Bases Teoricas

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Parque urbano.

Comprende áreas recreacionales que sirven a todos los residentes de una ciudad y por
consiguiente deben ser intensamente desarrollados a fin de facilitar un amplio rango de
oportunidades de esparcimiento a base de infraestructura e instalaciones en general, estos
parques se convierten en elementos integradores de la naturaleza a la vida urbana; por lo
que es obligante preservar estas áreas que faciliten la supervivencia de la vegetación en una
porción significativa con respecto a la extencion total (lopez, 1979: 93)
El rápido crecimiento de las ciudades crea una necesidad de espacios al aire libre para
recrearse activamente y pasivamente, donde el publico aspira a contemplar una vegetación
variada y pintoresca que ofrezca un panorama natural (Lopez, 1979:94)

Lopez, . (1979). Recreacion y Urbanizacion. Universidad de los Andes. Facultad de


Economia. Merida- Venezuela.
Di Stasio, E. (2002). Una metodolgia de planificación turística y recreacional para parques
urbanos en frentes de agua. Cuadernos de turismo 10, pp. 167-180.
Clasificación de parque
Según Cranz y Boland (2004) “ ya sea que se consideren o se definan por su carácter
metropolitano, central, zonal, recreativo, ecológico, temático, etc., los parques urbanos en
general empiezan a ser cuestionados hoy en términos de su aporte a la sustentabilidad;
especialmente por su propio impacto ambiental a nivel de materiales, consumo energético,
producción de desechos, exclusión social, inseguridad, artificialidad en su funcionamiento
y por su esterilidad como hábitat ecológico. Así, frente a los paradigmas que
convencionalmente han asistido la creación o diseño y manejo de parques, hoy se plantea
la pregunta por la contribución de estos al proyecto de hacer ciudades más balanceadas y
sostenibles ecológicamente, adquiriendo relevancia la cuestión del parque sostenible.
Parque urbano
De acuerdo a Reyes- Paecke et al.. (2011 ). “ los parques urbanos son espacios verdes de
uso publico destinados al contacto con la naturaleza, a la recreación, contemplación y al
ocio para todos los habitantes de la ciudad, constituyen elementos representativos del
patrimonio natural y cultural urbano y contribuyen a la mantención del equilibrio
ambiental. Sus dimensiones deben garantizar la cobertura de toda la ciudad, y se
relacionana funcionalmente con la estuctura ecológica regional, las áreas silvestres
protegidas y los sitios prioritarios de conservación de la biodiversidad”. Es por ello que los
parques urbanos son áreas verdes destinadas al contacto con la naturaleza, la culura, en
dondes se pueden desarrollar actividades de recreación y además es útil para el descanso
de los habitantes de las ciudades.
Las características de los parques varian de acuerdo a la intensidad con que reflejan cada
uno de los objetivos. Asi, por ejemplo, aquellos que están destinados principalmente a la
contemplación y contacto con la naturaleza, tienen una mayor diversidad y cobertura de
vegetación, mientras que aquellos destinados a la recreación y el deporte tienen mayores
superficies destinadas a juegos infantiles y juveniles, además de instalaciones deportivas.

Por otro lado según Kuo et al. (1998), Kuo y Sullivan (2001) y Maas et al. (2009) “ Los parques
urbanos constituyen espacios de encuentro e interaccion social, favoreciendo el contacto
entre personas de diferentes grupos de edad, etnias y grupos sociales, lo que permite
interacciones que conducen a impactos positivos en la vida comunitaria y en la salud de las
personas, reflejado en la disminución del estrés, mejora en el estado de animo, disminución
del sedesntarismo, entre otros.
PARQUE NATURAL
Es una larga extensión de terreno natural y protegida poe el estado y también por privados,
en donde se conserva la fauna y la flora endógena de la zona, en donde se pretende evitar
que las características propias de la naturaleza se desfiguren por la intervención del
hombre.
Los objetivos de un parque son la preservación de muestras de ambientes naturales, de
rasgos culturales y escénicos asociados a ellos; la continuidad de los procesos evolutivos, y
en la medida compatible con lo anterior, la realización de actividades de educación,
investigación y recreacion

VALOR DEL USO DE ESPACIOS PROTEGIDOS


Azqueta (1994) señala que los bienes ambientales presentan multitud de valores, siendo el
valor de uso el mas elemental de todos: la persona utiliza el bien ambiental y, en
consecuencia, cualquier alteración en la calidad del mismo afecta a su nivel de bienestar.
Azqueta (1996) señala que la valoración es una información sumamente útil para poder
tomar una serie de desiciones con respecto a los mismo: inversión en su conservación y
mejora, recuperación de entornos degradadeos para ofrecer estos sevicios, priorización de
uso alternativos y excliyentes, etc. De hecho, cada vez en mayor medida los bienes
ambientales son considerados como activos que proporcionan servicios que no estarán
mucho mas tiempo fácilmente disponibles, por lo tanto, es de esperar que aya una
demanda creciente para medir su valor y poder incorporaro en la toma publica de
decisiones a través del análisis coste- beneficio. A este respecto Kristrom (1995) señala que
la razón principal ppor la cual se valoran los bienes que carecen de mercado es la misma
por la que se valoran los bienes privados, es decir, probablemente se hara un uso mas
eficiente de los mismos si dichos bienes muestran un precio.

