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::Poder Judicial::
« » R ol C-293-2016 FOLIO: 56. Cincuenta y seis. NOMENCLATURA : 1.
[40]Sentencia JUZGADO : Juzgado de Letras y Gar. de Panguipulli CAUSA ROL : C-293-2016 CARATULADO : QUEUPUMIL/QUEUPUMIL Panguipulli, veintiocho marzo de dos mil dieciocho. Vistos: Que en el folio número uno, compareció don Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco , pensionado, domiciliado en el sector Cachim de la comuna de Panguipulli, quien vino en interponer demanda de reivindicación en juicio especial indígena en contra de don Raúl Queupumil Trafiñanco, agricultor, domiciliado en sector Cachim de la comuna de Panguipulli, solicitando en definitiva tener por interpuesta la demanda, acogerla a tramitación y en definitiva: 1) Declarar que es dueño de la hijuela N° 144, que rola inscrita a fojas 910 N° 1280 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes raíces de Panguipulli del año 1994; 2) Que el demandado ocupa arbitrariamente y sin su consentimiento parte de su propiedad, correspondiente a una hectárea aproximadamente; 3) Ordenar al demandado cesar inmediatamente y con auxilio de la fuerza pública, si fuese necesario, en la ocupación material que actualmente tiene en parte de la hijuela N° 114, restituyendo para ello el inmueble dentro de tercero día de ejecutoriada la sentencia; 4) Ordenar al demandado , restituir los frutos que hubiese podido percibir con mediana inteligencia y actividad, si hubiera tenido el inmueble en su poder, desde el día en que entró en posesión material de la propiedad, debiéndosele considerar poseedor de mala fe para todos los efectos legales; 5) Que el demandado sea condenado al pago de las costas de las causa. La acción se fundó en que es propietario de un buen raíz denominado Hijuela N° 144 de 5 hectáreas de superficie aproximadamente, correspondiente a la División de la Comunidad denominada Fundo Cachim, ubicado en el lugar del mismo nombre de la comuna de Panguipulli, y que en especial deslinda: Norte: Línea recta, que separa de la hijuela N° 26; RQPDEQXKGM « » R ol C-293-2016 Este, cerco quebrado, que separa de la hijuela N° 52; Sur, cerco quebrado, que separa de las hijuela N° 50 y 51; y Oeste, camino público Cachim- Liquiñe, y cerco recto, que separa de la hijuela N° 49, título de dominio inscrito a fojas 910 N° 1280 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Panguipulli del año 1994. Agregó, que el demandado pretendiéndose dueño y poseedor ocupa una superficie de su hijuela, correspondiente a 10 mil metros cuadrados, es decir, una hectárea de terreno aproximadamente que colinda al lado Oeste con el camino público Cachim-Liquiñe; que el demandado sin su consentimiento hace tres años atrás procedió a abrir el cerco existente en el deslinde Oeste y comenzó a ocupar dicho terreno trayendo animales para talaje, además, cortó árboles nativos existentes en el lugar, denunciando el hecho a CONAF. Afirmó que el demandado ha ejercido actos que importan desconocer su derecho de dominio y lo ha privado de la posesión material. Finalmente, citó el artículo 889 del Código Civil, y sostuvo que concurren todos los presupuestos necesarios para que la demanda sea acogida: a) Que el reivindicante sea dueño de la cosa, lo cual acredita con la inscripción de dominio; b) Que se trate de una cosa susceptible de reivindicar, siendo en la especie una cosa corporal inmueble debidamente singularizada; y c) Que el demandante est privado de la posesión de la cosa, lo que sucede ya que le demandado ha ejercido sobre ellas actos de señor y dueño que importan un desconocimiento de su derecho real de dominio, siendo el fundamento de la acción el poder de persecución y la inherencia del derecho a la cosa, propia de todo derecho real y muy particularmente del derecho de propiedad. En el folio número trece se realizó la audiencia de estilo, en la cual la parte demandante ratificó la demanda. La parte demandada, a través de su apoderado y mediante minuta escrita que rola en el folio número doce, vino en lo principal contestar la demanda, solicitando su rechazo en todas sus partes, argumentando que su mandante Raúl Queupumil Trafiñanco es propietario de la hijuela N° 50, correspondiente a la División de la Comunidad denominada Fundo Cahim, ubicado en la comuna de Panguipulli, la cual deslinda al norte con el cerco quebrado