combis y taxis) que tienen un promedio de 16
años de antigüedad. Estas unidades emanan toneladas de gases contaminantes al medio
ambiente, ante la indiferencia de las autoridades gubernamentales.
La Región Ayacucho, no es ajena al problema de la contaminación ambiental y se refleja
en la creciente deforestación, la disposición inadecuada de residuos sólidos, el tratamiento
inapropiado de las aguas servidas, contaminación de los ríos, uso desmedido de
fertilizantes, incremento del parque automotor con vehículos que exceden su vida útil,
entre otros (Ayala, Palomino y Palomino, 2014).
En la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, espacio donde se debería
propiciar la educación ambiental, se observan actitudes ecológicas negativas entre los
estudiantes de las diferentes escuelas de formación profesional documentados por Lope
y Sulca (2013), al concluir que el 42,5% presenta una actitud ambiental indiferente y
25,8% negativa, relacionada con el escaso conocimiento sobre contaminación ambiental.
De igual forma, Laura (2014) entre estudiantes de enfermería de la Universidad Alas
Peruanas, muestra que el 50% presenta una conciencia ambiental de nivel medio. Estas
actitudes negativas de conservación del medio ambiente son reflejo de la débil formación
ambiental en el hogar, la escuela y comunidad, considerando que el conocimiento se
construye socialmente de acuerdo a la teoría sociocultural de Vygotsky (1979).
MARCO TEÓRICO REFERENCIAL O CONCEPTUAL
ANTECEDENTES REFERENCIALES
BASES TEÓRICAS
EDUCACIÓN AMBIENTAL
CONCEPCIÓN FILOSÓFICA
Son ejemplos que demuestran cómo el índice de la evolución social y cultural es más
rápido que el índice de la evolución biológica. En algunas áreas la evolución biológica no
puede resistir los desequilibrios ambientales provocados por la evolución sociocultural.
(Talero y Umaña, 2012)
CONCEPCIÓN AXIOLÓGICA
CONCEPCIÓN PEDAGÓGICA
Por otro lado, los principios de la teoría sociocultural de Vygotsky (1979), pueden
aplicarse en la Educación Ambiental por las siguientes razones (Carrero y García, 2008):
d) Debe irse más allá de la explicación teórica, incluyendo actividades prácticas como
el trabajo de campo, las visitas guiadas y estrategias para la solución de problemas, ya
que el ambiente de aprendizaje tiene mayor relevancia que la explicación o mera
transmisión de información;
c) Actitudes. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales
y un profundo interés por el Medio Ambiente, que los impulse a participar activamente
en su protección y mejoramiento;
d) Aptitudes. Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes
necesarias para resolver problemas ambientales;
ACTITUD ECOLÓGICA
Por otra parte, Campbell (1963) propone clasificar las distintas definiciones de actitud en
dos categorías: Conductistas (disposiciones de respuesta a cualquier disposición que sirva
de base a una ejecución aprendida). Cuasi-fenomenológicas (considera tres componentes
fundamentales: afectivos, conductuales y cognoscitivos).
Las actitudes han sido consideradas ya sea como preparación mental o como
predisposiciones implícitas que ejercen una influencia general y continua en muchas
respuestas evaluativos. Las actitudes son, por lo tanto internas, eventos privados cuya
existencia inferimos de nuestra propia introspección o de alguna forma de evidencia
conductual, cuando se expresan abiertamente en palabras o en obras. Una actitud
verbalizada se llama opinión (Zimbardo, Ebbesen, Maslach, 1982).
En lo que respecta al problema del medio ambiente comenzó a trabajarse bajo la óptica
de lo que se conoce como Psicología Ambiental, aunque el enfoque inicial de esta
tendencia se centraba en estudiar la influencia del entorno sobre el comportamiento
(Wohlwill, 1970). Hoy día, el estudio de la relación que se establece entre la especie
humana y la naturaleza es más rica en matices ya que se tiene en cuenta un conjunto de
variables que se suponen determinantes en el comportamiento que desplegamos hacia el
medio ambiente. El estudio de los valores ecológicos, las actitudes ecológicas, la
importancia atribuida a la naturaleza así como ciertas variables sociodemográficas han
cobrado importancia a la hora de explicar nuestro comportamiento respetuoso hacia el
entorno.
Desde la Psicología Ambiental, Holahan (1991:15) las definió como “los sentimientos
favorables o desfavorables que se tienen hacia alguna característica del medio o hacia
un problema relacionado con él”; por su parte, Taylor y Todd (1995), entienden la actitud
ambiental como un determinante directo de la predisposición hacia acciones a favor del
medio.
Respecto a los valores ecológicos, se han propuesto que las actitudes hacia el medio
ambiente dependen del antropocentrismo y del ecocentrismo, dos formas de valorar la
naturaleza que influyen diferencialmente sobre la conducta ecológica (Thomson y Barton,
1994).
Las personas en las que predominan los valores ecocéntricos (espiritualistas, biosféricos
o morales) establecen que la naturaleza es un bien valioso en sí mismo, y ese es el motivo
primordial para protegerla. Por su parte, las personas
Por otro lado, la actitud positiva hacia el medio ambiente ha sido relacionada con un
mayor grado de compromiso conductual hacia la naturaleza (Fraj y Martínez, 2007;
González y Amérigo, 1999; Pato et al, 2005). Sin embargo, la relación entre actitud y
comportamiento ecológico es delicada (p. e. Hernández y Suárez, 2006; Pardo, 2006), ya
que manifestar una actitud ecológica tiene una alta deseabilidad social, mientras que los
comportamientos ecológicos son más difíciles de registrar y los auto informes son
sensibles a ser contaminados por la deseabilidad social (De Castro, 2002).
Stern y Oskamp (1987), sostienen que aunque todavía no se conoce con certeza si las
actitudes hacia el medio ambiente son variadas o si existe una preocupación o actitud
ambiental general, se puede sostener de algún modo la existencia del constructo
“preocupación ambiental”. Con el objetivo de entender este constructo, los autores
plantean un modelo teórico de preocupación ambiental basado en tres orientaciones de
valor: biosférica, altruista y egoísta. Las actitudes ecológicas surgirían de orientaciones
de valor que reflejarían preocupación por la biósfera, por otras personas y por uno mismo,
respectivamente. La preocupación de un individuo por el medio ambiente podría estar
basada en valoraciones ecológicas, altruistas y egoístas, lo que en cierto modo explicaría
que prácticamente todos los sujetos expresen actitudes favorables hacia el medio
ambiente.
COMPONENTE CONATIVO:
CONCLUSIÓN
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
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