Kristrom, B. (1995) Theory and applications ot the contingent valuation method, papel
presentado en Economia Ambiental: Valoracion, Recursos Naturales yPolitica Econommica.
Universidad Internaconal Menéndez y Pelayo, Barcelona
Azqueta, D. (1994) Valoracion económica de la calidad ambiental, Edit McGraw-Hill, Madrid
Azqueta, D. ¡1996). Valoracion económica del medio ambiente: una revisión critica de los
métodos y sus liitaciones. Informacion Comercial Española 751 pp 37-46
Del Saz, S., Suarez, C. (1998). El valor de uso recreativo de espacios naturales protegidos:
aplicación del método de valoración contingente al Parque Natural de L’Albufera. Economia
Agraria N°182 pp. 239-272

IMPACTO DE LOS PARQUES


El impacto que tenen los parques recreacionales públicos en la sociedad y el ambiente se
puede dividir en:
Impacto social: Conjunto de aportaciones de la instalación recreativa al desarrollo humano.
Implica un bienestar para el ser humano; ya que es para los seres humanos para quienes
directamente se han planteado y desarrollado y quienes a su vez disfrutan de la calidad de
las instalaciones y de los servicios que estos lugares pudieran desarrollar.
Impacto social económico: Invertir ahora y no pagar después, al ser la recreación un medio
por el cual disminuyen las conductas antisociales y autodestructivas, se logra reducir los
costos ue pagan los gobiernos, las diferentes instituciones, la familia y en particular el
hombre, pues lleva a cabo una inversión en beneficio de su salud de los servicios sociales y
de los de seguridad.
Impacto ambiental: Supervivencia ecológica, los parques, los espacios abiertos y las áreas
naturales son esenciales para la supervivencia ecológica. Al ser un parque un área protegida
por las leyes permite su conservación y mantenimiento.
Roca, J (2013). Los parques recreacionales del área metropolitana: plan de mantenimiento
total ( correctivo- preventivo). Proyecto de grado para optar por el titulo de ingeniero civil.
Universidad Nueva Esparta.

Los espacios verdes urbanos


Las transformaciones asociadas al crecimiento urbano imponen dinámicas internas
particulares en las ciudades modernas. La expansión de algunos usos como los
residenciales, de servicios e industriales, se produce generalmente a partir del consumo de
los espacios disponibles remanentes, poniendo en riesgo a veces la relación espacios verdes
y construidos. En otros casos, los procesos de expansión caótica recientes pueden tener
mayor efecto en la preservación de áreas verdes, cuando la planificación es inexistente o
no se cuenta con información de base –indicadores, estadísticas, etc.- que permitan prever
y ordenar los ejes de crecimiento urbano. (García Huber, S. y Guerrero, E. M., 2006)

Las áreas verdes urbanas pueden ser agrupadas en espacios abiertos o públicos, lugares
recreativos y de esparcimiento, como los parques; y sitios de acceso restringido o privado
que acompañan viviendas y dónde las áreas verdes son indicadoras de cierto status social.
En esta investigación interesan en particular, tanto las funciones ecológicas como sociales
que cumplen los espacios verdes en el sistema urbano.

Se consideran como espacios verdes a toda superficie abierta donde el elemento


fundamental de su composición es el vegetal. Michel Saillard (1962), amplía esta definición
en el artículo "Infraestructure" en la revista Urbanisme, definiéndolos como espacios
públicos o privados que ofrecen seguridad a los usuarios, óptimas condiciones, para la
práctica de los deportes o juegos y paseos, momentos de esparcimiento y reposo, en el que
el elemento fundamental de composición es la vegetación.

FUNCIONES DE LOS ESPACIOS VERDES

Dentro de las numerosas funciones ecológicas que cumplen los espacios verdes pueden
incluirse las siguientes:

a) Disminuyen la concentración de CO2 y CO en el aire: los espacios verdes, por fotosíntesis


liberan de 10 a 20 Tn. de oxígeno por ha/año -según la especie de árboles y estación- y
absorben unas 9 Tn de CO2 por ha/ año. (Salvo, A. E. y García Verdugo, J.C. s/f)

b) Fijan el material particulado suspendido en el aire: la vegetación actúa como filtro de las
partículas de polvo y somg presentes en el aire. Una superficie cubierta de césped tiene la
capacidad de retener entre tres y seis veces más cantidad de polvo atmosférico que un
pavimento, y diez veces más que la superficie de un vidrio. Mientras que un árbol puede
fijar 10 veces más que un césped que contenga la misma superficie foliar. (Salvo, A. E. y
García Verdugo, J.C. Op. cit.)

c) Amortiguan las temperaturas evitando la formación de islas de calor: las áreas verdes
con vegetación arbórea mejoran las condiciones climáticas de las ciudades ejerciendo una
influencia amortiguadora, reduciendo las máximas y evitando el descenso brusco de las
mínimas. Esta influencia se ve tanto en las temperaturas diarias como en las estacionales.
Federer (1970), considera que las ciudades tienden a ser más calientes que el campo
circundante en un promedio de 0.5º a 1.5º C. Esta diferencia se debe principalmente a la
ausencia de vegetación y su función en la absorción de radiación solar y en el enfriamiento
evaporativo. Mientras que Montenegro, R. (2001), estipula que franjas parquizadas con 50
m. de ancho pueden abatir las temperaturas en 2-3º C.

d) Actúan como barrera para los vientos: ejercen una disminución en la velocidad del viento
dependiendo no sólo de la densidad arbórea, sino también de la altura y de la configuración
de la copa. (Salvo, A. E. y García Verdugo, J.C. Op. cit.)

e) Disminuyen los niveles de ruidos: disminuyen los decibeles de ruidos generados por el
funcionamiento de la ciudad debido a las cámaras de aire que se forman en el follaje de los
árboles. Se ha estimado que en promedio los bosques pueden atenuar el ruido a una tasa
de 7 dB por 30 m de distancia en frecuencias de 1000 CPS o menos (Embleton, 1963).
Combinaciones adecuadas de árboles y arbustos pueden lograr atenuaciones de 8 a 12 dB
(Cook & Van Haverbeke, 1971).