que separa de la hijuela 144 del demandante; que su representado ha poseído con ánimo de señor y dueño una parte del territorio de dicha hijuela, correspondiente a una hectárea aproximadamente, situación que ha subsistido en forma ininterrumpida desde hace treinta y dos años y no tres años como se « » R ol C-293-2016 sostiene en la demanda, tiempo en el cual su mandante se ha dedicado a limpiar el lugar con la finalidad que adquiera las condiciones necesarias para poder sembrar y cultivar, además de realizar trabajos de construcción con sus propios materiales, utilizándolo para producir y alimentar sus animales, todo lo que se ha realizado sin violencia ni clandestinidad, ya que ha sido una situación de hecho que se ha ejecutado en el tiempo y no solo en conocimiento del demandante, sino de todas las personas que viven en el sector. Que es efectivo que el terreno aparece inscrito a nombre del demandante principal, pero quien ha tenido la posesión real y material del lugar, detentándola con ánimo de señor y dueño, al realizar trabajos, construir y conservar el lugar es su representado. Que en el primer otrosí de la minuta, el apoderado de la parte demandada don Raúl Queupumil Trafiñanco, vino en deducir en contra de don Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco , demanda reconvencional de prescripción adquisitiva extraordinaria, solicitando en definitiva tener por interpuesta la demanda, y declarar la prescripción adquisitiva extraordinaria respecto de la superficie territorial que su mandante posee con ánimo de señor y dueño desde hace más de treinta años. La demanda se fundó, en cuanto a los hechos en los mismos argumentos de la contestación de la demanda, y en cuanto al derecho citó lo dispuesto en el artículo 2510 del Código Civil, el cual no exige título alguno para la prescripción extraordinaria, y como ella solo requiere posesión irregular no sería necesaria la inscripción, siempre que haya posesión material, artículo que tampoco exige tradición y ésta tratándose de un inmueble es la inscripción puede omitirse cuando se trata de posesión irregular, operando así el artículo 2510, pues en caso contrario jamás tendría aplicación la prescripción extraordinaria contra título inscrito sin nueva inscripción, protegiéndose de esa manera al poseedor ficto que solo tiene una inscripción a su favor, en contra de aquel que realmente tiene la posesión material del inmueble, que lo explota y hace producir. Que en el folio número quince, tuvo lugar la continuación del comparendo de estilo, en el cual la parte demandada reconvencional, a través de su abogado y mediante minuta escrita que rola en el folio número catorce, vino en contestar la demanda reconvencional solicitando su rechazo con costas, argumentó que la parte demandante reconvencional reconoce que se encuentra ocupando un retazo de terreno de su mandante, « » R ol C-293-2016 el cual es poseedor inscrito de todo desde el año 1994 de la hijuela N° 144, siendo la inscripción prueba, requisito y garantía de la posesión, no cesando en la posesión durante todo el tiempo, aplicándosele a su respecto lo dispuesto en el artículo 728 del Código Civil, por lo que mientras subsista la inscripción el que se apodera de la cosa no adquiere posesión ni pone fin a la posesión existente, citando, además, el artículo 724 del Código Civil, y que lo estatuido dentro de lo que se denomina posesión inscrita se ve coronado con lo dispuesto en el artículo 2505 del Código Civil, el que dispone que contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título inscrito, ni empezará a correr sino desde la inscripción del segundo, siendo esto un mandato absoluto y que se encuentra dentro de las reglas generales de la prescripción por lo que no admite excepciones. Finalmente, señaló que no es efectivo que el demandante reconvencional esté en posesión por más de 32 años del retazo de terreno que tiene ocupado y de propiedad de su mandante, ya que su representado adquirió la posesión inscrita en el año 1994, no ha cesado y ha sido ininterrumpida por más de 22 años, por lo que a favor de su mandante opera ya prescripción para consolidar el dominio pleno respecto de toda la hijuela N° 144. Además, la demanda reconvencional incoada no puede prosperar, ya que aunque se llegase a declarar la prescripción, solo sería letra muerta, ya que en la parte petitoria no se solicitó realizar una nueva inscripción respecto de lo que dice prescribir el demandante. En el folio número quince, consta el llamado a conciliación, la cual no prosperó. En el folio número quince, se recibió la causa a prueba, fijándose como hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos los siguientes: Demanda Principal: 1) Efectividad de ser el demandante dueño del bien inmueble que se pretende reivindicar; 2) Efectividad que el demandado se encuentra en actual posesión material del inmueble a que se refiere la demanda. En la afirmativa, época a partir de la cual se encuentra en posesión y forma en que se ha desarrollado los actos posesorios; 3) En su caso, sí el inmueble que ocupa la demandada corresponde al mismo cuya restitución se trata. Demanda reconvencional: 4) Efectividad de haber operado la prescripción adquisitiva alegada. « » R ol C-293-2016 En el folio número cincuenta y cinco, se citó a las partes a oír sentencia. CONSIDERANDO: EN CUANTO A LAS TACHAS DEDUCIDAS: PRIMERO: Que el abogado de la parte demandada vino en tachar al testigo don Sergio Miguel Queupumil Quintoman, fundado en la causal del número uno del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil, habida consideración al hecho de haber reconocido ser primo del demandante y por ende consanguíneo en cuarto grado. Además, lo tachó por la causal del numeral siete del citado artículo 358. SEGUNDO: Que la parte demandante al evacuar el traslado conferido, solicitó el rechazo de la tacha por las causales esgrimidas por la parte contraria, ya que el testigo es un residente en el sector Cachin, perteneciente a la misma comunidad indígena a la cual pertenece el demandante, y es la persona idónea para declarar, ya que ha tomado conocimiento personal de los hechos materia de la causa. Agregó, que la jurisprudencia ha señalado en reiteradas oportunidades que las inhabilidades han quedado en desuso en virtud de los nuevos procedimientos actuales. TERCERO: Que el artículo 358 del Código de Procedimiento Civil dispone: ¿Son también inhábiles para declarar: 1° El cónyuge y los parientes legítimos hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad de la parte que los presenta como testigo¿; N° 7 Los que tengan íntima amistad con la persona que los presenta o enemistad respecto de la persona contra quien declaren¿. CUARTO: Que en lo que respecta a la primera causal de inhabilidad invocada, la del parentesco, el testigo reconoció ser primo del demandante, hecho que es suficiente a juicio del suscrito para dar por establecida la existencia del parentesco por consanguinidad de cuarto grado, por lo que la inhabilidad para declarar en juicio será acogida, acogiéndose la tacha como se dirá en lo resolutivo del presente fallo. En cuanto a la inhabilidad por enemistad, el testigo reconoció haber tenido problemas de terreno con el demandado, a quien calificó de una persona conflictiva dentro de la comunidad, pero sin perjuicio de dicha declaración, la cual denota solo la existencia de un problema, el cual no fue explicado, da cuenta de una situación pasada en el tiempo, que no se mantiene en la actualidad, siendo « » R ol C-293-2016 necesario que la enemistad que se alega sea coetánea al momento de prestar la declaración; además, la enemistad debe ser manifestada por hechos graves, lo que no se da en la especie, por lo que a criterio del suscrito no se puede tener por configurada la causal de enemistad alegada por la parte demandada siendo desestimada la inhabilidad alegada. QUINTO: Que la parte demandada vino en tachar al testigo don Roberto Rodrigo Queupumil Cayuñir, por las causales números uno, seis y siete del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil, ya que reconoci ser hijo del demandante, siendo su consanguíneo en primer grado; tener interés directo en el juicio, demostrando su imparcialidad y tener enemistad con el demandado. SEXTO: Que la parte demandante solicitó el rechazo de las tachas, ya que a su juicio no se dan las causales de tacha invocadas por ser el testigo un residente del sector Cachin, perteneciente a la misma comunidad, siendo una persona idónea para declarar en el presente juicio; además, la jurisprudencia ha señalado que las inhabilidades han quedado en desuso. SÉPTIMO: Que conviene dejar establecido que el sistema probatorio contemplado en el Código de Procedimiento Civil, es