VALORES DE LOS ESPACIOS VERDES

Además, y en particular los parques urbanos presentan una serie de valores que se
deberían considerar:

 Valor simbólico: suelen convertirse en el símbolo del bienestar y “salud” de una


ciudad.
 Valor físico y social: son asumidos como una prolongación del área de vivienda de
los pobladores y constituyen un espacio de encuentro y de recreación.

 Valor histórico: generalmente estos espacios han sido testigos de acontecimientos


que hacen a la historia de la ciudad.

 Valor económico: los predios localizados cerca de áreas verdes adquieren un valor
agregado.

 Valor cultural: constituyen el reflejo de la cultura propia de un lugar y de sus


costumbres.

 Valor psicológico: son espacios creados por el hombre para la satisfacción de su


bienestar.

 Valor ambiental: sirven de amortiguadores de los impactos ambientales. Son


reguladores climáticos, reductores y controladores de ruidos, protectores de los
cuerpos de agua urbanos. Sirven de hábitat y como protectores de flora y fauna
urbana, además de contribuir a perseverar la calidad visual y paisajística de la
ciudad. (Parques Urbanos. CPU. Universidad de Los Andes. s/f)

INDICADORES DE SISTENTABILIDAD

El concepto indicador, proviene del verbo latino indicare, que significa revelar, señalar. Y
aplicado a la sustentabilidad, es el parámetro que proporciona información sobre el estado
de la relación sociedad-naturaleza (García Huber, S. y Guerrero, E., 2005).

Los indicadores ambientales son instrumentos que facilitan la evaluación del cumplimiento

de los objetivos de la sustentabilidad. Su importancia radica en que, sectorialmente o

integralmente, se formulan para un contexto único e irrepetible a nivel social,

administrativo y territorial. De acuerdo a su alcance, información seleccionada y relaciones

establecidas entre variables a evaluar, pueden identificarse variables claves que permitan
interpretar el ideal de sustentabilidad impulsada por los gestores a nivel local. Los

indicadores pueden ser definidos como variables dotadas de significados añadidos

derivados de su propia construcción, que reflejan en forma sintética un interés social por el

ambiente posible de ser incluido coherentemente en el proceso de toma de decisiones.

(Rueda, S. 1999).

Cuadro 1. Indicadores propuestos


NOMBRE DEL INDICADOR
CRITERIOS

Superficie cubierta por


Indicadores de referencia
vegetación

Carga humana sostenible

Funciones ecológicas
Indicadores holísticos
Índice de patrimonio

Depredación del parque urbano


Indicadores de causa efecto

Tendencia de la demanda
Indicadores proyectivos
turística.

Proyección de la inversión
municipal en la gestión de

parques y paseos

Vulnerabilidad natural
Indicadores de riesgo e
incertidumbre Vulnerabilidad patrimonial

Gestión integral del parque


Indicadores de control de
gestión

Fuente: Elaboración propia.

La caracterización sistémica del parque facilitó la identificación de las variables centrales,

interacciones, relaciones de causa efecto, condiciones de vulnerabilidad, de gestión.

Todos ellos, son aspectos relevantes en la construcción de los indicadores propuestos. El

Cuadro 1, reúne los diez indicadores formulados para el parque y fueron agrupados en

seis categorías o criterios siguiendo la propuesta de Allen; A. (1996) y Di Pace, M. (2001).


Allen, A. (1996). “Introducción teórica al Desarrollo Urbano Sustentable”. Módulo de la
Maestría en Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano (GADU). Centro de Investigaciones
Ambientales / UNMdP. Mar del Plata.

Di Pace, M. (2001). “Sustentabilidad Urbana y Desarrollo Local”, Módulo 4 Curso de


Postgrado en Desarrollo Local en Áreas Metropolitanas, San Miguel, Instituto del
Conurbano, Universidad Nacional de Gral. Sarmiento.

García Huber, S. y Guerrero, E. ( 2006). “Indicadores de sustentabilidad ambiental en la


gestión de espacios verdes. Parque urbano Monte Calvario, Tandil. Argentina”. Revista
Norte Grande Nº 35. Pontificia Universidad Católica de Chile. Pág. 45-58.

Saillard, M. (1962), "Infraestructure" En Urbanisme.

Salvo, A. E. y García Verdugo, J. C. (Ed.) (s/f). “Naturaleza urbanizada. Estudios sobre el verde
urbano en la ciudad”. Universidad de Málaga. España

Montenegro, R. (2002). “Ecología de sistemas urbanos”. Centro de Investigaciones


Ambientales. Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. Universidad Nacional de Mar
del Plata.

Cook and Van Haverbeke (1971). Trees and shrubs for ónice abatemente. Res. Bull. 246
Nebr. Agri. Esp. Stat. Lincoln. 77 p. USA.

Ferraro, R. (2003) “Aportes metodológicos para la construcción de un sistema de


indicadores de desarrollo sustentable de turismo urbano” en el IV Seminario Internacional
de Estudios Urbanos. Tandil, Argentina.

Erbiti, C. y Guerrero, M. (2002). “Sustentabilidad ambiental urbana: indicadores del área de


RSU. Municipalidad de Tandil, Buenos Aires, Argentina”, en IV Coloquio sobre
transformaciones territoriales. Grupo Montevideo, Ministerio de vivienda ordenación
territorial y medio ambiente de Uruguay y Unión Europea. Montevideo, Uruguay.

Guerrero, E., & Culós, G. (2007). Indicadores ambientales en la gestión de espacios verdes.
El parque Cerro La Movediza. Tandil, Argentina. Revista Espacios, 28(1), 57-73. DISPONIBLE
EN: http://www.revistaespacios.com/a07v28n01/textos/maRCELA%20gUERRE RO.doc

¿Qué es un espacio natural protegido?


Los espacios naturales protegidos son demarcaciones administrativas establecidas con la
finalidad de favorecer la conservación de la naturaleza. En muchos casos se trata de
preservar un enclave singular o una porción de naturaleza privilegiada; en otros se pretende
además mantener ciertas actividades humanas finamente ajustadas a las condiciones
naturales. Actualmente se ha comenzado a plantear el objetivo de mantener los procesos
ecológicos. El concepto de espacio natural protegido ha evolucionado a lo largo del tiempo.
Los primeros espacios naturales protegidos buscaban preservar una naturaleza idílica en
estado primigenio. El paraíso es el concepto de referencia para justificar la necesidad de
impedir la explotación de estos lugares. El Parque Nacional de Yellowstone en E.E.U.U.,
creado en 1872, y los Parques Nacionales de Covadonga y Ordesa y Monte Perdido, en 1918,
ilustran muy bien el estereotipo romántico utilizado en aquellos tiempos. A lo largo del siglo
problemas como la desaparición de especies, la perdida de enclaves o paisajes, la
destrucción de los procesos ecológicos o la extinción de culturas han provocado la
declaración de espacios con un sin fin de objetivos. Un mejor conocimiento de la naturaleza,
de las funciones de muchos de sus seres y fenómenos y de las posibilidades que encierran,
están cambiando la percepción del concepto de calidad del medio ambiente y de vida. Los
espacios naturales protegidos se consideran actualmente ejemplos de buena práctica
ambiental donde se busca un equilibrio entre distintas actividades. Como decía González
Bernáldez habría que pensar en sistemas de conservación de la naturaleza. Algunos puntos
del territorio permanecerán inalterados como ejemplos de naturaleza virgen y en una
gradación continua de actividades nos acercaremos a la ciudad o la vivienda de cada uno
donde los procesos naturales son controlados al máximo para proporcionarnos sensaciones
de confort y seguridad.

Espacios Naturales Protegidos Autor: Javier Gómez - Limón García y J.Vicente de Lucio
Fernández. (2002) C. Investigaciones Ambientales de la C.A.M. "Fernando González
Bernáldex" DISPONIBLE EN
http://www.coloniasdelmontgo.com/articulos/articulos/Espacios%20naturales%20protegi
dos.pdf

El análisis de algunos sistemas de áreas verdes y parques públicos de Curitiba (Brasil),


Ciudad de México (México), Madrid (España), Nueva York (Estados Unidos de América) y
Santiago (Chile) evidencia problemas comunes como el déficit de superficie verde, la
inseguridad y los riesgos de exclusión social. A lo anterior se añade la ausencia de valor
monetario de los servicios que prestan dichos sistemas naturales como recreación y
conservación. En conjunto, son factores importantes en la asignación de territorios
destinados a este uso con respecto a otros. Por lo tanto, se propone desarrollar una
tipología de áreas verdes adecuada a las necesidades de cada ciudad o región
metropolitana. Con ella se facilitará la realización de inventarios que estimen indicadores
sociales, económicos y ambientales; además de incorporar nuevas tecnologías como los
Sistemas de Información Geográfica y medios informativos de Internet que apoyen la
gestión. En la planificación de parques en particular, es muy importante la participación
ciudadana como estrategia básica para resolver las situaciones difíciles que se presentan en
las grandes urbes; deben asegurarle procesos incluyentes, en especial para cubrir
demandas de esparcimiento de grupos sociales vulnerables. Se sugiere calcular los valores
monetarios relacionados con la recreación y la conservación a través de métodos de
economía ambiental. Se concluye que es necesario abordar la planificación verde con
fundamento en estudios económicos, sociales y ecológicos que fomenten el
involucramiento de la sociedad en esa tarea

PLANIFICACION DE ESPACIOS

Actualmente la calidad de vida se analiza bajo una óptica de sustentabilidad integral


(Foladori, 2002); por tanto, la planificación de áreas verdes públicas requiere de
componentes sociales, económicos y ambientales. Así, la tipología que se proponga para
cada ciudad o región metropolitana deberá comprender tales consideraciones.

Perspectivas social y económica

Aun cuando las áreas verdes urbanas y los parques son espacios de conservación y de
importancia ambiental, por su naturaleza pública tienen una función social relacionada con
el esparcimiento. Este aspecto es determinado por los usos y costumbres de los diversos
grupos que demandan cubrir diferentes necesidades en los espacios verdes. Por lo tanto,
es fundamental una apreciación social como parte medular de los programas de
planificación urbana, que ayudará a resolver problemas como: la inseguridad, la
delincuencia y la exclusión en los espacios públicos.