el de la prueba legal o tasada donde se establecen los medios de prueba que pueden hacerse valer en juicio, como también limitaciones en cuanto a los medios de prueba a usar para la comprobación de determinados hechos o actos, y es así que en el caso de los testigos en los artículos 357 y 358 del código ya citado se contemplan ciertas inhabilidades, las cuales se encuentran vigentes y son plenamente aplicables, por lo que la pretensión de desuso que alega la demandante desde ya debe ser desestimada, y ello pese a que en los nuevos procedimientos penal, laboral y de familia ya no existen los testigos inhábiles, eso no ocurre en nuestro procedimiento civil vigente, por lo que alegada una inhabilidad legal debe analizarse su concurrencia, y ante el evento de reunirse los presupuestos legales de la tacha ésta debe ser acogida. OCTAVO: Que en el caso específico del testigo Roberto Queupumil Cayuñir, éste fue claro en responder que es hijo del demandante, siendo pariente por consanguinidad con el actor, por lo que a su respecto concurre la causal de inhabilidad del N° 1 del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil, razón por lo que la tacha será acogida y la declaración por éste presentada no será considerada. En cuanto a la segunda causal « » R ol C-293-2016 esgrimida, esto es, tener interés directo o indirecto en el pleito, la jurisprudencia ha dicho que éste debe ser de carácter pecuniario, lo cual a juicio del suscrito no se colige de lo declarado por este, por lo que se tiene por no concurrente dicha causal de inhabilidad, y por último en cuanto a la enemistad manifiesta, de los dichos del testigo al señalar que el demandado es una persona agresiva y que no se puede hablar con él, no se puede deducir la enemistad por solo esos dichos, ya que la misma debe darse con toda claridad lo que no sucede en la especie, por lo que la causal del inhabilidad del numeral siete del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil, será desestimada. NOVENO: Que la parte demandada vino en tachar al testigo don César Eulogio Ancamilla Quintumán por las causales de los números 6 y 7 del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil, es decir, por tener interés en el pleito y tener una enemistad manifiesta, ello fundado en los dichos del propio testigo. DÉCIMO : Que la parte demandante vino en solicitar el rechazo de las inhabilidades en base a los argumentos que utilizó para solicitar que no se acojan las tachas de los otros testigos. DÉCIMO PRIMERO: Que de los dichos del testigo queda absolutamente claro que tiene una enemistad con el demandado, tal como lo reconoció, además, manifestó que tiene interés en el resultado del pleito, lo que hace al suscrito estimar por concurrentes las causales de inhabilidad alegadas, y por ende el testigo será tachado para todos los efectos procesales en el presente juicio. EN CUANTO AL FONDO: DÉCIMO SEGUNDO: Que el objeto del presente juicio es la solicitud de restitución de un retazo de terreno que efectúa el demandante, retazo que ocupa la parte demandada y que se encuentra amparado por la inscripción conservatoria de fojas 910 N° 1280 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Panguipulli del año 1994. Pretensión a la que se opuso la parte demandada, argumentando una ocupación con ánimo de señor y dueño y con ejecución de actos propios del dominio por un lapso de 30 años, lo cual lo llevó a alegar que en su favor operó la prescripción adquisitiva del retazo reivindicado. DÉCIMO TERCERO: Que la demandante principal y demandada reconvencional rindió la siguiente prueba: « » R ol C-293-2016 Documental: a) Copia de inscripción de dominio de fojas 910, N °1280 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes raíces de Panguipulli del año 1994, con certificado de dominio vigente a nombre de don Fermín Antonio Queupumil Tarfiñanco. b) Copia del plano de sub división del Fundo Cachim. Absolución de posiciones: En el folio número treinta y cinco absolvió posiciones el demandado principal don Raúl Queupumil Trafiñanco, quien respondió a las preguntas contenidas en el predio de la siguiente manera: 1) No es efectivo; 2) No es efectivo; 3) No es efectivo; 4) Si es efectivo, no tengo título del terreno pero lo poseo hace como 35 años; 5) No es efectivo, porque él no es el dueño; 6) No es efectivo. DÉCIMO CUARTO: Que la parte demandada principal y demandante reconvencional rindió la siguiente prueba: Documental: a) Copia de inscripción de dominio de fojas 863, N °1186 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes raíces de Panguipulli del año 1994, con certificado de dominio vigente a nombre de don Raúl Queupumil Tarfiñanco. b) Copia de plano de subdivisión del Fundo Cachim. c) Set de dos fotografías. Testimonial Declaración de doña Eva Jacqueline Venegas Queupumil, quien legalmente examinada sobre el segundo hecho a probar, declaró que es efectivo y por dichos sabe que lo está ocupando por más de treinta años, y desde que tiene uso de razón hace unos veinticinco años; que conoce el lugar; que él ha hecho uso del terreno limpiándolo, tiene animales, construyó un galpón, pero no vive en el terreno, todo lo que le consta por haber visitado el lugar. Repreguntada la testigo, respondió que visita el lugar desde hace unos 25 años; que el terreno tiene una hectárea y un poquito más y desconoce los vecinos colindantes del terreno. Contra interrogada, respondió que en cuantos a los títulos como hace treinta años anduvo el ingeniero, pero no sabe en qué trámites. « » R ol C-293-2016 Al hecho a probar número tres, declaró que es mismo terreno que el demandante solicita su restitución, y le consta porque conoce el terreno. Al hecho a probar número cuatro, la testigo declaró que el demandado posee el terreno hace años y en la actualidad aun lo posee. Repreguntada, contestó que el demandado ha construido en el terreno un galpón, llevar a pastar sus animales y mantiene limpio el terreno; que la posesión que el demandado ha hecho del terreno es pública; y que el demandante estaba en conocimiento de la situación; y la posesión ha sido ininterrumpida. Contrainterrogada la testigo declaró que el dueño del terreno es Fermín Queupumil Trafiñanco, y le consta porque en algún minuto el demandado dijo que el terreno le pertenecía a don Fermín, y tal como don Raúl tiene el título de su hijuela, debiera tenerla don Fermín. Declaración de don Guido Ricardo Quisulef Martínez, quien sobre el segundo hecho a probar declaró que es efectivo que el demandado se encuentra en actual posesión del terreno, y la posesión está hace como treinta y dos años, que ha hecho limpieza, construyó un galpón y también tiene una casa, lo que le consta porque se crió en el sector de Cachin y conoce a las partes del juicio y el terreno. Repreguntado dijo, que el terreno tiene una superficie de más o menos una hectárea, y le consta porque lo ha visto sembrar y lo ha visto como vecino cercano; los deslindes son Al Norte, don Sergio Queupumil; Al sur, camino público hecho por la Municipalidad; Al Este, con Fermín Queupumil y al Oeste, con Audilio Trafiñanco. Al hecho número tres, declaró que no corresponde al mismo terreno, puesto que el demandante no vivía allí, él llego ahora poco, él vivía en el sector Tranguil. Repreguntado, señaló que reconoce como dueño del terreno a don Raúl, porque cuando tuvo conocimiento de las cosas él ya vivía en el terreno. Al hecho a probar número cuatro, declaró que está lo ya declarado en el punto número dos. Repreguntado el testigo declaró que el demandado ha poseído hace como treinta y dos años, una posesión que no ha ocultado, que ha sido ininterrumpida en el tiempo. « » R ol C-293-2016 Contra interrogado, el testigo señaló que no sabe el número de la hijuela objeto del juicio; que don Raúl es el dueño del terreno; es dueño hace 32 años; y que tiene su título el que le entregaron hace más de veinte años. Absolución de posiciones. En el folio número treinta y cuatro, absolvió posiciones don Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco, quien respondió de la siguiente manera a las preguntas del pliego: N° 1, no es efectivo; N° 2, no es efectivo; N° 3, no es efectivo; N° 4, No es efectivo; N° 5, no es efectivo, nunca ha hecho esa cosas; N° 6, Sí es efectivo y para ello abrió el cerco y echó sus animales; N 7, no es efectivo. DÉCIMO QUINTO: Que en el folio número cincuenta y tres, rola el informe técnico, jurídico y social emitido por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena de la Región de Los Ríos, suscrito por su Director don Pedro Mauricio Huenulef Oporto, en el cual se contiene el informe Técnico N° 37, suscrito por don Pedro Soto Vio, donde en resumen se indica que el demandado ocupa su propiedad denominada