Una perspectiva social se incorpora a través de evaluaciones que definan los servicios que
los citadinos demandan de las áreas verdes como necesidades recreativas y purificación de
aire; además permite conocer problemas que los usuarios perciben en los espacios, como
la falta de mantenimiento. Se han realizado investigaciones mediante encuestas, mesas de
discusión y procesos participativos; cuyos resultados se pueden aplicar en la planeación,
conservación y cuidado de áreas verdes (Chiesura, 2004; Low et al, 2005). Se sugiere, que
la participación social incluya a grupos vulnerables de la población (Flores-Xolocotzi y
González Guillén, 2007).

En un contexto económico, se han hecho diversas aportaciones en la obtención de valores


monetarios de los servicios derivados de los parques citadinos que carecen de precio de
mercado, tales como recreación y conservación (Willis, 2003). Entre los elementos
considerados para la obtención de tales valores están el costo de viaje, los precios
hedónicos y la valoración contingente, cuya teoría y aplicación son discutidos por More et
al.(1988) y Azqueta (2002). El cálculo del valor económico y la evaluación de las necesidades
recreativas en los parques urbanos permitirán:

1. Incorporar valores financieros de los bienes sin precio de mercado en los análisis
beneficio-costo, que se emplearían en la toma de decisiones para asignar usos de suelo
urbano (More et al., 1988). En estos procesos de asignación, el uso verde compite
desventajosamente con otros que poseen valor monetario, por ejemplo las plazas
comerciales, los parques temáticos y los estacionamientos de pago, lo que favorece la
privatización de los espacios públicos.

2. Adecuar los programas recreativos actuales a partir de los gustos y preferencias de los
visitantes bajo una perspectiva de equidad, inclusión social y participación ciudadana.

3. Facilitar la asignación de presupuestos a la administración y manejo de dichas zonas


acordes a las necesidades de los usuarios de las áreas verdes.

4. Asignar áreas verdes citadinas de manera más eficiente y eficaz con base en una
perspectiva de equidad e inclusión ciudadana.

Perspectiva ambiental

La planificación integral de parques y otras áreas verdes urbanas requiere de la definición


de indicadores y de la elaboración y aplicación de una tipología que las clasifique en
categorías y subcategorías. Se sugiere que la clasificación sea propia de las ciudades o
regiones metropolitanas debido a las características sociales, ambientales y económicas de
cada urbe. Según Canosa et al. (2003), con ella sería posible realizar inventarios detallados
que comprendan al menos:

1. El desarrollo de un sistema de información geográfica con superficies, tipos de áreas


verdes urbanas y su localización.

2. Las funciones sociales y ambientales que desempeña cada tipo de área verde.

3. Especificar las actividades de manejo que se practican en cada área y la forma en que
deben aplicarse cortas, podas, siembra de árboles, por ejemplo.

4. Un indicador de superficie en m2 por habitante bajo manejo propuesto por la OMS.

Aunque el indicador de un mínimo de 9 m2 por habitante bajo manejo es aceptado a nivel


internacional como un parámetro de los inventarios, los dasonomistas deberían establecer
si ese estándar es el adecuado para impactar positivamente en la calidad de vida de los
habitantes de las diferentes ciudades. No hay que olvidar que la OMS también recomienda
un diseño de ciudad que incorpore una red de espacios verdes accesibles a 15 minutos a pie
desde las viviendas; por lo tanto, será necesario evaluar también la disposición territorial
de las áreas verdes y su efecto en la calidad de vida.

Con respecto a la estimación del indicador de superficie mínima, Gámez (2005) plantea que
es necesario precisar lo que en este concepto se debe considerar: ¿sólo espacios públicos?;
¿también espacios como plazas jardinadas?; ¿cómo evaluar la distribución territorial del
indicador? Estas preguntas se contestarán mediante la "tipología de áreas verdes citadinas"
que identifiquen claramente los bienes y servicios que proveen las áreas verdes, el régimen
de propiedad existente en cada ciudad o país y que aborde a estos espacios verdes con una
perspectiva integral de sustentabilidad que haga posible diferenciar los indicadores de tipo
social, económico y ambiental.

Por ejemplo, si la tipología considera las áreas verdes citadinas como base, deberá existir
un indicador total de superficie, el cual podría desmenuzarse en los siguientes: indicador de
superficie por régimen de propiedad (estatal, social, privada, otros); indicador de superficie
por habitante total; indicador de superficie por habitante bajo manejo e indicador de
superficie por habitante bajo manejo por cada subcategoría de área verde. También es
importante desarrollar otros componentes basados en la calidad del arbolado, valor
monetario de los servicios que prestan las áreas, distribución territorial de las mismas y
tipos de uso recreativo en dichos espacios. Se recomienda que los planificadores
seleccionen un conjunto de ellos de orden económico, ecológico y social para hacerlos parte
de las estimaciones de los inventarios. La evaluación de los indicadores seleccionados
deberá permitir hacer comparaciones temporales y determinar cambios en la calidad de
vida de los ciudadanos.