hijuela número cincuenta, más el retazo de 1,40 hectáreas aproximadamente que corresponde a la hijuela número ciento cuarenta y cuatro propiedad del demandante, y recíprocamente, el demandante, a su vez ocupa su propiedad denominada hijuela número ciento cuarenta y cuatro, excluyendo de ésta el retazo de 1,40 hectáreas aproximadamente que ocupa el demandado. También, se adjuntan los informes sociales de ambas partes litigantes. DÉCIMO SEXTO: Que la acción reivindicatoria o de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de que no está en posesión, para que el poseedor sea condenado a restituírsela, siendo fundamento de ésta acción el poder de persecución y la inherencia del derecho a la cosa, propio de todo derecho real, en especial del derecho de propiedad, buscando el actor con ésta acción el reconocimiento del derecho de dominio, y no su declaración puesto que afirma tenerlo, y que como consecuencia de dicho reconocimiento se ordene la restitución de la cosa a su poder por el que la posee. DÉCIMO SÉPTIMO: Que en el caso sub lite corresponde verificar si se reúnen los requisitos de procedencia de la acción reivindicatoria, esto es, cosa singular reivindicable, prueba del dominio, privación de la posesión, y acción dirigida contra el actual poseedor, recayendo según ha dicho la « » R ol C-293-2016 doctrina y la jurisprudencia de nuestros tribunales superiores de justicia, la carga de la prueba en la parte demandante. DÉCIMO OCTAVO: Que en lo que respecta al dominio del inmueble cuya reivindicación se solicita, la parte demandante acompañó como prueba la inscripción de dominio de fojas 910 N° 1280 del registro de Propiedad el Conservador de Bienes raíces de Panguipulli del año 1994, instrumento con el cual de acuerdo a nuestra legislación se prueba la posesión del citado inmueble, lo que sumado al paso del tiempo, esto es, desde el año 1994 a la fecha, permite tener por acreditado el dominio del bien materia del presente juicio, pues han transcurrido los plazos de prescripción a su respecto, por lo que a juicio del suscrito se tiene por probado el primer hecho a probar fijado en la presente causa. Además, del libelo de contestación de la demanda se colige que esto es un hecho que no controvierte el demandado principal al manifestar ¿Como señala el demandante de autos, mi representado ha poseído con ánimo de señor y dueño una parte de su territorio, correspondiente a una hectárea aproximadamente¿. Por último, cabe decir, que el informe técnico emitido por CONADI ratifica la conclusión de que el inmueble en litigio pertenece en dominio al actor principal, ya que se encuentra dentro de los deslindes amparados por la inscripción de dominio de fojas 910 N° 1280 del registro de Propiedad el Conservador de Bienes raíces de Panguipulli del año 1994. DÉCIMO NOVENO: Que en lo referente a la pérdida de la posesión del inmueble que se reivindica, y que el demandado es el actual poseedor, ello se acredita por los propios dicho de don Raúl Queupumil Trafiñanco quien al momento de contestar la demanda reconoce dicha ocupación por un lapso de treinta años, lo que incluso lo llevó a alegar las prescripción adquisitiva en su favor, dicha declaración a juicio del suscrito constituye una confesión judicial expresa en los términos del artículo 1713 del Código Civil, por lo que sus dichos producen plena fe en su contra, por lo que para todos los efectos procesales se tiene por cumplida la carga probatoria que se le exigía al actor en el sentido de que se encuentra desposeído del inmueble cuya reivindicación se solicita. Además, los propios testigos presentados por la demandada reconocen el hecho de la ocupación que efectúa el demandado, por lo que por aplicación de la regla del número 6 del artículo 384 del Código de Procedimiento Civil, se tendrá como presentados por el actor, ya que su declaración le favorece a éste, ya que se reafirma el hecho « » R ol C-293-2016 que se encuentra privado de la posesión del bien reivindicado, como también que la demanda se ha dirigido contra el actual poseedor. Por último, cabe hacer referencia que el hecho de la ocupación se ratifica a través del informe técnico emitido por CONADI. Y a mayor abundamiento, se cuenta con la absolución de posiciones, en la cual el demandado señor Raúl Queupumil Trafiñanco nuevamente reconoce que efectivamente se encuentra en posesión de un retazo de terreno que le corresponde al actor, ya que al responder la pregunta número cuatro del pliego de posiciones dijo no tener título del terreno que ocupa, pero que lo posee hace como 35 años. VIGÉSIMO: Que en cuanto al tercer hecho a probar de la sentencia interlocutoria de prueba, en base a los dichos del propio demandado, y considerando el informe técnico emitido por CONADI, se da por establecido el hecho que el bien inmueble cuya restitución se pide es el mismo que ocupa el demandado principal, y que corresponde a un retazo de terreno de 1,40 hectáreas aproximadamente de superficie, y cuyos deslindes según la determinación que se hizo en terreno por el Topógrafo de CONADI serían: Norte: línea imaginaria, que separa de la hijuela número veintiséis; Este: cerco quebrado, que separa del resto de la hijuela número ciento cuarenta y cuatro, en la parte que ocupa su titular inscrito, don Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco; Sur: Línea imaginaria quebrada que separa de la hijuela número cincuenta; y Oeste: Camino público Cahim-Liquiñe, y cerco quebrado que separa de la hijuela número cuarenta y nueve. VIGÉSIMO PRIMERO: Que de acuerdo a lo señalado en los considerandos precedentes, a juicio de este sentenciador el actor cumpli con la carga procesal que le correspondía, ya que probó todos y cada uno de los requisitos de procedencia de la acción reivindicatoria referidos en el considerando undécimo, por lo que la demanda será acogida como se señalará en la parte resolutiva de la presente. VIGESIMO SEGUNDO Que respecto a la pretensión del actor de que el demandado sea considerado poseedor de mala fe, no se accederá a ella por cuanto no se rindió prueba a juicio de este Juez que destruyera el principio general que impera en nuestra legislación que es el de la buena fe. Además, se debe tener presente que el origen del conflicto en la presente causa dice relación con una alegación de ocupación que sería anterior incluso al título de dominio del inmueble de propiedad del demandante, por lo que la ocupación realizada por el actor reconvencional no puede « » R ol C-293-2016 estimarse realizada con la intención de dañar al demandante principal, sino más bien dice relación con una ocupación basada en un derecho que legítimamente creía tener, pero que de acuerdo a nuestra disposiciones legales vigentes no existe. En cuanto a la restitución de los frutos se estar a lo dispuesto en el artículo 907 del Código Civil. VIGÉSIMO TERCERO: Que en lo que respecta a la demanda reconvencional de prescripción adquisitiva interpuesta por don Raúl Queupumil Trafiñanco, para resolverla hay que tener presente lo dispuesto en el artículo 2505 del Código Civil, el cual prescribe: ¿Contra título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de derechos reales constituidos en estos, sino en virtud de otro título inscrito, ni empezará a correr sino desde la inscripción del segundo¿. Y además, que el retazo de terreno que ocupa el demandado se encuentra amparado por la inscripción de fojas 910 N° 1280 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Panguipulli del año 1994, la cual se encuentra vigente a nombre del demandado reconvencional. Y también, quedó asentado con la prueba de absolución de posiciones del demandado principal y demandante reconvencional que no tiene título inscrito respecto del bien inmueble en litigio. VIGÉSIMO CUARTO: Que la norma legal señalada en el motivo precedente ha sido interpretada en forma prácticamente unánime por los tratadistas y la jurisprudencia de los tribunales superiores de justicia en el sentido de que contra título inscrito no es procedente la prescripción ordinaria ni extraordinaria, sino en virtud del otro título, siendo lo ordenado por la norma legal absoluta y que no merece excepciones, tal como se ha resuelto en las causas de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia ROL 3.248-05, de fecha 19 de julio de 2017; ROL 1789-07, de fecha 14 de julio de 2008. Razón por lo que la demanda reconvencional será desestimada, ya que al estar ante un bien inscrito, y ser absoluto el artículo 2.505 del Código Civil, prevalece por el criterio de especialidad incluso por sobre lo regulado en el artículo 2510 del Código Civil, ya que el artículo 2505 es doblemente excepcional al aplicarse a inmuebles inscritos, por lo que la prescripción adquisitiva