Foladori, G. 2002. Avances y límites de la sustentabilidad social. Economía, Sociedad y


Territorio 3(12): 621-637. DISPONIBLE EN http://www.redalyc.org/html/111/11112307/
Chiesura, A. 2004. The role of urban parks for the sustainable city. Landscape and Urban
Planning 68:129-138. DISPONIBLE EN
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0169204603001865
Flores-Xolocotzi, R. y M. de J. González-Guillén. 2007. Consideraciones sociales en el diseño
y planificación de parques urbanos. Economía, Sociedad y Territorio 6(24): 913-
952. DISPONIBLE EN http://www.redalyc.org/html/111/11162403/
Low S., D. Taplin and S. Scheld. 2005. Rethinking urban parks. Public space and cultural
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EN
https://books.google.co.ve/books?hl=es&lr=&id=cUhYBCSAYIEC&oi=fnd&pg=PR5&ots=Nv
RkLo31tw&sig=Hf5HM_5RlMRyOQKpmuDn37UxAPo&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false
Willis, K. 2003. Pricing public parks. Journal of Environmental Planning and Management 46
(1): 3-17. DISPONIBLE https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/713676701
Canosa E., E. Sáez, C. Sanabria e I. Zavala. 2003. Metodología para el estudio de os parques
urbanos: La comunidad de Madrid. GeoFocus 3: 160-185. DISPONIBLE
http://geofocus.rediris.es/docPDF/Articulo9_2003.pdf
Azqueta, D. 2002. Introducción a la economía ambiental. Editorial McGraw-Hill.Madrid,
España. 420 p. DISPONIBLE EN
More, T., T. Stevens and G. Allen. 1988. Valuation of urban parks. Landscape and Urban
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https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/0169204688900229
Gámez, V. 2005. Sobre sistemas, tipologías y estándares de áreas verdes en el planeamiento
urbano. Diseño Urbano y Paisaje 6: 1-22 DISPONIBLE EN
http://dup.ucentral.cl/pdf/000002.pdf

ESPACIO VERDE URBANO


Los espacios verdes son, conceptualmente, el conjunto de áreas libres, ordenadas o no,
recubiertas con vegetación, que desempeñan funciones de protección del medio ambiente
urbano, de integración paisajística o arquitectónica o de recreo. Incluyen, por lo tanto, los
parques y jardines urbanos, públicos y privados; las áreas de integración paisajística y de
protección ambiental de carreteras y otras infraestructuras urbanas; las laderas cubiertas
de vegetación; la vegetación marginal de los cursos de agua y lagos; los setos y cortinas de
protección contra el viento o la contaminación acústica; las áreas verdes “cementeriales”;
y las áreas agrícolas y forestales residuales dentro de los espacios urbanos o urbanizables.
Los espacios verdes urbanos representan la totalidad de los espacios con vegetación y
corresponden a la suma de las áreas rurales y naturales integradas en el tejido urbano. Por
su naturaleza, es válido hablar de los espacios verdes urbanos, incluso a la hora de abordar
las cuestiones relativas a las periferias sobre las cuales las ciudades crecen y se expanden.
En este caso, se designan como espacios verdes periurbanos, reforzando así su carácter
periférico, donde su estructura, composición, organización, uso potencial y funciones
asumen un aspecto propio y en consonancia con el “hibridismo” del uso del espacio. La
asociación que corrientemente se hace de las designaciones de espacios verdes y de
parques y jardines deriva del hecho de que, hasta el final de la primera mitad del siglo XX,
los parques y jardines se consideraban las únicas expresiones de la presencia de la
naturaleza en la ciudad. Otras expresiones naturales en las zonas urbanas, como jardines y
huertas, la agricultura y los bosques al interior de las ciudades, la vegetación marginal de
los cursos de agua, entre otros, por no tener una organización formal, no tenían, hasta hace
muy poco, el estatuto de la estructuras urbanas. Su proximidad a la vegetación en el medio
rural y silvestre, su baja sofisticación en lo que respecta a la organización interna y la escasa
presencia de especies exóticas o de vegetación ornamental, las mantenían como
estructuras si no rurales, por lo menos no urbanas. Pero su existencia y la sobrevivencia de
macizos de vegetación, o su reinstalación, permiten su utilización como espacios de recreo
de aire libre con funciones de activación ambiental.
La existencia de un continuum natural, conectando la periferia rural con el espacio urbano,
refuerza la amplia gama de espacios verdes urbanos en sus diversas formas y expresiones.
La estructura verde así formada permite una estrecha relación de activación de la diversidad
biológica que fortalece la vegetación existente en el tejido urbano, a través de la
continuidad de flujos de energía y diversidad biótica (Fadigas, 2007)
ESTRUCTURA VERDE Y PLANIFICACIÓN URBANA
La urbanización es el proceso de transformación del uso del suelo y de la organización del
hábitat humano que se caracteriza por la concentración de la población en espacios
reducidos y por la sustitución gradual de los ecosistemas naturales de alta complejidad por
ecosistemas humanizados de menor complejidad y reducida diversidad biológica. De lo que
resultan paisajes donde los materiales de construcción vivos son reemplazados
gradualmente por materiales de construcción inertes. El propósito de la planificación
urbana es contribuir a la clasificación de las ciudades y de los espacios habitados en orden
a alcanzar niveles de excelencia en la organización del espacio y su funcionalidad y ofrecer
cada vez más altos niveles de calidad de vida a quienes en ellas trabajan y residen. Esto en
sí mismo justifica y hace oportuna una reflexión crítica sobre los modelos que contribuyen
a la trama urbana de la organización teniendo en cuenta el contexto económico, social,
tecnológico y social.
La planificación urbana es un proceso transversal que une el desarrollo económico, la
cultura y la sostenibilidad de manera interactiva que no trata sólo de las morfologías y
funciones. Las relaciones con el entorno, la “geografía” de los lugares, la persistencia de los
valores naturales, la gestión de los recursos y el refuerzo de la cohesión social están
presentes en todo el proceso y de él dependen y para él contribuyen de forma importante.
El marco de equilibrio del que se desprende es el punto de partida para la sostenibilidad
urbana entendida como un marco para el uso racional del territorio urbano y los recursos
que le están asociados permitiendo su uso de forma continuada en el futuro. Esto significa
que la tasa de consumo de recursos renovables, el agua y la energía, no puede exceder la
respectiva tasa de sustitución y la tasa de emisión de contaminantes no puede ser superior
a la capacidad de su absorción y transformación por el aire, el agua y el suelo. Para crecer y
expandirse las ciudades consumen suelo, agua y energía, al igual que con todos los procesos
vitales. Los organismos vivos -y las ciudades como ecosistemas que son, abarcan una amplia
gama de organismos vivos e interdependientes- viven y se desarrollan a través de un
permanente consumo de los recursos, renovables o no, y de flujos de energía. La
reutilización de los recursos y la diversificación de las fuentes de energía pueden reducir los
desequilibrios medioambientales que fragilizan la sostenibilidad urbana y el patrimonio
natural y contribuir a una más equilibrada organización urbana. El proceso de urbanización
requiere una intensificación de los contactos entre las ciudades y el entorno rural que en
última instancia, sufre perturbaciones en sus estructuras organizativas, funcionales,
sociales y ecológicas. Los modos de vida urbana de relación y de expresión social se
imponen por ser más dinámicos a los valores rurales, aumentando los niveles de estrés
social y biológico. Cuando esto sucede, el estrés es una expresión de desequilibrio social
medioambiental, lo que lo convierte en un indicador importante para el establecimiento de
normas de calificación medioambiental
Los espacios naturales y la estructura verde urbana son partes esenciales de los tejidos con
los cuales, en sus diferentes morfologías y niveles de centralidad, las ciudades se organizan,
construyen y funcionan. La presencia de elementos naturales, por lo tanto, puede resultar
de la aplicación de diversos criterios de ordenación de territorial o, simplemente, de
decisiones pragmáticas de gestión de los recursos. En un caso, a partir de estrategias y
políticas para el desarrollo integrado y sostenible, y en otro, como una opción pragmática
frente a la importancia de los recursos naturales. Esto es lo que pasa con la salvaguardia,
por ejemplo, de áreas agrícolas y forestales en la periferia urbana, por presentar un interés
ambiental y paisajístico, o simplemente económico. El reconocimiento de la importancia
del ambiente como una matriz de organización y configuración del espacio habitado se ha
revelado esencial para reorientar el debate sobre el papel del urbanismo y del diseño
urbano en la ordenación de los territorios urbanos y sus periferias. Las consecuencias del
reconocimiento de la importancia del ambiente en el urbanismo contemporáneo amplió a
otras áreas de conocimiento la reflexión sobre la planificación, el diseño, uso y la gestión de
ciudades, incorporando preocupaciones urbanísticas u ambientales (Greenwood, 1999;
Ridell, 2004)

FUNCIONES AMBIENTALES DE LA ESTRUCTURA VERDE URBANA


Las funciones medioambientales y biológicas de la estructura verde urbana son de diferente
naturaleza y se ejercen a menudo simultáneamente, sólo dependiendo del tipo de espacio
verde en cuestión, de su ubicación, dimensión, composición y pavimentación. Lo mismo
puede decirse de las funciones de integración paisajística, arquitectónicas y de composición
urbanística que, por supuesto, ocurren, también, junto con las funciones medioambientales
y biológicas. Estas funciones se pueden agrupar como sigue: a) Normalización
microclimática (control del viento, sombra, regularización de humedad y temperatura). b)
Purificación de la atmósfera (fijación de polvo en suspensión en el aire o barrera para
reducir la velocidad del viento y, por tanto, su energía para el transporte de materiales en
suspensión, obligando a su disposición, la creación de brisas que puede facilitar la reducción
de la contaminación del aire. c) Equilibrio psico-fisiológico de la población (creación de
entornos urbanos agradables, espacios microclimáticamente equilibrados, espacios
facilitadores de usos recreativos, espacios de uso seguro y espacios de separación de tráfico
automovilístico y peatonal. d) Control de ruido (barreras de reducción de la propagación del
sonido). e) Refuerzo de la diversidad biológica de los ecosistemas, especialmente en lo que
respecta a la composición de la estructura principal (parques urbanos y corredores
ecológicos de activación biológica y de enlace con la periferia).