extraordinaria, también alegada, fundada en la sola posesión material no cabe contra el título inscrito, el que solo hubiese perdido su vigencia ante un nuevo título del cual carece el actor « » R ol C-293-2016 reconvencional, es más la primacía de la inscripción material se reconoce en varias otras normas del Código Civil, como lo son los artículos 724, 728 y 730, desprendiéndose de la norma del artículo 728, que mientras subsista la inscripción, como ocurre en la especie, se conserva la posesión inscrita. En consecuencia, no reuniéndose los supuestos para la procedencia de la acción deducida, al quedar establecido que el demandante reconvencional carece de título inscrito respecto del retazo de terreno cuya adquisición por prescripción pretende, la demanda no puede prosperar, por ser clara y absoluta la norma del artículo 2505 del Código Civil, que establece que contra título inscrito no procede la prescripción adquisitiva, ya sea ordinaria o extraordinaria, sino en virtud de otro título, del cual como ya se dijo carece el demandante reconvencional. VIGÉSIMO QUINTO: Que encontrándose el demandado principal y demandante reconvencional patrocinado por un abogado de la Corporación de Asistencia Judicial, no será condenado en costas por gozar de privilegio de pobreza legal de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 600 del Código Orgánico de Tribunales. Y teniendo presente, además, lo dispuesto en los artículos, 582, 700, 707, 724, 729, 730, 889, 890, 893, 895, 904, 905, 906, 907, 908, 909, 910, 911, 912, 913, 1.698. 1.700 y siguientes, 2505, 2510, 2511 del Código Civil, artículo 144, 160, 170, 254, 309, 342 y siguientes, 356 y siguientes y 385 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, artículos 600 del Código Orgánico de Tribunales, se resuelve : EN CUANTO A LAS TACHAS: I.- Que se acogen las tachas deducidas por la parte demandada, y en consecuencia se declaran inhábiles a los testigos de la parte demandante Sergio Miguel Queupumil Quintoman, Roberto Rodrigo Queupumil Cayuñir, y César Eulogio Ancamilla Quintuman. EN CUANTO AL FONDO. DEMANDA PRINCIPAL: II.- Que se ACOGE la demanda de lo principal del folio número uno y en consecuencia se declara que el actor don Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco es dueño del retazo de terreno que se reivindica. III.- Que en consecuencia, se ordena al demandado Raúl Queupumil Trafiñanco a restituir al actor el retazo de terreno reivindicado de 1,40 hectáreas aproximadamente de superficie, y cuyos deslindes según la « » Este documento tiene firma electrónica y su original puede ser validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la tramitación de la causa. A contar del 13 de agosto de 2017, la hora visualizada corresponde al horario de verano establecido en Chile Continental. Para Chile Insular Occidental, Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez restar 2 horas. Para más información consulte http://www.horaoficial.cl R ol C-293-2016 determinación que se hizo en terreno por el Topógrafo de CONADI serían: Norte: línea imaginaria, que separa de la hijuela número veintiséis; Este: cerco quebrado, que separa del resto de la hijuela número ciento cuarenta y cuatro, en la parte que ocupa su titular inscrito, don Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco; Sur: Línea imaginaria quebrada que separa de la hijuela número cincuenta; y Oeste: Camino público Cahim-Liquiñe, y cerco quebrado que separa de la hijuela número cuarenta y nueve, dentro de 30 día de ejecutoriada esta sentencia, libre de todo ocupante y de toda construcción. IV.- Que el demandado no es poseedor de mala fe, y la restitución de los frutos naturales y civiles queda sujeta a lo dispuesto en los artículos 904 y siguientes del Código Civil. DEMANDA RECONVENCIONAL V.- Que se rechaza la demanda reconvencional deducida por don Raúl Queupumil Trafiñanco VI.- Que no se condena en costas al demandado principal y demandante reconvencional por gozar de privilegio de pobreza legal de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 600 del Código Orgánico de Tribunales. Regístrese, notifíquese y archívese oportunamente. Del Rol C 293-2016. Dictó don CARLOS GUILLERMO AGUILAR HERNANDEZ , Juez Titular. Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final del art. 162 del C.P.C. en Panguipulli, veintiocho de Marzo de dos mil dieciocho.