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IMPORTANCIA DE LOS PARQUES URBANOS


Los parques urbanos son áreas verdes destinadas al contacto con la naturaleza, a la cultura,
a la recreación y al descanso de los habitantes de la ciudad. Las características de los
parques varían de acuerdo a la intensidad con que reflejan cada uno de esos objetivos. Así,
por ejemplo, aquellos que están destinados principalmente a la contemplación y contacto
con la naturaleza, tienen una mayor diversidad y cobertura de vegetación, mientras que
aquellos destinados a la recreación y el deporte tienen mayores superficies destinadas a
juegos infantiles y juveniles e instalaciones deportivas. Pese a sus diferencias, existen
características comunes entre los parques urbanos, tales como la presencia de vegetación,
senderos peatonales y de bicicletas, monumentos, espacios para la práctica de deportes,
iluminación, escaños y sectores para descanso. Adicionalmente, pueden contar con cuerpos
de agua, centros culturales y sectores de pic-nic, lo cual depende de sus dimensiones y del
presupuesto disponible para su mantención. Los parques de propiedad fiscal, esto es que
son bienes nacionales, se denominan parques municipales o parques públicos, y se
distinguen de los parques privados principalmente porque estos últimos no son espacios
abiertos sino que tienen acceso restringido a usuarios inscritos o a quienes paguen una
entrada. En Chile no se ha definido una superficie mínima para que un área verde sea
clasificada como parque, de manera que hay una gran variabilidad de tamaños, pero en
términos generales se consideran parques aquellos espacios de tamaño superior a una
hectárea, o simplemente aquellos de mayor tamaño de la comuna. En la literatura científica
se ha reconocido la importancia estratégica de los parques urbanos para la calidad de vida
de una sociedad mayoritariamente urbana (Chiesura, 2004) como es el caso chileno NUEVA
INSTITUCIONALIDAD PARA LA CREACIÓN, MANTENCION Y CONSERVACIÓN DE PARQUES
URBANOS 4 donde más del 80% de la población vive en ciudades. Hay numerosa evidencia
empírica que permite afirmar que la presencia de parques contribuye a mejorar el bienestar
de la población. Los parques urbanos cumplen importantes funciones ambientales entre los
que se destacan: la infiltración de las aguas lluvia y control de las inundaciones ocasionadas
por lluvias torrenciales (Sorensen, 1998; Chiesura, 2004; Pauleit et al., 2005); la regulación
del clima urbano, mitigación de las altas temperaturas y de las islas de calor urbano1
(Sorensen, 1998; Solecki et al., 2005) y el mejoramiento de la calidad del aire mediante la
captura de partículas y contaminantes (Hough, 1998; Hernández, 2007). Desde un punto de
vista ecológico, los parques urbanos contribuyen a la conservación de la biodiversidad
urbana y favorecen la presencia de aves nativas en la ciudad (Urquiza y Mella, 2002; Díaz y
Armesto, 2003; Mella y Loutit, 2007), la existencia de flora nativa de los mismos permite
que los ciudadanos conozcan y valoren el patrimonio natural lo cual favorece las iniciativas
de protección y, en definitiva, de conservación (Miller y Hobbs, 2002). Las funciones sociales
de los parques son igualmente importantes. Los parques urbanos constituyen espacios de
encuentro e interacción social, favoreciendo el contacto entre personas de diferentes
grupos de edad, etnias y grupos sociales, y se ha demostrado que la frecuencia de las
interacciones tiene positivos impactos en la vida comunitaria y en la salud de las personas
(Kuo et al., 1998; Kuo y Sullivan, 2001; Maas et al., 2009). Asimismo, la presencia de parques
contribuye a la reducción de la sensación de stress en los habitantes de la ciudad,
favoreciendo las actividades contemplativas, entregando sensación de tranquilidad a los
usuarios (Ulrich, 1981; Kaplan, 1983) y se asocian a estilos de vida más activos en la
población de tercera edad (Sugiyama y Ward-Thompson, 2007). En síntesis, la presencia de
parques contribuye positivamente a la salud sicológica y mental de los habitantes urbanos
(Chiesura, 2004).
Concepto de Parque Urbano Los parques urbanos son espacios verdes de uso público
destinados al contacto con la naturaleza, a la recreación, contemplación y al ocio para todos
los habitantes de la ciudad, constituyen elementos representativos del patrimonio natural
y cultural urbano y contribuyen a la mantención del equilibrio ambiental. Sus dimensiones
deben garantizar la prestación de sus servicios sociales, ambientales y ecológicos. Deben
distribuirse en forma de una red para garantizar la cobertura de toda la ciudad, y se
relacionan funcionalmente con la estructura ecológica regional, las áreas silvestres
protegidas y los sitios prioritarios de conservación de la biodiversidad. Son características
comunes a todos los parques la presencia de vegetación en una porción importante de su
superficie, monumentos, senderos peatonales y de bicicletas, espacios para la práctica de
deportes, iluminación, escaños y sectores para descanso. Además pueden contar con
cuerpos de agua, centros culturales y sectores de pic-nic, dependiendo de sus dimensiones
y de las necesidades de la comunidad adyacente. Dentro de los parques urbanos deben
distinguirse los parques metropolitanos, intercomunales y comunales, los cuales
corresponden a una clasificación relativa a su extensión y área de influencia. Los parques
metropolitanos son áreas verdes de gran tamaño, destinadas al contacto con la naturaleza,
a la recreación, contemplación, al ocio y a la mantención de valores paisajísticos y
ambientales, cuya área de influencia abarca todo el territorio de la ciudad. Los parques
intercomunales son áreas verdes de tamaño variable, destinados al contacto con la
naturaleza, a la recreación, contemplación, al ocio y a la prestación de servicios ambientales
y ecológicos, cuya área de influencia abarca el territorio de dos o más comunas. Por último,
los parques comunales, son áreas verdes de dimensión variable destinadas a la recreación,
la reunión e integración de la comunidad y a la prestación de servicios ambientales, cuyo
ámbito se restringe a una comuna o un conjunto de barrios

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